Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
UNIVERSIDAD LIBRE
DIEGO ACOSTA Rectoría Nacional
Cátedra Gerardo Molina
VÍCTOR DE CURREA-LUGO
AGUSTÍN LAO-MONTES
EDGAR NOVOA
FABIÁN SANABRIA
MÓNICA C. YRIART
Multiculturalismo
Interculturalidady
Derechos Humanos
Pablo Elías González Monguí
Coordinador
ISBN 958-8646-09-1
UNIVERSIDAD LIBRE
9 789 588 64 609 1
Rectoría Nacional
Cátedra Gerardo Molina
MULTICULTURALISMO,
INTERCULTURALIDAD
Y DERECHOS HUMANOS
Universidad Libre
Rectoría Nacional
Cátedra Gerardo Molina
Bogotá
2010
DIRECTIVAS UNIVERSIDAD LIBRE
Todos los derechos reservados y se acoge en un todo a la Ley 23 de 1982, artículo 32.
ISBN 978-958-8646-09-1
PÁG.
Presentación 9
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 8
y D erechos H umanos
Presentación
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 10
y D erechos H umanos
Derechos Humanos,
Multiculturalismo
e Interculturalidad
Camilo Borrero G.*
*
Docente e investigador de la Universidad Nacional de Colombia.
11
de los derechos fundamentales de los individuos. Y ello por una consideración
de partida del liberalismo, que es una especie de credo fundacional: éste
supone la decisión de varios individuos para agruparse y convivir en tanto
iguales, dotándose de sus propias reglas para la convivencia, y asumiendo
que las mayorías ofrecen un buen criterio para tomar decisiones siempre y
cuando operen sobre la base de unos derechos fundamentales que deben
tener los individuos, y que los blindan frente a decisiones arbitrarias.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 12
y D erechos H umanos
como una forma más de hacer extensivos sus principios y formas de ver la
vida. En esta perspectiva, la interculturalidad supone una crítica tanto al
multiculturalismo como al liberalismo, y aboga por una reconstrucción de
derechos desde otros paradigmas. Veamos estas dos posiciones con algún
nivel mayor de detalle.
1. La propuesta multicultural
Si tomamos como punto de partida la obra de autores como Charles Taylor (la
política del reconocimiento) o de Will Kimlicka (ciudadanía multicultural)1,
tendríamos un planteamiento más o menos del siguiente talante:
Para Taylor existe una relación evidente entre las reclamaciones de grupos,
como los que hemos mencionado (indígenas, afrocolombianos, etc.) y el
falso reconocimiento. Lo que supone antes, explicar algo en relación con el
adecuado reconocimiento. Dado que las sociedades liberales le apuestan
a desarrollar el potencial de dignidad humana, que guarda coherencia
con el ideal de vida buena que yo me pueda plantear alcanzar, existe un
presupuesto de partida: los otros deben creer en mis capacidades y potencial.
Es decir, deben reconocer que yo soy un sujeto capaz de aportar de manera
importante a la sociedad, y ese reconocimiento debe estar rodeado de
derechos que lo garanticen.
Reconocimiento.
Desde esta evidencia, más bien descriptiva, Kimlicka retoma el punto del
ideario liberal consistente en la búsqueda de la vida buena. A su juicio, este
ideal no puede escindirse del medio cultural en el que se desenvuelven,
puesto que es dicho medio el que permite establecer las valoraciones que dan
sentido a un proyecto de vida de tales características. A su vez, es necesario
reconocer que obligar a un individuo a abandonar su propia cultura para
adoptar otra es un proceso doloroso, que no necesariamente llega a su fin y
que contravendría el principio de libertad individual.
De ahí que para una democracia liberal sea necesario proteger las culturas,
por lo menos las societales, si se quiere ser consistente con los postulados de
dignidad y libertad. De lo contrario, existirían sólo algunos individuos con
posibilidades de elegir libremente su proyecto de vida buena, lo que tarde o
temprano se convertiría en un factor de inequidad y discriminación.
Ahora bien, muchos Estados afirman proceder en este campo bajo el imperio
de la omisión bien intencionada. Ella consistiría en el postulado según el
cual el Estado no debe proteger a alguna cultura en particular, pero debe
reaccionar cuando se discrimina alguna cultura en especial. Una regla
similar a la de la neutralidad estatal frente a las religiones.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 14
y D erechos H umanos
Sin embargo, en este caso el símil no funciona pues, como recuerda Kimlicka,
el Estado siempre hace opciones en materia cultural, lo que se refleja en
la administración pública (la mayoría se desarrolla en una determinada
lengua, y obedece a ciertas tradiciones que hacen que se atienda unos días
específicos, por ejemplo excluyendo los domingos, lo que es de por sí ya una
valoración cultural, etc.), en los sistemas educativos y de salud pública, etc.
Quizás para comprender este aserto sea conveniente recordar las tesis de
autores como Boaventura de Souza Santos, en torno a la globalización
hegemónica. Para este autor portugués, una de las características de ella
es la posibilidad que tienen ciertas experiencias locales de esconder su
origen y presentarse en el mundo global como desterritorializadas. Por
ejemplo, piénsese en el rol de Mac Donald’s en el terreno de la comida,
en donde se asume que es un símbolo de la modernidad que se abra en
una ciudad una tienda de ellas, e incluso se busca integrarla al patrimonio
arquitectónico de cada una, haciendo perder su origen de que se trata de
comida norteamericana, tributaria de una cierta tradición culinaria, y por
ende no es neutra en ningún sentido, ni en el capital que representa, ni en
los gustos que vehicula.
Así, Santos termina abogando por lo que llama una hermenéutica diatópica.
Con ella quiere significar una reconstrucción de los derechos a partir de un
diálogo que reconozca que existen diferentes epistemes, cada una importante
al interior de su propia cultura pero, al mismo tiempo, incompleta con
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 16
y D erechos H umanos
relación a otras. Esta hermenéutica, por lo tanto, no se centraría propiamente
en la búsqueda de un concepto reasuntivo o integrador, sino más bien en
un diálogo sobre las particularidades e incompletudes de cada uno de estos
topoi o lugares comunes.
2
Walsh, Catherine, “Interculturalidad y colonialidad del poder: un pensamiento y posicionamiento
“otro” desde la diferencia colonial”, en Santiago Castro Gómez y Ramón Gostroyel (editores). El Giro
Decolonial: reflexiones para una diversidad epistémica más allá del capitalismo global. 2007.
McLAREN, Peter. “Terror blanco y acción de oposición: hacia un multiculturalismo crítico”, en:
3
4
“A juicio de la Sala, este núcleo de derechos intangibles incluiría solamente el derecho a la
vida, la prohibición de la esclavitud y la prohibición de la tortura. Dos son las razones que llevan
a esta conclusión: en primer lugar, el reconocimiento de que únicamente respecto de ellos puede
predicarse la existencia de un verdadero consenso intercultural. En segundo lugar, la verificación
de que este grupo de derechos se encuentra dentro del núcleo de derechos intangibles que
reconocen todos los tratados de derechos humanos, derechos que no pueden ser suspendidos ni
siquiera en las situaciones de conflicto armado…”. Corte Constitucional, Sentencia T-349 de 1996.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 18
y D erechos H umanos
pueblos indígenas, siempre y cuando se haga dentro de los límites de la
Constitución y la ley5.
Este punto de partida guarda también relación con el debate sobre la entidad
misma de los derechos culturales. Una versión más o menos amplia de los
mismos supondría la aceptación relativamente incontrovertible de que
éstos pertenecen y son desarrollo de los derechos humanos. Sin embargo, la
cuestión se complica a la hora de establecer armonizaciones o ponderaciones
con otros derechos humanos que podrían ser considerados como de mayor
entidad desde algunas comprensiones valorativas, por ejemplo las de la
democracia liberal.
Mediante la primera, habría que asumir, por ejemplo, que los derechos
étnicos predefinen los derechos humanos, y que por ende lo que se podría
postular como vida digna, igualdad o libertad varía de acuerdo con las
culturas, sin que su sentido pueda ser establecido de antemano por una
cualquiera de las tradiciones o sistemas involucrados. Por la segunda, sería
posible una consonancia entre derechos étnicos y humanos, a condición
de que el consenso intercultural permita definirlos y ponderarlos de una
manera flexible, por supuesto en respeto al diálogo horizontal, nunca
jerárquicamente preestablecido.
5
“Las autoridades de los pueblos indígenas podrán ejercer funciones jurisdiccionales dentro
de su ámbito territorial, de conformidad con sus propias normas y procedimientos, siempre que
no sean contrarios a la Constitución y leyes de la República. La ley establecerá las formas de
coordinación de esta jurisdicción especial con el sistema nacional”.
El punto es, entonces: ¿En qué medida los derechos étnicos colectivos son
ponderables con los derechos fundamentales individuales, sin menoscabar
de fondo los primeros?
Nuevamente, aquí nos encontramos con una derivación del debate planteado
entre interculturalistas y multiculturalistas. Y, quizás, sea éste el definitivo
en términos más pragmáticos.
Para los últimos, el tema de la ponderación es necesario, pues los derechos étnicos,
como todos los otros en el nuevo constitucionalismo, no son absolutos. Y, por
ende, deben encontrarse sus límites, entre otros campos, en la armonización con
derechos de similar calibre, como serían los fundamentales individuales. Para
los primeros, los interculturalistas, la ponderación sería impresentable en esos
términos, pues en últimas obliga a armonizar dos tradiciones absolutamente
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 20
y D erechos H umanos
divergentes: los derechos étnicos aluden a la autonomía necesaria para
desarrollar la cultura propia, mientras que los fundamentales individuales
incluyen el respeto a una tradición occidental cuya raigambre es el individuo
y sus libertades. En cualquier ponderación de estos dos tipos de derechos
cuya solución sea la protección de derechos fundamentales individuales se
estará vulnerando la autonomía cultural étnica. Lo que lleva a pensar que sólo
se podría ponderar bajo la condición de que ésta falle siempre a favor de los
derechos étnicos colectivos. De lo contrario, la misma forma de ponderación es
un mecanismo de integración.
Aspiro a que este breve recorrido por algunos de los diferentes puntos
de debate nos obligue a reflexionar de una manera más profunda sobre
las consecuencias de asumir acríticamente alguno de los polos que se han
identificado bajo las posturas multi e interculturales.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 22
y D erechos H umanos
Construyendo políticas
culturales descolonizadoras
La interculturalidad como
recurso de ciudadanía y
democracia sustantiva
Agustín Lao-Montes*
*
Profesor de sociología en la Universidad de. Massachusetts en Amherst.
23
los cuales intentaré responder en esta presentación. Mi acercamiento será desde
la perspectiva de los afrodescendientes e indígenas los que en la historia oficial y
en las políticas culturales que aún priman a través de las Américas tienden a ser
considerados como los otros y las otras étnico -raciales de la nación.
1
Ver: Grosfoguel (2006).
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 24
y D erechos H umanos
3. Una jerarquía global étnica y racial que privilegia las gentes europeas
sobre las no-europeas.
4. Una jerarquía global de género que privilegia los hombres sobre las
mujeres como también el patriarcado europeo sobre otros tipos de
relaciones de género.
5. Una jerarquía sexual que privilegia los heterosexuales sobre los
homosexuales y las lesbianas.
6. Unajerarquíaespiritualqueprivilegialoscristianossobrelasespiritualidades
no-occidentales y no-cristianas, la cual fue institucionalizada con la
globalización del Cristianismo como religión dominante.
7. Una jerarquía epistémica que privilegia el pensamiento occidental
y su cosmología (o imaginario) sobre saberes y cosmologías no-
Occidentales, de tal modo como fue institucionalizado en el sistema
global universitario.
8. Una jerarquía lingüística entre los idiomas europeos y no-europeosdonde
se privilegian la comunicación, el conocimiento, y la producción teórica
en lenguas europeas a la vez que subalterniza las otras como simples
productoras de cultura.
25 C O N S T R U Y E N D O P O L Í T I C A S C U LT U R A L E S D E S C O L O N I Z A D O R A S
Agustín Lao-Montes
móviles principales a favor de lo que denominamos como democratización
de la democracia para nombrar la gestión en pro, no simplemente de
la ciudadanía formal o nominal, sino más bien de la ciudadanía real o
sustantiva. Aquí hay una correspondencia tanto lógica como política
entre los conceptos de ciudadanía y democracia. La democracia liberal
representativa se corresponde con la ciudadanía legal-formal y la democracia
sustantiva se corresponde con la ciudadanía plena y diferenciada. En
contraste a democracia en el sentido meramente formal (es decir, sólo
como una cuestión de discurso y procedimiento), la democracia sustantiva
implica identificar las desigualdades sociales y sus raíces, elaborar políticas
públicas a favor de la equidad, y ayudar en el proceso de apoderamiento
de los sujetos y sectores subalternizados y excluidos. En esta definición la
democracia, más que simple participación en los procesos electorales y el
reconocimiento de derechos civiles contra abusos de poder de parte del
Estado, implica participación activa y poder decisional en todos los ámbitos
de la vida social y cultural. De esta manera, la democracia en tanto proceso
de poder colectivo o apoderamiento popular adquiere una pluralidad de
formas y definiciones. Por eso, más allá de la democracia liberal, ahora
hablamos de democracia participativa, democracia deliberativa, democracia
cultural, democracia étnico-racial y democracia económica. Al conjunto
combinado de todas estas dimensiones del proceso democrático le llamamos
democracia sustantiva. Como horizonte político-cultural la democracia
sustantiva se corresponde a una concepción diferenciada de la ciudadanía
en tanto ciudadanía cultural, social, económica, política, y sexual, que a
su vez implica una multiplicidad de derechos. Por eso hoy hablamos de
derechos humanos como derechos civiles, políticos, económicos, étnico-
raciales, ecológicos, culturales, lingüísticos, religiosos, sexuales y de género.
Uno de mis argumentos centrales es que esta manera crítica y sustantiva de
entender la democracia, la ciudadanía, y los derechos humanos, constituyen
una nueva cultura política que ha de orientar tanto el marco teórico como
la orientación práctica de las políticas culturales que hemos de formular
y realizar, más aún, planteo que esta nueva cultura política no proviene
principalmente ni del mundo académico, como tampoco del Estado o del
mercado, sino mas bien de la producción de conocimientos y los reclamos
de movimientos sociales como el movimiento de mujeres, LGBT, ecológico,
obrero y campesino, afrodescendiente e indígena.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 26
y D erechos H umanos
proviene de las propuestas y reclamos de las comunidades y movimientos
de ambos grupos. En realidad, si analizamos el asunto a fondo la inter-
culturalidad debería considerarse como una condición básica del proceso
mismo de la cultura. Como dice el intelectual Afrocolombiano Santiago
Arboleda, debemos partir del hecho de la interculturalidad para así formular
y efectuar políticas interculturales. Es decir, de la diversidad, de la pluralidad
que hoy muchos consideramos un valor y un principio orientador de las
políticas culturales, se desprende que los procesos de creación, producción,
comunicación, consumo, e intercambio cultural son por definición diversos y
cambiantes. Además, las prácticas de producción y comunicación (estéticas,
simbólicas, cognoscitivas, de memoria e identidad) que denominamos
como cultura, son ejercidas por una multiplicidad de actores tanto desde
instituciones poderosas como el Estado y las corporaciones, como desde
diferentes instancias sociales como las comunidades y los movimientos
sociales étnico-raciales. Por eso concordamos con el argumento del
sociólogo francés Bourdieu, que el campo cultural ha de entenderse como
un campo de fuerzas o una arena de luchas. En contraste a esta manera de
entender lo cultural, los discursos de nación y región que emergieron en el
siglo XIX, se consolidaron después de la Segunda Guerra Mundial, y aun
son hegemónicos hoy día, articulan una visión monológica de la cultura
nacional y regional. Esto lo podemos ver en la reconocida relación entre
patria grande y patria chica, donde la patria grande se representa como
la región-mundo (America Latina) o la nación (en este caso Colombia) y
la patria chica como el país particular (Colombia como parte de America
Latina), como una región subnacional (como el Pacifico Colombiano), o
un lugar especifico dentro de la nación (como la ciudad de Cali). En esta
manera de pensar prima la identidad y la unidad cultural por encima de las
diferencias, las particularidades y las disputas en relación a cuales prácticas
y representaciones culturales han de ser reconocidas y promovidas.
27 C O N S T R U Y E N D O P O L Í T I C A S C U LT U R A L E S D E S C O L O N I Z A D O R A S
Agustín Lao-Montes
Parte del papel ideológico del nacionalismo es precisamente establecer un
criterio para explicar las diferencias culturales a la vez que fija la nación-
Estado como el espacio territorial y el lugar de poder donde supuestamente
se define una identidad común y una cultura principal, la cultura nacional.
La idea misma de America Latina y su concepción como un conglomerado
de naciones-Estado surgen del matrimonio entre occidentalismo y
nacionalismo. Veamos, la idea de que la “latinidad” en tanto identidad global
o transnacional fue inventada a mediados del siglo XIX por intelectuales
orgánicos del imperio francés como Maurice Chevalier y Ernest Renan en
el contexto de la disputa con la Gran Bretaña por la hegemonía política,
económica, y cultural en el sistema-mundo moderno/colonial capitalista. De
ahí la distinción entre “anglos” y “latinos” que luego ha tenido una larga
historia desde la creación de la idea de America Latina hacia finales del
siglo XIX hasta la emergencia de la identidad Latina en los Estados Unidos
sobre todo en los últimos 25 años. En la concepción de America Latina como
patria grande y cada país como patria chica que fue elaborada por las élites
criollas y a partir de la cual se fundaron las naciones-Estado de la región,
las identidades de la región en su conjunto y de cada nación se oponían por
un lado a los Estados Unidos (la gran otredad del Norte) y por otro lado a
las otredades internas de la nación: “indios”, “negros”, “chinos”, “turcos” y
extranjeros no-occidentales en general, campesinos, trabajadores pobres y
desempleados, homosexuales y prostitutas. Lo que se definió como cultura
nacional fueron los discursos y las prácticas culturales de las élites criollas
que se identificaban como herederos de la sabiduría moderna Europa y
Occidente en contraste, por un lado a los otros internos que se entendían
como atrasados y como taras a la modernización de la nación, y por otro
lado al imperio estadounidense que de acuerdo al influyente argumento del
intelectual uruguayo José Enrique Rodó representaba el frío y estéticamente
vacío saber técnico anglosajón. En esta ideología nacionalista la cultura
nacional es una fuerza positiva y modernizante, única que debería primar
por encima de las llamadas culturas tradicionales como las de los indígenas
y campesinos. Por otra parte, en la mayoría de los países latinoamericanos
los afrodescendientes no fueron ni siquiera reconocidos como portadores de
culturas propias e identidades particulares.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 28
y D erechos H umanos
(museos, centros de bellas artes, bibliotecas y archivos) para promover y
diseminar la cultural nacional hegemónica de corte occidental. Aunque el
énfasis siempre fue en la llamada “alta cultura” es decir la cultura de élite de
corte occidental, los saberes, las formas, y las prácticas culturales populares,
indígenas, y afrodescendientes se catalogaron como folclor teniendo un
interés mas antropológico y turístico que sustantivo en esta ecuación de la
cultura nacional. El sistema educativo y entrado el siglo XX, también los
medios de comunicación masiva fueron vehículos institucionales claves en
la diseminación de este tipo de políticas culturales producidas y promovidas
por las clases dominantes y los Estados-nacionales. Pero como ya señalamos
el campo de las políticas culturales no se puede caracterizar solamente por
una propuesta aun cuando esta sea hegemónica por ser el proyecto cultural
de nación de las élites y el Estado. Definimos las políticas culturales junto a
Néstor García Canclini como un “conjunto de intervenciones realizadas por
el Estado, las instituciones civiles y los grupos comunitarios organizados a
fin de orientar el desarrollo simbólico, satisfacer las necesidades culturales de
la población, y obtener consenso para un tipo de orden o de transformación
social”. Es por eso que cuando en las contra-celebraciones del V Centenario
del supuesto descubrimiento en 1992, los indígenas hablaban de 500 años
de resistencia cultural, se revelaba la existencia de otras genealogías y otros
proyectos de identidad, memoria y cultura para regiones y naciones.
29 C O N S T R U Y E N D O P O L Í T I C A S C U LT U R A L E S D E S C O L O N I Z A D O R A S
Agustín Lao-Montes
y defendida por afrodescendientes e indígenas, representa un desafío
fundamental al nacionalismo del siglo XIX donde la unidad cultural de la
nación se fundamenta en una versión de cultura e identidad dictada por la
óptica occidentalista de las elites criollas. Esto implica una reformulación
del carácter de la democracia a favor de lo que llamamos democracia
intercultural, de la ciudadanía en aras de los que denominamos ciudadanía
diferenciada, y por ende del carácter, de la correlación de fuerzas, y del
campo mismo de las políticas culturales.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 30
y D erechos H umanos
lo que establece un espectro más amplio y contradictorio de políticas
multiculturales. Este contraste entre Estados Unidos y America Latina va
a ser clave para entender agrupar el multiculturalismo corporativo con el
multiculturalismo neoliberal, los dos tipos de política de interculturalidad
que se desarrollan en los Estados Unidos, y distinguirlos del proyecto de
interculturalidad descolonial que nace de los movimientos étnico-raciales
de America Latina.
31 C O N S T R U Y E N D O P O L Í T I C A S C U LT U R A L E S D E S C O L O N I Z A D O R A S
Agustín Lao-Montes
partir de las diferencias culturales (étnicas, regionales, generacionales)
y con programas de desarrollo local financiadas por instituciones del capital
transnacional y por las ONG donde se promueve explícitamente la ciudadanía
cultural, la participación y el apoderamiento local. Lo que Mike Davis ha
llamado multiculturalismo corporativo significa particularmente, cómo
el mercado del gran capital apropia el discurso de la diversidad cultural
para desarrollar campanas de mercadeo y cómo lo étnico-racial (la música y
el baile, la gastronomía, los estilos de vestir, inclusive los espacios de vida y
los cuerpos a través del turismo) se convierte en mercancía. Otra forma del
multiculturalismo neoliberal es lo que he llamado el multiculturalismo imperial
en referencia a la tendencia en el Estado imperial norteamericano de integrar en
su corporalidad y composición misma el discurso de la diversidad, como fue
notable en la administración de Bush, donde una mujer afrodescendiente llegó
a ser la Secretaria de Estado y un hombre latino,Fiscal General de la Nación, e
igualmente en el ejercito, que varios analistas han calificado como la institución
más multicultural del gobierno estadounidense.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 32
y D erechos H umanos
en gran medida producto de los movimientos indígenas y afrodescendientes
en la región Andina de América Latina. La interculturalidad en cuanto
principio político-cultural es producto de la emergencia de luchas culturales
y movimientos sociales étnico-raciales en la región en los años ochenta y
noventa. El lenguaje de la interculturalidad fue luego apropiado por
instituciones estatales y transnacionales lo que por un lado revela resultados
positivos de la gestión de los movimientos sociales y culturales en aras de
la ciudadanía y los derechos culturales; pero por otro lado también implicó
que se ha producido lo que podemos catalogar como neoliberalismo
intercultural donde los derechos culturales son más nominales que
sustantivos y tienden a conjugarse con profundización de las desigualdades
sociales y debilitamiento de las democracias políticas. En contraste, la
propuesta de inter-culturalidad de movimientos indígenas en Bolivia, Chile,
Colombia, Ecuador, y Perú, se plantea como un proyecto transformador que
implica la reinvención del Estado y la nación como pluriétnico (en algunas
formulaciones plurinacional); cambios profundos en las memorias, los
relatos y las representaciones del espacio geohistórico asociado al Estado,
lo que tiene como consecuencia una redefinición de dicho espacio cultural
no como una sola sino como un conjunto de comunidades culturales y en
las formulaciones mas políticas una revisión de la relación entre territorio y
gobierno donde se abren espacios de autogobierno local indígena y afro; el
reconocimiento de hecho y derecho de los modos de vida, conocimientos,
lenguas, y religiones ancestrales que envuelve tanto criticas a las narrativas
y perspectivas epistémicas occidentales como reformas educativas no solo al
interior de las comunidades indígenas y afros pero en la sociedad en general;
y políticas ecológicas de unidad armónica integral entre ambiente, modos de
producción económica y prácticas culturales.
33 C O N S T R U Y E N D O P O L Í T I C A S C U LT U R A L E S D E S C O L O N I Z A D O R A S
Agustín Lao-Montes
transformación radical ” y les caracteriza como “modelos descolonizadores”
que “abren caminos históricos”. Walsh procede a comparar los cambios que
proponen ambas propuestas de cambio constitucional en cuatro puntos: la
pluralización de la ciencia y el conocimiento; los derechos de la naturaleza; el
sistema jurídico; y el sumak kawsay o buen vivir, como principio fundamental
tanto económico como ético-político. Este análisis de lo que llama
“interculturalizar” los códigos constitucionales de Bolivia y Ecuador tiene
al menos tres implicaciones importantes para nuestra discusión de políticas
culturales: primero que el cambio constitucional es un proceso necesario pero
insuficiente (por eso la crítica al constitucionalismo como estrategia única o
principal); segundo la importancia de discutir y redefinir en términos teóricos
y prácticos tanto el contenido y los entornos del campo cultural (por ejemplo
incluyendo la ciencia y los discursos sobre ecología y economía) como
también de cómo extender el campo de las políticas culturales de manera
transversal (por ejemplo en la interculturalización de lo jurídico);y tercero
que las políticas de interculturalidad pueden ser una fuerza descolonizadora
del poder y del saber en la medida que puedan promover cambios culturales
sustantivos (en las definiciones y valorizaciones de memoria, identidades,
estética, ética, espiritualidad, educación, y lenguaje), que a la vez pueden ser
vehículos de transformación de la institucionalidad política, la racionalidad
económica, y la política ecológica.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 34
y D erechos H umanos
colectiva a cientos de consejos comunitarios en la Costa Pacífica
colombiana, a pesar de las dificultades de recursos y falta de voluntad
institucional se han abierto canales a favor de la etnoeducación
afrocolombiana (incluyendo programas de estudios afrocolombianos y
redes de etnoeducadores), y existen representantes afrodescendientes
en el Congreso de la República. Sin embargo, las comunidades negras
del Pacífico son de las más afectadas por el conflicto armado, lo que ha
tenido como consecuencia que muchos afrocolombianos hayan tenido
que abandonar sus territorios de propiedad colectiva y que otros hayan
sido y todavía sigan siendo asesinados por los actores armados. Por eso
este año, organizaciones como el PCN están celebrando los 17 años de
la Ley 70, a la vez que denuncian el destierro a consecuencia tanto del
conflicto armado como el debido a los proyectos de mega-desarrollo para
el Pacífico (como la siembra de Palma Africana, que es uno de los móviles
del desplazamiento forzado en dicha región).
Aquí hay una instancia clara de una contradicción de hecho y derecho entre
un cambio constitucional positivo y un problema de implementación. Pero
más allá de la Ley 70, la cual tiene sus limitaciones propias (por ejemplo
su sobre-enfoque en las comunidades rurales del Pacífico), los análisis, las
propuestas y las prácticas político-culturales del PCN son paradigmáticos
de la riqueza y creatividad de las políticas culturales descolonizadoras de
las comunidades y los movimientos sociales étnico-raciales. Tanto en los
documentos producidos por el PCN como en los artículos co-escritos por
Libia Grueso y Carlos Rosero, dos de sus intelectuales de base, como ellos
se denominan, junto con el antropólogo Arturo Escobar, se articula una
conceptualización original del territorio ancestral como espacio vital y
universo ecológico cultural fundamental para la gestación y reproducción
de la identidad étnico-racial, el ejercicio del auto-gobierno colectivo, y
la consecución de un modo de producción económica y estrategia de
desarrollo a partir del conocimiento propio y la armonía ambiental. El
PCN también desarrolla un discurso y plantea políticas de derechos
humanos como en entramado de derechos culturales, étnicos, políticos,
económicos, y ecológicos. Esta racionalidad aparentemente utópica esta
fundamentada en los modos de vida colectiva de las comunidades negras
del Pacífico y representan no solo una afirmación cultural e identitaria
sino también una crítica a los paradigmas dominantes de propiedad,
gobierno, ecología y desarrollo, y por ende se pueden considerar como
políticas culturales descolonizadoras.
Arturo Escobar, en su libro editado con Sonia Álvarez, argumenta que “la
35 C O N S T R U Y E N D O P O L Í T I C A S C U LT U R A L E S D E S C O L O N I Z A D O R A S
Agustín Lao-Montes
cultura es política en tanto los significados son constitutivos de procesos
que implícita o explícitamente buscan redefinir el poder social. Esto es,
cuando los movimientos establecen concepciones alternativas de la mujer,
la naturaleza, la raza, la economía, la democracia, y la ciudadanía, al
desafiar los significados de la cultura dominante, ellos efectúan una política
cultural.” Aquí me parece importante afirmar aunque sea rápidamente que
los procesos de movimiento social también tienden a desatar luchas contra
formas de opresión al interior de una comunidad histórico-cultural las
cuales siempre están intersecadas por desigualdades de poder y diversidad
de identidades (por ejemplo diferencias de género y sexualidad al interior
de una colectividad étnico-racial). En este sentido, trabajos como los de
Juliana Flórez revelan las luchas y negociaciones en cuestiones de género
en el PCN y cómo el activismo ha servido de medio de empoderamiento
para las mujeres en las comunidades negras del Pacífico. Termino esta parte
arguyendo que las políticas culturales descolonizadoras son vectores de una
nueva cultura política que se expresa tanto en declaraciones estatales como
en el caso de Evo Morales (sin ilusiones románticas) contra la colonialidad
del poder y el saber (por ejemplo en la definición y forma del Estado moderno
y en las estructuras occidentales del conocimiento y en la universidad
como su institución clave), como en los análisis, propuestas, y prácticas
de movimientos sociales de los afrodescendientes e indígenas que son las
fuentes principales de lo que llamo la nueva política de descolonización.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 36
y D erechos H umanos
de creación, conflicto, negociación, organización e institucionalización.
Como dice Víctor Manuel Rodríguez, debemos “considerar a las prácticas
culturales como espacios donde se tejen de manera continua narraciones de
comunidad, región y nación y, al mismo tiempo, considerar la nación y la
región como realidades sociales que se construyen mediante las prácticas
sociales y culturales”. Ahora bien, cada unidad espacio-temporal y el espacio
global donde se articulan, es una totalidad compleja donde confluyen
diversas formas geográficas como pueden ser la comunidades locales,
ciudades, regiones subnacional, espacios territoriales estatales, regiones
transnacionales como la Costa Pacifica y el gran Caribe, y regiones-mundo
como América Latina, continentes como Europa, y diásporas translocales
como el Atlántico Negro. En vista de esta complejidad de geografías plurales
y entrelazadas me parece idónea la imagen del kaleidoscopio que propone
el antropólogo Édgar Bolívar como estrategia de representación. En relación
al espacio de lo nacional se me ocurre que se podría entender como un
sancocho porque tiene ingredientes diversos, variedades tanto regionales
como familiares y de tipo (de pescado o gallina), es resultado de un proceso
de calor y cocina, y tiene un caldo común pero siempre diferente. Además
es una metáfora con valor cultural a través del espacio nacional y con
materialidad sensorial y corporal.
37 C O N S T R U Y E N D O P O L Í T I C A S C U LT U R A L E S D E S C O L O N I Z A D O R A S
Agustín Lao-Montes
como espacios de poder, empoderamiento y democratización. En este sentido,
en la conformación del poder constituyente desde abajo, los espacios locales
y regionales son importantes en la creación de formas innovadoras de poder
popular y gobierno participativo donde la formulación e implementación de
políticas culturales es un componente clave. Las regiones locales son los lugares
inmediatos de la creación cultural, y de la organización de comunidades y
movimientos culturales. En estos espacios se crean lenguajes y propuestas
vernáculas de política cultural a partir de las culturas políticas locales y
regionales. Quiero dar dos ejemplos de la ciudad de Cali. El primero es la
propuesta de políticas culturales comunitarias formuladas por la red de cultural
del Distrito de Aguablanca, que agrupa alrededor de 200 organizaciones en
su mayoría afro y que a pesar de haber obtenido reconocimiento aún no han
conseguido los recursos para establecer un centro cultural, en la zona urbana de
mayor población afrodescendiente en el país. El otro ejemplo es el movimiento
de medios comunitarios que en su producción constituye una fuente alternativa
de comunicación a través de representaciones audio-visuales de la realidad y la
cultura local y regional, a través de temas críticos como el racismo, la violencia
sexual, y la celebración de aspectos lúdicos y comunitarios en las culturas
populares. En este tema quiero resaltar dos grupos que han ganado premio
nacional de medios alternativos: el colectivo juvenil Mejoda que se fundó en
el distrito de Aguablanca, y el Tejido de Comunicaciones de la Asociación de
Cabildos Indígenas del norte del Cauca que a partir de su identificación etno-
regional han elaborado productos audio-visuales y comunicaciones de internet
que han educado a la nación y al mundo sobre las condiciones, culturas,
intereses y aspiraciones de los indígenas de su región. En fin, como argumenta
la profesora María Elena Bravo lo local-regional es un espacio fundamental para
la construcción de lo público, la descentralización del poder y el logro de la
autonomía cultural y política. Me parece muy sugerente su propuesta de “la
región-sujeto como proyecto político cultural de los asociados que le asignan
valores al entorno” y como lugar primario de la diversidad y riqueza cultural,
en tanto sugiere entender la región como proyecto ético-político en aras de la
democracia sustantiva y la ciudadanía diferenciada (por ejemplo por criterios
étnico-raciales, sexualidad, y género).
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 38
y D erechos H umanos
punto el ejemplo de Brasil ha sido muy útil en el mundo, por la experiencia de
presupuesto participativo en Porto Alegre y por el concepto de ciudad ecológica
en Curitiba. Sin embargo, como observa Alvino Rubins, en Brasil también existe
una sobre concentración de los recursos culturales en las grandes ciudades como
son Río de Janeiro y Sao Paulo. Aquí podría ser significativa una comparación
con Colombia ya que ambas son naciones de grandes diferencias y variedad
regional y son los dos países con mayor población afrodescendiente en America
Latina. Por otro lado, son impresionantes los logros obtenido obtenidos en
Bogota en el campo de las políticas culturales las cuales han interculturalizado
las políticas públicas y han abierto espacios de participación a comunidades
históricamente excluidas.
Termino con una reflexión rápida sobre el momento que vivimos en el proceso
de globalización. Por mucho tiempo hemos contextualizado nuestros análisis
y políticas en relación a la hegemonía de la globalización neoliberal. Hoy día
vivimos en medio de una crisis en el capitalismo mundial y en la hegemonía
imperial estadounidense que apuntan hacia el fin de la era neoliberal. Como
todo tiempo de crisis, como la gran depresión de los años treinta, es una
época de pérdidas y peligros, pero también de aperturas y posibilidades. Por
eso desde nuestras múltiples trincheras culturales, es importante explorar
creativamente las posibilidades de la cultura como recurso para dar a luz
otra globalización o glocalización en aras de la democracia sustantiva, la
ciudadanía plena, la esperanza, el deseo, el disfrute, y el buen vivir.
39 C O N S T R U Y E N D O P O L Í T I C A S C U LT U R A L E S D E S C O L O N I Z A D O R A S
Agustín Lao-Montes
Los pueblos indígenas de
Colombia en la perspectiva
de los derechos humanos
Jhon Jairo Gutiérrez B.*
Introducción
41
Derechos Económicos, Sociales y Culturales” o el “Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos”, o del Derecho Internacional
Humanitario DIH, todo ese compendio jurídico traducido en normas,
instrumentos, declaraciones y demás convenios internacionales
que nos asisten, son los preámbulos que enriquecen hoy nuestra
Constitución colombiana, revilitalizan los derechos ancestrales de los
pueblos indígenas, los cuales deberían ser respetados y acogidos sin
dilaciones pues son parte viva de nuestra cultura.
No quiero terminar esta introducción sin expresar que los logros conseguidos
hasta ahora en todo lo referente a los Derechos de los pueblos indígenas y
su reconocimiento son una conquista que no podemos perder, porque se
han convertido en una herramienta fundamental con la que trabajar para
mantener viva su esperanza, su vida, su resistencia y su lucha.
Ley de origen
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 42
y D erechos H umanos
Derecho mayor
De este modo, por derecho mayor podemos decir que los pueblos
indígenas definen el cuerpo de derechos que acompañan a los miembros
de las comunidades originarias de este continente, que tienen plena
validez jurídica y que representan primacía sobre los demás derechos
consagrados constitucionalmente por varias razones: han nacido y
pervivido en estos territorios desde hace muchos siglos. Son pueblos
con estructuras organizativas que responde a las dinámicas sociales,
económicas, educativas, de salud y políticas autónomas de gobierno
propio, heredadas de sus antepasados y anteriores a los derechos
civiles y políticos.
Derecho propio
Para los pueblos indígenas es uno de los principales derechos nacidos desde
el principio como titulares de lugares concretos donde han habitado desde
el principio de todos los tiempos y aclarando que mucho antes de la llegada
de los invasores europeos y de la conformación del Estado como tal. Desde
la cosmovisión de los pueblos indígenas el territorio significa el universo
entero de manera integral, esto quiere decir, lo que permanece encima la
tierra, sobre el suelo y debajo del suelo, por ende todos los recursos naturales
renovables y no renovables. El territorio es la unidad sociocultural ligada a
lo sagrado, al espacio de reproducción, de supervivencia física y en general
de su autonomía.
El derecho a la autonomía
Pasan los años y con los siglos las luchas de los pueblos indígenas en el
continente, en el mundo y en nuestro país, han construido normas que se
vuelven unos imperativos éticos jurídicos para la humanidad entera.Por
eso desde hace algunos años los indígenas, organizados bajo sus principios
de gobierno propio y legado de sus ancestros, fueron escuchados por los
gobiernos y Estados reunidos en el sistema americano de la OEA y en el
Sistema Universal de la ONU.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 44
y D erechos H umanos
Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó con 143 votos a favor
la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos
idígeneas, con el fin de proteger los derechos de personas que conforman
todos los pueblos que habitan el planeta.
En este sentido podríamos decir que sin dilación alguna se debe adoptar
por parte de los gobiernos y diferentes instancias de los Estados la
Declaración de Naciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indígenas,
generando la divulgación en colegios, universidades, jueces, tribunales y
entes de control encargados de velar por el cumplimiento de los derechos
humanos.
Perspectivas
Para los 102 Pueblos Indígenas que habitan en Colombia puede llegar
hacer muy difícil de entender la declaración al encontrarla divida en
apartados y en artículos, a no ser que se tenga la disposición de hacer la
traducción en los propios idiomas. También, seguramente, la declaración
se convierta en una herramienta para la exigibilidad de sus derechos,
podríamos decir que es otro instrumento que viene a fortalecer a todos
los pueblos y a sugerir acciones a los propios Estados para el pleno
reconocimiento y respeto de los derechos ancestrales. Por ello sería
muy importante seguir tomando en todo su conjunto la diversidad de
instrumentos que existen sobre derechos de los pueblos indígenas del
orden nacional e internacional, con el fin de ayudar a avanzar en la
construcción de la autonomía para aquellos pueblos que se encuentran
en vías de extinción y a punto de desaparecer. Todo el compendio de la
declaración deberá ser considerado como un instrumento en proceso y
no como un instrumento acabado.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 46
y D erechos H umanos
En un corto análisis de la Declaración se reconoce a los pueblos
indígenas como iguales a todos los demás pueblos conforme al derecho
internacional, en la misma equidad jurídica como persona individual
y colectiva, sin discriminación alguna. Se reconoce su status como
“pueblos” en condiciones de igualdad que todos los demás pueblos,
incluyendo su derecho a la “libre determinación” que es el derecho de
determinar libremente su condición política y perseguir libremente su
desarrollo económico, social y cultural.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 48
y D erechos H umanos
A nivel internacional se abrirán muchos espacios de debates en el orden de la
cooperación entre agencias dispuestas ayudar a mejorar en la aplicabilidad
tanto teórica como práctica de la Declaración. Este nuevo marco de derechos
brindará a las luchas históricas y venideras estrategias para enfrentar la
economía voraz de las empresas transnacionales y multinacionales.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 50
y D erechos H umanos
Para finalizar quiero manifestar que hoy es urgente acompañar a los pueblos
indígenas, a las comunidades afrodescendientes, a las comunidades Rom,
y los Raizales; mantener en alto las conquistas realizadas por estos pueblos
en el marco de los Sistemas de Derechos Humanos de Naciones Unidas y
del Sistema Americano. Estas muchas Declaraciones Pactos, convenios,
resoluciones, tendrán que ser practica de cumplimiento y de reconocimiento
para los pueblos y no letra muerta o retórica para los Estados.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 52
y D erechos H umanos
Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas
• Derecho a la reparación o indemnización justa, imparcial y equitativa
por las tierras, los territorios y los recursos que tradicionalmente
hayan poseído u ocupado o utilizado que hayan sido confiscados,
tomados, ocupados, utilizados o dañados sin su consentimiento libre,
previo e informado.
• Derecho a la conservación y protección del medio ambiente y
de la capacidad productiva de sus tierras o territorios y recursos
naturales.
• Derecho a mantener, controlar, proteger y desarrollar su patrimonio
cultural, sus conocimientos.
• Derecho a que no se desarrollen actividades militares en las tierras o
territorios de los pueblos indígenas.
• Derecho a mantener, controlar, proteger y desarrollar su patrimonio
cultural, sus conocimientos tradicionales, sus expresiones culturales
tradicionales y las manifestaciones de sus ciencias, tecnologías y
culturas.
• Derecho a mantener, controlar, proteger y desarrollar su propiedad
intelectual, sus conocimientos tradicionales y sus expresiones
culturales tradicionales.
• Derecho a determinar y elaborar las prioridades y estrategias para el
desarrollo o la utilización de sus tierras o territorios y otros recursos.
• Derecho a determinar su propia identidad o pertenencia conforme a
sus costumbres y tradiciones.
• Derecho a obtener la ciudadanía de los Estados en que viven.
• Derecho a determinar las estructuras y a elegir la composición de sus
instituciones conforme sus propios procedimientos.
• Derecho a promover, desarrollar y mantener sus estructuras
institucionales y sus propias costumbres, espiritualidad, tradiciones,
procedimientos, prácticas, costumbres o sistemas jurídicos.
• Derecho a determinar las responsabilidades de los individuos para
con sus comunidades.
• Derecho a mantener y desarrollar los contactos, las relaciones y la
cooperación, incluidas las actividades de carácter espiritual, cultural,
político, económico y social, con sus miembros u otros pueblos a
través de las fronteras.
• Derecho a que los tratados, acuerdos y otros arreglos constructivos
concertados con los Estados o sus sucesores sean reconocidos,
observados y aplicados.
Fuentes consultadas
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 54
y D erechos H umanos
Derechos Humanos y
Afroamericanismo
Rafael Pereachalá Alumá*
Agradecimientos
55
***
Una alianza perversa, mezcla de eurocentrismo, seguidismo cultural, ciencia
acrítica, hacen que la ideología racista y su legado colonial se traduzca en
un imaginario que oculta deliberadamente que el África anterior al siglo XV,
según el impuesto calendario gregoriano, era muy diferente a la que enseñan
los textos escolares oficializados, los medios de medios de comunicación, la
industria del cine, etc.
Las ideas que con respecto al África acompañan al hombre moderno son
las deformaciones de las racionalizaciones creadas por los europeos para
justificar ayer la trata y hoy el esclavizadorismo a la ideología racista.
Ellas se concretan en las tiras cómicas como “Tarzán”, que nos presenta
como prelógicos; con intención más moderna “Mandrake el mago”, hace
que un príncipe como Lotario represente solamente la fuerza bruta y
Mandrake a la inteligencia y la creatividad. El Tercer Mundo, también
tiene su cuota con las aventuras de un niño tonto y torpe llamado “Memín
Pingüín”, sucio, feo y bruto.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 56
y D erechos H umanos
I. El holocausto africano
57 D E R E C H O S H U M A N O S y afroamericanismo
Rafael Pereachalá Alumá
El tercio de africanos que moría durante el cruce del Atlántico, las
coronas autorizaron reemplazarlo con una figura jurídica conocida como
la “Demasía”, con la cual los comerciantes de vidas humanas podían
reponer la disminución de la “carga”. La figura jurídica en mención
legalizó un tipo de contrabando, pero sigue sin cuantificarse el número
de africanos introducido mediante la estratagema de las “Arribadas
Maliciosas”, barcos “negreros”, que simulaban daños en los mismos o
aducían extravíos, por ejemplo.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 58
y D erechos H umanos
Al llegar a las Américas sacerdotes deculturadores como Alonso de
Sandoval y Pedro Claver, se encargaban del adiestramiento en los
rudimentos de un cristianismo impuesto, después de ser dadas por
muertas las deidades africanas.
El africano seleccionado para venir a este lado del mundo debía estar dentro
de unos estándares mínimos como: medir más de siete palmos, más o menos
180 cms. de estatura, no tener tachas morales, es decir, no ser rebelde ni
islamizado; tachas físicas como las ya descritas. Ello lo convertía en una
apreciada “Pieza de India”, o sea, un afroamericano hoy es el producto
de la selección antinatural de los sobrevivientes del mayor holocausto
conocido por el ser humano. Pero en los puertos el plus en las ventas lo
daban sus saberes, habilidades y destrezas. De esta manera los expertos en
la herrería, eran los más cotizados, continuando los orfebres, los ganaderos,
los agricultores, mineros, pescadores de perlas, etc. Resulta ser que una
institución irracional como la esclavización tenía su propia racionalidad.
Los consuelos brindados por los curas doctrineros, más allá de las curaciones
a sus heridas físicas buscaban acondicionarlos a su nuevo estatus de
esclavizado, que no esclavo, pues podían sujetarles sus cuerpos, obligarlos a
trabajar desde antes del alba hasta después de la caída del astro rey, mas no
sus voluntades y espíritus.
59 D E R E C H O S H U M A N O S y afroamericanismo
Rafael Pereachalá Alumá
resignación y esperar la oportunidad para huir en busca de la libertad y
restituirse como personas humanas.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 60
y D erechos H umanos
laboralmente; aplicar castigos públicos escarmentadores e incluso el
lapidamiento o el linchamiento. Lastimosamente muchas de estas prácticas
aún sobreviven por el asunto de automatismo cultural y endoracismo, los
cuales se manifiestan en formas vergonzantes de castigos corporales que
sirvieran de escarmiento a niños y adolescentes, en voces y dichos que nos
recuerdan las penosas cadenas (Campos, José; Luciano, José y Oyola,
Hugo. Las Funciones Sociales del Castigo).
El africano traía un acervo cultural el cual mezcló con las culturas europeas
impuestas, realizó préstamos culturales a los indígenas y desarrolló la
más preciada facultad del ser humano, la creatividad, para dar respuestas
nuevas a problemas nuevos. La incorporación de nuevos saberes o en jerga
antropológica neoterismo, sumados a las otras fuentes descritas creó un
nuevo ser: el afroamericano. Prueba de ello es que las lenguas maternas
africanas dieron paso a las lenguas de contacto pidgins, nacidas en el
cautiverio africano o en suelos americanos. Los esclavos al ir aumentado
su léxico mayormente de la lengua del opresor con los aportes indígenas
dieron lugar a las lenguas criollas, algunas de las cuales perviven como el
palenquero de Colombia, el uresano, el criollo afroinglés de San Andrés
Islas, el papiamento de Curazao, el gullah del sur de los Estados Unidos,
61 D E R E C H O S H U M A N O S y afroamericanismo
Rafael Pereachalá Alumá
el criollo francés de Haití y las Antillas francoparlantes, el afroholandés de
los saramakas de las Guayanas, se desarrollaron tanto que se tornaron en
lenguas nacionales de Jamaica y Haití, por ejemplo.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 62
y D erechos H umanos
Atlántico. Muchos de esos buques caían en manos de los piratas de alta mar
para ser vendidos de contrabando en puertos distintos al destino previsto.
Con mayor fortuna lograban arribar a territorios donde la esclavización era
repudiada, casos famosos como el “Amistad”, el cual después de arduas
discusiones se les permitió además de desembarcar recibir la ciudadanía
estadounidense, o el del célebre “My Flower”.
63 D E R E C H O S H U M A N O S y afroamericanismo
Rafael Pereachalá Alumá
Estos sitios llenaron el continente de sur a norte y de este a oeste y muchos
se mantienen hoy día como tales en Colombia por ejemplo, San Basilio
de Palenque (Bolívar), Uré (Córdoba) otros han sido absorbidos por la
modernidad republicana como El Banco (Magdalena). En Jamaica son
famosos los maroons de las Blues Mountains, en las Guayanas los saramakas
y la rebelión más famosa triunfante, la hoy república del Haití.
V. El cimarronismo
La voz taina cimara, “flecha salida del arco”, para denotar que su lanzador
no tiene control sobre ella una vez salida del instrumento bélico o de trabajo,
es una metáfora que significa el máximo grado de libertad. Dicho concepto
fue radicalmente transformado por el poder colonial en un sentido en su
opuesto, desde una óptica mesiánica y eurocéntrica. Para los invasores
cimarrón significó “ganado que de domesticado se torna salvaje”.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 64
y D erechos H umanos
estaban protegidos por obstáculos naturales como la vegetación densa,
ciénagas, altas montañas, etc.
65 D E R E C H O S H U M A N O S y afroamericanismo
Rafael Pereachalá Alumá
pasivo entendemos aquellas prácticas destinadas a sabotear las actividades
productivas de los esclavizadoristas o del Estado colonial respectivo.
Suceso que hoy heredamos en el imaginario ambiguo del racismo que nos
sindica de perezosos. El saboteo llevaba a trabajar lentamente, a destruir los
instrumentos de trabajo, a despistar a los capataces, a simular enfermedades.
Los mineros, verbigracia, solían no dar a conocer la ubicación de la cinta
aurífera, para rescatar en su propio provecho el “día de vientre libre” y con
ello empezar un proceso de automanumisión.
Cimarronismo pasivo
Cimarronismo jurídico
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 66
y D erechos H umanos
En sus homilías llamaba a la rebelión a sus congéneres. Sus tropas se
dedicaron a asaltar los comerciantes que cruzaban del Pacífico al Caribe
y viceversa (Vila Vilar 1988). Su actividad fue de tal magnitud, que el
gobernador después de muchos fracasos militares, consideró que era
mejor negociar la paz con él. Así negociaron el reconocimiento de su
libertad, los territorios ocupados y el compromiso de no aceptar nuevos
cimarrones, los que por el contrario debían retornar a las autoridades
españolas. Lógicamente, la parte final del pacto no la cumplió el rey
africano. Fue uno de los primeros caídos bajo la “palabra de blanco”. Fue
invitado a negociar con las autoridades del Istmo, cita a la cual acudió sin
mayores seguridades defensivas, fue capturado y deportado a España, en
una de cuyas mazmorras murió.
Cimarronismo simbólico
67 D E R E C H O S H U M A N O S y afroamericanismo
Rafael Pereachalá Alumá
Cimarronismo activo
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 68
y D erechos H umanos
Los patriotas en principio guerreaban con decidida participación de sus
pueblos, naturalmente de sus frentes mineros y hatos extraían la población
afro la cual no sentía sus intereses representados en dichas contiendas,
por ello muchos optaban por desertar. Sabiéndose minoría, los militares
españoles optaron por ofrecer la libertad a los esclavizados que se unieran
a sus filas. Esta estrategia inclinó la guerra a su favor. En Venezuela,
un español exmilitar, ofreció su participación a filas de la corona y fue
rechazado. Conociendo la inconformidad afrovenezolana, formó su
propio ejército llamado de “Pardos y Negros”, los cuales propinaron
sendas derrotas al ejército bolivariano, al punto que este se encontraba
en Cumaná a la espera de un barco que le pusiera a salvo y le llevase a
refugiarse en Jamaica. Los criollos idearon una tropa especializada en
causarle la muerte a José Tomás Boves y cuando lo lograron, el desorden
entre sus guerreros los llevó a una inminente derrota, por la falta de un
mando centralizado. Allí los patriotas entendieron que el fiel de la balanza
lo tenían los afroamericanos y una vez más se impuso la “palabra de
blanco”, ofrecieron la libertad a quienes se enlistaran en sus tropas, mas
se trataba de un señuelo, el cual fue incumplido por Bolívar, Santander y
demás líderes criollos.
69 D E R E C H O S H U M A N O S y afroamericanismo
Rafael Pereachalá Alumá
Padilla, pone en evidencia dos cosas: en la guerra de independencia habían
cuatro notables intereses cruzados, los europeos por mantener su dominio
económico, militar, social y político, los criollos por desbancarlos del mismo,
los indígenas por su autonomía, territorios y culturas y los africanos y
afroamericanos por su libertad, en segundo lugar que los afroamericanos
debemos participar en los cambios sociales con organización y políticas de
nuestros propios intereses.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 70
y D erechos H umanos
leyes que mejoraron nuestras condiciones de vida, las cuales le apostaban
mayormente a la educación, como vía de ascenso social, como manera de
derrotar a la esclavización mental.
71 D E R E C H O S H U M A N O S y afroamericanismo
Rafael Pereachalá Alumá
fueron erigiendo un pensamiento según el cual en la escala evolutiva
unos pueblos eran superiores a otros.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 72
y D erechos H umanos
La ideología racista europea se ha vuelto contra ellos mismos, con las
terribles guerras balcánicas y la política de las “limpiezas étnicas”, que no
son tales sino “limpiezas raciales”, o las luchas por las hegemonías raciales.
Racismo estructural
Prejuicio racial
73 D E R E C H O S H U M A N O S y afroamericanismo
Rafael Pereachalá Alumá
Discriminación racial
Segregación racial
El endoracismo
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 74
y D erechos H umanos
menos merecimientos. El endoracismo es una herencia patológica que atenta
contra el tejido social afro, fomenta el autodesprecio en tanto que persona,
produce vergüenza cultural o vergüenza étnica. Es el varón que busca tener
descendencia en “mujeres socialmente reconocidas como blancas”, para
“mejorar la raza”, es quien trata de hablar mejor español que los españoles,
aquel que imita los modales europeos para posar como un “negro para
mostrar”. Endoracista es aquel que repudia su ancestría africana, el que
adopta modelos de belleza patentado por la cultura occidental”. En una
palabra es un alienado o enajenado de apariencia africanoamericana, con
mentalidad de esclavizadorista.
Racismo lingüístico
Racismo psicolingüístico
75 D E R E C H O S H U M A N O S y afroamericanismo
Rafael Pereachalá Alumá
En la Argentina discriminan a los “cabecitas negras”, para referirse alas
personas de ancestría indígena, producto de las políticas eugenésicas de
todo el continente que buscaban blanquear sus repúblicas, por ello afros e
indígenas eran indeseables. De esta manera, se explican los coros cuando
una famosa selección colombiana de fútbol, con predominio afro salió al
estadio monumental del club “River Plate” y las tribunas enardecidas
gritaban: “todos negros, todos brutos”.
En esto los locutores sureños son más respetuosos y a sus ídolos les
denominan “el nené”, “el pibe”, “el polaco”, “el vasco”. Pero aún ellos caen
de nuevo en el racismo al llamar a un jugador del “San Lorenzo” “el cordero
Telch”, “el negro Bailey. De igual manera despectiva llaman a las personas
por sus defectos físicos: “el cojo Arriaga”, “el manco Gutiérrez”, “muelas
León”, “remache Garcés”.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 76
y D erechos H umanos
El endoracismo también aquí se hace presente cuando nuestros deportistas
se dejan expropiar sus nombres oficiales por el del negro, charol, tizón,
etc., asumiendo los que los medios de comunicación les imponen y casos
enfermizos de quienes los reivindican, como el destacado locutor Edgard
Perea Arias, más conocido como “el negro Perea” o la cantante Leonor
González Mina, “Lala Negra Grande de Colombia”, ¿sus hermanas,
consecuentemente, son las enanas de Colombia?
X. El cimarronismo en la modernidad
Como consecuencia de sus luchas seculares, que de a poco han ido perneando
las buenas conciencias en el mundo, se ha entendido, aceptado, legislado
que el ser humano es la única raza humana, lo que es una derrota definitiva
a los argumentos pseudocientíficos que apoyaban a la ideología racista.
Desde la antropología y en particular la biológica desde los positivistas,
como en ese momento el sabio cubano Fernando Ortiz Fernández, basados
en la dialéctica demostraron las falsedades de las “razones” de los racistas.
Luego con el desarrollo de la genética y en especial se demostró que la única
77 D E R E C H O S H U M A N O S y afroamericanismo
Rafael Pereachalá Alumá
raza humana es el Homo Sapiens sapiens. La apertura del genoma humano
dio un mazazo definitivo a dicha ideología quedando por resolverse sus
secuelas como la ideología en sus diversas modalidades, el prejuicio, la
discriminación y la segregación racial, esta última se encuentra moribunda
con el fin del apartheid.
Conclusiones
Los hijos de África, ante todo los jóvenes, fueron secuestrados y desterrados
de por vida a las Américas. Allí fueron degradados de su condición de
humanos, a casi a la animalidad. Al africano y al afroamericano les tocó
recomponerse como seres humanos. Adelantar la más vigorosa lucha para
ser reconocidos como de la raza humana, hecho que desde temprano los
convirtió en constructores de los derechos humanos.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 78
y D erechos H umanos
El africano y todos los excluidos por la sociedad occidental y la hegemonía
blanca luchamos por hacer real y efectivo el disfrute de los derechos humano
sin excluidos y sin exclusores.
Bibliografía
79 D E R E C H O S H U M A N O S y afroamericanismo
Rafael Pereachalá Alumá
--------------------------- (1979). El Palenque de San Basilio. Barranquilla, Colombia:
Editorial Mejoras.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 80
y D erechos H umanos
NAVARRETE, María Cristina (1995). Prácticas religiosas de los negros en la
Colonia. Cali, Colombia: Editorial Facultad de Humanidades, Universidad
del Valle.
81 D E R E C H O S H U M A N O S y afroamericanismo
Rafael Pereachalá Alumá
Universalidad
y Acción Humanitaria
Víctor de Currea-Lugo*
*
Médico, Master por la Universidad de Salamanca y Doctor por
la Universidad Complutense de Madrid. Ha trabajado en Colombia,
Palestina, Sahara Occidental y Darfur (Bolivia); profesor invitado del
European Master in Human Rights and Democratisation (Universidad
de Deusto). Su último libro es: La tierra de los muros. Madrid, 2009.
Una versión previa de este trabajo apareció bajo el título “La universalidad:
la amenaza al ‘antropólogo humanitario”, en el libro La Universalidad
cuestionada. Icaria: Madrid, 2007, pp. 159-169.
83
1. Lo universal y su contexto
Pero además, con el fracaso del sueño del socialismo real y el boom de la
nueva era se complejiza la cosa para los dinosauros modernos: la ciencia,
que una vez fue revolucionaria, deja de serlo y parece que sólo alimentara
posiciones de derecha. Las soluciones dejan de ser terrenales y posibles, para
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 84
y D erechos H umanos
volverse personales en el sentido de cambiar tú propio entorno, sin ir más
allá, porque lo micro-local es lo posible, al punto que cuando se habla de
una masacre en Sudán o un atentado en Iraq no falta quien diga que la paz
empieza en casa, como si el buen comportamiento de mis vecinos pudiera
evitar la masacre de mañana.
2. Problemas de partida
Ahora, ¿qué tiene de malo ser europeo? Hace un par de años en un debate
en la Universidad de Leiden (Holanda) una diplomática china hablaba
muy mal de Occidente, sus ideas y su legado. Luego de varios minutos,
ante la pregunta de la vigencia del marxismo en China, contestó positiva
y orgullosamente. Pero ¿era acaso Marx de Senegal y Engels de Singapur?
Alguien dijo luego que el problema no era dónde se nace sino cómo se
piensa, habiendo una forma de pensar negativa, decía él, europea, y una
positiva: desde la periferia del mundo, sin dar más detalles, dejando
tal definición como un acto de fe. Pero Occidente no es malo por ser
Occidente (no significa que todo lo occidental sea bueno, sino que no es
malo por ser occidental).
Aristóteles decía que la ley no tiene que ver con la justicia sino con la injusticia:
pedimos el derecho a la educación, no en Suecia donde está garantizado,
sino en el Ecuador, precisamente porque no está garantizado; la crítica a
las violaciones de los derechos humanos se ve como crítica a los derechos
humanos, confundiendo la cosecha con la plaga que la ataca. Voltaire no es
el nombre de un menú de Mc Donalds.
En Palestina lo que piden las víctimas no es otra cosa que derechos humanos:
los argumentos contra la demolición de casas, por el debido proceso, el
rechazo a la tortura y la no discriminación, son argumentos planteados
desde la lógica de los derechos humanos, donde no se reduce el debate al
velo musulmán para las mujeres.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 86
y D erechos H umanos
en Europa y hace menos de 200 años. A propósito, ¿por qué no se le acusa a
la homeopatía de ser occidental? Gracias al triunfo discursivo, un proyecto
de varios miles de euros, financiado por la cooperación italiana fue posible;
el proyecto en cuestión consistía en curar camellos y cabras con homeopatía,
lo que, incluso, incluyó la presentación en unas jornadas médico-científicas
del tratamiento de la depresión post-parto de una gata como un triunfo de
lo no-occidental.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 88
y D erechos H umanos
Pero una vez se ganó en tal universalidad vino, paradójicamente, su
quiebra: cayó el socialismo realmente existente, avanzó el neoliberalismo,
las izquierdas huyeron en estampida a tres nichos (el feminismo, el medio
ambiente y los derechos humanos), el pensamiento científico se desprestigió,
lo local se convirtió en el nuevo tótem a ser adorado, la posmodernidad y la
Nueva Era, llegaron en el momento preciso y lo universal perdió la batalla.
5. El relativismo humanitario
El antropólogo humanitario cree que todo vale y para todo, así que existen
varias verdades y, por tanto, en lo humanitario, varios fines y métodos
de hacer lo humanitario, todos igualmente válidos. Y, cree además, que a
la hora de elegir, hay una realidad que esa sí no es relativa: lo local como
visión del mundo (dogma este que además constituye una contradicción
con el relativismo).
Hay relativistas que incluso llegan a plantear que lo mejor que podemos
hacer es no intervenir. Ver las hambrunas y las masacres y no tomar partido
a favor de las víctimas porque, más o menos, son dinámicas locales que
deben ser respetadas como parte del proceso autóctono de construcción
de su propia identidad y de otras cosas similares. Alguna vez discutiendo
con indigenistas sobre el poli parasitismo en las selvas amazónicas, ellos
argumentaban que no se puede considerar que el poli parasitismo sea
una enfermedad en la selva porque los indígenas la entienden como una
integración con la naturaleza.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 90
y D erechos H umanos
No se puede manejar un complaciente doble discurso: hay que decir a los
saharauis que el inhalador no es que el produce el asma, que hay que comer
bien durante el embarazo y que eso no hace daño al feto.
Lo humanitario no sólo puede ser universal, sino que, sin duda, tiene que
ser universal para ser humanitario. O al menos pretender serlo. Hay que
diferenciar la idea de lo humanitario de la práctica humanitaria. Esto no
niega su conexión ni pretende colocar lo humanitario en el mundo de las
ideas, sino entender que la noción universal de humanitario no encuentra su
negación en los errores y horrores hechos por los humanitarios porque éstos
no hacen solo errores, hacen muchas otras cosas también que hace a la gente
un poco menos infeliz.
Crucificar a las ONG y a los humanitarios es más fácil que defenderlos, por
lo mismo que existen estadísticas de los muertos por crímenes de guerra,
pero no de los que no murieron, porque los humanitarios estuvieron allí o el
derecho fue aplicado. Nadie cuenta las no-víctimas.
La práctica busca cada vez más serlo; este debate sobre universalidad es
parte de eso; los intentos por mejorar la calidad de la acción humanitaria
también lo son; los avances éticos y autocríticos, los avances jurídicos
(como la Corte Penal Internacional), son parte de esa pretensión de
confirmar tal universalidad.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 92
y D erechos H umanos
Lo humanitario debe ser universal, como lo es la cobertura universal en
salud o el acceso universal de medicamentos. En una aldea africana donde
se distribuyeron cepillos dentales se criticaba la imposición de valores
occidentales, pero el problema no es ser negro o musulmán, el problema
que hay es que la gente no tiene dinero para comprar crema dental y
porque los métodos locales no ofrecen una mejor protección dental: el
problema es ser pobre.
95
plantear unas reflexiones sobre el tema desde unas cuantas certitudes
y muchas incertidumbres que me acompañan al respecto; con el deseo
de compartir y animar búsquedas desde una perspectiva feminista con
todas y todos, con el propósito de aportar al objetivo de la Cátedra de
hacer visibles las problemáticas generadas por las distintas formas de
persecución, discriminación y vulneración a los derechos fundamentales
de grupos indígenas, pueblo Rom, afro colombianas, LGTB en su
intersección con los de las mujeres.
De manera simplificada diría, que mientras los derechos humanos son una
propuesta universalista, de igualdad, asociada a las políticas sociales de
redistribución o justicia distributiva, de varios siglos; el multiculturalismo
se puede ubicar como una propuesta de la particularidad, de la diferencia,
centrada en las identidades grupales, en los derechos culturales diferenciados
con demandas de “políticas de la identidad” o “políticas del reconocimiento”,
de reciente data.
1
Viene de patriarcado: sistema global de dominación de lo masculino sobre lo femenino en todos los
ámbitos de la vida.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 96
y D erechos H umanos
mujer, mujeres y femenino son construcciones sociales, históricas, de
ninguna manera naturales. Los avances en sus elaboraciones han llevado
a hablar de “mujeres” para significar las múltiples formas de existencia
atravesada no solo por el género sino también por la raza, la etnia, la
edad, entre otros.
2
El Diccionario de la Real Academia Española, señala que este término viene de “androcentrismo”: visión
del mundo y de las relaciones sociales centradas en el punto de vista masculino (pp. 150).
3
No tengo la pretensión de exhaustividad, pues desborda mis posibilidades presentes y las de esta
reflexión.
97 M U J E R E S , D E R E C H O S H U M A N O S Y M U LT I C U LT U R A L I S M O : PA R A D O J A S Y P O S I B I L I D A D E S
Dora Isabel Díaz Susa
antecedentes de nuestra carta de navegación contemporánea: la “Declaración
de los Derechos Humanos”, de 1948; por tanto, nutren ideales de sociedad
y justicia, que en cierta medida y aunque con fuertes críticas, nos siguen
guiando actualmente.
Contexto histórico
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 98
y D erechos H umanos
las mujeres antes y al calor de la prerrevolución con la prohibición expresa
de su participación política y asociación (De Miguel, 1995, 225). Hechos que
revelan las paradojas de esa pretendida universalidad y que marcan los
orígenes del feminismo vinculados a la noción de igualdad y universalidad,
y por supuesto, a las críticas de las mismas, como también, a las luchas por
hacer realidad esos ideales para las mujeres.
99 M U J E R E S , D E R E C H O S H U M A N O S Y M U LT I C U LT U R A L I S M O : PA R A D O J A S Y P O S I B I L I D A D E S
Dora Isabel Díaz Susa
un pequeño grupo de hombres de la naciente burguesía y dejó por fuera
a la mayoría de la población. Es decir, la igualdad aunque se extendió a
otros estamentos de la sociedad no alcanzó a mujer alguna, ni a los negros,
ni a los pobres, ni al campesinado, fuesen varones o mujeres ya que la idea
de la universalidad de la igualdad se quedó “corta” (Puleo, citada por L.
Femenías, 1993, 50).
4
Tomado del diccionario: tropo que consiste en designar algo con el nombre de otra cosa, tomado el efecto
por la causa o viceversa (pp. 1499).
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 100
y D erechos H umanos
Paradoja 2. La diferencia es el opuesto de igualdad
Contexto de surgimiento
Como lo plantea Femenías (Op. cit., p. 63), a partir de los años 60, el
multiculturalismo, el feminismo y otras corrientes colocan al centro del
101 M U J E R E S , D E R E C H O S H U M A N O S Y M U LT I C U LT U R A L I S M O : PA R A D O J A S Y P O S I B I L I D A D E S
Dora Isabel Díaz Susa
debate filosófico – político, de una parte, los problemas de la identidad,
la diferencia y la desigualdad; de otra, la puja entre derechos individuales
y grupales e incluso el cuestionamiento del universalismo desde el
reconocimiento de las particularidades. Varias autoras, especialmente
Iris Marion Young, iniciaron las reflexiones sobre el reconocimiento de la
diferencia y la identidad grupal feminismo.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 102
y D erechos H umanos
pluralismo, diversidad–. La otra, desarrollada alrededor de la concepción
ilustrada –cosmopolitismo, igualdad, universalismo, ciudadanía y
derechos–. Y una tercera, en la que agrupa conceptos claves de la
mayoría de las propuestas multiculturalistas –diferencia, identidad,
reconocimiento– (Op. cit., p. 27-28).
103 M U J E R E S , D E R E C H O S H U M A N O S Y M U LT I C U LT U R A L I S M O : PA R A D O J A S Y P O S I B I L I D A D E S
Dora Isabel Díaz Susa
Paradoja 3. De la negación de la diferencia a la exaltación de la misma
y de las milenarias luchas por la igualdad a su abandono en las agendas
multiculturalistas
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 104
y D erechos H umanos
Debido a ello, las mujeres recibirán los tratamientos equitativos que
legítimamente se merecen” (Op. cit, p. 63).
Teniendo en cuenta las paradojas analizadas para cada uno de los ejes y
la pregunta propuesta, retomo a Femenías, quien plantea que “si se quiere
defender un posición universalista ilustrada –a la que las mujeres mucho
le debemos– como pivote de fundamentación de nuestros derechos, es
necesario no solo revisar los aspectos formales del universal (…), sino
sobre todo hacerse cargo de las falencias materiales del mismo” (Op. cit.
p. 66). Como reflexiones previas en el marco de encuentros y desencuentros
del feminismo y multiculturalismo. Igualmente, destaco y retomo el llamado
de Nancy Fraser a las feministas y al multiculturalismo a pensar la necesidad
de combinar efectivamente una política de la redistribución con una política del
reconocimiento. Empezare por esbozar algunas posibilidades de resignificación
de dos conceptos centrales de la ilustración, universalidad e igualdad.
De lo universal
105 M U J E R E S , D E R E C H O S H U M A N O S Y M U LT I C U LT U R A L I S M O : PA R A D O J A S Y P O S I B I L I D A D E S
Dora Isabel Díaz Susa
su efectividad real (Feminías, op. cit., 52). Dos, este concepto constituye el
criterio que permite hablar de exclusión, de injusticia, de cercenamiento de
libertades humanas, en síntesis, de derechos y sus utopías emancipatorias.
Tres, reconocer que con este concepto se sentaron las bases teóricas para
desmontar el edificio del orden jerárquico natural que daba a cada cual un
lugar natural diferenciado. En ese sentido, la Declaración de los Derechos del
Hombre y el Ciudadano fue el fundamento y el criterio que legitimó la lucha
tanto de las mujeres como de los pobres por sus derechos – ambos excluidos
de los constructos políticos tradicionales, basados en un orden naturalizado.
En el mismo sentido, la razón es otro concepto de la modernidad que alberga
en su misma lógica la posibilidad de volver sobre ella para mostrar sus
inconsistencias, como las de los principios universales de los derechos.
De la igualdad
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 106
y D erechos H umanos
idénticas, lo cual no les permite ejercer o reclamar reciprocidad; pues no
son equivalentes o equipotentes, no son portadoras de derechos por ello han
llegado tardíamente a constituirse como individuos y por tanto iguales. Esta
condición de individuos, iguales les estaba reservada a los hombres blancos
propietarios, como ya lo hemos señalado.
Femenías, siguiendo las reflexiones de Amoros, plantea que para romper ese
circulo vicioso de una <igualdad a> y pasar a una <igualdad entre> se requiere,
constituirse como individuos-individuas para ser iguales. Además, reconocer
y hacer su vinculación con el poder, es decir ser equivalentes o equipotentes,
como una situación ideal, donde nadie prevalecería sobre nadie, ni nadie
podría oprimir a nadie, puesto que tendría tanta capacidad de afectar al otro
como de verse afectada.
Con este título parafraseo la propuesta central que Nancy Fraser desarrolla
en su obra Iustitia Interrupta. Reflexiones críticas desde la posición
“postsocialista”, ante una falsa antitesis, que a su juicio, enfrentan las
corrientes postsocialistas5. La cual se expresa en que “algunas (corrientes)
celebran el cambio de la ‘redistribución por el reconocimiento’ como si las
luchas por la justicia distributiva ya no fueran pertinentes. Otras lamentan
el alejamiento del tema de clase, considerando equivalente al abandono de
las pretensiones económicas igualitarias, como si las luchas de la justicia
racial y de género fueran meramente ‘culturales’ y no aludieran también
a la distribución”. Ella continúa, “tomadas en conjunto tales respuestas
construyen lo que parece ser una elección del tipo disyuntivo exclusivo:
¿políticas de clase o políticas de identidad? ¿Políticas sociales o políticas
culturales? ¿Redistribución o reconocimiento? (…). Implicaría que debemos
elegir entre la igualdad social y el multiculturalismo” (Fraser, 1997, pp. 5-6).
5
Aunque sus análisis los hace sobre el feminismo norteamericano, considero muy pertinentes y sugestivas
sus críticas para nuestra reflexión.
107 M U J E R E S , D E R E C H O S H U M A N O S Y M U LT I C U LT U R A L I S M O : PA R A D O J A S Y P O S I B I L I D A D E S
Dora Isabel Díaz Susa
cultural. (Op. cit., p 235). Pues no encuentra justificación en la disyunción
entre reconocimiento y justicia distributiva. Por el contrario, considera que
el mero reconocimiento es insuficiente y, por lo general, la redistribución
de bienes es una forma de reconocimiento, o al menos lo favorece. Además,
señala que las injusticias de reconocimiento están profundamente imbricadas
con las injusticias de distribución por lo que resulta imposible enfrentar
adecuadamente las primeras si se les aísla de las segundas” (Op. cit., p. 231).
En otras palabras advierte, de una parte, sobre los riesgos del relativismo
cultural o del esencialismo: aceptar que toda diferencia vale, y de otra
parte, la importancia de tener o mejor construir dialógicamente criterios
normativos, verse –éticos–, que permitan discernir sobre las inequidades
que pueden existir al interior de los diferentes grupos culturales, tales como
las de género, sexo, raza, entre otras.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 108
y D erechos H umanos
Búsqueda de un dialogo intercultural
Volviendo a Arispe, ella considera que esta ética global debería estar
conformada a partir de los derechos humanos, de la equidad, tanto entre grupos
culturales como entre género, de la democracia y a partir de la sustentabilidad
misma del proyecto (Op. cit, pp. 262-263). Es aquí donde el diálogo de los
intereses de las mujeres y de las mujeres con los diferentes grupos o nuevos
movimientos sociales que se reivindican multiculturalistas es clave.
En esta misma dirección cabe dejar como parte de las búsquedas, profundizar
sobre el papel de las políticas de localización, en tanto latinoamericanas,
109 M U J E R E S , D E R E C H O S H U M A N O S Y M U LT I C U LT U R A L I S M O : PA R A D O J A S Y P O S I B I L I D A D E S
Dora Isabel Díaz Susa
colombianas o integrantes de cada uno de los grupos sujetos de la cátedra;
como en la especificidad de los conocimientos o saberes situados, campo
bastante desarrollado por el feminismo del ‘punto de vista’.
Para finalizar una invitación a abrir las puertas a la reflexión feminista, lejos
de los miedos y prejuicios, como una apuesta legitima y prometedora para
construir mejores relaciones en un mundo más justo y desde los feminismos
profundizar la apertura iniciada hace ya tiempo, para considerar las
múltiples formas e injusticia y sus intersecciones.
Bibliografía
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 110
y D erechos H umanos
GUTIERREZ, Daniel (2006). “El espíritu del tiempo: del mundo
diverso al mestizaje. Prólogo”, en: GUTIÉRREZ, Daniel (coordinador).
Multiculturalismo: Desafíos y perspectivas. México: Colegio de México,
siglo XXI.
111 M U J E R E S , D E R E C H O S H U M A N O S Y M U LT I C U LT U R A L I S M O : PA R A D O J A S Y P O S I B I L I D A D E S
Dora Isabel Díaz Susa
Derechos humanos
y Cristianismo
Javier Giraldo*
* Sacerdote Jesuita.
113
parecería que hay una convergencia entre la ética cristiana, que tiene como
valores fundamentales la solidaridad, el respeto a los demás, la defensa de la
vida y de la dignidad humana, de la justicia, de la verdad, de la fraternidad,
y los valores que ha defendido el movimiento por los derechos humanos.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 114
y D erechos H umanos
• En el segundo bloque hago un rastreo del concepto de derechos humanos
en sus contextos jurídicos y filosóficos, a través de los pensadores y
tratadistas más importantes de los diversos períodos históricos. En
este rastreo encuentro una inquietud fundamental: si el concepto de
Derecho y los valores fundamentales que allí están implicados, tienen
alguna afinidad, o no, con los valores cristianos.
• El tercer bloque es un ensayo de profundización en un campo común
donde puedan encontrarse los compromisos existenciales, tanto con los
valores cristianos como con la defensa de los derechos humanos.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 116
y D erechos H umanos
el Cristianismo, se traicionara a sí misma y sepultara sus principios más
valiosos arrastrada por la ideología del poder.
Algo similar se puede decir de las cruzadas, que fueron verdaderas guerras
santas promovidas e incentivadas por los Papas para arrebatarles territorios
a los llamados infieles –principalmente los musulmanes, que no compartían
la fe cristiana–, particularmente la llamada Tierra Santa, o sea, los lugares de
Palestina marcados por la vida y la memoria de Jesús. Hubo siete cruzadas,
entre 1095 y 1291. En algunas de ellas el mismo Papa se erigía como jefe
militar de un ejército multinacional.
Si bien en toda guerra se cree que es lícito matar, cuando hay motivaciones
fanáticas, incentivadas por recompensas divinas, el desbordamiento de la
crueldad es grande y así lo fue en las Cruzadas, en las cuales se mezclaron,
también, incentivos económicos que llevaron a saquear los bienes de
las víctimas y a enriquecerse con ellos. En siglos posteriores, cuando el
Cristianismo mismo sufrió divisiones internas en el siglo XVI, la guerra se
reeditó en la modalidad de Guerras de Religión, en las cuales el derecho
a la vida y a la integridad volvió a ser la víctima de ideologías de poder
que se apoderaron de la Iglesia de manera enceguecedora. En estas Guerras
de Religión hubo episodios espantosos, como la famosa Noche de San
Bartolomé (el 24 de agosto de 1572) cuando 15.000 Hugonotes (Protestantes)
fueron asesinados en Francia por los miembros del partido que representaba
a los católicos.
Esto desata una crisis profunda en la Iglesia. Hay una parte significativa del
clero francés que acepta la Revolución y sus principios, incluyendo a muchos
obispos, pero los Papas se oponen a ello. Prácticamente el resto del siglo XVIII
y el XIX van a estar atravesados por la contienda en torno a las libertades.
La Encíclica en que llega a su clímax la posición más conservadora es la
Encíclica “Libertas” del Papa León XIII (del 20 de junio de 1888) en la cual
elabora una pretendida teología de la libertad, para terminar oponiéndose
a todas las formas de liberalismo político y condenando todas las libertades
que se habían formulado como derechos conquistados, como las libertades
de pensamiento, de expresión, de enseñanza y de culto.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 118
y D erechos H umanos
Sin embargo, quienes han analizado a fondo todos estos textos, deploran
que el grado de conocimiento que revelan de las posiciones socialistas
y comunistas, es muy precario: las condenas confunden los movimientos
socialistas con los liberales, los anarquistas y los marxistas en sus variadas
tendencias. Pero quizás la clave que permite entender el radicalismo de las
condenas, que va “in crescendo” desde 1878 a 1949, es el grado en que afecta
a las estructuras eclesiásticas.
Mirando muy críticamente todo este debate hay que decir que en todo ese
bloque doctrinal se miró siempre como de “derecho natural” lo que favorecía
al capital, y lo que favorecía al trabajo se juzgó como objeto de decisiones
voluntarias del poder, motivadas por convicciones morales. Análisis más
profundos demuestran cómo ese desencuentro se proyectó en cosmovisiones
contrarias. Una prolongada polémica que recorrió la segunda mitad del
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 120
y D erechos H umanos
la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948); también en la
Iglesia se van desarrollando movimientos progresistas que van asumiendo
otra cosmovisión y van preparando el Concilio Vaticano II (1961/65). Hay un
documento que es la encíclica Pacem in Terris, del Papa Juan XXIII (11 de abril
de 1963), que ya incorpora toda la Declaración de Derechos Humanos de la
ONU como parte integral de la Doctrina Social Católica.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 122
y D erechos H umanos
es que esa fe, que surge de la relación absolutamente libre con ese personaje,
goza de una credibilidad autovalidante y no se valida por autoridad ni por
imposición alguna.
En esas tres canteras filosóficas bebió la teología durante siglos y por ello
su concepción de la fe está muy marcada por lo que fue la filosofía cristiana
que tomó el nombre de Escolástica. Nadie niega que esa filosofía estuviera
fundamentada, a su vez, en los filósofos clásicos de Grecia, sobre todo en
Platón y Aristóteles, y en el campo moral su inspiración principal fue el
Estoicismo. Unos y otros fueron “cristianizados”, en el sentido de acomodar
o corregir algunos conceptos o posiciones que chocaban muy claramente
con la tradición cristiana, como por el ejemplo la eutanasia defendida por
los estoicos.
No hay tiempo de desarrollar todo el análisis que hago en el libro sobre las
insuficiencias de esa filosofía Escolástica, que han ido quedando muy claras
en su confrontación con la filosofía moderna, y que pueden ubicarse como
factores que contribuyeron a la confección de un concepto de fe acoplado a
una cosmovisión de dominación.
Pero hay otras corrientes de la epistemología que apenas han tocado de lejos
la teología, por ejemplo, el psicoanálisis, la epistemología genética de Jean
Piaget, el materialismo histórico con su análisis de las ideologías, ciertas
corrientes pragmatistas que han surgido en los movimientos pedagógicos,
etc. La epistemología tradicional construyó un pensamiento unidimensional,
donde la realidad y su conocimiento se correspondían sin interferencias. Las
nuevas epistemologías han ido construyendo un pensamiento bidimensional,
que reconoce múltiples interferencias psíquicas y sociales entre la realidad y
sus imágenes cognoscitivas.
Hay teólogos y teólogas que han ido asimilando esas nuevas epistemologías
y que han ido construyendo nuevas teologías. En mi libro valoro mucho
el acercamiento que hace Eric Fromm a los fenómenos religiosos y al
mismo Cristianismo desde esas epistemologías, así como los aportes de la
teóloga Marianne Sawiki1, quien propone un abordaje novedoso que ella
llama “intertextualidad” en cuya dinámica se produce y se realiza la fe,
reemplazando así el esquema tradicional que exigía crear un campo propio,
misterioso o sobrenatural, donde las realidades de la fe tenían su realización
y se proyectaban en simbolizaciones o envolturas ajenas.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 124
y D erechos H umanos
continuamente redefiniéndose, y la mesa de la liturgia donde los sentidos
acceden, a través de signos sensibles, a la realidad física y material de Jesús
como algo vivo, presente y actuante. Estas nuevas epistemologías, a mi
modo de ver, le cierran el paso a las cosmovisiones de dominación, porque
se prestan menos a la manipulación.
El otro campo filosófico, del cual echó mano la teología tradicional, fue el
acceso a lo metafísico como la realidad profunda que se esconde detrás de la
realidad histórica y material y que se construye mediante la abstracción y la
deducción. Nadie niega la validez de las operaciones mentales de abstracción
y deducción y su importancia en la construcción de muchas ciencias, pero
el abuso de ese camino llevó a fundar las ciencias en dogmas insostenibles,
sobre todo cuando se aplicó la cierta rigidez de las leyes físicas al mundo de
lo social y de lo espiritual.
Para Juan Luis Segundo, las filosofías que pueden servir de mediadoras en
este tipo de fe, son las filosofías dualistas, o sea, aquellas que reconozcan
una diferenciación irreductible, e incluso cierta contradicción, entre el orden
del ser y el orden del deber ser o de los valores, o en otras palabras, entre la
realidad tal como se nos impone, y los ideales o sueños por los cuales nos
jugamos la vida. La filosofía de Kant, el existencialismo y e materialismo
histórico son sistemas dualistas, que ofrecen elementos más compatibles con
la fe cristiana.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 126
y D erechos H umanos
5. Rastreo al concepto de derechos humanos
Esto fue lo que me llevó a hacer un rastreo del concepto de derechos humanos
desde muy atrás. Comencé desde los juristas romanos, incluso anteriores al
imperio, para poder sorprender el concepto en sus gérmenes remotos.
Estos dos conceptos van creando un espacio jurídico que se sale de los marcos
legales de de cada pueblo o Estado particular, un espacio que pertenece a los
humanos como humanos y no está sometido a autoridades concretas sino
que hunde sus raíces en una cierta legalidad no escrita, de carácter universal,
que emana de la misma naturaleza.
Hay dos grandes vertientes, unos, como Hobbes, consideran que la legitimidad
del derecho y del Estado se fundan en la necesidad de protegerse unos
humanos de otros, ya que el derecho ilimitado que tiene todo ser humano
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 128
y D erechos H umanos
de hacer lo que quiera, lleva a una guerra de todos contra todos, cuya única
solución es transferir a otros esos derechos que, retenidos, impedirían la
paz de la humanidad. En cambio Grocio considera que los humanos vienen
diseñados para la solidaridad de unos con otros y todo su edificio de
derechos lo construye sobre esa base.
Hay diferencias entre todos estos autores sobre los alcances del derecho
natural y del derecho de gentes; unos hacen un inventario máximo de
principios y normas que serían de derecho natural; otros un inventario
mínimo. Quizás el punto más controvertido es el Estado mismo: para unos,
su existencia es de derecho natural; para otros es más bien contrario al
derecho natural. Unos insisten en la necesidad de un Estado universal; otros
consideran que mientras más pequeñas sean las sociedades, más se aplican
los preceptos de la naturaleza.
Lo que más vale la pena destacar es que todos estos tratadistas salvaguardan
un espacio o ámbito de derecho que está por encima de los Estados como
estructuras de poder y de los legisladores particulares, donde hay una
normatividad imperativa para todos los humanos que debe ser respetada
aunque no esté escrita en ningún código sino en la naturaleza misma del
ser humano, o en su corazón como algunos lo dicen, y que además existe
otra normatividad de consenso bastante universal pero donde se infringen
algunos preceptos naturales como concesión a problemas de la convivencia
humana o de las pasiones humanas, no solucionables de otra manera,
normatividad que configura el derecho de gentes, tampoco escrito en códigos
pero respetado por consenso o costumbre entre los pueblos o naciones.
6. El salto de la modernidad
Para Locke, la raíz más profunda de los derechos humanos está en el derecho
de propiedad, pues éste se conquista con el trabajo, mediante el cual el ser
humano se apropia de bienes de la naturaleza para su propia conservación.
El respeto a las propiedades de unos y otros es el que va regulando las
relaciones entre los humanos y la misma creación del Estado, el cual es un
árbitro armonizador de los intereses de los propietarios.
Alain Touraine subraya las diferencias entre ambas filosofías, como también
lo hace Habermas, pero, según Touraine, la Declaración de la Revolución
Francesa logró armonizar las dos corrientes, y el elemento armonizador fue
la Ley, la cual fue concebida allí como instrumento de igualdad.
Para poder entender, pues, a fondo, ese paso o salto de la Modernidad, habría
que profundizar en la percepción que se tiene, en ese contexto histórico, de
la razón, o de los alcances de la racionalidad.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 130
y D erechos H umanos
Uno es el análisis que hace Max Horkheimer y la Escuela de Frankfurt,
que nos presenta la racionalidad moderna como una racionalidad reducida.
La caracteriza por el paso de una racionalidad objetiva, que predominó
en la filosofía griega, en la Escolástica y en el Idealismo alemán, en la
cual el grado de racionalidad se medía por la armonía existente entre
cada ejercicio racional y una visión de totalidad que envolvía los fines y
sentidos de la especie humana, a una racionalidad subjetiva, la cual se fue
reduciendo a las formas o mecanismos abstractos del funcionamiento del
entendimiento, el cual se caracteriza por la capacidad de clasificar, inferir y
deducir, con independencia de los contenidos. Por eso la denominan “razón
instrumental” y señala que los fines de la especie se fueron reduciendo al
de la conservación, lo que termina como mecanismo de adaptación de los
humanos a la realidad existente.
Hay que anotar que Weber consideró el derecho natural como la expresión
más pura de la racionalidad con arreglo a valores, pero el derecho positivo
cambió completamente de polaridad racional.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 132
y D erechos H umanos
Esa ruptura entre el derecho positivo y la ética es lo que me hace mirar con
desconfianza y temor la positivación progresiva de los derechos humanos,
al multiplicarse los tratados, convenciones y estatutos que los convierten
en leyes positivas asumidas por los Estados y sometidos cada vez más a las
técnicas jurídicas que no pueden estar incontaminadas de la racionalidad
instrumental que afecta hoy al derecho en la Modernidad.
Pero ambos tienen que crear una cámara oscura que oculte a las miradas de
la gente del común la transformación de la venganza, creando una violencia
legítima y una ilegítima, una sagrada y otra maldita. En ambos sistemas la
violencia pierde su transparencia y por ello mismo bloquea sus soluciones
auténticas y profundas.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 134
y D erechos H umanos
las tendencias egoístas y altruistas. Al mismo tiempo, las emociones, como
sentimientos más elaborados consciente y libremente, van configurando
personalidades emocionales y también van caracterizando los ámbitos
sociales, culturas y épocas, que se pueden discernir en las obras literarias
más típicas de cada época.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 136
y D erechos H umanos
Consideraciones
para una educación laica
en Colombia
Fabián Sanabria*
137
Sin embargo, numerosas voces de protesta han generado un eco de
desacuerdo comunitarista ante una tentativa calificada de discriminatoria,
particularmente cuando la ley prohíbe, estrictamente, portar signos
ostentosos que hacen referencia a la adhesión religiosa en las instituciones
públicas, concretamente en la escuela. Tal ha sido el caso de los escándalos
producidos por algunos jóvenes (especialmente mujeres) de origen árabe –
desde hace más de una década– por llevar el foulard o velo islámico, quienes
han alegado discriminación social y racismo en sus maestros al amonestarlos
por ese hecho, así como por negarse a practicar los ejercicios de educación
física prescritos en la formación secundaria, tras esgrimir razones religiosas.
Pero más allá del problema del foulard, habría que referirse a una polisemia
de signos religiosos que no necesariamente amenazaría la laicidad. Según
algunos colegas, sociólogos del Islam, hablar solamente del velo musulmán
resulta bastante reductor, máxime si se tienen en cuenta las diversas razones
por las cuales una joven de origen árabe lleva el foulard a la escuela: algunas
lo portan para sacralizar su cuerpo y protegerse de agresiones sexuales al
interior de sus comunidades o familias; otras lo llevan por solidaridad con
algunas de sus camaradas que han sido excluidas de algún establecimiento
educativo; y hay quienes lo hacen por mandato obligatorio de sus padres
siguiendo prescripciones religiosas2.
Ante esa situación, era deseable que la legislación fuera clara y neta para ser
aplicada a los casos particulares sin afectar la unidad republicana prescrita
en la Constitución. No obstante, también se requería reconocer que, si bien
el principio de laicidad no hace distinción jurídica según la diversidad
de cultos, desafortunadamente hay desigualdades de hecho, las cuales
parecieran multiplicarse tras una pésima comprensión del Islam de los jóvenes,
2
COSTA-LASCOUX, Jacqueline (1996). Trois ages de la laïcité. París: Hachette.
3
Cf. Le Foulard de la République (1995). París: La Découverte.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 138
y D erechos H umanos
específicamente, tras la proliferación de imaginarios temerarios que avalan
el racismo y la discriminación después del fatídico 11 de septiembre.
4
GAUCHET, Marcel (1998). La Religion dans la démocratie. Parcours de la laïcité. París: Gallimard.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 140
y D erechos H umanos
El anticlericalismo, atribuido a la laicidad, no permite definirla pues sólo
es una consecuencia negativa del principio positivo que constituye su
afianzamiento: unir a todos por lo que alza a cada uno: la libertad y autonomía
de juicio que fortalece a una comunidad de ciudadanos.
5
Cf. PEÑA-RUIZ, H (1999). Dieu et Marianne. Philosophie de la laïcité. París: P.U.F.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 142
y D erechos H umanos
dialogar con él, excluyendo toda postura de agresión, y sabiendo entender lo
que es el punto de vista ajeno. Tal actitud no implica aceptación u aprobación
ciega del otro punto de vista. Respetar el derecho a creer, y al creyente, no
lleva a exigir que no se pueda criticar una religión o una ideología. Respetar
al creyente no implica compartir su creencia. El derecho a la ironía, a la
sátira, a las formas literarias y artísticas como filosóficas, al debate de ideas y
creencias es importante para la salud de la democracia, porque esto impide la
restauración de cualquier forma de censura o de index librorum prohibitorum.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 144
y D erechos H umanos
Para un laicista todo conocimiento es válido, si no es una creencia disfrazada,
o una manera hipócrita de presentar como dato objetivo una insinuación
confesional. El conocimiento distanciado supone un mínimo de exterioridad
entre el objeto estudiado y el punto de vista desde donde se estudia. Lo que
excluye que no se pueda confundir un curso sobre los hechos religiosos con
un curso de religión6.
6
Ibid.
Poner de relieve el sentido cultural y estético de las obras sin someter los
alumnos a las creencias que las inspiran ni tampoco callarlas es una exigencia
esencial de la deontología laica, lo cual cumple con el papel general de
una educación emancipadora, concebida no como un aparato ideológico o
clerical, sino como un lugar donde la sociedad civil ha de ponerse a distancia
de sí misma, proporcionando a todos la cultura y el saber ilustrado que
permita pensar el sentido y elegir los valores con autonomía y libertad7.
7
Cf. Hacia un pacto laico en Colombia. Otro proyecto para la educación en valores éticos (2003). ICER.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 146
y D erechos H umanos
En resumen, ¿cómo una escuela al servicio de todo el pueblo, y no de una
parte de él, o sea una escuela laica, ha de transmitir interculturalmente
valores éticos? Cuatro principios parecen imprescindibles:
En síntesis, libertad ante la cultura podría ser el lema de una escuela laica capaz
de propiciar una coherente educación Inter-cultural. Esto exige exclusión de dos
actitudes opuestas. La primera, es la del proselitismo consciente o inconsciente,
que trata los objetos de creencia como verdades en el caso de preferencia
confesional o mentiras en el caso del ateismo militante; mientras una formación
laica llamaría solo a que sean explícitamente mencionadas como creencias las
creencias, y mencionados como saberes los saberes –combatiendo la confusión
de estos dos regímenes como un grave regreso oscurantista.
Introducción
*
Profesor Asistente, Universidad Nacional de Colombia, Departamento de
Ciencia Política; Profesor-investigador Doctorado en Bioética, Universidad
El Bosque.
149
Estamos asistiendo a profundas transformaciones en las últimas décadas,
inmersos en un complejo proceso de globalización que exacerba las
diferencias sociales y territoriales. Con la caída del muro de Berlín asistimos a
un mundo despolarizado políticamente con el fin de la guerra fría, altamente
preocupado por la ampliación de la economía de mercado capitalista a todos
los confines planetarios y el aumento de los niveles de productividad, basado
en un mayor grado de desarrollo tecno-científico.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 150
y D erechos H umanos
de acción, identificadas, eso si, con el compromiso de construir una vida
de calidad, en un mundo socialmente justo, respetuoso y defensor de la
diversidad cultural y sustentable ecológicamente.
1
Hottois, Gilbert (2007). ¿Qué es la bioética? Bogotá: Vrin - Universidad El Bosque, p. 26.
Por esta razón, los comités o consejos de bioética a nivel internacional y nacional,
los comités de ética y bioética al interior de los hospitales, así como los comités
de ética o bioética de la investigación, se han convertido en lugares privilegiados
para la aplicación y desarrollo de la bioética. Una de las características propias
del conocimiento bioético es la multi y trans disciplinariedad, puesto que la
delimitación y tratamiento de los temas y problemas en bioética requieren
la presencia de expertos en las ciencias humanas, así como de las llamadas
ciencias duras. Igualmente, el desarrollo de una mirada desde la diversidad y la
reafirmación del pluralismo requiere el reconocimiento para la deliberación de
las múltiples culturas, tradiciones, ideologías y religiones.
2
“Hoy no es posible sostener los fundamentos de los derechos humanos en visiones únicas y
excluyentes; por el contrario, la realidad demuestra que hay todo un conglomerado de corrientes
de pensamiento, pero sobre todo de procesos históricos que, nutridos por ciertos principios éticos
ineludibles –como la dignidad humana–, permiten hacer una construcción más realista y holística
para fundamentar los derechos humanos” (Rodríguez, 2008: 42).
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 152
y D erechos H umanos
Tienen una larga historia de consolidación y desarrollo, desde la revolución
francesa y americana, con la Declaración de los Derechos del Hombre y
el Ciudadano (1789), hasta nuestros días (aunque se encuentren algunos
referentes anteriores), que se inicia con los derechos individuales y políticos,
luego los derechos económicos, sociales y culturales, transitando hacia los
derechos al medio ambiente y la paz, y considerándose hoy los derechos
planetarios y de tipo universal o cósmico. De esta manera, los derechos
humanos se han sensibilizado hacia la protección de la vida, no solamente
humana, sino la vida sobre el planeta.
3
Douzinas, Costas (2008). El fin de los derechos humanos, Bogotá: Universidad de Antioquia - Legis.
4
Los principales instrumentos internacionales han sido: Declaración de Helsinki (1964) revisada
en 1975, 1983, 1989, 2000, 2008; Principios internacionales para el cuidado ético en los estudios
epidemiológicos (CIOMS, 1991); Principios éticos internacionales para la investigación biomédica
que incluya sujetos humanos (CIOMS, 1993); Declaración universal sobre el genoma humano y los
derechos humanos (Unesco, 1997); Principios operacionales para los comités éticos que supervisan
la investigación biomédica (OMS, 2000); Consideraciones éticas en la investigación preventiva para
la vacuna del VIH (ONUSIDA, 2000).
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 154
y D erechos H umanos
Por otra parte, los derechos humanos nacieron y se desarrollaron con
un marcado interés en los problemas políticos propios de los abusos
del ejercicio del poder, en donde en la Dudh se planea la consideración
de los excesos del régimen nazi. Aunque hubo una perversión en la
experimentación con seres humanos, de todas maneras la Dudh planteó
como una propuesta para hacer frente a la degeneración política que
conllevo el régimen nazi.
5
Potter, Van Rensselaer (1971). Bioethics. Bridge to the future, New Jersey: Prentice-Hall.
6
En tiempos de globalización la individualización es una manifestación de la producción de
identidades sociales que se produce a través del consumo. La individualización genera un proceso
de fragmentación identitaria en relación con los lazos de producción de sentido e identidad social
y política, lo que conduce a las identidades blindadas. Simultáneamente, se viene presentando la
emergencia creación/afirmación de identidades primarias (sangre, territorio) así como otro tipo de
identidades (culturales, genero, etnia, ideología, religión, opción sexual), que buscan reafirmarse,
en algunos casos como reacción al proceso de homogeneización impuesta por la globalización, lo
que en el discurso académico se denomina la multiculturalidad. Frente a este proceso se levanta
desde los sectores más conservadores una contraposición pluralismo/multiculturalidad (Sartori,
2002), estigmatizando cualquier forma de identidad fuerte como un atentado en contra de la
constitución del orden liberal plural y abierto. Este orden no puede aceptar en su ámbito público
la presencia de identidades fuertes, que busquen imponerse a la tolerancia y reconocimiento
alcanzado durante tantos siglos, gracias a la vigencia y reconocimiento del principio de libertad
desarrollado en la universalidad de la ley y los DDHH. Estas identidades deben permanecer en
el ámbito privado para no caer en la desintegración multiétnica, impuesta por la prevalencia de la
igualdad demandada por dichos actores. Para un análisis crítico ver: De Lucas (2003) y Gómez
García (coord.) (2000).
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 156
y D erechos H umanos
La bioética, como los derechos humanos, se superpone y logra asociarse
para asumir los retos que los cambios nos plantean. En esta nueva situación
la referencia a los derechos humanos aparece como central, puesto que
se constituye en una ética de mínimos, que posee un carácter universal y
debe ser reconocida por todos los Estados. De esta manera, se miran los
derechos humanos como una herramienta eficaz para la resolución de los
dilemas o problemas propios actuales, llegado a sugerir insistentemente
que ese mínimo debe ser la base para la bioética y el derecho positivo en
general, colocando a la bioética en una situación de asociación ambigua con
los derechos humanos.
7
Haraway, Donna (1991). “Le manifeste cyborg: la science, la technologie et le feminisme-
socialisme vers la fin de XXéme siecle”, en: Revue Futur Anterieur. http://manifiestocyborg.
blogspot.com/
Hottois, Gilbert (2001). “Bioética y Derechos Humanos”, en VVAA, Bioética y Derechos Humanos,
8
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 158
y D erechos H umanos
En el nivel de los derechos individuales también se pueden presentar
circunstancias en las cuales los derechos humanos no pueden ser tomados en
toda su consistencia por la bioética, pues se abren diversas interpretaciones
o aplicaciones. La afirmación de la defensa de los derechos individuales, en
cierto discurso de los derechos humanos conduce a situaciones ambiguas
que llevan a varias interpretaciones.
10
En este punto es donde es posible notar la diversidad de interpretaciones acerca de los DDHH,
desde un acercamiento culturalista se propone: “Los derechos humanos, pues, son el producto cultural
que Occidente propone para encaminar las actitudes y aptitudes necesarias para llegar a una vida
digna en el marco del contexto social impuesto por el modo de relación basado en el capital. Estas
actitudes y aptitudes pueden generar un tipo de acción regulador o ideológico cuando no consideren a
los derechos humanos como lo que son: productos culturales, y los reconduzcan o al déficit de sentido
de los naturalismos o a los excesos de sentido de las metafísicas y trascendentalismo. Pero, asimismo,
estas actitudes y aptitudes pueden generar un tipo de práctica de empoderamiento que conduzcan a los
militantes y teóricos de los derechos humanos a dialogar transculturalmente con el objetivo de construir
alternativas (no al mundo, sino) en el mundo” (Herrera, 2005: 29).
“Hemos visto cómo las actitudes públicas hacia ingeniera genética son
complejas y ambivalentes. El potencial económico de la biotecnología
es muy grande y se sostiene también que podría contribuir, de manera
significativa, a la resolución de problemas de diagnostico, terapéuticos,
de aprovisionamiento de alimentos y de degradación del medio ambiente.
A pesar del apoyo público a la ciencia en general, y a las aplicaciones
científicas que impliquen grandes ventajas para la sociedad, han surgido
muchas preocupaciones medio ambientales, socioeconómicas y éticas
acerca de algunas de las nuevas tecnologías y, especialmente, de la
ingeniera genética” (Lemkov: 183).
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 160
y D erechos H umanos
de desarrollo de la investigación tecno-científico, su acceso, usos e impactos,
sobre todo debido a las disputas doctrinarias sobre la interpretación de los
derechos humanos. Existe la posibilidad de retomar visiones naturalistas o
trascendentes en contravía a versiones más pragmáticas que posibilitan el
debate amplio y franco11.
BibliografÍa
11
Como lo plantea Hottois: “si se trata de ser vigilantes con respecto a las formas nuevas del poder
que se desarrollan sirviéndose de las ciencias y las técnicas, o bajo la cubierta de la Investigación y
del Desasorrollo Tecno-Científicos, es igualmente necesaria una lucidez para denunciar las formas
antiguas y reaccionarias del poder que hacen un llamado a la filosofía de los derechos humanos
en un sentido tecnocientifóbo y algunas veces con una gran sinceridad humana. El riesgo de un
resurgimiento del fundamentalismo no está ausente de esta filosofía, ella misma en razón del
origen parcialmente naturalista y onto-teológico de su tradición. Es abusivo y peligroso el querer,
en nombre de los derechos humanos o de sus condiciones de posibilidad, prohibir de una vez por
todas a priori, absolutamente, resucitando así bajo las denominaciones nuevas o antiguos referentes
trascendentales indiscutibles, pistas de investigación científica y técnicas. Esto atañe tanto a la
experimentación con el embrión como a la terapia génica germinal, la eugenesia, o la clonación,
por no citar sino los puntos particularmente sensibles. Las condenas globales y definitivas son tan
fáciles como dañinas, puesto que niegan la complejidad, la ambivalencia y el carácter evolutivo de
la realidad, de la vida, del ser humano” (Hottois, 2001: 209; 211).
POTTER, Van Rensselaer (1971). Bioethics. Bridge to the future. New Jersey:
Prentice-Hall Inc.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 162
y D erechos H umanos
La adopción de la Directiva
de Retorno sobre inmigrantes
irregulares y su importancia para
América Latina: ¿Se respetan
los derechos humanos de los
inmigrantes indocumentados
en la Unión Europea?
Diego Acosta Arcarazo*
Introducción
163
Las personas en situación irregular son los inmigrantes que cuentan con
menos derechos, aunque sin duda gozan de algunos3. Es por ello que, para
hacer frente a esta situación, numerosos gobiernos europeos han optado por
llevar a cabo procesos de regularización de inmigrantes indocumentados4.
Este término describe a los programas que permiten a los inmigrantes, en
situación indocumentada, regularizar su estancia en el país obteniendo un
permiso de residencia temporal o permanente5. España fue el último país en
Europa que llevó a cabo un proceso importante en el año 2005 en cuanto al
número de personas afectadas. Casi 600.000 personas se beneficiaron de este
proceso, por el cual el inmigrante tenía que demostrar que contaba con una
oferta de trabajo, se encontraba en territorio español antes de agosto de 2004
y no tenía antecedentes penales.
See BICOCCHI, L. and LEVOY, M. Undocumented Migrants Have Rights! An Overview of the International
3
Human Rights Framework (Bruselas, PICUM, 2007); LEVOY, M. and VERBRUGGEN, N, Ten Ways to Protect
Undocumented Migrant Workers (Bruselas, PICUM, 2005).
4
Este tipo de procesos se han llevado a cabo por ejemplo en Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Grecia,
Holanda, Portugal, Luxemburgo, Reino Unido, Polonia o España. Ver sobre el tema: DE BRUYCKER, P.
(ed), Regularisations of Illegal Immigrants in the European Union (Bruselas, Bruylant, 2000); SZYSZCZAK, E.
‘Regularising Migration in the European Union’ in B Bogusz, R Cholewinski, A Cygan and E Szyszczak
(Eds), Irregular Migration and Human Rights: Theoretical, European and International Perspectives (Leiden/Boston,
Martinus Nijhoff Publishers, 2004)
5
PAPADOPOULOU, A. ‘Regularization Programmes: an Effective Instrument of Migration Policy?’,
Global Commission on International Migration, Global Migration Perspectives no 33, Mayo 2005, accessible en
http://www.gcim.org/attachements/GMP%20No%2033.pdf (última fecha de acceso 9 May 2009).
6
FÜVELL, D. ‘Conclusion’, in: DÜVELL, F. (ed). Illegal Immigration in Europe Beyond Control? (Nueva York,
Palgrave, 2006) pp 223-243, en la 234.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 164
y D erechos H umanos
latinoamericanos7. Otros inmigrantes se puedan encontrar en la situación
de que su permiso de residencia, por motivos laborales, pierda su validez al
quedarse sin trabajo y no poder encontrar otro antes de una nueva renovación
del mismo. Y así se pueden enumerar, sucesivamente, otras situaciones en
las que la persona que ha entrado regularmente en un país se encuentra en
un momento posterior indocumentada.
7
La UE cuenta con un sistema armonizado para la solicitud de visado para entrar en el territorio de los
Estados Miembros. A día de hoy los ciudadanos de Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú, República Dominicana
y Cuba necesitan un visado para entrar en Europa para una estancia inferior a tres meses. Ver Reglamento
(CE) n° 539/2001 del Consejo, de 15 de marzo de 2001, por el que se establecen la lista de terceros países cuyos
nacionales están sometidos a la obligación de visado para cruzar las fronteras exteriores y la lista de terceros
países cuyos nacionales están exentos de esa obligación, y sus posteriores enmiendas.
8
Sobre el caso argentino ver K Pærregaard, ‘Callejón sin Salida: Estrategias e Instituciones de los Peruanos
en Argentina’, en: Berg, U. and Pærregaard, K. (eds) (2005). El Quinto Suyo. Transnacionalidad y Formaciones
Diaspóricas en la Migración Peruana. Lima: IEP Ediciones.
9
Comunicación de la Comisión sobre las prioridades políticas en la lucha contra la inmigración ilegal de
los nacionales de terceros países, COM (2006) 402, 19.07.2006, p 10.
El término nacional de un tercer país designa a las personas que no cuentan con la nacionalidad de algún
10
11
Comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo relativa a una política comunitaria de
retorno de los residentes ilegales, COM (2002) 564, 14.10.2002, p. 8.
Para una breve enumeración de dichos instrumentos ver Acosta, D. (2009). “The Good, the Bad and the
12
Ugly in EU Migration Law: Is the European Parliament Becoming Bad and Ugly? The Adoption of Directive
2008/115: The Returns Directive”, en: European Journal of Migration and Law, 11, pp 19-39.
Directiva 2008/115/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 16 de diciembre de 2008 , relativa a
13
normas y procedimientos comunes en los Estados miembros para el retorno de los nacionales de terceros
países en situación irregular, DO 2008 L 348/98.
Una directiva es una decisión aprobada por los Estados miembros de manera colectiva y que es
14
mutuamente obligatoria. Obliga a todos, o a parte de los Estados miembros en cuanto al objetivo a alcanzar,
pero les permite elegir la forma y los medios para conseguir tal objetivo. La directiva obliga a los Estados
miembros a aplicar una serie de medidas, lo cual implica que se ha de llevar a cabo una trasposición de las
mismas al Derecho nacional de cada Estado.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 166
y D erechos H umanos
que los Estados miembros pueden tomar, se destacan: la posibilidad de
detener durante 18 meses al inmigrante irregular, la expulsión de menores
no acompañados o la imposición de una prohibición de entrada al territorio
de la UE durante un perído de cinco años.
Consejo Permanente de la OEA, CP/RES. 938 (1654/08), “Acción de la OEA sobre la Directiva de Retorno
15
2009).
Este trabajo propone seguir los siguientes pasos para entender un asunto tan
complejo como el que nos ocupa. En primer lugar, se analizará, brevemente,
el modo en el cual la Directiva fue aprobada y el papel que jugaron el
Parlamento y el Consejo en dicha aprobación. En segundo lugar, se hará
un sucinto análisis del contenido de tres disposiciones de gran importancia
21
http://www.migrante.com.mx/pdf/pronunciamiento.pdf (último acceso 09 de junio de 2009).
EU Observer, 23 junio 2008, ‘Latin America could halt EU trade talks over return directive’; ‘Carta abierta
22
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 168
y D erechos H umanos
para los inmigrantes irregulares: el plazo de salida voluntaria, la imposición
de un periodo de prohibición de entrada y la posibilidad de detención.
Posteriormente, se examinará el modo en el cual se están implementando
estas disposiciones en Italia y España. Para concluir, este trabajo ofrecerá
algunas reflexiones finales sobre la importancia futura de la Directiva para
los inmigrantes latinoamericanos que se encuentran en situación irregular
en Europa, teniendo en cuenta las explicaciones que se han dado por parte
de las autoridades españolas y europeas.
El Parlamento Europeo es una institución parlamentaria directamente elegida por los ciudadanos.
23
Conjuntamente con el Consejo forman el poder legilastivo bicameral de las instituciones de la UE.
24
El Consejo está formado por los representantes de los Gobiernos de los 27 Estados miembros de la Unión.
25
“Propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo relativa a procedimientos y normas
comunes en los Estados miembros para el retorno de los nacionales de terceros países que se encuentren
ilegalmente en su territorio”, COM (2005) 391 final.
La Comisión Europea es la rama ejecutiva de la UE. Es el órgano responsable, entre otras cuestiones, de
26
proponer legislación.
Para un análisis conciso del proceso de co-decision ver Craig, P. and De Búrca, G. (2003). EU Law.
27
Text, Cases and Materials. Oxford: Oxford University Press, third ed.,, pp. 144–147.
28
PAPAGIANNI, G. Institutional and Policy Dynamics of EU Migration Law (2006). Leiden: Martinus Nijhoff, p. 252.
29
MELIS, B. (2001). Negotiating Europe’s Immigration Frontiers. La Haya: Kluwer Law International, p. 11.
30
Ver Acosta, D. Op. cit.
31
Ibid., pp. 37-38.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 170
y D erechos H umanos
Contenido de la Directiva
32
Para un análisis conciso y completo de la Directiva ver Baldaccini, A. “The Return and Removal of
Irregular Migrants under EU Law: An Analysis of the Returns Directive”, en: European Journal of Migration
and Law, 11(1), pp 1-17; European Council on Refugees and Exiles (ECRE) (2008). “ECRE Information
Note on the Directive 2008/115/EC of the European Parliament and of the Council of 16 December 2008 on
common standards and procedures in Member States for returning illegally staying third-country nationals”,
CO7/1/2009/Ext/MDM.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 172
y D erechos H umanos
importancia capital de la disposición anterior a la hora de imponer o no
esta prohibición.
PADILLA, B. and PEIXOTO, J. Latin American Immigration to Southern Europe. Migration Policy Institute,
33
28 de junio de 2007.
GONZÁLEZ-ENRÍQUEZ, C. ‘Undocumented Migration. Counting the Uncountable. Data and Trends
34
across Europe. Country Report Spain’, Clandestino Project, enero 2009, pp. 4-5.
35
Ibid., p. 4.
36
GONZÁLEZ-ENRÍQUEZ, C. “The Fight against Illegal Immigration, Smuggling and Trafficking in
Human Beings in Spain: Ambiguities and Rhetoric”, en GUILD, E. and MINDERHOUD, P. (eds.) (2006).
Immigration and Criminal Law in the European Union. The Legal Measures and Social Consequences of Criminal Law
in Member States on Trafficking and Smuggling in Human Beings. Leiden - Boston: Martinus Nijhoff Publishers,
pp. 325-344, en la 329.
37
GONZÁLEZ-ENRÍQUEZ, C. (2009), Op. cit., p. 46.
38
Ibid., p. 38.
39
Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero, sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su
integración social, y sus consiguientes reformas a través de las Leyes Orgánicas 8/2000, de 22 de diciembre,
11/2003, de 29 de septiembre y 14/2003, de 20 de noviembre.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 174
y D erechos H umanos
tenía una duración máxima de 40 días, se podía imponer una prohibición de
entrada de hasta 10 años y no existía el período de salida voluntaria.
En este caso es la Comisión Europea la que tendría que notificar al Gobierno español su incumplimiento
40
de los términos de la Directiva ya que es ella la que tiene la competencia sobre el control de la implementación
de las mismas. En el caso de que el Estado interesado no se aviniese al cumplimiento de la Directiva, el caso
podría llegar a la Corte Europea de Justicia. Ver sobre esto, SCHIBEL, Y. (2005). “Transposing EU Law on Legal
Migration”, en: European Journal of Migration and Law, Vol. 6, pp. 395-404, en especial pp. 396-399.
Ver por ejemplo, Subcomisión Extranjería Consejo General Abogacía Española, ´La Subcomisión de
41
Extranjería del Consejo General de la Abogacía ante el Anteproyecto de Reforma de la Ley de Extranjería´;
Consejo General del Poder Judicial, ´Anteproyecto de Ley Orgánica de Reforma de la Ley Orgánica 4/2000 de
11 de enero, sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social. Estos informes
pueden encontrarse en la página de internet www.intermigra.es
42
Diario El País, “La Ley de Extranjería dará permisos a mujeres maltratadas”, 18 de mayo de 2009, www.
elpais.es
43
Padilla, B. and Peixoto, J. Op. cit., p 4.
Fasani, F. (2008). “Undocumented Migration. Counting the Uncountable. Data and Trends across Europe.
44
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 176
y D erechos H umanos
durante 10 años que podían ser reducidos a no menos de 5. El inmigrante
indocumentado podía ser detenido durante un máximo de 60 días para
preparar su expulsión (artículo 14).
Diario El Comercio, “Ecuador rechazó Ley que busca convertir en delito la inmigración en Italia”, 18 de
49
mayo de 2009.
50
Artículo 12(5)bis.
51
Artículo 6(2).
Las explicaciones del Gobierno español y del Parlamento Europeo sobre la Directiva
52
Artículo 12(5) que mantiene su antigua redacción.
53
El Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas (TJCE) es la Institución de la UE que cumple la
función de órgano de control del Derecho comunitario europeo, y que se caracteriza por su naturaleza judicial
y supranacional. Las sentencias del TJCE tienen carácter vinculante en los Estados miembros. El TJCE es el
garante de un ordenamiento jurídico propio que se ve asistido y aplicado también por los sistemas jurídicos
nacionales.
54
Diario El País, “El Gobierno de Italia Convierte en Delito la Inmigración Clandestina”, 14 de mayo de 2009.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 178
y D erechos H umanos
Europeo y el Gobierno español. Se ha mencionado, anteriormente, que las
críticas al Parlamento se basaron especialmente en su incapacidad para
conseguir un mejor acuerdo con el Consejo. Por cuanto concierne al Gobierno
socialista español, la reprobación tuvo que ver con su apoyo a la Directiva
tanto en el Consejo como en el Parlamento.
Acosta, D. “Progress under Pressure”, en: Policy Network, 23 de enero de 2009, consultado en: www.
55
policy-network.net; El País, “Realismo como coartada”, 26 de enero de 2009, consultado en: www.elpais.es.
56
La Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana fue creada en 2006 para impulsar las relaciones entre
la UE y América Latina. EuroLat es una Asamblea Parlamentaria paritaria multilateral compuesta por 150
miembros, 75 del Parlamento Europeo, y 75 del componente latinoamericano, provenientes del Parlatino
(Parlamento Latinoamericano), Parlandino (Parlamento Andino), Parlacen (Parlamento Centroamericano) y,
desde abril de 2009, Parlasur (Parlamento del Mercosur). Los Congresos de Chile y México están también
representados.
http://www.europarl.europa.eu/intcoop/eurolat/documents/declarations/directiva_retorno_07_2008_
57
es.pdf
http://www.europarl.europa.eu/intcoop/eurolat/documents/press_statements/bureau_antigua_2009_
58
es.pdf
59
Esto no es, sin embargo, fácilmente defendible. De hecho, había ocho países que establecían en sus
legislaciones un período de detención superior a los 18 meses. A dos de ellos la Directiva no les es aplicable y
por lo tanto pueden mantener esos períodos de detención (Reino Unido y Dinamarca). Otros tres no detenían
nunca a inmigrantes irregulares por un período tan largo a pesar de que sus ordenamientos lo permitían
(Finlandia, Suecia y los Países Bajos). Por tanto, sólo existían algunos casos de detención de nacionales de
terceros países en situación indocumentada por un período superior a los 18 meses en tres países de los que
se verán afectados por la Directiva (Bulgaria, Chipre y Estonia). Ver: STEPS, The Conditions in Centres for Third
Country Nationals (Detention Camps, Open Centres as well as Transit Centres and Transit Zones) with a Particular
Focus on Provisions and Facilities for Persons with Special Needs in the 25 EU Member States (Bruselas, European
Parliament Committee on Civil Liberties, Justice and Home Affairs, 2007).
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 180
y D erechos H umanos
Por otra parte, se puso énfasis en el hecho que la legislación española
tenía mejores garantías que aquellas que venían en la Directiva y
que dichas garantías no serían limitadas, ya que nunca se aplicaría la
Directiva de retorno60. Como se ha observado, esto no es completamente
cierto ya que la nueva propuesta de Ley de extranjería en España, que
implementa la Directiva, contiene aspectos que empeoran la situación
de los inmigrantes irregulares, aunque, todo sea dicho, también contiene
aspectos que la mejoran.
Diario El País. “España explica que nunca va a aplicar la directiva de retorno”, 8 de agosto de 2008,
60
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 182
y D erechos H umanos
El holocausto palestino
desde nuestra América
Ricardo Sánchez Ángel
*
Abogado de la Universidad Santiago de Cali, Magíster en Filosofía de
la Universidad Nacional y Doctor en Historia de la Universidad Nacional.
Coordinador de la Maestría en Filosofía del Derecho de la Universidad Libre.
Ver: MARX, Carlos y ENGELS, Federico (1964). La guerra civil en los
1
183
En torno a la tragedia palestina se ha constituido la banalización de la muerte
colectiva de todo un pueblo, en especial, los más indefensos: niños, mujeres
y ancianos. Se ha sumido en una contemplación depresiva de la humanidad,
no obstante el heroísmo de los palestinos por resistir y sobrevivir.
Es la milenaria lucha entre David y Goliat en la que las rústicas armas de los
palestinos no compiten en nada con la maquinaria de guerra de los israelíes,
que incluso poseen armas nucleares. Israel invade con un ejército y armas de
destrucción masiva como las bombas de fósforo blanco. Palestina no tiene
ejército y usa precarias armas convencionales. Las bombas y suicidios para
matar civiles israelíes son inaceptables, además de ser estratégicamente inútiles.
SAID, Edward (2002). “La actual y clara realidad”, en: El fin del proceso de paz. Nuevas Crónicas
2
Palestinas. Nueva edición revisada y ampliada (1995-2002). Barcelona: Mondadori, pp. 179-180.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 184
y D erechos H umanos
Edward Said, el gran intelectual palestino, concluyó la Introducción a sus
nuevas crónicas palestinas, con esta reflexión:
II
El Estado de Israel viene de sufrir una colosal derrota por parte de Hezbolá
en el 2006 cuando invadió El Líbano. Ha evidenciado el carácter corrupto de
sus gobernantes, como Sharon, Ehud Barak y Ehud Olmert. En su sociedad
hay voces de historiadores e intelectuales que realizan una desigual lucha
de revisión y oposición al exterminio de palestinos y a sus pretendidas
justificaciones. Es de esperar que muchos judíos en el mundo estén en contra
del genocidio adelantado por sus gobernantes. Al igual que saben que somos
millones los que rechazamos siempre el antisemitismo y propugnamos el no
olvido del genocidio judío.
3
SAID, Edward. El fin del proceso de paz. Nuevas Crónicas Palestinas, p. 34.
Los palestinos devienen así en los innombrables, tal cual lo eran los judíos
para los nazis. A lo sumo son habitantes indeseables en los territorios
ocupados colonialmente por el militarismo estatal de Israel. Y, por supuesto,
cada vez con más fuerza en terroristas islámicos.
4
Biblia, Génesis XV, 18.
5
Declaración al Sunday Times, junio 15 de 1969.
AGAMBEN, Giorgio (2005). Lo que queda de Auschwitz. Homo Sacer III. Capítulo 2: El Musulmán.
6
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 186
y D erechos H umanos
A esta situación es a lo que conduce el mandato maldito de Golda Meier: No
existe el pueblo palestino. El musulmán de Auschwitz no desapareció con la
derrota nazi y la muerte de Hitler, renace de tanto en tanto y ahora lo está, en
la pretensión de que sea encarnado por los palestinos. Expresión delirante
del ultra racismo.
III
IV
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 188
y D erechos H umanos
Frente a la Autoridad Palestina financiada y apoyada por distintas fuentes,
especialmente árabes, dice Tariq Ali:
La conciencia de los judíos aparece como trágica. De ser un pueblo sin sociedad
ni Estado, errante y sumido en la existencia de guetos, ser exterminados en
los campos de concentración nazi y en los gulags estalinistas, han pasado a
aceptar un Estado que niega a los palestinos su vida, su territorio, su derecho
a existir como sociedad y a tener un Estado.
7
ALI, Tariq (2009). El güeto de Gaza y la hipocresía occidental. Consulta: 04-01-09. En: www.
sinpermiso.info. Además de ALI, entre otros escritores e intelectuales que han expresado su
opinión sobre la tragedia palestina, están: Claudio Katz, Jean Bricmont y Diana Johnstone,
Michael Warschaski, Fabián Harare, Emir Sader, Robert Fisk, Carlos Fazio, cuyos artículos pueden
encontrarse en www.sinpermiso.info, www.rebelion.org, La Jornada de México.
8
Ibídem.
VI
Los palestinos nunca han tenido un genuino proceso de paz. Lo que se les
ha ofrecido por parte de los Estados Unidos, la Comunidad Europea y las
naciones árabes, como Egipto, es la aceptación de las conquistas coloniales
realizadas por Israel.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 190
y D erechos H umanos
más de 200 resoluciones atinentes, directamente a favor de la causa palestina,
39 fueron vetadas por Estados Unidos. Ninguna resolución ha sido aceptada
por Israel9. ¡La presencia de las Naciones Unidas en Gaza ha sido boicoteada,
sus instalaciones de hospitales, escuelas y centros de alimentación han sido
destruidos por Israel!
Las relaciones entre Estados Unidos e Israel han sido estrechas y constantes.
Los capitalistas y políticos israelíes tienen grandes intereses financieros
y mediáticos. Ejercen influencia y protagonismo en la Casa Blanca y en
el Congreso, y por tanto, en la política de la gran potencia. Todas las mal
llamadas iniciativas de paz que los gobiernos de Estados Unidos impulsan,
trátese de Clinton y Bush, han estado en la perspectiva de afianzar los
intereses de Israel.
9
Ver: TILLEY, Virginia (2008). Palestina Israel: Un país, un Estado. Madrid: Akal. Ver igualmente:
VARIOS AUTORES. La respuesta pacifista. Conversaciones con miembros israelíes y palestinos de los
movimientos por la paz. Madrid: Catarata; VARIOS AUTORES. Historia del otro. Una doble mirada
al conflicto árabe – israelí. Oxfam; WARSCHAWSKI, Michael. En la frontera. Barcelona: Gedisa;
SÁNCHEZ, Ricardo (2007). La emancipación de los derechos humanos. Bogotá: Facultad de Derecho,
Ciencias Políticas y Sociales - Universidad Nacional de Colombia.
SAID, Edward (2002). “Verdad y reconciliación”, en: El fin del proceso de paz. Nuevas Crónicas
10
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 192
y D erechos H umanos
igualdad ciudadana y pluralismo político debe ser discutido como solución
de fondo, legitimado en todos los escenarios posibles.
Coda
(…) Sea como sea, el daño real infligido a Hamas parece limitado, en parte
porque el grupo actuó con cautela. La ironía es que Israel, el Estado con el
ejército bien entrenado, puso todas sus fuerzas en el ataque, mientras que
Hamas, la milicia islamita que presuntamente acoge la muerte, rehuyó
los combates.
11
The New York Times. Selección semanal en El Espectador, Bogotá, 26 de enero de 2008.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 194
y D erechos H umanos
Aspectos históricos de
los derechos económicos,
sociales y culturales (DESC)
en el sistema jurídico
estadounidense y su
comparación con el derecho
colombiano
Mónica C. Yriart*
Introducción
195
políticas que circundan estos derechos. Lo que emerge del estudio son dos
contrastantes modelos de la institucionalidad constitucional y dos diferentes
visiones del funcionamiento de la democracia en los dos países.
1
Vasak, Karel (1977). Human Rights: A Thirty-Year Struggle: the Sustained Efforts to give Force
of Law to the Universal Declaration of Human Rights. UNESCO Courier 30:11, Paris: United Nations
Educational, Scientific and Cultural Organization, November 1977
Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, Resolución 217 A (III), de 10
3
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 196
y D erechos H umanos
Entre estos derechos se encuentran, entonces, el derecho a la equidad procesal
en la ley en los contextos de pesquisas, arrestos, detención, la prohibición
de castigos crueles; la prohibición de que el Estado priva la vida, libertad o
propiedad sin debido proceso; la prohibición de discriminación estatal por
motivo racial, sexo, religioso, nacionalidad; la prohibición de impedimentos a
libertad de expresión, de prensa, culto; y el derecho a la asociación, y al sufragio.
De acuerdo con la posición opuesta los DCP y los DESC son dos grupos de
derechos humanos fundamentales caracterizados por su Interdependencia
197 A S P E C T O S H I S T Ó R I C O S D E L O S D E R E C H O S E C N O N Ó M I C O S , S O C I A L E S Y C U LT U R A L E S ( D E S C )
Mónica C. Yriart
e Indivisibilidad. Las categorías conforman un conjunto inseparable de
derechos cuya vigencia y realización son interdependientes. Cada uno de
los derechos en los dos grupos es una faceta necesaria al concepto unificador
de la dignidad intrínseca humana. Los Derechos Económicos, Sociales
y Culturales son considerados “derechos humanos fundamentales” tal
como lo son los Derechos Civiles y Políticos. La vigencia simultánea del
conjunto de derechos es visto como una pre-condición del funcionamiento
de la democracia.
La Comunidad Internacional
3
Por ejemplo, el Pacto Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las
Naciones Unidas de 1966 es ratificado hoy en día por 165 naciones y el Pacto Internacional sobre
Derechos Civiles y Políticos de las Naciones Unidas de 1966 es por 166. United Nations Online
Treaties Series Database, http://treaties.un.org/Pages/UNTSOnline.aspx?id=1
4
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, A.G. res. 2200A (XXI), 21 U.N. GAOR Supp.
(No. 16) p. 52, ONU Doc. A/6316 (1966), 999 U.N.T.S. 171, entrada en vigor 23 de marzo de 1976,
http://www1.umn.edu/humanrts/instree/spanish/sb3ccpr.html
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 198
y D erechos H umanos
y Políticos (PIDCP)4 y el Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales (PIDESC)5 en 1966.
5
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, Adoptado y abierto a la
firma, ratificación y adhesión por la Asamblea General en su resolución 2200 A (XXI), de 16 de
diciembre de 1966, Entrada en vigor: 3 de enero de 1976, de conformidad con el artículo 27, http://
www2.ohchr.org/spanish/law/cescr.htm
Sieghart, Paul (1983). The International Law of Human Rights. Oxford: Oxford University
6
Press, p. 25.
7
Asamblea General de las Naciones Unidas, Distr., GENERAL, A/CONF.157/23, 12 de julio de
1993, ESPAÑOL, Original: INGLÉS, http://www.unhchr.ch/huridocda/huridoca.nsf/(Symbol)/A.
CONF.157.23.Sp?Opendocument
A-52: Protocolo adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en material
8
199 A S P E C T O S H I S T Ó R I C O S D E L O S D E R E C H O S E C N O N Ó M I C O S , S O C I A L E S Y C U LT U R A L E S ( D E S C )
Mónica C. Yriart
implementación progresiva de los DESC en las Américas, enuncia el
principio de indivisibilidad de una manera meticulosa e importante para el
concepto global de la democracia que representa esta filosofía: dice sobre la
relación entre los DESC y los DCP, “Jamás pueda justificarse la violación de
unos derechos en aras de la realización de otros” y añade que el conjunto de
ellos conforman “un todo indisoluble”9.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 200
y D erechos H umanos
las ramas electas del Estado si obtienen un mandato político. De acuerdo a
este modelo, en la ausencia de legislación estableciendo derechos subjetivos,
los DESC no so justiciables y carecen de exigibilidad jurisdiccional. Esta
posición encaja dentro de una teoría constitucional más general.
John Hart Ely, uno de los filósofos constitucionales más reconocidos en esta
época en los Estados Unidos11, enseña que la Constitución es un mecanismo
de fondo procesal, que casi carece de valores sustantivos en sí, y que garantiza
la libertad individual y colectiva por medio de la libertad política, rectamente
administrada. De acuerdo a esta teoría los pocos derechos positivos que se
encuentran en la Constitución, como el derecho a la libertad de expresión o
pensamiento son, en realidad, dirigidos a proteger la libertad política, que es
la esencia de la democracia.
Ely, John Hart (1980). Democracy and Distrust: A Theory of Judicial Review, Harvard Paperback,
11
201 A S P E C T O S H I S T Ó R I C O S D E L O S D E R E C H O S E C N O N Ó M I C O S , S O C I A L E S Y C U LT U R A L E S ( D E S C )
Mónica C. Yriart
Desde el periodo de la Segunda Posguerra Mundial hasta el 2008 EE.UU.
adoptó una política de abstenerse de ratificar tratados internacionales de
derechos humanos13. En Fujii v. California (1952)14, un caso no revisado por la
Corte Suprema, pero seguido como precedente general, se estableció que la
Declaración Universal de Derechos Humanos no era auto-ejecutable y en la
ausencia de legislación sus provisiones no eran tutelables. El razonamiento
fue que, de acuerdo a los arts. 2 y 7 de la DUDH, veintenas de leyes y
ordenanzas que discriminaban en contra de los afro-americanos pudieran
llegar a ser ilegales. En 1952 se vivía en un periodo en el cual la segregación
institucionalizada era virtualmente universal en muchos de los Estados.
Encontramos las raíces de estas ideas libertarias en filosofías que formaron parte
del ideario Federalista que predominó durante la redacción de la Constitución
de Filadelfia de 1787. Esta Constitución es un documento orgánico, escrito sin
una declaración de derechos individuales o una parte dogmática. Se enfatizaba
que la libertad era plena y, en cambio, los poderes del gobierno eran limitados
y taxativos. Una lista taxativa de derechos, se argumentaba, disminuiría el
concepto de la libertad plena. Más que nada se temía a la tiranía gubernamental.
Había un sentimiento consistente en que la presencia de gobierno equivalía a la
ausencia de la libertad. La Carta le privaba de poderes “inherentes” al Estado.
Se crearon centros de poder intencionalmente dispersos, estableciendo juegos
de poder no solo entre las tres ramas nacionales, pero entre el nacional y los
Estados también. Se implantó, efectivamente, un sistema de trabas institucionales
visto como un mecanismo para proteger la libertad. Un rol positivo para el
Estado no correspondió a esta filosofía.
Buergenthal, Thomas y Murphey, Sean D. (2007). Public International Law, 4th ed.
13
Thompson West, pp. 197-200. Buergenthal, Thomas; Shleton, Dinah y Stewart, David P.
(2009). International Human Rights. 4th ed. West, Capítulo 7.
14
Fujii v. California, 38 Cal.2d. 718, 242 P.2d 617 (1952).
15
Buergenthal, Shleton y Stewart, Supra pp. 420, et seq.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 202
y D erechos H umanos
Cuatro años después, en 1791, el Bill of Rights, una colección clásica de
derechos civiles y políticos, fue adjunta a la Carta orgánica en forma de
diez enmiendas16, como resultado de la negación, por parte de algunos
de Estados, a ratificar la Carta orgánica si no se incluía una parte
dogmática17.
16
Las primeras Diez Enmiendas de la Constitución de 1787 a 1789 limitan conducta del gobierno
nacional solamente. Consagran la libertad de culto, de expresión, de prensa, a la petición, y de
reunión. Consagran el derecho a ser salvo de pesquisas y aprehensiones arbitrarias, de que no se
le priva la vida, la libertad o la propiedad sin el debido proceso legal. Se sanciona el derecho de no
auto incriminarse, a un juicio por jurado, y a que no se expedirán mandamientos no corroborados
mediante juramento. Se prohíbe castigos crueles y inusuales.
Por ejemplo, en 1788, Massachusetts, Maryland, South Carolina, New Hampshire, Virginia,
17
203 A S P E C T O S H I S T Ó R I C O S D E L O S D E R E C H O S E C N O N Ó M I C O S , S O C I A L E S Y C U LT U R A L E S ( D E S C )
Mónica C. Yriart
y el gobierno promoverá con el mayor esmero los establecimientos que miran
a esta parte importantísima a la felicidad del Estado.” La Constitución de la
República de Tunja de 1811 estableció obligaciones estatales en educación,
y la Constitución del Estado de Antioquia de 1812 estableció obligaciones
sociales por la seguridad. El artículo 41 de la Constitución de 1886 proporcionó
educación primaria gratuita, y el artículo 44 obligó al Estado a velar por
la “moralidad, la seguridad y la salubridad públicas” en las “industrias
y profesiones”. La Reforma de la carta de 1886 de 1936 estableció que la
“propiedad tiene función social que implica obligaciones” y que el “trabajo
goza de la especial protección del Estado”. La reforma implementó un
nuevo intervencionismo económico, educativo y en conflictos y laborales19.
La Constitución Política de la República de Colombia codifica 36 detallados
artículos sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales en sus Capítulos
II del Título II y ordena a las tres ramas del Estado a garantizar los derechos
de los colombianos y las colombianas con múltiples mandatos específicos en
referencia a cada derecho.
http://www.cervantesvirtual.com/portal/constituciones/pais.formato?pais=Colombia&indice=
constituciones. Sánchez, Carlos Ariel. La administración de Justicia en Colombia, siglo XX. Desde la
Constitución de 1886 a la Carta Política de 1991. Revista Credencial Historia. (Bogotá - Colombia).
Abril 2000. No. 136.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 204
y D erechos H umanos
Los rasgos de la Constitución estadounidense, descritos arriba, crean una
ancha fisura entre lo constitucional (o lo constituyente), por una parte, y lo político,
por otra. Todo estimado político debe encontrar su lugar en las legislaturas
federales y estatales, y no en el derecho constitucional. Se busca, a través de
este modelo, maximizar la estabilidad institucional, aislándola efectivamente
del movimiento y cambio que brinda la vida política. Simultáneamente, se
busca maximizar la libertad política, aislando esta de excesiva reglamentación
detallada o sustantiva constitucional. Constitucionalizando los DESC, para
algunos, es anatema a esta filosofía fundamental sobre la división y equilibrio
de funciones democráticas. La Corte Suprema de los Estados Unidos ha
respetado la ancha grieta entre lo constitucional y lo político durante la
mayoría de su historia de interpretación constitucional.
Sin embargo, en las culturas jurídicas y políticas se observa que los nueve
jueces de la Corte, nombrados por el Presidente y conformados por el
Senado, son oficiales que no son electos, pero son efectivamente actores
constituyentes. Con base eneste punto se cuestiona con frecuencia injerencias
del poder judicial en las competencias de las ramas electas.
205 A S P E C T O S H I S T Ó R I C O S D E L O S D E R E C H O S E C N O N Ó M I C O S , S O C I A L E S Y C U LT U R A L E S ( D E S C )
Mónica C. Yriart
La Corte Suprema de los EE.UU. y los DESC: La época de Lochner v. New York
Lochner v. New York22 era un caso simple, se trataba de una ley estatal de
New York que limitaba las horas de trabajo de panaderos y pasteleros, a
diez al día y sesenta a la semana. El motivo de la ley era preservar la salud
de los trabajadores. La Corte Suprema por el Justice Rufus Peckham invalidó
la ley sosteniendo que era una injerencia arbitraria y sin debido proceso,
en la libertad de formar contratos. Escribió que: “El derecho general de
contratar en relación al comercio es una parte de la libertad protegida por
la Decimocuarta Enmienda, y esto incluye el derecho de comprar y vender
Política de la República Colombia de 1991, establece que “No por el hecho de que la Constitución
enumera ciertos derechos ha de entenderse que niega o menosprecia otros que retiene el pueblo.”
Sin embargo esta enmienda ha sido muy poco utilizado, y es considerado peligroso por la corte por
ser ilimitadamente abierta.
Lochner v. The People of the State of New York, 198 U.S. 45 (1905). http://caselaw.lp.findlaw.com/
22
cgi-bin/getcase.pl?court=us&vol=198&invol=45
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 206
y D erechos H umanos
manos de obra…”. Lochner fue un precedente controlador en el país entre 1905
y 1937. Por ende, en un caso similar en 1923 en Adkins v. Children’s Hospital23
una ley federal que estableció un pago mínimo para mujeres y niños fue
invalidado por Justice Sutherland quien escribió: “El derecho de una persona
de vender su labor de acuerdo a los términos que estima apropiado es igual
al derecho del comprador de manos de obra… Cualquier legislación, que
disturbe esa igualdad es una injerencia arbitraria en la libertad de contrato
que no puede ser justificado por ningún gobierno en una tierra libre”. La
decisión controló la época al nivel federal y estatal a través del desarrollo
industrial norteño del país. Oliver Wendell Holmes en la minoría de la Corte
argumentó que la Enmienda Decimocuarta nunca había sancionado el libro
de Herbert Spenser, llamado Social Statics, ni tampoco su filosofía de laissez
faire estricta, sobre el libre juego de fuerzas económicas. La mayoría de la
Corte adoptó un ius nautralismo que vio las “leyes naturales económicas” en
consonancia con la Carta.
pl?court=us&vol=261&invol=525
24
Sunstein, Cass R. The Second Bill of Rights: FDR’s Unfinished Revolution and Why we Need it More
than Ever, Perseus Book Groups, New York, EEUU (2004), 35-38.
207 A S P E C T O S H I S T Ó R I C O S D E L O S D E R E C H O S E C N O N Ó M I C O S , S O C I A L E S Y C U LT U R A L E S ( D E S C )
Mónica C. Yriart
Mientras que la Suprema Corte tenía pendiente un caso similar a Lochner y
Adkins que se llamaba West Coast Hotel Co. v. Parrish25 el Presidente introdujo
al Congreso Nacional un “Proyecto Legislativo para la Reorganización
de la Judicatura de 1937” que propuso añadir 5 jueces nominados por el
Presidente a la Corte Suprema, así elevando su número tradicional de 9 a 14.
En un cambio jurisprudencial dramático la Corte “revocó” a su decisión en
Adkins y abandonó la doctrina de Lochner. El Presidente Roosevelt retiró el
proyecto para reorganizar la Judicatura. El cambio de posición de la Corte
se recuerda en la historia en una rima que dice, “The switch in time that saved
nine”, y significa “El trastrueco a tiempo que salvó los nueve.”
En West Coast Hotel Co. v. Parrish la Corte, en una decisión escrita por Justice
Charlse Evans Hughes se negó invalidar una ley del Estado de Washington
que estableció un pago mínimo universal para sus trabajadores. Escribió
Justice Hughes, “La Constitución no se refiere a la libertad de contrato…. no
reconoce una libertad incontrolable y absoluta … La libertad salvaguardada
es libertad en una organización social que requiere de legislación para la
protección frente a amenazas a la salud, la seguridad, la moralidad, y el
bienestar del pueblo … Libertad bajo la Constitución está necesariamente
sujeta a las restricciones de debido proceso, y regulación que es razonable
en relación a su objeto y que es adoptada según el interés de la comunidad
es debido proceso…”. Es muy importante notar que West Coast Hotel Co. v.
Parrish no reconoció ni estableció nuevos derechos subjetivos constitucionales:
simplemente levantó la prohibición constitucional a la legislación social en
el área laboral.
La Era de Lochner llegó a ser interpretada como una injerencia equivocada por
parte de la Corte Suprema en la vida política del Estado Federal y de los Estados. La
memoria de esta equivocación llegaría a crear un principio jurisprudencial que
impediría su repetición – sin importar si la legislación en contención era en “pro”
o en “contra” a la protección de derechos económicos, sociales, y culturales.
Se determinó que era incorrecto que la Corte inventara derechos implícitos
sustantivos en los términos “debido proceso”, “libertad, vida y propiedad”. El
fin del Lochnerismo re-estableció la fractura entre los derechos constitucionales y
la materias más correspondiente a las ramas políticas del gobierno.
West Coast Hotel Co. v. Parrish, 300 U.S. 379 (1937). http://caselaw.lp.findlaw.com/cgi-bin/getcase.
25
pl?court=us&vol=300&invol=379
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 208
y D erechos H umanos
Para sostener los actos del New Deal la Corte interpretó los Artículos I y II de
la Constitución ampliamente para empoderar al Congreso26 y al Presidente27,
respectivamente, con el fin de implementar una serie de proyectos tan extensos
que el gobierno, de hecho limitado en las primeras épocas fue sustituido por un
aparato estatal de dimensiones inéditas. Durante el New Deal la administración
de Roosevelt creó 4 millones de trabajos públicos, a través de los cuales se
construyeron 250.000 millas de carretera inter-estatales, 2.500 hospitales, 3.000
escuelas, 125.000 edificios públicos, miles de parques, y 853 pistas aéreas entre
otros proyectos28. El New Deal trajo ayuda alimentaria, médica, de vivienda,
educación, y reglamentación en las áreas laborales y financieras.
26
En particular Const. EE.UU. 1787, Artículo I, Sec. 1, el poder de “Recaudar contribuciones para
proveer para el bienestar general de los Estados Unidos” y implícitamente imponer condiciones en
los gastos públicos, y Sec. Artículo I, 3: el poder de “Reglamentar el comercio …. entre los diferentes
Estados …” . Estos fueron poderes interpretados expansivamente por la Corte que formaron la base
textual por extensas programas de legislación social.
27
Const. EE.UU. 1787, Artículo II, establece que el Presidente “deberá proporcionar al Congreso
informes sobre el estado de la Unión Recomendar a su consideración las medidas que estime
necesarias... y … [C]uidar de que las leyes se ejecuten puntualmente.”
28
Sunstein, Cass R. supra, Capítulo 3.
209 A S P E C T O S H I S T Ó R I C O S D E L O S D E R E C H O S E C N O N Ó M I C O S , S O C I A L E S Y C U LT U R A L E S ( D E S C )
Mónica C. Yriart
El Segundo Bill of Rights pronunciado por el Presidente no llegó nunca a
tener un estatus constitucional, lo que hubiera requerido una enmienda a
la Carta o un cambio decisivo en la jurisprudencia de la Corte Suprema.
La Corte Suprema inició una línea de jurisprudencia que movía tentativa y
paulatinamente en esta dirección, que creó grandes expectativas académicas
de que derechos sociales podrían llegar a ser incorporados al significado de
cláusulas constitucionales a través del desarrollo de la nueva jurisprudencia.
Sin embargo, como veremos infra, la nueva trayectoria fue interrumpida
después de la elección de Richard Nixon en 1968 cuando pudo él nombrar
cuatro nuevos Justices conservadores, prevaleciendo las protestas en contra
del desenvolvimiento de un Lochnerismo “progresivo” o de “izquierda”.
29
Sunstein, Cass R., supra pp. 175, et. seq. .
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 210
y D erechos H umanos
23.000.000 con la nueva ley promulgada por Presidente Obama en 201030.
Los estados Unidos cuenta entre 2.000.000 y 4.000.000 personas sin vivienda,
un tercio de ellos son niños, y un tercio trabajan, 16.000.000 niños en el país
viven con problemas de alimentación. El sistema de educación pública no se
compara con otros países industrializados. La calidad de apoyo social varía
mucho entre las localidades en donde se encuentra.
La Corte Suprema de los EE.UU. y los DESC después del “New Deal”
30
Patient Protection and Affordable Care Act, (Pub.L. 111-148, 124 Stat. 119, 2010).
Brown v. Board of Education v. Topeka, 347 U.S. 483 (1953). http://caselaw.lp.findlaw.com/scripts/
31
getcase.pl?court=us&vol=347&invol=483
Plessy v. Ferguson, 163 U.S. 537 (1896). http://caselaw.lp.findlaw.com/scripts/getcase.pl?court=us
32
&vol=163&invol=537163
33
Plyler v. Doe, 457 U.S. 202 (1982). http://supreme.justia.com/us/457/202/case.html
211 A S P E C T O S H I S T Ó R I C O S D E L O S D E R E C H O S E C N O N Ó M I C O S , S O C I A L E S Y C U LT U R A L E S ( D E S C )
Mónica C. Yriart
expresamente demostró una lógica similar al de la conexidad34 usado por la
Corte Constitucional de Colombia en otros contextos, ligando la educación
a derechos fundamentales expresos en la Constitución. Pero al final no se
reconoce un derecho a la educación, solo a la no discriminación.
Osuña Patiño, Nestor (2007). La tutela de derechos por “conexidad”. Cepeda, Manuel J.
34
(2007). Teoría Constitucional y Política Pública. Bases Críticas para una Discusión. Bogotá: Universidad
Externado de Colombia.
35
Shapiro v. Thompson, 394 U.U. 618 (1969). http://supreme.justia.com/us/394/618
36
Memorial Hospital v. Maricopa County, 415 U.S.250 (1974). http://supreme.justia.com/us/415/250/
37
Goldberg v. Kelly, 394 U.S. 618 (1969). http://supreme.justia.com/us/397/254/case.html
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 212
y D erechos H umanos
Por primera vez se sostiene que la asistencia social es “propiedad” – un derecho
fundamental protegido por la Constitución. Se esperaba que la Corte proteja la
“vida” y la “libertad” similarmente en el futuro, sin embargo, había límites en la
decisión y su esencia mantuvo algo del principio de reconocer solo la naturaleza
procesal de un derecho en vez de sustantivo. El remedio para los Kelly era debido
proceso: una audiencia antes de que se les privaran a las necesidades básicas
de vida si no calificaban. No se reconoció un derecho fundamental de recibir
asistencia, no importa cuáles fueran las circunstancias de necesidad. Empero
si el Estado había otorgado asistencia, se había creado un interés propietario
protegido por la Constitución, que no se podía quitar sin debido proceso.
38
Dandridge v. Williams, 397 U.S. 471 (1970). http://supreme.justia.com/us/397/471/case.html
39
Lindsay v. Normet, 405 U.S. 56 (1972). http://supreme.justia.com/us/405/56/
San Antonio School v. Rodriguez, 411 U.S. 1 (1973). http://caselaw.lp.findlaw.com/scripts/getcase.
40
pl?court=us&vol=411&invol=1
213 A S P E C T O S H I S T Ó R I C O S D E L O S D E R E C H O S E C N O N Ó M I C O S , S O C I A L E S Y C U LT U R A L E S ( D E S C )
Mónica C. Yriart
En San Antonio School v. Rodriguez la Corte rechazó contundentemente la
noción de que existe un derecho constitucional a la educación. En este caso,
las escuelas públicas en San Antonio, Texas recibieron dramáticamente más
financiamiento en Distritos afluentes que en Distritos pobres por razón al
sistema de impuestos. Los peticionarios argumentaron, primero, que la
educación era un derecho constitucional fundamental a la participación
democrática y el desarrollo de la vida y, segundo, que el sistema de impuestos
violaba el derecho a la igualdad de protección de las leyes. La Corte sostuvo
que mientras la educación si era fundamental a la participación en la vida
democrática, no era un derecho consagrado por la Constitución.
41
Algunas pocas excepciones a estas tendencias existan. La Corte Suprema ha ordenado a
distritos locales escolares a elaborar e implementar planes para eliminar la segregación racial en
las escuelas de acuerdo a Brown v. Board of Education, supra, en la línea de decisiones de Swann v.
Charlotte-Mecklenburg Board of Education, 402 U.S. 1 (1971). http://www.law.cornell.edu/supct/html/
historics/USSC_CR_0402_0001_ZS.html Esto ha sido sumamente divisivo social y políticamente.
42
Ely, John Hart, (1980), supra. En otra área excepcional y también muy divisivo políticamente,
la Corte Suprema ha definido libertades no enumeradas en materia de privacidad y reproducción
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 214
y D erechos H umanos
La Constitución y la Corte Constitucional de la República de Colombia comparadas
confía la guarda de la integridad y supremacía de la Constitución… Const. Col. 1991, art. 241. “Las
decisiones de la Administración de Justicia son independientes. Las actuaciones serán públicas y
permanentes…y en ellas prevalecerá el derecho sustancial…” (Const. Col. 1991, art. 228).
215 A S P E C T O S H I S T Ó R I C O S D E L O S D E R E C H O S E C N O N Ó M I C O S , S O C I A L E S Y C U LT U R A L E S ( D E S C )
Mónica C. Yriart
La Constitución colombiana provisiona derecho positivo también ampliamente
sobre los DESC e impone a los órganos del Estado la obligación de actuar en
la materia. Hemos visto precisamente lo opuesto en los EE.UU. El Título
II, Capítulo II, “De los Derechos Económicos, Sociales y Culturales”,
artículos 42-77, y artículo 25 en Título II, Capítulo I, sobre trabajo,
crean un catálogo extensivo y detallado de DESC, cada uno los cuales
son ligados a mandatos afirmativos dirigiendo al Estado a tomar acción
para su realización44. La necesidad de encontrar derechos implícitos no
enumerados no existe en Colombia.
La Carta exige que las ramas del Estado colaboren armónicamente en el logro
de “los fines” de la Carta45 que incluye como esencial el de “… garantizar
la efectividad de los….derechos…. en la Constitución”46. Finalmente, “El
Presidente… se obliga a garantizar los derechos y libertades de todos los
colombianos”47.
Por ejemplo, la Carta comanda, “Todos los colombianos tienen derecho a vivienda digna. El
44
Estado fijará las condiciones necesarias para hacer efectivo este derecho” Const. Col. 1991, art. 51; y “Se
garantiza a todas las personas el acceso a los servicios de promoción, protección y recuperación de la
salud…. Corresponde al Estado organizar, dirigir y reglamentar la prestación de servicios de salud a los
habitantes” Const. Col. 1991, art. 49. Estos órdenes textuales son seguidos por más detalle aún.
45
Const. Col. 1991. art. 113.
46
Const. Col. 1991. art. 2.
47
Const. Col. 1991. art. 188.
48
Const. Col. 1991, art. 93.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 216
y D erechos H umanos
Por vía del derecho positivo la Corte Constitucional está facultada y obligada
a garantizar los DESC y velar por su progresiva implementación universal a
través de métodos jurisdiccionales. El equilibrio de poder es destacadamente
diferente en comparación con la Corte Suprema estadounidense.
49
Fajardo, Arturo y Luís Andrés (2007). “Contenido y alcance jurisprudencial del bloque de
constitucionalidad”, en: COLOMBIA 23, Univ. Sergio Arboleda. Bogotá (Colombia) 7 (13): 15-34,
julio-diciembre de 2007 ISSN 1657-8953 http://www.usergioarboleda.edu.co/civilizar/revista13/
Contenido%20y%20alcance%20jurisprudencial.pdf
50
Const. EE.UU. 1787, Art. III, sec.2; Art VI, sec. 2. Reid v. Covert, 354 U.S. 1 (1956).
U.S. v. Spanish Smack Paquete Habana, 189 U.S. 453 (1903), http://caselaw.lp.findlaw.com/scripts/
51
getcase.pl?court=us&vol=189&invol=453
217 A S P E C T O S H I S T Ó R I C O S D E L O S D E R E C H O S E C N O N Ó M I C O S , S O C I A L E S Y C U LT U R A L E S ( D E S C )
Mónica C. Yriart
El Capítulo I se denomina “Derechos Fundamentales”, y con una excepción
(artículo 25 sobre el trabajo) está dedicado, exclusivamente, a los clásicos
Derechos Civiles y Políticos. El Capítulo II, en cambio, se denomina “De
Derechos Económicos, Sociales, y Culturales” y la división deja abierta
la posibilidad de que estos son otra especie de los “fundamentales”. Es
más, el artículo 86 que establece la acción de tutela crea un procedimiento
“preferente y sumario por la protección inmediata de los derechos constitucionales
fundamentales” (negrilla añadida)52 y el artículo 85 nombra los DCP en el
Capítulo I con un artículo específico (dejando de lado su derecho al trabajo
en artículo 25) e indica que estos son de “aplicación inmediata”.
52
Const. Col. 1991, art. 86.
53
Corte Constitucional de la República de Colombia, Sentencia T-760/08, M.P.: Manuel José Cepeda.
54
Dice el Artículo 94: La enunciación de los derechos y garantías contenidos en la Constitución y
en los convenios internacionales vigentes, no debe entenderse como negación de otros que, siendo
inherentes a la persona humana, no figuren expresamente en ellos”. Const. Col. 1991, art. 94.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 218
y D erechos H umanos
“fundamental” a los DESC que se encuentran en Título II. De acuerdo con
este principio, un derecho adquiere carácter fundamental cuando de su
realización depende que cese la amenaza de derechos fundamentales como
la vida o la integridad física. La Corte ha usado este método, por ejemplo,
en casos involucrando las áreas de vivienda, seguridad social, y subsistencia
digna55. Sin embargo, el Magistrado Manuel José Cepeda ha indicado que
una muestra de este tipo de “conexidad” en el caso de los DESC no debe ser un
requisito rígido, ni que debe restar en las implicaciones presupuestarios de los
DESC. En la Sentencia T-760/08 escribe, “Hoy se muestra artificioso predicar la
exigencia de conexidad respecto de derechos fundamentales los cuales tienen
todos –unos más que otros– una connotación prestacional innegable”.
Colombia, Sentencia T-079/08 – Vivienda digna; Sentencia C-177/08 – Seguridad Social; y Sentencia
SU-079/08 –Subsistencia Digna.
56
Sentencia T-760/08, supra.
219 A S P E C T O S H I S T Ó R I C O S D E L O S D E R E C H O S E C N O N Ó M I C O S , S O C I A L E S Y C U LT U R A L E S ( D E S C )
Mónica C. Yriart
existe una “Ausencia de consenso sobre qué se entiende por “derecho
fundamental”, si es subjetivo, inalienable, de inmediata aplicación”.
57
Id.
58
Id.
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 220
y D erechos H umanos
de telefonía móvil y las instituciones educacionales, hospitales, hogares
geriátricos y centros similares.
Aplicación del Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, Observación
59
General 14, El derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud (artículo 12 del Pacto
221 A S P E C T O S H I S T Ó R I C O S D E L O S D E R E C H O S E C N O N Ó M I C O S , S O C I A L E S Y C U LT U R A L E S ( D E S C )
Mónica C. Yriart
Conclusión
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales), (22º período de sesiones, 2000), U.N.
Doc. E/C.12/2000/4 (2000). http://www1.umn.edu/humanrts/gencomm/epcomm14s.htm
M ulticulturalismo , I N T E R C U L T U R A L I D A D 222
y D erechos H umanos
no crean, por supuesto, un sistema perfectamente monista integrando los
planos domésticos e internacionales, y mantienen espacio para la soberanía,
el constitucionalismo y la flexibilidad.
Las preguntas que quedan para otro estudio tienen que ver con la relación
entre la Corte y las ramas electas y las agencias. La constitucionalización
de un amplio espectro de derechos sustantivos justiciables parece alterar
el equilibrio de poderes entre la rama judicial, la ejecutiva y legislativa.
Sin embrago, los instituciones políticas, tradicionalmente encargadas de la
materialización de los DESC, también son ajustadas con nuevas provisiones
constitucionales y cuentan con competencias propias. En el contexto de la
cooperación entre las ramas exigida por el artículo 113 de la Carta el reto es
confrontar las equivocaciones para buscar el equilibrio entre los tres poderes, y
lograr la realización de estos derechos tan importantes para el hombre actual.
Es una problemática que deben enfrentar todos los países para conseguir la
implementación sistemática de los DESC60.
Tal vez el contraste más pronunciado entre los sistemas colombiano y estado-
unidense es su diferencia en la necesidad de definir los DESC como premisa de
la democracia.
60
Vean por ejemplo, Christiansen, Eric C., Adjudicating Non-Justiciable Rights: Socio-economic rights and
the South African Constitucional Court (2007).
Este libro se terminó de imprimir
en los talleres gráficos de
ALVI IMPRESORES LTDA.
Tels.: 250 1584 - 544 6825
en el mes de diciembre de 2010.
AUTORES
UNIVERSIDAD LIBRE
DIEGO ACOSTA Rectoría Nacional
Cátedra Gerardo Molina
VÍCTOR DE CURREA-LUGO
AGUSTÍN LAO-MONTES
EDGAR NOVOA
FABIÁN SANABRIA
MÓNICA C. YRIART
Multiculturalismo
Interculturalidady
Derechos Humanos
Pablo Elías González Monguí
Coordinador
ISBN 958-8646-09-1
UNIVERSIDAD LIBRE
9 789 588 64 609 1
Rectoría Nacional
Cátedra Gerardo Molina