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UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS


CENTRO DE ESTUDIOS DE POSTGRADO
ESPECIALIZACIÓN EN DERECHO Y POLÍTICA INTERNACIONALES

La Guerra Asimétrica en las relaciones internacionales


contemporáneas

Trabajo Especial presentado para optar al Título de Especialista


en Derecho y Política Internacionales

Autor: LIC. ÍGBERT JOSÉ MARÍN CHAPARRO

Tutor: DR. FERNANDO FALCÓN VELOZ

CARACAS, ENERO DE 2009


UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS
CENTRO DE ESTUDIOS DE POSTGRADO
ESPECIALIZACIÓN EN DERECHO Y POLÍTICA INTERNACIONALES

La Guerra Asimétrica en las relaciones internacionales contemporáneas

Autor: Lic. Ígbert José Marín Chaparro


Tutor: Dr. Fernando Falcón Veloz
Fecha: enero 2009

RESUMEN

Después de la caída del muro de Berlín, la desaparición de la Unión


Soviética y otra serie de características del contexto mundial actual, la guerra ha
cambiado su forma clásica para mutar en lo que se conoce como guerra asimétrica;
sin embargo, este término y la forma de dirigir los nuevos conflictos aún no han sido
definidos con claridad. Por ello, la intención de esta investigación es el análisis del
fenómeno de la guerra asimétrica en el marco de las relaciones internacionales
contemporáneas. Con la finalidad de cumplir dicho propósito, se determinaron los
siguientes objetivos específicos: 1) Definir la guerra asimétrica a partir de su
naturaleza, así como los conceptos derivados que permitan comprender los
conflictos contemporáneos; 2) Describir la estrategia y la táctica en la guerra
asimétrica, a través de los autores y hechos de armas más importantes; y 3)
Describir la relación entre guerra asimétrica y las relaciones internacionales
contemporáneas. La investigación seleccionada corresponde al diseño documental
y al nivel descriptivo. La primera fase del trabajo se limitó al estudio del tema
netamente militar, mientras que la segunda abordó el tema de las relaciones
internacionales contemporáneas y el análisis del fenómeno bajo esta óptica. Por
último, se llegaron a las siguientes conclusiones: la guerra asimétrica es un tipo de
conflicto en el que los oponentes presentan serias diferencias en cuanto a múltiples
factores, siendo caracterizada por la explotación de las vulnerabilidades del más
fuerte y el quebranto de su moral. Para conducirla desde el punto de vista
estratégico y táctico, se requiere de una ideología centralizadora, la
internacionalización del conflicto, el uso de la estrategia indirecta, la fusión cívico
militar y la comprensión de que la victoria se obtiene quebrantando la voluntad de
lucha del enemigo. Finalmente, se determinó que las relaciones internacionales
contemporáneas, caracterizadas por la caída del bloque soviético, pobreza,
migraciones, nacionalismo, tribalismo y conflictos religiosos, entre otras
circunstancias; son el caldo de cultivo perfecto para el nacimiento y consolidación
de la guerra asimétrica como la mejor forma de combatir en la actualidad.

Descriptores: guerra, guerra asimétrica, relaciones internacionales.

ii
Dedicatoria:

A mi amada Patria, a quien juré defender hasta perder la vida; a la


Academia Militar de Venezuela, cuna de mis inquietudes y madre de mis
esperanzas; a la Promoción “Coronel Miguel Antonio Vásquez”, mis queridos
hermanos.

iii
Agradecimientos:

A Nelly e Igor, a quienes les debo todo.

A Igor José, Ignell e Igor Enrique; mi ejemplo y mi compromiso.

A Hugo Chávez, el jefe, el hombre, el amigo, el padre...

A Fernando Falcón, excelente tutor y guía intelectual, más que incondicional.

A Baileys, mi compañera del alma.

A Foly, mi ángel.

A los cadetes a quienes pude servir de instructor, por impulsarme sin saber a
mejorar cada día.

A la Academia Militar de Venezuela, el alma máter, mi inspiración.

A la Universidad Central de Venezuela, la casa que venció mis sombras.

A todos a quienes no logro nombrar, por haberme llevado al camino del


conocimiento.

iv
ÍNDICE

Pp.

Resumen ii
Dedicatoria iii
Agradecimiento Iv
Índice v

INTRODUCCIÓN 01

CAPÍTULO I: El problema 04

CAPÍTULO II: Naturaleza de la guerra asimétrica 15


Desarrollo histórico de la asimetría en la guerra 15
Naturaleza de la guerra asimétrica 38

CAPÍTULO III: Estrategia y táctica en la guerra asimétrica 50


Evolución de la estrategia y la táctica asimétrica 53
Política, estrategia y táctica en la guerra asimétrica 98

CAPÍTULO IV: La guerra asimétrica en las relaciones 102


internacionales contemporáneas

CONCLUSIONES 117

BIBLIOGRAFÍA 123

v
INTRODUCCIÓN

La guerra ha acompañado inexorablemente a la historia del hombre.


Desde la descripción de las Guerras Médicas por parte de Herodoto en los
nueve libros de la Historia, y la narración de las Guerras del Peloponeso por
parte de Tucídides; la humanidad ha reflejado su vida, transformación y
desarrollo a partir del conflicto armado.
Extenderse en la evolución de la guerra a través de la historia no es el
objetivo de esta investigación; sin embargo, es necesario hacer referencia a
esta ciencia como instrumento importante para el estudio de la guerra, así
como para el estudio de las relaciones internacionales. Es decir, a pesar de
que este trabajo no es una recopilación histórica exacta, trata de resumir las
distintas concepciones militares referentes a la guerra asimétrica, en el
transcurrir del tiempo. Se considera válida esta premisa, para lograr descifrar
con exactitud las condiciones y particularidades de la guerra en el presente
siglo.
La historia y la guerra han caminado juntas por los derroteros de la
evolución del hombre, desde la formación de los Estados. Sin embargo,
recientes acontecimientos han modificado la concepción que se tenía sobre
la guerra desde la firma de la paz de Westfalia en 1648. Las afirmaciones
dadas por la trinidad de Clausewitz, se ven en entredicho no sólo con la
transformación de la guerra regular en irregular, sino con la consolidación de
otra forma de combatir: la guerra asimétrica.
Este nuevo modelo de guerra, influye en la comunicación entre
Estados, en las relaciones internacionales y en el ciudadano común. Todos
ellos se ven afectados por la creatividad del hombre en conflicto.
En vista de las características que presentan las situaciones bélicas
que se libran actualmente en el planeta, esta investigación trata de definir
cómo la guerra asimétrica se corresponde con las relaciones internacionales
contemporáneas, particularmente después del 2001, año en el que la célula
terrorista mundial Al Qaeda, a través de un ataque sistemático, logró destruir
uno de los símbolos del poder estadounidense: las Torres Gemelas o del
World Trade Center.
Luego de efectuar una revisión somera de las circunstancias históricas
de las relaciones internacionales y del arte de la guerra, se definió que el
objetivo de este proyecto sería analizar el fenómeno de la guerra asimétrica,
en el marco de las relaciones internacionales contemporáneas.
Para tratar el tema, la investigación se dividió en cuatro capítulos: “El
Problema”, plantea y formula el mismo, determinando los objetivos que se
persiguen, la justificación, la importancia y las limitaciones que se
encontraron durante su desarrollo. Igualmente, se describe el marco
metodológico, clasificando la investigación, de acuerdo a los medios
utilizados, como documental; apoyándose en fuentes bibliográficas,
ensayos, periódicos, revistas y páginas de Internet. Así mismo, el nivel de la
investigación es descriptivo, detallando el objeto de estudio tal como es y
cómo logró evolucionar. Para reflejar las fuentes de la investigación, se
tomó el sistema de pie de página, asistido por la clasificación ISO-690 para
referir los detalles de las consultas.
El segundo capítulo, titulado “Naturaleza de la Guerra Asimétrica”,
define los distintos conceptos sobre ésta, la definición que se utilizó a lo largo
del trabajo, una clasificación sobre las teorías que la sustentan y la
explicación definitiva sobre su verdadera naturaleza. El tercero, denominado
“Estrategia y Táctica en la Guerra Asimétrica”, determina los conceptos de

2
estrategia y táctica, a la vez que analiza los ejemplos históricos de guerra
asimétrica; desde la petite guerre, pasando por Lawrence de Arabia, Nguyen
Giap, Mao Zedong y Ernesto “Ché” Guevara, hasta llegar a los conflictos
denominados las nuevas guerras. El cuarto capítulo se titula “La Guerra
Asimétrica en las Relaciones Internacionales Contemporáneas”; en éste, se
establece el concepto de relaciones internacionales que se tomó para la
investigación, se analizan las relaciones internacionales desde 1945 hasta
nuestros días, y se describe la relación entre ellas y la guerra asimétrica.
Finalmente, se presentan las conclusiones sobre el tema.
Por último, vale la pena agregar, que este trabajo simplemente abre
las puertas para una investigación seria sobre el tema de la guerra asimétrica
en Venezuela, mostrando por lo menos una vía para su estudio, a fin de
promover el desarrollo de un verdadero pensamiento militar nacional,
autóctono, adecuado a nuestra realidad territorial, política, económica y
social.

3
CAPÍTULO I
EL PROBLEMA

Desde el nacimiento de la especie homo sapiens, ésta se ha visto


obligada a combatir para poder sobrevivir. Si bien lo hizo en principio contra
otros animales para adquirir el alimento, luego atacó a individuos de su
misma especie; ya sea para usurpar territorio, obtener recursos o por
ambiciones personales. Efectivamente, varios autores consideran que la
guerra es una de las actividades más antiguas del hombre,1 mientras para
otros es una tragedia de la historia que no podamos liberarnos de ella.2 En
muchos casos, los grupos humanos primigenios escogían a sus líderes de
acuerdo a sus cualidades guerreras; por lo que el conflicto, el combate o las
situaciones bélicas, han sido cuestiones rutinarias en varias culturas. De
hecho, la misma esencia humana, su historia y su configuración
antropológica, han dado origen al conflicto.
Por ello, se puede afirmar que sería “imposible estudiar la historia de
la humanidad” desde la aparición de las sociedades o civilizaciones, sin
reconocer que la guerra está ligada íntimamente a ellas.3
Sin embargo, es sólo hasta la época de Ramsés II en Egipto, cuando
las hazañas bélicas empiezan a ser registradas, por medio de jeroglíficos
escritos en los murales de las construcciones más importantes. A través de
ellos, el mundo actual pudo conocer, entre otras, la batalla que libraron las
fuerzas del imperio contra los hititas en Qades, cerca del año 1296 a.C.,
convirtiéndose en la primera reseña escrita de un hecho de armas.

1 Creveld, Martin van. The art of war. Londres: Harper Collins Publishers, 2005. Smithsonian History of Warfare
John Keegan, Series Editor. p. 18.
2 Hooker, R.D. Beyond Vom Kriege: The character and conduct of the modern war. Parameters, Summer 2005.

Publicación del US Army War College, p.1.


3 Toynbee, Arnold. Guerra y civilización. Madrid: Alianza Editorial, 1976. p. 7.
Luego, son los griegos quienes aportan sus experiencias a través de
escritores como Herodoto, con su famosa obra Historias y sus nueve libros
(Clío, Euterpe, Talía, Mepómene, Terpsícore, Erato, Polimnia, Urania y
Calíope), que relatan las Guerras Médicas;4 y Tucídides con su Historia de la
Guerra del Peloponeso, en donde describe el enfrentamiento entre los
espartanos y atenienses por obtener el poder en la península griega.5
La misma influencia de las odas de Homero sobre las hazañas de
Ulises y la Guerra de Troya nos da una idea de la importancia de los
conflictos en las civilizaciones humanas. Alejandro Magno se crió
escuchando estas leyendas, soñando con ser el Aquiles que liberaría a toda
Grecia de la amenaza persa, encarnada en el rey Darío III. De esta forma,
con el ejército macedonio, logró aumentar la extensión de su imperio desde
el mar Egeo hasta el río Indo.
La guerra fue un tema vital para las primeras civilizaciones, quienes
aprendieron que a partir de ella, podían lograr su subsistencia. Los egipcios
y griegos fueron los primeros en teorizar, describir y estudiar el uso de la
violencia, para someter a un enemigo a la voluntad propia. La guerra se
convirtió en parte de la cultura, tanto así que grupos de hombres como los
espartanos, la consideraban una forma de vida.6
Con el tiempo, los métodos bélicos fueron modernizándose, junto al
adelanto en las demás actividades de las sociedades humanas. Es bien
sabido que muchos de los progresos tecnológicos de esta era y de las
anteriores, así como los pasos de una etapa a otra del desarrollo histórico, se
deben en gran medida a las investigaciones militares y a la creatividad del
hombre en conflicto. Debido a ello, la guerra es considerada

4 Herodoto. Los nueve libros de la Historia. 6ª edición. México: W.M. Jackson, Inc., 1973.
5 Tucídides. Historia de la Guerra del Peloponeso. Madrid: Editorial Gredos, 2000. Biblioteca Básica Gredos.
6 Para mayor información sobre la vida militar de los espartanos, véase Verner, Dominique et.al. Los grandes

cuerpos militares del pasado. Barcelona: Editorial ATE, 1980. Capítulo I: “En un principio fue Esparta…”

5
paradójicamente como un “factor de progreso”;7 aunque existan quienes
afirman que es “el obstáculo principal al progreso de las reformas”.8
En medio de esta evolución, las tácticas y armas han sufrido
modificaciones sustanciales que, necesariamente, repercuten en la forma de
hacer la guerra. No se podría comparar el uso de la caballería por parte de
los mongoles, con el uso de la caballería de Páez en las llanuras
venezolanas, el de la caballería aérea en el conflicto de Vietnam, o el de la
caballería mecanizada de la coalición, que se desplazó por el desierto para
derrotar a la Guardia Republicana iraquí en Kuwait. La invención de nuevas
armas, generalmente conduce al cambio en el empleo táctico de las tropas,
para obtener ventajas en el uso de éstas, simplificando la acción violenta,
minimizando muchas veces los recursos y el esfuerzo. ¿Quién se podría
imaginar a Atila con una división de tanques hunos? ¿Usaría las mismas
técnicas que utilizó para crear el terror en la Europa antigua?
Los descubrimientos militares no sólo modifican las concepciones de
la guerra, sino también las políticas, económicas y sociales. Por ejemplo, la
investigación derivada del proyecto Manhattan,9 dio origen a la estrategia de
disuasión nuclear, así como a la utilización de la fisión y fusión para obtener
energía limpia de uso civil.
En esta simbiosis, en la que los adelantos militares generan impacto
sobre las sociedades, y los progresos científicos para satisfacer necesidades
sociales o económicas generan cambios militares; también es importante
resaltar la interacción entre el desarrollo social o político y los cambios
inherentes al arte de hacer la guerra.

7 Bobbio, Norberto. Teoría general de la política. Madrid: Editorial Trotta, 2005. p. 549 y 562.
8 Pensamiento de Jean Jacques Rousseau sobre la guerra, en: Gallie, W.B. Filósofos de la paz y de la guerra.
México: Fondo de Cultura Económica, 1980, p. 44.
9 Proyecto financiado por los Estados Unidos de América, que finalmente dio como resultado la creación de la

bomba atómica.

6
Debido al carácter social y colectivo del hombre, éste se empezó a
organizar en tribus, clanes familiares y otra serie de agrupaciones que
derivaron en ciudades-estados, repúblicas, imperios, señoríos, reinados y
ducados, entre otros. Después de un largo proceso durante la Edad Media,
la acumulación del capital y el desarrollo del comercio, entre otras
circunstancias, originaron en Europa el nacimiento de lo que hoy conocemos
como el Estado moderno, a partir del siglo XV.10 Esta nueva institución,
modificó los combates judiciales de los señores feudales para convertir la
guerra en la lucha armada entre dos o más naciones.11
Este cambio político, fue consecuencia no sólo de múltiples factores
sociales, económicos y territoriales; sino también del cambio en la forma de
hacer la guerra, derivado del descubrimiento y posterior uso de la pólvora
con fines bélicos, lo que hizo cada vez más ineficaz el sistema defensivo
empleado durante el Medioevo, originando nuevos sistemas de armas (la
artillería y los arcabuces, por ejemplo), nuevas tácticas y nuevas técnicas,
que requerían la centralización del mando sobre los decisores políticos.12
Vistas estas consideraciones, se puede decir, como Clausewitz lo
afirmaba, que la guerra “no pertenece al campo de las artes y de las
ciencias, sino al de la existencia social”. 13 Así mismo, se puede afirmar que
en la práctica, adopta forma política14 y también un carácter económico.15
Ahora bien, en medio de estas observaciones, se podría aclarar
¿quién y cómo se estudia la guerra? Al principio, la guerra sólo fue
estudiada por los militares. De hecho, los griegos reunidos en la polis
consideraban el acto bélico como no-político, por la necesaria cadena de

10 Boersner, Demetrio. Relaciones Internacionales de América Latina. Caracas: Editorial Grijalbo, 2007. p. 44.
11 Borreguero Beltrán, Cristina. Diccionario de Historia Militar. Barcelona: Editorial Ariel, 2000, p. 166.
12 Ayala, Francisco. Introducción a las ciencias sociales. Madrid: Editorial Aguilar, 1955, pp. 192-203.
13 Clausewitz, Karl von. De la guerre. Paris: Editions de Minuit, 1955, p.145. En: Merle, Marcel. Sociología de

las relaciones internacionales. 2ª Edición. Madrid: Editorial Alianza, 1978, p. 38.


14 Cano Hevia, Luis. Introducción al estudio racional de la guerra. Madrid: Editora Nacional, 1961, p. 26.
15 Borrero, Francisco Luis. Política y guerra. Madrid: Instituto de Estudios Políticos, 1945, p. 55.

7
órdenes y obediencia que no permitía la discusión entre los ciudadanos.16 A
pesar de ello, la interrogante sobre el estudio de la guerra, se ha mantenido
vigente desde los pensadores antiguos hasta los actuales.
No es hasta la publicación de los escritos de Hobbes y Maquiavelo,
simultánea al nacimiento del Estado moderno, que la guerra se ha
enmarcado dentro del estudio político, dejando atrás las viejas concepciones.
Sin embargo, el punto de inflexión para considerar a la guerra como
parte de la política, es la publicación de la obra Vom Kriege de Clausewitz,
en donde se afirma rotundamente que: “la guerra es la continuación de la
política con otros medios”;17 aún más si adoptamos la consideración de
Weber al señalar que “es político un grupo dominante cuyas órdenes son
ejecutadas en un territorio dado por una organización administrativa que
dispone de la amenaza y puede recurrir a la violencia física”.18 De esta
forma, el estudio de la amenaza y de la violencia legítima, ya sea hacia el
interior del Estado para erradicar el estado de naturaleza de Hobbes, o hacia
el exterior para mantener la soberanía, forma parte de la política; por lo que
podemos circunscribir perfectamente a la guerra dentro de ella.
Mao afirmaba que “la guerra es la continuación de la política” y como
tal, la guerra es política.19 Otros autores señalan que la política da la misión
a la guerra y define al enemigo;20 así como se encarga de su dirección.21 No
en balde, el presidente francés Clemenceau se refería a la guerra como un
“asunto demasiado serio para ser abandonado en manos de los generales”.22

16 Arendt, Hannah. ¿Qué es la política? Barcelona: Ediciones Paidós, 1997. p. 109.


17 Clausewitz, Karl von. De la Guerra. Madrid: Editorial Ministerio de la Defensa Español, 2001.
18 Weber, Max. Economie et societé. París: Editorial Plon, 1971. En: Cot, Jean-Pierre y Jean-Pierre Mounter.

Sociología política. Barcelona: Editorial Blume, 1978. Colección Leviatán. p. 23.


19 Tsetung, Mao. Seis escritos militares del Presidente Mao Tsetung. Pekín: Ediciones en Lenguas Extranjeras,

1970. p. 278.
20Borrero, Francisco Luis. Política y … p. 47.
21 Cano Hevia, Luis. Introducción… p.44
22 Dixon, Norman. Sobre la psicología de la incompetencia militar. 3ª edición. Barcelona: Editorial Anagrama,

2001. p. 146

8
Dadas estas afirmaciones, queda claro que la guerra es parte de la
acción política, de la supervivencia de los Estados, del convivir del hombre y
de la misma naturaleza humana; aunque no sólo es la Política como ciencia,
la que se ha encargado de estudiar la guerra. En paralelo, ha sido objeto de
investigación por otras disciplinas como la Historia, el Derecho, la Sociología
y la Diplomacia.
Con el consecuente enfrentamiento entre dos voluntades, la guerra se
convirtió en una forma de comunicación entre Estados, quienes la
declaraban para dirimir sus diferencias, afectando sus relaciones, y en
general las relaciones internacionales. Es por ello que Duroselle afirma que
“incluso en plena paz, el espectro de la guerra siempre está presente en las
relaciones internacionales”.23 Borrero por su parte, considera que “el valor
de las relaciones internacionales aumenta durante la guerra”.24 Y por último,
Aron afirma que “toda política internacional implica un choque constante de
voluntades”.25
De esta forma, se podría plantear el hecho de que un cambio en la
guerra originaría cambios en las relaciones internacionales, y viceversa.
Retomamos el ejemplo clásico y característico de la disuasión nuclear, luego
del uso de la bomba atómica. Este hecho particular de la ciencia militar,
modificó las relaciones entre los Estados, sus cuotas de poder, su capacidad
de influir sobre otros e incluso, afectó su pensamiento político y sus
concepciones estratégicas.
Así mismo, y aumentando la retrospectiva, la Revolución Francesa no
sólo modificó el carácter de la guerra en su momento, al hacerla popular y
quebrar el sistema establecido para la creación de los ejércitos (nace la
“nación en armas”); sino que también originó cambios en el balance de

23 Duroselle, Jean-Baptiste. Todo imperio perecerá. México: Fondo de Cultura Económica, 1998. p. 301.
24 Borrero, Francisco Luis. Política y... p. 54.
25 Aron, Raymond. Paz y guerra entre las naciones. Madrid: Revista de Occidente, 1961. p.74

9
poder de Europa y en el trato entre los Estados que luego entraron en
conflicto.26
Citar ejemplos históricos que definan la relación entre la guerra y las
relaciones internacionales, se convertiría en una investigación demasiado
extensa, pues abarcaría más de veinticinco siglos, atendiendo a la afirmación
de que la Historia de la Guerra del Peloponeso, es “el primer análisis objetivo
de las relaciones internacionales”.27 Sin embargo, la actualidad nos ofrece
un ejemplo interesante de cambios militares que afectan enormemente a la
política internacional: la guerra asimétrica.
Ésta, aun cuando es de vieja data, no se estudia en profundidad sino a
partir de la década de los noventa, a raíz del aumento de la complejidad de
los distintos conflictos internacionales. Llamada en principio “guerra de baja
intensidad”, hoy, la guerra asimétrica es una preocupación fundamental de
los ejércitos y de los Estados poderosos, debido a que éstos pueden ser
vulnerables a pesar de su inmenso desarrollo tecnológico y su abundante
número de tropas.
La guerra asimétrica, que engloba a las distintas formas de lucha que
no se corresponden con la guerra clásica, ha modificado las relaciones
internacionales, particularmente después de la Guerra de los Balcanes y del
ataque a las torres del World Trade Center de New York, el 11 de septiembre
de 2001; ya que este hecho puso de manifiesto la vulnerabilidad de la mayor
potencia mundial, demostrando la posibilidad de lucha entre un Estado y un
grupo terrorista de alcance internacional.
Es así como en la actualidad, las naciones del mundo se ven inmersas
en un nuevo panorama bélico, en el que no sólo son los Estados quienes
poseen la hegemonía de la violencia, sino que la comparten junto a grupos

26 Rothenberg, Gunther E. The art of the warfare in the age of Napoleon. Bloomington: Indiana University Press,
1980. Cap. 4: The French Revolutionary Armies and their New Art of War. pp. 95-123.
27 Medina, Manuel. La teoría de las relaciones internacionales. Madrid: Seminarios y Ediciones, 1973, p. 29. En:

Barbé, Esther. Relaciones…

10
terroristas, organizaciones no gubernamentales, paramilitares e incluso,
empresas privadas.
En medio del apogeo de la guerra asimétrica, se podría preguntar si
ella se ha convertido en uno de esos “grandes miedos” que se transforman
en amenaza para las relaciones internacionales.28
Circunscritos en este contexto, en un mundo en el que los conflictos
militares se suceden a diario y forman parte de las columnas de casi todos
los periódicos del mundo, en el que el Estado ha perdido su vigencia y las
instituciones internacionales su credibilidad, en el que los conceptos de
seguridad varían y se adecúan a las necesidades actuales, en el que la lucha
por la religión y por el territorio sigue creando odio entre los humanos, en el
que el hambre y la miseria acechan a gran parte de la población mundial; es
necesario hacer una reflexión sobre el fenómeno de la guerra asimétrica y su
relación con las relaciones internacionales actuales.
En medio de esa reflexión, surge esta investigación con la obligación
de efectuar un estudio serio y sistemático de la guerra asimétrica, puesto que
la mayoría de los autores nacionales sólo se han encargado de crear
conceptos personales sobre el asunto, derivados de la observación de su
realidad, sin realizar el análisis histórico necesario para concebir una
verdadera idea del pensamiento militar actual. Así mismo, se pretende
demostrar la relación existente entre las relaciones internacionales
contemporáneas con la guerra asimétrica, como una forma de comunicación
entre los sujetos que se desenvuelven en el contexto internacional
contemporáneo.
Igualmente, se intenta crear una guía de estudio para los alumnos de
las distintas escuelas militares de formación de oficiales, particularmente
para atender a las cátedras relativas a Guerra de Resistencia; puesto que
hoy, estas instituciones presentan la problemática de no contar con trabajos

28 Merle, Marcel. Sociología de las relaciones internacionales. Segunda Edición. Madrid: Editorial Alianza, 1978.
p. 30.

11
que puedan convertirse en ejes de discusión y estudio para formar un
verdadero pensamiento militar, determinado por el cúmulo de conocimientos
y experiencias de los pensadores militares de todos los tiempos, así como de
los ejecutantes principales de las guerras asimétricas modernas. De igual
forma, esta investigación se convertiría en una visión concreta sobre la
realidad de las relaciones internacionales contemporáneas, bajo la óptica de
las nuevas guerras, pudiendo convertirse en texto de referencia para
aquellas asignaturas que cubren los contenidos relativos al uso de la
violencia en la política internacional.
Por otro lado, y en vista de la actual revisión que se hace del
pensamiento militar venezolano, es de suprema importancia el estudio
iniciado en este trabajo, relativo a los hechos de armas que pueden tener
conexión con la guerra asimétrica, para así crear principios y fundamentos
sobre las bases de la experiencia militar pasada; buscando de esta forma, el
uso de tácticas y estrategias que conlleven a la victoria en un conflicto de
esta naturaleza. Esto, de acuerdo a la nueva concepción del empleo de la
Fuerza Armada Nacional, ante las situaciones que se derivan del contexto
internacional y nacional que vive el país.
Este trabajo será de utilidad, no sólo para las instituciones castrenses,
sino también como un medio de unión entre la sociedad y la Fuerza Armada,
buscando a través del estudio, la fusión cívico-militar requerida para el
empleo efectivo de las tácticas y estrategias en la guerra asimétrica. De esta
forma, el análisis y discusión sobre los puntos que aquí se desarrollan, son
importantes para cumplir con la función propia de la Universidad, en la
búsqueda y creación del conocimiento.
En aras de satisfacer estas necesidades, esta investigación se plantea
como objetivo el análisis del fenómeno de la guerra asimétrica en el marco
de las relaciones internacionales contemporáneas.

12
Ahora bien, para el logro de dicho análisis, es preciso cumplir con los
siguientes objetivos específicos:
1. Definir la guerra asimétrica a partir de su naturaleza, así como los
conceptos derivados que permitan comprender los conflictos
contemporáneos.
2. Describir la estrategia y la táctica en la guerra asimétrica, a través de
los autores y hechos de armas más importantes.
3. Describir la relación entre guerra asimétrica y las relaciones
internacionales contemporáneas.
Teniendo como fin el cumplimiento de dichos objetivos, la
investigación seleccionada corresponde al diseño documental, debido a que
se utilizaron como fuentes de consulta: libros, revistas, ensayos, artículos de
periódicos y páginas de Internet. Así mismo, el nivel de investigación
corresponde al descriptivo, debido a que se determina el concepto, las
circunstancias y las características pasadas y actuales de la guerra
asimétrica, en referencia a las relaciones internacionales contemporáneas.29
Para reflejar las fuentes de la investigación, se tomó el sistema de pie
de página, asistido por la clasificación ISO-690 para referir los detalles de las
consultas; esto por considerarlo más cómodo para la lectura y para la
observación inmediata de la fuente sobre la que se trabajó. En este sentido,
considero de vital importancia las continuas apariciones de las notas al pie,
no sólo para determinar lo que realmente es creatividad y análisis del autor, y
lo tomado fiel o parcialmente de otros autores; sino también para hacer
algunas aclaratorias directas sobre el texto.
Una vez determinados el objetivo general y los objetivos específicos
de la investigación, se procedió a efectuar la búsqueda de fuentes para el
desarrollo del trabajo. En primer lugar, se realizó la exploración sobre el

29 El diseño y el nivel de la investigación se corresponden de acuerdo a lo establecido en UPEL. Manual de


trabajos de grado de especialización y maestría y tesis doctorales. Caracas: Fondo Editorial de la Universidad
Pedagógica Libertador, 2005.

13
tema netamente militar, el cual asistió particularmente en la elaboración de
los capítulos segundo y tercero. Luego, se hizo la investigación exhaustiva
sobre temas relativos a las relaciones internacionales contemporáneas.
Se utilizó la investigación en Internet, tratando de utilizar materiales
bajo el formato PDF, el cual asegura la reproducción fiel e íntegra de libros,
revistas, ensayos y artículos originales. Así mismo, se hizo una importante
exploración de materiales bibliográficos contemporáneos y antiguos, tratando
de mostrar una verdadera evolución dentro del pensamiento militar y el de
las relaciones internacionales.
Finalmente, se concatenaron los temas, para darle continuidad al
trabajo, sentido práctico y didáctico, y se redactaron la introducción y
conclusiones, la primera para presentar adecuadamente el tema; y la
segunda, para determinar los logros alcanzados de acuerdo a los objetivos
trazados al inicio de la investigación.

14
CAPÍTULO II
NATURALEZA DE LA GUERRA ASIMÉTRICA

Es bien conocido que la asimetría como tal, es una constante en los


enfrentamientos militares. Nunca dos bandos en una batalla han tenido el
mismo número de tropas y armas, ni dos Estados los mismos medios para
cumplir con sus objetivos; de hecho, se podría afirmar que la asimetría es
tan antigua como el fenómeno mismo de la guerra. Sin embargo, estas
diferencias pueden hacerse más resaltantes de acuerdo a las circunstancias,
y sobre estas asimetrías se crean nuevas tendencias políticas, estratégicas y
tácticas.
Es por ello que en este capítulo, se tratará de llegar a una
aproximación de definción sobre la guerra asimétrica, capaz de englobar
todas sus características; aclarando términos conexos y teorías similares;
para así delimitar el objeto de estudio. Así mismo, se definirá la naturaleza
propia de este tipo de guerra y sus diferencias con otras guerras. Para ello,
es necesario describir sus antecedentes, así como la forma en la que nace el
concepto.

Desarrollo histórico de la asimetría en la guerra

Una de las primeras fuentes que revela el uso de tácticas de guerra no


regular, es la utilizada por los bandoleros de Etolia contra la infantería griega
en el año 426 a.C. (descrita por Tucídides); así como el manejo, por parte de
Sertorio, de las fuerzas guerrilleras y contraguerrilleras romanas.1

1 En páginas posteriores se explicará el nacimiento del término “guerrilla” para comprender que en el contexto
clásico (romano y griego) era imposible el uso de la definición. Sin embargo, algunos escritores modernos lo
han utilizado para describir las operaciones militares llevadas por los bandoleros de Etolia y los romanos de
Igualmente, se registra la primera lucha utilizando medios irregulares en
China, cerca del 360 a.C., empleada por el Emperador Huang para derrotar a
su contrincante Tsi Yao.2
Sin embargo, la lucha regular clásica está suficientemente
documentada desde la organización espartana, la falange griega, las
campañas de Alejandro Magno, el cruce de los Alpes y el uso de la caballería
de Aníbal, la estrategia y la táctica de Escipión y Julio César, entre otros;
para dar paso a lo que se denominan guerras señoriales, que durante el
Medioevo, van a caracterizar a la organización feudal europea, supeditada al
sistema social y económico imperante.
El Renacimiento, trae consigo modificaciones en el pensamiento
político y, por ende, en el militar. Nicolás Maquiavelo, se convierte entonces
en el padre de la moderna concepción del poder estatal,3 elaborando
tratados que modifican la doctrina militar feudal, estimando particularmente
necesario el cambio del sistema de condottieros o condottieri, grupo de
mercenarios que luchaban a favor de Estados ricos que podían pagarles,4
por el de la milicia ciudadana, basándose en las operaciones militares
desarrolladas por Gonzalo Fernández de Córdoba, llamado el Gran Capitán,5
quien fue el director estratégico y táctico de las operaciones de Fernando el
Católico en la península italiana. Así mismo, se convirtió en uno de los
primeros jefes militares que utilizó tácticas no convencionales (una incipiente
guerrilla que en su tiempo se denominó “pequeña guerra” o uso de tropas
ligeras) para enfrentar al enemigo, a través de la dispersión de sus unidades

Sertorio. Tomado de ESE, Lecciones de Historia Militar. Tomo I. Madrid: Escuela Superior del Ejército de
Tierra, 1980, p. 47.
2China at war. Chungking, vol. II, No. 4, abril 1939, p. 8. En: Dixon, C. Aubrey y Otto Heilbrunn. Communist

guerilla warfare. New York: Frederick A. Praeger Publisher, 1955. p. 20.


3Citado de Luis Diez del Corral en: Escuela Superior del Ejército. Lecciones de Historia Militar. Madrid, Escuela

Superior del Ejército de Tierra, 1980. Tomo I, p.121.


4Kennedy, Paul. Auge y caída de las grandes potencias. Barcelona: Random House Mondadori, 2006.

Colección Debolsillo. pp. 54-55. Kennedy hace un estudio importante sobre la transformación del ejército
mercenario en ejércitos del Estado, particularmente por la necesidad financiera de los imperios.
5Escuela Superior del Ejército. Lecciones de Historia Militar. Tomo I. Madrid: ESET, 1980, p. 124.

16
contra las cerradas formaciones adversarias de piqueros suizos y el uso de
la fuerza a través de un ejército de profunda base social.6
Luego de la Paz de Westfalia, materializada en la firma de los tratados
de Münster y Osnabrück en 1648, se da inicio a una nueva era política en
Europa: el nacimiento y consolidación de los Estados – Naciones. La Edad
Moderna abre nuevas expectativas para el arte militar, siendo testigo del
alborear de los ejércitos permanentes a través de la conformación de los
tercios españoles, el uso de la movilidad por parte de Maurice de Nassau, la
escuela militar de Gustavo Adolfo de Suecia, la acción de choque de la
caballería de Oliver Cromwell en Inglaterra, y el orden oblicuo de Federico II
“El Grande” de Prusia.
A pesar de que todo esto ocurría en Europa, América se había
convertido en un nuevo tablero de operaciones militares: la resistencia de los
indígenas americanos en contra de los conquistadores españoles, ingleses,
franceses y portugueses; podría ser un ejemplo de lo que hoy conocemos
como una guerra asimétrica. Los batidores, especie de unidades móviles de
reconocimiento que operaban tras las líneas enemigas, eran utilizados por
los aborígenes norteamericanos para desconcertar a las milicias británicas.7
Por su parte, las tribus Caribe operaron en el norte de Sudamérica
desafiando a las fuerzas conquistadoras españolas, utilizando medios y
tácticas no esperadas por quienes dejaron en el sólo uso de las armas de
fuego, la clave de sus victorias. La sorpresa, las estratagemas, el empleo de
rápidos exploradores y de medios de comunicación no convencionales,
dispersaron la atención de los europeos y aumentaron las posibilidades de
resistencia de estas valerosas tribus.8 Sin embargo, la brutalidad de la
conquista y el esparcimiento insospechado de microorganismos letales,
condujo al apaciguamiento y reducción de las poblaciones indígenas, dando
paso al proceso de colonización.

6 ESE. Lecciones… pp. 133-144.


7 Millett, Allan y Peter Maslowski. Historia militar de los Estados Unidos. Madrid: Editorial San Martín, 1984.
8 Vargas Machuca, Bernardo. Milicia Indiana. Caracas: Biblioteca Ayacucho, 1994. pp. 4-9.

17
Mientras en Europa, la pólvora se había convertido en el principal
recurso militar, los aborígenes americanos dependieron del arco, la flecha, el
hacha, la lanza y otras armas artesanales, para poder defenderse de las
agresiones extranjeras. Es evidente entonces, el uso de la asimetría positiva
por los invasores y el de la asimetría negativa por parte de los indígenas;
quienes usaron la creatividad, la movilidad y el conocimiento del terreno para
organizar su defensa.
Luego de la colonización, América se convierte en la cuna de las
milicias ciudadanas, ya previstas por Maquiavelo. El territorio conquistado
empieza a poblarse de unidades militares formadas por los mismos
americanos, buscando unos un mejor status social y otros la conformación de
sistemas defensivos contra los ataques extranjeros (en el caso de los
españoles, defendiéndose de los ingleses, los corsarios y los piratas; en el
caso inglés, particularmente del ataque de las tribus guerreras
norteamericanas).
El proceso de independencia de los Estados Unidos es clave en la
consolidación del sistema de milicias para el combate. De hecho, la
formación posterior del Ejército Continental comandado por George
Washington, no disminuyó la importancia de las milicias estadounidenses
para enfrentar a las tropas de línea británicas durante la guerra de
independencia.9 Tal es el efecto de estas milicias, que el mismo Engels
elogia la forma de combatir dispersa, valiente y flexible de los milicianos
americanos en su guerra contra la Corona británica.10

9 Mollet y Maslowski. Historia militar…


10 Giap, Vo Nguyen. Armar a las masas revolucionarias. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 1975. p. 54.
Igualmente, se hace referencia a esta afirmación de Engels en Gallie, W.B. Filósofos de la... p. 137.

18
Así mismo, Hispanoamérica se convierte en cuna de las milicias,
gracias a la reforma del sistema militar colonial difundida por Carlos III y a la
participación del irlandés Alejandro O’Reilly en la activación de estos cuerpos
en Cuba, Puerto Rico, Venezuela y otras provincias.11
Paralelamente, en Europa, la organización para la defensa consistía
en grupos de defensa local o de guardia territorial, que adoptaron el título de
Home Guard en Inglaterra,12 Bürgergarden en Alemania y milicias urbanas y
guardacostas en la Francia del Ancien Régime.13 En cuanto a la concepción
y estudio de la guerra, ésta se dividía en Gran Táctica o Táctica Sublime y
Táctica Elemental, o también “gran guerra” y “pequeña guerra”.14 Esta última
es la que particularmente interesa a esta investigación, puesto que es el
antecedente de lo que hoy conocemos como “guerrilla”, que en la actualidad
es una de las formas de combatir asimétricamente ante un enemigo superior.
La “pequeña guerra” se definía como todas las formas de combate
indirectas que no se reconocían dentro de las reglas clásicas de
enfrentamiento de las tropas regulares. Podía comprender tanto a los
soldados regulares que se encargaban de ejecutar dichas operaciones, como
a la población civil que luchaba contra fuerzas de ocupación (llamados luego
partisanos). Tienen su origen en el siglo XVII, a partir de las experiencias de
la Guerra de los Treinta años,15 la Guerra de Sucesión española 16
y las
guerras libradas por Federico II de Prusia. En éstas, específicamente en la
Guerra de Sucesión austríaca, el Mariscal de Saxe en su obra Traité des
Légions, hace referencia a las tropas que el rey francés envío al frente en

11 Falcón, Fernando. El Cadete de los Valles de Aragua. Caracas: Universidad Central de Venezuela – Facultad
de Ciencias Jurídicas y Políticas, 2006. pp. 32-39. En la obra de Falcón se puede complementar el
nacimiento de las milicias en Venezuela y sus consecuencias durante la Primera República.
12 Ídem. p. 72.
13 Best, Geoffrey. Guerra y sociedad en la Europa revolucionaria, 1770-1870. Madrid: Ministerio de la Defensa,

1990. p. 21.
14 Falcón, Fernando. El Cadete… p. 72.
15 Conflictos bélicos que se llevaron a cabo en Europa desde 1618 hasta 1648, que culminan con la paz de

Westfalia.
16 Conflictos que discurrieron entre los años 1702 y 1714, que finalmente concluyeron con la implantación de la

dinastía Borbón en España.

19
Bohemia, Baviera y Westfalia, bien equipadas y completas; que a su regreso
de enfrentarse en “pequeñas guerras” estaban arruinadas y con grandes
pérdidas en soldados y oficiales. Este resultado se debió a que las tropas
de María Teresa de Habsburgo, particularmente los “Pandour croatas y los
Huszars magiares”, operaron independientemente en la vanguardia y los
flancos del ejército imperial, causando desorden en las tropas favorables a
Federico II.17
Así mismo, las memorias del Mariscal Antoine de Feuquières de 1736
describen un nuevo estilo de lucha partisana, basado en la improvisación y
creatividad. Igualmente, Guibert en su Essai Général de Tactique de 1773,
menciona las nuevas tácticas utilizadas por las tropas ligeras del rey Gustavo
y de Maurice de Nassau, como ejemplos del uso no convencional de las
fuerzas militares.18
El término “partisano” empezó entonces a utilizarse tanto para tropas
ligeras especiales, como para ciudadanos armados luchando contra su
opresor. Ambas tenían como fin principal golpear sensiblemente al enemigo
en sus puntos débiles, atormentarlo y destruirlo sin poner en riesgo las
fuerzas propias.19
Pero esta petite guerre se bautizó popularmente como “guerrilla”
durante la invasión de las tropas napoleónicas a la península ibérica, en
1808. La resistencia española, tanto de los grupos civiles como de los
militares, optó por modificar sus tácticas de guerra regular para utilizar
cuadrillas o partidas que se encargaron de desgastar material, humana y
moralmente a las tropas del Grand Armée. Las características más
importantes de estas facciones militares fueron: organización espontánea,
carácter no profesional, resistencia ante el invasor, autonomía táctica,

17 Falcón, Fernando. El Cadete… pp. 74-75.


18 Peschot, Bernard. La notion de petite guerre en France (XVIIIéme siècle). Disponible en: http://www.univ-
montp3.fr/esid/documents%20textes/Textes%20divers/Peschot_petite_guerre.pdf
19 Decker, Carl von. De la petite guerre selon l’espirit de la stratégie moderne. París, 1845. En: Peschot,

Bernard. La notion…

20
importancia del líder como ente unificador del pensamiento de la unidad,
libertad de movimientos gracias al conocimiento del terreno, acción en la
retaguardia enemiga, utilización de procedimientos no regulares de combate
y gran apoyo popular. La Junta Central, en 1809, ordena a las unidades
guerrilleras: evitar la subsistencia del enemigo, dificultar el mantenimiento de
su vida, destruir sus depósitos, fatigarlos con constantes escaramuzas,
eliminar su inteligencia a través de los rumores y, finalmente, hacerles todo el
mal posible.20 Uno de los logros más importantes de estos guerrilleros, lo
constituye el hecho de convertirse en los primeros en enfrentar a un ejército
moderno, utilizando tácticas irregulares.21
Paralelamente a los acontecimientos de la península, las milicias
hispanoamericanas iniciaron las guerras de independencia, que
posteriormente llevaron a la constitución de ejércitos bajo el mando de Simón
Bolívar, Antonio José de Sucre, José de San Martín, Bernardo O’Higgins y
otros ilustres próceres. De igual forma, las mismas tácticas utilizadas por los
guerrilleros españoles van a ser copiadas en América, pero contra sus tropas
de línea. El mismo Páez, en su autobiografía, llama “guerrillas” a sus fuerzas
en los llanos de Apure y Casanare, así como a las de Zaraza, los Monagas,
Miguel Antonio Vásquez y otros muchos oficiales del Ejército Libertador.22
Las fuerzas militares austriacas, a su vez, imitaron el ejemplo de las
guerrillas españolas para combatir a las fuerzas napoleónicas. Varios
generales prusianos apoyaron y estudiaron esta idea, lo que posteriormente
se convertirá en la semilla del trabajo de Clausewitz “De la guerra” (Vom

20 Martínez R, Enrique. La guerrilla y la guerra de independencia. Militaria, Revista de Cultura Militar. No.7.
Servicio de Publicaciones. Universidad Complutense de Madrid, 1995.
21 Schmitt, Carl. The theory of the partisan. Berlín: Duncker & Humblot, 1963. Traducido al inglés por la Michigan

State University Press, 2004. p. 4, p. 13 en la versión original.


22 Páez, José Antonio. Autobiografía del General José Antonio Páez. Caracas: Ediciones de Petróleos de

Venezuela, 1987. Reproducción facsimilar de la edición original existente en la Biblioteca del Congreso de los
EEUU, publicada por la Imprenta Hallet y Breen en New York, 1869.

21
Kriege) en el que la frase “la guerra es la continuación de la política”
constituye la síntesis de la teoría del partisano.23
Concluido el Congreso de Viena y firmado el Tratado de París, se crea
una especie de status quo en Europa. Las nuevas naciones americanas, por
su parte, inician guerras civiles en las que se van a seguir utilizando las
tácticas guerrilleras, pero no en forma asimétrica, puesto que los bandos
beligerantes utilizaban los mismos métodos.
No es hasta el siglo XX, cuando la humanidad logra observar los
grandes cambios ocurridos en las tácticas y técnicas de guerra, a través del
uso de armas automáticas que va a generar la guerra de posiciones del
frente occidental durante la Gran Guerra. El nacimiento del carro de
combate va a modificar este sistema, principalmente a través de la utilización
de la guerra relámpago alemana, en unión a la aviación militar.
Durante la Segunda Guerra Mundial del siglo XX, se utilizan
nuevamente las tácticas de guerra asimétrica (guerra de partisanos y guerra
de guerrillas) para lograr expulsar a los ejércitos invasores extranjeros. La
resistencia francesa, los partisanos yugoslavos dirigidos por Tito y las fuerzas
guerrilleras del Ejército Soviético, son ejemplos de ello. Igualmente, la
Revolución China de Mao, trae consigo un cambio en el pensamiento militar
occidental, con la teoría de guerra prolongada para resistir ante la invasión
imperial japonesa.
El fin del conflicto mundial no sólo dio la luz a la era atómica y a la
Guerra Fría, sino también a una serie de conflictos que se denominaron “de
baja intensidad”, correspondientes a los ocurridos en la descolonización
africana y en las guerras de liberación en Indochina. Particularmente dos
acontecimientos bélicos son importantes: la liberación de Argelia y la
liberación de Vietnam. Durante la segunda, las tácticas de guerra asimétrica
alcanzaron su cenit, puesto que una pequeña y pobre nación asiática, logró
derrotar a Francia y a los Estados Unidos de América, gracias a la dirigencia

23 Schmitt. The theory… p. 5.

22
política y estratégica de Ho Chi Minh, y al accionar estratégico y táctico del
General Vo Nguyen Giap.
Las guerrillas, sin embargo, se multiplicaron por el mundo,
especialmente en los países latinoamericanos y africanos, algunos para
continuar guerras intestinas, mientras que otras con el objetivo de tomar el
poder político. La Revolución Cubana bajo el mando de Fidel Castro y las
luchas del General Georgios Grivas en Chipre, son ejemplo de estas guerras.
La política estadounidense de ser policía del mundo, la ha hecho intervenir
militarmente en muchas de estas situaciones. Desde apoyar a la dictadura
de Batista en Cuba, invadir a República Dominicana, invadir Grenada o
cercar a Nicaragua y fomentar los llamados contras contra el gobierno
sandinista; hasta la incursión en Somalia. Ésta, principalmente, se puede
considerar como un punto de inflexión en cuanto a la utilización de técnicas
asimétricas contra los ejércitos de las potencias: los militares
estadounidenses no supieron actuar ante las fuerzas de Aidid y su tecnología
no les permitió controlar el clamor popular, ni mucho menos las técnicas no
convencionales de lucha.24
Otra intervención fallida por parte de los grandes ejércitos, se observó
en el conflicto en los Balcanes. Las fuerzas militares de la Organización del
Tratado del Atlántico Norte (OTAN), a pesar de sus profusas misiones aéreas
contra objetivos en tierra, no lograron desconcertar ni vencer la voluntad de
lucha de los serbios.
Los atentados contra las embajadas de los Estados Unidos en Nairobi
(Kenia) y Dar es Salaam (Tanzania) por parte del Al-Qaeda en 1998, el
ataque al metro de Tokio con gas sarín por parte del Aum Shinrikyo (o
Verdad Suprema Aum) en marzo de 1995,25 las actividades de terrorismo

24 Liang, Qiao y Wang Xiangsui. Unrestricted warfare. Pekín: PLA Literature and Arts Publishing House, 1999.
Disponible en: http://www.terrorism.com/documents/TRC-Analysis/unrestricted.pdf
25 Para ahondar información sobre las organizaciones y actividades terroristas véase: Falcón, Fernando y

Eduardo Iglesias. ¿Qué es el terrorismo? Caracas: Editorial Panapo, sf.

23
informático por la Falange Armed Forces italiana; son ejemplos de lo que
espera a las nuevas técnicas de guerra posnucleares.26
El atentado terrorista a las torres gemelas del World Trade Center el
11 de septiembre de 2001, constituyó la apertura de una nueva era para las
vulnerabilidades estadounidenses: terroristas de Al-Qaeda lograron destruir
blancos civiles en su propio territorio. La lucha contra el terrorismo mundial
ordenada por el presidente estadounidense George W. Bush, sólo generó
una invasión a Afganistán, que no cumplió con el objetivo de tomar prisionero
o asesinar a Osama bin Laden (a pesar de lograr el derrocamiento del
régimen talibán). Afganistán se convirtió, como lo había sido para los
soviéticos en la década pasada, en un tormento para las fuerzas de coalición
británicas y estadounidenses.
Bajo la misma bandera de la lucha contra el terrorismo, la Fuerza
Armada estadounidense invadió por segunda vez a Irak. Con la excusa de
buscar y desactivar armas de destrucción masiva, nucleares, biológicas y
químicas; las tropas de la misma coalición aún se mantienen luchando
contra una resistencia que tiene cegados sus sistemas de inteligencia,
minando así, poco a poco, la voluntad de lucha del combatiente y el apoyo
popular al hecho bélico.
Hoy, la guerra asimétrica sigue siendo la forma de contener la invasión
de los ejércitos poderosos sobre los débiles; siempre y cuando se cumpla
con las principales normas: la integración del ejército al pueblo en una sola
fuerza, así como la cohesión social, política e ideológica de la población.

Teorías sobre la guerra en función de la asimetría

Paralelo al concepto de guerra asimétrica, fluyen otros, unos más


antiguos, otros más novedosos; que pueden llegar a distorsionar al primero,
o a complementarlo en todo caso. Ellos derivan de tesis particulares de

26 Liang y Xiangsui. Unrestricted… pp. 10-33.

24
varios autores, sobre el estudio de los conflictos mundiales. Atendiendo a
esta situación, en virtud de aclarar las definiciones derivadas de la guerra
asimétrica, se explicará el nacimiento de términos como: guerra de cuarta
generación, la tercera ola, guerra de la cuarta época y guerra de baja
intensidad, entre otros.
El término “guerra de cuarta generación” fue acuñado por William Lind
y otros oficiales del Ejército y del Cuerpo de Infantería de Marina (marines)
de los Estados Unidos, en 1989; a través de la publicación del artículo The
changing face of war: into the fourth generation en la revista Marine Corps
Gazette, en octubre de ese año.27 En principio se basaron en las
innovaciones tecnológicas, pero luego, en vista de la propuesta de Martin
van Creveld en su libro Transformation of war y de Samuel Huntington en su
Choque de Civilizaciones; determinaron que la última generación (la cuarta)
tiene más un contenido ideológico que científico.28
Lind define entonces, las cuatro generaciones de la guerra de la
siguiente forma:
1ª Generación: se inicia con la Paz de Westfalia en 1648, a través de la cual
se originan los Estados – Naciones y el monopolio de ellos sobre la guerra.
La táctica utilizada era de líneas y columnas, con batallas formales en un
campo ordenado. La vistosidad de los uniformes de gala, el uso de los
grados, condecoraciones y del orden cerrado (a partir de su inclusión por
parte de Federico II de Prusia), son características principales de esta
generación. Tecnológicamente, se incorpora el uso de la pólvora y el fusil de
cañón liso. Finaliza alrededor de 1860, con el auge de la artillería como
arma decisiva en el combate.

27 Los datos sobre el artículo los describe el Coronel de Infantería de Marina española José Fojón, en su trabajo
Vigencia y limitaciones de la guerra de cuarta generación, para el Real Instituto Elcano de Estudios
Internacionales y Estratégicos, en el año 2005.
28 Bunker, Robert J. Generaciones, modos y épocas. Formas de guerra y revolución en los asuntos políticos y

militares. Airpower journal, Primer trimestre, 1997. Disponible en:


http://www.airpower.maxwell.af.mil/apjinternational/apj-s/primer97/bunker.html

25
2ª Generación: es desarrollada principalmente por el ejército francés durante
la Primera Guerra Mundial del siglo XX, buscando soluciones en el campo de
batalla a través del uso masivo de la potencia de fuego, siendo preferente la
utilización del tiro indirecto de gran calibre. Se puede describir mediante la
afirmación francesa: “la artillería conquista, la infantería ocupa”. Lind
asegura que en la actualidad, las fuerzas militares estadounidenses se
mantienen en esta generación, modificando el uso de la artillería por la
concentración del fuego proveniente de los ataques aéreos contra objetivos
en tierra.
3ª Generación: desarrollada por el Whermacht (ejército alemán) durante la
Segunda Guerra Mundial del siglo XX, a través del uso de la táctica
denominada blitzkrieg (guerra relámpago). La ejecución de operaciones
donde las divisiones panzer penetraban al enemigo como un guante de
acero, desarticulando y destruyendo su retaguardia, se convirtió en una
nueva forma de comportarse en el campo de batalla. Otra modificación en la
conducción del combate lo determina el cambio de la misma idiosincrasia
militar alemana, dándole prioridad al desarrollo de la iniciativa sobre la
obediencia, en contraposición a lo determinado en la guerra de segunda
generación.
4ª Generación: en este tipo de guerra, el Estado pierde el monopolio de la
violencia, retornando al mundo de las culturas sobre el que se basa la teoría
del “choque de las civilizaciones” de Huntington. Como ejemplo particular de
esta guerra, se tiene la invasión estadounidense a Afganistán, posterior al
ataque de las torres gemelas en septiembre de 2001. La lucha no era sólo
contra el régimen talibán, sino contra las células terroristas de Al-Qaeda en
ese país, así como la búsqueda de su líder Osama bin Laden. Hoy, luego de
varios años de hostilidades, la guerra de cuarta generación se mantiene a
favor de los terroristas, quienes incluso se han adjudicado otros dos

26
atentados de importancia mundial: el del tren de Madrid y el metro de
Londres.29
En esta generación de la guerra, el campo de batalla se amplía
enormemente, trasladándose a la totalidad de la sociedad enemiga;
haciendo que la línea entre la guerra y la paz no se logre determinar
completamente, así como los frentes de batalla (no identificables) y la
diferencia entre los civiles y las fuerzas militares (casi imperceptible).30 “De
ahora en adelante, los soldados no tendrán más el monopolio de la guerra”.31
En el análisis de van Creveld, se describe detalladamente cómo la
guerra de cuarta generación rompe con la tradicional “trinidad
clausewitziana” conformada por: la hostilidad en la población, la
incertidumbre y el azar en las fuerzas militares y el propósito en el gobierno;
que constituían los pilares de la guerra luego de la paz de Westfalia.32
Compartiendo la idea del pensador israelí, Fernando Thauby
considera que en las guerras asimétricas, la trinidad se rompe porque los
gobiernos pierden el factor pueblo y el factor ejército; degenerando en
conflictos con criterios emocionales que eliminan la racionalidad política
hasta modificar el empleo de la violencia necesaria por el de la máxima
posible, acercándose de esta forma al concepto de guerra absoluta.33
Así mismo, el propio van Creveld, en una entrevista ofrecida a
Newsweek en 1995, afirma que la lucha entre los Estados tiende a
convertirse en obsoleta (expone casos como Bosnia, Somalia, Angola,
Kurdistán, Líbano e incluso Río de Janeiro), para pasar a ser una lucha entre
otro tipo de organizaciones. Señala que las fuerzas militares serán

29La descripción de las cuatro generaciones de la guerra se encuentran en el artículo de William Lind
Comprendiendo la Guerra de Cuarta Generación, publicado por Military Review en español, en su edición de
enero – febrero de 2005.
30Fojón, José Enrique. Vigencia y limitaciones de la guerra de cuarta generación. Madrid: Real Instituto Elcano

de Estudios Internacionales y Estratégicos, 2005. p. 2. Disponible en:


http://www.realinstitutoelcano.org/analisis/916/916_Fojon.pdf
31 Liang, Qiao y Wang Xiangsui. Unrestricted… p. 46.
32 Fojón, José. Vigencia y…
33Thauby García, Fernando. Escenarios bélicos futuros. Disponible en:
http://www.revistamarina.cl/revistas/1996/4/thauby.pdf

27
lentamente desplazadas, así como el uso de inmensas cantidades de
armamento de alta tecnología.34
Por último, tanto van Creveld como la interpretación de su obra por
Fojón, concluyen en un punto de vital importancia: la separación de las
luchas armadas de las reglas convencionales y jurídicas vigentes. La guerra
de cuarta generación degenerará en la violación flagrante de las normas
establecidas por el derecho internacional humanitario y el derecho
internacional público; con el fin de obtener los objetivos planteados por los
beligerantes en función de disminuir la voluntad del contrario.
De acuerdo a esta afirmación, la tesis de la “guerra sin reglas”
elaborada por dos coroneles del Ejército de la República Popular China,
toma un auge impresionante, viendo con detenimiento el devenir de los
acontecimientos mundiales: los atentados contra las embajadas de los
Estados Unidos en Kenia y Tanzania, la crisis financiera asiática, y más
recientemente los atentados contra las torres gemelas, la estación de Atocha
en Madrid y el metro de Londres. Éstas son pruebas palpables de que los
límites entre paz y guerra, civil y soldado, son cada día más difusos, en un
mundo empeñado en la globalización y el desarrollo tecnológico, ante el
despertar de nuevas formas de guerra que no se circunscriben a las dictadas
por la humanidad desde la era de los faraones hasta hoy. Ambos concluyen
que el fin último de este tipo de guerra, deja de ser el simple hecho de usar
los medios para someter al oponente a la voluntad propia, para convertirse
en el uso de todos los medios (incluyendo el uso o no de las armas, del
poder militar o de medios que puedan o no causar bajas) para forzar al
enemigo a cumplir los intereses propios.35
Sin embargo, la tesis de Schmitt obedece a la necesidad de encuadrar
a los partisanos como combatientes de acuerdo al derecho internacional;
cosa que podría ocurrir, aunque las nuevas y destructoras técnicas de guerra

34 Entrevista a Martin van Creveld por Jeffrey Bartholet. Wars of the 21st Century. Newsweek, the international
newsmagazine. Vol. CXXV, No. 16, abril de 1995. p. 52.
35 Liang y Xiangsui, Unrestricted…. Cap. II. “The War God’s face has become indistinct”

28
asimétrica, como el terrorismo; hacen que la ley los considere delincuentes
más que combatientes.
Por su parte, los estadounidenses Alvin y Heidi Toffler, se encargaron
de publicar su tesis sobre la evolución de la guerra en el mundo, determinada
a través del desarrollo de los medios de producción, el nacimiento y caída de
las civilizaciones y otra serie de circunstancias, cuyo registro indica que a
través de la historia se reconocen tres distintas “olas” de violencia.36 En
efecto, los autores afirman que los cambios en las civilizaciones vienen
acompañados por olas de choque en forma de conflictos; tomando como
ejemplo, los intereses industriales entre las élites estadounidenses como
causa de su Guerra Civil.37
La primera ola se configuró a partir de los incipientes ejércitos griegos,
a través de cuerpos militares no profesionales, sin paga regular, que se
enfrentaban para complacer la voluntad de sus dirigentes utilizando el
combate cuerpo a cuerpo. Las legiones romanas, a pesar de encontrarse
cronológicamente en esta ola, se exceptúan por haber alcanzado un grado
mayor de profesionalización (podría exceptuarse también a la organización
38
militar espartana ). Esta ola se caracteriza porque el medio de producción
de riqueza a nivel mundial era el campo y los productos agropecuarios.
La segunda ola nace con los Estados – Nación, puesto que se
reconoció el fin de la guerra como político, a partir de lo cual, los ejércitos
empezaban a luchar por un ideal nacional, más que por la lealtad a sus
superiores. Posteriormente, la industrialización originó una serie de cambios
particulares, como la producción en masa, la estandarización de las armas y
el nacimiento de nuevas como la ametralladora, que se encargarán de
modificar las técnicas y tácticas adoptadas por los ejércitos hasta el
momento. El punto de mayor auge de esta ola, lo constituye el nacimiento

36 Esto a través de la publicación de su libro War and anti-war: Survival at the dawn of the 21st century en 1993.
37 Shin, David. La Guerra del futuro: vuelta a lo básico. Military Review edición en español, julio – agosto 2000.
38 Para ampliar esta opinión personal, se puede recurrir al libro Los Grandes Cuerpos Militares del Pasado. Cap.

I: “En un principio fue Esparta…” de Dominique Verner.

29
del arma atómica y la consecuente proliferación del armamento nuclear en el
mundo.
La tercera ola nace con el desarrollo inimaginable de la informática y
la tecnología. Ahora el combatiente puede ser sustituido por sistemas
cibernéticos; los virus informáticos, los satélites, los robots y los misiles
teledirigidos se convierten en las principales armas, dejando a un lado el
enfrentamiento físico entre humanos. Esta ola ha originado el estudio de lo
que actualmente se denomina la Revolución en los Asuntos Militares (RAM o
por sus siglas en inglés RMA, Revolution in Military Affairs).39 Liang y
Xiangsui, por su parte, afirman en su libro Unrestricted warfare, que la
revolución en la tecnología de las armas definitivamente precede a una
revolución en los asuntos militares.40
Esta percepción de los Toffler, ha sido acompañada por otra serie de
escritores militares, definiendo con más detalle lo que significa la RAM.
Elinor Sloan asegura que la RAM es una transformación radical de la
naturaleza de la guerra, como consecuencia de un acelerado progreso de la
tecnología, que inevitablemente repercute sobre la doctrina, las tácticas y las
armas utilizadas por los ejércitos actuales.41 Thomas Young, por su parte,
describe el campo de batalla moderno como una especie de masa de
comunicaciones que facilita la toma de decisiones, aumenta la presencia en
tiempo y espacio del comandante e incrementa la rapidez en la ejecución de
las operaciones y el comando y control.42
La RAM se ha dado a través de la historia en momentos precisos,
como al final de la Primera Guerra Mundial del siglo XX con la aparición del
carro de combate y a principios de la Segunda, con las operaciones bajo las

39 Bunker, Robert. Generaciones…


40 Liang y Xiangsui. Unrestricted …
41 Sloan, Elinor. Le Canadá et la révolution dans les affaires militaires: attitude actuelle et possibilités à venir.

Revue militaire canadiense, vol. 1, No. 3. En: Gagnon, Benoît. La révolution dans…
42 Para mayor detalle sobre el campo de batalla moderno utilizando la RAM, revisar el trabajo The revolution in

military affaires and coalition operations: problem areas and solutions de Thomas Young, presentado ante la
Academia de la Fuerza de Defensa Australiana. Disponible en:
http://www.ccmr.org/public/images/download/rma.pdf

30
tres dimensiones (aire, mar y tierra). La RAM actual se relaciona con el
nacimiento de tecnologías como el sistema de posicionamiento global (o
GPS, por sus siglas en inglés: Global Positioning System), el uso de
aeronaves invisibles al radar (stealth fighters), la utilización de sistemas de
comunicaciones que informan en directo los acontecimientos en el campo de
batalla a todos los niveles de decisión y la innovación constante en la
creación de sistemas de reconocimiento y de combate no tripulados; a
través de los cuales, el hombre se expone menos en el combate, dejando a
los artilugios cibernéticos el trabajo de buscar, reconocer y eliminar ciertos
enemigos.43 Tanto es así, que hoy por hoy, un “hacker” puede hacer el
trabajo de un ejército, y un grupo de ellos puede descontrolar y desactivar
sistemas de guerra de los países tecnológicamente desarrollados, como un
simple juego.44
Otra de las clasificaciones para la guerra asimétrica, la establece
Robert Bunker, junto al Dr. T. Lindsay Moore; quienes proponen en
contraposición, una nueva división de las formas de guerra, atendiendo a la
organización militar y a la fuente de energía para llevar a cabo el conflicto.
Así las divide en:
- Primera época: dominada por las unidades clásicas de Grecia y Roma,
representadas por la falange y la legión. Se explotaban las formas
humanas de energía y el principal sustento económico lo preveían los
esclavos.
- Segunda época: la energía es resultado de la explotación animal. Las
formas de guerra derivan de las formaciones de caballería medievales,
sustentadas bajo el sistema de economía feudal.

43 Ferro, Matías. ¿Qué entendemos por revolución en los asuntos militares? Buenos Aires: Centro Argentino de
Estudios Internacionales (CAEI), s.f. Disponible en: http://www.caei.com.ar/es/programas/dys/13.pdf
44 Sobre este tema, dedican varias páginas Liang y Xiangsui en Unrestricted warfare.

31
- Tercera época: en ella el paradigma de energía está basado en la
explotación de las máquinas. Sucede desde la conformación de
monarquías dinásticas, pasando por las guerras napoleónicas hasta
llegar al desarrollo de la guerra relámpago por parte de los alemanes. El
sistema económico que impulsa el desarrollo de las máquinas de guerra
es primero el mercantilismo, para ser desplazado posteriormente por el
capitalismo.
- Cuarta época: es la guerra posmoderna. Basada en el desarrollo de
tecnología avanzada, en primer lugar, y el uso de tácticas no
convencionales para los occidentales, en segundo. La segunda surge en
respuesta a la primera, puesto que a pesar de la existencia de armas de
precisión milimétrica y sistemas de reconocimiento satelital casi infalibles,
las zonas superpobladas de las grandes ciudades, con todo el caos social
derivado, hacen casi imposible el éxito en el uso de armas de este estilo.
El terrorismo y las guerras de baja intensidad son las principales
demostraciones de violencia en esta época, en la que el mundo se ha
convertido en un palacio de pobreza extrema. El sistema político tiende a
desvanecer la fortaleza del Estado – Nación, derivada del uso
internacional posterior a 1648.45
Paralelo a estas teorías, nacen los “conflictos de baja intensidad” o
“guerras de baja intensidad”, que según van Creveld, son términos
inventados por un oficial británico que dirigía el Colegio de Estado Mayor de
Camberley en 1967, como una definición teórica para las diversas
situaciones bélicas en la que los ejércitos de las grandes potencias
internacionales se veían diezmados por grupos armados, terroristas,
beligerantes o fuerzas armadas de Estados pequeños y débiles.46

45Bunker, Robert. Formas de guerra …


46Creveld, Martin van. The effectiveness of military power. Revista “Politique étrangère”, enero 2003. Disponible
en: http:// www.ifri.org/files/politique_etrangere/PE_1_2003_CREVELD_ENG.pdf

32
A principios de la década de los ochenta, particularmente con la
agresión estadounidense a Granada, se empezó a hablar con seriedad sobre
las guerras de baja intensidad. Para el Ejército de los Estados Unidos, un
conflicto de baja intensidad es una “confrontación político militar entre
Estados o grupos contendientes por debajo de la guerra convencional y por
encima de la competencia rutinaria y pacífica entre Estados”47.
Frecuentemente implica luchas por principios o ideologías, cubriendo el
espectro del uso de la fuerza desde la subversión hasta el empleo total del
ejército. Es sostenido a través de una combinación de medios: instrumentos
políticos, económicos, informativos y militares. Es decir, el uso de las
operaciones psicológicas, aún sin existir el acto de violencia como tal, es
parte del conflicto de baja intensidad. El Ejército estadounidense considera
que este tipo de conflicto está localizado en países del Tercer Mundo, pero
que puede conllevar implicaciones importantes para la seguridad regional y
global.
Un ejemplo de lo que las potencias consideran como conflicto de baja
intensidad, lo fue la intervención realizada por el Reino Unido en Sierra
Leona, en mayo de 2000. Durante esta operación, las lecciones más
relevantes aprendidas por los ingleses fueron: prepararse para lo inesperado,
no confiar solamente en la doctrina, enfocarse en el nivel operacional desde
el principio, tomar riesgos sin perder oportunidades y valorar las bases de
operaciones fuera de tierra firme. Para la conducción de esta operación, los
ingleses estudiaron el uso de medidas contrainsurgencia, tomadas de

47U.S. Army. Field Manual (FM) 100-20/Air Force Panphlet (AFP) 3-20. Military Operations in Low Intensity
Conflict. Headquarters Departments of the Army and Air Force. Washington, Disponible en:
http:www.adtdl.army.mil/adtdls.html. En: Benedicto, Rubén. Doctrinas militares imperiales: relaciones entre
concepciones militares y teoría imperial de Michael Hardt y Antonio Negri. Barcelona, Revista Athenea Digital
No. 11, primavera 2007, p. 273. Disponible en:
http://psicologiasocial.uab.es/athenea/index.php/atheneaDigital/article/viewFile/392/347

33
Charles Caldwell en su libro: Small Wars, Their Principles & Practices y de
T.E.Lawrence en su libro: Seven Pillars of Wisdom.48
En fin, se podría definir a los conflictos de baja intensidad, como todos
aquellos en los que las grandes potencias utilizan sus medios disponibles,
para someter bajo su voluntad, pequeños Estados, grupos beligerantes o
terroristas, minimizando sus pérdidas y disminuyendo notablemente el tiempo
utilizado para lograr sus objetivos, los que particularmente, deben ser
limitados.
Así mismo, existe el término de guerra irregular. Sin embargo, es
sumamente complicado dar un concepto claro sobre ésta. Se puede buscar
una definición utilizando su contraposición con el concepto de guerra regular,
entendiendo a esta última como aquella en la que se utilizan armas y
métodos convencionales, bajo los parámetros del Derecho Internacional
Humanitario y de las normas del Derecho Internacional Público. Siendo así,
la guerra irregular es aquella en la que se utilizan armas y métodos no
convencionales, sin apego a las normas derivadas del Derecho Internacional.
Sin embargo, esta definición sigue siendo bastante general.
Por otro lado, von der Heydte considera que la guerra irregular es
aquella que carece de todo lo que normalmente conlleva la guerra regular: no
se declara, no se usan uniformes ni rango, y tiene un arsenal militar
totalmente distinto al de la guerra regular. Así mismo, la describe como un
conflicto que se lleva a cabo con unidades pequeñas, donde el resultado final
no se decide en varias batallas, sino a partir de pequeñas operaciones como
“asaltos, actos de terrorismo y sabotaje, bombazos y otros ataques”; es
49
decir, es una “guerra desde la oscuridad”. Así mismo, destaca que la

48Dorman, Andrew. The British experience of low intensity conflict in Sierra Leone. Cork, Reino Unido: British
International Studies Association Conference, 2006.
49Heydte von der, Friedrich. La guerra irregular moderna, en la política de defensa y como fenómeno militar.

Washington: Executive Intelligence Review, 1988. p. xviii, 3.

34
guerra irregular se libra fuera de las convenciones generales de la guerra, en
donde no se aplican las leyes y normas creadas para la guerra regular.50
Por su parte, la doctrina oficial estadounidense, a partir del
Quadrennial Defense Review Report 2006, denomina a la guerra irregular
como aquella que tiene como objetivo atacar la credibilidad y legitimidad de
la autoridad política vigente, utilizando la aproximación indirecta y asimétrica,
a fin de erosionar el poder, influencia y voluntad del adversario. Así mismo,
la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en su NATO
Handbook for Coalition Operations (Land) 2004, sólo la menciona como una
forma de conflicto en la que una de las partes adopta métodos irregulares, a
través del uso de tropas no enlistadas formalmente en las Fuerzas Armadas
del Estado.51
Es importante destacar que la guerra irregular es un tipo de guerra y
no una manera de conducirla; aclarando que debe ser así porque una de las
partes emplea (con otros métodos) todo el poder que dispone para tratar de
debilitar las fuerzas físicas y psicológicas de su enemigo. 52
Von der Heydte considera que la guerra irregular se puede utilizar
antes de la guerra convencional para lograr desarticular y desgastar al
enemigo, en conjunto con la guerra regular, de acuerdo a la concepción de
defensa yugoslava; después de que las tropas regulares hayan sido
disminuidas y sólo quede el camino de la guerra irregular; o
deliberadamente como un tipo de guerra que se desea para lograr disminuir
las diferencias con el enemigo. En fin, la guerra irregular es más la guerra
del político que la del soldado.53
En 1999, dos coroneles del Ejército de la República Popular China
describieron en su trabajo, una nueva visión sobre la guerra moderna: Qiao
Liang y Wang Xiangsui. La llamaron “guerra sin restricciones”. Es una

50 Ídem. p. 9.
51 Shaver, Charles F. Irregular Warfare Special Study. Suffolk: US Joint Warfighting Center, 2006. Pp. II-2 al II-9.
52 Heydte von der, Friedrich. La guerra…. pp. 5-6.
53Hydte von der, Friedrich. La guerra… pp. 9-11.

35
guerra que va más allá de los límites conocidos por la guerra actual,
ampliando el conflicto desde el sabotaje económico hasta el sabotaje
electrónico. Al respecto, afirman que la guerra dejó de ser como
clásicamente se conocía, para adaptarse a nuevas formas que incluyen la
Internet, los medios de comunicación, las transacciones monetarias y
cualquier otra medida que influya negativamente sobre el enemigo.54
Entre los nuevos tipos de guerra que destacan, se pueden mencionar:
guerra financiera, guerra comercial, guerra en red, guerra de recursos, guerra
de inteligencia, guerra ecológica, guerra espacial, guerra antidrogas o guerra
mediática.55
En la última parte de su trabajo, se señalan los nuevos principios que
deben regir la guerra sin restricciones:
- Omnidireccionalidad; es decir, se deben considerar todos los factores
que puedan afectar al hecho bélico, ampliando el teatro de
operaciones a cualquier lugar en el que se pueda hacer daño al
enemigo.
- Sincronía, ya que las fuerzas conducen operaciones distintas en
lugares distintos al mismo tiempo.
- Objetivos limitados de acuerdo a los medios disponibles.
- Uso irrestricto de todos los medios disponibles, con lo que se podrán
delimitar los objetivos.
- Uso de la asimetría favorablemente; a través de guerrillas, terrorismo,
Internet o cualquier otra vía disponible.
- Consumo mínimo de los recursos disponibles, o en palabras de Mao,
conservación de las fuerzas propias.
- Coordinación multidimensional que trasciende el campo militar, hasta
la dirección centralizada de los objetivos y las operaciones bélicas no
militares.

54Liang, Qiao y Wang Xiangsui. Unrestricted warfare. Beijing: PLA Literature and Arts Publishing House, 1999.
pp. 132-163.
55 Ídem. pp. 132-163.

36
- Ajuste y control de todo el proceso, lo cual se lleva a cabo durante el
transcurso de la guerra, en todos los niveles; controlando, evaluando
y corrigiendo el progreso de toda la operación.56

La guerra sin restricciones responde a la necesidad de hacer frente a


la superioridad tecnológica evidente de los Estados Unidos, planteando un
esquema de guerra que incluya todos los medios disponibles, legales e
ilegales, para quebrar la voluntad del enemigo.
Por último, es importante considerar la tesis de la “guerra difusa”
planteada por Fablián Nievas, quien en principio la distingue y separa de la
guerra clásica o regular, para darle características especiales que ha venido
obteniendo, gracias a la mutación del contexto internacional. Dichas
características se resumen en: la figura del Estado colapsa, el teatro de la
guerra (espacio) se difumina, no hay inicio formal del conflicto, el cual tiende
a ser prolongado; la estrategia del más débil no busca el combate decisivo,
mientras la estrategia del más fuerte tiende a ser la aniquilación del enemigo;
la población civil sufre serias bajas al no estar definido quien es combatiente
y quien no (ejemplo: ataque a Fallujah), la atención en el conflicto se centra
sobre la inteligencia en vez de la logística y el uso de armas livianas e
improvisadas.57
De esta forma, el estudio de las teorías antes descritas, nos lleva a
una aproximación sobre la naturaleza de la guerra asimétrica, de acuerdo a
las particularidades de las relaciones internacionales contemporáneas.

56 Ídem. pp. 223-240.


57 Bonavena, Pablo y Fablián Nievas (ed). Aportes para una sociología de la guerra. Cap. 2 “De la guerra nítida
a la guerra difusa”. Buenos Aires: Proyecto Editorial, 2007. pp. 37-41.

37
.Naturaleza de la guerra asimétrica

Una vez definidos claramente los conceptos que han dado forma a la
definición global de Guerra Asimétrica, se describe la manera en la que se ha
desarrollado el material teórico relativo a dicho tipo de guerra.
En el mundo de hoy, se ha incrementado el número de conflictos que
utilizan fuerzas militares no regulares a través de guerrilleros, partisanos,
milicianos, terroristas, rebeldes o separatistas. En estos nuevos
enfrentamientos, la figura del Estado se desvanece, así como la de los
ejércitos regulares, que cada día se confunden más con las poblaciones
civiles. Martin van Creveld, afirma en este sentido, que la adaptación a las
nuevas tendencias, por parte de las fuerzas militares de los países más
desarrollados, es inversamente proporcional a su modernidad.58
En este orden de cosas, en el que se vive un proceso de
transformación constante, se inicia el estudio de la guerra asimétrica en
1989,59 a pesar de que Verstrynge asegura que el término empezó a tomar
auge a partir de 1993, simultáneamente al primer atentado terrorista al World
Trade Center y a la incursión fallida de los infantes de marina
estadounidenses en Mogadiscio, Somalia.60
Los Estados Unidos es el primer país donde el fenómeno comienza a
ser estudiado con detenimiento, por lo que la mayor parte de las
descripciones teóricas sobre la guerra asimétrica corresponde a trabajos
investigativos realizados por oficiales y expertos militares de ese país. Es en
1995, cuando la Fuerza Armada estadounidense empieza a utilizar el
término.61 En su momento, se trató el tema bajo visiones simplistas que sólo

58Benoist, Alain de. Repenser la guerre. Disponible en: http://foster.20megsfree.com/index_fr.htm


59Bolívar Ocampo, Alberto. “La era de los conflictos asimétricos”. Military Review, versión en español, enero –
febrero 2002. p. 46.
60Verstrynge, Jorge. La guerra periférica y el Islam revolucionario. Edición especial del Ejército de la República

Bolivariana de Venezuela. Caracas: El Viejo Topo, 2005.


61Con la publicación, en enero de ese año, del documento Joint Warfare of the Armed Forces of the United

States.

38
representaban el uso de fuerzas disímiles, como aviación contra ejército,
ejército contra armada y otras.62 Luego el término empezó a adquirir su
significado actual con la publicación del Report of the Quadrennial Defense
Review, donde se hace ver que el poder muy superior de las fuerzas militares
estadounidenses, podría tener como consecuencia el uso, por parte de sus
enemigos, de medios asimétricos contra sus propias fuerzas en el extranjero
o en su territorio.63 Ya en 1997, se inicia la discusión para modificar el
concepto primigenio, siendo el National Defense Panel (NDP) el primer ente
estatal estadounidense que llegó a la conclusión de que los potenciales
enemigos de su país podían utilizar otros medios para poder vencerlos, ya
sea atacando sus intereses, sus fuerzas o sus ciudadanos, atendiendo a sus
debilidades.64 En el mismo año, Paul Herman define a las guerras
asimétricas como las prácticas operacionales que niegan las ventajas y
explotan las vulnerabilidades del más fuerte, a través de enfrentamientos
indirectos.65
En 1998, el Teniente General Patrick Hughes, director de la Defense
Intelligence Agency para el momento, describió a la asimetría como una
nueva técnica de guerra, basada en el ataque al enemigo utilizando nuevos e
inesperados métodos, dirigidos a explotar sus debilidades. Los nuevos
mecanismos para su ejecución los define como: el terrorismo, la guerrilla y el
uso de armas de destrucción masiva.66

62Metz, Steven y Douglas Johnson. Asymmetry and US Military strategy: definition, background and strategic
concepts. Carlislie, Pennsylvania: Colegio de Guerra del Ejército de los EEUU, 2001. Disponible en:
http://www.au.af.mil/au/awc/awcgate/ssi/asymetry.pdf
63Esta afirmación también es tomada del trabajo de Metz y Johnson.
64National Defense Panel. Transforming defense: National Security in the 21st Century. Washington, 1997. En:

Metz y Johnson, Asymmetry…


65Herman, Jr., Paul. Asymmetric warfare: seizing the threat. Low Intensity Conflicts & Law Enforcement. Vol. 6,

1997. En: Bolívar O, “La era de los…”


66Hughes, Patrick. Global threats and challenges: the decades ahead. Washington, 1998. Disponible en:

http://armed-service.senate.gov/statemnt/1999/990202ph.pdf

39
Para el año 1999, la Joint Strategy Review publica el primer concepto
oficial de asimetría, definiéndola desde el punto de vista de los enemigos de
los Estados Unidos (es decir, bajo la óptica de la asimetría negativa), como la
explotación de las debilidades del más fuerte, utilizando métodos que difieren
significativamente de los convencionales. Según ellos, la asimetría busca un
impacto psicológico que afecta la iniciativa, la libertad de acción y la voluntad
enemigas; utilizando tácticas, armas y tecnologías no tradicionales; siendo
aplicable en los niveles estratégico, operacional y táctico, y en todo el
espectro de las operaciones militares.67
En el 2000, el documento Joint Vision 2020 publicado por el Joint
Chiefs of Staff, asegura en su análisis del contexto estratégico, que la
aproximación o propuesta asimétrica, es el peligro más serio que enfrenta los
Estados Unidos en un futuro inmediato, siendo evidenciado a través de
misiles balísticos de largo alcance u otras acciones en contra de los
ciudadanos y territorio estadounidenses.68
Se puede apreciar cómo, con el correr del tiempo y el devenir de
acontecimientos tales como la guerra del Golfo y los ataques terroristas a
nivel mundial; los Estados Unidos han ido transformando su concepto sobre
la guerra asimétrica. De estos acontecimientos, se deriva la inclusión de dos
aspectos fundamentales en el concepto de Kenneth McKenzie: obtener un
efecto desproporcionado y afectar la voluntad del más fuerte.69
El trabajo de Metz y Johnson, presentado ante el Instituto de Estudios
Estratégicos del Colegio de Guerra del Ejército de los Estados Unidos en
2001, define a la asimetría como la forma de actuar, organizar y pensar
diferente al oponente, con el fin de maximizar las ventajas propias, explotar
las debilidades del enemigo, obtener la iniciativa y aumentar la libertad de

67Joint Staff. Joint Strategy Review. Washington, 1999. Tomado del artículo de Metz y Johnson, Asymmetry…
68Joint Chiefs of Staff. Joint vision 2020. Washington, 2000. Disponible en:
http://www.dtic.mil/jointvision/jv2020a.pdf
69McKenzie, Jr., Kenneth. The revenge of the Melians: Asymmetric threat and the next QDR. Washington:

National Defense University, 2000. En: Bolívar O. “La era de los…”

40
acción. Así mismo, abre el compás sobre el uso de la asimetría, para
abarcar desde el plano político al táctico, ajustándola en tiempo como de
corta o larga duración, utilizándola incluso junto a los métodos
convencionales, para debilitar tanto la dimensión física como la psicológica
del oponente.70
Este concepto, engloba a la mayor parte de los otros, dando una idea
general y concreta sobre el verdadero fenómeno de la guerra asimétrica y su
real extensión.
De la misma forma, ambos investigadores, definen la asimetría de
acuerdo a sus dimensiones como positiva o negativa. La primera la
mantienen los Estados con ejércitos superiores en tecnología, logística,
moral y entrenamiento; mientras que la asimetría negativa corresponde a
aquellos ejércitos o grupos armados con poco personal, poca tecnología,
logística pírrica y bajo nivel de entrenamiento o moral. Así mismo,
determinan que la asimetría, de acuerdo al tiempo de aplicación, puede ser
corta o prolongada. En cuanto a la intención, puede actuarse
deliberadamente o por defecto. Asumen que la estrategia asimétrica puede
ser de bajo o alto riesgo, siendo la primera el uso de pequeñas unidades de
fuerzas especiales bien entrenadas, y la segunda, la utilización de métodos
terroristas. La asimetría puede verificarse en operaciones disgregadas o
integradas a la planificación militar convencional. Igualmente, afirman que la
asimetría puede ser material o psicológica.
Nuevamente, en su intento por estudiar el complejo concepto de
asimetría, Metz y Johnson aseguran que existen varias formas de asimetría:
- De método: Uso de distintos conceptos doctrinarios por parte del
enemigo, como por ejemplo, las actividades guerrilleras.

70 Metz y Johnson. Asymmetry … pp. 5-6.

41
- Tecnológica: De acuerdo a las características de las armas y apoyo de
cada uno de los contrincantes. Podríamos ver el caso de la más reciente
invasión a Irak, comparando la capacidad de los satélites de
reconocimiento estadounidenses, con los radares y observadores
adelantados iraquíes.
- De voluntad: Se refiere al entusiasmo de las tropas de cada uno de los
oponentes. Las fuerzas militares estadounidenses en Vietnam, sufrieron
la asimetría negativa de voluntad, ante las tropas del Vietcong y del
Ejército de Vietnam del Norte. En este punto es importante resaltar el
pensamiento de Sun Tzu, al determinar como el primer factor de la guerra
la influencia moral.71
- De organización: Corresponde a los distintos dispositivos militares que
logran la supremacía en el campo de batalla. Ejemplos pueden ser la
falange griega, los piqueros suizos, la nación en armas de los
revolucionarios franceses o la estructura de las divisiones panzer
alemanas en contraposición a las blindadas aliadas en mayo de 1940.
- De tiempo (o paciencia): Explica la relación existente entre el
cumplimiento de la misión y el tiempo disponible. La mayor parte de las
operaciones militares de los Estados Unidos en las últimas décadas, han
sido planificadas para una duración corta (en vista de las enseñanzas de
Vietnam), mientras que Mao, durante su guerra revolucionaria en China,
propuso la tesis de la guerra prolongada para desgastar a las fuerzas
imperiales japonesas, durante la Segunda Guerra Mundial del siglo XX.
En el 2003, Alain Joxe, director de la Escuela de Altos Estudios de las
Ciencias Sociales de Francia, en una entrevista ante la revista Les
Inrockuptibles, luego de hacer un estudio de la política y estrategia de los
Estados Unidos, llega a la conclusión de que la guerra asimétrica no es más
que la toma de conciencia por parte del imperio, de su vulnerabilidad ante
enemigos inferiores con tácticas y estrategias más creativas. Estas tácticas

71 Sun Tzu. El arte de la guerra. Caracas: Editorial Buchivacoa, 1999. p. 50.

42
son recogidas, según Joxe, bajo el término de terrorismo. Sin embargo, lo
que realmente reconoce como aplicación de las tácticas de guerra
asimétrica, son los combates en medios suburbanos, utilizados por las
masas populares contra sus opresores (expone el caso de Palestina e Israel
en la franja de Gaza).72
Por su parte, en el mismo año, el Coronel Ancker Clinton destacó que
la asimetría consiste en aumentar los niveles de incertidumbre y sorpresa,
utilizando mecanismos, medios y fines innovadores.73
Finalmente, Benoît Gagnon describe a la asimetría como el método
utilizado por los actores incapaces de afrontar de manera convencional a un
adversario más fuerte que él; asumiendo igualmente la clasificación de
asimetría positiva y negativa.74
A pesar de lo descrito y de la gran profusión que ha tenido la guerra
asimétrica dentro del nuevo contexto militar mundial, aún hoy, las principales
Fuerzas Armadas de los países del mundo no han logrado establecer una
definición exacta sobre la guerra asimétrica,75 y peor aún, no han logrado
aclarar su verdadera naturaleza.
Para iniciar el estudio de la naturaleza propia de la guerra asimétrica,
es necesario analizar el problema de la guerra en sí, y de la asimetría dentro
de ella, como tipo de guerra o como manera de conducirla. Así mismo, es
necesario hacer énfasis en que la naturaleza de la guerra ha cambiado
desde su forma clásica, y que esta mutación es la que ha generado la
dificultad en el análisis del fenómeno en la actualidad.76

72Entrevista a Alain Joxe. Imperio, guerra asimétrica y caos global. Íconos No. 17, Revista de FLACSO-
Ecuador, septiembre de 2003. p. 54. Disponible en: http://www.flacso.org.ec/docs/i17_joxe.pdf
73Clinton, Ancker. Doctrine for asymmetric warfare. Military Review, July – Agoust 2003. Disponible en:

http://www.au.af.mil/au/awc/awcgate/milreview/ancker.pdf
74 Gagnon, Benoît. La révolution dans les affaires terroristes. Journal of Military and Strategic Studies, 2004. Vol.

7. Disponible en: http://www.cdfai.org/PDF/Gagnon,%20Benoit-Paper.pdf


75Pomper, Stephen. Asymmetric: myth in US military doctrine. Tesis para obtener el título de Master en Ciencias

y Artes Militares, presentado ante el Colegio de Comando y Estado Mayor del Ejército de los Estados Unidos.
Disponible en: http://handle.dtic.mil/100.2/ADA428994
76 Bonavena, Pablo y Fablián Nievas (ed). Aportes para una sociología de la guerra. Cap. 2 “De la guerra nítida

a la guerra difusa”. Buenos Aires: Proyecto Editorial, 2007. pp. 26-28.

43
La naturaleza de la guerra, tomando la descripción de Clausewitz,
implica un conflicto en donde la fuerza es el medio, el objetivo es imponer la
voluntad propia al enemigo y el fin el desarme de éste.77 En ella existen
acciones recíprocas que teóricamente la llevan a una guerra absoluta, pero
que en la “guerra real” logran moderar la acción combativa de los
beligerantes.
Atendiendo a esta consideración, es la opinión particular que se
mantiene durante el resto del trabajo, que la guerra asimétrica debe ser
estudiada como un tipo de guerra, asumiendo la afirmación que al respecto
escribe Von der Hydte, referente a la guerra irregular: debe ser estudiada
como un tipo especial de guerra porque por lo menos uno de los beligerantes
emplea métodos con todo el poder que dispone, cuyo objetivo primordial es
agotar al enemigo de tal forma que su debilitamiento físico y particularmente
psicológico, ocasione el claro desvanecimiento de su voluntad militar y
política de actuar.78
Comprendida esta afirmación, es necesario describir la asimetría
dentro de la guerra. Ésta, como ya se ha referido, siempre ha existido en
todos los conflictos; ya sea por el número de personas que combaten en
ambos bandos, por los métodos que utilizan, los tipos de formaciones, las
armas de los combatientes, el terreno, la religión y cultura de cada uno de los
bandos o, simplemente, la capacidad estratégica y táctica de los líderes.
Ahora bien, en la guerra asimétrica, el hecho mismo de la asimetría
debe ser, en primer lugar, lo suficientemente notable como para pensar que
es prácticamente imposible enfrentar al enemigo bajo los métodos de la
guerra convencional. En este sentido, no contempla el uso de la guerra
regular para llegar a conquistar el objetivo previsto; lo que contradice el
pensamiento marxista guerrillero original, descrito entre otros por Ernesto
Guevara de la Serna, más conocido como el “Ché”, al afirmar que el triunfo

77 Clausewitz, Karl von. De la guerra. Buenos Aires: Editorial Astri, 2003. p. 18.
78 Hydte, von der Friederich. La guerra… pp. 4-5.

44
sólo lo logrará el ejército regular, así su nacimiento haya sido en el ejército
guerrillero.79
Por otro lado, Mao considera que la última fase de la guerra de
resistencia debe ser la contraofensiva propia contra la retirada estratégica del
enemigo; en la que las fuerzas que están rechazando al invasor, deben ser
superiores a las de éste. Es decir, la asimetría ha pasado en forma negativa
al enemigo.
Bajo la misma doctrina se mantuvieron los vietnamitas, dejando
prueba de ello en la batalla de Dien Bien Phu, en la que derrotan a los
franceses y ponen fin a la guerra de Indochina. Las fuerzas regulares
adoctrinadas y conformadas durante la guerra irregular; son las que
finalmente toman el poder.
Estos tres ejemplos de guerra, no definen en su totalidad las
características propias de la guerra asimétrica, a pesar de que sus
estrategias y tácticas son de vital estudio para entender el fenómeno.
Para ello, es necesario retomar el análisis de la naturaleza de la
guerra de Clausewitz, particularmente sobre las acciones que originan la
reciprocidad por parte de los bandos. En este sentido, el más débil, no va a
poder ejercer acciones lo suficientemente contundentes para lograr la derrota
del enemigo muy superior. En vista de ello, desplaza la línea de la guerra
calculada hacia la guerra absoluta, utilizando así en un esfuerzo máximo,
todos los medios disponibles para conseguir el objetivo de la guerra, que en
el caso asimétrico, deja de ser la imposición de la voluntad sobre el enemigo
o el desarme de éste, para convertirse en anular su voluntad de continuar
con la acción bélica. Es decir, no se logrará destruir a las fuerzas enemigas
superiores, pero se logrará la disminución de su voluntad de lucha a un
grado tal, que tanto sus fuerzas militares como sus fuerzas políticas decidan
retirarse del conflicto.

79 Guevara, Ernesto. La guerra de guerrillas. La Habana: Editorial Ocean Sur, 2006. p. 21.

45
La guerra asimétrica nunca se transforma en guerra regular, porque se
considera totalmente improbable lograr que la asimetría negativa pase al
bando contrario, ya sea por el apabullante poder económico y militar del
invasor, o por su influencia política en el sistema internacional. En la
actualidad ningún país latinoamericano, por ejemplo, puede enfrentarse
directamente a la capacidad bélica de los Estados Unidos, sin salir derrotado.
No solamente por el número de soldados o por su poder de fuego, sino
particularmente por la capacidad tecnológica del ejército estadounidense, en
el que las labores de reconocimiento, de inteligencia de combate y las
mismas operaciones tácticas, se simplifican y ejecutan con mayor precisión,
gracias a las capacidades de sus sistemas de armas, comunicaciones y
satélites.
En cambio, las fuerzas que se resisten a esta invasión deben utilizar el
conocimiento del terreno, la sorpresa, la ubicuidad, las acciones de sabotaje,
terrorismo y golpes de mano; sólo para minar la moral del enemigo, quien se
retirará finalmente, cuando los combatientes o su sociedad hayan perdido su
voluntad de lucha. En este sentido, es importante resaltar los hechos de la
Guerra de Vietnam, debido a que ésta sí es un vivo ejemplo de cómo
erosionar la capacidad de combate del enemigo en el terreno y desde sus
mismas bases políticas, económicas y sociales. La victoria vietnamita radica
no sólo en el uso de estrategias y tácticas de guerra asimétrica; sino
también en la labor política, en la visión de conjunto para demostrar a las
demás naciones que la invasión estadounidense era injusta, y fomentar en
los mismos ciudadanos norteamericanos el rechazo a la guerra y sus
consecuencias.
Para iniciar una guerra asimétrica, el potencial de poder de los
beligerantes debe ser sumamente distinto, tomando en cuenta los factores
derivados de la fórmula de Kline: capacidad militar, masa crítica (población y
territorio), capacidad económica, estrategia y voluntad. Si bien se puede
establecer un valor numérico para determinar el potencial de poder, la

46
fórmula se puede balancear a favor del más débil, a través del uso agresivo
de nuevas estrategias y el debilitamiento acelerado y progresivo de la
voluntad de combate del enemigo. Así mismo, es importante destacar que la
guerra asimétrica no sólo puede efectuarse entre Estados, sino también
entre un Estado y un grupo terrorista, o entre otros nuevos sujetos
involucrados en los conflictos bélicos modernos: grupos revolucionarios,
fuerzas guerrilleras, policías, tribus, empresas de mercenarios, entre otros.
Es por ello que, en vista de la notoria desventaja entre los
beligerantes, el más débil debe adoptar una aproximación indirecta, de
acuerdo al término acuñado y enfatizado por Lidell Hart, en donde no sólo la
destrucción del adversario significa la consecución de la victoria, sino que
ésta viene precedida por la dislocación del equilibrio psicológico y físico del
enemigo.80 Ahora bien, no sólo la aproximación indirecta es necesaria, sino
también el modelo de estrategia indirecta propuesto por Beaufre: explotación
de la mínima libertad de acción, obteniendo éxitos decisivos pese a la
limitación de los medios disponibles, no esperando sólo la victoria militar.81
De esa forma, se equilibran las cargas a favor del combatiente asimétrico,
aún cuando sus recursos sean infinitamente menores.
Así como cambia el concepto filosófico de la estrategia, también
cambia el concepto de la táctica. La guerra asimétrica tiene unas
características especiales que deben quebrar la concepción ordinaria de la
guerra: la inclusión profusa del pueblo en las actividades militares rompe el
concepto del ejército profesional; el uso del pueblo en armas que contrasta
notablemente con el empleo de la Fuerza Armada por los países
occidentales o las naciones desarrolladas. De hecho, la participación activa
de la población en la guerra asimétrica, es una condición indispensable para
obtener el éxito.82 Sólo las unidades de fuerzas especiales dentro de los
ejércitos regulares, han podido adoptar y copiar las formas de acción

80 Liddell Hart, Basil. Estrategia. Buenos Aires: Cïculo Militar, 1960. p. 34.
81 Beaufre, André. Introducción… pp.125-128.
82 Galula, David. La lucha contra la insurrección. Barcelona: Editorial Herder, 1965. p. 38.

47
derivadas de la guerra asimétrica, y son las más adecuadas para
combatirlas. Sin embargo, el hecho de ser unidades especializadas, no las
convierte en unidades lo suficientemente grandes en recursos y personal,
como para lograr combatir a todo un pueblo organizado para la guerra.
En fin, la guerra asimétrica, para verdaderamente serla, necesita una
serie de condiciones, de entre las cuales se pueden nombrar las más
importantes: uso de tácticas improvisadas, ajenas a la guerra convencional y
amparadas por la iniciativa; abandono parcial de las convenciones jurídicas
y religiosas; cambio de los paradigmas militares derivados de la guerra
regular, como por ejemplo: fusión entre la Fuerza Armada y el pueblo en
unidades de resistencia, cambio del objetivo de destruir o desarmar al
enemigo por minar su voluntad de lucha; aprovechamiento de todas las
vulnerabilidades del enemigo y conservación de las fuerzas propias.
Además de ello, es indispensable mantener una cohesión nacional política e
ideológica, capaz de generar el sacrificio necesario para impulsar la voluntad
y el apoyo popular necesarios para combatir al invasor en una lucha de larga
duración.
De las afirmaciones señaladas, se desprenden una serie de
características que se repiten en la mayoría de ellas: la asimetría es tan
antigua como el arte de la guerra, es muy amplia y abarca todo el espectro
de las operaciones militares, se demuestra a partir de la tecnología, cantidad,
medios, técnicas y tácticas; se puede contrastar entre los oponentes, busca
siempre la explotación de las debilidades del enemigo para afectar
principalmente la moral de sus tropas, utiliza la estrategia indirecta para el
cumplimiento de sus objetivos políticos, y emplea la iniciativa para recurrir a
cualquier táctica que genere la devastación física, moral y psicológica del
adversario.

48
A partir de dichos preceptos, se puede llegar a una aproximación de
lo que podría ser la definición teórica de la guerra: tipo de conflicto en el que
los oponentes pueden presentar serias diferencias en cuanto a número,
moral, cultura, medios disponibles, tecnología y/o tácticas; que se
caracteriza por la explotación de las vulnerabilidades del más fuerte y el uso
de la violencia con el fin de obtener y mantener la iniciativa, disminuir la
moral del enemigo y afectar su voluntad de lucha; maximizando la
83
conservación de las fuerzas propias.

83 Concepto personal que resume las diversas concepciones de la guerra asimétrica y será utilizado para el resto
de la investigación; aunque no llegue a convertirse en una definición formal, dado lo complicado y variante del
fenómeno.

49
CAPÍTULO III
ESTRATEGIA Y TÁCTICA EN LA GUERRA ASIMÉTRICA

En el presente capítulo, se enunciarán los conceptos de estrategia y


táctica, derivados de los usos más comunes y los autores más conocidos.
Luego de ello, se hará una síntesis de la evolución del pensamiento militar
referente al uso asimétrico de los recursos, haciendo un pasaje desde el
nacimiento del concepto de petite guerre en Francia, hasta los conflictos de
hoy. Finalmente, se hará un análisis para determinar las características
estratégicas y tácticas de este tipo de guerra.
En principio, se debe aclarar el concepto de estrategia. Como muchos
otros términos militares, la estrategia tiene definiciones diversas, de acuerdo
a las percepciones de los diversos autores. Etimológicamente deriva del
griego strategós, refiriéndose al arte de los generales, los conductores o los
jefes. La definición más antigua la considera como el “arte de reunir los
medios y estudiar las formas de conducir a un ejército hasta la presencia del
enemigo”.1
Clausewitz, en su obra “De la Guerra”, define a la estrategia como el
arte de emplear las batallas como medio para lograr el objetivo de la guerra.2
Posteriormente, el general alemán Moltke publicó un nuevo concepto: “la
adaptación práctica de los medios puestos a disposición de un general al
logro del objetivo fijado”.3

1Enciclopedia Hispánica. Volumen 6, Macropedia. Kentucky: Encyclopedia Britannica Publishers, Inc, 1993.
Artículo: Estrategia y tácticas militares. pp. 137-140.
2Clausewitz, Karl von. De la Guerra. Buenos Aires: Editorial Astri, 2003. p. 110.
3Liddell Hart, Basil Henry. Estrategia. Buenos Aires: Círculo Militar, 196. p. 528.
Ernesto Guevara, considera que la estrategia es el análisis de los
objetivos a lograr, considerando una situación militar total, y las formas
globales de alcanzar dichos objetivos.4
Así mismo, Von der Heydte define a la estrategia como “el arte de la
correcta demostración de poder” y a la estrategia militar como el arte de
lograr el objetivo político sin llegar a la guerra, “mediante la demostración del
poder militar”.5
Por su parte, Liddell Hart considera que la estrategia es el “arte de
distribuir y aplicar los medios militares de modo de cumplir con los fines de la
política”.6 El mariscal Foch advierte que la estrategia es “el juego abstracto
que resulta de la oposición de dos voluntades”, mientras que finalmente,
Beaufre define a la estrategia como “el arte de la dialéctica de las voluntades
que emplean la fuerza para resolver su conflicto”.7
Una vez definida la estrategia, es importante aclarar el concepto de
táctica. En este sentido, el diccionario de la Real Academia Española, la
define como el “arte de disponer, mover y emplear la fuerza bélica en el
combate”. Así mismo, el Diccionario de Historia Militar la define como el “arte
de dirigir una batalla adaptando y combinando, mediante la maniobra, la
acción de los diferentes medios de combate. La táctica constituye, con la
logística, la parte ejecutiva de la estrategia.”8 A su vez, Ernesto Guevara
define a la táctica como el “modo práctico de llevar a efecto los grandes
objetivos estratégicos”.9
Según la Enciclopedia Hispánica, la táctica es el conjunto de normas
que rigen la ejecución de las operaciones militares; es el arte de combatir
batallas, aproximarse al enemigo, disponer las tropas y ejecutar los

4 Guevara, Ernesto. La guerra de guerrillas. La Habana: Editorial Ocean Sur, 2006. p. 22.
5 Hydte, Friedrich von der. La guerra irregular moderna, en la política de defensa y como fenómeno militar.
Washington: Executive Intelligence Review, 1988. pp. 36-37.
6 Ídem. p. 531
7 Beaufre, André. Introducción a la estrategia. Madrid: Instituto de Estudios Políticos, 1965. Colección Estudios

Internacionales. p. 29.
8 Borreguero Beltrán, Cristina. Diccionario de… p. 325.
9 Guevara, Ernesto. La guerra… p. 26.

51
movimientos para atacar o defenderse. Encuentra su expresión en la
maniobra, moviendo unidades, empleando medios de combate y
coordinando acciones en un tiempo y espacio determinado. Se diferencia de
la estrategia operativa en que durante las acciones tácticas siempre se está
en contacto con el enemigo. Sus elementos esenciales son: el combatiente,
el armamento, el terreno y el ambiente. Las doctrinas tácticas están en
constante cambio, ya sea para adecuarse a nuevas situaciones, nuevos
escenarios, terrenos distintos o nuevas tecnologías.10
En el Reglamento Táctico Español, se recoge la definición del
Marqués del Duero sobre táctica: “arte de disponer, mover y emplear las
tropas sobre el campo de batalla con orden, rapidez y recíproca protección,
combinándolas entre sí con arreglo a la naturaleza de sus armas, y según las
condiciones del terreno y disposiciones del enemigo”.11 Paralelamente, el
General López Muñiz considera que la táctica es “el arte de ganar batallas”,
en contraposición a la estrategia, que es el “arte de ganar las guerras”.12
Liddell Hart considera a la táctica como una “aplicación de la
estrategia en un plano inferior”, o las medidas tomadas para controlar y tomar
las acciones directas en la lucha real.13 Y a su vez, Beaufre define a la
táctica como “el arte de emplear las armas en el combate para conseguir su
mejor rendimiento”.14
Una vez definidos los términos de estrategia y táctica, se puede
presentar una síntesis de la evolución de ambos conceptos, adecuados a la
guerra asimétrica. A pesar de que el término, como lo observamos en el
capítulo anterior, nace en la década pasada; la asimetría en la guerra y el
uso de estratagemas, tácticas y estrategias para confrontar a un enemigo
muy superior, no son nuevas en lo absoluto. Siendo así, a continuación se

10 Enciclopedia Hispánica… pp. 137-140.


11 Gran Enciclopedia Rialp. Madrid: Editorial Rialp, 1991. Artículo: Táctica Militar, por: J.M. Gárate Córdoba.
Disponible en: http://www.canalsocial.net/GER/ficha_GER.asp?id=12393&cat=varios
12 López Muñiz. Diccionario Enciclopédico de la Guerra. Madrid, 1958.
13 Liddell Hart, Basil Henry. Estrategia… p. 531.
14 Beaufre, André. Introducción... p. 29.

52
presenta un breve estudio histórico sobre el particular, unas veces mostrando
ejemplos vivos de acciones militares, otras destacando el pensamiento
político y militar de algunos autores sobre el tema.
Se toma como inicio la Francia del siglo XVIII, no porque con
anterioridad no se puedan observar casos en los que se usa la asimetría
negativa a favor (las guerras indígenas en América, por ejemplo); sino
porque a partir del estudio sistemático de la petite guerre y su uso en los
conflictos de la época, se va a evidenciar una constante transformación del
arte de la guerra, que va a derivar en los conflictos que vivimos en la
actualidad.

Evolución de la estrategia y la táctica asimétrica

A pesar de ser Feuquières, en 1736, el primero en llegar a una


definición sobre la lucha partisana,15 no es hasta 1756, cuando se publica
uno de los principales trabajos conocidos sobre la petite guerre. Su autor es
Thomas-Auguste de Grandmaison, quien lo titula “La pequeña guerra o el
tratado de servicio de las tropas en campaña” (el título del original en francés
es La petite guerre ou traité du service des troupes en campagne).
El trabajo se debe al estudio que hace Grandmaison ante el estado de
los soldados francesas al encontrarse con las tropas ligeras e irregulares de
la reina de Hungría en lugares como Bohemia, Alsacia y Baviera.
Nombrando ejemplos históricos, llega a la conclusión de que las tropas
ligeras, a través del tiempo, han contribuido a la victoria de los ejércitos
regulares atacando a los trenes logísticos del enemigo.
Deduce de su estudio, que la ventaja principal de operar con tropas
ligeras, es que exige al enemigo mantenerse alerta día y noche, fatigándolo
al verse obligado a redoblar la seguridad de sus marchas ante los ataques

15 Peschot, Bernard. La notion de petite guerre en France (XVIIIéme siècle). Disponible en: http://www.univ-
montp3.fr/esid/documents%20textes/Textes%20divers/Peschot_petite_guerre.pdf. p. 5. En este trabajo se
citan las Memorias del Mariscal Feuquière (sic).

53
imprevistos a sus convoyes y puestos de comando. Igualmente propone la
creación de un sistema defensivo francés a partir del uso de tropas ligeras,
que puedan disminuir las capacidades de las tropas regulares agresoras.
En sus detalles sobre la organización de las tropas, llega incluso a
sugerir la complexión física que deben tener los soldados, tanto de infantería
como de caballería. Llegando al mínimo detalle, se encarga de plantear la
eliminación de la espada para la infantería (manteniéndose sólo con el fusil y
la bayoneta). Recomienda además, el uso del mosquetón, las pistolas y el
sable recto para la caballería.
Concluye en su trabajo que las primordiales misiones de las tropas
ligeras en la incipiente petite guerre son: ataque del equipaje y de las líneas
de comunicaciones del enemigo (la logística en general), así como los
diferentes convoyes y marchas de movimientos de tropas, a fin de hostigarlos
y mantenerlos en un estado de alerta que origine fatiga en sus hombres.16
Por su parte, el Conde de la Roche en 1770, (anciano coronel de
dragones según sus escritos) publica en París su “Ensayo sobre la pequeña
guerra” (el título completo de la obra en francés es: Essai sur la petite guerre,
ou méthode de diriger les différentes opérations d’un Corps de deux mille
cinq cens hommes de troupes légères, dont mille seize cens d’Infanterie et
neuf cens de Cavalerie). Esta obra se convierte en uno de los primeros
escritos sobre la aplicación táctica de las unidades ligeras para
contraponerlas a las fuerzas regulares, a través del uso de la pequeña
guerra.
En primer lugar, de la Roche afirma que la unidad ligera debe estar
compuesta por dos mil quinientos (2500) hombres, divididos en: mil
seiscientos (1600) de infantería y novecientos (900) de caballería. Luego, se
encarga de diferenciar los principios de la guerra regular de los aplicados en

16 Grandmaison, Thomas-Auguste. La petite guerreo u traité des troupes en campaigne. Original de 1756.
Disponible en: http://www.stratisc.org/micro_Grandmaison%20CB_tdm.html

54
la petite guerre, los cuales dependen principalmente de las circunstancias y
de la posición en que se encuentran las tropas.
Para el coronel francés, los objetivos de la pequeña guerra son:
observar e informar sobre las marchas del enemigo, acechar al enemigo en
todos sus movimientos, derrotándolo si es posible, o por lo menos
suspendiendo sus operaciones; interceptar sus convoyes y sus correos y
detener su apoyo logístico; sabiendo utilizar para el cumplimiento de sus
misiones, la inferioridad de hombres a favor, partiendo del “arte de las
estratagemas”.
Para la ejecución de operaciones bajo el concepto de petite guerre, la
inteligencia debe ser superior, para subsanar las dificultades de la desventaja
en número y para disminuir las posibilidades de que el enemigo logre utilizar
la sorpresa. El comandante y las tropas deben poseer características vitales
como: audacia, intrepidez, valor y conocimiento de los principios tácticos.
Define finalmente las principales misiones de las fuerzas ligeras como:
reconocimiento a través del movimiento constante, observación de las
marchas, posiciones y destacamentos enemigos; prestar seguridad al ejército
regular, construcción y conocimiento de rutas (incluso construcción y
destrucción de puentes, según las circunstancias del momento), escolta de
los convoyes, organización de emboscadas y, finalmente, secundar las
actividades del ejército.17
De la Roche concede especial importancia al aprovisionamiento del
enemigo (en especial la munición), dando la orden de contenerlo a través de
emboscadas y asaltos a los trenes logísticos (es decir que las tropas ligeras,
aplicando los principios de la pequeña guerra, podían operar en la
retaguardia enemiga para amenazarla e infringirle daños).

17 Se puede observar que de la Roche no da prioridad a las tropas ligeras sobre las regulares. Las primeras sólo
se encargan de auxiliar a las segundas y de preparar su camino.

55
Por último, dedica sendos capítulos al uso de las emboscadas y de las
marchas forzadas. Las primeras para desconcertar al ejército enemigo,
ocasionándole temor, más que daño físico; y las segundas para poder
aparecer en el momento y lugar oportunos, desafiando al enemigo en
condiciones ventajosas; así como para poder replegarse en operaciones
nocturnas o en presencia del enemigo (repliegues sin o con presión).18
Finalmente, es L.M. von Jeney 19 quien describe la organización de las
unidades de partisanos, los define y les confiere también misiones
específicas. Para von Jeney, el partisano es el oficial comandante de un
cuerpo propio o de un destacamento aislado del ejército regular. La misión
de dicho cuerpo o destacamento, es la de amenazar constantemente las
líneas de comunicaciones enemigas, efectuando emboscadas y acciones
sorpresivas que inquieten continuamente su tranquilidad. Igualmente, se le
confiere el cometido de efectuar reconocimientos sobre el terreno, el
enemigo y sus movimientos.
Para von Jeney, el partisano es el soldado más sacrificado y con
mayores problemas para abastecerse. Debe poseer mayores actitudes y
aptitudes para poder cumplir con sus difíciles tareas, que lo hacen operar
tanto de noche como de día, bajo rápidos movimientos que evitan entablar
combates decisivos con enemigos superiores.
Introduce la posibilidad creativa de organizarse de acuerdo a la misión
a cumplir y, finalmente, logra una descripción del comandante y soldado
partisano, dándole ciertas cualidades que lo deben diferenciar de cualquier
otro: imaginación fecunda, espíritu penetrante, intrepidez ante el peligro,
carácter incólume, memoria prodigiosa (para reconocer a todos sus hombres
incluso por el nombre), temperamento alerta e infatigable, sentimiento de

18 Las afirmaciones anteriores son tomadas de: De la Roche, Comte. Essai sur la petite guerre… París: Saillant
& Nyon, 1770. Disponible en: http://www.stratisc.org/pub_De%20la%20Roche_1_tdm.html (página del Instituto
de Historia Militar Comparada de la Comisión Francesa de Historia Militar). En especial de la introducción,
donde hace una síntesis importante sobre la pequeña guerra.
19La obra de von Jeney se titula Le partisan ou l’art de faire la petite guerre. Disponible en:
http://www.stratisc.org/micro_de%20JeneyCB_tdm.html

56
respeto y confianza por parte de sus subordinados y compañeros y, la
intuición para poder determinar a simple vista la acción requerida y
aplicarla.20
Estas consideraciones tomadas de Grandmaison, de la Roche y von
Jeney, referentes a la dirección y caracterización de la petite guerre durante
el siglo XVIII, son el preludio de las operaciones que se van a desarrollar en
España a partir del año 1808, con la invasión de las tropas napoleónicas y el
nacimiento de las guerrillas como método para atacar a un enemigo
asimétricamente muy superior. En este caso, el ejército francés sobrepasaba
con creces en número, calidad y cantidad al ejército español; quien tuvo que
desdoblarse, confundirse con el medio y sobrevivir utilizando las técnicas
guerrilleras, asumiendo con ayuda de los ingleses, una práctica similar a la
guerra popular.
Si bien es cierto que el término nace después de 1808, los españoles
lograron practicar técnicas semejantes teniendo como jefes a Viriato o
Pelayo, incluso contra los romanos, cuando aún estaban organizados bajo
ciudades celtíberas, demostrando gran capacidad defensiva a través de
ataques sorpresivos, preferiblemente nocturnos, dispersos y casi invisibles.21
Otro de los jefes que logró utilizar técnicas semejantes, fue Robert de
Bruce, en Escocia, batallando contra las fuerzas del rey inglés Eduardo;
quien se rehusó a combatir desde puntos fortificados, optando por una lucha
defensiva en las montañas y bosques, resistiendo a los ataques de las tropas
reales. Siguiendo este esquema, los españoles iniciaron una guerra de
guerrillas ante la invasión napoleónica. La Grande Armée era atacada en
movimiento, en caminos, en ciudades; hostigada constantemente por las
tropas españolas organizadas en pequeñas unidades, o por una combinación
de fuerzas regulares y guerrilleras, gracias al empleo táctico de la División

20Sobre la intuición o coup d’oeil y el genio militar, ver el artículo “Clausewitz y el genio militar” de Thomas Killion,
publicado en la Revista Military Review edición en español, de septiembre – octubre 1996.
21 Fuentes, Carlos. El espejo enterrado. México: Santillana Ediciones Generales, 2005. Colección Taurus de

bolsillo. pp. 49-110.

57
Ligera constituida por Wellington, para emboscar y desgastar a los
franceses.22
Inicialmente, estas unidades se describían como “partidas” y
“cuadrillas”, pero luego de culminada la liberación de la península española,
fueron conocidas formalmente con el término de guerrillas. Las unidades
guerrilleras estaban conformadas por paisanos o militares levantados en
armas, cuyas tácticas consistían en el constante hostigamiento del rival para
disminuir la efectividad de sus líneas de comunicaciones, así como en la
dispersión, para evitar combates con fuerzas superiores.23
El nacimiento de las guerrillas en España, se debió principalmente a la
incapacidad de hacer frente al inmenso ejército francés con la utilización de
los métodos regulares de guerra, dando origen a la “primera guerra total o
guerra popular prolongada en la historia contemporánea europea”.24
Los guerrilleros españoles fueron pioneros en la utilización del terreno
contra el enemigo, cambiando el modo francés, que al contrario, convenía en
la acertada colocación de las tropas en éste. Los supuestos estratégicos
utilizados por estas tropas irregulares fueron entre otros: lucha permanente
en la que puede intervenir cualquier rebelde contra las fuerzas invasoras,
desprecio por los criterios clásicos de lucha (conservación del terreno,
captura de banderas e insignias, entre otros), mantenimiento de la iniciativa,
combates fugaces en los que no se puede comprometer la integridad de la
unidad y destrucción de los recursos del enemigo a través de una guerra de
desgaste.25

22 Levy, Bert. Guerrilla warfare. Colorado: Paladin Press, 1967. pp. 23-30.
23Ossorio Crespo, Enrique. Breve historia de la Guerra de la Independencia. Fundación Dos de Mayo, Nación y
Libertad. Disponible en: http://www.fundaciondosdemayo.es/media/docs/relato03.pdf [Consulta: 07 de
diciembre de 2008, 14:54 hrs]
24 Martínez Laínez, Fernando. “Los guerrilleros, un puñal en la espalda de Napoleón”. Revista: La aventura de la

Historia. Madrid: Fundación Dos de Mayo Nación y Libertad, 2008. pp. 84-86.
25Martínez Ruíz, Enrique. “La guerrilla y la guerra de independencia”. Militaria, Revista de Cultura Militar. No.7.

Servicio de Publicaciones. Universidad Complutense de Madrid, 1995. pp. 69-72.

58
Las unidades guerrilleras se caracterizaron por poseer una
organización espontánea, dada por las condiciones propias de liderazgo de
ciertos jefes militares o civiles, o por la organización militar de las localidades
para resistir a los abusos de las tropas francesas. Así mismo, tenían un
carácter no profesional, puesto que estaban conformadas por paisanos sin
instrucción militar, o por militares cuyos cuerpos de encuadramiento habían
sido vencidos o dispersos. Tenían una gran autonomía táctica, debido a que
no obedecieron nunca a un comando superior, sino a un liderazgo personal,
lo que aumentó su libertad de movimiento e iniciativa, logrando de esta forma
aparecer y desaparecer a voluntad, hostigando la retaguardia enemiga y
perturbando su tren logístico.26
Los franceses veían con terror esta forma de lucha, definiéndola como
“una guerra de emboscadas incesantes, de asesinatos, de exterminio (…)
combates diarios: por todas partes asaltantes invisibles (…) sin dar nunca
tregua ni descanso (…) de día y de noche, en el recodo del camino y en la
cabecera de la cama”. (Memorias del Coronel Jean Marnier).27
Las guerrillas españolas se pueden clasificar, de acuerdo al número
de efectivos, en tres grandes grupos: el primero lo conforman las unidades
con gran número de tropas, similares en organización al ejército regular,
cuyos jefes alcanzaron gran renombre (por ejemplo: Juan Martín Díaz “El
Empecinado”, Espoz y Mina o el cura Merino); el segundo grupo está
constituido por guerrillas regionales, cuyo radio de acción se limitaba a una
localidad específica; y el tercero estaba conformado por pequeñas unidades
de guerrillas, que aparecían con frecuencia para actuar a través de golpes de
mano, y desaparecían cuando el principio de oportunidad se desvanecía.
Los líderes de estos grupos no fueron registrados en los anales de la historia,

26Ídem. p. 73.
27 Martínez Laínez, Fernando. “Los guerrilleros…” p. 87.

59
pero sus acciones contribuyeron con la desmoralización del ejército francés y
con la posterior retirada de los invasores de la península española.28
Los franceses aseguraban que los guerrilleros “surgen por todas
partes como enjambres y parecen dar muestra de mayor intrepidez conforme
transcurre el tiempo” (Conde de Laforest, embajador francés en España, julio
de 1810). Así mismo, aseveraban su carácter popular y letal, afirmando que
“la mayor parte de la población (…) participó en esa activa y obstinada
oposición que lanzó enemigos contra nosotros desde todas direcciones, lo
que nos agotaba mucho más que los enfrentamientos regulares” (Mariscal
Suchet). Por otra parte, la definían como un “ejército invisible [que] se
extendió sobre casi toda España, como una red de la cual no se escapaba
ningún soldado francés que se alejara por un momento de su columna” (Miot
de Mélito, edecán francés).29
Los guerrilleros españoles se encargaron de dificultar la vida de las
tropas galas en territorio íbero, destruyendo sus convoyes y depósitos,
evitando la continuidad del flujo logístico, hostigando sus líneas de
comunicaciones, desplegando campañas de rumores que afectaban la moral
enemiga, manteniendo a sus contrincantes en constante estado de alerta y
fatiga, atacando sin aviso y desapareciendo con rapidez, dispersando y
concentrando sus fuerzas a voluntad, para atacar con precisión los flancos
expuestos de su enemigo y utilizando la práctica de la “tierra quemada” para
negar a los franceses su avituallamiento en los campos hispanos. En fin, las
guerrillas, aún cuando por sí solas no hubiesen logrado el repliegue francés,
se constituyeron en el pilar fundamental de la resistencia y en la esperanza
del pueblo español en su guerra de liberación;30 obteniendo finalmente la
victoria e incluso, el reconocimiento del mismo Napoleón: “los españoles en

28
Martínez Ruíz, Enrique. “La guerrilla…”. p. 73.
29 Martínez Laínez, Fernando. “Los guerrilleros…” pp. 86-87.
30
Martínez Ruíz, Enrique. “La guerrilla…”. pp. 72-81.

60
masa se condujeron como un hombre de honor” (confesiones de Bonaparte a
su confidente Les Cases en Santa Elena).31
Así como en España la lucha guerrillera alcanzó un gran auge y
contribuyó enormemente con la liberación de la península de las tropas
francesas, en Hispanoamérica apoyó las acciones libradas por los ejércitos
libertadores contra las fuerzas realistas.
El ejemplo más resaltante del uso de las guerrillas lo conseguimos en
Venezuela, específicamente a través de las tropas dirigidas por el General
José Antonio Páez, a quien John Lynch califica como “impar jefe
guerrillero”;32 aunque no haya sido el único. Miranda en 1812, ordenó
destacar guerrillas en la zona de Puerto Cabello;33 Zaraza y Sedeño
operaron en el Alto Llano de Caracas, José Tadeo y José Gregorio Monagas
lo hicieron en las cercanías de Maturín.34 Piar, Mariño, los Sotillo y los
Infante también utilizaron tácticas guerrilleras en la lucha por la
independencia.35
El Libertador Simón Bolívar, en carta al General José Francisco
Bermúdez de fecha 10 de mayo de 1819, ordena a las guerrillas “entretener y
molestar” al enemigo;36 luego, en comunicado al mismo general, ordena
dejar pequeñas guerrillas en los lugares donde sea necesario,37 así como
“molestar al enemigo con guerrillas sobre sus líneas”.38 Finalmente, en el
Plan de Campaña de 1821, misiona al Coronel Reyes Vargas para organizar
fuerzas militares que cumplan con las siguientes observaciones: “no
presentarse al enemigo, puesto que el objeto esencial de él [de Reyes

31 Martínez Laínez, Fernando. “Los guerrilleros…” p. 87


32 Lynch, John. Las revoluciones hispanoamericanas 1808-1826. Barcelona: Editorial Ariel, 2001. p. 210.
33 Esteves González, Edgar. Batallas de Venezuela, 1810-1824. Caracas: El Nacional, 2004. p. 25.
34 Lecuna, Vicente. Bolívar y el arte militar. New York: The Colonial Press Inc, 1955. p. 71.
35 Rescaniere, Alejandro. Guerra de guerrillas, Campaña del General Horacio Ducharne en Oriente 1914-1915.

Caracas: Ávila Gráfica, 1951. p. 50.


36 Romero Mendoza, Serapio. Bermúdez. Caracas: Ediciones del Ministerio de la Defensa, 1993. p. 82
37 Carta del Libertador a Bermúdez del 26 de mayo de 1819, desde Mantecal. En: Romero Mendoza, Serapio.

Bermúdez… p. 88.
38 Carta del Libertador a Bermúdez del 13 de abril de 1820, desde San Cristóbal. En: Romero Mendoza, Serapio.

Bermúdez… p. 104.

61
Vargas] es distraerlo, hacerle destacar tropas, debilitarlo y batirlo (sic) sólo
las partidas que mande contra él, siempre que pueda destruirlas. En una
palabra obrará siempre en guerrilla”.39
Páez organizó sus tropas en Apure, y con ellas logró hacer frente a los
valerosos y entrenados soldados del general realista Pablo Morillo. Entre
otros de los pasajes relatados por el jefe llanero, se encuentra el empleo de
métodos de engaño para hostigar al enemigo y mantenerlo en incertidumbre.
Un ejemplo de ello fue el uso de cuatro caballos salvajes y unos cueros
secos para crear caos en el campamento realista. El general patriota refiere
que “al día siguiente no pudieron los españoles ponerse en marcha, y dos o
tres días se perdieron en poder reorganizarse”.40
Así mismo, describe el ataque constante de sus fuerzas al enemigo,
utilizando métodos irregulares: “en su retirada le seguían nuestras guerrillas
de caballería molestándole por el frente, los flancos y la retaguardia.
Diariamente le hacíamos prisioneros [a los españoles]”.41 O el empleo táctico
de la caballería en operaciones guerrilleras: “reconocer al enemigo a larga
distancia, descubrir su marcha, formar emboscadas, extenderse, dispersarse
y escurrirse por todas partes, caer sobre los bagajes, verlo y observarlo todo
y hacer al enemigo cuanto mal inventarse pueda”.42
Con respecto al sistema de guerra de guerrillas, Páez afirma que es el
más adecuado ante tropas veteranas, disciplinadas y bien entrenadas; sobre
este sistema asegura que “es y será siempre el que debe adoptarse contra
un ejército invasor en países como los nuestros donde sobra terreno y falta
población”.43

39 Romero Mendoza, Serapio. Bermúdez… p. 125.


40 Páez, José Antonio. Máximas de Napoleón sobre el arte de la guerra. Caracas: Ediciones del Ejército
Venezolano, 1989. p. 172.
41 Ídem. p. 172.
42 Ídem. pp. 182-183.
43 Páez, José Antonio. Autobiografía del General José Antonio Páez. Caracas: Ediciones de Petróleos de

Venezuela, 1987. Reproducción facsimilar de la edición original existente en la Biblioteca del Congreso de los
EEUU, publicada por la Imprenta Hallet y Breen en New York, 1869. p. 117.

62
El empleo de tácticas guerrilleras para confrontar a las tropas de
Morillo, se debió a ciertos aspectos propios de la guerra en Venezuela:
bosques, montañas, ríos y llanos que ofrecen protección ante un enemigo
superior; el patriotismo y valor de los soldados, el empleo de la lanza de
caballería y la movilidad.44
Ahora bien, no sólo fue en nuestra Guerra de Independencia en la que
se usaron las guerrillas. Desde 1830 hasta entrado ya el siglo XX, los
distintos movimientos conspirativos y las diferentes luchas intestinas que vive
Venezuela, ofrecen una amplia gama de combates que pueden enmarcarse
dentro de las tácticas guerrilleras.45 Incluso durante las décadas de los
sesenta y setenta, nuestro territorio es protagonista de intensos combates
entre las fuerzas guerrilleras de izquierda y las tropas regulares leales al
gobierno.
Sin embargo, sucesos anteriores a estas experiencias en Venezuela,
ofrecen al estudio del arte de la guerra, y en especial al estudio de la guerra
asimétrica, importantes fuentes de información, derivadas de las experiencias
en combate y del pensamiento lúcido de distintos personajes.
Ejemplo de ello es el oficial británico Thomas Edward Lawrence, quien
desarrolló en la península arábiga una de las primeras fuerzas guerrilleras
del siglo XX. Habiendo recibido la orden de asesorar a los árabes para
combatir a los turcos durante la Gran Guerra, se convenció de que las
fuerzas árabes no podían organizarse como las tropas regulares
occidentales, sino obedeciendo a una organización, tácticas y técnicas
distintas.46 De hecho, condenó la forma occidental de llevar los asuntos en la

44 Ídem. pp. 117-118.


45 Sobre las guerrillas durante el período de Gómez, puede consultarse: Rescaniere, Alejandro. Op. Cit.
46 Kalyanaraman, S. Conceptualitasions of guerrilla warfare. Revista “Strategic Analysis”, Vol. 27, No. 2, Abril-

Junio 2003. The Institute for Defence Studies and Analyses. pp. 175-176.

63
península, puesto que la dirección de una rebelión no es igual a la de una
guerra.47
Dentro de sus escritos, Lawrence consideraba que el estilo del
Mariscal Ferdinand Foch, en el que se debía buscar al ejército enemigo y a
su centro de poder, combatiéndolo en diversas batallas; no podía ser
copiado por los árabes, quienes no contaban con verdaderas tropas
regulares. Por lo tanto, estas fuerzas no podían entrar en una batalla
decisiva contra los turcos, por lo que debían seguir las indicaciones de
Maurice de Saxe: la guerra debía ganarse sin pelear batallas.48 Ya el príncipe
Feisal conocía esta circunstancia, por lo que más importante fue la
persuasión que la lucha.49
Así mismo, los árabes no lograban la victoria disminuyendo las fuerzas
turcas, sino expulsándolas de su territorio, por lo cual, el acoso, más que el
exterminio, era la táctica que debía privar sobre las otras.50
Su estudio sobre la nación árabe y sus condiciones militares, así como
el conocimiento sobre el terreno (el desierto) y sus características, lo hizo
llegar a una serie de conclusiones sobre la mejor forma de organizar y dirigir
a las tropas rebeldes. En principio, determinó que su actuación en masa no
era buena, por lo que aconsejó dividirlos en pequeños y móviles grupos. 51
En efecto, sabía que en una guerra irregular, una posición estacionaria era el
“preludio del desastre”.52 Luego, determinó que el despliegue de las tropas
debía ser el principio rector (para desbordar el frente y obtener ubicuidad),
anteponiendo la propaganda a la lucha misma.53

47 Lawrence, T.E. Los siete pilares de la sabiduría. Barcelona: Ediciones B, 2007. Colección Zeta Bolsillo. p.
200 Esta misma afirmación la hacen Galula y von der Heydte en sus respectivos trabajos, citados en la
referencia de este trabajo.
48 Lawrence, T.E. Encyclopedia Britannica. 14ª edición. London: Encyclopedia Britannica, 1929. Artículo:

“Guerrilla warfare”. Disponible en: www.bellum.nu


49 Lawrence, T.E. Los siete pilares… p. 242.
50 Ídem. pp. 266-267.
51 Lawrence, T.E. Los siete... p. 188. También hace referencia a la misma consideración con respecto al uso de

la masa por parte de los mamelucos, hecha por Napoleón.


52 Ídem. p. 89.
53 Ídem. p. 230.

64
Con respecto a ella, hace énfasis en su importancia para preparar el
espíritu de batalla propio, desgastar la voluntad moral del enemigo, avivar el
ánimo de la nación que apoyaba en la retaguardia, disminuir las esperanzas
de la nación enemiga y ganar adeptos en potencias internacionales y en
países neutrales. Estas características las distingue bajo el nombre de
diatética, que copia de Jenofonte, y que no es más que unir voluntades para
combatir y, en el mismo espíritu, unir voluntades para crear y consolidar una
Nación.54
Haciendo una meditación sobre la estrategia y la táctica, Lawrence
llega a la conclusión que la victoria se obtendría convirtiendo a las fuerzas
árabes en “una influencia, una idea, algo intangible, invulnerable, sin frente ni
retaguardia, que se extiende por todas partes como un gas”.55 De esta
forma, las fuerzas regulares turcas, plantadas en su defensa, no tendrían un
objetivo al que disparar con sus rifles.56
Así mismo, el bloqueo y destrucción del aparato logístico turco se
convertía en objetivo de importancia, puesto que dependían enormemente de
los materiales para hacer la guerra; a diferencia de los árabes, quienes
acostumbrados a su trajinar como beduinos, lograban subsistir en el desierto
en condiciones duras, y lograban acechar al enemigo con poco armamento
(incluso prescindieron de la artillería de campaña hasta la toma de
Damasco).57
Lawrence asegura que los árabes podían ser más débiles que los
turcos, excepto en un solo punto: ellos decidían qué era lo crítico. Desvirtúa
la guerra de contacto, cambiándola por una “guerra de distancias”,
ocultándose al enemigo en el vasto desierto, sólo apareciendo para atacar.
Este ataque no era contra un contingente de tropas, debía ser contra el

54 Ídem. pp. 272-273.


55 Ídem. p. 268.
56 Lawrence, T.E. The evolution of a revolt. Combat Studies Institute. Reimpreso del artículo original en el “Army

Quarterly and Defence Journal”, Devon, Reino Unido, octubre de 1920. p. 8.


57 Lawrence, T.E. Los siete… pp. 268-271.

65
material turco: sus trenes, sus cañones, sus municiones, vías de
comunicación y centros de abastecimiento; desarrollando el hábito de nunca
enzarzarse en combates decisivos. Ahora bien, para efectuar estos ataques,
era sumamente necesario contar con una “perfecta” inteligencia, a fin de
elaborar los planes con la certeza de encontrar al enemigo en situación
desfavorable.58
Otros autores consideran que las enseñanzas de Lawrence sobre la
guerra de guerrillas, se pueden simplificar en los siguientes preceptos: la
fuerza reside en la profundidad de acción y no en el frente, se debe ser más
débil que el enemigo, salvo en la extensión del terreno; y crear el máximo
desorden para preservar nuestro equilibrio.59
Sin duda, T.E. Lawrence, mejor conocido como “Lawrence de Arabia”,
no sólo demostró que cortar las líneas de comunicaciones del enemigo y
atacarlo con pequeñas unidades móviles eran principios esenciales para
obtener la victoria en una guerra de guerrillas, sino también la aplicación de
los principios del liderazgo para lograr unificar el ideario disperso de las tribus
árabes, quienes finalmente lucharon para conseguir un objetivo común.60 En
este sentido, escribió sus “27 artículos”, en donde demuestra claramente su
conocimiento sobre el trato, la conducta y la forma de hacerse obedecer y
querer por la población árabe.61
Finalmente, la tesis sobre la guerra de guerrillas de Lawrence es la
siguiente: se debe contar con una base inexpugnable o segura de los
ataques enemigos; quienes a su vez, deben poseer un ejército regular
reducido en comparación con el espacio, incapaz de dominar toda el área de
operaciones; se debe contar con simpatía mayoritaria en la población, las
fuerzas guerrilleras debían tener la “virtud del secreto y el autocontrol, y las

58 Ídem. pp. 270-272.


59 Ortega Gaytán, Jorge Antonio. La guerra irregular ¿un reto para la doctrina militar postmoderna? Revista
Military Review en español. Septiembre-Octubre 2003. pp. 61-63.
60 Sullivan, Michael. El liderazgo en la contrainsurgencia: la historia de dos líderes. Revista Military Review en

español. Enero-Febrero 2008. pp. 77-79.


61 Lawrence, T.E. The 27 articles. The Arab Bulletin, 27 de agosto de 1917.

66
cualidades de la rapidez, la resistencia y la independencia de suministros”;
debían ser ubicuas, contar con el equipo técnico necesario para paralizar las
comunicaciones enemigas, garantizar su propia movilidad, mantener su
propia seguridad (negando objetivos visibles al enemigo) y administrar a
favor el tiempo disponible.62
Luego de esta breve exposición del pensamiento y acción de
Lawrence en Arabia, se hace evidente la importancia de su estudio para
conocer a fondo el fenómeno de la guerra de guerrillas, así como para
entender los principios que deben regir el uso de las fuerzas en el desarrollo
de una guerra asimétrica.
Sin embargo, Lawrence es sólo uno de los protagonistas en el
pensamiento y acción de las guerrillas durante el siglo XX. Otros personajes
han estudiado, escrito y actuado en enfrentamientos irregulares durante este
período, dejando un legado importante, de estudio obligatorio para entender
el fenómeno de la guerra asimétrica.
Es indispensable para realizar este estudio, el análisis de las obras de
Mao Zedong, líder de la Revolución China y padre de la República Popular
China que hoy conocemos; quien durante la guerra revolucionaria contra el
Kuomintang y en medio de la guerra contra la invasión japonesa, estudia
ambos hechos y elabora una serie de trabajos y conferencias que resumen
su pensamiento militar.
En diciembre de 1936, escribe los “Problemas estratégicos de la
guerra revolucionaria china”, obra en la que da a conocer ante la Academia
del Ejército Rojo, su síntesis sobre el problema de la guerra: la conducción
estratégica y táctica depende del terreno y de las circunstancias propias del
conflicto, por lo que la guerra en China y la guerra revolucionaria en China
deben ser estudiadas de acuerdo a sus características especiales.63

62 Lawrence, T.E. The evolution… p. 22 y Lawrence, T.E. Los siete… p. 275.


63 Tsetung, Mao. Seis escritos militares del Presidente Mao Tsetung. Pekín: Ediciones en Lenguas Extranjeras,
1970. “Problemas estratégicos de la guerra revolucionaria china”. pp. 2-38.

67
Así mismo, considera que la guerra de guerrillas es sólo un auxiliar a
la guerra regular, brindándole apoyo hasta la posibilidad de pasar a una
guerra de movimientos. Sin embargo, no le resta importancia e incluso, la
analiza desde el punto de vista estratégico, como factor imprescindible en la
lucha de resistencia contra las fuerzas invasoras japonesas.64
Considera como principio fundamental de la guerra de guerrillas, y de
todas las guerras, el “conservar las fuerzas propias y destruir las del
enemigo”.65 De igual forma, analiza los seis problemas estratégicos en la
guerra de guerrillas con Japón: iniciativa, flexibilidad y planificación;
coordinación de la guerra de guerrillas con la guerra regular, creación de
bases de apoyo para mantener el tren logístico, organización de la defensa y
la ofensiva estratégicas, transformación de la guerra de guerrillas en una
guerra de movimientos y relaciones de mando para conducir este tipo de
guerra.66
Por otro lado, en medio de su análisis sobre la guerra de resistencia,
asegura que la orientación estratégica debe aplicarse: realizando campañas
ofensivas dentro de la guerra defensiva, sosteniendo campañas y combates
rápidos dentro de la guerra prolongada y conduciendo campañas en líneas
exteriores dentro de la guerra en líneas interiores.67 Es decir, mantener la
sorpresa, la iniciativa y el hostigamiento al enemigo son las directrices
estratégicas de una guerra de resistencia.
Posteriormente, a finales de mayo y principios de junio de 1938, Mao
dicta una serie de conferencias ante la Asociación para el Estudio de la
Guerra de Resistencia contra el Japón, de las que posteriormente se deriva
la tesis de la “guerra prolongada”.

64 Ídem. “Problemas estratégicos de la guerra de guerrillas contra el Japón”. pp. 141-202.


65
Ídem. p. 145.
66
Ídem. pp. 148-202.
67
Ídem. p. 149.

68
Mao define en su trabajo, varios elementos esenciales para ganar la
guerra de resistencia contra Japón: sentimiento de unión nacional, verificado
desde los partidos (comunista y nacionalista o Kuomintang), hasta las
fuerzas militares regulares, las fuerzas guerrilleras, los obreros, los
campesinos y la burguesía; en pocas palabras: cohesión del pueblo en el
plano nacional; mientras que en el internacional necesitaba el apoyo de la
Unión Soviética y la oposición de parte de la población y los soldados
japoneses a la guerra. El estudio de todos los factores de la guerra, en
especial la relatividad de las fuerzas, hace que Mao cree su visión propia de
lo que conocemos como “guerra prolongada”.
La línea estratégica de Mao para contener la invasión japonesa, fue
emplear la mayor parte de sus hombres en amplios e inestables frentes a
través de una guerra de movimientos que, usando la velocidad, concentraba
las fuerzas para atacar y las dispersaba para desarticular la ofensiva
enemiga. Los combates nunca deberían ser decisivos, para preservar los
recursos propios; de esta forma, sólo se llega al enfrentamiento cuando hay
seguridad plena de la victoria. Esta guerra de movimientos tiene como fin
minar la voluntad y capacidad combativa del enemigo.
De acuerdo a esta tesis, las etapas de la guerra prolongada son:
- Ofensiva estratégica del enemigo y defensa estratégica propia: En
esta etapa, la forma de lucha debería ser la guerra de movimientos y
la guerra de posiciones. El invasor se adentra en territorio propio, con
la consecuente necesidad de dejar tropas para la defensa y control de
los puntos críticos tomados. De esta forma, el frente enemigo se hace
más amplio y difícil de controlar.
- Consolidación estratégica del enemigo y preparación para la
contraofensiva propia: Al mermarse las condiciones económicas del
enemigo e iniciarse su agotamiento, se debe intensificar la lucha
guerrillera, particularmente contra su retaguardia. De esta forma se
contiene el avance y se continúa con el proceso de mermar la moral y

69
las condiciones físicas del agresor. De la misma manera, los golpes
de mano llevados a cabo por la guerrilla logran desarticular el aparato
logístico del oponente.
- Contraofensiva estratégica propia contra la retirada estratégica
del enemigo: En esta etapa, la guerra de guerrillas se convierte
nuevamente en auxiliar de la guerra de movimientos y guerra de
posiciones. Para pasar a la contraofensiva, la correlación de fuerzas
debe ser superior para las propias e inferior para las enemigas, las
cuales, bajo el ataque de las unidades propias, deberán replegarse.
Mao resalta enormemente la importancia de la organización de todas
las fuerzas, en especial las campesinas, en unidades guerrilleras. Debido a
las características propias chinas (gran extensión y población), la utilización
de cada habitante como soldado crea un ambiente hostil para el enemigo,
quien se ve cercado a través de un hostigamiento total.
La logística en la guerra prolongada, se procura en primera instancia
de los recursos propios y del enemigo, a través de los asaltos a sus
provisiones, incluyendo el armamento y la munición. Paralelamente, se
deben efectuar las diligencias correspondientes para apertrecharse a través
de ayuda extranjera.
Para conseguir la simpatía popular, e incluso la del enemigo (tanto
combatientes como ciudadanos), se debe explicar con detenimiento y
veracidad lo injusto de la invasión y de las acciones del agresor, en
contraposición a la justicia de la causa nacional. Esto se debe ejercer a
través del liderazgo político sobre las masas (Mao lo propone a través del
partido comunista), para asegurar la victoria en la guerra de resistencia.
Los principios generales se resumen en: Acrecentar las fortalezas
propias, disminuir nuestras debilidades, atacar las del enemigo y mermar sus
puntos favorables.

70
Más allá de todos los cálculos referentes a los factores que influyen
sobre los combates, Mao concluye que el factor decisivo en la guerra, lejos
de ser las armas, lo constituye el hombre, como ente ejecutor y creador.
La guerra prolongada se acorta mientras las fuerzas propias se
dediquen a desgastar al enemigo, material, física y moralmente; para ello se
debe: desarrollar y profundizar la guerra de guerrillas, ampliar el frente unido
nacional movilizando a todos los sectores del pueblo, desintegrar a las
fuerzas militares enemigas, ganándose a sus soldados, realizar propaganda
exterior para conseguir ayuda internacional y ganar el apoyo del mismo
pueblo enemigo.
Uno de los principios fundamentales de la guerra que se debe
mantener es el espíritu de la ofensiva. A través de su empleo constante, se
crea incertidumbre sobre el enemigo, que a su vez lo conduce a la confusión
y a la pérdida del buen juicio para la toma de decisiones.
Finalmente, Mao deja abierta la posibilidad de modificar su tesis con el
tiempo, afirmando que el comandante debe saber cuando y donde utilizar las
tácticas, así como cuando y donde debe variarlas para obtener la victoria.68
Sin embargo, los inicios de esta tesis militar se remontan al nacimiento
del comunismo. De hecho, los visionarios de este sistema son los mismos
que se encargaron de escribir sus primeras consideraciones militares: Karl
Marx y Frederick Engels.
Ya en 1849, Marx escribía que las naciones que buscaban su
liberación (normalmente más débiles), no debían adherirse a las reglas
convencionales de la guerra: levantamiento de las masas, prácticas
revolucionarias y grupos guerrilleros por todo el frente, son algunos de los
métodos para mantener la esperanza y vencer al adversario que lo supera en
número, armas, organización y equipos.69

68 La información referente a la tesis de Mao sobre la guerra prolongada, fue obtenida en: Tse-Tung, Mao.
Selección de escritos militares. Pekín: Ediciones en Lenguas Extranjeras, 1967. “Sobre la guerra prolongada”
pp. 207-296.
69 Marx, Karl. Neue Rheinische Zeitung. No. 161, 1º abril 1849. En: Dixon y Heilbrunn. Communist… p. 19.

71
De hecho, Engels y Marx son los primeros teóricos en estudiar la
organización militar del proletariado, sentando las bases de la guerra
nacionalista, de resistencia y comunista; bajo la consigna de armar a la
clase obrera, sustituyendo al ejército regular por el pueblo en armas. Engels
afirmaba que el pueblo armado, organizado y entrenado militarmente, sería
capaz de derrotar a los agresores en una guerra defensiva para preservar al
Estado socialista.70
Para confirmar sus ideas, luego de un profundo análisis de las
circunstancias, estrategia y táctica empleadas en la guerra civil
estadounidense; Marx y Engels llegan a la conclusión de que el mundo
estaba presenciando el nacimiento de una nueva guerra, en la que los
ejércitos regulares le daban paso a la formación de ejércitos de voluntarios.71
Por su parte, Vladimir Ilich Uliánov (Lenin) durante la revuelta rusa de
1905, escribió su complacencia ante el uso de la guerra partisana, puesto
que la capacidad para atacar al enemigo por todos sus flancos y
desaparecer, había demostrado una gran efectividad.72 De hecho, ya en el
poder, Lenin y el partido comunista ruso aplicaron las recomendaciones de
Marx y Engels y formularon la necesidad de la sustitución del ejército
burgués (regular) por el pueblo en armas a través de las milicias. De esa
forma, se lograba eliminar la posibilidad de que el ejército burgués llegara a
reprimir al proletariado en su proceso revolucionario.73 Debemos a Lenin
entonces, el reconocimiento de lo inevitable que debe ser la lucha para el
cumplimiento del fin revolucionario, así como la inclusión del partisano como
pieza esencial de este tipo de guerra (basado en el adoctrinamiento político
del partisano).74

70 Giap. Armar a las masas revolucionarias. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 1975. pp. 15-20
71 Engels, Frederick y Karl Marx. Writings on the North American Civil War. Moscow: Progress Publishers, 1964.
Marx and Engels Collected Works, Volume 19. “Lessons of the American War”.
72 Dixon, C. Aubrey y Otto Heilbrunn. Communist guerilla warfare. New York: Frederick A. Praeger Publisher,

1955, p. 23.
73 Giap. Armar a las masas… pp. 26-27.
74 Schmitt. The theory… p. 34.

72
En efecto, Lenin creía que el socialismo debía tomar cualquier forma
de lucha para poder conseguir sus objetivos. En este sentido, la guerra de
guerrillas era la mejor opción para defender la revolución, debido a su
característica de lucha popular.75
Ahora bien, estas enseñanzas son advertidas por los rusos durante la
Segunda Guerra Mundial del siglo XX, particularmente cuando el ejército
alemán invadió a la Unión Soviética, a través de la ejecución de la Operación
“Barbarroja”. El Ejército Rojo, no pudo contener el avance de las fuerzas
germanas, quienes aprovecharon las aún favorables condiciones
meteorológicas para efectuar la mayor penetración posible en el frente
oriental, utilizando la táctica de la guerra relámpago. Sin embargo, como ya
lo habían hecho durante la invasión napoleónica, los rusos decidieron aplicar
la técnica da la “tierra quemada” o “tierra arrasada”, en parte por la
intervención hecha por Iósiv Visariónovich Dzhugachvili (Stalin), en Radio
Moscú el 3 de julio de 1941, quien incitó al pueblo soviético a no dejar nada
abandonado a merced del enemigo: ni un vagón, ni un litro de combustible, ni
un kilo de trigo.76 Se inició así la defensa del territorio, pasando a conformar
una resistencia activa contra el invasor.
La conformación de las partidas guerrilleras fue difícil, debido a que el
propio Stalin durante sus purgas, había ordenado la ejecución de los oficiales
más entrenados en la materia. Así mismo, ordenó el traspaso al ejército
regular, de las armas que habían sido depositadas en toda la extensión
territorial soviética para dirigir una guerra partisana ante un probable
invasor.77 No obstante, oficiales y soldados de cuerpos regulares
desintegrados, paisanos patriotas y campesinos obligados, conformaron los
cuerpos de resistencia, que luego pasaron a la orden del Ejército Rojo.78

75Lenin, Vladimir I. La guerra de guerrillas. Versión digital de la publicación en “Proletari” No. 5, del 30 de
septiembre de 1906.
76Lozano, Álvaro. Operación Barbarroja. Barcelona: Inédita Editores, 2006. p. 198.
77 Ídem. p. 293.
78 Grigor Suny, Ronald (Ed). The Cambridge History of Russia. Volumen III. New York: Cambridge University

Press, 2006. Barber, John y Mark Harrison. “Patriotic war”. pp. 217-242.

73
Sin embargo, los partisanos soviéticos contribuyeron enormemente
con la victoria definitiva sobre los alemanes, alimentados en primera
instancia por el odio al enemigo, luego por el deseo de defender su país,79 y
por último, debido a la situación crítica de hambruna en la población, hecho
que los obligó a atacar los abastecimientos enemigos.80
Las guerrillas comunistas afectaron enormemente la retaguardia
enemiga, ejecutando operaciones que buscaban destruir sus depósitos de
munición, descarrilar sus trenes de transporte de tropas, emboscar a las
unidades en movimiento, interrumpir las comunicaciones e incendiar sus
depósitos de intendencia. Ellas llegaban desde cualquier parte (desde
desembarcos anfibios, asaltos paracaidistas o internados en la montaña),
atacaban y se retiraban con rapidez, dejando a los muertos e incluso a
heridos que eran hechos prisioneros. Sin embargo, al reconcentrarse, eran
más y estaban mejor equipados. De hecho, el mismo ministro nazi
Goebbels, anotó en su diario el incremento de las actividades partisanas
soviéticas, así como la efectividad de sus operaciones y las grandes
dificultades que creaban sus ataques.81
Las guerrillas afectaron la voluntad enemiga, ocasionando además, el
desvío de serios recursos para fortificar instalaciones y vías férreas de sus
ataques sorpresivos. Las cuadrillas partisanas nacían por todas partes,
fueron despiadadas como lo fue el Ejército Alemán, y se encargaron de
hostigar particularmente la retaguardia enemiga.82 El trabajo de los
guerrilleros, siempre actuando bajo la sombra de la noche, consistía
principalmente en: volar trenes, ejecutar movimientos de diversión y atacar
sorpresivamente objetivos logísticos importantes; valiéndose de constantes

79 Dixon y Heilbrunn. Communist… p. vi.


80 Lozano, Álvaro. Operación… p. 289.
81Los fragmentos particularmente se refieren a los meses de marzo y abril de 1942. En: Dixon y Heilbrunn.

Communist … p. 21.
82 Churchill, Winston. La Segunda Guerra Mundial. 2ª Edición. Madrid: La Esfera de los Libros, 2006. pp. 13-

22.

74
reconocimientos, actividades terroristas, agentes soviéticos infiltrados y la
población civil, para ejecutar con exactitud estas operaciones.83
De esta forma, se lograron mantener las operaciones militares sobre la
retaguardia enemiga, descontrolándola, perjudicándola en sus
abastecimientos y fatigándola a través de la expectación constante. La
creación de guerrillas en todas las áreas ocupadas, a caballo o a pie, a fin de
combatir las tropas enemigas, volar sus puentes, destruir sus
comunicaciones telefónicas y telegráficas, incendiar bosques, depósitos y
trenes; así como el odio hacia los invasores y el patriotismo ruso, fueron los
factores clave para la derrota alemana.84
Las estratagemas utilizadas por los guerrilleros rusos van desde el uso
de uniformes alemanes para confundirse, pasando por el camuflaje de la
vestimenta del ejército rojo, hasta llegar a la apariencia de un campesino o
proletario ucraniano. Algunas incluso, llegaban a procurar el
envenenamiento de los generales alemanes (otros también fueron
asesinados usando francotiradores). En fin, la importancia del uso de las
guerrillas, se evidenció en su capacidad para destruir la voluntad del
enemigo, puesto que estaban en todas partes al momento de atacar, pero
desaparecían cuando los alemanes trataban de responder.85
Finalizada la Segunda Guerra Mundial, en la que también existieron
otros casos importantes de guerra de resistencia, como las llevadas a cabo
en Francia y Yugoslavia; surge a la luz pública internacional el caso de
Chipre. Siendo una pequeña isla ubicada en el Mediterráneo, logró obtener
la atención mundial desarrollando su propia lucha por la independencia.
La guerra de liberación en Chipre presentaba condiciones especiales
en cuanto a terreno, política y sociedad. Siendo una pequeña isla, las
fuerzas de resistencia tenían la desventaja de contar con menos espacio

83Liddell Hart, Basil Henry (comp). El Ejército Soviético. Barcelona: Luis de Caralt, 1959. “Las fuerzas
guerrilleras”, por: N. Galay. p. 130.
84 Dixon y Heilbrunn. Communist… p. 32 y Lozano, Álvaro. Operación… p. 283.
85 Dixon y Heilbrunn. Communist… p. 34-40.

75
para conducir sus operaciones. Así mismo, la población estaba dividida
entre griegos y turcos, separados por religión y sentido de pertenencia sobre
la isla; mientras que eran dominados política y militarmente por el Reino
Unido. No contaban con apoyo internacional, ni desde el punto de vista
militar, ni desde el punto de vista económico. Además, las guerrillas de la
EOKA (Ethniki Organosis Kyprion Agoniston, Organización Nacional de
Combatientes Chipriotas), eran mal vistas por otros grupos políticos, como es
el caso de los comunistas.
En medio de este escenario claramente adverso, el General Georgios
Grivas dirigió una lucha por la independencia chipriota, que finalmente
ocasionó la retirada de las fuerzas invasoras británicas de su nación.
Para ello, Grivas determinó los siguientes objetivos estratégicos:
buscar apoyo internacional, hostilización de las actividades del enemigo y
consecución del objetivo político; manteniendo siempre como fin último la
derrota moral del enemigo.86
Estos objetivos fueron cumpliéndose paulatinamente, a medida que
avanzaban sus golpes de mano y su actividad terrorista. Luego de la
segunda gran ofensiva de 1955, Chipre había llamado la atención del resto
de los países, generando incluso en la misma Gran Bretaña, una matriz de
opinión distinta con respecto a la imposibilidad de otorgar la independencia a
la isla.87
Así mismo, consideró principios indispensables para dirigir la guerra
de guerrillas: creación de grupos sumamente móviles, utilización del sabotaje
como actividad principal y mantener en el enemigo la sensación de vacío
(ubicuidad). De igual forma, afirma que es vital la “cooperación incondicional
de la mayor parte de la población” en la guerra de desgaste y de larga
duración para derrotar al enemigo. Ahora bien, para lograr esto, era
necesaria la utilización de métodos basados en la “psicología de las

86 Grivas, Georgios. Guerra de guerrillas. Buenos Aires: Editorial Rioplatense, 1969. pp. 21-20.
87 Taber, Robert. La guerra de la pulga. 4ª Edición. México: Ediciones Era, 1973. p. 124.

76
multitudes”, convenciendo al pueblo con argumentos contundentes, sobre la
justicia de la causa y la perseverancia en el sacrificio para lograr un bien
común. 88
Así como definió la estrategia, determinó que en la táctica, debía
mantener siempre el “factor sorpresa, la astucia y el disimulo”, a través de
ataques cortos, enérgicos, que luego dejaban una absoluta tranquilidad
gracias a un escape vertiginoso y disciplinado.89 En este sentido, el problema
más frecuente que consiguieron las autoridades británicas en la isla, fue la
lucha contra guerrilleros y terroristas “invisibles”, por lo que no había nadie a
quien aplicarle la fuerza.90
Junto a las operaciones militares de resistencia, Grivas tomó una serie
de medidas pasivas como: boicot económico, boicot a la administración
británica y propaganda cuyo fin primordial es la adhesión de la mayor parte
de la población a las acciones clandestinas de la resistencia.91
Aún cuando la planificación sea lo más detallada posible, y las fuerzas
propias estén debidamente entrenadas en el combate asimétrico, las
situaciones siempre varían, por lo que considera obligatorio el desarrollo de
una rápida capacidad de resolución, a fin de tomar decisiones lógicas y
oportunas que mantengan los objetivos del plan original, aún cuando se
modifican las situaciones iniciales de planificación.
Aunque Grivas propone ciertas características ineludibles para
comandar las fuerzas guerrilleras, plantea que no puede existir un sistema
único, sino una serie de posibilidades distintas que se adapten a las
exigencias del terreno, del enemigo o del contexto. En este sentido,
afirmaba que su “táctica se orientaba por los requisitos necesarios en cada

88
Grivas, Georgios. Guerra de… p. 29-30.
89 Ídem. p. 75.
90 Taber, Robert. La guerra… p. 128.
91 Grivas, Georgios. Guerra de... pp. 38-39.

77
caso y estaba sometida constantemente a cambios” tanto en organización
como en empleo, para desarrollar la mayor eficacia en la resistencia.92
Las campañas de Grivas se caracterizaron por utilizar tácticas
guerrilleras y terroristas. Así mismo, el objetivo de ellas siempre era político
y psicológico. Jamás intentó equilibrar sus fuerzas con las británicas,
asumiendo su asimetría negativa para obtener resultados favorables en la
lucha contra el más fuerte.93
Finalmente, para poder cumplir con el objetivo de quebrar la voluntad
de lucha de los ingleses y los turcos, Grivas convirtió toda la isla en un
campo de batalla, en donde el enemigo no podía sentirse seguro en ninguna
parte, creyendo que la resistencia se encontraba en todos lados, invisible u
ofreciendo blancos insignificantes. Fue una guerra de “carcomer, desgastar
y confundir al enemigo”.94
Grivas es uno de los pocos generales no comunistas, que ha logrado
ejecutar operaciones guerrilleras con éxito, ensamblando la ideología popular
bajo la bandera del nacionalismo y la independencia.
Si bien Chipre se considera un perfecto ejemplo de la guerra de
resistencia y de la guerra de guerrillas, el caso clásico de estudio sigue
siendo Vietnam.
Durante la Guerra de Indochina contra las fuerzas de ocupación
francesas, y luego en la Guerra de Vietnam, contra las fuerzas militares
estadounidenses; el General Giap fue el principal estratega de las
operaciones norvietnamitas. Logró derrotar, con el mínimo de recursos, a
dos de los ejércitos más poderosos de su tiempo.
La organización del partido comunista fue la que preparó al pueblo y al
ejército en la ejecución de una guerra de resistencia de larga duración,
similar a la efectuada en China.95 Sin embargo, esta acción política

92 Ídem. pp. 45-60.


93 Taber, Robert. La guerra… p. 129.
94 Ídem. pp. 61-69.
95 Giap, Vo Nguyen. Guerra del pueblo, Ejército del Pueblo. Hanoi: Editorial The Gioi, 2004, p. 16.

78
necesitaba de un liderazgo ideológico efectivo, representado en este caso
por Ho Chi Minh, quien llamó al pueblo a levantarse en armas para salvar a
la patria de su destrucción.
Giap basó parte de su filosofía en las conclusiones que tomó de Marx,
Engels y Lenin: armar a las masas y edificar un ejército revolucionario, para
desarrollar la guerra de liberación, guerra de defensa del sistema socialista y
guerra revolucionaria.96
El primer paso para ejecutar la guerra de resistencia contra el
enemigo, es combatirlo por todas partes donde existiese una guarnición,
para desgastar a sus hombres. En vista de que no existía un frente definido,
éste se encontraba donde estuviese el enemigo; es decir, por todas partes.
La logística de la resistencia se basaba en la producción de las
fuerzas propias, a través de una reforma agraria que lograba impulsar la
resistencia a través del mantenimiento de la tierra y de la producción de
alimentos para los combatientes y los pobladores.
Giap se concentró en atacar al enemigo sobre sus puntos más
débiles, masificando el fuego y evitando las pérdidas propias.
La organización del territorio en la defensa, se basó en la creación de
zonas militares, que a su vez se dividían en interzonas. En ellas, los poderes
de las autoridades locales eran reforzados para movilizar al pueblo y
organizar la resistencia, mientras que en el área diplomática; el gobierno
nacional buscaba todos los medios para negociar con el enemigo una
solución pacífica, acudiendo también a la opinión pública mundial.97
Utilizando este método, logró negociar la paz con Francia y luego con los
Estados Unidos de América.
Las unidades militares vietnamitas se dispersaban en compañías
tácticamente independientes, para operar en las zonas controladas por el
invasor, promoviendo en ellas el surgimiento de las guerrillas y protegiendo

96 Giap. Armar a las masas… p. 41.


97 Tan acertada es esta visión, que hoy Noam Chomsky en su libro Hegemonía o supervivencia, describe a la
opinión pública mundial como una superpotencia.

79
el poder popular local.98 Paralelamente a las acciones militares, el ejército
de Vietnam del Norte utilizaba todos los métodos disponibles para procurar la
deserción de las tropas enemigas.99
La Guerra de Indochina se condujo en gran parte, utilizando métodos
de guerra de guerrillas. Sin embargo, al final de la contienda, es un ejército
regular tan o más entrenado y armado que el francés, el que derrota a los
invasores en Dien Bien Phu.100
Luego de la Guerra de Indochina, Giap comprendió a través de la
práctica, que el lema “cada ciudadano, un soldado”, es la premisa primordial
para llevar a cabo una guerra de resistencia contra un enemigo superior. De
esta forma, la unión entre las fuerzas militares y el pueblo es un fin primordial
de la política nacional vietnamita, tratando de armar las masas populares
bajo la estructura del ejército; tanto para la guerra revolucionaria, como para
la insurrección armada, la defensa del país y la guerra de liberación.
Las tropas guerrilleras en Indochina, se organizaron en tres niveles:
las fuerzas de choque, quienes intervenían estratégicamente donde la
necesidad ameritaba; las guerrillas regionales, quienes se desdoblaban
entre civiles y militares para defender su territorio; y los guerrilleros de noche
y campesinos de día, quienes sólo se desdoblaban a su condición militar
para efectuar puntuales actos de sabotaje.101
Giap a través de sus publicaciones, busca formar en sus compatriotas
la idea de que la guerra del pueblo forma parte de su historia, siendo raíz y
sustento de su sociedad. De hecho, afirma que las primeras dinastías Tran
en el Viet, ya utilizaban el principio de armar a los ciudadanos.102

98 Todas las afirmaciones anteriores se obtuvieron del libro Guerra del pueblo, Ejército del pueblo de Giap
99 Aún cuando no lo consiguió enteramente, logró la simpatía de la opinión pública del enemigo (en el caso de los
Estados Unidos)
100 Taber, Robert. La guerra… p. 62-63.
101 Taber, Robert. La guerra… p. 66.
102 Textos y comentarios de la historia general del Viet, por orden imperial. Tomo IV. En: Giap. Armar a las

masas…p. 49.

80
Finalizado el conflicto con los franceses, Vietnam tuvo que soportar
otra lucha armada de liberación, esta vez contra las tropas estadounidenses.
Aunque para el mundo occidental, estas son dos guerras distintas, para los
vietnamitas una es la continuación de la anterior.103
Prácticamente, fueron utilizadas las mismas tácticas, con la diferencia
de que en este caso particular, se estaba luchando contra un ejército regular
extranjero y otro creado por los vietnamitas del sur. Así mismo, la guerra se
tornó más cruel, se dio mayor propaganda y se hizo del conocimiento público
la situación militar y civil en tiempo real.
Por otro lado, el Vietcong se conformó con iniciar desde 1961, ataques
guerrilleros esporádicos que se fueron acrecentando hasta que en 1964, se
reseña el primer conflicto entre un batallón del Vietcong y otro de los
estadounidenses, en condiciones similares de guerra.104
Otra de las diferencias de esta etapa de la guerra con la de Indochina,
lo constituye el uso indiscriminado del poder bélico de los Estados Unidos, a
través de grandes campañas de cerco, de las torturas, los juicios sumarios y
otras prácticas contrarias a los derechos humanos contra la población civil, y
el uso de bombardeos masivos. Estas circunstancias aumentaron el odio
que sentía la población hacia los soldados invasores, recrudeciendo el
conflicto, desplazándolo hacia una guerra absoluta.105
Finalmente, no fue la victoria militar la que culminó la lucha en
Vietnam, sino la presión de la opinión pública estadounidense contra sus
gobernantes. El ejército más fuerte del mundo se retiró de un país pobre y
pequeño, gracias al empleo táctico y estratégico de una guerra de
resistencia.

103 Taber, Robert. La guerra… pp. 78-79.


104 Ídem. p. 92.
105 Ídem. p. 94.

81
Así como la Guerra de Indochina se puede enmarcar dentro de las
guerras coloniales, también podemos hacerlo con el caso argelino. El 1º de
noviembre de 1954 se da inicio a la guerra de liberación de Argelia, colonia
francesa desde que un cuerpo expedicionario arribó a sus costas en 1830,
tras la llamada “bofetada de Argel” de abril de 1827.
Los rebeldes argelinos se agruparon bajo un mando militar único,
personificado en el Frente de Liberación Nacional (le Front de Libération
Nationale, FLN); quien organizó toda la resistencia en contra de las fuerzas
militares francesas.
La guerra de liberación argelina, fue particularmente sangrienta. La
lucha se concentró en emboscadas, asesinatos, atentados, trampas y asaltos
nocturnos; que se encargaban de atemorizar a la población francesa
residente en Argelia (llamados los “colonos”), y en hacer ingobernable el
territorio argelino.106
Las tácticas de los rebeldes, seguían los enunciados de Mao. La
lucha se sucedía entre un ejército visible y otro invisible, los soldados
franceses entrenados para la guerra regular, contra los fantasmas argelinos,
quienes durante el día eran simples campesinos, y durante la noche
empuñaban el fusil en vez del arado. La aplastante superioridad numérica
francesa, con un contingente que llegó a alcanzar los quinientos mil
hombres; era contrarrestada por la alta movilidad de las fuerzas del FLN. 107
La organización militar de los revolucionarios, era similar a la de las
tropas francesas. Batallones divididos en compañías, grupos y secciones;
que se caracterizaban por el control político y militar de una región
determinada, que llamaban distritos. Así mismo, recibían órdenes del FLN,
en lo referente a la dirección general de la lucha.108

106 Las luchas de la Posguerra. Buenos Aires: Editorial Codex, 1972, p. 519.
107 Ídem. pp. 516-519.
108 Trinquier, Roger. Modern warfare. Fort Leavenworth: US Army Command and General Staff Office, 1985. p.

11.

82
A diferencia del caso vietnamita y el cubano, los oficiales rebeldes no
consideraron el adoctrinamiento político para manejar a las masas. El simple
deseo de independencia y autodeterminación fue suficiente para aglutinar las
fuerzas rebeldes, así como las crueles respuestas y fuertes torturas
aplicadas por los soldados franceses a los musulmanes.109
En el aspecto logístico, particularmente en el abastecimiento de armas
y municiones, contaron con el apoyo de los países árabes, de Yugoslavia y
de Checoslovaquia. Así mismo, conseguían comprar armas y pertrechos en
los países mediterráneos europeos. Sin embargo, su máxima fuente de
recursos fue el mismo ejército francés, de quien conseguían la mayor parte
del armamento y la munición.110
El FLN consideró que la independencia necesitaba de todos los
medios de lucha disponibles, tanto para reforzar la condición interior de las
fuerzas guerrilleras, como para conseguir el respaldo extranjero en su
objetivo.111 En medio de esta situación, logró pasar de la legitimidad
revolucionaria a la legitimidad constituyente, al adoptar una carta
fundamental provisional durante el conflicto.112
Ya para 1956, el FLN había llevado la guerra hasta las ciudades,
creando una especie de Estado dentro del Estado. En los últimos años del
conflicto, los atentados llegaron hasta territorio europeo francés.113
El conflicto finaliza con la independencia argelina en 1962, a costa de
tanta sangre derramada, tanto por los franceses como por los argelinos; así
como de un golpe de Estado contra el presidente francés Charles de Gaulle,
un atentado contra éste y el probable inicio de una guerra civil en Francia.

109 Las luchas… p. 519.


110 Ídem. pp. 519-510.
111 Negadi, Amar y Djemaa Djohglal. Algérie, guerre de libération nationale. Disponible en:

http://www.aureschaouia.free.fr , p.6.
112 Vilar J.B.P. Historia universal del siglo XX. “La guerra de Argelia”. Madrid: Editorial Historia 16, 1998. Tomo

28.
113 Las luchas… p. 519.

83
De esta guerra de liberación, no sólo se toman enseñanzas tácticas,
estratégicas y políticas de los rebeldes. También es de hacer notar las
actividades de contrainsurgencia realizadas por los franceses, que
posteriormente serán estudiadas en los Estados Unidos y en otras potencias
para combatir en este tipo de escenarios, desde Vietnam hasta nuestros
días. Entre ellos tenemos: aumento de las acciones cívico-militares, control
de la población a través de las quadrillage o zonas en las que las fuerzas
militares francesas patrullaban intensamente para exterminar los focos
guerrilleros; reagrupamiento de los asentamientos campesinos para
disminuir la independencia logística de los rebeldes, inteligencia agresiva,
creación de la línea Morice (alambrada electrificada que separaba Argelia de
Túnez, por donde pasaban tropas y abastecimientos para los rebeldes),
operaciones militares a gran escala contra los reductos guerrilleros
concentrados en el interior, y creación de fuerzas paramilitares adeptas a las
fuerzas francesas.114
Así como en Chipre y Vietnam, una de las tácticas de resistencia
empleadas con mayor profusión y efectividad, fue el terrorismo, pues este
permite la utilización de escasos recursos en la derrota moral y física de un
ejército regular sobradamente superior.115
Las guerras de liberación colonial de Vietnam y Argelia, son el
preámbulo de las guerras revolucionarias que continuarán librándose en
todos los continentes. En el caso de América, es emblemático el caso
cubano y la posterior difusión de las maniobras guerrilleras y el pensamiento
político socialista en países como Angola o Bolivia.

114Goetzke, Karl. A review of the Algerian War of National Liberation using the US Army’s current
counterinsurgency doctrine. Proyecto presentado al US Army College de Pennsylvania como requisito para la
Maestría en Estudios Estratégicos, 2005.
115 Trinquier, Roger. Modern… p. 16.

84
Lo ocurrido en la isla de Cuba desde el desembarco del “Granma” el
02 de diciembre de 1956 hasta la llegada de los revolucionarios al poder el 1º
de enero de 1959; se puede enmarcar dentro de lo que estudiamos como
guerra asimétrica, particularmente como guerra de guerrillas.
En el transcurso de esos dos años, la lucha entre el ejército del
dictador Fulgencio Batista, apoyado por la fuerza militar estadounidense, y
las tropas guerrilleras dirigidas por Fidel Castro, no sólo va a marcar un hito
en lo referente al uso de la guerra asimétrica; sino también en la conquista
del poder para efectuar un cambio revolucionario que implantará unos años
después el régimen socialista más antiguo que se mantiene en pie.
Las características fundamentales de esta guerrilla se pueden
considerar como: debilidad abrumadora ante las fuerzas regulares del
enemigo, dificultad para conseguir abastecimientos y dificultad en el terreno.
De hecho, el mismo Fidel, varias décadas después, considera que su éxito
se debe a que consiguieron una fórmula para enfrentarse al ejército de
Batista, que tenía “tanques, cañones, comunicaciones, todo”, a través del
“arte de confundir a las fuerzas adversas, para obligarlas a hacer aquello que
queríamos que hiciesen” o del “arte de provocar a las fuerzas enemigas y
forzarlas a moverse”, obligando al enemigo a ponerse en marcha para
atacarlo cuando y donde era más vulnerable.116 Finalmente, las fuerzas
revolucionarias logran la victoria utilizando el terreno a favor de las
operaciones guerrilleras, una nueva forma de autoabastecerse y
maximizando el uso de las fuerzas disponibles.
Uno de los sobrevivientes del desembarco del Granma fue Ernesto
Guevara de la Serna, conocido como el “Ché”. Así mismo, fue uno de los
que trató de plasmar en sus anotaciones, las enseñanzas derivadas de este
conflicto.

116Ramonet,Ignacio. Fidel Castro, biografía a dos voces. Bogotá: Editorial Random House Mondadori Ltda.,
2007. Colección Debate. p. 163 y 190.

85
El ”Ché” consideraba que la guerra tiene una serie de reglas y quien
las desatienda saldrá derrotado. Así mismo, la guerra de guerrillas tiene una
serie de leyes accesorias a las primeras. Entre ellas, trata de destacar las
siguientes: las condiciones geográficas y sociales de un país determinan el
modo y la forma que adoptará la guerra de guerrillas, la lucha guerrillera
debe implicar a todo el pueblo, no se deben empeñar fuerzas sin la
seguridad de obtener la victoria, el frente debe ser discontinuo y elástico
debido a la alta movilidad de la guerrilla, se debe maximizar la economía de
la munición y los ataques deben ser rápidos y sorpresivos.117
Con respecto a la dificultad de diferenciar el frente de batalla, Castro
asegura que la gran desesperación del ejército enemigo era el no encontrar
nada sólido contra lo cual chocar; todo se convertía en una masa gelatinosa,
movediza, impenetrable, que va retrocediendo y, mientras hiere en todos
lados, no presenta un frente sólido al que atacar.118
El comandante Guevara destacaba, como todos los que han
pertenecido a alguna fuerza de guerrilla o contra-guerrilla; que el
hostigamiento es vital para mantener al enemigo en alto estado de tensión,
incertidumbre y expectativa, haciéndole sentir que constantemente se
encuentra rodeado y vigilado. No se debe dejar dormir al enemigo. La
táctica de “morder, huir, esperar y acechar”, trajo como resultado el desgaste
físico y psicológico de las tropas del gobierno cubano.119
Así mismo, considera que la moral del guerrillero es vital para el
mantenimiento de las operaciones. El soldado irregular debe estar dispuesto
a morir por defender un ideal, razón por la cual ese ideal debe estar
debidamente identificado y ser la base del adoctrinamiento de las tropas
guerrilleras.

117 Guevara, Ernesto. La guerra de guerrillas. La Habana: Editorial Ocean Sur, 2006, pp. 15-19, 26-29.
118 Ramonet, Ignacio. Fidel… p. 161.
119 Guevara, Ernesto. La guerra… p. 23.

86
Con respecto a la logística, considera las siguientes recomendaciones:
tomar el armamento y la munición del enemigo, obtener la cooperación
absoluta con el pueblo para poder abastecerse de alimentos, a través de
siembras colectivas; pagar a los campesinos a través de “bonos de
esperanza” y crear una industria militar artesanal con los siguientes rubros:
zapatería, armería, hojalatería, talabartería y herrería, entre otras.120
En referencia a la conducción de la guerra, el “Ché” considera que la
primera fase consiste en no dejarse destruir, mantener y prolongar la
supervivencia de la fuerza guerrillera. La segunda fase se ejecuta a través
del debilitamiento gradual del enemigo: combates directos contra sus
fuerzas, sabotaje a sus comunicaciones, ataque a sus bases de operaciones
y hostigamiento constante en cualquier lugar donde se encuentre. La tercera
fase comienza cuando se revierte la distribución de fuerzas: se inicia una
guerra de posiciones entre dos ejércitos regulares y se mantiene el uso de la
guerrilla para atacar las líneas de comunicaciones del enemigo, para
sabotear sus abastecimientos y para desmoralizar a sus tropas.121
En cuanto a la táctica empleada, llega a ser tan minucioso como para
describir el minuet como forma de lucha guerrillera, recomendar la
maximización del empleo de operaciones nocturnas, proponer el ataque a la
vanguardia para atemorizar y crear caos en el enemigo, sugerir el cambio de
forma y hora en los ataques para confundir al enemigo o incluso como para
hacer bosquejos gráficos de los refugios contra los lanzamientos de morteros
o la colocación de la hamaca de campaña. En este sentido, Fidel afirma que
el enemigo en sus posiciones es fuerte y en movimiento es débil. Una
columna de 300 hombres tiene la fuerza de las dos escuadras que van
delante, los demás no disparan. Considera entonces, que el principio
elemental sería atacar al enemigo en movimiento.122

120 Ídem. pp. 21, 23, 37, 100, 123-125.


121 Ídem. pp. 25-26.
122 Ramonet, Ignacio. Fidel… p. 165.

87
Con respecto a las operaciones suburbanas, anota que deben dirigirse
particularmente a operaciones de sabotaje, específicamente sobre los
medios de producción del enemigo, siempre y cuando no se lesione las
condiciones de la población. Estas acciones deben ser dirigidas
estratégicamente por el comando central del movimiento, y no por los
comandantes aislados.123
Dentro de su descripción de la guerra, Guevara consideraba que los
guerrilleros deben estar en comunión constante con el pueblo, a través de
acciones sociales; poniendo como ejemplo el caso del médico de la
columna, quien se convertía también en el médico de la comunidad. El
guerrillero a su vez, debe ser autóctono del área donde desarrolla sus
operaciones, debe adaptarse a las condiciones que se le presenten, debe ser
buen compañero y buen líder, debe ser casi infatigable y debe mantener su
ideal.124
En referencia a la inteligencia y las operaciones psicológicas, el “Ché”
escribe que todos los habitantes deben convertirse en agentes de
información para los guerrilleros. Así mismo, le da carácter especial a la
propaganda, la cual debe ser dirigida por un solo organismo, tanto hacia la
población y el enemigo, como hacia las mismas filas.125
Dentro de las técnicas y tácticas, plantea la oportunidad de emplear
los atentados y las acciones terroristas, pero no de forma indiscriminada,
debido a las consecuencias negativas que pueden traer al proceso
revolucionario.126 Le da especial valor a la enseñanza durante la guerra,
tanto en el aspecto militar y disciplinario, a través de las escuelas de reclutas;
como en el aspecto doctrinario político, la nueva sociedad en tiempo de paz y
el estudio asiduo de la historia.127

123 Guevara, Ernesto. Guerra ... pp. 30-47.


124 Ídem. pp. 52-59, 117.
125 Ídem. pp. 125-128.
126 Ídem. p. 110.
127 Guevara, Ernesto. Guerra… pp. 94, 129, 131 y 134.

88
Por último, determina que la organización militar más efectiva para la
guerra de guerrillas, es a través de una comandancia en jefe que dirija todas
las operaciones, la propaganda, la estrategia y la política; comandantes de
regiones que siguen las órdenes del comandante en jefe y determinan la
estrategia operativa dentro de sus sectores; y comandantes de columnas
que se encargan de resolver los aspectos tácticos y del combate directo
contra el enemigo.128
Haciendo una síntesis de las experiencias militares y del pensamiento
sobre las luchas guerrilleras y de resistencia, Carl Schmitt publica en 1963,
su trabajo “Teoría del Partisano”, donde hace una breve reseña histórica de
la lucha partisana, y estudia los casos para llegar a ciertas conclusiones
sobre el aspecto táctico de la guerra irregular; esbozando una teoría sobre
este método de lucha.
Divide su estudio en cuatro aspectos: El primero es el espacio.
Considera que el partisano en tierra es similar a lo que significó el submarino
para los buques de la armada: mientras ellos esperaban un homólogo para
entrar en combate, eran sorprendidos por los torpedos bajo el mar.
Utilizando este principio, las fuerzas partisanas se deben reunir en pequeños
grupos que puedan derrotar a un ejército regular superior.
El segundo aspecto es la impresionante estructura social. Los líderes
políticos de Vietnam lograron, por los medios que tuvieron a su disposición,
hacer que el pueblo los siguiera; al igual que un siglo atrás, los españoles
lograron convencer a los ciudadanos de combatir bajo el régimen partisano,
para expulsar al francés agresor. Incluso Mao, a pesar de dirigir su
propaganda de guerra al pueblo campesino, logró adeptos de todas las
clases en la lucha contra el Japón (incluso se materializó el cese al fuego
entre los beligerantes de la guerra revolucionaria, para dirigir todos los
esfuerzos contra las fuerzas invasoras). La estructura social, a pesar de ser

128 Ídem. p. 133.

89
por sí misma disgregativa, se fusiona bajo un ideal político, económico, social
o nacional.
El tercer aspecto es el contexto político mundial. Aunque
normalmente llegan a convertirse en héroes nacionalistas, los partisanos
deben buscar su legitimidad a través de la situación, para desmitificarlos
como bandoleros; a pesar de que unas veces actúan bajo el control de las
fuerzas regulares, y otras en núcleos aislados. Los guerrilleros españoles
basaban su legitimidad en la defensa a ultranza de su territorio, mientras
eran apoyados por los ingleses tanto en la logística como en el
reconocimiento exterior de sus operaciones. Los guerreros partisanos deben
buscar el apoyo de la comunidad internacional, para poder legitimar su
defensa.129 La actitud de Vietnam es importante, no sólo en la búsqueda de
medios pacíficos para concluir el conflicto, sino también en la búsqueda de
apoyo político para mantener sus fuerzas en el combate.
El cuarto y último aspecto es el tecnológico. A pesar del desarrollo de
nuevas armas, incluso las de destrucción masiva, el partisano subsiste. La
tecnología del partisano siempre ha sido precaria: con pocos recursos y un
difícil aparato logístico, los partisanos logran sobrevivir por sus mismas
condiciones tácticas. El complejo desarrollo industrial y tecnológico, lleva a
desaparecer al partisano, para dar paso a nuevos tipos de guerra. Sin
embargo, se ha demostrado que el partisano ha logrado evolucionar de
acuerdo a sus circunstancias. Schmitt se pregunta si veremos nacer un
nuevo partisano industrial. Hoy, las guerras de Irak y Afganistán nos dicen
que, a pesar de no ser el término correcto, los partisanos definitivamente,
evolucionaron para convertirse en los guerreros de la resistencia moderna.

129 Schmitt trata en su obra la legitimidad, al igual que Mary Kaldor, quien afirma que “lo que importa, a la hora de
sostenerla [la guerra], es en qué medida los que participan en ella consideran que el objetivo del conflicto es
legítimo”. Kaldor, M. Las nuevas guerras, violencia organizada en la era global. Barcelona: Kriterios
Tusquets editores, 2001. p. 45.

90
Por último, se basa en Clausewitz para diferenciar al enemigo real del
absoluto. Concluye que el partisano debe tener un enemigo real, pues el
absoluto podría degenerar en una guerra de destrucción en la que finalmente
no se podrían obtener los objetivos políticos: ya sea la liberación o la
expulsión del extranjero.130
Si bien todas las experiencias en guerra asimétrica se desenvuelven
normalmente a campo abierto, no es menos importante el estudio de las
operaciones urbanas, puesto que en las principales ciudades, siendo
también principales centros económicos y de poder, se deben asentar las
tropas invasoras. En este sentido, es importante resaltar los comentarios de
Grivas en su lucha urbana, y los del combatiente Carlos Marighella en Brasil.
En Chipre, la solución adoptada por la EOKA fue la creación de
grupos de choque en las ciudades, que tenían como misiones las siguientes:
atacar a las fuerzas policiales, atacar patrullas en emboscadas, atacar
vivaques, sabotear establecimientos o cuarteles, y ejecutar a los agentes de
inteligencia británicos; utilizando para ello armas portátiles (en especial
ametralladoras) y granadas de mano. Así mismo, determinó la necesidad de
conformar grupos de choque para atacar a los británicos y grupos de choque
para atacar a los turcos; abriendo dos frentes que iban a derivar en el
cumplimiento de su objetivo político final.131
En Brasil, por otro lado, la lucha urbana se concentraba contra las
fuerzas leales al gobierno. En este sentido, la guerrilla urbana era una
guerrilla revolucionaria que luchaba contra la dictadura para lograr la
imposición de un nuevo sistema político, utilizando para ello métodos no
convencionales.132

130Toda la sección de la “Teoría del Partisano” es tomada de la obra de Carl Schmitt.


131 Grivas, Georgios. Guerra de… pp. 56-57.
132 Marighella, Carlos. Manual del guerrillero urbano. Centro de Estudios Euroasiáticos, 2007. Tomado de la

versión original de 1969. p. 4.

91
Marighella define como principios básicos del guerrillero urbano la
iniciativa, la flexibilidad y la movilidad; lo cual se compagina perfectamente
con los principios recomendados por las experiencias relatadas con
anterioridad. De igual forma, recomienda al guerrillero: paciencia,
versatilidad, invisibilidad, resistencia a las situaciones físicas adversas y
conocimiento del terreno. Asegura que el armamento y la munición (escasa)
deben conseguirlas del mismo enemigo, prefiriendo el uso de armas livianas
y con alto poder de fuego (ametralladoras, escopetas para cortas distancias
o bazucas).133
La organización para el combate en las ciudades, debe ser a través de
grupos de fuego, similares a los grupos de choque planteados por Grivas.
Entre las acciones que estos grupos deben llevar a cabo se encuentran:
asaltos, emboscadas, ocupaciones, ejecuciones, secuestros, sabotajes,
terrorismo, liberación de prisioneros o propaganda. De igual forma, serían
los promotores de paros y deserciones, a fin de crear un verdadero estado
de alerta continua en el enemigo. Finalmente, la guerrilla urbana debe estar
apoyada por el pueblo, puesto que sin él, serían fácilmente develadas sus
intenciones, se perdería la seguridad en las operaciones y no tendría valor
propio el crear una guerrilla que no comulgue y luche por subsanar las
necesidades populares.134
Durante el desarrollo de este trabajo, las experiencias y pensamientos
sobre la guerra asimétrica surgen de una insurrección, de la necesidad de
liberación o de una revolución. Sin embargo, no siempre los casos parten de
ese principio. Particular importancia reviste la doctrina de “defensa popular
total” elaborada por Yugoslavia antes de su separación, en la que los
habitantes estarían armados todo el tiempo, con la obligación de defender el
suelo soberano del enemigo externo.135

133 Marighella, Carlos. Manual… pp. 8-9.


134 Ídem. pp. 10-20.
135 Muñoz Muñoz, Francisco y Beatriz Molina Rueda (ed). Manual de paz y conflictos. Granada: Universidad de

Granada, 2004. Mario López Martínez “Métodos y praxis de la no violencia”. p. 351.

92
En efecto, todos los ciudadanos con capacidad de combatir (entre los
18 y 50 años) intervendrían en la defensa, resistencia y hostigamiento al
invasor, según los planes preparados por el Estado Mayor Yugoslavo,
siguiendo criterios de territorialidad. En este sentido, cada región se
defendería a sí misma, sin perder la coordinación con el resto de las
provincias. El objetivo de la defensa popular total consistía en: preparar a la
sociedad para una larga resistencia al agresor, dotar a las fuerzas armadas
de la técnica militar más moderna posible y preparar al pueblo entero para la
resistencia; siguiendo la premisa de que la voluntad de combatir de los
defensores es el mayor obstáculo ante los planes de conquista de cualquier
potencia invasora. De esta forma, se exhortaba al pueblo a molestar al
enemigo, utilizar guerrillas y preservar las fuerzas propias.136
Este modelo es propio de naciones más débiles, con serias
probabilidades de ser agredidos por una potencia extranjera muy superior.
En el caso en cuestión, los yugoslavos se preparaban para ser atacados por
las fuerzas del Pacto de Varsovia o de la OTAN; es decir, por ejércitos que
rebasaban enormemente sus capacidades, respaldadas por alta tecnología y
amplio poder de fuego.
Situación similar plantea la Confederación Helvética. Suiza es un
territorio que tiene por tradición mantenerse neutral ante los conflictos. Por
esa misma razón, además de su configuración geográfica y social, el Ejército
Suizo está conformado por milicias, en las que cada ciudadano tiene el deber
de participar. Así mismo, su sistema de defensa consiste en cuatro regiones
territoriales, que agrupan a todos los cantones que conforman la
Confederación.137

136Vukotic, Aleksandar. Doctrina militar yugoslava de defensa popular total. Buenos Aires: Editorial Rioplatense,
1973. pp. 41-151. En: Fink, Andrés. “Yugoslavia después de Tito”. Revista de Estudios Internacionales. Vol.
2. No. 2 Abril-Junio 1981. p. 368.
137Armée Suisse [en línea]. Stratégie de l’Armée Suisse 2007. Disponible en:
http://www.vtg.admin.ch/internet/vtg/fr/home/schweizerarmee.html

93
En fin, todos los países deben empezar a organizar sus fuerzas
armadas de acuerdo al nuevo contexto internacional originado por la caída
del muro de Berlín, la firma de los tratados de no proliferación nuclear y la
consolidación de los Estados Unidos como la más grande potencia militar; lo
cual a su vez ha originado nuevos modos de hacer la guerra y diferentes
tipos de guerra.
La perestroika y el glasnot con la consecuente disolución de la Unión
de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y del Pacto de Varsovia, dejan
atrás la confrontación bipolar para adentrarse en la era de los nuevos
conflictos, donde la globalización, las Organizaciones No Gubernamentales
(ONG), las empresas transnacionales, la alta tecnología y los recursos
ínfimos, se congenian para desatar las guerras del siglo XXI. La insaciable
sed de capital de los Estados poderosos, la necesidad de materias primas
(como el petróleo o el agua) o simplemente la incompatibilidad religiosa,
pueden ser chispas que hagan explotar el polvorín de la guerra en cualquier
punto del globo. Las nuevas guerras entonces, toman viejos conceptos como
el de nación, tribu, raza o religión, para manifestarse.
Las guerras tribales en África, como las masacres llevadas a cabo por
los hutus en Ruanda; la defensa a ultranza de la libertad política contra viejos
opresores, como en Chechenia; el descontrol de la violencia aplicada por
quienes pueden y no por quienes deben, como en Somalia; las luchas
políticas junto a acciones terroristas o relativas al narcotráfico, como en
Colombia; hasta la guerra de resistencia del pueblo iraquí y afgano contra la
invasión anglo-estadounidense, son los principales ejemplos de lo que
podemos considerar como las nuevas guerras.
Sin embargo, el momento de inicio de los nuevos conflictos se debe a
la escisión de Yugoslavia. De hecho, la guerra en Bosnia es el nuevo
paradigma de la guerra.138 El ejemplo balcánico viene acompañado de una

138Kaldor,Mary. Las nuevas guerras, violencia organizada en la era global. Barcelona: Kriterios Tusquets
editores, 2001, p. 49.

94
compleja situación social, que sólo el Mariscal Tito logró mantener neutral.
Este general, unificó la resistencia contra el invasor nazi durante la Segunda
Guerra Mundial del siglo pasado, incluso arremetiendo contra el gobierno de
derecha de su país.139 A su muerte, las diversas culturas y razas (serbios,
croatas, bosnios) iniciaron la segregación. Esto fue aprovechado por las
élites gobernantes, quienes utilizaron el sentimiento nacionalista con el
objeto de subordinar las razas inferiores ante una superior, o con el fin de
proclamar el derecho justo sobre la tenencia de la tierra.140
En 1991, el ejército dejó de serlo (por lo menos en el sentido estricto),
para convertirse en grupos militares que apoyaban a tal o cual sector. El
monopolio de la fuerza, inevitablemente había desaparecido de las manos
del Estado. Los serbios, mientras tanto, se empecinaron en hacer una guerra
nacional que vinculaba hechos históricos de siglos pasados hasta las últimas
desavenencias religiosas y raciales.
El ejército nacional y los ciudadanos que se armaron, quedaron al final
de la guerra divididos en tres grandes grupos: Ejército Serbiobosnio, Consejo
Croata de Defensa y Ejército de Bosnia-Herzegovina. Junto a ellos, otros
movimientos de liberación, de defensa territorial, paramilitares extremistas e
incluso empresas militares privadas, operaban en lo que había sido
Yugoslavia. Estos grupos armados buscaban el control político más que el
del territorio, utilizando la violencia con el fin primordial de dominar a la
población. Como táctica cercaban las principales ciudades, de forma tal que
los suministros no llegasen y capitularan gracias a intensos bombardeos de
artillería y morteros.

139Sohr, Raúl. Las guerras que nos esperan. Santiago de Chile: Ediciones B, 2000. pp. 155-158. En el capítulo,
el autor recrea las condiciones que antecedieron a la última guerra en los Balcanes.
140Gagnon Jr., V.P. Ethnic nationalism and international conflict, the case of Serbia. Global dangers, changing

dimensions of international security. London: The MIT Press. Publicado en la revista International Security,
invierno 1994/95. Vol. 19, No. 3.

95
El frente de la guerra no fue continuo, puesto que la guerra no estaba
dirigida a agotar militarmente al rival, sino a dominar las poblaciones civiles.
El fenómeno fue tan relevante, que el campo de batalla simulaba la piel de
un leopardo, donde centros de población estaban bajo el control bosnio,
mientras que los campos exteriores se dividían entre los serbios y los
croatas.141
La última guerra de los Balcanes se convirtió en una guerra de
genocidio, donde se violaron todas las leyes internacionales humanitarias; ni
la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ni la Organización del
Tratado del Atlántico Norte (OTAN), pudieron conservar los derechos del
hombre y preservar la paz.
Así como ésta, conseguimos los casos de la invasión anglo-
estadounidense a Irak, bajo el pretexto de buscar armas de destrucción
masiva, sin el amparo del Consejo de Seguridad de la ONU; y la invasión de
Afganistán, para destruir al grupo terrorista Al Qaeda. En este sentido,
Wilcox y Wilson critican el uso de los medios militares por parte de los
Estados Unidos y el Reino Unido en esta invasión, asegurando que en las
diversas fases de las operaciones, no han logrado utilizar técnicas ni tácticas
de la guerra de cuarta generación, combatiendo a células terroristas bajo los
conceptos de la segunda y tercera; con la consecuente derrota de su
ejército, al no lograr obtener sus objetivos.142
Si observamos con detenimiento los conflictos del siglo actual,
podemos determinar ciertas características que los van a hacer distintos de
los modelos clásicos. Entre ellas, Pablo Bonavena describe las siguientes:
- Tiende a encontrarse opositores con distintas organizaciones: Estados
contra grupos celulares que utilizan métodos no convencionales de
lucha.

141 Esta afirmación es tomada del trabajo de Mary Kaldor.


142Wilcox, Greg y Gary Wilson. La respuesta militar a la Guerra de la cuarta generación en Afganistán. Military
Review, edición hispanoamericana. Septiembre – octubre 2003. pp. 34-48.

96
- El bando más débil no posee acceso a las últimas tecnologías bélicas,
mientras que el más fuerte las utiliza a discreción.
- La logística de las fuerzas irregulares difiere en cantidad y despliegue
de las tropas regulares.
- El teatro de operaciones es amplio, en donde las fuerzas más débiles
consiguen mantener el principio de ubicuidad, utilizando tácticas de
combate no convencionales.
- La sorpresa es el elemento central en el bando irregular, junto con la
movilidad, la invisibilidad y la flexibilidad.
- El más débil tiene como meta desgastar al enemigo, enfocándose en
quebrar su moral combativa.
- Las fuerzas irregulares tienden a alejarse de los compromisos legales
de la guerra.
- La propaganda y la manipulación de la información son utilizadas por
el más fuerte para mantener su ofensiva y prestigio internacional. Así
mismo, el más débil las usa para ganar adeptos dentro y fuera de su
territorio.
- No se desarrollan grandes batallas, sino pequeños encuentros no
decisivos que afectan la moral del más fuerte.
- Empleo profuso de labores de inteligencia contra el rival más débil.
- Es tan difuso el cambo de batalla como la duración del conflicto, que
tiende a ser prolongado.143
En fin, las nuevas guerras necesariamente están dejando atrás el
concepto de guerra regular, de conflictos entre Estados, de frentes continuos
y de combates televisados. Las guerras de hoy y del mañana están
derivando en la guerra asimétrica.

143 Bonavena, Pablo y Fablián Nievas (ed). Aportes para una sociología de la guerra. Cap. 1 “Reflexiones sobre
la doctrina de la guerra asimétrica”. Buenos Aires: Proyecto Editorial, 2007. pp. 7-11.

97
Política, estrategia y táctica en la Guerra Asimétrica

Efectuado el estudio de los casos más relevantes de asimetría, se


pueden determinar las características principales de la guerra asimétrica en
cuanto a su conducción política, estratégica y táctica.
En primer lugar, se debe enfatizar en que para iniciar una guerra
asimétrica, es indispensable la condición de una ideología centralizadora que
genere la unión popular en busca de un objetivo común, ya sea éste la
implementación de un nuevo sistema político y económico, la lucha contra
un invasor o la independencia, entre otras. Así mismo, teniendo una clara
ideología que tiene la función de amalgamar a las fuerzas nacionales o a las
que tengan el mismo objetivo, se debe exportar la idea de que la lucha del
más débil es la más justa, obteniendo así el apoyo político, económico o
militar, de otras naciones o sujetos que se sientan identificados con ella.
Para dirigir las operaciones políticas y estratégicas en la guerra
asimétrica, se necesita centralizar el mando, descentralizando las acciones
tácticas a los niveles más bajos de la escala jerárquica. Esta característica
asegura la mayor libertad de acción e iniciativa a los comandantes de
unidades móviles, así como la comprensión de la visión general del líder.
En el plano internacional, el más débil debe vender su lucha como una
“guerra justa”, propiciada por la ambición del más poderoso, letal para la
sociedad civil, violadora del derecho internacional y de los derechos
humanos, transgresora de la autodeterminación de los pueblos, cruel e
innecesaria para el mundo y para el mismo invasor. De esta forma se trata
de ganar la atención de la opinión pública internacional, generando una
matriz de opinión favorable para desprestigiar al enemigo, conseguir adeptos
en el más débil y procurar la conformación de elementos sociales y políticos
de resistencia dentro del mismo país usurpador. Casos emblemáticos de
esta situación son la guerra en Chipre y en Vietnam.

98
Desde el punto de vista económico, es imperante la negación de los
recursos al enemigo, atacando sus líneas de comunicación y saboteando su
flujo logístico. De igual forma, ya desde una visión estratégica, es vital el
sentido de ubicuidad, con la conformación de un frente discontinuo y flexible,
que constituya una seria amenaza a la moral de las tropas enemigas.
La estrategia propia de la guerra asimétrica, se debe aproximar a la
estrategia indirecta descrita por Liddell Hart y por el cuarto modelo de
Beaufre. En este sentido, es imperante enfatizar que el objetivo primordial
de las fuerzas asimétricas es la moral de las tropas enemigas; más allá de
los cánones de la guerra regular, en donde la posesión del territorio y la
destrucción física del enemigo tienden a ser los objetivos más importantes.
Así mismo, se deben considerar las experiencias derivadas del desarrollo
histórico de la guerra, adaptándolas a las características intrínsecas de cada
caso específico. Es decir, la misma estrategia utilizada en Chipre para
combatir a los británicos, no es necesariamente la más correcta para
combatir a las fuerzas de ese mismo país en Afganistán.
Finalmente, las recomendaciones tácticas para desarrollarse en una
unidad de guerra asimétrica van desde la seguridad hasta la sorpresa, desde
la ejecución descentralizada hasta la flexibilidad.
En este sentido, el combatiente asimétrico debe mantener la iniciativa
ante cualquier situación, aprovechando la fusión cívico – militar, para
efectuar operaciones encubiertas y clandestinas, utilizando a las masas
populares como unidades de choque, como medio para ocultar a las fuerzas
propias, o como unidades de reconocimiento e inteligencia.
Por su parte, el principio de la seguridad es invaluable en medio de la
guerra, puesto que gracias al cumplimiento de éste, el resto de las acciones
tácticas permanecen bajo el secreto propio de las operaciones encubiertas.

99
El principio de la ofensiva, aplicado a la táctica, no es más que
mantener el impulso de ataque sobre el enemigo: hostigándolo, acechándolo
y acosándolo, para desgastarlo moralmente y afectar fuertemente su
motivación para mantener el ímpetu en sus acciones combativas.
Por otro lado, la aplicación del principio de la sorpresa es vital e
indispensable. Todas las operaciones asimétricas deben causar
desconcierto y confusión, para ganar iniciativa y explotar al máximo los pocos
medios con los que se cuenta. En este sentido, la movilidad debe aumentar
infinitamente, fragmentando las unidades de resistencia hasta llevarlas
incluso al individuo. La rapidez de despliegue y repliegue de las fuerzas
asimétricas, deben ser tales que el enemigo perciba que está combatiendo
contra un ejército fantasma, contra un gas o una masa amorfa que no
muestra objetivos y que hostiga sin cesar a sus soldados.
Con respecto a la unidad de mando, a pesar de la centralización de la
planificación y ejecución política y estratégica, las acciones tácticas deben
ser descentralizadas, debido a que cada comandante de unidad de
resistencia es el que mejor puede evaluar el momento apropiado en el que el
enemigo se presente más débil, y el sitio apropiado en el que el enemigo sea
más vulnerable. Estas unidades deben estar conformadas por pocos
hombres, los suficientes en número y equipamiento para el cumplimiento de
la misión que se le asigne.
Resalta y se hace imprescindible la correcta utilización de las
operaciones psicológicas sobre el enemigo y sobre las fuerzas propias:
contra las primeras para desmoralizarlo y crearle incertidumbre, sobre las
segundas para motivar a las tropas y para fomentar y solidificar la
concepción ideológica que los lleva al combate.
La flexibilidad y adaptación a los medios y al terreno es indispensable,
puesto que de ellas dependerán enormemente las operaciones, tanto en su
ejecución como en la planificación. Sin embargo, esta flexibilidad no impide
el uso máximo de todos los medios disponibles, ya que siempre el débil va a

100
permanecer en esa situación relativa frente a su enemigo. Por ejemplo, no
sólo el más fuerte puede utilizar las bondades de la tecnología o de
armamentos de última generación; el combatiente asimétrico debe emplear
todos los medios a su alcance, desde una computadora portátil para
comunicarse por medio de una sala de chat con sus compañeros hasta un
arma antiaérea, modificando el empleo táctico de las armas en virtud del
cumplimiento de su misión.
Por último, se puede describir el uso de ciertas ardides para lograr
desmotivar al enemigo en el día a día: ejecución de emboscadas para sus
convoyes (especialmente logísticos), golpes de mano sobre instalaciones
que ellos consideren de importancia, uso de francotiradores esparcidos por
todo el teatro de la guerra, sabotaje a las instalaciones y operaciones
enemigas, infiltración en sus mandos medios y bajos, campañas de
operaciones psicológicas sobre la moral del enemigo, entre otras. En la
planificación y ejecución de éstas, se deben tomar en cuenta los principios
anteriormente nombrados, para así aprovechar al máximo los pocos recursos
disponibles, lograr el sentido de ubicuidad y atacar directamente la voluntad
de lucha del soldado enemigo.

101
CAPÍTULO IV
LA GUERRA ASIMÉTRICA EN LAS RELACIONES INTERNACIONALES
CONTEMPORÁNEAS

Una vez definido el concepto de guerra asimétrica y descritos su


naturaleza y principios, estratégicos y tácticos, es necesario precisar el
término relaciones internacionales. En este capítulo, no sólo se describirán
diversos conceptos sobre éstas, sino también se determinarán las
características de las relaciones internacionales de acuerdo a los
acontecimientos de las últimas décadas y se analizará al fenómeno de la
guerra asimétrica bajo la luz de estas relaciones.
Aún hoy, continúa siendo harto complicado lograr definir el término
relaciones internacionales. Celestino del Arenal, hace un compendio de
distintos conceptos, unos llevados por el paradigma del Estado, y otros
abiertos a las nuevas concepciones del sistema internacional. Entre los
primeros se encuentran el de Frederick Dunn, quien considera que las
relaciones internacionales son las “cuestiones que surgen en las relaciones
entre grupos políticos autónomos en un sistema mundial en el que el poder
no está centrado en un punto”1; el de Quincy Wright, quien las define como
“las relaciones entre grupos de poder”2; y el de Pierre Hassner, quien
sugiere que son las “relaciones de coexistencia, de conflicto y de
cooperación entre varias unidades políticas que constituyen centros de
decisión autónomos y no sometidos a una autoridad superior común”.3

1 Dunn, Frederick. The scope of international relations. En: Arenal del, Celestino. Introducción a las relaciones
internacionales. 3ª edicicón. Madrid: Editorial Tecnos, 1990. p. 418.
2 Wright, Quincy. The study of international relations. Nueva York, 1955, p. 7. En: Arenal del, Celestino.

Introducción… p.418
3 Hassner, Pierre. “Nationalisme et relations internationales”, Revue Francaise de Science Politique. Vol. 15,

1965, p. 525. En: Arenal del, Celestino. Introducción… p. 418.


Por otro lado, se encuentra la definición de Leu, quien las representa
como “las relaciones sociales que se producen dentro de la Estructura
Internacional”4; y la propia de Celestino del Arenal, quien considera que son
“el conjunto de las relaciones sociales que configuran la sociedad
internacional”, tanto las políticas, económicas, sociales, culturales, humanas
y religiosas; como las que se producen entre Estados o actores de la
sociedad internacional.5 Así mismo, está el concepto dado por Pearson y
Rochester, quienes definen a las relaciones internacionales como “el estudio
de todas las interacciones humanas a través de las fronteras nacionales y de
los factores que afectan tales interacciones”6; y el de Marcel Merle, quien las
conceptualiza como el “conjunto de transacciones o de flujo (de
transacciones) que atraviesan las fronteras o que incluso tienden a
atravesarlas”.7
Seguir mencionando definiciones de otros autores sería redundar y
complicar más el tema, que ya lo es de por sí. Sin embargo, para este
trabajo, se tomará la definición de relaciones internacionales dada por Merle,
debido a que ésta permite explicar con mayor exactitud que las nuevas
guerras forman parte importante dentro de las relaciones internacionales
actuales.
Una vez que tenemos definido el concepto, es necesario retrogradar
en el tiempo, hasta la culminación de la Segunda Guerra Mundial del siglo
XX, para determinar las características de las relaciones internacionales
contemporáneas.

4 Leu, Hans-Joachim. Teoría de las relaciones internacionales (un estudio-guía). Caracas: Editorial Jurídica,
1978. p. 9.
5 Arenal, Celestino del. Introducción a las relaciones internacionales. 3ª edición. Madrid: Editorial Tecnos, 1990.

p. 23.
6 Pearson, Frederic y J. Martin Rochester. Relaciones internacionales, situación global en el siglo XXI. 4ª

edición. México: Editorial McGraw Hill, 2006. p. 14.


7 Merle, Marcel. Sociología de las relaciones internacionales. 2ª edición. Madrid: Alianza Editorial, 1978. p.

148.

103
Luego de que Berlín es tomada por las tropas aliadas, se suceden una
serie de acontecimientos que van a marcar el futuro del mundo. En primer
lugar, nace lo que hoy conocemos como el mundo bipolar, y con éste, la
Guerra Fría. Ahora bien, ¿qué es el mundo bipolar? Culminada la guerra,
surgieron dos Estados como potencias dominantes (“superpotencias”), a
saber: los Estados Unidos de América (EEUU) y la Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas (URSS). Éstas consiguen un puesto prominente, por
poseer una característica particular: sus enormes arsenales de armamento,
en especial nuclear (aunque la URSS sólo logró emparejar a los EEUU
durante la década de los 70).8 Además de ello, los EEUU se habían erigido
como la mayor potencia económica del planeta.
Así mismo, en torno a cada una de estas potencias, surgió un sistema
polarizado de alianzas que logró dividir al mundo en la relación Este-Oeste,
que da origen a la confrontación entre el bloque occidental (algunos autores
lo llaman el “primer mundo”) y el bloque soviético (o “segundo mundo”).9 El
sistema internacional adquiere las características de la política de equilibrio
bipolar, definida por Aron como una configuración en la que “la mayor parte
de las unidades políticas se agrupan alrededor de dos de ellas, cuyas
fuerzas sobrepasan a las de las demás”. En este sistema, el principio de
equilibrio se aplica a la relación existente entre las coaliciones.10
En medio de este equilibrio bipolar, Aron afirma que existe un tercer
grupo, conformado por aquellos actores que “pueden y quieren permanecer
fuera del conflicto” entre los dos primeros (los llamados del “tercer mundo”).11
Por su parte, Morton Kaplan considera que la definición adecuada
para este sistema fue, en primer lugar, el de “bipolar flexible”, debido a que:
presenta dos bloques que intentan incrementar su fuerza y capacidades,
existen armas nucleares y actores no integrados necesariamente a los

8 Pearson, Frederic y J.M. Rochester. Relaciones… p. 60.


9 Ídem. p. 60.
10 Aron, Raymond. Paz y Guerra entre las naciones. Madrid: Revista de Occidente, 1961. p. 176.
11 Ídem. p. 177.

104
bloques, entre otras características.12 Luego la considera como “sistema
bipolar libre”, con las mismas particularidades, agregando que en este
sistema, la guerra tiende a ser muy limitada por el peligro de una
confrontación nuclear a gran escala.13
En este contexto, las armas atómicas cobran importancia para ambos
bloques de poder y empieza a proliferarse su construcción. Es así como
varios autores afirman que el lanzamiento de las bombas atómicas marcó el
comienzo de una nueva era en la política internacional.14
En medio de estas nuevas circunstancias nace la estrategia de la
disuasión nuclear. La disuasión como tal no es nueva, ni data de la era
atómica. Existen ejemplos importantes, entre los que destaca la situación
entre Alemania, Gran Bretaña y Francia con respecto a la anexión de
Checoslovaquia, antes de iniciarse la Segunda Guerra Mundial. Sin
embargo, lo nuevo y complicado de la disuasión nuclear lo constituye las
consecuencias de la ejecución de la amenaza.15
La disuasión nuclear se basa principalmente en el factor material: se
debe tener potencia de destrucción, precisión y penetración. Así mismo, los
grados de esta disuasión serían credibilidad e irracionalidad, para lograr la
incertidumbre en el contrario.16
Los principios de la disuasión nuclear se pueden resumir en:
capacidad de destrucción suficiente con el arsenal propio, ya sea contra
ciudades o unidades tácticas del enemigo; capacidad de supervivencia a un
ataque inicial del enemigo, credibilidad en el uso de la amenaza nuclear,

12 Arenal del, Celestino. Introducción… p. 224. En este sentido, el autor afirma que este sistema bipolar flexible
“tiene reflejo en la realidad, concretamente en la sociedad internacional que se configura después de la
Segunda Guerra Mundial”
13 Vásquez, John (comp). Relaciones internacionales, el pensamiento de los clásicos. México: Editorial Limusa,

2005. p. 336.
14 Pearson, Frederic y J.M. Rochester. Relaciones… pp. 58-59.
15 Aron, Raymond. Paz y Guerra…. pp. 477-478.
16 Beaufre, André. Introducción… pp. 92, 96-97

105
hacer creer o tener la voluntad para desencadenar el cataclismo y aumentar
la incertidumbre en el enemigo.17
La disuasión finalmente fue englobada en tres tipos: la disuasión
contra un ataque directo, la disuasión de provocación extrema y la disuasión
de provocación moderada.18
En medio del desarrollo de esta concepción estratégica y durante toda
la Guerra Fría, se mantuvo a los países en una psicosis bélica, a pesar de
que ambas superpotencias nunca se enfrentaron, y que se redujeron los
conflictos entre los Estados. Es decir, la Guerra Fría “mantuvo viva la idea
de guerra al mismo tiempo que evitaba su realidad”.19
Ahora bien, no sólo son la Guerra Fría y el mundo bipolar las nuevas
características del sistema internacional posterior a 1945. Otro de los
fenómenos que identifica a las relaciones internacionales del período
posterior a la Segunda Guerra, lo constituye la descolonización.
Ésta es un proceso a través del cual, las colonias de Asia y África
dependientes de países europeos, alcanzaron la independencia política
durante los años centrales del siglo pasado.
La descolonización supuso la liquidación de los antiguos imperios
coloniales obtenidos durante la expansión de Europa en los siglos XV, XVI y
XVII. La independencia de las colonias españolas y de los Estados Unidos,
no se incluye dentro de este fenómeno, puesto que fueron movimientos
distintos, que atendieron a otras circunstancias históricas específicas.20
La descolonización se puede dividir en varias fases: de 1945 a 1955,
en la que surgen los movimientos nacionalistas principalmente en Asia y
Medio Oriente; de 1955 a 1975, en la que los movimientos independentistas
toman forma y obtienen el poder en los países africanos; y de 1975 a 1995,

17 Galdón Domenech, Domingo. “La disuasión con medios nucleares: Pierre M. Gallois”. Los grandes maestros
de la estrategia nuclear y espacial. Madrid: Ministerio de la Defensa, 1994. pp. 73-74.
18 Vásquez, John (comp). Relaciones… pp. 349-353.
19 Kaldor, Mary. Las nuevas… p. 48.
20 Martínez Carreras, J.E. et. al. Historia del mundo actual. Madrid: Editorial Marcial Pons, 1996. Cap. Factores

de la descolonización

106
fase en la que obtienen la independencia los países de África Austral,
Oceanía y el Caribe.21
La descolonización se llevó a cabo de manera pacífica en ciertos
países, y de manera violenta en otros. El ejemplo de violencia más claro lo
constituye el de Indochina. En busca de la independencia vietnamita y para
consolidar la soberanía de su pueblo, se inició la llamada Guerra de
Indochina contra los franceses, que luego terminó en la Guerra de Vietnam
contra los estadounidenses. Los movimientos de independencia, en su
generalidad, fueron pacíficos cuando los gobiernos que sucedían a la
metrópoli, se encuadraban dentro de su órbita de acción; y fueron violentos,
cuando implicaban una revolución que rompía los lazos con sus antiguos
dominadores y con el bloque occidental.22
Es así como este proceso también se vio empañado por la
confrontación bipolar; en este caso, se oponían abiertamente el socialismo
aupado por el bloque soviético, contra el capitalismo y la democracia
representativa, propuesta por el bloque occidental. De hecho, detrás de
estos sucesos, se encontraba la mano de las superpotencias. A pesar de
que movimientos como el de Castro, Ho Chi Minh o Lumumba; hubiesen
ocurrido per se debido a las situaciones específicas de cada uno de sus
países, existió antes, durante o después, el apoyo de los bloques de poder
para institucionalizar la revolución o para defenestrarla.23
Ghana obtuvo su independencia de los británicos, bajo el liderazgo de
Kwame Nkrumah; pero debido a sus tendencias marxistas, fue depuesto por
un golpe militar.24 Angola, por su parte, obtuvo su independencia de los
portugueses en forma violenta, organizando frentes militares de distintas
tendencias: socialistas, maoístas y occidentales, aunque todos tenían en

21 Ídem.
22 Magdoff, Harry. Ensayos sobre el imperalismo. México: Editorial Nuestro Tiempo, 1982. pp. 69-79.
23 Suri, Jeremi. “The Cold War, decolonization, and global social awakenings: Historial intersections”. Cold War

History. Vol. 6, No. 3, agosto 2006. pp. 353-363.


24 Verstraelen, Frans. “Contrasting aspects of African decolonisations processes and missions in West and

Southern Africa: Ghana and Angola as cases studies”. Review Zambezia. Vol. XXIX, 2002. pp.40-45

107
común el nacionalismo. Entre los líderes principales se pueden nombrar a
Cabral y a Neto, así como la participación de fuerzas cubanas en apoyo del
movimiento de liberación.25
Más o menos la secuencia de la descolonización británica es la
siguiente: India y Pakistán (1947), Birmania y Ceilán (1948), Malasia (1957),
Costa de Oro (1957), Nigeria (1960), Chipre (1960), Tanganica y Zanzíbar
(1961), Uganda (1962), Kenia (1963), Niasalandia (1964), Rodesia del Norte
(1964), Guayana Británica (1964), Malta (1964), Bechuanalandia (1966) y
Adén (1967); la mayor parte de estos países ingresó a la Commonwealth.
Francia por su parte, se retiró de Argelia e Indochina luego de sendas
guerras. España se retiró de Marruecos, Ifni y el Sahara Español; Holanda
lo hizo de Indonesia, Bélgica del Congo y Portugal de Guinea, Mozambique y
Angola; luego de serios inconvenientes bélicos.26
Los principales elementos que deben considerarse para estudiar el
proceso de descolonización posterior a 1945, se pueden resumir en tres: la
creación de dos bloques, la decadencia de las viejas metrópolis y su
incapacidad para continuar manteniendo a sus colonias; y la evolución de
los movimientos de liberación y resistencia que se habían reforzado durante
la Segunda Guerra Mundial.27
Finalmente, la descolonización cambió toda la geografía mundial,
particularmente en África y Asia, así como disminuyó ciertamente, la
influencia europea en el mundo, dando paso y siendo parte del sistema
bipolar que imperó hasta la caída del bloque soviético.
Otra de las características importantes de las relaciones
internacionales posteriores a 1945, es la creación de la Organización de
Naciones Unidas (ONU). Nace entonces, un foro mundial para la discusión
y resolución de problemas, en especial los de seguridad; así como para

25 Ídem. pp. 47-56.


26 Lowe, Norman. Guía ilustrada de la Historia Moderna. 2s edición. México: Fondo de Cultura Económica,
2003. p. 474.
27 Magdoff, Harry. Ensayos sobre… pp. 69-79.

108
tratar de hallar el balance y la justicia entre las naciones. Con la ONU se
conforma un nuevo cuerpo de leyes que vienen a modificar el derecho ad
bellum por el derecho contra bellum. Así mismo, se crean nuevas instancias
para dirimir los asuntos internacionales: Consejo de Seguridad y Corte
Internacional de Justicia, entre otros.
Sin embargo, a pesar de la prohibición del uso de la fuerza derivada
de las normas internacionales, y en particular de la Carta de las Naciones
Unidas, no se ha logrado, ni remotamente, la eliminación del uso de la fuerza
en las relaciones internacionales.28
A pesar de que en la actualidad, la ONU ha perdido prestigio por su
falta de poder para lograr mantener la justicia mundial, definitivamente fue un
hito importante en el cambio de las relaciones internacionales, y en su
transformación hacia las características específicas del sistema internacional
vigente.
El cuadro presentado anteriormente, en el que existe un mundo
bipolar, un proceso de descolonización, una estrategia de disuasión nuclear y
un nuevo foro de litigio internacional; cambia en ciertos aspectos con la
caída del muro de Berlín, la unificación de Alemania y el derrumbe de la
URSS.
Varios de los sucesos importantes ocurridos luego de la caída del
telón de acero en 1989, se pueden resumir en: invasión a Kuwait y Guerra
del Golfo, proclamación del nuevo orden mundial por los Estados Unidos,
caída de la URSS, confrontación Norte-Sur, conflicto en los Balcanes,29
atentados de Al-Qaeda (Nueva York, Madrid y Londres), invasión a
Afganistán e invasión a Irak.

28
Heydte van der, Friedrich. La guerra irregular moderna, en la política de defensa y como fenómeno militar.
Washington: Executive Intelligence Review, 1988. p. xxxv.
29 Toro Hardy, Alfredo. De Yalta a Sarajevo: de la Guerra Fría a la paz caliente. Caracas: Editorial Panapo,

2003.

109
Por otro lado, existen hechos no bélicos, que influyen
determinantemente sobre el contexto internacional actual: aumento del gasto
militar, proliferación de armas QBR (químicas, bacteriológicas y radiológicas),
aumento de actos terroristas y tráfico de drogas, pobreza galopante en los
países subdesarrollados y en aumento en países desarrollados, complicación
en la problemática de la deuda de los países más pobres, aumento
poblacional de alrededor de doscientas mil personas diarias, desarrollo del
nacionalismo económico entre los países más ricos, crisis y pánico en las
bolsas de Japón y EEUU, diseminación del Síndrome de Inmunodeficiencia
Adquirida (SIDA), calentamiento global, problemas ecológicos, migraciones y
desplazamientos.30
En medio de estas circunstancias, las relaciones internacionales
actuales se enmarcan bajo un nuevo paradigma que rompe el esquema
bipolar, hoy inexistente. De esta forma, las relaciones entre las fronteras es
tan intensa y amplia, que varios autores consideran la existencia de una
sociedad mundial, no sólo interestatal; en la que los Estados han perdido
parte importante en el control de las relaciones internacionales.31 En este
sentido, Pearson y Rochester aseguran que los seres humanos estamos
experimentando un incremento en las interconexiones a través de la
geografía, la cultura y muchas otras disciplinas, aún cuando buscan
mantener sus características nacionales distintivas y la separación de las
comunidades individuales.32
Entre estas vicisitudes, algunos autores han creado teorías para tratar
de desenmarañar el tiempo que está por venir. Entre ellos, Francis
Fukuyama aparece con su ensayo, y luego libro, “El Fin de la Historia”, en el
que concluye que existe una victoria del liberalismo económico y político
sobre el socialismo y cualquier otra tendencia. El autor considera que las

30 Pearson, Frederic y J.M. Rochester. Relaciones… p. 6.


31 Arenal del, Celestino. Introducción… p. 310.
32 Pearson, Frederic y J.M. Rochester. Relaciones… p. 9.

110
únicas alternativas viables para el mundo actual son la democracia liberal y
la economía de mercado. 33
Por otro lado, nació la tesis de Huntington, sobre el “Choque de las
civilizaciones”. Esta propuesta nos afirma que existen varias civilizaciones
que coexisten en la actualidad, y que dentro de las probabilidades, ocurriría
un choque entre occidente, Asia y el mundo islámico; que debilitaría al
mundo y cambiaría la configuración del poder, tal cual la conocemos hoy;
trasladándose a India, Indonesia, China u otras regiones.34 Sin embargo,
aún cuando la tesis del choque de civilizaciones es nueva, no lo es la de la
decadencia de occidente, tratada también por Huntington, y publicada antes
de la Segunda Guerra por Oswald Spengler.35
Así mismo, en respuesta a estas teorías, Paul Kennedy ofrece su
“Auge y caída de las grandes potencias”, en la que desarrolla su propuesta
de que los imperios y grandes naciones, han caído por su gasto militar. Sin
embargo, deja como mensaje que el “sistema internacional está sujeto a
cambios constantes”, no sólo los originados por el proceder cotidiano de los
estadistas y el devenir de los acontecimientos políticos y militares, sino
también “los ocasionados por las más profundas transformaciones en los
cimientos del poder mundial”.36
Ahora bien, en medio de todas las tesis anteriores, una vez descritos
los problemas contemporáneos y las características más importantes de las
relaciones internacionales, ¿qué relación tienen con las guerras asimétricas?
A pesar de que exista una paz aparente, de que los Estados Unidos
promuevan la llamada pax americana que quiere imitar a la pax romana de
César Augusto, de que el mundo bipolar haya dado paso a un mundo

33 Fukuyama, Francis. “El fin de la historia”. The National Interest Review. Verano 1988; y Fukuyama, Francis.
[en línea] El fin de la historia. Disponible en: http://www.elortiba.galeon.com
34 Huntington, Samuel. El choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial. Buenos Aires:

Editorial Paidós, 2001.


35 Spengler, Oswald. La decadencia de Occidente. Madrid: Ediciones Espasa, 1976.
36 Kennedy, Paul. Auge y caída de las grandes potencias. Barcelona: Random House Mondadori, 2006.

Colección de Bolsillo. pp. 832-833.

111
unipolar dominado por los Estados Unidos, o a un mundo multipolar y
multicivizacional con Rusia, Europa, China, India, Japón y los Estados
Unidos como focos de poder37; los conflictos se mantienen a nivel mundial,
pero bajo un estilo distinto al de los siglos anteriores.
Normalmente, la trinidad clausewitziana se rompe en estos conflictos.
El Estado deja de serlo y grupos beligerantes o terroristas son los que llevan
la dirección de la guerra. Las tácticas y estrategias son distintas. No sólo
porque los beligerantes son diferentes, sino también por la serie de adelantos
tecnológicos en los arsenales mundiales. El combatiente se confunde con el
ciudadano, los grupos rebeldes o las tribus mantienen la justica y la
gobernabilidad más que los mismos Estados (se puede citar como casos a
parte de Colombia, Yemén y otros38). Los conflictos de hoy, dejan atrás la
concepción dogmática que se tenía sobre el arte de hacer la guerra.
En este sentido, Kaldor afirma que “los objetivos políticos de las
nuevas guerras están relacionados con la reivindicación del poder sobre la
base de identidades aparentemente tradicionales: nación, tribu, religión”.39
Por otro lado, existen nueva amenazas para el sistema internacional
de este siglo, entre las que se pueden destacar: el terrorismo, las armas de
destrucción masiva (tanto las de los países oficialmente “nucleares” como la
de grupos beligerantes que hayan podido obtenerlas o fabricarlas), el
narcotráfico y el crimen organizado.40
Pero no sólo estas son amenazas. Los movimientos migratorios
propios debido a la pobreza y al subdesarrollo de la economía de ciertos
países (ejemplo: la noche en que los extranjeros subvirtieron el orden en
París o las manifestaciones de protesta contra el trato a los inmigrantes en
los EEUU), los desplazados por distintos conflictos (Colombia, Georgia, los

37 Huntington, Samuel. Choque … pp. 11-13.


38 Kaplan, Robert D. Gruñidos imperiales. Barcelona: Ediciones B, 2007. pp. 27-105.
39 Kaldor, Mary. Las nuevas guerras, violencia organizada en la era global. Barcelona: Tusquets Editores, 2001.

p. 93.
40 Sohr, Raúl. Las guerras que nos esperan. Santiago de Chile: Ediciones B, 2000. p. 269.

112
Balcanes), la pobreza de gran número de personas en África y la
superpoblación en Asia; son todas ellas, probables causas de explosiones
sociales que puedan generar serios conflictos enmarcados dentro de las
“nuevas guerras”.
Así mismo, la distribución de distintos grupos étnicos dentro de un
mismo territorio, en el que además, se consiguen riquezas en hidrocarburos
como petróleo y gas; las diferencias religiosas dentro de estas mismas
zonas (Medio Oriente y ex-repúblicas soviéticas), la necesidad de los EEUU
de mantener su hegemonía sobre estos territorios y de evitar la
recomposición de Rusia y el auge de la República Popular China; también
son situaciones que potencialmente pueden originar nuevos y difíciles
conflictos.41
Por otro lado, la impunidad internacional de los EEUU en sus distintas
agresiones a diversos países, entre los que encabeza la lista Irak y
Afganistán; hace del mundo un sitio inseguro, en el que las naciones
pequeñas con grandes riquezas, deben prepararse para conducir
operaciones de resistencia ante potencias superiores, para defender su
territorio de futuras agresiones debidas a la búsqueda de energía, o de agua,
como varios autores lo indican.
Definitivamente, “en la actualidad aún permanece la tendencia hacia la
violencia política”, como queda demostrado con las cifras en muertes por los
conflictos en Ruanda y otras zonas de África (entre medio y un millón de
personas entre 1994 y 1996).42

41 Brzezinski, Zbigniew. El gran tablero mundial. Barcelona: Ediciones Paidós, 1998. pp. 39-56.
42 Pearson, Frederic y J.M.Rochester. Relaciones… p. 276.

113
Para confirmar la aseveración hecha por Pearson y Rochester, se
puede hacer una lista con los conflictos actuales más importantes:
1. Lucha étnicas y religiosas en Darfur, Sudán (desde 2003).
2. Invasión a Irak por parte del Reino Unido y los EEUU. Se mantiene
una guerra de resistencia entre las fuerzas rebeldes y las fuerzas
invasoras (desde 2003).
3. Insurgencia islámica en Arabia Saudita, como extensión del terrorismo
de Al-Qaeda contra la casa real (desde 2003).
4. Conflicto en el noroeste de Pakistán. Las fuerzas regulares combaten
a insurgentes tribales y a los talibanes (desde 2004).
5. Insurgencia en el norte del Yemén. Tribus que se encargan de
subvertir el orden contra el clan autoritario, con visos de guerra
religiosa (desde 2004).
6. Conflicto en la región de Kivu, en la República Democrática del Congo.
Fuerzas rebeldes al mando del General Laurent Nkunda contra las
fuerzas del gobierno (desde 2004).
7. Fuerzas separatistas en el sur de Tailandia, en la región de Pattani,
contra el ejército gubernamental (desde 2004).
8. Guerra civil en Chad. Diversos grupos tribales luchan para controlar
el poder y destituir al gobierno impuesto (desde 2005).
9. Fuerzas rebeldes en el oeste de Kenya, luchan contra las fuerzas
gubernamentales (desde 2006).
10. Lucha contra el narcotráfico en México (desde 2006).
11. Guerra civil en Somalia entre diversos sectores (tribus y grupos
religiosos) por controlar el poder (desde 2006).
12. Segunda Rebelión Tuareg, en el norte de Níger y en Malí (desde
2007).
13. Conflicto en Osetia del sur, entre las fuerzas separatistas apoyadas
por Rusia, y las gubernamentales de Georgia (2008).
14. Guerra civil en Sri Lanka (desde 1983).

114
15. Guerra en Afganistán, en persecución del grupo terrorista Al-Qaeda
(desde 2003) y guerra civil (desde 1978).
16. Conflicto en Myanmar, entre el gobierno y los distintos grupos
rebeldes (desde 1948).
17. Conflicto árabe-israelí (desde 1948), particularmente entre Hammas e
Israel en la franja de Gaza.
18. Conflicto armado en Colombia, entre los distintos grupos guerrilleros,
paramilitares y las fuerzas militares gubernamentales (desde 1964).
19. Insurgencia islámica en Filipinas (desde 1969).
20. Rebelión de los Hmung en Laos (desde 1975).
21. Guerrillas en Perú (desde 1980).
22. Conflicto entre los turcos y los kurdos en el Kurdistán (desde 1984).
23. Guerra civil en Uganda (desde 1987).
24. Conflicto en Cachemira, entre India y Pakistán (desde 1989).
25. Guerra civil en Senegal, entre las fuerzas del gobierno y los rebeldes
de la región de Casamance (desde 1990).
26. Conflicto en Nigeria, entre grupos tribales, fuerzas del gobierno y
empresas petroleras (desde 1992).
27. Conflicto étnico entre los Nagas y los Kukis en Nagalandia, India
(desde 1993).
28. Grupos somalíes insurgentes en Ogaden, contra Etiopía (desde 1994).
29. Grupos rebeldes chechenos contra las fuerzas gubernamentales rusas
(desde 1999).
30. Insurgencia en la región del Magreb, entre las fuerzas rebeldes y el
gobierno de Argelia. También son afectadas por el conflicto
Marruecos y Mauritania (desde 2002).
31. Fuerzas subversivas de la región de Kalat, contra las fuerzas del
gobierno de Pakistán (desde 2004).

115
32. Fuerzas marxistas-maoístas tratando de tomar el poder en la India
(desde 2004).43
De los treinta y dos conflictos más importantes, sólo uno (el de Osetia
del Sur), mantiene reminiscencias del arte de la guerra del siglo pasado. Los
demás, contemplan características que los introducen dentro de las guerras
asimétricas. Así mismo, más del 50% se desarrollan en Asia, Medio Oriente
y el Cáucaso; un tercio en África y sólo un 9% en América.
Definitivamente, las características propias de las relaciones
internacionales contemporáneas: desaparición gradual de la figura del
Estado como detentora del uso de la violencia, desbordamiento de las
fronteras entre los Estados, pobreza extrema, migraciones, desplazamientos,
nacionalismo, tribalismo y religión; configuran las características de las
guerras y conflictos del siglo XXI.

43 BBC News. Disponible en: http://bbcworld.com

116
CONCLUSIONES

La naturaleza de la guerra se deriva de la oposición de voluntades


entre dos o más beligerantes. Bajo la luz de las relaciones internacionales
contemporáneas, éstos dejaron de ser únicamente los Estados modernos,
para incrementarse en una gama que va desde las tribus hasta los grupos
terroristas. Por ello, el mundo de hoy puede ver casos como la invasión de
Afganistán por parte de las fuerzas militares estadounidenses y británicas,
para derrotar a Al-Qaeda, o las luchas tribales por el control del poder en los
países africanos (en donde el Estado no interviene por no tener la capacidad
militar y la gobernabilidad suficiente).
Ésta y otras situaciones han generado cambios en el modo de luchar,
dando nacimiento a una nueva forma de guerra: la guerra asimétrica. Su
naturaleza va a modificar los conceptos de la trinidad clausewitziana y va a
degenerar en el acercamiento hacia una guerra absoluta, a través del uso
máximo de todos los medios disponibles para tratar de nivelar la balanza con
respecto a los medios del enemigo, infinitamente superiores.
A pesar de que este nuevo contexto mundial ha generado una serie de
tesis y conceptos como: guerra de baja intensidad, guerra de la tercera ola,
guerra de cuarta generación, guerra irregular, guerra de la cuarta época,
entre otros; la guerra asimétrica ha definido los conflictos del siglo XXI.
Como conclusión dentro de este trabajo, se ha llegado a una definición
aproximada de la guerra asimétrica, siendo ésta un tipo de conflicto en el
que los oponentes pueden presentar serias diferencias en cuanto a número,
moral, cultura, medios disponibles, tecnología y/o tácticas; que se
caracteriza por la explotación de las vulnerabilidades del más fuerte y el uso
de la violencia con el fin de obtener y mantener la iniciativa, disminuir la
moral del enemigo y afectar su voluntad de lucha; maximizando la
conservación de las fuerzas propias.
Esta nueva concepción de la guerra, genera una serie de cambios
importantes dentro de la política, la estrategia y la táctica utilizadas por los
beligerantes.
Luego de una investigación exhaustiva, se determinaron los casos que
mayor influencia podían ejercer sobre la formación del concepto, la
conducción política y estratégica, y la ejecución de las operaciones militares
en la guerra asimétrica; destacando los siguientes:
- La petite guerre, como fuente inicial de estudio sobre el uso de fuerzas
distintas en composición y armas, para ejecutar operaciones
especiales en apoyo a las fuerzas regulares.
- La guerra de guerrillas en España contra las tropas napoleónicas,
siendo la conformación y empleo de las cuadrillas el origen del término
“guerrilla”, que ha sobrevivido hasta hoy.
- La guerra de guerrillas en la emancipación Hispanoamericana,
especialmente en el caso venezolano, como método para hostigar a
las tropas realistas y minar su voluntad de combatir.
- La guerra de guerrillas librada y estudiada por Thomas Edward
Lawrence en la Península Arábiga; como muestra de la necesidad de
conformar un bloque ideológico nacionalista para combatir al enemigo,
y el deber de atacar las líneas de comunicaciones para derrotar a los
turcos.
- El análisis de Mao Zedong sobre la guerra revolucionaria en China, la
guerra de guerrillas contra Japón y su tesis sobre la guerra
prolongada. Todas ellas basadas en la experiencia práctica de Mao
como comandante de tropas, las cuales describen al lector la
importancia del estudio detenido de cada caso para determinar las
acciones más viables y que más preserven las fuerzas propias.

118
- La descripción de la guerra partisana librada en la Unión Soviética,
resistiendo a la invasión alemana iniciada en 1941; como modelo de
patriotismo y de conformación de guerrillas comunistas, más que de
organización estatal.
- La guerra de liberación chipriota, como una muestra que constituye
una aproximación viable al contexto nacional actual: una nación
dividida en dos grupos antagónicos (turcos y griegos), invadida por
una potencia muy superior (Reino Unido). La lucha de Grivas se
dirigió contra los invasores y contra los turcos, quienes finalmente
apoyaron a los británicos. Las enseñanzas más importantes de Grivas
consisten en la organización de la fuerza guerrillera, la unidad de
mando, las comunicaciones flexibles y seguras, la preparación fría y el
empleo del principio de ubicuidad.
- La Guerra de Indochina y la Guerra de Vietnam, como ejemplos más
fehacientes de la voluntad para derrotar a un enemigo infinitamente
superior. Así mismo, ambos hechos de armas constituyen una
muestra sin igual de la importancia del poder popular en las guerras
de liberación.
- La descripción de la guerra de liberación argelina, como modelo de
organización, uso del terrorismo y consolidación de un ideal nacional.
- El análisis de la guerra hecho por Ernesto Guevara, más que la misma
experiencia cubana, como demostración de la importancia de la
voluntad política y del uso de los métodos guerrilleros para lograr los
objetivos revolucionarios.
- El trabajo de Schmitt logra caracterizar el tipo de guerra partisana,
descifrándola y separándola de la guerra convencional.
- El empleo de la guerrilla urbana para apoyar la voluntad política
insurgente, de acuerdo a la experiencia de Grivas en Chipre y de
Marighella en Brasil.

119
- El empleo de las milicias y sistemas defensivos populares como
política de Estado para defender el territorio, como es el caso de la ex
Yugoslavia y la Confederación Helvética.
- El nacimiento de la guerra asimétrica en el nuevo contexto
internacional, tomando como ejemplos la lucha en los Balcanes luego
de la escisión de Yugoslavia, la invasión anglo-estadounidense a
Afganistán e Irak, y las guerras tribales en África.
A partir de estas experiencias y del trabajo de los pensadores militares
más importantes del siglo pasado, se determinan los siguientes aspectos,
indispensables para dirigir y liderar una guerra asimétrica:
- Ideología centralizadora que lleve a un objetivo común (del pueblo y el
Ejército unido).
- Internacionalizar el conflicto, para obtener apoyo del exterior ante una
guerra justa.
- Mando político y estratégico centralizado, ejecución táctica
descentralizada.
- Negación de los recursos al enemigo.
- Ubicuidad.
- Uso de la estrategia indirecta para minar la voluntad de lucha del
enemigo.
- Adaptación de la política, estrategia y táctica a cada caso particular.
- Fusión cívico-militar.
- Seguridad.
- Ofensiva.
- Sorpresa.
- Unidad de mando.
- Uso de las operaciones psicológicas.
- Flexibilidad.
- Uso de: emboscadas, golpes de mano, francotiradores, sabotaje e
infiltraciones.

120
Así mismo, es importante resaltar que la victoria en la guerra
asimétrica, no se va a conseguir de acuerdo a la cantidad de terreno
usurpado al enemigo, ni a partir del desarme de éste; sino a través del
quebranto de su moral. El triunfo en la guerra asimétrica se obtiene cuando
el soldado enemigo pierde su voluntad de lucha, así como su sociedad
pierde la motivación para seguir sacrificando a sus hijos en un conflicto
innecesario.
Ahora bien, este nuevo concepto de victoria y esta nueva forma de
hacer la guerra, obedecen a las circunstancias propias que vive la sociedad
internacional actual, por lo que es necesario relacionar este fenómeno con
las relaciones internacionales contemporáneas.
El mundo de hoy vive bajo condiciones distintas a las de hace
cincuenta años. Problemas como pobreza extrema, migraciones,
desplazamientos, nacionalismo, tribalismo, conflicto entre religiones,
degradación ambiental e impunidad en el sistema internacional, entre otros;
fenómenos como la globalización, el desarrollo tecnológico y el uso profuso
de la Internet, generan que los límites y fronteras entre países se
desfiguren, se entrelacen o fusionen, provocando que la figura del Estado
tienda a desaparecer, o en su defecto, pierda el control de las relaciones
internacionales; con el ulterior incremento de los sujetos que cumplan con
parte de sus funciones, modificándose así la forma de lucha e incluso los
objetivos de las guerras.
De hecho, sumando todos los conflictos militares que actualmente se
desarrollan en el mundo, sólo uno tiene características de guerra regular. El
resto se caracterizan por ser luchas raciales, étnicas o revolucionarias;
guerras civiles, guerras tribales o insurgentes. El fenómeno de la guerra ha
mutado definitivamente en una nueva forma: la guerra asimétrica.

121
En fin, las características del sistema internacional imperante y la
transformación de la guerra desde Westfalia hasta nuestros días, son las
causantes del nacimiento de la guerra asimétrica, un nuevo tipo de lucha que
sólo sobrevive enmarcado dentro de las relaciones internacionales
contemporáneas.

122
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