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Algunas costumbres de las distintas religiones parecen ser exageradas, incluso, se cree que
son anticuadas y pensar en que han permanecido a través del tiempo hasta nuestros días
puede parecer absurdo. El desconocimiento de la historia y el contexto en que se vive, la
evolución de la humanidad, del pensamiento, el desarrollo tecnológico, hace que se
produzcan cambios en la misma proporción sobre algunas costumbres, la interpretación de
los libros sagrados, incluso la ubicación geográfica y el contexto social de la región obliga a
adaptar esas costumbres para poder vivir en armonía dentro de la comunidad. Si bien el
desarrollo de la vida en la tierra y la historia misma de la humanidad y la religión se remonta
a un mismo punto de partida, es natural que entre culturas existan semejanzas y grandes
diferencias. Esto viene dado por los diferentes sucesos históricos que marcaron a los
diferentes pueblos, la violencia, la esperanza, la idea de alcanzar la felicidad y el desarrollo
personal varía de cultura a cultura, de país a país, por las mismas condiciones sociales,
políticas, geográficas.
Como todo lo que hacemos en vida y todo lo que pensamos, llegar a los extremos es malo,
ser aficionado a una religión, es malo, y cuando digo malo, no me refiero a que ante los ojos
de mi religión no sea bien visto, me refiero a que se toman decisiones y el mismo
pensamiento provoca en la persona condiciones no favorables, que le hacen daño tanto
física, como mentalmente, y no solo para esa persona, sino para su familia y las personas
que circundan su circulo social.
Hay muchas tradiciones de distintas religiones que me parecen agradables, tradiciones que
personalmente me gustaría que existieran en mi religión, si existen, no se interpretan de
igual forma, tradiciones arraigadas a la familia, al compartir momentos religiosos en
comunidad basados en el respeto a los demás. El respeto al espacio y el momento de
oración del otro no se tiene en cuenta en muchos de los momentos sagrados de la religión
católica, el hecho de llevar animales a una celebración eucarística, que se trate a estos como
una persona y se pretenda poner por encima estos animales sobre la misma celebración.
No es que me encuentre en desacuerdo con los animales, es un tema de respeto al otro,
donde no se interrumpa el momento de reflexión por un mal olor, unos ladridos, incluso
animales que al interactuar hacen ruido y desorden.
Las intenciones de estas comunidades son nobles, la idea de hacer el bien, de compartir con
el mas necesitado, es una forma muy clara de vivir las enseñanzas, de demostrar al mundo
que esas comunidades tienen fuerza y están en la capacidad de ayudar a muchos en nombre
de Dios, puede ser en favor de difundir su religión y hacerla mas cercana a las personas,
para desmentir esa idea errónea que se tiene sobre sus costumbres y creencias.
Lo que más me llama la atención de estas costumbres, es la forma en como respetan a sus
semejantes en el momento de oración, en sus costumbres, en su familia, y en desacuerdo
con las actitudes violentas de una minoría que a lo mejor ni pertenecen a esas religiones,
solo desvirtúan su nombre y el de sus pueblos.