Sunteți pe pagina 1din 486

Títulos y Operaciones de Crédito

Resumen General

I. Teoría general de los títulos de crédito


1. Conceptos generales____________________3
2. Relación documental por el lado pasivo_____42
3. Relación documental por el lado activo _____53
4. Naturaleza jurídica de la obligación consignada en el
Título______________________________60
5. Clasificación de los títulos de crédito ______71
6. Circulación regular de los títulos de crédito__78
7. Excepciones oponibles contra acciones derivadas de un
título__________________________________________92
8. Relaciones entre el negocio documental y el subyacente 101
9. Títulos nominativos y a la orden___________________107
10. Títulos al portador____________________114
11. Títulos representativos de derechos reales _ 120
12. Cancelación y reposición de títulos_______126
13. Títulos de crédito impropios ____________132

II.Los títulos de crédito en particular


1 Letra de cambio______________________136
2 Pagaré _____________________________185
3. Cheque ____________________________189
4. Acciones de sociedades, cupones y bonos de fundador 202
5. Obligaciones_________________________207
6. Certificados de participación____________219
7. Certificado de depósito y bono de prenda__226
8. Conocimiento de embarque_____________230
9. Nuevos títulos de crédito_______________234
10. Aplicación de leyes extranjeras__________242
11. Tratados internacionales en materia de títulos de crédito 248

III Análisis de algunos contratos mercantiles


1. Compraventa mercantil________________249
2. Préstamo mercantil_______________256
3. Subcontrato_____________________258
4. Depósito mercantil_______________259

IV Teoría general de las operaciones de Crédito


1. Operación de crédito y la función bancaria_263
2. La empresa bancaria___________________266
3. La banca en México____________________269
4. Organizaciones auxiliares de crédito_______284
Títulos y Operaciones de Crédito

V. Operaciones de crédito en particular


1. Reporto_____________________________288
2 Depósito bancario de dinero y de títulos__294
3 Depósito regular__________________306
4 Depósito en cajas de seguridad_______308
5 Depósito en almacenes generales_____311
6 Descuento_______________________315
7 Apertura de crédito________________322
8 Cuenta corriente__________________330
9 Cartas órdenes de crédito___________336
10 Crédito documentario_____________341
11 Créditos de habilitación o avío y refaccionarios 346
12 Prenda mercantil (con y sin posesión)_ 352
13 Fideicomisos____________________367
14 Arrendamiento financiero__________383
15 Factoraje financiero_______________396

2
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

I. TEORIA GENERAL DE LOS TÍTULOS DE CRÉDITO


1. Conceptos Generales

Subtemas

a. Ideas preliminares__________________3
b. Concepto, importancia y significación___6
c. Denominación_____________________9
d. Elementos formales________________13
e. Definición legal y doctrinal___________15
f. Naturaleza jurídica del título_________16
g. Notas o características esenciales
a.____________________Integración
18___________________________
b.__________________Incorporación
18
c.Legitimación ________________21
d._____________________Literalidad
26
e.Autonomía__________________28
f. Abstracción__________________30
g.__________________Sustantividad
34
h.____________________Circulación
35
a. Representación___________________35
a. Concepto de buena fe______________38
a. Títulos civiles a la orden y al portador_
_41

a) Ideas Preliminares [Astudillo]

Por regla general el derecho mercantil pertenece a la rama del derecho privado,
algunas de sus materias como las instituciones de crédito quedan ubicadas en el
campo del derecho público, porque la regulación de la moneda y del crédito
constituye un medio que usa el Estado para regular la economía nacional,
promover su crecimiento, redistribuir el ingreso y para evitar o disminuir los
efectos de la fase descendente del ciclo económico, además que la materia
procesal se considera también de interés público.

3
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

La creciente intervención del Estado en materia económica ha generado una nueva


legislación que permite la realización del principio de igualdad ante la ley. Así el
legislador sustrae de la propiedad privada las áreas estratégicas y regula la
participación de los sectores social y privado en las prioritarias. Asimismo, se
establece un orden económico que al igual que el orden público no deba ser
deteriorado por los intereses particulares.

La política de intervencionismo económico se infiltró en el campo del derecho


privado afectando sensiblemente a las instituciones del derecho mercantil, se han
insertado principios que tienden a limitar la autonomía de la voluntad; todo ello en
razón de intereses colectivos, igualdad y seguridad en las transacciones y
crecimiento de la economía; por lo que el derecho privado ha entrado en una fase
en que las ideas de colectividad y solidaridad tienen un lugar preponderante.

Hubo una transición desde los conceptos puramente individualistas hacia una
“fase social”.

El derecho Mercantil formó un todo con el derecho Civil y su autonomía está ligada
a la aparición de los mercaderes y al desarrollo del comercio, por lo que
aparecieron una serie de prácticas que convertidas en costumbre jurídica
motivaron la aparición del derecho escrito. Los primeros ordenamientos
mercantiles son las compilaciones y ordenanzas de los comerciantes organizados.

Existen dos tendencias para definir el campo del derecho mercantil:


i. Objetiva: que atiende a la naturaleza intrínseca del acto de comercio
ii. Subjetiva: que atiende a la calidad del sujeto que realiza el acto, el
comerciante.

MARIO RIVAROLA dice que las leyes comerciales en un principio eran normas
especiales aplicables a las relaciones jurídicas de los que se dedicaban al comercio
y han evolucionado paralelamente a la que ha operado en el aspecto económico de
las actividades comerciales, de modo que la ley aplicada a las personas en
razón de su profesión ha pasado a ser la ley aplicable a los actos,
cualquiera que sea la profesión del que los realiza (es decir, que ha habido una
transición de lo subjetivo a lo objetivo en la regulación del comercio).

MANTILLA MOLINA expresa: “el derecho mercantil es el sistema de normas


jurídicas que determinan su campo de aplicación mediante la calificación de
mercantiles dada a ciertos actos y regulan éstos y a la profesión de quienes
se dedican a celebrarlos”. Dicha definición tiene 2 elementos: (i) El legislador
determina si un acto es mercantil y cuáles son las notas distintivas de la
actividad comercial, y; (ii) Toma en cuenta los dos criterios (objetivo y subjetivo).

4
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

BARRERA GRAF dice que hay materias cuya naturaleza y límites no pueden
establecerse con criterios a priori debido a que su estructura no es uniforme y su
evolución obedece a razones históricas de índole diversa. Clasifica dentro de éstas
al Derecho Mercantil ya que “nació para atender las necesidades del comercio y ha
crecido al parejo de la evolución de éste y de la economía a costa del Derecho
Común”. “Así la regulación del derecho mercantil comprende en primer lugar al
acto de comercio y subordinadamente a los comerciantes y ciertas actividades
de estos, después la empresa mercantil y por último las cosas mercantiles
como los TC”.

Por lo tanto, la regulación del derecho mercantil mexicano comprende los


siguientes elementos:
1. actos de comercio
2. comerciantes
3. empresa mercantil
4. cosas mercantiles

Los actos de comercio pueden ser:


i. absolutamente mercantiles como los TC, los buques y las
operaciones de crédito que dan origen siempre a situaciones
jurídicas regidas por el derecho mercantil, o;
ii. de mercantilidad condicionada que hacen depender su
mercantilidad de las circunstancias en que se realizan (sujeto,
fin, objeto y forma).

VIVANTE dice que los TC son una categoría de cosas que circulan con leyes
propias y que tienen la función económica de ser representativos de la riqueza,
que circula con sencillez y seguridad favoreciendo el ahorro la importancia de este
en el comercio, la industria y la obra pública.

BRUNO HILDEBRAND divide la historia del pensamiento económico en tres


etapas:

i. La economía del trueque.


ii. La economía monetaria.
iii.la economía del crédito.

• Los títulos de crédito tienen la función económica de ser representativos


de la riqueza, que en esa forma circula de manera sencilla y segura. Se
transmiten y negocían con mucha simplicidad.
• La economía del crédito es la obtención de riquezas presentes a
cambio de riquezas futuras. Los títulos de crédito tienen la función

5
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

jurídica de ser representativos de esa riqueza (mobiliaria e inmobiliaria) y,


en esa medida, constituirse en vehículo para su circulación.

ASCARELLI dice que la contribución mas importante del derecho comercial en


la formación de la economía modernas son los TC. Sin éstos las relaciones
comerciales serían incomprensibles. Gracias a ellos el derecho logra vencer tiempo
y espacio transportando bienes distantes representados en los TC y materializando
en el presente las posibles riquezas futuras. Juegan 2 factores: riqueza y tiempo.

ARWED KOCH menciona que tanto la jurisprudencia como la doctrina ven en el


crédito la confianza en que será cumplida la promesa hecha o bien la creencia en
la capacidad de pago del deudor. Sin embargo para él la confianza y la creencia
pueden incluso faltar y no obstante celebrarse la operación de crédito, por lo que
entiende como crédito, la disposición desde el punto de vista del
acreditante y la posibilidad desde el punto de vista del acreditado de
efectuar un contrato de crédito.

ASTUDILLO dice que hay un acto de crédito cuando en el intercambio falta la


simultaneidad entre la prestación y la contraprestación, de manera que a
una prestación económica presente le corresponde una futura y el intervalo de
tiempo ha de ser superior al que requiere todo acto de cambio según sus
características técnicas. Así mientras que el tiempo es el elemento del
crédito la confianza es su condición.

KOCH define la operación de crédito como “la cesión remunerada y en propiedad


de un capital por parte del acreedor, y por parte del deudor la aceptación del
capital, con la obligación de abonar los intereses pactados y restituir el capital”. Es
un acto jurídico bilateral con efecto real. Se agrega como elemento el interés.

Todos los conceptos anteriores tienen como origen el pensamiento de Von Böhm
Bawerk.

Los instrumentos jurídicos que han regulado el crédito y propiciado con ello el
crecimiento de la economía son los TC y las operaciones de crédito. Así la propia
exposición de motivos de la LGTOC establece: “El sistema bancario mexicano y,
en general, la economía del país tendrán ahora la posibilidad de utilizar vehículos e
instrumentos capaces de lograr la prestación y el servicio del crédito a todos los
casos que sea necesario…”

Así GARRIGUES sostiene que las notas de rapidez y seguridad que caracterizan el
moderno tráfico mercantil no se concebirían sin la existencia de los TC que facilitan
la circulación de los bienes, mediante la fácil transmisión del documento al cual se
le ha incorporado el derecho. Y RIPERT establece que el capitalismo realizó una

6
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

segunda invención casi tan maravillosa como las sociedades por acciones al
inventar los TC.

Nuestra Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito de 26 de agosto


de 1932 redactada por una comisión integrada por los Lics. Eduardo Suárez,
Manuel Gómez Morín y Miguel Palacios Macedo, fue inspirada en los proyectos para
el Código de Comercio del Reino de Italia:
i. Proyecto Vivante;
ii. Proyecto de la Confederación de la Industria, y
iii. Proyecto D’Amelio.

Asimismo ejercieron su influencia los trabajos para la uniformidad de la legislación


en materia de TC llevados a cabo en las Conferencias de La Haya y Ginebra.

En la exposición de motivos se reconoce este aspecto ya que se menciona que se


había aprovechado el caudaloso material acumulado en la mejor legislación
extranjera, en numerosos proyectos de revisión de la misma, la doctrina y algunas
conferencias internacionales.

El Ing. Alberto J. Pani, SHCP, expresó en la mencionada exposición que la misma


contiene tres títulos:
i. Primero – define y precisa el sistema general de los títulos.
ii. Segundo – regula algunas especies de estos.
iii. Tercero – se refiere a las operaciones de crédito.

CERVANTES AHUMADA dice que es técnicamente una de las más adelantadas


leyes sobre la materia, puesto que reduce a una categoría unitaria los títulos
de crédito y al mismo tiempo establece normas generales para regular sus
características fundamentales.

b) Concepto, importancia y significación [Gómez Gordoa]

Los TC son documentos privados que representan la creencia, fe o confianza que


una persona tiene en otra para que haga o pague algo, ya sea porque se le haya
entregado un bien o porque se le haya acreditado una suma de dinero. Reciben
este nombre por una tradición histórica derivada del primero de ellos, la letra de
cambio.

La denominación implica que hay una operación de crédito, el título es


consecuencia de un crédito. Por lo tanto, debemos distinguir dos conceptos:
i. CAMBIO – entrega de una cosa presente por otra también presente.
ii. CRÉDITO - implica el cambio de un bien presente por uno futuro.

7
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

En el crédito se da el elemento tiempo y el elemento confianza. Al llamar título


de crédito al documento, se parte de la base de que estamos frente a una
operación de confianza en la que también hay un plazo.

Sin embargo hay TC en los que no se da ese plazo sino que deben cumplirse a la
vista, contra su presentación; propiamente no son instrumentos de crédito, son lo
que se llaman INSTRUMENTOS DE PAGO v.gr. El cheque que contiene la
obligación de pago de una suma de dinero que ha de ser a la vista y el tomador
tiene el derecho de presentarlo inmediatamente, no puede ser un título a plazo. Si
se espera varios días, es porque asi se quiere, pero puede y tiene el derecho de
presentarlo inmediatamente.

El cheque no puede ser un título a plazo; es un instrumento de pago y por lo


tanto, en términos formalmente literales, no cabe dentro del concepto genérico de
títulos de crédito.

Consecuentemente teniendo como idea que los cheques no forman parte de esa
clasificación, la denominación de título de crédito que adoptó la legislación italiana
y con base en ella la nuestra; debería ser sustituida por la de “título valor”,
conforme a la doctrina alemana, porque da la idea de que el título valor implica la
unión del documento con el valor que representa. El documento contiene un
derecho y correlativamente una obligación. Quien tiene el derecho es acreedor a
una cosa o a una suma de dinero que es un valor; pero por costumbre se les ha
seguido denominando TC.

Ha habido una evolución de los viejos conceptos de TC, como simples documentos
comprobatorios de una obligación, para convertirlos mediante una ficción
legal en un título-valor – cosa que tiene valor por sí misma.

El TC por excelencia es el papel moneda: un billete no es un documento


comprobatorio ni un testimonio escrito de una obligación de pago, sino un
documento que contiene valor y poder liberatorio de obligaciones.

El TC pasó de ser un documento comprobatorio de una cosa que tiene valor por sí
misma; de una cosa que representa algo, distinta de sí misma y comprobatoria de
una obligación; o algo que vale por lo en él documentado.

El TC tiene el valor intrínseco que se ha incorporado a ese papel, por mandato


de ley y por ficción jurídica, por eso su verdadero nombre debe ser el de Título
Valor. Consecuentemente no se puede ejercer el derecho incorporado si no
se tiene el documento, porque el documento es el valor. En virtud de esa ficción
jurídica, esos pedazos de papel adquieren un valor por la suma o por el valor del
bien que representan.

8
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Quien tiene un título de crédito tiene sólo un valor representativo, mientras que
el deudor conserva el valor real, es decir, posee físicamente la cosa o la riqueza.

Para que el TC tenga como documento el mismo valor que el bien intrínseco en él
representado sería necesario vivir en una sociedad ideal donde privaran la buena
fe y la honestidad, pero como tal no existe y además que crédito está sujeto al
acto volitivo de cumplimiento por parte del obligado, se ha hecho
necesario la creación de un aparato coercitivo, que es el órgano judicial,
para hacer cumplir las obligaciones fallidas y la prevención del legislador a fin
de hacerlo un instrumento lo más perfecto posible para que pueda cumplir con su
propósito: el cumplimiento en sus términos de la obligación contraída a través del
mismo.

Por las razones expuestas el TC hace prueba plena y tiene fuerza ejecutiva, el
procedimiento con base en éste es ágil (basta la presentación de la demanda,
en secreto se despacha ejecución, se practica embargo de bienes al demandado,
previo requerimiento de pago con resultados negativos y se emplaza a juicio para
que dentro del tercer día se paguen las prestaciones reclamadas o se conteste la
demanda y se opongan las excepciones correspondientes; posteriormente se abre
el juicio a prueba y se desahogan en una audiencia oral e inmediatamente en la
misma audiencia se dicta sentencia). Este ágil procedimiento se explica porque el
legislador trata de restaurar la fe y confianza en los TC para que éstos puedan
realizar su función económica de sustituir la riqueza y facilitar su tránsito.
Otra virtud es que solamente se pueden oponer las excepciones establecidas
en ley.

IMPORTANCIA Y SIGNIFICACIÓN

Los TC, que son cosas mercantiles, ejercen una función económica de enorme
importancia. Son ficciones de la Ley, un pedazo de papel, al cual se inserta o se
redacta una serie de frases con características especiales, se transforma en algo
totalmente distinto.

Así VIVANTE dice que constituyen una masa superpuesta a las cosas, una
masa que circula con leyes propias sobre el cúmulo de cosas muebles e
inmuebles, que constituyen la riqueza social. Es una masa superpuesta al
circulante monetario.

Son documento representativos ya que es mas fácil realizar transacciones por


los derechos representados.

Suplen fundamentalmente al dinero de manera que así como existe en el mundo


económico lo que se llama circulante monetario, sobre éste va la masa
superpuesta de TC, llamados cheques, que están sustituyendo al dinero, que son

9
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

una adición al circulante monetario, lo cual en términos económicos puede


provocar en un momento dado inflación monetaria.

Estando los TC destinados a circular tienen una característica de valor


intrínseco tal que les da una vida independiente respecto de las personas físicas
o morales que en ellos intervienen.

Deben por tanto contar con las siguientes características:


i. ser instrumentos SENCILLOS de fácil redacción y entendimiento, para que
cualquier persona tenga acceso a su utilización;
ii. otorgar SEGURIDAD a quienes los usan, ya sea que los reciban en calidad
de acreedores o lo suscriban con el carácter de deudores;
iii. ser INSTRUMENTOS DE CONFIANZA ya sea porque documenten créditos,
establezcan plazo para el cumplimiento de una obligación o porque se
usen como instrumentos de pago que se recibe como dinero, en todos los
casos deben inspirar seguridad.

Cualquier persona puede crear un TC razón por la cual la ley ha de ser muy
rigurosa para que no vaya a hacerse mal uso de esa fácil manera de crear valores,
por ello la legislación ha dispuesto que nazcan con determinadas características y
que su vida se sujete a normas legales estrictas, todo ello para evitar que se
defraude la buena fe.

En cuanto a la significación de los TC se señala que si los particulares fuesen


como el Banco de México, pasaría con los TC exactamente lo mismo que con lo
billetes de banco, esto es, si los TC siempre se pagasen se les podría considerar
como dinero.

La industria moderna y las inversiones de nuestro tiempo no se habrían realizado


si no hubieran sido creadas por las sociedades, las cuales no habían sido posibles,
a su vez, sin el título de crédito. De allí su enorme importancia.

c) DENOMINACIÓN [Astudillo] – Adjunto (Jueves 20 de Agosto)

-> El antecedente remoto del concepto lo encontramos en SAVIGNY quien aportó


la idea del derecho incorporado en el documento y en BRUNNER y JACOBI que
agregaron respectivamente los elementos de literalidad y legitimación. El
antecedente inmediato lo tenemos en VIVANTE quien afirmó que el TC es un
documento necesario para ejercer el derecho literal y autónomo
expresado en el mismo. Es:
i. Literal porque su existencia se regula al tenor del documento; Lo que dice
el documento es el derecho que se tiene.

10
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

ii. Autónomo porque el poseedor de buena fe ejerce un derecho propio que


no puede ser restringido o destruido en virtud de las relaciones existentes
entre los anteriores poseedores y el deudor;
iii. Documento necesario para ejercer el derecho porque, en tanto el título
existe, el acreedor debe exhibirlo para ejercitar cualquier derecho ya
sea principal o accesorio de los que en el mismo se contienen, y las
modificaciones en los efectos del TC se deben hacer constar en el
mismo.

-> SALANDRA considera que en la redacción de un título de crédito hay una


transformación, consistente en la atribución a él de una particular calidad
jurídica, la transformación económica es consecuencia de la primera. El papel se
transforma en un documento cuyo valor es extrínseco e instrumental y depende
del uso jurídico.

-> Continúa diciendo este autor que el TC cumple dos funciones principales:
i. servir de medio exclusivo de legitimación para el ejercicio del
derecho en él consignado. La legitimación tiene un doble aspecto:
activa, en cuanto el acreedor está autorizada para ejercitar el derecho
representado en el TC; y pasiva, en cuanto el deudor que paga a quien
resulte legitimado, paga válidamente y por tanto queda liberado.
ii. instrumento para la transmisión del derecho que consignan, y está
estrechamente conectada con la primera. Como el derecho sólo se puede
ejercitar por quien tiene el documento, la forma de transmitir el derecho
es transmitiendo el documento.

Vivante agrega la característica de autonomía en la definición de los títulos de


crédito. Establece que son autónomos desde que nace, no desde que son puestos
en circulación. Salandra critica esta definición diciendo que la característica de
autonomía solamente aparece cuando entra en circulación el título. Además
establece que Vivante deja de lado la característica de transmisión.

Articulo 12.- La incapacidad de alguno de los signatarios de un título de crédito;


el hecho de que en éste aparezcan firmas falsas o de personas imaginarias; o la
circunstancia de que por cualquier motivo el título no obligue a alguno de los
signatarios, o a las personas que aparezcan como tales, no invalidan las
obligaciones derivadas del título en contra de las demás personas que lo
suscriban.

Salandra dice que la autonomía de los títulos de crédito surge cuando se da la


primer transmisión. Pero si leemos el articulo 12, no se habla de la circulación. La
inexistencia, incapacidad, etc. de una persona, no excluye la obligación derivada
del título. Por lo tanto el título es autónomo desde que se crea.

11
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Como consecuencia de la literalidad viene la autonomía que implica que el


derecho adquirido tiene la extensión que del TC resulta y que puede ser diversa de
aquella que tenía frente al enajenante en consideración de las relaciones entre
éste y el deudor.

La autonomía del derecho consignado en el TC se verifica solamente después


de que se pone en circulación éste y no tiene lugar frente al primer poseedor,
por lo que no es exacto afirmar que el derecho cartular nace como derecho
autónomo desde el primer momento en que el TC es redactado y emitido, sino
cuando ha entrado en circulación con objeto de proteger a los adquirentes
sucesivos de buena fe.

Sin la característica de circulación los títulos no pierden su naturaleza. A diferencia


del principio de incorporación, que al no contar con esta característica, no estamos
en frente de un título de crédito.

Por lo tanto habría que corregir la definición de Vivante estableciendo que es el


documento necesario para ejercitar (función de legitimación) y transferir
(función de transmisión) el derecho en él mencionado, el cual, por efecto de
la circulación y en tanto ésta tiene lugar por los medios propios de los TC,
se considera literal y autónomo frente a quienes lo adquieren de buena
fe”.

-> El 1° de la LGTOC dice: Son cosas mercantiles los TC. PALLARES dice que
debió decirlo al revés: todos los TC son cosas mercantiles, pero no todas las cosas
mercantiles son TC (como los buques, las patentes, las marcas, etc). El título de
crédito es especie, la cosa mercantil es el género.

Es claro que con esta mención la ley quiso sujetarlos a un régimen jurídico
especial: el de la legislación mercantil y que los sustrajo a la clasificación del
Derecho Civil de bienes muebles e inmuebles, bienes público y privados, pero ni
el Código de Comercio ni las leyes especiales contiene el significado de la
expresión “cosas mercantiles”.

-> DE BENITO reseña que VIDARI estima que el concepto de cosa mercantil es
más de modo que de substancia, porque un mismo objeto es cosa en sentido
civil, en manos de la persona que la adquiere para su uso y cosa en sentido
mercantil en manos de quien la adquiere para especular con su reventa o locación.
Sin embargo DE BENITO considera que hay cosas que son por su naturaleza
mercantiles y no pueden perder dicha condición; agrega que el análisis económico
que hacen los mercantilistas de las cosas mercantiles se reduce a sentar el
principio de que todo producto de la industria tiene dos valores: el valor de uso o
utilidad y el valor de cambio o valor propiamente dicho.

12
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

URSÚA establece que con base en lo que se menciona es cierto que la distinción
es mas de modo que de sustancia, pero estima que se debe distinguir, además, si
el consumo de las cosas es directo o indirecto porque las cosas destinadas al
consumo industrialconservan en general su condición económica “valor en uso” y
“valor en cambio”; pero cuando especialmente se destinan al consumo de la
industria mercantil no conservan la referida condición, porque debiendo satisfacer
la necesidad de la circulación se confunden los valores de uso y de cambio y si
subsite la diferencia es con muy diversas consecuencias, porque en ambos usos
aparece el carácter maercantil, ya que las cosas están destinadas a la circulación.

-> DE BENITO clasifica las cosas mercantiles en:

i. cosas mercantiles por su NATURALEZA que son aquellas


que al consumirse satisfacen las necesidades de la industria
comercial como son los buques, el dinero, los TC, los efectos
comerciales, el nombre comercial, las empresas, los
privilegios intelectuales, etc.;
ii. cosas mercantiles por ACCIDENTE que son todas aquellas
que adquieren carácter mercantil en manos del que con ellas
especula, y lo pierden para aquel que las utiliza
directamente o las enajena sin idea de especulación.

-> PALLARES se pronuncia en contra de estas ideas de DE BENITO y considera


que el autor sitúa el problema dentro del campo de lo económico y no dentro del
jurídico. Objeta su concepto de cosas absolutamente mercantiles, porque si bien el
dinero es por naturaleza el medio de cambio de bienes, puede ser objeto de un
uso no mercantil v.gr. la donación.

Para él son cosas mercantiles, las que en todo caso dan lugar a actos o
contratos mercantiles, de tal manera que basta que figuren en un acto jurídico
para que éste tenga el carácter de comercial, lo que trae consigo la aplicación
preferente de las leyes mercantiles para resolver cualquier cuestión relacionadas
con el acto o contrato de que se trate. Así las cosas no son mercantiles por su
naturaleza sino porque el derecho les da tal carácter, habida cuenta de
ciertas necesidades sociales y económicas que se trata de satisfacer.

-> ASTUDILLO considera correcta la visión de PALLARES debido a que si el 75 del


CCo y el 1° de la LGTOC consideran como cosas mercantiles las acciones y
obligaciones de sociedades mercantiles y los TC, es porque es preciso reconocer
que el derecho regula realidades, y si estas son de carácter económico, alguna
explicación de esta naturaleza ha de informar la letra de la ley.

El 5° de la LGTOC dice que los TC son los documentos necesarios para


ejercitar el derecho literal que en ellos se consigna. La definición coincide

13
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

substancialmente con la de VIVANTE con la salvedad de que no se incluye el


concepto de autonomía puesto que se tiene el derecho autónomo cuando circula,
no antes, además que según el maestro CERVANTES AHUMADA esa
característica esta implícita en otros preceptos de la ley..

Corriente alemana: No deben llamarse títulos de crédito


Corriente italiana: Está bien esa denominación

Las acciones, las obligaciones, dan derechos patrimoniales o corporativos, y no


solamente comprenden un crédito. Hay además muchas operaciones que generan
un crédito y que no tienen la naturaleza de título de crédito.

-> GARRIGUES, TENA y RODRÍGUEZ Y RODRÍGUEZ objetan la terminología de


títulos de crédito y proponen substituirla por la de títulos valor.

GARRIGUES dice que esta denominación es poco comprensiva puesto que no


alude a un aspecto distinto del de crédito, que es la denominación jurídica de la
cosa sobre la que el título confiere derecho, mientras que existen títulos (las
acciones) que no atribuyen sólo ese derecho de crédito, sino más bien un conjunto
de derechos subjetivos de diversa índole, que componen una cualidad jurídica
compleja. Por lo tanto prefiere el concepto de título valor para designar
jurídicamente cierto documento cuyo valor es inseparable del título mismo.

RODRÍGUEZ Y RODRÍGUEZ la expresión TC es incorrecta pues sólo hace


referencia a aquellos títulos que tiene un contenido crediticio, es decir, que
imponen obligaciones que dan derecho a una prestación de dinero o de cosa
cierta.

TENA la expresión TC es doblemente impropia ya que desde un punto de vista


comprende más (hay multitud de documentos que consignan derechos de crédito
y que sin embargo difieren de los TC) y, desde otro, comprende menos (los TC
pueden contener derechos no crediticios).

En cambio, CERVANTES AHUMADA admitiendo que algunos TC no siempre


incorporan un derecho de crédito, defiende, sin embargo, la denominación,
argumentando que los conceptos jurídicos no deben ser interpretados etimológica
o gramaticalmente, sino desde el punto de vista jurídico; además dice que la
expresión título valor también es incorrecta porque hay muchos bienes que
representan un valor y no son TC.

ASCARELLI dice que la historia de los TC explican por qué la expresión se utiliza
hasta para los títulos que no satisfacen una función de crédito, cuyas
cartacterísitcas jurídicas y económicas son independientes de la existencia de una
operación de crédito.

14
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

ASTUDILLO dice que dicha expresión es conforme con nuestra tradición jurídica.
Fue usada por el CCo de 1889; en el C.C. y leyes especiales anteriores a la
promulgación de la LGTOC en donde se alude a títulos y a valores como
expresiones sinónimas.

Se ha dicho en torno a la definición legal que los TC son documentos necesarios


que contienen un derecho u obligación de carácter patrimonial y que son
formales:

1. DOCUMENTOS.- Según el Diccionario de la Lengua Española es:”… un


escrito que ilustra acerca del algún hecho…”, el Diccionario Razonado de
Legislación y Jurisprudencia de JOAQUIN ESCRICHE lo conceptúa como “…
auténtico de todo escrito, papel o documento que se haya autorizado de manera
que haga fe y deba ser creído”. Los documentos pueden otorgarse: (i) ad
probationem causa, es decir, como medio probatorio de determinado hecha acto
o contrato, y; (ii) ad solemnitatem causa, o sea, como elemento constitutivo y
esencial de un acto jurídico (como un Testamento Público Abierto).

De lo anterior se infiere que los documento pueden ser probatorios, constitutivos


(los estrictamente necesarios para el nacimiento o constitución de una situación o
relación jurídica), y constitutivo dispositivos (aquellos que crean un derecho,
las consiguientes relaciones jurídicas y que son necesarios para ejercer el derecho
por ellos creado).

BOLAFFIO dice que sin el documento dispositivo no hay manera de servirse del
derecho, ya sea para transferirlo a otro o para conseguir su ejecución, salvo que
un duplicado o una sentencia lo subrogue en los casos consentidos por la ley o por
el contrato de emisión. Es el título el que atribuye la calidad de acreedor, como si
el derecho surgiese de él desde su origen, y por eso, es inmune a las excepciones
personales eventualmente oponibles a los acreedores precedentes. De aquí surgen
los dos elementos esenciales para la constitución de un TC: la incorporación
del derecho al título y la autonomía de su ejercicio.

1. Contienen un DERECHO PATRIMONIAL.- Porque los TC conciernen


fundamentalmente a las obligaciones de carácter patrimonial, cuyas
características se resumen en los siguientes términos:

a. Expresan una relación jurídica entre acreedor y deudor de manera que


se puede inscribir en el activo de uno y el pasivo del otro;
b. Tienen un carácter preponderantemente económico y por tanto son
resolubles en una determinada suma de dinero;
c. No son intuitu personae y por tanto las personas son sustituibles;
d. Son en principio transmisibles, salvo que la ley o las partes lo prohiban.

15
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

1. Son FORMALES.- Ello significa que los documentos y actos relativos a los
TC solamente producirán efectos legales, cuando contengan las menciones
y llenen los requisitos que la propia ley señala y que ésta no presuma
expresamente. Dichos requisitos pueden ser satisfechos por quien en su
oportunidad debió llenarlos hasta antes de la presentación del título. La omisión
de tales requisitos constituye una excepción a la acción cambiaria. La formalidad
descansa en el artículo 14 LGTOC.

d) Elementos formales [Gómez Gordoa]

GÓMEZ GORDOA expresa que desde el punto de vista formal, los TC se distinguen
por 4 elementos fundamentales:
1. Documentos privados
2. Constitutivos de un derecho literal
3. Necesarios para su ejercicio
4. Destinados a la circulación

1. DOCUMENTOS PRIVADOS

Los títulos de crédito son documentos privados que traen aparejada ejecución. La
acción de ejecución empieza sin necesidad de reconocimiento del demandado. Los
títulos de crédito son representativos de riqueza, por lo que han sido dotados de
muy gran importancia y seguridad jurídica. Están protegidos al traer aparejada
ejecución para garantizar su uso. A pesar de traer aparejada ejecución, los títulos
de crédito no hacen prueba plena, se pueden desvirtuar, pues siguen siendo
documentos privados.

El TC es siempre un documento, entendido como un pedazo de papel. Como a


mayor circulabilidad del título, mejor cumplimiento de su función, deben provocar
el reconocimiento por parte de cualquier persona de que se trata de un TC,
cuidando siempre su sencillez y simplicidad. Por eso se le dan ciertas
características:

• Deben estar redactados en un pedazo de papel, el texto puede


redactarse a lápiz, con tinta, a máquina, etc. pero la firma ha de ser con
tinta indeleble de acuerdo con el Art. 102, 2° párrafo de la derogada Ley
General de Instituciones de Crédito y Organizaciones Auxiliares que
reforzó la práctica de que los bancos exigieran la firma con tinta
indeleble. Hoy es costumbre que se use con algún medio de tinta
indeleble.
• Ejemplo del pagaré en el pizarrón □□si así fuere donde estaría su función
económica de fácil transportación de la riqueza.

16
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

• La creación y consecuencias jurídicas del título no quedan al


arbitrio de las partes, ha de redactarse conforme al texto característico
definido por la ley que permita identificarlo como TC y de seguridad
jurídica. No pueden inventarse por propia voluntad, deben estar
regulados por la ley y sus requisitos están establecidos por la propia ley.
• La mayoría de los requisitos de los TC son rígidos (también llamados ad
solemnitatem), así el 14 establece que “los documentos y los actos a que
este título (de los TC) se refiere sólo producirán los efectos previstos por
el mismo (título) cuando contengan las menciones y requisitos señalados
por la ley”. También hay requisitos flexibles ya que por disposición del
artículo 15 éstos pueden satisfacerse por quien debió llenarlos en
cualquier momento anterior a su presentación.
• No son documentos públicos puesto que no emanan de un órgano u
organismo público en ejercicio de sus funciones ni de particulares a los
que por excepción el Estado les ha delegado la posibilidad de emitir ese
tipo de documentos. Son documentos privados pero hacen prueba
plena sin necesidad de reconocimiento de la persona que los emite (como
excepción a la regla general de los documentos privados). Aun cuando
hay TC emanados de Instituciones u Organismos públicos son
documentos privados pues tales actúan bajo el aspecto de su
personalidad privada. El único interés que se persigue para los TC es si el
deudor es solvente no quien lo emite.
• Al hacer prueba plena se despacha ejecución sin previo
reconocimiento de las firmas o de la validez del TC lo cual será materia
ya de la etapa probatoria.
• El principio de que el TC tiene que existir para poder ejercitarse el
derecho, es un principio absoluto, que no admite excepción de ninguna
especie.
• Se presume que un título de crédito vencido en poder de su tenedor
legítimo no fue pagado, pues si asi hubiera ocurrido el documento estaría
en su poder.
• Son documentos privados que tienen plena validez sin necesidad de
reconocimiento de la persona que los emite.

[CLASE]: Documento es un materia de carácter físico en el que se puede hacer


constar una idea, un hecho o un acto. En el caso de los TC, deben ser documentos
simples, identificables, inconfundibles, que representen confianza, manejables y
sui generis.

2. SON CONSTITUTIVOS DE UN DERECHO LITERAL

El derecho siempre está implícito en el mismo título, nunca es una expectativa.


Cuando se tiene un derecho se hace necesario documentarlo o
representarlo para hacerlo corpóreo surgiendo entonces los documentos

17
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

probatorios y los documentos constitutivos. Así el documento tiene que nacer por
virtud de un acto jurídico y se requiere que el derecho que así se constituye tenga
un titular.

Según GÓMEZ GORDOA los documentos probatorios son toda clase de


expresiones de voluntad que se plasman en un documento privado o público,
mientras que los documentos constitutivos, como es el caso de los TC, son
aquellos en los que del nacimiento del documento surge el derecho.

Al llenarse los requisitos esenciales para la creación del TC, ese documento se
convierte en constitutivo de derechos, que se generan en el acto mismo de
creación (a partir de la creación del documento surge el derecho literal) y de esta
circunstancia se desprenden consecuencias:

1. En el derecho italiano se habla del Diritto Cartolare que no es otra cosa que
el derecho ligado al documento. La consecuencia es que quien tiene el
documento tiene el derecho.
2. En la doctrina alemana el documento es el valor que representa desde el
momento en que se convierte en TC porque tiene desde entonces un valor.
La consecuencia es que el deudor se obliga a pagar al portador del TC.
3. El derecho contenido en el documento debe ser expresable (para ser
derecho) y expresado (gramaticalmente hablando), puesto que si no lo es,
no es un derecho. El documento debe tener un texto sacramental para
que pueda identificarse el derecho.

3. SON NECESARIOS PARA EJERCITAR EL DERECHO LITERAL

El documento es indispensable para ejercer el derecho.

Por virtud de una ficción legal es un documento destinado a circular y se va


haciendo independiente de las personas que lo detentan y transmiten porque en sí
mismo tiene un valor. La incorporación del derecho en el documento hace que
se convierta en el derecho, hay una transfiguración del pedazo de papel para
convertirse en un valor.

Si el documento se pierde no se puede despachar ejecución por un juez, aunque


existan pruebas para acreditar que el documento, en algún momento se tuvo. Sin
el TC no se tiene el derecho porque la incorporación del derecho en el docuemento
hace que el documento se convierta en derecho.

De esta forma si se pierde el TC se pierde el valor, la única excepción sería el


procedimiento de cancelación y reposición del título en el que se da vista a
las partes que intervinieron en su creación, se garantizan los perjuicios que se
puedan causar si se actúa de mala fe, con el objeto de que el TC desaparecido

18
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

pueda revivirse desincorporándose el derecho del TC perdido e incorporándose a


un nuevo TC expedido y firmado por el juez en cumplimiento de la sentencia de
reposición.

4. SON DESTINADOS A CIRCULAR

Es natural al título de crédito circular, pero no es de su esencial. Su circulación


puede restringirse por las parte o por la ley y no por eso pierde su naturaleza de
títulos de crédito. Al ser representativos de riqueza, lo ideal es que circulen.

A diferencia de los documentos del derecho común, en el que la figura jurídica de


la sucesión de derechos no implica el traspaso del documento sino solo del
contenido jurídico, por virtud del Diritto Cartolare el documento sigue la suerte
del derecho en él incorporado.

Hay documentos que no están destinados a circular, sólo identifican a quien tiene
el derecho de exigir la prestación que en ellos se consigna v.gr. boletos,
contraseñas, fichas de que habla el 6. Entonces sólo los documentos
destinados a circular pueden ser TC, siempre y cuando reúnan los demás
requisitos formales que la ley exige para estos documentos.

Ahora bien, el hecho de que los títulos nominativos requieran para su circulabilidad
de algunas formalidades específicas, no les quita su característica circulatoria y no
hay que dejar de lado que aún cuando el TC no estuviere destinado a circular,
v.gr. TC no negociable o cheque de caja, no por ello dejaría de ser un TC pues
existen otras características que la dan la esencia de TC.

El endoso de las facturas no surte efectos de derecho cambiario si no los de


derecho común. De tal manera que transmito el derecho en la medida que los
tengo, cuestión que no ocurre en derecho cambiario. La factura no es un título de
propiedad, se expide como recibo de pago del precio de un bien mueble. Así
cuando se escribe en el reverso de la factura un endoso lo que se está diciendo es
que el cesionario está pagando en un nuevo traspaso, el precio de la cosa, no hay
ni una cesión ni un endoso en la factura pues está no contiene ningún derecho de
propiedad.

No necesariamente es de la esencia del TC circular (cheques de caja, por


ejemplo). La clave está en las formalidades esenciales que convierten a un
documento en TC, verificándose así la incorporación del valor en el documento.
Las contraseñas y facturas son documentos de legitimación pasiva opcional
(el deudor se libera válidamente pagando al detentador, pero no está obligado a
hacerlo), y no documentos constitutivos-dispositivos.

19
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Otro principio del Diritto Cartolare implica que se transmiten tos sus
accesorios legales y todos los derechos inherentes al mismo, reconocido en
el 18.

e) Definición Legal y doctrinal [Gómez Gordoa]

En términos del Art. 5° LGTOC son los documentos necesarios para ejercitar
el derecho literal que en ellos se consigna.

VIVANTE dice que son “los necesarios para ejercitar el derecho literal y
autónomo que en ellos se consigna”; nuestra definición no incluye dicho elemento
lo cual no implica que nuestro derecho no considere dicho aspecto como
característica de los TC.

JACOBI agrega a la definición el elemento de legitimación y GARRIGUES


considera además el elemento de la posesión del TC porque si no se tiene el
documento no se tiene el derecho.

Sin embargo la definición legal no está incompleta pues contiene los elementos
esenciales de los TC.

En la vida jurídica de los TC desde Roma hasta nuestros días existen dos etapas:

1. La primera, cuando es un simple documento comprobatorio del


cambio de una riqueza de un lugar a otro. Así la letra de cambio, que
dio lugar a los demás TC, era una carta en la que se consignaba la
súplica de una persona que entregaba a otra una suma de dinero para
que la llevara y entregase a un tercero en una plaza distinta. Entonces
la letra era un documento probatorio de dicha operación y al cumplirse
la orden terminaba su vida jurídica.
2. La segunda, es la del Título Valor que inicia a partir de EINERT quien
estudió la posibilidad de transmitir ese documento por parte del
beneficiario a otra persona y de esa a otra, de modo que cualquiera
que recibiera dicha letra tuviera el derecho de cobrar la suma de
dinero a quién suscribió el documento. Se convirtió en un derecho
circulatorio para pasar de mano en mano. Surgió entonces el Endoso.

La propiedad de un TC se transmite por dos medios cambiarios:


i. La traditio si es al portador, y;
ii. el endoso si está suscrito a nombre de persona individualmente
designada.

20
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

El principio que caracteriza al TC es su carácter circulatorio aunque no es


substancial a los TC. Existen:
1. Títulos de circulación normal.
2. Títulos de circulación restringida, v.gr. los cheques cruzados que
por disposición de la ley sólo pueden ser cobrados por una institución
de crédito o las acciones de circulación restringida que requieren que
su transmisión sea aprobada por el consejo de administración, y
3. Títulos no circulables o no negociables por ley, como el cheque de
caja, señalado asi por ley y otros que por declaración unilateral de la
voluntad son solamente un documento probatorio entre el acreedor y
el deudor.

f) Naturaleza Jurídica [Gómez Gordoa, Tena y Rodríguez y Rodríguez]

Los TC son cosas mercantiles conforme a lo establecido por el 1° de la LGTOC:

“Son cosas mercantiles los TC. Su emisión expedición, endoso, aval o


aceptación; y las demás operaciones que en ellos se consignan son actos de
comercio.

Los derechos y obligaciones derivados de los actos o contratos que hayan


dado lugar a la emisión o transmisión de los TC, o se hayan practicado con
éstos, se rigen por las normas enumeradas en el Art. 2°, cuando no se
puedan ejercitar o cumplir separadamente del título, y por la ley que
corresponda a la naturaleza civil o mercantil de tales actos o contratos, en
los demás casos. Las operaciones de crédito que esta ley reglamenta son
actos de comercio.”

Art. 2° LGTOC:

“Los actos y las operaciones a que se refiere el artículo anterior, se rigen:

I. Por lo dispuesto en esta ley, en las demás leyes especiales relativas; en


su defecto
II. Por la legislación mercantil general; en su defecto
III. Por los usos bancarios y mercantiles y, en defecto de éstos
IV. Por el derecho común, declarándose aplicable en toda la República,
el C.C. Federal”

• Se pueden señalar como ejemplo de las leyes especiales La Ley de


Instituciones de Crédito, la Ley General de Sociedades Mercantiles, entre
otras.

21
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

• Usos bancarios y mercantiles: estás fuentes si bien no están


determinadas específicamente en ninguna ley, en materia mercantil tienen
una gran influencia, son una fuente del derecho de una manera mucho más
importante que en otras ramas del derecho. Ahora bien se le da prioridad a
los usos bancarios que a los mercantiles porque es principio general de
derecho que la ley especial está por encima de la ley general. V. gr. Un
ejemplo de la influencia de los usos es que al principio los títulos se
redactaban a mano, hoy debido a su gran importancia, se venden en las
papelerías modelos de ellos.

GÓMEZ GORDOA explica que el artículo 109 de la derogada Ley General de


Instituciones de Crédito y Organizaciones Auxiliares de 1941 establecía que los
créditos bancarios no eran acumulables a la masa de las quiebras de los fallidos,
con lo que resultaba que los créditos bancarios eran privilegiados y preferentes
sobre el crédito general; con este precepto especial se derogaba la ley general que
en el caso era la de quiebras, que establecía que los acreedores tenían iguales
derechos.

Años después, en vista de que muchos jueces estaban negando el derecho a las
instituciones de crédito a ese privilegio, llegó el asunto a la SCJN. Los jueces
argumentaban que la Ley de Quiebras y de Suspensión de Pagos de 1943, entre
las disposiciones relativas a los créditos privilegiados, mencionaba únicamente los
créditos prendarios, hipotecarios y los que tenían sentencia ejecutoriada, pero no
señalaba los bancarios. Los banqueros por su parte argumentaban que es
preferente la ley especial respecto de la general, por lo que no tenían porque
acatar la Ley de Quiebras. Los jueces contestaron entonces que la ley posterior
deroga la ley anterior.

Finalmente la Corte resolvió que prevalecía el criterio de los banqueros por lo que
finalmente prevaleció el criterio de que la Ley General de Instituciones de Crédito
y Organizaciones Auxiliares era preferente a la de Quiebras. (El licenciado Martín
del Campo critica esta resolución mencionando que la ley de quiebras es también
una ley especial).

El Art. 1° de la LGTOC vino a superar una incongruencia anacrónica del Código


de Comercio que indebidamente considera actos de comercio a los TC (75-XIX y
XX). Serían actos de comercio las operaciones que se realizan con las cosas pero
no las cosas en sí. Para definir la mercantilidad se acude al Art. 75 porque el
campo civil y el mercantil estuvieron confundidos durante mucho tiempo.

En la materia mercantil, la ley sustantiva es el CCo y la ley adjetiva es también el


propio CCo y a falta de disposición en las leyes mercantiles, es aplicable el CPC de
cada estado que es mas lento y largo. (1054 CCom). El CCo resulta ya caduco,
pues tiene vigencia desde 1889, lo que ha generado escisiones en el Código

22
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

desapareciendo capítulos enteros. Así la materia de sociedades quedó en la LGSM,


la materia de TC quedó en la LGTOC, por lo que del CCo quedó un cuerpo mutilado
que los legisladores han tenido que reformar y en un intento de concentrar las
leyes dispersas se formó la Primera Comisión Legislativa de la Secretaría de
Industria y Comercio, pero ni con los intentos posteriores se ha logrado crear un
Código de Comercio completo, unitario, con una sentido y una filosofía jurídica
moderna.

RODRÍGUEZ Y RODÍGUEZ dice que la naturaleza de los TC debe determinarse


desde tres puntos de vista:
i. como documento;
ii. por el carácter de la obligación que resulta del TC, y
iii. por el derecho del propietario de los mismos.

Como documento su naturaleza es la de ser un documento constitutivo


dispositivo, es decir, aquél que no sólo crea un derecho y las consiguientes
relaciones jurídicas sino que es necesario para ejercitar el derecho por ellos
creado.

Puede haber 3 tipos de documentos constitutivos dispositivos:

1. Títulos de participación.- Contienen declaraciones de verdad porque


comprueban o certifican que una especial de la persona, es decir la de
socio u obligacionista.
2. Títulos representativos de mercancías.- Contienen declaraciones
respecto a la recepción y/o venta de mercancías, declaraciones que
plasmadas en el TC son negociables.
3. Títulos valor de contenido crediticio.- Contienen declaraciones
unilaterales de voluntad, es decir, no necesitan aceptación por parte
del beneficiario, sino que constituyen una declaración del suscriptor a
favor de los futuros tenedores

g) 8 Notas o características esenciales de los TC’s [Gómez Gordoa,


Astudillo, Tena]

Herramienta nemotécnica DMC:


Li I I Le A A Su Ci

1. Literalidad
2. Integración
3. Incorporación
4. Legitimidad
5. Autonomía

23
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

6. Abstracción
7. Sustantividad
8. Circulación

A. INTEGRACIÓN

Consiste en que en el TC deben constar textualmente todos los actos


cambiarios exigidos o autorizados por la ley. Todos los actos relativos al
mismo deben incluirse en él, de allí que sólo lo que conste en el texto del
documento tiene validez.

Cualquier acto cambiario debe constar e inscribirse en el texto del TC. Cuando el
TC es aceptado por una persona que se obliga a pagarlo, debe hacerse constar esa
aceptación en el mismo, no habrá aceptación de un TC por más comprobación que
se hiciese de la voluntad de aceptar pagarlo, si no consta en el texto mismo del
documento.

GÓMEZ GORDOA dice que hay casos excepcionales en que la ley de manera
expresa permite que un acto que afecta la vida cambiaria del TC no se integre en
el mismo v. gr. el endoso de un TC que debe anotarse como requisito
indispensable en el libro de registro del emisor, se lleva extra título y no se integra
en el propio documento. 128-III, 129, y 131 LGSM: “El registro de acciones
contendrá…las transmisiones que se realicen…la sociedad considerará como dueño
de las acciones a quien aparezca inscrito como tal en el registro…la transmisión de
una acción que se efectúe por medio diverso del endoso deberá anotarse en el
título mismo de la acción”. Ese asiento se hace constar por el secretario del
consejo, por regla general.

Sin embargo en la práctica se hace constar en el título de la acción los endosos de


la misma y esto por una sencilla razón: el propio 129 ordena que la sociedad debe
inscribir en el libro de registro, a petición de cualquier titular, las transmisiones
que se efectúen y ¿como comprobar la titularidad de un TC nominativo transmitido
por la vía cambiaria si no es por medio de su tenencia y la serie ininterrumpida de
endosos, de acuerdo con la ley de su circulación?

B. INCORPORACIÓN

Transfusión Del Derecho En El Título. El derecho es cosustancial al


documento y está indisolublemente unido a él desde el momento en que
se cumplen los requisitos solemnes señalados por la Ley. El documento es
el derecho.

24
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

De acuerdo con el 5° LGTOC los TC son los documentos necesarios para ejercitar
el derecho literal que en ellos se consigna. TENA dice que el documento es
necesario porque es condición del nacimiento, conservación del derecho y de su
disfrute. Sin él no es posible hacer efectivo el derecho contra el obligado, ni
transmitirlo, ni darlo en garantía.

Cualquier operación referente a ese derecho habrá de consignarse en el título para


que produzca efectos. El derecho documental es un derecho que desde el
momento en que se consagra en el TC, irá prendido de éste, corriendo su misma
suerte, expuesto a sus propias contingencias. Así si el TC se destruye se pierde el
derecho (salvo que el propietario desposeído acuda al procedimiento de
cancelación y reposición).

Por ello BOLAFFIO dice que la posesión del título es el título de la posesión.
Entendido esto en el sentido de que el hecho de la posesión del documento funda
y legitima la posesión del derecho. (VIVANTE lo critica como un juego de
palabras)

La ley señala que no son objeto de su regulación, los títulos que no están
destinados a circular, caso de los señalados en el 6, estos simplemente identifican
a la persona que entrega unca cosa y tiene derecho a ella y al disfrute de un
servicio a título personal que no está destinado a ser transmitido.

La factura no es título de propiedad, es un comprobante como recibo de pago del


precio de un bien mueble. Por lo tanto, la propiedad de un bien mueble en
nuestro derecho equivale a la posesión legitimada por el pago del precio. Es una
práctica común que se “endosen” las facturas siendo esta incorrecta. Lo que en
realidad se dice es que el cesionario está pagando en un nuevo traspaso, el precio
de la cosa a que se refiere la factura, pero en sí la facutra no es título de
propiedad ni de crédito.

Existen por tanto en nuestro ordenamiento diversas disposiciones que reiteran


estas ideas como son los 17, 8°-VIII, 18, 19-2° párrafo, 20, 29, 38-2° y 3°
párrafo y 40; los cuales respectivamente establecen:
1. La necesidad de exhibir el TC para ejercitar el derecho que
menciona, la de restituirlo, una vez pagado, y la de consignar en él
cualquier pago parcial (17);
2. La necesidad de hacer constar en el título la quita (8°-VIII);
3. La imposibilidad de transmitir el TC sin transmitir el derecho que
consigna (18);
4. La necesidad de reivindicar el TC para poder reivindicar las mercancías
por él representadas (19);

25
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

5. La necesidad de comprender el TC en el secuestro o en


cualesquiera otros vínculos que afecten el derecho que en él se
menciona (20);
6. La necesidad de que los endosos formen parte del TC para que el
tenedor y el deudor puedan legitimar, uno su reclamación y el otro el
pago (29, 38 y 40).

El derecho una vez consignado en el TC se presenta dotado de propiedades que le


son atribuidas al ser sometido a una disciplina especial de rigor y de privilegio que
fundamentalmente se propone afianzar la más segura y rápida transmisibilidad de
estos documentos. Así el derecho preexistente a la creación del TC se transmuta
perdiendo su condición estática para adquirir una condición dinámica. Se afirma
pues la función constitutiva del documento.

MESSINEO dice que en la subordinación del derecho al título se encuentra


la diferencia entre los títulos ordinarios, incluso los constitutivos y los títulos de
crédito. En los títulos ordinarios el documento es accesorio al derecho que
mencionan o que crean, en cambio en los TC lo accesorio es el derecho en el
sentido de que la posibilidad de ejercitar el derecho depende de la conservación
del documento.

ROCCO reafirma las ideas de MESSINEO, dice que los TC son aquellos documentos
a los que va unido un derecho de crédito, de modo que quien tiene el documento
tiene el derecho. Si bien, en los documentos constitutivos se denota una relación
estrecha entre documento y derecho, su función es aún incompleta puesto que
una vez que se constituye la relación está vive independiente del documento. Hay
casos en que la conexión entre documento y derecho no sólo es originaria sino
permanente, de modo que el documento es condición necesaria y suficiente para
atribuir el derecho.

El vocablo “incorporación” fue introducido por SAVIGNY y es definida por el como


el consorcio indisoluble del título con el derecho que representa y es la
característica fundamental de los TC. Si el título es el documento necesario para
ejercitar el derecho literal que en él se consigna, es porque sin el título no existe el
derecho. Algunos autores no están de acuerdo con su afirmación

Así VIVANTE lo tacha de vulgar y de esterilidad dogmática. BRACCO apoyado en


las ideas de VIVANTE dice que es necesario substituir el concepto de incorporación
por el de que el documento contiene el derecho y es imprescindiblemente
necesario para su constitución.

FELIPE DE J. TENA opina que no es necesario desterrar del campo de la doctrina


el vocablo “incorporación” pues es claro para todos que, si bien este vocablo alude
a un elemento ideal (el derecho reside en el pedazo de papel) no se desconoce

26
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

que el hombre es el único sujeto posible de derecho. Simplemente fue la imagen


plástica con la que se quiso significar, es la relación de necesidad entre el derecho
y el documento en virtud de la cual el poseedor del título es titular del derecho.

CARNELUTTI critica también el concepto negando que tratándose de la


adquisición originaria de los TC, se verifique simultáneamente la adquisición del
derecho de propiedad sobre el título y la titularidad del derecho incorporado en el
mismo, esto es, niega que la adquisición del derecho interno dependa la
adquisición del externo puesto que según él no todos los medios idóneos para
adquirir el derecho interno (el incorporado) hagan también adquirir el derecho
externo (propiedad del título). TENA no está de acuerdo puesto que sustentar tal
teoría implicaría negar la función constitutiva dispositiva del documento.

GÓMEZ GORDOA dice que el concepto diritto cartolare expresa que el derecho es
cosustancial al documento y está indisolublemente unido a él desde que se
cumplieron los requisitos solemnes señalados por la ley para su creación. El
documento es el derecho.

PALLARES dice que la incorporación implica que el derecho se encuentra


incorporado en la letra del documento, por lo que literalidad e incorporación son
diversos aspectos de una misma cosa.

GARRIGUES dice que el nexo entre cosa corporal y cosa incorporal se


manifiesta en un doble sentido: Primero, la posesión del título es conditio sine qua
non para el ejercicio y la transmisión del TC; y segundo, la vigencia y extensión
del derecho se rigen exclusivamente por lo que resulta del título. De ahí se
deducen dos notas esenciales del título valor desde el punto de vista del
derecho incorporado: Legitimación por la posesión y Literalidad del derecho.

C. LEGITIMACIÓN

TENA y GÓMEZ GORDOA dicen que es la propiedad que tiene el TC de


facultar a quien lo posee según la ley de su circulación, para exigir al
suscriptor o endosante en su caso, el pago de la prestación consignada en
el TC, y de autorizar al segundo para solventar válidamente su obligación
cumpliéndola en favor del tenedor. Este concepto hace notar que en TC no
importa quien sea el propietario del derecho consignado en el mismo, sino quien
es el poseedor legítimo de acuerdo con la ley de circulación (es la forma legal de
transmisión de la propiedad de un TC).

El art. 17 ordena que el tenedor del título tiene la obligación de exhibirlo para
ejercitar el derecho que en él se consigna. Desde este punto de vista es indudable
que la legitimación es una carga para el acreedor; pero es al mismo tiempo, una

27
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

prerrogativa, porque para justificar el derecho y ponerse en aptitud de ejercitarlo,


le basta exigir el TC sin que le sea necesario demostrar que real y verdaderamente
es propietario del mismo y por tanto titular del derecho que se incorpora.

Existe a su favor la apariencia que resulta de haber llegado el título a sus manos
por el camino que para su circulación le ha trazado la ley; y ésta apariencia vale
más que la realidad; a decir de VIVANTE: vale más la propiedad formal que la
propiedad material.

MESSINEO dice que por el hecho de exonerar al poseedor del título de la


demostración de que él es titular del derecho que contiene, se habilita para el
ejercicio del derecho aun al que eventualmente no es en realidad titular del
mismo. Al deudor le está prohibido investigar el modo con que el tenedor del TC
obtuvo su posesión e indagar su efectiva pertenencia del derecho. Tal posibilidad
convierte la exhibición del título en el medio jurídico, en virtud del cual la
vestidura de titular efectivo del derecho es indiferente, por cuanto se establece
una ficción jurídica de que el que exhibe el TC es titular del derecho. Por sí
misma la legitimación que se obtiene mediante un TC no afirma la
titularidad del derecho, pero siempre hace posible su ejercicio.

No es que la ley se desinterese de la posesión del propietario del TC, es que la ley
se contenta con la sola calidad de poseedor, que por lo común acompaña a la
calidad de propietario.

La ley al establecer cómo se adquiere la propiedad de un TC, establece cómo se


obtiene la legitimación.

GÓMEZ GORDOA dice que las personas con derecho a pagar un título
exclusivamente son: suscriptor, aceptante, endosante o cualquier otro obligado
con su firma facultado por la ley.

CARNELUTTI habla de los títulos de legitimación nominal y los títulos de


legitimación real pero agrega que los de legitimación nominal se dividen en títulos
a la orden y títulos nominativos. TENA prefiere la división tripartita, pues
considera que la ley de circulación de los títulos nominativos es diversa de la de
los títulos a la orden. Nuestra LGTOC abandonó la división tripartita, incluyendo a
los títulos a la orden y a los nominativos dentro de una sola categoría.

GÓMEZ GORDOA dce que por su circulación la doctrina clasifica los títulos en tres
grupos: Portador, Orden y Nominativos. Por el otro lado, nuestra Ley adopta una
clasificación BIPARTITA constituida solo por los títulos nominativos y al portador ya
que los títulos nominativos con registro son sólo una modalidad de los títulos
nominativos y debe hacerse el registro solo cuando expresamente así lo exija
alguna disposición.

28
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

NOMINATIVOS (EN DOCTRINA)

El Art. 38 establece que es propietario de un TC nominativo la persona en cuyo


favor se expida conforme al art. 23 mientras no haya algún endoso. VIVANTE
dice que son títulos nominativos aquellos expedidos a favor de una persona
determinada, y cuya transmisión no es perfecta sino hasta quedar registrada en
los libros del deudor, (Art. 24 LGTOC).

A causa del requisito esencial de la formalidad de la inscripción, ocupan estos


títulos el ínfimo grado desde el punto de vista de su aptitud para circular. Para
VIVANTE, los títulos nominativos se distinguen esencialmente de los títulos a la
orden y al portador porque se transmiten con el freno de una correspondiente
inscripción que sirve para defender al titular contra el peligro de perder el crédito
con la pérdida del TC. BOLAFFIO opina que si el registro es necesario para la
transmisión del título nominativo, no será ya el título el que atribuye y transfiere el
crédito, sino el registro mismo. VIVANTE opina, contrario a las ideas de
BOLAFFIO, que no obstante el freno de la inscripción, no hay obstáculo para la
inclusión de estos títulos en el grupo de los TC; puesto que el deudor que registra
en sus libros al nuevo titular, no ejecuta un acto libre de voluntad, sino que
cumple con la obligación que originalmente contrajo, de registrar cualquier
transferencia ante el simple requerimiento de cualquier titular, verifica un acto
simple de ejecución, al que puede ser constreñido por cualquier autoridad judicial,
lo cual basta para concluir que la adquisición del título es decisiva para la
adquisición del crédito.

GÓMEZ GORDOA dice que los títulos nominativos con registro son sólo una
modalidad de los títulos nominativos (carácter dado así por la Ley) y debe
hacerse el registro sólo cuando lo exija expresamente alguna disposición como la
LGSM.

A LA ORDEN (EN DOCTRINA)

Tratándose de TC a la orden el Art. 38 ordena que siempre que no haya algún


endoso es propietario la persona que aparezca como beneficiario del mismo y una
vez que el título ha circulado se considera propietario al tenedor que justifique su
derecho mediante una serie ininterrumpida de endosos.

Llama la atención que el legislador haya empleado fórmulas diversas según se


trate del beneficiario o de los subsecuentes tenedores: en el primer caso dice “será
propietario”, mientras que en el segundo dice “se considerará propietario”. TENA
dice que tratándose del beneficiario el legislador se refiere a la propiedad
material, mientras que tratándose de los subsecuentes tomadores el legislador se

29
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

refiere a la propiedad formal, lo cual implica que en el segundo caso es donde el


legislador se mueve propiamente en un ambiente de legitimación, fuera de la
atmósfera civilista de la propiedad.

En efecto, puede ser falso alguno de los endosos, pudo haber sido incapaz alguno
de los endosantes, pudo el tenedor del título haberlo adquirido por robo y
aprovecharlo en virtud de tener el título un endoso en blanco. En ninguno de estos
casos cabe decir que el tenedor del título sea propietario y sin embargo debe el
suscriptor reputarlo propietario y cubrirle la prestación expresada en el
título y no sólo eso sino que tiene el derecho por cuanto queda liberado.

El artículo 34 establece que el endoso en propiedad transfiere la propiedad del


título y de todos los derechos a él inherentes. Al respecto VIVANTE dice que esta
fórmula sólo es exacta si se refiere a la propiedad formal del título, pero que es
inexacta si se le atribuye un significado absoluto; puesto que como lo señala la
propia ley, en su Art. 43, el endosatario puede ser obligado, por su culpa grave o
mala fe en la adquisición, a restituir el título al verdadero propietario, lo que
demuestra que el endoso no basta siempre para transferir la propiedad del TC. El
propietario efectivo del título tendrá derecho, una vez que se haya obtenido la
restitución del mismo, a readquirir la propiedad formal, ya sea cancelando los
endosos ilegítimos hasta llegar al que contiene su nombre, o bien valiéndose de la
sentencia que reconoce su derecho.

Si bien es cierto que la propiedad formal y la material denotan conceptos


inconfundibles, también lo es que ambas reciben toda su fuerza de la posesión
y que una y otra van encaminada a proteger enérgicamente al poseedor del título:
en un caso, contra el obligado a pagarlo, y en el otro, contra el tercero que lo
reivindica.

La Ley Uniforme de la Letra de Cambio de 1º de enero de 1934 hizo entre


ambos preceptos uno sólo, estableciendo en su artículo 20 que el “detentador de
una letra de cambio se considera como portador legítimo de la misma, si justifica
su derecho mediante una serie no interrumpida de endosos, aun cuando el último
sea en blanco. Los endosos cancelados se tienen para este efecto como no
escritos. Cuando un endoso en blanco vaya seguido de otro endoso el signatario
de este se reputará haber adquirido la letra mediante el endoso en blanco. Si una
persona ha sido desposeída de la letra por cualquier causa, el portador, si justifica
su derecho de la manera indicada en el párrafo precedente, no está obligado a
entregar la letra, a menos que la haya adquirido de mala fe o que haya cometido
una falta grave en su adquisición.”

Ahora bien, existe otra diferencia entre los Arts. 34 y 43 y es que en el segundo se
exige expresamente la ausencia de mala fe o de culpa grave para que el tenedor ,
al amparo de su calidad de endosatario pueda rechazar la reivindicación del título

30
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

intentada por un tercero. A este respecto MESSINEO dice que no se puede


aceptar la doctrina que exige como presupuesto para la legitimación la
posesión de buena fe (es aquella en que por lo menos debe excluirse el estado
de mala fe del tenedor del TC). La mala fe en la posesión del TC sólo operará a
favor del poseedor con mejor derecho, pero no puede operar en el campo de las
relaciones que median entre presentante del título y deudor, puesto que el deudor
no está facultado para investigar la autenticidad de los endosos escritos en el
título que se presenta para la legitimación. Esto es la mala fe en materia de
legitimación no opera en el mismo sentido que en materia de reivindicación.

¿Debe el suscriptor de un TC verificar o rehusar el pago cuando sabe que


el tenedor lo es de mala fe?

VIVANTE afirma que el suscriptor tiene el deber de pagar a quien está en


posesión del título según las normas prescritas por su ley de circulación aunque
sospeche que la posesión es hija de un abuso. Sólo en dos casos la negativa del
deudor es justificable:
i. cuando el que se afirma propietario del título se oponga
al pago, y;
ii. en el caso de que con el pago el deudor se proponga
ayudar al poseedor a sabiendas de que es ilegítimo.

ARCANGELI dice que el deudor puede rehusar el pago, quedando con la


obligación de probar la mala fe del poseedor, una vez demandado por el mismo.

BONELLI afirma que si el deudor conoce la mala fe del poseedor y está en


posibilidad de probarla, debe rehusar el pago, pues sólo de esa posibilidad
depende que se le pueda imputar haber favorecido la mala fe del poseedor. Fuera
de este caso el deudor no está obligado a rehusar el pago. MESSINEO opina en el
mismo sentido que BONELLI.

TENA se manifiesta partidario de las ideas de BONELLI y MESSINEO; la


legitimación formal, que es mera apariencia del derecho, basta para fundar en
favor del poseedor la facultad de cobrar el crédito y en el suscritor del documento
la obligación de cubrirlo. Pero esto sólo mientras la verdad real no se conoce
de manera directa, pues cuando rasgando el velo de la apariencia se
manifiesta a los ojos del obligado, debe primar la verdad real sobre la
verdad aparente. Ahora bien, estas ideas no pugnan con el principio de que la
propiedad formal prima sobre la material, puesto que el deudor que paga
atendiendo a la propiedad formal, puede quedar seguro de que su obligación
quedó extinguida, ya que sería injusto atribuir al emitente de la obligación la carga
de la prueba de la ilegitimidad de la posesión. Sólo debe oponerse al pago cuando
pueda probar de manera suficiente la mala fe oponiendo la exceptio doli.

31
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Por otro lado, GÓMEZ GORDOA afirma que si un TC es a la orden se puede


endosar varias veces, pero que sin embargo, esta característica circulatoria puede
ser limitada mediante la inserción de la cláusula “no negociable” o “no a
la orden”. De este modo, el endoso que se haga con posterioridad a la inserción
de esta cláusula no tendrá valor. El legislador, asimismo, consideró que habría
situaciones excepcionales en las que fuese conveniente o necesario que no
circularan, lo que puede pasar desde el nacimiento del TC, sin que por ello pierda
su calidad y demás características de TC.

Así, en nuestro sistema hay algunos títulos, como el cheque de caja o el cheque
certificado, que por disposición expresa de la ley no son endosables. En el
siglo antepasado y a principios del pasado, los bancos privados podían emitir
moneda, pero esta situación terminó cuando se creó el Banco de México en 1925 y
se adoptó el principio de la facultad exclusiva de emitir moneda, ésta es la razón
por la cual los cheques que expiden los bancos a su propio cargo no
circulan ya que de por sí los cheques son un substitutivo de dinero.

AL PORTADOR (EN DOCTRINA)

Por lo que hace a los títulos al portador (que son aquellos que expide el girador
sin determinación de la persona beneficiada, mediante la inscripción de la cláusula
“al portador) el problema de legitimación se simplifica puesto que la ley de
circulación de éstos requiere como único requisito la posesión del título, ya
que se transmiten por traditio. Aquí lo mismo que tratándose de títulos a la orden
la buena o mala fe es irrelevante, siempre que de la mala fe no tenga noticia el
suscriptor y no se encuentre en posibilidad de demostrarla.

El 71 ordena que la suscripción de un TC al portador obliga a quien la hace, a


cubrirlo a cualquiera que se lo presente, aunque el TC haya entrado en circulación
contra la voluntad del suscriptor, o después de que sobrevengan su muerte o
incapacidad. TENA dice que el hecho de que la ley haya aplicado expresamente
esta disposición a los títulos al portador, no implica que en los títulos nominativos
y a la orden rija lo contrario, puesto que de lo contrario el 8º dentro de su
enumeración limitativa habría incluido la excepción de falta de emisión voluntaria.

Posesión calificada es como llaman algunos autores a la que debe tener todo
poseedor de un TC para el efecto de legitimarse. La posesión para
legitimación no vale como la posesión ordinaria, porque no tiene por objeto
disciplinar las relaciones entre el poseedor de una cosa y el propietario de la
misma. Esta posesión sirve únicamente para el efecto de habilitar al que la obtuvo
para el ejercicio de un derecho crediticio en contra de una persona que no es
propietaria del TC, sino el deudor de la prestación. De ahí que se diga que la
posessio ad legitimationem no tiene por objeto una cosa en el sentido corriente,
sino un título-valor, un Wertpapier.

32
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Hay que hacer notar que las formas cambiarias de transmitir el TC son la
única que producirán efectos cambiarios, es decir el que lo adquiere por ésta
vía tiene la acción cambiaria, pues en términos de lo establecido por el 27 el que
adquiere un título nominativo por medios distintos del endoso o de la
traditio en el caso de un título al portador, tiene sólo los derechos de un
cesionario, es decir, sólo podrá repetir contra el cedente en caso de que no exista
el derecho o crédito cedido pero no podrá repetir en caso de que el deudor resulte
insolvente, dado que el cedente responde por la existencia del crédito pero no por
la solvencia del deudor.

A. LITERALIDAD

Datos Históricos.

El concepto de literalidad referido a ciertos contratos lo conocían ya los ROMANOS.


Llamaban contratos literales (litteris) a aquellos en los que su eficacia para
engendrar derechos y obligaciones, dependía exclusivamente del elemento formal
de la escritura. La causa eficiente de la relación contractual era la literalidad.

La institución de los TC tiene sus orígenes en el derecho medieval de las ciudades


italianas. Tales títulos eran simples documentos confesorios, que sólo se
distinguían de los demás de igual clase en razón de la causa de que se originaban.
Provenían ex causa cambi (de un contrato de cambio) otros provenían ex causa
mutui (de una operación de préstamo). La diversidad de la causa de la obligación
confesada no imprimía ninguna diferencia al régimen jurídico de los instrumentos
confesorios. De tal forma si el título ex causa cambi era ejecutivo, lo era puesto
que todos los documentos confesorios eran ejecutivos, en los documentos
confesorios encontraba la doctrina medieval una confesión ante el notario que se
equiparaba al juez.

El concepto que en un principio dominaba, impuesto por el derecho común, era


que el instrumento confesorio implicaba sólo un medio de prueba de la relación
jurídica confesada. Después la práctica estatutaria vio en el documento confesorio
un documento constitutivo de una nueva obligación que sustituye a la obligación
nacida de la relación confesada; hizo que el TC perdiera su carácter de documento
meramente probatorio para transformarse en un documento constitutivo de un
derecho autónomo; pues cuando se concibe la posibilidad del endoso los juristas
se dan cuenta de que con el TC nace un derecho que no puede dejarse supeditado
a las vicisitudes propias del negocio subyacente. Posteriormente con la influencia
de los canonistas y los ultramontanos se consumó la fusión de la confessio scripta
con el contrato literal romano y se reconoce pues en la confesión escrita un nuevo
contrato escrito.

33
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Así BALDO distingue en el S. XVI la acción que nace de la letra de cambio, de la


derivada del negocio de cambio subyacente y HEINECCIIUS en el S. XVIII,
proclama el principio de la cambial como contrato literal, afirmando la abstracción
de la obligación cambiaria.

Concepto

VIVANTE dice que la literalidad es la pauta y medida del derecho y por lo


misma el de la obligación.

ASCARELLI, que el derecho que brota del TC es literal en el sentido de que


en todo aquello que mira a su contenido, extensión y modalidades, es
decisivo exclusivamente el elemento objetivo del tenor del TC.

Si el derecho consignado en el TC no recibe su vida del derecho subyacente, sino


que nace ex novo del título en que se plasma, se crea en el momento de la
redacción sacramental, es claro que la redacción del documento dará la medida y
alcance de su contenido extensión y modalidades.

VICENTE Y GELLA sostiene que la literalidad en el TC funciona con el alcance


de una presunción, ya que puede ser contradicha y aún nulificada por elementos
extraños al título o por disposición de la ley. A lo que TENA dice que si el TC
conservara una eficacia puramente probatoria y la literalidad sólo actuara en el
campo procesal, significaría simplemente una inversión de la carga de la
prueba, una presunción iuris tantum, que ampararía al poseedor mediante la
liberación de la carga de la prueba. Pero la literalidad significa la exclusión de
convenciones extrañas al documento. El poseedor es titular del derecho
documental, no del nacido de la relación subyacente, a la que puede ser ajeno en
lo absoluto.

GÓMEZ GORDOA dice que si la intención de las partes en el negocio causal o


subyacente fue otra, si la voluntad al crear el título de crédito fue distinta, si
existen causas que pueden afectar ya la obligación del texto, nada importa, nada
puede afectar ya la obligación del suscriptor ni el derecho correlativo.

Hay una función creativa el derecho tiene que generarse o crearse como un acto
de voluntad; ya no es el acto de voluntad de las partes contratantes del negocio
causal sino el acto de voluntad creador del título de crédito.

ASTUDILLO dice que el TC no es un simple documento probatorio sino un


documento constitutivo dispositivo, por lo que el 5° al decir derecho literal,
quiere expresar que el documento tiene la virtud jurídica de crear el derecho que
expresa y que lo mantiene vivo después de su nacimiento, dentro de los plazos
legales de caducidad o prescripción.

34
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

CERVANTES AHUMADA dice que la literalidad quiere decir que el derecho se crea
en su extensión y demás circunstancias por la letra del documento.

TENA agrega que con imprimirle al TC el carácter de la literalidad se asegura su


aptitud para circular; puesto que el tercero que adquiere de buena fe un TC,
sabe con certeza que el derecho en él documentado no puede limitarse ni
modificarse en modo alguno por el suscriptor del TC, invocando excepciones
extradocumentales. Para que la excepción cambiaria prospere ha de apoyarse
necesariamente en el contexto literal del documento. A este principio existen
excepciones expresas de la ley como las acciones y las obligaciones donde el
poseedor de tales títulos se encuentra expuesto a las excepciones derivadas del
negocio que determinó su emisión. Ahora bien, estos títulos que VIVANTE
denomina incompletos por no encontrarse del todo desvinculados de su causa,
son, sin embargo, literales, por cuanto que las referencias que los ligan a su causa
no pueden vulnerar el contenido de la obligación, si no es dentro de los límites
tolerados por el tenor del documento.

GÓMEZ GORDOA dice que deben distinguirse dos momentos en la vida del TC;
i. el momento en que ha sido entregado por su suscriptor al beneficiario,
momento en que sí operan las situaciones derivadas del negocio causal,
pero no por razones cambiarias, (la medida de la obligación es la que
está señalada en el documento y lo que no esté escrito en él no cuenta.
Una cosa es la relación ontractual entre las partes y otra el tpitulo de
crédito) y;
ii. el momento en que el beneficiario lo pone en circulación y empieza a pasar
a los endosatarios.

A. AUTONOMÍA

PALLARES dice que la autonomía etimológicamente significa que los TC están


sujetos a su propia ley, es decir, como cosas mercantiles se rigen preferentemente
por la legislación mercantil. La DOCTRINA ITALIANA entiende el concepto de
manera menos general explicando que la autonomía consiste en que el derecho
de cada poseedor del título, es un derecho propio, sui generis, diverso a los
que corresponden a los poseedores anteriores o posteriores del título de que se
trate.

CERVANTES AHUMADA aclara que los que es autónomo son los derechos que
cada titular va adquiriendo sucesivamente sobre él o los derechos
incorporados, los que a pesar de que se trate de un mismo título son
independientes entre sí.

35
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

ASTUDILLO dice que autonomía significa que el derecho que puede ejercer el
tercer poseedor es independiente del derecho que pertenecía a los
poseedores anteriores, que es un ius propium y no un ius cessum (derecho
originario y no derivado).

GOMEZ GORDOA define esta característica diciendo que el TC es independiente


y autónomo respecto del negocio que le dio origen y lo que vale y obliga es
únicamente lo que está inserto en el mismo.

TENA dice que la voz autonomía aplicada a los TC significa la condición de


independencia de que goza el derecho en aquellos incorporado. El derecho
documental es autónomo no precisamente porque se halle desvinculado del
negocio jurídico que le dio nacimiento, sino porque, suponiéndolo en manos
ya de un ulterior poseedor, ninguna influencia puede ejercer sobre el TC las
deficiencias o nulidades de que acaso adolecía el derecho en cabeza de
quien lo traspasó.

GOMEZ GORDOA distingue entre las dos estapas del TC referidas en el apartado
anterior y establece que en la segunda se pueden ignorar las causas y
particularidades del negocio subyacente.

VIVANTE dice entonces que el derecho es autónomo porque el poseedor de


buena fe ejercita un derecho propio que no puede limitarse o destruirse
por relaciones que hayan mediado entre el deudor y los precedentes
poseedores.

MESSINEO dice que la autonomía se resuelve en la inoponibilidad, por parte del


deudor, de excepciones que sean personales a los precedentes poseedores; se
resuelve en el carácter originario, y no derivado, del derecho.

Para TENA en virtud de la autonomía el derecho trasmitido conforme a la ley de


circulación del título pudo no existir en la persona del endosante, ya por haberse
extinguido en virtud de cualquier causa jurídica, ya por no haber nacido jamás. Y,
sin embargo, ese derecho aparece íntegro e inmune a las excepciones que
pudieron invocarse contra el endosante, una vez adquirido por el tercero de buena
fe. Y se pregunta si no se estaría aniquilando el principio de que “nadie puede
transmitir a otro mayor derecho que el que él mismo tiene”. A lo que contesta que
la aplicación del principio de la autonomía deja incólume dicho principio axiomático
debido a que el derecho del tercer adquirente no es un derecho derivado,
sino un derecho nuevo, nacido originariamente en su persona.

36
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

GOMEZ GORDOA señala que este principio es RELATIVO ya que las


consecuencias de un acto irregular en el negocio causal son tomadas en cuenta
respecto al girador y al primer beneficiario.
Al omitirse el término “autónomo” de la definición legal, el legislador señaló en el
8° las excepciones y defensas que pueden oponer contra las acciones derivadas de
los TC. Las diez primeras se refieren a aquéllas que devienen del título llamadas
cambiarias y la undécima incluye genéricamente las que tenga el demandado
contra el actor.

Confirman este principio el 14, 31, 32, 79, 87, 97, y 111.

Cualquier negocio jurídico puede dar nacimiento a un TC, ya que nunca nace por
generación espontánea.

El título emana y está vinculado con el acto o negocio fundamental, causal o


subyacente y, puesto que hay una “relación de causa a efecto”, queda en cierta
forma supeditado a las razones, características o modalidades del negocio causal.
Si se establece una relación de causa efecto, el título va a estar influenciado por
las posibles controversias que se deriven del negocio subyacente. Por lo tanto, el
legislador considerando que el negocio subyacente lo pudo haber celebrado un
incapaz, entre otro tanto de posibilidades, estos vicios si pueden aplicarse solo
entre los creadores del negocio subyacente.

Se estableció una línea divisoria entre el título de crédito como un documento


probatorio de un acto contractual y como un instrumento circulatorio a partir del
momento en que se hace el primer endoso. No hay autonomía como documento
comprobatorio sino solo una liga entre el negocio causal y el TC (se pueden oponer
las excepciones derivadas del negocio subyacente), EN LA SEGUNDA hay
autonomía para que puedan ser adquiridos con posterioridad con toda seguridad y
confianza, no le deben afectar los vicios.

Todos los acuerdos y expresiones de voluntad que no estén insertados en el texto


del documento, aunque provengan del negocio subyacente, no tienen validez
respecto del título.

Finalmente dice que todas las excepciones causales son personales, pero no
todas las personales son causales.

VIVANTE dice que la autonomía debe contemplarse respecto del negocio


subyacente y del derecho del nuevo adquirente del título, ya que este es nuevo,
no derivado.

ASTUDILLO dice que la exposición de motivos de la LGTOC contiene un equívoco


al decir: …”a fomentar la circulación de los TC tiende, sobre todo, la concepción de

37
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

estos como instrumentos autónomos (debió decir abstractos) del acto o contrato
que les dio origen”. Tal equívoco estriba en que se confunden los conceptos de
autonomía y abstracción. Si el TC es de los llamados abstractos, la abstracción
como independencia de su causa de creación desvincula al título del acto que le
dio origen y coincide con la autonomía, porque el nuevo adquirente tendrá un
derecho desvinculado del derecho del que se lo transmitió, pero se trata de dos
figuras jurídicas diferentes. Cuando un TC concreto circula, la abstracción no
opera, en cambio la autonomía sí (está sujeto al acta constitutiva, pero no a las
deficiencias en las transmisiones de los diferentes tenedores).

• Los títulos concretos son aquellos que no se desvinculan del negocio


causal, como es el caso de las acciones de sociedades, que permanecen
vinculadas no sólo al contrato social sino a cualquier acción societaria. Pero
esto no se confunde con que no sean autónomos. La autonomía tiene
que ver con la naturaleza o el carácter del derecho que ejercitan los
sucesivos adquirentes o poseedores del título, es decir, si éste es derivado o
cedido, o si es propio y autónomo.

La autonomía también debe entenderse en el sentido de que las obligaciones


son independientes entre sí, esto es, la invalidez de una o varias
obligaciones consignadas en el título no invalida las demás que aparezcan
en el propio título, por ejemplo: el avalado es una persona incapaz y el avalista
no lo es, la firma del avalista lo vincula independientemente de la incapacidad del
avalado. Así la LGTOC considerando la autonomía de las obligaciones consignadas
en el TC dispone en su artículo 13 que en caso de alteración del texto del TC, los
signatarios posteriores a la fecha de la alteración se obligan según el texto
alterado y los signatarios anteriores según el texto original.

A. ABSTRACCIÓN

Concepto De Causa.

Nuestro C.C. no habla de la palabra causa al tratar los requisitos que debe llenar el
acto jurídico para que sea válido, habla del fin o motivo, v.gr. …“el contrato puede
invalidarse porque su motivo o fin sea ilícito…el error de derecho o de hecho
invalida el contrato cuando recae sobre el motivo determinante de la voluntad…el
fin o motivo determinante de los que contratan no debe ser contrario a las leyes
de orden público ni a las buenas costumbres…la ilicitud en el fin del acto produce
su nulidad”…

TENA dice que dicha terminología refleja un claro conocimiento del legislador
acerca de la verdadera naturaleza de la causa jurídica.

Los negocios jurídicos se dividen en dos grandes especies:

38
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

• Típicos o nominados, que responden a la función económica de la


transmisión de la propiedad (ya sea de manera gratuita u onerosa) o del
goce de una cosa a cambio de un precio cierto. Dicha función típica y
constante permite al legislador dar un nombre y someter a una disciplina
única a todas esas categorías de negocios, y, desde el punto de vista de las
partes, esa misma función determina el propósito igualmente típico y
constante, que las impulsa a celebrar el negocio. Tal función viene a
constituir la causa o fin perseguido por las partes mediante el acto negocial
que ejecutan.

• Negocios atípicos o innominados, en éstos la función varia en cada uno de


ellos, por lo que no pueden ser objeto de un reconocimiento y de una
reglamentación legislativa. Las partes son las que establecen su disciplina y
son tan válidos y obligatorios como los típicos, con tal de que obedezcan a
un fin lícito. En éstos la causa o fin va cambiando en cada negocio concreto,
siendo obra exclusiva e inmediata de la voluntad de las partes.

TENA dice que la fisonomía típica o atípica del negocio es inoperante, ya que
en uno y otro caso la causa o fin consiste en la obtención del resultado económico
a que responde inmediatamente el negocio, según la función que dicho negocio
esté llamado a desempeñar. Continúa diciendo que el motivo es también fin, pero
fin mediato del negocio. De donde se sigue que no es reconocible por la sola
presencia del negocio sino que es preciso atender a una declaración de voluntad o
a las circunstancias especiales de cada caso.

No hay ninguna obligación contenida en un TC, que no provenga de un hecho


jurídico, extrínseco al mismo. TENA dice que incluso la obligación documental es
desde el punto de vista económico la misma que la engendrada por el hecho
jurídico que le dio origen. Las diferencias que habrá entre ambas serán de índole
jurídica pero no económica. Semejante identidad elimina el problema de la
causa en materia de TC, porque toda obligación jurídica que tenga por
objeto la prestación de una suma de dinero (fin inmediato o causa) es
incorporable a un TC, sea cual sea la fuente de la que la obligación proceda
(delito, cuasi-delito, contrato, cuasi-contrato).

Ese hecho jurídico ha recibido en la técnica del derecho el nombre de relación


subyacente, fundamental o causal. A esa relación fundamental tenemos que
acudir para conocer la causa de la obligación encerrada en el TC.

Pero estas consideraciones sólo tienen valor en el supuesto de que el suscriptor


del título tenga frente a sí al acreedor de la relación fundamental porque cuando el
título pasa a manos de un tercer poseedor, la relación causal es inoperante.

39
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

El TC no brota de la relación fundamental por la sola eficacia de ésta. LA LUMIA


habla de la teoría de la convención ejecutiva; dice que la compraventa produce
la obligación de pagar el precio, no la de entregar la cambial, esto último entra en
una convención ulterior, destinada a facilitar, modificar o garantizar el
cumplimiento del pago del precio y que, por lo tanto, puede calificarse de
ejecutiva. En el negocio causal hay un acuerdo, pero además surge otro, que es
el de documentar la obligación a través de un TC. Este último acuerdo es la
convención ejecutiva. El negocio cambiario es per se una declaración de voluntad
que se resuelve puramente en la promesa de pagar una suma de dinero.

Por su parte MESSINEO dice que una cosa es la relación fundamental y otra
la causa de la misma, la cual consiste en la convención ejecutiva, o sea en el
contrato preliminar de cambio, destinado a reforzar por medio del documento, una
obligación ya constituida, la fundamental.

BONELLI dice que la causa de la cambial se encuentra en el acto material de la


tradición del título. TENA al respecto opina que el llamado negocio de la
transmisión no puede ser considerado la causa de la obligación cambiaria, puesto
que ese negocio no constituye una relación o contrato de vida propia, sino la fase
de cumplimiento de la convención ejecutiva concluida entre el suscriptor del título
y el primer tomador, en rigor la tradición ni siquiera es un contrato es un acto
material.

TENA considera que no es necesaria la convención ejecutiva para resolver


el problema de la causa, dice que hay que referirse al negocio subyacente
para resolverlo. Por regla general la llamada convención ejecutiva forma parte
integrante del contenido del negocio fundamental, de suerte que, por lo común, es
imposible discernirla como una entidad distinta situada entre la relación
subyacente y el negocio documental.

Y pone el ejemplo de los Bonos de la Deuda Pública Interior 40 Años, en donde se


dio el reconocimiento de una obligación asumida por el gobierno de México de
indemnizar a los particulares de los daños causados por movimientos
revolucionarios. Aquí, no puede ni siquiera hablarse de una convención ejecutiva
porque la emisión de los títulos fue el resultado de una determinación unilateral,
de un decreto que expidió el gobierno en uso de su voluntad soberana.

La convención ejecutiva, al igual que el llamado negocio de la


transmisión, no es un negocio que vive por sí mismo, sino algo accesorio
respecto de la relación fundamental, y, en la mayoría de las veces parte
integrante e inseparable de la misma. Por eso el propio LA LUMIA dijo que
aunque formalmente se recurre a la convención ejecutiva en pos de la causa de la
obligación consignada en un TC, en el fondo no es tal convención a la que hay que
recurrir, sino a la relación causal.

40
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

ASCARELLI, otro sostenedor de la tesis de la convención ejecutiva, aduce que


cuando falte la relación fundamental, las excepciones ex causa no pueden ser las
nacidas de esa relación que falta, sino las derivadas de la causa determinada en la
convención ejecutiva. Pero como lo dice TENA la relación fundamental no puede
faltar nunca. No hay obligaciones cambiarias que broten de una relación
meramente cambiaria, como se ha afirmado respecto de las firmas del aval y del
descuento, puesto que el aval se puede fundar en diversos vínculos y el descuento
en un mutuo con interés.

Concepto.

El acto humano es inconcebible sin un fin, en este sentido resultaría absurdo


hablar de obligaciones abstractas, ya que la abstracción se refiere precisamente a
la causa.

BONELLI dice que no se da un querer abstracto, esto es, sin causa, mas puede
darse un querer que vincule por sí mismo, independientemente de su causa; tal es
la obligación abstracta.

LA LUMIA expresa que el orden jurídico, por razones de utilidad práctica y en


especial para hacer el negocio más fácil y transmisible, puede desprender del
contenido del negocio mismo cualquier intento personal y atribuir efectos jurídicos
a la declaración de voluntad, pura y simple. En realidad, de lo que están hablando
es de una despersonalización del negocio, por disposición de la ley, con
fines prácticos.

GÓMEZ GORDOA dice que la abstracción consiste en la inoponibilidad de


excepciones y defensas derivadas del negocio causal de un TC contra
cualquier tenedor de buena fe que no esté ligado con aquel. (Separar o
sustraer del negocio subyacente).

Parte de la circunstancia de que el tenedor de un título de crédito tiene un derecho


autónomo por la necesaria separación que hay entre dicho título y la causa que lo
originó.

Se debe enfocar la atención a partir de que se pone en circulación, ya que se


convierte en un título circulante, abstracto e independiente del negocio causal.

Solo son oponibles las excepciones causales cuando son personales, lo que se
verifica únicamente entre el creador del título y el primer beneficiario, creadores
de una relación jurídica en la que no se habla ni de autonomía ni de abstracción.

41
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Por lo que hace a los títulos causales, VIVANTE dice que los TC pueden circular
como documentos de derecho abstractos, esto es, aislados de la causa que les dio
origen y por la cual se negociaron. Aún en estos casos la emisión o negociación se
realiza por una causa concreta, más esta causa queda fuera de la obligación, no
circula con ella. Esta intencional separación del TC con respecto a la causa que le
dio origen, protege al acreedor contra las excepciones, desconocidas, que podrán
derivarse de la causa, y, por consiguiente hace del título un instrumento más
seguro.

Por lo que toca al concepto de excepción personal, LA LUMIA afirma que


atendiendo a la persona contra la cual se opone una excepción, estas se pueden
dividir en: (i) excepciones cambiarias reales (exceptiones in rem), estas pueden
oponerse contra cualquier poseedor de la cambial, atacando la consistencia misma
del vínculo obligatorio, por lo que también se llaman objetivas, y; (ii) excepciones
cambiarias personales (exceptiones in personam), que sólo pueden oponerse
contra determinados poseedores, por efecto de la peculiaridad jurídica en que
estos se encuentran con respecto al deudor demandado, por lo que también se
llaman subjetivas.

Surge el problema de la oponibilidad de las excepciones ex causa tratándose de


títulos abstractos. Nuestra LGTOC consagra en su Art. 8°-XI la oponibilidad de
toda clase de excepciones personales, entre las cuales se cuentan las tomadas de
la relación causal.

Tratándose de las relaciones que puedan mediar entre el deudor del título y los
terceros que lo adquieran de buena fe, no existe ningún problema pues a éstos no
pueden oponerse las excepciones derivadas de la causa. Ello debido a que el 8°
enumera taxativamente las excepciones y defensas que pueden oponerse
contra las acciones derivadas de un título, entre las cuales se señalan las
personales que tenga el demandado contra el actor. Ahora bien, las excepciones
ex causa revisten carácter personal solamente en aquellos casos en que
los sujetos de la relación fundamental son al mismo tiempo sujetos de la
relación cambiaria. De tal manera, cuando el demandado tiene frente a un
tercero extraño a la relación fundamental, la excepción no es personal y por lo
tanto no puede deducirse.

Los JURISTAS ITALIANOS sostienen que el título es abstracto desde que


nace, esgrimiendo los siguientes argumentos:

1. Tesis Dualista.- un mismo negocio es al mismo tiempo abstracto, frente a


los sucesivos adquirentes del título, y no abstracto, frente al inmediato
poseedor;

42
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

2. El derecho positivo ignora la distinción de las relaciones entre contratantes


inmediatos y entre el obligado y los terceros de buena fe, mientras que si existe
disposición que contradice expresamente esa distinción. Así el 101 dice que el
aceptante queda obligado cambiariamente también con el girador, y se
expreso así no obstante saber que ellos pueden hallarse ligados entre sí por un
vínculo causal.
3. El acreedor normal del TC es el tercer adquirente. EINERT afirma que el TC
encierra en sí una promesa, que constituye su valor y lo hace idóneo para
circular. Esta promesa no va dirigida a un individuo determinado, sino al
público; en general, a todos los futuros tomadores del título, naturalmente
comenzando desde el primero. BONELLI dice que toda la disciplina de la
cambial con sus requisitos formales rigurosos, con las diligencias obligatorias
que impone, con la exclusión de las excepciones personales al endosante,
demuestra que el legislador se ha colocado en el punto de vista del tercer
poseedor, que fue extraño a la relación contractual originaria, y que sólo de la
posesión del título deriva su derecho.

ARCANGELI dice que la abstracción implica indiferencia respecto de la


causa; la persona del poseedor del título es indiferente para quien lo suscribe, por
lo que también le son indiferentes las excepciones personales que el contratante
inmediato acaso pueda oponer en virtud de la relación causal.

Ahora bien, tratándose de terceros de mala fe la situación cambia. Para


MESSINEO, el tercero que tiene conocimiento de los vicios de la relación
fundamental no puede sustraerse a las excepciones ex causa, porque se
aprovecharía dolosamente de la abstracción de la obligación cambiaria. Si la
oponibilidad de excepciones ex causa al tercero de buena fe sería dañosa a la
circulación del TC, la protección al tercero de mala fe no conduciría a la finalidad
en que se inspira el principio de la abstracción, ya que no hay ningún interés social
en fomentar la circulación anormal de los títulos cambiarios.

TENA dice que la posesión de mala fe consiste en el conocimiento que se tiene de


la inexistencia o de la ilicitud de la causa de la obligación cuyo cumplimiento se
pretende, e impide adquirir la propiedad del título y el derecho en él incorporado,
lo cual equivale a decir que el poseedor de mala fe no es un acreedor cambiario.

A. SUSTANTIVIDAD

GÓMEZ GORDOA dice que por substantividad se deben entender dos cosas:

• En virtud de este principio todos los actos integrados en un TC valen


por sí mismos con independencia recíproca, de tal forma que la firma

43
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

del avalista lo vincula aun siendo incapaz el avalado, por ejemplo. Este
carácter está íntimamente ligado con la autonomía.

• Los TC tienen en sí mismos vida jurídica plena por lo que no necesitan,


ni deben, integrarse a ningún otro documento. El derecho incorporado tiene
el alcance de lo que literalmente está escrito en ellos y no depende de
ningún otro documento para su plena validez. En el documento está el
derecho y sólo lo que está en el documento cuenta.

Hay TC que no son independientes o sustantivos sino que la ley establece


requisitos que los ligan o relacionan con algún otro documento o con algún acto
extratítulo. Se tiene que hacer referencia a un documento distinto del propio título
de crédito. Es una excepción al principio de independencia y sustantividad.

Podemos mencionar como ejemplos los siguientes:


i. Las acciones ligadas a la escritura social;
ii. El conocimiento de embarque ligado al contrato de fletamiento;
iii. Los bonos sujetos al pago de intereses que se regulan mediante actos o
documentos independientes del TC.

A. CIRCULACIÓN

Los títulos circulatorios:


i. Evitan las formalidades que caracterizan a los esquemas de derecho común;
ii. Confieren garantías contra los riesgos inherentes a la circulación, y;
iii. Logran la celeridad y seguridad a través de un mecanismo jurídico que se
sustenta en los principios esenciales de los TC.

WINIZKY define a los títulos circulatorios como el documento creado para


circular, necesario para ejercer el derecho literal y autónomo expresado
en el mismo. Subrayando el carácter jurídico-economico del documento. La
circulación de los bienes es el fenómeno mas importante de la vida económico,
nadie esta al margen del mismo.

MANTILLA MOLINA dice que los títulos cambiarios como los títulos de crédito
nacen con vocación para “correr por el mundo”.

Para TENA Los TC son documentos destinados a la circulación dotados de una


aptitud especial para pasar de un patrimonio a otro sin las dilaciones que lleva
consigo la transmisión de los créditos comunes.

Estos tres autores en sí expresan que la circulación es un elemento esencial de los


TC.

44
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

ASTUDILLO dice, sin embargo, que la circulación es de la naturaleza de los TC


pero no de su esencia, ya que lo propio de un TC, aunque no circule es que se
trate de un documento dispositivo constitutivo.

h) Representación [Gómez Gordoa]

Puede suscribir TC cualquier persona que tenga capacidad legal.

El título de crédito puede ser creado o emitido directamente por el suscriptor o por
otra persona que actúe en su nombre con facultades para ello.

La representación en derecho común se confiere por mandato, así el Art. 2554 del
C.C. regula entre las disposiciones del mandato, los poderes generales y los
especiales.

La diferencia entre representación, poder y mandato es que el poder es la


facultad de representar a una persona; representación es el ejercicio de esa
facultad, mandato es el acto jurídico.

El Art. 9 de la LGTOC habla de dos tipos de representación en materia cambiaria:

1. El poder general cambiario


2. La declaración escrita dirigida a un tercero.

1. El poder general cambiario o la representación pasiva es la facultad


que da el representado al representante para quedar obligado mediante la
suscripción, aval, endoso, o cualquier otro acto cambiario que realice el
representante frente a un tercero. Ésta se otorga mediante poder inscrito
debidamente en el RPC. Se establece este requisito para tener certeza en
cuanto a la representación.

Se ha discutido si es suficiente en materia cambiaria un poder general para actos


de dominio, en términos de lo establecido por el 2554 C.C. Por un lado se
argumenta que sí es suficiente pues quien puede lo más puede lo menos. Pero no
es así, se requiere que en el mandato general se incluya de manera expresa la
facultad de suscribir TC, ya que debido a la ejecutividad y simplicidad del TC, así
como su autonomía y abstracción que los independiza de la causa que les dio
origen e impiden la oposición de excepciones se hace necesario que la facultad
para suscribirlos sea expresa pues se debe velar por la seguridad de quien
otorga el poder y de las personas que contraten con el apoderado. En la práctica
además siempre se precisan límites a los términos y montos del poder. Además
existe disposición expresa en el articulo 85.

45
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

También se alega que si ese título es endosado varias veces pueden ejecutar, si no
es pagado, los bienes del deudor pudiéndolo dejar en la bancarrota, además de la
responsabilidad penal a que se pueda hacer acreedor. Mientras que en el mandato
civil al que se exceda en sus facultades puede defenderse mas fácil porque los
medios de que se vale el apoderado son determinados y deben concretarse.

¿Qué pasa si está facultado pero se excede de las mismas? Se puede oponer la
excepción derivada del octavo fracción tercera.

Esta tesis se confirma por lo establecido en el 85 que dice que la facultad de obrar
en nombre y por cuenta de otro no comprende la de obligarlo
cambiariamente, salvo lo que disponga el poder. La excepción la encontramos
en materia de instituciones de crédito en el Art. 90 de la LIC que refiriéndose a
los poderes que pueden conferir las Instituciones de Crédito dice que los poderes
conferidos en los términos de los párrafos 1° y 2° del 2554 (pleitos y cobranzas y
administración) del C.C., comprenden la facultad de otorgar, suscribir, avalar y
endosar títulos de crédito, aun cuando no se mencione expresamente dicha
facultad.

El poder general cambiario debe inscribirse en el RC, bajo la forma de escritura


pública o de póliza.

Asimismo el 85 establece la representación por función: los administradores o


gerentes de sociedades mercantiles se reputan autorizados a suscribir TC por el
hecho de sus nombramientos…Los limites de esta autorización serán los
señalados por los estatutos.

¿Requiere el administrador inscribirse en el RC?

Articulo 21 Código de Comercio. Existirá un folio electrónico por cada


comerciante o sociedad, en el que se anotarán:
VII. Para efectos del comercio y consulta electrónicos, opcionalmente, los poderes
y nombramientos de funcionarios, así como sus renuncias o revocaciones;

GÓMEZ GORDOA dice que la ley se refiere al gerente principal, director o


funcionario máximo de la sociedad, ya que en las sociedades este gerente o los
administradores tendrán como una de sus funciones principales la de suscribir TC,
ya que esta constituye una actividad fundamental en la administración. Otra
interpretación dice que la ley al hablar de gerentes se refiere a los gerentes
encargados de la administración en las SRL (el correlativo al consejo de
administración en la SA).

Se dice que la interpretación correcta debe ser la primera en la que el


funcionario máximo de la sociedad.

46
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Ahora bien, para poder ostentarse como representante con capacidad para
suscribir TC se debe presentar copia autorizada notarialmente o un certificado de
corredor que contenga su nombramiento, o bien los estatutos de la
sociedad.

También existe la representación por institución que es la relativa a


instituciones jurídicas representativas por naturaleza, como el albaceazgo, la
tutoría, la sindicatura, etc.; puede surgir en algún caso la necesidad de que estos
tengan que suscribir TC’s en el ejercicio de la representación que ostentan
institucionalmente. En materia mercantil no existe disposición alguna que faculte
en razón de estas instituciones, a quienes desempeñan dichos cargos, para que
puedan suscribir TC; por lo que se deduce que la representación institucional
por sí misma no entraña la facultad de suscribir TC y para ello se requiere el
otorgamiento expreso de dicha facultad. Necesitarían la autorización del Juez para
suscribir TC.

1. La simple declaración escrita dirigida a un tercero con quien habrá de


contratar el representante. Se da cuando una persona de manera habitual va a
suscribir títulos de crédito y obligarse cambiaramente con otra persona
determinada. Esta es específicamente la forma cambiaria de otorgar la
facultad de suscribir TC. Por ejemplo, en la apertura de una cuenta de
depósito bancario de dinero, se envía una comunicación escrita a la institución
bancaria que tiene la cuenta, comunicándole que el representante tiene la
facultad de librar cheques; en la práctica lo que se hace es llenar unas tarjetas
ya impresas por la institución de crédito, indicándole la persona facultada a
suscribir TC, o incluso se dan dos o más nombres que se denominan “primeras
firmas” y otros dos o más nombres que se denominan “segundas firmas”
agregando una nota que diga “siempre firmará una primera y una segunda
firma, cualesquiera que sean”; y se pondrán además las limitaciones que se
quieran en relación con los montos, plazos, etc. En estos casos no es necesaria
ninguna solemnidad porque no va destinado a terceros.

No es necesario, la inscripción en el RPC ni alguna formalidad porque no va


destinado a terceros.

La simple declaración dirigida a tercero también se utiliza para endosar, otorgar


avales o realizar cualquier otro acto cambiario que se integre al TC estableciendo
que se haga de manera separada o mancomunada.

La falsa representación se da cuando una persona se ostenta como


representante de otra sin serlo. Trae consigo las siguientes consecuencias:

47
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

• El Art. 8°-III LGTOC fija la excepción de falta de representación: el falso


representado puede oponer dicha excepción;
• La falsa representación depara en perjuicio del falso representante. 10 Se
obliga a título personal porque ha creado una obligación cambiaria
aunque no haya obrado con mala fe.
• Si paga adquiere los mismos derechos de quien paga un TC para
ejercer acción cambiaria vs los demás obligados si los hay.
• Puede ser ratificada, confirmada o convalidada por el representado
aparente, ya sea de manera expresa o tácita, y entonces se transfieren al
representado aparente, desde la fecha del acto, las obligaciones que del TC
nazcan, SIEMPRE.
Tácita.- es la que resulta de actos que necesariamente implican la
aceptación del título mismo o de alguna de sus consecuencias.
Expresa.- Que puede hacerse en el TC o en un documento diverso,
(implica una excepción al ppio de integración).
• El 11 establece que quien haya dado lugar con actos positivos o con
omisiones graves, a que se crea, conforme a los usos del comercio, que
un 3° está facultado para suscribir en su nombre un TC no podrá invocar
la excepción de falta de representación contra el tenedor de buena fe
(ésta se presume). Es una institución diferente protegida a la del 10 porque
ahora se toma en cuenta la conducta dolosa y la mala fe o negligencia de
una persona que da lugar a que se crea que otra es su representante ye stá
facultada para suscribir TC’s en su nombre y después trate de oponer
excepciones.

i) Buena Fe [Tena]

FRANCISCO GORPHE dice que buena fe es el equivalente en el orden


jurídico de la buena voluntad en el orden moral. La moral no es una noción
exclusivamente jurídica: es una cualidad de la voluntad en general. Es la
intención o voluntad de hacer lo que se debe. Referida a la materia
jurídica es la voluntad de conformarse al derecho. Esta voluntad debe ser
honesta, sincera y leal. Sólo por ello ha merecido ascender al rango de la fuente
primaria de las relaciones jurídicas que el derecho privado disciplina. Debido a ella
se erigió el principio moderno del efecto obligatorio de la nuda convención, del
simple cambio de palabras, desprovisto de toda formalidad.

Por el juego de las máximas de la buena fe, el juez se inclina sobre las almas y
escruta las conciencias, tratando de hacer que reine la equidad.

GALFO RUTA afirma que la equidad es la medida con que la moral debe aplicarse
al derecho, el principio de buena fe aparece como el principal canal por el
que la moral penetra en los poros del derecho.

48
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

TENA explica que la noción de buena fe comprende una triple función:

1. Como criterio de valoración e interpretación de los actos jurídicos


encontrando su norma en los 1851 y 1857 del C.C.; se impone a las partes y al
juez;
2. Como objeto de obligación en las relaciones jurídicas develando su
carácter de honestidad y lealtad imponiéndose a las partes y en cierta medida a
los terceros 1796 C.C.;
3. En cuanto que merece protección, por provenir de un error excusable, en
los actos jurídicos. Se asume como “creencia” y se refiere siempre a los
terceros, 43 de la LTOC. Es el principio de buena fe aplicado a la posesión
de los TC.

Con relación al tercer punto que es el importante en materia de TC´s, cabe


preguntarse¿La buena fe consiste en la mera ignorancia de la insuficiencia o de la
falta del derecho transmitido; o requiere una positiva convicción acerca de la
existencia y plenitud del derecho transmitido?

SAVIGNY la caracteriza como ignorancia de la falta de derecho (concepción


NEGATIVA). WICKMAN dice que se comete un abuso de lenguaje al decir que la
buena fe no es más que la ausencia de la mala. Se tiene que probar la mala fe
porque precisamente es la buena fe lo “ordinario2 en las relaciones jurídicas.

GORPHE señala que debe ser una convicción sincera y leal que no se obra contra
derecho (concepción POSITIVA). Defendido por el tribunal federal suizo.
GOLDSCHMIDT considera más favorable a las relaciones de negocios la
concepción negativa, considerando que un hombre previsor puede ignorar, de
modo consciente, la falta de derecho de su enajenante, sin estar del todo
convencido de su derecho. Y sería muy injusto colocar a quien, por sus escrúpulos,
no ha logrado adquirir ningún convencimiento, en una situación inferior a la del
que se ha formado convencimiento con menos diligencia

Pero la convicción errónea para ser legítima reclama una formación cuidadosa;
llegamos aquí al problema de la excusabilidad del error. GORPHE para
explicarlo recuerda un proceso seguido en Gottingue en 1870 que dio lugar a la
polémica entre WACHTER y BRUNS:

Ahora nos enfrentamos al punto de la excusabilidad del error. Nuevamente


surgen dos tesis en contrario con respecto a la esencia de la buena fe derivadas de
un proceso en Gottingue en 1870, acerca de algún punto relativo a la prescripción
entre dos juristas Wachter y Bruns.

49
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

WACHTER sostuvo que la buena fe es la ignorancia respecto a la inexistencia o a


los vicios de la causa generadora de la posesión. “El pensamiento que funda la
buena fe es la intención leal y honesta, pero viendo la esencia de la buena fe en
el hecho de la creencia de no hacer nada ilegítimo”. La intención sincera y honrada
puede encontrarse en quien procede inconsideradamente. Esta concepción atiende
a un punto de vista psicológico.

BRUNS, tiene consecuencias poco morales: “Desde que se proclama que la


creencia subjetiva es la que decide en cuanto a la buena fe, débese admitir
también de acuedo con los principios psicológicos, que muy verosímilmente
debemos creer lo que no es más provechoso”. Si la buena fe se refiere a una
creencia subjetiva, como dice Wachter, hay que tener presente que los seres
humanos normalmente creen lo que más les conviene. Gorphe concuerda con
este punto de vista ya que nada importa lo que es justo en sí y debe ser creído,
sino tan sólo lo que se cree efectivamente, con mas o menos refleción, lo cual muy
a menudo coincide con lo que ofrece mayores ventajas.

TENA por su parte dice que para que la creencia funde y constituya la buena fe,
basta que sea firme, es decir, no turbada por la duda, para que pueda servir de
válido fundamento a la posesión de buena fe. Puede ser irracional con tal de que
brote firme y sincera del espíritu. Por lo tanto serán las circunstancias
individuales de cada sujeto las que den la pauta para juzgar su buena o
mala fe, es por lo tanto posible que, dos posesiones iniciadas en circunstancias
idénticas, pero por dos sujetos de distinta mentalidad reulten con resultados
diversos.

SAN PABLO establece la máxima: “que cada quien obre según la plena
persuasión de su espíritu, pero la ignorancia que excusa no ha de ser hija de la
negligencia”. En la concepción de SAN PABLO se requiere la plena persuasión,
es decir, lo que se ignora debiendo y pudiendo saberse produce en derecho el
mismo efecto que si se supiera.

Nuestro derecho positivo ha recogido las siguientes conclusiones:

1. Art. 806 C.C: es poseedor de buena fe el que entra en la posesión de un


título civil ignorando los vicios de éste que le impiden poseer con derecho y de
mala fe el que entra en la posesión conociendo esos mismos vicios.

El código de 84 reputaba de buena fe al que fundadamente creía tener título


bastante para legitimar la posesión y de mala a quien sin fundamento creía
tenerlo. El C.C. en vigor no tiene en cuenta lo fundado o infundado de la creencia.

50
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

1. Hay casos donde el legislador, por descubrir en ciertos hechos indicios


evidentes de la mala fe, la pronuncia de modo irrecusable, quitando al juez la
posibilidad de decidir lo contrario.

Art. 43 LGTOC 4° párrafo.- Si a pesar de la notificación del decreto y de la orden


de suspensión, el título fuere negociado en la bolsa, el que lo adquiera en ésta,
durante la vigencia de la orden de suspensión, se reputará de mala fe.

APUNTE FINAL DE TENA

• Como primer elemento y el más fundamental está la incorporación. Esta


nota basta para dar a conocer la integridad de la esencia de los TC. Cuando
Rocco se propone definir la diferencia substancial que media entre el título
de crédito y el título ordinario, no recurre a la autonomía, tampoco a la
literalidad; apela a la conexión permanente entre el documento y la
relación jurídica. Es decir, a la incorporación.
• La relación entre incorporación y legitimación, más que de analogía, es de
antítesis. Mientras el primero mira a la titularidad del derecho, porque la
postula como la necesaria consecuencia de la propiedad del título, el
segundo no llega a tanto: actúa en la superficie, se contenta con la
apariencia. La legitimidad no pasa de ser una investidura formal de
titularidad para efectos de ejercicio del derecho.
• Relaciones entre autonomía y literalidad. La primera denota una relación de
independencia del derecho adquirido por un segundo o ulterior poseedor con
respecto al derecho a los poseedores precedentes, dando lugar al fenómeno
de inoponibilidad de excepciones. En tanto que la literalidad, si bien
envuelve asimismo un concepto de independencia, ésta dice relación
únicamente al contenido del título, aislándolo de cualesquiera convenciones
extradocumentales que pretendieran alterarlo. Mientras la autonomía implica
una idea de independencia subjetiva, la literalidad envuelve un concepto de
independencia objetiva. Mientras la autonomía se halla instituida en
beneficio exclusivo del acreedor, la literalidad ampara también los intereses
del deudor, por cuanto impone al primero un límite infranqueable en el
ejercicio de sus pretensiones.
• La abstracción, como la literalidad y, más aún, como la autonomía, también
denota una idea de separación; pero, a diferencia de una y otra, funciona
sólo con relación a la causa del título, impidiendo que el deudor pretenda
sacar de la relación fundamental excepciones y defensas contra la acción
ejercitada por el poseedor.

j) Títulos a la orden y al portador [Astudillo]

¿Pueden emitirse documentos civiles a la orden y al portador?

51
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Legalmente se puede decir que el Código Civil dentro del Título de Fuentes de las
Obligaciones, contiene el Capítulo de la DUV, donde el Art. 1873 dice que “el
deudor puede obligarse otorgando documentos civiles pagaderos a la orden o al
portador”.

IGNACIO GARCÍA TELLEZ señala como antecedente de los Arts. 1873 a 1876 y
1881 del C.C. los artículos 478, 479, 482 y 620 del C.Com y de los Arts. 1878,
1879 y 1880 del C.C. les son antecedentes el 848 del Suizo y 794 y 795 del
Código Alemán. Estas disposiciones quedaron derogadas por la LGTOC de 26
de agosto de 1932, que dispuso en su 3° transitorio: “se derogan todas las
demás leyes y disposiciones que se opongan a la presente”.

BORJA SORIANO (se apoya en las tesis de FERRARA Y RUGGIERO) estima que
en esta derogación quedaron comprendidos los Arts. del C.C. relativos a los títulos
civiles a la orden o al portador.

El C.C. entró en vigor el 1° de octubre de 1932, mientras que la LGTOC entró en


vigor el 15 de septiembre de 1932, sin embargo no puede afirmarse que el C.C.
sea posterior, porque la posterioridad de una ley se determina por la fecha
de su promulgación y no por la iniciación de vigencia.

BAUDRY LACANTINERIE Y HOUQUES-FORCADE, establecen la abrogación


tácita está fundada en que cuando el legislador ha manifestado sucesivamente dos
voluntades diferentes es la más reciente la que debe prevalecer.

ROJINA VILLEGAS considera que no se han derogado los mencionados Arts.


del C.C., por lo que son válidas las obligaciones nacidas de la declaración unilateral
de voluntad, bajo la forma de documentos civiles a la orden o al portador . Se
transmiten igual que los TC propiamente dichos, consagran derechos autónomos y
permiten tres formas de obligación (dar, hacer o no hacer). Se transmiten igual
que los títulos de cpredito, consagran derechos autónomos y permiten
obligaciones de dar, hacer o no hacer. Estos documentos engendran, previo
reconocimiento de la firma, una acción ejecutiva; basta que se prepare la vía
ejecutiva civil, pidiendo la confesión del deudor o el reconocimiento de su firma
para que se despache ejecución.

ROJINA concluye 3 cosas:

a. no todos los documentos a la orden o al portador son TC.


b. sólo son TC los documentos que se reputen por la ley como
necesarios para ejercitar el derecho literal en ellos consignado.
c. la ley exige para tal efecto, que los documentos contengan
menciones y requisitos que ésta señala imperativamente.

52
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

BORJA SORIANO dice que ese documento no es un TC, pues no está reconocido
en la ley dentro de las formas específicas, ni contiene las enunciaciones literales
exigidas para cada TC. Tampoco es título civil pues las disposiciones relativas han
sido derogadas.

Cualquier título que en la actualidad se emita a la orden o al portador deberá


sujetarse a la LGTOC y en caso contrario sólo será válido el negocio jurídico que
dio origen al documento de acuerdo con el C.C., y además de que dicho
documento no sería más que un mero documento probatorio del negocio jurídico
que le dio origen.

ASTUDILLO esta de acuerdon con la postura de BORJA SORIANO ya que nunca


tendrán el carácter de documentos dispositivos con acción ejecutiva salvo el
reconocimiento de firma previamente otorgado, solo serán documentos
meramente probatorios.

2. Relación Documental por el lado pasivo [Tena]

En EL CONTRATO DE CAMBIO Y LA LETRA DEL MISMO NOMBRE ANTES DE


LA INTRODUCCIÓN DE LA CLÁUSULA "A LA ORDEN" un principio el
documento cambiario, a diferencia de los demás documentos comprobatorios,
revestía una forma especial: la forma de carta, impuesta por la naturaleza
misma del contrato de cambio del que era expresión. En virtud de este contrato
una persona entregaba o se obligaba a entregar a otra, determinada suma de
dinero en cierto lugar, a cambio de otra suma de dinero (inclusive de otra
denominación) que la segunda haría que se le entregara a la primera en un lugar
distinto del primero.

La pregunta que en este capítulo se contestará es, ¿Por qué una personas
queda obligada a pagar un crédito?
Suponía pues una dualidad de lugares y una dualidad de entregas, por ello se le
llamó cambio trayecticio, en contraposición al cambio manual (de mano a
mano), y la doctrina consideró que importaba un cambio de dinero presente por
dinero ausente.

Era necesaria la intervención de cuatro personas: (i) un banquero que residía en


un lugar y en éste recibía la cantidad de dinero que habría de pagarse en otro
lugar; (ii) la persona que entregaba el dinero al banquero; (iii) el corresponsal o
agente que pagaba el dinero en la segunda plaza, y; (iv) la persona que recibía el
dinero en ésta mediante la entrega de una carta misiva.

Pero ésta no fue la forma primitiva del título cambiario. GOLDSCHMIDT dice que
originariamente este contrato se otorgaba en dos documentos distintos: (i) uno

53
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

notarial otorgado en el momento en que el banquero recibía el dinero y en el cual


se consignaba el hecho de la recepción y la obligación de devolverlo en otra plaza,
por medio de un agente no designado todavía, al representante del que entregaba
el dinero quien tampoco se mencionaba en el título; y (ii) cuando la persona que
había entregado el título deseaba que lo entregara al beneficiario, le indicaba al
banquero el nombre de la persona que debía recibir el dinero en la otra plaza,
entonces el banquero redactaba una carta de pago dirigida a su corresponsal o
agente, ordenándole hacer el pago indicado por el acreedor en cuyas manos ponía
la misiva.

Posteriormente se suprimió el título notarial y se mencionaba en la carta de


pago el valor suministrado por el que la recibía (en la redacción de las letras de
cambio actuales se incluye el texto "por valor recibido, como reminiscencia de este
acto).

Por qué estudiamos la naturaleza jurídica de la declaración documental


desde el punto de vista de la declaración cambiaria

Constituido el título en esa forma, recibió el nombre de letra de cambio (de


litterae- carta). Por ser la primera dentro de la familia de los TC's es la que mas
abunda en los diferentes temas. Por ella conocemos tanto el mecanismo propio y
especial de la letra de cambio, como la exposición dogmática de los principios de
los TC's.
Trascendental cambio operado en la función de la letra por virtud del
endoso. De mero instrumento trayecticio pasó a ser instrumento de
crédito, de circulación y de pago

No es sino hasta el siglo XVII, con la introducción del endoso, cuando la letra de
cambio sufrió una transformación por la cual pasó de ser sólo un modo de
ejecución del contrato de cambio cuya utilidad se había limitado a evitar la
transportación material del dinero de una plaza a otra con el inconveniente de que
sólo podía expedirse a favor de persona determinada; a ser un título que sirve
de instrumento de circulación, de crédito y de pago. En este punto ya existe
una transmisión de riqueza, por lo tanto, existe un nuevo acreedor tardaron en
preguntarse, ¿cómo al no formar parte de la relación jurídica puede cobrar?

Esta evolución no trascendió a la teoría en Francia prevaleciendo la teoría


tradicional del contrato de cambio.

La teoría del CONTRATO LITERAL en substitución de la teoría tradicional


del contrato

En Alemania y Holanda surgió el movimiento doctrinal estimulado por la nueva


función del título. VOGT publicó en 1658 su obra Tractatus analyticus de cambiis

54
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

con lo que se dio inicio a la teoría del contrato literal. HEINECCIO la sustentó
en su obra Elementa iuris cambialis.

Esta teoría plantea que la obligación del girador reposa únicamente en un


contrato que nace literiis, es decir, en virtud del puro elemento formal de la
escritura. Por el solo hecho de que el documento ha sido redactado con sujeción a
cierta forma legal y entregado por el suscriptor al tomador, surge en el primero la
obligación de cubrirlo. Nada importan las razones que hayan determinado su
emisión. En Alemania y Holanda a la mencionada teoría se le llamó ius receptum.

LEYSER basta que se formalice el documento para que quede una parte obligada a
cubrir a la otra la promesa inserta en la letra de cambio, no hay que investigar si
ya se entregó el dinero, solo atender a lo que aparece inscrito.

La principal ventaja de la nueva teoría consiste precisamente en la constitución de


una letra de cambio desprendida de su causa, que se presta a servir como
instrumento de pago, puesto que el comerciante verá en el título una promesa de
pago.

Teoría de Einert: la letra de cambio papel-moneda, acto LITERAL


UNILATERAL

EINERT (que no fue el creador de la teoría alemana del cambio) resumiendo la


obra de sus predecesores en la construcción de la teoría del contrato literal creó la
teoría de la letra de cambio papel-moneda, del acto literal unilateral.

Según esta teoría la letra de cambio es el papel moneda de los comerciantes; la


letra es en su esencia un pagaré a la orden, sólo que dotado de mayor
perfección y utilidad debido a la garantía del girador, puesto que lo mismo es que
el girador diga pagaré o que diga haré que se pague, sólo que en este caso se
agrega la seguridad de que otra persona prestará la misma garantía para el pago.
Descansa en el crédito de los particulares, papel-moneda que circula bajo su
garantía. El comerciante se tiene por pagado desde el momento que recibe la
letra, no desde que es pagada.

Se trata entonces de una promesa dirigida al público; de garantizar al último


tenedor contra todo perjuicio que pueda resultarle de los anteriores adquirentes
(sin excepciones personales), por lo que su forma normal debe ser la letra al
portador.

TENA resume la teoría en cuatro puntos:


1. La letra de cambio es el papel - moneda de los comerciantes;
2. El título no es un simple documento probatorio: es el portador de la
promesa, todo se sustenta en él;

55
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

3. La letra de cambio vive separada de la relación que le sirve de fundamento;


4. El vínculo cambiario se sustenta en una promesa unilateral dirigida al
público; la letra de cambio no es el producto de una acto bilateral, de un
contrato.

Ahora bien, la teoría de EINERT presentaba dos puntos vulnerables:


1. la asimilación del papel - moneda a la letra de cambio, a pesar de que
existen notables diferencias entre éstos; y
2. proclama que la cambial al portador debe ser su forma normal, con lo que
prescinde en lo absoluto de toda consideración relacionada con la obligación
que dio margen a la creación del título.

Lo más destacado de la teoría de EINERT fue el proclamar el carácter de la


obligación cambiaria contenida en la letra como una promesa unilateral dirigida
al público.

ARCANGELLI señala que tiene el gran mérito de haber señalado los extremos
esenciales para asegurar el la circulación del título y de haber fijado sus principios
fundamentales.

Teoría de Thöl: la letra de cambio significa una pura promesa de pagar


una suma de dinero desvinculada de las relaciones que la hayan originado

THÖL dice que la obligación surge de un CONTRATO, dando lugar a la teoría


contractual de la promesa de una suma de dinero. La promesa encerrada en
la cambial es una promesa de una suma de dinero.

La letra se distingue de la delegación en que garantiza , por virtud de la promesa


cambiaria, que el pago se efectuará por el girado. Al aceptar éste la letra,
queda obligado incondicionalmente a cubrirla, sin que importe saber si está o no
cubierto con una provisión. El tomador ignora la existencia de ésta. La aceptación
no tendría para él ningún valor, si la relación que crea la provisión debiera tener
alguna influencia.

Si el girado no paga, el girador es responsable frente al poseedor por la suma


respectiva. Si la relación jurídica, constitutiva del valor suministrado y para el
portador desconocida, debise ejercer alguna influencia, el portador no habría
admitido la letra. Por ello conluye que se debe considerar como solo una
PROMESA de pagar una suma de dinero. Por ello se debe desvincular de la
relación que le dio origen y del valor suministrado, el endosatario debe exigir su
pago siempre, confía en el crédito del endosante y del girador, no se le pueden
oponer las excepciones personales fundadas en la relación entre el endosante y el
girador.

56
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Dejaría de ser un título seguro si cada obligado en virtud del derecho cambiario no
tuviese que responder a cada portador del pago de la letra sin reserva alguna, en
virtud de una sola promesa.

La obligación del deudor descansa, no sobre una causa, sino en una promesa.
Por ello el contrato que constituye la letra es FORMAL.

TENA señala que la virtud de esta teoría es que deja muy bien establecido el
carácter ABSTRACTO de la letra de cambio.

Teoría del acto formal de Liebe , identificado con la stipulatio romana

Posteriormente LIEBE (no tomó partido ni en favor de Einert ni de Thöl) poniendo


de relieve la segunda propuesta de EINERT, (el título es el portador de la
promesa), propone la teoría del acto formal. La forma del acto es decisiva como
en la stipulatio del derecho romano. La letra de cambio envuelve un acto formal, la
intención de las partes sólo constituye el motivo de la adopción de la forma, que
constituye la causa del efecto jurídico de la cambial.

Según esta teoría la letra de cambio, al igual que la stipulatio romana, envuelve
un acto formal. La intención y el conocimiento de las partes no son la causa del
efecto jurídico, sino que spólo pueden constituir el motivo de la adopción de la
forma, que es la causa.

De la existencia de la letra se derivan consecuencias jurídicas, sin que se deba


buscar su causa en el consentimiento de las partes. La literalidad de la obligación
y la abstracción de la causa toman especial importancia en esta teoría.

LIEBE concuerda con EINERT en el carácter literal y abstracto de la letra de


cambio, pero se aparta de la teoría de éste al admitir que existen entre las
personas que en ella participaron relaciones jurídicas particulares, las cuales faltan
en la circulación del papel - moneda.

Aparición de la Ordenanza general alemana sobre el cambio. Sus


principales características y adopción por otros Estados

La Ordenanza General Alemana Sobre El Cambio (Allgemeine


Wechselordnung) aisló la letra de cambio de la operación que le sirve de base,
haciendo de la letra de cambio una obligación abstracta constituida por la
escritura; y condicionó la producción de efectos cambiarios a la expresión de
ciertas menciones formales, con lo que afianzó la seguridad del comercio merced
a un formulismo rígido y estrecho constituyendo también un instrumento de
crédito. La importancia fundamental de la Ordenanza fue suprimir los requisitos de
la distancia loci del título y el valor suministrado.

57
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Supervivencia en Francia de la idea del contrato, como fuente de la


obligación cambiaria

Desde la teoría de Einert se han contrapuesto dos teorías CONTRACTUAL vs.


UNILATERAL. Cada una trata de justificar el vínculo cambiario con exclusión de
la otra.

La unilateral se vio reforzada en el S. XIX con la idea de remover el requisito de la


remesa de plaza a plaza.

La contractual aun después de la supresión de la distantia loci y del valor


suministrado continúa en la teoría francesa.

Imposibilidad de justificar con dicho criterio la posición autónoma de los


tomadores sucesivos y la existencia de un contrato válido en el caso de
incapacidad o de vicios de la voluntad del primer tomador

TENA dice que la idea del contrato no sirve para explicar la posición
autónoma del los tomadores sucesivos de un TC, porque el fenómeno de la
autonomía resulta incompatible con la teoría contractualista. De aceptar dicha
teoría tendríamos que reconocer que el deudor puede oponer siempre, erga
omnes, los vicios que invaliden el contrato y las excepciones que de él
puedan surgir. Por lo tanto, solo sirve para justificar la posición del tomador del
título frente al suscriptor del mismo.

La forma en que los contractualistas han pretendido salvar esta dificultad es la


siguiente:
1. diciendo que el contrato debe considerarse concluido no entre suscriptor y
tomador, sino entre el suscriptor y una persona “incierta” [SAVIGNY]; o entre el
suscriptor y un sujeto abstracto [JOLLY]. GOLDSCHMIDT, dijo que el deudor
contrata con el primer tomador a favor suyo y al mismo tiempo a favor de una
serie indeterminada de sujetos, subsecuentes propietarios del título.

ARCANGELLI critica las mencionadas posturas diciendo que se pretende esconder


el reconocimiento de la voluntad unilateral del promitente, como fundamento de la
obligación. Esta pluralidad de vínculos, o la existencia de sujetos inciertos o
abstractos, están en contra de la verdadera voluntad del suscriptor, que es
la de obligarse con un sujeto en particular, y la de asumir una sola obligación.
Además, en caso de incapacidad o vicio de consentimiento del primer tomador, el
contrato no se concluiría válidamente, lo cual es contrario al funcionamiento de los
títulos por virtud del principio de autonomía.

Triunfal avance de la idea de atribuir eficacia constitutiva del vínculo a la


voluntad unilateral del deudor. Exposición de la teoría.

58
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Surge de manera espontánea la idea de atribuir eficacia constitutiva del


vínculo a la voluntad unilateral del deudor. Es la única que explica
correctamente las relaciones entre el deudor y el tercero que no fue su contratante
inmediato y además, es la única adoptada por la ley.

La obligación surge de la simple creación del título, es decir, desde su redacción


y suscripción. La entrega por parte del deudor solo es una condición de la que
depende la posibilidad de hacer efectiva la obligación, no el nacimiento de la
misma.

Algunos designan esta teoría con el nombre de teoría de la creación, teoría de


la declaración o teoría de la promesa unilateral pura. TENA está de acuerdo
con estas posturas unilateralistas.

Para KUNTZE es necesario, además del acto de creación del título, un segundo
acto de voluntad del acreedor para que la obligación despliegue su eficacia: la
aceptación de la promesa encerrada en el documento. Por lo tanto, esta teoría
se inclina mas hacia la corriente contractualista.

Razones justificativas en conceptos de Messineo

MESSINEO dice que la obligación del suscriptor nace de su declaración unilateral


de voluntad que lo vincula sin necesidad de ser aceptada, por el hecho mismo
de la creación del título. Desde el momento en que este queda perfecto es la
fuente de obligación de quien lo suscribe. La demostración del carácter unilateral
de la promesa incorporada en el título resulta de:

• El tenor del TC es tal, que la validez de la obligación no se encuentra


subordinada a aceptación o contraprestación alguna;
• El suscriptor queda obligado para con el poseedor de buena fe, aun
cuando el TC le haya sido sustraído o se le haya extraviado antes de
entregarlo al destinatario del mismo;
• El suscriptor se obliga a efectuar la prestación al poseedor que le
presenta el TC, no sólo al primer tomador del documento;
• El aval, el endoso y la aceptación de una letra de cambio son sin duda
también declaraciones unilaterales de voluntad, por lo que no hay
razón para decir que la suscripción del título no lo sea.

Formulación de la doctrina por Mossa

MOSSA defiende a ultranza el caracter unilateral de la obligación, dice que el


derecho cambiario es un derecho formal perfecto, que atribuye el efecto de la

59
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

obligación solamente a la creación del título. El título determina los efectos


jurídicos y estos le son inherentes al título.

La ley es la que crea la obligación por cuanto que el obligado no puede fijarle
un contenido diverso ni tampoco una estructura diferente. En las declaraciones
ordinarias, la voluntad de obligarse se remite a la ley, sólo si la propia voluntad no
dispone particularmente sobre las condiciones de la obligación; pero en el derecho
cambiario la ley es coactiva en el sentido de que agota por sí misma el contenido
de la obligación. Sólo donde el contenido puede variar por voluntad del suscriptor
es en cuestiones como la determinación de la cantidad o añadir cláusulas lícitas.

En el acto cambiario en sí, la voluntad privada no entra en juego, si no es para


reclamar la voluntad de la ley. Es ésta la que se presenta y se sobrepone a la
privada. El que sa suscrito un título queda obligado a cubrirlo porque al crearlo ha
creado también la apariencia y de la confianza en el público. El motivo de la
apariencia y de la confianza es el que sirve para reconstruir la voluntad que falta,
o el contrato que no existe.

En el mecanismo legal los motivos son, lejanos e inexpresivos para la existencia


técnica de la declaración cambiaria (solo cuenta su creación).

La suscripción no debe mirarse como una declaración de voluntad que, para ser
irrevocable o perfecta, y para alcanzar su madurez al encontrare con el
destinatario, habrá de entregarse a un acreedor.

Desde el momento de la creación del título, la obligación existe y las vicisitudes


ulteriores del documento pueden, sí, con declaraciones de voluntad verdderas y
propias, eventualmente con contratos, reforzar su efecto, jamás alterarlo o
disminnuirlo.

Nuevos puntos de vista expuestos por el autor en corroboración de la


misma

TENA agrega que:


1. La indeterminación del titular en la fase de circulación constituye un rasgo
esencial del mismo, puesto que está es su función. No puede existir bilateralidad
si al contraerse existe total indiferencia en cuanto al acreedor, ni siquiera se
conoce.
2. La LGTOC se adhiere al criterio unilateralista en su Art. 71 que establece que
la suscripción de un TC al portador obliga a quien la hace, a cubrirlo a
cualquiera que se lo presente, aunque el TC haya entrado a la circulación
contra la voluntad del suscriptor o después de que sobrevenga su muerte o
incapacidad. Y por lo que hace a los títulos nominativos el deudor no puede
invocar, para no cubrirlos, la falta de su emisión voluntaria, puesto que el Art.

60
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

8° enumera taxativamente las excepciones y defensas oponibles por el deudor,


y esa enumeración no comprende la excepción consistente en la falta de
entrega.

Aparente contradicción a esta teoría

Hay en nuestro ordenamiento una disposición que “parece” significar lo contrario:


Art. 100 LGTOC: “Se reputa rehusada la aceptación que el girado tacha
antes de devolver la letra”

Este artículo parece indicar que el legislador se decidió por la teoría de la emisión.
Pero en realidad la teoría de la creación no impide que el suscriptor pueda
anular o revocar su firma mientras el título permanece en su poder; el
alcance de la teoría es que si el suscriptor es privado del título sin su voluntad o
contra ella, no podrá invocar la involuntaria desposesión para impugnar la eficacia
de su obligación, lo que sí sería posible en la teoría de la emisión.

El problema, tan agitado entre los juristas europeos, ha sido felizmente


cortado de raíz por el legislador mexicano

Por emisión entendemos el acto por el cual el suscritor del título lo entrega al
tomador con el propósito de de hacerlo titular del derecho en el consignado.

En nuestra legislación no se puede oponer la excepción de falta de emisión al


tenedor de un título a la orden ya que no se encuentra enumerada en el artículo
8ª. Al poseedor de buena fe, no le debe de preocupar que el tìtulo haya entrado a
la circulación sin la voluntad del que lo suscribe, importándole solo que lo haya
suscrito de manera voluntaria.

Justificación del criterio abrazado por nuestra ley, a la luz del principio de
la apariencia del derecho

Según TENA si el efecto traslativo del endoso lo hiciésemos depender de la


emisión todo el instituto de la legitimación saldría sobrando y la rápida y segura
circulación de los TC sería irrealizable. La teoría de la emisión es sostenida por
ARCANGELI y ROCCO.

MOSSA establece que el principio de la apariencia justifica esta forma de


pensar: por el solo hecho de la redacción y suscripción del TC, el suscriptor crea
voluntariamente una apariencia, una forma exterior que en nada discrepa de la
que revestiría el mismo documento, si lo hubiere emitido el propio signatario. Es
natural que el tercero confíe en esa apariencia y de ahí que al suscriptor le sea

61
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

imputable la apariencia y su consecuencia que es la confianza depositada en el TC


por los adquirentes posteriores.

MESSINEO dice que en algunos casos, dicho principio se revela singularmente


apropiado; y no es fácilmente sustituible.

Ese principio campea en todo nuestro derecho positivo. Numerosos casos


de aplicación.

Según TENA éste no es el único campo en el que el legislador admite el principio


de la apariencia: (i) matrimonio putativo, que al ser celebrado de buena fe tiene
los efectos civiles que tiene el matrimonio válido; (ii) validez a las sociedades de
hecho en orden a los actos por ellas realizados; (iii) validez de la venta primero
registrada, y; (iv) obviamente cuando la ley proclama la legitimación del poseedor
de un TC adquirido de buena fe y con arreglo a la ley de sus circulación.

Carácter eminentemente social y jurídico de dicho principio

El legislador para hacer posible el comercio jurídico ha tenido que colmar el


abismo entre el ser y el parecer tomando en cuenta a los terceros. Ya que
estos al no haber intervenido en la producción del acto jurídico, no pueden
apreciar con certeza su validez, ni los derechos que de él dimanan y que irán a
engrosar la circulación económica.

RECHTSSCHEIN (citado por MESSINEO) define la apariencia de derecho como una


situación por la cual el que ha confiado razonablemente en una
determinada manifestación y se ha comportado en congruencia con tal
manifestación, tiene derecho de contar con ella, independientemente del
hecho de que a la manifestación corresponda la realidad.1

Problema de la falta de voluntad del suscritor en cuanto a la obligación


consignada en el título

La falta de emisión no libera al deudor de su obligación, ¿lo libera la falta de


voluntad expresada en el documento?

Su solución legal perfectamente justificable en el terreno de los principios

Exegeticamente hablando, ni la falta de seriedad de la manifestación de la


voluntad, ni la falta de intención de suscribir un TC, están comprendidos en la
enumeración limitativa del Art. 8°. Puede ser que la apariencia de derecho no sea
1 Aquí TENA cita en un pie de página la teoría jurisprudencial francesa, que colma un supuesto “vacío” de la legislación por
no contemplar como el Código Italiano una norma que proteja derechos del tercero de buena fe. Esta teoría jurisprudencial
se funda en la máxima: error comunis facit jus, es decir, quien incurre en un error en el que todos o casi todos hubieran
incurrido, merece protección. Lo mismo ha hecho la SCJN mexicana.

62
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

creación de la voluntad del suscriptor, pero sí ha sido un acto libre y


consciente el hecho de estampar su firma, dando con ello margen a la
circulación del documento que reuniendo todas las características de un TC es
confiadamente aceptado por terceros de buena fe.

MOSSA no aplica en estos casos la teoría de la apariencia; habla de la apariencia


involuntaria donde lo que opera es la teoría del riesgo. Para TENA en todos los
casos de apariencia, ya sea voluntaria o involuntaria, se crea un riesgo que es
consecuencia de la misma, que consiste en la posibilidad de que la suscripción sea
dolosamente aprovechada para forjar un TC y negociarlo. Y si toda suerte de
apariencia es imputable al autor de la suscripción en razón de ser ésta un acto
libre y consciente sin el que la apariencia jamás se hubiera realizado, es claro que
el riesgo, es consecuencia de aquélla y deberá quedar a cargo del suscritor.

Así GIERKE dice que quien firma un documento crea una cosa que al entrar en
circulación tiene toda la apariencia de un TC, obra a riesgo suyo. De ahí que
responda no de una obligación, sino del daño inferido al poseedor de buena fe
que confió en apariencias fundadas.

Hay riesgo siempre que un individuo soporta definitivamente las consecuencias de


un perjuicio de que no es autor.

El riesgo puede resultar de la vida social. Las necesidades del crédito exigen que
los terceros, que han confiado en una situación aparente no sean engañados. El
deudor soportará las consecuencias de un riesgo impuesto en el interés superior
de la colectividad.

Examen de una opinión de Messineo

MESSINEO, dice que el principio de la responsabilidad por riesgo no tiene un


carácter general, lo que no permite aplicarlo donde una norma particular no
autorice su aplicación, norma que en este caso falta. A ello argumenta TENA que
la ley en el Art. 8°, al excluir la excepción derivada de la inexistencia de la
voluntad en cuanto a asumir una obligación documental admitió implícitamente el
principio de la responsabilidad por riesgo.

El problema de la voluntad en orden a la suscrición. La solución es diversa


según se trate de inexistencia de la voluntad o de sus vicios

La firma autógrafa del suscritor es el único requisito que, de acuerdo, con


la letra y espíritu del 8ª, debe tenerse como necesario y suficiente para
que el suscritor del título esté obligado a pagarlo.

63
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

VIVANTE dice que la firma estampada bajo la presión de una violencia absoluta
debe equipararse a una firma falsa puesto que quien la pone en obra funge como
instrumento muscular de su agresor.

El principio de la apariencia no es absoluto, si lo fuera tendríamos que declarar


inoponibles al acreedor las excepciones consistentes en no haber sido el
demandado quien firmó el documento y la fundada en falta de facultades para
representación

Doctrina de Mossa y de Vivante

MOSSA dice que la apariencia deriva de la suscripción mediante el hilo de la


causalidad, y el derecho cambiario obliga por sí, a condición de que la apariencia
sea original y referible al suscritor del título. Si la voluntad falta en lo
absoluto, no existe el principio de confianza que pueda obligarlo y la apariencia
engaña sin consecuencias para quien ha querido la suscripción. La voluntad de
crearla es la que obliga.

VIVANTE dice que los vicios inherentes a la relación contractual, de la que


procede el título, no alcanzan al poseedor de buena fe, ya que no encuentran
rastro en el título. El fundamento de su obligación para los terceros de buena fe,
está en su firma, ya que es el signo característico para obligarse. No se puede
consentir que las expectativas se frustren diciendo que la voluntad interna del
suscritor no concuerda con la externa.

Para el poseedor de buena fe, las causas que determinaron la emisión del título y
los sucesivos negocios que lo llevaron hasta él, son meros hechos cuya valoración
jurídica es indiferente, porque esta investido de un derecho autónomo y literal.

Las soluciones dadas por la jurisprudencia y por la doctrina a las controversias


surgidas en esta materia se explican fácilmente con la teoría de la obligación literal
y pueden decirse conformes en el afirmar que el suscritor de un TC responde de
él, aunque el mismo entre en circulación sin su voluntad.

Falsedad Ideológica.

Registro No. 240521


Localización:
Séptima Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
163-168 Cuarta Parte
Página: 117

64
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Tesis Aislada
Materia(s): Civil
TITULOS DE CREDITO, FALSEDAD IDEOLOGICA O SUBJETIVA EN LOS.
Existe falsedad ideológica o subjetiva cuando las partes hacen constar en un
pagaré algo que en realidad no sucedió, como es el caso en que los deudores no
recibieron del acreedor cantidad de dinero alguna. Esta excepción está
implícitamente comprendida en el artículo 8o., fracción VI, de la Ley General de
Títulos y Operaciones de Crédito, al prescribir que contra las acciones derivadas de
un título de crédito pueden oponerse las siguientes excepciones y defensas: la de
alteración del texto del documento o de los demás actos que en él consten. Un
medio adecuado para comprobar esta última es la confesión judicial si concurren
en ella las circunstancias y requisitos que establecen los artículos 1287 y 1289 del
Código de Comercio, aplicables cuando se trata de un procedimiento ejecutivo
mercantil, en el que al rendirse la prueba de confesión del actor éste reconoce
expresamente, bajo protesta de decir verdad, que nunca entregó cantidad alguna
a los demandados.
Amparo directo 7490/81. Filiberto Ruvalcaba Zuleta y coagraviados. 7 de octubre
de 1982. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Raúl Lozano Ramírez. Secretario:
Agustín Ramón Menéndez Rodríguez.

Nota: En el Informe de 1982, la tesis aparece bajo el rubro "FALSEDAD


IDEOLOGICA O SUBJETIVA, CONTRA LAS ACCIONES DERIVADAS DE UN TITULO
DE CREDITO PUEDE OPONERSE LA EXCEPCION DE.".
Genealogía:
Informe 1982, Segunda Parte, Tercera Sala, tesis 41, página 62.

Registro No. 214233


Localización:
Octava Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
XII, Diciembre de 1993
Página: 980
Tesis Aislada
Materia(s): Civil
TITULOS DE CREDITO. EXCEPCION DENOMINADA FALSEDAD IDEOLOGICA
O SUBJETIVA DE LOS.
Si la cuentahabiente demandada no autorizó a la institución de crédito actora para
que el importe del documento fundatorio de la acción se abonará a su cuenta de
cheques ni dio su consentimiento para que de dicha cuenta fuera descontado el
importe total de ese documento, en la especie no se acreditó que el banco hubiera
entregado a los quejosos el importe del pagaré que motivó el juicio ejecutivo

65
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

mercantil de origen. De manera que, conforme a lo antes relacionado, quedó


justificada la excepción de falsedad ideológica o subjetiva, por dinero no
entregado, en virtud de que si la demandada jamás recibió el importe del título de
crédito base de la acción, es inconcuso que no se encontraba jurídicamente
obligada a efectuar el pago de una cantidad que nunca se le entregó.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL DECIMO SEGUNDO CIRCUITO.


Amparo directo 64/93. Rafael Gutiérrez Rico y otra. 22 de septiembre de 1993.
Unanimidad de votos. Ponente: Virgilio Adolfo Solorio Campos. Secretaria: Araceli
Delgado Holguín.

66
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

3. Relación documental por el lado activo [Tena]

La pregunta que en esta ocasión se contestará es ¿Quién es el legítimo titular y


quién puede exigir su pago?

Necesidad de completar en este capítulo las nociones apuntadas en el II


acerca de la propiedad material del TC. Impropiedad de dicha
denominación

VIVANTE distingue la propiedad formal (como sinónimo de legitimación) y la


propiedad material (propiedad en sentido técnico, sin necesidad de calificativos).

TENA no esta de acuerdo con la terminología antes expuesta ya que dice que en
Derecho existe lenguaje capaz de expresar con propiedad ese tecnicismo. No hay
en la llamada propiedad formal un caso de propiedad verdadera, sino de posesión
calificada según la ley de circulación del título.

ARCANGELI señala que la antítesis entre propiedad y posesión no es nueva, ni


que tampoco es necesario que se utilicen palabras nuevas para denominarlas.

Problema de la titularidad del derecho documental. Descártese la teoría


de la detentación.

¿En quién radica el derecho mencionado en el TC? ¿En el que tiene la posesión
regular del título, es decir, la obtenida con arreglo a la ley de su circulación ó en el
que ha adquirido la propiedad del mismo? Al respecto existen varias teorías:

SIEGEL habla de la teoría de la detentación; esta teoría considera como


acreedor de la promesa contenida en el TC, al depositario, al endosatario al cobro,
al acreedor prendario, al usufructuario, al descubridor que detiene el TC hasta
encontrar al propietario a quien se propone restituirlo. Pero, dice GIERKE,
de aceptar la teoría de la detentación habría que renunciar a la idea de concebir
un derecho de usufructo o de prenda sobre el crédito, puesto que hasta los
usufructuarios y los acreedores pignoraticios deberían reputarse verdaderos
acreedores (simple y llanamente acreedores).

El art. 43 contiene la clave para la solución del problema. Análisis del


precepto. Dentro de su esfera de aplicación, la culpa grave se
equipara a la mala fe.

Quedan en pugna dos teorías: POSESIÓN vs. PROPIEDAD.

67
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

El Art. 43 de la LGTOC establece que la propiedad de los títulos nominativos o a


la orden se adquiere mediante la posesión siempre que ésta aparezca
adquirida con arreglo a la ley de circulación del título y exenta de culpa grave o
mala fe.

TENA dice que entre la culpa grave y la mala fe existe la misma diferencia que la
que media entre el saber y el ignorar debiendo saber. Cuando el poseedor sabe
que no tiene derecho para disponer del TC procede de mala fe; cuando no lo sabe
pero pudo saberlo puesto que debió haber obrado con prudencia, su adquisición es
igualmente por su culpa grave. Entonces se equiparan la culpa grave y la mala
fe dentro del campo de aplicación del Art. 43.

Ambos conceptos, sin embargo, operan de distinto modo dentro del


campo a que se extiende el art. 38

BONELLI dice que existe una importante diferencia entre ambos conceptos (culpa
grave y mala fe), los que operan de distinto modo dependiendo de que:
i. el poseedor, vencido ya el TC, lo presente al deudor para su pago, donde el
deudor sólo puede oponer la excepción personal derivada de la mala fe
del poseedor, o;
ii. el propietario desposeído ejercite en contra del poseedor las acciones para
que le sea devuelto el TC o para que le sean restituidas las cantidades que se
hubieren recibido por el cobro de dicho TC, donde el reivindicante puede
invocar tanto la mala fe para fundar su acción, como la culpa grave con
que el demandado haya adquirido su posesión porque la misma implica
negligencia y se necesita regularizar su circulación.

Justificación de la diferencia aludida

El hecho de que el deudor pueda oponer al poseedor del título la excepción


fundada en su mala fe deviene de que tiene una excepción personal conforme
al Art. 8°-XI, y no puede oponer la culpa grave puesto que ésta excluye toda
malicia, y esto basta para que el deudor en orden al cumplimiento de su promesa
no se pueda negar a cumplirla.

Cuando se trata de la acción reivindicatoria que tiene el que se dice propietario


desposeído en contra del poseedor que no tiene derecho para serlo. Aquí el
conflicto ocurre dentro del periodo de circulación del TC y la actitud del reclamante
supone que esa circulación se ha vuelto perturbada y anómala. De manera
que el interés social que va engendrando la circulación del TC reclama reducirlo a
las vías de la normalidad del poseedor de mala fe o de quien lo hizo por culpa
grave.

68
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

En la materia regulada por el art. 43 impera la regla romana mala fides


superveniens non nocet

El propietario reivindicante, al demostrar la mala fe o la culpa grave del poseedor,


debe situarse en el momento de la adquisición.

Si se verifica la buena fe de la adquisición, al poseedor nada debe importarle que,


en algún momento posterior llegue a su conocimiento que el que le transmitió el
título no tenía derecho a hacerlo.

El poseedor es de buena fe si ignora los vicios de la posesión de


endosantes anteriores

La ignorancia de todo vicio de la posesión del inmediato causante basta para


salvar la legitimidad de la posesión del que de buena fe le sucede, aun cuando
éste, en el momento de adquirirla haya sabido o podido fácilmente saber los vicios
de que adolecía la posesión de los precedentes tenedores.

La facultad que el art. 43 le otorga al propietario del título contra el


poseedor del mismo, no alcanza hasta poder exigir un segundo pago al
deudor que ya lo hizo en favor del poseedor, salvo que el primero lo haya
realizado conociendo de la mala fe del segundo y pudiendo demostrarla

El 43 impone al poseedor de mala fe la obligación de restituir al propietario


reclamante las sumas que hubiere recibido del deudor del título por haberlo
hecho efectivo. ¿Tiene que pagar por segunda vez, contando con el derecho de
repetir contra el que pagó primero?

El deudor que paga al poseedor legitimado sólo incurre en responsabilidad, si


conoce la mala fe del poseedor y cuenta con medios para demostrarla. Así,
si el verdadero acreedor comprueba que el deudor conoció los vicios de la posesión
y que pudo acreditarlos, tendrá que pagar de nuevo al verdadero propietario.

La posesión adquirida de buena fe y con arreglo a la ley de circulación del


título, conduce a la propiedad y ésta a la titularidad del derecho

El propietario desposeído aunque compruebe su derecho de propiedad sobre el TC


y el hecho de haber perdido su posesión por robo o extravío, no puede
reivindicarlo de quien de buena fe adquirió su posesión. Lo cual implica que
la posesión vale título, en pocas palabras que la posesión de buena fe conduce a
la propiedad ya que el principio de incorporación el que adquiere la propiedad de
un título también adquiere la del derecho en el mismo expresado.

69
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

A la luz de las consideraciones formuladas en el texto, puédese marcar


con mayor precisión la diferencia substancial que media entre el concepto
de titularidad y el de mera legitimación

La posesión es la fuente de la titularidad siempre que vaya acompañada


del elemento de la buena fe.

Por ello, la diferencia entre el problema de la titularidad y el de la legitimación. Al


deudor solo le basta, para legitimarse en el pago, la apariencia del derecho, la
cual estriba en la posesión adquirida en la forma propia de la circulación del título.

MESSINEO establece que el significado pleno de la legitimación es el poder de


abstenerse totalmente de la investigación sobre la pertenencia del derecho de
crédito.

Al deudor no le esta permitido exigirle al poseedor la autenticidad del último


endoso que lo invistió de la calidad que ostenta, ni la capacidad del endosante, ni
la buena o mala fe del mismo.

El pago libera definitivamente al deudor, aun cuando en seguida se le


presente el propietario demostrándole plenamente su calidad de tal y por ende la
carencia de todo derecho en el poseedor para cobrarlo.

Fuera del campo de la legitimación, cuando el propietario desposeído y el poseedor


del título se hallen frente a frente cambia la situación jurídica. Aquí si puede el
reclamante abordar la investigación de la mala fe del poseedor.

La titularidad del derecho documental, la calidad de acreedor, no la de


legitimado, deriva únicamente de la propiedad sobre el título. Si la posesión
esta acompañada de buena fe, real y verdaderamente, es fuente de la posesión.

Se transcribe una doctrina de Vivante

En apoyo a lo que ya se ha venido diciendo VIVANTE dice que acreedor formal


es aquel que figura como dueño del crédito en la forma propia de cada clase de
títulos de crédito: para los títulos nominativos, mediante su inscripción en los
registros de la institución emisora y la posesión del título correspondiente
extendido a su nombre; para los títulos a la orden, mediante la posesión del
título, provisto de una serie continua de endosos que lleguen hasta él, y; para los
títulos al portador, por medio de la simple posesión del título. Siempre que se
hayan observado estas formalidades, el deudor no tiene y no puede hacer
averiguaciones respecto de la causa por la cual obtuvo la posesión del título el
actual acreedor. Para el deudor el ser está en el parecer.

70
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

La situación anterior trae consigo beneficios e inconvenientes trayendo confianza


en el pronto y puntual pago. Como beneficio para el deudor el mismo esta exento
de comprobar cualquier cosa al acreedor; para este, ya que no tiene que
presentar prueba alguna de su adquisición. Como inconveniente se puede decir
que un poseedor de mala fe puede abusar de ello.

El acreedor formal, al que el título llegó en forma legitima, aparece, frente


al emisor, como un homo novus, provisto de un derecho propio y autónomo,
que debe medirse y regularse al tenor del título. El emisor se encuentra vinculado
a él directamente, porque lo autorizó desde el momento de la emisión, a adquirir
por medio del título el derecho que en el mismo se expresa, pues al poner su firma
en un título destinado a la circulación, manifestó la voluntad de obligarse respecto
a todo poseedor legítimo.

Caen por su base todas las doctrinas que hacen derivar el derecho del acreedor de
los tenedores anteriores. Asimismo cae la teoría que pretende explicar el derecho
del TC por la cesión, puesto que:

• La cesión transmite el derecho del cedente con todas las excepciones que
limitan o impiden su ejercicio; mientras que el TC pasa del anterior al nuevo
titular con todo el contenido jurídico que resulta del documento;
• La nulidad de una cesión intermedia detiene la transmisión del ulterior
crédito; mientras que la nulidad de un endoso o de una tradición intermedia,
no invalida los derechos del último acreedor formal, que hace valer el crédito
en virtud de un derecho propio y autónomo.
• Si esta teoría fuese válida conduciría a la consecuencia de que ninguno de
los poseedores podría adquirir el derecho, si el primer poseedor era incapaz
para adquirirlo.

Tampoco es válida la doctrina que considera que el primer acreedor estipula la


adquisición del derecho para sí y para la serie ilimitada de los tenedores
posteriores.

Quien adquiere un título lo hace para el provecho personal, no por amor al prójimo
y si aceptamos la mencionada teoría conduciría a la consecuencia de que ninguno
de los poseedores podría adquirir el derecho, si el primer poseedor era incapaz
para adquirirlo, consecuencia por todos rechazada.

La refutación de las doctrinas anteriores sirven para confirmar que el tenedor de


un título ejerce un derecho propio y autónomo porque así lo quiere quien emitió el
título.

El acreedor formal será también dueño efectivo del crédito; pero puede suceder
que el que figura como titular frente al deudor no lo sea mas que a título de

71
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

depositario o testaferro, si abusa de ese derecho se extinguiría el del verdadero


propietario.

El propietario material efectivo del título podrá salir de situaciones peligrosas


probando su derecho y reivindicando el título, prevaleciendo el del dueño que
quiere recobrar lo que es suyo.

Existe una propiedad formal(decisiva en su relación con los poseedores sucesivos)


y otra material que generalmente coinciden. Este es el sistema establecido por la
ley y cuando esta regula las relaciones entre el deudor y el tenedor del título se
satisface con qué éste pruebe la propiedad formal del título, es decir, que sea
propietario del mismo con los requisitos propios de cada título (nominativos, a la
orden, al portador), sin tener en cuenta las apariencias.

Por qué no se exponen las numerosas teorías excogitadas por los teóricos
del derecho para resolver el problema del término activo en la relación
documental

TENA dice que los tratadistas han mostrado mucho interés por desarrollar el
problema del término activo, lo cual el no se ocupará por ser improductivo. Los
teóricos del derecho, para explicar la naturaleza jurídica de la relación documental,
tuvieron que buscar la justificación dogmática del principio de autonomía del
derecho consagrado en el título. Tuvieron que tomar en cuenta que era imposible
desconocer que las excepciones pudieran oponerse contra los poseedores
anteriores y no se podía anular el principio que nadie puede transmitir mas
derecho que el que tiene.

Hay dos teorías principales para resolver el problema derivado del derecho de las
obligaciones, de que nadie puede transmitir más derecho del que tiene:
a. Teoría de la pendencia (BONELLI)
b. Teoría dualista (VIVANTE)

Excepción en favor de la teoría de la pendencia. Su exposición y crítica

BONELLI (y antes IHERING) propone la teoría de la pendencia, según la cual el


derecho del poseedor del título no asume la figura jurídica de un crédito, sino
hasta el momento del vencimiento del título. Mientras dura la circulación del
TC, existe una obligación perfecta, pero a esa obligación no corresponde un
derecho correlativo perfecto y actual, sino sólo una expectativa de crédito. De lo
anterior resulta que quien posea el título al momento de su vencimiento
será el primer poseedor y único que ejercita el derecho. El derecho
consagrado en un TC, según BONELLI, no se confunde con ninguno de los
patrimonios por los que pasa, quedando como un elemento patrimonial que “flota”
sobre los otros.

72
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Elimina con facilidad el problema de la justificación, en el orden racional o


dogmático, de la autonomía del derecho incorporado en esta clase de títulos. Si la
aceptamos, quien posea el título en el momento de vencerse, será necesariamente
el primero y el ÚNICO que ejercerá el derecho resultando obvio que su derecho es
autónomo. No se podría hablar del problema de la función traslativa, siendo esta
la de la transmisión del derecho en el incorporad, porque lo que no es, no puede
transmitirse.

ARCANGELI, critica la teoría diciendo que por el crédito no puede estar en


pendencia, porque la ley declara que desde el momento en que nace hasta
el momento en que se extingue, existe un titular del crédito; porque
propiedad del título y propiedad del crédito son cosas que coinciden.

VIVANTE dice que esta teoría ha conseguido explicar la autonomía del derecho
correspondiente al tenedor del título, atribuyendo al deudor la voluntad unilateral
de obligarse directamente hacia el.
Pero critica la misma diciendo que de aceptarse esta teoría cómo podrían
explicarse los derechos, indiscutiblemente actuales, de cobrar intereses,
dividendos sociales, etc., o los valores que circulan en la Bolsa, en la cual son
objeto constante de comercio y que se evalúan en los inventarios y en los balances
de la hacienda pública y privada no sería elementos patrimoniales, por lo que
constituirían un fraude sistemático al distribuir utilidades inexistentes.

La teoría de la pendencia, según sus críticos, es irreal y se pierde en el campo


de la metafísica del derecho.

Existen en nuestro ordenamiento disposiciones que son imposibles de conciliar con


la teoría de la pendencia:
• Art. 19 LGTOC- Los títulos representativos de mercancías atribuyen a su
poseedor legítimo el derecho exclusivo de disponer de las mercancías que en
ellos se mencionan; lo cual significa que el derecho de propiedad de las
mercancías se va adquiriendo sucesivamente por cada uno de los
poseedores del título, independientemente de que esté o no vencido.
• Art. 34 LGTOC- El endoso en propiedad transfiere la propiedad del título y
todos los derechos a él; si el endoso transfiere la propiedad del título
también transfiere la titularidad del derecho incorporado en el mismo.

El mérito de la teoría de la pendencia, sin embargo, reside en haber explicado el


principio de la autonomía del TC, pero confundió los efectos del término con los de
la condición.

Idem respecto de la teoría dualista de Vivante

73
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

VIVANTE por su lado propone la teoría dualista que distingue en la voluntad del
suscriptor del TC una doble dirección según se coloque:
i. frente al tomador inmediato con quien contrató, donde la relación jurídica
se rige íntegramente por la ley del contrato, del negocio fundamental, o;
ii. frente a cualquiera de los poseedores sucesivos, donde la relación se
gobierna única y exclusivamente, por el texto literal del documento.

También se ha rechazado esta teoría dualista, diciendo que:

1. sería preciso que el acto de voluntad del que depende la creación del título no
fuese uno, porque siendo uno, también sería uno su contenido y una su dirección.

2. cuando el que presente un TC sea el primer tomador, el contrato subyacente


ejerza influencia definitiva, se debe a la intervención de un elemento extraño a la
obligación documental, y no a una tendencia originariamente divergente de la
obligación misma. Se trata de dos relaciones que se entrecruzan, y no de una
relación cuyo contenido varíe según las personas que en ella participan.

VIVANTE replica invocando 3 figuras que, en su opinión, demuestran que el


mismo acto de voluntad puede producir diversos efectos (en las relaciones
contractuales o sus efectos contra terceros):
a. contratos de sociedad, en los qeue el socio limita sus pérdidas a la porción
aportada, en tanto que se obliga a responder con todo su patrimonio a favor
de terceros
b. un contrato de representación, que se rige conforme a instrucciones
reservadas, pero que confiere al dependiente una representación general en
las relaciones con terceros.
c. Contratos celebrados a favor de terceros.

BONELLI afirma, en los dos primeros casos, que los actos de voluntad son dos, y
no uno. En el tercero, sí hay un solo acto de voluntad pero no se encuentra la
duplicidad en el contenido y la dirección del mismo.

TENA critica a la teoría diciendo que presupone la tesis contractualista en lo que


no se ha criticado.

TENA reafirma que la obligación documental, por alcanzar íntegra perfección


desde el instante mismo en que el título se extiende y se firma, es una obligación
unilateral. El contrato de transmisión del TC es un hecho superviniente, agregará
una nueva relación que ya existe, pero que no podrá nunca ponerse como acto
creativo de la obligación que le antecede. De aceptar la teoría tendríamos que
admitir que la intención del suscriptor era la de quedar obligado con cualquier
poseedor del TC, menos con el que lo recibe de sus manos.

74
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

ARCANGELLI critica la teoría dualista diciendo que a la voluntad del deudor,


manifestada sólo una vez y con un contenido único, se atribuye una multiplicidad
de direcciones y de contenidos. Ni se logra explicar cómo la voluntad unilateral
que por sí misma vincula al declarante en relación con los futuros poseedore, no
deba igualmente vincularlo en relación con el primero.

Esta teoría cae por tierra si se logra explicar de otra forma la inoponibilidad de
excepciones derivadas de la relación causal frente al primer tomador. Según TENA
esta explicación es fácil, tomando en cuenta que el 8ª F. XI LGTOC coloca en una
posición idéntica a todos los poseedores del título: a todos les son oponibles las
excepciones personales.

Criterio del autor para justificar la autonomía del derecho contenido en un


TC

Justifican la autonomía del derecho documental:

1. La Ley en el 8ª F. XI no permite que al poseedor (de buena fe) de un título de


crédito pueda oponérsele las excepciones personales oponibles a los poseedores
anteriores.

2. Para quien suscribe un TC es irrelevante la persona del poseedor, pues


se obliga a pagarlo a quien quiera que le presente el TC en su época de
vencimiento. La irrelevancia de la persona del acreedor envuelve la
irrelevancia de cuantas excepciones pudieren serle personales.

La irrelevancia de la persona del acreedor envuelve la irrelevancia de cuantas


excepciones pudieran serle personales. Sería inicuo ejercer tales excepciones en
contra del tercero de buena fe, ignorante de ellas e impotente, se vería
defraudado en sus esperanzas legítimas.

75
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

4. Naturaleza jurídica de la obligación [Astudillo, Cervantes Ahumada]

La suscripción de un TC constituye una declaración de voluntad que por el


efecto que la ley le da, produce efectos en el orden jurídico, dando origen a una
obligación. La doctrina discute en qué momento nace o se perfecciona la
obligación.

CERVANTES AHUMADA dice que la forma, modo y fundamento de la obligación


consignada en el título, o más bien, el fundamento de la relación cartular, (se
llama así por el fenómeno de la incorporación), derivan expresamente de la ley
(ex lege), por lo que la discusión carece de relevancia práctica.

Pero para ASTUDILLO el tema de la naturaleza jurídica de la obligación cambiaria


tiene importantes consecuencias en el campo procesal, por cuanto a la limitación
de las excepciones personales que el demandado puede oponer al actor en
juicio y que resulta de la autonomía de los TC. Es importante saber en qué
momento nace la obligación cambiaria.

El problema primero se trató en relación a la letra de cambio que se había


considerado sólo como la documentación del contrato trayecticio, pero cuando
surgió el endoso la letra se convirtió en un documento con vida propia y se
hizo necesario explicar el fundamento de la obligación incorporada en ella.

Así EINERT en 1839 postula la teoría del papel moneda y dice que al igual que
hace el Estado al emitir moneda, el comerciante al librar un TC promete en él su
reembolso en tiempo y forma oportunos: y así como el Estado dirige su promesa
ateniéndose a normas preestablecidas, el deudor cambiario formula la suya con
sujeción a la ley que rige en estos títulos. El reembolso de ambos se promete al
público en general por lo que cualquier legítimo poseedor puede considerar
dirigida a él la promesa, con lo cual se pone a salvo de todas aquellas excepciones
derivadas de la persona del poseedor precedente y el título, al igual que ocurre
con la moneda, puede hacerse efectivo por cualquiera que lo posea. En efecto son
el papel moneda de los comerciantes.

ARCANGELI resume los puntos fundamentales de la teoría de EINERT:

1. El título no es un simple documento probatorio, es el portador de la


promesa (todo se liga y refiere a el);
2. La letra de cambio se desvincula de la relación fundamental, es una
promesa abstracta de pago;
3. El vínculo cambiario se funda en una promesa unilateral dirigida al
público, por lo que la letra no es el producto de un contrato.

76
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

De la teoría de EINERT han surgido nuevas construcciones dogmáticas. Según


GARRIGUES existen dos teorías extremas y, junto a ellas, varias intermedias: los
extremos dependen del punto en que sitúan “el centro de gravedad jurídica de los
TC”, ya sea en el acto de creación (teorías unilaterales) o en el acto de entrega
del mismo (teorías contractuales).

Teorías Contractuales

De influencia civilista y expuestas por LIEBE, THOL, SAVIGNY, GOLDSCHMIDT,


indican que el fundamento de la obligación consignada en el TC es la relación
jurídica entre el suscriptor y el tomador. La escritura no es una declaración de
voluntad, sino sólo el modo de fijar la voluntad luego de que ésta ha sido
declarada.

Su punto de partida es un argumento histórico: en el Derecho Romano no era la


escritura, sino la tradición del documento, la que confería al acto documental valor
jurídico, o dicho en otra forma, el contrato escrito se perfeccionaba no por la
escritura o por la firma de los contratantes, sino por la cesión del documento
suscrito por el emitente, la toma de posesión del documento equivalía a la
aceptación de la promesa documental.

Así, sostienen que de igual forma en el derecho moderno el fundamento de la


obligación está en la entrega y no en la redacción del documento. Sólo
mediante la entrega del documento surge el acto jurídico hay una concordancia
entre el contenido del documento y la declaración de voluntad. Señalan que no es
posible que una persona quede obligada si el título salió de sus manos por un robo
o un extravío.

Esta tesis fue la aceptada por nuestro Código de Comercio, al decir que la
letra de cambio presupone el contrato de cambio. El contrato es fundamento
normal de las obligaciones, del cual no puede prescindirse mientras no se
demuestre la existencia de un fundamento diverso, no es posible obligar a la
persona cuyo título salió de sus manos sin un contrato.

ASTUDILLO dice que frente a la afirmación de que es imposible obligar al


suscriptor a cumplir una obligación que no ha tenido voluntad de asumir, se ha
sostenido que es más grave defraudar a los poseedores de buena fe de un
TC y deteriorar gravemente su circulación.

TENA dice que si bien con la idea del contrato se puede explicar fácilmente la
posición del tomador del TC frente al suscriptor, puesto que le puede oponer las
excepciones nacidas de la relación contractual, no ocurre lo mismo cuando se
pretende justificar la posición autónoma de los tenedores sucesivos.

77
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Además trascenderían al TC los vicios de la voluntad del primer tomador o su


incapacidad. Ahí la teoría es insuficiente.

SAVIGNY pretendió resistir la crítica considerando al contrato como concluido con


una persona incierta o un contrato a favor de tercero, lo cual es incompatible con
la naturaleza de los contratos. De tal modo dice ARCANGELI el contrato con
persona incierta no es tal, sino una fórmula poco correcta en que se pretende
transmutar y extinguir el reconocimiento de la voluntad unilateral del promitente
como fundamento de la obligación y PALLARES “los contratos se otorgan entre
personas ciertas y determinadas que dan su consentimiento, a favor y en contra
de las cuales, se estipulan derechos y obligaciones. CERVANTES AHUMADA
agrega que si se tratara de un contrato a favor de tercero, podrían oponerse al
tercer tenedor las excepciones derivadas del contrato como las de dolo y
error, lo cual es imposible.

GOLDSCHMIDT también en su empeño por superar el obstáculo afirma, en su


Teoría de la Formación Originaria de los Derechos Sucesivos de los Poseedores ,
que el creador del TC contrata con el primer beneficiario, por su propio derecho,
pero al mismo tiempo se obliga en favor de los subsecuentes tenedores; es decir,
supone que además del contrato hay una estipulación a favor de tercero.
ASTUDILLO replica que dicha pluralidad de vínculos está en contraposición con
la voluntad del emisor de contraer una sola obligación, además de que la
incapacidad de cualquiera de las partes de ese supuesto contrato, lo haría inválido.
GOLDSCHMIDT replica que si la voluntad del primer tomador estuviere viciada, el
primero de los subsecuentes tomadores con voluntad válida puede recibir y
aceptar tal declaración de voluntad.

ARCANGELI hace notar que los defensores de la teoría contractual han tenido que
romper la unidad de su doctrina y reconocer que debido a la aceptación cambiaria
la teoría debe ser modificada, “aún queriendo permanecer dentro del campo de la
teoría contractual hay que admitir que el contrato se perfecciona aquí con la
suscripción del aceptante”.

PALLARES dice que aceptar la teorías contractuales implicaría también aceptar


que las causas de nulidad, resolución o ineficacia del contrato nulificarían y
tendrían consecuencias en la vida jurídica del TC, con lo que se destruiría su
fuerza circulatoria.

MESSINEO critica a los contractualistas diciendo que tiene el defecto de integrar


un principio con dos principios generales a propósito de un mismo fenómeno.

Teorías Intermedias

78
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Estas ven el fundamento de la obligación en el contrato originario, cuando el TC


no ha pasado a manos de terceros y un nuevo fundamento para el caso de que
llegue a terceros, ya sea la apariencia jurídica que resulta del documento
(JACOBI) o la declaración unilateral de voluntad que se exterioriza por la firma
puesta en el documento (VIVANTE).

A) Teoría de la Obligación Literal

VIVANTE dice que es absurdo pensar en que una misma voluntad tenga
repercusión con el primer tomador y los subsecuentes. Estima que para explicar la
posición distinta del deudor hay que penetrar en los motivos de su voluntad,
que es el fundamento de la obligación, y reconocer que si el deudor, para obtener
el beneficio del crédito, quiso dar al acreedor un título apto para la circulación,
quiso no obstante, conservar intactas contra él las defensas que tiene en virtud del
Derecho Común. Debe pues, regularse la condición del deudor conforme a la
relación jurídica que dio origen al TC cuando se encuentra frente a aquel al
que lo negoció; y se debe regular con arreglo a su voluntad unilateral
manifestada en el TC cuando se encuentre frente a los subsecuentes tenedores de
buena fe, ya que la voluntad del deudor tal y como se ha concretado en el TC
determina la medida de su obligación.

Señala que existe una transacción entre el deudor que no quiere obligarse con los
rigores de un TC y al acreedor que pretende un título apto para su circulación. Si
el que lo emite quiere mantener su posición defensiva puede insertar las cláusulas
"no a la orden" o "sin garantía". Si se haya contra el tomador inmediatos se puede
defender con todas las excepciones que devengan del negocio que les dio orígen.
El deudor y los ulteriores tenedores se regirán por el título.

El fundamento de su obligación para los terceros de buena fe está en su


firma. El ordenamiento legal no puede consentir que estas expectativas se
frustren con la prueba de que la voluntad interna del emisor no corresponda con la
manifestación de voluntad. El poseedor de buena fe está investido de un derecho
autónomo y literal de crédito, que debe considerarse surgido en él por virtud del
contenido declarado en el TC. El suscriptor de un TC debe responder de él aun
cuando el título entre a la circulación sin su voluntad, pues el fundamento de la
obligación es la declaración unilaterial en él expresada.

Esta teoría ha sido criticada por ARCANGELI pues dice que erróneamente se le
atribuye una multiplicidad de direcciones y contenido a la voluntad del deudor
manifestada una sola vez y con un contenido único. A decir de ASTUDILLO ese no
es precisamente el error de la teoría puesto que hay diversas instituciones
jurídicas en las que el mismo acto de voluntad produce efectos distintos según se
refiera a la relación contractual o a las relaciones con terceros. Así ocurre en
contrato a favor de terceros, en el de sociedad y en el de representación.

79
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

ARCANGELI también la critica diciendo que el Art. 324 del Código de Comercio
Italiano correlativo a la fracción XI del 8° nuestra ley, coloca en idéntica situación
a todos los poseedores del TC, a todos les son oponibles las excepciones
personales. Pero aquí hay que notar que nuestro Art. 8°.XI menciona las
excepciones personales que el demandado puede tener en contra del actor (primer
tomador)

Una crítica adicional es que si se considera como fundamento de la primera


obligación el contrato originario, no se explica cómo el deudor pierde la facultad de
oponer al tercero poseedor del título todos los vicios que suprimen su obligación.
En pocas palabras, esta teoría no logra explicar el fenómeno de oponibilidad de
excepciones derivadas del negocio al primer tomador, frente a la inoponibilidad de
las mismas excepciones frente a sucesivos tomadores.

A. Teoría de la Apariencia Jurídica.

Esta teoría es sostenida por FISHER, JACOBI Y MEYER.

JACOBI dice que para que la obligación surja es necesaria la redacción del TC
y la declaración de voluntad del deudor, ya sea la forma contractual o la DUV
a la que atribuye la ley eficacia obligatoria. A los terceros de buena fe les rige la
ficción de que entre el suscriptor y el primer tomador, siempre ha intervenido un
contrato, aun cuando en realidad haya habido un robo o extravío del TC. La
apariencia a favor del acreedor se desenvuelve por el cauce procesal de manera
que es el deudor el que tiene que demostrar que el poseedor del título no tiene
derecho para exigir la prestación, la carga de la prueba se separa del principio de
derecho común establecido en favor del deudor, a fin de no demeritar la fácil
circulación del TC.

Señala como los TC se han considerado como eficaces frente a cualquier acreedor
como si fueran cosas, por lo que los considera como créditos dotados de garantía
real o que el acreedor es un sujeto invariable lo que lleva a considerar como
acreedor del título mismo. Señala que no son correctas las apreciaciones
anteriores ya que la esencia genuina del negocio jurídico radica en el
carácter substancial de la letra de cambio y el cheque como títulos
escritos, dicho carácter sólo puede explicarse a través de la teoría de la confianza
y la apariencia: La naturaleza de estos títulos permite a su poseedor confiarse a la
apariencia de legitimidad que presta el documento, dando por supuesto que:
i. Es él el verdadero titular;
ii. Tiene precisamente el derecho reconocido por el TC, y;
iii. El emitente, que por el hecho de ponerlo en circulación provoca con su firma
dicha apariencia, se obligó para con el primer tomador por medio de un
acto válido.

80
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

GARRIGUES dice que por apariencia jurídica se entiende una situación que
permite confiar en la existencia un derecho y que los títulos valor son títulos de
legitimación que dotan al tomador frente al deudor de una apariencia jurídica de
tal suerte que el deudor puede confiar en ella. Actúa en facor del deudor
-liberándolo si paga al que goza de la apariencia del derecho- y del acreedor
-contra la excepción de que el deudor ha pagado al anterior acreedor, después de
la cesión del derecho o que ha llegado con él a un arreglo-.

La tesis de JACOBI explica dos supuestos:


i. Cuando el TC no ha pasado a terceros, caso en que el fundamento de la
obligación está en el acto contractual derivado de las relaciones entre
suscriptor y primer tomador, y;
ii. Cuando el TC ha circulado, caso en que el fundamento de la obligación está
en la apariencia jurídica que resulta como consecuencia de lo que
consigna el propio TC, de acuerdo con la ley de su circulación.

MOSSA afirma que la protección de los tenedores y la seguridad jurídica del


tráfico encuentran su fundamento en la apariencia de legitimidad del título, en
la buena fe y en la confianza de quien participa en la circulación del mismo. Quien
suscribe un título, crea la apariencia de un valor; la ley lo reconoce y garantiza con
la obligación de una parte, con el derecho de la otra. No es necesaria alguna
investigación de la existencia de una declaración de voluntad acompañada de
delicados requisitos; basta la suscripción del título para que nazca la obligación,
"quien firma paga".

CERVANTES AHUMADA explica que las teorías no pueden sostenerse por si


mismas. La teoría de la apariencia cae por su base, si consideramos que las firmas
falsificadas no producen efectos jurídicos a pesar de que la falsificación haya sido
extremadamente hábil; y además los vicios de la voluntad de la supuesta DUV no
podrán oponerse como excepciones. ASTUDILLO difiere puesto que en términos
de lo establecido por el Art. 39 LGTOC el que paga no está obligado a cerciorarse
de la autenticidad de los endoso, ni tiene facultad de exigir que esta se le
compruebe. Sin embargo, ASTUDILLO aquí ignora la disposición del 8 LGTOC, que,
en efecto, priva de efectos jurídicos a la firma falsificada, otorgando al deudor la
excepción por no haber sido él quien firmó el documento.

SALANDRA critica estas teorías intermedias diciendo que atribuyen a un acto


único una doble y contradictoria naturaleza.

Por su parte GARRIGUES manifiesta que estas teorías dualistas no han podido ser
superadas. El deudor, al entregar a su acreedor un título de esta naturaleza, se
propone favorecerle en un doble sentido:
a. por ser más riguroso el aparato procesal de ejecución de un TC

81
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

b. por permitir la transmisión a otras personas y estar esta transmisión


favorecida por un régimen legal que protege al tenedor de buena fe.

El deudor sabe que al pasar el título a poder de un tercero de buena fe su propia


posición frente a este tercero va a quedar muy debilitada; y por ello por
consecuencia de un régimen legal dirigido precisamente a otorgar esta prestación.
El acreedor admite el título porque sabe que recibe un arma de ejecución de su
crédito mas eficaz que la proporcionada por el contrato primitivo y porque los
terceros ajenos a este, admitirán también el título por estar amparado en un
régimen que limita las defensas del deudor. Al entregar el título el deudor, no
renuncia anticipadamente a las excepciones causales frente a los posibles
tenedores de buena fe, ya que no se puede renunciar a lo que no se tiene.

Aparece la ley sobreponiéndose a la voluntad privada, la cual solo se limita a


decidir sobre la creación de un título cuyo régimen de funcionamiento disciplinado
por la ley desde el punto de vista de los terceros adquirente.

Teorías Unilaterales

Tienen su punto de partida en la deficiencias de las teorías contractuales. Surgen


como consecuencia del movimiento realizado por Einert. Explican el fundamento
de la obligación derivado de una acto unilateral ejecutado por el emitente
(ARCANGELI) o creador (KUNTZE) del título y desligado de la relación que pueda
existir entre el emitente y primer tomador.

A) Teoría de la Creación. (BECKER, SACHSSE, KUNTZE)

KUNTZE sostiene que el título es válido desde que se crea, pero que las
obligaciones que de él derivan son exigibles en el momento en que éste
entra en circulación, con o sin la voluntad del emisor. El título aún en manos
del suscriptor, tiene ya un valor patrimonial y está en aptitud de llegar a ser en
cualquier momento fuente de un derecho de crédito, es una obligación sujeta
condición suspensiva, misma que se realiza al llegar el título a manos de
cualquier persona legitimada al tenor del propio título.

El título es al portador o a la orden y una vez llegado al poder de cualquier tercero,


en el primer caso, o de la persona designada, en el segundo, la condición a que la
obligación estaba sujeta debe reputarse realizada. Y no importa que el TC haya
salido de las manos del deudor sin su voluntad o aún en contra de ella, éste queda
obligado de igual forma en todo caso.

Y va aún más allá: no se trata de una DUV, porque el título puede firmarse
sin ánimo de obligarse o con intención de no lanzarlo a la circulación, y sin

82
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

embargo su creador quedará obligado porque la obligación deriva de la simple


creación, por mandato de la ley.

Se critica esta teoría puesto que:


i. niega que el acto de creación genere un vínculo jurídico, es decir que niega
que el emisor al redactar y suscribir el TC no demuestra todavía su
voluntad de obligarse lo cual implica un absurdo, y;
ii. incluso llega a negar siquiera la existencia de la voluntad de obligarse
cuando el TC entró en circulación sin o vs la voluntad del emisor.

Sin embrago los defensores de esta teoría insisten en que la suscripción del TC
significa en la mayoría de los casos una real voluntad de obligarse y que en caso
de duda la ley da a la suscripción plenos efectos jurídicos (CANSTEIN y
SCHIALOJA), independientemente de la voluntad del deudor, que su descuido es
el que crea la obligación (BINDING y H. O. LEHMANN) o la buena fe que debe
imperar en los actos de comercio y de la que nacería la relación obligatoria
(KOLHLER).

Así, para CERVANTES AHUMADA esta teoría encuentra el fundamento de la


obligación en el hecho mismo de que el suscriptor crea un valor económico al crear
el título y que lo obliga por el sólo hecho de su creación aunque entre en la
circulación contra su voluntad. La obligación deriva, pues, del simple hecho de la
creación del título, por mandato de ley.

Ésta es la teoría aceptada en la LGTOC. Ver más abajo.

B. Teoría de la Emisión. (STOBBER y desarrollada por ARCANGELLI)

Considera necesario para que la obligación se constituya:


i. La redacción del TC;
ii. Su suscripción, y;
iii. La emisión voluntaria del TC.

Esto es, considera que el suscriptor del TC no está obligado cuando el título ha
salido de sus manos sin su voluntad o contra ella.

MESSINEO dice que la obligación del suscriptor nace en la declaración unilateral


de voluntad del suscriptor que vincula, sin necesidad de ser aceptada, por el
hecho mismo de la redacción y suscripción del mismo. El título desde el
momento en que queda perfecto como papel valor es la fuente de la obligación de
quien lo suscribe.

83
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Es la teoría de la emisión abstracta, que considera a la emisión como el acto


voluntario en virtud del cual se entrega el TC con al intención de que el valor
incorporado en el mismo entre en el patrimonio del tomador.

C. Argumentos a favor de las teorías unilaterales: (MESSINEO)

1. El tenor del Título es tal que no se requiere ninguna aceptación o


contraprestación para que se adquiera el derecho, ni se subordina la validez de
la obligación del suscriptor a dicha aceptación o contraprestación.
2. El suscriptor queda obligado frente al poseedor de buena fe, incluso cuando
el TC le fue sustraído o se le extravió antes de entregarlo a su destinatario, es
decir, antes de entrar en alguna relación contractual.
3. Consistiendo la hipótesis legal en que el título circule antes de su
presentación para el pago, resulta que el suscriptor se obliga a la prestación
debida al que le presente el TC y no precisamente al primer tomador del
mismo.
4. Siendo el aval, endoso y aceptación, declaraciones unilaterales en materia
cambiaria, no hay razón para que la suscripción sea de naturaleza diversa.

D. Críticas: (SALANDRA)

1. La DUV no es considerada en nuestro código civil (el italiano) entre las


fuentes de las obligaciones. Esta objeción no aplica en nuestro sistema, pero se
supera al establecer que los TC son materia especial.
2. La teoría supone en todos los casos una voluntad válida del declarante y no
puede explicar cómo el derecho cartular surge en favor del tercer adquirente
del título, aún cuando la voluntad del suscriptor esté viciada o cuando falte en
él la voluntad de obligarse, circunstancias que por no resultar del TC no pueden
ser opuestas a terceros adquirentes de buena fe.
3. La formulación del TC, sin que sea seguida de su emisión voluntaria dando la
apariencia de una DUV, sólo constituye documentación de una voluntad del
suscriptor que aun es interna, preparada en vista de una futura declaración,
pero sin que ya sea una declaración de voluntad.
4. Si en la teoría de la emisión, para que nazca la obligación se requiere su
emisión voluntaria, no se puede explicar el nacimiento de la obligación en el
caso de la emisión involuntaria o inválida.

La Teoría de la Creación es la expresamente aceptada por nuestra LGTOC,


en su Art. 71, al disponer que “la suscripción de un título al portador obliga a
quien la hace, a cubrirlo a cualquiera que se lo presente aunque el título haya
entrado a la circulación contra la voluntad del suscriptor, o después de que
sobrevenga su muerte o incapacidad.

84
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

TENA, CERVANTES AHUMADA Y MANTILLA MOLINA coinciden en que las tesis


unilaterales y concretamente la teoría de la creación es aceptada de manera
general en la legislación mexicana ya que el artículo 8ª no establece la posibilidad
de que el obligado en un TC oponga al tercero tenedor las excepciones relativas a
vicios de la voluntad o defectos en la creación o emisión del mismo.

Sin embargo TENA dice que hay en nuestro ordenamiento una disposición que
parece significar lo contrario. Art. 100 “Se reputa rehusada la aceptación que el
girado tacha antes de devolver la letra”,; este artículo parece indicar que el
legislador se decidió por la teoría de la emisión. Pero en realidad la teoría de la
creación no impide que el suscriptor pueda anular o revocar su firma
mientras el título permanece en su mano; el alcance de la teoría es que si
el suscriptor es privado del título sin su voluntad o contra ella, no podrá invocar la
involuntaria desposesión para impugnar la eficacia de su obligación, lo que sí sería
posible en la teoría de la emisión.

ASTUDILLO dice que el legislador ha dejado sin materia las polémicas doctrinales
al establecer que no tiene relevancia alguna frente al tenedor de un TC la falta de
emisión, entendiendo por ésta el acto en cuya virtud el suscriptor del título lo
entrega al tomador con el propósito de hacerlo titular del derecho en él
consignado. Al tenedor de buena fe no debe preocuparle que el TC haya entrado
en circulación sin la voluntad de quien lo suscribe, siendo bastante que haya sido
suscrito voluntariamente. Cuando el legislador concede al emisor la posibilidad de
oponer las excepciones personales que tenga contra su primer tomador derivadas
de la relación subyacente, simplemente reconoce la buena fe que debe regir en
todas las relaciones jurídicas.

Según DMC: no es cierto que sean 2 tratamientos distintos para cuando un título
ha circulado o no. Simplemente, cuando no ha circulado las excepciones
personales que le son oponibles al tomador-actor, tienden a identificarse con las
que derivan del negocio subyacente.

La SCJN ha sentado jurisprudencia en el sentido siguiente: "Cuando el actor es la


misma persona con quien el demandado está vinculado por la relación causal, le
podría oponer las excepciones derivas de la operación fundamental, por tratarse
de excepciones personales sin que ello implique desconocer el principio de
autonomía de la obligación cartular, porque ésta opera únicamente frente a un
tenedor que no esté vinculado causalmente con el demandado.

ASTUDILLO señala que en mataría de título nominativos la ley mexicana recoge


el pensamiento de VIVANTE.

El obligado al pago de un TC (Solidaridad cambiaria)

85
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Está obligado al pago de un TC el girador en las letras no aceptadas y el


aceptante en las ya aceptadas; el librador de un cheque, y en general, el
suscriptor original de un TC y en segundo lugar los demás signatarios.

La LGTOC y la generalidad de los tratadistas dicen que el suscriptor de un TC se


obliga solidariamente.

Así el Art. 90 LGTOC dice que: “el endoso en propiedad de una letra de cambio
obliga al endosante solidariamente con los demás responsables del valor de la
letra”;

El 154 LGTOC: “El aceptante, el girador y los avalistas responden


solidariamente”;

El 154 LGTOC: “Todos los que aparecen en una letra de cambio suscribiendo el
mismo acto, responden solidariamente por las obligaciones nacidas de éste. El
pago de la letra por uno de los signatarios confiere al que lo hace, respecto de los
demás signatarios del mismo acto, los derechos y acciones que competen al
deudor solidario contra los demás obligados”.

El Código Civil Arts. 1984 y 1987 establecen que: “hay mancomunidad cuando
haya pluralidad de deudores o acreedores, tratándose de una misma obligación…
Habrá solidaridad activa, cuando dos o más acreedores tienen derecho
para exigir, cada uno de por sí, el cumplimiento total de la obligación; y
solidaridad pasiva cuando dos o más deudores reporten la obligación de
prestar, cada uno de por sí, en su totalidad, la prestación debida”. A su vez
el Art. 1999 dice que “el deudor que paga por entero la deuda, tiene derecho de
exigir a los otros codeudores la parte que en ella les corresponda. Salvo convenio
en contrario, los deudores solidarios están obligados entre sí por partes iguales”

De los preceptos del Derecho Común citados se deriva que existirá solidaridad
pasiva, cuando haya pluralidad de deudores de una misma obligación, si cada uno
está obligado a cumplirla en su totalidad, y que, en las relaciones internas entre
los deudores, la obligación se divide por partes iguales.

Ahora bien, el fenómeno de las obligaciones cambiarias es diverso puesto


que no se trata de una sola y única obligación, puesto que, de acuerdo con el
principio de la autonomía, cada suscriptor asume una obligación suya, distinta
de las de los demás obligados, asume una obligación autónoma. Así se explica
cómo la nulidad de una de las obligaciones que se incorporen al TC, no afectará la
validez de las demás.

86
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

En virtud de ser obligaciones autónomas el deudor cambiario que paga puede


exigir de los obligados anteriores la totalidad de la obligación.

Eventualmente puede darse el caso de la solidaridad respecto de una obligación


cambiaria. Por ejemplo, en el caso en quela letra tiene 3 beneficiarios y los 3
firman el endoso, en este caso quedaran obligados solidariamente respecto de la
relación derivada del endoso y si uno de ellos paga repetirá sólo en la proporción
que corresponde a los deudores solidarios.

Hay un caso de verdadera solidaridad en actos cambiarios: Artículo 159


LGTOC: sí hay solidaridad en caso de pluralidad de suscriptores de un
mismo acto cambiario. Las obligaciones cambiarias no son solidarias. Son
autónomas y, por tanto, diferentes entre sí.

El Acreedor de un TC.

ARCANGELI habla de la teorías fundamentales sobre quién tiene el derecho


incorporado en un TC:
1. “El derecho de crédito compete al detentador”. (SIEGEL) En esta teoría la
posesión se tiene siempre nomine alieno y en nombre de otro se hará valer
eventualmente el derecho de crédito. El titular del derecho será aquel en
cuyo nombre se obra.
2. “El derecho de crédito compete al poseedor aunque sea un ladrón”.
(KUNTZE) Esta teoría supone que la posesión del TC confiere sin más ni más
la propiedad del crédito, por lo tanto para que el pago sea liberatorio sólo
requiere una condición, la posesión del TC.
3. “El derecho de crédito compete al poseedor de buena fe”.- (THOL,
BLUNTSCHLI, GRÜNHUT) (Art.43) El poseedor de buena fe, en tanto tiene
derecho de rechazar la acción de reivindicación, es propietario del TC.
4. “El derecho de crédito compete al propietario del TC”. (SAVIGNY;
GOLDSCHMIDT, RANDA)

IHERING, FONTENAI y BONELLI hablan de la “Teoría de la Pendencia”.- Según esta


teoría el derecho de crédito no madura hasta el momento en que el crédito deja de
circular; mientras tanto el derecho de crédito existe en potencia. Esta teoría,
criticada por ROCCO, VIVANTE, ARCANGELI Y MONTESSORI como irreal y perdida
en la metafísica del derecho, es inconciliable con:
i. Los derechos accesorios que pueden derivarse antes del
vencimiento y que son inconcebibles sin la existencia del derecho
principal;
ii. Las facultades y deberes de quien, durante la vida del título, tiene
que hacer los actos conservatorios del mismo para evitar su
caducidad;

87
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

iii. La posibilidad que tiene el que extravía el TC o se lo roban de


ocurrir a los tribunales a ejercitar acción reivindicatoria o
cancelatoria, para el efecto de desincorporar el derecho de crédito
del documento y cobrar el título con base en la certificación de las
actuaciones del procedimiento correspondiente;
iv. El robustecimiento del derecho con la garantía que los endosos
prestan al circular el TC de que existe y es legítimo y lo que es más
de que será pagado.

MANTILLA MOLINA dice que el titular del derecho cartular es aquel que, siendo de
buena fe, aparece como propietario del TC de acuerdo con los datos que del
mismo resultan. Así, si el título es al portador basta la posesión; si es a la orden,
aparecer como beneficiario del mismo a través de una serie ininterrumpida de
endosos, sin que el obligado al pago pueda exigir que se le compruebe la
autenticidad de los endosos, y; si es nominativo, además de la serie
ininterrumpida de endosos aparecer simultáneamente como titular en el registro.

La regulación positiva se encuentra en el 38 LGTOC (que ya se comentó en


materia de propiedad formal y propiedad material, a propósito de VIVANTE):

Art. 38 LGTOC. Es propietario de un título nominativo la persona en cuyo


favor se expida conforme al artículo 23, mientras no haya algún endoso.
El tenedor de un título nominativo en que hubiere endosos, se considerará
propietario del título, siempre que justifique su derecho mediante una serie
no interrumpida de aquéllos.

Sí hay una distinción legal, afirma MANTILLA MOLINA, entre propiedad y posesión
del título. Además, hay que tener en cuenta la legitimación activa, que dependerá
de la ley de circulación del TC de que se trate.

88
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

5. Clasificación [Astudillo y Gómez Gordoa]

La LGTOC originalmente reguló la cambial o letra de cambio, el pagaré, el cheque,


las obligaciones, el certificado de depósito y el bono de prenda. Posteriormente por
decreto de 30 de diciembre de 1946 se adicionó el certificado de participación; y
por decreto de 27 de diciembre de 1963 el certificado de vivienda. En total, hoy en
día regula ocho títulos.

Sin embrago no todos los TC están regulados por la ley de la materia: la LGSM
regula las acciones; la Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares del
Crédito el certificado de depósito a plazo; la Ley de Navegación y Comercio
Marítimos el conocimiento de embarque, la Ley de Crédito Agrícola los bonos
agrícolas de caja, los bonos hipotecarios rurales y las cédulas hipotecarias rurales
y por último la Ley del Mercado de Valores.

Criterio Clasificación
Por la ley que los rige Nominados
Innominados
Por efectos de la causa sobre el Concretos o causales
TC Abstractos
Por su objeto Obligacionales
Reales o de tradición
Corporativos o
personales
Por la forma de su circulación Nominativos
A la orden
Al portador
Por su forma de creación Singulares
En masa o en serie
Por su sustantividad Principales
Accesorios
Por su eficacia procesal De eficacia procesal
plena
De eficacia procesal
limitada
Por su función económica De especulación
De inversión

89
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Por la naturaleza jurídica del Públicos


emisor Privados
Por la naturaleza del derecho Simples
que confieren Complejos

Según La Que Los Rige:

El 14 dice que los documentos y los actos a que el título Primero se refiere, sólo
producirán los efectos previstos por el mismo, cuando contengan las menciones y
llenen los requisitos señalados por la ley y que ésta no presuma expresamente.
Sostiene entonces que los TC son únicamente aquellos que regula la ley.

MESSINEO dice que no hay libertad de crear figuras innominadas de títulos


abstractos, mientras que sí la hay para la creación de títulos causales.

La exposición de motivos de la LGTOC expuso el panorama de los títulos de crédito


nominados - los regulados por la ley en esa fecha. Sin embargo asienta respecto a
las operaciones de crédito que “no se limitan las formas de contratación, la ley
hace una selección entre todas sus formas posibles y elige aquellas que merecen
uniformación. Además la ley contempla como fuentes supletorias a los usos
bancarios y mercantiles. Por lo tanto se puede decir que por práctica se quiere
establecer ciertos TC.

Luego serán nominados aquellos regulados por las leyes e innominados


aquellos creados por los usos bancarios y reconocidos como tales por la ley.

CERVANTES AHUMADA establece que si es posible que el uso consigne


documentos que por sus características sean TC (Deben de llenar lo mínimo
establecido por Ley).

RODRÍGUEZ Y RODRÍGUEZ señala que los TC pueden ser creados por costumbre
ya que la existencia de una definición legal hace que todos aquellos documentos
que reúnan las características que la ley indica deben considerarse como tales.

GÓMEZ GORDOA dice respecto de los títulos innominados que presentan el


problema de que tendría que justificarse su existencia legal cuando se presentare
una demanda basada en un título de esta clase, antes de que el juez pudiese
despachar ejecución. Recordemos que los TC deben provocar el reconocimiento de
cualquier persona, puesto que si la ley lo va a dotar por una ficción legal, de un
valor, no puede por tanto dejar al azar el que se reconozca a los títulos de crédito.

90
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Por lo que no estaremos ya en presencia de un documento abstracto autónomo y


literal destinado a circular, sino simplemente de un documento que testimonia la
relación que le dio lugar.

Por otro lado ASTUDILLO dice que no hay noticia en la práctica mercantil mexicana
de un TC innominado.

DMC: el artículo 14 LGTOC, al hablar de ley, no se refiere en específico a la


LGTOC, sino en general a que los TC deben su régimen a un reconocimiento
expreso en ley. Sí son numerus clausus, ya que no se entendería que su fuerza
ejecutiva y sus características esenciales derivaran de acuerdos de voluntad
privados, sin mayor fuerza que la autonomía de la voluntad. Un ejemplo claro del
numerus clausus es el artículo 229 que expresamente indica que los certificados
emitidos por personas distintas a los AGD’s no producirán efectos como títulos de
crédito. La ley reserva los efectos cambiarios para los documentos que ella misma
regula.

Según Los Efectos De La Causa del Título Sobre El Título Mismo:

• Causales o concretos.- Aquellos en los que repercute el acto o contrato


jurídico que les dio origen. La modificación al causal lo afecta. V.gr. Acciones
u obligaciones.

• Abstractos aquellos en los que se manifiesta en toda su amplitud la


independencia de la causa de creación, el negocio subyacente deja de tener
efectos.

Según ASTUDILLO ningún TC es absolutamente abstracto porque cuando no han


circulado se pueden oponer excepciones personales al tenedor y estas son
básicamente las que devienen del negocio subyacente.

GARRIGUES dice que separada la obligación cartular de la básica aparece la


diferencia entre TC abstractos y causales. Para el, se ha atribuido una nueva
definición a la causa. Ya no es el presupuesto de una atribución patrimonial. Ahora
es la función del título mismo como negocio jurídico.

Algunos autores definen la causa en función de los TC como relación básica


(contrato de compraventa), convenio ejecutivo y para otros el pacto de
transmisión del título. En ningún caso se utiliza la palabra "causa" en sentido
técnico, sino en el sentido del presupuesto jurídico económico de la creación y
entrega del TC.

91
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Según el también se podrían usar los términos causa remota de los TC (siendo el
contrato básico y fundamental) y una causa próxima (siendo el pacto ejecutivo de
aquél).

La contraposición entre títulos causales y abstractos no quiere decir que hay TC


que no tienen causa sino que los causales funcionan ligados al negocio subyacente
y los abstractos no. Esto llevado al terreno de las excepciones se diría que hay
títulos que funcionan de modo preferentemente abstracto y títulos que actúan de
modo preferentemente causal, según el grado de protección otorgado por la ley al
tenedor.

MESSINEO dice que el TC es causal cuando con la promesa de una prestación se


enuncia el negocio que sirve de base, a cuya suerte y a cuyo desenvolvimiento
viene a éstos ligado y subordinado el cumplimiento de la promesa, la cual queda
modificada por la incidencia del negocio que sirve de base, de manera que el
portador del título adquiere los derechos y obligaciones devenidos de la causa.

El tercero esta advertido de que el título esta regulado e influenciado por el


negocio fundamental a que en él se hace referencia.

En el TC causal no deja de operar la autonomía, pues sustrae al tenedor a las


excepciones personales oponibles a los anteriores, sin embargo no se sustrae a las
excepciones derivadas del documento literal. Además de que las referencias que
ligan al título concreto a su causa no pueden vulnerar el contenido de la obligación
sino es dentro de los límites tolerados por el tenor del TC.

SALANDRA dice quelos TC abstractos pueden representar promesas de pago


dependientes de cualquier especie de relación jurídica y los causales expresando el
motivo de la promesa, se refieren siempre a una causa típica. No se refiere a la
causa directa (función económica, crear la letra para su circulación) se habla de la
indirecta (la relación jurídica en virtud de la cual el TC es emitido y que está
representado en el). También en los TC abstractos voluntarios tiene una causa en
el mencionado sentido. En los causales la influencia de la causa sufre un
temperamento por efecto de la literalidad.

LANGLE oopina que es causal si la obligación del deudor esta constantemente


ligada al negocio que dio origen a su emisión y el abstracto se encuentra
desligado en su causa interna siendo exigible la obligación indiferentemente de la
razón jurídica por la cual fue asumida y de la prueba de esta razón.

ASTUDILLO critica a LANGLE porque dice que impropiamente menciona autonomía


cuando debió ser abstracción.

92
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Según El Objeto Del Documento:

Todos lo TC incorporan un derecho de crédito.

• Serán obligacionales cuando dan derecho al pago de una suma de dinero,


a su vez pueden ser:
o de crédito en sentido restringido (documentan una operación de
crédito) o
o de pago (constituyen medios aptos para realizar pagos).

• Reales o de tradición Representativos de mercancías o de derechos reales


como el certificado de depósito, el bono de prenda o el conocimiento de
embarque.

• Personales o corporativos porque representan una parte alícuota del


capital de una sociedad y es necesario para transmitir y acreditar la calidad
de socio. Aunque estos incorporen un derecho de crédito, la mayoría de la
doctrina ha dicho que su titular tiene la calidad de socio y que es esta
calidad jurídica de la que derivan los derechos corporativos y patrimoniales.

Según La Forma de su Circulación:

El Art. 21 LGTOC dice que el tenedor de un TC no puede cambiar su forma de


circulación (no inativos o al portador) sin consentimiento del emisor, salvo
disposición legal expresa en contrario. El Art. 25 LGTOC dice que los Títulos
nominativos son siempre a la orden, salvo inserción en el texto del documento o
en el de un endoso de la cláusula “no negociable”.

PALLARES critica que la ley se haya apartado que la legislación tradicional.


TENA establece que la legislación suscita problemas para cuya solución es preciso
recurrir a la doctrina y que la inscripción o registro en los títulos nominativos es
elemento esencial y característico lo que los diferencia de los títulos a la orden.

CERVANTES AHUMADA señala que la ley no es lógica consigo misma, termina


recoger la clasificación tradicional.

MANTILLA MOLINA expresa que es censurable que la ley no cuide de mantener


rigurosamente la terminología doctrinal.

ASTUDILLO concluye en que se pueden clasificar en:

• Nominativos son aquellos que requieren para su transmisión de endoso,


entrega e inscripción en los registros del emisor;

93
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

• A la orden son los expedidos a favor de cierta persona y transmisibles por


el endoso y la traditio, y;

• Al portador los transmisibles por simple traditio.

ASTUDILLO establece que al atender a la ley de circulación del TC determina los


requisitos de legitimación activa y pasiva.

Según La Forma De Creación Del TC:

• Singulares aquellos cuyo libramiento tiene base en una relación


determinada y que se realiza entre sujetos determinados y aún formando
parte de una serie son independientes unos de otros (tomador, importe,
vencimiento y demás requisitos);

• Seriales o en masa son los emitidos en múltiples unidades equivalentes


entre sí y permutables, porque todos son del mismo contenido y son
emitidos con dependencia de una operación única.

Los TC seriales tienen las siguientes características:


• Son fungibles entre sí y sólo se distinguen por su serie y número;
• Se pueden emitir a través de un documento único llamado título múltiple
(los tenedores pueden pedir su sustitución por otros de menor valor);
• Los derechos que incorporan pueden ser garantizados por una garantía
colectiva que opera en favor de la masa de acreedores en igual medida y
sin prelación el uno respecto del otro;
• Son TC causales.

VITTORIO SALANDRA dice que son singulares aquellos que se emiten en cada
caso en relación a una cierta operación que tiene lugar frente a una persona
concreta, también lo son los títulos de emision constante, si ella realiza en algún
caso en virtud de operaciones distintas las unas de las otras y según modalidades
determinadas; y en serie los emitidos por virtud de una operación compleja
frente a una pluralidad de personas.

FERNANDO SÁNCHEZ CALERO dice que los TC en serie son considerados como
cosas fungibles y están más ligados a la relación subyacente, por lo que se
manifiestan como TC incompletos, pues sus menciones han de completarse con
otros documentos.

Según la Sustantividad Del Documento:

94
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

• Principales aquellos cuyo valor sustantivo se satisface con el propio


documento (no necesito de otro TC);

• Accesorios los ligados necesariamente al TC de que forman parte (como los


cupones de intereses de las acciones)

Según Su Eficacia Procesal:

• De eficacia procesal plena para ejercer el derecho no se requieren


elementos extracartulares;

• De eficacia procesal limitada aquellos que requieren además del TC


documentos adicionales para ejercer el derecho incorporado (títulos
causales).

Según La Función Económica Del Título:

• De especulación aquellos cuyo rendimiento es fluctuante, depende de los


resultados financieros del emisor, (la acción). En estos se alude a tres
valores: (i) facial (el que aparece en el TC); (ii) contable (deriva de la
contabilidad del emisor [activo-pasivo/# de acciones]); (iii) bursátil (se
determina por el efecto en el mercado de la ley de la oferta y la demanda).

• De inversión aquellos que aseguran a su tenedor un rendimiento periódico


fijo, (obligaciones). Generalmente su emisión esta sujeta a la intervención
del poder público que supervisa las garantías de la emisión (títulos seriales
emitidos por la banca).

CHAMBERLAIN y EDWARD - Los títulos de inversión tiene las siguientes


características:

• Proporcionan la seguridad de que el valor del TC permanecerá inalterable


y se reintegrará en su oportunidad.
• Seguridad de que el rendimiento será cubierto puntualmente;
• De gran mercado, esto es de fácil conversión a numerario; Su
rendimiento guarda una adecuada relación con sus impuestos;
• Su plazo de amortización es conforme a las condiciones del mercado y
tasa proporcional al plazo;
• Son emitidos en denominación de cien o de sus múltiplos.

Según La Naturaleza Jurídica Del Emisor:

• Públicos los que emite el Estado o alguna organización descentralizada o


empresa estatal con el aval del poder público. La CNBV en su circular de 21

95
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

de mayo de 1951, consideró que las expresiones similares a “valores del


gobierno federal” deben interpretarse en el sentido de que únicamente se
refieren a los TC emitidos en serie por el Gobierno Federal y las Instituciones
Nacionales de Crédito.

• Privados son los emitidos por cualquier persona física o moral. Algunos solo
pueden ser emitidos por las personas que expresamente autoriza la ley,
(certificado de depósito, bonos de prenda, cheques de caja, obligaciones,
certificados de participación, conocimiento de embarque).

En principio los títulos privados pueden emitirse por cualquier persona capaz,
algunos de ellos solo pueden ser expedidos por ciertas personas o con relación a
ciertas operaciones, como los cheques de caja donde hay prohibición tácita para
que puedan ser emitidos al portador pues equivaldría a la emisión de moneda
fiduciaria.

La importancia de este criterio de clasificación estriba en que los TC cuya emisión


este reservada a las personas de derecho público se consideran mas seguros,
porque su emisión se realiza por funcionarios autorizados, mediante normas
rigurosas. En México deben contar con la autorización de SHCP, CNBV, Banco de
México.

Según La Naturaleza Única o Múltiple Del Derecho Que Confieren:

• Simples aquellos que incorporan el derecho a una sola prestación;

• Complejos los que representan diversos derechos (acciones).

Los TC simples deben ser restituidos al deudor cuando la prestación ha sido


satisfecha; en cambio los complejos que dan derecho a prestaciones periódicas
son conservados por su titular y las prestaciones otorgadas se hacen constar en el
título mismo.

¿Qué pasa con un pagaré con intereses? Sigue siendo simple porque la prestación
es una y su accesorio pero no son varias prestaciones.
Cuadro general de los títulos de crédito

Ley Títulos

96
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

letra de cambio
pagaré
cheque
obligaciones
LGTOC certificados de participación (CPO’s, CPI’s y
CFA’s)
certificados de vivienda
certificados de depósito
bonos de prenda
LGSM acciones
certificados de aportación patrimonial
bonos bancarios
LIC
obligaciones subordinadas
certificados de depósito bancario
bonocimiento de embarque
L Navegación
cédula hipotecaria naval
L Ahorro Nacional bonos del ahorro nacional

97
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

6. Circulación regular de los TC [Tena]

Necesidad de una especial disciplina en materia de los TC, encaminada a


proteger la rapidez y seguridad de su circulación

Como ya se ha visto, una de las facetas mas importantes de los TC es la


circulación. Estos no prestarían esa función sin una legislación especial, inspirada
en el fundamental propósito de proteger su circulación desde el punto de vista de
su seguridad y rapidez.

Los títulos NOMINATIVOS considerados desde el punto de vista de su


circulación. La inscripción es requisito necesario para la transmisión de la
propiedad de l título , pero sólo con respecto al emisor y terceros

En virtud del requisito esencial de la inscripción los títulos nominativos 2


ocupan el último grado desde el punto de vista de su aptitud para circular. Su
regulación se encuentra en los artículos 24 y 26 de la ley. TENA critica que el
legislador solo incluyó en esos artículos toda la teoría de esta clase de títulos por
lo que es necesario acudir a la opinión de VIVANTE que reglamentó en Italia esta
institución a través del decreto-ley de 7 de junio de 1923.

La inscripción es condición necesaria para la transmisión del TC, pero sólo


con respecto al emisor, no con respecto al endosante, quien, por el solo hecho del
endoso y entrega del título al endosatario, pierde en favor de este la propiedad del
mismo y la titularidad del derecho. Por lo que hace al endosatario, no es
propietario frente al emisor, ni está legitimado para exigirle el pago si no figura
como acreedor en el registro, de igual forma tampoco es propietario frente a
terceros.

VIVANTE señala que la inscripción o registro, que forman la matriz del título y el
título deben ser idénticos en su origen y en todos los cambios posteriores.

TENA critica el 24, ya que este señala que la inscripción se debe hacer "cuando
sea necesario", caso que nunca se dará, pues siempre es obligatorio ya que
constituye la esencia misma de los TC.

2 El fundamento legal de la necesidad de registro de las acciones son los artículos 128 y 129 de la LGSM. El 128 establece
que: Las sociedades anónimas tendrán un registro de acciones que contendrá: ... III- las transmisiones que se realicen en
los términos del artículo 129.

98
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Sólo el titular puede pedir la inscripción exhibiendo al efecto el título, y el


emisor estará obligado a verificarla

Sólo el titular puede pedir la inscripción, exhibiendo al efecto el título de que


es poseedor legítimo, y el emisor quedará obligado a hacer la respectiva
inscripción expidiéndole un nuevo título en perfecta consonancia con la inscripción
o deberá sentar en el título que le presentaron la razón de la inscripción.

Si el TC se adquiere por un medio distinto del endoso, se debe exhibir el título por
el que se adquirió.
Diligencias previas que debe practicar el emisor para efectuar la
inscripción

La ley no determina qué diligencias debe practicar la entidad emisora para poder
efectuar la inscripción, por ejemplo, cerciorares de la capacidad. El artículo 24
dispone:

Artículo 24. Cuando por expresarlo el título mismo, o prevenirlo la ley que lo
rige, el título deba ser inscrito en un registro del emisor, esto no estará
obligado a reconocer como tenedor legítimo sino a quien figure como tal a la
vez en el documento y en en registro.

Cuando sea necesario el registro, ningún acto u operación referente al


crédito surtirá efectos contra el emisor, o contra los terceros, si no se
inscribe en el registro y en el título.

TENA dice que en la legislación italiana se exige la ratificación de firmas con


notario. En México antes el CCo exigñia que firmaran el libro de acciones el
endosante y el endosatario. Actualmente sobre el emisor no gravitan más
obligaciones para el efecto de inscribir el título, que las que le impone el 39
LGTOC para el efecto de pagarlo, es decir, verificar la identidad de la persona
que presente el título como último tenedor y la continuidad de los endosos. Esto es
argumento de analogía o, mejor aún, de mayoría de razón: es más grave pagar un
título que inscribir su transmisión.

No es preciso que a los diferentes traspasos correspondan otras tantas


inscripciones

MESSINEO dice que el TC nominativo puede circular indefinidamente por la vía de


los endosos, sin necesidad de que sus transmisiones se anoten en el registro del
emisor. Sólo cuando el título no esté destinado ya a circular, o cuando su
actual poseedor quiera ejercitar el derecho en él incorporado, será precisa
la anotación (incluye cuando el endosatario quiera ejercitar derechos
corporativos, supongo). (vs. contra la opinión de VIVANTE)

99
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

El Art. 129 de la LGSM que exonera al endosante de acudir conjuntamente con el


endosatario a suscribir en el libro de registro su declaración respectiva, demuestra
que el endoso escrito en el título presentado a la sociedad servirá para
unir las dos últimas inscripciones del registro social, interrumpidas por los
endosos extendidos en el título y no inscritos en el registro (esto último lo
dice VIVANTE).

Artículo 129 LGSM: La sociedad considerará como dueño´de las acciones a


quien aparezca inscrito como tal en el registro a que se refiere el artículo
anterior. A este efecto, la sociedad deberá inscribir en dicho registro, a
petición de cualquier titular, las transmisiones que se efectúen.

Lo importante es que la inscripción es condición necesaria para la transmisión del


título, pero sólo con respecto al emisor, y no con respecto al endosante. Eso se
deriva autorizadamente de la letra del artículo 26 LGTOC, que sólo exige endoso y
entrega del título para la transmisión.

Vivante señala que el registro (que es la matriz del título) y el título deben ser
idénticos en su origen y en todos los cambios posteriores.

En resumen, el problema de los títulos nominativos básicamente se concentra en:


• Si es necesario que todos los endosos que contenga el título tengan su
correlativo en el libro del emisor. Aquí, por virtud del 129 LGSM y de
acuerdo con las ideas expresadas por MESSINEO y VIVANTE, se entiende
que no es necesario, que el último legítimo poseedor del título (que deberá
justificar su posesión con una serie no interrumpida de endosos de
conformidad con el 39LGTOC, podrá exigir que en el registro se haga constar
esta cadena de endosos, sin necesidad de que el emisor verifique la
legitimidad de los mismos.
• Eventualmente, los problemas que suscita la vaguedad de los artículos 24 y
26 de la LGTOC se resuelven a través de disposiciones estatutarias expresas
respecto a la circulación de los títulos que emitirá la sociedad.

Forma de circulación de los títulos A LA ORDEN

La forma de circulación de estos y de los nominativos (surtiendo efectos


interpartes) es mediante el endoso.

Antes los TC nominativos no eran transmitidos por endoso, esto se copio del
mencionado decreto-ley de VIVANTE para "fomentar el uso de dichos títulos
emitidos por los organismos públicos y privados, excepto el Estado"

100
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

El origen primitivo de la cláusula “a la orden” fue la cláusula alternativa, por la


cual se prometía hacer el pago de la prestación consignada en la letra de cambio,
al acreedor cuyo nombre apareciera en la letra o a la persona que indicaría mas
tarde. Con ello lograban por vía indirecta la negociabilidad del crédito, lo que
en el camino del derecho germánico no era posible alcanzar. Posteriormente, las
exigencias comerciales atribuyeron a la cláusula a la orden el significado de una
estipulación hecha en favor de persona por designar, con lo que empezó a adquirir
solidez la posición del tercer poseedor, pues fue entonces cuando perdió la calidad
de mandatario del tomador y se le dio completa libertad para reclamar el pago del
título como mejor le pareciese.

Según BONELLI, la cláusula alternativa sólo creaba una presunción de mandato


respecto de la posesión de los TC que la contenían, y que permitía oponer en
consecuencia al designado por el tomador, todas las excepciones oponibles a éste.
No existía pues el efecto cambiario actual del endoso, que implica la autonomía del
TC.

En un principio la letra podía endosarse sólo una vez pero la práctica, en Francia
sobre todo, le reconoció al endosatario la facultad de nombrar a su vez a una
tercera persona y así sucesivamente. Es entonces cuando aparece el endosatario
como el personaje central armado de una acción ejecutiva en contra de
todos lo signatarios de la letra, poseedor de un derecho fundado por la
buena fe e invulnerable.
Hay dos momentos que caracterizan el endoso:
i. la facilidad de su adquisición y traspaso, y;
ii. el aumento de la garantía por la nueva obligación que van
asumiendo todos los endosatarios.

Estas características permitieron al endoso “transfigurar” la letra antigua,


convirtiéndola de relación inmóvil y estrechamente cerrada entre determinadas
personas – las autoras de la operación – en la letra moderna, medio ágil y vivo de
transmisión de valores patrimoniales.

Todo título emitido en favor de un destinatario nombrado en el


documento (títulos nominativos o a la orden), es esencialmente
endosable. La cláusula "no a la orden" le quita el carácter de TC

Los títulos en comento tienen como atributo esencial el ser a la orden y, por lo
mismo, endosables. Así el 25 establece que los títulos nominativos se entenderán
siempre extendidos a la orden salvo la inserción en su texto o en el de un endoso
de la cláusula “no al orden” o “no negociable”. El título que contenga la cláusula en
referencia sólo será transmisible en la forma y con los efectos de una cesión
ordinaria. (en escrito privado suscrito ante dos testigos, de conformidad con el
2033 CC).

101
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

La cláusula no a la orden afecta también al fondo del traspaso puesto que


impide que se produzcan los efectos cambiarios, surtiéndose sólo los propios
de la cesión; en consecuencia el suscriptor del TC puede oponer al adquirente
todas las excepciones y defensas que habría podido oponer al enajenante en el
momento de la transmisión (artículo 27 LGTOC). En esa medida, la circulación del
título se verifica sólo con relativa autonomía, pues no existirá la independencia del
útlimo tomador respecto de “todos” los anteriores, sino sólo de aquéllos que hayan
transmitido el título por medios cambiarios.

Entonces desaparecen los rasgos de:


i. legitimación, porque ya no es bastante el título para fundar por sí
solo el derecho ejercitado por el derecho, será necesario el
documento consignativo de la cesión;
ii. autonomía porque el derecho que el tercero ostenta, continúa
expuesto a las mismas excepciones a las que estaba expuesto el
causante;
iii. literalidad, porque el contexto del título ha dejado de ser la medida
exclusiva del derecho.

Al endosante de una letra de cambio con la cláusula “no a la orden” no se


le puede obligar solidariamente con los demás responsables del valor de
la letra (conforme al artículo 90 LGTOC) puesto que el cedente sólo
responde de la legitimidad del crédito y de la personalidad con que hizo la
cesión. Y con decir que éste endosante no responde de la solvencia del deudor del
título, queda también dicho que el protesto no es necesario en esta clase de
documentos; pues éste tiene por objeto conservar en favor del adquirente del
título la acción de regreso contra los anteriores endosantes.

Con estas consideraciones, dice TENA que el título se degrada, y que de él no


queda más que el nombre. Para VIVANTE, la letra es un título esencialmente
endosable. Quien se ha obligado por un título de esta naturaleza NO puede
quitarle el atributo del endoso. La cláusula “no a la orden”, estampada por el
girador, actúa solamente en su defensa; si el tomador endosa la letra sin repetir la
cláusula, el título recobra la posibilidad del endoso con los efectos cambiarios.

Sin embargo, atenta la segunda parte del art. 25, la desaparición de ese
carácter no será total, sino en los títulos en que la cláusula prohibitiva se
estipule también por todos sus tenedores

La inserción de la cláusula prohibitiva no trae consigo necesariamente la total


desaparición de los efectos cambiarios, ya que conforme al segundo párrarfo del
25 "puede ser inscrita por cualquier tomador, y surtirá efectos desde la fecha de
su inserción" - "Fórmula Italiana"

102
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Queda claro que el girador del título que haya escrito la cláusula se encuentra
protegido frente a posteriores cesionarios, a quienes podrá invariablemente
oponer las excepciones propias de su cedente., el mismo tomador, si al endosar el
título inscribiera o dejara de reproducir las mencionadas cláusulas prohibitivas, no
podría oponer a un tercero o posterior endosatario, que ejerciese contra él la
acción de regreso, ninguna de las excepciones oponibles contra su inmediato
endosatario. MIENTRAS QUE PARA UNOS EL MISMO DOCUMENTO SERÁ LA LETRA
DE CAMBIO Y SURTIRÁ COMO TAL EFECTOS CAMBIARIOS, SU DESAPARICIÓN
COMO TC, SÓLO TENDRÁ LUGAR EN AQUELLOS DOCUMENTOS EN QUE LA
CLÁUSULA "NO A LA ORDEN" SE ESTIPULE POR TODOS LOS TENEDORES DE LOS
MISMOS.

Crítica del precepto legal apoyada en el art. 15 de la Ley Uniforme de


Ginebra y en la doctrina de Mossa y Ferrara

Para TENA, lo mejor hubiera sido que el legislador evitara este título “híbrido” que
resulta transmisible con efectos cambiarios para algunos tomadores, y sólo cedible
para otros. Además, según TENA una letra con la cláusula “no a la orden” no es un
título de crédito.

LA LEY UNIFORME DE GINEBRA, a diferencia de la nuestra, no admitió la


posibilidad de que la cláusula “no a la orden” fuese insertada por cualquier
endosante, solo por el girador.

Así lo interpreta MOSSA: para que la letra de cambio no adquiera negociabilidad


por endoso, es preciso que lleve desde su origen la cláusula negativa, la que no
puede agregarse en un momento ulterior, ni siquiera por el que creó la letra.

FERRARA sostiene que la letra “no a la orden” contiene también un derecho


literal, abstracto y autónomo (tiene las características de un TC), en ella caben las
demás declaraciones camiarias distintas del endoso (aval) y la rigen los principios
relativos a la presentación, protesto...

Inconformidad del autor con el criterio de Ferrara, para quien la cláusula


prohibitiva no le quita a la letra de cambio su carácter de TC

TENA critica la doctrina de FERRARA diciendo que no concibe como un título con la
cláusula negativa contiene un derecho literal y autónomo.
FERRARA también dice que la letra "no a la orden" está despojado de su calidad
de título circulante, ya que contiene una relación fija e inmóvil entre los sujetos
originarios. TENA continua con la crítica ya que dice que si un título no es
circulante es porque no es literal y autónomo y que esas características son
indispensables para los mismos.

103
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

AGUSTIN VICENTE Y GELLA dice que la mencionada cláusula imposibilita todo


endoso ulterior con efectos cambiarios, permite conservar las excepciones
personales contra el tomador de la letra. Si esta fue insertada por algún
tomador posterior su efecto es que permite conservar contra ulteriores
adquirentes las excepciones que tuviere contra su endosatario, pero NUNCA debe
significar privarla de alguna aptitud que no quitó el librador.

Para FERRARA es erróneo hablar de la cesión del crédito cambiario, toda vez
que la letra es siempre un TC que incorpora en sí el derecho y no una simple
prueba del mismo, no puede entonces escindirse el crédito cambiario del TC,
siempre se necesita para ejercer el derecho. Así como no se tiene cesión cuando
se transmite un billete de banco, sino que se tiene enajenación, de la misma
forma se enajena un TC.

TENA aunque el legislador haya reconocido en el adquirente del TC el derecho de


que se trata se explica sin necesidad de acudir a la incorporación:

1. el adquirente tiene que comprobar su derecho (para exigir o transmitirlo)


1. el adquirente tiene derecho de recoger el TC para asegurar que su causante
no lo vaya a hacer efectivo (aqui se evidencía la inexistencia de la
incorporación).
1. Si se admite la tesis de FERRARA también se tendía que aplicar en otros
casos como el del 2088 del CC, en el que los simples quirógrafos tienen
incorporado en el título el derecho.

TENA explica que para el el problema no consiste en saber si la repetida cláusula


deja o no subsistente la esencia del TC sino explicar cómo en un documento
que no es letra de cambio, pueden incluirse y funcionar las declaraciones
netamente cambiarias. Menciona que la explicación es imposible.

MOSSA agrega que, si la autonomía no se logra ante una cesión ordinaria,


entonces la autonomía no es elemento esencial de los TC (lo cual concuerda
con la definición de nuestro artículo 5 LGTOC, aunque por distintas razones). Para
TENA, en cambio, la autonomía es elemento indispensable del TC.

Efectos del endoso posterior al vencimiento del título. Interesante


doctrina de Ferrara

TENA dice que también produce los efectos de una cesión todo endoso posterior al
vencimiento, 37.

FERRARA dice que desde que nace la letra se sabe el día de su emisión y el de su
vencimiento. Con el vencimiento se termina la vida circulatoria para entrar a la de

104
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

pago, la misma ha cumplido con su función. El documento ha perdido su calidad


de título a la orden, es ahora una letra de cambio con la cláusula "no a la orden".

VIVANTE dice que después del vencimiento no pueden agregarse en el título


nuevos créditos de naturaleza cambiaria, todo endoso posterior al vencimiento de
un TC produce igualmente los efectos de una cesión ordinaria”. El legislador ha
puesto un obstáculo al comercio de títulos impagados, que no merecen la
tutela cambiaria, porque ocasionan el descrédito del deudor sin favorecer la
circulación.

FERRARA critica que los TC nominativos y a la orden, se puedan transmitir por


algún título distinto al del endoso, no habla aqui de las cláusulas negativos, sino
de aquellos que pudiendo ser endosables se transmiten por cesión.

Con respecto a la INCORPORACIÓN, señala que se esta alejando de su esencia


misma si admitimos la cesión. Esta última es institución de derecho civil y por lo
tanto no es aplicable al mercantil ya que presupone la transmisión de un derecho
personal, que vive por si mismo y que su aplicación en un documento no le da
eficacia constitutiva a este último. Solo es un elemento accesorio.

Es imposible hablar de una cesión de derecho cartular sometido a las reglas de las
obligaciones. En materia cambiaria la transmisión es directa, no es el derecho el
objeto inmediato del endoso sino el título, que circula con las normas de los
derechos reales (como cosa material de naturaleza mueble, no con las reglas de
las cesiones), no de las obligaciones. Por este último razonamiento se explica la
necesidad de la tradición referida al 26, sin la cual no hay traspaso a pesar de
haber endoso.

La diferencia entre endoso y cesión remonta a una época en que el documento de


la letra se consideraba como simple documento probatorio, no tenía valor por si
misma. Desde que los TC son objeto de las leyes mercantiles ya no se puede
hablar de cesión de las mismas, o se renuncia a la idea de cesión o a la teoría del
TC, es imposible combinarlas.

No tiene fundamento la afirmación que dice que el endoso es unilateral y la cesión


bilateral ya que a pesar de que es unilateral endosarle, se requiere un acto de
voluntad para ser entrega, que al realizarse en forma consensual es también un
contrato.

Diferencias substanciales entre endoso y cesión. Carácter derivativo de la


adquisición en uno y otro

TENA señala que es evidente la materia de la forma (29 y 30) por lo que no hace
mas énfasis en ella.

105
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Por lo que se refiere a la derivación dependiendo de si se transmitió por endoso o


por cesión, la mayoría de la doctrina afirma que el derecho del cesionario es
derivativo, mientras que el del endosatario es autónomo.

TENA señala que esta postura no es correcta porque con base en lo que dice
ARCANGELI el título de endosatario es también derivativo, lo que es apoyado por
la ley en su artículo 34 al señalar que "...transfiere...". Decir que se transmite de
endosante a endosatario y que éste adquiere ese derecho por nacer ex novo en su
persona, es contradictorio porque supone esencialmente la no transmisión. Es
cierto que el endoso confiere al endosatario un derecho derivado, el mismo
derecho que radicaba en el titular precedente.
A la mayoría de los doctrinarios les ha parecido imposible llegar a la anterior
conclusión con proclamar el principio de la autonomía del derecho del endosatario.
No es necesario ir contra este principio. El derecho es derivado porque es
transmitido, pero aun así sigue siendo autónomo porque las excepciones
personales oponibles al predecesor no le son oponibles a este.

El error en el que todo mundo recae es que se confunde lo que es un derecho


natural del derecho con lo que integra en su esencia. La autonomía no se
caracteriza por la autonomía o no autonomía del derecho adquirido. ARCANGELI
señala que la adquisición subsiste y solo falta una de las consecuencias naturales
de la misma. Si la sola falta fuera suficiente para caracterizar la naturaleza de la
adquisición como originaria, ello significaría elevar una consecuencia natural al
requisito de esencia. El criterio para diferenciarlos es que la adquisición originaria
presupone la ausencia de una relación precedente o la existencia de una relación
tal, que la que viene a formarse es absolutamente independiente de aquella. La
adquisición se verifica independientemente del derecho anterior, es originario
tanto el derecho real como el de crédito, la relación de dominio es independiente
de la que preexistía (ocupación).

Responsabilidad del endosante y cesionario

CEDENTE: solo por la legitimidad del derecho cedido y de su personalidad (391


CCo).

ENDOSANTE: garantía (de regreso), con respecto a ciertos TC (pagaré, cheque).

Diferencia por razón de la fuente de la relación cambiaria

Los derechos y obligaciones surgen:

CESIÓN: de un contrato

106
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

ENDOSO: de un acto unilateral que puede ser ajeno a la idea del contrato.

Diferencia por razón de las modalidades que pueden afectar el derecho


transmitido

CESIÓN: Se puede transmitir parcialmente, bajo condición y solo respecto a


ciertos codeudores

ENODOSO: no puede estar sujeto a condición.

Necesidad de que el endoso conste en el mismo documento

CESIÓN: Puede constar en instrumento por separado.

ENDOSO: Por el principio de la incorporación debe constar en el TC o en hoja


adherida a el.

Eficacia constitutiva de la tradición


La ley exije para la trasmisión del TC el endoso y la entrega.

En ninguna otra transmisión de bienes muebles desempeña la entrega de la cosa


enajenada un papel tan esencial e indispensable. Tiene eficacia constitutiva.

FERRARA dice que sin la entrega del TC, el endoso no tiene efecto traslativo por
ello, habla de la transmisión por endoso, que incluye los dos actos. Tiene efectos
constitutivos. En las demás cosas muebles la entrega de la posesión sirve para
conservar y consolidad la adquisición, en los TC, la entrega sirve para
perfeccionar la adquisición del derecho.

Diferencias substanciales entre endoso y cesión.


Criterio Endoso Cesión
Naturaleza del derecho que Autónomo Excepciones del cedente
transmiten oponibles al cesionario
Carácter originario o Derivativo (art. 34) de Derivativo
derivativo acuerdo con ARCANGELI:
para tena el endoso
transmite el mismo
derecho que tenía el
endosante

107
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Responsabilidad del Art. 90: solidaridad. Legitimidad del crédito y


endosante/Cedente Responde de la solvencia personalidad con que
del deudor (bonum hace la cesión (verum
nomen) nomen)
Origen de los derechos Declaración unilateral Contrato
Modalidades de transmisión Ninguna Puede ser parcial,
condicional, o respecto a
sólo alguno de los
codeudores
Materialización de la Debe constar en el título Puede constar en
transmisión documento separado

Diferentes clases de endosos. Endoso en propiedad

Hay 3 clases de endoso (artículo 33 LGTOC):


a. endoso en propiedad;
b. endoso en procuración;
c. endoso en garantía.

El endoso del que habla el punto a es en si la verdadera forma de circulación de


los TC, se presume y si el adquirente es de buena fe ya no se admite prueba en
contrario.

Se acostumbra escribir en el dorso del TC, pero legalmente eso no e necesario ya


que puede constar en el o en hoja adherida. Sería mejor la denominación girata ya
que hace referencia a la función del TC y no al del lugar donde debe constar el
mismo.

La libertad de realizar el endoso en cualquier parte no debió comprender el


"endoso en blanco" que solo debería figurar en el reverso del documento lo que no
fue tomado por nuestro legislador. Las razones que se expresaron en Italia para
que fuera de esta manera es que sería oportuno para evitar la posibilidad de
controversia sobre el significado que pueda tener una simple firma estampada en
la cara anterior de la letra, especialmente si rige la palabra "aceptada o por aval"
ya que se podría creer que existen ese tipo de actos y no un endoso en blanco.

La ley en su artículo 29 establece los requisitos que debe contener el endoso,


pero en sí solo la firma es esencial, ya que los demás requisitos los suple la ley en
caso de que no se encuentren en el misma.

108
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Endoso En Blanco

La omisión del nombre del endosatario da margen a la figura del endoso en


blanco.

El CCo exigía para que el endoso fuera regular, se llenaran todos sus requisitos,
sin los cuales no podían ejercitarse los derechos derivados del endoso. Esta
concepción arcaica y llevaba a la conclusión de que el endoso en blanco era un
endoso “en embrión”.

Hoy, el 32 establece que el endoso puede hacerse en blanco con la sola


firma del endosante; en este caso cualquier tenedor puede llenar con su nombre
o el de un tercero el endoso en blanco, o transmitir el título sin llenar el endoso.

En virtud de las reformas a la LGTOC de 1° de enero de 1983, se estableció


que tratándose de acciones, bonos de fundador, certificados de
participación y cheques, el endoso siempre será en favor de persona
determinada. El endoso en blanco o al portador no producirá efecto alguno.
Lo previsto no será aplicable a los cheques expedidos por cantidades hasta
de cinco millones de pesos (que están actualizadas por disposición del 179, a
las cantidades máximas para cheques al portador).

VIVANTE dice que es potestativo para el endosatario llenar los faltantes en el


TC. El endoso en blanco se considera como un endoso capaz de producir todos
sus efectos jurídicos, más aun la principal ventaja del endoso en blanco es que
permite su transmisión sin dejar huella de su paso en el patrimonio de los
sucesivos adquirentes y sin comprometer, por ende, su responsabilidad
documental.

El endoso en blanco no convierte al TC a la orden en título al portador

TENA dice que no puede equipararse el TC endosado en blanco al título al


portador porque:
i. el que posee un TC al portador se legitima por la simple tradición,
mientras que el que posee el TC a la orden endosado en blanco
necesita para legitimarse demostrar que ha obtenido la posesión
mediante una serie ininterrumpida de endosos (aunque todos
fueran en blanco);
ii. el tenedor de un TC en blanco puede, sin tener en cuenta la
voluntad del deudor, llenar libremente los endosos, lo cual no
puede acontecer con el TC al portador (Art. 21), ya que no se
puede cambiar la forma de circulación del TC sin consentimiento del
emisor;

109
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

iii. cabe respecto del TC endosado en blanco el procedimiento de


cancelación lo cual no pasa en los títulos al portador.

Finalmente, un endoso hecho al portador surte los efectos de un endoso en


blanco. Así lo dispuso el artículo 32 antes de la reforma de 1983. Sin embargo, a
pesar de la reforma a su texto, sigue diciendo “el endoso en blanco o al portador”,
por lo que se infiere válidamente que los sigue identificando y otorgándoles igual
efecto y validez.

Transmisión de los derechos inherentes al título, como consecuencia del


endoso

El endoso en propiedad (pleno o en blanco) sirve para transmitir la propiedad


del TC y de todos los derecho a él inherentes.

TENA dice que los derechos inherentes son todos aquellos que deben su vida a la
creación del TC, los que no existen sino en cuanto han sido incorporados al mismo,
les llama documentales. En conclusión todos los que competen al poseedor
legítimo de una letra de cambio.

Las garantías también se transmiten aunque la ley no lo diga de manera expresa


con el TC. Aunque no es necesario inscribir las sucesivas transmisiones en el RPP.

No se transmiten por endoso los derechos que puedan corresponder al endosante


por virtud de las relaciones materiales (negocio subyacente), que hayan mediado
entre él y el anterior endosante y que dieron margen a una relación cambiaria
entre los mismos.

Función de garantía desempeñada por el mismo

Aunque no es su función primordial, el endosante queda obligado solidariamente


con los demás responsables del valor del título, a menos que quiera liberarse de
tal obligación mediante la cláusula "sin responsabilidad".

Solo se da en aquellos TC que la ley expresamente manifiesta.

Endoso en procuración

Su objeto consiste en facilitar el ejercicio de los derechos documentales que


corresponden al endosante, quien no puede ejercerlos por si mismo. Es un
mandato constituido a favor del endosatario. El endosatario puede presentar para
la aceptación el TC, exigir judicial o extrajudicalmente su pago, endosarlo en
procuración y protestarlo, 35.

110
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Solo se le puede oponer al endosatario las excepciones que se tienen contra el


endosante. Por ello, pierde su calidad circulante, ya que los subsecuentes
endosos solo pueden hacerse también en procuración.

A veces este tipo de endoso se simula con una dado en propiedad debido a que se
quiere poner a cubierto de todo riesgo derivado de los anticipos que hicieron en el
desempeño de su cargo o a fin de privar al deudor de las excepciones oponibles al
verdadero propietario. Si en este ultimo caso el deudor puede probar la mala fe
del endosante podrá rehusar el pago oponiendo la excepción de dolo.

Es por naturaleza revocable, pero dicha revocación sólo puede hacerse con su
cancelación en el propio documento. Aquí surge el problema de la buena fe, si el
deudor sabía de la revocación del mandato y ésta no consta en el TC: ¿qué
procede?. No existen razones para no aplicar el 35.

Endoso en prenda

Se da cuando se inserta en el TC las cláusulas "en prenda, en garantía u otra


equivalente". Atribuye al endosatario los derechos y obligaciones de un
acreedor prendario. No transmite propiedad, pero sí una posesión jure proprio,
en virtud de un derecho real que ha entrado en su patrimonio, por ello no esta
expuesto a que le ejerzan la acción reivindicatoria, entre otros beneficios.

BONELLI dice que la posición de este endosatario es autónoma respecto del


endosante (a diferencia del de procuración) y por lo tanto, no se le pueden
oponer las excepciones oponibles al endosante.

Tiene las mismas facultades que señala el 35. Solo en un caso puede endosar
el TC en propiedad que se da cuando por no cubrirle el deudor prendario la
obligación garantizada y no estar vencido el título todavía, lo negocia con las
reglas establecidas en el capítulo referente a la prenda. En este caso puede el
acreedor prendatario la cláusula "sin mi responsabilidad". TENA critica esta ultima
facultad porque dice que en todo endoso en propiedad puede el endosante añadir
esa cláusula y aun si la omitiera no le traería responsabilidad alguna debido a la
naturaleza del endoso.

Endoso en favor de quienes figuran como obligados en el título


transmitido

El endoso un TC puede verificarse aun en favor de cualquiera de los que ya


figuran como obligados en el mismo. Entonces opera el fenómeno de la
confusión de derechos: totalmente si el endosatario se hallaba obligado en favor
de todos los demás signatarios del título; parcialmente si sólo lo estaba en favor
de alguno de ellos.

111
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Pero es necesario que el endosatario conserve en su poder la letra hasta la


fecha de su vencimiento, ya que sólo entonces puede realizarse el
fenómeno de la confusión. Si una vez de regreso en sus manos lo lanza a la
vida circulatoria ya no hay confusión, pues (como lo veremos) no podrían anularse
los endosos intermedios entre la primera vez que lo endosa y la segunda, pues se
rompe la serie ininterrumpida de endosos necesaria para la legitimación de los
títulos nominativos y a la orden.

Diversas situaciones que pueden presentarse según VIVANTE:

1. Cuando se endosa al aceptante.- éste no puede utilizar la letra en contra


de ninguno de los obligados en ella, porque es acreedor (en cuanto que es
endosatario) y deudor (en cuanto aceptante) de todos. Mientras la letra no
vence, el pago que realizó el aceptante para la adquisición de la letra no puede
considerarse extintivo, puesto que durante la vida del TC el aceptante-
endosatario puede volver a endosarlo y el que lo recibe no recibe una letra
extinguida, sino una letra válida contra todos los obligados cambiarios;

2. Cuando se endosa al girador.- El girador como último endosatario, es


acreedor de todos los obligados cambiarios y en cuanto que es girador es
deudor de todos excepto del aceptante, pues en contra de éste conserva la
acción cambiaria; así, al vencimiento del título se confunden los derechos
respecto de todos los signatarios del título excepto del aceptante.

3. Cuando se endosa al girado.- no puede hablarse de confusión, pues no


siendo como girado deudor de nadie (nunca aceptó la letra), al adquirir la letra
por endoso se convierte en acreedor de todos;

4. Cuando se endosa a un endosante anterior.- Por virtud del endoso se


ostenta acreedor de los endosantes anteriores, pero en virtud del primer endoso
hecho a su favor quedó constituido en deudor de todos los posteriores 3. Por
virtud de la confusión no tiene acción alguna vs los endosantes que mediaron
entre los dos endosos, pero sí la tendrá en contra de los endosantes anteriores
al primer endoso, respecto de los cuales no es deudor y por supuesto conserva
acción en contra del girador y aceptante.

1. Cuando se endosa a un avalista.- Tiene acción en contra de todos,


incluso el avalado, porque su calidad de avalista no lo constituyó en deudor de
éste. Su responsabilidad era de mera garantía, la que no basta para extinguir su
calidad de acreedor. Aquí TENA no tiene en cuenta la disposición del artículo

3 Aquí se equivoca TENA, porque lo que convierte a un endosante en deudor de los tomadores posteriores del título es el
endoso en el que él mismo estampa su firma en el título, y no el que se hizo en su favor.

112
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

114, que equipara la obligación del avalista a la de cualquier signatario


autónomo del TC: su obligación persiste aún si es nula aquélla por la que entró
a garantizar. Al avalista le aplica el 12 LGTOC, igual que a cualquier otro
signatario de la letra. En esa medida, [opinión] parece más razonable
equipararlo a un endosante anterior, con los mismos efectos – excepto respecto
de su avalado, con quien lo une una relación jurídica especial y extra cartular
que podrá valer en términos del 8 LGTOC como excepciones personales.

GIRADOR
-----]BENEFICIARIO---]E2 E3 E4 E5 E6=E2
ACEPTANTE E1

Aquí el endoso de E5 a E2 tiene por efecto


anular todo lo ocurrido desde que E2 endosó a
E3. Esto porque E2 es tanto deudor de E3, E4 y
E5 en virtud del endoso que él firmó, como su
acreedor en virtud del último endoso que lo
hizo tenedor final del título. Donde no se
confunden sus derechos es con respecto al
aceptante, al girador y a E1.

Finalmente, está el caso planteado por VIVANTE, en relación con la posibilidad de


testar o tachar los endosos que contiene un título. En el caso de arriba, E2 podría
tachar todos los posteriores al suyo, pero no los anteriores. Artículo 41 LGTOC, si
se le interpreta extensivamente. Hay, sin embargo, espacio para disputa.

Transmisión realizada por algún medio distinto del endoso. Los arts. 27 y
28 no comprenden las adquisiciones verificadas por alguno de los medios
originarios

MOSSA dice que el endoso es la forma exclusiva de la circulación cambiaria.


Expresa en el título la indicación del nuevo poseedor y le asegura las
prerrogativas del derecho cambiario. Así el 27 deja expuesto al adquirente de un
TC por medio diverso del endoso a sufrir todas las excepciones personales que el
obligado habría podido oponer al autor de la transmisión antes de ésta. Pero como
la transmisión desprovista de efectos cambiarios no consta en el documento
mismo, el 28 autoriza al adquirente para que pida al juez, en vía de jurisdicción
voluntaria, que haga contar la transmisión en el propio documento, una vez
comprobada por el que la pide. Los 27 y 28 no comprenden las adquisiciones
hechas por modos originarios (ocupación) ya que dichos artículos hacen mención a

113
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

"transmisión". Se crea un derecho nuevo, no transmitido. El que adquiere un TC


por un modo originario es siempre autónoma

La constancia judicial aunque incapaz de asegurar al poseedor una posición


autónoma, produce un efecto que la equipara al endoso, tal efecto es que sirve
de eslabón en la cadena de endosos que exige el 38. La constancia legitima lo
mismo que un endoso, pero si el legitimado por ella es el último tenedor, su
derecho no será autónomo, lo cual no implica que no pueda endosar el título y que
el endosatario no quede investido de un derecho autónomo.

DMC - La cuestión es qué pasa si después de esta cesión ordinaria el título circula
varias veces por medios cambiarios – endosos – y si los últimos tenedores de la
cadena tienen o no un derecho autónomo frente al anterior tenedor que NO firmó
el título como endosante. La lógica dice que contra él no tendrán acción autónoma.
Ahora bien, ¿y contra los anteriores a este cedente ordinario?

Transmisión en forma de recibo extendido en el mismo título. Crítica del


art. 40
El 40 registra otra forma de transmisión de los TC: recibo del valor del TC,
extendido en el mismo documento a favor de algún responsable de éste.
Dicha transmisión produce los efectos de un endoso sin responsabilidad.

Los títulos vencidos, como no son susceptibles de circulación, tampoco lo son de


endoso, 37. Bastará, entonces, el simple recibo extendido en el título para que el
endosatario pueda ejercitar las acciones conducentes a reclamar el pago de la
letra, los intereses moratorios, gastos de protesto y del premio de cambio entre
plazas. Entonces si el poseedor del TC vencido recibe el pago no debe endosarlo al
pagador, pero si recibió el pago antes del vencimiento, o sea dentro de la fase de
circulación del título, deberá endosarlo a quien le hizo el pago.

Exposición y crítica del contenido del art. 41

El 41 dice que el endosatario de un TC puede testar o cancelar los endosos y las


anotaciones de recibo que figuren en él si se trata de endosos o recibos
posteriores a su adquisición. TENA dice que este precepto supone que el tenedor
del TC inserta un endoso en favor de Juan, por ejemplo, y antes de entregarle el
TC, cambia de propósito y tacha el endoso para poner el nombre de otra persona,
operación perfectamente lícita. Pero dicho precepto no tiene explicación en lo
conducente a las anotaciones de recibo, pues si el tenedor recibe el pago del
endosante Pedro, forzosamente tendrá que transmitir a Pedro el título con la
constancia de recibo.
Un endosante puede endosarlo a a cualquiera de los endosantes anteriores, donde
debemos distinguir:

114
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

1. el endosatario conserva el TC hasta la fecha de su vencimiento. Aquí puede


borrar los endoso intermedio, incluso el suyo porque a nadie perjudica
VIVANTE.
1. el endosatario vuelve a endosarlo. Debe borrar todos los endosos o ninguno-
VIVANTE.
TENA - Si la doctrina de VIVANTE es cierta, es falso que un TC nuca pueda testar
los endosos anteriores a su adquisición como establece el 41. A lo que ese
precepto hace referencia es al adquirente por primera vez del TC. No debemos
atenernos a la literalidad de esa disposición, sino mas a su razón jurídica.

115
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

7. Excepciones oponibles contra acciones derivadas de TC [Astudillo y


Tena]

Carácter taxativo de la enumeración contenida en el art. 8ª

El 8° enumera las excepciones de que puede valerse el demandado al pago de un


TC. Éstas son de carácter taxativo, como se demuestra, en el propio artículo al
decir que contra las acciones derivadas de un TC sólo pueden oponerse las
siguientes excepciones y defensas, y en el Art. 167 al decir que contra la acción
cambiaria no pueden oponerse sino las excepciones y defensas enumeradas en el
Art. 8° (aunque se haga mención de la letra de cambio, los razonamientos son
aplicables a los demás TC). El legislador al establecer las excepciones y defensas
oponibles contra la acción cambiaria tuvo en cuenta la preeminencia otorgada al
tercer poseedor de un TC, por lo que lo que más le importa es robustecer la
confianza en dicho título a fin de favorecer su rápida circulación.

Doble significado del vocablo excepción

TENA dice que el vocablo excepción tiene dos sentidos:

1. en sentido impropio se funda en hechos que excluyen la acción, porque


excluyen la relación jurídica en que ésta se apoya, la acción no existe. Por ello,
una vez comprobada por cualquier medio, el juez debe estimarla de oficio,
invóquela o no el demandado. De no hacerlo, le daría vida a una relación que no la
tiene por voluntad de la ley. La ley utiliza este concepto como DEFENSAS.

2. en sentido propio descansa en hechos que por sí mismos no excluyen la


acción, pero dan al demandado la facultad de anularla mediante la oportuna
alegación y demostración de aquellos hechos. La excepción en cuanto no se haga
valer permite que la acción surta todos sus efectos. Al hacerse valer surte sus
efectos en grado de pendencia sujetos a la resolución del juez. La ley utiliza este
vocablo como EXCEPCIONES.

Ambas excluyen la acción, pero mientras que la excepción en sentido impropio la


excluye por la sola fuerza de la ley, la excepción en sentido propio la excluye por
voluntad del demandado.

Criterio marcado por Chiovenda para distinguir la excepción y la defensa

CHIOVENDA dice que se debe interpretar para establecer si un hecho es


necesario para la existencia de la acción (si falta esta puede desecharla) o si la

116
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

falta de ese hecho únicamente da el derecho de anular la acción existente por sí


misma.

Sentido PROPIO- encaminada a la anulación de la acción contraria (ius


retentionis, contrato no cumplido, incapacidad (IV); la de prescripción, caducidad
y las que se funden en la falta de las condiciones necesarias para el ejercicio de la
acción (X), y; muchas personales comprendidas en la fracción XI como la de error,
dolo, violencia, compensación, etc. ).

Sentido IMPROPIO- impide dar vida a la acción contraria. (pago, novación,


remisión, transformación, simulación, etc. (8°-XI); las de homonimia, falsedad de
la firma del demandado, y en general, las fundadas en el hecho de no haber sido
el demandado quien suscribió el documento (II); las de falta de representación
(III); las fundadas en la omisión de las menciones y requisitos que el TC o el acto
mencionado en él deben contener (V); la de alteración del texto del documento
(VI); las que se funden en que el TC no es negociable (VII); las de quita o pago
parcial que consten en el documento(VIII), y; las de cancelación del TC (IX)

Clasificación de las excepciones y defensas desde el punto de vista que


las disciplina

Pueden referirse a las condiciones de la acción o a las condiciones para el


ejercicio de la acción:
i. las condiciones de la acción son las condiciones necesarias para que el
juez tenga que declarar existente la voluntad concreta invocada por el
actor, es decir, las condiciones necesarias para obtener una resolución
favorable, invocan necesariamente normas de derecho material, y;
ii. los condiciones necesarias para el ejercicio de la acción
(presupuestos procesales) son las condiciones encaminadas a que se
dé un pronunciamiento cualquiera del juez, favorable o desfavorable,
sobre la demanda, invocan normas de derecho procesal. Negando la
existencia de presupuestos procesales, no se niega la existencia de la
acción, que permanece sin juzgarse, sólo se niega que la acción pueda
hacerse valer en ese proceso, pudiendo ejercerse en otro. Así tenemos
que las excepciones de incompetencia y falta de personalidad (I); y las de
prescripción, caducidad y las que se funden en la falta de las condiciones
necesarias para el ejercicio de la acción (X) serán presupuestos
procesales.

Clasificación basada en el carácter personal o real de la excepción

La excepción es personal cuando el fundamento de la misma se limita a alguna


relación que media únicamente entre el deudor y aquel determinado poseedor que
tiene enfrente; y es real cuando la excepción se funda en consideraciones que

117
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

arrancan de la consistencia objetiva de la obligación misma, de la forma deficiente


del título, de la falta de condiciones necesarias para el ejercicio de la acción, en
una palabra, en consideraciones ajenas a la persona del demandante.

Noción de la excepción personal. Contra quienes puede ejercerse

TENA dice que es la excepción mas importante.

LA LUMIA dice que las característica que identifica a las excepciones personales,
consiste en que son ejercitables exclusivamente contra determinados poseedores
en razón de la situación jurídica en que éstos se encuentran con respecto al
deudor demandado. Independientes de las relaciones cambiarias.

BONELLI dice que son excepciones personales son relativas y subjetivas. se


oponen contra algún determinado poseedor del demandante, en virtud de la
relación que media entre ellos o de la especial posición que media entre ellos. Al
deudor pueden asistirle excepciones personales contra toda clase de poseedores
del TC; más frecuentemente contra el inmediato tomador, con quién
necesariamente mantuvo relaciones jurídicas.

La fracción XI, nada dice respecto de las excepciones personales que el deudor
pudo oponer a los anteriores endosantes. Atento al carácter taxativo de la
enumeración legal, y la inclusión en ella únicamente de las excepciones personales
con el actor, podría creerse que no puede en ningún caso oponerlas al actual
poseedor.

Por ejemplo, aceptada la letra por X, está girada a la orden de Y. Resulta que Y,
por la razón que se quiera es deudor de X, entonces al momento de que Y
pretenda cobrar la letra, X le puede oponer la excepción de compensación. Para
evitar esto Y , la endosa a su amigo Z, para que sea éste el que la cobre. Si X
conoce tal maniobra ¿Podría oponer la excepción personal de mala fe?. La
excepción basada en la mala fe del actor es a todas luces una excepción
indiscutiblemente ejercitable conforme a la fracción XI, y la mala fe del
poseedor le impide a éste adquirir la propiedad del TC, y como, en virtud
del principio de incorporación, no puede ser titular del derecho quien no
es propietario del TC, es claro entonces que sí podría oponerle dicha
excepción.

Así por el camino de la excepción de dolo son oponibles los vicios de la relación
fundamental a terceros adquirentes de mala fe. La excepción de dolo como
excepción personal, demuestra que sería inicuo dar satisfacción al negocio
cambiario y competería al obligado la acción de repetición del pago indebido;
luego en homenaje al principio de la economía procesal, dicha acción puede muy
bien ejercitarse bajo la forma de excepción.

118
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

LA LUMIA señala que la propiedad del TC la que determina la adquisición


del derecho de crédito; propietario del TC y titular del crédito son dos
cualidades inseparablemente unidas, por ello, si el poseedor tiene mala fe
pierde la propiedad del TC y al mismo tiempo la titularidad del derecho que va
ligado a el.Al poseedor de mala fe le afectan las excepciones correspondientes,
como reales y no personales.

Son oponibles las excepciones causales contra los terceros poseedores del TC, en
cuanto identifica en la exceptio doli el remedio idóneo para hacer valer contra esos
terceros los vicios de la relación fundamental, clasificando la exceptio doli como
excepción personal, demuestra al propio tiempo que también aquí sería injusto dar
satisfacción al negocio cambiario y competería al obligado la acción de repeticioón
por pago indebido, como medio de eliminar los efectos materialmente maléficos
del negocio cambiario.

BONELLI La calidad de abstracta es atribuida a una obligación para tutelar la


buena fe. Quien actúa de mala fe no puede invocar esa protección, que
correspondería mas bien al obligado. La fuente de la excepción no consiste en el
acto declarativo del deudor, sino en la condición de ánimo propia de quien actúa
como acreedor. Corrompe la legitimidad del poseedor.

TENA dice que BONELLI y LA LUMIA contemplan únicamente a las excepciones


derivadas de la causa, él opina que la fracción XI no sólo se refiere a la
excepciones causales, sino a toda acción personal que el demandado tuviese
contra los endosatarios de mala fe v.gr. podría oponer la excepción.

VIVANTE la excepción de dolo puede oponerse a todo el que adquiere la


letra para privar al deudor de las excepciones que habría podido oponer al
poseedor precedente. No puede alegar la autonomía porque esta se da para la
circulación honrada. Si es de buena fe goza de la autonomía.

DMC - Lo que pasa con la teoría de TENA es que el deudor se enfrenta a un difícil
problema de la prueba. ¿Cómo probar que la intención del actor al adquirir el título
fue de mala fe, es decir, que consistió en privar al deudor de las excepciones que
podría oponer al anterior tomador de la letra? No se ve posible ni viable, y en todo
caso si el deudor quería mantener esas excepciones a su favor, debió insertar, al
lado de su firma al endosar o suscribir la letra, la cláusula de no negociabilidad del
título.

Excepción de falta de representación

I: incompetencia y falta de personalidad en el actor

119
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Estas se rigen formal y materialmente por el derecho común, sin que sufra su
régimen modificación alguna por el hecho de ejercitarse en un proceso cambiario,
son excepciones dilatorias y de previo y especial pronunciamiento. La
incompetencia se refiere al órgano, falta de personalidad = falta de legitimación
activa.

II: falsedad de la firma del demandado y de homonimia

Defensa consistente en no haber sido el demandado quien firmó el documento.

III: falta de representación

Debemos recordar las facultades y características de la representación cambiaria


agregando que las limitaciones que no consten expresamente en el instrumento
respectivo no pueden oponerse por el representado al poseedor del título.

La consecuencia del falso representante es que se obliga como si hubiera


obrado en nombre propio y si paga adquiere los mismos derechos que
corresponderían al representado aparente (10). TENA critica el mencionado
precepto diciendo que el falso representante no contrae una obligación cambiaria
ya que no firma en su nombre y además falta su voluntad de obligarse
personalmente. Se le debe fincar responsabilidad por los daños cometidos por
su proceder ilícito según el 1910 del CC.

La Ley Uniforme de Ginebra, en su Art. 11, sostiene que el que afirma tener
mandato para obligarse por otro queda obligado. RUGGERI - La disposición del
Art. 10 robustece la confianza en el TC elevando a la categoría de documental la
obligación que de otro modo quedaría relegada a la de pagar daños y perjuicios,
como cualquier obligación ordinaria.

Por otro lado, se plantea el problema de que la representación haya sido


otorgada pero el representante traspasa los límites de la misma, (Otorgo
poder para suscribir TC y lo limito hasta por $1,000, el representante firma un
cheque por $2,000). Este punto fue discutido en la Convención de Ginebra:
i. la delegación Yugoslava proponía que se insertara en el Art. 11 la frase
“pero el representado quedará obligado en virtud de la letra dentro de los
límites de las facultades que hubiere conferido al representante” (esto es,
el representado responde hasta el límite y el representante por la
diferencia);
ii. LA LUMIA, sostuvo que tal enmienda no estaba en armonía con el principio
de la literalidad de la cambial, pues la letra de cambio vale por lo que
expresa. (luego, en términos del Art. 10 de LGTOC el representante
responde por el total).

120
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Hay representación aparente cuando una persona ha hecho creer a terceros


mediante una serie de actos ejecutados en la existencia positiva de la
representación. El efecto de ella es que obliga con relación al tercero de buena fe
que bajo la misma ha celebrado una operación cambiaria.

Incapacidad de suscritor

IV: Incapacidad del demandado al suscribir el documento

Toda persona que tenga capacidad legal para contratar conforme a las
leyes, usos mercantiles y derecho común, podrán efectuar las operaciones
de crédito y emitir TC, 3.

Quien contrata con una persona, conoce o debe conocer su condición jurídica. No
cabe, pues, que el poseedor de un TC, ante la excepción de incapacidad opuesta
por el suscriptor del mismo, alegue su ignorancia respecto de la minoría de edad,
demencia, etc. del demandado.

BONELLI dice que esta regla también se aplica a todos los poseedores de la
letra. Es una excepción objetiva pues es éste uno de los pocos puntos en que la
naturaleza formal de la letra de cambio no ha tenido fuerza suficiente para
emanciparse de toda consideración relativa al negocio fundamental.

TENA al ser normas de orden público son inderogables por las partes

VIVANTE dice que si se impidiese a los obligados oponer a los poseedores de


buena fe la propia incapacidad, todas las medidas dictadas por la ley para
protegerlos sería fácilmente burladas con esa emisión.

TENA - Para apreciar la incapacidad alegada por el demandado, ha de atenderse


al momento en que se suscribió el TC, no es válido afirmar que se juzgue a la
entrega del mismo.

La falsedad de una o varias firmas, o la nulidad de una o más


obligaciones, no afectan la de los demás obligados

Ni la incapacidad de alguno de los signatarios del título, y en general la nulidad


que por culaquier motivo pueda afectar cualquiera de las obligaciones, ejercen
influencia sobre la validez del título respecto a los demás obligados.

VIVANTE - la incapacidad del obligado no priva a la firma de su función, si


corresponde al girador no la despoja de su aptitud para recoger otras obligaciones
cambiarias; si corresponde al endosante sirve para integrar la serie de endoso, con
lo que se necesita el protesto contra el incapaz.

121
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Por lo que de nada le sirve al aceptante alegar, en defensa de su negativa de


pago, que si aceptó la letra, fue porque creía que la firma del girador era
auténtica, pero que, habiendo resultado falsa, su obligación no puede subsistir;
pues tal razonamiento sería contrario al principio de la autonomía de las
obligaciones cambiarias.

Excepción fundada en la omisión de los requisitos que el título debe


contener

V: Omisión de los requisitos y menciones que el título o el acto en él


consignado deban llenar o contener y que la ley no presuma
expresamente o que no se hayan satisfecho antes de la presentación del
TC para su aceptación o pago

Estas defensas niegan la existencia misma de la cambial. No puede hablarse


de derecho cambiario donde falta el título cambiario. Son requisitos y menciones
que son elementos esenciales para la existencia del título. La ley no admite la
existencia de ningún TC especialmente reglamentado por ella, si no contiene las
menciones que rigurosamente señala y que no presume expresamente. Como
tampoco admite que ningún acto consignado en el TC y que no llene los requisitos
que la propia ley determina, nazca a la vida jurídica. La forma prepondera sobre
el fondo.

La letra de cambio en blanco

El Art. 15 se coloca frente al problema de los títulos en blanco. BRUNETTI dice


que la letra en blanco sirve para plasmar en la forma cambiaria una deuda cuyo
importe aún no puede calcularse. Algunos dicen que solo puede circular como letra
completa, ya que les parece contradictorio que un título esencialmente formalista
pueda existir sin alguno o algunos de los requisitos que, por ser esenciales,
constituyen toda su substancia. Pero es que no tienen cuenta que una cosa es la
forma y otra el momento en que ésta debe ser observada. No se dice que
pueda existir la letra sin los requisitos cambiarios; se dice únicamente que la
época en que tales requisitos deben ser mencionados en el título es indiferente
para su validez formal, si éste se presenta completo al tiempo de reclamarse su
aceptación o pago.

WHITAKER Solo es en blanco la letra que se deja reserado algún espacio para los
requisitos omitidos; de donde resulta, que, la letra incmopleta es el géro y la letra
en blanco la especie, siendo esta última la única que se puede convertir en válida
si se llegan a llenar todos los requisitos legales ya que, por lo menos, tiene una
firma cambiaramente utilizable.

122
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

TENA - Cualquiera que sea el número e importancia de los requisitos omitidos, el


mínimo exigido es una firma cambiariamente utilizable.

Contraria a la opinión de TENA y WHITAKER esta SALANDRA- para que exista


letra de cambio necesitamos ciertos requisitos como mínimo como la firma, la
denominación de la letra.

No obstante que la letra en blanco no es una letra de cambio hasta su debido


completamiento, no cabe reputarla como un mero escrito, carente de todo efecto
jurídico. Al contrario, desde el momento de nacer, con la sola firma del
girador, nace ipso facto la obligación de pagarla una vez completada en la
forma legal.

WHITAKER - La letra en blanco es un valor para el efecto de la circulación,


aun cuando no lo sea para el efecto de la ejecución.

Acreedor puede cederla o transferirla. Deudor mientras no le sea restituida no


puede ser obligado al pago, aun cuando éste le fuera exigido por razón de la
relación subyacente. Terceros al poderla completar pueden hacer efectivo su
importe. Deja de ser valor si quien pretende obtener su pago no reúne las
formalidades legales.

La emisión de un letra en blanco supone la existencia de un contrato de


completamiento cuyo objeto no es autorizar el llenado de la letra, puesto que
esta autorización resulta implícitamente de su entrega al tomador, sino establecer
las condiciones de tal completamiento y determinar los límites dentro de los cuales
podrá legítimamente llenarse.

Ahora bien, hay que determinar si al que demanda el pago de una letra que ha
sido completada contraviniéndose el contrato en mención, se le puede oponer la
excepción fundada en esa contravención:
i. Si el que demanda es el mismo tomador, es decir, uno de los sujetos del
contrato de completamiento, podrá el demandado rechazar la acción
cambiaria mediante la excepción personal de dolo, pero;
ii. Si el actor es un tercero que adquirió la letra después de completada, sólo
procederá la excepción en caso de que la hubiere adquirido de mala fe,
esto es, conociendo el abuso cometido, o que él mismo la hubiese llenado
sin respetar el contrato de completamiento.

El derecho de llenar el título y la correlativa obligación de no oponerse a ello, se


rigen exclusivamente por el derecho común; pero si esto es así, mientras el título
no se completa no es título cambiario y por ello los adquirentes que suceden al
primero serían cesionarios. Y sin embargo, las letras en blanco se transmiten por
endoso, pero el endoso es puramente formal no produce los efectos cambiarios, se

123
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

transmite por endoso porque aun la letra en blanco está llamada a circular con la
misma rapidez que una letra completa.

TENA - para juzgar la validez de la obligación contraída por el deudor de una letra
en blanco hay que observar el momento en que fue suscrita, no cuando se haya
completad.

TENA no acepta la tesis de WHITAKER ya que considera que la obligación del que
suscribe el título queda irrevocablemente constituida desde el momento en que
estampa su firma, pues desde ese momento ha manifestado su voluntad de
obligarse cambiariamente, por lo mismo no se podría oponer la excepción personal
de dolo a los terceros que adquirieron de buena fe la letra llenada en
contravención al contrato de completamiento. El hecho de que se reconozca la
excepción de dolo en los otros casos no priva de su naturaleza cambiaria a la letra
en blanco, sino sólo es el reconocimiento de la buena fe que debe primar en todo
acto jurídico.

La SCJN ya reconoció la validez de la letra en blanco.

Excepción consistente en la alteración del texto del documento

VI: Alteración del texto del documento o de los demás actos que en él
consten.

Tal alteración constituye una falsificación del título, por la que se cambian los
elementos o modalidades de la obligación contraída por los signatarios del mismo.
Es evidente que éstos tienen derecho a restablecer el verdadero contenido
original del título para verificar el pago en los términos del mismo.

Esta fracción se complementa con elSegún el 13 que establece que si durante el


periodo de circulación de un TC su texto sufre alguna alteración, la acción del
poseedor que lo presente para su pago, es diversa según la dirija contra los
signatarios anteriores a la alteración, o contra los posteriores a la misma. Los
signatarios anteriores responden al tenor del texto original; mientras que los
posteriores al tenor del texto alterado. Si no se sabe si la firma es anterior o
posterior, la ley presume que es anterior.

VIVANTE negaba toda eficacia cambiaria a la letra alterada en la cantidad


o en la fecha, para los que estamparon en ella su firma antes de la falsificación.
La obligación originaria no existe ya para ellos porque fue destruida, y la nueva no
fue cubierta con su firma. Los que pusieron su firma después de la alteración,
quedan obligados conforme al nuevo contenido del TC, porque, en razón de la
autonomía de las obligaciones cambiarias, el vicio de las unas no se comunica a
las demás.

124
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Por el contrario BONELLI y FERRARA sostienen que por efecto de la alteración de


la cambial, los anteriores firmantes no quedan liberados, sino que se obligan
conforme al texto original, por lo que una vez demandados judicialmente podrán
oponer la excepción de falsificación. Es indiferente que sea visible o no. Ésta es la
postura adoptada por nuestra LGTOC (artículo 13).

Si el título presenta huellas visibles de alteración le toca al poseedor demostrar


que fueron anteriores a la suscripción de la persona a quien demanda. Si por el
contrario el título se muestra formalmente impecable el acreedor no debe rendir
prueba alguna, porque lo ampara la presunción de regularidad del documento. Si
el suscriptor opone la excepción y prueba la alteración, la ley presume que su letra
fue puesta antes de la alteración. Así tenemos que el demandado sólo tiene
que probar la alteración y el actor tiene que probar que el demandado
firmó con posterioridad a la alteración.

Crítica del art. 16

El Art. 16 dice que si el título de crédito cuyo importe estuviese escrito en palabras
y en cifras, valdrá en caso de diferencia la cantidad escrita en palabras. Si la
cantidad estuviese escrita varias veces en palabras y en cifras, el documento
valdrá en caso de diferencia, por la suma menor.

Por otro lado, la SCJN sostiene que la violación al contrato de completamiento no


es alteración al texto del documento, pues la sola firma obliga. No hay que
confundir la letra alterada con la letra en blanco.

Prescripción y caducidad

VII: La que se funda en que el TC no es negociable.

ASTUDILLO: El 25 establece la presunción de que los títulos nominativos se


entienden extendidos siempre a la orden, salvo cuando se inserta en su texto o en
el de un endoso la cláusula “no negociable” o “no a la orden”. Cuando el TC no es
negociable solamente es transmisible por cesión ordinaria y por lo tanto no
engendra acción cambiaria.

El hecho de que no sea negociable no le quita su naturaleza de TC sino que sólo


altera su negociabilidad. Si un título no negociable se transmite por endoso, no
hay titularidad del endosatario, hay falta de legitimación activa y entonces se
opone la excepción en cuestión.

125
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Otro caso de aplicación de esta excepción es precisamente cuando un título se


transmite por cesión y el deudor contra quien se gestiona el cobro opone las
excepciones que tenía contra el anterior tomador.

GERARDO LOZANO decía que esta excepción, en verdad, estaba mal redactada y
que se refería a que el documento no fuera un título de crédito. Para él, esta
“negociabilidad” era precisamente la calidad de título de crédito, ante cuya
ausencia se oponía la defensa que hace improcedente la vía ejecutiva mercantil.
Pero no parece haber fundamentos concretos para esta interpretación.

VIII: La quita o pago parcial o el depósito del importe de la letra cuando


no se exigió el pago de la letra a su vencimiento.

ASTUDILLO dice que la excepción de pago procede en caso de pago parcial,


porque el pago total se debe hacer contra entrega del TC, el hacer el pago sin
recibir el TC implica en estricto sentido que el pago no ha sido hecho. El pago
parcial y la quita deben constar en el texto del documento y no son admisibles
otras pruebas.

El pago que no consta en el título sólo puede oponerse a la persona a la que se


hizo, pero no a otro endosatario. Por otro lado, en derecho común el pago parcial
se puede rehusar, pero en derecho cambiario no (Art. 130)

El depósito del importe de la letra en el Banco de México (es NAFIN) en los casos
en que no se exige el pago de la letra a su vencimiento, favorece al obligado,
evitándole la consignación judicial y los gastos y molestias inherentes. Dicho
depósito hace las veces de pago y por ello puede oponerse como excepción.

IX: Cancelación del TC o la suspensión de su pago ordenada


judicialmente.

La excepción de cancelación es perentoria y puede hacerse valer por cualquiera de


los interesados a quienes fue notificado el decreto provisional de cancelación, el
cual en los términos y prevenciones de la ley pasa a ser definitivo. El decreto de
cancelación desincorpora los derechos del título extraviado o robado. La prueba de
la mencionada excepción se realiza mediante la exhibición de una copia certificada
del decreto de cancelación o del decreto de suspensión del pago ordenado
judicialmente.

X: Prescripción, caducidad y la falta de condiciones necesarias para el


ejercicio de la acción.

Diferencia entre caducidad y prescripción:

126
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

i. la prescripción es una forma de liberarse de las obligaciones mediante el


sólo transcurso del tiempo bajo las condiciones establecidas por la ley;
ii. la caducidad se produce cuando una persona que es titular del derecho, no
cumple determinados requisitos o cargas necesarias legalmente para la
conservación de su derecho.

Las condiciones necesarias para el ejercicio de la acción en un TC son:


1. La tenencia material del TC;
2. Que el TC satisfaga los requisitos formales;
3. Que quien ejerza la acción sea el legal tenedor del TC, (legitimación activa);
4. Que el demandado sea el obligado en el título, (legitimación pasiva), y;
5. El interés de obrar procesalmente.

8. Relaciones entre el negocio documental y el subyacente [Tena]

En que sentido no puede decirse que la obligación cambiaria esté


desvinculada de la obligación fundamental

La causa de la obligación es irrelevante con respecto a las excepciones oponibles


tanto al tercer poseedor del documento y aún al mismo tomador inmediato. La
doctrina para justificar la procedencia de tales excepciones frente al primer
tomador, invoca no la relación causal, sino el derecho de repetición y la figura
jurídica de la compensación lato sensu.

Sin embargo la causa dista mucho de ser inoperante. WIELAND dice que la
causa decide si la transmisión patrimonial realizada en el cumplimiento de la
promesa abstracta debe o no ser permanente. Si es injustificable, se anula
mediante una condictio. Al suscriptor le corresponde el derecho de repetición
contra el tomador; y al aceptante frente al suscriptor, si no ha existido “valor
suministrado” o provisión de fondos.

De donde se sigue que la obligación cambiaria no esta desvinculada de la


obligación fundamental, la cual opera restableciendo el equilibrio definitivo que la
justicia demanda. Por lo que hay que definir las relaciones de interferencia
entre crédito cambiario y nexo causal, entre derecho cambiario y derecho
común.

El derecho común viene a colación cuando el derecho cambiario no puede ya


utilizarse por el poseedor en razón de haber prescrito o caducado la acción
cambiaria respectiva, o cuando el suscriptor del documento, demandado por su
contratante inmediato, no tiene más defensa que la que le puede proporcionar el
negocio fundamental (mercantil o civil, dependiendo la naturaleza del acto).

127
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

WIELAND señala que bastan las normas cambiarias cuando la circulación


se desarrolla en condiciones normales, debemos abstenernos de ellas cuando
el TC o el subyacente llegan a faltar.

No muere, pues, la relación primitiva por el solo hecho de nacer la relación


cambiaria.

Supervivencia de la relación primitiva con respecto a la relación cambiaria

La supervivencia del nexo causal con relación al cambiario se demuestra en la


LGTOC:
• Art. 7°.- los TC dados en pago se presumen recibidos bajo la condición
“salvo buen cobro”;
• Art. 168.- Si de la relación que dio origen a la emisión o transmisión de la
letra se deriva una acción, ésta subsistirá a pesar de aquellas, a menos que
se pruebe que hubo novación;
• Art. 14.- que en su segundo párrafo establece que la omisión de las
menciones y requisitos del TC no afectará la validez del negocio jurídico
que dio origen al documento o al acto.

Y es que no era posible que el legislador viese en el fenómeno de la creación o


transmisión de un TC un acto por sí mismo novatorio de la relación subyacente,
puesto que la novación no se presume, debe constar expresamente.

ROCCO por ello dice que la emisión de la cambial no extingue la relación


subyacente porque para que exista novación, precisa que las partes lo deben
haber querido así expresamente.

Y según VIVANTE, el acreedor al adquirir la cambial, pretende de ordinario


reforzar su crédito con el rigor material y procesal del derecho cambiario: tiende
asimismo a movilizarlo para poderlo descontar llegada la ocasión, pero no
pretende renunciar al vínculo causal que si bien tiene menos fuerza y movilidad
suele tener mayor duración y a las veces mayor eficacia pues puede contar con
garantías reales.

TENA señala que la misma postura han seguido los civilistas, en específico los
franceses. Al suscribir TC, no tienen la intención de novar la obligación. Quieren
dar al acreedor un medio para ser pagado facilmente. En nada se alteran los
elementos esenciales de la obligación primitiva. Cuando el crédito está provisto de
garantías, es cuando, principalmente se pone de manifiesto las desventajas del
sistema cambiario.

Plantea el caso de que el acreedor, al recibir TC, expide constancia de recibo sin
formular reservas relativas al antiguo crédito. Y resuelve que el acreedor

128
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

simplemente está reconociendo que le han sido entregados TC y que, si son


pagados la deuda quedará extinguida. El recibo es condicional.

La datio in solutum y la novación objetiva. Ambas producen el efecto


común de extinguir la relación fundamental

Así LA LUMIA dice que por lo que hace a la dación en pago, es condición
necesaria el consentimiento de las partes, ya que el acreedor no puede ser
obligado a recibir una cosa diversa de la que se le debe.

LA LUMIA distingue entre la novación y la dación en pago:


I. la dación en pago extingue plenamente la relación obligatoria,
puesto que implica la satisfacción efectiva de la deuda, (pago) por
lo mismo no es susceptible de repetición;
II. la novación la extingue por la vía de la substitución de la obligación,
la novación es nula si lo fuere también la obligación novada, por lo
que lo que se hubiese pagado en virtud de una novación realizada
en esas condiciones, es susceptible de repetición.

BAUDRY-LACANTINERIE y BARDE dicen que la dación en pago constituye una


novación por cambio de objeto y la novación supone la substitución de una
obligación por otra. En la dación en pago, la convención novatoria se ejecuta
inmediatamente pero se puede distinguir el análisis de su ejecución y por lo tanto
en un instante de razón existe una obligación nueva. De lo anterior se concluye
que están presentes los elementos de la novación. Lo trascendente de esto es que
la novación se mantiene aun en el caso de la obligación engendrada, no se haya
ejecutado efectivamente con tal de que sea válida. Si el acreedor, que ha aceptado
la dación en pago sufre la evicción de una cosa que ha recibido, tendrá solamente
un recurso de garantía, pero la acción primitiva no revive.

BONELLI señala que no existe diferencia entre la dación en pago y la novación ya


que no tienen intereses prácticos.

TENA señala que la discusión anterior es exclusiva del derecho civil y pierde su
interés práctico.
La dación en pago y la novación producen el efecto común de extinguir la
relación fundamental con todos sus accesorios, (obviamente con la salvedad
de que consten expresamente), por lo cual, una vez extinguida la acción
cambiaria, no puede el acreedor valerse de remedios sacados de la causa. Y
viceversa si no hubo novación o dación en pago expresas, la relación
cambiaria subsiste con la causal, de donde se sigue que el acreedor puede
disponer de dos acciones. Para todos los demás efectos es válido el argumento
que constituyen dos figuras diferentes.

129
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

La acción causal no puede deducirse sino después de la presentación


inútil de la letra

Ahora bien, si el TC desempeña su función de instrumento de pago de la


obligación fundamental, el acreedor no podrá ejercitar sino sólo una. Y estas
acciones son sucesivas, pues el acreedor debe ejercitar previamente ciertos
actos, para poder acudir a la acción causal:

Art. 168 LGTOC: Si de la relación que dio origen a la emisión o transmisión


de la letra se deriva una acción, ésta subsitirá a pesar de aquéllas, a menos
que se pruebe que hubo novación (no incluye la dación en pago).
Esa acción debe intentarse restituyendo la letra al demandado, y no
procede sino después de que la letra hubiere sido presentada inútilmente
para su aceptación o para su pago conforme a los artículos 91 al 94 y 126 al
128. Para acreditar tales hechos, y salvo lo dispuesto en el párrafo que
sigue, podrá suplirse el protesto por cualquier otro modo de prueba.
Si la acción cambiaria se hubiere extinguido por prescripción o
caducidad, el tenedor sólo podrá ejercitar la acción causal en caso de que
haya ejecutado los actos necesarios para que el demandado conserve las
acciones que en virtud de la letra pudieran corresponderle.

DMC señala que son tres requisitos para ejercer la acción causal:
1.- Presentar la letra.
2.- Se niegue el pago de la misma.
3.- Ejecutar los actos necesarios para que el demandado conserve las acciones
que en virtud de la letra pudieran corresponderle (actos para que no se perjudique
la letra)

La ley mexicana superó en este punto a la Ley Uniforme

La Ley Uniforme exige el ejercicio mismo de la acción cambiaria para poder


ejercitar la causal, lo cual es erróneo porque obliga al acreedor a escoger la
cambiaria a la causal. Esta a criterio del acreedor el escoger cualquiera de las vías
que le plazca. Como vemos la ley mexicana se conformó con el requisito de la
simple presentación del TC, como requisito para poder deducir la acción causal, y
este requisito es justificable, pues al ser el TC un título de circulación, está
llamado a recoger obligaciones de múltiples endosatarios y avalistas que están
expuestos a cubrir una obligación ajena; pues todos estos obligados indirectos
pueden quedar liberados con el sólo hecho de que el tenedor presente el título al
directo responsable, poniéndolo en posibilidad de cubrirlo.

VIVANTE señala que la entrega de una letra de cambio en lugar del dinero, no
carece de influencia sobre el negocio jurídico fundamental; antes bien debe
afirmarse que el acreedor, al aceptarla, se obliga a seguir los trámites que le son

130
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

propios y, por consiguiente, a esperar su vencimiento y a protestarla antes de


acudir de nuevo al crédito fundamental. De lo contrario, el acreedor estaría
obligado a hacer o dejar la provisión al aceptante o al girador, y a tener fondos en
igual cantidad en su poder a disposición del su acreedor.

Si no realiza el pago no estará obligado a ejercer la acción cambiaria, puesto que


la condición de falta de cobro, a la cual subordinó el ejercicio de su crédito
originario, se ha verificado con la omisión del pago. Sería contradictorio que se le
obligara a intentar la ejecución contra el deudor cambiario principal, ya que, en
virtud de la letra de cambio, ha adquirido un crédito solidario contra todos los
obligados cambiarios y, por lo mismo, el derecho de proceder contra todos
simultáneamente o el de elegir al deudor, incluso primitivo. También sería
contradictorio que el TC dado para acrecentar sus garantías, lo perjudicara.

La negativa de la aceotación por parte del girado devuelve también al acreedor el


libre ejercicio de su crédto originario, porque ese acto demuestra que la letra de
cambio no es un instrumento adecuado para acrecer las garantías del acreedor,
conforme a la finalidad para la cual fue expedida

La negativa de aceptación por parte del girado da también al acreedor el libre


ejercicio de su crédito originario porque demuestra que la letra no es el
instrumento adecuado para incrementar las garantías del acreedor. La quiebra del
deudor, ya sea girador, aceptante o endosante del TC, autoriza al acreedor a
recurrir al contrato fundamental y a las acciones que el mismo le proporciona,
renunciando a servirse de la cambial y ofreciendo su restitución.

Si se omite el pago el acreedor puede elegir entre:


1. utilizar la acción cambiaria - se procede a la ejecución y tiene que superar
las expcepciones personales opuestas y apoyarse en la prescripción cambiaria
de cinco años. No puede quejarse si al ejercer las acciones que la misma
confiere, agrava su condición; o
1. la derivada del negocio fundamental. No puede lamentarse si al utilizarla se
causa un perjuicio.

La restitución del título al demandado es también requisito para ejercer la


acción causal

Es condición indispensable del ejercicio de la acción causal, la restitución del


título al demandado, de otro modo, el deudor quedaría expuesto a ser
demandado de nuevo por el que apareciera legitimado en virtud de la
posesión del documento.

131
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Obligaciones que incumben al poseedor del título para poder ejercer dicha
acción

El Art. 168 permite que el hecho de la presentación del título pueda


acreditarse por cualquier medio de prueba, eliminando así la necesidad
del protesto. El protesto es una institución exclusiva del derecho cambiario, como
que tiene por objeto preparar la acción cambiaria en vía de regreso. En el caso de
que se trata, no se pretende ejercitar ninguna acción de naturaleza cambiaria, por
lo que el protesto no tiene ninguna razón de ser.

LA LUMIA dice que no puede el acreedor considerarse obligado a levantar el


protesto, porque esta actividad es necesario en el campo de las relaciones
cambiarias, queda fuera de las extracambiarias porque no se incluye en la
convención ejecutiva del negocio subyacente, esta subordinada la realización del
crédito causal únicamente a la falta de pago del título, y tal condición se verifica
cuando el acreedor reclama en vano el pago cambiario a su vencimiento.

La acción causal sobrevive a la cambiaria, ya que se trata de dos acciones


diversas sometidas a prescripciones legales distintas. La cambiaria dura tres años
mientras que la causal suele durar 10 años y no corre desde que la cambial se
emite, puesto que si el acreedor no la puede ejercitar sino hasta después de
presentar la letra para aceptación o pago, corre a partir del vencimiento del TC.

Finalmente, respecto al párrafo tercero del 168, se pregunta TENA: ¿qué acciones
pueden corresponderle al demandado en virtud de la letra? – desde el momento
en que ésta ha perdido su valor como letra, ya que prescribió o caducó.

Señala al respecto las siguientes situaciones:

• El primer tomador de la letra dirige su acción causal contra el aceptante


con quien tiene un vínculo causal (porque recibió de él la aceptación como
medio de pago de una mercancía, por ejemplo). En este caso dicho tenedor
no tiene que hacer nada para preparar su demanda, ni presentar el
TC, ni ejecutar los actos necesarios para que el demandado conserve
las acciones que en virtud de la letra pudieren corresponderle, pues estos
no existen en principio: el aceptante es el principal obligado al pago de la
letra. Otra cosa sucede su no hubo provisión de fondos del girador al girado-
aceptante. En ese caso, en virtud de la letra le corresponden al aceptante
derechos contra el girador. Sólo que para su conservación no requiere que el
tomador realice actos conservatorios de la letra. En este caso, el aceptante
que le paga al tomador conserva una acción causal contra el girador. Así se
descarta el caso en que la acción causal vaya dirigida contra el
principal obligado de la letra.

132
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

• En la hipótesis de que la acción causal se deduzca contra obligados


indirectos, el ejercicio de aquella está subordinado a la condición de que el
demandante practique los actos conservatorios de la acción de regreso.
Pudiera parecer que necesita el ejercer los actos por estimarse que el
demandado conservaría sin ellos sus derechos porque los actos
conservatorios a que la ley alude, son los que impone el derecho cambiario
para evitar la prescripción. Pero en este caso, no se trata de ejercer esa
acción, sino la causal, que en suspenso desde la emisión resurge ante el
hecho del vencimiento de éste y de su inútil presentación al directo
responsable.

• Dice BONELLI: en el caso del tomador de la letra que ejercita acción causal
contra el girador de la misma, sólo tiene que restituir la letra y demostrar
que la presentó para su aceptación o para su pago. Pero no es necesario que
entregue una letra no perjudicada. Esto sólo es necesario para que ejercite
la acción de regreso contra el girador, no para una acción causal.

A juicio de TENA, el 168 incurre en una contradicción: partiendo del supuesto de


que la acción cambiaria ha caducado, exige que el tenedor, para que pueda
proceder ex causa, ejecute actos conservatorios del derecho cambiario, que
impiden precisamente la caducidad y prescripción de la letra.

Extinguida por pago cualquiera de las acciones (causal o cambiaria) extingue a la


otra. Extinguida por prescripción o caducidad, subsiste la otra. En efecto, parece
tratarse de un mismo crédito – que se extingue con el pago – y dos acciones
distintas para reclamarlo.

La subordinación del crédito causal al cambiario desaparece cuando el


título se ha entregado en función de garantía

Toda subordinación del crédito causal al crédito cambiario desaparece


cuando el título se ha entregado en función de garantía stricto sensu. Un
sujeto le endosa a otro en prenda un TC que el primero posee. En este caso, tal
endoso no hace depender la exigibilidad de la obligación garantizada, del requisito
de la presentación del documento para su pago. Sería absurdo que el
otorgamiento de una prenda, hipoteca o fianza, constituyese un obstáculo para
pedir el cumplimiento de la obligación principal, sería depender un contrato
accesorio la suerte del principal, y convertir en fin, en daño del acreedor la
garantía que estipuló en su beneficio.

En ningún caso queda subordinado el ejercicio de la acción causal al vencimiento


de la cambiaria, ni a ningún requisito relacionado con el título.

133
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

9. Títulos nominativos y a la orden [Astudillo]

La doctrina dominante clasifica a los títulos de crédito, atendiendo a la ley de su


circulación en: nominativos, a la orden y al portador.

Como ya vimos los TC nominativos son los expedidos a favor de persona


determinada y su transmisión se efectúa por endoso, entrega e inscripción en el
libro de registro. Se les conoce también como títulos nominativos directos o TC
de circulación restringida.

En estos títulos, dice GARRIGUES, está más debilitada la idea de la incorporación


del derecho al título porque;
i. el derecho documentado no se sustrae a las reglas de la clase de derechos a
que pertenece, conserva su propia naturaleza, a pesar de la incorporación
al título;
ii. la transmisión del documento exige la colaboración del deudor.

La doctrina francesa no está muy de acuerdo en considerar esta clase de títulos


como TC propiamente dichos, mientras que la doctrina italiana sí los considera
como tales pues conservan todas las características de los TC. La doctrina alemana
dice que lo característico de los TC nominativos es el poder que tienen de ser
transmitidos por endoso; la transmisión de estos títulos no puede fundarse
exclusivamente en la voluntad declarada por el emisor del TC sino que se requiere
de una acto de cooperación del mismo.

EMILIO LANGLE dice que como los títulos nominativos no tienen como principal
destino la circulación, se tiende más que a movilizar el crédito a asegurarlo. Los
títulos nominativos emitidos en masa tienen un más amplio campo de colocación
que se enfoca al extenso sector de personas que desean colocar sus ahorros de
manera estable.

Los TC a la orden son expedidos a favor de persona determinada, se transmiten


por endoso y entrega del título. También se les conoce como TC de circulación
amplia.

Para demostrar la entrega voluntaria del título se acompañaba a este un


documento que contenía una orden o mandato dirigido por el acreedor al primitivo
deudor. Más tarde ésta se incorporó al propio documento y terminó predominando
la cláusula del endoso.

TENA dice que la diferencia entre título nominativo directo y título a la orden en
sentido técnico consiste en que si el nominativo se endosa, tal endoso no produce

134
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

más que los efectos de una simple cesión, mientras que el endoso en los títulos a
la orden transmite no el derecho que tuviera un endosante, sino el derecho
incorporado en el título, un derecho propio.

Los títulos a la orden son también a favor de persona determinada pero no única:
el deudor se obliga al inicio con una cierta persona y con cualquiera otra que ésta
designe sin que el primer tomador intervenga para nada.

VIVANTE dice que después del vencimiento, no pueden agregarse en el título


nuevos créditos de naturaleza cambiaria, y todo endoso posterior produce los
efectos de una cesión; con ello se pone un prudente obstáculo al comercio de
títulos impagados, que no merecen la tutela cambiaria, (Art. 37).

Los Arts. 21 y 25 prevén que el tenedor no puede cambiar la forma de circulación


de un TC sin consentimiento del emisor, salvo disposición legal expresa en
contrario; los TC nominativos se entenderán siempre extendidos a la orden, salvo
inserción en su texto o en el de un endoso de las cláusulas “no a la orden” o “no
negociable”, caso en el cual el título sólo será transmisible en la forma y con los
efectos de una cesión ordinaria.

Cesión ordinaria significa que se aplicarán supletoriamente las disposiciones


aplicables en materia civil:
• En cuanto a la forma Art. 2033 C.C. Escrito privado firmado por cedente,
cesionario y dos testigos;
• En cuanto al fondo Art. 2035 C.C. El deudor puede oponer al cesionario
todas las excepciones que podía oponer al cedente en el momento en que se
hizo la cesión;
• Desaparecen los rasgos característicos del TC, legitimación, porque ya no es
suficiente el título para fundar el derecho, autonomía, porque el derecho que
el tercero ostenta, sigue estando sujeto a las excepciones oponibles al
anterior tenedor, literalidad, porque el TC ha dejado de ser un documento
que refleja la medida del derecho.; y
• El cedente queda libre de la obligación solidaria puesto que sólo responde
por la existencia y legitimidad del crédito.

El Art. 24 prevé que cuando por expresarlo el título mismo, o prevenirlo la ley de
su circulación, el título deba de ser inscrito en un registro del emisor, éste no
estará obligado a reconocer como tenedor legítimo sino a quien aparezca como
tal , en el documento y en el registro.

Respecto al valor de la inscripción VIVANTE y NAVARRINI dicen que no


tiene valor constitutivo del derecho del adquirente; MESSINEO le atribuye,
por el contrario, un valor constitutivo; ESCARRA Y RIPERT le atribuyen a

135
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

la inscripción una finalidad puramente probatoria o de seguridad en las


transacciones.

Los TC nominativos lo son por disposición expresa de la ley o porque en ellos se


inserta la cláusula no negociable.

¿Quién puede insertar ésta cláusula?


• Convención de Ginebra.- únicamente el emitente; “toda letra de cambio,
aunque no esté expresamente librada a la orden, será transmisible por
endoso…cuando el librador haya escrito en la letra de cambio las palabras
no a la orden no será transmisible sino por endoso…”
• La doctrina Italiana.- Cualquier tenedor, igual que nuestra legislación.

VIVANTE dice que la cláusula no a la orden sólo surte efectos para quien la puso y
no para los signatarios subsecuentes quienes quedan obligados cambiariamente.
Nuestra LGTOC (Art. 25) dispone que la cláusula surte sus efectos desde la fecha
de su inserción.

Formas De Transmisión.

Arts. 38 y 39 LGTOC.- El propietario de un TC es la persona a cuyo favor se


expida. Si hay endoso entonces se considera propietario el que justifique su
derecho mediante una serie ininterrumpida de endosos… el que paga no tiene
facultad para exigir que se le compruebe la autenticidad de los endosos, sólo
puede verificar la identidad del último tenedor y la continuidad de los endosos.

Además la LGTOC admite como formas jurídicas de transmisión de los TC:


• La cesión ordinaria (27 y 37);
• Cualquier acto jurídico que implique enajenación (permuta, compraventa,
dación en pago, donación, herencia, etc) (26);
• El endoso judicial (28);
• Recibo del valor extendido en el mismo documento (40).

CERVANTES AHUMADA dice que tales transmisiones no surten efectos


cambiarios, porque podrán oponerse al adquirente todas las excepciones que se
hubieren podido oponer a quien transmitió el TC.

Diferencias entre cesión y endoso

Endoso Cesión

136
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

1. Es un acto unilateral respecto del 1. Es un contrato que debe ser


cual puede haber un negocio jurídico notificado al deudor para surtir efectos;
subyacente;
2. Es un acto formal que debe contar en 2. No consta necesariamente en el
el título o en hoja adherida a él; título;
3. Es un acto jurídico real que se 3. Es un acto jurídico consensual;
perfecciona con la entrega del título;
4. Ordinariamente se transfiere el 4. Sólo se transmite el derecho objeto
derecho incorporado en el TC, pero de la cesión;
además por endoso se puede otorgar un
mandato y constituirse una prenda;
5. La transmisión por endoso hace 5. En la cesión pueden oponerse al
funcionar plenamente la autonomía; cesionario las excepciones oponibles
al cedente;
6. El endosante responde de la existencia 6. El cedente responde únicamente de
del crédito y de su pago, es decir, se la existencia y legitimidad del crédito,
convierte en deudor cambiario; pero no del pago;
7. El endoso es irrevocable, sólo puede 7. La cesión puede ser rescindida
ser testado en casos excepcionales; conforme a las normas del derecho
común;
8. El endoso es incondicional y 8. La cesión puede ser condicional y
comprende la totalidad del TC. parcial.

La SCJN ha resuelto que la cesión que se produce cuando el endoso de un título de


crédito es posterior a su vencimiento, si bien permite que se opongan al cesionario
las excepciones personales que tenga el obligado, ello no implica que el TC deje
de ser ejecutivo, pues no existe disposición alguna que ordene que se haga
efectivo en la vía ordinaria. Lo que se cede son los derechos amparados en el
documento, entre los que se encuentra el de que se haga efectivo en la vía que la
ley le asigna.

Función del endoso

La principal es su función legitimadora: el último adquirente es acreedor nuevo


y autónomo. Además documenta el traspaso y documenta la garantía que el
endosante presta al endosatario, el endosante es responsable solidariamente

137
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

de la aceptación y pago, salvo que se libere insertando la cláusula “sin mi


responsabilidad”.

Requisitos Del Endoso. (Art. 29)


1. Debe constar en el título o en hoja adherida a él;
2. Expresar la clase de endoso de que se trata, a falta de mención la ley lo
reputa endoso en propiedad, sin que valga prueba en contrario respecto de
tercero de buena fe;
3. El nombre del endosatario, cuando falta se reputa endoso en blanco;
4. Lugar y fecha del endoso, a falta se presume hecho en el domicilio del
endosante el mismo día en que el endosante adquiere el título, salvo prueba
en contrario. La fecha del endoso tiene importancia para determinar la
capacidad del endosante; además de que si la fecha del endoso es posterior
al vencimiento surte los efectos de cesión;
5. La firma del endosante, en cuya ausencia el endoso es inexistente por falta
de voluntad de obligarse cambiariamente; si se expresara la voluntad de
forma distinta a ésta también sería inexistente pues la firma en el TC o en
hoja adherida en él es un requisito solemne.

Elementos esenciales del endoso:


i. La firma; (ii)
ii. Que conste en el TC o en hoja adherida a él.
Elementos personales:
i. El endosante (quien suscribe y entrega el TC);
ii. El endosatario, a falta de su nombre es endoso en blanco.
Requisitos de fondo:
i. Puro y simple; toda condición a la cual se subordine el endoso se tiene por
no escrita;
ii. Total: debe comprenderse la totalidad de la suerte principal y todos los
derechos accesorios, de lo contrario el endoso es nulo.

Clases de endoso

Atendiendo a:
1. Los efectos que produce se clasifica en:
i. Pleno, es decir, el que transmite la propiedad (endoso en propiedad);
ii. Limitado, esto es, solamente trasmite autorización para cobrar el TC o una
simple garantía, (endoso en procuración y endoso en garantía);

2. La forma del endoso:


i. nominal o completo;
ii. endoso en blanco;

Formas especiales de los anteriores:

138
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

• Endoso sin responsabilidad que es una modalidad del endoso en


propiedad y por el cual el endosante se desliga de su obligación solidaria de
pago del TC;
• Endoso al portador, que tiene los efectos de un endoso en blanco;
• Endoso en retorno que no es una forma especial del endoso, sino una
situación que se presenta cuando el TC después de circular llega por medio
del endoso a manos de un obligado en el mismo título. En éste a pesar de
que se reúnan en la misma persona las calidades de deudor y acreedor, el
crédito no se extingue sino hasta después del vencimiento del mismo en
manos de este endosatario al que le llegó por retorno. Mientras tanto el
endosatario puede lanzarlo a la circulación nuevamente
• Endoso para abono en cuenta, este tiene los efectos de un endoso en
procuración para un fin específico que es el abono del importe del título en la
cuenta que tiene el endosatario con la Institución de crédito a quien se lo
endosa en procuración.

Endoso en blanco

VIVANTE dice que este endoso permite que el TC sea dado en prenda sin que de
ello quede huella; presentar el TC o enviarlo como remesa en cuenta corriente
cuando todavía no se sabe si será admitido.

ASTUDILLO dice que produce los siguientes efectos:


• Debe considerarse como endoso en propiedad (Art 30);
• Faculta al endosatario para llenar el endoso con su propio nombre o el de un
tercero;
• Puede transmitir el título sin completar los requisitos;
• La posibilidad de llenar el endoso se convierte en una necesidad al
vencimiento del título, pues el que paga debe verificar la identidad de la
persona que presente el título como último tenedor.

Endoso en propiedad

El endoso en propiedad transfiere la propiedad del título y todos los derechos a él


inherentes, es decir todos los derechos documentales. Cuando hablamos de
derechos accesorios hay que hacer referencia a la transmisión de las garantías
reales y personales:
i. Por lo que hace al aval, sí se transmite por endoso;
ii. las garantías reales también, la ley al prever la emisión de obligaciones
prevé que estas puedan ser garantizadas por hipoteca y dice que en los
títulos debe constar la mención de garantías especiales y sus relativas
inscripciones en los Registros Públicos correspondientes. Estas
especificaciones son para facilitar su circulación. Si el título hace mención

139
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

expresa de las garantías reales que lo amparan, puede entenderse que


éstas se transmiten con su endoso. Sin embargo, si no lo hace, éstas
deberán transmitirse por medios ordinarios.

Es en esta clase de endoso donde resaltan las funciones de legitimación, y de


garantía del endosante.

El Art. 34 establece que el endoso en propiedad no obligará


solidariamente al endosante, sino en los casos en que la ley establezca la
solidaridad. El endosante queda obligado en la letra, el pagaré, el cheque, las
obligaciones y el bono de prenda (por reenvíos al artículo 90). No resulta obligado
en las obligaciones de las sociedades anónimas y en el certificado de depósito. La
regulación de los CPO’s no dice nada al respecto, pero no se encuentra razón
alguna para pensar que no pueden endosarse y que no opera el artículo 90.

El endosante puede liberarse de la obligación cambiaria insertando en el endoso la


cláusula “sin mi responsabilidad”.

Endoso en procuración.

El endoso que contenga las cláusula “en procuración”, “al cobro” u otra
equivalente, no transfiere la propiedad al endosatario pero sí lo faculta para
presentar el documento a la aceptación; cobrarlo judicial o extrajudicialmente,
endosarlo en procuración, protestarlo, y en general para efectuar todos los actos
que pueda realizar un mandatario especial para el cobro.

Entonces el endosatario conserva la titularidad del derecho y como el endosatario


tiene todas las obligaciones inherentes a un mandatario, se le pueden oponer las
excepciones que se tengan vs el endosante y no las que personalmente se
tuvieran vs el endosatario.

Cuando se inserta un endoso en procuración el TC pierde su capacidad de circular


por lo que sólo se podría transmitir por endoso en procuración.

ASTUDILLO dice que el mandato involucrado en el endoso no termina con la


muerte o incapacidad del endosante y es revocable, como lo es todo mandato, se
hace la revocación ya sea testando o cancelando el endoso.

TENA dice que hay veces en que la representación se otorga bajo la forma
simulada de un endosos en propiedad: unas veces con el fin perfectamente lícito
de poner a cubierto al endosatario de los anticipos que hiciere en el desempeño de
su cometido; pero otras con el fin de privar al deudor de las excepciones oponibles
al verdadero propietario del documento. En éste caso si el deudor sabe y puede
probarlo, podrá rehusar el pago, oponiendo la excepción personal de dolo.

140
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Endoso en garantía

El endoso con las cláusulas “en garantía”, “en prenda” u otra equivalente atribuye
al endosatario todos los derechos y obligaciones de un acreedor prendario
respecto del título endosado y los derechos a él inherentes, comprendiendo las
facultades del endoso en procuración.

La propiedad no se transmite, pero tampoco se transmite la mera detentación del


TC. El endosatario que ha recibido el TC en garantía, lo posee iure proprium, en
virtud de un derecho real que ha entrado a su patrimonio. Por eso no está
expuesto a sufrir la acción reivindicatoria del título, ejecutable contra el
endosante, ni tampoco podría el endosante reivindicarlo de la quiebra del
endosatario, ni la quiebra del endosante podría hacerlo volver a su masa.

El endoso en garantía, a diferencia del en procuración, no permite que al


endosatario se le puedan oponer las excepciones oponibles al endosante. Su
posición es autónoma de la posición del endosante.

ASTUDILLO dice que el acreedor prendario no puede hacerse dueño de los títulos
dados en prenda sin el expreso consentimiento del deudor, manifestado por
escrito y con posterioridad a la constitución de la prenda. Si esto no ha ocurrido, el
acreedor prendario deberá pedir al juez que autorice la venta del título endosado
en prenda cuando se venza la obligación garantizada. Realizada la prenda lo
certificarán así en el documento, el corredor o los comerciantes que intervengan
en la venta y llenado ese requisito, el acreedor endosará en propiedad el título e
insertará la cláusula “sin mi responsabilidad”.

Endoso judicial y transmisión por recibo.

Artículo 28 LGTOC: El que justifique que un título nominativo negociable le ha sido


transmitido por medio distinto del endoso, puede exigir que el juez en vía de
jurisdicción voluntaria haga constar la transmisión en el documento mismo o en
hoga adherida a él”.

Artículo 38: Es propietario de un título nominativo la persona en cuyo favor se


expida conforme al artículo 23, mientras no haya algún endoso. El tenedor de un
títutulo nominativo en que hubiere endosos, se considerará propietario del título,
siempre que justifique su derecho mediante una serie no interrumpida de aquéllos.
La constancia que ponga el juez en el título conforme al artículo 28 se tendrá
como endoso para los efectos del párrafo anterior.

PALLARES dice que no es un verdadero endoso, pero se considera como tal para
justificar la legítima posesión del título en términos del 38.

141
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

El artículo 40 dispone: Los títulos de crédito pueden transmitirse por recibo de su


valor, extendido en el mismo documento o en hoja adherida a él a favor de algún
responsable del mismo cuyo nombre debe hacerse constar en el recibo. La
transmisión por recibo produce los efectos de un endoso sin responsabilidad.

PALLARES dice que sólo es válida cuando el pago lo hace alguno de los signatarios
del documento, pero no cuando lo efectúa un extraño a la relación cambiaria.

CERVANTES AHUMADA dice que surte efectos de endoso sin responsabilidad,


porque el suscriptor del recibo lo que hace es cobrar como acreedor, de un
obligado en el título. La transmisión por recibo, por su naturaleza, sólo puede
hacerse después de vencido el título.

142
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

10. Títulos al portador [Astudillo y Tena]

ASTUDILLO

BRUNNER: la prohibición de la representación jurídica y la prohibición de cesión


de créditos fueron las causas que motivaron la creación de TC al portador. En la
práctica medieval, se recurría a la estipulación a favor de tercero y a la institución
de Salmann, que consiste en que una persona interpuesta, acepta en nombre
propio y no como representante del beneficiario la tradición de la cosa y la
promesa del promitente, quedando obligada a transmitir la cosa o promesa a una
tercera persona, que no necesariamente debía ser designada.

El TC al portador se desarrolló en el S. XIX bajo el capitalismo industrial, pero


los verdaderos precursores de estos títulos fueron los Estados que documentaron
sus deudas con ellos, tal uso fue difundido por las grandes sociedades anónimas
que emitieron obligaciones y acciones al portador para reunir capitales.

GARRIGUES dice que: “títulos al portador son los que designan como titular no a
una persona determinada, sino sencillamente al portador, permitiendo el ejercicio
del derecho a cualquier tenedor del TC”. En esta clase de títulos la
incorporación del crédito al documento es más perfecta que en los demás
TC; la obligación tiene un vínculo con la cosa mueble y no con la persona. Es un
título de legitimación perfecto, pues basta con ser poseedor del documento y
exhibirlo para ejercitar el derecho.

AGUSTÍN VICENTE Y GELLA dice que es el documento en que el suscriptor se ha


obligado a cumplir determinada prestación al tenedor del documento mismo. La
definición tiene dos elementos:
i. La existencia de un documento en que se promete una obligación;
ii. esta promesa se hace precisamente a favor del portador del título. Por
ello los títulos al portador circulan por la mera tradición del documento.

RODRIGO URIA dice que título al portador es aquel en que la designación


personal del titular se sustituye por la inserción de la cláusula “al portador”,
facultando al portador a ejercitar el derecho.

THALLER estima que los títulos al portador son de la misma naturaleza que los
bienes muebles corpóreos, por lo que quien los adquiere de buena fe, por el sólo
hecho de la posesión debe estimarse como dueño del TC.

RODRÍGUEZ Y RODRÍGUEZ dice que son aquellos que no están expedidos


a favor de persona determinada, contengan o no la cláusula al portador.

143
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

El Art. 69 de la LGTOC dispone que son títulos al portador los que no están
expedidos a favor de persona determinada, contengan o no la cláusula al
portador.

PALLARES dice que la definición legal es defectuosa pues se presta para que
se confundan los títulos al portador con los títulos en blanco. Según él, un TC
expedido en blanco no está del todo expedido, (aunque ya obliga), si un TC
contiene la cláusula a la orden, no es posible considerarlo como título al portador
porque se haya otorgado en blanco, ya que la cláusula a la orden impide que se
transfieran por la sola entrega material.

Se entiende que si se emite un título en blanco (sin nombre) pero se inserta en el


texto, por ejemplo, PAGARÉ (más promesa incondicional) a la ORDEN
DE:___________ ; no sería posible considerarlo un título al portador, ni siquiera si
el tomador utilizara el espacio en blanco para insertar la cláusula al portador.
Aunque la cuestión no deja de ser dudosa. A favor de esta argumentación estaría
el artículo 21 párrafo segundo, que prohíbe al tenedor variar la forma de
circulación del título sin consentimiento del emisor.

CERVANTES AHUMADA dice que a pesar de la definición no muy correcta de la


ley, los Arts. 70 y 71 recogen las notas características señaladas por la doctrina
para los TC al portador. Dicen pues, que los títulos al portador se transmiten por
simple tradición y que su suscripción obliga a quien la hace, a cubrir a cualquiera
que se lo presente, aunque el título haya entrado en circulación en contra de su
voluntad o después de que sobrevenga su muerte o incapacidad.

En nuestro derecho el único título que puede ser expedido al portador es


el cheque. Sí se permite el endoso al portador (por el artículo 32), pero
está limitado al cheque y sólo por los montos máximos permitidos en el
artículo 179.

La circular del Banco de México que al efecto se expide para regular los cheques al
portador fue publicada en el DOF el día tres de junio del 2008 y es del tenor literal
siguiente:

“…BANCO DE MEXICO
CIRCULAR 23/2008 relativa a las Disposiciones de carácter general a que hace
referencia el artículo 179 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito,
para determinar el monto a partir del cual los cheques deberán ser nominativos.
Al margen un logotipo, que dice: Banco de México.
CIRCULAR 23/2008
A LAS INSTITUCIONES DE CREDITO:
ASUNTO: DISPOSICIONES DE CARACTER GENERAL A QUE HACE REFERENCIA EL
ARTICULO 179 DE LA LEY GENERAL DE TITULOS Y OPERACIONES DE CREDITO,

144
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

PARA DETERMINAR EL MONTO A PARTIR DEL CUAL LOS CHEQUES DEBERAN SER
NOMINATIVOS.

El Banco de México, con fundamento en lo previsto en los artículos 28 de la


Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, párrafos sexto y séptimo; 24 y 26 de la Ley del Banco
de México; 179 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito; 22 de la
Ley para la Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros; así como
8o. tercer y sexto párrafos, 10, 12 en relación con el 20 fracción IV, y 17 fracción
I, que prevén las atribuciones de la Dirección General de Operaciones de Banca
Central, a través de la Dirección de Sistemas Operativos y de Pagos, y de la
Dirección de Disposiciones de Banca Central, de participar en la expedición de
disposiciones, respectivamente, todos del Reglamento Interior del Banco de
México publicado en el Diario Oficial de la Federación el 30 de septiembre de 1994,
cuya última modificación fue publicada en el referido Diario Oficial el 9 de mayo de
2008; con el objeto de propiciar el buen funcionamiento del sistema de pagos y
proteger los intereses del público, considerando que:
a) El 1 de febrero de 2008 se modificó la Ley General de Títulos y Operaciones de
Crédito mediante Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación, en el cual
se estableció que el Banco de México determinará el monto a partir del cual los
cheques deberán ser nominativos, y
b) Reducir el monto por el que pueden ser librados cheques al portador,
contribuye a disminuir la comisión de ilícitos a través del uso de dichos títulos de
crédito.
Ha resuelto expedir las siguientes:

DISPOSICIONES DE CARACTER GENERAL A QUE HACE REFERENCIA EL ARTICULO


179 DE LA LEY GENERAL DE TITULOS Y OPERACIONES DE CREDITO, PARA
DETERMINAR EL MONTO A PARTIR DEL CUAL LOS CHEQUES DEBERAN SER
NOMINATIVOS

PRIMERA.- Los cheques por cantidades iguales o superiores a $20,000.00 (VEINTE


MIL PESOS 00/100 MONEDA NACIONAL) deberán ser siempre nominativos.
SEGUNDA.- La cantidad a que se refiere la Disposición anterior, estará vigente
hasta nuevo aviso.

DISPOSICION TRANSITORIA
UNICA.- Las presentes Disposiciones entrarán en vigor el 1 de enero de 2009.
Atentamente
México, D.F., a 29 de mayo de 2008.- BANCO DE MEXICO: El Director General de
Operaciones de Banca
Central, David Aarón Margolín Schabes.- Rúbrica.- El Director de Disposiciones de
Banca Central, Fernando Luis Corvera Caraza.- Rúbrica.

145
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

El 72 LGTOC establece que los títulos al portador que contengan obligación de


pagar alguna suma de dinero, no podrán ser puestos en circulación sino en los
casos establecidos expresamente en la ley, y conforme a las reglas en ella
prescritas. ¿A qué se refiere éste artículo? ¿Cuales casos establecidos
expresamente? Si ya no hay títulos en masa al portador que se puedan considerar
substitutivos de la moneda y respecto del cheque este siempre se recibe “salvo
buen cobro”, es decir no tiene poder liberatorio. Entonces la función de que habla
GARRIGUES de este tipo de disposiciones de evitar que los títulos al portador
suplanten al papel moneda ya no tendría razón de ser. Pero sin embargo es la
razón histórica que justifica la disposición.

Los Arts. 74 y 75 de la LGTOC disponen la cancelación de los TC al portador en los


siguientes términos: Si se sufrió la pérdida o robo de un título al portador se
puede pedir que el juez notifique al emisor o librador, para que éste cubra el
principal e intereses del TC al denunciante, después de prescritas las acciones del
mismo, siempre que antes no se presente a cobrarlos un poseedor de buena fe. En
este último caso, el pago debe hacerse al portador, quedando liberados para con
el denunciante, el emisor o el librador. Como vemos, prevalecen los derechos del
poseedor de buena fe, aún sobre los derechos el dueño del título robado o
extraviado.

Cuando el título no esté en condiciones de circular por haber sido destruido o


mutilado, el tenedor de un título al portador puede pedir la cancelación y
reposición de su título conforme al procedimiento previsto para los títulos
nominativos. Aquí se supone la existencia del título, el cual debe exhibirse en el
correspondiente procedimiento con las mutilaciones o destrucciones parciales que
justifiquen su cancelación o reposición.

GARRIGUES clasifica los títulos al portador en:


a. títulos que incorporan un derecho social (acciones al portador)
b. títulos que incorporan un derecho real (obligaciones hipotecarias al
portador)
c. títulos obligacionales (cheques al portador)

TENA
La libertad de emitir títulos al portador, rechazada por nuestro derecho

Analizadas ya la historia y características de los TC al portador, ahora hay que


analizar los problemas que derivan de lo mismo.

Nuestro derecho no admite la libertad absoluta de emisión de los TC al portador


porque prohíbe aquellos que contengan la obligación de pagar una suma de

146
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

dinero, solo exceptuando los casos que ella misma permite. La sanción por
incumplimiento a esto es que el TC es completamente ineficaz, una multa de un
tanto igual al importe que ampara el “TC” y resarcir los daños y perjuicios
ocasionados (1910 C.C.).

La doctrina italiana sostiene la postura contraria diciendo que la libertad de emitir


TC al portador está unánimemente reconocida, si bien abundan las limitaciones
legales – VIVANTE.

MOSSA dice que la prohibición para emitirlos solo corresponde a aquéllos que lo
hacen “en masa” , ya que estos pueden entrar en conflicto con los billetes de
banco.

TENA dice que el exceso de las emisiones al portador puede defraudar la buena fe
del público y perturbar el crédito de los valores del Estado.

Justificada distinción de Mossa en este respecto

MOSSA distingue entre:

1.- TC al portador seriales


2.- TC al portador aislados – existe una completa libertad de emisión, los motivos
que determinaron la prohibición a los TC al portador no les son aplicables. TENA
La redacción del 72 lo confirma.

Los títulos al portador, em contraste con los emitidos a la orden, están


excluidos del procedimiento de la cancelación

En la cancelación surge otra importante diferencia. La ley ha excluido de los


beneficios de la cancelación a los poseedores de títulos al portador, como lo
demuestra el 42. Esto es así porque la naturaleza misma de estos rechaza el
procedimiento de cancelación porque no pudiéndose en muchísimos casos
identificar el TC al portador, de modo que todos puedan distinguirlo a primera
vista, los terceros de buena fe lo aceptarán confiadamente a pesar de las
publicaciones establecidas en el 45 F. III y notificaciones F. V.

Ya que si son seriales, están conformados según un mismo modelo,


distinguiéndose sólo por el número progresivo que les corresponde.

Estas razones son inaplicables a los casos de destrucción o mutilación del TC y


por ello, aplicable la cancelación.
Ñ
Reivindicación de los TC al portador

147
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Los tenedores que han perdido la posesión del TC no están completamente


perdidos, pueden pedir la reivindicación del mismo. A este solo puede acudirse
cuando la causa de la pérdida ha sido el robo o extravío, y que sólo prosperará
cuando el poseedor es de mala fe. Si la pérdida se ha debido a otras causas, al
desposeído sólo le quedan las acciones personales que pudieran derivarse del
negocio jurídico o del hecho ilícito que la hayan ocasionado o producido.

La ley faculta a que la víctima pueda pedir que se notifique personalmente al


deudor del TC, pero esta no puede referirse en ningún caso a la suspensión del
pago y el único efecto que puede producir consiste en autorizar al deudor a que
pague al denunciante “después de prescritas las acciones que nazcan del
documento”, esto es mientras el TC conserve su eficacia.

VIVANTE – La opinión contraria no ha tenido en cuenta los trabajos preparatorios


que directamente la condenan.

ALIANELLI – creador de las disposiciones que rigen en esta materia- dijo que no
se tiene el propósito de favorecer al ladrón o al que se apropió del TC, pero se
debe proteger el interés de los terceros a cuyas manos han pasado los TC al
portador. Si se hubieran adoptado otros principios se obstaculizaría el tráfico de
los mismos ya que la rapidez es su principal característica y se obligarían a los
bancos a no concluir los negocios sin recorrer varias veces las series de
larguísimos números.

MANCINI – En el sistema del actual proyecto, no estando admitida ninguna


acción a favor del propietario de los TC perdidos o robados, ni para impedir su uso
a su poseedor desconocido, ni para obligar al deudor al pago, se obtiene la
ventaja de que no hay oportunidad de recurrir al indicado orden de
medidas de problemática legitimidad y dudosa utilidad. Si a pesar de estas
intenciones se tuviesen como eficaces las oposiciones hechas por los propietarios
despojados a las instituciones de crédito:

1.- Habría obstáculos a la circulación.


2.- Se dañaría gravemente el crédito.
3.- Se boicotearían las instituciones de crédito porque no podrían operar con
títulos desacreditados y el comercio solo estaría con los pequeños banqueros.
4.- nadie se salvaría porque la oposición sin acompañamiento de una presunción
de mala fe contra los adquirentes ulteriores sin la cancelación del TC, no les
impide pasar a un adquirente de buena fe, ante el cual tendría que ceder la
víctima del robo, como ante un propietario legítimo.

Títulos destruidos o mutilados en parte

148
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

El 75 admite el procedimiento de cancelación respecto de los TC destruidos o


mutilados en parte, pero en el caso de los TC al portador, no admitió dicho
proceso si están perdidos o extraviados, tampoco debió admitirlo en caso
de que estuviera destruido ya que es posible que el título que se creía destruido
aparezca en manos de un tercero.

La reivindicación es improcedente contra los poseedores de buena fe

La reivindicación es imposible contra quienes de buena fe han entrado en posesión


del TC poseído, porque la posesión de buena fe funda y constituye el derecho de
propiedad. Por ello, no hay peligro de que se altere la seguridad de la circulación
con el peligro de reivindicación (diferente a la regulación común en bienes muebles
799 C.C.).

La protección del C.C. es insuficiente para el poseedor de un TC al portador pues


no le evitaría el verse expuesto al peligro de perder los beneficios de la
especulación.

La distinción entre la culpa grave y la mala fe es inoperante en materia de


reivindicación

La distinción entre mala fe y culpa grave es inoperante ya que el poseedor está


obligado a devolver el título extraviado o perdido o la suma que hubiere percibido
al transmitirlo o cobrarlo.

149
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

11. Títulos representativos de derechos reales [Astudillo]

MARGADANT - como antecedente, en derecho romano los contratos reales se


perfeccionaban mediante el consentimiento unido a la entrega de un objeto a
través de la traditio. Posteriormente la tradición real fue perdiendo su primitiva
significación y aparecieron casos en los que la entrega material se sustituía por
actos jurídicos que permitían la adquisición de derechos reales, sin necesidad de
una tradición efectiva. Estas formas fueron la longa manu, la brevi manu y la
constitutum possesorioum; pero fue en la Edad Media cuando se creó un amplio
sistema de tradición de la posesión por medio de signos y de palabras: la traditio
ficta que podía llevarse a cabo a través de cualquier símbolo como la entrega de
las llaves o del título. Así por este camino se llegó a la norma de que la tradición
del título tiene la misma fuerza que la transmisión de la cosa. Las
tradiciones per chartam son el antecedente inmediato de los TC representativos de
derechos reales.

El caso más común de tradición simbólica en el Derecho Mercantil es la tradición


de mercancías en posesión de capitanes de buques, de porteadores y
almacenistas, llevada a cabo por medio de la entrega de los documentos
referentes a esas mercancías. Por este camino la tradición del certificado de
depósito, el conocimiento de embarque y la carta de porte significó la tradición de
las mercancías, cuyo derechos reales incorporan esos títulos.

Desde su origen estos títulos tiene dos funciones:


1. Acreditar la obligación que una persona tiene de entregar a otra
determinados bienes, y;
2. La sustitución o representación de estos bienes en el tráfico comercial.

VIVANTE - las declaraciones expedidas por el que recibe las mercancías ajenas
para transportarlas o para custodiarlas son utilizados por la industria comercial
para negociar las mercancías sin moverlas de su sitio y desviarlas de su viaje. Se
basan en que existe la convicción jurídica de los comerciantes acerca de que los
mismos tienen el valor de títulos representativos de las mercancías en viaje o
depositadas y por tanto títulos capaces de ponerlas a disposición del adquirente,
como si se transmitiesen materialmente en el mismo acto en que se entregan
dichos docuemntos.

La virtud representativa de estos títulos descansa en la convicción sostenida por la


ley de que el depositario no puede devolver las mercancías mas que al legítimo
poseedor del título.

150
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

La utilidad de estos títulos es tanto mayor cuanto mas se facilita su circulación con
las cláusulas a la orden y al portador y mas seguro es mientras la ley obligue a la
inscripción de los gravámenes a que este sujeto en el mismo título.

El 19 regula esta clase de TC en nuestra ley y del mismo se infieren que son la
representación mas cabal de la incorporación del derecho al TC.

La transmisión del título significa la transmisión del bien que él representa, más
bien de los derechos reales sobre el bien de que se trate, y las
modificaciones jurídicas del título repercuten en el status jurídico de los derechos
reales así representados.

VICENTE Y GELLA dice que para que exista un título representativo es preciso
que:
i. Se trate de cosas materiales, que estén ya en poder de quien haya de
entregarlas;
ii. El título esté suscrito por la persona que tenga la posesión material de los
títulos en cuestión. Se debe tener ya la misma porque la posesión exige
el corpus.

Los TC representativos confierern a su propietario verdaderos derechos


reales sobre las mercancías a que se refieren y su circulación por una ficción
legal se equipara a la circulación material de las cosas representadas.

Quien posee uno de estos TC se entiende que tienen la posesión material


y jurídica de las mercancías.

El Art. 19 LGTOC establece que las mercancías sólo pueden ser reivindicadas
mediante la reivindicación del título mismo. En realidad el concepto corriente de
mercancías se refiere a bienes muebles y los títulos representativos no solamente
comprenden las mercancías, sino que se refieren a derechos reales sobre toda
clase de bienes tanto muebles como inmuebles. Así los certificados de vivienda
son títulos que representan al derecho, mediante el pago de las cuotas
estipuladas, a que se transmita la propiedad de una vivienda, gozándose entre
tanto del aprovechamiento directo del inmueble.

Para PALLARES, el 19 contiene un error jurídico al decir que las mercancías sólo
pueden ser reivindicadas mediante la reivindicación del título mismo, porque esta
afirmación supone que las dos cosas se han perdido, el título y las mercancías (lo
que es incorrecto son cosas distintas). Lo correcto hubiera sido establecer que las
mercancías sólo pueden reinvindicarse por medio del título que las representa.
Además que el mencionado texto solo hace referencia a mercancías pudiendo
existir otros derechos reales incorporados

151
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Entonces los títulos representativos de mercancías deben denominarse


títulos representativos de derechos reales: derechos que suelen ser la
propiedad, el usufructo, la prenda y la hipoteca.

CERVANTES AHUMADA - llama a estos TC de tradición o representativos


porque su objeto principal consiste en un derecho de crédito y en un derecho real
sobre las mercancías.

Hay documentos que no son verdaderos títulos representativos como las boletas
de empeño que expide el Nacional Monte de Piedad y que documentan el mutuo
con garantía prendaria y el derecho a recuperar la prenda una vez satisfecha la
obligación garantizada; en realidad estos son lo que la doctrina denomina
títulos impropios.

PALLARES Y CERVANTES - mencionan que en italia existe la ordine in derrate


que confieren a su tenedor el derecho de percibir determinadas mercancías v.gr.
en México las boletas del Nacional Monte de Piedad.

GARRIGUES - reciben el nombre de títulos de tradición porque la entrega del TC,


cuando el suscriptor se halla en poder de la cosa produce los mismo efectos que la
entrega real. Se puede reclamar la restitución de la mercancía y disponer de la
misma.

Los títulos de tradición tienen como nota común con demás títulos valores que
legitiman por la posesión que es consecuencia del nexo entre la cosa corporal
(título) y cosa incorporal (derecho), pero se distinguen en que:
• El poseedor del título tiene la posesión legal de la mercancía, pues hay una
posesión directa del depositario y una posesión indirecta, a través del título,
por parte del tenedor del mismo;
• No atribuyen al titular sólo un derecho de crédito sobre la devolución o
entrega de la mercancía, sino, además, un derecho actual de disposición
sobre la mercancía, la cual se considera en posesión del tenedor del título;
• El título sustituye a la mercancía en la circulación de ésta.

En la doctrina se ha discutido sobre la naturaleza real o personal del


derecho que incorporan los títulos de tradición. Estos tienen un doble
contenido jurídico, al incorporar (Teoría de la incorporación):
a. un derecho de crédito a la devolución de la mercancía y
b. un derecho real de disposición sobre ésta. Aquí se tiene la posesión
mediata, es decir, es ejercida por medio del TC y aunque la posesión
no sea un derecho real tiene figura de tal y dota por esta razón al
título de contenido jurídico-real

152
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Contra la idea de que otorgan derechos reales, está el caso de los certificados de
participación inmobiliaria regulados por el 228 e LGTOC, que fueron utilizados en
su momento para permitir a extranjeros el dominio de bienes inmuebles en la zona
restringida, a través del vehículo del fideicomiso. Ahí el acuerdo que autorizaba a
la SRE para estos efectos, señalaba con toda puntualidad que los CPI’s
representarían exclusivamente derechos de los consignados en los incisos a) y c)
del 288 a de la LGTOC, sin que otorgaran derechos de propiedad a sus titulares.
Hoy, a través de la Ley de Inversión Extranjera, se prevé esta figura del
fideicomiso sobre bienes inmuebles de la zona restringida, y se utilizan los
Certificados de Participación. Sin embargo ahí la ley es muy clara en cuanto a que
sólo transmiten derechos personales, y nunca dominio o derechos reales (así se
asegura su constitucionalidad).

Hay, según ASTUDILLO, dos construcciones teóricas posibles:


a. el tenedor del título, aún siendo propietario de la mercancía, no es su
poseedor, pues dicha posesión radica en el depositario. Al transmitir el
TC no puede transmitir mas que el derecho a la entrega, no la
posesión misma.De esta manera, el adquirente del título estará en
posición semejante a la del comprador antes de la entrega de la
mercancía: jus ad rem, es decir, un derecho a que le sean entregadas
las cosas.
b. Desde el instante en que se emite el título la mercadería es
representada por él en todas las relaciones jurídicas. La posesión no
radica en el depositario o en el porteador, sino en el poseedor del
título. Así, el adquirente del título tendría un jus in rem, es decir, un
derecho sobre la cosa.

MESSINEO resume las características de estos TC:

i. En cuanto a su contenido, dan derecho no a una prestación en dinero, sino


a una cantidad determinada de mercancías que se encuentran cargadas o
almacenadas en AGD; pero identificadas y especificadas;
ii. El poseedor del título representativo está en posesión de las mercancías
por medio de un representante quien a su vez posee las mercancías
nomine alieno.
iii. No atribuyen sólo un futuro derecho de crédito dirigido a obtener la
devolución de las mercancías, sino también y como derivación de la
posesión de las mercancías, un derecho actual de disposición sobre las
mismas; tienen duplicidad de contenido.
iv. Tienen la doble función de sustituir la circulación material de las
mercancías, en el sentido de que la transferencia del título de un
poseedor a otro, tiene la misma eficacia jurídica que la tradición o
entrega real de las mercancías;

153
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

v. Son constitutivos, por lo que se refiere al derecho que confieren de


disponer de las mercancías, derecho que nace únicamente de la creación
del título. El derecho a la devolución de las mismas existe desde antes de
la creación del TC.

DONADIO - en estos TC se incorporan dos derecho:


1. de crédito - para exigir la entrega.
1. real - es claro y determinado frente a todos aquellos que tengan relaciones
contractuales no contenidas literalmente en el TC, es decir, todos los que hagan
valer relaciones extracartulares existentes entre ellos y el obligado del TC se
encontrarán con el derecho real sobre las mercancías.

PALLARES - los títulos pueden dividirse en cuanto a los derechos relativos a las
cosas jurídicas en dos categorías:
1. de crédito
1. real

En resumen, dice ASTUDILLO, los títulos representativos de derechos reales


confieren a su tenedor legítimo, el derecho real que incorporan sobre bienes cuya
posesión se da a un tercero y en su caso el de constituir garantía real sobre los
mismos bienes así como el derecho de transmitir el derecho de que se trate,
transmitiendo el título respectivo. El titular tiene la posesión directa e inmediata
del bien.

Presuponen la existencia de un bien y que la persona que expide el TC tiene la


posesión material y/o jurídica.

Algunos autores desconocer la coexistencia del derecho real y de crédito


diciendo que no son TC porque tienen por función principal representar las
mercancías y transmitirlas. Otros señalan que el hecho que pongan al portador
obligaciones (pagar el almacenaje) los aleja de un TC, ya que estos no son títulos
de adeudo. ASTUDILLO a esta última postura contesta que los derechos pueden
aparecer subordinados al pago de las prestaciones, pero no existe disposición que
estime que no puedan estar sujetos a ciertas modalidades y que algunos si están
sujetos a alguna contraprestación v.gr. las acciones

RODRÍGUEZ Y RODRÍGUEZ los clasifica en:


1. Títulos de depósito (certificado de depósito);
2. Títulos de prenda, como el bono de prenda
3. Títulos de transporte (conocimiento de embarque);
4. Títulos que confieren la copropiedad de bienes para los efectos de percibir
productos o rendimientos de su inversión o parte alícuota del precio sobre su
venta o realización.

154
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

5. Títulos de garantía real según que incorporen un derecho de prenda (bono


de prenda);

ASTUDILLO los clasifica en atención al derecho real que incorporan:

a. Títulos que confieren el dominio o libre disposición de bienes


(certificado de depósito y conocimiento de embarque);
b. Título que confieren alguno de los derechos reales como los certificados
de participación propiedad o copropiedad que permiten el uso y
habitación de un depto. en edificios en condominio;
c. Títulos que confieren una garantía real sobre bienes muebles o
inmuebles.

GARRIGUES - lo mas importante de estos TC es su función económica al permitir


la disposición real sobre la cosa sin necesidad de cambiar su situación, pudiendo
también permitir la reventa de la misma.

PALLARES - existe también un beneficio procesal ya que si el almacén quiebra,


los tenedores de estos TC son considerados acreedores de dominio y por lo tanto,
pueden exigir la devolución de las mercancías.

VICENTE Y GELLA sostienen que el vendedor de una mercancía amparada por un


título representativo, no puede ejercitar el derecho de retención sobre la
misma cuando ha remitido a su comprador el título representativo.

El inconveniente de estos TC es que pueden prestarse a fraudes, pues se puede


dar el caso de que el emisor expida dos o más títulos sobre las mismas
mercancías. VICENTE Y GELLA resuelve la cuestión diciendo que cuando se emite
un título representativo, la posesión de las mercancías se une, se adhiere al título,
por lo que resulta claro que aunque después se confeccionen otros, éstos ya no
pueden conferir la posesión, porque la existencia del primero excluye
dicha posibilidad. Por lo tanto, valdrá el TC primeramente expedido y si hay
varios, el que se endose primero.

También se plantea la cuestión de la concurrencia eventual del tenedor del


título representativo, con sujetos que adquirieron un derecho de
propiedad u otros de naturaleza real sobre las mercancías representadas
en el TC. Caso en el cual virtud del principio de incorporación debe prevalecer la
posesión adquirida a través del título.

PALLARES - en el caso de que una persona sea propietaria sobre mercancías de


las cuales otro emite títulos representativos, debe prevalecer la solución contraria
puesto que la protección otorgada a la ficción jurídica no debe llegar al extremo de
desconocer y violar derechos preexistentes.

155
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

El Art. 20 de la LGTOC dice que el secuestro o cualesquiera otros vínculos sobre el


derecho consignado en el título o sobre las mercancías en él representadas no
surte efectos si no comprenden el título mismo.

ASTUDILLO si el TC y el derecho son la mimsa cosa, debe concluirse que


tratándose de TC representativos para gravar los mismos, se requiere que el
título mismo sea objeto del gravamen.

PALLARES - dirigió una circular a los actuarios, aun con pleno conocimiento del
punto anterior, en el que se les ordenaba que no practicaran los embaros sin que
el ejecutor tenga a la vista las cosas embargadas y diere fe de ellas con los datos
relativos a su identificación. Aunque hay una contraposición entre la ley procesal y
la sustantiva, prevalece aquélla por ser el embargo de carácter público.

156
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

12. Cancelación de títulos [Astudillo y Tena]

La regla general del principio de incorporación se sanciona en el Art. 17


LGTOC que dice que el tenedor de un TC tiene la obligación de exhibirlo
para ejercitar el derecho que en él se consigna. Esta regla general se deroga
en 4 casos excepcionales:
• Robo
• Extravío
• Destrucción
• Deterioro del TC.

Al perderse o destruirse el TC, lo hace también el derecho, por ello, por razón de
justicia, existe un remedio en el que se le permite hacer efectivo su derecho, pero
cuidando de no lesionar a los terceros de buena fe.

Ahora bien, cabe hacer notar que la ley expresamente excluye de la cancelación la
perdida del TC por causas diversas. Art. 42. (fraude, abuso de confianza,
falsificación de firmas) En éstos casos sólo se pueden oponer las excepciones
personales que puedan derivarse del negocio jurídico o del hecho ilícito que hayan
ocasionado la pérdida según la XI del 8 LGTOC.

La cancelación del TC es la anulación judicial del TC desaparecido


mediante resolución firme de la autoridad.

Sus efectos son:


• Extinguir las acciones o derechos que pudieran corresponder al poseedor del
mismo;
• Estos derechos sólo corresponderán al que obtuvo la cancelación
aduciéndose la desincorporación del derecho respecto del TC cancelado e
incorporándose en uno nuevo.

De esta forma el propietario desposeído recobra la titularidad del derecho


quedando legitimado para:
• Reclamar el pago del TC si éste ya fuere exigible, en este caso debe
proponer su demanda en la vía ejecutiva, so pena de que caduque su acción,
dentro de los 30 días a aquel en que la resolución quedo firme,
acompañando a la demanda todas las constancias y documentos de que
resulte acreditado su derecho. Y contra esa reclamación caben todas las
excepciones y defensas del Art. 8°;
• Pedir a los signatarios del cancelado que se le extienda un duplicado si el TC
fuere de vencimiento posterior.

157
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

La finalidad de éste procedimiento es defender al propietario vs el poseedor de


mala fe.

Casos De Robo Y Extravío.

El procedimiento presenta dos fases:


i. Procedimiento de cancelación, que tiene por objeto obtener en la vía de
jurisdicción voluntaria el decreto de cancelación del TC;
ii. Juicio de oposición, que tiene por objeto sustanciar y decidir la
controversia suscitada por algún tercero que se oponga a la cancelación.

Procedimiento de Cancelación.

1. Inicia con la solicitud del reclamante a este efecto debe:


• Presentar la demanda ante el juez del lugar en que el principal obligado
habrá de cumplir las prestaciones del TC con copia del TC desaparecido y de
no ser posible incluir en la demanda los datos esenciales del TC
• Los datos esenciales son los nombres y domicilios de:
o Aceptante y domiciliarios, si los hubiere;
o girador, girado y recomendatarios, si se trata de letras no aceptadas;
o librador y librado, cheques;
o suscriptor o emisor del documento, en los demás casos;
o obligados en vía de regreso.
o Además estos datos se ingresan en la demanda para efectos de las
notificaciones
• Si solicita la suspensión provisional del pago debe garantizar el
resarcimiento de daños y perjuicios que ocasione con la suspensión al
opositor.
• Debe comprobar al presentar la demanda o dentro de un término no mayor
a 10 días, la posesión del TC y el hecho de su extravío o robo.

2. Si de las pruebas resulta una presunción grave en favor del solicitante el juez
decreta la cancelación del TC y autoriza al deudor principal y subsidiariamente a
los en vía de regreso su pago al reclamante una vez que el decreto esté firme

• El decreto de cancelación queda firme si no se presenta oposición:


o dentro de los 60 días siguientes a la publicación del decreto si el TC
ya es exigible
o dentro de los 30 días posteriores al vencimiento del TC si todavía no
es exigible transcurridos 30 diás de la publicación del decreto.

3. El juez entonces ordenará:


• Suspención del pago si se pidió y si la garantía es suficiente

158
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

• Publicación por una sola vez en el DOF de un extracto del decreto de


cancelación;
• Si hubo orden de suspención se notifique a los signatarios
• Prevendrá a los suscriptores indicados por el reclamante que deben otorgar
un duplicado del TC si es de vencimiento posterior a la fecha de la
cancelación;
• si el reclamante lo pide dispondrá que el decreto de cancelación y la orden
de suspención se notifiquen a la Bolsa de Valores.

4. La cancelación puede quedar firme por dos situaciones:

PRIMERO: Que el poseedor del TC no se opuso: en este caso los


obligados deben pagarle al reclamante y no al poseedor del TC. Pero el 43
prevé que el tenedor de TC que está legitimado por estar suscrito a su
nombre o por la serie ininterrumpida de endosos no puede ser obligado a
devolver el TC o a restituir las sumas que hubiere recibido por su
negociación, a menos que se pruebe su culpa grave o mala fe.
Entonces el poseedor de buena fe no pierde su derecho ante el
reclamante que obtuvo la cancelación, pues no hay sentencia que
decrete quién tiene mejor derecho.

La ley reputa que hubo culpa grave: a) Adquirir el TC de persona que


no aparezca en el registro, en el caso de los TC de circulación
restringida; b) Adquirir el TC después de publicado el decreto de
cancelación en el DOF;

Y que hubo mala fe: Adquirir el TC en la Bolsa durante la vigencia de


la orden de suspención a pesar de la notificación hecha a ésta. La
doctrina: adquirir el título a sabiendas, en el momento de la
adquisición, de que quien lo transmite no tiene derecho para disponer
del TC.

SEGUNDO: Porque habiéndose presentado el poseedor fue vencido por el


reclamante en juicio de oposición; en este caso el opositor pierde todo
derecho frente al reclamante al que ya se le ha reconocido un mejor
derecho.

5. Firme la cancelación, el documento pierde eficacia jurídica, se desincorpora y el


deudor pagará al que obtuvo la cancelación si se le reconoció un mejor derecho.

6. Es entonces cuando el que obtuvo la cancelación tiene derecho a:


• reclamar el pago del TC si éste ya fuere exigible, en este caso debe
proponer su demanda en la vía ejecutiva, so pena de que prescriba su
acción, dentro de los 30 días a aquel en que la resolución quedó firme,

159
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

acompañando a la demanda todas las constancias y documentos de que


resulte acreditado su derecho. Contra esa reclamación caben todas las
excepciones y defensas del Art. 8°; o
• pedir a los signatarios del cancelado que se le extienda un duplicado si el
TC fuere de vencimiento posterior.

Juicio de Oposición

PALLARES dice que la oposición debe substanciarse con la persona que pidió la
cancelación del TC por que es la directamente interesada en la cancelación, no con
las personas obligadas a pagar, pues a éstas sólo les interesa el resultado a efecto
de saber a quién van a pagar.

Puede oponerse el que acredite un mejor derecho, por estar legitimado sin
culpa grave ni mala fe, teniendo la serie ininterrumpida de endosos, estando
suscrito a su nombre o con el endoso judicial.

Se substancia de la siguiente manera:


• Citación del reclamante y signatarios (45-III)
• Para darle entrada se requiere depósito del TC a disposición del juzgado y
que el oponente otorgue garantía por los daños y perjuicios que ocasione al
reclamante con su oposición
• Presentada la demanda se corre traslado al reclamante para ser oído dentro
de los 3 días siguientes
• La oposición se recibe a prueba por un término que no excederá de 30 días
• Cada parte tendrá un término de 5 días para presentar alegatos
• Se dictará resolución dentro de los 10 días siguientes.
• Ningún término será prorrogable o se podrá suspender.

Admitida la oposición en sentencia definitiva queda sin efecto el decreto de


cancelación y la suspensión de pago o la orden de reposición y el reclamante de la
cancelación pagará daños y perjuicios y las costas del juicio. Desechada, el
oponente paga los daños y perjuicios y las costas.

Cuando el oponente no tiene en su poder el TC, se substancia igual, con la


excepción de que no se hace el depósito. Si es admitida dicha oposición quedará
sin efectos el primer decreto de cancelación y este opositor tendrá que solicitar por
su lado la cancelación del título que no tiene en su poder. Si se desecha quedará
firme el decreto de cancelación.

Si además de los dos que se dicen propietarios desposeídos, interviene el tenedor


del TC, las oposiciones se acumularán y se resolverán en una misma sentencia. El
TC depositado será entregado por el juez al que demuestre mejor derecho.

160
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Efectos De La Cancelación

Art. 52 LGTOC: el que sin haber signado el TC sea designado en la demanda de


cancelación como signatario, debe expresar su inconformidad ante el juez dentro
de los 30 días siguientes a la notificación del 45-III, de lo contrario se presumirá
que es cierto lo que afirma el contrario, pero es un presunción juris tantum; el
mismo procedimiento sigue el que sea designado en la demanda con una calidad
diferente a la que en realidad asumió al firmar el TC

La cancelación del TC no libera a los signatarios de las prestaciones que


impone el mismo. Cuando tiene fuerza de definitiva extingue las acciones y
derechos que incumbían al poseedor del TC.

Si alguno de los signatarios se negase a suscribir el duplicado del título, se lleva a


cabo el procedimiento de expedición de duplicados:
• La demanda debe presentarse ante el juez del domicilio del demandado
dentro de los 30 días que sigan a la fecha en que haya quedado firme la
cancelación
• Se acompañan constancias y documentos que acrediten el derecho del
demandante
• Presentada la demanda se corre traslado al reclamante para ser oído dentro
de los 3 días siguientes
• El negocio se recibe a prueba por un término que no excederá de 20 días
• Cada parte tendrá un término de 5 días para presentar alegatos
• Y se dictará resolución dentro de los 10 días siguientes.
• Ninguno de estos términos será prorrogable ni puede suspenderse.

Art. 60.- Mientras está en vigor la orden de suspensión de pago, el que la obtuvo
debe ejercitar todas las acciones y practicar todos los actos necesarios para la
conservación de los derechos del documento, bastará para ello que exhiba copia
certificada del decreto de cancelación y que garantice los daños y perjuicios.
Entonces si el título vence al momento del procedimiento de cancelación se debe
practicar el protesto a efecto de que no caduque la acción cambiaria vs los
obligados en vía de regreso. TENA hace notar que se está en presencia de una
obligación sin sanción

Art. 67.- Los procedimientos de cancelación, oposición, y reposición, suspenden el


término de la prescripción extintiva de los TC robados, destruidos, mutilados o
deteriorados. TENA deduce de ahí que no es necesario realizar ninguno de los
actos que interrumpen la prescripción

Art. 68.- Las acciones que resulten de los TC nominativos extraviados, robados,
destruidos, mutilados o deteriorados gravemente no se perjudicarán por la
omisión de los actos conservatorios que no puedan practicarse mientras se

161
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

substancian los procedimientos de cancelación, reposición y oposición, pero los


plazos comenzarán a correr dese que quede firme la cancelación.

TENA, evidencia una contradicción entre los artículos 60 y 68 y opina que debe
prevalecer el 60, pues la ley ha atribuido al que obtuvo la suspensión, facultades
que corresponderían al poseedor legítimo, para el efecto de conservar la eficacia
del TC.

Art. 61.- Si el título cuya cancelación se solicita se hace exigible durante la


vigencia de la orden de suspensión, cualquiera de los interesados podrá pedir que
se requiera a los signatarios para que depositen a disposición del juzgado el
importe del documento, comenzándose por el deudor principal.
El Art. 62 dice que si el signatario depositante tiene excepciones personales,
nacidas con anterioridad al requerimiento judicial, en contra del que obtuvo
la cancelación o devolución, necesita para conservarlas reservarse
expresamente el derecho de oponérselas. Si no lo hace así en cuanto
concluya el plazo fijado por el 45-I el juez transferirá el TC al depositante y
mandará entregar la cantidad depositada al que resulte con derecho a ella
en los procedimientos de cancelación y oposición. Si las excepciones no son
personales o si, siéndolo nacen con posterioridad al requerimiento, las
conservará sin necesidad de la reserva.

Casos de Destrucción Total, Mutilación O Deterioro.

Art. 65.- En los casos de destrucción total, mutilación o deterioro grave de un TC


nominativo, el tenedor puede pedir su cancelación y su pago o reposición, con
arreglo al procedimiento para los títulos extraviados o robados. En los casos de
destrucción total habrá que probar la destrucción total.

En los de mutilación o deterioro grave habrá que exhibir el documento que ha sido
mutilado o deteriorado, para que el juez pueda resolver lisa y llana la cancelación
sin sujetarla al procedimiento de cancelación.

Art. 65, 2° párrafo.- Si la destrucción, mutilación o deterioro se refieren a alguna


de las firmas, sin afectar las menciones y requisitos esenciales del documento, no
será necesaria la cancelación de éste, para que el juez lo suscriba por los que se
nieguen a hacerlo, en este caso es aplicable el procedimiento de expedición de
duplicados.

El Art. 66 prevé el caso de que se extravíe, robe, deteriore gravemente o destruya


un TC nominativo no negociable, caso en el cual bastará que se solicite a los
suscriptores del mismo un duplicado del mismo y si no acceden el juez lo firmará
por ellos de acuerdo también al procedimiento de expedición de duplicados.

162
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Críticas de TENA

• Constituye un peligro para los poseedores de buena fe, que por ignorar lo
que dice el DOF están expuestos a sufrir las desagradable sorpresa de que
su deudor ha cubierto el importe del TC a una persona que obtuvo la
cancelación.

• La pérdida es debida a la falta de cuidado del tenedor del título, ¡no es


injusto proteger los derechos del negligente, con mengua de las exigencias
de la circulación honrada.

• El procedimiento es complicado y prácticamente inútil.

CERVANTES AHUMADA no está de acuerdo con la critica de TENA, pues todos


tenemos la obligación de conocer las publicaciones del DOF, que a todos
perjudican, y no por un caso de descuido de algún tenedor, debe castigarse con la
pérdida de sus derechos a todos los que eventualmente pierdan un TC , pues la
misma dificultad del procedimiento es de por si suficiente castigo.

163
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

13. Títulos de crédito impropios [Astudillo]

VIVANTE dice que hay un TC impropio cuando:


a. La institución emisora establezca un límite al depósito global, que el
titular puede hacer en varias libretas (en la hipótesis de títulos de
depósito)
b. Se prohiba la entrega de más de un título a un mismo nombre;
c. Los derechos del portador dependan de la capacidad del titular;
d. Se conceda al titular el derecho de que se oponga siempre a pagar al
portador;
e. Se prevean el secuestro o el embargo del crédito y no del título;
f. La institución emisora se reserve la facultad de oponer al tenedor las
diferencias entre sus registros y el tenedor del título;
g. El titular que denuncia el extravío, pueda obtener una segunda vía, sin
recurrir al procedimiento de cancelación;
h. Se prevea la compensación entre la deuda de la institución emisora y una
deuda eventual del titular originario;
i. La institución emisora instituye el servicio de emisión de los títulos sólo
en relación con personas de determinada categoría;
j. Se prohiba la cesión del título.

ASCARELLI dice que las reglas peculiares de los títulos impropios son:
1. Si los títulos impropios son documentos que contienen una declaración
probatoria, el derecho del portador encuentra su reglamentación en
el contrato original;
2. No hay preclusión alguna de los derechos o excepciones que puedan
derivar del contrato subyacente, así como de la invalidez de la cesión del
derecho;
3. El deudor debe cumplir la prestación a favor del legitimado
4. y en algunos casos debe hacerlo
5. salvo probando que el legitimado no es el titular originario
(comprobantes) ni cesionario de éste (títulos de legitimación);
6. El pago que se hace de este modo libera al deudor, salvo cuando ha
pagado con dolo o culpa grave;
7. El título impropio es reivindicable como documento, de acuerdo con las
reglas del derecho común relativas a las cosas muebles, y no con las
propias de los títulos de crédito;
8. El secuestro, embargo, etc, del título impropio no equivalen al
secuestro, embargo del crédito.

164
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

RODRIGO URIA dice que hay ciertos documentos configurados según el modelo
del TC que no ofrecen todos los caracteres peculiares de éste (la incorporación no
es perfecta o no es literal y autónomo), por lo que deben ser considerados títulos
impropios. Estos títulos son denominados comúnmente títulos de legitimación
por cumplir sencillamente la doble función de permitir que el deudor se libere
cumpliendo frente al tenedor legítimo del documento, y de facilitar al acreedor de
la transmisión del crédito legitimado al cesionario mediante la posesión del
documento.

No deben confundirse con estos las contraseñas de legitimación, solo cumplen la


función de liberar al deudor, cumpliendo frente al tenedor de la contraseña, no
reúnen la forma de un TC.

LANGLE – no reúnen las características de literalidad y autonomía, no se destinan


a la circulación , sino a facilitar el ejercicio de un derecho.

VIVANTE - nada gana la institución favoreciéndole la transferencia de esos


documentos.

DE PINA – son aquellos documentos que no están destinados a circular y que


solo desempeñan la función de identificar a quien tiene derecho a exigir la
prestación que en ellos se hace constar, no son TC y por lo tanto no les aplica la
LGTOC.

CERVANTES AHUMADA – La ley mexicana distingue entre:


1. TC propiamente dichos
2. Documentos que no están destinados a circular y sirven para
identificar a quien tiene derecho a exigir la prestación que en ellos se
consigna.

Los segundos sirven para legitimar al que tiene derecho a una prestación, no
transfieren a su poseedor ningún derecho autónomo y literal.

Si bien, los documentos indicados circulan aparentemente en forma igual a como


circulan los TC, no se producen los fenómenos de incorporación y
autonomía, cuando circulan lo hacen anormalmente pues no están destinados a
circular.

GARRIGUES dice que la distinción entre documento probatorio y título valor es


que la posesión es requisito sine qua non para el ejercicio del derecho. Pero no
todo documento o signo cuya posesión sea indispensable para ejercer el derecho
es un TC, estos títulos de legitimación no son títulos valores pues faltan en ellos
las características esenciales del título valor (incorporación, literalidad y

165
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

circulación). Además la obligación del suscriptor se regula conforme a la relación


contractual.

MANUEL BROSETA dice que los títulos de crédito impropios son simples
documentos que tienden a facilitar “interpartes” la ejecución de una relación
obligatoria.

Genéricamente se les define de manera negativa, en cuanto no son TC, aun


adoptando algunos caracteres de ellos y ejercitando alguna de sus funciones, y
haciendo posibles ciertos efectos propios de los TC.

MOSSA, asimismo, distingue entre los documentos de legitimación o contraseñas,


y los títulos de legitimación o títulos impropios. Los primeros operan en orden a la
legitimación y encuentran su regulación esta en diversas fuentes; y los segundos
en orden a la circulación de derechos de crédito.

Se trata de la circulación de un derecho de crédito que nace de un


contrato y con los efectos de una cesión.

No obstante que la doctrina logra perfilar con bastante nitidez, que un TC es un


documento necesario para ejercitar el derecho literal y autónomo que en el mismo
se consigna y consecuentemente que los títulos impropios no reúnen tales
características, la LGTOC define los títulos impropios diciendo que no están
destinados a circular y sirven exclusivamente para identificar a quien
tiene derecho a exigir la prestación que en ellos se consigna. Artículo 6
LGTOC.

VIVANTE dice que debió definirlos no en mérito de la circulación sino de que no


reúnen las características de los verdaderos TC. Pues la circulación es de la
naturaleza de los TC pero no de su esencia.

OCTAVIO HERNÁNDEZ da a la característica de la circulación la categoría de


“nota esencial” ya que su finalidad es que se transmitan de persona a persona.

ASTUDILLO dice que la circulación constituye parte de su naturaleza pero no de


su esencia ya que existen algunos que no circulan ya sea por ley o por voluntad de
las partes y no dejan de ser TC. Por ello, para él la distinción debe consistir en la
naturaleza de los derechos que confieran a sus tenedores. Los títulos a que se
refiere el 6 de la ley, no confiere derechos autónomos, solo identifican la
prestación, que en todos los casos es la misma respecto de los tenedores.
Los TC son documentos constitutivos-dispositivos que, por lo tanto, sirven como
elemento probatorio de un acto, son la fuente misma de un estado o situación de
derecho y sobre todo son necesarios para ejercitar cualquier derecho dimanado de
ellos.

166
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

El mismo autor explica cuatro de casos controvertidos para saber si son TC o no.

1. billetes de banco a que se refiere el 22 de la LGTOC, dice que éstos no


contienen ninguna promesa de pago, son moneda, constituyen signos cambiarios
de curso legal forzoso y poder liberatorio ilimitado. Ahora bien, el hecho de que los
billetes de banco estén destinados a circular no los hace compartir la naturaleza de
TC.

2. En cuanto a otros documentos como los billetes de lotería, pólizas de seguro,


giros postales y telegráficos suelen circular.

ESTEVA RUIZ sostuvo que el billete de lotería no es un TC porque no incorpora


un derecho de crédito ni funciona en él la autonomía, sino que identifica y legitima
a su tenedor para recibir un premio cuando su número ha resultado favorecido en
un sorteo.

Por otro lado el TSJDF llegó a considerar que los billetes de lotería eran
verdaderos TC en cuanto que tienen la característica de ponerse en circulación
dentro y fuera de la República.

La SCJN consideró que constituyen legalmente títulos al portador y que su


tenencia hace presumir la propiedad y posesión a favor del tenedor, además de
que la transmisión de los billetes puede llevarse a cabo por simple tradición de los
mismos.

Sin embargo la propia Corte resolvió que el hecho de que el legislador haya
establecido que para pagar un premio se exija la entrega material del billete tuvo
como propósito el eliminar los problemas que pudieran suscitarse con motivo del
extravío del billete. Con este criterio estableció indirectamente que aún cuando los
billetes de lotería se paguen precisamente contra su entrega, es en razón de
prever tal problema y no por considerarlos TC. Y en otra ejecutoria resolvió
que los billetes de lotería no son TC sino que caen dentro de lo dispuesto
por el Art. 6°.

3. Por lo que hace a la póliza de seguro el Art. 20 de la Ley del Contrato de


Seguro dispone que la empresa aseguradora está obligada a entregar al
contratante del seguro una póliza en la que constan los derechos y obligaciones de
las partes. Según el Art. 19 de la misma ley ninguna otra prueba, salvo la
confesional, será admisible para probar su existencia, así como para el
perfeccionamiento del contrato a partir del momento en el que el proponente
tenga conocimiento de la aceptación del obligado. Se plantea el problema de que
si la póliza es un documento probatorio de los derechos y obligaciones de las
partes en el contrato de seguro o si es un TC.

167
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

La SCJN ha sustentado opiniones contradictorias respecto a la naturaleza jurídica


de la póliza de seguro, al establecer la posibilidad de cancelar una póliza de seguro
de acuerdo con el procedimiento de cancelación de los TC, con lo que hizo
presumir que la póliza de seguro tiene la naturaleza de un TC. En cambio en otra
ejecutoria resolvió que esta póliza no tiene el carácter de un título ejecutivo,
negándole de ese modo el carácter de TC.

4. El servicio de giros postales consiste en la ubicación de dinero por medio de


libramientos a favor de beneficiario determinado. Estos libramientos pueden
endosarse por una sola vez. Y en caso de pérdida se pueden expedir duplicados y
hasta triplicados, los cuales surten los mismos efectos que el original. Se emiten
máximo por cinco mil pesos

El servicio de giros telegráficos consiste también en la ubicación de dinero por


medio de libramientos a favor de beneficiario determinado, pero estos libramientos
son pagados por las oficinas de telégrafos

ASTUDILLO dice que en principio éstos comparten ciertas características de los


TC, pues dan derecho a la entrega de dinero a persona determinada y su pago y
cancelación está referida a la devolución del propio giro y además porque se prevé
la posibilidad de que sean endosados. Sin embargo tales giros no son TC
porque el derecho que confieren puede disfrutarse a través de un
duplicado expedido según los requisitos de la ley administrativa, de modo
que en ellos no funciona la incorporación y la autonomía que son
consubstanciales a los TC. Son documentos meramente probatorios del contrato
trayecticio celebrado con las oficinas de correos y telégrafos.

Finalmente ASTUDILLO propone que la redacción del Art. 6° quede en los


siguientes términos: “Las disposiciones de este capítulo no son aplicables a los
boletos, contraseñas, fichas, u otros documentos que aún cuando circulan, no
conceden derechos autónomos a sus tenedores sino que únicamente los legitiman
como los beneficiarios del derecho a recibir la cosa o la prestación del servicio a
que específicamente se refieran.”

168
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

II. TÍTULOS DE CRÉDITO EN PARTICULAR


1. Letra de Cambio

Subtemas

a. Antecedentes____________________136
b. Naturaleza Jurídica_______________142
c. Definición ______________________143
d. Forma de la letra de cambio________144
e. Aceptación______________________151
f. Aceptación por intervención________156
g. Aval___________________________158
h. Pluralidad de ejemplares y copias____161
i. Pago___________________________165
j. Pago por intervención_____________167
k. Protesto________________________170
l. Acción cambiaria_________________174

(A) ANTECEDENTES

Remontándonos, al origen romano de la letra de cambio los tratadistas recuerdan


las remesas de dinero que enviaba Cicerón a su hijo, que estudiaba en Atenas, por
medio de personas que ejercían la función de llevar sumas de dinero de una plaza
a otra.

Esa operación era un cambio trayecticio que se hacía través de cambistas,


profesionales dedicados a esa actividad. Casi siempre había en la plaza de destino
otro cambista, que era, diríamos hoy, corresponsal del campsor -de la plaza en
donde se originaba la remesa.

De esta suerte, en esta operación intervenían cuatro personas:


1.- el suministrador de fondos,
2.- el campsor de la plaza de éste,
3.- el campsor de la plaza de destino y
4.-el beneficiario de los fondos.

Como instrumento comprobatorio del contrato de cambio trayecticio se


elaboraba una lettera o sea una carta.

Elementos fundamentales:

169
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

I. Una provisión o suministro de fondos


II.El cambio trayecticio; y
III. El cumplimiento de la orden que daba el suministrador del
dinero al intermediario para que entregara la suma al destinatario final
o beneficiario.

Había simplemente un cambio, no un crédito. La entrega del dinero por parte del
suscriptor al campsor generalmente se hacía ante notario, el antiguo tabularius
para que la testimoniara y quedase constancia. Este es el remoto origen de la letra
de cambio, gramatical y jurídicamente considerada.

Ese modo de transmisión de provisiones de fondos de una plaza a otra perduró por
siglos hasta la Edad Media así como el concepto trayecticio de la letra de cambio.

El suministro o provisión de fondos y la distancia loci eran 'los dos conceptos de


ese documento que se empleó en las ciudades italianas durante la Edad Media, en
la que hubo un gran movimiento mercantil.

Ya en la Edad Media comienza la evolución de la letra de cambio original.

Hacia el siglo VIII surge la teoría de contrato literal que, sin embargo, no sería
planteada formalmente sino hasta el año de 1734 por HEINECCIO quien señalaba
en su cátedra que la letra de cambio ya no era simplemente el documento
comprobatorio del suministro de fondos que el suscriptor o girador hacia al girado
o campsor para que la entregara al beneficiario en otra plaza; y que, por tanto,
era necesario que fuera considerada de ahí en adelante como un documento que
contiene en sí mismo una promesa de pago. Decía, que es la portadora de la
promesa; no es un documento que compruebe la existencia de ella, que fue el
acto causal, sino que en él mismo está la promesa.

El documento nace por virtud de un contrato, o de una obligación que se asume,


pero no es ya el documento comprobatorio de una promesa que se hizo antes del
documento sino que aquélla se crea, se documenta y se incorpora en el propio
documento por virtud del acuerdo celebrado entre el girador y el beneficiario, en el
que el girador da la orden al girado, de que cumpla por él esa promesa y pague al
beneficiario.

Nació así el concepto de incorporación como principio general de los títulos de


crédito, subsistiendo en esta nueva concepción de la letra de cambio las tres
personas tradicionalmente intervenientes: el suscriptor o girador, creador de la
letra, que promete pagar al beneficiario a través de un intermediario, que es el
girado a quien se da la orden de pago.

170
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

En la naciente teoría del contrato literal se está ya en presencia de un documento


denorninado elementum juras cambialis cuyo elemento fundamental no es el
contrato que da origen al documento sino al derecho mismo. Se suprime el
suministro y el cambio trayecticio.

No interesa ya si el suscriptor o girador entregó al girado una provisión o suma de


dinero para que la entregue al beneficiario; hay es una promesa que puede
provenir de causas que no interesan; lo único que importa es que en esa letra de
cambio, que se ha creado por virtud de un contrato entre girador y beneficiario,
está contenida una promesa. Puede existir una provisión d fondos, pero esta ya no
importa, considerando solo lo que dice la letra.

Como ésta deriva de un contrato, desde los orígenes de la letra de cambio todas
las teorías que se ocupan de ella son contractualistas.

La teoría del contrato literal contiene cuatro proposiciones- fundamentales:

I. El tenor del título, o sea su texto, es- tal, que el suscriptor no tiene
en cuenta la aceptación o la contraprestación que haya de efectuarse
por otro, quedando en, definitiva su obligación de pagar una suma de
dinero lisa y llanamente; es decir, el creador de la letra de cambio se
obliga a pagar por sí o por medio del girado una suma de dinero en
determinada plaza sin indicar ninguna contraprestación.

I. El suscriptor queda obligado hacia el poseedor de buena fe


independientemente de que el título se haya puesto en circulación con
o contra su voluntad; es decir, ya se crea el título valor abstracto,
sustantivo, independiente de la causa; título en circulación que tendrá
que pagarse.

I. El título de crédito ha de ser pagado a cualquier persona diversa


que llegue a tener el título y exija el pago al suscriptor; se estaba
ya muy cerca de la figura jurídica del endoso, que abre el título de
crédito a la circulación, pero todavía no se configuraba totalmente.

En 1734 HEINECCIO hablaba ya de la posibilidad de que la letra de


cambio se pagase a cualquier persona que la tuviera y la presentase;
comenzaba a pensarse en el concepto de circulación del título de
crédito, pero no se estaba también para cualquiera otra que posea la
letra de cambio posteriormente.

I. La garantía otorgada en el título de crédito, que es el aval, y todos los


demás actos que se realizan en la letra de cambio, como la aceptación
y la promesa, son actos unilaterales; se abre así a la discusión la

171
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

teoría contractualista prevaleciente hasta este momento frente a la del


acto unilateral.

EINERT vendría posteriormente a perfeccionar la teoría del contrato literal con la


tesis de que la letra de cambio es el papel moneda de los comerciantes, de
que es el documento formal que contiene la promesa, es decir, de que en el
documento mismo está la promesa de pago. A él se debe la creación del endoso
como el medio jurídico cambiaría que permite hacer circular la letra de cambio
nominativa, mediante el endoso la promesa unilateral dirigida a una persona como
beneficiaria ya no es exclusiva para ella sino también para cualquiera otra que
posea la letra de cambio posteriormente.

Se dirá después que la letra de cambio nacida por virtud de un acto


unilateral y no como consecuencia de un contrato; y esa declaración
unilateral de voluntad estará dirigida en general a todos aquellos que por alguna
razón lleguen a ser propietarios de títulos de crédito; no es una relación bilateral
entre el suscriptor y su beneficiario sino una promesa dirigida a todo el mundo
en abstracto y no se concreta, como en el acto contractual, a una sola persona
determinada.

Queda atrás la causa, la relación fundamental que dio origen a la letra de cambio
y lo único que permanece es una declaración unilateral de voluntad a la que ya no
afectan los actos precedentes.

THÖL, oponiéndose a EINERT, expresó que la letra de cambio, en la que el


suscriptor realiza la promesa de pago de una suma de dinero, es un
documento representativo de una promesa de pago de una suma de dinero; de allí
que a esa teoría se le llame teoría contractual de la promesa de pago de una suma
de dinero.

LIEBE se queda un poco en el término medio entre la teoría de EINERT de la


declaración unilateral de voluntad y la teoría de THÖL de la promesa del pago de
una suma de dinero, creando la teoría del acto formal, agregando que la forma
del acto es decisiva, como en la stipulatio, en la que la intención o el
consentimiento de las partes no son la causa del acto jurídico sino sólo el motivo
de la adopción de determinada forma; pero es esta forma, digamos sacramental,
la que crea la obligación de pago.

La adopción de la forma es la que crea el documento; los efectos jurídicos no


están el acto que obliga a crear el documento o letra de cambio sino haber
adoptado en su texto o redacción la obligación de pagar una suma de dinero. En
tanto se escriben determinadas palabras que son las sacramentales para la letra
de cambio, se crea la promesa, se crea la obligación.

172
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Lo intermedio de la doctrina de LIEBE respecto a las otras está en lo siguiente:


EINERT sostiene la tesis de la declaración unilateral; según él, una persona sin
antecedente contractuales de ninguna especie, sin que haya ninguna motivación,
por sí y ante sí declara que va a pagar una suma de dinero; claro que, como
hemos visto, existe una causa, no hay acto por generación espontánea; pero para
los efectos de la letra de cambio es como si no existiera, no se considera; la letra
de cambio no va a tener ni sufrir más repercusiones jurídicas que las que nacen al
momento de su creación por la declaración unilateral de voluntad de quien crea la
letra. Por su parte, THÖL dice: la letra de cambio contiene una promesa que es
consecuencia de un contrato bilateral entre su creador y su tomador o su
beneficiario. LIEBE dice que la promesa se hace mediante palabras sacramentales.

Todas esas corrientes, como puede apreciarse, llevaban ya claramente en el siglo


XVIII a la idea de la circulación del título de crédito, al abandono de los principios
antiguos de la Edad Media de la provisión o suministro de fondos y del cambio
trayecticio para dar a la letra el carácter de papel moneda de los comerciantes, de
documento circulatorio después del endoso, y de documento autónomo, sujeto a
una literalidad, independiente de la causa que le dio origen.

Las tesis unilaterales fueron las que definitivamente triunfaron, también entre
los tratadistas alemanes; entre estos surgió la teoría de Kuntze, denominada
de la creación, declaración o promesa unilateral pura, aceptada y adoptada
universalmente hoy en día, considerando a la letra de cambio como el documento
que emana de una declaración unilateral de voluntad y dejando definitivamente
atrás las teorías contractualistas.

La doctrina italiana se sumó luego, perfeccionándola y universalizándola, a la


teoría alemana de los ya mencionados HEINECCIO, EINERT, THÖL LIEBE y
KUNTZE, con autores como LORENZO MOSSA, ASCARELLI y, ya entre los
modernos, VIVANTE y otros.

Se impuso la tesis de que la obligación del suscriptor reside en una


declaración unilateral de voluntad que vincula al suscriptor con el tenedor de
la letra.

La tesis de la declaración unilateral de voluntad es la que definitivamente está


consagrada en el derecho cambiario moderno. MOSSA, dice que "El derecho
cambiario es un derecho formal perfecto, que atribuye el efecto de la obligación
solamente a la creación del título". Al crearse este, se crea el derecho, se obliga e
incorpora un derecho equivalente a esa declaración.

Va más allá MOSSA al decir que esta declaración, este derecho formal, emana de
la disposición de la ley, es decir, esa formalidad tiene que estar de acuerdo
con las prescripciones legales.

173
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Así, la tesis moderna gira en torno de la legislación vigente, del derecho positivo
que otorga a los títulos de crédito una calidad, una categoría de documentos sui
generis o especiales con una serie de privilegios; y los rodea de esa seguridad,
fuerza ejecutiva y características especialísimas que les permiten circular y ser
documentos a los cuales se preste la máxima confianza para que cumplan la
función económica de ser casi sustitutivos del dinero.

Y exige también determinada forma: en cada caso tendrán alguna de las formas
sacramentales previstas, que hacen recordar la vieja praxis romana a la que se
refería LIEBE; de tal suerte que quien adopte esa forma mediante declaración
unilateral de voluntad, redacte en el texto de un documento las palabras
sacramentales previstas por la Ley y estampe su firma, automáticamente realiza la
conversión de un documento liso y llano en un título de crédito, no siendo
necesaria la manifestación de voluntad de las partes como lo postulaban las tesis
contractualistas; desde ese momento se obliga el suscriptor y cualquiera que
tenga legítimamente ese título de crédito, tendrá el derecho.

No puede supeditarse el título de crédito, destinado a circular, a que quien lo crea


se haya querido obligar o no; la Ley es estricta en ese sentido: quien adopta la
forma y suscribe el título, se obliga; basta que se llene la formalidad para que
por arte encantamiento se produzca irremisiblemente un título de crédito. Por eso
la discusión entre la tesis de la creación y la de la emisión no tiene cabida en
nuestro Derecho.

La doctrina moderna ha minimizado la teoría de la emisión porque ésta supedita


al validez de la promesa a que quien crea el título según las formas previstas por
la ley lo entregue a su primer tomador, es decir, que haya un lapso entre el
momento de la creación de la letra y el de su entrega. Eso significaría que la sola
creación del título no surte efectos jurídicos sino que se necesita un acto posterior
para su perfeccionamiento; en cambio, de acuerdo con la tesis de la creación
hasta con que el documento se redacte en los términos previstos por la Ley para
que el derecho se le incorpore y quien tenga legítimamente el título de crédito
pueda ejercitarlo.

Estas dos teorías se enfrentaron en la doctrina para determinar el momento en


que la declaración unilateral de voluntad surte efectos jurídicos en una letra de
cambio; en otras palabras, para precisar cuándo nace ésta.

La teoría de la creación sostiene que el título de crédito suscrito, con plenitud de


efectos jurídicos cuanto se han llenado sus requisitos formales, o sea, cuando
contiene en su texto los elementos señalados por la Ley, entre los cuales la firma
del suscriptor es definitiva.

174
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Podrán oponerse, desde luego, las correspondientes excepciones personales si la


letra entra en circulación por medios indebidos y quien pretenda cobrarla ha
entrado en posesión de ella de manera indebida.

La teoría de la emisión sostiene, por lo contrario, que la letra de cambio tiene


validez, cumplidos todos los demás requisitos legales, sólo cuando haya sido
entregada a su primer beneficiario por parte de su creador; es decir, que la
declaración unilateral de voluntad debe ir acompañada del acto de entrega en que
se dé posesión del título a su primer tomador o beneficiario porque la promesa no
está dirigida a todo el mundo sino a un destinatario especial; así, mientras no se
entregue el título de crédito, la promesa no existe. Voluntariamente se hace titular
a la persona.

En nuestro Derecho, ordena el artículo 71 de la LGTOC que "La suscripción de un


título al portador obliga a quien la hace, a cubrirlo a cualquiera que se lo presente,
aunque el título haya entrado a la circulación contra la voluntad del subscriptor, o
después de que sobrevengan su muerte o incapacidad".
Clara y definitivamente se ve que nuestra legislación adopta la teoría de
creación: el título de crédito, la obligación de pago, la promesa, existen desde el
momento en que aquél se suscribe, aun cuando entre a circular contra la voluntad
de su suscriptor o aun después de su muerte o de la declaración de su
incapacidad.

También para los títulos nominativos, siguió nuestro legislador la teoría de la


creación, interpretando a contrario sensu el artículo 8° de la LGTOC en el que se
señalan las excepciones que pueden oponerse a los títulos de crédito; en efecto,
en ninguna de sus once fracciones se alude a excepciones derivadas de la emisión
o entrega sino sólo de la creación del título de crédito.

La SCJN ha dicho que en el caso del cheque implica un delito si no hay fondos en
la institución librada.
Basta llenar los cheques que expide la institución, corroborando la tesis de la
creación porque el cheque es pagadero a la vista.

Penalmente puede decirse se necesita una constancia para poder incurrir el delito,
que sería la certificación por parte del banco. Para estos efectos si sería necesario
que el tomador haga la presentación del cheque, pero desde el punto de vista
cambiario, el cheque es válido desde que se crea.

Adopta, pues, nuestra Ley la teoría de la creación tanto para los títulos al portador
como para los nominativos. Sin embargo, también en nuestro Derecho hay
algunos casos en los que podría caber la duda sobre la tesis que se ha seguido, si
la de la creación o la de la emisión. Uno de ellos es el de las acciones llamadas de
tesorería que las instituciones de crédito están autorizadas a emitir para ser

175
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

puestas en circulación cuando el consejo de administración así lo determine a


efecto de ampliar el capital.

Como se sabe, uno es el capital autorizado, otro el capital pagado y otro el capital
en tesorería y cuyas acciones ya existen físicamente pero que no han sido ni
suscritas ni pagadas.

Por ejemplo, si el capital autorizado es de cincuenta millones y el pagado es de


treinta, quedarán veinte millones de capital en tesorería, representado en acciones
autorizadas mas no suscritas ni pagadas, en poder de la sociedad, para ser
puestas en circulación en el momento en que ella lo decida, sin necesidad de
solicitar permiso de aumento del capital autorizado.

El tesorero de la sociedad tiene en su poder las acciones con todos sus requisitos
para ponerlas en circulación en un momento dado; esta es la razón de esas
acciones de tesorería, creadas como una modalidad exclusiva para las instituciones
de crédito; en una urgencia de aumento de capital se pueden colocar o vender a
quienes, deseen comprarlas, sin necesidad de convocar a una asamblea general
extraordinaria de accionistas para aumentar el capital.

Sin embargo, estas acciones tienen validez solamente desde el momento en


que se ponen en circulación por acuerdo del consejo de administración.
Mientras tanto ¿qué ocurre si estas acciones son puestas en circulación por un
descuido del tesorero de la sociedad? ¿qué pasa si el que las adquiere las endosa
luego? De acuerdo con la teoría de la creación son títulos de crédito; y si alguien
sustrajese del cajón del tesorero las acciones, éstas tienen validez y dan a su
tenedor el derecho al pago de dividendos, a la asistencia a asambleas, etcétera.

Pero de acuerdo con las disposiciones vigentes en materia de acciones de


tesorería, esas no tienen ninguna validez sino hasta en tanto no entren a la
circulación mediante su suscripción y pago; es decir, en este aspecto prevalece la
teoría de la emisión, o sea, no basta la sola redacción y formulación del título de
crédito sino que es indispensable el acto posterior del suscriptor para que tengan
vigencia en la vida jurídica y puedan llegar por vía legítima a quien tenga el
derecho correspondiente.

(B) NATURALEZA JURÍDICA

La naturaleza jurídica de la letra de cambio consiste en ser título de crédito.


Tiene, por tanto, las cualidades y características generales que a los mismos
atribuye la Ley, vistas anteriormente y que podemos referir ahora a la letra de
cambio seis puntos:

176
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

I. Es una cosa mercantil, de acuerdo al artículo 1" de la LGTOC.


I. Su emisión, expedición, endoso, aval o aceptación y las demás
operaciones que en ella se consignen son actos de comercio
conforme al mismo precepto.
I. Nace por declaración unilateral de voluntad y cada acto relativo a
ella es asimismo una declaración de la misma naturaleza, por ejemplo
el endoso, el aval, la aceptación, contrariamente al concepto
contractual.
I. Las características generales de integración, incorporación,
legitimación, literalidad, autonomía, abstracción y sustantividad,
perfilan la letra de cambio como un documento de gran simplicidad y
seguridad, con toda la eficacia y los privilegios que la Ley otorga a los
títulos de crédito, en los términos del artículo 5 LGTOC.
I. Siendo los títulos de crédito documentos a los que se les incorpora un
derecho, en la mayoría de los casos una suma de dinero, la letra de
cambio se puede considerar como si fuese un sustitutivo del
dinero; sin embargo, como todos los títulos de crédito, no constituye
en sí un medio para solventar obligaciones en una forma absoluta
como si fuese realmente dinero, porque entonces su función se
desbordaría, invadiendo una actividad propia del Estado, que es la
emisión de moneda
I. Está destinada a circular.

La letra de cambio se ha considerado como el papel moneda de los comerciantes.


Mediante este título de crédito se hacen pagos de sumas de dinero por mil una
razones y en ambos casos estos títulos circulan de mano en mano casi como si
fuesen dinero.

Si todos los suscriptores de letras de cambio honrasen sus firmas, es decir, si


invariablemente fuesen pagadas, estaríamos definitivamente en presencia de
documentos equivalentes a dinero.

La legislación mexicana, señala procedimientos ejecutivos para hacer cumplir por


la vía coercitiva y contenciosa la obligación de pago, y en esto radica precisamente
la diferencia entre los títulos de crédito y el dinero.

Por otra parte, el artículo 7° de la LGTOC establece que: "Los títulos de crédito
dados en pago se presumen recibidos bajo la condición 'salvo buen cobro' ". ¿Qué
quiere decir este artículo? Simplemente que los títulos de crédito no son
moneda, que no son medios automáticos de pago, y que si un adeudo se
pretende cubrir mediante un título de crédito, mientras ése no se pague, la deuda
no quedará cubierta.

177
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Este artículo hace ver claramente que la causa que dio origen al título de crédito
subsiste mientras éste no se haga efectivo en forma definitiva. Recuérdese que la
autonomía de los títulos es relativa en nuestro Derecho, perviviendo el negocio
causal entre el girador y el primer tomador, así que siempre se entregan y
reciben, "salvo buen cobro" y por ello no son moneda ni tienen el absoluto poder
liberatorio de ésta sino sólo uno condicionado.

(C) DEFINICIÓN

La vieja definición clásica de la letra de cambio original la consideraba como un


documento por el cual una persona, llamada girador, daba una orden a otra
persona, llamada girado, de pagar a una tercera, llamada tomador o beneficiario,
una determinada suma de dinero en una época prevista y en una plaza
determinada.

Definición ya superada porque contiene conceptos de la letra de cambio original


como son el de la provisión de fondos que el girador hacía al girado para que
pagase al beneficiario y el de cambio trayecticio de esa suma de dinero de una
plaza a otra.

La doctrina imperante fija la naturaleza jurídica de la letra de cambio en una


declaración unilateral de voluntad y no interesa si hubo provisión de fondos ni la
causa que da origen a cada una de las obligaciones que se constituyen sino el
derecho incorporado que permite al tenedor legítimo del título de crédito exigir
una determinada suma de dinero al obligado en una plaza y fecha determinadas.

RIPERT ve la letra de cambio como un título de crédito que enviado por el girador
al beneficiario da a éste el derecho de hacerse pagar en una fecha determinada
una cierta suma de dinero por el girador. Tampoco esta definición es aplicable a
nuestro derecho puesto que se apoya en la teoría de la emisión al señalar que el
título es enviado por el girador al beneficiario

Aceptada por general consenso es la definición que propone VIVANTE de la letra


de cambio como un título de crédito formal y completo que contiene la obligación
de pagar sin contraprestación una cantidad determinada a su vencimiento y en un
lugar expresado.

Determinar la obligación de pagar o el derecho a exigir es el elemento esencial de


la letra de cambio, que permite compararla al billete de banco, que es el título de
crédito por excelencia, en el que la obligación de pagar o el derecho de exigir son
su esencia, pues el Banco de México se obliga a pagar al portador y a la vista una
cantidad de pesos en efectivo.

178
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Y al indicarse en la definición que frente a esa obligación no se establece


contraprestación alguna, se está haciendo referencia a la declaración unilateral de
voluntad generadora de los títulos de crédito.

DMC - la definición de VIVANTE no es la adecuada porque es tan genérica que


podría utilizarse en todos los TC. La correcta sigue siendo la clásica sin la
referencia de los fondos y el cambio trayecticio.

(D) FORMA DE LA LETRA DE CAMBIO

La suscripción de una letra de cambio es un acto formal. En ella, la forma


constituye su propia substancia. Faltando esa forma, o siendo defectuosa, el
contenido carece del valor jurídico. Lo cual no quiere decir que, si el documento
carece de cualquiera de los requisitos formales que para su constitución prescribe
la ley, carezca por eso de todo contenido, sin forma cambiaria, no hay contenido
cambiario, por más que lo haya causal (14).

Comprende este precepto la letra de cambio, el pagaré, el cheque, la obligación y


el certificado de depósito y bono de prenda, pues tales son los documentos
incluidos en el Título I citado en el precepto.

No es que en los demás títulos de crédito no comprendidos en esa enumeración, la


forma no produzca también el efecto de darle vida al contenido del título. Porque
no todos los actos con forma son todos actos formales. De entre las muchas
formas que el autor de un acto no formal tiene a su disposición, puede elegir la
que guste; mas el que pretende realizar un acto formal no tiene esa
elección, porque el ordenamiento jurídico le prescribe una forma
determinada, como necesaria e insubstituible.

IHERING expresó: "Toda forma decretada o impuesta limita la voluntad en la


elección de sus medios de expresión; pero no toda restricción de esa especie basta
en modo alguno para hacer del acto al cual se aplica un acto formal. La expresión
de la voluntad puede limitarse de una manera negativa o de una manera positiva:
negativamente, cuando la ley, por ejemplo, prohíbe cierto modo de expresión (por
ejemplo, una declaración tácita), o cuando no permitió la conclusión de un acto en
tal paraje o en tal tiempo; positivamente, cuando su forma de expresión, está
fijada de manera cierta y positiva. En el primer caso, encontramos en presencia de
una limitación de forma, pero no de un acto formal. La forma con que el autor ha
querido revestir su acto es su propia obra, a pesar de las trabas puestas a su
elección, y tiene todas las cualidades de la forma libre o individual; mientras que
el acto formal, cuya validez depende de una forma legalmente determinada, está
severamente ligado a esa forma, y no implica ninguna libertad ni elección en su
manera de expresarse."

179
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

La forma libre es al mismo tiempo individual: se resume por completo en tal acto
jurídico determinado, nace y muere con él. La forma no libre, por el contrario es, a
la par que abstracta, estereotipada. En efecto, aunque sólo parezca unida a un
acto concreto, tiene, sin embargo, bajo otro aspecto una existencia
independientemente abstracta, que no resulta de ese acto jurídico aislado, que no
nace de él, sino que se impone fuera de él como una cosa que le es superior y
substancial, que tiene vida aparte. Dos elementos distintos concurren a la
formación del acto jurídico: el contenido concreto y la forma; ésta
determinada de antemano, a la expresión formal, cuando se consideran como
actos no formados aquellos cuya forma está, completamente abandonada a la libre
voluntad de las partes. Mientras que en los actos formales, por el contrario,
constituye realmente una entidad jurídica propia, y goza de existencia
independiente.

Si pues el valor de la letra de cambio depende todo de la forma cambiaria, si


cuando ésta no existe, o es imperfecta, el título queda substraído al derecho
cambiario, debemos estudiar cuidadosamente los requisitos de forma establecidos
por el artículo 76.

Es posible que la forma falte exclusivamente en cuanto a algún acto singular de los
consignados en la letra: aval, endoso, etc. La nulidad no afecta entonces al
título cambiario, ni se refleja en las demás obligaciones, que suponemos
correctamente amparadas por la forma. Esta doctrina ha sido, acogida por el
12 en términos mucho más amplios, pues no abarca sólo los casos en que la forma
falta, sino también aquellos en que el acto es nulo por incapacidad de los
signatarios, falsedad o suposición de las firmas, y, en general, todos aquellos en
que "por cualquier motivo no obligue el título a alguno de los signatarios o a las
personas que aparezcan como tales".

Determina el artículo 76 en su fracción I que la letra de cambio debe contener “la


mención de ser letra de cambio inserta en el texto del documento”.

Culmina aquí el rigor del formalismo cambiario. La letra sería nula si contuviese la
mención orden de pago o si no contuviese ninguna. También sería nula si la
correcta denominación apareciera escrita al margen o al pie del documento; en
una palabra, fuera del texto. Quiso la ley que la letra de cambio circulara sin
la posibilidad de despertar en nadie dudas ni desconfianzas acerca de su
verdadera naturaleza. Quiso que se repitiera aquel singular fenómeno,
típicamente romano, consistente en tomar una palabra y elevaría al rango de
sacramental, otorgándole el privilegio exclusivo de crear la obligación verbal.

Con la LGTyOC ingresó por primera vez en la legislación mexicana el requisito a


que estamos refiriéndonos. La acogió el código italiano desde 1882, después de

180
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

haberla sancionado la Ley General Alemana del Cambio de 1869. Y en, la


Convención de Ginebra, la aceptaron por unanimidad.

Francia expresó su conformidad, así M. PERCEROU, dijo: "la obligación de


inscribir en el título mismo las palabras "letra de cambio" en la lengua del país
interesado, ofrecerá la gran ventaja práctica de permitir que se reconozca
inmediatamente de que se trata.”

ARMINJON Y CARRY, dicen lo que sigue: "La mención "letra de cambio" tiene
por objeto, según la Ley Uniforme, atraer por una parte la atención de los
signatarios sobre la naturaleza especial del título designado con ese nombre y
sobre el rigor de las obligaciones que de él se derivan.

¿No podrán usarse vocablos equivalentes, sin que por ello peligre la validez de la
letra? La doctrina italiana está muy dividida en este punto. VIVANTE, ROCEO,
NAVARRINI, TARTUFARI, RUGGERI, MOSSA, no admiten que puedan
usarse expresiones equivalentes; en cambio, BONELLI, VIDARI, SUPINO,
MARGHIERI, BOLAFFIO, GIANNINI, SCEVOLA, DE SEMO, sostienen lo
contrario. BONELLI, "Esta formalidad, que no existía bajo la anterior legislación,
se justificó por la oportunidad de llamar, de manera inequívoca, la atención del
suscritor y de los sucesivos obligados sobre la naturaleza especialísima de la
obligación que van a contraer. Por esta razón se pensó que era lógico excluir el
uso de otras palabras, aun equivalentes, pero no tan claras y seguras como la
palabra cambiar o letra de cambio. Pero no hay que seguir exageradamente por
este camino de las exclusiones. Lo que marca la especialidad de la relación les la
cláusula cambiaria, o sea, en sustancia, el llamamiento fonético al viejo y
originario contrato de cambio, el cual, aunque extraño hoy a la relación moderna,
le ha dejado el nombre en herencia. Creo por lo tanto que cualquier término
que contenga esta invocación satisface el deseo de la ley”.

En consecuencia, las expresiones primera de cambio, única de cambio, mía de


cambio, cédula de cambio, efecto cambiario, documento cambiario, no podrían
racionalmente invalidar la obligación cambiaría.

Pero lo cierto es que así de los trabajos preparatorios del código italiano de 1882,
como especialmente de los de la Ley Uniforme elaborada en Ginebra y adoptada
por Italia, claramente resulta el propósito de excluir frases equivalentes, La
intención del legislador no sólo aparece de los trabajos preparatorios aludidos, sino
también de su habitual manera de expresarse, como lo demuestran los artículos
34, in fine, 35, 36, ,111 y 14 1, para no referirnos sino a la letra de cambio.
Estimamos, pues, que, no es posible admitir, frente a la técnica del Legislador, la
validez de una letra de cambio que no contenga la cláusula cambiaría, redactada
precisamente en los términos exclusivos y únicos, prescritos por aquél.

181
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

La letra de cambio ha de contener, además, "la expresión del lugar,- y del


día, mes y año en que se suscribe" (fracción II del artículo 76).

La mención del lugar, al menos en las letras destinadas a circular solamente en la


República, y que no pueden provocar por lo mismo conflictos de derecho
internacional es una mención de muy escasa importancia. Pero no pasa lo mismo
con la relativa a la fecha, sin la cual no podría determinarse el vencimiento de las
letras giradas a cierto tiempo fecha, ni contarse el plazo para la presentación de
las emitidas a cierto tiempo vista (93 y 128); y, por otra parte, sin la fecha no
podría juzgarse de la capacidad del girador, o del estado de su solvencia, en el
momento de la suscripción.

La letra de cambio debe expresar también, según la fracción III del


artículo en que venimos ocupándonos, "la orden incondicional al girado
de pagar una suma determinada de dinero".

Una letra de cambio sometida a condiciones, limitaciones y, en general, a


modalidades que hiciesen incierta la obligación de pago o que demandasen
cálculos numéricos para su determinación, sería nula, como inepta para circular
con seguridad y rapidez. De lo cual se infiere que si en el título aparecieran
modalidades que por su naturaleza dejasen intacta la obligación, la letra sería
válida. Tal sería, verbigracia, la mención, ya inútil desde el punto de vista
cambiario, de "valor recibido'.', las expresamente permitidas por el 89, etc.
El 78 priva de todo efecto cualquiera estipulación de intereses
consignados en una letra de cambio, reputándola como no escrita. Lo mismo
ordenaba la Ley Alemana del Cambio y lo propio el código italiano de 1882; pero la
Ley Uniforme pensó de otra manera. Acogiendo en lo substancial el contenido del
artículo 6° del Proyecto de La Haya, permitió la estipulación de intereses en las
letras giradas a la vista o a cierto tiempo vista; manteniendo el criterio de la
prohibición sólo con respecto a las giradas a cierto tiempo fecha o a día fijo.

Nuestro Legislador prefirió el criterio de la ley alemana y del código italiano. Sólo
así se respeta el principio que quiere que el valor de la letra de cambio aparezca
no ya determinable, sino perfectamente determinado en cualquier momento a fin
de no estorbar su pronta circulación. BONELLI pensó que introducir junto a la
suerte principal otra suma que habría de cambiar día por día, aparte de que haría
indeterminado, al menos en las letras ata vista o a cierto tiempo vista, el objeto
del pago, complicaría y volvería más difícil la cuenta de regreso en caso de no
cubrirse la letra por el principal obligado. Si en vez de intereses, se habla de
comisión o de cualquiera otra ventaja accesoria.

La Ley Uniforme tuvo en cuenta que en las letras de cambio a día fijo o a cierto
tiempo fecha, lo natural es que el girador, si pretende cobrar intereses, los incluya
en el importe de la letra. La observación es exacta, y de ella pudiera deducirse que

182
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

la ley quiso obligar al girador, so pena de no poder cobrar intereses, a incluirlos en


el importe de la letra, poniéndolo así en la imposibilidad de cobrarlos dos veces.
Resulta, pues, moralizadora la medida. Pero ignoramos por qué razón este buen
propósito del legislador sólo haya de rezar con las letras de cambio, y no con toda
clase de obligaciones a plazo consignadas por escrito. Estamos pues, de, acuerdo
con la Ley Uniforme en cuanto a la conclusión a que llega, pero no en cuanto a los
fundamentos en que se apoya.

Tampoco podemos admitir, como lo hace la Ley Uniforme, la cláusula de intereses


en las letras giradas a la vista o a cierto tiempo vista. Se pensó allí que la cláusula
cabía en estos casos, porque en ellos no cabía la posibilidad de incluir en el capital
los intereses convenidos. Que no quepa hacerlo en las letras giradas a la vista, es
evidente; no así en las giradas a cierto tiempo vista, en que hay un plazo cuya
duración es conocida desde luego.

Por lo demás, ya se trate de las cláusulas que conforme a la ley deban tenerse
como no escritas, ya de las no previstas por aquélla, pero que no afectan ni a la
esencia de la letra de cambio, ni a la certeza de la obligación en ella contenida, su
ineficacia debe limitarse exclusivamente al campo del derecho cambiario, para no
ir más allá del propósito del legislador.

El lugar y la época del pago. La mención del lugar (77) no necesita


explicaciones; época del pago.

El 79 enumera los modos de vencimiento de una letra de cambio: a la vista,


a cierta tiempo vista, a cierto tiempo fecha y a día fijo. Si el girador se vale
de alguna otra forma distinta de las anteriores, o la omite en absoluto, no será
nula la letra de cambio, pues se entenderá pagadera a la vista. Podemos, pues,
decir que la enumeración contenida en el 79 es taxativa, y así debió ser, ya
que determinando el vencimiento la exigibilidad del título, la fecha en que deja de
ser endosable, el punto de partida de la acción de regreso, del protesto, de la
prescripción, etc., resulta ser un elemento esencialísimo que no podría quedar
abandonado al arbitrio de las partes.

Vencimiento a la vista. La letra a la vista vence en el momento en que su


poseedor la presenta para su pago. Pero téngase en cuenta que el plazo para
la presentación no puede pasar de seis meses contados desde la fecha de la
letra, salvo que en la letra misma se consigne un plazo más reducido, o que el
girador lo amplíe o prohíba la presentación antes de una época determinada
(128).

A uno o varios meses vista. La letra vence el día correspondiente al de su


presentación, del mes en que debe efectuarse el pago, y si el mes no tiene
ese día, vencerá el día último. Así, si la letra se ha girado a dos meses vista y

183
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

se presentó el 26 de diciembre, vencerá el 26 de febrero siguiente. Y si se giró el


31 del mismo diciembre, el vencimiento tendrá lugar el 28 de febrero, si sólo
trajere 28 días.
Si el vencimiento se fija para "principios", "mediados" o "fines" de mes, se
entenderá por estas expresiones los días primero, quince y último del mes que
corresponda.

Y si el plazo aparece computable por semanas, se contarán ocho días por cada
una; y si por una "quincena" o "medio mes", equivaldrán estas expresiones a
plazos de quince días.
Nadie acostumbra fijar el plazo de una obligación, ni menos en una letra de
cambio, empleando estos vocablos, cuya imprecisión obligó al legislador a
traducirlos. Creemos por lo tanto que se habría hecho bien en proscribirlos,
dejando que el vencimiento cambiario se computase en los términos
naturales y llanos que, para toda clase de obligaciones mercantiles,
establece el 84 del Código de Comercio.

También son ineficaces los vencimientos sucesivos, ya que son


incompatibles con la necesidad de disponer del título para el ejercicio de
la acción cambiaría, pues si se omitiere el pago del primer plazo, ¿cómo podría
utilizarse simultáneamente el título para el ejercicio de la acción de regreso y para
disponer del crédito restante?.

El 81, si el día en que debiera expirar el plazo fuere inhábil, éste se entenderá
prorrogado hasta el primer día hábil siguiente.

El nombre del girado. Por tal se entiende la persona designada en la letra de


cambio para cubrir su importe.

Las calidades de girador y del girado pueden reunirse en la misma


persona, con tal que aquélla sea pagadera en lugar diverso del en que se
emita. Este precepto es idéntico al que contiene en su segunda parte el artículo
61 de la Ley Alemana, y lo siguió también la Ley Uniforme. BONELLI no está de
acuerdo con lo anterior. Si alguno gira contra sí mismo, emite en realidad un
pagaré, que como tal se considera para todos los efectos legales." ARCANGELLI
dice que desde el punto de vista económico, puede decirse que la letra de cambio,
girada contra sí mismo, equivale a un pagaré cambiario; pero que desde el punto
de vista jurídico debe hacerse una distinción: es pagar cuando el girador ha
aceptado, convirtiéndose entonces en un obligado principal que hace las veces del
suscritor de un pagaré; mas antes de la aceptación, el girador, que ha girado
contra sí mismo, es un obligado en vía de regreso; si no acepta, seguirá siendo
tal, y todas las disposiciones referentes a los obligados en vía de regreso, le serán
aplicadas. La delegación alemana expresó por su parte que debe permitirse al
girador determinar las condiciones con las que asume sus responsabilidades. Por

184
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

otra parte, la forma de la letra debe ser decisiva. La letra de cambio girada contra
el emitente presenta los caracteres de una letra de cambio, y esta circunstancia
exterior debe ser decisiva.

La distinción de ARCANGELLI entre letras aceptadas y no aceptadas parece


inadmisible, y nuestra Ley la ha rechazado cuando dispone que "el girador quedará
obligado como aceptante".

Tampoco parece muy congruente con los principios subordinar la posibilidad de


girar contra sí mismos a la condición de que la letra sea pagadera en lugar diverso
de aquel en que se emite. Es esto una supervivencia del concepto arcaico de la
distancia loci.

No sólo puede el girador girar contra sí mismo; también puede hacerlo a


la orden de sí mismo y sin que sea ya necesario para la perfección de la
letra de cambio, que se endose aquélla en lugar distinto del en que haya
de pagarse, porque ya no hay la exigencia de la remesa de plaza a plaza.

Esta otra forma que puede revestir la letra de cambio, en la que también
desaparece, al menos se explica fácilmente. El girador puede encontrarse en
circunstancias que hagan para él muy conveniente acaso necesario, emitir
una letra a la orden de sí mismo. Pretende, por ejemplo, hacer que el girado la
acepte antes de buscar una persona a quien haya de transmitirla; la aceptación de
un girado, solvente aumenta el valor del título o hace más fácil su circulación. O
bien, un negociante se propone ir a hacer compras en diferentes plazas, y gira
antes de su partida letras a cargo de su banquero que las acepta; el girador las
lleva consigo para transmitirlas por endoso a sus vendedores, ya que no puede,
emitirlas a la orden de éstos, puesto que ignora aún a qué fabricantes les
comprará las mercancías.

Domiciliatario de las letras domiciliadas.

El 83 - Domiciliatario es esa tercera persona en cuyo domicilio se pagará la letra, y


domiciliada se llama la letra que tal designación contiene.

Tal indicación es útil, como dicen LYON-CAEN Y RENAULT, principalmente en los


siguientes casos:
a. El girado prevé que no se encontrará en su domicilio en la fecha del
vencimiento de la letra, y pide al girador que indique que el pago se
hará en el lugar en que se encontrará aquél en la propia fecha;
b. Cuando el girado vive en el campo, la letra es comúnmente pagadera
en la ciudad, de ordinario en un banco;
c. Las letras se domicilian principalmente en las oficinas de los
banqueros en aquellos países en que los comerciantes tienen la

185
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

costumbre de ,depositar sus fondos disponibles en un banco, en vez


de guardarlos en sus cajas;
d. Las letras giradas sobre lugares de poca importancia se declaran
frecuentemente pagaderas en grandes centros, la que facilita su
negociación.

Este tercero, llamado en la práctica domiciliatario, debe desempeñar un papel


enteramente pasivo.

El 83, "si la letra no contiene la indicación de que el pago será hecho por el girado
mismo en el domicilio o en la residencia del tercero designado en ella, se
entenderá que el pago será hecho por este último, quien en ese caso tendrá el
carácter de simple domiciliatario". El que la letra no contenga la indicación de que
el pago será hecho por el girado, parece ser la hipótesis común y ordinaria; de
donde resulta que no es la designación de la persona del domicillatario, sino la del
lugar de su domicilio.

El 95 confirma este concepto, pues al imponer al aceptante la obligación de


expresar en la aceptación el nombre de la persona que debe pagar la letra
domiciliada, dispone que "a falta de tal indicación, el aceptante mismo queda
obligado a cubrir aquélla en el lugar designado para el pago.

Dando importancia a la figura del tercero, no es fácil dejar de ver en el


domiciliatario a un mandatario, a un encargado de pagar en nombre y por
cuenta del principal obligado. La Ley Uniforme señala que la designación del
tercero, cuantas veces aparezca, sólo sirve para completar la del lugar del pago.
BRACCO, señala que si en el título figura el nombre del tercero esta circunstancia
engendra sólo una presunción racional de que el pago se efectuará no sólo en su
domicilio, sino por medio de su persona. VIVANTE señala que la designación del
tercero sirve sólo para completar la del lugar del pago, que aquél efectúa
cumpliendo un servicio, cuyos motivos escapan al mismo derecho. Si paga, su
pago producirá la extinción de la letra de cambio; si no paga, se levantará el
protesto. El derecho cambiario se contenta con regular las consecuencias del
hecho, dejándolo en libertad de pagar o no pagar.

La facultad de señalar un lugar de pago en la letra de cambio, la concede


la ley únicamente al girador, porque la letra, una vez creada, no puede ser
alterada en su estructura, pues ello podría perjudicar los derechos del
tomador. Si éste consintió en poder exigir el pago en el domicilio señalado en la
letra, o, a falta de él, en el domicilio del girado, nadie puede obligarlo a hacerlo en
un lugar distinto. Es posible que el girador desconfíe por cualquier motivo
de que, el girado cubra la letra; puede entonces (84) indicar en la misma
una persona (o varias) para que la pague, si el girado no lo hace. Esa
persona ha recibido el nombre de recomendatario.

186
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

El domiciliatario puede ser absolutamente ajeno al pago de la letra, porque ni


siquiera haya de serle presentada para su pago: tal ocurre cuando la letra
contiene la indicación de que éste será hecho por el girado mismo en el domicilio
del tercero (83). La persona del domiciliatario no cuenta entonces para nada.

Tal indiferencia jamás puede existir en cuanto a la persona del


recomendatario, ya que, faltando el pago por parte del girado, su papel es
tan importante como el de éste. Por otra parte, la designación del
recomendatario lo mismo puede hacerla el girador, que cualquiera otro
obligado. Y, por último, es preciso que el recomendatario tenga su
domicilio en el lugar señalado en la letra para el pago, o, a falta de
designación de lugar, en la misma plaza del domicilio del girado.

La facultad a que se refiere, lejos de inferir perjuicio a ninguno de los que


intervienen en la letra, favorece a todos, ya que la designación de
recomendatarios sólo conduce a asegurar el pago que es a cargo del obligado
directo. Y por lo que ve a la última diferencia indicada, la restricción que envuelve
tiene seguramente por objeto impedir que pueda hacerse más gravosa la situación
del tenedor. Pero, a nuestro juicio, tal motivo no satisface, pues si del tomador se
trata, fue su voluntad aceptar la letra en los términos en que la redactó el girador
y, en cuanto a los sucesivos adquirentes, también la aceptaron libremente en la
forma en que les fue transmitida por su endosante inmediato. Así pues, de nadie
podrá quejarse ningún tenedor porque su endosante inmediato o cualquiera otro
haya querido designar recomendatarios domiciliados en lugares muy distantes

Todos están de acuerdo en que el girador de una letra de cambio, por el hecho de
estampar en ella su firma, responde de la aceptación y del pago. Obligación
subsidiaria, de mera garantía, que se hará efectiva si el girado no acepta o no
paga el documento. Pero los criterios se dividen al pretender fijar la naturaleza y
alcance de esa obligación. ¿Tiene ésta su raíz en la esencia misma de la letra de
cambio, de tal modo que no puede el girador librarse de ella mediante una
expresa manifestación de su voluntad? ¿Esa responsabilidad es igualmente
ineludible, ya se trate del pago, ya de la aceptación de la letra?

La delegación de Checoslovaquia, proponía que la garantía se hiciera general en


los siguientes términos- "Toda cláusula por la cual se exonera (el girador) de su
garantía, se tiene como no escrita." La garantía del girador se considera en la
práctica como una de las bases principales del valor que presenta este título para
la vida económica. Otros, situándose en el extremo opuesto, sostuvieron que
debía respetarse, en todo caso, la voluntad del girado, aun en aquellos en que ha
querido librarse de la garantía del pago.

187
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

La ley mexicana abrazó el criterio radical de la fórmula checoslovaca, determinó en


el artículo 87 que "el girador es responsable de la aceptación y del pago de la
letra", y que "toda cláusula que lo exima de esta responsabilidad, se tendrá por no
'escrita".

Se ha dicho en apoyo del criterio dimidiado de la Ley Uniforme, que la letra de


cambio contiene la obligación de hacer que se pague una suma de dinero y que,
por lo tanto, la cláusula que exonera de la aceptación, no contradice la íntima
esencia dría decirse de la cláusula que lo descarga de esto destruiría
irreparablemente la letra

TENA estima que es indiferente reconocerle o negarle al girador la garantía de la


aceptación, porque en cualquiera hipótesis su situación jurídica es la misma, y, en
consecuencia, la cláusula liberatoria de la garantía de la no tiene ningún efecto
práctico. Efectivamente el 150 determina que en los casos de falta de aceptación
procede exigirle al girado el pago de la letra, aun cuando no esté vencido es inútil
que inserte e garantía de la aceptación. La letra y vale la firma del girador.

También hubiéramos suprimido el 90, pues para tener al endosante de una letra
de cambio como solidariamente responsable con todos los demás por el valor de la
misma, bastará la regla general ya establecida en el artículo 4°.

(E) ACEPTACION DE LA LETRA DE CAMBIO

Razones que patentizan la necesidad de la presentación para la


aceptación de la letra. La sola emisión de ésta no implica la obligación de
aceptarla

La letra de cambio es una orden de pago, una asignación (assegno), que dirige el
girador al girado para que cubra al legítimo tenedor del título una suma de dinero;
el girador no contrae, por lo mismo, obligación directa, garantizando sólo el
cumplimiento del hecho de un tercero, quien por otra parte no interviene en la
letra asumiendo obligación alguna, hasta que la letra, ya existente como tal en
virtud de la declaración originaria del que la emitió se presente al girado para
que diga si la acepta.

ANGELONI dice que la negativa de la aceptación de parte del girado hace


que la obligación de pagar recaiga sobre el girador, pues de aquélla depende
el nacimiento de la acción cambiaria del tenedor contra el propio girador. Es
necesario, por lo tanto, que el tenedor provoque la determinación del girado,
presentándole la cambial.

Una vez aceptada la letra, surge una relación cambiaria entre girador y girado, en
la que se ha transformado la anterior relación extracambiaria de provisión,

188
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

contrayendo desde entonces el girado, ya con el nombre de aceptante, una


obligación directa y principal, regida exclusivamente por el derecho
cambiario.

Es evidente que la sola emisión de la letra no implica para el girado la


obligación de aceptarla, aunque en virtud de la provisión sea deudor del
emitente por la cantidad consignada en el título. Si un convenio preexistente le
imponía la obligación de prestar la aceptación, su negativa no podría producir otro
efecto que el de tener que cubrirle al girador los daños y perjuicios consiguientes
de acuerdo con el derecho común.

Prohibición de la presentación. Diferentes clases de presentación.


Consecuencias de la falta de presentación

¿Podrá el girador insertar en la letra la prohibición de presentarla? No hay en la ley


precepto que lo prive de esa facultad, la que por otra parte no parece pugnar con
la naturaleza propia de la letra de cambio.

Son, sin embargo, de tenerse en cuenta los siguientes datos que consigna VALERI
"Las discrepancias fueron superadas sobre todo con la consideración práctica de la
oportunidad de tener en cuenta la tendencia, ya entonces difundida entre
industriales y comerciantes, de no molestar a la clientela en modo alguno antes de
los vencimientos prefijados. La resistencia se atenuó en la Conferencia de 1912,
LYON-CAEN Y SIMONS, declararon evidente que la única consecuencia de la
prohibición de la presentación viene a ser la falta de un derecho de regreso del
tenedor en caso de negarse la aceptación. También en Ginebra la introducción de
la letra no aceptable se justificó principalmente con la consideración de que un
deudor puede ser reacio a asumir la obligación cambiaria, por más que esté
perfectamente dispuesto a pagar al vencimiento.

No goza el girador de la facultad de que se trata cuando la letra es pagadera


en el domicilio de un tercero, o en una localidad diversa de la del domicilio del
girado, o cuando se trata de una letra girada a cierto plazo vista. En los dos
primeros casos, es evidente el interés del girado de no ser sorprendido, por una
presentación para el pago, que habrá de hacerse a persona distinta de él o en
lugar distinto de su residencia; además, como dice SALANDRA, el girado debe
contar con la posibilidad de advertir a tiempo al domiciliatario y de proveerlo de
los fondos necesarios para el pago y, en el tercer caso, la letra no vencería nunca,
ya que podría correr el término establecido.

La presentación para la aceptación puede ser obligatoria, potestativa y, según


TENA, también puede ser prohibida. La presentación es obligatoria tratándose
de letras giradas a cierto tiempo vista, y potestativa respecto de las letras
giradas día fijo o a cierto plazo de su fecha (arts. 93 y 94). Sin embargo, según

189
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

este último artículo, aún tratándose de letras giradas a día fijo o a cierto plazo de
su fecha, la presentación es obligatoria cuando el girador ha señalado un plazo
determinado para hacerla.

Apuntemos ahora las consecuencias jurídicas derivadas de la falta de presentación


para la aceptación.

Por lo que mira a la presentación obligatoria, el tenedor que la omite pierde todo
derecho frente al girador y endosantes, ya que por tal omisión ha puesto al girado
en la imposibilidad de aceptar la letra, y al girador y endosantes en la de quedar
exonerados carnbiariamente de la obligación principal del primero. Por lo que
respecta a la presentación facultativa, el tenedor puede omitirla sin incurrir en
ninguna sanción: si no tiene interés en asegurarse la aceptación antes del
vencimiento de la letra, bien puede esperarse hasta la presentación para el pago,
llegado al vencimiento de la misma. Y en cuanto a la cláusula prohibitiva de la
presentación esta coloca en primer plano la posición del girador, asemejándola
bajo este aspecto a la del librador de un cheque.

Por lo demás, como observa VALERI, la dicción "letra no aceptable" empleada por
la ley italiana, es en el fondo muy impropia, porque la prohibición afecta la
presentación, no la aceptación en sí. Notemos, en fin, que si, a pesar de la
prohibición, el tenedor presenta la letra y obtiene la aceptación, tal
aceptación es una válida declaración cambiaria, tanto como cualquiera otra.

Silencio de la ley en cuanto a la posibilidad de la presentación por medio


de un simple detentador y en cuanto a la facultad de pedir una segunda
presentación

¿Será necesario para la validez de la presentación que la haga precisamente el


tenedor? Nuestro artículo 91 nada determina en este respecto, a diferencia de la
Ley Uniforme que en su artículo 21 expresamente ordena: Por un simple
detentador, es decir, hasta por un mero nuncio, que no necesita legitimarse de
ningún modo. Tampoco reprodujo nuestra ley el artículo 24 de aquélla, que
permite al girado pedir que una segunda presentación le sea hecha al día
siguiente.

Consideramos que bien pueden nuestros tribunales aceptar las anteriores


soluciones vigentes en todos los países que adoptaron la ley de Ginebra, y cuya
justificación es evidente: prestan facilidad al comercio cambiario, y la
segunda, especialmente, coloca al girado en la posibilidad de aceptar o no
con pleno conocimiento, ya que puede existir sorpresa al presentársela
por primera vez.

190
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

ANGELONI: La petición de la segunda presentación debe, en caso de


negativa de la aceptación, resultar del protesto (porque si no caduca la
acción). Tal mención es necesaria en interés del tenedor, cuando haya
presentado infructuosamente la cambial: de otro modo, el protesto, levantado el
día siguiente al último término útil para la presentación aparecería tardío, e
ineficaz por ende para hacerlo conservar la acción regreso. Pero es necesario
también en interés del girado, y más aún los obligados en vía de regreso, en el
caso de que el tenedor se rehusara a presentar la letra al siguiente día y
pretendiese considerar sin más como rehusada la aceptación y levantar el
protesto; pues de otra suerte el girado podría pedir el resarcimiento de daños por
el protesto injustificado, y girador y endosantes no podrían defenderse de la acción
anticipada de regreso por falta de aceptación aduciendo la falta de presentación.

Problema de la presentación en caso de fallecimiento del girado

También dejó la ley sin resolver otro problema interesante. Muerto el girado, y no
habiendo todavía albacea de su sucesión, es claro que el tenedor hará la
presentación al heredero. Pero puede suceder que no lo conozca o que ignore su
residencia. Entonces, como enseña ANGELONI, la comprobación de la
inexistencia del girado basta para demostrar la falta de aceptación. Si son
varios los herederos, y el tenedor le presenta a cada uno la letra para su
aceptación, y éstos aceptan, pero limitando cada uno la aceptación dentro de los
términos de su cuota, sin obligarse ín solidum entre sí, TENA señala que deberá
aplicarse lo que dispone el artículo 31 para el caso de una aceptación que
modifique el tenor de la letra.

Forma y contenido de la aceptación. El art. 99 sólo conoce dos clases de


aceptaciones: la limitada y la sometida a cualquier otra modalidad.
Efectos jurídicos de una y otra, y naturaleza cambiaria de la obligación del
aceptante.

Dice el artículo 97 que "la sola firma del girado, puesta en la letra, es bastante
para que se tenga por hecha la aceptación". La doctrina ha señalado que es
necesario, que la firma debe estamparse en la cara anterior del título, ya
que en el reverso, podría considerarse como puesta por algún otro concepto
(endoso en blanco). Si la letra es a cierto rimepo vista o a plazo determinado se
debe incluir la fecha.

El contenido de la aceptación del girado ha de corresponder la orden que


del girador ha recibido y, por lo tanto, si condiciona, o limita o de cualquier otro
modo la orden, en realidad ha habido de su parte una negativa de aceptación,
dando lugar a la acción regresiva en favor del tenedor, de acuerdo con lo que
prescribe el artículo 150.

191
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Esto no parece ser admitido por la ley en términos absolutos según TENA el
artículo 99 debe interpretarse de la siguiente forma:

Del contexto aparecen dos categorías de aceptación: la aceptación limitada a


menor cantidad del importe de la letra, y la aceptación sometida a “cualquiera
otra modalidad”.

La primera es una aceptación parcial (acepto per por los dos mil pesos que el
girador consigna, sino solo por ochocientos), perfectamente válida por la porción
aceptada, el tenedor queda obligado a admitirla, pudiendo ejercitar su acción de
regreso únicamente por la diferencia no aceptada. La ley ha derogado aquí el
principio consagrado en el artículo 2078 del Código Civil en beneficio de los
obligados indirectos, a quienes libera, siquiera en parte, la aceptación limitada, y
en consideración a que con ello más se asegura y facilita la circulación de la
cambial.

En la segunda categoría "el girado quedará obligado en los términos de su


aceptación,” es decir no queda obligado a nada, pudiendo ejercitar desde luego la
acción de regreso contra el girador y endosantes, por reputarse absoluta y total la
negativa del girado que es sólo parcial en la primera hipótesis. Esta segunda
categoría de aceptaciones, las modales, comprende hasta la aceptación
condicional propiamente dicha, que depende de un acontecimiento futuro e
incierto. ANGELONI dice que la condición debe reputarse incluida en la categoría
indicada con la frase "cualquiera otra modificación", la cual se refiere, para
excluirla, únicamente a la limitación de la cantidad.

En consecuencia, aun la aceptación condicional, al igual que una aceptación


que modifica de cualquier otro modo el tenor de la letra, hace que el
aceptante quede obligado en los términos de su aceptación.

La condición puesta en la aceptación no produce ni los efectos que produce la


condición puesta en la obligación originaria del girador que la hace inexistente, ni
los efectos que genera la condición puesta en el endoso que se considera como no
escrita, dejándolo puro y simple; equipara, en cambio, la aceptación a una
aceptación rehusada para los efectos del derecho del tenedor de levantar el
protesto y de obrar en vía de regreso, pero la deja subsistente para los efectos
substanciases de la obligación.

La obligación que la ley ha querido mantener a cargo del aceptante,


diciendo que queda obligado en los términos de su aceptación, es una
obligación cambiaria porque la ley misma la llama aceptación, porque se escribe
en la propia cambial y porque se ha asumido con la intención de obedecer una
orden cambiaria y de contraer un vínculo cambiario. Esto obedece a una doble
tendencia de la ley cambiaria: la de favorecer cualquiera solución que sirva para

192
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

aligerar la responsabilidad del girador y endosantes quienes tienen así la


posibilidad de resarcirse en la vía cambiaria del pago que tuvieron que efectuar
obligados por la acción de regreso; y la de conservar su valor a toda firma puesta
en el título.

Es cambiaria hasta la obligación dimanada de la aceptación asumida bajo


una condición verdadera y propia

Aun cuando la modificación introducida por el aceptante consista en una


condición propiamente dicha, la obligación derivada de tal aceptación es
de naturaleza cambiaria. La observación podría parecer extraña recordando que
la ley considera la voluntad de obligarse bajo condición como incompatible con la
voluntad de obligarse cambiariamente; mas este principio despliega toda su fuerza
respecto de las obligaciones necesarias para la existencia y circulación normal de
la letra de cambio (Arts. 14, p. 76, frac. 111, y 3 1). Pero en lo que mira a la
obligación del aceptante, la sanción por la inobservancia de la prohibición
de subordinarla a una condición, consiste en que la aceptación condicional
se considera como no prestada, por cuanto no es idónea para liberar al
girador y endosantes de la responsabilidad por la aceptación; mas de aquí
no se sigue que la obligación contraída por el girado no deba tener valor cambiario
en favor del tenedor, subordinado dicho valor al cumplimiento de la condición. Por
lo tanto se equipara a una negativa de la aceptación, esta sanción excluye otras
mas graves.

Cancelación de la aceptación

Desde el momento en que el girado suscribe la aceptación y sale la letra


de sus manos, queda irrevocablemente obligado a pagarla. Tal se infiere a
contrario sensu del contexto del artículo 100, según el cual "se reputa rehusada la
aceptación que el girado tacha antes de devolver la letra", "Esa cancelación -Ley
Uniforme- se reputa hecha antes de la restitución, mientras no se demuestre lo
contrario." ANGELONI dice que es decisivo el momento de la restitución , porque
desde ese momento llega a conocimiento del tenedor la declaración del aceptante
y el aceptante, despojándose del título provisto de su firma, pierde todo poder
para introducir en su contexto, legítimamente, cualquiera modificación.

El artículo 29 de la Ley Uniforme establece, en un segundo párrafo que, hay una


situación en que el girado no puede volver a su aceptación a pesar de conservar el
título todavía, y es cuando por escrito ha comunicado su aceptación al tenedor o a
cualquier otro signatario, pues entonces queda obliagado con ellos en los términos
de la aceptación.

Efectos de la aceptación

193
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

El girado, antes de aceptar la letra, se halla libre de toda responsabilidad dentro


del ámbito cambiario; pero en virtud de la aceptación asume cambiariamente
una deuda propia. Entre todos los obligados cambiarios, él es el único que está
obligado frente a todos los demás; el único que, pagando, extingue
definitivamente la deuda cambiaria y, al liberarse a sí mismo, libera a
todos los demás; el único que, al pagar, justamente porque paga una deuda
propia carece de toda acción de regreso contra cualquiera de los
mencionados en el título.

Ello no impide que pueda haber de parte del aceptante que paga, acción contra el
girador para obtener el reembolso de la suma satisfecha; pero esa acción, no será
de naturaleza cambiaria. Como surgida de la relación causal, se regirá
exclusivamente por el derecho común.

La firmeza más incondicional y absoluta caracteriza la obligación del aceptante. La


acción directa que surge en contra del aceptante, por el hecho de la aceptación y
del vencimiento de la letra, es una acción que nunca caduca. Ningún acto, ni
siquiera el protesto, es necesario para conservarla. Tan sólo está sometida a la
prescripción de tres años (artículo 165). Y ninguna influencia puede ejercer sobre
su validez y eficacia la relación causal que haya determinado al girador a emitir, y
al girado a aceptar el título.

(F) DE LA ACEPTACION POR INTERVENCION

La aceptación por intervención puede dimanar del recomendatario o de un


simple interventor. Principales diferencias entre las dos figuras

Ya en las antiguas costumbres mercantiles era admitid que, ante la falta de


aceptación por parte del girado, se presentase un tercero asumiendo
espontáneamente la obligación de pagar la letra a su vencimiento. Ello
tenía por objeto inmediato el evitarle al girador y demás obligados los perjuicios
consiguientes al ejercicio de la acción de regreso. En un principio, la intervención
era un acto espontáneo, propio de gestor. Más tarde, penetrados los comerciantes
de su utilidad práctica, acostumbraron encargar en la misma letra de cambio a un
amigo o banquero que aceptase la letra, si el girado no lo hacía.

El recomendatario es un tercero que, ante la negativa del girado y respondiendo


a la indicación del girador, interviene cerca del tenedor de la letra para aceptarla
por el mismo girado. Si ese tercero interviene proprio motu, no es
recomendatario, sino un interventor a secas (tercero, lo llama la ley); figuras que
debemos distinguir, ya que la ley las ha sometido a normas muy diversas. La
principal diferencia que media entre los recomendatarios y los simples
interventores, es la que consigna el artículo 103, el tenedor está obligado a
admitir la aceptación de los primeros, no lo está en cuanto a los segundos. La

194
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

razón, en el caso del recomendatario, es el hecho de que su nombre forma parte


de la letra impone al tenedor la obligación de conformarse con su intervención ,
como con cualquiera otra cláusula contenida en el título; pero en el caso del mero
interventor, no se puede imponer a éste la aceptación de la persona a quien no
tuvo en cuenta al adquirir la letra, a la que acaso no conozca y que puede ser
insolvente.

Otra diferencia: el recomendatario libera con su intervención a todos los obligados


en vía de regreso; en otros términos, extingue la acción de regreso del tenedor
contra el girador y los endosantes, exactamente lo mismo que si el propio girado
hubiese aceptado la letra. Pero cuando el que lo acepta es un mero interventor,
puede designar la persona en cuyo favor lo hace, y si a nadie designa, se
entenderá que interviene por el girador (artículo 104). Esta distinción produce
consecuencias prácticas.

Cuando el interventor acepta en favor del endosante “C”, libera a éste y a los
endosantes posteriores; pero no libera a los anteriores, ya que respecto de ellos
ha faltado la aceptación (artículo 105).

Crítica del art. 105

TENA considera, que esto no es racional. Ya que es extraña, la situación en


que quedan colocados los diversos obligados de la letra. Esta, aun cuando
falte mucho tiempo para su vencimiento, se tiene ya por vencida para unos, a
quienes puede exigirse desde luego; y no vencida con respecto a otros, a quienes
el tenedor nada podrá reclamar sino hasta el vencimiento del plazo. No hay para
esta situación una explicación satisfactoria. Si el tenedor del título estuviera
obligado a admitir, aun contra su voluntad, la intervención del tercero, el
fenómeno podría justificarse.

La aceptación no tiene otro fin que garantizar el pago de la letra mediante la firma
del aceptante; pues bien, esa garantía es una realidad en el caso que ocupa, y es
garantía satisfactoria para el tenedor, siendo él por lo demás el único que debe
decidir de la suficiencia de la misma. Si, en el caso de que el girado hubiera
aceptado la letra, ninguna acción de regreso le asistiría al tenedor derivada de la
falta de aceptación, tampoco debe asistirle alguna cuando ha admitido a un
substituto del girado, y substituto es el aceptante, como lo demuestra desde luego
el hecho de que todas las normas contenidas en los artículos del 95 al 100 son
también aplicables al aceptante por intervención, según el artículo 108. Dejando
aparte esta razón fundamental, no debe permitirse al tercero establecer
preferencias que resultan odiosas porque rompen el plano de perfecta igualdad
jurídica en que se hallan todos los responsables de la letra y porque ninguna
ventaja saca el interventor con establecer tales preferencias. El legislador

195
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

hubiera obrado más racionalmente estableciendo en términos absolutos la


liberación de todos los obligados como consecuencia de la aceptación.
NAVARRINI señala que este sistema no es de seguirse en el punto en que no
hiciese desaparecer completamente contra todos el derecho de regreso del
portador. Faltaría, el concepto fundamental y el fin de la aceptación; y se tendría,
por una parte, una letra vencida, y con la cual puede el portador proceder a
cobrarla, y por otra parte, una letra todavía no vencida.

BRACEO señala que es ilógico el recurso contra los signatarios anteriores al


favorecido, en el caso de la intervención admitida voluntariamente. En efecto,
puesto que no estamos en el caso de la intervención no provocada
voluntariamente y que el tenedor debe admitir sean cuales fueren sus efectos,
cuenta éste con un sistema muy sencillo para mantener su derecho contra los
anteriores obligados: el de rehusar la aceptación. Si la admite, ello significa que
estima que puede fiar en ella. De aquí la incoherencia de mantener, al lado de la
aceptación voluntaria, la posibilidad de un recurso.

El aceptante por intervención queda obligado a favor del tenedor y de los


obligados posteriores a aquel por quien interviene

TENA considera adecuado el concepto del artículo 106, "el aceptante por
intervención queda obligado en favor del tenedor y de los signatarios posteriores a
aquel por quien interviene", quien acepta por intervención nombrando a
cierto signatario, sólo se propone beneficiar a éste. No debe extenderse a
éstos los efectos de su obligación, y, por lo tanto, si llegado el vencimiento de la
letra y no pagada por el aceptante, tuviere que cubrirla algún signatario por quien
aquel no intervino, no tendrá derecho el pagador a repetir contra el aceptante.
Sólo podrán hacerlo el favorecido por la aceptación y los signatarios posteriores.
De donde inferirnos que, si en vez de elegir aquel pagador al endosante favorecido
o a cualquiera de los posteriores, eligiese a alguno de los anteriores, el aceptante
por intervención quedaría liberado en lo absoluto. Téngase en cuenta, para
comprender esto, que ningún aceptante que ha faltado a su obligación de pagar el
importe de la letra, queda liberado frente a cualquier pagador mientras su
obligación no haya prescrito.

TENA señala que hay un defecto en el artículo 106. El aceptante por intervención
no solo queda obligado en favor de los signatarios posteriores a aquel por quien
interviene, como reza dicho artículo, sino también en favor del mismo obligado por
quien prestó su intervención.

Crítica al art. 107

El artículo 107 dice textualmente: "El aceptante por intervención deberá dar
inmediato aviso de su intervención a la persona por quien la hubiere efectuado.

196
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Dicha persona, los endosantes que la preceden, el girador y los avalistas de


cualquiera de ellos, pueden en todo caso exigir al tenedor que, no obstante la
intervención, les reciba el pago de la letra y les haga entrega de la misma."

La aceptación por intervención pueden prestarla no sólo las personas


extrañas a la letra, sino también las que en ella figuran como obligados

El artículo 103 en cuya segunda parte contiene una disposición desconcertante a


primera vista. Según ella, la aceptación por intervención pueden prestarla
no sólo las personas extrañas a la letra, sino también las que en ella
figuran ya como obligadas. Pero si sobre éstas ya pesa la obligación irrecusable
de pagar la letra, ¿para qué suscribirla por segunda vez? Ello se explica tomando
en consideración que la obligación del aceptante como tal es diversa de la que
sobre él gravita antes de su aceptación, y que el obligado puede tener interés en
librar de la obligación anticipada de pagar la letra a algún endosante o avalista, a
quien debe particulares consideraciones por cualquier motivo. Pues bien, la
disposición que examinamos les proporciona un medio seguro de conseguirlo,
aceptando la letra en favor de ese obligado, siempre que se tenga le
consentimiento del tenedor.

El girado en caso de intervenir, intervendrá como extraño (o como tercero).


Nosotros explicamos su actitud imaginando que no quiso aceptar como girado para
no contraer la obligación integral que sanciona el artículo 101, sino la relativa que
establece el artículo 106.

TENA no es partidario de esta institución de la aceptación por intervención.


BONELLI, señala que, dada su poca importancia práctica y las dificultades que
suscita, hubiera sido preferible que nuestro legislador, lo hubiese suprimido.

(G) AVAL

Naturaleza Jurídica del Aval

El aval consiste en firmar una lea de cambio en señal de que se garantiza su


pago. No es, como decía el derogado artículo 496 del Código de Comercio, la
fianza mercantil con que se garantiza dicho pago. La fianza implica una obligación
subjetiva, mientras que lo que se garantiza por medio del aval es el pago de la
letra de cambio, como lo lo señala el Art. 109. Se trata de una obligación
objetiva. El que presta el aval se llama avalista; avalado, aquel en cuyo favor se
presta, y es correcto llamar avalar a la operación de prestarlo.

Puntos de analogía entre el aval y la aceptación por intervención

197
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Hay muchos puntos de analogía entre el aval con la aceptación por intervención:
1.- Limitar su responsabilidad a una parte del monto de la letra;
2.- Puede avalar quien nunca ha intervenido en ella y cualquiera de los obligados
en la misma, a excepción del aceptante;
3.- Debe constar el acto en la propia letra; la fórmula legal -"por aval"- admite
equivalentes, y aun puede reducirse a la sola firma del avalista, y;
4.- Si el aval no indica la persona por quien se presta, se entiende que garantiza al
que tiene mayor responsabilidad cambiaria (al girador allá, aquí al aceptante, y,
si no lo hubiere, al girador).

El avalista puede limitar su garantía a una parte de la letra

La facultad de limitar la garantía a una parte del monto de la letra, se justifica con
la idea de que todo lo que tiende a facilitar la circulación del título, reforzado,
siquiera sea parcialmente, el crédito que inspira, la ley debe permitirlo y aún
estimularlo.

Interpretación del art. 110

Por lo que toca a la facultad de que gozan los signatarios de la letra para avalarla,
no debe entenderse en términos absolutos el artículo 110, por más que en su
tenor literal no contenga ninguna restricción. Si la garantía, por razón de la
persona a que se refiere es inútil, está que no debe otorgarse, esto sucede
con la prestada por el aceptante, ya que toda nueva firma que estampase en la
letra, en nada aumentaría la fuerza ni modificaría los efectos de la primera.

Pero ¿qué decidir respecto del aval prestado por un endosante a favor del que
inmediatamente le precede? VIVANTE señala que es inútil, porque no libera a
nadie, puesto que, al pagar la letra, se subrogará dicho endosante en los derechos
del tenedor contra el avalado (art. 115); y esto es exactamente lo que ocurriría si
pagara no como avalista, sino como endosante que ejerce la acción de regreso. No
sucede lo mismo si, garantizara a cualquiera otro de los que le preceden, pues
entonces el aval produciría el efecto de liberar a todos los endosantes intermedios.
Efectivamente, "el avalista que paga la letra -dice el artículo 115- tiene acción
cambiaria contra el avalado y contra los que están obligados para con éste en
virtud de la letra". Es así que los endosantes intermedios no están obligados para
con el avalado en virtud de la letra, puesto que son endosantes posteriores. Luego
tampoco lo están a favor del avalista, lo estarían si éste hubiera pagado como
endosante, no como avalista.

El concepto de inutilidad del aval es el criterio para saber en qué casos no


puede pretarse

198
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Respecto al girador, VIVANTE afirma que no puede ser avalista de ningún


signatario del título, porque lo considera, como al aceptante, garantizando ya a
todos el pago de la letra. BONELLI señala que el girador puede avalar al
aceptante, pues con ello le daría al tenedor la ventaja de dispensarlo del protesto
por lo que mira al propio girador. TENA coincide con esta ultima afirmación ya que
si el tenedor descuidase levantar el protesto por falta de pago del aceptante, la
letra quedaría perjudicada con respecto al endosante y demás responsables
indirectos, menos con respecto al girador, que, por quedar colocado en la misma
línea que el aceptante, dejaría de ser obligado en vía de regreso para convertirse
en obligado principal. No podría oponer la excepción de caducidad.

El concepto de inutilidad del aval es el criterio para juzgar de su improcedencia


en las diversas situaciones que pueden presentarse.

Debe constar en la misma letra o en hoja adherida

Al establecer el artículo 111 que el aval debe constar en la letra o en hoja que
se le adhiera, rechazó el criterio abrazado por la mayor parte de los códigos de
comercio, entre ellos el nuestro, según el cual la garantía puede hacerse constar
en la letra o en documento separado. No cabe duda que la admisión de éste
traería en la práctica grandes ventajas, como lo demostró: PERCEROU (delegado
francés en la Conferencia de Ginebra), pues desde luego puede importarle mucho
al avalado que la letra no circule con la mención de un aval ya que demostraría
publicaría la desconfianza, por otra parte, suele aplicarse el aval no a una letra
aislada, sino a todas las que puede expedir el girador a cargo del girado durante
cierto plazo y hasta la concurrencia de una suma total determinada. La
Conferencia convino en reservar a cada Estado contratante la facultad de admitir
que el aval pueda presentarse en su territorio en documento separado con
indicación del lugar en que se preste.

Contra la idea arrba expresada se dice que mirando a los principios que regulan
los TC el aval tiene que constar en el mismo TC. Si se consigna en instrumento
separado, podrá hablarse de fianza mercantil, nunca de aval, que es
esencialmente cambiario.

Crítica al art. 111

El aval, como la aceptación, no es un acto formal; puede expresarse con otra


fórmula que y puede reducirse a la firma del avalista. Lo único que exige la ley, es
que no se le pueda atribuir a la firma algún otro significado diverso (artículo 111).
¿Cómo saber, con la plena certidumbre que el derecho cambiarlo pide, si una firma
que aparece en el anverso de una letra de cambio representa un aval o una
aceptación por intervención, o si es la firma de un girador o de un aceptante
más?.VIVANTE señala que cuando la firma no va seguida de ninguna declaración,

199
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

no podrá valer corno aval, porque la ley obliga al avalista a declararse tal,
dejándole solamente la facultad de elegir la palabra con la cual puede manifestar
esta intención. Si el nexo cambiarlo lo permite, podrá considerársele como un
segundo girador o un segundo aceptante, y, de esta suerte, aquel que quería
prestar un simple aval, sufre las consecuencias de su omisión, perdiendo el
derecho de ejercitar la acción cambiaria contra la persona a quien
pretendía garantizar y contra todos los obligados anteriores.

En el silencio del avalista, se entiende que garantiza al signatario de


mayor responsabilidad cambiaria

Como ocurre con el aceptante por intervención, el avalista, si no indica la


persona del avalado, se entiende que garantiza a aquel que, pagando,
libera al mayor número de obligados, esto es, el aceptante, y, si no lo
hubiere, al girador. Deberá atenderse al momento en que se prestó el
aval, y, por lo mismo, aunque la letra fuese aceptada después, no por eso se
reputaría prestado en favor del aceptante ya que, por lo que se refiere al tenedor,
VIVANTE señala que el tenedor perdería la acción de regreso contra el avalista, si
dejase de levantar el protesto que es necesario para conservar la acción contra el
girador. El avalista podría acudir a la prueba de un hecho que no resulta de la
letra de cambio, para probar que dio su firma por el girador, y quedaría exento de
toda responsabilidad respecto al tenedor que, confiando en el tenor del título,
creyó que el aval sería prestado por el aceptante, por lo que no cuidó de formular
el protesto. Por lo tanto demuestra que esto no vulnera el principio fundamental
del derecho cambiario, que considera el tenor del título como decisivo para los
derechos y las obligaciones del tenedor de buena fe.

Crítica al art. 114

El principio fundamental de la autonomía y literalidad de las obligaciones


consignadas en un título de crédito ha hecho que el legislador dijese en el artículo
114 que la obligación del avalista es válida, aun cuando la obligación
garantizada sea nula por cualquiera causa. La nulidad sólo podría oponerse
como excepción, y esta que no se encuentra, ni era posible que se encontrase,
entre las únicas que permite el artículo 8°.

TENA dice que lo que puede reprocharse al citado precepto, es la afirmación de


que la nulidad de la obligación garantizada puede provenir de cualquier causa.
Estando de acuerdo con la Convención de Ginebra que exceptuó la causa de vicio
de forma (artículo 37). Como dice VIVANTE, este artículo se propuso proteger al
tenedor contra los vicios ocultos de la obligación principal, no contra los vicios
evidentes (esenciales) de forma, que se pueden oponer a cualquier tenedor.

200
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

El avalista, al pagar, queda colocado en la misma posición que ocupaba el


avalado

Una vez adquirida por el avalista la letra de cambio, ocupa éste la misma posición
que el avalado, subrogándose en todos sus derechos, como antes participara de
todas sus obligaciones. No podrá repetir en vía de regreso contra obligados
posteriores al avalado, puesto que este mismo carecería de acción contra ellos,
pero sí contra los anteriores y, por supuesto, contra el propio avalado
(artículo 115).

Lo mismo puede decirse si se le considera en sus relaciones con el


tenedor, antes de verificar el pago

Dice el artículo 116 que la acción contra el avalista está sujeta a los mismos
términos y condiciones a que lo está la acción contra el avalado. Por
consiguiente, si éste es el aceptante, el tenedor no tendrá necesidad de hacer que
se levante el protesto para exigir el pago, puesto que tampoco la tendrá para
reclamarlo del aceptante. Pero si, en este mismo caso, el avalado fuese el girador
o cualquier otro obligado indirecto, debe levantase el protesto, ya que si el avalista
le pagara al tenedor, el avalado y sus garantes se rehusarían a pagar al avalista
por haber caducado la acción de regreso.

Cuando el tenedor de la letra no tiene acción contra el avalado, tampoco la tiene


contra el avalista. Pero si la tiene, ninguna formalidad especial necesita cumplir el
tenedor para con el avalista para el efecto de reclamarle el pago. Si, por ejemplo,
para conservar el derecho contra el avalado, es superfluo el protesto caso de aval
prestado en favor del aceptante, lo será también para conservar la acción contra el
avalista de este mismo.

El aval sólo puede prestarse antes del vencimiento de la letra

La aceptación, el endoso, y el aval sólo puede prestarse antes del


vencimiento de la letra, por consiguiente, el prestado después será sólo una
simple fianza de derecho común, sin la naturaleza y efectos cambiarios.

(H) DE LA PLURALIDAD DE EJEMPLARES Y DE LAS COPIAS

Causas que determinaron la aparición de este instituto


Cuando la letra de cambio comenzó a ser un título circulante, se necesitó que el
tomador, o alguno de los tenedores sucesivos, recabasen del girador uno o más
ejemplares de la letra. Ello obedecía al temor de que ésta llegara a extraviarse
y facilitar la negociación del título ya en este último caso, la tardanza en el

201
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

retorno podía impedirle al tenedor que aprovechase alguna oportunidad para


negociar la letra. Tales fueron los motivos que hicieron surgir esta institución.

No nace de una exigencia impuesta por la naturaleza íntima de la letra de cambio,


sino como producto de las de circunstancias sociales. Esto explica por qué
actualmente es un fenómeno casi desconocido en la práctica. Actualmente dicha
institución se presta, para atentar gravemente contra la circulación legítima de la
letra de cambio.

La existencia de varios ejemplares no significa la de varias letras

La existencia de varios ejemplares no significara de varias letras. Una sola es la


letra porque una sola es la obligación contraída. Los diversos títulos son
entre sí perfectamente fungibles, como reproducciones de la misma letra del
mismo tenor.

Si la igualdad se rompe por cualquiera divergencia en el texto de los


duplicados, también se rompe la unidad jurídica y los varios ejemplares
serán otras tantas letras distintas que dan nacimiento, al menos para terceros de
buena fe, a obligaciones independientes.

Excepción consagrada por el art. 118

Este principio tiene excepciones, si el girado estampa su aceptación en dos o


más ejemplares, queda obligado por cada uno de ellos (artículo 118).
BONELLI dice que ello es porque la aceptación no puede figurar sino en un solo
ejemplar; pero el problema queda en pie, pues lo que justamente se quiere saber
es por qué la ley manda aquí que se vulnere el principio de la uniformidad
(permitiendo la aceptación en un solo duplicado). La razón consiste, según TENA
en la necesidad de protege la buena fe del adquirente del título.

El girador está obligado a expedirle al tomador los ejemplares que éste le


pida, a no ser que inserte la cláusula "única"

Si el girador inserta en la letra la cláusula "única", nadie tiene derecho de


pedirle ni un solo ejemplar; pero si no la contiene, quedará aquél obligado a
expedir el número de ejemplares que el tomador le pida, y aun cualquier
adquirente posterior. En este segundo caso, el tenedor se entenderá directamente
con su inmediato endosante, éste con el que le preceda, y así sucesivamente
hasta llegar al girador. Este redactará y firmará el nuevo ejemplar, y los
endosantes y avalistas reproducirán también sus respectivas suscripciones hasta
llegar al tenedor. Cada ejemplar debe contener necesariamente el número
de orden correspondiente a su expedición; en caso contrario, se tendrá
como una letra distinta (artículo 117).

202
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Análisis del art. 119


El artículo 119 señala que si el tenedor de una letra remite a un corresponsal suyo
uno de los ejemplares que obran en su poder, a fin de que lo presente al girado
para su aceptación, después de mencionar en los otros el nombre y domicilio de
ese corresponsal. Este debe presentarlo oportunamente y protestarlo, en su
caso; y si al vencerse la obligación ya aceptada, no se presenta a pedirle el
ejemplar quien tuviere derecho a él, esto es, el legítimo tenedor del otro u otros,
lo presentará al cobro y lo protestará en su caso. Si recibe el pago,
depositará su importe en una institución de crédito, o, en su defecto, en una casa
de comercio. Y, por último, tiene obligación de entregar el ejemplar que se le
envió para su aceptación, y, en su caso, las actas de protesto, al tenedor
legítimo de otro ejemplar que contenga la indicación de la persona a quien el
primero fue enviado, esto es, del corresponsal de referencia (artículo 119). Si son
varios el primero que lo presente y si todos lo presentan a l mismo tiempo el que
tenga el número ordinal menor.

Crítica del art. 120

Si el corresponsal se negare a hacer la entrega, el tenedor legítimo para ejercer


sus acciones tiene que levantar dos protestas: uno contra el corresponsal,
haciendo constar la omisión de la entrega, y otro contra el girado por falta de
aceptación. ¿Presume el citado artículo que el corresponsal dejó de cumplir la
obligación que le impone el artículo 119? La presunción no sería jurídica. Lo
correcto habría sido subordinar el incumplimiento de aquella obligación, a la
necesidad de elevar dicho protesto.

Dice el artículo 120 que tales protestas deben levantarse "dentro de los términos
que esta ley establece". TENA critica la mencionada disposición porque no ha
encontrado en toda ella los términos en que debe hacerse el protesto por la
omisión de entrega del ejemplar. Piensa que serán los mismos a que está sujeto el
protesto por falta de aceptación: pero como la materia de uno y otro es
completamente diversa, la ley debió decirlo.

No existe la obligación de levantar el doble protesto si la letra no contiene la


designación de la persona en cuyo poder se encuentra el ejemplar.

Esta intervención de un extraño a la letra, encargado de practicar los actos


conservatorios que normalmente incumben al propietario de la misma; este
diverso paradero de los duplicados, uno en poder de un tenedor extraño y otro u
otros en manos del propietario; la posibilidad y acaso la urgencia en que éste se
halle de endosar el duplicado que conserva, antes de recibir el remitido al girado
para su aceptación; todo ello da margen a complicaciones, dificultades y riesgos, y

203
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

empaña uno de los rasgos que más enaltecen la institución de la letra de cambio:
la claridad y firmeza del derecho.

Funestos efectos de la circulación ilegítima de los duplicados para los


obligados en vía de regreso

Imaginemos ahora que el tomador o cualquier endosatario de una letra de


cambio, poseedor de dos ejemplares, endosa cada uno a personas
diferentes, y ambos circulan por diversos caminos. ¿Qué actitud deberá
asumir el obligado frente a quienes le presentan sus ejemplares reclamando su
pago?

Si se trata del aceptante solo está obligado a pagar el ejemplar que aparece
revestido con su firma. En cuanto a los endosantes (el que transmitió los
ejemplares a dos personas distintas), él y todo los que le siguen responden del
pago de los dos ejemplares. La conclusión es correcta porque existen entonces dos
letras distintas. Pero las letras comenzaron a ser distintas desde el endoso
ilegitimo origen de la diversidad que hasta allí no había existido. De manera que
si un endosante anterior es perseguido por el tenedor en vía de regreso, pagará la
letra; pero no volverá a cubrirla cuando se la presente para su pago el tenedor del
otro ejemplar, por más que en ese ejemplar figure también aquél con la misma
calidad de endosante porque no hay ninguna razón de justicia para q el endosante
de buena fe pague dos veces el importe de la letra. Esta solución es verdad en el
orden de la teoría, no lo es a la luz de nuestro derecho positivo si el reclamante es
un tenedor de buena fe. No encontramos, en efecto, consagrada por el artículo 8°
la defensa que el endosante podría oponer en, caso contra la acción del tenedor.
Si esto es verdad, no podemos aceptar la teoría de VIVANTE, para quien el último
tenedor de uno de los títulos corre el riesgo cuando lo presenta para la aceptación
o para el pago, de encontrarse con la desagradable sorpresa de que la aceptación
o el pago hayan sido efectuados ya al poseedor de otro ejemplar, que se apresuró
a recoger aquél o a realizar el cobro.

Entre nosotros, no es el tenedor el que peligra, sino los obligados vía de regreso,
expuestos a hacer un doble pago. Por ello es válido lo que señala VIVANTE: "Aun
la persona más avisada puede ser víctima de los duplicados, ante la imposibilidad
de evitar los abusos en la expedición de los mismo cabe preguntar si no sería
mejor suprimir una institución casi por completo abandonada a consecuencia de la
seguridad y de la prontitud de los modernos transportes; cuyos resultados se
pueden por lo general conseguir con el procedimiento de la cancelación, y la cual
se halla en contradicción con la naturaleza literal de las obligaciones cambiarias,
ya que da lugar a circulación de formas que pueden carecer de todo valor
cambiario si 1os duplicados emprenden caminos diferentes."

204
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

MOSSA señala: "Renunciar a las venta. del duplicado a causa de sus riesgos,
significaría renunciar a una forma refinada sólo por la amenaza de la mala fe. E
injusto sería por otra parte, considerar agotada la función del duplicado, en un
mundo dotado de comunicaciones rápidas y seguras. En verdad, el progreso de las
comunicaciones da nueva vida a los duplicados al imponer la necesidad de emplear
los medios más rápidos, pero también más diversos”, agrega que no hay
adquisición de buena fe, si el endosatario del duplicado sabe, o debe
sospechar, que los otros duplicados pasaron a manos de otros
endosatarios. Si esto es verdad, podría el demandado en vía de regreso oponer
al tenedor la excepción personal de mala fe -la Excepto doli-, conforme a la
fracción XI del artículo 8°, y retiraríamos nuestras afirmaciones anteriores. Pero la
institución de los duplicados se introdujo con el fin, entre otros, de prevenir los
efectos de la pérdida de la letra y facilitar su circulación; nada tiene, pues, de
extraño que el tenedor adquiera un ejemplar, no sólo sospechando, sino
conociendo de fijo que uno o más ejemplares andan extraviados por caminos
desconocidos, o bien, que fueron remitidos al girado, domiciliado en el extranjero,
para que aceptase el que primero llegase, devolviéndolo con los demás.

DMC - señala que la anterior postura no tiene razón de ser con fundamento en el
118 segundo párrado mas el pago que se realice.

Las copias. Su origen histórico y consecuencias que originan

En cuanto a las copias, el artículo 122 le reconoce al tenedor de una letra de


cambio el derecho de hacer copias de la misma; éstas deben reproducir
exactamente el original con los endosos y todas las enunciaciones que
contenga, indicando hasta dónde termina lo copiado (No existen firmas
autógrafas, las realice el tenedor). La copia sólo lo es en parte. Reproduce el
contenido íntegro de la letra; pero también comprende menciones y firmas
originales, todas las que siguen a las palabras "hasta aquí la copia" u otra
equivalente.

Los motivos que las originaron son los mismos a que se hicieron referencia en
pluralidad de ejemplares.

Si la cláusula "hasta aquí la copia" no aparece en la letra, para el


endosatario de buena fe que la adquiera valdrá como letra de cambio;
pero carece de toda acción contra los signatarios cuya firma fue copiada.
Es el caso de firmas falsas que no ejercen ninguna influencia sobre la validez de
las auténticas. Por lo tanto no hay ninguna diferencia práctica entre este caso y el
caso normal en que aparece la mención indicada: en uno y otro el tenedor de la
letra no tiene acción sino contra las firmas autógrafas. Artículo 123: "Las
subscripciones autógrafas del aceptante, de los endosantes y de los avalistas,
hechas en la copia, obligan a los signatarios como si las mismas constaran en el

205
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

original." En consecuencia, el tenedor de la copia, aunque ignore quién tenga el


original o no pueda procurárselo, puede presentarse al girado pidiendo su
aceptación o, en su caso, el pago de la copia y, no obteniéndolos, levantar el
protesto y proceder en la vía de regreso contra los signatarios originales de la
copia.

(I)EL PAGO

Esencial necesidad de la presentación de la letra de cambio para el efecto


del pago

El pago de una letra de cambio presupone esencialmente su presentación.


La incorporación del derecho en el título es la razón de la presentación, necesidad
señalada en el Art. 17 LGTOC, para toda clase de títulos y tratándose en especial
de la letra de cambio ene el Art. 129 LGTOC. Ninguna obligación tiene de cubrir la
letra el suscriptor, si el tenedor no se la exhibe.

Lugar de la presentación

La letra debe ser presentada para su pago en el lugar y dirección


señalados en ella (126 teniendo en cuenta también lo que dispone el 77), a falta
de dirección se presentará en el domicilio o en la residencia del girado, del
aceptante o del domiciliatario en su caso o en el domicilio del recomendatario si lo
hubiere.

En el 126 F. I menciona la ley al girado al lado del aceptante indicándose así que
aquel es simplemente girado, y no aceptante, ello no significa que a todo girado
no aceptante hay que presentarle la letra ya que sería inútil reclamar el pago al
girado que se rehusó a aceptarla cuando le fue presentada para tal efecto, a los
girados que se refiere el artículo, es en aquellos casos de letras a la vista, en que
no puede haber aceptación propiamente dicha, ya que coincide el momento de la
aceptación con el de pago. En conclusión, girado en esa fracción, no
comprende a aquellos que se negaron a aceptar la laetra al serles
presentada para su aceptación.

Tiempo de la misma, e impugnación del criterio legal a este respecto

En cuanto al tiempo de su presentación, el 127 dispone que deberá hacerse el


día del vencimiento de la letra o el primer día hábil siguiente si aquel no lo
es, en caso de no presentar la letra el día de su vencimiento el Art. 160 señala:
“la acción cambiaria del último tenedor de la letra contra los obligados en vía de
regreso, caduca por no haber sido presentada la letra para su pago en los
términos de los Art. 126 a 128” y el 127 ordena que la presentación se haga el día

206
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

de su vencimiento, es decir el tomador perderá sus derechos contra los obligados


en vía de regreso.

TENA señala que está en desacuerdo con el criterio del legislador, “para
nosotros la presentación privada, esto es la que el tenedor hace personalmente y
por si, no tiene más objeto que poner al aceptante en aptitud de pagar la letra ya
que muchas veces ignora quien la tiene. Esa misma función puede desempeñar el
protesto, que presupone esencialmente la presentación de la letra por un
funcionario público y el protesto produce su efecto esencial: conservar los
derechos del tenedor, con tal que se levante dentro de los dos días hábiles
siguientes al vencimiento Art. 144. El protesto hace inútil la presentación de la
letra por parte del tenedor. Esa presentación de nada sirve, verifíquese o no el
protesto, ya que este constituye la única formalidad que asegura los derechos del
tenedor. En consecuencia no es verdad que caduquen los derechos cambiarios
contra los obligados indirectos por el solo hecho de que no se presente la letra
para su pago el día de su vencimiento. VIVANTE “La presentación de la letra de
cambio puede hacerse aún por primera vez, por el funcionario mismo que tiene a
su cargo levantar el protesto en el término legal, nuestra ley no obliga de modo
alguno al tenedor a efectuar una presentación privada, anterior al protesto, ni
contiene sanción alguna contra el acreedor por la omisión de ésta formalidad que
solo la conveniencia aconseja”.

Pago parcial de la letra

En contraste con lo que señala el 2078 del C.C., que prohíbe al deudor hacer
pagos parciales,siempre que no sea en virtud de un convenio expreso o por
disposición de la ley, el 130, prohibe al tenedor rechazar esta clase de pagos,
el legislador tuvo en cuenta el interés de los obligados indirectos, quienes resultan
beneficiados con el pago, la norma contenida en este precepto es de carácter
excepcional, y por lo tanto no puede extenderse a casos no comprendidos en ella,
inferimos que si se trata de pagos realizados por deudores indirectos, aval, girador
o endosantes, el tenedor no está obligado a recibir pago parcial. Si el tenedor
ignorare este precepto y rechaza el pago parcial, pierde el derecho de
reclamar a los obligados en vía de regreso el pago de la suma no
aceptada.

El tenedor no puede ser obligado a recibir el pago antes del vencimiento

Diversamente de lo que ocurre en las obligaciones comunes el plazo de las


obligaciones cambiarias se halla establecido en beneficio del deudor y
también del acreedor Art. 131, “El tenedor no puede ser obligado a recibir el
pago antes del vencimiento de la letra”. En consecuencia ni el acreedor puede
exigirlo antes del vencimiento ni el deudor puede verificarlo en contra de la
voluntad de aquél debido a que el acreedor puede no convenirle recibir

207
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

anticipadamente sus fondos por no halar de pronto manera de colocarlos y aun


puede suceder que haya contado con especular con la ulterior circulación del
título.

Medio de liberación concedido al deudor en caso de no exigírsele el pago

El Art. 132, en caso de que no se exija el pago de la letra a su vencimiento


confiere al girado o cualquiera de los obligados en ella, el derecho de
depositar en el Banco de México el importe de la letra a expensas y riesgo
del tenedor, una vez transcurrido el plazo del protesto. Tal facultad implica
también una excepción al derecho común según el cual el deudor se libera
mediante el ofrecimiento de la cosa, seguido de la consignación; pero el deudor
cambiario no puede seguir ese destino ya que su acreedor le es desconocido, “al
menos legalmente, aún que de hecho no lo sea “ dice BONELLI, la verdad es que
también puede serlo el deudor del derecho común, y tan es así que el código lo
incluye ese caso expresamente; más no por eso deja de ser excepción la norma
contenida en el Art. 132. Se plantea esta posibilidad para no someter al deudor a
la necesidad de seguir un juicio.

El deudor que paga antes del vencimiento, queda responsable de la


validez del pago

El deudor que paga la letra en contra de la voluntad del tenedor antes de


su vencimiento queda sujeto a todos los riesgos consiguientes; es
responsable de la validez del pago según el 131, esto significa que deberá
cerciorares de la autenticidad de los endosos y de la capacidad del tenedor; que si
pago una letra girada en blanco y llenada abusivamente soportará las
consecuencias; que tendrá que pagar de nuevo en virtud de un decreto de
cancelación queda sin eficacia la letra pagada anticipadamente. Por lo demás, del
deudor depende ponerse a cubierto de todos esto riesgos recurriendo a un
medio muy sencillo: al endoso en su favor de la letra.

DMC - Además de esto debe incluir la cláusula "sin mi responsabilidad".

Crítica al art. 138

Finalmente el Art. 138, tiene ciertas contradicciones con el Art. 160. La acción
cambiaria en vía de regreso caduca por no haberse presentado la letra
para su pago el día de su vencimiento; en otros términos dichos los obligados
quedan liberados. Pero si quedan completamente liberados es imposible explicar la
facultad que el mismo artículo les concede para verificar el depósito de que se
trata, sencillamente porque este recaería en una cantidad que no deben. Y esto
refuerza la tesis enunciada: no es verdad que la simple falta de presentación de

208
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

una letra traiga consigo la caducidad de la misma. La única causa decisiva es la


falta de protesto.

(J) DEL PAGO POR INTERVENCIÓN

Noción del instituto, y personas que pueden pagar por intervención

VIVANTE señala que el pago por intervención es un pago subsidiario que tiene
por objeto proteger al favorecido contra el descrédito inherente al
protesto y evitarle los gastos de una serie de regresos que lleguen hasta
él.

Toda persona con excepción del aceptante puede pagar por intervención debido a
que al pagar cumple su aceptación. Si se le permitiera pagar por intervención
podría ejercer las acciones de regreso, lo que es imposible.

En cuanto al aceptante por intervención hay quienes señalan que puede hacerlo
como aceptante pero no como interventor. VIVANTE señala que no puede hacerlo
por que no se ofrece espontáneamente a pagar sino que está obligado por su
firma.

Sin embargo ésta es la doctrina dominante. Según BRACCO, aún la persona que
haya aceptado por intervención debe considerarse cuando paga como pagador por
intervención. Lo demuestra el hecho de que el aceptante por intervención,
mientras no paga, está solo obligado como lo está el favorecido y por lo tanto no
puede adquirir el derecho que resulta de la letra sino en la calidad de quien paga
por intervención. Si bien el aceptante por intervención no ofrece el pago
espontáneamente por estar obligado, pero su intervención fue espontánea al
momento de la aceptación colocándolo en la misma línea en que está situado el
que paga por intervención. Lo mismo piensa BONELLI, fundamentándose en que
es verdad que también el aceptante por intervención cumple una obligación
personal ya contraída pero se trata de una obligación por intervención.

Este es el criterio seguido por la LGTyOC con fundamento en el 133 F. I.

No hay duda respecto al recomendatario o al tercero y en cuanto al girado el


133, dice que puede intervenir como tercero, si no aceptó como girado y aún con
preferencia a cualquier otro que intervenga como tercero, salvo la excepción
contenida en el 137. TENA señala que no era necesario que la ley aclarara el
punto que girado puede pagar por intervención, ya que es un tercero y todo
tercero puede pagar por intervención. Pero no es cualquier el tercero, al ser

209
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

quien da la orden de pago, puede tener un interés moral en cubrir la obligación


cambiaria.

BONELLI señala que aún el mismo tenedor puede pagar por intervención,
declarando que se paga en favor de cualquier obligado en vía de regreso, con lo
cual liberaría a los signatarios posteriores al favorecido.

Personas en cuyo favor puede efectuarse el pago

El pago por intervención puede efectuarse en favor de cualquiera de los


obligados en la letra, aún en favor del aceptante que se rehusó a pagarla.
Respecto a los obligados indirectos, la cosa es evidente: este instituto tiene como
fin principal evitar al favorecido los gasto de los regreso. Nuestra ley ha
admitido la intervención aún en favor del aceptante, hasta el punto de prescribir
que, si el interventor no indica la persona por quien interviene se entenderá que lo
hace en favor del aceptante y si no lo hubiere en favor del girador, esto es por que
la intervención realiza mas cumplidamente sus fines si se presta a favor del
obligado directo o principal. BONELLI dice que el fin de esta institución es el de
liberar al mayor número de obligados y al hacerse en favor del aceptante se
cumple esta finalidad.

Derechos adquiridos por el interventor en virtud del pago

El que paga por intervención tendrá acción cambiaria contra la persona


por quien pagó y contra los obligados anteriores a ella, 136, establece los
efectos de dicha institución. Opera una subrogación cambiaria por efecto de la
cual el interventor adquiere los derechos del último tenedor como si los hubiera
adquirido por endoso (no es una sustitución), desde este punto de vista, la figura
no difiere del endosatario, si difiere en cuanto a solo puede ejercer sus derechos
contra la persona favorecida por la intervención y sus garantes y en cuanto a que
no puede endosar la letra.

DMC - Si realmente quiere beneficiar a una persona debe pagar por el predecesor
de la misma.

Consecuencias derivadas del art. 136

El Art. 136 se derivan las siguientes consecuencias:

Si el pago se ha hecho en favor del girador todos los endosantes quedan


ipso facto liberado.
Si el pago se hace en favor de un endosante solo quedarán exonerados los
que le siguen, no los anteriores. Con base en esas reflexiones se justifica el
137 que establece que en caso de ser varias la personas que se presentan

210
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

ofreciendo su intervención en favor de distintos signatarios, deberá preferirse la


que con la suya libere a mayor número de obligados en la letra, si hay alguno que
interviene por el aceptante será preferido sobre cualquier otro, ya que libera a
absolutamente todos.

¿Que sucede si el tenedor acepta la intervención contraviniendo dicha disposición?


En este supuesto, el que paga por intervención, si actúa de mala fe, perderá toda
acción de regreso contra cualquier signatario, teniendo derecho a reclamarle al
aceptante lo que por el pagó, si procede de buena fe, conservará su acción de
regreso contra todos los obligados. MOSSA dice que no hay contradicción en estas
dos posiciones porque el interventos adquiere el derecho autónomo de la letra,
pero tiene el de reclamarle el pago al tenedor, contra el cual pueden repetir los
que habrían quedado liberados.

El Artículo 138 al establecer que el tenedor no puede rehusar el pago por


intervención, realmente no dice nada nuevo. Lo que tiene de particular el
precepto es la sanción de la obligación que impone, la pérdida de los derechos que
al tenedor le asistirían contra la persona por quien el interventor ofrezca el pago y
contra todos los obligados posteriores a él.

El tenedor no está obligado a admitir del interventor un pago parcial

Aunque la aceptación por intervención puede limitarse a menor cantidad por el


importe de la letra, no sucede lo mismo respecto al pago por intervención debido a
lo siguiente.

1. El pago parcial no es admisible sino en aquellos casos de excepción


expresamente determinados por la ley, y esta sólo ha exceptuado el
caso del que se trata el Artículo 130.
2. El Artículo 138 señala que el tenedor no puede rehusar el pago por
intervención, y si lo hace, pierde sus derechos contra la persona por
quien el interventor ofrece el pago contra los obligados posteriores a
ello. La palabra pago no puede significar el pago parcial pues este en
realidad no es pago, y la sanción que establece este precepto revela
que está excluido el pago parcial, pues si no lo estuviera, el tenedor no
incurriría en la pérdida total de sus derechos.
3. Conforme al Artículo 160 la acción cambiaria del tenedor contra los
obligados en vía de regreso caduca por no haberse admitido el pago
por intervención en los términos del Artículo 133 a 138. Al haber
omitido el legislador toda referencia de éstos artículos, demuestra bien
clara la intención de excluir, de parte del interventor, la facultad para
pagar parcialmente.

La intervención y el protesto

211
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

El 134 manda que el pago por intervención se haga en el acto del protesto o
dentro del primer día hábil siguiente, haciéndose constar en el acta
relativa. El pago por intervención no podrá efectuarse, si no hay obligados
indirectos, estos desaparecen en el momento en que la letra deja de protestarse.

La intervención no es admisible en cualquier momento posterior al protesto


mientras no hayan prescrito las acciones de regreso, esto no es por que con esta
medida de precaución, se evitan abusos, como sería el del girado o
recomendatario que hubiesen pagado después del protesto, sin hacer constar en él
alguna declaración y pretendieren posteriormente haber pagado por honor de
alguno de los endosantes, haciendo revivir la obligación cambiaria ya extinguida
contra todos los obligados en regreso.

Si la intervención se lleva a cabo faltando alguno de los requisitos señalados por el


134, será intervención de un tercero que paga una deuda de otro y su situación
se regulará conforme el derecho común.

Puesto que la intervención supone esencialmente el protesto, es forzoso concluir


que tratándose de aquellas letras que contengan las cláusulas “sin protesto” “sin
gastos”, la intervención no produce, a menos que el tenedor quiera efectuar dicha
diligencia, lo que bien puede hacer según se infiere del segundo párrafo de aquel
artículo.

(K) PROTESTO (GÓMEZ GORDOA)

Los artículos 139 a 149 regulan el protesto, ese acto jurídico cambiaría que
establece en forma auténtica que una letra fue presentada en tiempo y
que el obligado dejó total o parcialmente de aceptarla o pagarla, según el
artículo 139.

El 140 ordena que salvo disposición legal expresa, ningún otro acto puede suplir al
protesto. Se necesita que el protesto sea eximido o sustituido por otro acto
jurídico mediante disposición expresa de la Ley.

El girador puede dispensar al tenedor de la letra de protestarla,


inscribiendo en el acto de creación de la letra la cláusula "sin protesto", sin gastos"
u otra equivalente señala el articulo 141.
La Cláusula "sin protesto", "sin gastos" u otra equivalente no libera al tenedor
de la letra de presentarla para aceptación o pago, en su caso.

Una cosa es la presentación y otra es el protesto, que consiste en el acto jurídico


en que, con la solemnidad especial que vamos a ver, se requiere al obligado a que

212
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

la acepte o en su caso, la pague. La no presentación para aceptación o para pago


deberá ser probada por quien afirme que no se realizó, es decir, por el demandado
que alegase en su defensa que la letra no se le presentó para aceptación o pago
aunque esta prueba de hechos negativos sea muy difícil.

Cuando se inscribe la cláusula "sin protesto" es para evitar al tenedor del


documento realizar ese gasto; también se usa el, termino "sin gastos". La
finalidad de la Ley es simplificar los procedimientos en materia cambiaría,
pero no liberar al tenedor del documento para que se lo presente al girado o a los
recomendatarios para que lo acepten, o al aceptante, si lo hay, para que pague.

La presentación tiene por objeto en las letras a la vista, que sean pagadas; y en
las letras que tienen otra manera de fijarse el vencimiento, que se sepa que debe
hacerse el pago en su oportunidad. No solamente tiene derecho a cobrar el
tenedor del documento, también tiene obligación de presentarlo en tiempo
oportuno, o sea, a la fecha del vencimiento.

Esa cláusula de "sin protesto" a "sin gastos" solamente la puede poner el


girador en el momento de creación de la letra y si a pesar de existir, el
tenedor lleva a cabo el protesto, los gastos no podrá cargarlos al demandado, sino
que serán a su perjuicio. ¿Cualquier redacción de la cláusula de "sin protesto’”
hecha por cualquier tenedor u obligado posterior tendrá validez?

En la práctica se usa mucho ponerla, sobre todo cuando a los tenedores se les ha
pasado el término para efectuar el protesto. Se corre el riesgo de que la letra haya
circulado y se descubra la alteración a posteriori; por eso es muy conveniente que
quien suscribe una letra de cambio obtenga copias fotostáticas.

El protesto, puede ser hecho por corredor público, notario, o, en defecto de


ambos funcionarios, por la primera autoridad política del lugar.

El protesto por falta de aceptación debe levantarse contra el girado y, en


defecto de aceptación de éste, contra los recomendatarios, si los hubiere, en el
domicilio señalado en la letra para la aceptación; si la letra no contiene
designación de lugar, en el domicilio o residencia del girado o de los
recomendatarios. Se debe realizar dentro de los dos días hábiles siguientes al
de la presentación pero siempre antes de la fecha del vencimiento.
Asimismo libera al tenedor de la presentación para el pago y del protesto
por falta de pago. Si no hay aceptación, no hay la obligación de presentar la
letra para pago ni de protestarla por falta de pago porque en orden cronológico
primero es la aceptación y luego el pago. Entonces si no hubo aceptación, es
evidentemente que el girado no va a pagar la letra de cambio.

213
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Por falta de pago debe levantarse en el lugar y dirección señalados en la letra, o


en su defecto, en el domicilio o residencia del girado, del aceptante o del
domiciliario, en su caso, y en el domicilio o en la residencia de los
recomendatarios, si los hubiere. Debe levantarse dentro de los dos dias hábiles
que siguen al del vencimiento. El protesto de las letras a la vista y de las que
no tienen señalada fecha del vencimiento debe levantarse el día de su
presentacion, o dentro de los dos días hábiles siguientes.

Las letras a la vista sólo se protestan por falta de pago.

El protesto es un acto cambiario; por tanto, debe integrarse, de acuerdo con el


principio de integración, en la letra o en hoja adherida a él; pero además debe
levantar un acta el mismo funcionario con todo lo relativo a la diligencia.

En el texto del documento solamente anota la siguiente frase: "Protestado ante mi


por falta de aceptación"-, "Protestado ante mi por falta de pago". Firma el
funcionario y con esto queda protestada la letra, constando así en el texto del
documento.

El acta extra título contiene los siguientes elementos:


1. La reproducción literal de la letra con su aceptación, endosos, avales,
es decir, íntegra; se relaciona toda la letra en el acta para efectos de
identificación.
2. El requerimiento que el notario, corredor o primera autoridad política
hacen al girado o recomendatarios, en el caso del protesto por falta de
aceptación, o al aceptante o al domiciliatario, en caso del protesto por
falta de pago.
3. Los motivos de la negativa para aceptarla o pagarla.
4. La firma de la persona con quien se entienda la diligencia, o la
expresión de su imposibilidad o resistencia a firma, si la hubiere.
5. La expresión del lugar, fecha y hora en que se practique el proteste
y la firma de quien autorizó la diligencia.

El notario o corredor actúan como autoridades, no nada más como fedatarios


de actos que realizan otros, sino que es una función, el funcionario público está
requiriendo, como un actuario de un juzgado que llega a exigir el pago en una
diligencia derivada de un juicio sumario; como funcionario, requiere de aceptación
o de pago; se le contesta que si o que no se hace. Si hay la negativa, lleva
adelante el protesto; anota las respuestas, las evasivas, las negativas o el silencio.

Si no puede entender la diligencia con las personas a las que busca: girado,
recomendatario, aceptante, entonces, cerciorado de que allí es el domicilio de esta
persona, dejará instructivo para que lo esperen dentro de equis plazo; volverá y,
si no está la persona hará el requerimiento con sus dependientes, familiares,

214
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

sirvientes o con algún vecino, como en los procedimientos judiciales. Y si no le


abren la puerta, lo hace con el policía de la esquina, o con la persona que pase y
deja el requerimiento; normalmente lo que hace es arrojar por debajo de la puerta
un instructivo en el que deja los datos.

El funcionario que haya efectuado la diligencia, conservará la letra en su


poder todo el día del protesto y el día siguiente, teniendo el obligado
durante ese tiempo el derecho de presentarse a satisfacer el importe de la
letra más los intereses moratorios desde el vencimiento hasta el momento del
pago y los gastos de la diligencia, que el notario o corredor van a cobrar ,como
gastos legítimos. Los intereses moratorias son al 6%.

TENA

El protesto en relación con las acciones directas y de regreso

Dos clases de acciones tiene el último tenedor de una letra de cambio contra los
obligados en la misma:
1.- DIRECTA - encaminada contra el deudor directo y principal. No necesita el
tenedor llenar previamente formalidades especiales, se ejerce con la sola falta de
pago. Sujeta a prescripción
2.- DE REGRESO - su nacimiento depende de ciertas diligencias que tiene que
practicar el tenedor.

Es medio insustituible para conservar las acciones de regreso, salvo el


caso del art. 141

TENA define el protesto como la certificación auténtica expedia por un


depositario de la fe pública, en la que éste hace constar el hecho de
haberse presentado oportunamente la letra para su aceptación o para su
pago a las personas llamadas a aceptarla o pagarla, sin que éstas lo hayan
hecho a pesar del requerimiento respectivo.

MOSSA lo define como el documento revestido de solemnidad formulado por un


funcionario público, que tiene toda la importancia que corresponde a la esencia de
los actos que certifica.

TENA señala que el tráfico cambiario siempre ha tenido necesidad de la


solemnidad para los actos decisivos concernientes al ejercicio y preservación del
derecho. Es indispensable el conocmiento general del normal cumplimiento de sus
obligaciones o la necesidad del regreso.

Es necesario porque el pago de los obligados indirectos está subordinado a la falta


de aceptación o de pago del obligado principal, por ello, necesitan tener la

215
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

prueba segura de que no se ha efectuado el pago o no se ha presentado la


aceptación.

Examen de la cláusula "sin protesto"

Se explica la misma en virtud de las ventajas que al girador le reporta. Debido a


que no tiene confianza en la solvencia del girado o porque no quiere herir la
susceptibilidad del girado o porque se trata de letras con muy poco valor.

TENA señala que existe en la doctrina un conflicto en torno a la prueba por lo que
se refiere a esta cláusula. Ya que la Ley señala que "la prueba de falta de
presentación oportuna, incumbe al que la invoca contra el tenedor". Algunos lo
han criticado diciendo que los hechos negativos son imposibles de probar. TENA
contesta que en realidad se prueba que si se presentó, solo que en un día diverso,
por lo que es un hecho positivo.

Con anterioridad se prohibía esta cláusula debido a que puede sucitar problemas
como que los obligados indirectos al ser requeridos de pago, no saben con
certeza, si realmente dejó de cubrirse por el deudor principal. TENA contesta a loa
anterior diciendo que su los obligados han querido libremente la situación en que
dicha cláusula los coloca

El protesto por falta de aceptación hace nacer la acción cambiaria de


regreso sin necesidad de nuevo protesto, ni siquiera de nueva
presentación. Lo contrario sucede en los casos del art. 146

El 145 establece que el protesto por falta de aceptación dispensa de la


presentación para el pago, y del protesto por falta de pago. Las letras
giradas a la vista sólo se protestan por falta de pago.

Crítica al art. 147

El 147 establece que la declaración de quiebra o de concurso del girado no exime


al tenedor de la obligación de levantar el protesto, por falta de aceptación y de
pago. TENA critica la anterior disposición diciendo que el girado, desde el
momento de aquélla declaración no puede hacer oago alguno. Por ello, La Ley
Uniforme, señaló que la exhibición del auto declaratorio de la quiebra es bastante
para que el tenedor puede ejercer sus recursos.

Por quiénes, dónde y cuándo debe levantarse el protesto

216
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

TENA solo añade a lo ya comentado por GOMEZ GORDOA que la omisión de los
requisitos de lugar, tiempo y forma produce la caducidad de los derechos
de regreso del tenedor, dando margen a la excepción de caducidad.

Cumplidos los requisitos que establece la Ley, surge la acción de regreso en


favor del tenedor, quedando únicamente en suspenso su ejercicio, así
como el de la acción directa, por todo el día del protesto y el siguiente,
pues la ley otorga al girado ese plazo de gracia para satisfacer el importe de la
letra, los intereses moratorios y los gastos de la diligencia.

(L) DE LA ACCION CAMBIARIA

La acción cambiaria de regreso tiene exclusivamente por objeto el pago.


Innovación introducida en este respecto por la ley actual

La acción cambiaria de regreso, o sea la que puede ejercitar el tenedor de una


letra de cambio contra los obligados indirectos, es una acción
exclusivamente enderezada al pago. No siempre ha sido así. Nuestro Código
de Comercio, como los que le sirvieran de modelo, le reconocía al tenedor una
acción de regreso que tenía por objeto el afianzamiento de la letra, cuando el
girado se había rehusado a aceptarla. Nuestra ley (siguiendo a la Ley uniforme),
borró esa acción, para darle en cambio al tenedor la de exigir el pago por falta de
aceptación. Innovación que pretende reintegrar en la medida de lo posible la
confianza en el título, ya desmedrada por no haber hecho el girado honor a la
firma del girador, quitando, a éste el beneficio del plazo, consentido tal vez por el
tomador y adquirentes sucesivos justamente en vista de la seguridad ofrecida.
Hay en esto un retorno al derecho común, el cual se mostraba en análogas
situaciones más riguroso en favor del acreedor. La reforma aparece consignada en
la fracción I del artículo 150.

Posición del tenedor que ha cumplido con los deberes de diligencia que la
ley le impone para impedir la caducidad de la letra, y posición del
obligado indirecto que la haya pagado

Cuando el tenedor, debido a su diligencia logra conservar los derechos que le da la


letra contra los obligados en vía de regreso; en otros términos, cuando sus
acciones contra éstos no han caducado por ninguna de las causas que
enumera el artículo 160, su posición para con todos los signatarios es la
misma, sin distinguir entre obligados directos e indirectos. Pudiendo el tenedor
elegir al que le plazca sin tener en cuenta el lugar en que figura el título,
pudiendo perseguir a todos a la vez o a algunos de ellos y sin perder nunca su
derecho contra los que no hubieren sido demandados. Esos mismos derechos le
asisten a todo obligado indirecto que haya pagado la letra, en contra de los

217
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

signatarios anteriores, del aceptante y de sus avalistas. No en contra de los


signatarios posteriores, por la obvia razón de que es garante de los mismos, al
revés de lo que pasa entre él y los anteriores (artículo 154).

¿Quid iuris si el tenedor concedió a alguno de los obligados un plazo o la


remisión misma de la deuda?

Tal pacto obligará al tenedor que lo haya consentido en sus relaciones con
el deudor contratante; pero contra los demás obligados, anteriores o
sucesivos, podrá ejercitar su acción, debido a ella éstos podrían accionar,
a su vez, contra el deudor favorecido, privándolo así de la utilidad del pacto.

Pudiera ser que a dicho pacto se le hubiese dado por los contratantes un carácter
no personal, sino real; en tal caso, beneficiaría por igual a todos los obligados
posteriores. Y no impide para llegar a esta conclusión el principio de la autonomía
de las obligaciones cambiarias, pues con, el pacto de referencia el tenedor
implícitamente ha renunciado a las consecuencias, para él ventajosas, que,
normalmente, habría podido sacar de la aplicación de aquel principio.

Inexactitud de la fórmula del art. 150

El 150 tiene una pequeña inexactitud. De éste parece deducirse que la acción
cambiaria sólo se ejercita en los tres casos que enumera, lo cual no es
verdad, pues dicha acción, (la que se funda en una letra de cambio), puede
ejercitarse en otros casos diversos de los numerados. Por ejemplo: cuando
se promoviese la cancelación, cuando el deudor cambiario demanda la devolución
del título que, a pesar de haberlo pagado, continúa en poder del tenedor, etc. La
acción cambiaria se ejercita también en estos casos; sólo que no en el proceso
cambiario, reservado privativamente a la acción que tiene por objeto el pago de la
letra de cambio.

Contenido de la pretensión cambiaria ejercitada por el último tenedor

El 152 marca el contenido de la pretensión cambiaria, cuanto ésta, con


arreglo al artículo 150, tiene por objeto el pago de la letra, y la acción se dirige
contra el obligado directo. La reclamación puede comprender.
1. El importe de la suma que figura en la letra con sus intereses
moratorios (6%), o sea los causados desde su vencimiento;
2. Los gastos del protesto y demás legítimos, como los de correo para las
notificaciones que prescribe el 2ª párrafo del artículo 155;
3. El premio de cambio entre la plaza en que debió haberse pagado la
letra y aquella en que se hizo efectiva, más los gastos de situación.

218
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

El tenedor tiene derecho de cobrar la letra en el lugar designado en ella para el


pago; por lo tanto, si el demandado la cubre en una plaza distinta, el tenedor
pueda exigirle los gastos de cambio, es decir, los fondos necesarios para
obtener la cantidad cambiaria en el lugar de pago consignado en la letra. Podría
pensarse que si el curso del cambio es favorable para el acreedor, debe éste
abonarle al deudor la diferencia respectiva; pero no es así, porque la operación del
cambio se regula sólo en favor del que ejercita la acción, ya que la ley admite
únicamente un derecho de cambio debido al que la utiliza, si bien es dueño de no
tenerlo en cuenta. Así se expresa VIVANTE refiriéndose al caso en que se ejercita
la acción de regreso; pero es claro que ello es exactamente aplicable al caso en
que el demandado es obligado principal. En cambio, el mismo acreedor, si la letra
no estuviera vencida, de su importe habrá de deducir el descuento 'calculado al
tipo de interés legal’.

Puesto que el obligado en vía de regreso que paga la letra, se subroga en los
derechos de aquel a quien pagó, poco hay que decir respecto de lo que pueda
reclamar el pagador a cualquiera de sus garantes o coobligados anteriores. Toda la
diferencia a este respecto entre su posición y la del anterior reclamante, se reduce
a no poder cobrar las costas que aquél haya tenido que cubrir en virtud de
condena judicial, y esto en razón de que, estando obligado a pagar la letra al
primer requerimiento, no le es lícito agravar con su falta la condición de los
coobligados anteriores.

La solidaridad establecida por el art. 154 no comprende a los deudores


que han suscrito el mismo acto; las relaciones que median entre ellos se
rigen sólo por el derecho común

Supongamos que tres personas firman una letra de cambio en calidad de avalistas
de alguno de los signatarios. Es indudable que el tenedor del título puede
perseguir a cualquiera de ellos, como responsables solidarios de la obligación
cambiaria, según el artículo 154. Pero no obstante el Principio de que el que paga
una letra su subroga en las acciones del tenedor satisfecho, los demás avalistas no
responden solidariamente al que pagó, y, por lo mismo, si éste quiere ejercitar
sus derechos contra alguno de ellos, sólo puede reclamarle la tercera
parte de la prestación cambiaria, porque se trata de deudores que
suscribieron el mismo acto, y el pago no le confiere al que lo hizo sino los
derechos y acciones que competen al deudor solidario contra los demás obligados
(artículo 159). Es el derecho común el que determina la cuantía de esos derechos
y acciones, como aparece del artículo 1999 del Código Civil. Es obvio que esto no
aplica con las relaciones que median entre el avalista que pagó y los
obligados anteriores, relaciones regidas de todo en todo por el principio de la
solidaridad. También es independiente de aquella regla la situación jurídica
de dicha avalista frente a los que deben responderle en razón de la
obligación causal y de enriquecimiento ilegítimo, en los términos de los

219
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

artículos 168 y 169. El avalista que paga, ¿tiene acción cambiaria contra los
demás avalistas que con él suscribieron la misma garantía? NO, puesto que las
relaciones de los avalistas entre sí, como los que median entre cualesquiera otros
signatarios que aparecen suscribiendo en el mismo acto, están regidas
exclusivamente por el derecho común. "A propósito de este artículo ----el 47
de la Ley Uniforme- la Conferencia emitió el parecer de que cuando varios
obligados se encuentran en una posición de igual grado (caso de concurso
de varios avalistas que prestan su garantía en favor de una misma persona),
aunque tales obligados hayan firmado sucesivamente, no pueden ejercitar unos
contra otros el recurso derivado de la letra de cambio. Salvo convención en
contrario, sus relaciones recíprocas se rigen en este caso por las disposiciones del
derecho común sobre las obligaciones solidarias."

Examen del art. 155

El 155 impone al funcionario que, haya autorizado el protesto, la


obligación de notificarlo a todos los signatarios que no hayan intervenido
en dicha diligencia. Se valdrá para ello de instructivos que remitirá el día
siguiente al del protesto a los interesados que residan en el mismo lugar en que
éste se practicó, y por el correo más próximo, bajo certificado y con las
direcciones indicadas por ellos mismos en la letra, a los que residan en lugar
diverso. De ello tomará razón dicho funcionario a continuación del acta. Una
obligación análoga tiene el último tenedor en el caso a que se refiere el artículo
141.

El que falte a las obligaciones antes dichas, deberá resarcir los daños y
perjuicios que por ello cause a los obligados en vía de regreso, siempre
que éstos hayan cuidado de anotar su dirección en la letra. Lo cual significa
que la acción indirecta del tenedor del título no caduca por tales omisiones o
retardos, pues lo único que la ley se propuso al establecer dichas obligaciones,
fue poner en aptitud a los obligados en vía de regreso de anticiparse a pagar la
letra, y librarse de los mayores la cuenta llamada de resaca. Este derecho
consagrado en el 156, no se extiende al deudor directo, como se infiere de los
términos en que aquél se ha formulado. Si para realizar el reembolso concurren el
girador y los endosantes, debe preferirse al girador.

Medios extrajudiciales que la ley concede al último tenedor para hacer


efectivo su derecho. ¿Subsiste la acción cambiaria aun respecto a la letra
de resaca?

El último tenedor de una letra de cambio debidamente protestado, así como


cualquier obligado en vía de regreso que la haya cubierto -cualquier pagador
cambiarlo (con excepción del aceptante, que en virtud de la letra no puede tener
derechos contra nadie, como no sea el de pagar- la y recogerla), puede entablar

220
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

su demanda judicial contra cualquiera de los obligados anteriores. Pero la vía


judicial es larga y dispendioso, así se trate del proceso cambiarlo, privilegiado y
riguroso; por lo que la ley ha puesto a disposición del acreedor otros dos
medios, rápidos y nada costosos, para hacer efectivos sus derechos.

1.-Letra de resaca -Consiste en girar a cargo del responsable elegido a la orden


de sí mismo o de otro y a la vista, una nueva letra por el importe de la primitiva
mas los accesorios. La nueva letra podrá permitirle al tenedor cobrar
inmediatamente su crédito mediante la negociación de la misma, operación
impracticable con el antiguo título. Dicha letra debe ser a la vista ya que se trata
de una obligación ya vencida, por lo que sería inexplicable cualquier término para
el pago. Se ha dicho además que todo plazo daría lugar a un descuento de parte
del banquero con quien se negociara, aumentándose así con nuevos gastos la
cuenta de resaca.

2.- Uso de la cuenta corriente - si se trata de comerciantes que entre sí la


llevan, los que anotarán en ella las partidas de abono y de cargo que a cada cual
correspondan, de acuerdo con aviso respectivo. Pero como el obligado indirecto
que deberá pagar la nueva letra, tiene derecho a su entrega y a la prueba de la
falta de pago de parte del obligado principal, toda vez que sin tales documentos no
podrá ejercitar a su turno los derechos que le asisten contra sus garantes ni
adquirir la seguridad de que no volverá a ser molestado, forzoso será que con la
nueva letra o con el aviso expresados acompañe el pagador la letra
original de cambio con su anotación de recibo, y el testimonio o copia
autorizados del acta de protesto. También deberá anexar la cuenta de
intereses y gastos incluyendo en su caso el precio de recambio (artículo 157).

Si el girado de la nueva letra, a pesar de su indiscutible obligación de pagarla, no


la paga. ¿Tendrá el girador acción cambiaria contra él? Pero ¿de dónde puede
surgir esa acción? De la letra original no, puesto que no se trata de hacerla
efectiva, ni la acción por lo tanto puede basarse en ella. ¿De la nueva letra?
Tampoco, puesto que, la resaca, por sí misma, no confiere al tenedor acción
cambiaria contra el girado que no ha aceptado la letra. En teoría, esta conclusión
parece inatacable. Sin embargo, como la nueva letra debe ir acompañada de
la primitiva (respecto de la cual no tiene aquélla ningún valor novatorio) y del
protesto, es en fuerza de estos documentos por lo que el tenedor de la
resaca puede pretender en la vía cambiaria el pago de lo que aparece escrito
en el documento y de los accesorios, esto es, de los intereses y gastos
ocasionados por el regreso.

Casos de caducidad según el art. 160. Crítica de las fracciones V y VI

El rigor de los plazos tiene una importancia especialísima en la acción


cambiarla y principalmente en la acción de regreso, como lo demuestra el

221
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

examen del artículo 160, el cual trata de los casos en que la acción cambiarla del
último tenedor de la letra caduca contra los obligados en vía de regreso, el
cual señala:

ARTICULO 160.- La acción cambiaria del último tenedor de la letra contra los
obligados en vía de regreso, caduca:
i. Por no haber sido presentada la letra para su aceptación o para su
pago, en los términos de los artículos 91 al 96 y 126 al 128; (en
realidad no se produce sólo por la falta de presentación, lo único
indispensable es la falta de protesto, ya contemplada en la fracción
siguiente).
ii. Por no haberse levantado el protesto en los términos de los artículos
139 al 149;
iii. Por no haberse admitido la aceptación por intervención de las
personas a que se refiere el artículo 92 (pierde el tenedor la acción
para el efecto de dar por vencida la letra por falta de aceptación; no la
pierde para el efecto de exigir el pago al vencimiento de aquélla, si no
hay otra causa de caducidad);
iv. Por no haberse admitido el pago por intervención en los términos de
los artículos 133 al 138;
v. Por no haber ejercitado la acción dentro de los tres meses que sigan a
la fecha del protesto o, en el caso previsto por el artículo 141, al día
de la presentación de la letra para su aceptación o para su pago; y
vi. Por haber prescrito la acción cambiaria contra el aceptante, o porque
haya de prescribir esa acción dentro de los tres meses siguientes a la
notificación de la demanda.

Hay que hacer respecto de los dos últimos incisos algunas observaciones:

En cuanto al penúltimo, la acción indirecta sólo pueda ejercitarse dentro de


un plazo de tres meses, cuando la directa cuenta con el de tres años, que
es el plazo fijado para la prescripción de la misma (artículo 165). El fenómeno no
es nuevo. También la obligación de los fiadores en el derecho común dura mucho
menos que la del deudor principal, pues también caduca el derecho, de regreso del
acreedor a consecuencia de su inercia, según aparece del artículo 2849 del Código
Civil. Con mayor razón debe acontecer lo mismo en el derecho cambiario, en razón
de la multiplicidad de los garantes, y, principalmente, de la especial tutela que
merecen expuestos como están a sufrir en cualquier momento la reclamación de
los obligados posteriores que hayan cubierto la letra, reclamación acaso
sobrecargada con los accesorios respectivos ocasionados por múltiples regresos.

Por lo que toca a la fracción final, nada podemos decir en su favor. Ni la primera ni
la segunda parte parecen correctas. La primera debió omitirse por inútil. Todos
saben que extinguida la acción contra el aceptante, es imposible que subsista la

222
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

acción contra los demás obligados. Y, por otra parte, ¿por qué se preocupó el
legislador de sólo la prescripción? ¿Pues no cabe decir exactamente lo mismo de
las demás causas que, como el pago, pueden acabar con la acción cambiaria
directa, acabando eo facto con la acción de regreso?

Pero la segunda parte de la dicha fracción es todavía más criticable. Según ella, la
acción de regreso caduca porque haya de prescribir la acción contra el aceptante
dentro de los tres meses siguientes a la notificación de la demanda es decir,
cuando hayan transcurrido dos años nueve meses, cuando menos, de haber
vencido la letra, que prescribe en tres años. Pero si es así, la acción del tenedor
contra los obligados en vía de regreso es imposible que caduque, por la
sencilla razón de que caducó desde mucho antes (dos años seis meses), es
decir, desde que transcurrieron los tres meses siguientes a la fecha del protesto,
según la fracción V.

Caducidad y prescripción. La ley en oposición con la sana doctrina

Analiza ahora el problema de la naturaleza de la caducidad y de las diferencias que


la separan de la prescripción.

BOLAFFIO ha escrito lo que sigue: "En derecho cambiario, caducidad no quiere


decir pérdida de un derecho que se posee, sino impedimento para adquirirlo. La
caducidad cambiaria impide que nazca el derecho cambiario,
precisamente porque no se llenaron las formalidades requeridas para
preservar la acción cambiaria.

Por el contrario, la prescripción cambiaria es la pérdida del derecho


cambiario que ya se posee, pérdida determinada por la inacción (de tres años
en México) del poseedor para ejercitarlo...

La prescripción cambiaria supone, por su propia naturaleza, que el derecho


cambiario existe y que es ejercitable, pero que no se hace valer durante el término
legal o convencional, pasado el cual la inacción del acreedor autoriza al deudor
para oponerle la extinción del derecho cambiario.

La caducidad, por el contrario, impide que el derecho cambiario surja en virtud de


la falta de los elementos legales (condiciones iuris) exigidos para su existencia o
para su ejercicio. Las formalidades oportunas se requerían para la
adquisición del derecho cambiario en contra de ciertos obligados. Si
infructuosamente transcurrió el plazo, no pudo surgir el derecho con relación a los
mismos.

Si las formalidades quedaron cumplidas oportuna y regularmente, nació el derecho


cambiario (por lo que no hay caducidad), solo puede perderse en virtud de la

223
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

prescripción. Así, si oportunamente se levantó el protesto seguido de las


notificaciones y avisos prescritos por la ley, de caducidad no podrá ya hablarse.
Correrá únicamente el término de la prescripción consumada la cual, al poseedor
de la letra, con todo y haber preservado su acción cambiaria, le será oponible la
prescripción, en el nuevo juicio cambiario que promueva.

Esta teoría, desgraciadamente no resulta del todo exacta, mirada a la luz de


nuestro ordenamiento positivo. Si la confirman las cuatro primeras fracciones del
artículo 160, la desmienten en cambio las otras dos. Estas suponen, en efecto
que la acción que ha caducado, ha nacido ya a la vida jurídica: nacido,
porque el tenedor ha llenado las formalidades exigidas por la ley para la
preservación de la acción de regreso; y ha caducado, porque no ha sido ejercitada
dentro de cierto plazo (fracción V), o porque la acción principal ha prescrito
(fracción VI).

¿Cuál es entonces la diferencia substancial entre el instituto de la caducidad y el


de la prescripción?

No es posible marcar en forma satisfactoria la diferencia mencionada.


¿Qué puede hacer el intérprete cuando el legislador, para definir un instituto,
recurre al sistema enumerativo e involucra en su enumeración especies o
categorías informadas en criterios contradictorios? Porque ¿qué tiene de común la
fracción V (prescindiendo de la VI que no merece consideración), con las cuatro
que le preceden? El concepto de caducidad, tal como lo expone BOLAFFIO, brota
espontáneo de esas cuatro fracciones, que presuponen como único y esencial
fundamento de la caducidad, la omisión de hechos indispensables para el
nacimiento de la acción de regreso; pero la fracción V sale (y lo mismo ocurría en
el derecho italiano antes de la recepción definitiva de la Ley Uniforme) con que la
caducidad también resulta de no ejercitar dentro de cierto plazo el derecho ya
nacido, parangonándola en lo absoluto con la prescripción extintiva, de la cual en
substancia no difiere en un solo punto. ("Prescripción es -dice el artículo 1135 del
Código Civil- un medio de... librarse de obligaciones, mediante el transcurso de
cierto tiempo y bajo las condiciones establecidas por la ley." Y el 1136 añade: " ...
la liberación de obligaciones, por no exigirse su cumplimiento, se llama
prescripción negativa'.)

Ni se diga que, esa prescripción de que habla la fracción V, no es la prescripción


definida por el Código Civil, porque aquélla ni se suspende (salvo el caso de fuerza
mayor), ni se interrumpe, como lo declara el artículo 164, estas serán
modalidades que afectan la prescripción especial de que se trata, pero que dejan
en pie la esencia del instituto. Por lo demás, veremos dentro de poco que, en el
sistema de la ley Uniforme, la suspensión limitada a la producida por una fuerza
mayor, la imposibilidad de toda interrupción, solo reza con los plazos de la
verdadera caducidad, con los plazos que señalan las cuatro fracciones indicadas.

224
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

No incurrió en estas censuras la Ley Uniforme, para la cual la caducidad no existe


sino en los casos en que el tenedor ha omitido los deberes de diligencia exigidos
para el nacimiento e la acción, y que nuestra ley comprendió en las cuatro
fracciones referidas. El concepto de caducidad acogido por la fracción V de la ley
mexicana, es para la Ley Uniforme prescripción, y nada más que prescripción, y
constituye el contenido del artículo 94 de la vigente ley italiana. Con acierto
redujo a la unidad ese artículo todo el instituto de la prescripción cambiaria,
expurgándolo de toda idea de caducidad, que es cosa bien distinta. La Ley
Uniforme acogió la teoría de BOLAFFIO y es una lástima que no haya hecho lo
mismo la ley mexicana.

Análisis del art. 164

Dispone el 164 que "los términos de que depende la caducidad cambiaria, no se


suspenden sino en caso de fuerza mayor, y nunca se interrumpen".

La ley vuelve a incurrir aquí en la confusión y promiscuidad de conceptos del


artículo 160. La Ley Uniforme, al tocar este punto, se refiere a la caducidad con
exclusión de la prescripción. En cuanto a la prescripción, dicha ley no contiene
normas que modifiquen las reglas generales del derecho mercantil, que son
comunes, en esta materia, al derecho civil. Interrumpen la prescripción cambiaria
todos los actos que consisten en el ejercicio del derecho por parte del acreedor, o
en el reconocimiento de la obligación por parte del deudor, y que hacen cesar por
eso la inercia que constituye el presupuesto de la eficacia extintiva del transcurso
del tiempo. Tampoco contiene normas particulares en punto a la suspensión,
siendo aplicables por lo mismo las que regulan la suspensión en derecho común.

Así pues, en los Estados en que rige la Ley Uniforme nuestro artículo 164 sólo se
justificaría reduciendo su aplicación a los plazos de la caducidad propiamente
dicha; pero en México, por obra de la fracción V, tendremos que decir, incurriendo
en un error jurídico, que el plazo que ella señala, nunca se interrumpe y sólo
se suspende por fuerza mayor. Se explica que el plazo para levantar el
protesto no se interrumpa jamás y que únicamente se suspenda en caso de fuerza
mayor, pero no sabernos por qué haya de ser lo mismo tratándose del plazo para
ejercitar la acción.

Hay una norma particular en materia de prescripción cambiaria, que no existe en


la prescripción común; pero esa norma no es propia y exclusiva de la acción
cambiarla de regreso, es decir, de la prescripción susceptible de caducidad, sino de
la prescripción cambiaria en general. Por lo cual no puede sacarse de ella un
argumento en contra la tesis de TENA, tal norma es la contenida en el 166.

225
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

La razón de la discrepancia es que el 166 se funda en la autonomía de las


obligaciones cambiarias, salvo que esta deje de existir que se da en el caso que
dos o más obligados cambiarios aparecen suscribiendo un mismo acto.

Caducidad de la acción del obligado en vía de regreso que paga la letra,


contra los obligados anteriores

Declara el 161 que la acción del obligado en vía de regreso que paga la
letra, contra los obligados en la misma vía anteriores a él, caduca:

1. Por haber caducado la acción de regreso del último tenedor de la letra


de acuerdo con las fracciones I, II, III, IV y VI del 160. Como se ve, la
ley exceptuó únicamente la fracción V. Tal excepción es, en sí misma,
fundada, pues si para el último tenedor se había ya extinguido por el
transcurso de los tres meses la acción cambiaria, es imposible
reputarla viva en el que le sucede. Pero la excepción resulta ilógica,
ya que en el artículo anterior el legislador estimó esa causa
como causa de caducidad, colocándola en la misma línea que
todas las otras;
2. Por no haber ejercitado la acción dentro de los tres meses que sigan a
la fecha en que hubiere pagado la letra, con los intereses y gastos, o,
si no se allanó a pagarla voluntariamente, a la fecha en que le fue
notificada la demanda respectiva. Por superfluas se tienen las palabras
"con los intereses y gastos accesorios"; pues qué, ¿si el acreedor tuvo
a bien remitirlos, perderá por eso el pagador su acción de regreso?, y
3. Por haber prescrito la acción cambiaria contra el aceptante, o por- que
haya de prescribir dentro de los tres meses que sigan a la notificación
de la demanda.

Examen del art. 163

Para la mejor comprensión del artículo 163 deberá tenerse en cuenta que sólo el
girado-aceptante, y sus avalistas, son deudores directos y principales. Todos los
demás signatarios de la letra son obligados indirectos, o en vía de
regreso, y contra quienes puede el tenedor proceder a falta de pago del girado-
aceptante y de sus avalistas. Ostentan, pues, la calidad de tales el girador, los
endosantes, los avalistas de éstos o de aquél y los aceptantes por intervención.
Los avalistas del aceptante no son obligados de regreso y, por lo mismo, la acción
del tenedor no puede caducar, porque, el 116 sitúa en idéntica línea al avalista y
al avalado, por lo que ve a las acciones que contra ellos pueden ejercitarse.
MOSSA dice que la obligación de garantía para la aceptación de la letra se
extiende a los avalistas del girador y endosantes; pero no es verdad que el aval
sea, por sí mismo, una obligación de regreso, y que el derecho uniforme haya

226
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

transformado el carácter del aval del aceptante en el de una garantía sometida a


la condición del protesto.

En cambio, el aceptante por intervención sí es obligado en vía de regreso,


porque la aceptación por intervención (por honor), asienta el mismo MOSSA, es
posible solo en interés de un obligado de regreso. Su obligación, por lo tanto,
queda sujeta a iguales o análogas condiciones, formas y términos. En efecto, el
aceptante por intervención no puede intervenir con otro fin que con el de librar de
la acción de regreso a tal o cual signatario, como ya se ha visto.

Con razón el 163 declara que "la acción cambiaria de cualquier tenedor de la letra
contra el aceptante por intervención ... caduca por no haberse levantado
debidamente el protesto por falta de pago. . .Pero también caduca contra el
aceptante de las letras domiciliadas. . . " Mas la razón de esta añadidura no se
alcanza a percibir, es porque no se alcanza a comprender qué diferencia pueda
existir entre una letra no domiciliada y otra domiciliada para los efectos de la
caducidad. No parece sino que ese artículo 163, en el punto de que tratamos
volvió al concepto arcaico, ya abandonado por el derecho moderno, de que hemos
hablado en distintas partes.

Acción causal y acción de enriquecimiento

Cuando la acción cambiaria ha caducado por alguna de las causas a que se han
referido, y el tenedor ha perdido por ende todos sus derechos contra los
obligados en vía de regreso, no puede decirse que lo ha perdido todo. Pueden
quedarle todavía dos acciones: la acción causal y la de enriquecimiento
ilegítimo, en los términos y condiciones siguiente:

Por lo que atañe a la primera, hay que recordar que la constitución de una relación
cambiaria está siempre determinada por otra relación, civil o mercantil, que
constituye su causa. Nadie gira ni, en general, suscribe una letra de cambio, si no
es en virtud de un negocio anterior, concomitante o futuro.

La acción causal y la cambiaria pueden perfectamente coexistir, y lo normal es que


coexistan; salvo que el deudor logre de mostrar que con la emisión o la
transmisión de la cambiar se quiso extinguir la obligación nacida de la relación
fundamental, substituyéndola con la obligación cambiaria, quedando entonces
obligado para con el acreedor, a cuyo favor emitió o endosó el título,
exclusivamente sobre la base de este mismo. De la precedente obligación, civil o
mercantil, que quedó extinguida en fuerza de la novación, no sobrevive nada.

El deudor, para demostrar el hecho de la novación, podrá recurrir a las


declaraciones expresas y unívocas, escritas o verbales, de parte del acreedor, que
hayan acompañado la entrega de la cambial, como por ejemplo la declaración de

227
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

recibo o saldo por liquidación final, por transacción de cualquiera deuda


procedente; o bien mediante la prueba de hechos realizados por el acreedor de los
que pueda inferirse tal intención, por ser incompatibles con la intención contraria
de dejar subsistente la obligación fundamental, como por ejemplo la restitución al
deudor o la destrucción en su presencia del Título original del crédito, o, sea del
documento constitutivo o probatorio del crédito originario.

La simple declaración de recibir la cambial "en pago" puede expresar por sí misma
tanto la intención de recibirla "pro soluto', esto es, como medio de pago actual
en substitución de la moneda, o la intención de recibirla "pro solvendo", o sea
como medio para efectuar un pago futuro, debe interpretarse en este último
sentido. Esta doctrina, tomada de ANGELONI, está expresamente acogida por
nuestro artículo 7°.

Puede ser que el tenedor de una letra de cambio -según el 169- haya perdido por
causa de caducidad la acción de regreso contra el girador y no cuente tampoco
con ninguna acción causal, porque jamás la haya tenido. Esto último se realizará
normalmente en el caso de que el tenedor, al recibir la letra, haya novado la
relación fundamental que lo ligaba al girador, o bien en el caso de que ésta sea
nula o pueda ser anulada. Del mismo 169 se infiere esta ausencia originaria de la
acción causal en contraste con la cambiaria que el tenedor tenía y que dejó
perder. De la primera se "carece", la segunda se "extingue", y, por otra parte, la
acción de enriquecimiento prescribe en un año contado desde el día en que
"caducó la acción cambiaria". Ni una palabra dice el precepto acerca de la acción
causal.

Cuando el tenedor no cuenta con ninguna de estas acciones, puede


todavía obligar al girador, mediante una nueva acción llamada de
enriquecimiento, a que lo repare, en todo o en parte, la pérdida sufrida por la
falta de pago de la letra. "Es una sanción pronunciada por la equidad - MOSSA -
frente a la pérdida de la acción cambiaria o de cualquiera otra apoyada en el título.
Es esencialmente una sanción contra la teoría "moneda de papel", que pretende
aniquilar con la prescripción cualquiera acción o derecho. Es un extremum
remedium legis, para evitar, por una parte, que de la pérdida de toda acción
cambiaria posible -como dice ANGELONI- y de la falta de una acción causal,
sufra el tenedor un daño irreparable, por no poder recobrar por otro medio el
valor de la letra, que tenía derecho de considerar como ingresado definitivamente
en su patrimonio; y, por otra parte, que haya un obligado, que por negociar el
título haya recibido una contraprestación equivalente, beneficio que sería injusto,
por quedar exento de, la obligación de cubrir la cambial.

Para la procedencia de la segunda, es necesario que se carezca de las dos


no sólo contra el girador, sino también contra los demás signatarios

228
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

No basta para la procedencia de la acción carecer de la cambiaria y de la causal


contra el girador demandado; es preciso, según el propio 169, que también se
carezca de una y otra contra los demás signatarios. Así, el tenedor que ha
perdido toda acción cambiaria si tiene la causal contra su endosante (como
ocurrirá normalmente), no puede ejercitar la de enriquecimiento contra el girador,
aun cuando éste no haya hecho la provisión al girado.

Contenido de la acción de enriquecimiento

El contenido de la acción de enriquecimiento puede no coincidir con el de


la acción cambiaria o causal. La acción de enriquecimiento tiene por objeto
un crédito incierto, indeterminado, que puede ser inferior a la suma cambiaria,
tendrá por medida el valor del enriquecimiento injustamente obtenido por el
girador en daño del tenedor, es decir, lo que no ha dado, o la parte del valor que
ha dado de menos, con relación a lo que debió haber dado cuando negoció la letra.
Ello resultará de la prueba que al respecto rinda el tenedor demandante. Así, si no
se ha enriquecido nada deberá. Por ejemplo, el girador que no ha hecho la
provisión al girado porque era acreedor suyo por la misma suma cambiaria, en
virtud, de una donación; pero se habrá enriquecido por la mitad de esa suma, y
sólo ésta podrá serle reclamada, si, debiendo hacer la provisión, la limitó a sólo la
mitad. En una palabra, y como bien lo dice la fórmula del precepto, "el tenedor
puede exigir al girador la suma de que se haya enriquecido en su daño".

La acción presupone la obtención de un lucro indebido por parte del


girador, en daño del tenedor

Para que exista el enriquecimiento que da margen a la acción de que tratamos, es


preciso que el girador obtenga un lucro indebido derivado de su liberación
respecto de toda acción cambiaria o causal; que se quede por esta causa con
un valor que, en vez de ingresar sin derecho en su patrimonio, debió ingresar en
el del tenedor del título.

Para explicar esta situación hay que acudir a dos casos distintos:

1.- Supongamos que el girador emitió la letra para pagarle al tenedor una suma
que le debía, pero siendo, por otro lado, acreedor del girado en virtud de deberle
la misma cantidad., En esta hipótesis, si por efecto de la caducidad de la acción
cambiaria y de la falta de la causal, el girador queda del todo liberado, se evitará
con ello el perjuicio de tener, que responder del incumplimiento del otro, pero no
obtendrá ningún lucro por esa causa. No hay por lo tanto en este caso el
enriquecimiento ilegítimo.

2.- Supongamos ahora que el girador hubiese girado en descubierto, es decir, sin
estar amparada la letra por una provisión. En esta hipótesis, la liberación definitiva

229
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

derivada de la inexistencia de toda acción, le procuraría una ganancia ilícita, el


precio de una mercancía -pongamos por caso- que entró en su patrimonio sin que
de éste haya salido ningún contravalor destinado a pagarla.

Limitación de la legitimación pasiva establecida por el art. 169

El 169 limitó la legitimación pasiva, al establecer que sólo contra el girador


puede intentar el tenedor la acción de enriquecimiento. Nuestro legislador
abandonó el criterio de Ginebra, abrazado por la ley italiana, según el cual la
acción también puede deducirse contra el endosante y aceptante. En cuanto al
endosante, bien pudo éste haber recibido la letra contra la promesa, incumplida
por su parte, de entregar su valor a quien se la transmitió; al endosarla después al
tenedor, y quedar liberado de toda acción de regreso y causal, obtuvo en perjuicio
de éste un enriquecimiento ilegítimo. Pero contra lo que decidió la Ley Uniforme,
seguida por la italiana, no opinamos lo mismo, con relación al aceptante, ya que
contra él conserva el tenedor su acción cambiaria directa, no obstante la
caducidad. Por lo demás, in iure condenado, no creemos que haya ningún
obstáculo. para colocar la prescripción, tratándose de la acción directa, en la
misma línea en que la caducidad se encuentra colocada tratándose de la de
regreso, como lo hizo la Convención de Ginebra y después la ley italiana en su
artículo 67.

230
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

2. Pagaré

GÓMEZ GORDOA - DEFINICIÓN: Título de crédito en virtud del cual una


persona, llamada suscriptor, promete y se obliga a pagar a otra, llamada
beneficiario, una determinada suma de dinero en un plazo (DMC - agrega -
época y lugar) determinado, con un interés o rendimiento.

Naturaleza Jurídica

Es un título de crédito ya que reúne los requisitos de estos. Esta destinado a


circular y es un documento a la orden.

Requisitos

Artículo 170

El pagaré debe contener:

I.- La mención de ser pagaré, inserta en el texto del documento;

La palabra "pagaré" debe entenderse com un sustantivo, no como un verbo. Es


un requisito rígido.
La frase que mas se usa es: "Por medio de este pagaré me obligo a pagar a "x" la
cantidad de $ "y", en la fecha "z", con intereses de "i".

II.- La promesa incondicional de pagar una suma determinada de dinero;

Es esta la mayor diferencia entre una letra de cambio y un pagaré, ya que la


primera es una orden incondicional de pago. Surge el pagaré en evolución de los
títulos como un nuevo instrumento con todas las ventajas sobre la letra.

Solo existe el creador de la letra, equiparable al girador, es una declaración


unilateral de la voluntad.

Subiste la domiciliación porque es posible que el suscriptor prevea que no va a


estar en su domicilio en la fecha de pago y que, por tanto, le conviene que el
pagaré se presente para efectos de pago en un domicilio distinto al suyo, regulado
por el 173.

III.- El nombre de la persona a quien ha de hacerse el pago;

231
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Queda clara la característica de ser un título a la orden.

IV.- La época y el lugar del pago;

Si no se menciona la fecha de vencimiento, se entiende que es a la vista y si no se


señala el lugar, se tiene por domicilio el que lo suscribe

V.- La fecha y el lugar en que se subscriba el documento; y

Al no ser una carta, sino un reconocimiento de una obligación de pagar, trae la


fecha y lugar al fina, como los escritos y contratos.

VI.- La firma del suscriptor o de la persona que firme a su ruego o en su


nombre.

El nombre de su creador es suscriptor. Se equipara al aceptante, él hace la


promesa, como si diera una orden a sí mismo. Por ello, tiene la doble función y
doble responsabilidad de pagar a cualquier tenedor, y cuando él paga, se extingue
el pagaré.

El pagaré es el documento que viene a perfeccionar la letra de cambio, suprime la


figura del girado y autoriza y prevé la estipulación de intereses, que se
adicionan a la suerte principal. El suscriptor señala la tasa que convenga al
obligarse y prometer su pago, no habiendo tope ni máximo ni mínimo.

DMC - señala que aunque en las leyes civiles no existe tope para la señalización
de intereses, penalmente se puede incurrir en el delito de usura, previsto como un
tipo de fraude equiparado.ç

Se pueden plantar dos tipos de intereses;


Natural - que es aquel que corre desde la suscripción hasta la fecha de pago y los
moratorios que son aquellos que corren desde la fecha de vencimiento del pagaré
hasta el pago del mismo, si no se estipulan estos, se debe entender que son los
legales a razón del 6%. El 174 señala el método de establecimiento del mismo
para su pago.

Utilización

Los pagarés pueden ser prendarios, es decir, garantizan una obligación principal
contenida en el propio pagaré.

Tiene una utilización muy importante en la vida mercantil, sustituyendo en


muchísimas operaciones a la letra de cambio y utilizándose prácticamente en
todas las operaciones de préstamo.

232
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Hay formularios o esqueletos de pagarés en que se pactan pagos sucesivos o


algunas otras diferentes a las ya conocidas, pero se entiende que en estos casos
deben ser pagadas a la vista. Es nula la estipulación de que si se deja de pagar un
pagaré de una serie a cago de un mismo suscriptor, todos se darán por vencidos.

TENA

Semejanzas entre la letra de cambio y el pagaré

Son muy contadas las diferencias que separan el pagaré de la letra de cambio,
tienen como semejanzas:
1.- Ambos ostentan en, el mismo grado los atributos de la abstracción, de la
autonomía, de la literalidad, de la legitimación;
2.- los dos se encuentran sometidos a la misma ley de circulación, el endoso;
3.- el pagaré debe contener los requisitos formales de la letra de cambio, con
excepción de aquellos pocos que son incompatibles con la estructura del primero;
4.- las normas del vencimiento son las mismas en los dos títulos;
5.- del aval y del pago, referidos a la letra de cambio, es exactamente aplicable al
pagaré;
6.- también es aplicable el protesto, salvo aquellas disposiciones que, por tener en
cuenta al girado o aceptante, son inaplicables al pagar, en que tales figuras no
existen, y lo mismo ocurre respecto de las acciones ejercitables por el tenedor del
pagaré.

Diferencias que los separan

Las diferencias entre pagaré y letra de cambio provienen, fundamentalmente, en


que mientras en la letra existe siempre una orden de pago, una asignación,
realizada por el girador al girado para que pague al tomador, o a quien éste
ordene, una suma de dinero, la figura del girado no se presenta nunca en el
pagaré, porque la obligación directa de cubrir dicha suma recae sobre el
suscritor, o sea sobre el creador del título. En tanto que la letra de cambio
debe contener “la orden incondicional al girado de pagar una suma determinada
de dinero" (fracción 111 del artículo 76), el pagaré contiene "la promesa
incondicional de pagar el mismo prometiente una suma determinada de dinero"
(fracción 11 del artículo 170). He ahí la diferencia substancial de que las demás
arrancan, como meras derivaciones de aquélla, por ejemplo:

1.- Nada tienen que ver aquí las normas que disciplinan la aceptación de la letra
de cambio, así se trate de la aceptación por intervención;

233
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

2.- Nada las reglas referentes a la pluralidad de ejemplares y de copias, institución


que ha obedecido principalmente a la necesidad de evitar el peligro de una pérdida
de la letra cuando hay que remitirla a otra plaza para la aceptación del girado;
3.- Nada tampoco la materia concerniente al pago por intervención, que supone la
negativa de aquél.

La reglamentación del pagare debe limitarse a recoger aquellas normas


propias y exclusivas que lo distinguen de la letra, como son las contenidas
en las dos primeras fracciones del artículo 170; la posibilidad de estipular
intereses, prohibida en la letra de cambio, la equiparación del suscritor aceptante.

Equiparación del suscritor al aceptante

El artículo 174 expresa así en su párrafo final: "El suscriptor del pagaré se
considerará como aceptante para todos los efectos de las disposiciones
enumeradas antes". Esto es perfectamente lógico. Entre el aceptarte de una letra
de cambio y el suscritor de un pagaré no hay ninguna diferencia desde el
punto de vista de sus obligaciones cambiarias, ya que ambos responden
directamente de las mismas. Contra los demás signatarios podrán deducirse
únicamente acciones de regreso; contra aquellos, la acción es directa y principal, y
quedarán sometidos por lo mismo a idéntico tratamiento, en derecho material
como en derecho formal. La limitación o, si se quiere, la aclaración que hace dicho
artículo con las palabras "para todos los efectos de las disposiciones enumeradas
antes", parece redundante.

Excepciones criticables establecidas a este principio por el art. 174

Extraña es la excepción contenida en el 174, ya que el legislador ha asimilado el


suscriptor al girador (obligado indirecto o de regreso) en los casos de los artículos
168 y 169, según lo expresa en la parte final del artículo que estamos estudiando.

En cuanto al 168, se ignora la razón de la equiparación; y por lo que toca al 169


la inspiró la excepción, de que, como la acción de enriquecimiento sólo procede
contra el girador, en un pagaré en que nunca lo hay, pero que también puede dar
margen a dicha acción, había que substituir al girador por el suscriptor; de otro
modo, o era inadmisible cualquiera acción de enriquecimiento contra todo principio
de justicia, o se admitía contra personas distintas del suscriptor, quebrantando el
criterio del artículo 169, que sólo tiene como sujetos de legitimación pasiva a
obligados diversos del girador.

TENA señala, que ninguna diferencia debería existir en este punto. Si, como el lo
cree, la acción de enriquecimiento no puede ser intentada contra el aceptante de
una letra de cambio, tampoco puede serlo contra el suscriptor de una pagaré,

234
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

contra los cuales tiene siempre el tenedor la acción directa que nunca caduca, y
que sólo muere por causa de prescripción.

Estima, por lo tanto, que nuestro ordenamiento positivo salió perdiendo desde el
punto de vista de la claridad y de la lógica, con la modificación que introdujeron
sus autores en la fórmula italiana, en que se basaron; fórmula idéntica a la
adoptada en Ginebra, redactada así sencillamente "El suscritor de un pagaré está
obligado de la misma manera que el aceptante de una letra de cambio."

La admisión de la cláusula de intereses es inconciliable con el art. 78

En cuanto a la facultad de estipular intereses en un pagaré, claramente reconocida


en el segundo párrafo del artículo 174, el legislador incurrió aquí en grave
inconsecuencia consigo mismo. Si rechazó respecto de la letra de cambio (artículo
78) cualquiera estipulación de intereses, reputándola como no escrita, debió
haberla rechazado también tratándose del pagaré. La Justificación de lo
anterior se encuentra señalado en los requisitos de la letra de cambio,
especialmente lo que se dice en la fracción III.

235
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

3. Cheque

DEFINICIÓN: Título de crédito en virtud del cual una persona llamada


librador, da una orden incondicional de pago a una institución de banca
múltiple para que contra la entrega del propio cheque pague una suma
determinada de dinero a la vista al beneficiario, que puede ser una
persona determinada o el portador del título de crédito.

Teorías sobre su naturaleza jurídica [GONZÁLEZ BUSTAMANTE]

1. Del mandato de pago: en el cheque hay un contrato de mandato;


mandante es el librador y mandataria la institución de crédito que recibe el
mandato de pagar al beneficiario. No es mandato, porque lo sustancial al
cheque es la relación entre librador y beneficiario.
2. De la cesión de crédito: el librador le cede un derecho de crédito que tiene
contra la institución de crédito al beneficiario. En las cesiones no se
garantiza la solvencia del deudor, sino sólo la existencia del crédito, y con el
cheque sí se garantiza la solvencia.
3. De la delegación: la obligación del librador frente al beneficiario es
transmitida al librado (institución de crédito). Es inexacta porque el
delegante que es librador deja de estar obligado frente al delegado y así no
sucede con los cheques.
4. De la estipulación a favor de tercero: Hay un acuerdo entre librador y
librado, de que la institución de crédito pague a la persona tercera que lleve
un cheque suscrito por el librador. No contempla la relación entre librador y
beneficiario.
5. De la gestión de negocios: Gestor es la institución de crédito, que está
realizando una función de servicio y que puede hacer el pago en efectivo,
por ello se le paga una persona a través de una institución de crédito como
prestadora de ese servicio. Pero la función del cheque es mucho más
importante que una simple gestión de negocios.
6. De la asignación: el asignante es el librador, el asignado es la institución
de crédito y el asignatario es el beneficiario. Pero en materia de cheques se
consuma la obligación por parte del librador. Esta teoría no contempla todas
las características del cheque como instrumento de pago a la vista.
7. Teoría mexicana de la LGTOC: la naturaleza jurídica es la de un
instrumento de pago, un título de crédito que sirve para solventar
obligaciones, no a plazo y siempre a la vista. Esto se fundamenta en el
artículo 178.

Se deben tener en cuenta dos aspectos del cheque:

236
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

1.- Para que pueda existir se necesita que previamente haya un contrato de
depósito bancario de dinero.

2.- De ese contrato surge por un lado la facultad del depositante de entregar a
su arbitrio sumas de dinero en depósito a la institución de crédito elegida y, por
otra, la obligación de esa institución bancaria de guardar y custodiar esas
sumas de dinero y devolverlas al depositante en el momento que éste lo
requiera, mediante la expedición de cheques.

Ese contrato es solamente de dinero y el depositante tiene el derecho de


requerir a la institución que le devuelva las cantidades depositadas, total o
parcialmente, lo que hace otorgando un recibo a la institución en el que se haga
constar que esta le ha devuelto sus depósitos. Ese recibo se convirtió a lo largo
del tiempo en el cheque.

La diferencia entre un billete de banco y un cheque es que para este último se


haga efectivo es necesario que en el depósito bancario prexistente haya
cantidad suficiente para cubrir el importe.

A través de este instrumento de pago se crea una masa de dinero superpuesta


al circulante monetario normal. Pero la crítica anterior no es cierta debido a que
teóricamente el cheque es un representativo de dinero existente en el banco.

Funciones del cheque:

a. servir de instrumento para que el depositante retire su dinero


depositado en una institución de banca múltiple
b. instrumento de pago. Esta función justifica el título de crédito. El
librador del cheque tiene una nueva causa, el negocio subyacente en
virtud del cual va a pagarle a través de la institución de crédito. Hay
que distinguir el negocio subyacente dependiendo de la relación de
que se esté hablando: LIBRADOR Y LIBRADO – Depósito bancario de
dinero a la vista y LIBRADOR Y BENEFICIERIA – La relación que le de
origen. Si no fuera porque el cheque está supeditado a la
honorabilidad del librador, el cheque sería igual que el dinero.

Algunas indicaciones históricas acerca del cheque

Genuino producto del depósito bancario es el cheque. Apareció tras el desarrollo


de las operaciones de banco y cuando el depósito se había arraigado en las
costumbres de los hombres de dinero, conscientes de las grandes ventajas que
ofrecía confiar a un banquero su servicio de caja. En Inglaterra, llamada "la tierra
de elección del cheque” fue donde se generalizó y difundió. Aunque el legislador
intervino en su regulación hasta 1882 (con la promulgación del Bill of exchange),

237
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

después de que Francia había ya expedido su primera ley sobre la materia en


1865; pero antes de las leyes los usos disciplinaban el cheque en Inglaterra (como
también en Estado Unidos), creando las normas en que habían de inspirarse los
futuros ordenamientos de los demás pueblos.

Es, pues, el cheque de aparición relativamente reciente. El desarrollo del mismo


en Inglaterra comenzó hasta fines del siglo XVIII, y tal retardo explica, al decir
de los señores LACOUR Y BOUTERON, que, a falta de mejores medios, a menudo
se haya tratado, en el estudio del cheque, de asimilarlo a la letra de cambio.

Sus analogías y diferencias con la letra de cambio

Si se logra deslindar las diferencias y marcar las analogías que median entre
ambos, quedará esclarecida la naturaleza del cheque y fijada la clave para
comprender su disciplina.

Tan grandes son sus afinidades recíprocas, que se ha llegado a afirmar su


identidad substancial. "Algunas diferencias los separan -dice THALLER-; pero el
mecanismo en ambos títulos es idéntico. En uno y otro, encontramos una
invitación para pagar dirigida a un tercero. El acto jurídico que se disimula bajo
una de estas órdenes de pago, debe también servir para explicar la otra." El
cheque en Inglaterra es "una letra de cambio girado a la vista contra un
banquero', según el artículo 73 del Bill of exchange. Y BONELLI dice que el
cheque puede definirse como "una letra de cambio a la vista sobre cuenta abierta
a cargo de un banquero que autorizó su emisión”.

Para resolver el problema de las relaciones entre los dos títulos, es claro que la
comparación debe hacerse entre el cheque y la letra a la vista, porque no se
puede expedir un cheque con otra forma de vencimiento.

Se equipara la institución librada con el domiciliatario de la letra de cambio, por


cuanto que en la letra domiciliada se señala a una persona distinta del aceptante
para que a ella se le presente a pago en su domicilio, pero ese domiciliatario no es
el obligado al pago. El domiciliatario no ha suscrito la letra de cambio como la
institución bancaria no ha suscrito el cheque, solamente la firma el librador, que
da una orden a la institución, que es un domiciliatario, para que pague por su
cuenta.

Mientras que la letra es un instrumento de circulación, el cheque lo es de


pago

Mientras que la letra de cambio es un instrumento de circulación, el cheque lo es


de pago.

238
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

La afirmación que es un instrumento de pago, fluye fácilmente de la historia


misma del cheque, la cual da a conocer el fin de la institución y, por lo tanto,
su naturaleza. Ya hemos indicado que en el uso de los depósitos en los bancos se
encuentra el origen del cheque. Los comerciantes, o simples particulares
acomodados, no conservan habitualmente en su propia caja sino los fondos que
necesitan para llenar sus necesidades comunes y cotidianas. El sobrante lo llevan
a su banquero para que sea éste el que pague y cobre por aquéllos, haciendo el
servicio de su caja. Pues bien, cuando esos depositantes tienen que hacer a un
acreedor algún pago de cierta importancia, no toman de su caja el dinero que
necesitan, y que allí no conservan de ordinario, sino que le entregan una orden
escrita, dirigida a su banquero, para que por aquéllos cubra la cantidad adecuada.
Esta orden escrita es justamente, en sus lineamientos medulares, un cheque. El
que lo expide se llama librador; librado el banquero contra el cual se expide, y
tenedor, o beneficiario, la persona que lo recibe.

GÓMEZ GORDOA dice que es un instrumento de pago porque hay una orden
tajante y terminante que da el librador del cheque a la institución librada de que
pague al tenedor legítimo del cheque una suma determinada de dinero, de
inmediato.

De lo dicho se infiere que el libramiento de un cheque no tiene más finalidad


que el pago, finalidad que, es ajena a la idea de circulación. Podrá suceder de
hecho que, mientras el tomador del documento lo presenta al banco librado para
hacerlo efectivo, lo endose o entregue a otra persona. El título ha circulado en ese
caso, pero no se emitió con ese fin, ni es eso lo que emerge de su naturaleza.

El ser el cheque un mero instrumento de pago explica su corta vida: ni puede


emitirse a plazo, sino sólo a la vista, ni puede diferirse su presentación para el
pago más de 15 días contados desde su fecha, si es pagadero en el mismo lugar
de su expedición; de un mes, si es expedido y pagadero en diversos lugares del
territorio nacional; de tres meses, si se expide en el extranjero para pagarse en el
territorio nacional, y de tres meses, si fuere expedido dentro de dicho territorio
para ser pagadero fuera de él, siempre que no fijen otros plazos las leyes del lugar
de presentación (181).

GÓMEZ GORDOA – dice que es imposible que una vez emitido el cheque se cobre
de manera inmediata, siempre habrá un lapso de tiempo. Si al tiempo de la
expedición de este se posfecha el cheque porque el librador no tiene fondos se
desvirtúa su naturaleza.

El ser un instrumento de pago justifica la exigencia legal contenida en el segundo


párrafo del artículo 175, consistente en que sólo puede ser expedido por
quien, teniendo fondos disponibles en una institución de crédito, se halle

239
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

autorizado por ésta para librar cheques a su cargo, autorización presunta en


los casos a que se refiere el párrafo final de aquel precepto.

El expedirse el cheque precisamente a la vista, el no poder presentarse sino en un


plazo de breve duración, el no poder librarse, sino contra una institución de crédito
y siempre que en ésta tenga depositados el librador fondos de que pueda disponer
mediante cheques, son exigencias que únicamente se explican por ser el título
mero instrumento de pago, y son por consiguiente la mejor demostración de que
tal es su naturaleza. El cheque presupone una provisión constituida precisamente
en dinero, exigible o, más exactamente, disponible en el momento de la
expedición del título, lo cual constituye el más notable contraste con la letra de
cambio, y al mismo tiempo la diferencia más trascendental. Puede en efecto la
provisión de una letra consistir en mercancías, o no hacerse hasta después de la
emisión del título, o no hacerse nunca de ningún modo, sin que nada de ello
entrañe su irregularidad.

BONELLI dice que "La diferencia que acerca de la respectiva función económica
existe entre la cambial y el cheque, y que consiste esencialmente en ser aquélla
un instrumento de crédito y éste un instrumento de pago, explica su definición, en
la cual, además de las especialidades relativas al vencimiento y a la designación
del girado, se marca una fundamental diferencia entre el cheque y la letra de
cambio a la vista, merced a la alusión de una relación especial existente entre
girador y girado en orden a la provisión, relación que en la cambial no se
considera para nada." NAVARRINI, por su parte, habla de este modo: "La
necesidad de que la existencia de fondos disponibles en el girado sea la condición
y presupuesto para la regular emisión de un cheque, según aparece de la ley; la
necesidad de que exista una relación de provisión el concretarse la orden del
girador en una orden de disposición de dichos fondos, así como da
indiscutiblemente al cheque un fundamento económico completamente diverso de
aquel en que se apoya la cambial, y por ende una diversidad de fines económicos
a que tiende, así también produce efectos particulares sobre su, misma estructura
jurídica, además de producirlos sobre sus aspectos particulares. De esto resulta
evidente que la cambial es un título eminentemente fiduciario, un instrumento de
circulación, alimentado por una serie de operaciones de confianza; quien lo recibe,
no se ocupa en investigar si el girado tiene o no fondos disponibles de parte del
girador, sino que se funda esencialmente en la confianza que tiene en el girador
mismo; en el cheque, por el contrario, desaparece el elemento de la
confianza, o pasa a segundo plano, precisamente porque el que lo entrega debe
tener la suma disponible en poder del que debe pagarlo; aquel título tiene como,
presupuesto principal la existencia de la provisión, existencia que el legislador
tiende a asegurar con sanciones penales. Es, pues, el cheque simplemente una
orden de pago, un título de exacción, un título que sirve para liquidaciones y
pagos, no un título de circulación.

240
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Inaceptabilidad del cheque. Crítica del art. 199

La inaceptabilidad del cheque importa otra notable diferencia con relación a


la letra de cambio. La aceptación es aquí una institución desconocida. Nuestro
ordenamiento excluyó en su artículo 196, como inaplicables al cheque, todas las
disposiciones concernientes a la letra de cambio, ya que como dice NAVARRINI
el librado paga en nombre y por cuenta del librador, no en virtud de una obligación
propia. El tenedor del cheque debe tener en cuenta los fondos disponibles que
existen en poder del librado y de los endosantes, si los hay, no la adquisición de
un nuevo obligado (endosante).

MOSSA por su parte dice que la aceptación no tiene lugar en el cheque. La


certificación, el visto bueno, la confirmación o cualquiera otro acto
equivalente del librado, acreditan simplemente la existencia de fondos y
lo obligan a impedir que el librador los retire. No se excluye que una
aceptación expresa no pueda tener valor de obligación, pero como simple
aceptación de una orden común de pago y, por ende, con las defensas y
excepciones que le son posibles. Lo contrario acontece con el pago de un título
cambiario, que de éste recibe todo su vigor. El sistema conspira únicamente contra
la obligación cambiaria del librado, considerándola a tal punto deformatoria del
cheque, que prohíbe hasta el aval en favor del librado.

Al declarar en el artículo 196 que no son aplicables al cheque cuantas normas


contiene el capítulo de la letra de cambio en materia de aceptación; se desprecia
lo que en la doctrina afirma: "la certificación del cheque produce los mismos
efectos que la aceptación de la letra de cambio" (artículo 199).

No sólo rompe ese precepto la unidad de la institución, acabando por


desnaturalizarla, sino que introduce, como era inevitable, la contradicción en sus
disposiciones, pues aparte de la ya indicada, la misma ley dice que "el que
autorice a otro para expedir cheques a su cargo, está obligado, con él, a cubrirlos
en los términos del convenio relativo", etc., y que "cuando sin justa causa se
niegue el librado a pagar un cheque teniendo fondos suficientes del librador,
resarcirá a éste los daños y perjuicios que con ello le ocasione" (artículo 184).
Tales son las obligaciones que como fundamentales impone la ley al librado; si a
ellas se agrega la sancionada en la fracción III del artículo 191, única que habla de
una acción directa, y es la que el tenedor del cheque puede intentar contra el
librador, podemos asentar en firme que contra el librado no hay absolutamente
ninguna acción por parte del tenedor. Sólo el librador es titular de una acción
contra el librado, como claramente se infiere del primer párrafo del citado artículo
184; es una acción directa que tiene como causa el convenio celebrado entre
ambos, y como contenido, el monto de los daños y perjuicios reportados por el
librador a causa de la falta de pago del librado.

241
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Pero ante el artículo 199 toda esta construcción se derrumba, al decir aquél que
un cheque certificado se tiene como aceptado para todos los efectos cambiarios. El
librado resulta entonces un deudor directo en favor del tenedor; su obligación
tendrá como contenido la suma cambiaria con sus accesorios; el librador será un
obligado de regreso; ninguna obligación gravitará sobre el librado antes de su
aceptación. La ley de Ginebra afirma que cualquier visto bueno asentado en el
cheque produce el efecto de comprobar la existencia de los fondos e impedir su
retiro de parte del librador antes del vencimiento del término de la presentación.

A diferencia de lo que ocurre con la letra de cambio, el cheque ni


menciona el nombre del tomador, ni la época de pago

A diferencia de lo que ocurre con respecto a la letra de cambio, no figura entre los
requisitos formales que todo cheque debe contener conforme al 176, ni el nombre
del tenedor o beneficiario, ni la época del pago. En cuanto a lo primero, la razón es
que el cheque puede expedirse al portador (179), y por lo que ve a lo
segundo, el cheque, por disposición de la ley (178), será siempre pagadero a la
vista, debiendo tenerse por no puesta cualquiera inserción en contrario.

Otra diferencia resulta de que el cheque puede ser expedido a favor del
librado

El cheque nominativo puede expedirse a favor del librado, dice el 179.


También en este punto se aparta el cheque de las normas que gobiernan la letra
de cambio; ésta no puede girarse a favor del girado, lo que sería un contrasentido
(82). Pero en tratándose del cheque se verifica a diario como la cosa más natural
y conveniente. Un depositante tiene que pagar al mismo banco en que tiene sus
fondos una cantidad de dinero por el concepto que se quiera al banco fue a parar,
pongamos por caso, una letra aceptada por aquél. Podría cubrirla entregando al
banco un cheque al portador; pero temiendo una pérdida, prefiere expedirlo a
favor del banco, con lo que éste se pagará a sí mismo el importe de su crédito,
cargando al depositante su importe en su cuenta respectiva. No puede el banco
en estos casos negociar el cheque, como lo dispone el 179.

Relaciones jurídicas entre el tenedor y el librado

Abordemos el problema de las relaciones jurídicas que median entre las


personas que intervienen normalmente en el cheque.

Por lo que toca al tenedor con respecto al librado, no compete al primero


acción alguna en contra del segundo, ni directa ni indirecta, a excepción del caso
especial de certificación del título en que nuestro legislador otorgó acción
directa para exigir del librado el pago del documento: ni más ni menos que
si se tratara del cobro de una letra de cambio aceptada por el girado. Fuera de ese

242
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

caso, nada puede reclamar el tenedor al librado, aun cuando aquél llegue a
demostrar que éste tiene fondos bastantes del librador y que sin ninguna causa
justa se niega a cubrir el cheque. Ningún precepto de nuestro ordenamiento
positivo alude siquiera a aquella acción.

Idem entre el tenedor y el librador

Sólo contra el librador lo asiste al tenedor una acción, y es la que aparece


sancionada en los artículos 183 y 193: "El librador es responsable del pago del
cheque. Cualquiera estipulación en contrario se tendrá por no hecha." Y el
segundo, precisando el alcance del primero, ordena que "el librador de un cheque
presentado en tiempo y no pagado por causa imputable al propio librador,
resarcirá al tenedor los daños y perjuicios que con ello le ocasione. . . ". De ambos
preceptos se deduce:

1.- Que la acción del tenedor contra el librador es una acción de garantía,
que sólo procede cuando el tenedor no obtenga el pago de parte del librado,
después de presentado y protestado el título en tiempo oportuno; y,

2.- Que el contenido de la obligación del librador comprende, además de la


suerte principal, a que se refiere el artículo 183, el monto de los daños y
perjuicios irrogados al tenedor por causa de la falta de pago del librado, a
los que se refiere el artículo 193.

Pero éste exige además, como condición de la acción, la circunstancia de que la


falta de pago del librado provenga de causa imputable al librador. Esa causa
sólo podrá consistir, a nuestro juicio, o en el retiro de los fondos efectuado por el
librador, o en la revocación de su orden de pago comunicada al librado, o en haber
sido declarado aquél en estado de suspensión de pagos, de quiebra o de concurso,
en virtud de algún acontecimiento no imputable al mismo librador (esto último
según el artículo 188). La excepción es justificable; el librador quedará aun en
tales casos obligado a pagar el cheque, pero no a pagar los daños y perjuicios,
pues que ninguna culpa tuvo en que se causaran. Los originó, verbigracia, la
quiebra del librado.

Existe un caso, uno solo, en que el tenedor pierde su acción contra el


librador hasta para exigirle el importe del cheque no cubierto por el
librado, y es cuando el librador prueba que durante el término de la
presentación tuvo fondos suficientes en poder del librado y que el cheque
dejó de pagarse por causa ajena al mismo librador, sobrevenida con
posterioridad a dicho término. Así lo previene el artículo 191 en su fracción III.

También esta disposición es justa. Si el tenedor hubiera cumplido el deber que la


ley le impone, de presentar el título para su cobro dentro del plazo fijado por

243
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

aquélla, el pago se habría hecho, puesto que el librado tenía fondos y orden del
librador para efectuarlo. Pero el incumplimiento de aquella obligación de
parte del tomador dio lugar al incumplimiento de la del librado, por haberse
presentado en quiebra, pongamos por caso, después de concluido dicho término.
El problema consiste entonces en definir quién debe perder el importe del cheque.
¿El tenedor, responsable de una culpa que produjo la pérdida? ¿O el librado, a
quien no se le puede imputar ninguna? La respuesta no puede ser dudosa.

Idem entre librador y librado

Viniendo ahora a las relaciones jurídicas que median entre el librador y el


librado, el 184 impone al segundo, con relación al primero, la obligación de
cubrir sus cheques hasta el importe de las sumas que tenga a disposición
del mismo librador. Del incumplimiento de tal obligación, cuando no se deba a
una justa causa, surge para el librador el derecho de exigir del librado el
resarcimiento de los daños y perjuicios que por ello le ocasione, resarcimiento que
en ningún caso será menor del veinte por ciento del valor del cheque . La
obligación del librado y el derecho correlativo del librador subsisten
inalterables mientras el primero tenga fondos del librador, así haya
dejado transcurrir el tenedor los plazos de presentación sin utilizarlos,
por supuesto siempre que el librador no haya revocado la orden de pago
una vez transcurridos dicho, plazos. Con esta evidente taxativa debe
entenderse el 186.

Efectos de la facultad de revocar el cheque, de que goza el librador

¿Se inferirá de aquí que la revocación del cheque, efectuada después de tales
plazos, es un derecho de que goza el librador, cuyo ejercicio por lo mismo no
puede entrañar ninguna responsabilidad de su parte en favor del tenedor? Esa
facultad de revocación de la que el librador goza transcurrido el plazo legal de
presentación del cheque, exime únicamente al librado de la obligación que
para el librador contrajo en orden al pago del cheque; pero no al librador
respecto de la obligación de garantía que sobre él gravita en favor del
tenedor, y de la que jamás puede exonerarse ni siquiera por voluntad expresa de
las partes (183).

Lo que acabamos de decir, tocante a la facultad de revocación del librador, no


está en contradicción con el 186, como pudiera estimarse a primera vista.
Mientras el librado tenga fondos del librador para pagar el cheque, debe cubrirlo
~-dice ese precepto-, aun cuando el tenedor hubiere dejado pasar el indicado
plazo sin presentar ni protestar el título, lo que hace hasta después. La violación
de esa obligación hará al librado responsable frente al librador de los daños y
perjuicios, lo mismo que si la falta de pago hubiera ocurrido dentro del plazo. Lo

244
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

único que acontece es que el librado queda libre de toda responsabilidad si


no paga el cheque después de plazo y de la orden revocatoria, al revés de
lo que ocurre si no paga durante el plazo aun con orden revocatoria, que para él
no puede surtir ningún efecto (185).

Circulación del cheque

Por regla general, le son aplicables las normas que rigen la circulación de la letra
de cambio y de los títulos al portador. El cheque se transmite por endose o por
simple tradición, según la forma que revista, y los efectos del endoso son también
los establecidos para el endoso cambiario, si bien con las siguientes excepciones:

1.- El endoso del cheque no puede ser en garantía: ello contrastaría


esencialmente con la función del cheque, el cual es instrumento de pago, y no de
dilación;

2.- Mientras que en la letra de cambio el endoso hecho al girado produce los
efectos normales, el efectuado en favor del librado equivale a recibo.
También aquí, si fuese de otro modo, se haría del cheque un instrumento de
crédito o medio dilatorio de pago. Esta es la razón por la que el 179, in fine,
declara que el cheque expedido o endosado en favor del librado, no será
negociable.

GÓMEZ GORDOA – Si el cheque es nominativo y uno de los tenedores lo endosa


en blanco puede circular como si fuera al portador, mas al momento de
presentarse al pago o de ejercer acción con ese cheque tendrá que llenarse con el
nombre del último tenedor para el efecto de que éste pueda ejercer las acciones
propias de ese título de crédito, observándose lo regulado por el 39.

Responsabilidad del librado en caso de pagar un cheque alterado o


modificado

El problema de la responsabilidad del banco cuando éste paga un cheque alterado


en la cantidad o falsificado en la firma, aparece resuelto en el 194. Nada más que
no son esos los únicos casos en que la responsabilidad del banco puede
quedar comprometida: la irregularidad del pago también puede resultar o de
haberse hecho sin tener en cuenta la sucesión interrumpida de los endosos, o de
haberse descuidado la identificación del tenedor o de haberse pagado después de
notificado el decreto de cancelación. Pero en el primer caso, la culpa del librado es
evidente, y aun absorbería la que podría reputarse, verbigracia, al tenedor del
título extraviado que no se hubiese apresurado a promover su cancelación (39);
en el segundo caso, si se trata de un título al portador, o endosado en blanco, el
banco no está obligado -no habiendo serios motivos de sospecha- a exigir la

245
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

prueba de la identidad personal del tenedor (71), obligación que sobre él gravita
cuando se trata de un cheque nominativo a la orden, o endosado en pleno (9).

Hay formas especiales de cheques, que naturalmente los someten a reglas


particulares, de las que hablaremos en seguida:

Cheques cruzados

Por tales se entienden los que el librador o el tenedor cruzan en el anverso


mediante dos líneas paralelas. Tal cruzamiento indica que el título sólo
podrá ser cobrado por una institución de crédito, y tiene por objeto hacer
más difícil el pago a tenedores ilegítimos. En efecto, el hecho de que en el
cobro del cheque han de concurrir necesariamente dos banqueros, aleja la
posibilidad de que lo cobre un falso tenedor. Los banqueros se conocen entre sí y,
por otra parte, no es de presumir que un banquero haya adquirido por medios
ilegítimos el cheque que presenta para su cobro. Tal procedimiento, sin embargo,
no suprime todos los riesgos. Posible es que el que ha adquirido un cheque por
robo lo endose a un banco para su cobro y obtenga así el pago sin dificultad.
Lacour y Bauteron dicen para evitar ese peligro inscriben la cláusula “no
negociable” en el cheque.

Si entre las líneas del cruzamiento no aparece el nombre de la institución que debe
cobrarlo, el cruzamiento es general, y especial, si entre aquéllas se consigna el
nombre de una institución determinada. En este último caso, el cheque no sólo
puede ser pagado a la institución especialmente designada o a la que ésta hubiere
endosado el cheque para su cobro. El cruzamiento general puede transformarse
en cruzamiento especial; pero no viceversa. Tampoco puede borrarse el
cruzamiento de un cheque, ni el nombre de la institución en él designada. Los
cambios o supresiones que se hicieren contra esta norma, se tendrán como no
efectuados.

Cheques para abono en cuenta

Tanto el librador como el tenedor pueden prohibir que el cheque sea


pagado en efectivo, insertando en él la cláusula "para abono en cuenta" u
otra equivalente. Tal cláusula supone la prexistencia de relaciones contables
entre las partes ya que "el librado sólo podrá hacer el pago, abonando el importe
del cheque en la cuenta que lleve o abra en favor del tenedor". Lo cual no quiere
decir que el librado esté obligado a abrir la cuenta: puede negarse a ello, porque
puede haber para él personas indeseables, a quienes no quiera entregarles una
libreta de cheques por el temor de que abusen de la misma. La referida cláusula
es inconciliable con la negociabilidad del cheque, y que no puede ser
borrada. El librado que pague el cheque en otra forma es responsable del pago,
como irregularmente realizado (198).

246
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

DMC – Este cheque es muy importante y utilizado porque es deducible de


impuestos.

Cheques certificados

La certificación de un cheque consiste en la declaración que en él hace el


librado, de existir en su poder fondos bastantes para pagarlo. La
certificación ha de preceder a la emisión del título y, según se desprende del 199,
es obligatoria para el librado, si el librador se la pido. La certificación puede
expresarse con las palabras "acepto", "visto", "bueno" u otra equivalente, suscritas
por el librado, y aun es bastante su sola firma. No ha de ser parcial, ni extenderse
en cheques al portador. El cheque que la contenga no es negociable, ni puede
revocarla el librador, como no sea devolviendo el título al librado para su
cancelación. Recordaremos, en fin, que la certificación produce, según la ya
conocida declaración de la ley, los mismos efectos que la aceptación de la letra de
cambio (199).

El cheque certificado tiene como efecto que la institución librada se obliga


cambiariamente también frente al beneficiario de ese cheque, generando
una relación jurídica obligacional entre ella y el tenedor legítimo del
documento. Para los fines de la integración de los TC es indispensable que se
asiente en el cheque la mencionada aceptación.

Se utiliza mucho para que un deudor que desee realizar un pago asegure a su
acreedor que dispone de ese dinero en su cuenta. El banco realiza un cargo
contable en la cuenta de depósito bancario de dinero que lleva, a partir de ese
momento le disminuye su saldo con el importe del cheque y abre una cuenta
deudora a cargo de la propia institución a favor del beneficiario.

Cheques de viajero

Son cheques librados por una institución de crédito a su propio cargo, y


pagaderos por su establecimiento principal o por sus sucursales o
corresponsales autorizados al efecto. Constan éstos en una lista
proporcionada al viajero por la institución libradora, y cualquiera de ellos tiene la
obligación de cubrir el cheque tan luego como se le presente para su pago,
mientras no transcurra el tiempo señalado para la prescripción. Notorias ventajas
ofrecen estos cheques al viajero. Con ellos, se libra éste de las molestias y
peligros inherentes a todo transporte de fondos, ya que puede obtenerlos en
cualquiera de los lugares incluidos en la lista, y, por otra parte, la pérdida del
cheque no puede perjudicarle al tomador, toda vez que el pagador no podrá
cubrirlo sin verificar la autenticidad de la firma de aquí, cotejándola con la original

247
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

que aparece certificada por el librador en el mismo título. A este efecto, el


tomador deberá firmar el cheque precisamente en presencia del pagador.

Los cheques no utilizados por el viajero serán rembolsados por el librador que los
hubiere expedido; pero deberán ser firmados en presencia del pagador,
exactamente como si se efectuase el cobro en cualquiera otro de los lugares en
que pudiera haberse realizado. La falta de pago inmediato dará derecho al tenedor
para exigir al librador la devolución del importe del cheque y la indemnización de
daños y perjuicios, que en ningún caso será inferior al 20% del valor del cheque
no pagado (205). La matriz de la institución libradora, sus sucursales y
corresponsales autorizados por ella para tal efecto, pueden poner en circulación
esta clase de cheques.

Pero, refiriéndose a los corresponsales, dice el 206 que tendrán las


obligaciones de un endosante y que deberán rembolsar al tomador el
importe de los cheques no utilizados que éste les devuelva. Ese carácter de
endosantes atribuido a los corresponsales parece inexplicable. Figurar como
endosante en un cheque significa contraer una obligación de regreso, y significa
por lo mismo que el tenedor no podrá exigir al corresponsal el cumplimiento de su
obligación de rembolso, sino hasta que haya presentado inútilmente el cheque
para su cobro a la matriz respectiva. Si estas consecuencias lógicas de la
declaración legal se llevaran a la práctica, pensamos que fracasarían los bancos en
su empeño de difundir el uso de los cheques para viajeros. Mas afortunadamente
no es así, y desde el momento en que un banco autoriza a su corresponsal X para
vender cheques de viajero los autoriza ipso facto para rembolsar, directa e
inmediatamente, aquellos que, por no haberse utilizado, les fueron devueltos.

Cheques de caja

Son los que expiden las instituciones de crédito a cargo de sus propias
dependencias (200). Dadas las explicaciones que preceden relativas a los
cheques para viajeros, se comprende que éstos sólo difieren de los de caja en que
son circulables. Fuera de esto, que es por lo demás una fuerte característica de los
cheques para viajero, no encontramos una diferencia fundamental entre ellos y los
de caja: en ambos el banco libra un cheque a cargo de sus dependencias. Pero
debemos advertir que la definición de cheques de caja, que da la ley, difiere de lo
que por tales entienden las instituciones bancarias. Según éstas, el cheque de caja
es un cheque librado por la institución a cargo de sí misma, de tal suerte que
pueden expedirlo aun las que no tienen dependencias. ¿En qué difiere entonces el
cheque de caja, del pagaré emitido a la vista por un banco? Substancialmente en
nada, por lo que bien cabría, en buena lógica, suprimir esta clase de documentos,
que serán lo que se quiera, menos órdenes de pago, asignaciones, cheques ya que
éstos presuponen esencialmente una trinidad de personas.

248
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

En la Conferencia Internacional para la Unificación del Derecho en materia de


letras de cambio, pagarés y cheques no se pudo señalar un punto que justificara
esa posición, ya que “la ley prohíbe en principio, el cheque librado a cargo del
librador, porque se trata de una obligación suscrita por el girador mismo. Sin
embargo, por razones de orden práctico, y para no condenar usos hoy arraigados
en la mayor parte de los países, se admitió la validez de un cheque librado por un
establecimiento de una causa determinada sobre otro establecimiento de la
misma. Hubo Estados inconformes que admitieron el cheque girado a cargo del
girador, aun fuera de los casos en que se tratara de instituciones que tuviesen
varios establecimientos...”.

Existe identidad en tre el librador y el librado ya que solo las instituciones de


crédito pueden emitirlo. Surgieron porque las Instituciones debían solventar sus
obligaciones, pero hoy se ha desnaturalizado esta figura, ya que estas venden
estos cheques al público en general

GÓMEZ GORDOA

Requisitos

Un requisito previo e indispensable es que el librador tenga constituido un depósito


bancario de dinero en alguna institución de crédito debidamente autorizada.Su
capacidad para expedirlos la comprueba aquélla mediante el talonario de cheques
que le entrega ésta y basta con que la institución le acredite la suma de que puede
disponer para que se sobrentienda que existe ese contrato.

Los requisitos formales son los siguientes:

Artículo 176.- El cheque debe contener:

I.- La mención de ser cheque, inserta en el texto del documento;

Aunque las formas del cheque varían, todos deben cumplir con esta exigencia.

II.- El lugar y la fecha en que se expide;

Este requisito es indispensable para determinar los plazos de presentación.

III.- La orden incondicional de pagar una suma determinada de dinero;

Basta que no exista condición alguna

IV.- El nombre del librado;

249
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

La institución que debe hacer el pago

V.- El lugar del pago; y

En un mismo domicilio una institución bancaria puede tener casa o matriz y


sucursales, pudiendo hacerse el pago en una u otras.

VI.- La firma del librador.

El lugar de expedición y pago son los únicos requisitos flexibles del cheque, ya que
el 177 suple la voluntad del librador.

Se reputan como lugares de expedición y de pago, respectivamente, los indicados


junto al nombre del librador o del librado. Si se indican varios lugares se
entenderá el designado en primer término, si no hubiera indicación del lugar se
reputará expedido en el domicilio del librador y pagadero en el del librado y si
estos tuvieran establecimientos en diversos lugares se reputará expedido o
pagadero en el principal establecimiento del librador o del librado.

En el caso de los depósitos a la visat hay personas que piden prestado a la


institución, recibiendo de hecho su propio dinero, lo hacen para mantener un buen
crédito frente a la institución manteniéndole depósitos altos, los méritos de esa
persona se elevan ante los ojos de la institución. A eso se le llama reciprocidad.

Por lo que se refiere al protesto, el 190 dice que el cheque presentado en


tiempo y no pagado por el librado, debe protestarse a mas tardar el segundo día
hábil que siga al plazo de su presentación, en la misma forma que la letra de
cambio, si hubiere un pago parcial, se levantará por la parte no pagada. Si el
cheque se presenta en Cámara de Compensación y el librado rehúsa total o
parcialmente su pago, la Cámara certificará en el cheque dicha circunstancia y que
el documento fue presentado en tiempo. Esa anotación hará las veces del
protesto. La anotación que el librado ponga en el cheque de que fue
presentado en tiempo y no pagado total o parcialmente, surtirá los
mismos efectos del protesto.

Caducidad y Prescripción de las acciones cambiarias

1.- Caducidad

Se regula por el 191. La caducidad de las acciones de regreso y directa del cheque
nace de la falta de presentación o protesto del cheque en la forma y plazos
previstos por la ley.

250
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Las dos primeras fracciones del citado artículo se refiere a los obligados en vía de
regreso (todos con excepción del librador.

La fracción tercera constituye una diferencia respecto a la letra de cambio


y pagaré, pues dispone caducidad de la acción directa contra el librador por falta
de protesto; en el caso de aquellos títulos de crédito no es necesario comprobar al
principal obligado que no pagó, porque el tiene la obligación de acudir al tenedor
del título y pagar dentro del plazo, que él conoce de antemano, y si no sabe en
manos de quien está o sabiéndolo ignora su domicilio, tiene que consignar el pago.

En cambio, siendo el cheque un título pagadero a la vista y teniendo señalados por


la ley determinados plazos dentro de lo que tiene que hacerse su pago, si éste no
se efectúa dentro de ellos tendría que ponerse esto en conocimiento del
librador, siendo por tanto necesario el protesto.

2.- Prescripción

Se regula por el 192. Si no se hace pago del cheque dentro de quince o treinta
días o tres meses, según sea el caso, a partir de entonces empiezan a contra
los seis meses hábiles para ejecutar las acciones cambiarias de regreso o
directa del último tenedor del documento. Si un endosante o avalista pagó el
cheque, a partir de la fecha del pago empiezan a contar los seis meses.

Independientemente de los plazos de presentación del cheque al banco, existe el


plazo de su prescripción, son dos cosas distintas, una es el cobro bancario del
cheque y otra el derecho que tiene el tenedor de cobrar el cheque a su
librador por la vía judicial. Siempre es necesario que el cheque haya sido
presentado a la institución librada si quiere dejar expeditos sus derechos de cobro
contra cualquiera de los obligados.

251
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

4. Acciones de sociedades, cupones y bonos de fundador (Cervantes


Ahumada)

Referencias Históricas

Las sociedades anónimas, aparecen en la Edad Media Italiana, su mayor esplendor


se da con el progreso de la época capitalista. En el siglo XIX las acciones de
sociedades podían ser negociadas. Las compañías que operaron en la Nueva
España (como la Real Compañía de Filipinas) tenían su capital dividido en
acciones, que eran cesibles o negociables.
Son las acciones los primeros títulos que realizaron el hoy difundido fenómeno de
la circulación de la riqueza incorporada a documentos.

Cuestiones Terminológicas

FISHER señala tres acepciones para el término "acción": en primer lugar, la


acción es una parte alícuota del capital social de una sociedad anónima o en
comandita por acciones; en segundo lugar, designa el derecho que tiene el socio a
dicha porción de capital, es decir, el derecho que corresponde a la aportación del
socio; y en tercer lugar, es el título representativo de derecho del socio, de su
"status" como miembro de la corporación.

Clasificación Del Título


a. Es un título nominado o típico. Su reglamentación se encuentra
primordialmente en la LGSM, aunque también le son aplicables
otras como la LGTyOC.
b. Es un título personal o corporativo, que atribuye a su titular la
calidad de socio, de miembro de una corporación;
c. Por la forma de su creación es un título serial;
d. Atendiendo a la sustantividad del documento, es un título principal,
que suele relacionarse con otro accesorio (el cupón);
e. Por su forma de circulación es un TC nominativo.
f. Es un título incompleto, atendiendo a su eficacia procesal. Para
hacer efectivos derechos como, el cobro de dividendos o cuotas de
activo después de la liquidación de la sociedad habrá que acudir a
elementos extraños al título, como serán las actas de asambleas y
de juntas de consejo, y los demás documentos que establezcan o
comprueben la respectiva liquidación;
g. En atención a su causa, es un título concreto. En caso de
discrepancia entre el texto de la escritura constitutiva y el de la
acción, prevalecerá el de la escritura; y la nulidad de ésta acarreará
la ineficacia del título;

252
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

h. Si atendemos a la función económica del título, es un título de


especulación típico. Quien adquiere una acción no conoce los frutos
o ganancias que habrá de producirle.

Es el valor que más se presta a la especulación, por ser un valor de renta variable,
cuya productividad, y consecuentemente su precio, dependen del éxito de los
negocios de la sociedad emisora y de las condiciones generales del mercado de
valores.

Contenido
En su aspecto formal, deberán contener, lo que señala el artículo 125 de la Ley
General de Sociedades Mercantiles:
a. El nombre, nacionalidad y domicilio del accionista, en el caso de que
sean nominativos;
b. La denominación, domicilio y duración de la sociedad;
c. La fecha de la constitución de la sociedad y los datos de su
inscripción en el Registro Público de Comercio;
d. El importe del capital social, el número total y el valor nominal de
las acciones.

[Si el capital se integra mediante diversas o sucesivas series de


acciones, las menciones del capital social y del número de acciones
se concretarán en cada emisión a los totales que se alcancen con
cada una de dichas series. Cuando así lo prevenga el contrato
social, podrá omitirse el valor nominal de las acciones, en cuyo caso
se omitirá también el importe del capital social]

e. Las exhibiciones que sobre el valor de la acción haya pagado el


acción. nota o la indicación de ser liberada;
f. La serie y número de la acción o del certificado provisional con
indicación del número total de acciones que corresponde a la serie;
g. Los derechos concedidos y las obligaciones impuestas al tenedor de
la acción, y en su caso las limitaciones del derecho de voto;
h. La firma autógrafa de los administradores que conforme al con-
trato social deban suscribir el documento, o bien la firma impresa
en facsímil de dichos administradores, a condición, en este último
caso, de que se deposite el original de las firmas respectivas en el
Registro Público de Comercio en que se haya registrado la
sociedad".

La distinción entre acciones y certificados provisionales radica en que el


artículo 124 de la citada Ley dispone que "mientras se entregan los títulos podrán
expedirse certificados provisionales, que serán siempre nominativos y que deberán
canjearse por los títulos, en su oportunidad". Estos certificados no tendrán el

253
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

carácter de títulos de crédito, sino el de simples instrumentos de


legitimación.

Los títulos de crédito donde la acción se incorpore pueden ser de contenido


múltiple; es decir, puede expedirse un título que ampare varias acciones.

No debe confundirse el valor nominal de la acción con el valor real o comercial


del título. Valor nominal de la acción es el importe de la parte alícuota del capital
social que la misma representa; es una cifra abstracta y permanente. El valor
comercial de título sí es variable, y sus altas y bajas dependen de los resultados
de los negocios sociales, de las reservas que se acumulen, e incluso de la
demanda de las acciones.

La ley dice que puede omitirse en los títulos el valor nominal de las acciones, y
que en este caso, se omitirá también el importe del capital social. La práctica ha
acogido, al amparo del precepto legal citado, la acción de cuota, aquella cuyo
valor no se expresa numéricamente en dinero, sino en forma proporcional "por
referencia a una cuota parte del capital social”. Se suele confundir esta acción por
cuota de la práctica mexicana, con las non part value shares del derecho
norteamericano ya que estas acciones pueden ser emitidas a diferentes precios,
según las circunstancias del mercado y sus titulares tienen una igual proporción en
la distribución de dividendos. Este tipo de acciones no son autorizadas por la
ley, ya que el 112 (LGSM) establece como principio básico el de que "las acciones
serán de igual valor y conferirán iguales derechos" aun que no se exprese el valor
nominal y las mencionadas acciones permitidas en EUA, implica distinto valor en
las acciones. Las acciones por cuota, son más convenientes que las acciones con
valor nominal, pues están más en conexión con la realidad.

Por lo que hace a su contenido de fondo, es decir los derechos que el título
incoropora, no es un título crediticio en sentido estricto, ya que no incorpora como
función principal un derecho de crédito, sino que atribuye a su titular la calidad
de miembro (socio) de una entidad corporativa. Esta calidad trae como
consecuencia, derechos políticos, como el de voto, y puede, eventualmente, dar
origen a derechos crediticios, como en el caso del reparto de dividendos. El
derecho al cobro de dividendos se incorpora al cupón y en los casos de liquidación
de la sociedad, el derecho a cobrar la cuota de activo deriva no de la acción, sino
de actas de asambleas o consejos, etcétera. La acción es, fundamentalmente, un
título corporativo, que es atributivo de una calidad jurídica general: el "estatus" de
socio.

Eventualmente, pueden incorporar cargas contra el socio, (cuota social que a la


acción corresponda no esté completamente pagada, en cuya hipótesis el socio es
deudor de la sociedad por la parte insoluta de la aportación).

254
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Diversas Clases De Acciones

a. Pagadoras y liberadas. La ley distingue entre acciones liberadas (116),


que son aquellas cuyo valor nominal ha sido totalmente pagado, y acciones
pagadoras, que son aquellas cuyo valor nominal no ha sido totalmente cubierto.
Estas serán forzosamente nominativas (Art. 117 LGSM).

b. Acciones de goce. Previene la ley que en el caso de que la sociedad tenga


utilidades suficientes, podrá amortizar parte de sus acciones y autoriza que, en
sustitución de las amortizadas, se expidan acciones de goce (136 LGSM). "Las
acciones de goce, dice el 137 de la ley citada, tendrán derecho a las utilidades
líquidas, después de que se haya pagado a las acciones no rembolsables el
dividendo señalado en el contrato social. El mismo contrato podrá también
conceder el derecho de voto a las acciones de goce. En caso de liquidación, las
acciones de goce concurrirán con las, no rembolsadas, en el reparto del haber
social, después de que éstas hayan sido íntegramente cubiertas.

Se discute sobre la naturaleza de las acciones de goce. Creemos que son


propiamente acciones, que representan parte del capital, porque la amortización
de las acciones primitivas se hace con utilidades y no con retiro del capital y
porque, como se dice en la disposición transcrita, pueden tener derecho de voto y
dan derecho al excedente de activo, después de la liquidación de la sociedad.
Estas acciones son desconocidas en la práctica.

c. Acciones de voto limitado. Con el fin de atraer capitales, las sociedades


anónimas pueden emitir acciones de voto limitado, que son aquellas que sólo
otorgan al titular el derecho de voto, cuando se trata de ciertas reformas a la
escritura constitutiva. En compensación, dan estas acciones derecho a un
dividendo fijo y acumulativo, en el sentido de que, si en un ejercicio social
no hubiere utilidades, el dividendo que se haya fijado para las acciones de voto
limitado se pagará en el subsiguiente ejercicio en que las utilidades se
produzcan, y se acumularán, para cuando haya utilidades, las que hubieren
correspondido al dividendo mínimo en los años sin utilidad.

En la práctica, se han emitido acciones preferentes de voto limitado no


participantes, es decir, acciones cuyos titulares no participan en las utilidades más
allá del dividendo garantizado. Tal práctica carece de base legal, porque el 17 de
la Ley General de Sociedades Mercantiles dice que "no producirán ningún efecto
legal las estipulaciones que excluyan a uno o más socios de la participación en las
ganancias".

255
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

En resumen: las acciones de voto limitado tendrán derecho a un dividendo mínimo


garantizado y acumulativo; y cuando haya utilidades excedentes, participarán en
su reparto después de que se haya pagado a las acciones ordinarias el dividendo
previamente pagado a las de voto limitado.
Todas las acciones de voto limitado serán preferentes, pero la afirmación contraria
no sería exacta, nada se opondría, técnicamente, a que se expidiesen acciones
preferentes sin limitaciones en el derecho de voto.

d. Acciones de trabajo. El Art. 114 de la Ley General de Sociedades


Mercantiles previene que si así lo establece la escritura constitutiva, "podrán
emitirse en favor de las personas que presten sus servicios a la sociedad,
acciones especiales en las que figurarán las normas respecto a la forma, valor,
inalienabilidad y demás condiciones particulares que les corresponda". Estas
son las denominadas "acciones de trabajo", que la ley estableció como un
procedimiento para "cumplimentar los incisos VI y IX del artículo 123
constitucional en cuanto establecen que en toda empresa agrícola, comercial,
mercantil, fabril o minera, los trabajadores tendrían derecho a una participación
en las utilidades".

Desde el punto de vista jurídico, podemos afirmar que las llamadas acciones de
trabajo no son acciones, porque no representan parte alguna del capital social; y
desde el punto de vista práctico, se puede asegurar que el romántico deseo de la
ley ha quedado incumplido, porque tales títulos no han tenido aplicación.

Los Cupones

El artículo 127 de la Ley General de Sociedades Mercantiles dice que "los títulos de
las acciones llevarán adheridos cupones, que se desprenderán del título y que se
entregarán a la sociedad contra el pago de dividendos o intereses".

Son los cupones títulos de crédito accesorios de las acciones, incompletos,


porque el monto del dividendo se probará con las actas de asambleas y consejos,
y que pueden ser al portador, aun cuando la acción sea nominativa (127).

El cupón es de evidente utilidad, tanto para el accionista, como para la sociedad:


para el accionista, porque le permite negociar su derecho a los dividendos,
mediante la simple separación de los cupones; Y para la sociedad, porque facilita,
extraordinariamente, el servicio de pago de los dividendos.

Los cupones no son accesorios exclusivos de las acciones, sino propios de todos
los títulos que engendran prestaciones periódicas, como las obligaciones, las
cédulas hipotecarias, etc.; sólo que en estos últimos títulos el cupón tiene el
carácter de título completo, porque, como los títulos son de renta fija, el valor del

256
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

cupón ha sido previamente establecido y no hay que acudir a elementos extraños


al título para fijarlo.

Los Bonos De Fundador

La ley establece que los fundadores podrán reservarse una participación en las
utilidades de la sociedad, que no excederá del 10% de la utilidad anual durante un
período no mayor de diez años, y que el indicado derecho se podrá incorporar en
títulos denominados "bonos de fundador", que no formarán parte del capital social
ni darán derecho a sus titulares para intervenir en la administración de la sociedad
ni para participar en el activo de la misma, en caso de liquidación (104 a 110 de la
LGSM).

Los bonos de fundador serán títulos de crédito que podrán ser al portador. En
realidad, nuestra práctica los ha desconocido.

257
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

5. Obligaciones (Cervantes Ahumada, Tena y Gómez Gordoa)

Cuestiones Terminológicas (Cervantes Ahumada)


Las sociedades anónimas, dice el 208 de la Ley General de Títulos y Operaciones
de Crédito, pueden emitir obligaciones, que representarán "la participación
individual de sus tenedores en un crédito colectivo a cargo de la sociedad
emisora".

El término jurídico "obligación" es multívoco. Por ello, algunos ordenamientos


jurídicos han adoptado el término inglés "debenture" que tiene la ventaja de su
precisión. Se usa también, para designar a las obligaciones, el tecnicismo "bono";
pero entre nosotros, el uso de tal tecnicismo ha quedado restringido a la
designación de las obligaciones creadas por el Estado y por algunas instituciones
de crédito, como los bancos hipotecarios y las sociedades financieras.

También es multívoco el término "emisión", usado frecuentemente en materia de


obligaciones. Se le usa, en primer lugar, para designar la creación de los títulos;
en segundo lugar, para connotar la totalidad o conjunto de los mismos y, por
último, para designar a la "emisión" propiamente dicha, o sea al acto de poner los
títulos en circulación. Creemos que debe usarse sólo en estas dos últimas
acepciones.

258
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Causas de las obligaciones (Tena)

Hay ocasiones en que las S.A.'s necesitan aumentar sus recursos, para ello tienen
dos caminos aumentar el capital social creando nuevas acciones o recurrir al
préstamo. Si se elige este segundo medio, se dirige al público, emitiendo títulos. El
importe del "préstamo" solicitado se divide en una gran cantidad de fracciones
iguales y se invita a cualquier persona para que preste una o mas veces, la suma
representada por aquéllas. Los derechos que corresponden a los obligacionistas a
consecuencia de un "préstamo" realizado en esa forma, se consigna en un título
de crédito llamado obligación.

La palabra "obligación" significa el derecho de crédito y el título que materializa


ese derecho. La causa del vínculo jurídico entre el obligacionista y la sociedad
consiste en la entrega, por parte del mismo obligacionista a la sociedad, de una
cierta suma de dinero a título de préstamo y el objeto del contrato reside:
1.- En el pago de un interés hasta el día del reembolso.
2.- En el reembolso del capital en fecha determinada.
3.- A veces, en el pago de primas o lotes en el momento del reembolso.
4.- En la entrega al obligacionista de un título negociable.

Nuestra ley no exige que sea forzosamente por concepto de préstamo, como se
deja ver en lo contenido en el 208 y 212.

Naturaleza De Los Títulos (Cervantes Ahumada)

La obligación, como la acción, pertenece a la categoría de los valores


mobiliarios, o sea aquellos títulos que son objeto de negociaciones "en los
mercados llamados bolsas de valores". Es un título de renta fija, porque produce
intereses a una tasa predeterminada.

Las obligaciones se crean por declaración unilateral de voluntad de la


sociedad creadora, que se hará constar en una acta notarial, a la que la ley
(213) llama, impropiamente, acta de emisión.
Son las obligaciones títulos concretos, porque derivan siempre del acta de
creación; títulos típicos de inversión, con renta fija y generalmente garantizados;
títulos seriales y obligacionales, y, generalmente, títulos bursátiles.

Datos Históricos (Cervantes Ahumada)

Las obligaciones aparecen y de ahí se extienden al campo de las sociedades


anónimas. Por eso se habla, tradicionalmente, de "empréstito por emisión de
obligaciones".

259
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

En derecho privado mexicano, se mencionan por primera vez en la ley de 22 de


mayo de 1882, que aprobó la concesión para el Banco Hipotecario Mexicano, al
que se autoriza para "emitir bonos nominativos o al portador".

Diversas leyes posteriores se refieren a ellas; pero sólo hasta la actual Ley General
de Títulos y Operaciones de Crédito encuentran una reglamentación sistemática y
adecuada.

Las sociedades anónimas suelen crearlas con la intervención de Instituciones de


Crédito, y grupos importantes de estos títulos se encuentran cotizados en bolsa.

El negocio subyacente. Los tres momentos del proceso de nacimiento de


las obligaciones (Cervantes Ahumada)
En la determinación del negocio subyacente o relación fundamental de una
obligación, generalmente existe también confusión doctrinal. Se suele confundir
al motivo o causa remota de la creación del título, con la causa inmediata
del mismo y con la causa de su emisión. La generalidad de la doctrina dice
que el negocio causal es un préstamo, o más bien, que las obligaciones
representan un préstamo.

Nuestra ley rechaza la teoría del préstamo. Las obligaciones, dice el artículo
208 antes citado, representan una parte alícuota de un "crédito colectivo" a cargo
de la sociedad creadora. Y no importa que la causa de ese crédito sea un
préstamo, una compra-venta, o cualquier otro negocio.

Debemos distinguir, en el proceso de la creación y emisión de las obligaciones,


tres momentos fundamentales:
a. El motivo o causa remota por la cual la sociedad procede a la
creación de los valores, para constituir un crédito colectivo en su
contra. Este motivo puede ser diverso: para realizar pagos, para
hacer compras; en general, para desarrollar la empresa. Esta causa
o motivo es irrelevante para la vida de los títulos, y no puede
decirse que constituya la relación subyacente;
b. El momento de la creación. Este momento se divide en dos
tiempos: el acta notarial de creación y la creación material de los
títulos, que culmina con la suscripción de los mismos por las
personas autorizadas. Este momento está desvinculado del motivo
que dio origen a la creación de los títulos. El acta de creación es la
fuente de donde los títulos emanan. Los vicios del acta afectarán
a los títulos, y en caso de -discrepancia entre el texto de
éstos y el del acta, prevalecerá esta última. Una vez creados
los títulos, éstos constituyen un valor, una cosa mercantil mueble,
un título de crédito que representa una obligación a cargo de la
sociedad creadora;

260
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

c. El momento de la emisión, o sea el acto de poner en circulación


los valores ya creados e incorporados en los títulos. Este es un acto
abstracto, e independiente de su relación subyacente, la que
generalmente será un contrato de compra-venta de valores; pero
que también puede ser una dación en pago, o algún otro contrato.
Pero es necesario insistir en el carácter abstracto de la emisión;
y en que ésta no influye sobre la vida del título. Como el valor
está ya creado, la sociedad creadora estará obligada, aun cuando el
título se ponga en circulación contra su voluntad o por emisión
violenta o criminal, como en el caso de robo de los títulos.

Contenido Del Acta De Creación (Cervantes Ahumada)

El 213 determina cuál debe ser el contenido del acta de creación de las
obligaciones o sea, como ya hemos dicho del acta notarial en que se haga constar,
la declaración de voluntad de la sociedad creadora, para establecer un crédito a su
cargo, e incorporarlo a los títulos de las obligaciones.

En términos generales, deberán contenerse en el acta los datos que


identifiquen a la sociedad creadora (datos de la escritura constitutiva) y los
datos que perfilen al crédito y a los títulos (importe total del crédito, valor
nominal de las obligaciones, forma de vencimiento, intereses, lugar del pago,
especificación, en su caso, de las garantías, etcétera). Deberá contener también el
nombramiento de representante común de los obligacionistas, y su
declaración de haber comprobado la existencia de los activos de la sociedad
creadora, la existencia y el valor de los bienes que en su caso constituyan
la garantía, y su declaración de constituirse depositario de los fondos que se
obtengan con la colocación de los títulos, cuando tales fondos se dediquen
a la adquisición de bienes o a la realización de construcciones para la
sociedad.

GÓMEZ GORDOA -dice que le nombramiento de representante común lo nombra


la propia sociedad emisora.

TENA - dice que lo realizan los mismo obligacionistas.

CERVANTES AHUMADA - dice que la sociedad nombra un representante


provisional y los obligacionistas nombrarán uno definitivo.

Contenido De Los Títulos

Los títulos, dice el artículo 210, deberán contener:

261
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

I.- Nombre, nacionalidad y domicilio del obligacionista, excepto en los


casos en que se trate de obligaciones emitidas al portador en los términos
del primer párrafo del artículo anterior.

II.- La denominación, el objeto y el domicilio de la sociedad emisora;

III.- El importe del capital pagado de la sociedad emisora y el de su activo


y de su pasivo, según el balance que se practique precisamente para
efectuar la emisión;

IV.- El importe de la emisión, con especificación del número y del valor


nominal de las obligaciones que se emitan;

GÓMEZ GORDOA - Según el 209 las obligaciones serán nominativas y


deberán emitirse en denominaciones de cien pesos o de sus múltiplos,
excepto tratándose de obligaciones que se inscriban en el Registro
Nacional de Valores e Intermediarios y se coloquen en el extranjero entre
el gran público inversionista, en cuyo caso podrán emitirse al portador.
Respecto de los cien pesos o sus múltiplos, se ha presentado en la práctica el
problema de determinar si se pueden expedir en moneda nacional. Se ha discutido
si las sociedades o el mismo Estado están facultados para emitir obligaciones en
divisas o moneda extranjera.

V.- El tipo de interés pactado;

VI.- El término señalado para el pago de interés y de capital y los plazos,


condiciones y manera en que las obligaciones han de ser amortizadas;

VII.- El lugar del pago;

VIII.- La especificación, en su caso, de las garantías especiales que se


constituyan para la emisión, con expresión de las inscripciones relativas
en el Registro Público;

IX.- El lugar y fecha de la emisión, con especificación de la fecha y


número de la inscripción relativa en el Registro de Comercio.

X.- La firma autógrafa de los administradores de la sociedad, autorizados


al efecto, o bien la firma impresa en facsímil de dichos administradores, a
condición, en este último caso, de que se deposite el original de las firmas
respectivas en el Registro Público de Comercio en que se haya registrado
la sociedad emisora.

262
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

XI.- La firma autógrafa del representante común de los obligacionistas, o


bien la firma impresa en facsímil de dicho representante, a condición, en
este último caso, de que se deposite el original de dicha firma en el
Registro Público de Comercio en que se haya registrado la sociedad
emisora.

Fuera de los problemas terminológicos, sólo requiere comentario especial la figura


del representante común, que trataremos después.

Carácter colectivo de la emisión (Tena)

El principio de colectividad de la emisión, ha sido tomado muy en cuenta por la


Ley, como lo demuestra en su desarrollo la mayor parte de su articulado,
reconocido en el 208.

La emisión de obligaciones en la oferta pública y simultánea de contratos a


cuantos quieran aceptarla. La colectividad es la que responde a la invitación de la
sociedad y de ahí el carácter esencialmente colectivo de la operación de emisión,
que no permite considerar al suscriptor como un contratante individual, sino como
una unidad en la colectividad de los prestamistas. El contratante individual que
se engloba de pleno derecho en una sociedad virtual de obligacionistas.

A la realidad económica ha respondido la realidad jurídica, ya que, nuestra ley


organiza a los obligacionistas en masa a la que el portador de obligaciones, por el
solo hecho de serlo, pertenece de pleno derecho.

Reglas generales (Gómez Gordoa)

1.- Como son TC's pueden ser nominales, al portador y con cupones al portador.

2.- Todos los tenedores de obligaciones disponen de los mismos derechos, cada
emisión es como un solo título representativo de la totalidad del crédito y cada
obligación representa para el tenedor individual una parte alícuota.

Principales diferencias entre la acción y la obligación (Cervantes


Ahumada).

Según ya hemos indicado, tanto la acción como la obligación son valores


mobiliarios o efectos de comercio creados en serie, y ambos son creados por
sociedades. Estudiaremos las principales diferencias entre los títulos:
a. Las acciones pueden crearlas las sociedades anónimas y las en comandita
por acciones, la obligación sólo puede ser creada por una sociedad
anónima, con intervención de una sociedad de este tipo (como en el
caso de las cédulas hipotecarias), o por el Estado (caso de los bonos).

263
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

b. La acción incorpora, según dijimos, como elemento fundamental, la


facultad de conferir a su tenedor la calidad de socio, de miembro de una
entidad corporativa; la obligación incorpora un derecho de crédito
contra la sociedad creadora del título. Por tanto, el accionista es un
elemento interno, que forma parte del organismo social, y el
obligacionista es un elemento externo, que está frente a tal organismo.
En tanto que el socio es partícipe en la sociedad, el obligacionista es un
acreedor de ella. Esta es la diferencia fundamental entre uno y otro título.
c. Las acciones son valores de renta variable; las obligaciones lo son de
renta fija. Las primeras dan derecho a un dividendo proporcional a las
utilidades sociales; las segundas dan derecho a un interés, que no
depende del resultado de los negocios de la sociedad, y que se deberá
pagar aun cuando los resultados arrojen pérdida.

Debe advertirse que, como se indicó a propósito de las acciones, en la práctica se


han dado casos de acciones de voto limitado con un dividendo fijo, que equivale a
un interés y cuya práctica hemos tachado de ilegal; y se han dado también casos
(autorizados por la ley; Art. 123 LGSM) de acciones que devengan intereses,
durante un período no mayor de tres años y por una tasa no mayor del nueve por
ciento anual. Se trata, como dice Mantilla Molina de los llamados intereses o
dividendos constructivos, que se permiten para estimular la inversión de capitales
en empresa que necesitan tiempo largo para desarrollarse y producir.

A pesar de la hibridez que ocasionan los fenómenos indicados, creemos que la


diferenciación entre acciones y obligaciones se mantiene en el fondo y tras las
situaciones transitorias surge cada una de las instituciones, con sus propias
características.

TENA

Semejanzas

1.- Ambas son bienes muebles, aunque en las S.A.'s estas sean propietarias de
bienes inmuebles y en las obligaciones, estas se garanticen con hipoteca.

2.- Los derechos que en ambas se representan se hacen constar en títulos de


crédito.

3.- Ambas son indivisibles.

Diferencias

Todas estas derivan de una idea fundamental: la acción es una parte de asociado
y las obligación es un crédito.

264
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

1.- La sociedad emisora debe cubrir al obligacionista el interés pactado antes de


todo dividendo.

2.- Los accionistas no tienen derecho alguno sobre el capital social sino después
de pagados los acreedores, entre quienes se cuentan los obligacionistas.

3.- La acción produce frutos variables, la obligación da derecho a frutos fijos.


4.- La amortización de las acciones no es una necesidad, pero si lo es con respecto
a las obligaciones.

5.- La amortización extingue completamente los derechos del obligacionista,


mientras que el accionista puede seguir siéndolo aun después del reembolso, con
las acciones de goce.

6.- Los accionistas participan en las asambleas y en los negocios de la empresa,


mientras que los obligacionistas no lo hacen.

Medidas tomadas por la ley para proteger al obligacionista contra la mala


fe del emisor (Tena)

La ley ha protegido al obligacionista de la sociedad conforme a lo siguiente:

1.- Se le prohibe a la sociedad emisora que haga la emisión por cantidad mayor
del activo neto con que cuenta a menos que se haga en representación del valor o
precio de bienes cuya adquisición o construcción tuviere contratada (212).

2.- La sociedad nunca podrá reducir su capital sino en proporción al reembolso que
haga sobre las obligaciones por ella emitidas, ni podrá cambiar su objeto, domicilio
o denominación, sin el consentimiento de la Asamblea General de Obligacionistas y
deberá publicar en el DOF su balance anual certificado por contador público.

3.- La emisión hecho por declaración unilateral de voluntad de la emisora sehará


constar en acata ante notario y se inscribirá en el RPP sin hubo garantía inmuebles
y en el RPC en todo caso (212).

4.- La designación de un representante común de los obligacionistas, en opinión


de TENA, el representante debe ser nombrado por los mismos obligacionistas,
éstos deben existir desde el momento en que se levanta el acta de emisión.

La asamblea de obligacionistas (Cervantes Ahumada)

La agrupación de los obligacionistas, observa Escarra se remonta, en sus orígenes,


al origen de las sociedades anónimas. El Banco de San Jorge, de Génova, fundado

265
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

en 1409, fue una de las primeras sociedades anónimas, y se fundó para


representar a los suscriptores de un empréstito estatal.

(Tena - Naturaleza jurídica de las agrupaciones constituidas por las


obligacionistas) - La naturaleza de la agrupación o comunidad de obligacionistas,
es discutida. No se trata de una sociedad, porque el conjunto de obligacionistas no
tiene personalidad jurídica, ni porque hay aportaciones ni repartición posible de
utilidades; y tampoco es una asociación en los términos del Código Civil, porque
evidentemente los nexos que unen a los obligacionistas entre sí, son no sólo
preponderante, sino exclusivamente económicos. Se trata de una asociación de
tipo especial y de naturaleza mercantil. Es una agrupación voluntariamente
constituida para la defensa colectiva de sus derechos por los interesados,
quienes quedan obligados a deliberar en común sobre ciertas cuestiones y
a someterse a las decisiones de la mayoría.

"La asamblea general de obligacionistas (218) representa al conjunto de éstos y


sus decisiones, tomadas en los términos de esta ley y de acuerdo con las
estipulaciones relativas del acta de emisión, serán válidas respecto de todos los
obligacionistas, aun de los ausentes o disidentes".

Para que se reúna la asamblea válidamente se requerirá que de cuando


menos un número de titulares que represente la mitad más una de las
obligaciones en circulación, en primera convocatoria, y las decisiones se
tornarán por mayoría de votos (219) salvo si se trata de nombrar al
representante común o revocar su nombramiento, o de convenir prórrogas o
esperas con la sociedad deudora o modificaciones al acta de emisión (220). En
estos casos, se requerirá que esté representado, cuando menos, el 75% de las
obligaciones en circulación, para la reunión de la asamblea en primera
convocatoria. Si la asamblea se reúne por citación de segunda convocatoria, será
válida cualquiera que sea el número de las obligaciones representadas.

En términos generales, puede decirse que las asambleas de obligacionistas tienen


un régimen semejante al de las asambleas de accionistas: los titulares se
legitiman para concurrir, con la exhibición de sus títulos, las decisiones se toman
por mayoría, que vincula las voluntades de los ausentes y disidentes, y se les
aplican, en lo conducente, las normas establecidas para las asambleas por la Ley
de Sociedades (221).

La asamblea, que será presidida por el representante común se reunirá


cuando éste la cite; y deberá citarla, si los titulares que representen cuando
menos el 10% de las obligaciones en circulación, así lo piden. Si el representante
común se niega, citará el juez del domicilio de la sociedad deudora.

El Representante Común (Cervantes Ahumada)

266
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Para representar a los obligacionistas, en sus relaciones con la sociedad


deudora, se instituye el representante común. Debe distinguirse entre
representante común provisional, que es el que designa la propia sociedad
creadora para que comparezca al acta de creación, y representante definitivo, que
es el designado por la asamblea de obligacionistas.

No es un mandatario, aunque la ley dice que "obrará como un mandatario" de


los obligacionistas (art. 217). Es el órgano de ejecución de los acuerdos de la
asamblea de obligacionistas, y el representativo de los mismos. No puede
considerarse mandatario, porque existe desde antes de que los obligacionistas
existan, ya que éstos, por definición, son obligacionistas en cuanto son tenedores
de los títulos.

El representante común deberá cerciorarse de la veracidad de los datos del


balance practicado especialmente para la creación de las obligaciones; que deberá
comprobar la existencia y regularidad de las garantías y constituía en depositario
del producto de la colocación de los títulos, cuando se destine a adquisición de
bienes o construcción de obras. Tendrá, además, conforme al 217, obligación de
gestionar la inscripción del acta de creación, firmar las obligaciones, asistir a los
sorteos, convocar y presidir las asambleas y, como fundamentales, la facultad de
otorgar todos los contratos o documentos que deban otorgarse entre el conjunto
de obligacionistas y la sociedad deudora, y la de "ejercitar todas las acciones o
derechos que al conjunto de obligacionistas corresponda por el pago de los
intereses o el capital debidos, o por virtud de las garantías" que se hayan
establecido para el crédito.

Los obligacionistas podrán ejercitar individualmente acciones de cobro; pero sus


acciones serán atraídas por el juicio colectivo que inicie el representante común.

Amortización y la prohibición del 211

Puede establecerse en el acta de creación que los títulos de las obligaciones


venzan periódicamente y por medio de sorteos. Éstos se efectuarán ante notario,
con intervención del representante común y de los administradores de la sociedad.
El resultado del sorteo deberá publicarse en la forma que determina el 222, las
obligaciones sorteadas, dejarán de producir intereses desde la fecha en que se
sortearon si la sociedad deposita en una institución de crédito el importe necesario
para efectuar el pago. Por regla general, se establece un plazo máximo para el
vencimiento, y dentro de dicho plazo, irán venciendo periódicamente los títulos
que salgan agraciados en los sorteos. Esta es la forma de vencimiento más usada.

La prohibición del 211 dice que no es lícito pactar que las obligaciones sean
amortizadas por sorteos a una suma superior a su valor nominal o con

267
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

primas o premios, sino cuando éstos tengan por objeto compensar a los
obligacionistas por la redención anticipada de una parte o de la totalidad de la
emisión, o cuando el interés que haya de pagarse a todos los obligacionistas sea
superior al cuatro por ciento anual y la cantidad periódica que deba destinarse a la
amortización de las obligaciones y al pago de intereses sea la misma durante el
tiempo estipulado para dicha amortización.

La doctrina dice que esas prohibiciones tienen por efecto evitar que por medio de
dichos sorteos se verifiquen opearciones ue en el fondo resultarían verdaderas
loterías, para lo cual se exige una autorización por parte de la Secretaría de la
Gobernación.

Cualquiera de los obligacionistas podrá pedir la nulidad de la emisión hecha en


contra de lo prevenido en este artículo.

Las obligaciones sorteadas se amortizarán, y dejarán de producir intereses.

Prescripción

La ley establece (227) que la acción para el cobro del crédito principal amparado
por una obligación, prescribe en cinco años a partir del vencimiento; y la acción
para el cobro de los cupones, o sea la acción de cobro de intereses, que
generalmente se incorpora en cupones, prescribe en tres años.

Para este tipo de títulos, que son títulos de inversión, el plazo de prescripción
debería ser mayor, para mayor seguridad y mejor atractivo de los inversionistas.

Obligaciones de tipo especial

Son obligaciones de tipo especial, por el sujeto que las crea, los bonos del
Estado, los bonos bancarios y las cédulas hipotecarias.

a. Bonos del Estado. Los bonos y obligaciones del Estado pierden el carácter
de títulos ejecutivos, porque contra tal sujeto no se puede despachar
ejecución. Por lo demás, en cuanto al fondo no son distintos de otras
obligaciones.

b. Bonos financieros, bonos hipotecarios y bonos de ahorro. Estas tres


clases de bonos, son creados por las instituciones que sus nombres indican
(los bonos financieros, por las sociedades financieras; los bonos
hipotecarios, por las sociedades de crédito hipotecario, y los bonos de
ahorro, por los bancos autorizados para operar en depósito de ahorro) ; se
encuentran reglamentados en su aspecto específico, en la Ley General de

268
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Instituciones de Crédito y Organizaciones Auxiliares, y se distinguen


especialmente, además del sujeto creador, por sus garantías específicas.

Las sociedades financieras, dice el 26 de la Ley General de Instituciones de Crédito


y Organizaciones Auxiliares, estarán autorizadas, entre otras cosas, para "emitir
(crear) bonos financieros con garantía específica". Esta garantía, llamada
cobertura, estará constituida por bienes y créditos determinados, en un juego de
proporciones, según sean los bienes que constituyan el fondo de garantía. 51 se
trata de créditos prendarios sobre mercancías, crédito de habilitación o avío o
refaccionarios, valores estatales y valores creados por empresas prósperas (o sea
las que hayan obtenido utilidades en los últimos tres años) la cobertura podrá ser
hasta del 100% del importe total de los bonos; si la cobertura consiste en valores
creados por empresas que no hayan obtenido utilidades en los últimos tres años,
siempre que hayan sido aprobados por la Comisión Nacional de Valores, la
garantía podrá ser hasta el 50% del valor total de los bonos; y si se trata de
créditos concedidos directamente a empresas de nueva promoción, o que no
reúnan el requisito de la prosperidad en tres años, el importe de la cobertura
podrá ser hasta del 30% del importe total de los bonos.

Los valores que constituyan la cobertura deberán mantenerse separados por la


institución deudora, y formarán un fondo especial de garantía a favor de los
tenedores de los bonos. No se trata de una garantía prendaria, sino de un
privilegio de tipo especial, a favor de los indicados titulares.

Los bonos hipotecarios son obligaciones a cargo de una sociedad de crédito


hipotecario, que ésta crea por declaración unilateral de voluntad; Podrán tener un
plazo máximo de veinte años, y su cobertura consistirá en activos de la sociedad
consistentes en créditos hipotecarios a favor de la sociedad, o en cédulas y bonos
creados o garantizados por otras instituciones de la misma especie (art. 35
LGICOA).

Los bonos de ahorro deberán tener como garantía específica un conjunto de los
bienes de activo del banco creador, distribuidos en forma semejante a como se
establece para los bonos financieros, en un complicado juego de proporciones (art.
19 LGICOA). También para la cobertura de los bonos de ahorro, debe considerarse
aplicable lo que se dijo en cuanto a la naturaleza de la cobertura de los bonos
financieros.

c. Las cédulas hipotecarias. Los títulos de crédito hipotecario (bonos y


cédulas) del derecho mexicano tienen su antecedente en las instituciones
alemanas y en las prácticas francesas. 12 Mas puede asegurarse que la
cédula hipotecaria mexicana tiene características propias.

269
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

El artículo 34 de la Ley General de Instituciones de Crédito y Organizaciones


Auxiliares dice que las sociedades de Crédito Hipotecario estarán autorizadas para
"garantizar la emisión de cédulas representativas de hipoteca". El
mecanismo de creación es el siguiente; una persona que tenga la disposición de
un bien inmueble, constituye, por declaración unilateral de voluntad que se debe
hacer constar en acta notarial, un crédito hipotecario a su cargo, con garantía
hipotecaria del inmueble. Se establece en el acta que el crédito hipotecario
quedará dividido en tantas porciones como cédulas hipotecarias se creen, y en
cada una de las cédulas quedará incorporada la respectiva porción del crédito
hipotecario. En esta forma, el crédito hipotecario, inmobiliario por su naturaleza,
se atomiza y se incorpora en cosas mercantiles muebles, como son los títulos de
las cédulas. Así se da al crédito hipotecario gran movilidad, que hace fácilmente
movilizabas grandes capitales, y que ha dado gran aplicación a la cédula, la que es
considerada como el mejor valor de inversión.

La sociedad o banco hipotecario intervendrá en el acta de creación, para


certificar la existencia y valor de las garantías y para prestar su aval en
cada una de las cédulas. El banco tiene, consecuentemente, la calidad de
avalista; pero su situación de intermediario entre el deudor hipotecario creador de
las cédulas y el tomador de éstas, tiene especiales perfiles. Se constituye en
representante común obligado del conjunto de tenedores, y debe velar por los
intereses de éstos.

Para mayor seguridad de los presuntos tomadores de cédulas, en cada acta de


creación interviene la Comisión Nacional Bancaria, que vigila la existencia y la
debida proporción del valor de la garantía hipotecaria.

Los tenedores de cédulas no se constituyen en asamblea, porque el banco, como


ya se dijo, es su representante obligado, y tienen contra él acción de cobro, por la
calidad de avalista que el banco tiene. Al pagar el banco a los tenedores, se
subroga en sus derechos para cobrar al deudor hipotecario.

Las acciones derivadas de una cédula hipotecaria son de dos naturalezas:


hipotecaria contra el deudor principal, y cambiaría directa contra el banco avalista.

Las cédulas tendrán un vencimiento máximo de veinte años (38 LGICOA) y los
derechos incorporados prescribirán como los de las obligaciones: en tres años los
cupones de intereses, y en cinco el principal.

Surge el problema de los efectos de la prescripción, que se agrava cuando, como


suele suceder, el deudor hipotecario ha entregado al banco el valor de las cédulas,
y dicho valor no ha sido reclamado por los tenedores. La prescripción aprovecha al
deudor hipotecario creador de la cédula, aun en el caso de que haya entregado al
banco el importe de las cédulas, en cuyo caso, al producirse la prescripción, el

270
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

banco deberá devolver tal importe al deudor. No aprovecha al banco la


prescripción porque el papel de éste es el de intermediario entre el deudor
hipotecario y los tenedores de las cédulas, y cuando recibe el importe de éstas, no
lo recibe en pago para sí, sino para pagar por cuenta del deudor al tenedor del
título.

Lo anterior debe entenderse conforme a la ley vigente. Pero es oportuno observar


que, por la naturaleza de los títulos (títulos de mercado, para obtención y
movilización de capitales) la prescripción de las cédulas debería tener un plazo
más largo, y no debería beneficiar ni al deudor ni al banco intermediario, que ya
obtuvieron su beneficio con la creación y colocación de los títulos, sino a la
Asistencia Pública. Esta idea, proveniente del sistema francés, ha sido acogida por
el proyecto para el Nuevo Código de Comercio.

d. Obligaciones convertibles en acciones. Algunos países como Alemania


(Ley de 1937), Francia (Decreto de 1953), y España (Ley de Sociedades
Anónimas de 1951) han reglamentado el tipo especial de obligaciones que
dan derecho a sus tenedores para convertir sus títulos en acciones y
convertirse ellos, por tanto, en accionistas de la sociedad.

Por decreto publicado el 29 de diciembre de 1962 se agregó a la Ley General de


Títulos y Operaciones de Crédito (LGTODC) el artículo 210 bis, por medio del cual
se -reglamenta la creación de Obligaciones Convertibles en Acción. Dice el
novedoso artículo: Art. 210 bis.-Las sociedades anónimas que pretendan emitir
obligaciones convertibles en acciones se sujetarán a los siguientes requisitos:
i. Deberán tomar las medidas pertinentes para tener en tesorería
acciones por el importe que requiere la concesión.
ii. Para los efectos del punto anterior, no será aplicable lo dispuesto en
el artículo 132 de la Ley General de Sociedades Mercantiles.
iii. En el acuerdo de emisión se establecerá el plazo dentro del cual, a
partir de la fecha en que sean colocadas las obligaciones, debe
ejercitarse el derecho de conversión.
iv. Las obligaciones convertibles no podrán colocarse abajo de la par. Los
gastos de emisión y colocación de las obligaciones se amortizarán
durante la vigencia de las mismas.
v. La conversión de las obligaciones en acciones se hará siempre
mediante solicitud presentada por los obligacionistas, dentro del plazo
que señale el acuerdo de emisión.
vi. Durante la vigencia de la emisión de obligaciones convertibles, la
emisora no podrá tomar ningún acuerdo que perjudique los derechos
de los obligacionistas derivados de las bases establecidas para la
conversión.

271
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

vii. Siempre que se haga uso de la designación: capital autorizado,


deberá ir acompañada de las palabras “para conversión de
obligaciones en acciones.”

La creación de obligaciones significa un cargo para la sociedad, en el sentido de


que tendrá que pagar, cualesquiera que sean los resultados de los negocios
sociales, los intereses a los tenedores de las obligaciones. Por ello, suele darse el
caso, cuando la sociedad se ve en situación difícil, de proponer a sus
obligacionistas la conversión de sus créditos en capital. Esta conversión se opera
cambiándose las obligaciones por acciones, y en esta forma el capital se aumenta,
y se disminuye el pasivo de la sociedad. Y los obligacionistas quedan convertidos
en socios.

Es claro que, en estos casos de aumento de capital, los accionistas antiguos


no tendrán derecho al tanto, porque el aumento de capital se destina a ser
cubierto con el crédito incorporado a las obligaciones. De acuerdo con el
artículo 220 bis fracciones tercera y quinta, el de conversión será siempre un
derecho que corresponda al obligacionista p el que no podrá ser obligado por la
sociedad a realizar la conversión.

Ejercicio de acciones individuales por parte de los obligacionistas

El 223 autoriza a los obligacionistas para que ejerzan individualmente:

1.- La nulidad de la emisión por las causas que señalan el 209, 211 y las
resoluciones de la asamble conforme al párrafo final del 220.

2.- No se hayan cumplido los requisitos establecidos para su convocatoria y


celebración en los que tenga que exigir a la sociedad el pago de sus créditos,
exigir al representante común que practique los actos conservatorios de sus
derechos o los haga efectivos o los que cubra la responsabilidad en que por culpa
grave haya incurrido en el ejercicio de su cargo. Si el representante común ya
ejerció acción contra la sociedad ºlas acciones que contra ella tuviere el
obligacionista no podrá ejercerlas, ni cuando fueren incompatibles con alguna
resolución aprobada por la asamblea.

272
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

6. Certificados de Participación (Gómez Gordoa)

ANTECEDENTES

El origen de los Certificados de Participación proviene de los "Trust Certificates" o


"Participating Certificates", a su vez originados por el "Trust de Inversión" del
Common Law de Inglaterra, en el siglo pasado y que pasaron posteriormente al
derecho norteamericano.

El Trust de Inversión se fundamenta en la aportación de personas de recursos


limitados, para que en su conjunto esa acumulación de recursos pueda emplearse
en operaciones de mayor importancia y así estos certificados de participación
actuales permiten a esos inversionistas percibir una parte proporcional que
corresponda a las sumas invertidas por cada uno de ellos, respecto de los
derechos derivados de la inversión, usufructo o realización de los bienes propios
del Trust.

Los certificados de participación aparecen en México por decreto publicado en el


Diario Oficial de la Federación el 31 de agosto de 1933, mediante el cual se
adicionó el artículo 90 de la Ley General de Instituciones de Crédito de 1932, con
una fracción IX, que decía: "Emitir certificados nominativos que podrán ser
negociables, haciendo constar la participación de los distintos copropietarios en
bienes, títulos o valores que se encuentren en poder de la institución o la
participación de los acreedores en las liquidaciones en las que la institución
fiduciaria tenga el carácter de liquidar irrevocable o síndico.
Cuando los certificados de participación hagan constar el derecho del copropietario
o del acreedor a una cantidad fija, se entenderá que la institución emisora
garantiza el pago de esa cantidad; cuando los certificados los certificados hagan
constar solamente la participación del copropietario o del acreedor en una parte
alícuota de los bienes o del activo o valor neto que resulten en la venta o
liquidación, la institución fiduciaria sólo será responsable de la existencia de los
bienes o de la legitimidad del crédito."

En la Ley Orgánica de Nacional Financiera, S. A., publicada en el Diario Oficial de


la Federación el 31 de diciembre de 1940, se regula la emisión de certificados de
participación por parte de dicha institución nacional.

En la Reforma de 1933 a la Ley Bancaria, la Ley General de Instituciones de


Crédito Y Organizaciones Auxiliares, publicada el 31 de mayo de 1941, preveía la
emisión de certificados de participación en el capítulo relativo a las instituciones
fiduciarias y así el artículo 44 decía: "las sociedades o las instituciones de crédito
que disfruten de concesión para llevar a cabo operaciones fiduciarias, estarán
autorizadas en los términos de esta Ley : i) para emitir certificados, haciendo

273
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

constar la participación de los distintos copropietarios, bienes, títulos o valores que


se encuentren en poder de la institución o la participación de acreedores en las
liquidaciones en las que la institución fiduciaria tenga el carácter irrevocable de
liquidado síndico".

Asimismo, el artículo 45 fracción V, que regulaba la actividad de las instituciones


fiduciarias disponía: "Artículo 45. La actividad de las instituciones fiduciarias se
someterá a 1as siguientes reglas: V) cuando una institución fiduciaria hubiera
emitido certificados de participación en títulos o valores u otros bienes a los que se
refiere el inciso i) del artículo 44, se entenderá que la institución emisora promete
su parte alícuota de los bienes o del activo o valor neto que resulten en la venta o
liquidación y sólo será responsable de la existencia de los bienes o de la
legitimidad del crédito. Estas circunstancias deberán constar en los certificados".

Del diario de debates de la Cámara de Senadores se destaca con relación a la


adición a la Ley Bancaria lo siguiente: " Se aprecia las ventajas que se ofrecen,
desde el punto de vista técnico como administrativo. Es inaplazable el propiciar el
desenvolvimiento de las operaciones de crédito, dándoles una estructuración que
responda a las circunstancias que sortea el país, que esta ansioso de romper con
anquilosados sistemas que privaron por mucho tiempo y que no permitían a
nuestras instituciones financieras actuar..."

La Ley Orgánica del Banco Nacional Hipotecario Urbano y de Obras Públicas, S. A.,
del 30 de diciembre de 1946, prevé la emisión de certificados de participación y se
regulan los certificados de participación inmobiliarios emitidos por esa institución
nacional de crédito.

Esta última materia -la relativa a los certificados de participación inmobiliarios-


vuelve a ser regulada, en forma más amplia, en los artículos 28 al 39 de una
nueva Ley Orgánica del mismo Banco, del 8 de febrero de 1949, que establece una
disposición de excepción a la Ley Cambiaria al permitir que en la emisión de
certificados de participación inmobiliaria sobre inmuebles destinados a
habitaciones populares, la institución como fideicomitente, pueda designar
fiduciario a su propio departamento especializado.

Sin embargo, la Ley Orgánica de la institución, publicada el 31 de diciembre de


1980, ha omitido la regulación de los certificados de participación, por considerar
-según se indica en su Exposición de Motivos-- que ya su reglamentación se
encuentra contenida en la Ley Bancaria.

DEFINICIÓN

274
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Los certificados de participación son títulos de crédito colectivos que


representan derechos de sus tenedores a ciertos bienes o derechos
específicos, incorporados en ellos.

A diferencia de las "Obligaciones" que representan la participación individual de


sus tenedores en un crédito colectivo, aquí en los "Certificados de Participación",
los tenedores individuales, no son acreedores, sino propietarios o dueños, de
partes alícuotas, en la propiedad de ciertos bienes o derechos reales.

NATURALEZA JURÍDICA

Los Certificados de Participación, han sido creados, en un proceso de


modernización jurídica, para dar una forma legal a necesidades del mundo
económico, que ha requerido de instrumentos ágiles, sencillos y efectivos, para
desplazar y movilizar derechos reales de bienes muebles o inmuebles, derechos
específicos y valores, de manera fraccionada y aún pulverizada.

Estos títulos de crédito, se dividen los derechos reales incorporados a los


mismos (usufructo o propiedad) y así pueden adquirirlos un gran número
de personas, en condiciones jurídicas de gran seguridad y con la ventaja
aún de poder traspasarlos fácilmente con un simple endoso. Pueden entrar al
mercado de valores y así los derechos que representan adquieren una gran
movilidad.

A diferencia de los instrumentos aplicables en el Derecho Común como la


mancomunidad, en regímenes de propiedad, impiden la movilización de los bienes,
por los conflictos normales que entrarían.

En materia mercantil no es admisible manejar los conceptos sobre propiedad,


como en el Derecho Común. Peor aún sería referirnos a la propiedad múltiple en el
Derecho Mercantil, a la manera del Derecho Civil.

La participación de muchos, respecto de bienes y derechos, en materia mercantil,


se resuelve mediante las siguientes medidas:

1.- Los derechos sobre los bienes y derechos, en régimen de copropiedad, se


hace a través de títulos de crédito.

2.- Dichos títulos de crédito serán colectivos, en serie, seriales o en masa.

3.- Otorgarán a sus propietarios o tenedores los mismos derechos y


obligaciones.
a.Se instituye un régimen equitativo y democrático en las expresiones de
voluntad de los partícipes o tenedores de los títulos de crédito colectivos.

275
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

4.- La emisión de estos títulos la hará una institución fiduciaria, como


fundamento de institucionalidad, seriedad, profesionalismo e imparcialidad.

El 31 de diciembre de 1946, se publicó en el Diario Oficial de la Federación, se


adicionó con el Capítulo V bis del Título Primero de la LGTOC, el tema "De los
Certificados de Participación".
El articulo 228 a dice:

"Los certificados de participación son títulos de crédito que representan:


a) El derecho a una parte alícuota de los frutos o rendimientos de los
valores, derechos o bienes de cualquiera clase que tengan en fideicomiso
irrevocable para ese propósito la sociedad fiduciaria que los emita;
b) El derecho a una parte alícuota del derecho de propiedad o de la
titularidad de esos bienes, derechos o valores;
c) 0 bien el derecho a una parte alícuota del producto neto que resulte de la
venta de dichos bienes, derechos o valores.

En el caso de los incisos b) y c), el derecho total de los tenedores de


certificados de cada emisión será igual al porcentaje que represente en el
momento de hacerse la emisión del valor total nominal de ella en relación
con el valor comercial de los bienes, derechos o valores correspondientes
fijado por el peritaje practicado en los términos del articulo 228 h.
En caso de que al hacerse la adjudicación o venta de dichos bienes,
derechos o valores, el valor comercial de éstos hubiere disminuido, sin ser
inferior al importe nominal total de la emisión, la adjudicación o liquidación
en efectivo se hará a los tenedores hasta por un valor igual al nominal de
sus certificados; y si el valor comercial de la masa, fiduciaria fuere inferior al
nominal total de la emisión, tendrán derecho a la aplicación íntegra de los
bienes o producto neto de la venta de los mismos".

El inciso a) del artículo transcrito, especifica que los certificados de participación


son títulos de crédito que representan el derecho a una parte alícuota de
los fondos o rendimientos de los valores, derechos o bienes de cualquier clase
que tengan en fideicomiso irrevocable para ese propósito la sociedad fiduciaria que
los emita.

De esta suerte, un propietario o varios, que se constituyen en fideicomitentes,


trasmiten su propiedad fiduciaria a una Institución de Fideicomiso,
irrevocablemente, para que los compradores de esos certificados, adquieran una
parte alícuota de los fondos o rendimientos, respecto de los bienes o derechos
fideicomitidos.

276
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

En otras palabras, el derecho que tienen los tenedores de estos Certificados de


Participación, a que se refiere el inciso b), es "el derecho a una parte alícuota del
derecho de propiedad o de la titularidad de los bienes o derechos", o sea que
estamos en presencia no de una copropiedad mercantil dividida, en el número de
certificados en circulación, sino de un derecho incorporado en cada certificado
de participación, a un derecho de propiedad posterior.
Consecuentemente, cada certificado podrá circular independientemente de
los otros, lo que constituye su gran facilidad y su enorme ventaja sobre la
copropiedad civil.

Cuando hablamos de "el Derecho a una parte alícuota del derecho de propiedad de
los bienes fideicometidos", hablamos de un derecho a una parte alícuota del
derecho de propiedad, por lo que son títulos de crédito que tienen incorporado
un derecho a la propiedad de los bienes susodichos.

El inciso c) implica que los bienes fideicometidos en propiedad fiduciaria de


la institución de fideicomiso emisora han de ser vendidos por ésta y el
producto de la venta se distribuirá entre los tenedores de los certificados de
participación.

Su naturaleza jurídica es que son TC colectivos, nominativos y muebles (aunque


los bienes materia de la emisión sean inmuebles). Son fiduciarios, porque su
emisión corre a cargo de una institución fiduciaria y se establece con toda claridad
que dichos títulos de crédito no deben confundirse con otra operación.

Los certificados de participación han de nacer de una DUV, a la manera de TC, que
las Instituciones Fiduciarias hacen en los términos.

Clasificación.

Son ordinarios o inmobiliarios dependiendo de si los bienes fideicomitidos son


muebles o inmuebles.

Monto de la Emisión

El monto nominal es fijado mediante dictamen que formulen, previo peritaje de los
bienes fideicomitidos, NAFINSA o BANOBRAS, según se trate de bienes muebles o
inmuebles.

Modalidades

Pueden ser amortizables o no.

277
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

• Serán nominativos en denominaciones de $100 o sus múltiplos y otorgarán


iguales derechos a sus tenedores.
• La emisión se hará previa DUV expresada en escritura pública debiendo hacerse
constar los siguientes elementos:
I. La denominación, objeto y domicilio de la sociedad emisora;
II. Relación del acto constitutivo del fideicomiso, bases de la emisión;
III. Descripción de los derechos o cosas materia de la emisión;
IV.Dictamen pericial (Art. 228 h);
V. Importe de la emisión con especificación del número y valor de los
certificados y las series y subseries si las hubiere;
VI.Naturaleza de los títulos y de los derechos que ellos confieren;
VII. Denominación de los títulos;
VIII. En su caso, el mínimo rendimiento garantizado;
IX.Término señalado para el pago de productos y rendimientos y si los
certificado fueren amortizables, los plazos, condiciones y formas de
amortización;
X. Datos del registro que sean procedentes para la identificación de los bienes
materia de la emisión y de los antecedentes de la misma;
XI.La designación de representante común de los tenedores de certificados y la
aceptación de éste, con su declaración:
a. De haber verificado la constitución del fideicomiso base de la emisión;
b. De haber comprobado la existencia de los bienes fideicometidos y la
autenticidad del peritaje practicado sobre los mismos de acuerdo con
el artículo 228 h.
En caso de que los certificados se ofrezcan en venta al público, los avisos o la
propaganda, contendrán los datos anteriores. Por violación de lo dispuesto en este
párrafo quedarán solidariamente sujetos a daños y perjuicios aquellos a quienes la
violación sea imputable.

El artículo 228 n indica que el certificado de participación deberá contener los


siguientes requisitos:
I. Nombre, nacionalidad y domicilio del titular del certificado.
II. La mención de ser "certificados de participación" y la expresión de si es
ordinario o inmobiliario;
III. La designación de la sociedad emisora y la firma autógrafa del funcionario
de la misma, autorizado para suscribir la emisión correspondiente;
IV.La fecha de expedición del título;
V. El importe de la emisión, con especificación de número y del valor nominal
de los certificados que se emitan;
VI.En su caso, el mínimo de rendimiento garantizado;
VII. El término señalado para el pago de productos o rendimientos y del
capital y los plazos, condiciones y forma en que los certificados han de
ser amortizados;
VIII. El lugar y modo de pago;

278
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

IX.La especificación, en su caso, de las garantías especia- les que se


constituyan para la emisión, con expresión de las inscripciones relativas
en el Registro Público;
X. El lugar y la fecha del acta de emisión, con especificación de la fecha y
número de la inscripción relativa en el Registro de Comercio;
XI.La firma autógrafa del representante común de los tenedores de certificados.

En los términos del articulo 228 o, de los términos y condiciones de las emisiones
de certificados de participación, deberán ser aprobados previamente por la
Comisión Nacional Bancaria y de Seguros, así como los textos de las actas
de emisión y de los certificados y cualesquiera modificaciones de las
mismas, debiendo concurrir al otorgamiento del acta de emisión o de su
modificación un representante de dicha Comisión.

Se establece para los certificados de participación la figura del representante


común de los tenedores de los mismos, cargo que es personal y cuya designación
se hará por la institución fiduciaria y sus facultades y obligaciones serán las
señaladas por el artículo 228:
1. Verificar los términos del acto constitutivo del fideicomiso base de la
emisión;
2. Comprobar la existencia de los derechos o bienes dados en fideicomiso
y, en su caso, que las construcciones y los bienes inmovilizados
incluidos en el fideicomiso están asegurados, mientras la emisión no se
amortice totalmente por su valor o por el importe de los certificados en
circulación, cuando éste sea menor que aquél;
3. Recibir y conservar los fondos relativos como depositarios y aplicarlos
al pago de los bienes adquiridos o de su construcción en los términos
que señale el acta de emisión, cuando el importe de la misma o una
parte de él, deban ser destinados a la adquisición o construcción de
bienes;
4. Autorizar con su firma los certificados que se emitan;
5. Ejecutar todas las acciones o derechos que al conjunto de tenedores
de certificados correspondan por el pago de intereses o del capital
debidos o por virtud de las garantías señaladas para la emisión, así
como los que requiera el desempeño de las funciones y deberes a que
este artículo Se refiere, y ejecutar los actos conservatorios de esos
derechos y acciones;
6. Asistir a los sorteos, en su caso;
7. Convocar y presidir la asamblea general de tenedores de certificados y
ejecutar sus decisiones;
8. Recabar de los funcionarios de la institución fiduciaria emisora, todos
los informes y datos que necesite para el ejercicio de las atribuciones,
inclusivo los relativos a la situación financiera del fideicomiso base de
la emisión.

279
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

La Asamblea General de Tenedores representará al conjunto de éstos y sus


decisiones se tomarán en término de ley y de acuerdo con el acta de emisión,
serán válidas respecto a todos los tenedores aún los ausentes o disidentes,
aplicándose al respecto lo dispuesto para la Asamblea General de Obligacionistas.

Las acciones para el cobro de los cupones de los certificados prescribirán


en tres años a partir del vencimiento. En caso del cobro de los cupones
amortizables las acciones prescribirán en cinco años, contados a partir de la
fecha en que venzan los plazos estipulados para hacer la amortización, o en caso
de sorteo a partir de la fecha en que se publiquen las listas correspondientes.

La prescripción operará en todos los casos a favor de la Secretaría de Salud.

Los Certificados de Vivienda

Se adicionan a la LGTOC por decreto de 27 de diciembre de 1963. Su definición la


da el Art. 228 A bis.

Su antecedente directo lo era el contrato de compraventa con reserva de dominio.


Se trataba entonces de un contrato en virtud del cual un propietario se
comprometía a transmitir la propiedad de una vivienda a una persona, necesitada
de ella, pagando el precio en abonos mensuales, por equis número de años. Se
establecía en dicho contrato que la falta de pago de dos o más mensualidades
daba por rescindido el contrato y el ocupante debería de desalojar el inmueble,
perdiendo los pagos hechos, que se aplicarían al vendedor, en concepto de renta.

Dicho contrato de compra-venta con reserva de dominio era en realidad un


contrato de arrendamiento, con opción de compra al término del plazo
estipulado, siempre y cuando se hubiesen pagado puntualmente las
mensualidades de renta.

Tal operación se consideraba leonina y fue por ello que surgió la fórmula de
los certificados de vivienda, que tienen una característica más humana y más
justa.

Si bien es cierto que los certificados de vivienda requieren una serie de actos
administrativos, un tanto cuanto complejos, la verdad es que en su fondo existe
un propósito de equidad, en tanto el adquirente en primer lugar ocupa el inmueble
de inmediato, disfruta de él durante todo el término del mismo y solamente en el
caso de falta de pago de las mensualidades estipuladas, debe desocupar, no sin
recibir el valor de rescate correspondiente, que consiste en la devolución de los
pagos hechos, deduciéndose los rendimientos que debe recibir el emisor y sus
gastos.

280
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

7. Certificado de depósito y bono de prenda

GÓMEZ GORDOA

Antecedentes y Origen

La Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares de Crédito, (LGOAAC),


regula los Almacenes Generales de Depósito, (AGD), estos tienen por objeto el
almacenamiento, guarda o conservación de bienes o mercancías y la expedición de
certificados de depósito, (CD), y bonos de prenda, (BP), independientemente de
otras actividades secundarias.

La fundamental función es recibir en almacenamiento, guarda o


conservación bienes o mercancías, constituyéndose así la figura del depósito
mercantil.

Son auxiliares del crédito van a poner los medios jurídicos para que otras
personas, puedan otorgar o recibir créditos o prestamos con los certificados de
depósito y los bonos de prenda.

TENA - Los AGD para funcionar necesitan de la debida autorización del Gobierno
Federal otorgada a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, otorgada
de manera discrecional, debiendo escuchar la opinión de la Comisión Nacional
Bancaria y de Valores. La autorización será intransmisible y deberá publicarse en
el DOF.

Los mencionados almacenes cuentan con lugares ad hoc para conservar


seguramente las mercancías que reciben; pudiendo dar grandes facilidades para el
transporte y para las operaciones de carga y descarga; instalados en puertos , o
en el interior pero siempre contiguos a centros de fáciles comunicaciones;
pudiendo recibir mercancías aun sin haberse cubierto los derechos de importación
que graven, proporcionando grandes beneficios a la industria y al comercio. El
almacén expide al depositante a cambio de la mercancía el certificado de
depósito y el bono de prenda, lo cual es su nota característica.

Certificados de Depósito

Es un TC destinado a circular cuyo negocio causal es el Contrato de Depósito entre


el dueño de la mercancía y el Almacén.

El CD acredita la propiedad de mercancías o bienes depositados en el AGD


que lo emite (229).

281
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Derecho Incorporado

El derecho incorporado en el CD es el de propiedad y de disposición de los


bienes o mercancías depositadas, de tal suerte que el Almacén sólo podrá
devolver, bajo su responsabilidad, los bienes depositados a quien le devuelva el
CD.

La incorporación de un derecho de propiedad se confirma con el 20 de la LGTOC,


que establece que “el secuestro o cualesquiera otros vínculos sobre el derecho
consignado en el TC, o sobre las mercancías por él representadas, no surtirán
efectos si no comprenden en título mismo”, relacionado con el Art. 239 que dice
que “el tenedor legítimo del CD y del o los BP, respectivos tiene pleno dominio
sobre las mercancías o bienes depositados y puede en cualquier tiempo
recogerlos, mediante la entrega del CD y del o los BP correspondientes y el pago
de sus obligaciones respectivas a favor del fisco y de los almacenes”.

El expedire el certificado de depósito se le acompaña un esqueleto, sin llenar, con


los elementos básicos de lo que va a ser, en su momento, el BP. El almacén no
crea o emite el BP, solo facilita el esqueleto.

Por tal motivo, el AGD no debe devolver la mercancía depositada si solo se le


entrega el CD, es necesario que también se le devuelva el BP.

Función del CD. Una observación de Vivante

El CD confiere a su tenedor el dominio pleno de las cosas depositadas, (239)…


VIVANTE dice que esta afirmación de la ley no es correcta puesto que el endoso
del CD sólo transmite el derecho de disponer de la mercancía. Al decir la ley
que el endoso transmite la propiedad se le atribuye un efecto propio del contrato
de compraventa, y esta puede ser o no la causa del endoso, por lo que el juez
deberá ver en la declaración de la ley una presunción iuris tantum de que el
endoso se realizó por esta causa y no por otra distinta.

El error, según él, estriba en que se extendió por analogía los efectos del endoso
de propiedad a este TC especial. La diferencia esencial es que entre la prestación
prometida por una LC implica la obligación de entregar una cantidad destinada a
confundirse en el patrimonio de quien la percibe mientras que en el CD las
mercancías siguen siendo distintas de cualquier otra, después de retirada.

Requisitos comunes del CD y del BP (231)

282
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

I. La mención de ser CD y BP, respectivamente;


II. La designación y firma del AGD;
III. Lugar de depósito;
IV. Fecha de expedición;
V. No. de orden que será igual para el CD y el o los BP, y el No. progresivo de
éstos, cuando se expidan varios en relación con un solo CD;
VI. La mención de haber sido constituido el depósito con designación individual
o genérica de la mercancía;
VII. La especificación de las mercancías o bienes depositados, con mención de su
naturaleza, calidad y cantidad y demás circunstancias que sirvan para su
identificación.
VIII. Plazo señalado para el depósito;
IX. Nombre del depositante;
X. La mención sobre si las mercancías están o no sujetas al pago de derechos o
impuestos fiscales, y cuando para la constitución del depósito sea requisito
previo la liquidación de tales derechos, nota de esa liquidación;
XI. La mención de estar o no aseguradas las mercancías y en su caso el importe
del seguro;
XII. Mención de los adeudos o tarifas en favor del AGD o en su caso la mención
de no existir adeudos.

El 240 establece que el que sólo sea tenedor del CD tiene dominio sobre las
mercancías, pero no podrá retirarlas sino mediante el pago de las
obligaciones que tenga con el fisco y con el AGD, así como por la cantidad
amparada por el o los BP y en términos del 241 cuando los CD fueren "no
negociables" se podrán retirar las mercancías total o parcialmente cubriendo las
obligaciones fiscales y las derivadas del almacenaje, siempre y cuando las
mercancías permitan cómoda división.

Bono de Prenda

Su Naturaleza Jurídica.- TC destinado a circular con garantía prendaria de los


bienes amparados por el CD.

• Mercancías individualmente designadas el AGD acompaña al CD un solo


formulario de BP.
• Mercancía genérica el AGD acompaña BP múltiples. El depositante puede
pignorar las mercancías a diferentes personas en distintas porciones
aprovechandose de la fungibilidad de las mismas. En estos casos el AGD,
desde el momento en que expide los BP, hace constar en ellos el importe del
crédito, tipo de interés,fecha de vencimiento y asimismo consigna en el
certificado la expedición de los bonos con dichas indicaciones.
• CD no negociable el AGD no expide BP.

283
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Requisitos Adicionales del BP (232)


I. Nombre del tomador del BP;
II. Importe del crédito que el BP representa; (requisito flexible, si no se
señala, se entiende que afecta a todo el valor de los bienes depositados a que
se refiere el CD, salvo que se pruebe en juicio que el monto del crédito era
menor del precio de las mercancías dadas en prenda)
III. Tipo de interés pactado; (requisito flexible si no se señala, se entiende
que fue descontado al hacerse el préstamo).
IV. Fecha de vencimiento que no podrá ser posterior a la fecha en que concluya
el depósito;
V. Firma del tenedor del CD que negocie el BP por primera vez;
VI. La mención suscrita por el AGD o por la Institución de Crédito que
intervenga en la primera negociación del bono, de que se hizo la anotación
respectiva en el CD.

Funcionamiento del BP

Al negociarse por primera vez el BP, deberá llenarse el formulario, cumpliendo


con los requisitos señalados en las fracciones II a IV del 232, si se trata de un solo
BP y de las fracciones I, V y VI, en caso de ser varios BP's.

El BP solo podrá ser negociado por primera vez, separadamente del CD,
con intervención del Almacén respectivo. Esa anotación realizada por el AGD
debe ser suscrita por el tenedor del CD a quien se considera como aceptante de
una LC y por el AGD o por la Institución de Crédito que en ellas intervengan.

Si la negociación del BP, se da en una plaza distinta a la del domicilio de AGD el


sistema bancario, facilitan, en suplencia del AGD, el cumplimiento del mencionado
requisito debiendo informar al Almacén su intervención.

Los AGD deben llevar un registro de los CD y BP que expidan en el que anotarán
los datos contenidos en el mismo y los derivados de la Institución de Crédito que
intervenga en la primera negociación del BP. El BP no pagado en tiempo total o
parcialmente, deberá ser protestado a más tardar el segundo día hábil que siga
al del vencimiento, el cual se efectuará en el AGD, la anotación que este inscriba
en el BP que le fue presentado a su vencimiento y no pagado, surtirá los efectos
de protesto. Una vez protestado el tenedor del BP comunicará de la falta de pago a
todos los signatarios del documento, si pusieron su dirección, y pedirá dentro de
los 8 días siguientes que el AGD proceda a la venta de las mercancías en
pública subasta.

La venta se aplicará 1° al pago de los impuestos, derechos o responsabilidades


fiscales, 2° al pago de los adeudos causados a favor del AGD y 3° al pago del valor
consignado en los BP, existiendo varios la prelación será de acuerdo a la

284
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

numeración de los BP. El sobrante será conservado por el AGD a disposición del
tenedor del CD. En caso de que el AGD no pudiera realizar la venta o si de la
venta no se obtuvo la totalidad del adeudo lo hará constar en el BP para que
se ejerciten los derechos del tenedor judicialmente mediante la acción
cambiaria.

Las acciones del tenedor del BP contra los endosantes y avalistas caducan:
I. Por no haber protestado el BP;
II. Por no haber pedido la venta de los bienes depositados, en el plazo
señalado;
III. Por no haber ejercido la acción cambiaria dentro de los 3 meses que sigan:
(i) a la fecha de la venta; (ii) a la fecha en que el AGD notifique que no puede
realizarse la venta; o (iii) al día en que el AGD se niegue a entregar el importe
de la venta, del retiro de la mercancía o de la indemnización en caso de
siniestro, o que entregue una suma inferior al importe del adeudo consignado
en el BP.

No obstante la caducidad de la acción contra endosantes y avalistas, el tenedor


del BP conserva acción contra quien lo negocio por primera vez
separadamente del CD y contra sus avalistas, equiparándoseles a un aceptante
como principal obligado.

Las acciones derivadas del CD para el retiro de mercancías, las derivadas del BP y
las derivadas del CD para recoger las cantidades el poder del AGD prescriben en
3 años.

Beneficios que al depositante prestan los AGD (Tena)

Conserva sin riesgos sus cosas para poder enajenarlos y darlos en prenda, puede
retirar parcialmente los bienes depositados, cuando admitan cómoda división,
entregando al AGD una suma de dinero proporcional al monto del adeudo que
representen el bono o los bonos de prenda relativos y a la cantidad de mercancías
extraídas y pagando la parte proporcional de sus obligaciones.

285
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

8. Conocimiento de Embarque (Cervantes Ahumada)

Actualmente están regulados en la Ley de Navegación, específicamente Título V,


De los contratos de explotación de embarcaciones, Cap II, Contrato de Transporte
de Mercancías por Agua, Arts. 98 a 105.

NATURALEZA DEL TÍTULO

La doctrina dominante admite que el conocimiento de embarque del transporte es


un título de crédito perteneciente a la categoría de los títulos representativos
de mercancías.

DATOS HISTÓRICOS

Históricamente el conocimiento es el primer título representativo; y la institución


se estructura y se abre paso en la práctica antes de que los juristas establecieran
los perfiles de la doctrina que la explica, y que tan luminosamente ha sido
elaborada aristas alemanes e italianos.

Suele afirmarse que el conocimiento data de la época medieval; pero para nuestra
historia, es importante anotar que se le reglamentó en las Ordenanzas de Bilbao,
que datan de 1737, y que rigieron en nuestro país como Código de Comercio,
desde la época colonial hasta fines del siglo XIX. Se definía como "la obligación
particular que un capitán o maestro de navío otorga por medio de su firma en
favor de un negociante que ha cargado en su navío algunas mercaderías y otras
cosas para llevarlas de una puerto a otro, constituyéndose a entregarlas a la
persona que se expresare en el conocimiento, o a su orden o a la del cargador, por
flete concertado antes de cargarse".

EL CÓDIGO DE COMERCIO

El Código de Comercio derogado hoy en la parte relativa por la Ley de Navegación


y Comercio Marítimos reglamentaba el conocimiento de embarque. Decía el
artículo 781 "el capitán y el cargador del buque tenían obligación de extender el
conocimiento en el cual se expresaba:
I. El nombre, matrícula y porte del buque;
II. El del capitán y su domicilio;
III. El puerto de carga y el de descarga;
IV.El nombre del cargador;
V. El nombre del consignatario, si el conocimiento fuere nominativo;
VI.La cantidad, calidad, número de bultos y marcas de las mercaderías;
VII. El flete y la capa contratados.

286
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

El conocimiento podía ser al portador, a la orden o a nombre de persona


determinada, y habría de firmarse dentro de las veinticuatro horas de recibida la
carga a bordo..."

Agregaba el Código (783) que el adquirente del conocimiento, por entrega


material, si es al portador, o por endoso, si es a la orden, "adquiría sobre las
mercancías expresadas en él todos los derechos y acciones del cedente o del
endosante".

EL PROYECTO PARA EL NUEVO CÓDIGO DE COMERCIO

En el Código actual, el conocimiento de embarque del derecho marítimo se


diferenciaba de la carta de porte del transporte terrestre y del conocimiento del
transporte aéreo. A la carta de porte no se le atribuye la categoría de título
representativo. El conocimiento aéreo carece de reglamentación específica.

En el proyecto para el Nuevo Código de Comercio se da al transporte un


tratamiento unitario, con desviaciones específicas para cada una de las tres clases
importantes de transportes: terrestre, aéreo y marítimo. Para todos los
transportes se instituye un solo título, al que indistintamente se denomina
(estableciendo una sinominia legal), conocimiento o carta de porte.

EL CONOCIMIENTO "RECIBIDO PARA EMBARQUE

El Código de Comercio exigía, para la expedición del conocimiento, que ya las


mercancías estén embarcadas. A este título se le llama, por ello, conocimiento
"embarcado". Pero las necesidades de la práctica, con la necesidad de obtener la
prontitud de los documentos para su negociación hicieron que se viniera
estableciendo la práctica de que los cargadores entregaran a la empresa
transportadora sus mercancías, antes de la llegada a puerto del buque en que
serían transportadas y que para los transportes mixtos se extendiera un solo
conocimiento (el llamado conocimiento directo). Al recibir las mercancías, la
empresa transportadora expide el conocimiento, con la anotación de haber sido las
mercancías "recibidas para embarque". Este tipo de conocimiento nace con motivo
de las grandes exportaciones de algodón norteamericano.

Tras largas peripecias en la jurisprudencia, el conocimiento "recibido para


embarque" se afianza en la práctica y es admitido (después de haber sido
prohibido en algunos países) por diversas legislaciones.

Como más adelante se verá, ya nuestra ley (la de Navegación y Comercio


Marítimos) reglamenta el conocimiento "recibido para embarque".

287
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

EL CONOCIMIENTO EN EL PROYECTO PARA CÓDIGO MARÍTIMO


UNIFORME PARA LOS PAISES CENTROAMERICANOS

Recientemente, las Naciones Unidas han elaborado un Proyecto de Código


Marítimo Uniforme para los Países Centroamericanos. En dicho proyecto, se perfila
el conocimiento de embarque como título representativo de mercancías, y se
admite el conocimiento recibido para embarque.
El proyecto dice:
"ART. 22.-El contrato de transporte deberá probarse por escrito y si el cargador lo
exige, el porteador, por sí o por conducto del capitán, le expedirá un conocimiento
de embarque, que deberá contener:
a. El nombre y domicilio de la empresa transportadora;
b. El nombre y domicilio del cargador, de la persona a cuya orden se
expide el título, o la indicación de ser éste al portador;
c. El número de orden del conocimiento;
d. La especificación de los bienes objeto del transporte, con la indicación
de su valor, naturaleza, peso neto y bruto, estado, lista de empaque y
demás circunstancias que sirvan para su identificación;
e. La indicación de los fletes y gastos del transporte, de las tarifas
aplicables y la de ser los fletes pagados o por cobrar;
f. La mención de los puertos de salida y destino;
g. El nombre y matrícula del buque, si se tratase de transporte sobre
nave designada;
h. Las bases para fijar la indemnización que el fletador deba
abonar en casos de pérdidas o averías".

"ART. 23.-Si las mercancías hubieren sido recibidas para su embarque, el


conocimiento deberá contener, además:
a) La indicación de ser las mercancías 'recibidas para embarque';
b) La indicación del lugar donde habrán de guardarse mientras sean
cmbarcadas, y
c) El plazo para el embarque."

EL CONOCIMIENTO EN LA LEY DE NAVEGACIÓN Y COMERCIO MARÍTIMO

Como ya hemos indicado, la novísima Ley de Navegación y Comercio Marítimos


reglamentó el conocimiento de embarque en forma moderna y ágil, como se ve
por los artículos 168, 169 y 170, que el indicado ordenamiento dedica a este título
de crédito.

Dice el artículo 168: "El contrato de transporte de cosas deberá constar por
escrito, y el naviero por sí o por conducto del capitán del buque, expedirá un
conocimiento de embarque que deberá contener:
I. El nombre, domicilio y firma del transportador.

288
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

II. El nombre y domicilio del cargador.


III. El nombre y domicilio de la persona a cuya orden se expida el
conocimiento o la indicación de ser al portador.
IV.El número de orden del conocimiento.
V. La especificación de los bienes que deberán transportarse, con la indicación
de su naturaleza, calidad y demás circunstancias que sirvan para su
identificación.
VI.La indicación de los fletes y gastos del transporte, de las tarifas aplicables y
la de haber sido pagados los fletes o por cobrarse.
VII. La mención de los puertos de salida y de destino.
VIII. El nombre y matrícula del buque en que se transporten, si se tratase de
transporte por nave designada.
IX.Las bases para determinar la indemnización que el transportador
deba pagar en caso de pérdida o avería.

El artículo 169 reglamenta el conocimiento "recibido para embarque" en la


siguiente forma: "Si las mercancías hubiesen sido recibidas para su embarque, el
conocimiento deberá contener, además:
I. La indicación de "recibido para embarque"
II. La indicación del lugar donde hayan de guardarse mientras sean
embarcadas.
III. El plazo fijado para el embarque.

El artículo 170 establece que "el conocimiento tendrá el carácter de título


representativo de las mercancías y, consecuentemente, toda negociación,
gravamen o embargo sobre ellas, para ser válido, deberá comprender el título ".

Actualmente se rige por la Ley de Navegación y Comercio Marítimo, a


partir del artículo 128.

CONTENIDO DEL TÍTULO

El conocimiento es un título de crédito representativo, que incorpora el derecho de


disposición de las mercancías por él amparadas. Quien posea el título, será el
poseedor legítimo de las mercancías y, conforme al artículo 20 de la LGTOC, "el
secuestro o cualesquiera otros vínculos sobre el derecho consignado en el título, o
sobre las mercancías por él representadas, no surtirán efecto si no comprenden el
título mismo".

289
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

9. Nuevos títulos de crédito

Certificados de Aportación Patrimonial

Los CAP son introducidos por la Ley Reglamentaria del Servicio Público de Banca y
Crédito de 14 de enero de 1984, como consecuencia de la nacionalización de la
banca. La mencionada ley tenía por objeto reglamentar los términos en que el
Estado presta el servicio público de banca y crédito.

Este servicio solo podía prestarse por instituciones de crédito constituidas con el
carácter de Sociedades Nacionales de Crédito. Se emitieron para representar el
capital de estas, eran nominativos y se dividían en dos Series: La Serie "A" que
representará en todo tiempo el 66% del capital de la sociedad, que sólo podrá ser
suscrita por el Gobierno Federal; y la Serie "B" que representará el 34% restante.

Los de la Serie "A" se emitían en título único y eran intransferibles por mandato
constitucional pues la banca fue nacionalizada y en ningún caso podían cambiarse
su naturaleza o los derechos que confieren al Gobierno Federal como titular de los
mismos. Se critican estos "TC" porque si no son transferibles, no reúnen un
requisito natural de los mismos.

Los certificados de la Serie "B" podrán emitirse en uno o varios títulos, siendo la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público la que determina, dictando disposiciones
de carácter general, la forma, proporciones y demás condiciones aplicables a la
suscripción, tenencia y circulación de dichos certificados.

Derechos incorporados en los certificados de aportación patrimonial

Daban a sus titulares el derecho de participar en las utilidades de la sociedad


emisora y, en su caso, en la cuota de liquidación.

Eran de igual valor y conferían los mismos derechos a sus tenedores:


I. Designar los miembros del consejo directivo,
II. Integrar la comisión consultiva;
III. Adquirir en igualdad de condiciones y en proporción al número de sus
certificados, los que se emitan en caso de aumento de capital.

Debían llevar un registro de los CAP's de la Serie "B", que contenían los datos
relativos a los tenedores de dichos certificados y sus transmisiones.

Ninguna persona física o moral podría adquirir, mediante una o varias operaciones
de cualquier naturaleza, simultáneas o sucesivas, el control de los CAP's de la
Serie "B" por mas del 1% del capital pagado de una SNC. Dicho límite se

290
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

aplicaba a la adquisición del control por parte de personas que de acuerdo a las
disposiciones de carácter general que expedía la SHCP debían considerarse como
una sola persona.

Podían participar en su capital algunas entidades de la administración pública,


gobiernos de las entidades de la República y sus municipios en una proporción
mayor al 1%. Podían participar las personas físicas o morales (siempre que estas
últimas tuvieran cláusula de exclusión de extranjeros).

Su capital mínimo era determinado por la SHCP.

Podían emitir certificados no suscritos, que se conservaban en la Tesorería y eran


entregados a los suscriptores cuando hicieren el pago total de su valor nominal y
de las primas que se fijasen.

La distribución de utilidades y pérdidas se hacía en proporción a las aportaciones y


hasta el límite de estas, sólo se podían repartir hasta aprobado el balance general.

Los Bonos Bancarios

Eran emitidos por los bancos, y producían acción ejecutiva contra la emisora
previo requerimiento de pago ante fedatario público, eran de carácter colectivo, se
emitían por una DUV ante la entonces Comisión Nacional Bancaria y de Seguros.

Podían tener cupones para el pago de intereses

Contenido.-
I. Mención de ser bonos bancarios;
II. Expresión de lugar y fecha en que se suscriben;
III. Nombre y firma del emisor
IV. Importe de la emisión con especificación del número y valor nominal de cada
bono;
V. El tipo de interés;
VI. Las condiciones y formas de amortización
VII. Lugar de pago;
VIII. Plazo y condiciones del acta de emisión

Los títulos podían amparar uno o mas bonos y las instituciones de crédito se
reservaban la facultad de reembolso anticipado, solo si el Banco de México lo
autorizaba.

Actualmente se regulan por el 66 y subsecuentes de la Ley de Instituciones de


Crédito.

291
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Las Obligaciones Subordinadas

Tenían las mismas características que los Bonos Bancarios, con las siguientes
modalidades:
En caso de liquidez de la emisora, el pago de las Obligaciones Subordinadas se
hará a prorrata, después de cubrir todas las demás deudas de la institución de
crédito, pero antes de repartir a los tenedores de los CAP's, en su caso, el haber
social. En el acta de emisión relativa y en los títulos que se aceptan, deberá
constar en forma notoria esto.

Las Obligaciones Subordinadas podrán emitirse en moneda nacional y extranjera,


mediante declaración unilateral de voluntad de la institución emisora y lo hará
constar ante la Comisión Nacional Bancaria y de Seguros, previa autorización que
en cada caso otorga el Banco de México.

Nombramiento de representante común

En el acta de emisión podrá designarse un representante común de los tenedores


de las Obligaciones Subordinadas, en cuyo caso se deberán indicar sus derechos y
obligaciones, así como los términos y condiciones en que podrá procederse a su
remoción y a la designación de nuevo representante.

No será aplicable a estos representantes lo previsto en la LGTOC para los


representantes comunes de Obligacionistas.

La inversión de los beneficios captados a través de este tipo de obligaciones se


hará de conformidad a las condiciones que el Banco de México dicte, siendo su
propósito captar recursos, otorgando un privilegio a los pagos.

Los Certificados de la Tesorería

El Gobierno Federal tiene la facultad de emitir Títulos de Crédito, al portador a su


cargo, denominados "Certificados de la Tesorería de la Federación".

Dichos Certificados no devengarán intereses, pudiendo ser colocados bajo par


(colocados por debajo de su valor nominal).

Los Certificados de la Tesorería de la Federación conferirán a sus tenedores


idénticos derechos y están representados por títulos múltiples o colectivos.

El otorgamiento de los Certificados de la Tesorería de la Federación obedece a


decretos del Congreso de la Unión que autoriza al Gobierno Federal para emitirlos.

En ellos se hará constar:

292
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

I. El número de la emisión:
II. Fecha de la emisión;
III. Valor nominal de cada título;
IV.Fecha de vencimiento; y
V. Amortización.

Pagarés de la Tesorería de la Federación

Los expiden la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, con la intervención del


Tesorero de la Federación (en cumplimiento del acuerdo que expidía el
Presidente), eran denominados en moneda extranjera a cargo del Gobierno
Federal, que se obligaba a pagar incondicionalmente a la orden del Banco de
México una suma determinada de dólares. No devengan intereses.

Los requisitos que debían contener son los mismos que los CETES.

Aunque el maestro GÓMEZ GORDOA señala algunos otros TC, DMC no los
considera importantes.

NUEVOS TÍTULOS DE CRÉDITO PROPIAMENTE DICHOS

I.- Ajustabonos del Gobierno Federal Técnicamente llamados "Bonos


ajustables del Gobierno Federal", que son títulos de crédito nominativos, en los
cuales se consignan la obligación directa e incondicional del Gobierno Federal
pagar una suma de dinero a su vencimiento, determinable en relación al Índice
Nacional de Precios al Consumidor, que devengan además intereses. Su valor
nominal es de cien pesos actuales y el valor nominal del título se ajusta con el
Índice Nacional de Precios al Consumidor. Por estar relacionados al mencionado
Índice el Gobierno asume ante el inversionista su responsabilidad.

No causan comisión del intermediario y se depositan en el Banco de México.

Existen también los Bonos de desarrollo del Gobierno Federal (BONDES), que
son títulos de crédito a largo plazo, en los cuales se consigna la obligación directa
e incondicional del Gobierno Federal de pagar a su vencimiento una cantidad
determinada de dinero, así como intereses cada veintiocho días.

También son de cien pesos cada título y se subastan por el Banco de México, con
la participación de casas de bolsa y bancos, quienes los revenden o compran al
público.

II.- Bonos de la Tesorería de la Federación (TESOBONOS), que son títulos


de crédito denominados en moneda extranjera, en los cuales se consigna la
obligación del Gobierno Federal de pagar en una fecha determinada, una suma en

293
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

moneda nacional equivalente al valor nominal del título en dicha moneda


extranjera, calculada al tipo de cambio que publique el Banco de México para el
cumplimiento de las obligaciones contraídas en moneda extranjera.

También son colocados por medio de subasta del Banco de México con la
participación de casas de bolsa y bancos, quienes los adquieren y los revenden,
pudiendo comprarlos al público.

Tienen la garantía del Gobierno Federal y el rendimiento en pesos está en función


del desliz del tipo de cambio. El inversionista se protege contra cualquier
modificación cambiaria.

III.- Unidades de inversión (UDIS) Son semejantes a los Ajustabonos, con la


única diferencia de que este nuevo papel no estará ligado al Índice Nacional de
Precios al Consumidor (INPC).

Las tasas de los créditos hipotecarios en udis, son más atractivas que las de los
financiamientos en pesos y se vienen utilizando de manera muy favorable para
adquirir viviendas ya terminadas o en proceso de construcción y no reflejan
inflación, y se comenta que la combinación de créditos baratos y casas con precios
por abajo de su valor real, es una situación que difícilmente volverá a repetirse en
México.

IV.- Los Certificados de Participación Inmobiliaria (CPI'S), son títulos


emitidos por una institución de crédito con cargo a un fideicomiso, cuyo patrimonio
se integra con bienes inmuebles, pudiendo ser ofertados pública o privadamente.

La institución de crédito emisora sólo asume el riesgo, frente a inversionistas,


hasta por el monto del patrimonio fiduciario representado por los bienes inmuebles
aportados al fideicomiso.

Tienen un valor de un peso o sus múltiplos y tienen un plazo de redención entre


tres y ocho años.

V.- Los Certificado de Participación Ordinarios CPO’S, son certificados


exactamente iguales a los anteriores con excepción de que los bienes
fideicomitidos, son bienes muebles.

VI.- El Papel Comercial


Tienen por objeto la posibilidad de obtener recursos a un costo menor que si se
contratara deuda bancaria y liberando recursos que pueden canalizar la banca a
empresas medianas y pequeñas.

294
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

El Papel Comercial es un pagaré no garantizado, con vencimiento fijo o sea que el


emisor se compromete a pagar al inversionista una cantidad fija, en fecha futura,
sin comprometer activos específicos.

Constituye un instrumento de financiamiento e inversión a corto plazo, emitido por


empresas y adquirido casi exclusivamente por personas morales. Los plazos son
de 15 días como mínimo y 91 días como máximo.

VII.- El Papel Comercial con Aval Bancario, es un pagaré por el que el emisor
promete pagar al tenedor una cierta cantidad de dinero en la fecha de su
vencimiento, contando con el aval de una institución de crédito.

El procedimiento es el de una oferta privada y es garantía el patrimonio de la


institución avalista. El rendimiento es el de la tasa de descuento y los tenedores
obtienen un beneficio producto de la diferencia entre el precio de adquisición y su
valor de redención, si el inversionista los mantiene hasta su vencimiento o su
precio de venta si el inversionista opta por venderlos antes de su fecha de
amortización. Deben ser en moneda nacional y no hay comisión de por medio.

VIII.- Las Acciones de Sociedades de Inversión de Renta Fija son títulos de


crédito emitidos por una Sociedad de Inversión que representa una parte alícuota
de su capital social y que incorpora los derechos del accionista.

Se emiten mediante oferta pública y estas acciones representan una parte alícuota
del patrimonio de la sociedad que se invierte en la cartera diversificada de valores
del Mercado de Dinero de alta bursatilidad, teniendo como garantía dicho
patrimonio.
Su valor nominal lo determinará libremente el emisor y no hay plazo de redención.

IX.- Las Obligaciones Quirografarias de Arrendadoras Financieras, son


títulos de crédito emitidos en masa, representativos de un crédito colectivo a
cargo de una arrendadora financiera, quien las emite con objeto de tener
financiamiento amplio, los cuales se colocan mediante oferta pública, jugando un
papel muy importante la solidez de la empresa emisora, pues no hay garantía
específica y su emisión correrá a cargo de entidades financieras.

X.- Los Pagarés Financieros, son pagarés suscritos por arrendadoras financieras
y empresas de factoraje financieras, destinados a circular en el mercado de
valores, mediante oferta pública. No tienen garantía específica. Al no tener
garantía, su solidez depende de las características de la empresa.

XI.- Los Warrants son títulos opcionales que conceden al tenedor el derecho,
pero no la obligación de comprar (o vender) otro título o canasta de títulos o un

295
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

índice de precio, denominado como valor subyacente, a un precio establecido con


anticipación y durante un periodo determinado.

Pueden ser emitidos con carácter de un valor convertible, por una compañía
listada, con el propósito de incrementar el número de sus acciones en circulación o
incluso recomprarlos, lo que puede aumentar su liquidez y reducir la volatilidad de
sus precios.

Los títulos opcionales también pueden ser emitidos, además de las empresas
listadas, por instituciones financieras: casas de bolsa y bancos, con el propósito de
proporcionar instrumentos de cobertura y apalancamiento ante las fuertes
variaciones en los precios de un título o un conjunto de títulos de referencia, que
ya están en circulación en el mercado, o bien, en relación a los movimientos del
conjunto del mercado a través de un título opcional emitido sobre un índice de
precios.

Los adquirentes de estos títulos opcionales, contemplan un apalancamiento ya que


mientras su título opcional tenga vigencia, se pueden beneficiar de las variaciones
en el precio del valor de referencia y sólo habrá pagado el monto de las primas
correspondientes.

En septiembre de 1992, que la Comisión Nacional de Valores autorizó a las


sociedades inscritas en bolsa y a los intermediarios financieros, la emisión y
negociación en el mercado de valores mexicano de los títulos opcionales o
Warrants, mediante la circular 10-157.

El desarrollo del mercado bursátil en México en los últimos años ha propiciado la


creación de nuevos instrumentos de captación de recursos y de inversión, no sólo
de los inversionistas tradicionales, sino de nuevos sectores que anteriormente no
participaban, quizás como consecuencia de la inflación en que se vive.

XII.- Las aceptaciones bancarias que son Letras de Cambio giradas por una
Empresa, solicitante de crédito, que respaldada por una Institución Bancaria, ésta
acepta la Letra (Aceptación Bancaria), colocándose en el mercado de dinero, abajo
de la par, obteniéndose así, por la vía del "descuento", tasas de interés muy
atractivas.

Este tipo de aceptaciones, como títulos de crédito individuales, pero emitidas en


gran número o quizás en un solo documento, tienen como base una línea de
crédito abierta por el Banco, operando así la segunda de las formas que reviste el
contrato de Apertura de Crédito, el de la garantía del Banco acreditante, al cliente
acreditado, a que se refiere el 291 de la LGTOC.

296
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Igualmente los "Bonos de Desarrollo," los "Ceplata" y otros certificados


tendientes a captar recursos destinados al fomento de nuestra reserva monetaria
o de nuestro desarrollo económico, se originan en nuestros títulos de crédito
tradicionales.

DMC - criticó estos "nuevos TC" mencionando que se parecen mucho a los
clásicos.

Agregó tres a lo señalado por GÓMEZ GORDOA:

XIII .- Los Certificados Bursátiles (62 de la Ley de Mercado de Valores) - son


títulos de crédito que representan la participación individual de sus tenedores en
un crédito colectivo a cargo de personas morales o de un patrimonio afecto en
fideicomiso. Dichos certificados podrán ser preferentes o subordinados o incluso
tener distinta prelación.

XIV.- Los Certificados Bursátiles Fiduciarios (63 de la LMV) -Los certificados


bursátiles podrán emitirse mediante fideicomiso irrevocable cuyo patrimonio afecto
podrá quedar constituido, en su caso, con el producto de los recursos que se
obtengan con motivo de su colocación. Los certificados que al efecto se emitan al
amparo de un fideicomiso deberán denominarse "certificados bursátiles
fiduciarios". Asimismo, dichos títulos incorporarán y representarán alguno o
algunos de los derechos siguientes:

I. El derecho a una parte del derecho de propiedad o de la titularidad sobre bienes


o derechos afectos en fideicomiso.

II. El derecho a una parte de los frutos, rendimientos y, en su caso, al valor


residual de los bienes o derechos afectos con ese propósito en fideicomiso.

III. El derecho a una parte del producto que resulte de la venta de los bienes o
derechos que formen el patrimonio fideicomitido.

IV. El derecho de recibir el pago de capital y, en su caso, intereses o cualquier otra


cantidad.

Únicamente las instituciones de crédito y las casas de bolsa podrán actuar como
fiduciarias en fideicomisos cuya finalidad sea la emisión de certificados bursátiles.
Lo anterior, con independencia de que dichas entidades financieras emitan
certificados bursátiles por cuenta propia.
XV.- Títulos Opcionales (66 LMV) - Los títulos opcionales son títulos de crédito
que conferirán a sus tenedores derechos de compra o de venta, a cambio del pago
de una prima de emisión:

297
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

I Tratándose de títulos opcionales de compra, el derecho de adquirir del emisor del


título un activo subyacente mediante el pago de un precio de ejercicio previamente
determinado durante un período o en una fecha preestablecida.

II. Tratándose de títulos de venta, el derecho de vender al emisor del título un


activo subyacente a un precio de ejercicio previamente determinado durante un
período o en una fecha preestablecida.

Los activos subyacentes sólo podrán ser acciones de sociedades anónimas inscritas
en el Registro o títulos de crédito que representen dichas acciones; grupos o
canastas integrados por acciones representativas del capital social o títulos de
crédito que representen acciones de dos o más sociedades de las mencionadas;
acciones o títulos equivalentes a éstas listados en el sistema internacional de
cotizaciones, así como índices de precios accionarios nacionales y extranjeros de
mercados reconocidos por la Comisión.

La persona moral que emita los títulos podrá liberarse de su obligación mediante el
pago de las diferencias en efectivo que resulten a su cargo entre el precio de
ejercicio y el valor de referencia, cuando así se hubiere estipulado.

Los títulos opcionales deberán emitirse con las denominaciones correspondientes a


prima de emisión y precio de ejercicio, expresados en moneda nacional o
porcentualmente, en relación con el precio de referencia del activo subyacente.

Los títulos opcionales podrán emitirse adheridos a otros valores, en cuyo caso
podrán negociarse por separado a partir de la fecha que se determine en el acta
de emisión.

De estos nuevos TC, solo vimos los marcados con los números romanos VI, XI,
XII, XIII, XIV y XV.

298
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

10. Aplicación de leyes extranjeras (Felipe de J. Tena)

E Especial dificultad del problema. Una ojeada sobre el derecho que


imperaba durante el feudalismo y sobre el que le substituyó al
advenimiento del derecho estatutario

En el terreno de la ciencia, el problema de la autoridad extraterritorial de las leyes,


o sea del imperio de las mismas en el espacio, parece que nunca se resolverán. El
holandés ERNEST FRANKENSTEIN, ha escrito que no hay rama del derecho más
confusa, que el Derecho Internacional Privado. Cada país tiene sus propios
principios, su propio derecho internacional y no existe alguno cuyo derecho
internacional privado no esté lleno de problemas sin resolver, frente a los cuales el
profano nada comprende y el técnico encuéntrase a menudo en un verdadero
estado de desesperación. Es por esto que no conoce más solución que las
convenciones internacionales.

En el régimen feudal, todo problema era imposible. Las relaciones jerárquicas


de vasallaje se ligaban a la tierra, que perdían todo carácter personal, para ser
territoriales o geográficas. Sobre el vasallo estaba el suelo, del cual no era aquél
más que algo accesorio. De aquí que el señorío y las leyes se reputaran
esencialmente territoriales. Así pues el principio leges non valent ultra
statuentis territorium, dominaba absolutamente.

Pero tras aquella organización social, fundada sobre la propiedad del suelo, y como
resultado de los abusos y vejaciones de los señores feudales, surgió la
organización del municipio con aquellas ciudades libres que florecieron
primeramente en Italia, y que fueron centros importantes de vida industrial y
comercial. Perdió allí su importancia la propiedad de la tierra y fue mas
importante lugar la propiedad mueble, corno lo exigía el carácter
eminentemente mercantil e industrial de los Comunes de aquella época. Bajo el
nuevo régimen de libertad, cada municipio instituyó para sí sus propios y
peculiares estatutos, que si principalmente versaban, como observa HÉGEL,
sobre materias de derecho público, también se trataban sobre derecho privado,
puesto que las costumbres comerciales penetraron en ellos.

La crítica a estos estatutos es que la diversidad de estos, la municipalidad de


relaciones jurídicas entre comerciantes de distinta ciudadanía y la desaparición del
carácter exclusivamente territorial de las leyes, tenían que producir en muchos
casos conflictos entre éstas, haciéndose necesario saber por qué disposición
estatutaria habrían de normarse las relaciones jurídicas entre miembros de
municipios diferentes.

299
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

La ciencia jurídica hubo de preocuparse del problema, y aquella falange de


glosadores e intérpretes de la legislación romana, entre los que figuran en primera
línea los dos jurisconsultos italianos Bartolo y Baldo, idearon para resolver la
teoría de los estatutos. El problema de la misma es que su aplicación práctica
suscitó tantas dificultades entre sus mismos sostenedores, que las controversias
se. hicieron interminables. ¿Con qué criterio discernir si esta o aquella ley es real o
personal, si esta o aquella relación jurídica debe regirse por el estatuto in rem o
por el estatuto in personam? "Algunos, partiendo del principio de que las leyes que
determinan las relaciones de las personas con las cosas son leyes reales, han
supuesto que los derechos de toda familia extranjera sobre sus propios bienes, los
derechos del padre sobre los bienes del hijo, los derechos de éste sobre los de
aquél, los del marido sobre los bienes de la mujer y otros semejantes, debían
ajustarse a la lex rei situe, porque los estatutos son reales; otros, considerando
que algunas de esas disposiciones modifican el estado de las personas, han dicho
que esos estatutos debían considerarse como personales otros. ARGENTRÉ, no
pudiendo clasificar ciertas relaciones jurídicas en ninguna de las categorías
mencionadas, se constituyeron en defensores enérgicos de los estatutos
mixtos. Esta nueva clasificación fue aceptada por G. VOCT, por su padre Pablo,
por VINNIO y otros; pero fue combatida por muchos, lo cual aumentó las
controversias entre los defensores de la misma doctrina.

El principio de la ley nacional substituido a su vez por la regla locus regit


actum

El principio de la ley nacional, sostenido y divulgado por la escuela italiana de


derecho internacional privado, adoptado o con normas expresas a través de la
práctica jurisprudencias de gran número de Estados, ha encontrado en época
reciente, según el profesor RICCARDO MONACO fuertes temperamentos no sólo
en la doctrina, sino también en ponencias presentidas a instituciones
internacionales, y en normas concretas. El principal motivo es que las leyes que
regulan el estado, la capacidad y la organización de la familia, mantienen íntima
relación con el clima, la raza, las tradiciones, por lo que sería absurdo aplicar a
personas de otra nacionalidad las normas no establecidas para ellas, ha dejado de
parecer concluyente, pues consideraciones de orden práctico se han contrapuesto.
Hoy los cambios de ciudadanía son mucho más frecuentes que en tiempos
pasados; un número no despreciable de personas tienen dos o más ciudadanías, o
no tienen ninguna, lo cual basta para concluir que una aplicación general y
absoluta de la ley nacional en materia de capacidad tropieza con dificultades acaso
tan graves como la aplicación exclusiva del principio de domicilio. El desarrollo de
los actos de comercio exige seguridad y rapidez en cuanto a definir la ley
aplicable, y que si cada contratante debiese tener en cuenta la ley nacional de
otro, difícil de conocerse a veces, se vería comprometida esa seguridad y rapidez
del tráfico comercial.

300
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Estas y otras consideraciones de índole principalmente práctica, han de terminado


que el viejo principio del estatuto personal se vea suplantado por el principio del
domicilio, y, más precisamente, por el de la ley del lugar en que ha nacido el
acto jurídico cambiario. Lex loci actus, o locus regit actum. MONACO dice que
este sistema responde indudablemente a determinadas particularidades del
negocio cambiario, que deben tenerse en cuenta en una disciplina de
conflicto. Así, respecto de la cambial, que está destinada a circular con seguridad
y rapidez, el régimen de la lex loci presenta gran sencillez y es de general
aplicación. Efectivamente, la capacidad del contratante inmediato no debe dar
lugar a dudas para el que se dispone a contraer el vínculo cambiaric; la
aplicabilidad de la ley territorial se determina por la presunción de que
quien contrata en un país determinado se hace implícitamente súbdito
temporal de aquel Estado. Debe, pues, someterse a la ley del lugar, aun cuando
su presencia en él sea precaria y casual. Sin embargo, por lo que ve al contrato,
no será nunca ni casual ni precaria, ya que el vínculo se perfecciona justamente en
aquel lugar, y, además, porque tal régimen le permite al ciudadano que contrata
en su Estado, no someterse sino a su ley propia, de modo que nunca podrán
oponérsele excepciones fundadas en-una ley extranjera, a las cuales se vería en la
imposibilidad de replicar.

Plausible sencillez en nuestro ordenamiento al resolver el problema


teniendo como base dicha regla
Locus regit actum; es el principio que nuestra Ley de Títulos y
Operaciones de Crédito puso
en la base de su sistema, presentado por cierto en forma sencilla y clara.
El rubro mismo del capítulo relativo es ya un acierto. Abandonó la denominación,
tan usada por todo el mundo, de "conflicto de leyes", que mucho dista de
responder a la realidad de las cosas, pues las leyes, por dimanar todas de una
autoridad igualmente soberana, no pueden entrar en conflicto unas con otras.
PILLET dice que ni la ley francesa fuera de Francia, ni las leyes extranjeras en
ésta, tienen posibilidad de imponerse. De manera que no existen, en el sentido
estricto de la expresión, conflictos, de leyes. Para que una ley extranjera se
aplique, en Francia, es preciso que el soberano de Francia lo decida. Sería
preferible, por lo tanto, hablar del imperio de las leyes en el espacio, antes que de
conflicto de leyes.

Toda la materia aparece encerrada en sólo siete artículos.

Por ella se rige la capacidad cambiaria

La capacidad se rige en todo por el principio de la territorialidad, trátese de


mexicanos o de extranjeros. Dice el 252 en su primer párrafo, “que la capacidad
para emitir en el extranjero títulos de crédito para celebrar cualquiera de los actos

301
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

que en ellos se consignen, será determinada conforme la ley del país en que se
emita el título o se celebre el acto".

Lo que importa es saber qué ley deben aplicar los propios tribunales mexicanos al
conocer de cualquiera acción deducida ante ellos, no que ley han de aplicar los
tribunales extranjeros incontrolables para las leyes mexicanas.

Ni cabe argumentar con la segunda parte del 253 el cual, por envolver una
excepción a la regla contenida en la primera parte, del mismo artículo, sólo es
aplicable al caso a que se refiere, que no es un caso de capacidad, sino de
condiciones para la validez del título emitido en el extranjero.

El segundo párrafo del propio 252 complementa al que le precede. No bastaba


determinar la norma por que había de regirse la capacidad del que celebrase en el
extranjero alguno de los actos de que se trata; era necesario definir también por
qué ley debería gobernarse el mismo acto en la hipótesis de realizarse en México
por un extranjero. Esa ley será la mexicana.

Por la misma se determinan las condiciones esenciales de la validez del


TC y de los actos consignados en él

Prescribe el citado artículo 253 que "las condiciones esenciales para la validez de
un título de crédito emitido en el extranjero y de los actos consignados en el, se
determinan por la ley del lugar en que el título se emita o el acto se celebra". Se
gobierna por la misma regla: locas regit actum. La diferencia estriba únicamente
en la salvedad que contiene la segunda parte del 253, según la cual puede el
título no haberse ajustado en su otorgamiento a lo prescrito por la ley extranjera,
del lugar en que se emitió o en que se celebró el acto consignado en el. Tal
discrepancia nada importa, si el título es pagadero en México y esa discrepancia
viene a ser concordancia del mismo con lo mandado por la ley mexicana.

Una excepción a la regla, conforme al art. 254

Otra excepción al principio locos regit actum consagra la ley en el 254, excepción
basada en el respeto debido a la autonomía de la voluntad de las partes, Según
dicho precepto, los derechos y obligaciones derivados de títulos que, otorgados en
el extranjero, deben pagarse en México, se rigen por la ley mexicana, si tal ha
sido la voluntad expresada de las partes.

Excepción también del 255

El Derecho Internacional Privado ha mantenido invariablemente en todos los


periodos de su historia el criterio de que la ley que debe regular los bienes
inmuebles es la del lugar en que están situados (lex rei sitae). La concepción

302
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

feudal partía de la idea de vasallaje, de la relación esencial e inquebrantable que


ligaba al vasallo con la tierra, la teoría de los estatutos, al admitir también que las
relaciones jurídicas del hombre con la tierra, no podían regirse sino por la ley
nacional, tuvo en cuenta consideraciones de muy diversa índole. La organización
de la propiedad inmueble se halla estrechamente ligada al régimen social v político
de cada país y que la soberanía tiene su base en el territorio en qué impera. Se
pensó que la base misma de la soberanía podría ser socavada si se
admitiese que una ley extranjera pudiese regir los derechos sobre
inmuebles. Se ha establecido, por lo tanto, que no sólo los inmuebles existentes
en el territorio sino también todos los derechos correspondientes a las personas
sobre los mismos, el modo de adquirirlos y transmitirlos, la validez o nulidad de
los actos que tuviesen por objeto tales inmuebles, todo debía reunirse
exclusivamente por la lex rei sitae, y por esto se estableció como máxima absoluta
"immobilia statutis loci regantur ubi sita" la que se aplicó para decidir toda
cuestión jurídica que tuviese aquellos por objeto. No tiene otro fundamento el 255,
según el cual "los títulos garantizados con algún derecho real sobre inmuebles
ubicados en la República, se regirán por la ley mexicana en todo lo que se refiere a
la garantía". He ahí una excepción más a la regla "lex loci actus” .

Análisis del 256

En cuanto a los plazos formalidades de la presentación pago y protesto del


título, es aplicable -dice el 256- la ley del lugar en que tales actos deban
practicarse. También se funda este precepto en un principio de antaño
reconocido por el Derecho Internacional Privado, pues de la teoría de los estatutos
formó siempre parte la vieja máxima "Iocus regit actum", en cuanto aplicable a las
formalidades externas de los actos jurídicos. No es posible dejar sin medios de
ejercitar sus derechos. ni de celebrar actos jurídicos, al extranjero que se
encuentre fuera de su patria, en un país en que acaso no haya ni funcionarios
encargados de autorizar tales actos en la forma y términos prescritos por la ley
nacional del extranjero.

Casos de robo o extravío de los TC

Diverso es el caso previsto por el 257. Supone éste que en un lugar situado fuera
de la República, el tenedor de un título de crédito ha sufrido su robo o extravío. Si
en ese caso el mismo tenedor promovió en el lugar de la pérdida las
medidas que allí estuviesen autorizadas para remediarla, no por ello
quedará dispensado de practicar las proscritas por la ley mexicana, si el
título es pagadero en la República. Para justificar tal disposición, bastará recordar
que, según el artículo 44, la cancelación del título extraviado o robado, debe
pedirse ante el juez del lugar en que el principal obligado habrá de cumplir las
prestaciones respectivas, y que ese mismo juez, tras un procedimiento que ante él

303
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

debe seguirse, es el único competen- te para decretar la cancelación y autorizar el


pago al reclamante.

Régimen de las acciones judiciales

"Las formas del procedimiento -dice PILLET- son necesariamente de la


competencia exclusiva de la lex fori. Establecen 'los procedimientos que
permiten acudir a los tribunales y asegurar la marcha del proceso. Su fin
impone la necesidad de que en cada país sean generales, esto es, la mismas para
todos. Las leyes de procedimiento civil disciplinan todos los procesos que se siguen
en nuestro país. Aunque no existe ningún texto sobre este punto, tratase de una
materia en que todo el mundo está de acuerdo, y la cuestión no se discute ya."

TENA dice que una mejor razón para considerarlo así consiste en el carácter de
institución de derecho, público con respecto al proceso civil. Reconocido tal
carácter, es ineludible concluir que las leyes reguladores del proceso serán las del
lugar en que éste se desarrolla. "En el Estado moderno -escribe CHIOVENDA- el
ejercicio del poder jurisdiccional se considera como deber esencial exclusivamente
de la Soberanía, y las personas investidas de la jurisdicción no son otra cosa que
funcionarios del Estado la doctrina procesal moderna considera en el proceso
preferentemente la actividad pública, y ello se refleja en el estudio de todas las
instituciones procesales, que principalmente se miran desde el punto de vista del
interés general.

El principio fundamental ius publicum privatorum pactis mutari non potest,


proclamado desde el tiempo de los jurisconsultos romanos. conserva aún, y
conservará por siempre, toda su incontrastable eficacia.

Crítica al art. 258

El 258 se refiere a la prescripción y caducidad de las acciones derivadas de un


título de crédito emitido en el extranjero, y dispone que si la acción se somete al
conocimiento de los tribunales mexicanos, la prescripción y caducidad de la
misma se regirán por la ley mexicana, por más que se trate de un título
emitido en el extranjero.

Pero si consideramos que la acción dura lo que la obligación que representa, de tal
suerte que no es posible abreviar la duración de la una sin abreviar la de la otra,
tendremos que convenir en que la aplicación del citado precepto puede producir
injusticias. Tal sucederá, por ejemplo, en el caso de que un extranjero toma en su
patria una letra, y por cambiar después de domicilio el aceptante, o por cualquier
otro motivo, se ve aquél precisado a entablar contra éste ante los tribunales del
país de su nueva residencia la acción cambiaría por falta de pago de la letra. El
tomador de ésta, que sólo conocía la legislación de su patria, según la cual el

304
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

derecho de cobrar una letra de cambio prescribe en cinco años, intenta su


demanda cuatro años después de vencido el título. ¿Será justo que el juez de
México declare prescrita la acción en virtud de que la ley mexicana ha fijado el
plazo de tres años para la prescripción de la misma? Considere el lector que, dada
la íntima relación que liga la acción con el derecho a que corresponde, dicho
precepto legal, al afectar a la acción, afecta irremisiblemente al derecho del
tenedor de la letra y a la obligación del aceptante, contra el criterio perfectamente
jurídico, reconocido por la misma ley en el artículo 254 antes estudiado.

Aceptamos, pues, la siguiente doctrina de FIORE: "Entre todas las teorías


presentadas para resolver la cuestión, admitimos como la más fundada aquella
que sostiene que la prescripción liberatoria de las acciones que se derivan
de una obligación, debe regirse por la misma ley a que se halle sujeta
ésta. En efecto, si la obligación jurídica vale en substancia tanto como el derecho
del acreedor para obligar al deudor a la presentación, la duración de la acción va
unida a la obligación y debe, por consiguiente, regirse por la misma ley que ésta.

"Cuando dos personas se obligan, debe sobrentenderse que se ha convenido entre


ellas que el término en que una pueda proceder contra la otra para obligarla al
cumplimiento, debe depender, de la misma ley bajo la cual hayan nacido la
obligación y el derecho de proceder relativo a la misma. Cuando yo contrato, dice
DEMANGEAT, con un inglés en Inglaterra. en donde supongo que las acciones
prescriben a los veinte años, ¿no es lo mismo que si hubiese dicho a mi deudor
que me reservaba el derecho de proceder contra él dentro de este plazo?

Esta es también la opinión de SAVIGNY, y merece que se la prefiera a todas las


demás, por ser la más conforme con el derecho racional. El término para prescribir
se determina de un modo fijo, sin que pueda influir para modificarlo el cambio de
domicilio del deudor o el lugar en que el acreedor se vea obligado a proceder
contra el mismo; con lo que se evita que una de las partes pueda, con sólo
quererlo. perjudicar a la otra.

305
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

11. Tratados internacionales

Hay 2 tratados importantes en materia de TC:

a. Convención de la ONU sobre letras de cambio y pagarés


internacionales, de diciembre de 1988

b. Convención interamericana sobre conflictos de leyes en materia de


letras, pagarés y facturas, de enero de 1975 suscrita en Panamá.
México se adhirió en 1977.
• Regula cuestiones de capacidad: la capacidad para
obligarse en una letra se rige por las normas del
lugar en que fue contraída la obligación. Sin
embargo, si fue contraída por un incapaz, su
incapacidad no valdrá como excepción en un país
que no lo considere como tal.

• El artículo 10 establece que las disposiciones se


aplican a las facturas en los países en los que sean
consideradas títulos de crédito.

306
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

III. ANÁLISIS DE CONTRATOS MERCANTILES


1. Compraventa mercantil

CONCEPTOS GENERALES

Importancia y Significación.

Es el contrato que ha servido para definir el contenido del derecho mercantil.

Hay que destacar que en materia mercantil tienen especial valor los usos
mercantiles impuestos en el comercio internacional. Así las exigencias del tráfico
indujeron a la preparación del Proyecto Internacional sobre la compraventa
redactado por el Instituto Internacional de Roma para la Unificación del Derecho
Privado.

Concepto

Contrato por el que el vendedor se obliga a transferir la propiedad de una


cosa o un derecho y el comprador se obliga a pagar por ellos un precio
cierto y en dinero.

Es un contrato consensual (se perfecciona con el acuerdo sobre el precio y la


cosa), oneroso (el vendedor no está obligado a entregar la cosa hasta que le sea
satisfecho el precio y la falta de pago da derecho a pedir la rescisión del contrato)
y bilateral (derechos y obligaciones para c/u de los contratantes.

A. Características Mercantiles - La compraventa es mercantil cuando:

• se trata de bienes muebles o inmuebles, reelaborados o no, hecha con


propósito de lucro;
• recae sobre cosas mercantiles;
• se efectúa por un comerciante o entre comerciantes.

a) Compraventa por destino - Existen tres elementos que deben separarse:


1. Elemento Subjetivo.- Es el propósito de lucro, fin de
traficar o propósito de especulación mercantil (75 -I y II,
371 C. Com.). Barrera Graf dice que puede adquirirse la
cosa no con la intención de revenderla, sino de adquirirla
lucrativamente o de utilizarla en las finalidades
especulativas de tráfico, de la negociación comercial
relativa y también en estos casos la adquisición y
arrendamiento tendrían carácter comercial.

307
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

2. Elemento Objetivo.- El CCo mexicano y el italiano fueron


los primeros en ampliar el objeto de la compraventa
mercantil a los bienes inmuebles. En este aspecto no se
tiene peculiaridad mercantil alguna, una misma cosa
podría ser objeto de C-V mercantil o civil, en función del
destino de la cosa.
3. Elemento Neutro.- El CCo se refiere a las cosas en
estado natural o después de trabajadas o labradas, la
reelaboración no suprime el carácter típico de la
intermediación en el cambio.

b) CV mercantil objetiva - Hay CV que son mercantiles porque la ley les da tal
carácter, en este grupo se comprenden las que lo son por razón del objeto, es
decir, las que se realizan sobre cosas mercantiles: (i) títulos de crédito (1 LGTOC y
75-III y IV C. Com.); (ii) buques ; (iii) las mercancías (75-I).

Nada se dice sobre la CV de la empresa como unidad.

c) CV mercantil Subjetiva - Las obligaciones de los comerciantes que no procedan


de causas extrañas al comercio y las que no sean esencialmente civiles son
mercantiles.
La C-V será mercantil si una o ambas partes son comerciantes.

II. Excepciones - No son actos de comercio la compra de artículos o mercaderías


que para su uso o consumo, o los de su familia, hagan los comerciantes, ni las
reventas hechas por obreros, cuando ellas fueren consecuencia natural de la
práctica de su oficio (76 CCo). Resulta contradictorio que se repute mercantil la
enajenación que el propietario o cultivador hagan de los productos de su finca (75-
XIII).

III. Transmisión del Dominio - La CV es perfecta (traslativa de la propiedad) y


obligatoria cuando se ha convenido sobre el precio y la cosa, sin embargo cuando
el objeto de la CV sean mercancías que no hayan sido vistas por el comprador ni
puedan clasificarse por una calidad determinada y conocida en el comercio, el
contrato no se tendrá por perfeccionado mientras el comprador no las examine y
acepte.

Elementos del Contrato.

Elementos Personales - Se requiere la capacidad general para contratar. Pese a su


capacidad algunas personas tiene prohibido efectuar ciertas operaciones de CV
civil o mercantil, (falta de legitimación):

308
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

• Incapacidad especial de los extranjeros para comprar inmuebles dentro de la


zona prohibida.
• Extranjeros para comprar inmuebles fuera de la zona prohibida caso en que
requieren una formalidad habilitante (permiso SRE y cláusula clavo)
• Magistrados, abogados, jueces, peritos, defensores, agentes del MP
impedidos para comprarlos bienes que son objeto de los juicios en que
intervengan, a menos que se trate de adquirir la porción hereditaria de un
coheredero o derechos que afecten la propiedad de aquellos. Los abogados
no pueden comprar pero de los juicios (contenciosos) todavía pendientes.
• Mandatarios, tutores curadores, administradores, albaceas, interventores,
peritos, corredores y empleados públicos respecto de los bienes de cuya
venta estén encargados.
• Respeto al derecho del tanto de los copropietarios.
• El consentimiento debe ser libre y espontáneo, sin vicios.

Elementos Reales à La cosa y el precio.

• La cosa puede ser mueble o inmueble mercantil o no, debe existir en la


naturaleza, estar en el comercio, ser determinada o determinable en cuanto
a su especie y cantidad.
La cosa futura es susceptible de ser vendida salvo que se trate de la
sucesión de una persona viva. Así tenemos la CV de esperanza donde el riesgo de
que la cosa llegue a existir es asumido por el comprador; la CV de espera donde
se asume por el vendedor.
• El precio que debe ser cierto y en dinero. Si se ha de pagar parte en
dinero y parte con una cosa para que sea venta se requiere que la parte en
numerario sea igual o mayor, en caso contrario se trata de una permuta.
El precio debe ser cierto ya sea que sea determinado por las partes, por un
tercero designado por ellas o que se refiera al de otra cosa cierta.
Las cantidades que con el carácter de arras se entreguen en las ventas
mercantiles se reputan dadas a cuenta del precio. (381)

Elemento Formal - Si recae sobre muebles à consensual.

Inmuebles valor < a 365 VSMGDF - 2 testigos y RPP.


Inmuebles valor > a 365 VSMGDF - Escritura pública y RPP.
Las ventas al contado de inmuebles ya inscritos con valor < a $5,000 puede
hacerse la transmisión de domino por endoso puesto en la constancia que emite el
mismo RPP. Esto no es endoso y además no se da en la práctica.

Obligaciones del Vendedor.

Conservar la cosa hasta su entrega con los derechos y obligaciones de un simple


depositario pero si el comprador se constituye en mora de recibir la cosa el

309
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

vendedor queda descargado del cuidado ordinario y sólo es responsable del dolo o
culpa grave.

Entrega de la cosa que consiste en la realización de los actos necesarios para que
el comprador pueda disponer de hecho de la cosa como su dueño.

Puede ser real (entrega material); jurídica (la ley considera la cosa recibida por
el comprador como la CV con reserva de dominio); o virtual (cuando el
comprador acepta que la cosa vendida quedo a su disposición).

En la práctica comercial se dieron cierto principios reconocidos por el Proyecto


Internacional de Ley sobre la compraventa: (i) si el vendedor debe remitir la cosa,
la entrega se efectúa al poner la cosa en poder del primer porteador; (ii) si el
porteador es marítimo la entrega se hace cuando la cosa es puesta a bordo y se
envían al comprador los documentos para recogerla; (ii) si el vendedor puede
entregar la cosa mediante la transmisión de título representativos, basta el
endoso.

Si se fijó un plazo para la entrega de la cosa y se hace después el comprador


podría negarse a recibirla. Si no se fijó plazo el vendedor la debe tener a
disposición del comprador dentro de las 24 hrs siguientes (379 CCo).

Si no se designó lugar de entrega deberá hacerse en el lugar en que se encontraba


al venderse (2291 CC)

La obligación de entrega implica: (i) la cosa; (ii) los frutos o rendimientos que se
produjeron desde el perfeccionamiento de la venta y; (iii) títulos de la cosa.
Deberá entregarse en la calidad y cantidad convenidas.

Los gastos que se ocasiones hasta poner las mercancías a disposición del
comprador son por cuenta del vendedor.

Garantía: debe responder por el saneamiento para el caso de evicción y


por los vicios ocultos que hagan a la cosa impropia para su uso o que
disminuyan de tal forma su uso que de haberlos conocido el comprador no la
hubiere adquirido o hubiere pagado menos precio.

Hay evicción cuando el que adquirió alguna cosa es privado de todo o parte de ella
por sentencia que cause ejecutoria, en razón de algún derecho anterior a la
adquisición.

Cuando el comprador no renuncie al saneamiento, habiendo procedido el vendedor


de buena fe se obliga a entregar:
1. El precio íntegro que recibió por la cosa;

310
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

2. Los gastos causado en el contrato;


3. Los gastos del pleito de evicción y en el de saneamiento;
4. El valor de las mejoras útiles y necesarias.

Cuando procedió de mala fe se obliga a las anteriores, y además a:


5. Devolver a elección del comprador el precio que tenía la cosa al tiempo
de la adquisición o el que tenga al tiempo de la evicción;
6. El importe de las mejoras voluntarias y de mero placer;
7. Daños y perjuicios.

Por lo que hace a los vicios ocultos el vendedor no es responsable por los
manifiestos, ni tampoco de los ocultos si el comprador es un perito que por razón
de su oficio o profesión debía fácilmente conocerlos.

Además en materia mercantil se limita el saneamiento por vicios ocultos,


pues se obliga al comprador a que dentro de los 5 días de recibir las mercancías
reclame al vendedor las faltas de calidad o cantidad o a que dentro de los 30 días
reclame por causa de vicios internos de las cosas, so pena de perder su derechos
contra el vendedor.

El comprador puede exigir por los vicios ocultos la rescisión del contrato y el pago
de los gastos del contrato o que se le rebaje una cantidad proporcionada del precio
a juicio de peritos pero si el vendedor conocía los vicios pagará además los daños
y perjuicios si el comprador optó por la rescisión

Obligaciones del Comprador.

1. Pagar el precio en los plazos y términos convenidos a falta de convenio


deberá pagarlo de contado.
La mora le causará la obligación de pagar réditos al tipo legal sobre la
cantidad que adeude.
Como garantía del pago el vendedor tiene derecho de preferencia
sobre las mercancías (386)

2. Recepción de la cosa si se constituyera en mora de recibir deberá


abonar al vendedor los gastos por el depósito de las cosas y el
vendedor sólo responderá por dolo o culpa grave.

Teoría de los Riesgos

Soportar los riesgos en la CV quiere decir sufrir las consecuencias de la pérdida o


deterioros fortuitos de la cosa vendida (Garrigues). Una vez perfeccionado el
contrato las pérdidas, menoscabos o daños serán por cuenta del comprador si las

311
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

mercaderías ya le hubiesen sido entregadas real, jurídica o virtualmente (377 C.


Com)

1. Perece o deterioro por culpa del comprador - Perdida la sufre éste y de


cualquier forma paga el precio.
2. Perece por culpa del vendedor - Debe pagar D&P y la devolución del
precio.
3. Deterioro por culpa del vendedor - D&P y devolución del precio o bien
se reciben las mercancías con reducción del precio y D&P
4. Perece o deterioro por caso fortuito - res perit domino
5. Los géneros no perecen mientras no se haga la determinación por lo
que la pérdida es para el vendedor, pero si la determinación no se hizo
por culpa del comprador se le puede imputar el riesgo.
6. Si se compra todo un género o todo el contenido en un lugar el riesgo
se soporta como si la cosa fuere determinada.

Efectos del incumplimiento del contrato.

El incumplimiento da derecho a exigir el cumplimiento del contrato o la


rescisión del mismo con el pago de daños y perjuicios. Las CV mercantiles
no se rescindirán por Lesión, pero el perjudicado tiene acción para exigir los d&p si
la contraparte hubiere procedido de mala fe o con fraude.

Modalidades de la CV.

I. C-V n Abonos - Son las que se celebran facultando al comprador para que
pague el precio en plazos sucesivos.
Reglas:
1. Cuando se trate de inmuebles o de muebles que sean identificables de manera
indubitable puede pactarse que la falta de pago de uno o varios abonos producirá
la rescisión del contrato. La rescisión producirá efectos contra tercero siempre que
la cláusula rescisoria se haya inscrito en el RPP.

2. Cuando se trate de bienes no susceptibles de registrarse dicha cláusula no


tendrá efectos contra tercero.

Operando la rescisión se devolverán las prestaciones pero el vendedor que hubiere


entregado la cosa puede exigir por el uso de la misma el pago de una renta o una
indemnización por el deterioro que haya sufrido y el comprador que haya pagado
parte del precio tiene derecho a los intereses legales de la cantidad que entregó.

I. CV con Reserva de Dominio - El vendedor se reserva la propiedad hasta


que la cosa le haya sido pagada, si se trata de bienes registrables se podrá
registrar el pacto de reserva para que surta efectos contra tercero; si se trata de

312
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

mueble no identificables el pacto no surte efectos contra tercero de buena fe. Si


el vendedor recoge la cosa por falta del pago se aplican las reglas de la rescisión
(arriba).

I. C-V sobre Muestras o Calidades - Se celebra la cv sin que las partes


tengan a la vista las cosas objeto de la misma.

Si celebra sobre muestras o calidades determinadas y conocidas en el comercio el


contrato se perfecciona por el acuerdo de precio y cosa. En caso de desavenencia
sobre la conformidad de las mercancías con las muestras o calidades se nombra
un perito por cada parte y un tercero en discordia para que resuelvan.

En el ejercicio de sus funciones de mediación los corredores públicos podrán


custodiar las muestras que le sean entregadas con objeto de transmitir e
intercambiar propuestas entre dos o más partes, actúa como depositario.

I. CV de Mercancías No Vistas - Cuando el objeto sean mercancías no vistas


por el comprador y no se trate de calidades determinadas y conocidas en el
comercio el contrato no se perfecciona hasta que el comprador no las examine y
acepte.

I. CV con Entrega en Cantidad y Plazo Determinados - Se puede pactar la


entrega en cantidad y plazo determinado, en estos caso el comprador no está
obligado a recibir fuera de las condiciones pactadas, pero si acepta entregas
parciales, la venta quedará consumada en lo que a estas entregas se refiere.

I. CV contra Documentos - El vendedor cumple su obligación de entrega


enviando al comprador los TC representativos de las mercancías (Conocimiento
de Embarque y Certificado de Depósito) y demás documentos estipulados.

Es la venta de mercancías en la que se estipula que el pago del precio deberá


hacerse mediante apertura de crédito documentado, puede revestir dos formas: (i)
pago contra documentos y (ii) aceptación contra documentos. De tal forma el 89
LGTOC establece que la inserción de las cláusulas documentos contra aceptación o
documentos contra pago en el texto de una letra de cambio con la que se
acompañen documentos representativos de mercancías, obliga al tenedor de la
letra a no entregarlos sino mediante la aceptación o pago de la letra.

I. CV Internacionales - Se regulan por la Convención sobre los Contratos de


Compraventa Internacional de Mercaderías, aprobada en Viena en abril de 1980,
ésta las define como: “Las efectuadas entre partes cuyos establecimientos se
encuentran en Estados contratantes distintos, sin tener en cuenta ni la
nacionalidad, de las partes, ni el carácter civil o comercial de ellas o del
contrato.

313
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Se exceptúan c-v:
• de mercaderías para uso familiar, personal o doméstico;
• en subastas;
• de TC, Títulos de Inversión y Dinero;
• de buques, aerodeslizador, embarcaciones y aeronaves;
• de electricidad.

i. Free on Board - El vendedor se obliga a entregar la cosa objeto


del contrato a bordo del medio de transporte que la lleva al
comprador en el tiempo y lugar convenidos. A partir de la recepción
de la mercancía a bordo los gastos y riesgos son a cargo del
comprador.
ii. Free Alongside Ship - El vendedor cumple su obligación de
entrega al colocar la mercancía en el muelle al costado del buque y
lista para su embarque y transporte al lugar señalado por el
comprador. Los riesgos y gastos corren a cargo del comprador
desde que el porteador los reciba al costado del buque.
iii. Cost Insurance & Freight - Se caracteriza por que el precio
comprende el valor de la cosa las primas de seguro y el importe de
los fletes hasta el lugar donde deberá recibirlas el comprador.
Desde que se efectúa el embarque el vendedor no puede disponer
de la mercancía ni efectuar modificaciones a los lotes; los riesgos
de la mercancía pasan a cargo del comprador desde que ha sido
puesto a bordo de la nave. La mercancía está representada por los
documentos Conocimiento de Embarque y Póliza de Seguro.
iv. Cost & Freight - Se equipara al contrato de fletamiento por viaje.
Similar al anterior a excepción del seguro.
v. Free Wagon - El vendedor entrega la mercancía a bordo de un
vagón de tren y los riesgos y gastos corren a cargo del comprador
desde que se coloca la mercancía en dicho transporte y en lugar
convenido.
i. Ex Factory o Ex Works - El vendedor pone la mercancía a
disposición del comprador en su propio local, los riesgos y gasto
son a cargo del comprador desde que tiene la mercancía a su
disposición.
i. Deliver at Frontier - Las mercancías se entregan en la frontera
con la documentación de exportación que debe entregarla el
vendedor y una vez que se entrega el resto de las obligaciones son
a cargo del comprador.

314
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

2. Préstamo mercantil

Concepto

El préstamo (o mutuo) es un contrato por el cual uno de los contratantes se


obliga a transferir la propiedad de una suma de dinero o de otras cosas
fungibles al otro, el que se obliga a devolver otro tanto de la misma
especie y calidad (2384 CC).

Ahora bien, el Código de Comercio considera mercantil a un contrato de préstamo


cuando éste se contrae en el concepto y con la expresión de que las cosas
prestadas se destinarán a actos de comercio (358).

Además, se presume que el préstamo es mercantil cuando se contrae entre


comerciantes (75, F. XXI, y 358 CCo).

Obligación de restitución

1. Forma: el mutuatario, tiene la obligación de devolver al mutuante otro tanto de


la misma especie y calidad.

La obligación de restitución debe ser cumplida en forma distinta, según el carácter


de la cosa prestada (359 CCo), así:
a. Si se trata de préstamos en dinero, el mutuatario cumplirá su
obligación devolviendo una cantidad igual a la recibida, conforme a la
ley monetaria vigente;
b. Si se trata de préstamos de títulos o valores, el mutuatario cumple
de volviendo otros tantos de la misma clase o idénticas condiciones, o
sus equivalentes, si aquellos se hubiesen extinguido, salvo pacto en
contrario;
c. Cuando se trate de préstamos en especie, el mutuatario devolverá,
salvo pacto en contrario, igual cantidad de la misma especie y calidad,
o su equivalente en numerario si se hubiese extinguido la especie
debida.

2. Plazo. La cosa prestada deberá devolverse en el tiempo convenido en el


contrato. En los préstamos por tiempo indeterminado no podrá exigirse al
mutuatario la devolución dé la cosa prestada, sino después de los treinta (tías
siguientes a la interpelación que se le haga, judicialmente o en forma extra judicial
ante notario o dos testigos (360 CCo).

315
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Intereses

Las partes pueden estipular y, normalmente se hace así en materia mercantil, un


interés. El interés es legal o convencional. El interés legal es de 6% anual. El
interés convencional es el fijado por los contratantes y puede ser mayor o
menor que el legal (362 CCo y 2394 y 2395 CC).

En caso de mora, el mutuatario deberá pagar al mutuante, desde el día siguiente


al del vencimiento del plazo estipulado para la devolución, el interés pactado para
este caso, o, en su defecto, el del 6% anual (362 CCo).

Cuando el préstamo se hiciere en especie, los intereses se calcularán sobre el


valor que las cosas prestadas tengan en la plaza en que deba hacerse la
devolución, el día siguiente al del vencimiento, o por el que determinaron peritos
si la mercancía estuviera extinguida al tiempo de hacerse su valoración (art. 362
CCo).

Si el préstamo fuere de títulos o valores, el interés moratoria será el que los


mismos devenguen, o, en su defecto, el legal del 6% anual, determinándose el
valor de los títulos por el que tengan en bolsa, si fueren cotizables, o, en caso de
no serio, por el que tuvieran en la plaza en que deba hacerse la devolución al día
siguiente al del vencimiento (362 CCo).

Considera el 361 del Código de Comercio que toda prestación pactada a favor
del mutante, que conste precisamente por escrito se reputará interés.

Los intereses vencidos y no pagados no devengarán intereses. Sin embargo, los


contratantes podrán capitalizarlos (363 CCo).

Cuando el mutuante reciba el capital prestado, sin reservarse expresamente el


derecho a los intereses pactados o debidos, se extinguirá la obligación respecto a
los mismos (364 CCo).

Cuando el mutuatario efectúe entregas a cuenta, y no resulte expresa su


aplicación, se imputarán en primer término al pago de los intereses por orden de
vencimiento, y después, al capital (364 CCo).

316
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

3. Subcontrato

Es un contrato derivado y dependiente de uno anterior, de cuya


naturaleza participa. Este tiene lugar cuando uno de los contratantes en lugar
de cumplir personalmete las obligaciones del contrato base, contrata a otra para
que las cumpla.

Encuentra su fundamento en el principio de la autonomía de la voluntad.

No procede cuando hay prohibición de las partes del contrato base, ni cuando el
contrato base sea intuitu personae, ni tampoco en el caso de que el contrato base
sea de ejecución instantánea.

Su principal característica es la de ser un contrato derivado y dependiente, por lo


tanto, no puede ir más allá del contrato de que deriva.

Se distingue de la delegación en que ésta es un acto complejo, es decir, un acto


en el que existen diferentes tipos de relaciones complejas entre distintas personas.
La relación entre delegante y delegatario se desliga, por lo que si el delegado
incumple el delegante no tendrá ninguna responsabilidad.

Se distingue también de la cesión, ya que ésta es un contrato que transfiere


derechos y obligaciones, y opera una novación subjetiva.

317
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

4. Depósito mercantil

Significación

El contrato de depósito está regulado por partida doble en el Código Civil y en el


Código de Comercio. Existen además numerosas leyes que se ocupan, de
depósitos especiales.

El Código de Comercio Mexicano le dedica sus artículos 332 a 338; la Ley de


Títulos y Operaciones de Crédito, los artículos 267 a 275 (depósitos bancarios de
dinero), 276 a 279 (depósitos bancarios de títulos), 280 a 287 (depósitos de
mercancías en almacenes generales) ; en la Ley de Instituciones de Crédito
encontramos diversos artículos que se refieren a depósitos especiales. Los
artículos 2516 a 2538 del Código Civil se ocupan también del depósito.

Especialmente en materia de depósitos bancarios tienen particular importancia


los usos bancarios. El depósito mercantil es uno de aquellos contratos que
ponen más de relieve la faz auténtica del derecho mercantil, como derecho de las
empresas y de los actos en masa. Los depósitos que no se realizan como actos de
empresa no tienen casi relieve ni su, volumen y significación justifican una
regulación particular distinta de la civil. El contrato de depósito, requiere una
regulación distinta de la civil, cuando se realiza en masa y por empresas
mercantiles.

Generalidades

Concepto y caracteres. Ni el Código de Comercio, ni la Ley de Títulos y


Operaciones de Crédito, ni la Ley de Instituciones de Crédito, dan la definición del
contrato de depósito. Todas ellas la presuponen y, por consiguiente, hemos de
recurrir, como concepto general, al dado en el artículo 2516 del Código Civil, que
dice que "el depósito es un contrato por el cual el depositario se obliga
hacia el depositante, a recibir una cosa, mueble o inmueble, que aquél le
confía, y a guardarla para restituirla cuando lo pida el depositante". En
oposición a este concepto del depósito, el Código de Comercio determina que es
un contrato real, que sólo se perfecciona por la entrega de las cosas, quedando
constituido mediante la entrega al depositario de la cosa qué constituya su objeto
(334 CCo). No es esencialmente oneroso, pues puede ser gratuito, ya que tanto el
Código Civil como el Código de Comercio así lo establecen, admitiendo el pacto en
contra de la retribución (2517 y 333 respectivamente). Es bilateral, pero
imperfecto, como se deduce del estudio de los derechos y obligaciones del
depositante y del depositario.

318
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Calificación mercantil. El Código de Comercio califica como acto mercantil los


depósitos que se hagan por causa de comercio (75 F. XVII). Se reproduce, así,
una disposición del Código de Comercio Italiano. El artículo 332 del Código de
Comercio Mexicano insiste sobre la calificación mercantil de los depósitos, diciendo
que lo serán, si las cosas depositadas son objeto de comercio, o si se hacen a
consecuencia de una operación mercantil. Obsérvese la discrepancia entre
ambos preceptos y la desaparición de la calificación mercantil del depósito en
consideración a la intervención de un comerciante en el mismo, que establecía el
modelo del Código de Comercio Mexicano (véase artículo 303 C. Español).

En verdad, los únicos depósitos que requieren una regulación especial son los
depósitos en almacenes generales, los depósitos bancarios y los depósitos hechos
por los clientes de hoteles e instituciones similares. Los tres casos son depósito de
empresa; los demás, que son mercantiles según el Código de Comercio Mexicano,
son actos ocasionales, que pueden ser abandonados a las disposiciones del
derecho común.

Depósitos regulares

Elementos. No existen normas especiales sobre los elementos personales en


el contrato de depósito, si exceptúa el artículo 2519 del Código Civil del Distrito
Federal, según el cual "la incapacidad de uno de los contratantes no exime al
otro de las obligaciones a que están sujetos el que deposita y el depositario"; y lo
dispuesto en el artículo, 2520 del mismo código, que establece que "el incapaz que
acepte el depósito, puede, si se le demanda por daños y perjuicios, oponer como
excepción la nulidad del contrato; mas no podrá eximirse de restituir la cosa
depositada si se conserva aún en su poder, o el provecho que hubiere recibido de
su enajenación".

Estas disposiciones tienen particular repercusión en el tráfico bancario. Normas


excepcionales respecto a la capacidad de los contratantes y sus efectos sobre el
contrato realizado, encontramos en la Ley de Instituciones de Crédito; pero su
estudio lo haremos al estudiar las operaciones bancarias.

La condición de dueño no es necesaria para hacer el depósito. El crédito de


restitución nace a favor del depositante por esta cualidad, con independencia de
que sea dueño o no lo sea.

Es típico de la legislación mercantil la ampliación objetiva del depósito, en cuanto


se reconocen como materia del mismo los bienes inmuebles. Las normas sobre
forma y prueba son las establecidas con carácter general.

319
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Contenido Obligacional

a) Obligaciones del depositario

1° Custodia. La obligación de custodiar las cosas recibidas en depósito es la más


típica de este contrato. Ya en la definición del mismo se hace resaltar que el
depositario se obliga a guardar la cosa (2516 CC) y se refuerza dicha obligación
cuando el Código Civil declara en el 2522 que "el depositario está obligado a
conservar la cosa objeto del depósito, según la reciba, y a devolverla, cuando el
depositario se lo pida, aunque al constituirse el depósito se hubiera fijado plazo y
éste no hubiere llegado".

El mismo principio se contiene en el 335 del Código de Comercio Mexicano, cuyos


términos han sido reproducidos en el artículo 2522, ya citado, del Código Civil.
Como integrante de la obligación de custodia, está la de realizar el cobro de los
intereses en las épocas de su vencimiento, cuando el depósito sea de títulos
valores, efectos o documentos que los devenguen, así como la de practicar
cuantos actos sean necesarios para que los efectos depositados conserven el valor
y los derechos que les corresponden con arreglo a las leyes (art. 2518 CC).

2°) Restitución. También en la definición del contrato, dada por el Código Civil,
la obligación de restitución es un elemento integrante de la misma. Expresamente
se consigna en los artículos 2522 y 335 transcritos anteriormente.

Si los depositantes fueran varios, el depositario no podrá entregar la cosa


depositada, sino con previo consentimiento de la mayoría de los mismos,
computada por cantidades y no por personas, a no ser que al constituirse el
depósito se haya convenido que la entrega se haga a cualquiera de los
depositantes; pero si al constituirse el depósito se señaló lo que a cada uno
correspondía, el depositario entregará a cada depositante su parte (2525 y 2526
CC).

Cuando los depósitos sean de numerario con especificación de las monedas, como
se constituye cuando se entregan en sacos cerrados o sellados, los aumentos o
bajas que su valor experimenten serán a cuenta del depositante, y serán a cargo
del depositario los daños que sufran, si no prueba que ocurrieron por fuerza mayor
o caso fortuito insuperable.

Si los depósitos de numerario se constituyeron sin especificación de moneda o sin


cerrar o sellar, el depositario responderá de su conservación y riesgos en los
términos establecidos por el artículo anterior (336 CCo).

En la conservación de un depósito, responderá el depositario de los menoscabos


daños y perjuicios que las cosas depositadas sufrieron por su malicia y negligencia

320
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

(335, párrafo 2, del CCo). Estos preceptos limitan el contenido de la obligación de


restitución en función de la responsabilidad que el depositario contrae.

El Código de Comercio no dispone nada sobre el lugar de la restitución, pero sí el


Código Civil Federal, que dice que "si no hubiere lugar designado para la entrega
del depósito, la devolución se hará en el lugar donde se halla la cosa depositada.
Los gastos de entrega serán de cuenta del depositante" (2527).

3°) Responsabilidad del depositario. Es una obligación inherente a las dos


anteriores. Los artículos 335, párrafo 2°, para los depósitos en general, y el 336
para los depósito de numerario, establecen las normas generales en esta materia.
También se refiere a ella el artículo 2522, párrafo 2°, del Código Civil Federal, que
reproduce los términos del artículo 335, párrafo 2°, del Código de Comercio
Mexicano.

4°) Si el depositario tuviere noticia de que la cosa depositada es robada y de


quién es su dueño, debe dar aviso ante todo a la autoridad competente, pudiendo
devolver la cosa a quien la depositó, si dentro de ocho días no se le manda
judicialmente retener o entregar la cosa (2523 y 2524 CCF).

b) Obligaciones del depositante.

1°) Pago. Figura ante todo la de pagar la retribución al depositario, si no se


hubiera convenido lo contrario (2517 CC y 333 CCom).

2°) El depositante está obligado a indemnizar al depositario de todos los


gastos que haya hecho en la conservación del depósito, y de los perjuicios
que por él haya sufrido (art. 2532 CC). Se comprende mal esta disposición, si el
depósito es retribuido, pues entonces parece que la retribución se hace en
atención a los gastos que el depositario tiene que realizar y a la actividad que éste
desarrolle para la conservación de la cosa.

Naturalmente que estas indicaciones no se refieren a la obligación de resarcir los


daños, cuando procediera, de acuerdo con las disposiciones generales del Código
Civil Federal.

c) Derechos del depositante y del depositario.

Además de los derechos que pueden deducirse de las obligaciones anteriormente


indicadas, es posible señalar los siguientes. el depositario puede devolver la cosa
antes de haberse convenido, por justa causa, y si no se ha estipulado tiempo,
cuando quiera, siempre que avise al depositante con una prudente anticipación, si
se necesita preparar algo para la guarda de la cosa (2529 y 2531 del CC). No
tiene derechos de retención sobre las cosas depositadas, negándoselo

321
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

expresamente los artículos 2533, 2534 y 2530, incluso en el supuesto de que la


cosa depositada sea suya.

Depósito irregular

El Código Civil no prevé esta hipótesis, pero sí el Código de Comercio, en su


artículo 338. El llamado depósito irregular no tiene aplicación en la práctica, sino
como depósito irregular especial, es decir, en la forma de depósitos bancarios.

322
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

IV. TEORÍA GENERAL DE LAS OPERACIONES MERCANTILES


1. Operación de crédito y función bancaria

Significación y características generales

En la LGTOC y en las leyes de instituciones de crédito se habla de operaciones de


crédito y bancarias; en el Cco se emplea también la expresión operaciones de
banco; pero en ninguno de estos ordenamientos se precisa su concepto. Las
instituciones de crédito puede realizar las operaciones consideradas como
bancarias. Las operaciones bancarias practicadas por bancos de depósito, de
ahorro, de crédito hipotecario, financieros y fiduciarios, y ahora las instituciones de
banca múltiple y las de banca de desarrollo, consisten todas en una serie de
operaciones de crédito.

CERVANTES AHUMADA menciona que en sentido genérico, crédito (del latín


credere) significa confianza, mas no siempre que hay confianza hay crédito en
sentido jurídico, y también hay ocasiones en que el crédito se concede sin que
exista confianza. En sentido jurídico, habrá un negocio de crédito cuando un
sujeto activo que recibe la designación de acreditante, traslade al sujeto
pasivo, que se llama acreditado, un valor económico actual, con la
obligación del acreditado de devolver tal valor o su equivalente en dinero,
en el plazo convenido. En este concepto se comprende lo mismo la transmisión
de un bien tangible que de un valor económico intangible (se presta la firma o se
contrae una obligación por cuenta del acreditado).

RODRÍGUEZ Y RODRÍGUEZ afirma que las operaciones de crédito se


caracterizan por implican una transmisión actual de la propiedad de dinero o de
títulos, por el acreedor, para que la contrapartida se realice tiempo después por el
deudor. Cualquier que sea la operación de crédito, encontraremos en ella plazo,
confianza en la capacidad de contraprestación y transmisión actual de
dominio a cambio de una contraprestación diferida.

Operación de crédito y operación bancaria

Para CERVANTES AHUMADA la operación de crédito en sentido estricto es un


negocio jurídico en el que existe el crédito. Menciona que es un error que nuestra
LGTOC comprenda bajo el rubro de tales operaciones a negocios jurídicos en los
que, en sentido estricto y como fundamental elemento, no se da el fenómeno del
crédito (depósito bancario irregular, depósito en almacenes generales de depósito,
fideicomiso, etc.) y esto es porque el término operación de crédito se ha extendido
al campo de aquellos negocios que tienen relación normal con los negocios del

323
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

crédito, aunque en sí mismos no impliquen crédito, principalmente por alguno de


los sujetos del negocio.

El término "operación de crédito" tampoco es bueno, debería hablarse de un


negocio de crédito, como estos negocios suelen celebrarse en gran escala por
los bancos, que naturalmente operan en el campo del crédito, el término
"operación" es utilizado.
Las operación de banco se caracteriza por ser una operación de crédito realizada
profesionalmente. Toda operación bancaria es operación de crédito realizada
profesionalmente; pero no toda operación de crédito es bancaria.

Propiamente hablando, no puede decirse que existan jurídicamente operaciones


bancarias, ya que tales operaciones consisten en un negocio jurídico de tipo
general, que se califica de bancario solo por el sujeto. Los bancos celebran
contratos que en principio pueden ser realizados por cualquier persona y que sólo
se califican de bancarios porque un banco interviene en su celebración.

La función bancaria

La función bancaria consiste en la intermediación profesional en el comercio del


dinero y del crédito. Recolectan el dinero de aquellos que no tienen manera de
invertirlo directamente, y lo proporcionan en forma de crédito a quienes necesitan
del dinero. Solamente son banqueros aquellos que prestan dinero de terceros; los
que meramente prestan su propio capital son capitalistas, pero no banqueros. Esta
función ha sido considerada de interés público.

La Ley de Instituciones de Crédito, en el 2ª - 2ª párrafo, considera como servicio


de banca y crédito la captación de recursos del público en el mercado nacional
para su colocación en el público, mediante actos causantes de pasivo directo o
contingente, quedando el intermediario obligado a cubrir el principal y, en su caso,
los accesorios financieros de los recursos captados.

Derecho bancario: concepto. caracteres y fuentes

Derecho bancario es el sistema de normas jurídicas relativas a las instituciones


de crédito y sus operaciones. El derecho bancario es una rama del derecho
mercantil, surge por su especialización.

Junto a la rentabilidad y seguridad, como principios básicos de toda operación


comercial, debe tenerse en cuenta la liquidez cuando se trata de operaciones
bancarias. De conformidad con lo dispuesto por los artículos 1 y 2 del CCo, 2 de la
LGTOC y 6 de la LIC, las fuentes del derecho bancario pueden enunciarse en la
siguiente relación jerárquica:

324
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

1. Leyes especiales sobre instituciones y operaciones de crédito


2. Legislación mercantil común
3. Usos bancarios y mercantiles
4. Derecho común

Entre las leyes bancarias deben mencionarse la Ley de Instituciones de Crédito, la


Ley de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, la Ley Orgánica del Banco de
México, las leyes orgánicas de las sociedades nacionales de crédito (instituciones
de banca de desarrollo), la LGTOC, la Ley Monetaria, etc.

Operaciones Activas y Pasivas

Operaciones pasivas: aquéllas por medio de las cuales el banco se allega de


capital
• Depósitos bancarios
• Emisión de obligaciones bancarias
• Emisión de otros títulos bancarios
• Otras operaciones

• Operaciones activas: aquéllas por medio de las cuales el banco
concede crédito
• Apertura de crédito
• Cuenta corriente
• Carta de crédito
• Reportos

Servicios Bancarios: son operaciones de simple mediación (intervención en la


creación de obligaciones y en su colocación, fideicomisos, operaciones de
mediación en pagos, etc.) y las operaciones de custodia (depósitos regulares,
depósitos en cajas de seguridad, etc.)

325
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

2. La empresa bancaria

Antecedentes Históricos

En orden cronológico:

Griegos - existían sociedad dedicadas al ejercicio de la banca. El "trapezita"


recibía dinero del público y lo prestaba a sus clientes.

Egipto - se desarrolló la banca y funcionó un Banco del Estado.

Roma - se distinguió entre los "argentarii" (cambistas de metales preciosos por


moneda) y los "numulari" (banqueros). La función de estos últimos se consideraba
de orden público y estaban sometidos a la vigilancia del "praefectus urbi".

Alta edad media - reaparecen los "numulari" con el nombre de "campsores", hoy
sinónimo de banquero.

Con el desarrollo medieval del comercio mediterráneo y la prosperidad de las


grandes ciudades comerciales, surgen importantes empresas bancarias como el
Monte Vecchio de Venecia, del S. XII (encargado de recoger los intereses de un
crédito estatal); Taula de Canvi 1401, Banco de Valencia 1407; Banco de San
Jorge 1409; Banco de Rialto 1587 y Banco de Amsterdam 1609.

Los bancos medievales tuvieron su origen en las ferias. SARABIA describe


su actividad diciendo que andan de feria en feria y de lugar en lugar, con sus
mesas, cajas y libros, los mercaderes que compran en las ferias lo primero que
hacen es poner su dinero en poder de los banqueros.

La palabra banco deriva de la mesa y el banco de los banqueros de las


ferias y cuando los mismos quebraban los inspectores del lugar rompían su
banca sobre la mesa de ahí la palabra banca-rota. Algunos otros dicen que la
palabra banco proviene de una traducción al alemán (bank) de la palabra italiana
Monte, que se usó para designar al banco mas antiguo Veneciano.

Las grandes casas comerciales que ejercían la banca como un complemente de sus
actividades han evolucionado tanto que algunas ya no se dedican a otra actividad
mas que a las operaciones bancarias.

La organización moderna de la banca data del Banco de Inglaterra,


fundado en 1694. Se le reconoce la aportación a la organización de la banca en
el mundo. De la creación de éste banco surge las modernas instituciones que la

326
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

banca utiliza hoy en día, como el cheque, las letras de cambio, los pagarés, los
debentures (obligaciones) , etc.

Éste fue el primer Banco Central y primer banco de emisión. Su más


importante aportación a la historia de la banca moderna fue la creación de los
billetes de banco, como sustitutivos del dinero metálico.
La banca moderna. Conceptos y El banco central

Primero que nada cabe definir los siguientes vocablos técnicos:

1. Crédito.- Es la confianza que significa desde el punto de vista mercantil la


entrego de un bien presente por uno futuro
2. Banca.- Es la actividad, consistente en la intermediación habitual y
profesional en el mercado del crédito y del dinero.
3. Banquero.- Es el que realiza la actividad de la banca.
4. Banco.- Es el lugar donde se realiza la actividad de la banca.

El banco modernos sigue siendo el intermediario profesional en el comercio del


dinero y del crédito. El carácter público es mas necesario con la complejidad
actual, por vías diferentes en cada país, se agudiza el intervencionismo del Estado
en la función bancaria.

En todos los países de economía más o menos desarrollada, el sistema bancario


nacional, está organizado bajo la base del Banco Central. KOCK dice que las
funciones del todo banco central serán:

1. Creación y emisión de billetes de banco, y control del medio monetario


circulante;
2. Servicios al Estado (servicios de tesorería, custodia de las reservas
nacionales, etc.) ;
3. Custodia de las reservas en efectivo de los bancos comerciales;
4. Redescuento de papel comercial a los bancos comerciales;
5. Liquidación de compensación de saldos entre los bancos comerciales;
6. Control del crédito;
7. Intervención en el comercio, con sus relaciones con la banca internacional,
principalmente en el manejo de créditos documentarios.

En México la regulación del banco central esta contenida en la Ley del Banco de
México, de las que, para efectos de lo mencionado se rescata lo siguiente:

Artículo 1 - El banco central será persona de derecho público con carácter


autónomo y se denominará Banco de México. En el ejercicio de sus funciones
y en su administración se regirá por las disposiciones de esta Ley, reglamentaria

327
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

de los párrafos sexto y séptimo del artículo 28 de la Constitución Política de los


Estados Unidos Mexicanos.

Artículo 2 - El Banco de México tendrá por finalidad proveer a la economía del


país de moneda nacional. En la consecución de esta finalidad tendrá como
objetivo prioritario procurar la estabilidad del poder adquisitivo de dicha
moneda. Serán también finalidades del Banco promover el sano desarrollo del
sistema financiero y propiciar el buen funcionamiento de los sistemas de
pagos.

Artículo 3 - El Banco desempeñará las funciones siguientes:

I. Regular la emisión y circulación de la moneda, los cambios, la intermediación y


los servicios financieros, así como los sistemas de pagos;

II. Operar con las instituciones de crédito como banco de reserva y acreditante de
última instancia;

III. Prestar servicios de tesorería al Gobierno Federal y actuar como agente


financiero del mismo;

IV. Fungir como asesor del Gobierno Federal en materia económica y,


particularmente, financiera;

V. Participar en el Fondo Monetario Internacional y en otros organismos de


cooperación financiera internacional o que agrupen a bancos centrales, y

VI. Operar con los organismos a que se refiere la fracción V anterior, con bancos
centrales y con otras personas morales extranjeras que ejerzan funciones de
autoridad en materia financiera.

328
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

3. La banca en México

Referencias históricas

En la Nueva España no hubo bancos especializados. Las funciones bancarias las


ejercían los mercaderes, principalmente los que comerciaban en plata. Estos
recibían dinero en guarda o depósito, y empleaban el dinero depositados en la
compra de platas, y de mercaderías, o la emprendían en la labor de minas o
surtimiento de tiendas para avío de ellas, de aquí fácilmente se convertía el
depósito en irregular, pasaba el dominio útil de la pecunia al depositario, y se
obligaba a pagar intereses, usuras o réditos.

Así florecieron varios bancos particulares que operaron dando avíos a los mineros.

El primer banco público fue el Banco de Avío de Minas, fundado por Carlos
III, operó en auxilio de la minería y con aplicación del mexicanísimo crédito de
avío.

Posteriormente en 1774, fue creado el Nacional Monte de Piedad, éste surgió


como Institución Bancaria y otorgaba créditos con garantía prendaria y fue el
primer banco que emitió billetes, los que tenían la redacción de recibos de
depósito; pero que eran, en realidad, verdaderos billetes de banco.

En la época independiente se consideró de jurisdicción local y algunos Estados


promulgaron su CCo.

En 1864 se estableció el Banco de Londres, México y Sudamérica, se convirtió


en el decano de la banca privada nacional.

En 1881 se otorgó al Banco Francés-Egipcio, de París, concesión para establecer el


Banco Nacional Mexicano que se fusionó con el Banco Mercantil Mexicano y
compró los derechos del Banco de Empleados; éste se convirtió en el actual Banco
Nacional de México, S. A.

A fines del XIX y principios del XX, los mas importantes Estados tenían su banco.
Casi todos fueron bancos de emisión y en su éxito se basa la prosperidad
económica de la etapa Porfiriana.

Antecedentes Legislativos

1. En 1897 se promulgó la Ley General de Instituciones de Crédito, que


estableció el sistema bancario mexicano con cuatro clases de instituciones:

329
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

los bancos de emisión, los hipotecarios, los refaccionarios y los almacenes


generales de depósito.
2. Ya 1910, había en el país funcionando 24 bancos de emisión y 5
refaccionarios.
3. La Revolución afectó, naturalmente, la vida bancaria. Los bancos de emisión
fueron intervenidos y liquidados, y en la Constitución de 1917 se previno el
establecimiento del Banco Único de Emisión.
4. En 1925 se estableció la Comisión Monetaria, S. A., cuyas funciones
primordiales fueron la regulación de la acuñación de la moneda, el servicio
de Tesorería del Gobierno Federal y la agencia de Gobierno Mexicano en el
extranjero.
5. En 1924 la Ley General de Instituciones de Crédito de había estructurizado
el sistema bancario mexicano con las siguientes instituciones: Banco Único
de Emisión y la Comisión Monetaria; los Bancos Hipote- carios, los
Refaccionarios, los Agrícolas, los Industriales, los de Depósito y Descuento y
los de Fideicomiso.
6. Esta ley fue sustituida, sucesivamente, por las de 1926, 1932 y 1941.
7. En 1982 con López Portillo, se da la expropiación de la Banca como
actividad estratégica del Estado.
8. En 1985 con Miguel de la Madrid se permitió la participación de los
particulares.
9. En 1993 nuevamente se privatizó la Banca, con lo que se promulgó la
Ley de Instituciones de Crédito.

Sistema Bancario Mexicano.

El Sistema Bancario Mexicano se integra por el Banco de México, las instituciones


de banca múltiple, las instituciones de banca de desarrollo, el Banco del Ahorro
Nacional y Servicios Financieros (antes Patronato del Ahorro Nacional) y los
fideicomisos públicos constituidos por el Gobierno Federal para el fomento
económico.

Todo lo anterior tiene su fundamento en el artículo 3ª de la Ley de Instituciones de


Crédito.

"Artículo 3

El Sistema Bancario Mexicano estará integrado por el Banco de México, las


instituciones de banca múltiple, las instituciones de banca de desarrollo y los
fideicomisos públicos constituidos por el Gobierno Federal para el fomento
económico que realicen actividades financieras, así como los organismos auto
regulatorios bancarios.

330
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Para efectos de lo dispuesto en el párrafo anterior, se entenderá que realizan


actividades financieras los fideicomisos públicos para el fomento económico cuyo
objeto o finalidad principal sea la realización habitual y profesional de operaciones
de crédito, incluyendo la asunción de obligaciones por cuenta de terceros. Dichas
operaciones deberán representar el cincuenta por ciento o más de los activos
totales promedio durante el ejercicio fiscal inmediato anterior a la fecha de
determinación a que se refiere el artículo 134 Bis 4 de esta Ley.".

A todos los fideicomisos públicos para el fomento económico se les podrán otorgar
concesiones en los mismos términos que a las entidades paraestatales.

El Estado ejerce la rectoría del mismo, a fin de que éste oriente


fundamentalmente sus actividades a apoyar y promover el desarrollo de las
fuerzas productivas del país y el crecimiento de la economía nacional.

Banco Central.

El Banco de México es una persona de derecho público con carácter autónomo

Tiene como finalidades:


i. proveer privativamente a la economía del país de moneda nacional
con la emisión de billetes y acuñación de moneda y ponerla en
circulación;
ii. promover el sano desarrollo del sistema financiero, y
iii. propiciar el buen funcionamiento de los sistemas de pagos.

Su objetivo prioritario es el de procurar la estabilidad del poder adquisitivo de


dicha moneda.

Se funciones son las siguientes:


a. Regular la emisión y circulación de la moneda, los cambios, la
intermediación y los servicios financieros;
b. Operar con las instituciones de crédito como banco de reserva;
c. Fungir como asesor del Gobierno Federal en materia económica y
financiera;
d. Participar en el Fondo Monetario Internacional; y
e. Operar con el Fondo Monetario Internacional, organismos de
cooperación financiera internacional, bancos centrales y con otras
personas morales extranjeras que ejerzan funciones de autoridad
en materia financiera.
Además puede:
1. Otorgar crédito al Gobierno Federal, a las instituciones de crédito y
al Instituto para la Protección al Ahorro Bancario y también al
Fondo Monetario Internacional, organismos de cooperación

331
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

financiera internacional, bancos centrales y con otras personas


morales extranjeras que ejerzan funciones de autoridad en materia
financiera;
2. Constituir depósitos en instituciones de crédito del país o del
extranjero;
3. Adquirir valores emitidos por organismos financieros
internacionales;
4. Emitir bonos de regulación monetaria;
5. Recibir depósitos bancarios de dinero o de títulos o valores del
Gobierno Federal, de entidades financieras del país y del exterior,
de fideicomisos públicos de fomento económico, de instituciones
para el depósito de valores, así como de entidades de la
administración pública federal, así como del Fondo Monetario
Internacional, organismos de cooperación financiera internacional,
bancos centrales y con otras personas morales extranjeras que
ejerzan funciones de autoridad en materia financiera
6. Obtener créditos del Fondo Monetario Internacional, organismos de
cooperación financiera internacional, bancos centrales y con otras
personas morales extranjeras que ejerzan funciones de autoridad
en materia financiera, exclusivamente con propósitos de regulación
cambiaria;
7. Efectuar operaciones con divisas, oro y plata;
8. Actuar como fiduciario cuando por ley se le asigne o bien
tratándose de fideicomisos cuyos fines coadyuven al desempeño de
sus funciones o de los que el propio Banco constituya para cumplir
obligaciones laborales.

Cuenta con una reserva de activos internacionales, que tiene por objeto
coadyuvar a la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional. Esta
reserva se constituye de:

1. Las divisas y el oro, propiedad del Banco Central, que se hallen libres
de todo gravamen;
2. La diferencia entre la participación de México en el Fondo Monetario
Internacional y el saldo del pasivo a cargo del Banco
3. Las divisas provenientes de financiamientos obtenidos del Fondo
Monetario Internacional, organismos de cooperación financiera
internacional, bancos centrales y personas morales extranjeras que
ejerzan funciones de autoridad en materia.

Divisa es la moneda extranjera con poder liberatorio en su país, que no tiene


curso legal en México.

332
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Instituciones de Crédito

Son reguladas por la Ley De Instituciones De Crédito y por la Ley del Banco de
México se dedican a prestar el servicio de banca y crédito, es decir, se dedican
a la captación de recursos del público en el mercado nacional para su colocación
en el público

No se consideran operaciones de banca y crédito aquellas que celebren


intermediarios financieros distintos a instituciones de crédito autorizadas. Por lo
que sólo pueden captar ahorro directa o indirectamente:
1. Instituciones de crédito;
2. Los emisores de instrumentos inscritos en el Registro Nacional de
Valores e Intermediarios, respecto de los recursos provenientes de la
colocación de dichos instrumentos, siempre y cuando estos recursos
no se utilicen en el otorgamiento de créditos de cualquier naturaleza,
y
3. Las sociedades financieras de objeto limitado.

Las instituciones de crédito pueden ser:


I. Instituciones de banca múltiple, o
II. Instituciones de banca de desarrollo.

Instituciones de Banca Múltiple

Son reguladas por la LIC y por la Ley Orgánica del Banco de México, y en lo no
previsto por ella se les aplica supletoriamente:
I. La legislación mercantil;
II. Los usos y prácticas bancarios y mercantiles (Circulares de Banco de México
y CNBV);
III. El Código Civil para el Distrito Federal;
IV. El Código Fiscal de la Federación.

Para operar requieren autorización que otorga discrecionalmente la Secretaría de


Hacienda y Crédito Público, oyendo la opinión del Banco de México y de la
Comisión Nacional Bancaria. Estas autorizaciones son intransmisibles y se
publicarán en el Diario Oficial de la Federación y en dos periódicos de amplia
circulación del domicilio social de la institución de que se trate.

Para obtenerla requieren estar constituidas como sociedades anónimas de capital


fijo (nunca de capital variable), cuyo objeto será la prestación del servicio de
banca y crédito, deberán contar con el capital social y el capital mínimo que la
propia ley determine, su duración será indefinida y con domicilio social en el
territorio nacional.

333
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Integracion d capital social 11 en adelante

Integración de su capital social (arts. 11 a 14 y 17)

El capital social de las instituciones de banca múltiple estará formado por una
parte ordinaria y podrá también estar integrado por una parte adicional.

Disposiciones Comunes a ambos tipos

Las acciones serán de igual valor; dentro de cada serie, conferirán a sus
tenedores los mismos derechos, y deberán pagarse íntegramente en efectivo
en el acto de ser suscritas, o bien, en especie si, en este último caso, así lo
autoriza la Comisión Nacional Bancaria y de Valores considerando la situación
financiera de la institución y velando por su liquidez y solvencia. Las mencionadas
acciones se mantendrán en depósito en alguna de las instituciones para el
depósito de valores reguladas en la Ley del Mercado de Valores, las que en ningún
caso se encontrarán obligadas a entregarlas a los titulares.

Las acciones representativas de las series "O" y "L", serán de libre suscripción.

LIMITACIÓN - No podrán participar en forma alguna en el capital social de las


instituciones de banca múltiple, personas morales extranjeras que ejerzan
funciones de autoridad.

Parte Ordinaria

Se integrará por acciones de la serie "O".

En su caso, el capital social adicional estará representado por acciones serie "L",
que podrán emitirse hasta por un monto equivalente al cuarenta por ciento del
capital social ordinario, previa autorización de la Comisión Nacional de Valores.

Cualquier persona física o moral puede suscribir las acciones, a excepción de los
extranjeros.

LIMITACIÓN - Cuando se pretenda adquirir directa o indirectamente más del


cinco por ciento del capital social ordinario pagado, o bien, otorgar garantía
sobre las acciones que representen dicho porcentaje, se deberá obtener
previamente la autorización de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, la
que podrá otorgarla discrecionalmente, para lo cual deberá escuchar la opinión del
Banco de México. En estos casos, las personas que pretendan realizar la
adquisición o afectación mencionada deberán acreditar que cumplen con los
requisitos establecidos en la fracción II del artículo 10 la ley de Instituciones de
Crédito, así como proporcionar a la propia Comisión la información que, para tal

334
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

efecto y previo acuerdo de su Junta de Gobierno, establezca mediante reglas de


carácter general buscando preservar el sano desarrollo del sistema bancario.

En el supuesto de que una persona o un grupo de personas, accionistas o no,


pretenda adquirir el veinte por ciento o más de las acciones
representativas de la serie "O" del capital social de la institución de banca
múltiple u obtener el control de la propia institución, se deberá solicitar
previamente autorización de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, la que
podrá otorgarla discrecionalmente, previa opinión favorable del Banco de México.

Parte adicional

Estará representado por acciones serie "L", que podrán emitirse hasta por un
monto equivalente al cuarenta por ciento del capital social ordinario, previa
autorización de la Comisión Nacional de Valores.

Las acciones serie "L" serán de voto limitado y otorgarán derecho de voto
únicamente en los asuntos relativos a cambio de objeto, fusión, escisión,
transformación, disolución y liquidación, los actos corporativos referidos en los
artículos 29 Bis, 29 Bis 2 y 122 Bis 9 de la Ley de Instituciones de Crédito y
cancelación de su inscripción en cualesquiera bolsas de valores.

Además, las acciones serie "L" podrán conferir derecho a recibir un dividendo
preferente y acumulativo, así como a un dividendo superior al de las
acciones representativas del capital ordinario, siempre y cuando así se establezca
en los estatutos sociales de la institución emisora. En ningún caso los dividendos
de esta serie podrán ser inferiores a los de las otras series.

Acciones no suscritas

Las instituciones podrán emitir acciones no suscritas, que conservarán en


tesorería, las cuales no computarán para efectos de determinar los límites de
tenencia accionaria a que se refiere la Ley de Instituciones de Crédito. Los
suscriptores recibirán las constancias respectivas contra el pago total de su valor
nominal y de las primas que, en su caso, fije la institución.

Órganos de la Sociedad

Administración (arts. 21, 22 y subsecuentes)

La administración de las instituciones de banca múltiple estará encomendada a un


consejo de administración y a un director general, en sus respectivas esferas
de competencia

335
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

El consejo de administración deberá contar con un comité de auditoría, con


carácter consultivo. La Comisión Nacional Bancaria y de Valores establecerá las
facultades mínimas que tendrá este comité.

El director general deberá elaborar y presentar al consejo de administración, para


su aprobación, las políticas para el adecuado empleo y aprovechamiento de los
recursos humanos y materiales de la institución, las cuales deberán considerar el
uso racional de los mismos, restricciones para el empleo de ciertos bienes,
mecanismos de supervisión y control y, en general, la aplicación de los recursos a
las actividades propias de la institución y a la consecución de sus fines.

El consejo de administración de las instituciones de banca múltiple estará


integrado por un mínimo de cinco y un máximo de quince consejeros
propietarios, de los cuales los que integren cuando menos el veinticinco
por ciento deberán ser independientes. Por cada consejero propietario se
podrá designar a un suplente, en el entendido de que los consejeros suplentes de
los consejeros independientes deberán tener este mismo carácter.

Por consejero independiente deberá entenderse a la persona que sea ajena a la


administración de la institución de banca múltiple respectiva, y que reúna
los requisitos y condiciones que determine la Comisión Nacional Bancaria y de
Valores, mediante disposiciones de carácter general, en las que igualmente se
establecerán los supuestos bajo los cuales se considerará que un consejero deja
de ser independiente para los efectos de este artículo.

En ningún caso podrán ser consejeros independientes:

I. Empleados o directivos de la institución;

II. Personas que se encuentren en alguno de los supuestos previstos en el artículo


73 de la Ley de Instituciones de Crédito, o tengan poder de mando;

III. Socios o personas que ocupen un empleo, cargo o comisión en sociedades o


asociaciones importantes que presten servicios a la institución o a las empresas
que pertenezcan al mismo grupo empresarial del cual forme parte ésta.

Se considera que una sociedad o asociación es importante cuando los ingresos que
recibe por la prestación de servicios a la institución o al mismo grupo empresarial
del cual forme parte ésta, representan más del cinco por ciento de los ingresos
totales de la sociedad o asociación de que se trate;

IV. Clientes, proveedores, prestadores de servicios, deudores, acreedores, socios,


consejeros o empleados de una sociedad que sea cliente, proveedor, prestador de
servicios, deudor o acreedor importante de la institución.

336
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Se considera que un cliente, proveedor o prestador de servicios es importante


cuando los servicios que le preste la institución o las ventas que aquél le haga a
ésta representen más del diez por ciento de los servicios o ventas totales del
cliente, del proveedor o del prestador de servicios, respectivamente. Asimismo, se
considera que un deudor o acreedor es importante cuando el importe de la
operación respectiva sea mayor al quince por ciento de los activos de la institución
o de su contraparte;

V. Empleados de una fundación, asociación o sociedad civiles que reciban


donativos importantes de la institución.

Se consideran donativos importantes a aquéllos que representen más del quince


por ciento del total de donativos recibidos por la fundación, asociación o sociedad
civiles de que se trate;

VI. Directores generales o directivos de alto nivel de una sociedad en cuyo consejo
de administración participe el director general o un directivo de alto nivel de la
institución;

VII. Directores generales o empleados de las empresas que pertenezcan al grupo


financiero al que pertenezca la propia institución;

VIII. Cónyuges, concubinas o concubinarios, así como los parientes por


consanguinidad, afinidad o civil hasta el primer grado, de alguna de las personas
mencionadas en las fracciones III a VII anteriores, o bien, hasta el tercer grado de
alguna de las señaladas en las fracciones I, II, IX y X anteriormente señaladas;

IX. Directores o empleados de empresas en las que los accionistas de la institución


ejerzan el control;

X. Quienes tengan conflictos de interés o estén supeditados a intereses


personales, patrimoniales o económicos de cualquiera de las personas que
mantengan el control de la institución o del consorcio o grupo empresarial al que
pertenezca la institución, o el poder de mando en cualquiera de éstos, y

XI. Quienes hayan estado comprendidos en alguno de los supuestos anteriores,


durante el año anterior al momento en que se pretenda hacer su designación.

SESIONES

El consejo deberá reunirse por lo menos trimestralmente, y en forma


extraordinaria, cuando sea convocado por su presidente o por los consejeros que
representen, al menos, el veinticinco por ciento del total de miembros del consejo

337
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

o por cualquiera de los comisarios de la institución. Para la celebración de las


sesiones ordinarias y extraordinarias del consejo de administración, se deberá
contar con la asistencia de los consejeros que representen, cuando
menos, el cincuenta y uno por ciento de todos los miembros del consejo,
de los cuales por lo menos uno deberá ser consejero independiente.

Los accionistas que representen, cuando menos, un diez por ciento del capital
pagado ordinario de la institución tendrán derecho a designar un consejero.
Únicamente podrá revocarse el nombramiento de los consejeros de minoría,
cuando se revoque el de todos los demás.

El director general deberá en todos los casos proporcionar datos e informes


precisos para auxiliar al consejo de administración en la adecuada toma de
decisiones.

Órgano de Vigilancia

El órgano de vigilancia de las instituciones de banca múltiple, estará integrado por


lo menos por un comisario designado por los accionistas de la serie "O" y, en su
caso, un comisario nombrado por los de la serie "L", así como sus respectivos
suplentes. El nombramiento de comisarios deberá hacerse en asamblea
especial por cada serie de acciones. A las asambleas que se reúnan con este
fin, les serán aplicables, en lo conducente, las disposiciones para las asambleas
generales ordinarias previstas en la Ley General de Sociedades Mercantiles.

Modificaciones

La escritura constitutiva y cualquier modificación de la misma, deberá ser


sometida a la aprobación de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Una vez
aprobadas la escritura o sus reformas deberán inscribirse en el Registro Público de
Comercio.

Pueden realizar las operaciones siguientes:


1. Recibir depósitos bancarios de dinero y de títulos valores:
2. Aceptar préstamos y créditos;
3. Emitir bonos bancarios y obligaciones subordinadas;
4. Constituir depósitos en instituciones de crédito y entidades financieras
del exterior;
5. Efectuar descuentos y otorgar préstamos o créditos;
6. Expedir tarjetas de crédito con base en contratos de apertura de
crédito en cuenta corriente;

338
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

7. Asumir obligaciones por cuenta de terceros, a través del otorgamiento


de aceptaciones, endoso o aval de títulos de crédito, así como de la
expedición de cartas de crédito;
8. Llevar a cabo por cuenta propia o de terceros operaciones con oro,
plata y divisas, incluyendo reportos sobre divisas
9. Prestar servicio de cajas de seguridad;
10. Expedir cartas de crédito
11. Practicar las operaciones de fideicomiso y llevar a cabo mandatos y
comisiones;
12. Actuar como representante común de los tenedores de títulos de
crédito;
13. Desempeñar el cargo de albacea;
14. Encargarse de la liquidación judicial o extrajudicial de negociaciones,
establecimientos, concursos o herencias;
15. Hacer avalúos;
16. Celebrar contratos de arrendamiento financiero y adquirir los bienes
que sean objeto de tales contratos.

Instituciones de Banca de Desarrollo

Son entidades de la Administración Pública Federal, con personalidad jurídica y


patrimonio propios, constituidas con el carácter de sociedades nacionales de
crédito; atienden las actividades productivas que el Congreso de la Unión
determina, en sus leyes orgánicas.

Se rigen por su respectiva ley orgánica y, en su defecto, por:


I. La LIC y la Ley Orgánica del Banco de México;
II. La legislación mercantil;
V. Los usos y prácticas bancarios y mercantiles (Circulares de Banco de México
y CNBV);
VI. El Código Civil para el Distrito Federal;
VII. El Código Fiscal de la Federación.

Objeto

Las instituciones de banca de desarrollo tienen como objeto fundamental facilitar


el acceso al financiamiento a personas físicas y morales, así como proporcionarles
asistencia técnica y capacitación en términos de sus respectivas leyes orgánicas.
En el desarrollo de sus funciones las instituciones referidas deberán preservar y
mantener su capital, garantizando la sustentabilidad de su operación, mediante la
canalización eficiente, prudente y transparente de recursos.

Capital Social

339
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

El capital social de las instituciones de banca de desarrollo estará presentado por


títulos de crédito que se regirán por las disposiciones aplicables de la Ley General
de Títulos y Operaciones de Crédito, en lo que sea compatible con su naturaleza y
no esté previsto por el presente Capítulo.

Estos títulos se denominarán certificados de aportación patrimonial (CAP's),


deberán ser nominativos y se dividirán en dos series: la serie "A", que
representará en todo tiempo el sesenta y seis por ciento del capital de la sociedad,
que sólo podrá ser suscrita por el Gobierno Federal; y la serie "B", que
representará el treinta y cuatro por ciento restante.

Serie "A"

Se emitirán en título único, serán intransmisibles y en ningún caso podrá


cambiarse su naturaleza o los derechos que confieren al Gobierno Federal
como titular de los mismos.

Serie "B"

Los certificados de la serie "B" podrán emitirse en uno o varios títulos.

Salvo el Gobierno Federal y las sociedades de inversión común, ninguna persona


física o moral podrá adquirir, mediante una o varias operaciones de cualquier
naturaleza, simultáneas o sucesivas, el control de certificados de aportación
patrimonial de la serie "B" por más del cinco por ciento del capital pagado
de una institución de banca de desarrollo. El mencionado límite se aplicará,
asimismo, a la adquisición del control por parte de personas que de acuerdo a las
disposiciones de carácter general que expida la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público, deban considerarse para estos efectos como una sola persona.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público mediante reglas de carácter general,


podrá autorizar que entidades de la Administración Pública Federal y los gobiernos
de las entidades federativas y de los municipios, puedan adquirir certificados de la
citada serie "B", en una proporción mayor a la establecida en este artículo.

En ningún momento podrán participar en forma alguna en el capital de las


instituciones de banca de desarrollo, personas físicas o morales extranjeras, ni
sociedades mexicanas en cuyos estatutos no figure cláusula de exclusión directa e
indirecta de extranjeros.

Las personas que contravengan lo dispuesto en este artículo, perderán en favor


del Gobierno Federal la participación de que se trate.

340
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Órganos

Administración

La administración de las instituciones de banca de desarrollo estará


encomendada a un consejo directivo y a un director general, en los
términos de sus propias leyes orgánicas

El consejo directivo deberá contar con un comité de auditoría, que tendrá


carácter consultivo. La Comisión Nacional Bancaria y de Valores establecerá,
mediante disposiciones de carácter general, las atribuciones que, como mínimo,
deberá ejercer dicho comité de auditoría, así como la forma en que el propio
comité deberá quedar integrado, la periodicidad de sus sesiones y la oportunidad y
suficiencia de la información que deba considerar.

El comité de auditoría podrá someter directamente a la consideración del consejo


directivo los proyectos, programas y demás asuntos relacionados con las
facultades a que se refiere el párrafo anterior, y deberá comunicarle las diferencias
de opinión que existieran entre la administración de la institución de banca de
desarrollo de que se trate y el propio comité de auditoría.

Comisario

El órgano de vigilancia de las instituciones de banca de desarrollo estará integrado


por dos comisarios, de los cuales uno será nombrado por la Secretaría de la
Función Pública y el otro por los titulares de los certificados de aportación
patrimonial de la serie "B". Por cada comisario propietario se nombrará el
respectivo suplente. Los comisarios tendrán las más amplias facultades para
examinar los libros de contabilidad y demás documentación de la sociedad
nacional de crédito de que se trate, incluida la de su consejo, así como
para llevar a cabo todos los demás actos que requiera el adecuado
cumplimiento de sus funciones, y tendrá el derecho de asistir a las juntas
del consejo directivo con voz.

La designación de comisarios que realicen los tenedores de los certificados de


aportación patrimonial de la serie "B" corresponderá a quien o quienes en su
conjunto mantengan la mayoría de dicha serie. En el supuesto de que el titular sea
el Gobierno Federal, la designación correspondiente la realizará el Secretario de
Hacienda y Crédito Público.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público expedirá el reglamento orgánico de


cada institución, en el que establecerá las bases conforme a las cuáles se regirá su
organización y el funcionamiento de sus órganos.

341
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

El reglamento orgánico y sus modificaciones deberán publicarse en el Diario Oficial


de la Federación e inscribirse en el Registro Público de Comercio.

Derecho de huelga

Con el fin de que no se afecten los intereses del público en cuanto a la


disponibilidad de efectivo y valores exigibles a las instituciones, en los casos de
emplazamientos a huelga, antes de la suspensión de las labores, y en términos de
la Ley Federal del Trabajo, la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje en ejercicio
de sus facultades, oyendo la opinión de la Comisión Nacional Bancaria, cuidará que
para el fin mencionado, durante la huelga permanezca abierto el número
indispensable de oficinas y continúen laborando los trabajadores, que atendiendo a
sus funciones, sean estrictamente necesarios.

Sociedades financieras de objeto limitado

Son aquellas que captan recursos provenientes de la colocación de instrumentos


inscritos en el Registro Nacional de Valores e Intermediarios y con ello otorgan
créditos para determinada actividad o sector.

Éstas cuentan con participación mexicana mayoritaria en su capital social, y se


deben sujetar a las reglas que al efecto expida la propia Secretaría de Hacienda y
Crédito Público y a las disposiciones que respecto de sus operaciones emita el
Banco de México, así como a la inspección y vigilancia de la Comisión Nacional
Bancaria.

La escritura constitutiva de las sociedades financieras de objeto limitado y


cualquier modificación a la misma, deberá ser sometida a la aprobación previa de
la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y debe inscribirse en el Registro
Público de Comercio.

Protección de los Intereses del Público.

Esta se da a través de:


1. Legislación especial correspondiente y de autoridades
competentes que supervisan el correcto desempeño de las
instituciones del Sistema Bancario Mexicano, como son:
i. SHCP;
ii. Banco de México;
iii. Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios
de Servicios Financieros;
iv. Instituto para la Protección al Ahorro Bancario; y
v. Comisión Nacional Bancaria y de Valores.

342
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

1. Cuando los integrantes del Sistema Bancario Mexicano, no se


encuentren en estado de acreditada solvencia están obligados a
constituir depósitos o fianzas legales;
1. Secreto Bancario, las instituciones de crédito en no poden informar
de los depósitos, servicios o cualquier tipo de operaciones con sus
clientes. Excepto cuando el que solicite la información sea el propio
cliente, su representante legal, la autoridad judicial en virtud de
providencia dictada en juicio en el que el titular sea parte o acusado y
las autoridades hacendarias federales, por conducto de la comisión
Nacional Bancaria, para fines fiscales y a la Comisión Nacional
Bancaria, en ejercicio de sus funciones de inspección y vigilancia 117
LIC.
1. Uso exclusivo de las Instituciones de Crédito de las palabras banco,
crédito, ahorro, fiduciario u otras que expresen ideas semejantes en
cualquier idioma, por las que pueda inferirse el ejercicio de la banca y
del crédito
4. Inembargabilidad de la cuentas Las cantidades que tengan por
lo menos un año de depósito en cuenta de ahorro no estarán
sujetas a embargo. Sólo será aplicable a las cantidades
correspondientes a una cuenta por persona, independientemente de
que una misma tenga diversas cuentas de ahorro en una o varias
instituciones. Las instituciones no incurrirán en responsabilidad por el
cumplimiento de las órdenes de embargo o de liberación de embargo
que sean dictadas por las autoridades judiciales o administrativas
correspondientes.
5. Creación de organismos que regulan en específico a las instituciones
como la CONDUSEF, IPAB y PROFECO.

Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de


Servicios Financieros

Es un organismo público descentralizado con personalidad jurídica y patrimonio


propios, regulado por la Ley de Protección y Defensa al Usuario del Servicio
Financiero y tiene por objeto la protección y defensa de los derechos e intereses
del público usuario de los servicios que prestan las Instituciones Financieras.

Usuario es la persona que tiene algún derecho frente a una Institución Financiera
como resultado de la operación o servicio prestado.

Instituciones Financieras son las sociedades controladoras (Holdings),


instituciones de crédito, sociedades financieras de objeto limitado, casas de bolsa,
especialistas bursátiles, sociedades de inversión, almacenes generales de depósito,
uniones de crédito, arrendadoras financieras, empresas de factoraje financiero,
sociedades de ahorro y préstamo, casas de cambio, instituciones de seguros,

343
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (antes Patronato del Ahorro
Nacional), administradoras de fondos para el retiro, y cualquiera otra sociedad que
ofrezca un producto o servicio financiero.

Su objetivo prioritario procurar la equidad en las relaciones entre los Usuarios y


las Instituciones Financieras.

Su finalidad es promover, asesorar, proteger y defender los derechos e intereses


de los Usuarios frente a las Instituciones Financieras, arbitrar sus diferencias de
manera imparcial y proveer a la equidad en las relaciones entre éstos.

La CONDUSEF resuelve de las reclamaciones que tengan los usuarios vs las


instituciones financieras y las deben presentar dentro del término de un año
contado a partir de que se suscite el hecho que les dio origen.

Asimismo en orden a su finalidad, está facultada para actuar como conciliador


entre las Instituciones Financieras y los Usuarios, con el objeto de proteger los
intereses de estos últimos.

Las partes facultan en un convenio de juicio arbitral en amigable composición,


CONDUSEF o a alguno de los árbitros propuestos por ésta, para resolver en
conciencia, a verdad sabida y buena fe guardada, la controversia planteada, y
fijarán de común acuerdo y de manera específica las cuestiones que deberán ser
objeto del arbitraje, estableciendo las etapas, formalidades, términos y plazos a
que deberá sujetarse el arbitraje.

Asimismo las partes podrán facultarlos mediante convenio juicio arbitral de


estricto derecho a resolver la controversia planteada con estricto apego a las
disposiciones legales aplicables, y determinarán las etapas, formalidades, términos
y plazos a que se sujetará el arbitraje, con arreglo a la ley aplicable.

El procedimiento arbitral de estricto derecho se sujeta como mínimo a los plazos


y bases siguientes:
• La demanda debe en el plazo convenido, el cual no podrá exceder de 9 días
hábiles; a falta de acuerdo entre ellas, dentro de los 6 días hábiles
siguientes a la celebración del convenio, debiendo acompañar sus pruebas;
• La contestación a la demanda deberá presentarse dentro del plazo
convenido, el cual no podrá exceder de 9 días hábiles; a falta de acuerdo
entre ellas, dentro de los 6 días hábiles siguientes a la notificación de la
misma, debiendo acompañar sus las pruebas que puedan servir a su favor
en el juicio o en su caso ofrecerlas;
• Se dictar auto abriendo el juicio a un período de prueba de 15 días hábiles,
que puede ser ampliado por una sola vez.

344
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

• Los exhortos y oficios se entregarán a la parte que haya ofrecido la prueba


correspondiente, para que los haga llegar a su destino;
• 8 días comunes a las partes para formular alegatos;

Instituto para la Protección al Ahorro Bancario

Está regulado por la Ley De Protección al Ahorro Bancario cuyo objeto es


establecer un sistema de protección al ahorro bancario en favor de las personas
que realicen depósitos bancarios de dinero, préstamos y créditos y también
regular los apoyos financieros que se otorguen a las instituciones de banca
múltiple para la protección de los intereses del público ahorrador.

Es administrado por un organismo descentralizado de la Administración Pública


Federal, y tiene personalidad jurídica y patrimonio propios.

Una de las atribuciones de éste Instituto es pagar el saldo de las depósitos


bancarios de dinero, prestamos y créditos, dentro de los noventa días siguientes a
la fecha en que haya tomado posesión del cargo de liquidador de la Institución,
considerando el monto del principal y accesorios, hasta por una cantidad
equivalente a cuatrocientas mil unidades de inversión por persona, física o moral.
pagará las obligaciones garantizadas.

El monto excedente a cargo de la Institución, que no hubiese sido cubierto por el


Instituto, podrá ser reclamado directamente a dicha Institución.

Las Instituciones estarán obligadas a pagar al Instituto las cuotas ordinarias y


extraordinarias que establezca la Junta de Gobierno.

El IPAB puede practicar la administración cautelar, es decir se constituirá como


administrador único de la Institución, substituyendo a la asamblea general y al
consejo de administración, designándose para tal efecto por la Junta de Gobierno,
a la persona que ejercerá dicha administración cautelar, contando para ello con las
facultades siguientes:
1. La representación y administración de la Institución;
2. Gozará de plenos poderes generales para actos de dominio, de
administración, de pleitos y cobranzas, con las facultades que
requieran cláusula especial para suscribir títulos de crédito, realizar
operaciones de crédito, presentar denuncias y querellas, desistirse de
estas últimas, y comprometerse en procedimientos arbitrales;
3. Presentar al Secretario Ejecutivo informe sobre la situación financiera
en que se encuentra la Institución;
4. Autorizar la contratación de pasivos y cualquier erogación que realice
la Institución;

345
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

5. Suspender las operaciones que pongan en peligro la solvencia,


estabilidad o liquidez de la Institución;
6. Otorgar y revocar poderes,

Comisión Nacional Bancaria y de Valores

Está regulada por la Ley De La Comision Nacional Bancaria Y De Valores. Es un


órgano desconcentrado de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, con
autonomía técnica y facultades ejecutivas.

Su objeto es supervisar y regular a las entidades financieras, a fin de procurar su


estabilidad y correcto funcionamiento, también supervisar y regular a las personas
físicas y morales, que realicen las actividades previstas en las leyes relativas al
sistema financiero.

Se entiende por entidades del sector financiero, a las sociedades controladoras


de grupos financieros, instituciones de crédito, casas de bolsa, especialistas
bursátiles, bolsas de valores, sociedades operadoras de sociedades de inversión,
sociedades de inversión, almacenes generales de depósito, uniones de crédito,
arrendadoras financieras, empresas de factoraje financiero, sociedades de ahorro
y préstamo, casas de cambio, sociedades financieras de objeto limitado.

346
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

4. Organizaciones auxiliares del crédito

Están reguladas por la Ley General De Organizaciones y Actividades Auxiliares del


Crédito que será interpretada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Se publicaron en el Diario Oficial de la Federación el día 18 de Julio de 2006


reformas a la citada ley y a la LGTyOC, donde se destaca que el factoraje y
arrendamiento financieros NO son exclusivas a ciertas sociedades. Las
disposiciones mencionadas entran en 2013.

Por lo que se refiere a las Uniones de crédito, se publicó una nueva ley que las
regula el día 20 agosto de 2008, por lo que ya tampoco son reguladas por la Ley
de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito.

En consecuencia, solo quedan los Almacenes Generales de Depósito como sujetos


regulados en esta ley.

Para la constitución y operación de este tipo de organizaciones se requiere de la


autorización intransmisible que otorgue de manera discrecional la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público, escuchando la opinión de la Comisión Nacional
Bancaria y del Banco de México pero tratándose de uniones de crédito requerirán
además la autorización de la Comisión Nacional Bancaria. Dichas autorizaciones
deberán publicarse en el Diario Oficial de la Federación.

Las palabras organización auxiliar del crédito, almacén general de depósito,


arrendadora financiera, sociedad de ahorro y préstamo, unión de crédito, empresa
de factoraje financiero, casa de cambio, sólo podrán ser usadas por organizaciones
auxiliares de crédito que cuente con autorización.

Almacenes Generales de Depósito

Deben ser constituidas como Sociedades Anónimas. Su objeto es el


almacenamiento, guarda o conservación, manejo, control, distribución o
comercialización de bienes o mercancías bajo su custodia o que se
encuentren en tránsito, amparados por certificados de depósito y el
otorgamiento de financiamientos con garantía de los mismos. También
podrán realizar procesos de incorporación de valor agregado de las
mercancías depositadas a fin de aumentar su valor, sin variar
esencialmente su naturaleza. Además están facultados para expedir
certificados de depósito y bonos de prenda.

347
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Asimismo podrán estar facultados para recibir mercancías destinadas al régimen


de depósito fiscal, podrán efectuar en relación a esas mercancías, los procesos
antes mencionados.

Los certificados podrán expedirse con o sin bonos de prenda, según lo solicite el
depositante, pero la expedición de dichos bonos deberá hacerse simultáneamente
a la de los certificados respectivos, haciéndose constar en ellos, indefectiblemente,
si se expide con o sin bonos. Esto es una contradiccion con la LGSM.
Los almacenes llevarán un registro de los certificados y bonos de prenda
que se expidan, en el que se anotarán todos los datos contenidos en dichos
títulos, los del aviso de la institución de crédito que intervenga en la primera
negociación del bono.

Podrán expedir certificados de depósito por mercancías en tránsito, en bodegas o


en ambos supuestos, siempre y cuando esta circunstancia se mencione en el
cuerpo del certificado. Estas mercancías deberán ser aseguradas en tránsito por
conducto del almacén, el almacén podrá contratar directamente el seguro
respectivo, apareciendo como beneficiario en la póliza que al efecto fuere expedida
por la compañía aseguradora correspondiente, o bien en el caso de mercancía
previamente asegurada, podrá obtener el endoso en su favor de la póliza
respectiva.

Además podrán realizar las siguientes actividades:


1. Certificar la calidad así como valuar los bienes o mercancías;
2. Empacar y envasar los bienes y mercancías recibidos en depósito por
cuenta de los depositantes o titulares de los certificados de depósito;
3. Otorgar financiamientos con garantía de bienes o mercancías
almacenados en bodegas de su propiedad o en bodegas arrendadas
que administren directamente y que estén amparados con bonos de
prenda, así como sobre mercancías en tránsito amparadas con
certificados de depósito;
4. Obtener préstamos y créditos de instituciones de crédito, de seguros y
de fianzas del país o de entidades financieras del exterior
5. Emitir títulos de crédito, en serie o en masa, para su colocación entre
el gran público inversionista;
6. Gestionar por cuenta y nombre de los depositantes, el otorgamiento
de garantías en favor del fisco federal, respecto de las mercancías
almacenadas por los mismos, a fin de garantizar el pago de los
impuestos;
7. Prestar servicios de depósito fiscal;

Los almacenes generales de depósito podrán ser de tres clases (12):


• Los que se destinen a recibir en depósito bienes o mercancías de
cualquier clase y realicen las demás actividades a que se refiere esta Ley,

348
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

a excepción del régimen de depósito fiscal y otorgamiento de


financiamientos;
• Los que además de estar facultados en los términos señalados en la
fracción anterior, lo estén también para recibir mercancías destinadas al
régimen de depósito fiscal, y
• Los que además de estar facultados en los términos de alguna de las
fracciones anteriores, otorguen financiamientos.

Tratándose de los almacenes a que se refieren las fracciones II y en su caso III,


deberán sujetarse a las disposiciones correspondientes que prevé la Ley Aduanera,
sobre las mercancías que no podrán ser objeto del régimen de depósito fiscal y las
medidas de control que deban implantar para mantener aislada la mercancía
sometida a este régimen.

Bodegas habilitadas (16) - Se entenderá por bodega habilitada a aquellos


locales que formen parte de las instalaciones del depositante, trátese de bodegas
propias, rentadas o recibidas en comodato, que el almacén general de depósito
tome a su cargo para operarlos como bodegas y efectuar en ellos el
almacenamiento, guarda o conservación de bienes o mercancías propiedad del
mismo depositante o de terceros, siempre y cuando reúnan los requisitos que
señala el Artículo 17, fracción II, de la Ley de Organizaciones y Actividades
Auxiliares de Crédito.

El bodeguero habilitado será designado por el almacén para que en su nombre y


representación se haga cargo del almacenamiento, la guarda o conservación de
bienes o mercancías depositados y deberá garantizar al almacén el correcto
desempeño de estas funciones mediante las garantías que el almacén estime
pertinentes.

Arrendadoras Financieras (25 y 27) organizaciones auxiliares de crédito


vigente hasta 2013

Son aquellas que por virtud del contrato de arrendamiento financiero se obligan a
adquirir determinados bienes y a conceder su uso o goce temporal, a plazo
forzoso, a una persona física o moral, obligándose ésta a pagar como
contraprestación, que se liquidará en pagos parciales, según se convenga, una
cantidad en dinero determinada o determinable, que cubra el valor de adquisición
de los bienes, las cargas financieras y los demás accesorios, y adoptar al
vencimiento del contrato alguna de las opciones terminales

Los contratos de arrendamiento financiero deberán otorgarse por escrito y


ratificarse ante la fe de notario público, corredor público titulado y podrán
inscribirse en el Registro Público de Comercio, a solicitud de los contratantes.

349
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Empresas de Factoraje Financiero

En 1993 se publica en el DOF la reforma correspondiente por la que se regula por


primera vez esta institución. Originado en derecho anglosajón (factoring).
Regulado en el artículo 45-A y subsecuentes.

Sus funciones:
1. Celebrar contrato de factoraje financiero: Por virtud del contrato
de factoraje, la empresa de factoraje financiero conviene con el cliente
en adquirir, con recursos provenientes de sus operaciones pasivas,
derechos de crédito relacionados a proveeduría de bienes, de servicios
o de ambos que el cliente tenga a su favor por un precio determinado
o determinable, en moneda nacional o extranjera;
2. Obtener préstamos y créditos de instituciones de crédito, de
seguros y de fianzas del país o de entidades financieras del exterior,
destinados a la realización de las operaciones autorizadas para cubrir
necesidades de liquidez relacionadas con su objeto social;
3. Emitir títulos de crédito, en serie o en masa, para su colocación
entre el gran público inversionista;
4. Descontar, dar en garantía o negociar en cualquier forma los títulos
de crédito o derechos de crédito provenientes de los contratos de
factoraje, con las personas de las que reciban los financiamientos;
5. Constituir depósitos, a la vista y a plazo, en instituciones de crédito
del país o en entidades financieras del exterior;
6. Adquirir acciones de sociedades que se organicen exclusivamente para
prestarles servicios,

Se podrán pactar en el contrato de factoraje cualquiera de las modalidades


siguientes:
• Que el cliente no quede obligado a responder por el pago de los derechos de
crédito transmitidos a la empresa de factoraje financiero; o
• Que el cliente quede obligado solidariamente con el deudor, a responder del
pago puntual y oportuno de los derechos de crédito transmitidos.
• Cobranza delegada- cobra una persona ajena a quien presta el factoraje.
Por regla general es quien transmite los pasivos porque conoce a sus
clientes.

Casas de Cambio

El arítculo 20 de la Ley del Banco de México define las divisas como los billetes y
monedas metálicas extranjeros, depósitos bancarios, títulos de crédito y toda clase

350
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

de documentos de crédito, sobre el exterior y denominados en moneda extranjera,


así como, en general, los medios internacionales de pago.

Estas requieren autorización de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público,


para realizar en forma habitual y profesional operaciones de compra, venta y
cambio de divisas con el público dentro del territorio nacional.

No se consideran actividades habituales y profesionales, las operaciones con


divisas conexas a la prestación de servicios, ni la captación de divisas por venta de
bienes, que realicen establecimientos ubicados en las franjas fronterizas

Estas autorizaciones serán otorgadas discrecionalmente por la Secretaría de


Hacienda y Crédito Público, oyendo la opinión del Banco de México, y de la
Comisión Nacional Bancaria y serán por su propia naturaleza intransmisibles.

Dichas autorizaciones así como sus modificaciones se publicarán en el Diario


Oficial de la Federación.

Ahora bien, no requieren de autorización cuando realicen con divisas las


operaciones siguientes:

1. Compra y venta de billetes así como piezas acuñadas en metales


comunes
2. Compra y venta de cheques de viajero denominados en moneda
extranjera;
3. Compra y venta de piezas metálicas acuñadas en forma de moneda, y
4. Compra de documentos a la vista denominados y pagaderos en
moneda extranjera, a cargo de entidades financieras hasta por un
monto equivalente de diez mil dólares de los Estados Unidos de
América
1. Compra y venta de divisas mediante transferencias de fondos a través
de instituciones de crédito.

351
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

V. OPERACIONES DE CRÉDITO EN PARTICULAR


1. Reporto

Concepto

En virtud del reporto, dice literalmente el artículo 259 LTyOC el reportador


adquiere por una suma de dinero la propiedad de TC, y se obliga a
transferir al reportado la propiedad de otros tantos de la misma especie,
en el plazo convenido y contra reembolso del mismo precio más un
premio. El premio queda en beneficio del contrario.

Se le considera como un contrato bursátil típico y se utiliza para cubrir una


especulación.

Naturaleza y significación

Dada la definición anterior, se siente uno fácilmente inclinado a concebir el


contrato de reporto como una yuxtaposición de dos contratos de compraventa. Por
el primer contrato, el reportador compraría los títulos y pagaría el precio al
reportador; por el segundo, el reportador vendería los títulos y cobraría el precio
más la prima al reportador. Sin embargo, es erróneo concebir esta teoría de la
doble venta. En efecto:

• El contrato de compraventa es consensual; es decir, se perfecciona por el


simple consentimiento, en tanto que el contrato de reporto es real, porque
no se perfecciona mientras no se entregan los títulos (259).
• En el contrato de reporto, el plazo, existente entre la entrega de los títulos
al reportador y su devolución por éste, desempeña un papel esencial, lo que
no ocurre en la compraventa. El reportador de ninguna manera recibiría "
títulos, si no contase con un plazo, más o menos largo, para su devolución,
y el reportado no entregaría los títulos, si no fuese porque transcurrido ,ese
plazo volverá a recibirlos. Sin esto no se concibe el reporto, en tanto que en
la compraventa, el plazo puede ser una modalidad; pero jamás es un
requisito esencial del contrato.
• En el reporto hay una sola declaración de voluntad por cada uno de los
contratantes, del contenido y validez de la cual depende el contrato. No hay
dos declaraciones de voluntad por cada contratante, lo que sería esencial
para hablar de dos contratos de compraventa.
• En el contrato de compraventa, perfecto el mismo, los aumentos de valor y
las prestaciones accesorias relacionadas con la cosa vendida son del

352
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

comprador. En el reporto, estas prestaciones accesorias, aunque


momentáneamente las perciba el reportador, que sería el comprador en la
hipótesis que combatimos, deben ser restituidas al reportado.

Teoría del préstamo - THALLER dice que si se atiende a la voluntad de los


contratantes se trata de un préstamo con interés y garantía prendaria. La crítica
que se hace es que en el préstamo prendario no hay transmisión de propiedad de
la garantía ni pago de precio. Se pretende salvar esta objeción diciendo que es
una formula compleja de préstamo diciendo que hay un préstamo de dinero y uno
de títulos, lo que tampoco es correcto porque no se explica la obligación del
reportador de volver a vender los títulos.

Teoría de la venta con promesa de venta - En realidad no se tiene esa obligación


de volver a comprar, solo la tiene para pagar la diferencia.

Teoría del pacto de retroventa - No se explica porque los títulos durante el reporto,
producen para el reportado, además que es un contrato real.

Por estas razones, entendemos con la doctrina dominante, y dada la temática de


la Ley de Títulos que el contrato de reporto es sui generis. MESSINEO dice que
este contrato puede concebirse como un contrato inmediatamente traslativo de
títulos de crédito al cual se acompaña simultáneamente la asunción de una
obligación de devolver, al vencimiento, otros tantos títulos de la misma especie,
contra reembolso del precio. Al vencimiento de la operación, cada una de las
partes recobra lo que ha dado: el precio o los títulos, pero mientras tanto, cada
parte ha podido servirse respectivamente de unos y de otros, porque de ambas
cosas se ha adquirido la propiedad "ad tempus".

Es una auténtica operación de crédito, en cuanto implica una prestación actual


y una contraprestación diferida, en la que, como se ha dicho es esencial.

En la práctica es operación de bolsa y más frecuentemente operación bancaria;


sólo con carácter excepcional se practica fuera de bolsa o sin la actuación de una
institución de crédito.

Desde un punto de vista económico se acude a ella cuando quien tiene títulos
valores necesita dinero y no quiere desprenderse de los mismos con carácter
definitivo. Para ello transmite los títulos a quien le proporciona el dinero, que
adquiere la propiedad de los mismos, si bien con la obligación de devolver otros
tantos de la misma especie, transcurrido el plazo previsto, mas recibiendo a
cambio el precio que pagó y una prima que se le abona por el servicio prestado.

Caracteres

353
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Es un contrato traslativo de dominio, real y a plazo. Lo primero porque por


definición la propiedad de los títulos se transfiere del reportado al reportador que
adquiere el pleno dominio sobre ellos frente al reportado y frente a los terceros en
general. Lo segundo porque, como dice la Ley, el reporto se perfecciona con la
entrega de los títulos. Lo tercero, porque el transcurso del plazo es esencial según
quedó explicado.
Elementos

Personales.

Las personas que intervienen en este contrato son dos: el reportador y el


reportado. El reportador es quien adquiere los títulos pagando su precio y los
podrá utilizar como guste durante el plazo del contrato; después, deberá
reintegrarlos contra el pago del mismo precio más un premio. El reportado es
quien entrega los títulos a cambio de su precio, y al término del contrato, cuando
se le regresen los títulos, deberá reembolsar su precio, más un premio.

Reales.

El premio o prima. Se entiende por tal la cantidad que paga el reportado


sobre el precio, y que representa la compensación que el mismo da al reportador
por la utilización del dinero de éste y por el servicio que le presta recibiendo los
títulos, conservándolos y restituyéndoselos al liquidarse la operación. El 259 de la
Ley de Títulos, al final de su primer párrafo dispone que "el premio queda en
beneficio del reportador, salvo pacto en contrario". En el derecho extranjero, se
habla de reporto cuando el premio o prima es pagado por el reportador; es decir,
por quien recibe los títulos, en atención a que en este supuesto especial es él
quien tiene interés en obtener los documentos. En este caso el premio o prima
representa la compensación que paga al reportado por el servicio que éste le
presta al proporcionarle los créditos. En el derecho mexicano, la posibilidad de
este contrato está previsto en el precepto citado, ya que el premio queda en
beneficio del reportador, salvo pacto en contrario; esto es, es posible pactar que la
prima quede no en beneficio del reportador, sino en favor del reportado, lo que
por constituir un caso excepcional requiere pacto expreso.

Títulos valores. Otro elemento real son los títulos valores, que constituyen el
contenido de la prestación actual del reportado y el de la diferida del reportador.
Como el reportador adquiere la propiedad de los títulos y se obliga a devolver
otros tantos de la misma especie y calidad, se comprende que el reporto sólo
puede realizarse con títulos valores fungibles, es decir, substituibles unos por
otros, como ocurre con las acciones de una misma serie, con las obligaciones de
las mismas características. DMC - fungible significa que en ese momento esta
disponible.

354
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Si los títulos valores son nominativos, el reporto requerirá su endoso y entrega al


reportador y cuando ello sea necesario el registro de los títulos en los libros
especiales del emisor. Si los títulos son al portador, bastará su simple tradición
material.

El precio. Se entiende por precio la cantidad que paga el reportador contra


recepción de los títulos, la que le será restituida al devolverlos. El precio
del reporto es único, lo que quiere decir que se fija de una vez tanto para la
operación de entrega al reportador, como para la entrega al reportado. El precio
puede fijarse impersonalmente por referencia al que tengan en bolsa los títulos el
día de la operación.

Momentos

Existen dos momentos en el mencionado contrato, el primero se da cuando el


reportador adquiere TC's y el segundo se da cuando traslada al reportado igual
cantidad de TC de la misma especie y calidad.

Formales. La ley requiere que el reporto conste por escrito en documento en el


que por lo menos han de expresarse los nombres completos del reportador y del
reportado, la clase de títulos dados en reporto, y los datos necesarios para su
identificación, el término fijado para el vencimiento, y el precio y prima pactados o
la manera de calcularlos (260).

Efectos del contrato.

Transmisión del dominio. De lo escrito anteriormente resulta con claridad que


el reportador adquiere la propiedad de los títulos y que puede
comportarse como dueño de los mismos. El reporto, ya lo dijimos, es un
contrato traslativo cuyo contenido es una obligación de dar cosa determinada: los
títulos descritos en el contrato. Sin embargo, se produce una situación jurídica
anormal, porque el reportador que es dueño de los títulos para todos los efectos
legales, resulta dueño por cuenta del reportado, ya que los dividendos, intereses,
y cualesquiera otros frutos o productos de los títulos durante la época que es
dueño de los mismos, no lo adquiere para sí, sino para el reportado. Esta situación
tiene equivalentes en los depósitos irregulares, en los que también el adquirente
de los títulos sólo recibe la investidura formal de los mismos o de los bienes, en
tanto que económicamente no es dueño de ellos.

Conservación. El reportador debe mantener el valor económico de los


títulos recibidos. Esto significa que tiene la obligación de realizar todos los
actos necesarios para que los títulos se conserven y adquieran todos los
derechos que sean posibles y que dependan del cumplimiento de los actos

355
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

requeridos por una buena administración mercantil. Tiene el derecho de


voto si los títulos son acciones.

Es de especial interés la obligación que pesa sobre el reportador de efectuar los


pagos de las exhibiciones que se decreten sobre los títulos, mientras dure el
reporto. La ley subordina esta obligación a la circunstancia de que el reportado
proporcione los fondos necesarios para ello, por lo menos dos días antes de la
fecha en que la exhibición deba ser fijada. En caso de que el reportado no cumpla
con esta obligación, el reportador puede proceder desde luego a liquidar el reporto
(263). En este precepto, se advierte una vez más que aunque el reportador
adquiere la propiedad de los títulos siempre es por cuenta del reportado.

Restitución. Transcurrido el plazo previsto en el reporto, o antes si así lo


convienen los contratantes o cuando por disposición de la ley, el reporto puede ser
liquidado antes de que transcurra dicho plazo, el reportador tiene la obligación de
restituir los títulos y todos los accesorios que los mismos hayan producido durante
el tiempo del reporto. La obligación fundamental de restituir se establece en el
artículo 259; la de restituir los accesorios la consagran los artículos 261 y 262.

Prima y recepción. El reportado tiene la obligación de pagar el precio y la


prima a la conclusión de] contrato. Ya se advirtió que en el contrato de reporto
la prima es satisfecha por el reportador, que con ello paga la utilización de dinero
que le proporciona el reportado; con excepción del reporto en el que el reportador
paga la prima; el reportador tiene que recibir los títulos, pues de lo contrario el
reportado podrá proceder a la consignación de ellos por cuenta y riesgo de aquél.

Conclusión del contrato. El contrato de reporto debe liquidarse el último día


hábil del mes en que la operación se celebre, cuando no se haya señalado
expresamente plazo para ello. Si la operación se celebró después del día 20 del
mes, se entenderá que el reporto se pactó para liquidarse al último día hábil del
mes siguiente. La ley no permite que se hagan reportos con plazo superior a 45
días y reputa como no puestas las cláusulas contrarias a tal disposición.

Sin embargo, la operación podrá ser prorrogada una o más veces, sin que la
prórroga implique la celebración de un nuevo contrato; al efecto, bastará la simple
mención de prorrogado, suscrita por las partes en el mismo documento en que se
haya hecho constar la operación primitiva (266 y 268).

Llegado el vencimiento del contrato, si el reportado no liquida la operación en el


primer día hábil siguiente o no se prorroga, el reporto se tendrá por abandonado y
el reportador podrá exigir al reportados pago de las diferencias que resulten a su
favor (266).

356
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

De acuerdo con el precepto citado, el reportador puede exigir al reportado el pago


de la prima y los intereses legales del precio y los moratorias del precio y de la
prima cuando no se pagan unos y otros en la fecha de liquidación.

Utilidad actual. El reporto/dólares

El reporto puede prestar útiles servicios, por ejemplo, a las personas que deseen
participar mayoritariamente en una asamblea de accionistas de manera temporal.
Si un socio que posee el 25% de las acciones de una sociedad, y desea tener
mayoría en una próxima asamblea, adquiere temporalmente de otro u otros
accionistas las acciones suficientes, el contrato idóneo es el reporto. Al término del
cual, después de haber emitido voto mayoritario, le reintegra al reportado sus
acciones contra el reembolso del mismo precio que originalmente pagó. Es
también de gran utilidad en las operaciones bursátiles, ya que permite a los
participantes mantener cierta estabilidad en los precios de las acciones, que por
jugarse en la bolsa están sujetos a alzas y bajas continuas, determinadas por el
índice de oferta y demanda que tenga el papel (acciones o títulos) en dicho
mercado.

En resumen, la utilidad que el reporto puede prestar a un sujeto es


proporcionarle la propiedad temporal de un título de crédito que por
diferentes razones considera indispensable tener. El beneficio económico no
es específicamente el premio o el precio, ya que, como hemos visto al término del
contrato deberá pagar el mismo precio que percibió al inicio del mismo: la utilidad
o beneficio se ubica en las ventajas que le puedan proporcionar al reportador, y en
algunos casos al reportado, las variaciones de precio que puedan sufrir las
acciones objeto de la convención.

Caso aparte constituye el reporto / dólares (denominado por algunas instituciones


de crédito back to back) que fue disecado por el Banco de México en abril de
1982) como medio de atenuar el impacto total de la devaluación de nuestra
moneda. Desapareció pocos meses después de su creación. Todo período post
devaluatorio es de incertidumbre, desconcierto y, por lo mismo, de contracción.
Los inversionistas y ahorradores se abstienen de depositar pesos porque
desconocen si la devaluación continuará (su dinero seguirá perdiendo valor), y en
su caso prefieren comprar dólares y depositarlos. Por su parte los bancos, al no
recibir más que dólares, sólo pueden prestar dólares, pero nadie pide prestado
dólares porque nadie sabe si la devaluación continuará; para endeudarse en
dólares sólo se evitan riesgos si se gana en dólares. Asimismo los bancos prefieren
abstenerse de prestaron pesos aunque los tengan, ya que de continuar la
devaluación, perderían por el cambio de divisas. Ante esta difícil coyuntura el
Banco de México propuso el reporto / dólares. Su mecánica consistió en esto:
1. Una persona solicita un préstamo en dólares a un banco.

357
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

2. Automáticamente, esto es en la misma operación, esa persona solicita al


banco que "reporte" esos dólares al Banco de México.
3. El Banco de México, con la mediación de ese banco, recibe esos dólares y los
reporta (cambia) por pesos mexicanos, en un contrato de reporto con cierta
duración.
4. Esos pesos mexicanos los entrega el banco a la persona particular, quien así
continúa con sus actividades.
5. Ingresó, por la vía del crédito, pesos mexicanos en la economía.
6. Al término del contrato el particular regresa los pesos al Banco de México,
quien a su vez REGRESA EN REPORTO LOS DÓLARES, CUALQUIERA QUE
SEA EL CAMBIO en ese momento.
7. Y así el particular paga el préstamo en dólares (sin perder por el cambio) a
la banca que se los prestó

Actualmente esta operación se reduce simplemente a que una persona deposita (o


ya tiene depositado) dinero en un banco, pero en operación distinta solicita dinero
prestado a ese mismo banco; de suerte que se convierte, a la vez, en acreedor y
deudor; mecánica que se utiliza generalmente cuando se dispone de divisas o
pesos que no se desea utilizar, o no se pueden utilizar por los motivos que sean.

El reporto en la práctica bancaria mexicana

Su uso se ha extendido en prácticas indebidas. Se utiliza para cubrir operaciones


de préstamo con garantía prendaria, por lo que, en esa forma se viola la
prohibición del pacto comisorio. En lugar de celebrar un contrato con garantía de
títulos, celebran reportos y si al final no cubre los valores fijados a los títulos,
estos se quedan con su propiedad definitiva.

Deporto

En este contrato, el reportador es el mas interesado en el negocio. En este caso, el


reportador adquiriría la propiedad de los títulos y se obligaría a devolverlos, y
como se reputa celebrada en interés suyo, el premio se pagaría al reportado.

El "reporto bancario" esta regulado en la Ley de Instituciones de Crédito (54)


como sigue:

"Los reportos sobre valores que celebren las instituciones de crédito se sujetarán a
las disposiciones aplicables a esa clase de operaciones, así como a lo siguiente:

I. Se formalizarán, al igual que sus prórrogas, de la manera que mediante reglas


de carácter general determine el Banco de México, no siendo necesario que dichos
reportos consten por escrito;

358
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

II. Si el plazo del reporto vence en un día que no fuere hábil, se entenderá
prorrogado al primer día hábil siguiente;

III. El plazo del reporto y, en su caso, los de sus prórrogas podrán pactarse
libremente por las partes, sin exceder los plazos que para tales efectos establezca
el Banco de México, mediante las reglas señaladas en la fracción I anterior, y

IV. Salvo pacto en contrario, si el día en que el reporto deba liquidarse el


reportado no liquida la operación ni ésta es prorrogada, se tendrá por abandonada
y el reportador podrá exigir desde luego al reportado el pago de las diferencias
que resulten a su cargo."

359
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

2. Depósito bancario de dinero y de títulos

Datos Históricos

En el Código de Hamurabi se reglamentó, aproximadamente en el S. XVII a.C.,


pasando por Grecia y Roma y llegando hasta nuestros días. Es la operación
bancaria pasiva básica, por medio de la cual el banco se allega de capitales para el
desempeño de su función.

Concepto y finalidad

Las operaciones bancarias pasivas consisten, en esencia, en la aceptación en


propiedad de capitales ajenos para el fortalecimiento de los propios medios de
explotación, o dicho, con otras palabras, en la admisión de capital ajeno para
si inversión lucrativa en las formas previstas en la ley.

DEPÓSITOS BANCARIOS

De dinero
Depósitos Simples
regulares
Títulos valor
Administración.
277, 278 y 279
de LGTOC
Depósitos
Bancarios

A la vista

A plazo o
De dinero con preaviso A la vista con
preaviso
De ahorro
A plazo

Depósitos
irregulares En cuenta
. A la vista
En firme

Títulos valor
Con plazo
o preaviso

360
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Concepto

Son depósitos de dinero y de títulos de crédito efectuados en instituciones


bancarias legalmente autorizadas y en los límites de la respectiva
autorización. Los depósitos hechos en instituciones no autorizadas se regirán por
las reglas del derecho común (101 LIC).

Los contratos de crédito bancarios necesitan, institucionalmente, la participación


de un banco para su perfeccionamiento, y estas instituciones tienen una
naturaleza estrictamente comercial; así, todos los contratos de depósito que
analizaremos son, por la misma razón, mercantiles.

De lo anterior podemos identificar los siguientes caracteres principales de este


contrato:
1. Es un contrato bilateral (2516 CC), consensual, conmutativo, que
puede ser oneroso o gratuito.
2. Es un contrato mercantil (332 CCo).
3. Son contratos mercantiles en los que la participación de una
institución de crédito bancaria es indispensable, por tanto son
contratos mercantiles bancarios o de crédito.
4. En virtud del contrato, una persona transmite al banco la propiedad o
la posesión de un bien mueble o inmueble.
5. El banco queda obligado a guardarlo y a restituirlo en las condiciones y
en la fecha convenida.
6. El depositante, según el tipo de depósito, para poder rescatar o
recuperar el bien depositado deberá pagar al banco un interés, una
prima porcentual o una cantidad como pago del servicio; también
habrá casos en que no se pague nada, como tendremos oportunidad
de ver a continuación.

Elementos de existencia y validez del depósito

Como todo contrato mercantil, el depósito en bancos debe reunir ciertos requisitos
de fondo y forma, que le permitirán identificarse de los demás, así como cumplir
con la reglamentación ejecutiva y bancaria general de la materia.

Objeto

Para conocer la amplitud del objeto del depósito bancario es necesario precisar
que únicamente los recibidos por las instituciones de crédito, tendrán el carácter
de depósitos bancarios de dinero. Los demás, se regirán por el derecho común,

361
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

cualquiera que sea el depositario. Es decir, desde el punto de vista de la


capacidad, diferenciaremos el depósito bancario de todos los demás; el primero se
regirá por la LRSPBC, y los segundos por el CCo y, supletoriamente, por el CC.
Otros negocios, mal llamados depósitos bancarios, por no cumplir con estos
requerimientos, son las inversiones por contrato de administración, que se analiza
un poco más adelante (No. 180).

El objeto del depósito bancario es transmitir temporalmente la propiedad


de cierta cantidad de dinero a un banco, para que éste lo utilice en sus
actividades crediticias, y salvo pacto en contrario, al término del contrato,
o bien periódicamente, se le entregue al depositante el interés
correspondiente reintegrando la cantidad principal a su vencimiento.
Entonces el objeto del depósito en bancos es entregar dinero a guardar, contra,
además del dinero entregado, también el interés debido, pero siempre al
vencimiento del contrato.

Partes del contrato. Capacidad

Son dos las partes del contrato de depósito bancario. el depositante y el


depositario, que debe ser forzosamente una Institución de crédito. La capacidad
necesaria para participar en un contrato como depositante, es la general para
contratar, con el importante supuesto adicional de que la propiedad de la cosa no
debe ser necesariamente del propio depositante, lo que significa que el
usufructuario, arrendatario, mandatario o poseedor a cualquier título legítimo,
puede válidamente constituirse como depositante (2519, 2525 y 2530 CC). Por su
parte, los depositarios, es decir, las instituciones de crédito susceptibles de fungir
como partes de este contrato, son sólo aquellas que estén autorizadas
expresamente por la LRSPBC, a saber, las bancas múltiples y las bancas de
desarrollo, éstas últimas de acuerdo a su especialidad.

Formalidades

La ley sustantivo (LGTOC) no obliga una forma específica para el


perfeccionamiento del contrato de depósito; es decir, es consensual. Aunque
establece que las entregas y reembolsos hechos en cualquier cuenta, de depósito,
sea a plazo o previo aviso, sólo se comprobarán mediante constancias por escrito,
precisamente nominativas y no negociables (275 LGTOC). Sin embargo, la LRSPBC
establece en ciertos casos una forma especial respecto de algunos de los contratos
de depósito que organiza, cual es el caso de la cuenta de ahorro, que se
comprobará con las anotaciones correspondientes en la libreta especial que las
instituciones depositarias deberán proporcionar gratuitamente a los depositantes
(42), y la obligación indirecta que se deriva de la necesidad de hacer constar por
escrito las condiciones del contrato en cuanto a cantidad, término y garantía. En
fin, si bien no existe obligación expresa de una forma específica para el contrato

362
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

de depósito, debemos entender que debe siempre asentarse por escrito y con la
expresa manifestación de voluntad, por ambas partes, refrendada con su firma.

Obligaciones de las partes. Características principales

En virtud de que las obligaciones de las partes, y las características principales del
contrato, son diferentes según cada tipo de depósito, se analizan por separado.

Clases

Las clases de los depósitos bancarios pueden establecerse en el cuadro adjunto,


en el que se sintetizan las principales categorías de esta clase de operaciones.
Propiamente hablando, los depósitos regulares de dinero y de títulos no son
operaciones pasivas, puesto que no representan capitales de los que el banco
pueda disponer.

A) Depósitos irregulares bancarios de dinero

Se caracterizan por el hecho de que el banco recibe la propiedad del dinero


depositado y dispone de él en la forma que estime conveniente, con la
obligación de restituir dinero de la misma especie y calidad del que fue
objeto del depósito (267). Se llama depósito irregular, porque el banco
depositario adquiere la propiedad del dinero depositado y no tiene la obligación de
restituir el mismo dinero que fué objeto del depósito, sino otro tanto de la misma
especie y calidad.

Para calificar de depósito la figura jurídica descrita, deben tenerse en cuenta las
siguientes indicaciones.

La nota de custodia, en cuanto conservación del valor sustancial de la cosa, es la


que distingue el depósito de otras figuras jurídicas. La traslación de los objetos, la
transmisión de dominio, en el depósito, la custodia es la finalidad que las dos
partes han tenido en cuenta al dar vida a éste negocio jurídico.

En la forma clásica del depósito, lo fundamental es que la custodia sea la intención


negocial típica, juntamente con la obligación de restituir la cosa, a petición del
depositante, que sigue siendo dueño de la cosa.

Desde Roma, se conocen los depósitos de cosas fungibles, en los que el


depositario adquiere la propiedad de la cosa depositada. La polémica en torno a la
naturaleza de estos contratos parece resolverse definitivamente en favor de su
consideración como auténticos depósitos, en atención a la voluntad real de las
partes y al propósito de custodia que las anima.

363
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

B) Depósito a la vista en cuenta de cheques

Concepto. Es una depósito bancario irregular de dinero caracterizado por el hecho


de que el depositante está autorizado para hacer abonos sucesivos en su cuenta y
para efectuar retiradas parciales de dinero, que se realizarán precisamente
mediante el giro de cheques a cargo del banco depositario. (267, 269 y 271
LGTOC)

Régimen jurídico. Son aplicables al depósito en cuenta de cheques las


disposiciones que ya hemos mencionado. Las condiciones generales de
contratación tienen valor especial, y se, refleja en las cláusulas impresas, a las que
el cliente tiene que dar su adhesión, si desea abrir la cuenta (102 LIC).

El banco no puede comunicar dato alguno relativo a la misma, si no es al


interesado o a su representante, salvo orden judicial (secreto bancario 105 LIC).

La ley prohíbe el abono de intereses.

Instituciones Autorizadas. Pueden recibir estos depósitos las instituciones de


banca múltiple y las bancas de desarrollo.

Apertura de la cuenta. Documentación. La cuenta de cheques descansa en un


depósito a la vista.

Tienen capacidad para abrirlas los comerciantes y los que sin serlo tengan
capacidad, según el derecho común. Una cuenta puede abrirse a nombre de varias
personas, ya que quede autorizada cualquiera de ellas como titular (cuentas
colectivas, 270 LGTOC), ya se necesite la firma conjunta de los mismos (cuentas
indistintas).

Toda persona que tenga abierta cuenta de cheques podrá autorizar a un tercero
para hacer disposiciones de las sumas depositadas. Para este efecto, será bastante
la autorización firmada en los registros especiales que con este fin lleve la
institución depositaria (103 LIC).

Funcionamiento. Según dice el 269 LGTOC, el movimiento se hace mediante


cargos y abonos.

Abonos. Los Abonos en cuenta pueden hacerse en dinero, títulosvalores u


otros documentos.

El abono en dinero no suscita dificultad; el abono en títulos valores (letras de


cambio, cheques, cupones, etc.) plantea problemas diversos. El abono en cheques
se hace mediante endoso de los que sean a la orden y por entrega de los que

364
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

estén emitidos al portador, del mismo modo que las letras de cambio, pagarés y
demás títulos vencidos.

Por lo que se refiere al abono de otros documentos, debemos referirnos a los giros
postales y telegráficos, que se endosan al banco.

Para hacer los abonos, la. persona que los efectúa suscribe una nota de abono en
la que constan el dinero o los títulos que entrega al banco y la cuenta en que han
de ser abonados. El banco anota en una libreta las imposiciones, o bien,
suministra al interesado copia de su nota de abono, que se autoriza con el sello
del banco y la firma del empleado que recibe el abono.

Los abonos en títulos o documentos se hacen siempre salvo buen cobro, corriendo
el abonante todos los riesgos que se produzcan hasta que se cobren los
documentos en cuestión.

Cargos. La disposición sobre los depósitos en cuenta de cheques puede


hacerse, de acuerdo con la ley, mediante el giro de cheques a cargo del
depositario (267 LTyOC), en ciertas cuentas se conviene el cargo mediante el
giro de letras de cambio y de pagarés, para lo cual la institución proporciona al
depositante ciertas tarjetas magnéticas o incluso por internet o vía telefónica.

Además el banco queda autorizado para cargar en cuenta el importe de aquellos


gastos que realice por cuenta del depositante, así como las comisiones por el
cumplimiento de encargos y por el manejo de la cuenta.

Cortes de cuenta mensuales. El 107 de la Ley de Instituciones de Crédito dice:


"Las instituciones de crédito que reciban depósitos en cuenta de cheques, deberán
pasar a sus cuentahabientes, en los primeros diez días de cada mes, estados
autorizados de las cantidades recibidas o pagadas, en abono o cargo a la cuenta,
durante el mes anterior. Las instituciones estarán relevadas de esta obligación,
cuando la cuenta no hubiere tenido movimiento alguno durante dicho período; o
cuando el cliente hubiere expresado por escrito su deseo de no recibir dichos
estados. Durante los siguientes diez días naturales del mes, los cuentababientes
podrán manifestar, por escrito, su conformidad a las observaciones que consideren
procedentes. Transcurrido este plazo sin haberse hecho reparo a la cuenta, así
como en el caso de instrucción expresa del cliente para que no se le remitan los
estados, los asientos que figuren en la contabilidad de la institución u organización
depositaria, harán prueba plena en contra del depositante."

De su lectura se deduce que se impone al depositario la obligación de remitir


estados de cuenta, es decir, de indicar el resumen exacto de la contraposición
entre los elementos del activo, o abonos, y los del pasivo, o cargos.

365
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

En segundo término, esta remisión debe ser mensual; de manera que, cualquier
retraso en el envío del estado de cuenta correspondiente, puede invalidar los
efectos especiales del artículo que comentamos.

En tercer término, es indispensable que dicha remisión se haga dentro de los diez
días siguientes al cierre, y por último, sólo caben dos excepciones a estas normas:
la que resulta objetivamente del hecho de no haberse efectuado ningún
movimiento en la cuenta durante el transcurso del plazo, y la que se deriva de la
declaración expresa del cliente de no querer recibir tales extractos.

El 107 regula un caso de caducidad de la acción que debe corresponder al


titular de la cuenta para obtener la rectificación de los errores cometidos
en su perjuicio por el banco. Es un caso de caducidad, porque la posibilidad de
que la acción sea ejercitada, depende del hecho positivo de que dentro de los diez
días siguientes a la recepción del estado de cuentas, comunique el cliente al
banco las observaciones que estime convenientes.

Si se objeta el estado de cuentas queda a salvo la acción, que ya sólo


perece por el transcurso del plazo de prescripción.

Se ha tratado de justificar este privilegio de los bancos, alegándose que el carácter


de instituciones de crédito y la relación de los mismos con el crédito público,
requiere una cierta estabilidad en sus operaciones, de manera que no pueden ser
alteradas las situaciones contables que, establezcan. Pero en realidad, no puede
menos de reconocerse que se trata de un privilegio, tal vez con el buen deseo de
fomentar el desarrollo financiero del país; en otros países, también existen
disposiciones similares a la del artículo 107.

Conclusión del depósito de cheques. El cierre de la cuenta puede ocurrir por el


retiro de la toltalidad de los fondos depositados, o bien, por la denuncia
del banco depositario, que siempre se reserva el derecho de dar por concluido el
depósito cuando así lo estime conveniente. En este caso, el banco debe avisar con
anticipación para evitar el giro indebido de cheques.

También concluye el contrato de depósito en cuenta de cheques por la


disposición total del depósito, así como por la muerte del titular, si bien este
precepto no esté establecido en la ley sustantiva, sino en preceptos de carácter
fiscal.

La disolución de sociedades, la suspensión de pagos, quiebra, concurso civil del


depositante inmovilizan la cuenta hasta que se justifica el derecho de disposición
de los liquidadores o representantes del insolvente.

366
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Cláusula de protección. El 104 de la Ley General de Instituciones de Crédito,


disponía que "las instituciones depositarias que devuelvan un depósito a la
persona a cuyo nombre haya sido abierta la cuenta, o por su orden, quedarán
liberadas de toda responsabilidad independientemente de las condiciones de
capacidad de dichas personas, salvo en los casos de orden judicial que signifique
retención". Este precepto es particularmente interesante porque la autorización
concedida a los bancos para devolver el importe de los depósitos, sin necesidad de
considerar la capacidad de los titulares, tienen una gran importancia práctica."
Actualmente en la LIC no existe disposición similar.

Depósitos retirables en días prestablecidos. Son una variante de los depósitos


a la vista por virtud de los cuales, en los que el depositario puede, si así lo desea,
retirar el importe del depósito, solamente los días convenidos.

Depósitos retirables con preaviso. El depósito se considera exigible a las


veinticuatro horas de haber sido al aviso de retiro.

C) Depósito a la vista en firme

Es un depósito irregular bancario de dinero, en el sentido de que el banco adquiere


la propiedad del dinero que recibe en depósito y se compromete a devolver otro
tanto de la misma especie y calidad en el acto que el depositante lo solicite.

En la práctica se documenta mediante la expedición de los llamados Certificados


de imposición o Notas de Depósito a la vista en los que se expresan los nombres
del depositante y depositario, la cantidad depositada y la obligación de restituir a
la vista. Son documentos de identificación, esto es, que sólo sirven para
probar quién es el depositante; pero no son negociables ni reúnen las demás
características de los títulos de crédito.
Los depósitos a la vista no perciben interés.

D) Depósito de dinero a plazo

Es un depósito irregular de dinero pero se diferencia de los anteriores en el hecho


de que el banco depositario sólo tiene la obligación de restituir una vez
que ha transcurrido el plazo que se fija en el contrato.

Mucho se ha discutido la naturaleza de este contrato, pues varios autores opinan


que más bien que un depósito es un préstamo. Fúndase esa afirmación, ya no en
la circunstancia de que el depositario adquiere la propiedad del dinero depositado,
sino en la que la existencia de un plazo, que obliga al depositante, parece
contradecir la clásica figura del depósito. Se trata de un auténtico depósito, porque
la nota que subraya el carácter de toda operación es el propósito de custodia del
dinero.

367
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Los documentos a que dan origen estos actos son los llamados Certificados de
Depósito, Bonos de Caja y Bonos de Ahorro, cada uno de los cuales asume
diferentes características.

E) Deposito de ahorro

Consiste en un depósito irregular de dinero, por que el depositario recibe la


propiedad de las cantidades depositadas y dispone de ellas según su
conveniencia, dentro de los límites que la Ley permite.

Se caracteriza por la finalidad de capitalización pues el propósito del depositante


es formar un capital por acumulaciones reiteradas y conservar la suma lograda
con objeto de disponer del mismo para una eventualidad.

Esta regido por la LIC y por la Reglas sobre depósitos de ahorro, dictadas por la
SHCP.

Clases. Adopta dos formas principales en cuenta o en firme.

Depósito en cuenta de ahorros el Banco emite sucesivos abonos para su


ingreso en la cuenta y sucesivas disposiciones para cargo en la misma. Entrega al
depositario una libreta de ahorros en la que se anotan sucesivamente los abonos
y los cargos. Harán título ejecutivo sin necesidad de reconocimiento de
firma ni de otro requisito previo. Este documento no es un TítuloValor. En ellas
se expresa el nombre del cliente y del Banco, las condiciones generales señaladas
por el Banco que señalan las operaciones que puede practicar el cliente, las notas
de abono y cargo, con la firma del funcionario que las realice.

Pueden abrirse a nombre de menores de edad, pero las disposiciones de fondos


solo pueden realizarse por sus representantes (59-2 LIC).

Los depósitos se hacen en forma similar a las realizadas en la cuenta de cheques,


con la salvedad de que estos abonos se señalan como "cuenta de ahorros".

Dependiendo del monto depende si se realiza a la vista y si se excede del mismo


se da aviso a la institución depositaria.

Estas cuentas se pagan al beneficiario directo o a la persona que este indique en


caso de fallecimiento..

Estos depósitos devengan intereses y son inembargables (117 LIC), y tienen


la consideración de patrimonio familiar

368
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Deposito de ahorro a plazo, el bono de ahorro tiene las mismas


características que el resto de los depósitos bancarios irregulares de dinero con
interés, pero con dos diferencias: se trata de depósitos en firme, es decir que se
reducen a una operación de constitución y a una operación de disposición; y es un
depósito a término en el sentido técnico de la palabra, esto es el depositante no
tiene derecho a la restitución del dinero depositado, sino hasta que transcurra el
plazo convenido.

El certificado ordinario y el bono de ahorro.

El depósito de ahorro a plazo puede ser documentado de dos diversas maneras:


mediante la emisión de un certificado de depósito que es negociable, y
forzosamente nominativo o con la emisión de un bono de ahorro.

El bono de ahorro. Finalidad y disposiciones aplicables. El objeto principal


que se obtiene con la puesta en circulación de estos documentos es obtener
crédito a plazos lo más largo posible, al mismo tiempo que librar al banco de la
esclavitud que representa el tener que llevar miles de pequeñas cuentas sometidas
a cálculos, si no complicados, sí sumamente engorrosos.

Concepto. El bono de ahorro es un título de crédito representativo de un depósito


de interés, que incorpora los derechos y las obligaciones que por ambas partes
resulta del respectivo contrato.

Emisión. Valores nominal y real de la emisión. La emisión de bonos de ahorro


requiere que la institución que vaya a practicarla tenga autorización especial.
Los bonos de ahorro son de dos clases: con cupones o sin ellos.

Los que no tienen cupones deben percibir los intereses a la conclusión del
depósito; en tanto que los primeros cobran los intereses a medida que se van
produciendo los correspondientes vencimientos (18 LIC).

En la práctica, los bancos que se dedican a esta clase de operaciones, lo que


hacen es emitir los bonos de ahorro no por su valor nominal, sino por éste,
deducción hecha de los intereses y de los intereses que éstos deberían producir en
el transcurso del plazo previsto para la restitución. Es decir, que los bonos de
ahorro se emiten por valor nominal previo descuento de sus intereses
debidamente capitalizados.

En los bonos sin cupones los intereses se capitalizan para devengar nuevos
intereses, en tanto que en los bonos con cupones, estos se cobran en las fechas
de sus vencimientos, sin que se proceda a su capitalización.

369
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

El tipo máximo de interés lo fija la Ley de Instituciones de Crédito es el 4.5%, que


es el que normalmente se abona en la práctica.
El tipo de interés podrá ser modificado; pero no sin previo aviso (23 - 2 LIC).
Para el cómputo de los intereses se considera como fecha de emisión el primero
del mes siguiente a la fecha del título.

Forma y requisitos. La Ley de Instituciones de Crédito dice que estos bonos


contendrán los datos relativos al capital, intereses, fechas de vencimiento y
emisión, lugar de pago y los indispensables para el cabal conocimiento de los
derechos de tenedor y obligaciones correlativas de la sociedad emisora. Los
detalles de estos bonos serán establecidos por el reglamento; pero, otro artículo
señala nuevos requisitos, y, a su vez remite a las disposiciones del artículo 209
LGTOyC, que establece las condiciones que han de llenar las obligaciones,
encontramos con que los bonos de ahorro han de reunir los requisitos que
combinadamente señalan los artículos 18, 23, 123 y 210, los tres primeros de la
Ley de Instituciones de Crédito y el último de la Ley de Títulos y Operaciones de
Crédito.

Del estudio -de los preceptos mencionados resultan los siguientes requisitos que
deben constar en los bonos de ahorro:
•Primero: Indicación de la denominación, objeto y domicilio de la sociedad
emisora (210, fr. 1, LGTOC).
•Segundo. Importe del capital pagado, sin que sea necesaria la indicación de
dato del activo y del pasivo, porque en esos casos no sería pertinente, ya
que no es en función de los mismos como se determina el límite de emisión
(210, fr. 11, LGTOC, y 123, fr. VI, LIC).
•Tercero: Número y valor nominal de cada bono (210, fr. III, LGTOC), debe
agregarse que los bonos de ahorro han de ser valores nominales expresados
en múltiples y submúltiplos de ciento, corno exige el artículo 18, párrafo
tercero. En la práctica, se emiten por valores de 25, 50, 100 y 500 pesos.
•Cuarto: Constará el tipo del interés pagado; la fijación del tipo es cuestión
del Reglamento, según dice el artículo 23 de la Ley de Instituciones de
Crédito, pero no debe ser superior al 41/27o por ser éste el límite máximo
que señala el artículo 18 de la Ley de Instituciones de Crédito. Es
costumbre, hoy, no abonar más del 4% para esta clase de títulos.
•Quinto: Término señalado para el pago del interés (art. 210, fr. V, al
principio). El reglamento determina las circunstancias de acumulabilidad y
las condiciones de pago, que por lo general se efectúan cada semestre o
cada año.
•Sexto: Términos para el pago de capital (art. 210, fr. V, in fine) - El plazo
depende de lo establecido en la emisión; el artículo 22 de la Ley de
Instituciones de crédito parece exigir un mínimo de seis meses, al decir que
las instituciones de ahorro que estén autorizadas, pueden utilizar los bonos
de ahorro para "documentar". . . los depósitos a plazo fijo mayor de seis

370
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

meses y hasta 20 años, plazos estos que constituyen los límites máximo y
mínimo para su vencimiento.
•Séptimo- Lugar de pago; para el caso de que se quiera establecer una
formalidad especial distinta de la que fija la Ley en el artículo 272 (arts. 210,
fr. VI, LGTOC, y 23 LIC).
•Octavo: Lugar y fecha de emisión (art. 210, fr. VIII, LGTOC). En cuanto a la
fecha de la emisión, el artículo 18, párrafo tercero, tantas veces citado, dice
que debe considerarse como tal, el primero del mes siguiente a la entrega
del documento.
•Noveno: Firma del administrador, según exige el artículo 210, fracción IX, de
la Ley de Títulos y Operaciones de Crédito a lo que añade el artículo 18 de la
Ley de Instituciones de Crédito, que dichas firmas serán por lo menos dos,
una de las cuales deberá ser autógrafa. El artículo 123, fracción VI, de la Ley
de Instituciones de Crédito establece aquellos requisitos.
•Décimo- Sello de la Comisión Nacional Bancaria, según exigencia del artículo
18, párrafo tercero.
•Decimoprimero.- El texto deberá ir redactado en español, corno lo impone la
fracción VI del artículo 123,
•Decimosegundo.- Cita de las disposiciones legales más importantes, según
requiere el artículo 123 en su fracción VI.

Clases. Los bonos de ahorro pueden ser nominativos, propiamente dichos, es


decir, intransferibles por endoso; nominativos impropios, esto es, a la orden,
que se transmiten por endoso y al portador.
Esta clasificación es importante desde el punto de vista de la circulación de los
bonos de ahorro, ya que sólo los nominativos impropios (a la orden) y los al
portador serán transferibles, unos por endoso, otros por simple tradición del
documento.

Pago. El pago de estos bonos de ahorro se debe efectuar a su vencimiento y no


antes, dado su carácter de documento de un depósito a plazo.

hace presumir un plazo mínimo de medio año. No obstante, no está prohibido el


pago anterior a la fecha del vencimiento, es más, la ley lo admite como posibilidad
(arts. 18 y 123, fr. III). El pago se hace de distinta manera según que se trate de
bonos de ahorro con cupones o sin ellos. Estos son adquiridos por precios según
una escala calculada, teniendo en cuenta el tiempo de pago, anticipado. En todo
caso, el banco emisor establece un plazo de preaviso variable, que normalmente
es de sesenta días.

Pago de títulos deteriorados. Según el artículo 123, fracción II, la institución


emisora estará obligada a pagar los títulos deteriorados, siempre que conserven
los datos necesarios para su identificación.

371
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Primas. Los bancos, para atraer el mayor número posible de capi- tales bajo esa
rúbrica, los estimulan concediéndoles diversos beneficios. que generalmente
consisten en sorteos periódicos que atribuyen a los ganadores el derecho de
percibir una suma determinada.

Pérdida. En el caso de extravío por cualquier causa, o destrucción de este título


valor, la ley ha previsto la reposición de los mismos; pero no mediante el sencillo
procedimiento -del artículo 116, sino por el grave y complicado de las reposiciones
judiciales, según los arts. 42 y 74 de la LGTOC.

Carácter de la acción. La acción que resulta a favor del perjudicado por falta de
pago es de carácter ejecutivo (art. 115 LIC).

Protección legal. Los que sean intransferibles (nominativos no a la orden) y


hasta por la cuantía de $5,000 tendrán la consideración de patrimonio familiar sin
que puedan ser embargados, salvo en los casos de excepción que menciona el
propio artículo 118, o sea por los créditos por pensiones alimenticias y los
resultantes a favor del banco por créditos anteriormente concedidos, garantizados
con prenda constituida por los propios bonos del ahorro.

Del mismo modo, los bonos de ahorro que reúnen las circunstancias acabadas de
indicar son transmisibles por causa de muerte sin que la transmisión pague
ninguna clase de derechos federales.

Depósitos de ahorro a la vista.

Las estampillas de ahorro. Estos depósitos de ahorro a la vista constituyen la


última categoría de las tres que la ley reconoce. Su escasa significación económica
se advierte por el hecho de que éstas estampillas representan valores fraccionados
de peso hasta por cinco centavos, por lo que fácilmente se comprende que las
cantidades así recogidas tengan escasísima trascendencia para el banco, al propio
tiempo que muestran lo complejo que es su manejo y organización.

Por eso, estas clases de depósitos sólo reclutan cantidades de ahorro muy
pequeñas y como un medio de facilitar el crecimiento regular de otros depósitos de
ahorro.

Se trata de estampillas de ahorro de pequeño valor, cuyos detalles están confiados


al reglamento, según dispone el artículo 23 de la Ley de Instituciones de Crédito.

La concesión para la emisión de los mismos, puede hacerse bien con carácter
general, al dar autorización para operar como institución de depósito de ahorro,
bien específicamente.

372
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Las estampillas son de diversos valores y pueden comprarse separadamente;


adquiridas se adhieren a unas hojas nominativas no endosables. Estas cartillas son
canjeables por efectivo cuando su importe asciende, como mínimo, a cinco pesos
moneda nacional. No devengan intereses.

Las bases tenidas en cuenta para la redacción de estos preceptos son las
siguientes:
• primera: la emisión se hace para favorecer la integración de pequeñas
cuentas, pero de cuantía suficiente para ser abonadas en cuenta de ahorro;
• segunda: otras veces se inicia así el ahorro para la apertura de una cuenta
de depósito de ahorro, y
• tercera: su pago debe hacerse a la vista.

Sólo si se trata de los dos primeros casos debe entenderse que pagarán intereses,
desde el momento de su abono, en la cuenta de ahorro correspondiente.

Los detalles van recogidos en el Reglamento respectivo, según previene el artículo


23, párrafo cuarto, de la Ley de Instituciones de Crédito.

DEPÓSITO BANCARIO IRREGULAR DE TÍTULOS

Concepto y clases. Por este depósito el banco recibe unos títulos valores
cuya propiedad adquiere con el compromiso de restituir otros de la misma
especie y calidad en la fecha convenida. Puede adoptar diversas formas en la
práctica; pero las más usuales son el depósito simple y el depósito en cuenta.

Depósito simple. Supone una sola operación de abono y otra de disposición. El


banco recibe de una vez los títulos, y adquiere su propiedad, con la obligación de
restituir en la forma que es propia de los depósitos irregulares.

Los documentos que se redacten con ocasión de este depósito son un


contrato-recibo en el que constan el nombre del banco y el del depositante, los
títulos recibidos, la afirmación de que el banco puede disponer de ellos, ya que
sólo asume la obligación de devolver otros títulos de la misma especie y calidad de
los que recibió. La restitución se hace mediante recibo detallado de los títulos que
se devuelven.

Depósito bancario de títulos en cuenta.

Concepto. Es un depósito bancario irregular de títulos valores en cuenta. En


cuanto depósito bancario reúne las características propias de éstos solamente
puede ser practicado por las instituciones precisamente autorizadas para ello.

373
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Como irregular, supone que el depositante transmite al depositario el dominio de


los valores depositados, para todos los efectos legales, inclusive en lo que se
refiere al uso y disposición de los mismos.

La expresión de que se trata de un depósito de títulos valores supone una


limitación objetiva, y a que solamente pueden ser comprendidos en este
concepto aquellos depósitos que tengan por objeto documentos
conceptuados como títulos valores, de acuerdo con las disposiciones de la Ley
de TyOC. No todos los títulos valores son aptos para esta operación y la Ley en el
276, habla de restitución de otros tantos títulos de la misma especie; por
consiguiente, ha de tratarse de títulos valores seriales fungibles, puesto que
sólo respecto de estos posible la restitución de otros tantos de la misma especie.
No cabe que este depósito se constituya con letras de cambio, cheques o pagarés
títulos esencialmente individuales, ya que cada uno tiene características que los
diferencia de los demás.

Finalmente, el depósito es en cuenta, lo que supone que va a realizarse, o puede


realizarse, una serie sucesiva de abonos y cargos, en vez de una, aportación
única, como acto de constitución, y de una disposición final, como acto de
liquidación.

Disposiciones aplicables. El depósito de efectos en cuenta queda regulado por


los artículos 276 y 279 de la Ley de TyOC y por las disposiciones de la misma ley a
las que el segundo de preceptos mencionados se refiere (269, 270, 271, 274 y
275).

Obligaciones de conservación y restitución. El banco depositario adquiere la


propiedad de los títulos depositados en cuenta y asume la obligación de restituir
otros tantos de la misma especie, cuando así lo solicite el depositante (276).
La restitución del depósito se efectúa mediante la entrega de "otros tantos de la
misma especie", como dispone el artículo 269 de la Ley de Títulos y Operaciones
de Crédito.

Derechos del banco depositario. El banco tiene derecho a una retribución,


puesto que se trata de un depósito bancario y, por ende, mercantil. La cuantía y
las formas de la retribución dependerán del convenio que se haya efectuado con el
cliente.

Condiciones de apertura. Instituciones autorizadas. El depósito de títulos en


cuenta queda constituido por la entrega de los títulos valores de que se trate,
hecha al depositario.

374
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

La constitución requiere que el depositante, por convenio escrito, autorice al


depositario a disponer de los títulos depositados, con la obligación de restituir
otros tantos de la misma especie (269 al que remite el 279, LGTOC).

f) Documentos. Debemos estudiar dos documentos, que surgen con ocasión de


este contrato la ficha del depósito y el contrato-recibo.

La ficha del depósito en cuenta de efectos contiene datos semejantes a los que
figuran en la ficha de depósito en cuenta de cheques: el nombre de cliente, el
número de la cuenta, la especificación de los títulos, la firma del depositante, las
declaraciones de conformidad de éste con las condiciones generales de
contratación.

También es frecuente que la firma del depositante, en vez de figurar directamente


en esta ficha, vaya en carta separada, o simplemente en el contrato que encabeza
el expediente relativo.

En el recibo-contrato, las menciones más importantes se refieren al depósito y al


depositario, a las cláusulas principales del contrato, especificación de los títulos,
lugar y firma de los contratantes.

Cuando hay modificación en los títulos objeto del depósito, cosa por otra parte
normal, si se tiene en cuenta que se trata de un depósito en cuenta, las
anotaciones correspondientes a los cambios no se anotan en el contrato, sino que
se prueban por las notas a que se refiere el artículo 274 de la LGTyOC.

3. Depósito regular

Depósito regular de dinero

Consiste en la entrega de dinero al banco en sobre, saco o recipiente


cerrado, de manera que el banco tiene la obligación de restituir
precisamente el mismo sobre, saco o recipiente con el dinero mismo que
contienen (268 LGTOC y 336 CCo). Este contrato da origen a las llamadas notas
de depósito o certificados confidenciales de depósito en los que consta el
nombre del banco depositario, el nombre del depositante, la clase de recipientes o
sobres en los que se contiene el dinero, las señas de identificación de los mismos y
la obligación del banco de restituir el objeto del depósito cuando el depositante lo
requiera. El banco debe impedir la confusión de la cosa con otra y no puede
disponer de ella (335 CCo). La obligación de restitución se cumple entregando los
recipientes de modo que los aumentos o bajas corren por cuenta del depositante
(336 CCo). El depositante debe pagar la retribución convenida.
Depósito regular de títulos valores

375
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Tiene una reglamentación que, en sus aspectos generales, puede considerarse


aplicable a todo depósito de títulos, ya que esa operación no es
exclusivamente bancaria. La regla es contraria al depósito en dinero, la
regularidad se presume y la irregularidad debe pactarse expresamente.
Solo podrán ser objeto de depósito irregular los títulos fungibles o de mercado. El
depositario recibe los títulos valores que se especifican y asume la obligación de
guardarlos y restituirlos a petición del depositante (276 LGTOC). Este depósito
asume dos variantes:

a. depósito regular de títulos simples. El banco recibe los


documentos, los conserva y los restituye cuando se le solicite sin tener
que realizar más actos que los de la simple conservación material de
los documentos (solo existe una obligación de custodia, 277 LGTOC).
Se aplican las reglas generales del CC y del CCo. Las órdenes de
entrega que el depositante libre contra el banco depositario no tendrán
carácter de TC.

b. Depósito regular de títulos en administración. El banco asume el


compromiso de cobrar los cupones de dividendos o intereses, de asistir
a las juntas, de efectuar los pagos, de llevar los títulos a revalidación o
resellado y en general cuanto actos sean necesarios para la
conservación material y jurídica de los títulos (278 LGTOC).

El depósito regular de títulos da origen al llamado certificado de depósito


confidencial de títulos.

376
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

4. Depósito en cajas de seguridad

Datos históricos

Fue practicado desde los banqueros romanos, también los almacenes imperiales
de roma que eran puestos a disposición de los particulares, mediante
remuneración para que depositaran mercancias y objetos preciosos.

Desaparece en la edad media y resurge en 1861 en Nueva York al fundarse


el "Safe Deposit Company of New York" cuyo objeto principal era poner a
disposición del público cajas fuertes de las cuales el titular adquiriría uso exclusivo,
mediante remuneración.

En México se le reglamentó en la LGTyOC en 1941.

Descripción de la operación

El banco construye en su edificio una bóveda acorazada. En la pared interior de la


misma se encuentran empotradas cajas de acero de tamaños adecuados,
numeradas y cada una con llave doble. Cada caja tiene dos llaves, que son
complementarias, de manera que para abrir la caja es indispensable la utilización
de las dos. Una de las llaves la recibe el cliente y la otra la conserva el banco. La
entrada al local de las cajas de seguridad está restringida a los clientes y a sus
apoderados y unos y otros se acreditan mediante una contraseña especial y deben
firmar en el libro de visitantes. El banco no sólo pone a disposición del cliente la
caja de seguridad, sino que debe mantener el servicio de acceso a la misma v el
de vigilancia.

Concepto y naturaleza jurídica de la operación

El 119 de la Ley de Instituciones de Crédito. dispone que el servicio de cajas de


seguridad obliga a la institución que lo presta, contra el recibo de las pensiones o
primas estipuladas, a responder de la integridad de las cajas y a mantener el libre
acceso a ellas en los días y horas que se señalen en el contrato o que se expresen
en las condiciones generales respectivas.

Existen varias teorías que tratan de justificar su naturaleza jurídica:

1.- Teoría del depósito - Se le critica que en el depósito el depositante entrega al


depositario la cosa depositada, y éste se encarga de la guarda de la misma y en la
caja de seguridad, el banco no recibe cosa alguna para su guarda, ni siquiera sabe
lo que el cliente coloca en la misma.

377
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

2.- Teoría del arrendamiento - Se critica que en el arrendamiento, el arrendador


entrega al arrendatario la posesión de la cosa arrendada y en el servicio en
cuestión, el banco conserva siempre la posesión de la cosa y sólo permite el uso
interno de ella al cliente y en horas determinadas.
3.- Teoría de la prestación de servicios - Aunque el banco presta un servicio, como
el propio precepto legal que lo define afirma, existen obligaciones que no quedan
enmarcadas dentro del concepto clásico de prestación de servicios.

4.- Contrato mixto - Se dice que es un contrato mixto de arrendamiento de cosa y


de arrendamiento de obra, se critica esto diciendo que es artificiosa.

5.- Contrato unitario y típico - Todas las relaciones entre el banco y el cliente se
dan para un fin único garantizar la máxima seguridad contra toda posibilidad de
pérdida de las cosas colocadas en la caja. El complejo de prestaciones (personal
que concurre para abrir la caja, integridad externa del recipiente) hacen verlo
como un contrato unitario en el que concurren elementos del arrendamiento y de
la prestación de servicios, pero es un contrato único aunque de el deriven un
complejo de relaciones

Obligaciones y derechos de las partes

La obligación primaria del banco se concretiza en permitir al cliente el uso de la


caja y a responder de la seguridad externa de la misma. La institución de
crédito debe responder de todo daño que sufran los clientes, a causa de violencia
cometida sobre las cajas o de la apertura indebida de las mismas. Naturalmente,
que toda indemnización requiere la prueba del daño, y esta prueba es siempre
sumamente difícil, salvo el caso de que se haya preconstituído, mediante acta
notarial o documento equivalente (no se excluye, la prueba testimonial ni
cualquiera otra) que compruebe que fueron colocados en la caja los objetos cuya
pérdida se reclame, y que además se pueda demostrar el no acceso a la misma o
la no retirada de los objetos conservados en ella.

El cliente paga una pensión o prima por estos servicios. En caso de falta de
pago de la pensión estipulada, o al vencer el término establecido en el contrato, la
institución podrá requerir por escrito al tomador de la caja, dirigiendo su
comunicación en pliego certificado al domicilio señalado en el contrato. Si en el
término de quince días después de hecho el requerimiento, el tomador no hace el
pago de las pensiones que adeude ni desocupa la caja, la institución podrá
proceder ante Notario a la apertura y desocupación de la caja correspondiente,
levantando inventario de su contenido (120 LIC).

El cliente tiene la obligación de no conservar en las cajas objetos que


puedan producir daños. Para cubrir este supuesto, así como el relativo a los
gastos que la institución tenga que realizar, dispone el 121, que el tomador de la

378
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

caja es responsable por todos los gastos, daños y perjuicios que origine a la
institución. Esta, en el caso de falta de pago, procederá a vender, mediante
corredor (ya que este es perito valuador), los bienes que se extrajeron de la caja,
en cuanto basten a cubrir el importe de las pensiones que adeude el tomador, o el
de los gastos, daños y perjuicios que se hubiesen causado por abrir y desocupar la
caja, quedando cualquier remanente de bienes o valores en custodia del banco y a
favor del tomador de la caja.

En los casos en que el titular haya autorizado a otra persona para usar la caja, o
ésta tuviera varios titulares, la ley dispone que a sabiendas del fallecimiento,
suspensión de pagos, quiebras, concurso o inhabilitación del titular poderdante o
de uno de los cotitulares, la institución de crédito no podrá autorizar la apertura de
aquélla (122 LIC).

Término del contrato

El contrato se celebra generalmente por tiempo indefinido pero el banco se reserva


el derecho de darlo por terminado, previo aviso.

Muerte del usuario

La muerte del usuario no es causa de terminación del contrato; pero si el usuario


fallecido hubiere designado un apoderado para abrir la caja, el poder cesará y el
banco, desde que tenga noticia del fallecimiento, deberá impedir al apoderado la
apertura de la caja. Lo mismo se aplica en casos de quiebr, concurso o
inhabilitación del usuario (122).

Embargo del contenido de la caja

En caso de embargo señalado contra el usuario, podrá señalarse para trabar


ejecución el contenido de la caja de seguridad; pero el embargo quedará
perfeccionado hasta que la caja sea abierta.

379
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

5. Depósito en almacenes generales de depósito

Características del depósito en almacenes generales

Los Almacenes Generales de Depósito desempeñan su función de organizaciones


auxiliares de crédito. Por una parte, reciben en depósito las mercancías que
generalmente son objeto de las transacciones comerciales, y por otra parte,
expiden los certificados de depósito y los bonos de prenda, títulos con los
que se facilita la operación del crédito sobre las mercancías.

En términos generales, el almacén es una sociedad anónima profesionalmente


dedicada a la guarda de mercancías, esto es, a celebrar contratos de depósito.

Estos depósitos pueden ser de dos clases: depósito de mercancías


individualmente designadas, y depósito de mercancías genéricamente
designadas.

Definición

El contrato de depósito en Almacenes Generales es un contrato de crédito


regulado por la LGTOC (Art. 280 y s.s.), y para cuyo perfeccionamiento no es
indispensable la participación de una institución de crédito, sino de una
organización auxiliar: los almacenes generales de depósito.

En virtud del contrato de depósito de mercancías en almacenes generales, los


almacenes se obligan a recibir en guarda:

a) Mercancías o bienes genéricamente designados con obligación de restituir


otros tantos de la misma especie y calidad, siempre que dichos bienes o
mercancías sean de similar calidad o tipo y, de no serlo, pueda conservarse en el
almacén, en condiciones que aseguren su autenticidad, una muestra conforme a la
que se efectuará la restitución.

b) En caso de que reciban bienes no genéricamente designados, los almacenes


están obligados a restituir los mismos bienes o mercancía depositados en el
estado en que los hayan recibido, respondiendo sólo de su conservación aparente
(DMC - conservación aparente quiere decir que se entregue en el mismo estado
en el que se recibió) y de los daños que se deriven de su culpa (280 y 281).

Elementos de existencia y condiciones de validez

380
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Como todo contrato mercantil es específicamente organizado por la ley, el


depósito de mercaderías en almacenes generales debe cumplir con los siguientes
requisitos:

Objeto
El objeto del contrato es permitir la guarda y custodia de bienes muebles
individualizados, o genéricamente designados, durante un plazo específico,
contra las que el almacenista entregará al depositante un certificado de
depósito y en su caso un bono de prenda, para que pueda disponer
comercialmente de la mercancía depositada.

Partes del contrato de depósito en almacenes generales

Capacidad

Son dos las partes esenciales, pero eventualmente puede presentarse una tercera
a solicitar la ejecución de la mercancía amparada por sus bonos de prenda a fin de
honrar una deuda que el depositante no cubrió; pero las partes fundamentales son
el almacenista y el depositante. El almacenista sólo podrá serlo un almacén
general de depósito autorizado por la SHCP (previa opinión de la Comisión
Nacional Bancaria y de Valores y del Banco de México), inscrito en la Comisión
Nacional Bancaria y de Valores (5, 8, 11, LGAOAC). Por su parte, el depositante lo
será todo aquel que tenga capacidad legal para contratar, de conformidad con la
legislación mercantil y la legislación común (2 párrafos 2o., y 3o.).

Obligaciones del almacenista


1. Restituir los mismos bienes o mercancías depositados, en el estado en
que los haya recibido, cuando se trate de bienes individualizados.
2. Restituir bienes de la misma especie, calidad y tipo, o en su defecto
los conserve en condiciones que aseguren su autenticidad, cuando se
depositen bienes genéricamente designados.
3. Responderá de la conservación aparente y de los daños que se
deriven por su culpa, respecto de los bienes individualizados y por los
riesgos inherentes a las mercancías o efectos materia del depósito
cuando éstos sean genéricamente designados.
4. En el caso, de mercancías genéricamente designadas, están obligados
a tomar seguro contra incendio por su valor corriente en el mercado
en la fecha de la constitución del depósito.
5. No podrán entregar la mercadería depositada sino mediante la
comprobación legal del pago de los impuestos o derechos
respectivos, o de la conformidad de las autoridades fiscales
correspondientes; serán responsables ante el fisco, hasta donde
alcance en su caso, el producto de la venta de las mercancías o bienes
depositados (4o. y 285).

381
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Obligaciones del depositante


1. Deberá cubrir el precio pactado convencionalmente por el depósito y
el almacenaje.
2. Responderá por los daños sufridos en el almacén a consecuencia
de la descomposición o alteración de los bienes o mercancías
depositados con designación individual, salvo estipulación contraria,
contenida en el certificado del depósito (282, in fine).
3. En su caso, deberá cubrir los impuestos, pensiones fiscales de
todo tipo que graven las mercancías depositadas; en su defecto,
la carga de la sanción será distribuida entre el almacenista y el
depositante (4 y 285).
CERVANTES AHUMADA - El depósito genérico ha sido calificado erróneamente
como irregular, ya que el 283 señala que los AGD pueden "disponer de los bienes
o mercancías que hayan recibido". En realidad no hay depósito irregular porque no
hay traslado de propiedad de las mercancías del almacén, ni derecho de
éste a disponer de tales bienes, ya que el AGD estará obligado a "conservar
una existencia igual, en calidad y cantidad, a la que hubiera sido materia del
depósito"; y su derecho de disposición sólo deberá entenderse en el sentido de
que cada depositante o titular de certificado de depósito podrá retirar mercancía
no individualizada antes del retiro. Se trata de un depósito colectivo, y la
propiedad de las mercancías no se transmite al almacén, en conclusión es un
depósito regular.

Requisito literales y formales

La ley no obliga que específicamente se firme un contrato o convenio entre


almacenista y depositante en virtud del depósito en almacenes generales; esta
convención (y su formalismo) está contenida, e incorporada en el certificado
de depósito que el almacén deberá entregar al depositante contra las
mercancías. Es decir, el contrato de depósito de mercancías en almacenes
generales, está contenido y representado por el certificado de depósito que se
expide como título, al mismo tiempo representativo de las mercancías
depositadas.

Garantías y término

La duración del depósito de mercancías o bienes debe especificarse en el


certificado (contrato), de depósito (111 y 231) y podrá ser libremente
determinada por almacenista y depositante, a menos que se trate de mercancías
o bienes sujetos al pago de impuestos o pensiones fiscales de cualquier
clase, en cuyo caso, la duración del depósito no excederá del término que
al efecto señale la SHCP o del plazo de dos años, cuando no haya término
especialmente señalado.

382
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Por todo el tiempo que se estipule como término del depósito los almacenes están
obligados a la guarda de las mercancías o bienes depositados; pero si por causas
no imputables a él, la mercadería se descompusiera en condiciones que puedan
afectar la seguridad o la salubridad, podrán, con intervención de corredor o con
autorización de las oficinas de salubridad pública respectivas (las condiciones de
salubridad forzosamente las tiene que determinar un perito en la materia, pues un
corredor no puede determinar si las mercancías son insalubres o no) proceder sin
responsabilidad a la venta o destrucción de los efectos. El almacén si pagará las
pérdidas que ocurran por alteración o descomposición en bienes o mercancías en
depósitos genéricamente designados, salvo respecto de las mermas naturales cuyo
monto esté expresamente determinado en el certificado de depósito relativo (282
y 283).

En esta figura mercantil se presenta una situación similar a la que se observa en


derecho bancario puro, por lo que hace al uso de un dinero ajeno, por parte del
banco, siempre que pueda restituir oportunamente la misma cantidad a sus
clientes. En el depósito de mercancías en almacenes el almacenista puede
disponer de los bienes o mercancías que haya recibido, a condición de que
conserve siempre una existencia igual en cantidad y calidad a la que está
amparada por los certificados de depósito que emita, sin que importe que
la cantidad solicitada y amparada por el certificado, sea la que se guarde,
o bien sea una que ingrese posteriormente pero de la misma calidad, tipo
y cantidad (283 in fine). La sola condición es que la mercancía de que se
disponga sea genéricamente designada (15 costales de papa chica, media
tonelada de manzana golden, etc.), y no mercancía individualmente designada
(automóvil marca... etcétera).

Principal utilidad

La utilidad de los almacenes generales de depósito es universal, puesto que


permite el arrendamiento inopinado de una bodega al comerciante que cubre las
necesidades de alimento o uso de la población de una localidad distante de aquélla
en la que se fabricó o adquirió la mercancía correspondiente; también ha
representado considerable utilidad en el comercio exterior mexicano, puesto que
han coadyuvado en el filtro fiscal de las importaciones, y permiten economizar
importantes cantidades almacenando la mercancía que llega de otros países; por
ejemplo, durante el tiempo necesario para concluir los trámites aduaneros, se
ahorra la cantidad que debería pagarse por la renta del barco que habría
permanecido fondeado todo el tiempo que duren; desde una óptica
infraestructural, la falta de almacenes generales de depósito puede considerarse
como un claro indicativo de la deficiente economía de un país.

383
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

6. Descuento

Ideas Generales

Aunque el descuento no es una operación bancaria exclusiva, es la operación


que con mayor frecuencia celebran los bancos comerciales. En esencia, la
operación de descuento consiste en la adquisición, por parte del descontador,
de un crédito a cargo de un tercero, de que es titular el descontatario,
mediante el pago al contado del importe del crédito, menos la tasa del
descuento.

Cualquiera clase de créditos no vencidos puede ser objeto de descuento; pero


como en la práctica el descuento que más se practica es el de títulos de crédito.

A pesar de la importancia práctica de la operación con TC, la ley sólo hace


referencia a ella; pero no la reglamenta. La Ley General de Títulos y Operaciones
de crédito reglamenta el descuento de créditos en libros, operación que en la
práctica ha tenido escasísima aplicación.

Definición. Características principales

Cuando un comerciante vende una mercancía a crédito, la forma de pago más


común es mediante la firma de una o varias letras de cambio o de pagarés por
parte de su cliente. Si el comerciante necesita liquidez con urgencia, puede:
•endosar ese título de crédito contra algún beneficio patrimonial (ver cuadro 4);
•"descontar" el título de crédito, o sea, vendérselo a alguien.
•Si el comerciante necesita liquidez, por ejemplo para pagar un equipo de
transporte, en primer lugar debe intentar endosar ese título a la persona que
le vende la maquinaria; si éste no acepta, intentará otra vía de captación de
liquidez, por ejemplo, acudir a un banco y tratar de que éste le "compre" el
título en el valor consignado menos los intereses que esa cantidad causaría
desde el momento de descuento hasta el momento del vencimiento del
título.

Ejemplo:
•un comerciante vende a crédito 5 mil pesos de mercancía;
•su cliente le firma un pagaré por 5 mil pesos;
•el vendedor necesita dinero para pagar su renta (5 000 pesos); intenta
endosar a su casero el título de crédito y éste no lo acepta;
•acude a un banco a solicitar el descuento del título y el banco acepta;
•los intereses bancarios son, por ejemplo, de 10%;

384
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

•el banco le entrega al comerciante 4 500 pesos que es el monto del título de
crédito menos los 500 pesos de interés que, en el descuento, se cobran por
adelantado.

Podemos definir el contrato de descuento, como la adquisición al contado de


un crédito a plazo. El descuento es una operación activa de crédito, que llevan a
cabo las instituciones correspondientes y que consiste en adquirir en propiedad
letras de cambio o pagarés, de cuyo valor nominal se descuenta una suma
equivalente a los intereses que devengaría tal cantidad entre la fecha en que se
recibe y la de su vencimiento (Saldaña).

RODRIGUEZ Y RODRIGUEZ la define como el contrato de apertura de crédito


en el que el acreditante pone una suma de dinero a disposición del
acreditado a cambio de la transmisión de un crédito posterior. El importe
del crédito que concede el acreditante es igual a la del crédito que adquiere
disminuido en una cantidad proporcional al tiempo que falta para que venza.

El 93 regula el descuento de las Instituciones de Crédito como sigue:

"Las instituciones de crédito podrán ceder o descontar su cartera crediticia con


cualquier persona.

Tratándose de cesiones o descuentos de cartera crediticia que se celebren con el


Banco de México, otras instituciones de crédito, fideicomisos constituidos por el
Gobierno Federal para el fomento económico o fideicomisos que tengan por objeto
emitir valores, se llevarán a cabo sin restricción alguna.

Cuando las instituciones de crédito celebren cesiones o descuentos de cartera


crediticia con personas distintas de las mencionadas en el párrafo anterior y
pretendan responder por la solvencia del deudor, otorgar financiamiento al
cesionario o descontatario, o convenir con estos últimos obligaciones o derechos
que le permitan readquirir la cartera crediticia cedida o descontada, requerirán de
la previa autorización de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, la cual
deberá salvaguardar la solvencia y estabilidad financiera de las instituciones de
crédito y la protección de los intereses del público. Asimismo, quienes se
subroguen en los derechos de dicha cartera, no podrán recibir financiamiento de la
propia institución de crédito, respecto de dicha operación o los créditos objeto de
la misma, ni tampoco esta institución podrá responder por la solvencia del deudor.
A los cesionarios les será aplicable la normatividad que regula a las instituciones
financieras en esta materia.

Las instituciones de crédito no estarán sujetas a lo establecido en el primer párrafo


del artículo 117 de esta Ley por lo que hace a la información relacionada con los

385
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

activos que se mencionan a continuación, cuando ésta sea proporcionada a


personas con las que se negocien o celebren las siguientes operaciones:

I.- Los créditos que vayan a ser objeto de cesión o descuento; o

II. Su cartera u otros activos, tratándose de la transmisión o suscripción de un


porcentaje significativo de su capital social o de la sociedad controladora del grupo
financiero al que pertenezca. Para dar a conocer la información respectiva deberá
obtenerse la autorización previa de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.

Durante los procesos de negociación a que se refiere este artículo, los


participantes deberán guardar la debida confidencialidad sobre la información a
que tengan acceso con motivo de los mismos."

El descuento en títulos de crédito permite afirmar que el legislador mercantil


reconoce realidades preexistentes y no crea algo nuevo, puesto que el descuento
de títulos, no obstante su enorme difusión y utilidad, no está reglamentado por la
ley. La LGTyOC se reduce a reglamentar el descuento de créditos en libros de
comerciantes, que es el antecedente inmediato del descuento de títulos de crédito
y que, además no se utiliza en absoluto.

Elementos de existencia y condiciones de validez

Para analizar los elementos constitutivos del contrato de descuento de títulos de


crédito, no podemos acudir a lo que al respecto señala la ley, puesto que la ley no
lo regula. La fuente legal del descuento de títulos de crédito, es el contrato
de apertura de crédito. Entonces, aquel sujeto que pretende obtener el
descuento de un título de crédito en un banco, debe hacerlo por la vía de la firma
de un contrato de apertura de crédito. Para conocer los elementos de existencia y
las condiciones de validez del descuento de títulos de crédito, es necesario, una
vez más, remitirnos a las reglas generales.

Generalmente los bancos sólo aceptan descontar títulos de crédito a comerciantes


cuando cumplen con los siguientes requisitos:
•que el título de crédito lo haya recibido el comerciante, precisamente contra la
venta de mercancías, ya que esto implica una continuidad de actividades
indispensable para poder evaluar la solvencia del comerciante;
•que previa la presentación del título para su descuento haya obtenido del
banco una línea de crédito, a fin de poder ponderar cuál es el promedio de
dinero que el comerciante está en posibilidad de pagar mensualmente al
banco, con base en sus ventas y sus gastos.

386
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Hecho lo anterior, el banco establece el máximo que está dispuesto a prestar a su


cliente con el descuento de sus títulos de crédito. Fijado el límite, el comerciante
puede acudir al banco a solicitar el descuento de cuantos títulos desee, siempre
que no sobrepase el límite fijado por él; en caso de que se trate de una línea de
crédito en cuenta corriente, deberá pagar de acuerdo con el contrato, a fin de que
el fondo revolvente no sobrepase el límite acordado.

Parece que la única referencia legal al descuento de títulos de crédito es


precisamente la organización del contrato de apertura de crédito: el legislador
obliga a que el acreditado (el que solicita el descuento) sólo devuelva o pague la
cantidad que efectivamente preste el acreditante (el banco) al comprar el
documento con el descuento, y a cubrir únicamente los intereses que
correspondan a tal suma (297 2o. párrafo, in fine, LGTOC). Sin embargo, la
operación típica del descuento de títulos de crédito descansa
fundamentalmente en la práctica bancaria.

Obligaciones de las partes

Por parte del banco (descontador) la obligación más importante es poner a


disposición de su cliente (el descontatario) el monto del título de crédito,
menos el interés que tal cantidad causará desde la fecha, del descuento a
la del vencimiento, a la tasa vigente en la operación. También está obligado
a presentar el título de crédito en tiempo y forma para su cobro, al
momento del vencimiento. En términos generales, el título de crédito pasa a ser
propiedad del banco, y el banco, respecto de su cliente, queda obligado de
acuerdo al contrato de apertura de crédito correspondiente, así como a las demás
reglas generales del mutuo bancario.

Por su parte, el cliente (descontatario del título) tiene dos obligaciones muy
importantes derivadas de la investigación que organizó el banco, a fin de poder
conceder una línea de crédito:

• por una parte, responde de la existencia del crédito cambiario, puesto


que es estrictamente con base en su solvencia moral y económica que el
banco aceptó descontar el título;
• como generalmente la transmisión del título al banco, es mediante el
endoso, el endosatario se convierte en el responsable del pago del
título, operan en toda forma las reglas de solidaridad cambiaria (cuadro 2);
• en caso de que el cobro no se efectúe positivamente, y el banco se vea en la
necesidad de levantar el protesto de la acción cambiaria en vía de regreso
que se deduzca contra el descontatario, deberá cobrarse la totalidad del
título y no sólo la cantidad que el banco le entregó una vez
deducidos los intereses.

387
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

El descuento de títulos de crédito, puede ser útil para el descontatario (cliente), si


los intereses que cobra el banco no son demasiado altos en relación al tiempo que
debe esperar para obtener el dinero circulante, cobrando él directamente el título
en cuestión, puesto que actualmente no se descuentan títulos a más de 180 días.
Para el banco, el descuento deja de ser paulatinamente un negocio tan interesante
como fue en otra época, ya que implica un riesgo muy alto aceptar comprar un
título de crédito, cuyo deudor es totalmente desconocido (generalmente) y por
tanto, hipotéticamente, es indispensable la instrumentación de mecanismos tan
tediosos y costosos como el del protesto para proteger el cobro. Sin embargo,
hasta la fecha este tipo de crédito bancario sigue teniendo bastante utilidad.

El Descuento De Títulos De Crédito

Por el descuento de títulos de crédito el descontador adquiere del


descontatario un título de que éste es tenedor, y le cubre el importe del
título menos la tasa de descuento (o sea un tanto por ciento del valor del
título, que se deduce).

El descuento ha sido confundido con el anticipo, y por ello es conveniente


distinguir las dos operaciones. El anticipo es un mutuo con garantía prendaria del
título, y por ello el importe del mutuo puede no tener relación con el valor del
título (sobre una letra de $ 100,000.00, por ejemplo, se anticipan $ 10,000.00);
en cambio, en el descuento del título pasa a ser propiedad del descontador y por
ello éste siempre paga al descontatario una cantidad relacionada con el importe
del título.
Se discute doctrinalmente sobre la naturaleza jurídica del descuento, las
principales teorías son:

a) Teoría del mutuo. Es la teoría más antigua y tradicional, la que ve en e1


descuento un mutuo o anticipo. COURCELLE SENEUIL, dijo que "el descuento
es simplemente un préstamo a interés", garantizado con prenda, ANGELONI ha
definido el descuento como una operación de anticipo.

Las crítica es que no puede explicar esta teoría la transmisión, en propiedad al


descontador, de los efectos descontados.

A pesar de la objeción, la teoría ha resurgido con mayor vigor desde la vigencia


del nuevo Código Civil Italiano de 1942. Este ordenamiento define el descuento
como "el contrato por el cual la banca, previa deducción de los intereses, anticipa
al cliente el importe de un crédito contra tercero, no vencido, mediante la cesión,
salvo buen cobro, del crédito mismo" (art. 1858). Este anticipo con cesión es
distinguido del anticipo como préstamo, ya que el artículo 1846 dice que "en el
anticipo bancario sobre prenda de títulos o de mercancías, la banca no puede

388
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

disponer de las cosas recibidas en prenda, si ha entregado un documento en el


cual las cosas estén individualizadas".

La estructura jurídica de¡ descuento, conforme al ordenamiento italiano, es la de


un anticipo con cesión de crédito.

Creemos que la objeción no ha sido superada, y que la teoría del mutuo con
anticipo sigue sin explicar la traslación de la propiedad al descontador.

b) Teoría de la compra-venta de títulos. Esta teoría ve en el descuento un


contrato de compra-venta, por medio del cual, el descontador adquiere los
títulos descontados y paga su precio al descontatario. A esta teoría se
adhieren distinguidos autores.

La teoría de la compra-venta no es tampoco suficiente para explicar la naturaleza


jurídica del descuento, ya que la compra-venta es por su naturaleza consensual, y
se perfecciona por el simple consentimiento; por la simple conjunción de
voluntades opera la traslación de la propiedad, y la entrega de la cosa es un
simple acto de ejecución del contrato. El descuento es una operación cambiaria
que no se perfecciona por el simple consentimiento, sino que requiere la entrega
(y la entrega cambiaría; es decir, conforme a la ley de circulación de los títulos) de
los títulos descontados. Es también de naturaleza real el des- cuento por parte del
descontador, porque no estará perfecta la operación sin la entrega del valor del
descuento. No hay descuentos a plazo.

En la compra-venta, como una consecuencia del traslado de dominio, la cosa


perece para el comprador, aunque no haya sido entregada; y en el descuento, si
no se entrega la cosa, no habrá traslación del riesgo. Por otra parte, es de la
naturaleza del descuento (aunque no de su esencia) que el descontatario quede
obligado al pago del título, en caso de que los obligados en el título no paguen. De
esta obligación podrá librarse el descontatario por la inserción de la cláusula "sin
mi responsabilidad".

De lo anterior podemos concluir que el descuento de títulos, es una operación de


tipo especial, atípica. El descuento de un crédito, en general, puede ser de
naturaleza consensual; pero el descuento de títulos de crédito es siempre de
naturaleza doblemente real: real desde el punto de vista de la tradición de los
títulos, y real desde el punto de vista de la entrega del importe de la operación al
descontatario.

Desde el punto de vista práctico es conveniente determinar la naturaleza


del descuento de títulos, porque en caso de falta de pago de los mismos
pudiera darse el caso de ejercicio de acción causal contra el
descontatario. Puesto que no se trata de un mutuo, no procederá la acción de

389
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

devolución del dinero prestado; y puesto que no es compraventa, no procederá


tampoco la acción de devolución del precio por vicios de la cosa. En realidad, el
descontatario sólo quedará ligado por la obligación cambiaría cuando (como es
usual), tenga la calidad de endosante de los títulos descontados.

El Descuento De Créditos No Incorporados A Títulos

Este tipo de descuento es, en general, poco practicado; y por no tratarse de cosas
corpóreas, sino de derechos, podría ser objeto de un contrato consensual. El
descuento, en general, se define en el proyecto para el Código de Comercio en la
siguiente forma (734). "El descontatario se obliga, por el descuento, a transferir al
descontador la titularidad de un crédito de vencimiento futuro, y este último se
obliga a cubrir al primero el importe del crédito, con la deducción convenida. El
descontatario responderá del pago, si no se pacta lo contrario".

En este concepto se comprende tanto el descuento de crédito, en lo general, como


el específico de títulos de crédito, pero debe advertirse, en que por tratarse en
este último descuento de transmisión de cosas mercantiles muebles, como son los
títulos de crédito, en los que los derechos incorporados tienen el carácter de
accesorios, la operación de descuento de títulos es de naturaleza real.

Además, en el proyecto se establece la exigencia de que el crédito sea de


vencimiento futuro, que no es una característica esencial del descuento.

El Descuento De Créditos En Libros

Es un contrato de apertura de crédito en efectivo en el que el acreditante


se restituye del crédito que concedió, mediante el cobro de los derechos
de crédito que le cede el acreditado, garantizados con letras giradas por
éste a favor de aquel y a cargo de los deudores de los créditos cedidos.

Condiciones. Según el artículo 288 de la Ley de Títulos y Operaciones de Crédito,


para que puedan descontarse los créditos abiertos en los libros de los
comerciantes precisa que se den las siguientes condiciones:

1. Que los créditos sean exigibles a término o con previo aviso fijo;
2. Que el deudor haya manifestado por escrito su conformidad la
existencia del crédito;
3. Que el contrato de descuento se haga constar en póliza, a la cual se
adicionarán las notas o relaciones que expresen los créditos
descontados (también 112 LIC), con mención del nombre y domicilio
de los deudores, del importe de los créditos, del tipo de interés
pactado y de los términos y condiciones de pago;

390
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

4. Que el descontatario entregue al descontador (descontento) letras


giradas a la orden de éste, a cargo de los deudores, en los términos
convenidos para cada crédito. El descontador no quedará obligado a la
presentación de esas letras para su aceptación o pago, y sólo podrá
usarlas en casa de que el descontatario lo faculte expresamente al
efecto y no entregue al descontador, su vencimiento, el importe de los
créditos respectivos, es una acción preventiva. El descontatario
quedará obligado a cobrar los créditos por cuenta del descontador y
será considerado, para los efectos del cobro, como su mandatario.

Efectos. En virtud de la apertura de este crédito, el acreditado pone a


disposición del acreditado la suma convenida, que deberá serie restituida
en el plazo establecido. El acreditado debe pagar al acreditante los intereses
que se fijen y tiene la obligación de efectuar el cobro de los créditos en calidad de
mandatario del descontante (289 LGTOyC y 112 LIC)

La ley no lo dice con claridad; pero es evidente que los créditos consignados en los
libros se ceden al descontante, es decir, hay una cesión que opera Inter partes;
pero no frente a los deudores. En la LIC se considera que hay una apertura de
crédito con garantía prendaria sobre derechos de crédito (112).

Esta operación sólo puede ser practicada por bancos. Se trata, por
consiguiente, de la operación activa del crédito cuya realización se ha reservado a
las instituciones de crédito.

Efectos del descuento:


• Entre descontante y descontatario - el descuento produce todos los
efectos del endoso pleno, es decir, transmite la propiedad de la letra del
descontatario al descontante, legitima a éste frente a terceros y hace
responsable del pago de la letra al descontatario frente al descontante.
• El descontatario no recibe por la letra su valor nominal, sino el que
resulta de deducir del mismo la tasa del descuento y, a veces, una comisión
por gastos.
• Si no se paga el título descontado, el descontante puede regresar contra el
descontatario y demás obligados cambiarios, así como ejercer las acciones
causales de enriquecimiento, que sean procedentes.

El Redescuento

Con los efectos descontados el banco integra su cartera, de cuyo movimiento


depende principalmente el éxito de la actividad bancaria. Cuando el banco tiene
necesidad de disponer de dinero efectivo puede acudir a otros bancos para
redescontar los títulos que él haya tomado en descuento. Este es el llamado

391
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

redescuento pasivo, que generalmente lo practican los bancos comerciales con el


banco central.

Una de las actividades más comunes del Banco de México, es la del redescuento,
que desde el punto de vista del banco central, se califica como redescuento activo.
Naturalmente, la tasa del redescuento debe ser inferior a la tasa de descuento,
para que el banco redescontatario obtenga utilidad por la diferencia entre lo que él
cobró como descontados y lo que paga al redescontador. El Banco de México
acostumbra fijar, con carácter de general, la tasa de redescuento.

392
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

7. Apertura de crédito

Conceptos generales

Todas las llamadas operaciones bancarias activas tienen la nota común de consistir
en concesiones de crédito hechas por el banco; se trata de que éste proporciona
dinero a cambio de promesas de restitución. Todas ellas son operaciones de
crédito que pueden realizarse, con la sola excepción de los descuentos de créditos
en los libros, sin autorización especial; es decir, estas operaciones pueden
practicarse por no comerciantes y por comerciantes, sin necesidad de
obtener autorización de la SHCP para operar como bancos; no son operaciones
bancarias típicas. De todos modos, tienen ciertas peculiaridades cuando son
practicadas por los bancos con carácter profesional y en masa, con una vinculación
inexorable a las operaciones pasivas. En esto consiste la particularidad del negocio
bancario: en recibir dinero de¡ público para poderlo proporcionar a quien lo
necesite; en la diferencia entre lo que paga por obtener el dinero y lo que se cobra
por proporcionarlo radica el beneficio bancario.

De las operaciones de crédito que enumera la Ley de Títulos y Operaciones de


Crédito, y debe advertirse que no se trata de una enumeración taxativa, son
operaciones activas del crédito las siguientes: reporto, apertura de crédito,
descuento de crédito en libros, créditos confirmados, créditos de habilitación y
avío, y créditos refaccionarios. Todas éstas, salvo el reporto, son modalidades de
la apertura de crédito. La cuenta corriente es también es una operación activa,
pero bilateral. Las cartas de crédito son operaciones activas para el banco que las
da.

Concepto de Apertura de crédito

La apertura de crédito es un contrato mediante el cual el acreditante, banco


o particular, se obliga con el acreditado a poner a su disposición una
cantidad de dinero determinada, o a emplear su crédito en beneficio de
aquel.

El 291 de LGTyOC lo define con bastante exactitud al decir que es un contrato


por el que el acreditante se obliga a poner una suma de dinero a
disposición del acreditado o a asumir una obligación por éste, quien se
compromete a restituir dicha suma o a cubrir el importe de dicha
obligación, si fuere cumplida por el acreditante.

Clases de apertura de crédito

393
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

A) Unidad jurídica de todas estas operaciones. Todas las diversas


operaciones que hemos enumerado anteriormente, con excepción del reporto, de
la carta de crédito y de la cuenta corriente, son simples variantes de la operación
fundamental que es la apertura de crédito y se caracterizan por el hecho de que el
banco se compromete a poner dinero a disposición del acreditado o a asumir una
obligación de dar dinero, en favor del acreditado que se compromete a restituir la
cantidad que el banco le entregó directa o indirectamente, al cumplir la obligación
que asumió por aquél.

B) Modalidades. La Ley de Títulos habla de descuentos, anticipos, etc., pero


todas esas operaciones, como acabamos de indicar, son simples variantes de la
forma genérica que es la apertura de crédito. Las particularidades de unas y de
otras derivan unas veces del objeto de la obligación del acreditante; otra de la
forma de disposición o de la garantía que el acreditante recibe y otra del destino
del crédito.

En razón del objeto que el acreditante se compromete a entregar, se distinguen


según sea dinero o asunción de obligaciones de pagar; por la forma de disposición,
la apertura de crédito es simple, si consiste en una prestación única, o en cuenta
corriente, cuando pueden hacerse sucesivas prestaciones; por la garantía, el
crédito es en descubierto o quirografario, cuando tiene sólo la firma
de¡ acreditado, o con garantía si junto a ésta se encuentra otro patrimonio
responsable, bien sea mediante firma (fianza o aval) o, mediante la entrega de
bienes con propósitos de garantía (prenda, hipoteca, fideicomiso) ; finalmente, por
su destino, el crédito es libre o especializado: (avío y refacción).

Clasificación de los créditos (Rodríguez y Rodríguez)

Créditos de presentación Pagos

Descuentos De títulos

De crédito en libros

De
aceptación Simple

Créditos de obligación
Crédito documentario

Por el objeto de la Garantía


Fianza

394
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

obligación del acreditante


Aval

Otras formas

Simples

Por la forma de disposición En cuenta corriente

Descubierto Fianza

Por la garantía Personal Aval

Con garantía

Prendaria

Real
Hipotecaria

Fiduciaria

Especiales

395
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Libres

Por su destino Avío

Refaccionarios

Especiales Comerciales

Hipotecarios con emisión


de cedulas o bonos

Para explicar este contrato existen diversas teorías:

1.- Mutuo - A la luz del 291 se observa que no es procedente porque no se da el


fenómeno de la transmisión de dominio, cuando menos en el primer momento y
menos cuando el objeto del mismo es la asunción de ciertas obligaciones.

2.- Mutuo consensual y de los actos ejecutivos - Para superar la teoría


anterior se dijo que la apertura de crédito es un mutuo consensual seguido de
actos ejecutivos (los actos de disposición del crédito). No se adoptó la teoría
porque desnaturaliza el mutuo y no explica los efectos inmediatos de la apertura.

3.- Mutuo-depósito - Es un mutuo con simultáneo depósito de la suma mutuada,


el mutuante, en vez de entregar la suma al mutuario, se constituye en depositario

396
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

irregular de ella. La crítica que se hace es que se tendrían dos mutuos; en el


primero, el acreditante prestaría el acreditado el importe del crédito pactado; y en
el segundo, prestaría el mismo importante al acreditante. Aunado a lo anterior, no
justifica el crédito por el cual el acreditante pone a disposición "su firma" para
asumir obligaciones en su nombre.

4.- Contrato preliminar - esta teoría establece que hay un contrato prelimiar o
promesa de celebrar en un futuro un contrato de mutuo. La crítica que se hace es
que el contrato preliminar solo da da derecho a exigir la celebración de un contrato
futuro, y en la apertura de crédito se producen desde luego los efectos de un
contrato definitivo; por parte del acreditante, de poner a disposición una suma de
dinero o su firma y del acreditado, pagar los intereses, prestaciones, gastos y
comisiones que se estipulen.

5.- Preliminar mixto - produciría por un lado el efecto inmediato de acreditar la


suma al aceptado y prepararía los actos de disposición, como contrato definitivo.
La crítica que se hace es que desnaturaliza el contrato preliminar

6.- Especial, autónomo, y definitivo, de contenido complejo - es la teoría


aceptada por CERVANTES AHUMADA, ya que es especial porque es diverso a
otros contratos, autónomo porque por sí mismo produce sus propios efectos y de
contenido complejo ya que produce un doble efecto; el primero es inmediato y
esencial que consiste en que el acreditante, pone a disposición una cantidad del
acreditado y el segundo consiste en que las posteriores disposiciones que del
crédito haga el acreditado.

Naturaleza de la apertura de crédito

A) Notas. Se trata de un contrato consensual, bilateral, oneroso y principal.

B) Momento de la ejecución. En apertura de crédito debe distinguirse el


momento de su perfección jurídica del de ejecución. La perfección del contrato se
realiza por el cambio de consentimiento sobre la cantidad, interés y demás
cláusulas propias del mismo; el contrato se ejecuta cuando el acreditante cumple
la obligación de hacer, que consiste en poner a disposición del acreditado la
cantidad prometida o asumir por él una obligación. El acreditado dispone del
crédito mediante una serie de actos que realiza el acreditante, que no son
operaciones autónomas, sino momentos de ejecución del contrato de crédito.

C) Estructura jurídica. Estimamos que la apertura de crédito es un contrato


peculiar; no es un préstamo, ni una oferta, aunque tiene estrecho parentesco con
aquél, de modo que sería posible considerarlos como variantes de una figura
superior común. Su estructura deviene de la practica bancaria.

397
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Efectos de la apertura de crédito

A) Concesión del crédito. El acreditante deberá poner a disposición del


acreditado la cantidad prevista en la forma convenida y por el tiempo pactado, o
bien, asumir la obligación convenida en las circunstancias que se hayan
determinado.

Cuando no se deduzca del contrato de un modo directo o indirecto la cuantía del


crédito, corresponderá al acreditante fijarla (293).

B) Utilización. El acreditado tiene derecho a disponer del crédito cobrando su


importe en uno a varios pagos o exigiendo que se contraigan las obligaciones
prometidas.

Respecto de la utilización del crédito, debe aclararse que el acreditado no está


obligado a usarlo; pero, si así se pactó, deberá pagar la comisión convenida
aunque no disponga de aquél.

C) Forma de la disposición. Si no se ha pactado cosa distinta, el acreditado


tiene el derecho de disponer del crédito a la vista; pero si hubo convenio especial
el crédito podrá ser utilizado mediante sucesivas disposiciones, con derecho para
el acreditado de hacer reembolsos que hagan recuperar al crédito su cuantía
primitiva.

En el primer caso, hablamos de la apertura del crédito simple a que se refiere el


295, que dispone que "salvo convenio en contrario el acreditado puede disponer a
la vista de la suma objeto del contrato".

La segunda forma es la de apertura de crédito en cuenta corriente.

D) Restitución del crédito. Cuando las partes no fijen plazo para la devolución
de las sumas de que puede disponer el acreditado, o para que el mismo reintegre
las que por cuenta suya pague el acreditante de acuerdo con el contrato, se
entenderá que la restitución debe hacerse al expirar el término señalado
para el uso del crédito o en su defecto, dentro del mes que siga a la
extinción de éste último. La misma regla se seguirá acerca de los premios,
comisiones, gastos y demás prestaciones que corresponda pagar al acreditado, así
como respecto al saldo que a cargo de éste resulte al extinguirse el crédito
abierto en cuenta corriente (300).

En todo caso, deberán tenerse en cuenta las disposiciones sobre la duración del
contrato a las que se refiere la Ley, en el 294, cuando dispone que "aun cuando en
el contrato se haya fijado el importe del crédito y el plazo en que tiene derecho a

398
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

hacer uso de él el acreditado, pueden las partes convenir en que cualquiera o una
sola de ellas estará facultada para restringir el uno o el otro, o ambos a la vez, o
para denunciar el contrato a partir de una fecha determinada o en cualquier
tiempo, mediante aviso dado a la otra parte en la forma prevista en el contrato, o
a falta de ésta, por ante notario o corredor, y en su defecto, por conducto de la
primera autoridad política del lugar de su residencia, siendo aplicables al acto
respectivo los párrafos tercero y cuarto del artículo 143".

"Cuando no se estipule término, se entenderá que cualquiera de las partes puede


dar por concluido el contrato en todo tiempo, notificándolo así a la otra, como
queda dicho respecto del aviso a que se refiere el párrafo anterior."

"Denunciado el contrato o notificada su terminación de acuerdo con lo que


antecede, se extinguirá el crédito en la parte de que no hubiere hecho uso el
acreditado hasta el momento de esos actos; pero a no ser que otra cosa se
estipule, no quedará liberado el acreditado de pagar los premios, comisiones y
gastos correspondientes a las sumas de que no hubiere dispuesto, sino cuando la
denuncia o la notificación dichas procedan del acreditante."

E) Comisión. El acreditado debe pagar normalmente una comisión total sobre el


importe del crédito que se le concede y, además, intereses por las cantidades de
que disponga efectivamente, aparte de otros cargos establecidos por la costumbre
mercantil.

Garantías. Pueden ser personales o reales, según que el acreditado ofrezca favor
del acreditante la garantía que resulta de la forma de otra persona o de la
afectación de bienes especiales para responder de la restitución del crédito.

Otorgamiento de TC por el acreditado - Es usual que cada disposición que el


acreditado haga se documente por medio de un TC. Si no se autoriza
expresamente el acreditante no podrá ceder el crédito; y si lo negocia, abonará al
acreditado los intereses correspondientes.

Conclusión del contrato. Según el 301, el crédito se extinguirá, cesando, en


consecuencia derecho del acreditado a hacer uso de él en lo futuro:

1. Por haber dispuesto el acreditado de la totalidad de su importe, a


menos que el crédito se haya abierto en cuenta corriente;
2. Por la expiración del término convenido, o por la notificación de
haberse dado por concluído el contrato, conforme al 294, cuando no
se hubiere fijado plazo;
3. Por la denuncia que del contrato se haga en los términos del citado
artículo; DMC - señala que el efecto de la denuncia es que ya no se

399
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

puede disponer de mas dinero, pero se debe restituir el que ya se


utilizó.
4. Por la falta o disminución de las garantías pactadas a cargo del
acreditado ocurridas con posterioridad al contrato, a menos que el
acreditado suplemente o substituya debidamente la garantía en el
término convenido al efecto;
5. Por hallarse cualquiera de las partes en estado de suspensión de
pagos, de. liquidación judicial o de quiebra; CERVANTES
AHUMADA dice que en este caso es normal que se extinga el crédito
porque no se puede otorgar o recibir crédito de alguien que se sabe no
puede pagarlo u otorgarlo. Pero en estos casos podrá pactarse la
continuación del contrato, aunque se necesita que se realice con el
síndico y con autorización judicial.
6. Por la muerte, interdicción, inhabilitación o ausencia del
acreditado o por disolución de la sociedad a cuyo favor se hubiere
concedido el crédito.

La muerte o interdicción del acreditado, la quiebra, no es obstáculo para la


exigibilidad de los créditos procedente de operaciones concertadas por
instituciones de crédito o auxiliares (109 LIC).

Aperturas de crédito especiales

Créditos simples y en cuenta

A) Apertura de crédito simple. Toda apertura de crédito se sobrentiende que es


simple; precisa pacto expreso para que pueda ser en cuenta corriente. Si la
apertura de crédito es simple, el acreditado debe disponer de una vez del
que se le concede sin tener derecho a hacer reembolsos parciales que
hagan recuperar al crédito su cuantía primera.

Le son aplicables los conceptos y disposiciones ya expuestos sobre definición,


disposición, utilización, reembolso y extinción. Recordemos de nuevo que el 295
establece una presunción a favor del carácter a la vista de toda apertura de
crédito; ello no supone autorización para el giro de cheques sino para la
disposición del crédito sin plazo ni aviso previo.

b) Apertura de crédito en cuenta corriente. El contrato de apertura de crédito


es en cuenta corriente, si se conviene de modo expreso que el acreditado podrá
disponer del importe del mismo en uno o varios actos, al mismo que tiene
el derecho de reembolsar total o parcialmente la parte del crédito que
haya dispuesto para aumentar la cantidad disponible (296).

400
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

El acreditante lleva una cuenta que desde el punto de vista de su estructura


contable es semejante a la del contrato de cuenta corriente, pero entre ambos
existen diferencias que veremos al tratar el tema de dicho contrato.

El acreditado puede disponer del crédito mediante cheque, letras de cambio,


pagarés o cualquier otra forma, según se hubiere convenido en el respectivo
contrato.

Conviene recordar las indicaciones del depósito en cuenta corriente, acerca de las
presunciones que establece la Ley respecto de la autorización para el giro de
cheques.

Régimen jurídico. Fundamentalmente, depende del contenido del correspondiente


contrato. La ley sólo establece las siguientes reglas:

1. El acreditado tiene derecho a reembolsar, antes de la fecha de la


liquidación, total o parcialmente, las cantidades de que hubiese
dispuesto, renaciendo a su favor el saldo;
2. La inscripción de un crédito contra tercero, se entiende definitivo y a
riesgo del que lo recibe, salvo pacto expreso en contra;
3. La cuenta se cerrará provisionalmente cada seis meses en defecto de
pacto especial sobre ello. El cierre definitivo se realizará al concluir el
término previsto para la duración del contrato;
4. Los abonos de títulos en la cuenta se harán siempre salvo buen cobro;
5. Las acciones para la rectificación de errores prescriben a los seis
meses e la clausura de la cuenta.

Aun cuando se haya fijado un plazo para la duración del contrato, es costumbre
que el acreditante se reserve el derecho de darlo por rescindido anticipadamente.

Los estados de cuenta y los contratos tienen especial fuerza ejecutiva (108 LIC).

401
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

8. Cuenta corriente

Datos Históricos

La cuenta corriente es una creación de la práctica mercantil, la doctrina y la


jurisprudencia contemporáneas. En el antiguo derecho fue desconocida. El primer
Código que la reglamentó fue el Código de Comercio de Chile, de 1865; y en
nuestro derecho, aunque el Código de Comercio de 1854 hizo referencia a la
cuenta al declarar reivindicables en la quiebra "los caudales remitidos al fallido
fuera de cuenta corriente para entregarlos a personas determinadas" (866 F. V),
en realidad la institución se reglamentó por primera vez hasta 1932, en la Ley
General de Títulos y Operaciones de Crédito.

Concepto del contrato de cuenta corriente

La definición legal de este contrato la encontramos en el artículo 302 de la Ley,


que dice que "en virtud del contrato cuenta corriente (en lo sucesivo c.c.c.), los
créditos derivados de las remesas recíprocas de las partes se anotan
como partidas de abono o de cargo en una cuenta, y sólo el saldo que
resulta a la clausura de la cuenta constituye un crédito exigible y
disponible; esta definición puede considerarse completa, porque señala las
características más importantes del contrato.

Es un contrato propio de la actividad mercantil. Se da cuando dos comerciantes


que están en continuas relaciones de negocios, los convierten en acreedor y
deudor del otro y para simplificar las cosas, no liquidan cada operación a su
vencimiento, sino en bloque, ya sea al fin de la serie de operaciones o de las
relaciones de negocios. Así se determinará un saldo, que será la única suma a
pagar.

En la práctica, los comerciantes caen en la situación de la cuenta corriente sin


celebración de contrato. No requiere de formalidad especial.

Su distinción de figuras afines

Importa, ante todo, distinguir el contrato de cuenta corriente de una serie de


situaciones jurídicas con las que a menudo se le confunde.

El CCC es totalmente distinto de la situación de cuenta corriente. Esta no es


más que una situación de hecho contable, en virtud de la cual dos personas que
están en relación de negocios anotan sus operaciones en su contabilidad. Surge
así, respecto de cada una de ellas, un cuadro contable, que también existe en el
contrato de cuenta corriente, pero con la diferencia de que en la simple situación

402
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

de cuenta corriente, cada partida conserva su individualidad, es exigible según


convenio, con independencia de las otras, no produciéndose ninguno de los efectos
típicos de la cuenta corriente. La situación de cuenta corriente, se llama
vulgarmente cuenta de gestión.

La apertura de crédito en c.c. (296 y 298) ha sido colocada por el legislador


mexicano dentro del capítulo de los créditos de la ley correspondiente, pero en la
sección relativa a la apertura de crédito, de la que es una variante.

Entre las muchas diferencias que pudieran indicarse entre la apertura de crédito
en c.c. y el c.c.c., bastará citar las siguientes:

•Sólo excepcionalmente se aplican a la apertura de crédito en c.c., las


disposiciones del c.c.c. (296, que sólo admite la aplicación a la apertura de
crédito en c.c. en los 306, 308 y 309 correspondientes al c.c.c.), de donde
se deduce que en ningún caso serán aplicables las demás disposiciones
peculiares de este último contrato.
•La apertura de crédito en cuenta corriente supone que el acreditante concede
un crédito por cuantía definida a favor del acreditado y este puede disponer
mediante sucesivas retiradas. También puede restablecer -salvo pacto en
contrario- la cuantía inicial del crédito mediante abonos a su favor. Es una
concesión de crédito unilateral, radicalmente distinto del c.c.c. que por
definición supone bilateralidad en el crédito.

Además, en el contrato de cuenta corriente es esencial que se fije para la


liquidación periódica y establecimiento del saldo, lo que es necesario en la
apertura de crédito

Tampoco el depósito en c.c., regulado por los 267 a 275, ofrece la situación de
bilateralidad propia del c.c.c., siendo radicalmente distintos los efectos que uno y
otro producen.

El c.c.c. ahorra tiempo, gastos, numerario en el tráfico comercial y ha llegado a


ser uno de los contratos básicos del comercio moderno.

La cuenta corriente simple - las "cuentas" en las tiendas de abarrotes. En estas


no hay ccc porque en este contrato ambas partes se conceden crédito.

La apertura de crédito en cuenta corriente. El único deudor es el acreditado,


por ello no puede equipararse a la cuenta corriente.

La cuenta corriente de cheques, el único acreedor es el cuentahabiente del


banco.

403
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

La cuenta de gestión, como es la que abre el comisionista para anotar las


remesas que le hace el comitente y los desembolsos que el gestor haga por cuenta
de éste. En realidad, se trata sólo de un medio contable, y no de una verdadera
cuenta corriente.

Naturaleza Jurídica

Mucho se ha discutido sobre la naturaleza jurídica del contrato de cuenta


corriente. Se ha dicho que es un doble mutuo, un depósito regular, un mandato
recíproco, etc. Todas estas caen por su base con sólo analizar el concepto.

La más moderna teoría afirma que la cuentacorriente es un contrato normativo.


MOSSA - "Como contrato pertenece a la clase de los normativos, contrato
definitivo en relación con todos los demás a que se refiere, contrato que puede
tener contenido variable como lo es el de las reglas de Derecho".

Es la cuenta corriente, consiguientemente, un acuerdo normativo que establece


las reglas generales a las que se sujetarán, con pérdida de su
individualidad, los créditos que resulten de las remesas recíprocas de los
cuenta- correntistas.

Elementos del contrato

No hay en la legislación mexicana preceptos especiales sobre la capacidad,


consentimiento y forma de este contrato. Serán pues aplicables las disposiciones
de carácter general y en casos muy especiales, en virtud del principio de la
analogía, algunos preceptos específicos establecidos por la LTyOC y por la LIC.

Elementos personales - Son los cuentacorrientistas. Ambos se conceden


crédito recíprocamente, al convenir que el crédito que resulte a cargo de cada
uno pierda su exigibilidad, a fin de que sea exigible el saldo final.

Debe subrayarse únicamente que no es necesario, para su existencia, que conste


en documento escrito y que basta el consentimiento tácito derivado de la
actuación de las partes para que de ésta se deduzca aquélla.

El elemento intencional consiste en el acuerdo de las partes respecto del régimen


de asiento y liquidación de las remesas que se hagan la una a la otra, es suficiente
para la existencia del contrato, independientemente de la efectiva realización,
anotación y liquidación de remesas, que corresponde a la ejecución de la
operación.

Elemento objetivo - Son las remesas recíprocas de los cuentacorrientistas. Por


remesa se entiende el envío material que haga un cuentacorrientista al otro y toda

404
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

operación que motive una anotación en la cuenta corriente. A cada anotación de


un cuentacorrientista debe corresponder una contrapartida en la cuenta del otro.
La propiedad de las remesas se transfiere al cuentacorrientista a quien se envían o
cargan en cuenta. Si la remesa consiste en un crédito contra un tercero, la
transmisión se entiende definitiva y a riesgo de quien reciba la remesa, salvo que
se haya hecho "reserva expresa para el caso de insolvencia del deudor". Las
remesas de TC se entenderán hechas salvo buen cobro.

No dice algo la ley mexicana sobre los caracteres de las remesas, aunque la
doctrina separa las remesas materiales, que consisten en el envío material de un
valor (dinero o mercancías), que debe asentarse en cuenta, y las remesas
jurídicas, consistentes en la transmisión de un crédito. Ahora, como las remesas
independientemente de su calidad, ya se trate de mercancías, dinero,
títulosvalores, créditos, etc., han de convertirse en una partida de la cuenta, es
necesario que reúnan ciertas condiciones. La doctrina habla de que las
remesas han de ser fungibles, ciertas, líquidas, transmisoras de
propiedad; todas éstas son calidades del crédito resultante de la remesa.

Efectos del contrato.

Al indicar las características de los efectos del c.c.c., será bueno indicar que este
aspecto, como todos los relativos a la doctrina del contrato que examinarnos, está
en crisis. La doctrina más moderna, con crítica severa, ha derribado todo el viejo
edificio del c.c.c., pero hasta ahora ha sido incapaz de substituirlo por otro.
Seguirnos exponiendo la teoría del c.c.c. según las normas clásicas, pues aun
cuando éstas han sido superadas desde el punto de vista negativo, no ha sido así
en el terreno positivo de la construcción.

1.- Transtormación de las remasas en asientos de la cuenta. Este es el


efecto más típico del c.c.c. y constituye un dato esencial en la estructura del
mismo. Se indica en el artículo 302, cuando se dice que "los créditos derivados de
las remesas recíprocas de las partes, se anotan como partidas de abono o de
cargo de la cuenta". De no existir el c.c.c. las remesas tendrían la consideración
de pagos o de anticipos, según que quien las hace fuese o no deudor de su
corresponsal.

La remesa implica, según la doctrina, el paso de la propiedad al que la recibe,


pero ese traspaso de la propiedad debe estimarse no un efecto de la cuenta
corriente, sino la causa del mismo. Si no hubiese traspaso de la propiedad, no
habría cuenta corriente

El paso de propiedad se hace, no obstante, con garantía por ambas partes y


así la inscripción de un crédito en la c.c., no excluye las acciones o
excepciones relativas a la validez de los actos o contratos de que procede

405
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

la remesa, salvo pacto en contrario". "Si el acto o el contrato son anulados, la


partida correspondiente se cancela en la cuenta" (304 LGTOC).

"La inscripción en cuenta de un crédito contra tercero, se entiende definitiva y a


riesgo de quien recibe la remesa, salvo reserva expresa para el caso de
insolvencia del deudor. A falta de pacto expreso, la remesa de títulos de crédito se
entiende siempre hecha "salvo buen cobro". Si el crédito no es pagado a su
vencimiento, y existe la cláusula "salvo buen cobro", expresa o subentendida, el
que recibió el crédito podrá a su elección asentar en la cuenta la contrapartida
correspondiente restituyendo el título, o ejercitar las acciones que de éste se
deriven" (306 LTyOC).

2.- Novación. El hecho de que las remesas se transforman en partidas de la


cuenta, supone que se ha producido el fenómeno de la novación tal como
queda definido en el artículo 2213 del Código Civil Federal. Tal efecto produce las
siguientes consecuencias:

1. El crédito (remesa) se convierte en partida de la cuenta, y por


consiguiente los créditos pierden su carácter civil o mercantil para
adquirir el que tenga la cuenta. Estos créditos dejan de ser
individualmente exigibles, puesto que sólo lo será el saldo que resulte
a la clausura de la cuenta.
2. No obstante se conservan en cierto modo las acciones primitivas que
correspondían a las remesas primitivas .
3. La prescripción de cada crédito se transforma en la prescripción
general del saldo.
4. La garantía de cada crédito no se extingue (el cuentacorrentista que
incluya en la cuenta un crédito garantizado con prenda o hipoteca
tiene derecho a hacer efectiva la garantía por el importe del crédito
garantizado, en cuanto resulte acreedor del saldo") (art. 305 de la L.
de Tít. y Op. de Cr.)..

Este es un problema fundamental sumamente discutido en la doctrina y que ha


sido resuelto de manera diversa en los proyectos que en varios países existen
sobre el c.c.c. Obsérvese que los efectos indicados contradicen, en cierto modo,
los efectos estrictos de la novación, palabra cuyo empleo rehuye la ley mexicana.

3.- Indivisibilidad de la cuenta corriente. Otro concepto clásico sometido a


revisión es el de la indivisibilidad en la cuenta. Su formulación y consecuencias
más importantes son las siguientes:
• Cada partida del deber y del haber es inseparable. No hay afectaciones
especiales, ni cabe aplicar las normas sobre la imputación de pagos (2092 y
2093 del CC).

406
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

• Todas las partidas constituyen un solo todo, y por lo tanto ninguna puede
ser separada ni es posible detener la cuenta, mientras dure el
funcionamiento normal del contrato.

El problema más importante que esto suscita, es el de la llamada


inembargabilidad de la cuenta corriente; viejo problema que ha dado lugar a
muchas discusiones y a soluciones legislativas diversas.

En la legislación mexicana, la LTyOC dice que "el acreedor de un cuentacorrentista


puede pedir el aseguramiento y la adjudicación del saldo eventual de la cuenta
corriente". En este caso, no podrán tomarse en consideración con respecto al
embargante, desde la fecha del aseguramiento, las partidas de cargo
correspondiente a operaciones nuevas. No se considerarán como operaciones
nuevas las que resulten de un derecho del otro cuentacorrentista, ya existente en
el momento del aseguramiento, aun cuando todavía no se hubieran hecho las
anotaciones respectivas en la cuenta. El cuentacorrentista contra el que se hubiere
dictado el aseguramiento debe notificarlo al otro cuentacorrentista, y éste tendrá
derecho a pedir luego la terminación de la cuenta.

¿Qué interpretación debe darse a este artículo? Desde luego es evidente que
puede practicarse el embargo, pero éste no detiene el funcionamiento de la
cuenta, ya que sólo puede practicarse sobre el saldo eventual. El embargo sería
totalmente ineficaz si los cuentacorrentistas quedasen en plena libertad para
seguir operando, por eso establece la ley que no podrán tomarse en consideración,
con respecto al embargante, las partidas de cargo correspondientes a operaciones
nuevas. También es otra excepción, la consideración como operaciones anteriores,
de aquellas que resultan del derecho del otro cuentacorrentista, ya existente en el
momento del aseguramiento con independencia de que dicho derecho se hubiere
reflejado en las correspondientes anotaciones en cuenta.

Las excepciones a la indivisibilidad de la cuenta en el sentido de la no detención


provisional de la misma, son numerosas. La doctrina las señala, sin que sea
procedente en estas notas insistir sobre ello.

4.- Productividad de intereses. En el derecho mexicano, las remesas no


producen intereses, salvo pacto expreso en contrario, sino una vez que se
ha determinado el saldo de la cuenta. Si se han pactado intereses y el saldo
pasa a una nueva cuenta, devengará los intereses convenidos. Pero si no se
pactaron los intereses, el saldo al ser incluido en la nueva cuenta, devengará el
interés legal (308 in fine).

Otras partidas de la cuenta corriente. "Las comisiones y los gastos por los
negocios a que la cuenta se refiere, Se incluirán en ésta, salvo convenio en
contrario" (303).

407
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Cierre de la cuenta. La liquidación de la cuenta corriente no equivale a la


terminación de la misma, pues la primera consiste en una operación normal,
periódica, que deja subsistente el contrato, en tanto que la segunda supone una
liquidación de carácter extraordinario y definitivo, que ultima la cuenta.

El 308, dice que la clausura de la cuenta para la liquidación del saldo, es un crédito
líquido y exigible a la vista en los términos del contrato correspondiente.

En cambio, la misma ley dice que "el contrato de cuenta corriente termina al
vencimiento del plazo convenido. A falta de éste, cualquiera de los
cuentacorrentistas podrá en cada época de clausura de la cuenta denunciar el
contrato, dando aviso al otro cuentacorrentista, por lo menos 10 días antes de la
fecha de clausura".

"La muerte o incapacidad superveniente de uno de los cuentacorrentistas no


importa la terminación del contrato, sino cuando sus herederos o representantes,
o el otro cuentacorrentista opten por su terminación" (310.).

Cláusula y Términos de la Cuenta

Dentro de la vigencia de la cuenta, si es de plazo amplio, pueden darse clausuras


periódicas, para determinar el saldo. Si no se ha convenido la duración de los
períodos, se entenderá que la duración del período para la clausura es de seis
meses, si no hay uso en contrario (308). Al clausurarse la cuenta se determinará
el saldo, que será líquido y exigible a la vista, esto es, será disponible, si no se ha
pactado otra forma de exigibilidad. El saldo puede llevarse al nuevo período de la
cuenta, como primera partida del mismo, y causará intereses al tipo convenido, y
a falta de convenio, al tipo legal (art. 308).

La terminación de la cuenta se produce por expiración del plazo convenido


(310), y si el contrato carece de plazo, por denuncia. "Cualquiera de los
cuentacorrentistas podrá (a falta de convenio) en cada época de clausura de la
cuenta, denunciar el contrato, dando aviso al otro cuentacorrentista por lo menos
diez días antes de la fecha de la clausura" (a310).

La muerte o incapacidad superveniente de un cuentacorrentista no implica la


terminación forzosa de la cuenta corriente; pero los herederos o representantes
legales del otro cuentacorrentista pueden exigir la terminación (310).

Prescripción

Como los créditos incluidos en la cuenta corriente pierden su exigibilidad, es claro


que deja de correr para ellos la prescripción. Como el saldo de cada clausura

408
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

es disponible (302) si no se pacta otra forma de exigibilidad, tampoco será


afectado por la prescripción, la que no comenzará a correr hasta que el
cuentacorrentista acreedor reclame el indicado saldo.

Prescribirán en seis meses, a partir de la correspondiente clausura, "las acciones


para la rectificación de los errores de cálculo, de las omisiones o duplicaciones"
que hayan afectado la liquidación respectiva (309). Pero los saldos, en cuanto
disponibles, no son prescriptibles.

409
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

9. Cartas-órdenes de crédito

Antecedentes

La Cuestión Del Nombre.-En las Ordenanzas de Bilbao se reglamentaron las


cartas-órdenes de crédito, que eran llamadas indistintamente "cartas de crédito".
Nuestro Código de Comercio de 1854 reglamentó también las cartas-órdenes de
crédito; el Código de Comercio de 1889 las reglamentó bajo la denominación de
"cartas de crédito", y con este nombre pasaron a nuestra Ley General de Títulos y
Operaciones de Crédito.

La carta-orden de crédito "es un documento que da un comerciante a favor


de otra persona y contra otro comerciante, para que le entregue el dinero
que le pida, hasta cierta cantidad determinada, y dentro de un plazo
señalado expresamente" (art. 564 del Código de Comercio, derogado en esta
materia por la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, que no incluye
definición de la carta). En la Ley no se exige, como se hacía tradicionalmente en
los ordenamientos anteriores, que la carta de crédito sea un negocio entre
comerciantes.

La carta-orden de crédito es un negocio que había caído en desuso, pero que


ahora está utilizando la práctica bancaria.

En la Ley debería de volverse el tecnicismo primitivo: "carta-orden de crédito",


porque el nombre actual se presta a confusión, ya que en la práctica bancaria
existe otro documento, de uso diario e intenso, que recibe la misma designación:
la carta de crédito que expiden los bancos en ocasión de los créditos
documentarios.

Concepto

RODRÍGUEZ Y RODRÍGUEZ lo define como una operación de crédito que


consiste en la orden de pago expresa en n documento girado por una
persona, llamada dador, al destinatario, para que éste ponga a disposición
de una persona determinada, el beneficiario, una cantidad fija o varias
cantidades indeterminadas, pero comprendidas en un máximo cuyo límite
se señala en el mismo documento (311).

La carta de crédito evita el inconveniente del transporte del dinero durante los
viajes y supone un pago inmediato en efectivo, que tampoco podría conseguirse
con los cheques ordinarios, que generalmente no serán admitidos en aquellas
plazas donde no sea conocido el girador.

410
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Elementos

Podemos clasificarlos en personales, reales y concernientes al documento.

• Como elementos personales figuran el dador de la carta, el destinatario y


el beneficiarlo.
• El dador es el suscriptor del documento en virtud de las relaciones que
establece con el destinatario y el beneficiario, a las que después haremos
referencia.
• El beneficiario tiene que ser siempre persona determinada, lo que elimina la
posibilidad de las cartas de crédito al portador (311) ; esto se subraya al
tener en cuenta que esos documentos nunca son negociables.
• La Ley habla de un destinatario art. 315) ; pero ni la práctica ni la doctrina
son incompatibles con la existencia de varios destinatarios, lo que ocurre
especialmente en las llamadas cartas de crédito circulares.
• Entre los elementos reales citaremos la cuantía del crédito y la forma de
indemnización. El crédito puede fijarse en moneda nacional o extranjera,
por una cantidad fija o por una cantidad indeterminada, pero hasta por el
límite máximo que se menciona en el documento (311).

La forma de utilización es variada ya que puede consistir en la entrega de dinero


en efectivo contra recibos, o en el pago de documentos cambiarios (pagarés,
letras).

Del documento, debe constar la fecha y el lugar de expedición.

Naturaleza jurídica

Es una operación de crédito, aunque ello sea dudoso en caso de que el beneficiario
haya dejado su importe en poder del dador, o sea acreedor por ese mismo
importe, en cuyo caso se esfuma en gran parte el carácter de operación de
crédito, para convertirse en una simple mediación en los pagos (servicio bancario).

El dador de la carta es el acreditante, puesto que el destinatario obra por orden y


cuenta del mismo para hacer efectivo el crédito que el dador concede al
beneficiario o tomador de la carta.

El documento no puede considerarse como un título valor, pues su falta absoluta


de negociabilidad, (311) su libre revocabilidad (314) y su falta de literalidad
suponen la negación de tres características propias de aquella categoría de títulos.
Además el 312 establece que no son protestables, ni confieren a sus tenedores
derecho alguno contra las personas a quienes van dirigidas.
CERVANTES AHUMADA - dice que contiene una invitación que hace el dador
de la carta al destinatario, para que entregue una cantidad de dinero al

411
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

beneficiario, dentro de los límites de la misma carta. Por ello, tiene su


fundamento en la figura denominada "asignación", o sea, el acto por el cual el
asignante da orden al asignado de hacer un pago al asignatario.

Clases

Teniendo en cuenta la designación del destinatario, puede haber cartas con un


solo destinatario o con varios expresamente especificados en el documento. Son
muy frecuentes en la práctica comercial mexicana las cartas de crédito circulares,
que van dirigidas a los corresponsales del dador, un banco ("a nuestros
corresponsales [to our correspondents]"), los cuales no van nominalmente
indicados en la carta sino en una relación adjunta (lista de corresponsales).

Desde el punto de vista de la provisión al dador de la carta, ésta puede ser con
provisión o sin ella, lo que influye decisivamente en las relaciones jurídicas entre el
dador y el beneficiario, como vamos a ver a continuación.

Derechos y obligaciones derivadas del documento

El dador de la carta tiene el derecho fundamental de que el beneficiario le


restituya el importe del crédito que por la carta le concede.

A veces el beneficiario no restituye propiamente el crédito puesto que el importe


del mismo lo pone en poder del dador mediante una entrega en efectivo o por ser
su acreedor por el valor de la parta de crédito o por cualquier otro concepto . En
otro caso, la restitución se efectuará en la forma y condiciones previstas para la
entrega de la carta.

El dador puede revocar la carta libremente, salvo en el caso en que el tomador


haya dejado su importe en su poder o lo haya afianzado o asegurado o sea su
acreedor por la cuantía del mismo. Para revocar la carta de crédito basta con que
el dador lo ponga en conocimiento del tomador y de aquél a quien fuera dirigida
(314). CERVANTES AHUMADA - señala que el destinatario, siempre debe
atenerse a la orden de revocacióm, por lo tanto siempre es revocable.

A su vez, el dador tendrá la obligación de pagar al destinatario de la carta o a los


destinatarios de la misma el importe de las cantidades que aquellos hubiesen
abonado al beneficiario por cuenta de aquél. Este reembolso puede efectuarse de
mil maneras, aunque en la práctica la forma más común consiste en que el
beneficiario gire letras a favor del destinatario y a cargo del deudor, en el
momento de recibir el pago y por el importe de éste, letras de cuyo giro se toma
nota en la propia carta de crédito.

412
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

El tomador de la carta carece del derecho de exigir la aceptación de la misma y


en defecto de pago no puede protestarla ni tiene derecho alguno contra la persona
a quien van dirigidas (312).

Podrá reclamar por la falta de pago contra el dador de la carta en los casos
siguientes:
1. Si habiendo éste revocado la carta no lo notificó oportunamente al
beneficiario;
2. Si revocó la carta, a pesar de haber recibido provisión en los términos
de los artículos 313 y 314.

De todas maneras, la acción no cambiaría del beneficiario en contra del girador


porque tiene un contenido legalmente determinado pues sólo abarca la restitución
del importe de la carta, si el dador hubiere recibido su importe o fuere deudor del
beneficiario por valor del mismo, y el pago de los daños y perjuicios que el
tomador hubiese experimentado.

Los daños y perjuicios también son tasados en el caso de que el tomador


hubiere dado fianza o asegurado el importe de la carta (313) y aunque la ley no lo
diga en el caso de revocación sin notificación oportuna. La ley tasa el importe de
los daños y perjuicios al prescribir que no excederán del importe de la décima
parte de la suma que no hubiere sido pagada, además de los gastos ocasionados
por el aseguramiento o la fianza (313, párrafo segundo).

La relación que liga al acreditante con el destinatario es la de comisión o mandato,


aunque en cierta forma la carta de crédito pudiera ser la forma de utilización de un
crédito concedido por el destinatario al acreditante.

Conclusión

La carta de crédito se extingue por su utilización, por la revocación y por su


caducidad. Sobre este último punto el 316 de la LGTyOC dispone que: "Salvo
convenio en contrario, el término de las cartas de crédito será de seis meses
contados desde la fecha de su expedición. Pasado el término que señale la carta o
trasncurrido, en caso contrario, el que indica éste artículo, la carta quedará
cancelada”.

Este contrato es diferente a las "Cartas de Crédito" reguladas en el 71 de la LIC,


que a continuación se reproduce:

"Las instituciones de crédito, al emitir las cartas de crédito a que se refieren las
fracciones VIII y XIV del artículo 46 de esta Ley, se sujetarán a lo señalado en
este artículo y, de manera supletoria, a los usos y prácticas que expresamente
indiquen las partes en cada una de ellas, sin que resulte aplicable para esta

413
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

operación lo dispuesto en la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito en


materia de cartas de crédito.

Para efectos de esta Ley, se entenderá por carta de crédito al instrumento por
virtud del cual una institución de crédito se obliga a pagar, a la vista o a plazo, a
nombre propio o por cuenta de su cliente, directamente o a través de un banco
corresponsal, una suma de dinero determinada o determinable a favor del
beneficiario, contra la presentación de los documentos respectivos, siempre y
cuando se cumplan los términos y condiciones previstos en la propia carta de
crédito.

Las cartas de crédito podrán ser emitidas por las instituciones de crédito con base
en el otorgamiento de créditos o previa recepción de su importe como prestación
de un servicio. En ambos casos, los documentos con base en los cuales se lleve a
cabo la emisión de la carta de crédito deberán contener, al menos, los términos y
condiciones para el ejercicio del crédito o la prestación del servicio, el pago de
principal, accesorios, gastos y comisiones, así como la devolución de las
cantidades no utilizadas.

Una vez emitidas las cartas de crédito, la obligación de pago de la institución de


crédito emisora será independiente de los derechos y obligaciones que ésta tenga
frente a su cliente. Las cartas de crédito deberán establecer un plazo de vigencia
determinado o determinable.

Las cartas de crédito irrevocables solo podrán ser modificadas o canceladas con la
aceptación expresa de la institución emisora, del beneficiario y, en su caso, de la
institución confirmadora.

Para efectos del presente artículo, se entenderá por confirmación el compromiso


expreso de pago que asume una institución de crédito respecto de una carta de
crédito emitida por otra, a petición de esta última. La confirmación de la carta de
crédito que realice una institución de crédito implicará para ella una obligación
directa de pago frente al beneficiario, sujeta a que éste cumpla con los términos y
condiciones previstos en la propia carta de crédito. Dicha obligación de pago es
independiente de los derechos y obligaciones que existan entre la institución de
crédito que realiza la confirmación y la institución emisora.

Las instituciones de crédito no serán responsables por:

I. El cumplimiento o incumplimiento del hecho o acto que motive la emisión de la


carta de crédito;

II. La exactitud, autenticidad o valor legal de cualquier documento presentado al


amparo de la carta de crédito;

414
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

III. Los actos u omisiones de terceros, aun si esos terceros son designados por la
institución de crédito emisora, incluyendo a bancos que actúen como
corresponsales;

IV. La calidad, cantidad, peso, valor o cualquier otra característica de las


mercancías o servicios descritos en los documentos;

V. El retraso o extravío en los medios de envío o de comunicación, y

VI. El incumplimiento por caso fortuito o fuerza mayor.

Las cartas de crédito a que se refiere este artículo podrán ser comerciales, así
como de garantía o contingentes.

Las cartas de crédito comerciales permiten al beneficiario hacer exigible el pago de


una obligación derivada de una operación de comercio, contra la presentación de
los documentos en ellas previstos y de conformidad con sus términos y
condiciones. Cuando se utilicen las expresiones "crédito documentario", "crédito
comercial documentario" y "crédito comercial", se entenderá que se refieren a las
cartas de crédito comerciales previstas en este párrafo.

Como excepción a lo dispuesto en la fracción XV del artículo 106 de esta Ley, las
instituciones emisoras o confirmadoras podrán pagar anticipadamente obligaciones
a su cargo provenientes de cartas de crédito comerciales a plazo y, en su caso, de
las aceptaciones a plazo giradas en relación con tales cartas de crédito, cuando los
documentos presentados por el beneficiario cumplan con los términos y
condiciones previstos en dichas cartas de crédito. Lo anterior no modifica las
obligaciones del cliente con la institución emisora.

Las cartas de crédito de garantía o contingentes garantizan el pago de una suma


determinada o determinable de dinero, a la presentación del requerimiento de
pago y demás documentos previstos en ellas, siempre y cuando se cumplan los
requisitos estipulados.

Salvo pacto en contrario, la resolución de controversias relacionadas con las cartas


de crédito se sujetará a la jurisdicción de los tribunales competentes del lugar
donde se emitan. No obstante lo anterior, la obligación de pago derivada de la
confirmación de cartas de crédito, salvo pacto en contrario, será exigible ante los
tribunales competentes del lugar donde se efectúe la confirmación."

415
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

10. Crédito documentario

Antecedentes

En las costumbres marítimas surgen, en el último siglo, las ventas especializadas,


que tienden a llenar una necesidad de los comerciantes. Antes, las ventas
marítimas se hacían bajo la condición del feliz arribo al puerto de destino, lo que
ocasionaba grandes dificultades entre vendedores y compradores, porque a veces
a estos últimos no les convenía ya recibir mercancía después del arribo.

A partir de 1870, se ha desarrollado, entre otros tipos de ventas, la venta llamada


CIF (por las iniciales inglesas de cost, insurance, freight), en la cual la obligación
del vendedor no se agota en la entrega de la mercancía, sino que tiene que
contratar el flete al lugar de destino y el seguro, cuyos costos se agregan al precio
de la mercancía vendida.

Esta venta se documentó con los títulos que amparaban la mercancía


(conocimiento de embarque, facturas, pólizas de seguro) y dio origen a la venta
sobre documentos a la intervención de los bancos en este tipo de ventas, por
medio del crédito documentario. Los vendedores giraban una letra documentada
(según ya estudiamos) que se acompañaba con los documentos relativos a la
mercancía, y esta letra la tomaban en descuento los bancos.

Nace así el crédito documentario, que se desarrolla en Inglaterra, principalmente


por la preeminencia de los bancos ingleses en el mercado mundial, y por la
importancia que tuvo la libra esterlinas. Entre las dos guerras mundiales, los
bancos norteamericanos fueran alcanzando el predominio en el mundo, que han
afianzado después de la guerra última. Con ello, y el predominio del dólar en el
mercado mundial, el centro de operaciones de crédito documentario se coloca
ahora en los Estados Unidos.

La aplicación de la venta CIF se generaliza al comercio terrestre, y la aplicación del


crédito documentario a la mayoría de las operaciones de venta, convierte a dicha
institución en un pilar central del comercio moderno.

Ante la ausencia de normas sobre tan importante institución, la Cámara


Internacional de Comercio compiló los "Usos y Prácticas Uniformes para los
Créditos Documentarios de Comercio". Esta compilación se conoce universalmente
con el nombre de "Reglas de Viena" (por el Congreso de Viena, de 1933, que la
aprobó), y fue modificada en el Congreso de Lisboa en 1951 (su texto, conforme a
la última revisión, de 1962) .

Inadecuada Reglamentación en la Ley Vigente

416
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Por ser una institución nueva, desarrollada en la práctica comercial y en la


jurisprudencia anglosajona, el crédito documentario aparece reglamentado entre
nosotros hasta la LGTyOC. Pero el legislador mexicano fue víctima de la confusión
de la jurisprudencia inglesa y de la doctrina italiana, y reglamentó a la institución
bajo el nombre de "crédito confirmado". El proyecto para el Código de Comercio lo
denomina ya, correctamente, "crédito documentario".

Significación económica

Esta forma de apertura de crédito representa la forma habitual para atender


los pagos del comercio exterior y aun del interior entre comarcas lejanas.

Responde a la necesidad de que el comprador importador disponga de dinero para


pagar las mercancías antes de su recepción y de que el vendedor exportador cobre
las mismas al entregarlas, sin tener que esperar al momento de su recepción
material por su contraparte.

Clases.

Se llama revocable al crédito comercial concedido sin pactos especiales, de modo


que corresponda al acreditante el derecho de revocar el crédito a su arbitrio. El
crédito es irrevocable cuando el acreditante se obliga a mantenerlo durante un
cierto plazo.

Simple solo interviene un banco. El crédito es confirmado cuando el beneficiario


queda notificado de la concesión del crédito hecha por el banco acreditante, por
conducto de otro banco que confirma la concesión del crédito, de manera que el
banco confirmante responde subsidiariamente del cumplimiento del contrato de
crédito. Se deben reunir los requisitos del 71 LIC.

Para ser confirmado un crédito, debe ser irrevocable. Esta terminología


tiende a ser general, aunque actualmente no lo sea. La LGTyOC habla de crédito
confirmado. Los antecedentes de los preceptos mexicanos revelan
inequívocamente que se trata de créditos documentarios.

Concepto y Características

Los créditos documentarios son contratos de apertura de crédito en los


cuales el acreditante se obliga a pagar o a aceptar letras a favor de un
tercero, por cuenta del acreditado, contra presentación de ciertos
documentos, anexos generalmente a letras documentadas.

417
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

RODRÍGUEZ Y RODRÍGUEZ - Es un contrato de apertura de crédito en el


que, por definición, el acreditado no recibe su importe, sino que el mismo
se entrega a un tercero beneficiario contra entrega a un tercero
beneficiario contra entrega de ciertos documentos representativos.

Puede ser crédito de prestación, llamado también crédito de reembolso, (pago o


caja) o de obligación, ya que unas veces el acreditante concede crédito pagando
su importe al beneficiario; otras aceptándole letras de cambio, que serán
satisfechas en momento posterior.

Es crédito documentario porque en todo caso es esencial que el


acreditante no pague o no acepte si no recibe a cambio los documentos
convenidos que son representativos de las mercancías en viaje. La lista de
estos documentos es variable, pero fundamentalmente comprende el certificado
de depósito, las facturas y la póliza de seguro.

El banco acreditante retiene los títulos representativos de las mercancías, mientras


que el acreditado no satisfaga el crédito y los gastos accesorios.

La ley señala que debe constar por escrito.

Crédito Documentario Simple. Descripción de la Operación

El Crédito documentario se da, generalmente, bajo la forma de una apertura de


crédito, y se aplica normalmente como una operación adicional en las
compraventas de plaza a plaza.

La forma de operación sería la siguiente: un comerciante de México desea comprar


mercancía a un comerciante de Guadalajara, y pagarla a un plazo de 30 días
después de recibida la mercancía. Se ajusta la operación, y el comprador pide a su
banco, que abra una carta comercial de crédito a favor del vendedor. El banco
enviará a éste una comunicación, en que le participe haber abierto a su favor un
comercial, generalmente irrevocable, y en ejecución del cual el banco obligado a
aceptar, a un plazo de treinta días, una letra por el valor de las mercancías que el
vendedor enviará acompañadas con los documentos que se hayan indicado
(generalmente facturas, conocimiento de embarque y póliza de seguro).

En esta forma, la operación se habrá facilitado mediación del banco, y el vendedor


tendrá seguridad de que el precio de las mercancías le será cubierto en el plazo
convenido. La letra documentada, que ésta puede tener dos formas: documento
contra aceptación o documentos contra pago. En este último supuesto, el
documentaría será de pago inmediato contra entrega de los respectivos
documentos.

418
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Estos tres haces de relaciones jurídicas son independientes entre sí. La obligación
del banco acreditante hacia el beneficiario vendedor es una obligación directa
(317) sobre la cual no influye la relación entre el banco acreditante y el acreditado
comprador. Es decir, cuando el vendedor cumpla y embarque, cobrará al banco, y
éste no podrá oponerle excepciones que nazcan de su relación con el acreditado.
En cambio, si podrá el banco oponer al vendedor beneficiario las
excepciones que nazcan entre éste y el comprador.

Crédito Confirmado. Descripción

La ley llama a la institución en general, impropiamente, crédito confirmado. Se


confunde el término "confirmado" con "irrevocable". La confusión arranca
de la práctica y la jurisprudencia inglesas; pero la doctrina y la práctica
norteamericanas han aclarado los términos.

Habrá un crédito irrevocable "si un banco extranjero pide a su corresponsal


bancario en Nueva York avisar a un exportador americano que el banco extranjero
ha abierto a favor del exportador una carta de crédito irrevocable, que será
efectiva en relación con ciertos documentos. El banco de Nueva York avisará al
beneficiario que se ha abierto la carta de crédito irrevocable en su favor por el
banco extranjero, y que si los documentos son presentados de acuerdo con los
términos del crédito, y éste no es cancelado antes por el banco de Nueva York, el
crédito será pagado por dicho banco. La carta de crédito no podrá ser revocada
por el banco extranjero durante el plazo del crédito, sin el consentimiento del
beneficiario. Pero el crédito será revocable en lo que concierne al banco de Nueva
York".

Habrá un crédito confirmado "cuando un banco extranjero pida a su corresponsal


bancario en Nueva York comunicar a un exportador americano que se ha abierto
en su favor una carta de crédito irrevocable, y pida también al banco de Nueva
York prestar su garantía (comúnmente llamada confirmación) al crédito. El banco
de Nueva York garantizará el pago... Esta carta de crédito no podrá ser revocada
ni por el banco extranjero ni por el banco de Nueva York, sin el consentimiento del
beneficiario".

Hemos querido transcribir íntegros tan claros ejemplos, para ver cómo en el
aspecto internacional, que es donde más opera el crédito documentario, se ha
establecido ya el valor de los términos "irrevocable" y "confirmado".

El crédito será irrevocable, cuando el banco acreditante no pueda


revocarlo sin consentimiento del beneficiario; y será confirmado, cuando
además del acreditante, intervenga un banco confirmante, generalmente
de la plaza del vendedor beneficiario.

419
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

El crédito revocable tiene en general poca aplicación, y tiende a desaparecer de la


práctica comercial.

Esta significación del crédito confirmado está de acuerdo con la etimología de la


palabra "confirmar", que viene del latín confirrnare, que significa asegurar,
autorizar, apoyar, y es la adoptada por las Reglas de Viena.

Nuestra LGTyOC ha reglamentado sólo el crédito irrevocable bajo la


denominación de confirmado; pero ya el artículo 113 de la Ley General de
Instituciones de Crédito y Organizaciones Auxiliares hace claramente la distinción
entre crédito confirmado y no confirmado, y declara aplicables los usos
internacionales para determinar las obligaciones de los bancos. Por tanto, y en
virtud del reenvío establecido en la ley, entre nosotros debemos considerar como
ley aplicable las Reglas de Viena, a que antes referimos.

Obligaciones de las partes

Del acreditado. El acreditado comprador tendrá la obligación de hacer al


acreditante la oportuna provisión de fondos (113 LGICOA). Esto naturalmente, si
no se ha pactado lo contrario en el contrato. La falta de provisión no influirá en las
relaciones entre acreditante y beneficiario, si se trata de crédito irrevocable.

Del acreditante. "El acreditante debe ejecutar estrictamente las


instrucciones" del acreditado. Antes de cubrir el crédito al beneficiario, "su
obligación esencial será la de verificar la conformidad de los documentos con
las instrucciones" que haya dado el acreditado al solicitar la carta de crédito.

"Los bancos (dice el artículo 7 de las Reglas de Viena) deberán examinar los
documentos con cuidado razonable, para asegurarse de que los textos estén de
acuerdo con las condiciones del crédito; pero no será responsable el acreditante de
la validez de los documentos o la calidad de la mercancía, porque su obligación se
agota en la comprobación de la regularidad externa de los documentos"' (113
LGICOA).

Los documentos que se exigirán, si el acreditado no dio instrucciones en contrario,


serán la factura comercial, la factura consular, los conocimientos de embarque y
las pólizas de seguros.

El acreditante responde sólo de su propia falta; pero no de la del confirmante aun


en el caso de que el acreditante lo haya designado (12 Reglas de Viena).

La relación entre acreditante y beneficiario es abstracta respecto a la relación


entre acreditado y beneficiario. Por ello, el acreditante no tendrá obligación de
oponer al beneficiario las excepciones derivadas del haz de relaciones existente

420
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

entre acreditado y beneficiario; pero a solicitud del acreditado podrá oponer tales
excepciones, ya que se entiende siempre que el acreditante paga por cuenta del
acreditado. Esta obligado a oponer aquellas que provengan del escrito mismo de
confirmación.

Del beneficiario. Las obligaciones del beneficiario vendedor son frente al


acreditado comprador. Ante él responderá de la calidad de las mercancías
vendidas y de la regularidad de la venta; pero ante el acreditante no tendrá
obligación directa; ya que la obligación de presentar los documentos formalmente
regulares de acuerdo con las instrucciones del acreditado (que a su vez deberán
estar de acuerdo con el contrato de compraventa), es más bien una condición para
el ejercicio del crédito establecido a su favor.

El 318 en oposición con el principio de las Reglas de Viena, señala que el


beneficiario podrá ceder el crédito; pero deberá, cumplir todas las obligaciones
que resulten a su cargo, según la carta de crédito. En las Reglas de Viena el
crédito será transferible sólo por una vez, si el acreditante autoriza la
transferencia.

Término

En la carta de crédito deberá indicarse el término por cual el crédito estará


vigente. Si no se indica, se entenderá que expirará seis meses después de que el
beneficiario reciba la carta de crédito (38 Reglas de Viena).

421
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

11. Crédito de habilitación o avío y refaccionario

Créditos a la producción

Conceptos generales. Llamamos créditos a la producción a un grupo de


aperturas de crédito que se caracterizan por su destino y por su garantía.
A diferencia de otras aperturas de crédito, en las que el acreditado dispone a su
arbitrio del importe del crédito concedido, en los créditos a la producción, el
acreditado tiene la obligación de invertir el crédito precisamente en la adquisición
de las materias o en la atención de los gastos previstos en el contrato, y aquellos y
éstos siempre tienen relación con procesos productivos.

Por su garantía, se caracterizan estos créditos, en cuanto que además de


cualquiera otra garantía real o personal que se proporcione, la garantía básica y
típica la constituyen las mercancías, productos o frutos conseguidos mediante el
crédito y las maquinarias, instrumentos, plantas industriales o empresas en las
que se haya invertido el crédito.

Clases. En la actual legislación mexicana hallamos dos aperturas de créditos, que


pueden comprenderse en el anterior concepto general.

Se trata de los créditos refaccionarios y de los créditos de habilitación o avío.

Ambos tienen una larga historia, la del crédito refaccionario arranca del derecho
romano y responde a la idea de conceder ventajas especiales sobre ciertas cosas,
frente a otros acreedores, en favor de la persona cuyo dinero fue necesario para
producirlas, rehacerlas o reelaborarlas o con el que se han adquirido los medios o
instrumentos para su producción.

El segundo, variante en definitiva del anterior, nace en el México Colonial; no


puede escribirse la historia económica mexicana, en particular, en lo que atañe a
la minería, sin tener en cuenta estos créditos de avío, que tuvieron una perfecta
regulación en las viejas ordenanzas de minería, que fueron desvirtuados en las
leyes de minería de 1889 y en la legislación posterior.

Definición y principios generales

Los créditos de habilitación o avío, y de refacción o refaccionario, son sistemas


ideados específicamente como medios de apoyo y soporte a la producción, en los
sectores industriales, comerciales y agropecuarios. Al igual que todos los contratos
de crédito otorgados por los bancos, los de habilitación y refacción están
comprendidos entre los clasificados en apertura de crédito.

422
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

SALDAÑA ÁLVAREZ señala que los créditos de avío y refaccionario son el caso
más ilustrativo de que el crédito bancario debe estar básicamente dirigido a la
promoción y fomento de las actividades productivas y no para la simple
sustitución de acreedor. Se diferencian en que:
•el importe del crédito de habilitación se aplica preferentemente a la materia
prima y al pago de la mano de obra directa, así como a todos los elementos
que se relacionen de forma inmediata con el proceso productivo, y estén
destinados a transformarse en manufactura;
•el importe del crédito refaccionario se otorga específicamente a la adquisición
de maquinaria, equipo adicional para renovar o reponer y, en algunos casos,
para ampliar o mejorar las instalaciones de la empresa; es decir, este
crédito está destinado a adquirir bienes que no van a transformarse, sino a
transformar las materias primas en productos terminados;
•En conclusión la diferencia de calificar a un crédito como de habilitación
o refaccionario, radica en el destino que se le dé, con el crédito de avío
se adquieren las materias primas con que trabajará la industria, y con el
crédito refaccionario se adquieren el equipo y la maquinaria que son los
medios de transformación; con el de avío se adquieren bienes de consumo
inmediato, y con el refaccionario se adquieren bienes de capital (bienes para
producir bienes).

I.- CRÉDITO DE AVÍO

La definición legal de crédito de avío es (321) el contrato en virtud del cual


el acreditado queda obligado a invertir el importe del crédito
precisamente en la adquisición de las materias primas y materiales, y en
el pago de los jornales, salarios y gastos directos de explotación
indispensables para los fines de la empresa.

RODRÍGUEZ Y RODRÍGUEZ añade a la definición anterior "quedando


garantizado con las materis primas y materiales adquiridos y con los
frutos, productos o artefactos que se obtengan con el crédito, aunque
sean futuros o pendientes.

Se le llama aviar porque tiende a dotarla de los elementos indispensables para la


producción. El diccionario Real de la Lengua Española define aviar como
"proporcionar a alguien lo que hace falta para algún fin, y especialmente dinero".
Supone que con él se van a adquirir las materias indispensables para la producción
o atender las materias indispensables para la producción.

Por lo que se refiere a las partes contratantes se le conoce con el nombre de


aviador al que concede el crédito y con el de aviado al que lo recibe.

423
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Es un contrato de apertura de crédito con destino especial, con garantía


prendaria (porque recae sobre bienes muebles) legalmente establecida (329 y
331).

II.- CRÉDITO REFACCIONARIO

El crédito refaccionario (323) es el contrato en virtud del cual el acreditado


queda obligado a invertir el importe del crédito precisamente en la
adquisición de apeos, instrumentos, útiles de labranza, abonos, ganados o
animales de cría; en la realización de plantaciones o cultivos cíclicos o
permanentes; en la apertura de tierras para el cultivo; en la compra o
instalación de maquinaria, y en la construcción o realización de obras
materiales necesarias para el fomento de la empresa del acreditado.

RODRÍGUEZ Y RODRÍGUEZ lo define como una apertura de crédito con


destino a la adquisición de maquinaria, a la realización de obras
necesarias para la producción de la empresa, con garantía, sobre los
inmuebles adquiridos y los bienes que forman parte de ésta.

Como ya se señaló, la diferencia entre ambos consiste en que los créditos de avío
en la mayor permanencia de los bienes que deben adquirirse con su importe.

Si bien la Ley (323 2o. párrafo) prevé la posibilidad de que el crédito


refaccionario pueda cubrir responsabilidades fiscales.

Existe un criterio objetivo señalado en la LIC F.V del 66 acerca del tope del
destino del crédito a que se refiere el párrafo anterior. Dicha fracción es del tenor
literal siguiente: "V. Podrá exceder del cincuenta por ciento la parte de los créditos
refaccionarios que se destine a cubrir los pasivos a que se refiere el párrafo
segundo el artículo 323 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, sólo
en los casos que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores autorice a la
institución de crédito para ello, siempre que se acredite el cumplimiento de los
requisitos señalados en el artículo 65 de esta Ley".

III.- REGLAS COMUNES

Destino

RODRÍGUEZ Y RODRÍGUEZ señala que la inversión tenga ese destino


constituye un DERECHO y una OBLIGACIÓN. Es un derecho porque solo en la
media en que el crédito se invierte en materias primas y materiales, o en salarios
y gastos similares, la desaparición del dinero va acompañado de la aparición de
valores económicos, que representan la garantía objetiva del acreditante, la que

424
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

descansa en la suposición de que con el crédito se han comprado o producido las


cosas que sirven de garantía. Para hacer efectivo este derecho y obligación el
acreditante tiene derecho a designar un interventor. Dicho interventor es
obligatorio en caso de que se suscriban pagarés. El sueldo y los gastos del
interventor serán a cargo del acreedor, salvo pacto en contrario. El acreditado
estará obligado a dar al interventor las facilidades necesarias para que éste
cumpla su función. Si el acreditado emplea los fondos que se le suministren en
fines distintos de los pactados, o no atiende su negociación con la diligencia
debida, el acreedor podrá rescindir el contrato, dar por vencida
anticipadamente la obligación, y exigir el reembolso de las sumas que haya
proporcionado, con sus intereses.

Para DMC hay una transformación de las garantías.

En caso de que

Utilización del crédito

Pueden ser otorgados mediante la cuantía total es puesta a disposición del


acreditado que la recibe en un solo acto o que el acreditado puede hacer abonos y
cargos en la forma en que se haya convenido (325).

Reglas generales de otorgamiento

Los contratos de crédito refaccionario y de habilitación (326):


1. Expresará el objeto de la operación, la duración y la forma en que
el beneficiario podrá disponer del crédito materia del mismo.
2. Fijará, con precisión, los bienes que se afecten en garantía y
señalará los demás términos y condiciones.
3. Respecto a si deben o no constar en instrumento público hay que
distinguir, la LGTyOC señala que se consignará en contrato privado,
que se firmará por triplicado ante dos testigos y se ratificará ante el
encargado del registro público que corresponda. La LIC señala en el 66
F. II. que se consignarán, según convenga a las partes y cualquiera
que sea su monto, en póliza ante corredor público titulado, en
escritura pública o en contrato privado, que en este último caso se
firmará por triplicado ante dos testigos y se ratificará ante notario
público, corredor público titulado, juez de primera instancia en
funciones de notario o ante el encargado del Registro Público
correspondiente;
4. Serán inscritos en el registro de gravamen que corresponda: Si
hay bienes inmuebles, en el Registro Público de la Propiedad del lugar

425
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

donde se encuentren. Si hay bienes muebles en el Registro Público de


Comercio. Si se da en garantía algún bien del que exista algún
registro especial, se deberá inscribir en el mismo, tomando al
respecto lo que dice el 22 del CCo. También se deben vigilar las
normas aplicables en caso que provenga un documento del
extranjero, a que refiere el 22 del CCo.
5. Surtirá efectos contra tercero desde la fecha y hora de su
inscripción en el Registro Público de la Propiedad.
6. El deudor podrá usar y disponer de la prenda que quede en su poder,
conforme al propio contrato.

Términos y garantías

Respecto de las garantías, las reglas generales son las siguientes: Los créditos de
habilitación están garantizados con las materias primas y materiales adquiridos,
y con los frutos, productos o artefactos que se obtengan con el crédito, aunque
éstos sean futuros o pendientes (322). Por su parte, los créditos refaccionarios
se garantizan, simultánea o separadamente, con las fincas, construcciones,
edificios, maquinaria, apeos, instrumentos, muebles y útiles, y con los frutos o
productos, pendientes o ya obtenidos, de la empresa (324). Es decir, en estos
créditos las garantías se constituyen con los bienes que se adquirieron con
el dinero concedido en préstamo.

CERVANTES AHUMADA dice que ambos créditos estan garantizados por


garantías naturales porque la misma queda constituida simple, natural y
automáticamente, por efecto del contrato, y porque solo se constituye en este
tipo de créditos.

Cuando se trate de garantía prendaria, podrá quedar en poder del deudor. De


ser así, se considerará responsable civil y penalmente, como depositario
judicial (329). Asimismo, la prenda podrá ser constituida por el que explote
la empresa a cuyo fomento se destine el crédito, aun cuando no sea
propietario de ella, a menos que, tratándose de arrendatarios, colonos o
aparceros, obre inscrito el contrato respectivo en los registros de propiedad, de
crédito agrícola, de minas o de comercio correspondiente, y en el contrato la
empresa se haya reservado el derecho de consentir la constitución de la prenda
(331).

En los créditos refaccionarios, hay reglas particulares en el rubro de la garantía


como son, básicamente, que cuando ésta sean fincas, construcciones, edificios y
muebles inmovilizados, en ella se entenderá comprendido el terreno constitutivo
del predio, los edificios en cualquier estado al tiempo de hacerse el préstamo, o
edificados con posterioridad a él; las accesiones y mejoras permanentes, los
muebles inmovilizados y los animales fijados en el documento en que se consigne

426
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

el préstamo, así como la indemnización que se obtenga por seguro contra


destrucción de los bienes mencionados.

Resumiendo, generalmente el crédito de habilitación tendrá como garantía


precisamente los insumos adquiridos, pero como éstos se adquieren para ser
transformados en artículos terminados, la garantía también esta constituida por
los bienes finalmente elaborados.

Adicionalmente a las garantías señaladas, se pueden suscribir pagarés a la orden


del acreditante a medida que vaya disponiéndose del crédito, en la cuantía
de estas disposiciones siempre que el vencimiento de los pagarés no sean
posteriores a los del crédito, como otro requisito adicional se señala que deben
figurar datos suficientes para indicar el crédito, es decir se vuelven causales.
Quien traspasa el pagaré responde solidariamente de su pago y los tenedores
adquieren en la proporción que corresponda, la posición de acreedores de avío.

Por su parte, en el crédito refaccionario, por su duración y por el destino que se le


da básicamente de adquisición de bienes de capital para la producción, las
garantías pueden ser prenderías, pero generalmente son hipotecarias y por tanto
su obtención es más especializada en términos de tramitación.

Los créditos de habilitación y de refacción son preferenciales de acuerdo con


las siguientes reglas: Los créditos de avío, debidamente registrados, se
pagarán con preferencia a los créditos refaccionarios, y ambos, con preferencia a
los hipotecarios inscritos con posterioridad. Asimismo, cuando el traspaso de la
propiedad o negociación se efectúe sin consentimiento previo del acreedor, dará a
éste el derecho de rescindir el contrato o dar por vencida la obligación, exigiendo
el pago inmediato (328).

El acreedor tiene el derecho de persecución contra el adquirente de mala fe


(que haya conocido o debido conocer la prenda constituida) al que se le hayan
enajenado los frutos (330).

Incumplimiento. Ejecución de las garantías

Tanto en estos dos tipos de crédito, como en cualesquiera otros que tengan
garantía real (prenda o hipoteca), el acreditante podrá ejercitar sus acciones sea,
indistintamente, en juicio mercantil ejecutivo, ordinario o el que en su casó
corresponda, en lo cual se aplicarán las siguientes reglas:

Al establecerse expresamente la opción del ejecutivo mercantil, por una parte se


incurre en una redundancia, en el caso de que la deuda se haya documentado,
además, con pagarés, que es el caso más frecuente; y por otra parte, no hay

427
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

exactitud respecto de si el juicio ordinario al que se refiere la LRSPC es el civil o el


mercantil, por lo cual en la práctica sucede que las acciones se intentan en ambas
vías a la discreción del banco.

Los bancos conservan tanto la garantía real en ella misma (posesión) como su
preferencia en prelación y grado, sin que esto pueda variar por el hecho de que el
acreditado (demandado) haya señalado tales bienes para la práctica del embargo.

No obstante, el contenido proteccionista en favor de las instituciones de crédito, lo


exitoso para ellas no es ejecutar la garantía, sino obtener el pago de sus créditos.
Para esto es necesario realizar un previo análisis, del prospecto de deudor y sólo
concederlo a personas ampliamente solventes en términos comerciales. La
ejecución de las garantías presenta un cierto número de problemas, cuyo costo en
tiempo de oportunidad e interés puede ser más alto que el precio de los bienes de
garantía.

428
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

12. Prenda mercantil

Importancia de este contrato

El desarrollo de nuevas corrientes en el comercio nacional e internacional y la


aparición de nuevos instrumentos, así como las modalidades ofrecidas por los
títulosvalores, han hecho que el contrato de prenda pase a ocupar un lugar
preminente en la práctica jurídica y comercial, perdiendo el carácter de
deshonorabilidad que le caracterizaba en épocas pasadas.

Presenta especiales problemas de carácter social que han merecido la intervención


del legislador en otros países.

Concepto

"La prenda es un derecho real constituido sobre un bien mueble para garantizar el
cumplimiento de una obligación y su preferencia en el pago (2856 CC). Desde dos
puntos de vista diversos puede hacerse el estudio de esta figura: en consideración
a su carácter de contrato o bien en consideración a su carácter de derecho real.
El Código Civil para el Distrito Federal, comprende la prenda entre los contratos y
lo define como derecho real; cosa explicable, ya que en definitiva es un derecho
real que se constituye por vía de convenio.

Los caracteres del contrato de prenda son los siguientes:

1.- Es un contrato real (334 LGTOC, 608 CCo y 2858 CCF"para que se tenga
constituida la prenda, deberá ser entregada al acreedor, real o jurídicamente.
Por eso, si la cosa no se ha entregado, no hay contrato de prenda y sólo podrá
hablarse de un contrato preparatorio o de una promesa de prenda (2871 CCF);

2.- Es un contrato accesorio en cuanto sigue la suerte y el destino de la


obligación que garantiza, de tal modo que extinguida esta obligación principal, sea
por el pago, sea por cualquiera otra causa legal, queda extinguido el derecho de
prenda (2856 y 2891 CCF)

3.- Es un contrato indivisible. (612 CCo y 2890 CCF) que el derecho y la


obligación que resultan de la prenda son indivisibles, significa que el acreedor
prendario conservará íntegramente la prenda, en tanto que no se pague la
totalidad del crédito, intereses y gastos. Ni el Código de Comercio ni la Ley de
Títulos y Operaciones de Crédito prevén excepción alguna, pero en el Código Civil
Federal se admite el pacto en contra, cuando se haya establecido el pago en
abonos y la prenda sea fácilmente divisible (2890 in fine).

429
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

4.- El carácter unilateral se puede afirmar en el contrato de prenda, porque el


acreedor es el único obligado principalmente y las demás obligaciones
nacen con ocasión de hechos no necesarios y posteriores a la perfección
del mismo contrato. Pero la obligación de conservar la cosa, que en el derecho
mercantil adquiere relieves extraordinarios, así como otras consecuencias que se
deducen del estudio de su contenido obligacional, hacen que deba considerarse
como muy discutible la afirmación de la unilateralidad de este contrato.

Calificación Mercantil

El 605 del CCo decía (actualmente esta derogado) que "se reputará mercantil la
prenda constituida para garantizar un acto de comercio. A menos que al
constituirla se haya expresado, o que se pruebe lo contrario, se presumirá
mercantil la prenda constituida por un comerciante".

Si la prenda es mercantil significa que se regirá ante todo por las disposiciones de
la Ley de Títulos y Operaciones de Crédito, en su defecto, por la legislación
mercantil especial y finalmente, por el Código Civil Federal. Siendo mercantil, la
prenda será considerada como acto de comercio y su realización profesional
atribuirá la calidad de comerciante. Por último, tal calificación tiene
trascendencia procesal, desde el punto de vista del procedimiento
aplicable en los litigios a que dé lugar (1050 CCo). DMC señaló que son puntos
distintivos también la forma de constitución de la misma y la aplicación del
producto y posesión del deudor.

RODRÍGUEZ Y RODRÍGUEZ se pregunta ¿hay prendas mercantiles por razón de


su objeto o de su finalidad? La prenda de títulosvalores debe considerarse
siempre como mercantil porque los títulosvalores son cosas mercantiles (1
LGTOC) y todas las operaciones que deban constar en ellos serán actos de
comercio, y aunque la prenda no se consigne en el texto de los títulosvalores
(334), porque el títulovalor siempre es mercantil siendo la prenda mercantil de
títulos también un acto mercantil (19, párrafo dos).

Además de las disposiciones generales sobre prenda, comprendidas en los


artículos 334 y siguientes de la LGTyOC, hallamos disposiciones sobre
prendas especiales en la misma Ley (bono de prenda, obligaciones prendarias,
descuento de créditos) y en la de Instituciones de crédito (bonos comerciales,
por ejemplo).

Naturaleza jurídica

La redacción del 2856, y la referencia legal a la constitución de la misma, sobre


bienes muebles y enajenables, hace posible, la concepción unitaria de la
prenda. La misma conclusión se establece a la vista del 304 de la LGTyOC, que

430
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

declara que pueden servir de prenda comercial todos los bienes muebles, tanto
corpóreos como incorpóreos. De aquí, las tres clases de prenda que podemos
considerar, en razón del objeto: prenda sobre bienes muebles; prenda sobre
créditos y prenda sobre títulosvalores.

En todo caso, los bienes han de ser enajenables.

Elementos del contrato

Elementos personales

En cuanto a capacidad y otras circunstancias personales no hay datos especiales


en relación con los demás contratos. La dedicación habitual a la realización de
operaciones de prenda (casas de empeño) puede llegar a ser un factor esencial en
la calificación del negocio (elemento de la empresa).

La prenda puede constituirse por el propio deudor o por un tercero y en este caso,
se puede constituir la prenda para garantizar una deuda, aun sin el
consentimiento del deudor (2867 CCF).

Elementos reales

Obligaciones que pueden garantizarse. No existe limitación alguna al


respecto. Todas las obligaciones civiles o mercantiles pueden garantizarse
mediante la constitución de una prenda. El artículo 2856 se refiere a
obligaciones en general, lo mismo pueden garantizarse con prenda las
obligaciones puras, que las condicionales y a término, lo mismo las ya existentes,
que las obligaciones futuras. En este caso, no puede venderse ni adjudicarse la
cosa empezada sin que se pruebe que la obligación principal fué legalmente
exigible (2870 CCF).

Cosas que pueden darse en prenda. De la propia ley se deduce que todas las
cosas que sean bienes muebles enajenables, podrán darse en prenda, ya
sean corporales, ya incorporaLes, Deducción ello, de los artículos 2865, 2865,
que hablan de prenda sobre créditos o acciones, y del 334 de la LGTyOC (F. III y
IV), que hablan de prenda de créditos, es decir, de derechos.

Los bienes dados en prenda pueden ser frutos pendientes de bienes raíces (2857 y
también 3002 F. V, del CCF y 334 de la LGTyOC).

No puede darse en prenda la cosa ajena si no hay autorización de su


dueño, aunque la ley establece una presunción de autorización cuando se pruebe
debidamente que el dueño prestó su cosa a otro con el objeto de que la empeñara
(2868 y 2869).

431
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Pueden darse en prenda bienes fungibles o infungibles; en el primer caso, la


prenda subsiste a pesar de la sustitución de las cosas o títulos fungibles por otros
de la misma especie (335 LGTOC). El supuesto tiene especialmente aplicación en
el caso de los bonos generales y comerciales.

Elementos formales

El contrato de prenda debe constar por escrito. Si se otorgan documentos


privados, se firmarán dos ejemplares, uno para cada contratante. No surtirá
efecto la prenda contra tercero si no consta la certeza de la fecha por el
registro, escritura pública o de alguna otra manera fehaciente (2860 CC).

La LGTyOC establece las formas de constitución de la prenda que son las


siguientes:

“I.- Por la entrega al acreedor, de los bienes o títulos de crédito, si éstos son al
portador;

II.- Por el endoso de los títulos de crédito en favor del acreedor, si se trata de
títulos nominativos, y por este mismo endoso y la correspondiente anotación en el
registro, si los títulos son de los mencionados en el artículo 24 (CERVANTES
AHUMADA critica esta fracción diciendo que además se necesita la entrega);

III.- Por la entrega, al acreedor, del título o del documento en que el crédito
conste, cuando el título o crédito materia de la prenda no sean negociables, con
inscripción del gravamen en el registro de emisión del título o con notificación
hecha al deudor, según que se trate de títulos o créditos respecto de los cuales se
exija o no tal registro (CERVANTES AHUMADA señala que se trata del problema
de constituir prenda sobre derechos de crédito ya que, para algunos, no puede
haber derechos de reales sobre derechos de crédito, para él, esta discusión carece
de interés porque en forma clara la Ley establece la posibilidad de constituir
un derecho sobre un derecho, con fines de garantía, por este derecho el
acreedor prendario podrá administrar el crédito y exigir el pago, como si fuese el
acreedor; pero siempre dentro de los límites de los fines de la garantía);

IV.- Por el depósito de los bienes o títulos, si éstos son al portador, en poder de
un tercero que las partes hayan designado y a disposición del acreedor;

V.- Por el depósito de los bienes, a disposición del acreedor, en locales cuyas
llaves queden en poder de éste, aun cuando tales locales sean de la propiedad o
se encuentren dentro del establecimiento del deudor (CERVANTES AHUMADA
señala que en realidad esta en posesión del acreedor ya que el tiene la entrada de
los locales donde los bienes objeto de la prenda están depositados);

432
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

VI.- Por la entrega o endoso del título representativo de los bienes objeto del
contrato, o por la emisión o el endoso del bono de prenda relativo;

VII.- Por la inscripción del contrato de crédito refaccionario o de habilitación o


avío, en los términos del artículo 326;

VIII.- Por el cumplimiento de los requisitos que señala la Ley General de


Instituciones de Crédito, si se trata de créditos en libros.”

El 337 exige una constancia por escrito, si se otorga la prenda a que se refieren
las fracciones I, II, III, V y VI donde conste la entrega de un resguardo que
exprese el recibo de los bienes o títulos dados en prenda y los datos
necesarios para su identificación.

El único caso no citado expresamente es el de la fracción IV del artículo, 334 que


se refiere a la constitución de prenda mediante entrega a un tercero de títulos al
portador o de bienes, pero sí se exige el recibo en el caso de la fracción V
que establece un supuesto absolutamente igual.

La prenda constituida a favor de una institución de crédito debe constar por


escrito (111 LIC). Es importante resaltar el contenido de los arts. 69 y 70 de la
mencionada Ley en esta materia.

Las prendas especiales (en garantía de la emisión de obligaciones, bonos de


prenda, descuento de créditos en libros, avío o habilitación) constan siempre por
escrito.

Son desde luego aplicables, incluso en materia mercantil, las disposiciones de los
artículos 2860 en lo relativo a terceros y 2861 que exige que "cuando la cosa dada
en prenda sea un título de crédito que legalmente debe constar en el registro
público", no surtirá efecto contra tercero el derecho de prenda, sino desde que se
inscriba en el registro.

Perfeccionamiento

El 2856 del Código Civil, establece las condiciones de perfección del contrato,
mediante la entrega de la cosa. La misma conclusión se deduce del artículo 334
de la LGTyOC.

Desde luego, es posible la aplicación del 2859 del Código Civil relativo, a entrega
jurídica de la prenda y a constitución de ésta en poder de un tercero o del propio
deudor.

433
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Contenido obligacional

Derechos del acreedor pignoraticio.

1.- Derecho de retener. Es un principio general en materia de derecho de


prenda, que el acreedor pignoraticio tiene el derecho de retener la cosa
mientras dure el contrato y subsista la obligación principal (2858, 2859,
2875, F. II y IV, 2874, CCF y 334, 338 y otros LGTOC,).

La extensión de esta retención está legalmente fijada: "el derecho que da la


prenda al acreedor se extiende a todos los accesorios de la cosa y a todos los
aumentos de ella" (2888 CCF). Lo que supone el ejercicio de acciones aptas para
recobrar la posesión en el caso de que ésta hubiera sido perdida (art. 2873 F. II).
DMC señala que los frutos son también accesorios a la cosa, por lo tanto
pertenecen al dueño.

La Ley de Títulos y Operaciones de Crédito (336) autoriza la sustitución de los


bienes o títulos dados en prenda cuando sean fungibles, por otros de la
misma especie e incluso el traspaso de la propiedad de los mismos al acreedor,
que quedará obligado, en su caso, a restituir al deudor otros tantos bienes o
títulos de la misma especie. Este pacto debe constar por escrito. Cuando la prenda
se constituye sobre dinero se entenderá transmitida la propiedad salvo
convenio en contrario.

Si antes del vencimiento de la obligación garantizada, los títulos pignorados


vencen o son amortizados, el acreedor prendario, conservará su importe como
prenda (343 LGTOC)

La extinción de la obligación garantizada, sea por pago, sea por


cualquiera otra causa legal, extingue el derecho de prenda (2891) y por lo
tanto el de retención.

En definitiva, la prenda no es más que una garantía derivada de la tenencia de un


valor económico, por eso, en caso de perecimiento de la cosa, los artículos 109 y
110 de la Ley del Contrato de Seguro, dan derecho al acreedor pignoraticio a
subrogarse en lugar del asegurado sobre el valor de indemnización.

2.- Derecho de enajenación.

1. Casos en que procede.

Casos de incumplimiento. El acreedor insatisfecho, una vez vencida la


obligación, puede proceder a la enajenación de la cosa. Es tan esencial este

434
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

derecho que sólo pueden darse en prenda bienes muebles enajenables (2856). El
2881 configura, en términos generales, el derecho de enajenación, al decir que "si
el deudor no paga en el plazo estipulado y no haciéndolo cuando tenga obligación
de hacerlo conforme al artículo 2080, el acreedor podrá pedir y el juez decretará la
venta en pública almoneda de la cosa empezada, previa citación del deudor y del
que hubiera constituido la prenda". Este artículo es en su redacción análogo al 341
de la Ley de Títulos y Operaciones de Crédito, si bien éste preceptúa que deberá
darse traslado al deudor de la petición de enajenación hecha por el acreedor por el
término de tres días, quien podrá oponerse a la venta exhibiendo el importe del
adeudo.

También se diferencia la disposición civil de la mercantil en el sentido de que en


esta última el juez debe mandar que se efectúe la enajenación al precio de
cotización en bolsa o, a falta de éste, por el precio de mercado y por medio de
corredor o de dos comerciantes, con establecimiento abierto en la plaza. En caso
de notoria urgencia, y bajo la responsabilidad del acreedor, el juez podrá
autorizar la venta aun antes de hacer la notificación al deudor. El corredor o los
comerciantes que hayan intervenido en la venta, deberán extender un certificado
de ello al acreedor.

El producto de la venta será conservado en prenda por el acreedor en


sustitución de los bienes o títulos vendidos. Es realmente incomprensible este
último precepto de la Ley, en cuanto que si la enajenación se hace para
cumplimiento de la obligación, lo lógico es que el producto de la venta pase a
poder del acreedor y no a crear un valor de sustitución de una obligación ya
vencida. Tal vez este precepto tenga explicación si se relaciona, no con el derecho
general del acreedor a proceder a la venta y a satisfacerse con el importe de la
misma, sino con el caso de venta antes de la notificación y en espera de la
resolución del deudor. De todos modos, aun en este caso, el precepto sería
incomprensible ya que el derecho del acreedor consistiría en dar dinero para
obtener dinero, sin beneficio alguno en la operación.

En la Ley de Instituciones de Crédito y en la de Fianzas, vendida la prenda , la


institución acreedora puede aplicarse el importe obtenido, en
compensación de su crédito (111 in fine, LIC y 123 L.F.I.F.) conservando el
remanente a disposición del deudor.

Excepcionalmente, puede procederse a la enajenación de la prenda aun antes del


vencimiento.

A ello se refieren los artículos 340 y 342 de la Ley, que autorizan la enajenación
anteriormente al vencimiento "si el precio de los bienes o títulos dados en
prenda baja de manera que no baste a cubrir el importe de la deuda y un 20%
más, el acreedor podrá proceder a la venta de la prenda, en los términos del

435
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

artículo 342; igualmente, podrá el acreedor pedir la venta de los bienes o títulos
dados en prenda en el caso del artículo 340, o si el deudor no cumple la obligación
de proporcionarle en tiempo los fondos necesarios para cubrir las exhibiciones que
deban enterarse sobre los títulos".

"El deudor podrá oponerse a la venta, haciendo el pago de los fondos


requeridos para efectuar la exhibición, o mejorando la garantía por el aumento de
los bienes dados en prenda o por la reducción de su adeudo."

Quiebra del deudor. En el caso de quiebra del deudor, si el acreedor prendario


ha iniciado ya la ejecución, el 126 de la Ley de Quiebras excluye la acumulación
de los autos pertinentes en el procedimiento de quiebra. Si no hubiese iniciado
esta ejecución, el acreedor prendario tendrá un derecho de separación (160 F.
VI, inciso d), L.Q.S.P.) en ciertos casos especiales.

Pacto de no enajenación. Son de diversas clases y su eficacia es por ello


variada. El pacto simple de no enajenación es nulo (2887 CCF). Este precepto se
comprende, puesto que el pacto de no enajenación contraría la finalidad
económica de la prenda y desfigura su naturaleza jurídica.

Igualmente anulable es el pacto de no venta, mediante la vía indirecta del


convenio de apropiación de la cosa por el acreedor. "Es nula toda cláusula que
autoriza al acreedor a apropiarse la prenda, aunque ésta sea de menor valor que
la deuda, o a disponer de ella fuera de la manera establecida en los artículos que
preceden" (2887).

Casos de excepción son éstos:


• Mediante el convenio posterior al contrato de prenda. (2883 CC). El 344
de la Ley de Títulos y Operaciones de Crédito es terminante sobre el particular,
en cuanto dispone que "el acreedor prendario no podrá hacerse dueño de los
bienes o títulos dados en prenda, sin el expreso consentimiento del deudor,
manifestado por escrito y con posterioridad a la constitución de la prenda".
Llamado también pacto comisorio consiste en que el acreedor se hace
dueño de manera automática de la cosa dada en prenda en caso de
incumplimiento.
• Adjudicación en casos de subasta o venta imposibles. El 2882 del
Código Civil del Distrito Federal, dispone que "la cosa se adjudicará al acreedor
en las dos terceras partes de la postura legal, si no pudiere venderse en los
términos que establezca el Código de Procedimientos Civiles". Ocurrirá lo
mismo cuando la venta sea imposible para el corredor o los dos comerciantes,
que han de proceder a ella, en el sistema de la legislación mercantil.
• Prenda irregular. Un caso peculiar es el previsto en el 336 de la Ley de
Títulos y Operaciones de Crédito. "Cuando la prenda se constituya sobre bienes
o títulos fungibles puede pactarse que la propiedad de éstos se transfiera al

436
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

acreedor, el cual quedará obligado, en su caso, a restituir al deudor otros


tantos bienes o títulos de la misma especie (prenda irregular). Este pacto debe
constar por escrito. Cuando la prenda se constituya sobre dinero, se entenderá
transferida la propiedad, salvo convenio en contrario.".
• La compra de la cosa antes o después del vencimiento de la prenda,
permite su adquisición por el acreedor pignoraticio. Nada se opone a ello.

Sistemas de enajenación.

En el derecho mexicano caben dos posibilidades, según que haya convenio


expreso de venta extrajudicial o no la haya (2884). Si no hay convenio
expreso sobre el particular, la venta judicial es forzosa, de acuerdo con lo
dispuesto en los artículos 341 y 342 de la Ley y en el 2881 del Código Civil
Federal.

Si hubo pacto expreso, cabe la enajenación directa, extrajudicial (art. 2884 CC).
La única duda posible surge en relación con el artículo 341, que obliga al acreedor
a pedir al juez que autorice la venta de los bienes o títulos dados en prenda,
cuando se venza la obligación garantizada. Pero, sin duda, las normas dadas sobre
la prenda en el Código Civil son de carácter general y la interpretación
restrictiva estaría en contra de los intereses del comercio y de las
soluciones aconsejadas por el derecho comparado.

La Ley de Instituciones de Crédito se refiere expresamente a la hipótesis de venta


extrajudicial de prendas constituidas en favor de instituciones de crédito, lo que se
considera como un derecho normal de las mismas; es decir, que no requiere pacto
especial (111). Lo mismo sucede respecto de las instituciones de fianzas (123
L.F.T.F.). En el caso de venta por el acreedor, ¿podrá éste adquirir la cosa para sí?
¿Cuál es el carácter que asume el acreedor cuando realiza esta clase de
operaciones?

Evidentemente sólo pueden intervenir en una de estas formas: o en concepto de


representante, o de mandatario, o de comisionista. En cualquier , los artículos
2280 del Código Civil del Distrito, Federal y 299 del Código de Comercio Mexicano
establecen taxativamente la prohibición de la adquisición para sí. Pero si tiene el
consentimiento expreso del deudor no habrá inconveniente legal alguno.

Posición del acreedor prendario

Con arreglo al artículo 2873 F. I, del Código Civil Federal, debe considerarse
simplemente como un acreedor preferente.

Obligaciones del acreedor

437
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

1.- Obligación de devolver la cosa. "El acreedor está obligado: a restituir la


prenda luego que están pagados, íntegramente la deuda, sus intereses y los
gastos de conservación de la cosa, si se han estipulado los primeros y los gastos
de conservación de la cosa, si se han estipulado los primeros y hecho los
segundos" (2876 F. II).

2.- Obligación de conservación. El Código Civil Federal dispone que "el acreedor
está obligado: a conservar la cosa empeñada como si fuera propia y a responder
de los deterioros y perjuicios que sufra por su culpa o negligencia"; "si el acreedor
abusa de la cosa empeñada, el deudor puede exigir que ésta se deposite o que
aquél dé fianza de restituirla en el estado en que la recibió".

La obligación de conservación excede notoriamente de la mera conservación


material de las cosas; así se desprende del 2866 del Código Civil del Federal en
cuanto dispone que “siempre que la prenda fuera un crédito, el acreedor que
tuviere en su poder el título, estará obligado a hacer todo lo que sea
necesario para que no se altere o menoscabe el derecho que aquél
representa”.

Los artículos 338 y 339 de la Ley, refuerzan el contenido y el alcance de esta


obligación del acreedor prendario.

El primero dispone "El acreedor prendario, además de estar obligado a la guarda y


conservación de los bienes o títulos dados en prenda, debe ejercitar todos los
derechos inherentes a ellos, siendo los gastos por cuenta del deudor, y
debiendo aplicarse, en su oportunidad, al pago del crédito, todas las sumas que
sean percibidas, salve, pacto en contrario. Es nulo todo convenio que limite la
responsabilidad que para el acreedor establece este artículo." Los derechos
inherentes que puede y debe ejercer el acreedor prendario son los que tienen un
contenido económico directo, pero no el derecho de voto y los demás similares.
DMC señala que existen derechos corporativos que tienen efectos económicos, por
ejemplo la capitalización de utilidades.

El segundo manda que "son aplicables al acreedor y al deudor, en lo conducente,


las prevenciones establecidas en relación con el reportador y el reportado,
respectivamente, en los artículos 261 y 263, primera parte", que tratan del
ejercicio de derechos opcionales y del pago de dividendos pasivos de los
títulos.

3.- Abstenerse de usar la cosa – Debemos analizar en cada caso particular si es


uso o es conservación.

Derechos del deudor pignoraticio

438
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Son los correspondientes a obligaciones del acreedor. Destacan:


•el derecho a obtener un recibo de las cosas entregadas en prenda (337).
•el derecho a exigir el depósito de la cosa o la constitución de fianza si hubiere
abuso de la misma (2877).
•el derecho a recuperarla parcialmente o en su totalidad (2890 y 2876 F. II).
•el de percibir los frutos, salvo convenio expreso en contra, en cuyo caso se
imputarán sucesivamente al pago de los gastos realizados, al de los
intereses pagados y al del capital (2880).
•el de suspender la enajenación mediante el abono del adeudo y de los gastos
(2885).
•el de percibir el exceso recaudado por la venta de la cosa en relación con el
importe de la deuda (2886 CC y 341 LGTOC, 111 LIC y XII transitorio L.
Inst. F.).

Obligaciones del deudor

Corresponden a los derechos del acreedor, y entre ellas destacan:


- proveer de fondos para ciertos gastos (261 y 263).
- indemnizar por los gastos necesarios y útiles para la conservación de la
cosa (2873 F. II y 338).
- la de sustituir la prenda, si la dada se pierde o deteriora por su culpa (2873
F. VI y 2875), y reponerla en el caso de evicción (2874 y 2889).
- Si la prenda disminuye de valor, el acreedor podrá pedir la constitución de
una prenda complementaria y el deudor estará obligado a darla si quiere
evitar su venta (340 y 2883 F. IV).

Extinción de la prenda

Se puede dar por dos vías:

DIRECTA – Se extinga la prenda y no la obligación que la misma garantiza.

INDIRECTA – Se extingue la obligación que garantiza y la prenda al ser accesoria


también lo hace.

Prendas especiales

El Código Civil se refiere (2892) a las constituidas en los Montes de Piedad.

Especialmente se refiere la LGTyOC a la prenda constituida en almacenes


generales de depósito. Los bienes depositados en los almacenes generales de
depósito, pueden ser especialmente pignorados por la emisión de un título-valor
representativo de las mercancías denominado “bono de prenda” (229). Estos

439
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

títulos sólo son emisibles por los almacenes indicados y pueden ser únicos,
en relación con el certificado de depósito, o múltiples (230). Pueden ser
nominativos o al portador (238).

Los requisitos de emisión están regulados en los artículos 231, 232, 235, 237 y
238 de la ley. La constitución de esta prenda atribuye especiales derechos
al tenedor del título representativo. A ellos se refieren los artículos 233
(extensión del derecho), 236 (negociabilidad del título), 239 (carácter
dispositivo que atribuye su posesión), 242, 243, 244, 247 (que regulan las
condiciones de venta de las mercancías pignoradas, así como las
circunstancias del protesto en el caso de no pago) y el 245 (que establece el
derecho de subrogación del acreedor pignoraticio).

Por lo demás, le son aplicables las disposiciones generales propias de los


títulosvalores (251).

También trata la Ley de otras prendas en las obligaciones con garantía prendaria
(214, 217, 288 y sigs. L.T.O.C.), en los créditos de habilitación y
refaccionarios (arts. 321 y sigs.).

La Ley de Instituciones de Crédito se refiere a prendas especiales, la prenda


en el descuento de créditos en libros (112) y la prenda en general (art.
111). La Ley de Instituciones de Fianza contiene disposiciones similares.

La reforma por virtud de la cual la presente modalidad del contrato de prenda fue
publicada en el Diario Oficial de la Federación el día veintitrés de mayo de dos mil,
entró en vigor al día siguiente de su publicación.

Antecedente

La presente figura tiene su origen en el Derecho anglosajón en las llamadas


“floating morgages” que son garantías que se iban sustituyendo con el paso
del tiempo, hoy en día, además de la sustitución se da la posibilidad de que
pueda combinarse la cosa dada en garantía con otros artículos y subsista la
misma.

Concepto

La ley la define como “…un derecho real sobre bienes muebles que tiene por
objeto garantizar el cumplimiento de una obligación y su preferencia en el pago,
conservando el deudor la posesión de tales bienes, salvo en su caso, lo previsto en
el artículo 363 de esta Ley…”

440
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

En cuanto a la calificación de mercantil de la misma, la regla general la


encontramos en el 347 al establecerse este régimen al celebrarse el contrato.

Como excepción a esa mercantilidad podemos decir que no tendrá ese carácter
aquellas que se celebren entre dos o más personas físicas que no tengan el
carácter de comerciantes en los términos del Código de Comercio, así como
aquellos actos que, de conformidad con el mismo, no se reputen como actos de
comercio.

DMC – Califica de innecesaria la excepción que hace la Ley ya que en el CCF


también se regula de manera indirecta la prenda sin transmisión de posesión si se
hace la entrega jurídica de la cosa.

Obligación

La obligación que garantice la prenda puede ser determinada o determinable.


En este último caso el 378 establece que el registro no puede negarse a inscribirla
por falta de monto a garantizar. Es necesario que al momento de ejecutarse ya
este determinada.

Todas las obligaciones son garantizables, aun las futuras, siendo necesario en
estas que sean exigibles para poder ejecutarlas. Quedan exceptuados de tal
afirmación los derechos personalísimos.

Como principio general de las garantías la prenda es indivisible salvo que el


deudor esté facultado para hacer pagos parciales, la garantía se reducirá desde
luego y de manera proporcional con respecto de los pagos realizados, si ésta recae
sobre varios objetos o éstos son cómodamente divisibles en razón de su
naturaleza jurídica, sin reducir su valor, y siempre que los derechos del acreedor
queden debidamente garantizados

Bienes

Los bienes que se pueden dar en prenda deben ser muebles y enajenables,
salvo los que ya estén dados en prenda por esa misma figura y los estrictamente
personales 353.

La Ley exige como requisito que los bienes sean identificables para ser dadas en
prenda. Como excepción a esta regla se señala que cuando se den en prenda
todos los bienes que tenga el deudor para realizar su actividad
preponderante no es necesaria tal identificación. En este caso se sustituye la
garantía con los nuevos bienes (354). La Ley también señala que no se puede
negar la inscripción por falta de determinación (377).

441
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

La Ley señala los bienes que se pueden dar en garantía a manera de catálogo en
el 355.

La ley contempla que en el contrato se establezca la existencia de un seguro. En


este caso, se debe establecer en el contrato como beneficiario al acreedor. En caso
de que exista un siniestro el importe que se de en pago se le otorgará al acreedor
y si existiera algún remanente se le aplicará al deudor (360).

Formalidad

El contrato constitutivo de la prenda sin transmisión de posesión, deberá constar


por escrito y cuando la operación se refiera a bienes cuyo monto sea igual o
superior al equivalente en moneda nacional a doscientos cincuenta mil Unidades
de Inversión, las partes deberán ratificar sus firmas ante fedatario.

Efectos

Surte efectos entre las partes desde la fecha de su celebración.

Los efectos con relación a terceros se dan desde su registro en el Registro del
domicilio social de la empresa (376). Debe verificarse si existe la obligación de
registrarse en algún registro especial.

DMC - ¿Qué domicilio de la empresa, si tiene sucursales a nivel nacional? En


donde este inscrita su constitución. Si es persona física también existe obligación
de inscribirse en el RPC 376.

La prenda sin transmisión de posesión, registrada, tendrá prelación sobre:


I. Los créditos quirografarios;
II. Los créditos con garantía real no registrados, y
III. Los gravámenes judiciales preexistentes no registrados

Si no se inscribe la prenda, la Ley establece que la prelación entre las


garantías que no hayan sido inscritas, será determinada por el orden
cronológico de los contratos fehacientes respectivos.

La Ley establece en el 357 las estipulaciones que se deben establecer en el


contrato. DMC señala que se debe estipular el AFORO, es decir, una cláusula que
establece la proporción de la obligación respecto de la garantía, por ejemplo, dos a
uno.

Los peritos que señala la Ley sirven para determinar si el contrato se termina
porque se reduce el valor de la cosa o porque se deteriore.

442
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Contenido obligacional

Contenido Obigacional

Los derechos del deudor son:

1.- Posesión

2.- Usar los bienes objeto de la prenda, combinarlos, emplearlos, percibir frutos y
enajenarlos (356).

3.- Derecho de persecución (356 3par) En este punto hay que distinguir si existe
mala fe o no. La Ley da un concepto de mala fe en el 373 que es “…se entenderá
por adquirente de mala fe, para efectos de lo dispuesto en el artículo 356, a toda
persona que, sabedora de la existencia de la garantía, adquiera los bienes muebles
objeto de la misma sin consentimiento del acreedor…” Si se le va a enajenar a
cualquiera de las personas establecidas en el 374 hay que pedir una autorización,
y en
Caso de no hacerse, se puede decir que también hay mala fe.

A contrario sensu se puede decir que la persona es de buena fe si no sabe que hay
garantía o adquiera con consentimiento de la misma.

Por lo que se refiere al acreedor su principal derecho se resume a que su


obligación se vea garantizada por el aforo correspondiente.

Terminación

Este contrato puede terminar por su consecuencia natural, es decir, con la


extinción de la obligación principal o por terminarse de manera anticipada, es
decir, cuando se reduzca el aforo, se deteriore o pierda la cosa

Como protección a acreedores la Ley señala que los actos en los que se haga
constar la constitución, modificación, extinción, cesión y las resoluciones judiciales
sobre cancelaciones de la prenda sin transmisión de posesión, deberán ser
inscritos en el Registro Público de Comercio del lugar en el que se
encuentre ubicado el domicilio del deudor o, en los casos que proceda, en
el Registro Especial que corresponda según su naturaleza.

PRENDA SIN TRANSMISIÓN DE POSESIÓN

La reforma por virtud de la cual la presente modalidad del contrato de prenda fue
publicada en el Diario Oficial de la Federación el día veintitrés de mayo de dos mil,
entró en vigor al día siguiente de su publicación.

443
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Antecedente

La presente figura tiene su origen en el Derecho anglosajón en las llamadas


“floating morgages” que son garantías que se iban sustituyendo con el paso
del tiempo, hoy en día, además de la sustitución se da la posibilidad de que
pueda combinarse la cosa dada en garantía con otros artículos y subsista la
misma.

Concepto

La ley la define como “…un derecho real sobre bienes muebles que tiene por
objeto garantizar el cumplimiento de una obligación y su preferencia en el pago,
conservando el deudor la posesión de tales bienes, salvo en su caso, lo previsto en
el artículo 363 de esta Ley…”

En cuanto a la calificación de mercantil de la misma, la regla general la


encontramos en el 347 al establecerse este régimen al celebrarse el contrato.

Como excepción a esa mercantilidad podemos decir que no tendrá ese carácter
aquellas que se celebren entre dos o más personas físicas que no tengan el
carácter de comerciantes en los términos del Código de Comercio, así como
aquellos actos que, de conformidad con el mismo, no se reputen como actos de
comercio.

DMC – Califica de innecesaria la excepción que hace la Ley ya que en el CCF


también se regula de manera indirecta la prenda sin transmisión de posesión si se
hace la entrega jurídica de la cosa.

Obligación

La obligación que garantice la prenda puede ser determinada o determinable.


En este último caso el 378 establece que el registro no puede negarse a inscribirla
por falta de monto a garantizar. Es necesario que al momento de ejecutarse ya
este determinada.

Todas las obligaciones son garantizables, aun las futuras, siendo necesario en
estas que sean exigibles para poder ejecutarlas. Quedan exceptuados de tal
afirmación los derechos personalísimos.

Como principio general de las garantías la prenda es indivisible salvo que el


deudor esté facultado para hacer pagos parciales, la garantía se reducirá desde
luego y de manera proporcional con respecto de los pagos realizados, si ésta recae
sobre varios objetos o éstos son cómodamente divisibles en razón de su

444
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

naturaleza jurídica, sin reducir su valor, y siempre que los derechos del acreedor
queden debidamente garantizados

Bienes

Los bienes que se pueden dar en prenda deben ser muebles y enajenables,
salvo los que ya estén dados en prenda por esa misma figura y los estrictamente
personales 353.

La Ley exige como requisito que los bienes sean identificables para ser dadas en
prenda. Como excepción a esta regla se señala que cuando se den en prenda
todos los bienes que tenga el deudor para realizar su actividad
preponderante no es necesaria tal identificación. En este caso se sustituye la
garantía con los nuevos bienes (354). La Ley también señala que no se puede
negar la inscripción por falta de determinación (377).

La Ley señala los bienes que se pueden dar en garantía a manera de catálogo en
el 355.

La ley contempla que en el contrato se establezca la existencia de un seguro. En


este caso, se debe establecer en el contrato como beneficiario al acreedor. En caso
de que exista un siniestro el importe que se de en pago se le otorgará al acreedor
y si existiera algún remanente se le aplicará al deudor (360).

Formalidad

El contrato constitutivo de la prenda sin transmisión de posesión, deberá constar


por escrito y cuando la operación se refiera a bienes cuyo monto sea igual o
superior al equivalente en moneda nacional a doscientos cincuenta mil Unidades
de Inversión, las partes deberán ratificar sus firmas ante fedatario.

Efectos

Surte efectos entre las partes desde la fecha de su celebración.

Los efectos con relación a terceros se dan desde su registro en el Registro del
domicilio social de la empresa (376). Debe verificarse si existe la obligación de
registrarse en algún registro especial.

DMC - ¿Qué domicilio de la empresa, si tiene sucursales a nivel nacional? En


donde este inscrita su constitución. Si es persona física también existe obligación
de inscribirse en el RPC 376.

La prenda sin transmisión de posesión, registrada, tendrá prelación sobre:

445
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

I. Los créditos quirografarios;


II. Los créditos con garantía real no registrados, y
III. Los gravámenes judiciales preexistentes no registrados

Si no se inscribe la prenda, la Ley establece que la prelación entre las


garantías que no hayan sido inscritas, será determinada por el orden
cronológico de los contratos fehacientes respectivos.

La Ley establece en el 357 las estipulaciones que se deben establecer en el


contrato. DMC señala que se debe estipular el AFORO, es decir, una cláusula que
establece la proporción de la obligación respecto de la garantía, por ejemplo, dos a
uno.

Los peritos que señala la Ley sirven para determinar si el contrato se termina
porque se reduce el valor de la cosa o porque se deteriore.
Contenido obligacional

Contenido Obigacional

Los derechos del deudor son:

1.- Posesión

2.- Usar los bienes objeto de la prenda, combinarlos, emplearlos, percibir frutos y
enajenarlos (356).

3.- Derecho de persecución (356 3par) En este punto hay que distinguir si existe
mala fe o no. La Ley da un concepto de mala fe en el 373 que es “…se entenderá
por adquirente de mala fe, para efectos de lo dispuesto en el artículo 356, a toda
persona que, sabedora de la existencia de la garantía, adquiera los bienes muebles
objeto de la misma sin consentimiento del acreedor…” Si se le va a enajenar a
cualquiera de las personas establecidas en el 374 hay que pedir una autorización,
y en
Caso de no hacerse, se puede decir que también hay mala fe.

A contrario sensu se puede decir que la persona es de buena fe si no sabe que hay
garantía o adquiera con consentimiento de la misma.

Por lo que se refiere al acreedor su principal derecho se resume a que su


obligación se vea garantizada por el aforo correspondiente.

Terminación

446
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Este contrato puede terminar por su consecuencia natural, es decir, con la


extinción de la obligación principal o por terminarse de manera anticipada, es
decir, cuando se reduzca el aforo, se deteriore o pierda la cosa

Como protección a acreedores la Ley señala que los actos en los que se haga
constar la constitución, modificación, extinción, cesión y las resoluciones judiciales
sobre cancelaciones de la prenda sin transmisión de posesión, deberán ser
inscritos en el Registro Público de Comercio del lugar en el que se
encuentre ubicado el domicilio del deudor o, en los casos que proceda, en
el Registro Especial que corresponda según su naturaleza.

447
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

13. Fideicomisos

Antecedente Histórico

Con evidentes conexiones lógicas con la fiducia y el fideicomiso romanos y con el


fideicomiso testamentario del derecho español y mexicano, históricamente, el
fideicomiso Mexicano deriva del trust anglosajón, hijo a su vez, del fideicomiso
romano a de ciertas instituciones germanas.

Se define el trust como una obligación de equidad, por la cual una persona
llamada “trustee”, debe usar una propiedad sometida a su control, para el
beneficio de personas llamadas “cestui que trust”. Como de su definición se
desprende, es un negocio de confianza que ha sido mal utilizado para ocultaciones
y fraudes. Esto no ha sido obstáculo para el amplio funcionamiento del negocio,
hoy en día en Estados Unidos el ser fiduciario es una actividad profesionalizada y
remunerada.

La Ley de Instituciones de Crédito, de 1924, introdujo el concepto de bancos de


fideicomiso. La ley de 30 de junio de 1926 estableció la reglamentación de los
bancos de fideicomiso, que se incorporó a la Ley de Instituciones de Crédito de
1926. Los artículos relativos (97 al 141) estaban divididos en tres secciones. La
primera trataba del objeto y constitución de los bancos de fideicomiso; la segunda
del fideicomiso propiamente dicho; la tercera de otras operaciones de los bancos
de fideicomiso, por cuenta ajena. Con alguna modificación importante pasaron los
artículos relativos a la Ley de Títulos y Operaciones de Crédito y a la Ley de
Instituciones de Crédito de 1932 y ésta a la de 1940, sin modificaciones de
ninguna clase.

Concepto

El 381 de la LGTyOC da el siguiente concepto: “En virtud del fideicomiso, el


fideicomitente transmite a una institución fiduciaria la propiedad o la titularidad de
uno o más bienes o derechos, según sea el caso, para ser destinados a fines lícitos
y determinados, encomendando la realización de dichos fines a la propia
institución fiduciaria”. Más que una definición, las palabras anteriores se limitan a
describir el contenido externo del fideicomiso.

Naturaleza jurídica

Para completar la definición legal anterior es indispensable determinar la


naturaleza jurídica del fideicomiso. Para ello vamos a considerarla desde un triple
punto de vista el que se refiere a su configuración como negocio jurídico, el

448
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

que atañe a su estructura como modalidad del derecho de propiedad, y el que


concierne a su calificación como operación bancaria.

I.- El fideicomiso como negocio jurídico

El fideicomiso debe considerarse como una variedad de los negocios


fiduciarios. Estos se caracterizan por la discrepancia entre el fin
perseguido y el medio elegido para realizarlo. Para la consecución de un fin
determinado, se elige una forma jurídica que permite más de los que es necesario
para la realización de aquel. Con otras palabras, el negocio fiduciario se
caracteriza en que se elige por las partes una forma jurídica, los efectos de la cual
exceden con conocimiento de las partes, de los exigidos para el fin práctico que se
persigue.

De este modo, se advierte que en los negocios fiduciarios existe un aspecto real,
traslativo de dominio que opera frente a terceros, y un aspecto interno, de
naturaleza obligatoria que restringe los alcances de la transmisión.

Por eso, es evidente que el fideicomiso debe considerarse como un negocio


fiduciario en cuanto se trata de un negocio jurídico en virtud del cual se
atribuye al fiduciario la titularidad dominical sobre ciertos bienes con la
limitación, de carácter obligatorio, de realizar sólo aquellos actos exigidos
por el cumplimiento del fin.

CERVANTES AHUMADA – define el negocio fiduciario como uno complejo,


atípico, compuesto de dos negocios típicos cuyos efectos son contradictorios. Para
él, el fideicomiso, no puede ser un negocio fiduciario. Si el negocio fiduciario
es atípico por definición y el fideicomiso es típico, sus efectos se establecen por ley
o contrato y solo esta compuesto por un negocio, quedan excluidos.

Todo el complejo de relaciones entre el fideicomitente, fiduciario y


fideicomisario es público y conocido por los terceros en cuanto la ley
establece la publicidad del fideicomiso, y prohíbe los fideicomisos secretos, que
serán nulos (391 F. I). En resumen, puede decidirse que el fiduciario es dueño
jurídico pero no económico del los bienes que recibió en fideicomiso. Dicho
de otro modo el fiduciario es quien ejerce las facultades dominicales, pero en
provecho ajeno.

Además de un negocio fiduciario, es también un negocio jurídico indirecto, en


cuanto éstos se caracterizan por el empleo de un negocio para la realización de
fines obtenidos normalmente por otro. Los fines de] fideicomiso (transmisión de
bienes para fines de beneficencia, para pago de rentas, para garantía de
obligaciones, para administración. etc.), podrían conseguirse mediante negocios
reglamentados por la legislación positiva (compraventa, mandato, comisión,

449
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

prestación de servicios, hipotecas, etc., etc., máxime que a todos estos negocios
pueden dárseles las más variadas estructuras, dada la libertad de contratación que
es base de nuestro sistema jurídico privado). La transmisión se quiere realmente,
pero no por los efectos de ella, sino por los que las partes señalan, los que podrían
obtenerse mediante la utilización de otros negocios jurídicos.

El fideicomiso es un negocio jurídico unilateral o plurilateral. La ley habla de


acto constitutivo (351,-355, 356 LGTyOC y 137 LIC), pero ello no significa una
solución del problema, sino una expresión legal para no prejuzgar ninguna
construcción de la doctrina. Excepcionalmente se habla de contrato de fideicomiso
(art. 45, fr. VII, LIC).

Normalmente, el fideicomiso se presenta como un acto unilateral, cuando,


el fideicomitente establece su voluntad en un acto intervivos, o en su testamento.
En este caso, su declaración es obligatoria inmediatamente para él, puesto
que no puede revocar el fideicomiso, si expresamente no se reservó esa
facultad (357, F. VI), no puede modificarlo, si no es con el consentimiento del
fideicomisario (45, F. IV) y produce efectos frente a terceros por su publicación
(arts. 353 y 354), todo ello independientemente de las aceptaciones del fiduciario
y del fideicomisario, que por lo mismo no son manifestaciones de voluntad
esenciales para integrar el negocio jurídico. La adhesión del fiduciario a las
normas establecidas por el acto constitutivo y la aceptación del cargo son
condiciones jurídicas para la ejecución del fideicomiso, pero no para su perfección
jurídica.

CERVANTES AHUMADA – para este autor el fideicomiso siempre es unilateral


porque no es el acuerdo de voluntades el que constituye el fideicomiso, este es
constituido por la declaración de voluntad del fideicomitente.

Otras veces se trata de un contrato, ya que, en él son partes, en el sentido


auténtico de la palabra en cuanto representan intereses contrarios que se
coordinan a través de las declaraciones contrapuestas de voluntad el
fideicomitente y el fiduciario.

En este caso, hay dos declaraciones de voluntad, que se refieren a un objeto


determinado, y hay un motivo o fin que induce a las partes a vincularse en
la forma que la ley señala.

No es un obstáculo a la concepción del fideicomiso como contrato, la


obligatoriedad de la aceptación por parte del fiduciario, porque ella no es ilimitada
y porque la obligatoriedad de la contratación es propia de todas aquellas
situaciones en la que uno de los contratantes presta un servicio al público.
El aspecto contractual queda subrayado en aquellos casos en los que el

450
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

fideicomitente, de acuerdo con el fiduciario, se reserva una serie de


derechos que lo convierten en titular directo frente al fiduciario.

Por último, en la constitución del fideicomiso pueden concurrir tres partes: el


fideicomitente que asume derechos y obligaciones frente al fiduciario y frente al
fideicomisario, el fiduciario que los adquiere frente al fideicomitente y frente al
fideicomisario y el fideicomisario que los contrae frente al fideicomitente y frente
fiduciario. Dada la unidad jurídica del negocio, podemos decir que
encontramos frente a un caso de contrato o negocio plurilateral.

II.- El fideicomiso como régimen de propiedad

De lo expuesto se deduce que el fideicomiso en cuanto negocio jurídico indirecto y


fiduciario crea una nueva estructura en el derecho de propiedad.

La LGTyOC señala claramente que el fideicomiso implica una traslación de dominio


(cesión de derechos o transmisión de dominio) en favor del fiduciario. Esta
traslación de dominio debe inscribirse en el Registre, Público de la Propiedad
cuando se trate de bienes inmueble (353), o hacerse con las formas de publicidad
equivalentes a la inscripción, cuando se trate de muebles (notificación, endoso,
endoso con registro, tradición, 354).

La traslación de dominio produce efectos frente a terceros, lo que quiere


decir que el fiduciario aparece como dueño.

Este dominio tiene caracteres especiales. En efecto, el fiduciario no tiene el


libre uso, disfrute y dominio de los bienes, pues estas facultades dominicales
tienen las siguientes limitaciones:

1. Todas ellas se ejercen en función del fin a realizar, no en interés


del fiduciario (346 y 351, párrafo 2°)
2. El beneficio económico del fideicomiso recae sobre el
fideicomisario (348, párrafo 1°).
3. El fideicomisario puede impugnar los actos del fiduciario que
salgan de los límites funcionales de establecimiento.
4. Extinguido el fideicomiso los bienes deben volver al fideicomitente
(por lo tanto, temporal 393), con excepción de los fideicomisos
constituidas en favor de personas de orden público (corporaciones de
derecho público), instituciones de beneficencia o culturales.
5. Es revocable por el fideicomitente, a menos que expresamente se
señale que no lo es.
6. Se tienen acciones en caso de que el fiduciario tenga exceso de
facultades.

451
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

7. El fideicomitente responde por el saneamiento para el caso de


evicción.

Estas últimas tres características son señaladas por DMC adicionales a las que
señala el maestro Rodríguez y Rodríguez.

Quiere decir todo esto que los bienes dados en fideicomiso constituyen un
patrimonio separado, un patrimonio fin o de afectación (346, 351 y 355).
Bien entendido que un patrimonio separado o un patrimonio fin o de afectación no
son patrimonios sin titular.

El fideicomiso tiene como titular jurídico al fiduciario; pero como titulares


económicos el fideicomisario y el fideicomitente. Es titular jurídico el
fiduciario porque él, aunque temporal y revocable, es el dueño. Titulares
económicos son el fideicomisario y el fideicomitente, porque a ellos van los
beneficios de la propiedad y la propiedad misma al concluirse el fideicomiso.

CERVANTES AHUMADA - Para justificar que el patrimonio fideicomitido no


responde de las obligaciones de alguna de las tres partes, salvo fraude de
acreedores, se dice que es un patrimonio autónomo. Ya que se trata de un
patrimonio afecto a un fin determinado, cuyo titular es el fiduciario, no propietario.
El poder del fiduciario sobre el patrimonio fideicomitido estará determinado por el
acto constitutivo del fideicomiso, y si no lo estuviere, por la naturaleza del fin a
que los bienes se destinan.

III.- El fideicomiso como operación bancaria

El fideicomiso sólo puede ser practicado por instituciones de crédito expresamente


autorizadas conforme a la LIC (350 LGTyOC).

LIZARDI - La razón de esta restricción debe verse en la circunstancia de que la


adaptación del trust anglosajón al derecho mexicano "implicaría un cambio en
nuestro régimen de propiedad, por lo que para evitar esta verdadera revolución,
limitaron la función de fiduciario a las instituciones de crédito autorizadas y dieron
al fideicomiso un carácter exclusivamente contractual y el de un nuevo derecho de
propiedad".

El fideicomiso como operación bancaria (350 LGTyOC) es acto de comercio (art. 75


F. XIV, CCo). También es acto de comercio en cuanto operación de crédito (art.
1° LTyOC).

Dado que la ley lo califica de operación de crédito, surge la duda de si debe


considerarse como una operación bancaria pasiva o más bien como un servicio
bancario. Encuadra mejor en el grupo de los servicios bancarios.

452
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

RODRÍGUEZ Y RODRÍGUEZ define el fideicomiso como un negocio jurídico


indirecto y fiduciario en virtud del cual la institución fiduciaria adquiere la
propiedad de ciertos bienes que le transmite al fideicomitente, con
obligación de dedicarlos a un fin convenido.

Elementos de fideicomiso

Elementos personales

Las personas que intervienen en el fideicomiso son tres: el fideicomitente que es


quien establece el fideicomiso y destina para el cumplimiento del mismo los bienes
necesarios; el fiduciario a quien se transmite la propiedad de dichos bienes y se
encarga del cumplimiento del fideicomiso, y el fideicomisario o beneficiario que
es quien recibe el provecho que el fideicomiso implica.

El fideicomitente y el fideicomisario pueden ser la misma persona, pero el


fiduciario solo puede ser el beneficiario del fideicomiso cuando su beneficio sea
destinado para el pago de obligaciones vencidas que se hayan otorgado como
créditos empresariales (382).

Sólo pueden ser fideicomitentes las personas físicas o jurídicas que


tengan la capacidad necesaria para hacer la afectación de bienes que el
fideicomiso implica y las autoridades judiciales o administrativas
competentes, cuando se trate de bienes cuya guarda, conservación,
administración, liquidación, reparto o enajenación corresponda a dichas
autoridades o a las personas que éstas designen (349 LGTOC).

Sólo pueden ser fiduciarias las instituciones expresamente autorizadas


para ello conforme a la Ley General de Instituciones de Crédito.

"En caso de que al constituirse el fideicomiso no se designe nominalmente la


institución fiduciaria, se tendrá por designada la que elija el fideicornisario, o en su
defecto, el Juez de Primera, Instancia del lugar en que estuvieren ubicados los
bienes, de entre las instituciones expresamente autorizadas conforme a la ley.

El fideicomitente podrá designar varias instituciones fiduciarias para que conjunta


o sucesivamente desempeñen el fideicomiso establecido el orden y las condiciones
en que haya de sustituirse.

Salvo lo dispuesto en el acto constitutivo del fideicomiso cuando la institución


fiduciaria no acepte, o por renuncia o remoción, cese en el desempeño de su

453
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

cargo, deberá nombrarse otra para que la sustituya. Si no fuere posible esta
sustitución, cesará el fideicomiso (350).

Pueden ser fideicomisarios las personas físicas o jurídicas que tengan la


capacidad necesaria para recibir el provecho que el fideicomiso implica.

El fideicomitente puede designar varios fideicomisarios para que reciban


simultánea o sucesivamente el desempeño del fideicomiso, salvo el caso de la
fracción II del 394.

Cuando sean dos o más fideicomisarios y deba consultarse su voluntad, en


cuanto no esté previsto en la constitución del fideicomiso, las decisiones
se tomarán a mayoría de votos computados por representaciones y no por
personas. En caso de empate, decidirá el Juez de Primera Instancia del lugar del
domicilio del fiduciario 383 segundo párrafo.

Es nulo el fideicomiso que se constituye en favor del fiduciario (340 LGTyOC)


El fideicomiso será válido aunque se constituya sin señalar fideicomisario
siempre que su fin sea lícito y determinado.

El consentimiento para la constitución del fideicomiso debe ser expreso. En el


derecho mexicano no caben los fideicomisos implícitos.

El fiduciario designado por el fideicomitente o por el juez está obligado a aceptar el


cargo y sólo puede negarse a ello a renunciarlo, por causas graves a juicio un juez
de primera instancia del lugar de su domicilio (art. 356). Las causas graves de no
aceptación o de renuncia han sido precisadas por la LIC (137). Al estudiar la
conclusión del fideicomiso volveremos sobre este problema.

El fiduciario ejercerá sus funciones por medio de sus delegados fiduciarios


cuyo nombramiento y atribuciones regula la ley (Art. 45-IV LIC)

Elementos reales
Por elementos reales vamos a entender el objeto del negocio de fideicomiso, o sea
las obligaciones que engendra (386).

El negocio de fideicomiso establece siempre obligaciones principales a cargo del


fideicomitente para con el fiduciario. Estas obligaciones tienen a su vez por
contenido la transmisión de bienes, que son el medio para el cumplimiento del
fideicomiso, y los actos qtie debe ejecutar el fiduciario para la realización de las
finalidades supuestas por el cumplimiento del fideicomiso.

Bienes. "Pueden ser objeto de fideicomiso toda clase de bienes y de derechos,


salvo aquellos que, conforme a la ley sean estrictamente personales de su titular.

454
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Los bienes que se den en fideicomiso, se considerarán afectados al fin a que


se destinan, y en consecuencia, sólo podrán ejercitarse respecto de ellos,
los derechos y acciones que al mencionado fin se refieran, salvo los que
expresamente se reserve el fideicomitente, los que para él deriven del
fideicomiso mismo, o los adquiridos legalmente respecto de tales bienes,
con anterioridad a la constitución del fideicomiso, por el fideicomisario o por
terceros.

El fideicomiso constituido en fraude de terceros podrá, en todo tiempo, ser


atacado de nulidad por los interesados" (art. 351 LGTOC).

Finalidades. Las finalidades del fideicomiso pueden ser todas las que sean
imaginables como actividades jurídicas en los límites de la licitud y determinación
a que se refiere el artículo 381 LTOC. A modo de ejemplo, podemos citar los
siguientes:

Constitución de garantías

Renta. La entrega de bienes en fideicomiso para asegurar con sus productos, o con
su venta la educación de menores, el pago de pensiones alimenticias, el
mantenimiento de inválidos, el pago de rentas por vida, etc., son frecuentes en la
práctica comercial y bancaria, ya sea que los bienes entregados en fideicomiso
deban restituirse al fideicomitente en determinadas condiciones, bien sea que los
mismos pasen al fideicomisario o a otras personas al cabo del fideicomisos.

Beneficencia. La constitución de fideicomisos en favor de beneficiarios designados


genéricamente o con simples fines de utilidad pública constituyen un campo
amplísimo de esta institución como los que se establezcan en favor de los pobres,
de un hospital de cierta clase de inválidos, de instituciones docentes. Excede de
los límites de estas notas la determinación de los casos en que tales fideicomisos
caen bajo las prescripciones de la Ley sobre beneficencia privada.

Quedan prohibidos 394:


1. los fideicomisos secretos;
2. aquellos en los cuales el beneficio se conceda diversas personas
sucesivamente que deban sustituirse por muerte del anterior,
salvo el caso de que la sustitución se realice a favor de personas que
estén vivas o concebidas ya a la muerte del fideicomitente y
3. Aquellas cuya duración sea mayor de treinta años, cuando se
designe como beneficiario a una persona jurídica que no sea de
orden público o institución de beneficencia o museo de carácter
científico, artístico sin fin lucrativo.

455
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Por último, debe indicarse que el artículo 44 de la Ley de Instituciones de Crédito


enumera una serie de actividades de las instituciones de crédito fiduciarias. Todas
ellas, salvo las indicadas en el inciso a) (operaciones de fideicomiso) y en el inciso
k) (cualquier clase de negocios de fideicomiso) son operaciones de administración,
de mediación, de comisión, de depósito, etc., pero no son fideicomisos, es decir,
son operaciones de diversas clases y naturaleza que las instituciones fiduciarias
pueden realizar además de las fiduciarias que les son típicas.

Retribución. El desempeño del fideicomiso da derecho al fiduciario a obtener


una retribución por los servicios que ello implica. La Ley se refiere
indirectamente a ésta retribución. Ha llegado a ser tan importante esta obligación
que si después de tres años que no se hayan cubierto los honorarios
correspondientes, la Institución fiduciaria puede dar por terminado de manera
anticipada el contrato ( Bis).

El pago de la retribución puede quedar a cargo del fideicomitente, de sus


causahabientes o del fideicomisario, según se deduce del inciso b) del artículo 137
o bien pagar de los productos de los bienes dados en fideicomiso, como se deduce
del inciso e) del mismo artículo.

Se pueden pactar honorarios por aceptación del cargo; por desempeño del mismo
y Honorari actos especiales p.e. conferir poderes.

Elementos formales

El fideicomiso puede ser constituido por acto entre vivos o por testamento. La
constitución del fideicomiso debe contar por escrito (387) y ajustarse a los
términos de la legislación común sobre la transmisión de los derechos o de la
propiedad de las cosas que se den en fideicomiso.

Deben tenerse en cuenta las siguientes disposiciones


1.El fideicomiso cuyo objeto recaiga en bienes inmuebles, deberá
inscribirse en la Sección de la Propiedad del Registro Público del
lugar en que los bienes estén ubicados. El fideicomiso surtirá
efectos contra tercero, en el caso de este artículo desde la
fecha de inscripción en el Registro.
2.El fideicomiso cuyo objeto recaiga en bienes muebles, surtirá efectos
contra tercero desde la fecha en que se cumplan los requisitos
siguientes:
I. Si se tratare de un crédito no negociable o de un derecho
personal, desde que el fideicomiso fuere notificado al deudor.
II. Si se tratare de un título nominativo, desde que éste se endose a
la institución fiduciaria y se haga constar en los registros
de¡ emisor, en su caso;

456
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

III. Si se tratare de cosa corpórea o de títulos al portador, desde que


esté en poder de la institución fiduciaria.

Contenido

Posición jurídica del Fiduciario

Desde el punto de vista del fiduciario es básico el artículo 391, que dispone lo que
sigue: "La institución fiduciaria tendrá todos los derechos y acciones que se
requieran para el cumplimiento de fideicomiso (v. art. 45, fr. XI, LIC), salvo las
normas o limitaciones que se establezcan al efecto, al constituirse el mismo;
estará obligada a cumplir dicho fideicomiso conforme al acto constitutivo; no podrá
excusarse o renunciar su cargo sino por causa grave a juicio de un Juez de
Primera Instancia del lugar de su domicilio y deberá obrar siempre como buen
padre de familia, siendo responsable de las pérdidas o menoscabos que los bienes
sufran por su culpa."

Del precepto transcrito se deducen las siguientes consecuencias:

1. Es esencial que el fiduciario adquiera el dominio de los bienes


sobre los que constituya el fideicomiso llegando a ser titular de
un derecho de dominio con más o menos limitaciones, según se
haya fijado en el acta constitutiva, limitaciones que sólo tienen
eficacia obligatoria, puesto que el fiduciario como dueño puede
disponer de dichos bienes;
2. El fiduciario asume una serie de obligaciones de hacer cuyo alcance
depende de la clase de fideicomiso de que se trate;
3. El desempeño del cargo es obligatorio, en la forma antes indicada. El
fiduciario atiende al desempeño del fideicomiso por medio de uno o
más funcionarios (delegados fiduciarios), designados al efecto, de
cuyos actos responde directa e ilimitadamente la institución, sin
perjuicio de las responsabilidades civiles y penales en que pueda
haber incurrido el delegado (45 F. IV). El delegado podrá nombrar
apoderados particulares y generales en el límite de sus propios
poderes e incluso podrá hacerse sustituir, si tuviere autorización
para ello. En este caso, deberá comunicarse la sustitución a la
Comisión Nacional Bancaria, a efectos del ejercicio de su derecho
de veto (45 F. IV).
4. El fiduciario asume obligación de conservar los bienes o derechos
recibidos en su integridad material y jurídica. En este aspecto
no se debe olvidar que los bienes afectados en el fideicomiso
constituyen un patrimonio separado y que el fiduciario y aun el
fideicomisario tienen el derecho y obligación de realizar cuantos

457
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

actos sean necesarios para el mantenimiento de la referida unidad


patrimonial.

Como normas complementarias para realizar las inversiones que se le


confíen o sean requeridas por el fideicomiso, deben tomarse en cuenta las
que siguen:

1.Cuando se trate de adquirir o substituir bienes o derechos o de


invertir dinero o fondos líquidos, a falta de instrucciones
precisas del fideicomitente, o cuando éste confíe al fiduciario la
clase de inversión ésta deberá hacerse precisamente en valores
que reúnan las características indicadas en la fracción V del artículo
11 de la Ley (valores públicos o de instituciones de crédito, o
garantizados por el gobierno federal, o una entidad federativo o por
una institución de crédito o que sean de constante mercado) ;
2.Los fondos que no hayan de ser aplicados inmediatamente a un fin
determinado, y a falta de indicaciones del fideicomitente, se
invertirán de la forma que represente la mayor seguridad;
3.La adquisición de bienes de mercado regular, cuando no se indique la
fecha en que deba hacerse, se hará dentro de las cuarenta y ocho
horas siguientes a la fecha en que la operación fué encomendada o
de aquella en que se tuvo la disponibilidad de los bienes (art. 45, frs.
VI, VII y VIII, LIC) ;
4.El fiduciario debe avisar al beneficiario toda percepción de rentas, frutos o
productos, así como cualquiera inversión, adquisición o sustitución
de bienes que realice en el desempeño de su encargo,
comunicándole los datos necesarios para la identificación de los
bienes y cuando esta notificación no proceda por cualquier motivo,
tales operaciones deben anotarse en un registro foliado y sellado que
debe llevar la institución con carácter rigurosamente secreto (45 F.
IX, LIC)
5.La responsabilidad del fiduciario por abuso o por negligencia se fija
en torno a la actuación de un buen padre de familia. La
responsabilidad desaparece cuando el fiduciario obra según
las instrucciones de un comité técnico o de distribución de
fondos, constituido según el acta de institución del
fideicomiso (80 párrafo tercero) ;
6.Debe pagarse retribución al fiduciario en la forma antes indicada;
7.Debe guardar secreto respecto de todas estas operaciones (art. 45,
fr. X).

Posición jurídica del fideicomisario

458
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Para el fideicomisario la norma básica es el artículo 355, según el cual: "El


fideicomisario tendrá además de los derechos que se le concedan por virtud del
acto constitutivo del fideicomiso, el exigir su cumplimiento a la institución
fiduciaria; el de atacar la validez de los actos que ésta corneta en su perjuicio,
de mala fe o en exceso de las facultades que por virtud del acto constitutivo o de
la ley le corresponda, y cuando ello sea procedente, el de reivindicar los bienes
que a consecuencia de estos actos hayan salido del patrimonio del fideicomiso.

Cuando no exista fideicomisario determinado o cuando éste sea incapaz, los


derechos a que se refiere el párrafo anterior corresponderán al que ejerza la patria
potestad, al tutor o al Ministerio Público, según el caso".

Puede decirse que el fideicomisario tiene todos los derechos que se establezcan en
el propio acto o contrato de fideicomiso, según la naturaleza de éste y además,
legalmente queda legitimado para exigir a la institución fiduciaria el estricto
cumplimiento de lo convenido, pudiendo incluso llegar a reivindicar los bienes que
el fiduciario hubiere hecho salir del patrimonio especial, con mala fe o exceso de
sus facultades.

La acción que este artículo establece en favor del fideicomisario no es una


acción reivindicatoria propia puesto que se da a quien no es propietario en
contra de quien sí puede serlo, para obtener la retribución de los bienes no a favor
del titular de la acción sino el patrimonio de un tercero (el fiduciario).

Los efectos reales de esta acción son indiscutibles, y dada su peculiaridad no


podríamos hablar de una acción reivindicatoria útil, porque si se concede al no
propietario contra quien si lo es no significa que los bienes reivindicados ingresen
en el patrimonio del titular.

Posición Jurídica el Fideicomitente


La posición jurídica del fideicomitente resulta de los siguientes datos:
1. Su actuación sólo es precisa en el acto constitutivo o en el contrato
de fideicomiso, pues la ley ha querido, en lógica correspondencia con la
estructura de este negocio, que él mismo produzca todos sus electos sin la
colaboración del fideicomitente o aun después de su muerte e incluso en
contra de su voluntad. La voluntad creadora del fideicomitente es eficaz de
un modo permanente, de manera que se establece un complejo de
relaciones estables que pueden persistir por largo tiempo e incluso con
carácter indefinido (fideicomisos a favor de personas jurídicas, de orden
público o de instituciones de beneficencia). Por eso, se ha hablado con razón
del carácter institucional del fideicomiso que si no llega a tener la fuerza
creadora de ciertos contratos de organización capaces de poner en el mundo
del derecho un nuevo sujeto jurídico, si engendra situaciones estables en
torno al núcleo patrimonial de afectación.

459
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

2. Pero si el fideicomitente lo desea puede convertirse en sujeto de


esenciales derechos en el funcionamiento del fideicomiso. Puede
establecerse:

1. Primero: La reserva de diversos derechos para ejercerlos


directamente sobre los bienes afectados (art. 351, párrafo 2°);
2. Segundo. La facultad de revocación del fideicomiso (art. 357, fr. VI)
y la de pedir la remoción del fiduciario (art. 138 LIC).
3. Tercero: El nombramiento, de nuevo fiduciario, en los casos
anteriores;
4. Cuarto: El de obtener la devolución de los bienes al concluir el
fideicomiso;
5. Quinto. Exigir la rendición de cuentas (art. 138 LIC).
6. Sexto Ejercer la acción de responsabilidad contra el fiduciario (art.
133 citado) 5 y
7. Séptimo. Todos los que expresamente se quieren reservar y no
sean incompatibles con los derechos legales mínimos del fiduciario y
del fideicomisario o con la estructura de la institución.

Extinción del fideicomiso

El fideicomiso se extingue:
I.- Por la realización del fin para el cual fue constituido;

II.- Por hacerse éste imposible;

III.- Por hacerse imposible el cumplimiento de la condición suspensiva de que


dependa o no haberse verificado dentro del término señalado al constituirse el
fideicomiso o, en su defecto, dentro del plazo de
20 años siguientes a su constitución;

IV.- Por haberse cumplido la condición resolutoria a que haya quedado sujeto;

V. Por convenio escrito entre fideicomitente, fiduciario y fideicomisario;

VI. Por revocación hecha por el fideicomitente, cuando éste se haya reservado
expresamente ese derecho al constituir el fideicomiso;

VII. En el caso del párrafo final del artículo 386, y

VIII. En el caso del artículo 392 Bis.

DMC – adicionalmente señala el caso del 385 en el que no sea posible señalar
sustituto del fiduciario.

460
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Extinguido el fideicomiso los bienes destinados que queden en poder de la


institución fiduciaria, serán devueltos por ella al fideicomitente o a sus herederos.
Para que esta devolución surta efectos tratándose de inmuebles o derechos reales
impuestos sobre ellos, bastará que la institución fiduciario así lo asiente en el
documento constitutivo del fideicomiso y que esta declaración se inscriba en el
Registro de la Propiedad en que aquél hubiere sido inscrito. El fideicomitente pudo
señalar un destino especial para estos bienes: transmisión al fideicomisario o a un
tercero, nunca al fiduciario.

FIDEICOMISO DE GARANTÍA

El presente contrato presenta un paralelismo con el de prenda sin transmisión de


posesión lo que se manifiesta con la fecha de su entrada en vigor y a lo largo de
su regulación.

Concepto 395 mas adecuación de 381.

La LGTyOC no da en si un concepto del contrato en estudio, solo establece en el


395 que "...tengan como fin garantizar al fideicomisario el cumplimiento de una
obligación y su preferencia en el pago...".

DMC elaboró un concepto tomando como base el establecido en el 381; En virtud


del fideicomiso, el fideicomitente transmite a una institución fiduciaria la propiedad
o la titularidad de uno o más bienes o derechos, según sea el caso, para ser
destinados al fin lícito y determinado de garantizar al fideicomisario el
cumplimiento de una obligación y su preferencia en el pago, encomendando la
realización de dicho fin a la propia institución fiduciaria.

Las normas que rigen el fideicomiso de garantía son las que establece la LGTyOC
del 395 al 406 y supletoriamente, las reglas generales del fideicomiso establecidas
en la sección anterior

Elementos personales

1.- Fideicomitente - Es la persona que transmite los bienes para garantizar la


obligación principal. Es indispensable que pueda transmitirlos.

2.- Fiduciario - Como excepción a la regla general de fideicomiso, se autorizan a


mas instituciones para ser fiduciarias en el presente contrato (395).

3.- Fideicomisario - aquel a quien se la garantiza la obligación a través del


fideicomiso. Debe tener la capacidad de recibirlo en el caso que se llegara a
adjudicar los bienes o derechos por incumplimiento. Puede tener el carácter de

461
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

fideicomisario y fiduciario la misma institución si el fin del fideicomiso es garantizar


obligaciones a su favor (396).

Respecto a este último, puede adoptarse la modalidad que sean sucesivos o


simultáneos. Es decir, si es sucesivo, se garantizan las obligaciones una con
prelación a la otra, lo que debe ser pactado por las partes; y, si es simultánea
ambos son garantizados con el mismo grado de prelación (397).

Formalidades

Se aplican las reglas generales de fideicomiso ya comentadas con excepción que si


se trata de bienes muebles y valen igual o mas de 250,000 UDIS debe
hacerse constar la ratificación de firmas ante fedatario público.

Contenido del contrato

Respecto del contenido del contrato que se debe acordar entre las partes debemos
distinguir entre bienes muebles e inmuebles. Por lo que se refiere a los segundos
la Ley no establece un contenido, respecto de los primeros si lo hace en el 399
con relación al 398.

Elementos reales

1.- Bienes fideicomitidos - Pueden ser objeto del fideicomiso todo tipo de
bienes, ya sean inmuebles o muebles, salvo que sean estrictamente personales
(386).

2.- Honorarios - La institución fiduciaria tiene derecho a cobrar


contraprestación de servicio

3.- Obligaciones garantizadas - Por lo que se refiere a las obligaciones


garantizadas cabe hacer dos clasificaciones:

i.- presentes o futuras, con las particularidades ya señaladas de estas últimas.


ii.- simultáneas o sucesivas. Por lo que hace a este tipo de obligaciones la Ley
impone al fideicomisario que notifique al fiduciario de la extinción de la obligación
a su favor para que el fideicomitente decida si designa un nuevo fideicomisario o
concluye el mismo (397).

Posesión (400)

Los objetos que garantizan la obligación pueden quedar en posesión del


fideicomitente o tercero.

462
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

El que posea tiene las responsabilidades de un depositario, esta obligado a


conservarlos como si fueran propios, a no utilizarlos para objeto diverso del
cual se haya pactado y a responder de los daños que se causen a terceros
al hacer uso de ellos.

Los gastos necesarios (conservación, reparación, administración y recolección) son


a cargo del fideicomitente.

Si se pierden o deterioran el fideicomisario puede exigirle al fideicomitente (si es el


deudor de la obligación garantizada), que reponga bienes o dar por anticipado
vencimiento.

Riesgo (401)

La regla que establece la Ley es que corre el riesgo a cargo de quien tenga en
su poder la cosa. Para asegurarse que los bienes estén en óptimo estado las
partes que no tengan la posesión pueden solicitar inspecciones.

Si se pacta en el contrato que en caso de que disminuya el valor del objeto


que garantiza y ya no se tenga el aforo acordado, el fiduciario puede pedir
otros bienes para que se cumpla con este. Si no cumple con el aforo establecido,
se puede dar por terminado el contrato. Esto último se debe notificar judicialmente
o a través de notario.

Entrega de los bienes

Si la persona que tiene la posesión incumple la obligación de restituirlos


cuando se los solicite el fiduciario se debe ejercer el procedimiento establecido
en el 402 del CCo.

Contenido obligacional

Por lo que respecta al fiduciario:

Derechos:

1.- Adquirir la propiedad de los bienes o derechos que le transmite el


fideicomitente para garantizar la obligación

2.- cobrar retribución.

3.- ser indemnizado por daños y perjuicios que les lleguen a ocasionar.

4.- tiene todas las acciones necesarias para realizar el fin de fideicomiso.

463
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

5.- inspeccionar bienes para verificar estado de conservación (401).

6.- Exigir al depositario devuelva bienes (402).

Obligaciones

1.- cumplir con los fines del fideicomiso.

2.- responder por los daños y perjuicios que llegue a ocasionar.

3.- registrar contablemente por separado los activos del fideicomiso.

4.- rendir cuentas.

Por lo que respecta al fideicomitente

Obligaciones:

1.- Transmitir la propiedad o titularidad al fiduciario.

2.- asegurar bienes dejando como beneficiario al fideicomisario.

3.- Sufragar gastos de conservación al poseedor de los bienes fideicomitidos.

4.- permitir inspección de bienes.

Derechos:

1.- recobrar bienes una vez extinguido el fideicomiso

2.- en caso de perdida, daño o deterioro complementar la garantía para que no se


venza de manera anticipada.

3.- uso de bienes.

4.- Prescribir y utilizar frutos.

5.- Instruir la Enajenación siempre que sea la actividad preponderante de


fideicomitente,se extingue si hay proceso.

6.- Poseer los bienes, en su caso.

464
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Por último el fideicomisario

Derechos:

1.- Que se le garantice la obligación principal y la preferencia en el pago.

DMC - cuestiona si el fideicomiso de garantía constituye derechos reales o


personales.
El argumento para decir que es personal es que solo se pueden ejercer los
derechos contra el fiduciario para que ejecute la garantía, no hay inmediatez. Por
otro lado, se puede decir que es real, porque aunque lo detente el fiduciario el
beneficiario es otra persona diferente.

2.- Los demás derechos que a su favor se pacten.

3.- Atacar validez de los actos que se cometan en su perjuicio.

4.- Exigir la ejecución de la garantía.

5.- Solicitar aumento de bienes de garantía.

Obligaciones:

1.- Notificar cuando se extinga la obligación dentro de los cinco días siguientes a
través de fedatario público.

2.- Responder de los daños y perjuicios si no se da la notificación.

Procedimiento Especial

La mayor ventaja que establece la Ley para este contrato es el procedimiento


especial para su ejecución.

Los requisitos los señala la Ley en el 403, cabe destacar de cada fracción lo
siguiente:

Puede el ejecutado oponerse y q se vaya a tribunales? No ultimo paarafo

I.- Se debe señalar con precisión las obligaciones incumplidas garantizadas.

II.- El fiduciario debe notificar a los fideicomitentes la solicitud de enajenación. La


únicas razones por las que puede no darse la misma es si exhiben el monto del
adeudo, acreditan el pago o exhiban el documento que compruebe la prórroga del
plazo o novación.

465
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

III.- Enajenación -La ley hace referencia a que la misma se hará conforme a lo
"pactado", algunos casos de este pacto pueden ser que exista un avalúo, que se
fije precio de salida como mínimo o que la enajenación se realice en subasta o
venta privada.

IV Plazos - Las partes deben pactar los plazos que medien entre un acto de los
anteriores y otro.

Cabe destacar que este proceso debe constar EN UNA SECCION ESPECIAL, DEBE
FIRMARSE ADICIONALMENTE POR FIDEICOMITENTE.

Prescripción

La prescripción de las acciones que pertenecen a los acreedores es de 3 años


contados a partir de que se da por vencida la obligación (405).

Delito (406)

El delito depende del 406 monto de la garantía (obligación principal).

DMC señala que se debe analizar si la acción u omisión realmente perjudica el


monto de la garantía y no sancionar o, de lo contario, sancionar pero con la menor
pena posible.

Procedimiento de ejecución

El procedimiento de ejecución esta establecido en el CCo y puede ser de dos tipos,


extrajudicial o judicial. En este último caso se rige por lo dispuesto del 1414 bis 7
a 1414 bis 20.

466
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

14. Arrendamiento financiero

El estudio del arrendamiento financiero se ha hecho, sobre todo, en el campo del


derecho fiscal. La figura contractual adquiere importancia es raíz de las ventajas
financieras y fiscales que obtienen las partes contratantes y del reconocimiento y
reglamentación de ciertos aspectos que este contrato recibió de las disposiciones
fiscales.
A partir de 2008 el legislativo atiende las sugerencias de los doctrinarios y se
regula en la LGTyOC, como contrato al considerarse una operación de crédito.

Origen e importancia

El Arrendamiento financiero nació en Estados Unidos en la década de los


cincuenta, con el nombre de Leasing. Su nacimiento obedeció a necesidades
financieras de los arrendatarios que, a través de este medio, obtenían la utilización
de bienes sin ser propietarios y con un menor desembolso de fondos.
Ventajas que sustentan esta figura:
Para el arrendatario:

1.- la posibilidad de utilizar el bien es más importante que la propiedad.

2.- Si la renta esta adecuadamente calculada, la maquinaria se autofinancia a


través de su utilización productiva.

3.- El arrendatario sin embargo tiene en su perjuicio que el bien arrendado esta en
su poder por un plazo largo y no puede deshacerse de él tan fácilmente.

Para el arrendador:

1.- Es titular de un crédito con una garantía real especifica.

2.- a través de los intereses y pagos del arrendatario, obtiene un rendimiento.

3.- Facilita el otorgamiento del crédito.

Este contrato tiene como objeto especifico conceder crédito al arrendatario


de ahí el calificativo de financiero.
En México este contrato empezó a utilizarse en la década de los sesenta, cuando
se crearon empresas especializadas para tal efecto. Tuvo su primer reconocimiento
legislativo en 1974. En 1981, el Código Fiscal de la Federación lo reconoció la
denominación de “Arrendamiento Financiero”, con el que se bautizo la práctica
comercial. Antes del CFF, el arrendamiento financiero sólo se contemplaba en la
LISR. En 1982 por adición a la LIC, el arrendamiento financiero se convirtió en un

467
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

contrato típico legislativamente, propio del derecho mercantil y como contrato del
derecho bancario. Posteriormente se legisló en la Ley de Organizaciones y
Actividades Auxiliares del Crédito y actualmente se encuentra regulado, desde el
dieciocho de julio de 2008 en la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito.

Denominación y concepto
La Ley lo define de la siguiente manera: "Por virtud del contrato de arrendamiento
financiero, el arrendador se obliga a adquirir determinados bienes y a conceder
su uso o goce temporal, a plazo forzoso, al arrendatario, quien podrá ser
persona física o moral, obligándose este último a pagar como contraprestación,
que se liquidará en pagos parciales, según se convenga, una cantidad en dinero
determinada o determinable, que cubra el valor de adquisición de los bienes, las
cargas financieras y los demás accesorios que se estipulen, y adoptar al
vencimiento del contrato alguna de las opciones terminales a que se refiere el
artículo 410 de esta Ley".
La definición es demasiado extensa y descriptiva, está redactada con falta de
técnica legislativa y de terminología apropiada. El CFF por su parte, no proporciona
una definición del contrato, sino que señala las características que debe de tener.
III. Que se establece un plazo forzoso que sea igual o superior al mínimo
para deducir las inversiones en los términos de las disposiciones fiscales
o el plazo sea menor, se permita a quien recibe el bien las siguientes
opciones:

II.Transferir la propiedad.

III.Prorrogar el contrato.

IV.Obtener parte del precio por la enajenación a un tercero.

IV. Contraprestación sea equivalente o superior al valor del bien al momento de


otorgar el uso o goce.

V. Establezca una tasa de interés.

De los dos ordenamientos que tratan la materia, es importante destacar que la


LGTyOC rige la relación privada entre las partes contratantes, en tanto que el CFF
y las otras disposiciones impositivas que se refieren al mismo, regulan una
relación jurídica distinta entre cada una de las partes, como contribuyente o sujeto
pasivo de los impuestos y el fisco.

Características
I.- El arrendador tiene obligación de adquirir el bien (indirecto) o permitir
el uso o goce de un bien de su propiedad (directo).

468
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

II.El arrendatario respecto al objeto tiene derecho al uso o goce del mismo.

III.Debe tener un plazo forzoso.

IV.El precio debe calcularse en su totalidad como suma de los pagos periódicos.

V.Debe pagarse en parcialidades y pactarse en dinero.

VI.Comprende siempre una opción a favor del arrendatario para que éste
elija, antes del término del contrato, entre adquirir el bien, prorrogar el
contrato o participar de la enajenación a un tercero.

VII.Debe constar por escrito.

Clasificación

I.Mercantil como “alquiler verificado con propósito de especulación


comercial" y por las personas que en él intervienen (generalmente comerciantes).
Puede darse un acto mixto, o sea mercantil para el arrendador financiero y civil
para el arrendatario.

II.Formal y cuando así lo requiera debe inscribirse en el RPC.

III.Bilateral produce derechos y obligaciones para las dos partes.

IV.Oneroso los provechos y gravámenes son recíprocos.

V.Conmutativo o aleatorio El precio puede variar durante la vigencia del


contrato.

VI.Tracto sucesivo .

VII.Principal - no depende de otro contrato.

VIII.Traslativo de uso y es traslativo de dominio para el arrendador financiero


que debe de adquirir el bien

IX.Típico.

Clases
II.En relación con el objeto arrendado

II.Inmuebles

469
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

III.Muebles usual y en especial sobre los llamados bienes de capital o de


consumo duradero.

IV.Derechos aunque el CFF habla de bienes tangibles, según ARCE


GARGOLLO, no hay impedimento para celebrarlo sobre derechos.

III.Las personas que intervienen en la relación:

II.Directo cuando el arrendador es el productor, fabricante o vendedor del


bien.

III.Indirecto el productor o propietario original del bien es una persona


distinta del arrendador financiero. En este caso, existen dos
relaciones jurídicas diferentes; la del propietario y el arrendador, y la
que se establece entre el arrendador financiero y el arrendatario.

Elementos

I.- PERSONALES
La arrendadora financiera se denominaba en la práctica antes de que se
regulara - propietario, arrendador o “lessor”.
Antes se imponía la necesidad de contar con concesión o autorización de la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

II.- REALES
I.El bien - deber ser susceptible de darse en arrendamiento, es decir,
aquel sobre el que puede concertarse el uso o goce. Están excluidos los bienes
consumibles por el primer uso, los bienes fuera del comercio o los derechos
personalísimos.

Por su naturaleza, los bienes del arrendamiento financiero son bienes


muebles, aunque nada impide que se celebre sobre inmuebles. Los
muebles objeto del de este contrato suelen ser los que en terminología
económica se denominan bienes de capital y bienes de consumo
duradero.
II.El precio - debe ser en dinero, determinando o determinable, y la totalidad
de los pagos parciales o rentas debe ser superior al valor del bien.

El precio debe ser necesariamente en dinero, puede ser determinado o


determinable pero el elemento del interés implícito en aquel hace que en
esta clase de contratos el precio suela ser determinable porque el interés
es variable. El precio debe exceder, en la suma de los pagos parciales, al
valor del bien, e incluir el “valor de adquisición de los bienes, cargas
financieras y los demás accesorios”.

470
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

III.Pagarés - como modalidad del precio del arrendamiento financiero, y en


relación también con la formalidad del acto jurídico; la ley previene que
la arrendataria “podrá otorgar (el vocablo correcto es “suscribir”) uno o
varios pagarés” cuyo importe total corresponde al precio pactado. Como
requisito especial, debe hacerse constar en tales documentos “su
procedencia de manera queden suficientemente identificados", para tener
la posibilidad de condicionar su obligación y hacer que los pagares dejen
de ser pagarés. La transmisión de estos títulos de crédito por parte
del arrendador financiero, significa la cesión total o parcial de su
carácter de arrendador, según se señala la misma disposición.
Significa la cesión total o parcial de su carácter de arrendador, según
señala la misma. DMC - Se hacen causales pero los efectos no quedan
vinculados para excepciones y defensas. ARCE Y GARGOLLO - Esta
cesión del contrato no cumple con las formalidades que el CCO y el CC
señalan para la cesión de deudas y derechos; por lo tanto la transmisión
de los pagarés debe acompañarse de otro acto jurídico para ceder los
efectos del contrato. Vázquez Pando - señala que “estos pagarés, como
los llama la ley, son en realidad un nuevo titulo de crédito frente al
pagaré tradicional regulado por la LGTOyC, en tanto que este documento
tradicional tan sólo incorpora obligaciones dinerarias, mientras que en el
caso previsto por la misma Ley se está ante un documento causal que
incorpora derechos derivados del contrato…” ARCE Y GARGOLLO señala
que el pagaré no incorpora derechos contractuales, sino sólo las
obligaciones de pago del precio del arrendamiento, pues de otro modo ya
no sería pagaré al no cumplir con los elementos esenciales que le señala
la LTOC. Y pregunta si pueden suscribirse o girarse otros títulos de
crédito. Todo lo referido a los pagarés y títulos de crédito, ya sea en su
suscripción, contenido, transmisión, pago y otras relaciones, se rige por
la parte conducente de la LGTyOC. Cuando al transmitirse el TC
identificado con el contrato se hace también la cesión del contrato, el
arrendamiento podrá oponer al nuevo arrendador las excepciones
personales – derivadas del contrato- a la arrendadora financiera.

IV.El interés - es una característica esencial del contrato de arrendamiento


financiero y resulta una exigencia legal contractual. Su concepto puede
tomarse con la amplitud que contempla el 361 del CCo y, en este sentido,
abarca parte del precio y éste deber ser en dinero, puede ser
determinado o determinable y fijarse con base en elementos extraños al
contrato. También puede variar o ser distinto en diferentes periodos de
tiempo. Si el contrato no establece un interés, la ley no suple esta
falta de acuerdo y, como elemento esencial del arrendamiento
financiero, un contrato sin interés será otro acto jurídico distinto del
arrendamiento financiero.

471
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

V.Plazo forzoso - Este plazo es básico para el cálculo total de precio y para
determinar el momento en que debe ejercitarse la opción, por parte del
arrendatario. El plazo forzoso es un elemento que tiene como
fundamento el concepto de “uso o goce temporal” del arrendamiento
financiero. La falta de plazo forzoso hace que el contrato de
arrendamiento financiero deje de ser tal para transformarse. No puede
aplicarse supletoriamente el CC en materia de arrendamiento de
muebles, que previene que “si no se hubiere fijado plazo… el arrendatario
será libre de devolverlo cuando quiera”.

III.- FORMALES.

Siempre debe otorgarse por escrito y ratificarse. Si se debe inscribir en algún


Registro debe atenerse a las disposiciones de los documentos inscribibles en este.
Debe agregarse que el precio puede incorporarse a pagarés u otros títulos de
crédito, aunque su falta no afecta de nulidad al acto.
Judicialmente la arrendadora financiera puede seguir estos procedimientos.
I.Pedir la desposesión del bien al arrendatario.

II.Ejercitar la vía ejecutiva mercantil

III.Demandar en la vía ejecutiva mercantil el pagaré.

No pueden ejercitarse simultáneamente las tres acciones ejecutivas, hay


conexión de la causa.

Contenido del contrato.

Obligaciones del arrendador financiero:


I.Adquirir o permitir el uso o goce del bien objeto del arrendamiento -
Puede ser un requisito previo a la celebración del contrato o formar parte del
contenido de las obligaciones del mismo. La definición legal la incluye como
obligación contractual, pero las partes pueden celebrar el contenido una vez que la
arrendadora financiera ya sea propietaria del bien o tenga facultades para conocer
su uso y goce. La adquisición es obligación de la arrendadora, pero el arrendatario
debe contribuir a su cumplimiento al seleccionar al “proveedor, fabricante o
constructor”, y al autorizar por escrito los “términos, condiciones y
especificaciones” del pedido u orden de compra.

II.Entregar el bien - entregar el bien a la arrendataria. Como excepción el


arrendamiento civil, en el financiero la entrega del bien no señala el
momento en que nace la obligación de pagar el precio. Salvo que se pacte lo
contrario, el pago debe hacerse desde la firma del contrato, aunque no se
haya efectuado la entrega de los bienes.

472
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

III.Cesión de derechos contra el vendedor. Salvo pacto en contrario, son a


riesgo de la arrendataria; los vicios o defectos ocultos de los bienes, la
pérdida de la cosa y, en general, cualquier riesgo. Tiene que
complementarse con una transmisión o cesión de la relación del arrendador
con el vendedor al arrendatario, para que éste ejercite los derechos
derivados de dicho vínculo, en su propio nombre o con representación del
arrendador. La ley así lo previene.

IV.Conservar la cosa - Conservar la cosa arrendada durante todo el


arrendamiento y hacer las reparaciones necesarias, y la obligación
de garantizar el uso. En el arrendamiento financiero, por disposición
expresa, subsiste el deber del arrendatario de pagar la
contraprestación. En las disposiciones legales del arrendamiento
financiero, el arrendatario se acerca mucho más a un propietario del objeto
que a un usuario, por la clase de actos que realiza sobre el bien arrendado,
es decir en forma directa y con la nula o mínima intervención del
arrendador.

V.Cumplir con la opción - El arrendador está obligado a cumplir con la opción


que ejercite el arrendatario, el arrendador financiero debe celebrar el
contrato definitivo que corresponde a la opción elegida por el arrendatario.

VI.Contratar seguro - Es usual que contractualmente se establezca a cargo


del arrendatario. Si el arrendatario no lo hace y está pactado en el contrato,
el arrendador financiero puede verse obligado a contratar un seguro para el
objeto arrendado. El precepto no es claro sobre cuál de las partes es la
obligada a contratarlo. ARCE Y GARGOLLO - Si las partes no disponen en
el contrato quien debe contratar el seguro, la obligación es originalmente del
arrendador financiero, propietario del bien y beneficiario del seguro.

Obligaciones del arrendatario:


I.Seleccionar al vendedor - debe seleccionar al “proveedor, fabricante
o constructor” de quien el arrendador financiero adquiera el bien. Para utilizar un
solo nombre genérico hablaremos del vendedor. Esta obligación implica
seleccionar al vendedor y aprobar por escrito los términos los términos,
condiciones y especificaciones del bien. Se complementa con los derechos que
posteriormente le cederá el arrendador financiero respecto del bien arrendado

II.Pagar costos financieros previos a entrega.

III.Recibir el bien - Debe recibir el objeto arrendado de parte del vendedor o


del mismo arrendador financiero

IV.Pagar el precio - Es pagar el precio en los términos pactados. Como


modalidad del arrendamiento financiero, la renta se paga antes de recibir la
cosa, y esta obligación continúa o persiste aunque el objeto arrendado se

473
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

pierda, salvo pacto en contrario. En relación con el lugar de pago, la Ley no


establece norma supletoria para el caso que las partes no lo acuerden, por
lo que debe acudirse a la norma general del arrendamiento civil; esto es, el
domicilio del arrendatario.

V.Usar la cosa - Debe usar el bien solamente para el uso convenido o el


que sea conforme a la naturaleza o destino del bien arrendado. En el
arrendamiento financiero el arrendatario puede considerarse más que un
simple usuario temporal, pues su relación con el bien lo acerca a los
derechos que sobre la cosa tiene un propietario y los cambios sobre la cosa
requieren autorización del arrendador. Para que el arrendatario use la cosa
no requiere una intervención directa del arrendador. En el arrendamiento
financiero, el usuario puede reclamar directamente al vendedor. Y está
obligado a conservar la cosa y recuperarla en caso de despojo, perturbación
y otros actos en los que no haya intervención del arrendador.

VI.Conservar la cosa y darle mantenimiento - La obligación de conservar se


extiende, para el arrendatario, al deber de recuperar los bienes en caso de
despojo, perturbación o cualquier otro acto de tercero que afecte el uso o
goce de los bienes. La obligación de reivindicar y defender las cosas, propia
del arrendador en la figura civil, se previene en el financiero como
subsidiaria para el caso del arrendatario no cumpla.

VII.Contratar un seguro - Este deber suele corresponder al arrendatario,


porque así se pacta en el contrato, este tiene la obligación de pagar la prima
y los gastos del seguro.

VIII.Ejercitar la opción - El no ejercicio de la opción puede provocar


responsabilidad a su derechohabiente, aunque no es propiamente una
obligación pues su cumplimiento no puede exigirse. Si el arrendatario no
“adopta” alguna de las posibilidades concedidas, es responsable de los
daños y perjuicios causados.

Cesión de derechos contra el vendedor

Una de las particularidades propias del arrendamiento financiero que lo distingue


definitivamente del civil, es, sin duda, las relaciones jurídicas que se entablan
entre el arrendatario y el vendedor, como una tercera persona extraña a
la relación contractual arrendador-arrendatario.

De acuerdo con la Ley, estos son los supuestos en que aparece la relación
vendedor-arrendatario.
I.Contacto vendedor-arrendatario. Selección que el arrendador hace
del productor, el arrendatario debe autorizar y firmar la orden de compra,

474
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

II.La entrega del bien, puede efectuarse directamente al vendedor al


arrendatario y tal entrega material se entiende como entrega jurídica entre
arrendador financiero y arrendatario.

III.Transmisión del arrendatario de los derechos que el arrendador


financiero tiene contra el vendedor.

No siempre se produce como transmisión de derechos, pues la misma disposición


autoriza al arrendatario a actuar como representante del arrendador financiero. La
representación debe otorgarse en los términos que la ley dispone, en el mismo
contrato de arrendamiento financiero o en un acto jurídico conexo.
La transmisión de derechos está regulada por nuestra legislación mercantil y civil,
y a falta de normas más completas en el arrendamiento financiero, debemos
acudir a aquellas que conforman este acto jurídico dentro de la figura que
estudiamos.
Los elementos de esta cesión en el contrato de arrendamiento financiero se
configuran de la siguiente manera: el arrendador financiero es el cedente; el
arrendatario es el cesionario; y el objeto de la cesión son los derechos que el
arrendador como adquirente tiene contra el vendedor o propietario del bien
arrendado.
Para que la cesión sea válida y el arrendamiento pueda ejercitar los derechos
deben de cubrirse los requisitos siguientes:
I.No esté prohibida en la Ley o en el contrato

II.Llene la forma requerida por la ley. Puede ser consensual (porque el CCo no
exige formalidad).

III.El cesionario notifique al deudor ante dos testigos la fecha en la cual la


cesión produce efectos para con el deudor.

ARCE Y GARGOLLO dice que la naturaleza jurídica de este fenómeno que origina
a las relaciones entre el arrendatario y el vendedor es una verdadera cesión de
derechos y no una subrogación pues ésta sólo opera si el arrendatario paga al
vendedor por las obligaciones del arrendador financiero, situación que no se
produce.
Los contratos de arrendador financiero, por lo general, no contienen disposiciones
completas que cumplan, en este sentido, con el requisito de la notificación de la
cesión de créditos.
Esta relación no se produce en aquellos contratos en que se confunde la persona
del vendedor con la del arrendatario o en los contratos llamados “de
arrendamiento financiero directo”.
La Opción

El elemento más característico que conforma a la figura es la opción y sin opción


no hay contrato de arrendamiento financiero.

475
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

La doctrina ha estudiado el contrato de opción como una figura autónoma.


I. Concepto “por virtud del llamado contrato de opción, una
de las partes, concedente de la opción, atribuye a la otra, beneficiario de la
opción, un derecho que permita a esta última decidir, dentro de un
determinado periodo de tiempo y unilateralmente, la celebración de un
determinado contrato”

Opción que previene la ley confiere, debe resultar de entre las siguientes:
I.Adquirir el bien

II.Prorrogar el contrato de arrendamiento.

III.Participar del precio de la venta a un tercero y

IV.Otras que autorice la Secretaria de Hacienda.

II. Requisitos: Opción pactada en el arrendamiento financiero se ajuste a las


normas legales del contrato de promesa reglamentado en nuestro CC,
debiendo reunir los siguientes requisitos:

I.Contener los elementos del contrato o contratos definitivos.

II.Tener un plazo para su ejercicio y otro para su cumplimiento El ejercicio


es en beneficio del optante beneficiario y, por tanto, el derecho de
opción puede ejercitarse como lo indica la ley al celebrarse el contrato
de arrendamiento financiero, durante la vigencia del contrato y
siempre cuando menos un mes antes del vencimiento del plazo
forzoso. El Plazo de cumplimiento de la opción, es muy importante y
la Ley es omisa.

III.Constar por escrito.

Si el arrendatario elige la opción de prórroga, está implica la subsistencia


del contrato de arrendamiento financiero. Al vencerse la prórroga volverán a
presentarse estas tres alternativas o posibilidades.
III.Efectos:

El concedente debe abstenerse de enajenar, gravar o comprometer el objeto


y, además, esta obligado a celebrar el contrato futuro que el arrendamiento
le indique y mediante el cual se cumpla con la promesa concertada en la
opción.
En la opción, como promesa de contrato, se supone la existencia de un contrato
definitivo, dependiendo de la elección del arrendatario:
I.Compraventa del bien arrendado.

II.Modificar la cláusula de precio y plazo, para prorrogarlo con otro precio.

476
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

III.En la participación por la venta a un tercero.

Para todos estos casos, y de acuerdo con el principio general enunciado, el


cumplimiento de la opción requiere la celebración de un nuevo contrato, el
definitivo.
IV. Incumplimiento. Si el arrendatario no ejercita su derecho de opción, el
arrendatario propietario del bien puede, en principio, pedir su devolución. El
no ejercicio de la opción puede hacer al optante responsable por daños y
perjuicios.

Si el arrendatario no ejercita la opción, pero continúa en el uso del bien y paga la


renta inferior pactada para el caso de prórroga, opera por analogía, la tácita
reconducción prevista para el arrendamiento.
Si el arrendatario, sin ejercitar expresamente la opción, para el precio convenido
en el contrato y la transmisión del bien no requiere de otra formalidad, la opción
de compraventa se entiende ejercida tácitamente y el contrato de compraventa es
perfecto.
Si el arrendador no cumple respecto a una opción debidamente ejercida, el
arrendatario optante puede exigir al juez que en rebeldía de aquí celebre el
contrato definitivo correspondiente.

Modalidades

DMC - señala que son las siguientes:


Directo - el arrendador es el dueño de los bienes,
Indirecto. Se obliga a adquirirlos.
Según ARCE Y GARGOLLO son las siguientes:
Pueden darse en la celebración del contrato o durante la vigencia del mismo.

I.- Cambio de objeto. Obligación del arrendador de cambiar el objeto


arrendado por otro más avanzado tecnológicamente.

En la práctica se les denomina "cláusula de correlación con el avance técnico".


No se prevé esta interesante modalidad en la Ley.
Este cambio de objeto en el contrato de arrendamiento financiero puede asimilarse
a la novación como medio para extinguir una obligación y crear otra que la
sustituye. La novación objetiva o real (llamada así por la doctrina) puede tener
lugar por la mutación del objeto.
Podrán o no contemplar cambio en la contraprestación del arrendatario.
I.Arrendamiento sobre arrendamiento financiero. No lo previene
expresamente resulta ser aplicable al arrendamiento financiero la
prohibición de subarrendar sin consentimiento del arrendador, creemos que
el arrendatario en el arrendador financiero puede a su vez ser arrendador en
un subarrendamiento o en un subarrendamiento financiero. El arrendatario

477
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

conserva su posición de deudor frente al arrendador financiero original y no


puede, en la celebración del subcontrato, exceder los límites de su relación.

II.Cesión del contrato - Se apoya en las cesiones de crédito y deuda-


reguladas por nuestra legislación civil. Abarca un concepto más completo
que la transmisión de la relación obligatoria. La práctica comercial ha
consagrado su aplicación, quizás ausente de los requisitos formales que esta
figura requiere. La cesión del contrato puede operar total o parcialmente.

I. Total dando lugar así a un nuevo arrendador o un nuevo arrendatario


con el mismo contrato.

II. Parcial opción antes de su ejercicio o una vez ejercitado (sólo se


produce respecto al arrendatario).

III.Promesa Las partes pueden celebrar un contrato de promesa en relación


con el objeto materia del arrendamiento financiero. Pueden comprometerse
a celebrar un contrato de compraventa de arrendamiento- simple y
financiero-, comodato, y otros respecto al bien arrendado, para cuando el
contrato termine. Puede otorgarse como modalidad un derecho de opción
como variante del contrato de promesa, con un tercero ajeno a la relación
contractual entre arrendador financiero y arrendatario.

Rescisión

El problema de la rescisión fue abordado oportunamente por la doctrina. FRISCH


señala la siguiente solución “si se constituyen obligaciones de tracto sucesivo, la
rescisión surtirá efectos no retroactivos, ex nunc, de modo que el arrendador se
quedará con todas las rentas pagadas hasta la rescisión. Sin embargo, si
aplicamos el criterio de obligación instantánea el arrendamiento financiero, la
rescisión deberá efectuarse con efecto retroactivo, es decir, en forma análoga a la
restitución mutua, de lo cual resulta que el arrendador no podrá quedarse con las
rentas pagadas hasta la reunión.
ARCE Y GARGOLLO - La solución por este autor nos parece incompleta y de difícil
aplicación en la práctica. Considera que si el arrendamiento financiero contiene la
opción de adquisición del bien arrendado, se aplica la restitución de lo pagado; si
no existe la opción la rescisión no tiene efectos retroactivos.

Es posible aplicar esta solución sólo una vez transcurrido el plazo del contrato,
para determinar si se ejerce o no la opción de adquisición (salvo que el
arrendatario haya ejercido la opción al celebrar o antes del incumplimiento, causa
de la rescisión). Sólo de este modo puede determinarse si los efectos del
incumplimiento serán retroactivos, con derecho a devolución de las rentas
pagadas, o con efectos al momento del incumplimiento, sin derecho a devolución
de lo pagado.

478
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

La LGTyOC en el 416 dice textualmente lo siguiente: "El arrendador, para solicitar


en la demanda o durante el juicio la posesión de los bienes objeto del
arrendamiento financiero, al ser exigible la obligación y ante el incumplimiento del
arrendatario de las obligaciones consignadas en el contrato, deberá acompañar el
contrato correspondiente debidamente ratificado ante fedatario público. Una vez
decretada la posesión, el arrendador quedará facultado a dar los bienes en
arrendamiento financiero a terceros o a disponer de ellos".
El artículo transcrito previene el incumplimiento del arrendatario como la parte que
debe cumplir con la mayor parte de obligaciones contractuales, pero nada dispone
para el caso de incumplimiento de la arrendadora financiera.
La LOSP previene que el arrendamiento se rescinde por quiebra del arrendatario,
no así por quiebra del arrendador, donde puede separarse.

La desposesión de los bienes a la arrendataria de dudosa constitucionalidad,


requiere estos elementos:
I.Pedida al juez

II.Este debidamente ratificado ante fedatario público e inscrito en el Registro


aplicable, si es el caso

III.Acompañe “el estado de cuenta certificado por el contador” - hoy ya no se


exige este requisito.

El procedimiento por el que la arrendataria pierde la posesión del bien arrendado –


sin ser oída, pues el juez la decreta “de plano”- muy rigurosa que no tiene
limitaciones en la misma ley. Basta en el retraso en uno de los pagos
mensuales, o el incumplimiento de una obligación de menor importancia,
para que el juez lo acuerde –pues la ley no indica como debiera- para el
incumplimiento al contrato deber ser grave.

Sobre los efectos de la rescisión, se deduce la intención del legislador de que la


rescisión no supone una devolución total de lo pagado como renta, ni tampoco que
la arrendadora financiera se queda con la totalidad del precio a cuenta de rentas
por el uso.

ARCE Y GARGOLLO señala que el precio del arrendamiento financiero es la


contraprestación, en una parte por el uso del bien; y en otra por la opción
concedida que supone la posibilidad de que el arrendamiento sea propietario. En
justicia, los efectos de la rescisión deben determinar que parte se devuelve
al arrendatario (precio de la opción) y qué parte retiene la arrendadora
financiera (pago del uso del bien y otros gastos). Este criterio puede
completarse con dos preceptos supletorios, que son el 2311 del CC y el 28 de la
LPC.

479
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

Pensamos que una solución práctica será que en el propio contrato de


arrendamiento financiero las partes acuerden, para el caso de rescisión qué
cantidad debe devolver la arrendadora financiera el arrendatario, en el momento
de la resolución del contrato, con base en el numero de pagos parciales
efectuados. Esta tabla de cantidades deben calcularse con base en la tasa de
interés con base en el número de pagos parciales efectuados. Esta tabla de
cantidades debe calcularse con base en la tasa y el numero de rentas o pagos
parciales.

La rescisión del contrato de arrendamiento financiero produce como


efectos entre las partes que deben retribuirse las prestaciones materia del
contrato. De la renta pagada por el arrendamiento deben determinarse que parte
se pago por el uso del bien y que parte se pago como contraprestación del derecho
de opción.

La proporción del precio que corresponde a cada uno de estos concretos puede
fijarse:
I.Contractualmente - al celebrarse o modificación al mismo

II.Acudirse al estado de cuenta de cuenta del contador de la arrendadora, se


determina unilateralmente por una de las partes.

III.Si no existe o no se acepte la proporción anterior, debe acudirse a las tesis


judiciales, a los usos a peritos mercantiles o a criterios objetivos y externos
de otras leyes.

Naturaleza Jurídica Contractual

Las explicaciones de la naturaleza jurídica del arrendamiento financiero pueden


agruparse en tres; las que analizan uno solo de los aspectos del contrato y
pretenden ubicarlo dentro de algún contrato típico; las que consideran que es el
resultado de la combinación o unión de dos o más contratos típicos; y, opinan que
se trata de una figura sui generis,
I.Un solo aspecto

I.Mandato por el arrendador financiero compra el bien que le encarga el


arrendatario.

II.Arrendamiento con ciertas variantes.

III.Venta en abonos - Los casos en que el arrendatario adquiere la propiedad


al cubrir el último abono de la renta- o de la última renta, si esta no es por
la totalidad del periodo forzoso- se considera que se trata de una venta en
abonos.

IV. Compraventa con reserva de dominio.

480
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

II.Es combinación de dos contratos típicos.

I. Compraventa - arrendamiento Podría ser considerado como


combinación entre arrendamiento y compraventa, como le correspondería
a las dos fases del arrendamiento financiero, es decir, la primera
consistente en el pago de los abonos, y la segunda que tiene por objeto
la transmisión de la propiedad.

II. Arrendamiento con promesa unilateral de venta.

III.Legislación fiscal - En sus disposiciones se les considera como


compraventa y como arrendamiento, una mezcla de ambos. Al
arrendatario se le permite deducir el pago del precio parcialmente como
inversión propia y otra parte como arrendatario y para definir la
proporción atienden a los elementos de plazo forzoso y tasa de interés
del contrato. Igualan al arrendador, en relación con los ingresos por
renta, con el vendedor en la compraventa en abonos. El arrendador-
propietario no deduce la inversión sino como costo de adquisición del bien
dado en arrendamiento financiero. La ley del IVA expresa que “se
entiende por enajenación la que realiza mediante el arrendamiento
Financiero”.

Contrato sui generis


I.Frisch - contrato sui generis de conformidad con el 1858 del CC

II.Cogorno un contrato de crédito y entiende al crédito como respaldo


financiero. “La finalidad e intención de las partes es el crédito”.

III.Vázquez Pando figura típica del derecho consuetudinario con sus propios
perfiles

IV.Broset “es compleja, participe de algunas notas del arrendamiento, al que


se añade una opción de compra en favor del arrendatario”

Nuestra postura y normas supletorias aplicables

Las explicaciones doctrinales que nuestros autores han formulado acerca de la


naturaleza jurídica del arrendamiento financiero son anteriores a la normatividad
de este contrato. Actualmente, el arrendamiento financiero es un contrato
típico, perteneciente a las operaciones de crédito.

La figura típica aún requiere un análisis de los elementos que la configura, lo cual
nos ayudaría a determinar que normas de otros contratos, o las generales
del libro de las obligaciones son aplicables a las omisiones legislativas.
Como contrato, el arrendamiento financiero conforma un solo negocio jurídico que
produce diversas obligaciones para las partes y que se complementa con otras

481
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

relaciones jurídicas que no son parte del contrato, sino que lo preceden y
convienen.
Si tratamos de entender las partes que configuran el arrendamiento financiero,
podemos decir que este comprende, en términos generales, lo siguiente:

1.- del arrendatario son similares a las que regula el arrendamiento civil, con
variantes muy importantes.

2.- La relación entre el arrendatario y vendedor del bien supone, por parte del
arrendador, una cesión de crédito en favor del arrendatario o el otorgamiento de
una representación para actuar en nombre y por cuenta del arrendador financiero.

3.- el derecho de opción del arrendatario deriva de un propio contrato de opción


que va unido al resto de las relaciones jurídicas que este contrato produce.

El cumplimiento del contrato de opción es un contrato distinto del arrendamiento


financiero, y no supone que siempre se elegirá la adquisición, supuesto que han
considerado muchos de los autores y que deja incompleta la explicación de la
figura. Si este contrato típico del arrendamiento financiero no estuviera legislado,
nos obligaría a pensar que estamos frente a un solo negocio que se produce por la
unión de contratos reciproca; es decir que están vinculados por una unidad
teleológica, por un fin que sólo se consigue con la celebración de ellos como un
todo.

Respecto a las normas legales que son aplicables, el arrendamiento financiero


mencionaremos, en primer lugar, las de la LGTyOC, que lo disciplina. El CFF sólo
señala características de la figura para efectos de las relaciones que se producen
entre las partes contratantes y el Estado (fisco). Para las relaciones del
arrendatario respecto de la cosa y del arrendador financiero, son aplicables
supletoriamente de las normas del contrato de arrendamiento del CC, en lo que no
contradigan la naturaleza propia de este contrato. La cesión de derechos del
arrendador contra el vendedor, en que el arrendatario resulta cesionario, debe
registrarse por el CCo y el CC, en lo que el primero resulte incompleto. La cesión
del contrato a través de pagares se rige por la cesión de créditos y deudas y por la
LGTyOC. Por último, para la opción resultan aplicables las normas del contrato de
promesa del CC pues la opción es una modalidad del contrato de promesa
unilateral

482
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

15. Factoraje financiero

Antecedentes

Proviene del factoring, un contrato mercantil atípico anglosajón, consiste en la


adquisición de créditos a cargo de su acreditado con lo que aseguraba el crédito
constituido a su cargo.

En México se reguló por primera vez en la LGOyAUC. Hoy se derogó la referida


Ley, aunque dejará de surtir plenamente sus efectos hasta 2013. En la
mencionada Ley se regulaba tanto la actividad como las sociedades factorantes.
Hoy ya cualquier persona la puede realizar. Se tomó como base para regularla la
ley anterior.

Concepto

El concepto de la figura en estudio la da el 419, que es del tenor literal siguiente:

"Por virtud del contrato de factoraje, el factorante conviene con el factorado, quien
podrá ser persona física o moral, en adquirir derechos de crédito que este último
tenga a su favor por un precio determinado o determinable, en moneda nacional o
extranjera, independientemente de la fecha y la forma en que se pague...". Del
precepto transcrito se deduce que ya todas las personas pueden tener la calidad
del factorado y factorante.

Modalidades

El contrato puede tener dos modalidades según las responsabilidades del


factorado frente al factorante, la Ley los regula en el mencionado 419 en dos
fracciones:

I.- SIN recurso - el factorado no quede obligado a responder por el pago de los
derechos de crédito transmitidos al factorante

II.- CON recurso - el factorado quede obligado solidariamente con el deudor, a


responder del pago puntual y oportuno de los derechos de crédito transmitidos al
factorante.

Existen otras dos modalidades:

1.- Proveedor - Se celebra con el deudor para motivarlo a que venda a


determinado acreedor, se necesita la conformidad de este último. El precepto que

483
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

lo regula es el 420 en el primer párrafo: "El factorante, al celebrar contratos con


los deudores de derechos de crédito constituidos a favor de proveedores de bienes
o servicios, deberá estipular expresamente si se comprometerá a adquirir dichos
derechos de crédito para el caso de aceptación de los propios proveedores...".

2.- Promesa - también se regula la promesa de factoraje en el mencionado


artículo segundo párrafo: "...Tratándose de contratos de promesa de factoraje en
los que se convenga la entrega de anticipos al factorado, éste quedará obligado a
pagar una cantidad de dinero determinada o determinable que cubrirá conforme a
lo estipulado el valor de las cargas financieras y demás accesorios de los anticipos
hasta en tanto se transmitan los derechos de crédito mediante la celebración del
contrato de factoraje correspondiente, condición que deberá estar contenida en el
contrato de promesa de factoraje financiero. En este supuesto deberá convenirse
el plazo de los anticipos, después del cual deberá otorgarse el contrato de
factoraje financiero...".

Elementos Personales

Como en cualquier contrato existen dos partes factorante y factorado.

El factorante es quien paga y, por lo tanto, recibe los efectos, Hoy cualquier
persona puede tener esta calidad, antes se necesitaba permiso de la SHCP.

El factorado es quien recibe el dinero y transmite los derechos.

Adicionalmente puede haber dos personas que intervengan en el contrato:

Deudor - si celebra con este en el caso del llamado "factoraje del proveedor".

Delegado factorante - Las partes pueden pactar que un tercero se encargue de


la administración y cobro de los derechos que se transmitieron por virtud del
contrato.

Elementos formales

Es un contrato formal ya que requiere celebrarse por escrito. La Ley no establece


de manera expresa que deba realizarse así pero se deduce del 430 segundo
párrafo ya que establece que se debe establecer la relación de los derechos de
crédito que se transmiten. La relación deberá consignar, por lo menos, los
nombres, denominaciones, o razones sociales del factorado y de los deudores, así
como los datos necesarios para identificar los documentos que amparen los
derechos de crédito, sus correspondientes importes y sus fechas de vencimiento.
Además de lo anterior se puede pactar que existan visitas de inspección en los
locales de las personas a quienes se les haya conferido la facultad de realizar la

484
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

administración y cobranza de los derechos de crédito objeto del factoraje


financiero, se deberá establecer expresamente en el contrato los aspectos que,
respecto de los derechos de crédito, serán objeto de las visitas y la obligación de
levantar actas en las que se asiente el procedimiento utilizado y los resultados de
las mismas. Será nula cualquier visita hecha en violación a lo pactado conforme a
lo anteriormente dispuesto.

Elementos reales

1.- PRECIO - El precio puede ser determinado o determinable y puede ser pagado
en moneda nacional o extranjera. 419.

2.- DERECHOS DE CREDITO - Solamente pueden ser objeto de este contrato los
derechos de crédito según lo dispuesto en le mismo 419.

DMC - Se cuestiona si los derechos vencidos pueden ser objeto del contrato. En la
ley anterior lo prohibía, hoy no lo prohíbe, ¿pero esto es acorde con su
naturaleza?.

En el factoraje se comprenden todos los derechos inherentes al mismo y


sus accesorios, salvo pacto en contrario 425.

Surte efectos contra terceros desde su NOTIFICACION. La Ley regula en el


427 el proceso en el cual se debe realizar la mencionada notificación.

La Ley también regula que sucede si se notifica o no y se paga en el 428:

Mientras no se le haya notificado la transmisión libera su obligación con el


pago que haga al acreedor original o a quien haya sido el último titular de esos
derechos previo al factorante, según corresponda.

El pago que, después de recibir la notificación a que realice el deudor al


acreedor original o a quien haya sido el último titular de esos derechos previo al
factorante, según corresponda, no lo libera ante el propio factorante.

El responsable de administración y cobranza, por regla general es el


factorante salvo que delegue esa facultad o se la encomiende al factorado.

Obligaciones del factorado

1.- Trasmitir los derechos - transmitir y entregar, dependiendo de la naturaleza


del derecho que sea objeto del contrato.

2.- Garantizar existencia y legitimidad al momento de celebrar contrato.

485
Resumen General
Títulos y Operaciones de Crédito

3.- Responder como obligado solidario, si es el caso.

4.- Responder del detrimento de los derechos derivado del acto jurídico que
le dio origen dependiendo de lo que se haya convenido.

Obligaciones del factorante

1.- Pagar el precio en moneda nacional o extranjera, determinada o


determinable

2.- Aceptar los créditos.

3.- Notificarle al deudor que ahora debe realizarle el pago a el.

4.- En caso que exista obligación solidaria y esta se haga efectiva, entregar los
documentos al factorado para que cobre al deudor.

5.- Administrar los créditos que reciba salvo que delegue esa facultad.

6.- Puede tener derechos adicionales, como dar en prenda los derechos que ha
recibido y ceder esos derechos

Pagarés

Solamente en el caso de que existe obligación solidaria se pueden suscribir


pagarés. Los requisitos que deben cubrir están establecidos en el 424 y son que
deben hacerse constar en los mismos su procedencia (causal) y son no
negociables (es no es negociable para proteger que l obligado solidario solo le
pague al factorante).

Terminación

Hay que distinguir la terminación en dos supuestos:


Si el contrato es con recurso termina hasta que se cobren en su totalidad.
Si es sin recurso solo con entregar los derechos.

486
Resumen General

S-ar putea să vă placă și