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CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

SALA DE CASACIÓN CIVIL

Magistrado Ponente:
William Namén Vargas

Bogotá, D.C., nueve (09) de febrero de dos mil doce (2012)


Discutido y aprobado en sesión ocho (08) de febrero de dos mil doce (2012)

Ref.: 11001-02-03-000-2012-00076-00

Decide la Corte la acción de tutela instaurada, mediante apoderada


judicial, por Darío Restrepo Vélez, Julio Molano González, Javier Ayala
Álvarez y Judith Aracely Kishel de Molano contra la Sala Civil del Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Bogotá D.C., magistrados José Alfonso Isaza
Dávila y Liana Aída Lizarazo V.

ANTECEDENTES

1. Invocando la vulneración de los derechos fundamentales al debido


proceso e igualdad, los promotores del amparo solicitan ordenar a los funcionarios
accionados dar trámite “a la [a]pelación de autos que resolvieron los incidentes de
[n]ulidad”, propuestos en el proceso ejecutivo de Banco BBVA contra Julio Molano
González y otros, que se adelanta en el Juzgado Treinta y Dos Civil del Circuito de
Bogotá.
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2. Como fundamentos del amparo exponen los peticionarios del amparo


que en el mencionado proceso se libró mandamiento de pago el 19 de abril de
2001, el cual fue corregido el 9 de mayo de la misma anualidad, en cuanto a la
suma a pagar en cantidad de $412.500.000, ordenándose notificar en forma
conjunta ambos proveídos.

Señalan que tanto en la citación como en el aviso expedido para notificar a


la parte demandada no se informó la fecha del auto aclaratorio del mandamiento
de pago, circunstancia que en sentir de los accionantes constituye una
irregularidad, razón por la que su apoderada formuló los correspondientes
incidentes de nulidad por indebida notificación, los cuales fueron declarados
infundados por el Juzgado Once Civil del Circuito de Descongestión de Bogotá,
mediante providencia recurrida en reposición y en subsidio apelación.

Ante el fracaso del primero de los mencionados medios impugnativos, el


juzgado concedió la alzada, pero el Tribunal declaró inadmisible la apelación
porque de acuerdo con la Ley 1395 de 2010 el auto que declara infundada la
nulidad no es apelable, al no estar enlistado en el artículo 351 del ordenamiento
procesal. Decisión esta última confirmada en sede de súplica.

En sentir de los quejosos el auto que resolvió la nulidad es apelable porque


se decidió dentro de un incidente, además dicha ley fue promulgada el 12 de julio
de 2010, por lo que, entonces, conforme al artículo 699 del Código de
Procedimiento Civil, debe aplicarse la normatividad vigente al momento de
presentación de aquél ocurrida el 30 de abril de 2010.

3. La Corte admitió a trámite la demanda de tutela, dispuso tener en


cuenta como prueba la documental allegada por los peticionarios del amparo,
requirió el expediente contentivo del mencionado proceso y ordenó librar las
comunicaciones de rigor.

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4. El Juzgado Treinta y Tres Civil del Circuito informó con destino a las
presentes diligencias que “…si bien el proceso se encuentra en custodia de este
despacho es procedente indicar que el trámite hasta la aprobación de las
liquidaciones de crédito y costas se surtió en el Juzgado 32 Civil del Circuito, pero
por disposición de la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura
dicho juzgado fue convertido en Piloto de oralidad, siendo asignado el expediente
motivo de inconformidad a este despacho en cumplimiento del Acuerdo
PSAA084712 del 27 de marzo de 2008”. Agregó que “las decisiones con las que
están en desacuerdo los accionantes no obedecen a autos proferidos por este
despacho, sino de los Juzgados 32 Civil del Circuito y 11 Civil del Circuito de
Descongestión, e incluso del Tribunal, razón por la cual se considera que no se
está vulnerando ningún derecho a los accionantes, tornándose improcedente la
acción de tutela” (fls.53 al 55).

Por su parte Banco BBVA Colombia S.A. solicitó rechazar por improcedente
la acción de tutela interpuesta o, en su defecto, denegar el amparo constitucional
deprecado, por cuanto está demostrado que no existe vulneración o amenaza de
ningún derecho fundamental de los accionantes (fls.57 al 61).

CONSIDERACIONES

1. Por consagración constitucional y legal la acción de tutela es un


mecanismo preferente y sumario, al alcance de las personas para la efectiva
protección de los derechos fundamentales, cuando éstos son vulnerados o
amenazados por la acción u omisión de las autoridades públicas y, en veces, de
los particulares; sin que se erija en remedio sustituto o alternativo de las
herramientas previstas en el ordenamiento jurídico para la regular composición de
los litigios, a los cuales es menester acudir previamente, a menos que proceda la
tutela en la modalidad de amparo transitorio para evitar un perjuicio irremediable y,
por supuesto, se observe el requisito de la inmediatez.

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Del mismo modo, cuando la lesión actual o potencial del derecho esencial
comprometido provenga de actuaciones o providencias judiciales, la jurisprudencia
constitucional desde antes precisa la procedencia del amparo de manera
excepcional, es decir sólo “cuando se detecta una desviación arbitraria, caprichosa o
absurda del fallador” (sent. 16 de julio de 1999, exp. 6621).

2. En el presente asunto, el expediente remitido informa que


mediante providencia de 24 de octubre de 2011, el Tribunal accionado declaró
inadmisible el recurso de apelación interpuesto contra el auto de 16 de diciembre
de 2010 que declaró infundada la solicitud de nulidad formulada por la parte
demandada. Tal decisión se sustentó en la modificación introducida por la Ley
1395 de 2010 al artículo 351 del Código de Procedimiento Civil, según la cual
solo es susceptible de alzada el proveído que declare la nulidad total o parcial
del proceso, mas no el que la declare infundada, como aconteció en el asunto
puesto a su conocimiento, criterio reiterado en sede de súplica, pues por auto del
pasado 7 de diciembre, la magistrada sustanciadora consideró que “no tiene
alzada el auto que deniega una solicitud de nulidad, como ocurrió en este caso” ,
acorde con el artículo 14 de la precitada ley, más aún cuando el artículo 147 del
código adjetivo civil, “únicamente prevé la apelación del auto que decrete la
nulidad, sin extender ese recurso a la providencia que la declara infundada”.

Desde la perspectiva de los derechos cuya protección se pretende por


esta vía extraordinaria, las providencias objeto de cuestionamiento constitucional
no ofrecen ningún reparo, puesto que están sustentadas en motivaciones
razonables, acordes con la realidad procesal y en un entendimiento admisible
de las normas aplicables al caso bajo estudio, de tal suerte que no pueden ser
interferidas por el juez de tutela, porque de lo contrario equivaldría a soslayar la
competencia del ordinario y sus privativas funciones, regidas por los principios
de autonomía e independencia judicial (artículos 228 y 230 de la Carta Política).

Sobre la temática expuesta, esta Corporación en anterior oportunidad,


dijo:

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“…en materia del recurso de apelación rige el principio de taxatividad o


especificidad, según el cual solamente son susceptibles de ese remedio procesal
las providencias expresamente indicadas como tales por el legislador, quedando
de esa manera proscrita las interpretaciones extensivas o analógicas a casos no
comprendidos en ellas; siendo menester examinar el caso concreto a la luz de
las hipótesis previstas en la norma.

“Adicionalmente, el artículo 14 de la Ley 1395 de 2010 modificatorio del


artículo 351 del Código de Procedimiento Civil, delimita los supuestos en que
procede el recurso de apelación frente a los autos proferidos en primera
instancia; asimismo, los preceptos reguladores de las nulidades procesales,
específicamente el artículo 147 íbidem, determina como susceptible de
apelación ‘el auto que decrete la nulidad de todo el proceso, o de una parte del mismo
sin la cual no fuere posible adelantar el trámite de la instancia (…) ’.

“Al tenor de dichas disposiciones y desde un enfoque estrictamente


constitucional, no se observa proceder arbitrario o caprichoso de la autoridad
accionada, toda vez que para elucidar el punto en cuestión, con un
discernimiento admisible de las normas aplicables al caso de cara a la situación
particular, concluyó que no era procedente el recurso de apelación interpuesto
contra el auto de 19 de octubre de 2010 denegatorio del incidente de nulidad
propuesto por la parte demandada (con fundamento en las causales 2, 3 y 5 del
artículo 140 del Código de Procedimiento Civil), ‘en razón a que con la reforma
introducida por el artículo 14 de la Ley 1395 de 2010 que modificó el numeral 8 del
artículo 351 del C. de P.C., ya no es apelable el auto que niegue la nulidad, solo aquel
que ‘declare la nulidad total o parcial del proceso’, en tanto el recurso vertical fue
presentado el 22 de octubre de 2010 cuando las prevenciones contenidas en la
mencionada ley ya estaban vigentes, criterio reiterado por el magistrado a quien
correspondió decidir el recurso de súplica interpuesto contra esa decisión.”
(sentencia 13 de abril de 2011, expediente 11001-02-03-000-2011-00664-00,

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reiterada sentencia 3 de febrero de 2012, expediente 11001-22-03-000-2011-


01712-01)1.

Adicionalmente, ha de observarse que la inconformidad de los


promotores de la tutela, respecto a que al momento de presentación del
incidente no había entrado en vigencia la ley 1395 de 2010, no fue planteada
como fundamento del recurso de súplica, a efecto de que el Tribunal estudiara la
fuerza de convicción de tal argumento, por lo que la acción de tutela no puede
servir de mecanismo idóneo para subsanar ese tipo de deficiencias ni mucho
menos para controvertir aspectos que debieron ser alegados en la instancia
regular correspondiente.

3. Coherente con lo anterior, se denegará el amparo deprecado.

DECISIÓN

Con fundamento en lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia, en Sala de


Casación Civil, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad
de la Ley, NIEGA el amparo solicitado.

Comuníquese mediante telegrama a los interesados, y si la decisión no


es impugnada, remítase el expediente a la Corte Constitucional para su eventual
revisión.

Por Secretaría, devuélvase el expediente adjunto al juzgado de origen.

1
Respecto a la apelación del auto que niega el incidente de nulidad, también pueden consultarse, entre otras,
las sentencias de 16 de junio de 2011, expediente 00139-01, 14 de octubre de 2011, expediente 00073-01 y 28
de noviembre de 2011, expediente 02507-00.

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FERNANDO GIRALDO GUTIÉRREZ

JAIME ALBERTO ARRUBLA PAUCAR

RUTH MARINA DÍAZ RUEDA

WILLIAM NAMÉN VARGAS

ARTURO SOLARTE RODRÍGUEZ

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