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H. Medieval. Unidad I – Riché, P.

Las invasiones bárbaras – Cap. 11

Historia Medieval
Unidad I - Pierre Riché:

LAS INVASIONES BÁRBARAS


Cap. II – Las Grandes Invasiones

I – El ataque bárbaro (376-423)


1) La llegada de los visigodos al Imperio
Hacia el 370, el imperio de los Ostrogodos fue atacado por los Hunos. Los bárbaros que no
fueron absorbidos por el ejército romano, se dirigieron hacia el Dniéster y alcanzan a los visigodos.
Estos, en parte cristianizados, y ya semi-civilizados, no parecen peligrosos al Imperio. Luego, cuando
a su vez, son empujados por los Hunos, suplican al emperador que les deje pasar el Danubio. Valente
acepta pues piensa utilizarlos como soldados.
Esos bárbaros, una vez seguros, buscan ganar el Mediterráneo. Para detener esa marcha y los
pillajes, Valente abandona una expedición contra los persas y se dirige hacia Adrianápolis. Inicia la
batalla el 9 de agosto del 378; el ímpetu de los Bárbaros y la superioridad de la caballería gótica
provocan el aplastamiento completo de las tropas imperiales. El Emperador muere en la lucha. La
importancia de este hecho es que en una época en que el Imperio parece sin nervio, el enemigo está
allí y los contemporáneos tienen neta conciencia del peligro.
La acción enérgica de Teodosio, sucesor de Valente, va a impedir la toma de Constantinopla
y a forzar a los Godos a tratar. Después de cuatro años de luchas y embajadas, en lugar de rechazarlos
fuera de las fronteras, Teodosio los acepta (382) como federados y los instala en Tracia. Además, les
abre los rangos del ejército y de la administración. Sus jefes (rey Atanarico y el joven Alarico) son
admitidos al lado del príncipe y las tropas godas ayudan a Teodosio a vencer a su colega de Occidente.
Mientras Teodosio reinó, los bárbaros se mantuvieron tranquilos. Pero, cinco meses después
de haber unificado el Imperio, muere y deja el poder a sus dos hijos (395): el mayor, Arcadio reinó en
Oriente, y su hermano Honorio en Occidente.
Estos dos infantes débiles están dirigidos por patricios más o menos bárbaros. Rufino y
Estilicón. Los príncipes van a ser el juguete de las intrigas, encerrados en palacios de Constantinopla
o Milán. Las luchas de influencia, agravadas por la hostilidad cada vez más grande entre el Occidente
latino y el Oriente griego, van a paralizar las tentativas de resistencia cuando los Godos retomen sus
pillajes o cuando otros bárbaros invadan la Galia.

2) Alarico toma Roma (410)


Los Godos ocupan de hecho el Imperio de Oriente durante algunos años después de la muerte
de Teodosio. La amistad de Teodosio con Alarico, su cualidad de cristiano arriano, no hacen olvidar

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su origen bárbaro sobre todo cuando sus guerreros lo eligen como rey. Se dirige entonces hacia la
Iliria Oriental.
Luego se vuelve hacia Occidente, dirigiéndose hacia Italia. En el 401 sus tropas sitian y toman
el gran puerto de Aquilea. Se extendió el temor por toda Italia y el gobierno de Rávena trató de
refugiarse en Lyon. Pero Estilicón recluta mercenarios bárbaros, impidiendo a Alarico que alcance
Milán y lo rechaza hacia el Piemonte, el rey visigodo fue derrotado pero pudo retirarse a Istria. Un
año después amenaza Verona, de nuevo derrotado, puede, una vez más, replegarse fuera de Italia.
La política de Estilicón llama la atención pero debe pensarse en que el patricio manejaba al bárbaro
para hacerlo servir a objetivos personales contra Oriente.
Alejado el peligro visigodo, otras bandas conducidas por el Ostrogodo Radagaiso, rechazadas
por los Hunos, desembocan desde los Alpes y devastan la Alta Italia. Estilicón detiene y destruye
completamente su ejército cerca de Florencia. Esta victoria triunfal fue saludada desde todas partes
del mundo.
En 408 Alarico comienza nuevamente su conquista. Las tropas romanas acantonadas en Pavia
se sublevan ante la inacción de Estilicón, quien en ese momento está ocupado en arreglar la sucesión
de Arcadio en Oriente. Las tropas de Alarico, engrosadas con numerosos mercenarios, desciende
entonces directamente hacia Roma y le pone sitio. La ciudad compra la retirada de Alarico,
entregando estatuas de oro y plata de templos paganos. Rávena y Alarico inician conversaciones
pero, como el emperador espera derrotar a los Godos, no cumple los acuerdos. Roma de nuevo es
sitiada, y Alarico obliga al Senado a elegir un emperador en la persona de un anciano, Atalo. Honorio,
para eliminar a ese rival, solicita al conde de África que detenga las exportaciones de trigo y de aceite
destinadas a Roma; esto no podía servir mejor a los intereses de Alarico. Al fin, ante la mala voluntad
de Atalo que amenazaba con tomar en serio su papel, el rey Godo decide poner fin: en agosto marcha
nuevamente hacia Roma, y triunfa al penetrar en ella en la noche del 24.
Durante tres días, los Bárbaros queman, saquean y violan. Solamente fueron respetados los
grandes santuarios convertidos en lugares de asilo de la población al recordar Alarico que era
cristiano. El 27 de agosto, los bárbaros abandonan la ciudad, llevándose numerosos rehenes, entre
ellos la germana del emperador Gala Placidia. Se dirigen hacia el sur destruyendo Capua. Quizás
tratan de pasar a Sicilia y luego a África, para instalarse definitivamente en esas tierras, pero una
tempestad y la muerte imprevista de Alarico, destruirán esos proyectos (410).
La invasión de Italia y el saque de Roma, que no era violada desde el 390 a.C. en la invasión
gala, tuvieron una inmensa repercusión en todo el Imperio.

 El pueblo estaba en excelentes condiciones para hacer responsable al cristianismo.

3) la gran invasión del 406


La llegada de los Godos a Italia había obligado a Estilicón a retirar de la frontera renana el
grueso de las tropas romanas y a desplazar la sede de la prefectura de las Galicias desde Tréveris a
Arlás.

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El último día del año 406, tres tribus germánicas, los vándalos silingos, los vándalos asdingos,
los suevos y una tribu de origen iraniano, los alanos, cruzan el Rin a la altura de Meguncia y penetran
en Galia. Presionados por los Hunos, ya habían intentado pasar a Italia pero, rechazados, remontan
el Danubio, luego descienden el Main buscando el punto de menor resistencia para entrar en el
Imperio. En vano, los Francos habían tratado de detener a esos millares de guerreros.
Una vez cruzado el Rin, ningún obstáculo pudo detener al invasor. Maguncia y Tréveris fueron
destruidas y los bárbaros, siguiendo las vías romanas, alcanzan Roma. Los invasores no eran sino una
avanzada, detrás de ellos, otros bárbaros hasta aquí tranquilos, van a aprovechar la brecha para
avanzar hacia el Oeste: los burgundios conducidos por su rey Gundahar (Gunther en la leyenda de
los Nibelungos) se instalan entre Worma y Spira. Los alemanes ocupan Alsacia. Para detenerlos, el
gobierno de Rávena no hace nada: esta inacción se explica si se recuerda que en esta época éste debe
combatir a Alarico y que en el 408 Estilicón fue víctima de una conspiración de palacio. El único
romano que trata de defender la Galia es el usurpador Constantino proclamado emperador por sus
tropas de Bretaña: desembarca en Boulogne para ir a defender el Rin y los Pirineos; pero sus intrigas
acabaron por desorganizar la defensa y permitir a los bárbaros pasar a España en 409. Toda
esperanza de detener la invasión desaparece.

4) Invasión de España y nueva invasión de Galia (409-415)


La península Ibérica es una región mucho menos rica que la Galia: la miseria es terrible.
Después de dos años de pillaje, los bárbaros mismos están hambrientos y negocian con Roma que
los admite como federados: los Vándalos Asdingos y los Suevos se establecen en el norte del Duero.
Los Vándalos Silingos en la región de Sevilla, a los cual dejarán su nombre, la Andalucía. En fin, los
Alanos se distribuyen en las mesetas del centro.
Los Galorromanos del sur vieron con alegría cuando los bárbaros cruzaron los pirineos, pero
llegan nuevos invasores, esta vez del este. Los Visigodos de Alarico que dejamos en el estrecho de
Mesina, después de la muerte del rey son conducidos hacia la Italia central. Ataúlfo, cuñado y sucesor
de Alarico, abandona la península en ruinas y va a buscar fortuna en la que él creía todavía la rica
Galia. Más político que conquistador, se concilia con Honorio desembarazándole de un nuevo
usurpador, Jovino, el cual ayudado por los bárbaros se había revestido con la púrpura en Maguncia.
Para agradecerle, el emperador instala sus guerreros como federados en la Narbonense (413). Pero,
como no recibió los víveres prometidos, Ataúlfo rompió el tratado y se adueñó de Narbona, Toulouse
y Burdeos. Aquitania sufrió nuevamente la ocupación. Sin embargo, Ataúlfo se va a presentar como
aliado de los romanos.
Viendo la imposibilidad de fundar un Imperio gótico, piensa en restaurar en su integridad y
extender el nombre romano gracias a la fuerza gótica. Para sellar este acercamiento, Ataúlfo vestido
a la usanza romana se casa en Narbona con Gala Placida, la hermana de Honorio traída desde Roma
como rehén.
Pero este deseo de alianza no es compartido por Honorio. Entonces Ataúlfo saca de sus
reservas al ex emperador Atalo y de nuevo lo opone a Honorio, esperando que su hijo, a su turno,

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pueda ser emperador. La muerte de ese joven hijo y luego el asesinato del padre (415) arruinan los
proyectos góticos: el sucesor de Ataúlfo, Walia, otorga la libertad a Placida y entrega Atalo a Honorio.

5) Algunos años de descanso (415-423)


Por otra parte, a partir de la muerte de Ataúlfo, el gobierno imperial parece recobrarse, no
esperando rechazar a los bárbaros, va a incorporarlos al Imperio y los va a poner a su servicio,
retomando una antigua táctica aplicada con éxito en las regiones de frontera. Los federados de
España han roto su tratado. Honorio pide a Walia que vaya a hacerlos entrar en razón. Los godos
exterminan a los vándalos silingos, fuerzan a los alanos a unirse a los asdingos y a los suevos a
contentarse con el noroeste de la península. Walia, que no ha logrado pasar a África, acepta también
ser considerado como federado: los visigodos aparecen esta vez instalados entre Tolosa y el océano,
pues Roma tiene cuidado de alejarlos del Mediterráneo.

II – El hundimiento del Imperio de Occidente (423-451)


1) El patricio Aecio
Las esperanzas de fines del reino de Honorio parecen consolidarse después de su muerte. Si
bien su suces or, Valentiniano III no tiene ni la edad ni la energía que convienen, el patricio Aecio está
decidido a salvar el Imperio.

 Romano de nacimiento, Aecio es bárbaro por educación. Muy joven fue dado como
rehén a Alarico quien lo formó militarmente.
 Después de estar con los visigodos, pasó a la corte del Khan de los Hunos, donde
entabló amistad con Atila.
 Su residencia junto a los pueblos bárbaros, sirvió a Aecio para el conocimiento de esos
pueblos.
 Gracias a sus mercenarios, Aecio se impone al emperador, el cual lo nombra patricio
y le confía los destinos del Imperio de Occidente.

2) Victoriosa defensa de la Galia


La Galia parecía reencontrar su equilibrio después de la instalación de los visigodos en
Aquitania marítima. Aecio va a impedir que el sucesor de Walia, Teodorico I, alcance los bordes del
Mediterráneo rechazándole de Arlés y de Narbona (436). El rey de Tolosa debe así renovar los
tratados del 418.
Al este y al norte, los francos, que permanecieron largo tiempo fieles al Imperio, parecen
deseosos de seguir el ejemplo de los otros bárbaros. Los ripuarios toman Tréveris y Colonia, pero
Aecio los lanza hacia la margen derecha del Rin. Los salios, por su parte, se extienden hacia el sur
hacia el 425 y alcanzan Cambral. Aecio, colocándose delante de su rey Clodion los bate cerca de
Bouchain (Norte). Habiendo así detenido la progresión de los francos les considera como aliados de

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los romanos. Los burgundios del Palatinado, que tratan también de ganar el oeste, son batidos por
los mercenarios hunos. En ese momento, Aecio traslada al pueblo burgundio hacia la lejana Sapaudia.
Una parte de los alanos que erraban por todas partes, son instalados en el Orleanesado y
quizás en la región de Valentinois. Así éstos constituyen una rserva de mercenarios que sirven para
manejar las revueltas.

3) Pérdida de Bretaña
Desde el siglo IV la Bretaña romana es atacada por los bárbaros. Hacia el 376, los pictos de
Escocia franquean el muro de Adriano. Luego los escotos de Irlanda cruzan el mar y desde Cornualles
a la Caledonia se instalan sobre la costa occidental de Inglaterra. El conde Teodosio, padre del
emperador del mismo nombre, limitó esas incursiones pero cuando las últimas tropas romanas
abandonan la isla en 407 para defender el continente invadido, la Bretaña queda enseguida librada
a los invasores germánicos: los anglos, los jutos y los sajones.

 450: los bárbaros comienzan a instalarse sólidamente.

4) Pérdida de España
Los vándalos y los suevos no permanecen fieles a su tratado de federación. En el 428, tomaron
Sevilla y Cartagena. Luego ocupan las Baleares y tratan de embarcar hacia África. El rey de los
vándalos, Genserico, aprovecha la oportunidad que se le presenta: el conde Bonifacio de África está
sublevado contra el gobierno de Rávena. Habiendo derrotado unas tropas suevas, embarca cerca de
Mérida a 80.000 hombres para cruzar el estrecho de Gibraltar en 429.
Los generales enviados contra los suevos en la península se hacen derrotar en numerosas
ocasiones y deben abandonar a los bárbaros la mayor parte de ésta.

5) Pérdida de África
Genserico desembarca cera del Tánger. De ahí ganó lentamente Mauritania. Luego llega a
Hipona y le pone sitio durante un año, hasta que las tropas romanas de la ciudad de repliegan en
Cartago, entregando la ciudad a los bárbaros (430). En el 435, Genserico acepta ser federado, pero
de hecho se considera jefe del país y cuatro años después de ese tratado ataca Cartago (439). África
cayó en manos de los vándalos: una de las provincias más ricas del Imperio dejaba de abastecer Italia.
Esto significó también la pérdida del dominio del Mediterráneo y el aislamiento de Occidente con
Oriente. Desde 458, Genserico será jefe desde Tánger a Trípoli. Los esfuerzos de Aecio en la Galia no
sirven de nada al Imperio: hubiera sido necesario defender el África.

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III – Invasión de los Hunos en Occidente (451-452)


1) Instalación de los hunos en Europa Oriental
Hacia el 405 los hunos estaban instalados en la depresión danubiana, la actual Hungría. Este
establecimiento que provocó la invasión del 406, permitió que los hunos organizaran su imperio.
Las poblaciones iranianas o germánicas fueron incorporadas a sus tropas, entraron en
relaciones comerciales con el mundo civilizado, y buscaron ser considerados como federados del
imperio romano.

 En el 439, Atila asciende al trono.


Para Atila, la instalación en Panonia es provisoria y busca conquistar el Imperio de Oriente.
Teodosio II temía esta posibilidad y para conciliar con estos bárbaros, había acepado entregarles un
tributo anual. Atila exigió más: descendiendo por el Danubio, toma Belgrano, luego Nisch y sin atacar
Constantinopla se hace entregar 6.000 libras de oro (443). Cuatro años después, nuevo ataque y
nuevo tratado. Pero en 450, el emperador Marciano se negó a pagar el tributo a Atila, y se vuelve
contra Occidente.

2) Invasión de la Galia
Atila buscó un pretexto válido para entrar en Occidente. Reclamó el castigo de los visigodos
que se le habían escapado en el 376 y que él consideraba como sus súbditos. Por otra parte, él
invocaba su matrimonio con la hermana de Valentiniano III.
No habiendo obtenido satisfacción, Atila marchó hacia el oeste y cruzó el Rin. El Khan toma la
ruta que habían seguido los vándalos en 406. Llega a Orleans y la sitia. Aecio ha reunido los bárbaros
de la Galia, alanos, burgundios, francos y quizás sajones, pero sobretodo obtiene la ayuda militar del
rey de los visigodos de Aquitania, Teodorico I. Este ejército retoma Orleans que acaba de car y fuerza
a Atila a replegarse al noroeste. En Campo Mauriscus los hunos ofrecen batalla. Luego de unas horas
de batalla, los hunos deben replegarse tras sus carretas y al día siguiente alcanzar nuevamente el
valle del Rin. Teodorico estaba entre los muertos. El ímpetu de su caballería había salvado el
Occidente.

3) Invasión de Italia
En el 452 intenta de nuevo la aventura, pero esta vez en Italia. Aquilea resistió durante meses
pero cayó. Atila destruyó esta ciudad y prosiguió su camino hacia Venecia. Una vez que alcanza la
llanura nada lo detiene: Milán, Pavía caen y el emperador deja los pantanos de Rávena para
refugiarse en Roma. El imperio cae en el terror, ya que esta vez no se trata de bárbaros cristianos.
Atila marcha hacia Roma. Es entonces cuando el obispo de Roma y Atila emprenden negociaciones.
Éste último acepta y cargado de riquezas evacua Italia. Apenas regresó a su reino, murió bruscamente
a la mañana de una de sus bodas.

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Muerto Atila, su imperio se dislocó. Sus numerosos hijos se disputaron la herencia: los
germanos se sublevaron y los hunos debieron replegarse hacia los bordes del mar Negro, donde el
Imperio bizantino los reencontrará más tarde mezclados a otros asiáticos bajo el nombre de búlgaros.
Por primera vez en el siglo V los bárbaros han sido detenidos. El mérito recae en algunos
romanos militares como Aecio o diplomáticos como León el Grande. Germanos y romanos se
encuentran unidos contra los asiáticos. Se encontraban, sin duda, ostrogodos y otros germánicos en
la armada de Atila, pero esos mercenarios estaban ya sometidos a los hunos. Teodorico vino a
reforzar la armada de Aecio. Atila vencedor, era el regreso al nomadismo pastoral y a un género de
vida que los germanos ya no conocían.

IV – El fin del Imperio romano de Occidente (452-476)


La invasión de los hunos permitió a los bárbaros tomar conciencia de su papel en el Imperio,
y mientras el gobierno Imperial agoniza, ellos toman ya la sucesión.

1) Anarquía en Italia
Aecio, que durante veinte años ha dominado la corte en Rávena, ve que se le reprocha su
inacción durante la invasión a Italia, y sobre todo, su ambición a la sucesión imperial: Valentiniano le
estrangula con sus propias manos. Para vengar a su general, dos oficiales de la guardia asesinan al
emperador algunos meses después (455).
Esta vez es un bárbaro, Ricimero, quien va a jugar el papel de patricio. Hasta su muerte en 472, ese
suevo va a hacer y deshacer emperadores sin preocuparse de otra cosa.
Viene primero Avito, noble Galorromano. Luego es reemplazado por el romano Mayoriano (456),
pero Ricimero lo hace asesinar en el 461. Después de la muerte de Severo (465), Ricimero reanuda
relaciones con Constantinopla y acepta como emperador a Antonio. Luego se lamenta de esa
elección, y por la muerte se libera de él. Llama al trono a un cierto Olibrio (472).
En estas condiciones, se comprende que los bárbaros hayan establecido sólidamente su
dominación en el Imperio.

2) Genserico, jefe del Mediterráneo occidental


La toma de Cartago ha abierto al rey de los vándalos un vasto terreno de acción. Para prevenir
un desembarco vándalo en Italia, Valentiniano había hecho restaurar las murallas de Nápoles y de
Roma y había prometido su hija al hijo del Genserico. El asesinato del emperador provoca ese
desembarco y Genserico dirige “la cuarta guerra púnica”. Llega al sur de Italia y marcha sobre Roma.
El 2 de junio de 455 entra en la ciudad. León el Grande obtiene una limitación en las muertes y en el
incendio pero no pudo impedir el pillaje que duró 15 días. Luego regresan a África, llevando varios
rehenes, entre ellos la viuda y los hijos de Valentiniano.

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A continuación renuevan sus saques en Sicilia, en Capania, en Córcega y en las costas de


España. Genserico trata de ir más hacia el este, pero provoca entonces la reacción el emperador de
Oriente. En 468, León I en Constantinopla y Antemio en Roma preparan una expedición en común
contra la flota vándala. El gobernador de Oriente deja a Genserico la anexión de las grandes islas del
oeste y asimismo, reconoce el hecho cumplido en el 476.

3) Expansión de los alemanes y de los francos en Galia


En la segunda mitad del siglo, van a extender el dominio de su poblamiento.

 Al este, los francos ripuarios ocupan todo el macizo renano de Maguncia a Donn y
descienden el Rin hasta Colonia.
 Los alemanes se instalan en Alsacia y en Suiza oriental, detenidos al oeste por los
burgundios.
 Al norte, los francos salios no parecen progresar mucho: su población poco numerosa
no siente el hambre de tierras. Además, su rey, Childerico permanece fiel a la alianza
con Roma. Luego cuando los visigodos sean rechazados de Orleans y cuando desalojan
a los sajones e Angera, sus guerreros juegan un papel decisivo.

4) Fundación del reino burgundio


Librados a sí mismos, los federados burgundios van a extenderse fuera de Sapaudia donde
Aecio les había acantonado.
En 458 se aprovechan de la anarquía en Rávena, y responden al llamado de algunos senadores
de Lyon. El emperador Mayoriano viene a liberar la ciudad, pero la muerte del último defensor de la
Romania (461) deja nuevamente el campo libre a los burgundios.
En el 470 ya se han instalado en los territorios que bordean la ribera derecha del Durance. AL
norte, rechazan a los alemanes que han descendido y ocupan la parte occidental de Suiza. Tienen así
las vías de comunicación entre Italia, la Galia y la Germania, pero no buscan romper con lo que resta
de la autoridad imperial. Por otra parte la relativa suavidad de su ocupación facilitó la instalación en
esas regiones.

5) Comienzo de la hegemonía visigótica:


Los visigodos también se aprovechan de la agonía de Roma. Teodorico II, al comenzar su reino,
renueva la tradición de la amistad gótica instalando en Roma al senador galorromano Avito.
Teodorico quiere realizar el sueño de su padre de alcanzar el Mediterráneo. En el 456 sitia Arlés
poniendo como pretexto la caída de Avito. No logra tomarla, pero cinco años más tarde se apodera
de Narbona y esta vez se instala allí sólidamente. Su sucesor Eurico (466-484) rompió
deliberadamente con Rávena y engrandeció su reino en todas direcciones.

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 Al sur pasó los Pirineos: empujó a los suevos hacia Galicia y ocupó las dos provincias
que Roma difícilmente conservaba.
 Al norte rechazó las tropas del maestro de milicias, Egidio, y lo derrotó en Déols.
Así, el reino visigodo se extiende ahora desde el meandro del Loira al estrecho de Gibraltar,
del océano Atlántico a los Alpes marítimos. En el momento en que el Imperio desaparecía, la
hegemonía visigótica aparece asegurada por largo tiempo.

6) el último emperador romano de Occidente


Ricimero muere en el 472: emperadores fantasmas, juguetes de príncipes bárbaros van
entonces a disputarse el trono: Glicerio, protegido de Gondebaudo, futuro rey de Burgundios, luego
Julio Nepote, candidato de Oriente, rápidamente derribado por una sedición militar. El jefe de ese
movimiento es Orestes, antiguo mercenario de Atila, quien hace proclamar emperador a su hijo.
Rómulo Augústulo fue amenazado por una revuelta de mercenarios, esciros, bérulos, godos:
esos bárbaros querían tener el mismo estatuto que los federados, es decir tierras a los soldados y
tributos a los jefes. Uno de ellos, Odoacro, decidió terminar con ese gobierno fantasma: asesina a
Orestes y hace encerrar a Rómulo (septiembre de 476).
El primer gesto de Odoacro al instalarse en el palacio de Rávena, fue el hacer empaquetar las
insignias imperiales y enviarlas a Bizancio. El Imperio Romano estaba muerto en Occidente.
Ya desde hacía tiempo el gobierno de Rávena había dejado de existir de hecho y Odoacro
restableció la unidad del Imperio Romano en provecho del emperador de Oriente. Dos siglos más
tarde, en el poderoso reino de los Francos, el mundo clerical resucitará un imperio pero el cual ya no
tendrá nada de romano.

V – Las últimas invasiones del siglo V (476-511)


La de los ostrogodos enviados al oeste por Bizancio, y la de los Francos salios en la Galia.

1) Reacción de Oriente ante las invasiones en Occidente


¿El gobierno de Constantinopla tuvo una política bien definida frente a los bárbaros? Fue
necesaria la diplomacia y el oro para alejar a Alarico o a Atila. Además, al igual que Rávena, Bizancio
estaba en manos de aliados bárbaros godos, elanos o isáuricos. Pero, aunque los emperadores no
hayan sido de gran envergadura, ellos reaccionaron mejor que sus colegas de Occidente.
Arcadio (395-408) se liberó de los godos: recibidos imprudentemente por su padre Teodosio,
su hijo Teodosio II sufrió menos influencia de los bárbaros. En su reino se construyó la gran muralla
de Constantinopla. Luego Marciano (450-457), después León (457-474) brutalmente se
desembarazan de los alanos. Finalmente, el emperador Zanón debe exterminar a sus propios
compatriotas, los montañeses isáuricos.

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Ocupados por las intrigas interiores y las amenazas exteriores, los emperadores de Oriente
asistirían impotentes a la destrucción del Imperio de Occidente. Cuando ellos estaban libres de
problemas, jamás se desinteresaron de la muerte de Roma.
Esas intervenciones ya sean interesadas o ineficaces, prueban que los príncipes se sienten
todavía solidarios del destino del Imperio: los príncipes, pero no los círculos cultivados o los pueblos.
Lo cierto es que a lo largo del siglo V, el divorcio cultural entre Occidente y Oriente se manifiesta
profundamente. Las invasiones precipitaron una evolución ya preparada en el siglo IV.
El griego tiende cada vez más a remplazar el latín como lengua oficial. Las universidades de
Alejandría o Constantinopla ofrecen una enseñanza helenística. El arte bizantino se inspira en temas
persas, siriacos y armenios. Más importante es la progresiva escisión entre las iglesias de oriente y
occidente: emperadores y patriarcas de Constantinopla aprovechan la circunstancia para liberarse
de la tutela romana. En 484, la cristiandad conocerá su primer cisma.
El Emperador Zenón, parece aceptar el estado de hecho y sin reconocer formalmente a
Odoacro, lo deja gobernar en Italia.
Por otro lado, Odoacro nada cambia en las instituciones de la península: todo lo contrario, las
protege. Recupera territorios perdidos como Dalmacia o Sicilia y trata con Genserico para el
abastecimiento de Roma.
Tal parece que las relaciones entre Occidente y Oriente son inexistentes, pero todo cambia
en el 488, pues Zenón está amenazado por nuevos bárbaros.

2) Los ostrogodos enviados a Italia


Cuando debieron sufrir el ataque huno, un grupo de ostrogodos huyó hacia el oeste, otra fue
absorbida por el Imperio de Atila, y después de su muerte, permanecieron en Hungría. Luego fueron
instalados en la actual Bulgaria por los emperadores de Oriente, pero no dejaban de sublevarse. Su
jefe, Teodorico, ayudó a Zenón a combatir a un competidor al trono Imperial y, a continuación, fue
nombrado magister militus, patricio, y además fue designado para el consulado. Sus guerreros,
descontentos por todo esto, saquean constantemente los Balcanes.
En 487, Teodorico amenaza con tomar Bizancio. Zenón decide enviar a Teodorico a Occidente,
y encarga al jefe ostrogodo que retome Italia. Llegan en primavera del 489 al valle del Po y vencen
fácilmente a las tropas de Odoacro. Ocupan Milán, y Teodorico bloquea a Odoacro en Rávena. El
esciro resistió allí tres años y no pacta sino después de una promesa de reparto. En un banquete
Odoacro fue asesinado (493) y el Senado romano no opuso ninguna dificultad en reconocer al nuevo
jefe de Italia.

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3) Clodoveo conquista la Galia


Hasta el advenimiento de Clodoveo, los jefes francos salios no han buscado extender hacia el
sur su dominación: el hijo de Meroveo, Childerico, presenta más la figura de un aliado de los últimos
jefes romanos que la de un conquistador.
Su hijo, Clodoveo, a pesar de su juventud (16 años) mostró desde su advenimiento (482) su
inmensa ambición y su valor guerrero: la Galia estaba repartida entre los pequeños reinos francos:
alemanes, burgundios y el gran Estado visigótico a partir del Loira, entre el Somme y el Loira. Siagrio,
el hijo de Egidio, jefe de las milicias romanas, mantenía el recuerdo del Imperio y no teniendo ya
relación con Roma, trabajaba ya por su cuenta. Los francos habían tomado posición en la región
parisina, y seguramente constituían el grueso de los mercenarios de Siagrio. Tomar el lugar de Rey
de Romanos y ocupar su capital, Soissons, fue para Clodoveo un juego de niños. Siagrio huyó más allá
del Loira y la población aceptó al nuevo jefe: para los galorromanos parecía que nada había cambiado
(486). El Loira separa ahora a los reinos franco y visigodo. Alarico II, sucesor de Eurico, entregó a
Siagrio a Clodoveo, y durante algunos años, las relaciones entre los dos reinos parecían buenas.
Clodoveo en esta época está ocupado en contener el empuje de los alemanes que buscan
extender su reino: atacan los ripuarios en el noroeste, cerca de Colonia. Son rechazados, pero se
tropiezan entonces con los guerreros de Clodoveo venidos en socorro de los ripuarios. Clodoveo es
el vencedor en Alsacia, y para proteger mejor a sus primos ripuarios, ocupa su reino al igual que el
de los alemanes. Clodoveo, luego de esta victoria, decide convertirse al catolicismo (influencias de
Clotilde y el obispo de Reims).
Sea como sea, luego de ser bautizado por el obispo de Reims, el día de navidad del 498 o 499
o 506, fue saludado por todos los católicos como el nuevo Constantino, que iba a tomar la dirección
del combate contra la herejía arriana. De hecho, la expedición contra el rey visigodo siguió de cerca
al bautismo.
Provocando la guerra contra Alarico II, Clodoveo se siente sostenido por el episcopado
galorromano, al norte como al sur del Loira: en efecto, los obispos sufrían ante la ocupación visgótica.
Sublevaciones locales iban a preparar la victoria del rey franco. Sin embargo, esta conquista fue
bastante difícil pues muchos galorromanos preferían la dominación de un príncipe arriano poco
favorable a la cultura y a la legislación romana a aquella de un católico todavía bárbaro. No fue sino
en 507, en la famosa batalla de Vouillé, cerca de Poitiers, que Alarico fue muerto y su ejército
dispersado. El camino hacia Tolosa está abierto y los francos encuentran en la capital los tesoros de
los reyes godos.
Por su lado, el hijo mayor de Clodoveo, Thierry, se apodera de Auvernis. Al mismo tiempo, al
este, los burgundios marchan sobre Narbona y ocupan la Septimania, entre el Ródano y los Pirineos,
y luego tratan de conquistar la Provenza sitiando Arlés.
Clodoveo había encontrado en los burgundios los aliados de la última hora. Teodorico,
envejeciendo, había intentado en vano, prevenir el ataque franco contra el reino de su terno Alarico,
mediante un esfuerzo diplimático remarcable. Ahora, va a hacer intervenir su ejército y en nombre
de la solidaridad gótica y familiar, salvar la monarquía visigótica de una total desaparición. Libera
Arlés, fuerza a los burgundios a evacuar la Septimania y coloca bajo su tutela al joven príncipe

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H. Medieval. Unidad I – Riché, P.
Las invasiones bárbaras – Cap. 11

Amalarico. La conquista de Clodoveo no había podido poner fin totalmente a la hegemonía gótica.
Los dos reinos de España y de Italia están ahora más sólidamente unidos.
Clodoveo, reagrupando las poblaciones francas y extendiendo su dominación desde Colonia
al golfo de Gascuña, había creado esta fuerza histórica que debía estar en los orígenes de la
cristiandad occidental. Podía así recibir en el concilio de Orleans el homenaje de 32 obispos. Iba a
morir algunos meses después a los 45 años en París, donde había establecido su capital.
Al comienzo del es siglo VI, los pueblos bárbaros que invadieron el Imperio romano están
definitivamente instalados. Pero el Imperio de Oriente sobrevivió y el destino de los bárbaros va a
depender de la organización de los reinos que ellos han creado.

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