Sunteți pe pagina 1din 4

ART.

695

Artículo 695 Ejecución de obligación de dar suma de dinero


A la demanda con título ejecutivo para el cumplimiento de una
obligación de dar suma de dinero se le dará el trámite previsto
en las Disposiciones Generales. (*)

CONCORDANCIAS: (*)
C.P.C. arts. 34, 424, 425, 688, 693.

Percy Howell Sevilla Agurto

1. INTRODUCCIÓN
La norma objeto de comentario regula procedencia del proceso único de eje-
cución cuando se trata del cumplimiento de prestaciones de sumas de dinero.
A continuación pasaremos a realizar un análisis del trámite del procedimiento
cuando se trata de pretensiones dinerarias.

2. EL DINERO
“Aunque en términos generales, las obligaciones pueden consistir en entregar
una cosa o en hacer en no hacer algo, en una economía medianamente avan-
zada y fundad en la división del trabajo, el dinero opera como instrumento
de intermediación en los cambios y, por consiguiente, como uno de los más
importantes objetos de las posibles prestaciones que se insertan en una rela-
ción obligatoria. El dinero es, v. gr., el objeto del precio de la compraventa o
del arrendamiento, el objeto de la retribución de un servicio o, en general, de
la remuneración de una prestación de hacer, el objeto de un contrato de prés-
tamo, de la obligación de aportación a una sociedad o fondo social” (Díez-
Picazo, 2007: pp. 253-254).

En ese sentido el dinero es una unidad de medida de valor económico de los


bienes en general y además es el principal instrumento para el intercambio de bie-
nes y servicios.
Como lo enseña la doctrina, “la deuda de suma de dinero presenta dos caracte-
rísticas sustanciales, que marcan su régimen jurídico. Ante todo, como lo debido es
abstractamente un valor o una suma, la obligación no puede nunca devenir impo-
sible, con carácter general y absoluto (...)” (Díez-Picazo, 2007: p. 259).

(*) Texto según modificatoria efectuada por el artículo único del Decreto Legislativo N° 1069 del 28/06/2008.

292
PROCESO ÚNICO DE EJECUCIÓN ART. 695

Debido a la importancia del dinero en la economía actual el legislador


–pese a ser un bien mueble– hace una distinción para el trámite procedimental
cuando la pretensión ejecutiva sea precisamente la de dar suma de dinero, es más,
existe una mayor regulación al respecto.

3. LAS DISPOSICIONES GENERALES DEL PROCESO ÚNICO


DE EJECUCIÓN
Las disposiciones generales reguladas para el proceso único de ejecución que
se encuentran en el Capítulo I del Título V del CPC, han sido básicamente esta-
blecidas por el legislador para tramitar las pretensiones ejecutivas de dar suma
de dinero, así como el trámite de la ejecución forzada regulado en el Capítulo V
del CPC, esto demuestra que en una idea –errada– el legislador considera que la
mayor parte de los casos ventilados a través del proceso único de ejecución se
ventilarán pretensiones pecuniarias.

4. EL TÍTULO EJECUTIVO
El título ejecutivo es:
“(...) Aquel documento al que la ley le otorga la idoneidad para conformar un
título ejecutivo: documento que contiene o incorpora una obligación cierta,
expresa, exigible, y, tratándose de una obligación pecuniaria, líquida, o liquida-
ble, el mismo que constituye el presupuesto necesario y suficiente para legitimar
al titular del derecho señalado en el título del ejercicio de la pretensión ejecu-
tiva contra quien en el título aparece como obligado” (Ariano, 2003: p. 192).

Para el análisis del presente artículo, la obligación además de ser cierta, expresa
y exigible deberá líquida o liquidable, ello con la finalidad que la pretensión eje-
cutiva pueda ser satisfecha a través del proceso único de ejecución, de lo contra-
rio, será necesario recurrir a un proceso de cognición.
Montero nos enseña que:
“(...) Requisito inexcusable para el despacho de la ejecución dineraria es que
del título mismo, sea judicial o extrajudicial, resulte el deber de entregar una
cantidad de dinero líquida (art. 571). La LEC considera líquida toda cantidad
determinada que se exprese en el título mediante letras, cifras o guarismos
comprensibles, señalando que en el caso de que exista disconformidad
entre diversas expresiones de cantidad, prevalecerá la que conste con letras
(art. 572.1). (...) Es evidente que la LEC no eleva la liquidez a requisito inelu-
dible para despachar la ejecución, pues siempre es posible la existencia de
prestaciones no directamente pecuniarias; pero lo que la LEC sí hace es con-
siderar la liquidez elemento necesario para despachar la ejecución cuando se

293
ART. 695

trata de obligaciones pecuniarias, de modo que, para los casos en que el título
no es líquido establece que es necesario liquidar antes de despachar la eje-
cución. Tratándose de obligaciones dinerarias no hay despacho de ejecución
que no se refiera a una cantidad líquida, esto es, perfectamente determinada”
(Montero, 2004: p. 1274).

Lo expuesto en el párrafo anterior es perfectamente aplicable a nuestro ordena-


miento jurídico, motivo por el cual, el que la obligación contenida en el título eje-
cutivo sea líquida o liquidable mediante operación aritmética, es un requisito para
que el juez pueda despachar ejecución con el correspondiente mandato ejecutivo.
Cuando la norma procesal señala que la obligación contenida en el título eje-
cutivo debe –por lo menos– ser liquidable mediante operación aritmética, quiere
decir que dicha obligación deberá ser pasible de determinarse a través de ope-
raciones como la suma o adición, resta o sustracción, multiplicación y división.

5. CONCLUSIONES
• El legislador ha considerado que la mayoría de los procesos judiciales
que se ventilan a través del proceso único de ejecución se trata de preten-
siones ejecutivas de dar suma de dinero, por ello, se aplican en su totali-
dad las normas que se refieren a las disposiciones generales del proceso
único de ejecución, asimismo, la ejecución forzada regulada en el CPC
está pensada precisamente para la satisfacción de pretensiones ejecutivas
dinerarias.

ŠŠBIBLIOGRAFÍA CITADA
Ariano, Eugenia (2003): Problemas del proceso civil. Lima: Jurista; Díez-Picazo,
Luis (2007): Fundamentos de Derecho Civil Patrimonial. II. Las relaciones obliga-
torias. Madrid: Thomson Reuters-Civitas; Montero Aroca, Juan (2004): Tratado
de proceso de ejecución civil. Valencia: Tirant lo Blanch.

ŠŠBIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
AA.VV (2011): Comentarios a la Ley de Enjuiciamiento Civil, 2ª ed. Faustino Cor-
dón Moreno, Teresa Armenta Deu, Julio Muerza Esparza, Isabel Tapia Fernández
(coord.). Navarra: Aranzadi; De la Oliva, Andres; Díez-Picazo, Ignacio; Vegas,
Jaime (2002): Derecho Procesal Civil. Ejecución forzosa, procesos especiales,
2ª ed. Barcelona: Editorial Centro de Estudios Ramón Areces; Hoya, José (2007):
“Art. 637”. En: Comentarios a la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil, tomo 3, vol. 1.
Miguel Ángel Fernández-Ballesteros, José María Rifá Soler, José Francisco Valls
Gombáu (coord.). Barcelona: Iurgium-Atelier; Hoya, José (2007): “Art. 645”. En:
Comentarios a la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil, tomo 3, vol. 1. Miguel Ángel

294
PROCESO ÚNICO DE EJECUCIÓN ART. 695

Fernández-Ballesteros, José María Rifá Soler; José Francisco Valls Gombáu (coord.).
Barcelona: Iurgium-Atelier; Micheli, Gian (1970): Curso de Derecho Procesal, vol 3.
Buenos Aires: EJEA; Pedraz, Ernesto (2002): “Art. 645.- Publicidad”. En: Proceso
civil práctico, vol. VIII-A. Vicente Gimeno Sendra (dir.). Madrid: La Ley; Sevilla
Agurto, Percy (2014): “La tutela del acreedor no ejecutante en el proceso único de
ejecución”. En: Gaceta Civil & Procesal Civil, vol. 9. Jorge Avendaño, Juan Mon-
roy, Felipe Osterling Parodi (dir.).

** JURISPRUDENCIA RELACIONADA
El protesto por falta de pago es el requerimiento notarial del obligado para que pague la obli-
gación dineraria contenida en el título valor, cuyo efecto otorga mérito ejecutivo a dicho
título. El acta tiene por objeto acreditar ese hecho por lo que la ley la ha sujetado a formali-
dades, entre ellas, que contenga el nombre de la persona con quien se entienda y su respuesta
a los motivos de la falta de esta. El no cumplir con ello, no otorga mérito ejecutivo a la cam-
bial (Exp. Nº 11798-98).

El título valor es un documento probatorio, constitutivo y dispositivo que contiene una decla-
ración unilateral de voluntad, de la que deriva una obligación a cargo del que lo suscribe, y un
derecho a favor del acreedor: es decir, en él se halla incorporado ya el derecho y por ende no
requiere de documento adicional alguno para que lo sustente como una acreencia patrimonial
(Exp. Nº 38076-98-Lima).

Si se pretende el cobro ejecutivo de arriendos, pero de la demanda no fluye el número de


bienes arrendados, la renta mensual respecto de cada uno y el periodo del adeudo, dichas
omisiones pueden ser subsanadas a través de la inadmisibilidad de la demanda (Exp.
Nº 19062-98-Lima).

Cuando se ejercita la acción cambiaría directa y no la acción causal, es irrelevante toda con-
troversia respecto al origen de la obligación que ha dado origen a las cambiales. El vocablo “a
la fecha de vencimiento” no enerva la validez del título valor si existe referencia precisa en la
parte superior del título sobre la fecha de vencimiento (Exp. Nº 12313-98-Lima).

Las liquidaciones de saldo deudor que emiten las empresas del sistema financiero no tie-
nen mérito ejecutivo, pues contienen una declaración unilateral del demandante, mas no un
derecho declarado. La sola alusión a su mérito ejecutivo que hace el artículo 32 de la Ley
Nº 26762 resulta insuficiente para acceder a su exigibilidad. Se otorga derecho para promo-
ver ejecución a quien en el título ejecutivo o de ejecución tiene reconocido un derecho a su
favor, contra aquel que en el mismo tiene la calidad de obligado (Exp. Nº 12986-98-Lima).

295

S-ar putea să vă placă și