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CORBETT, David, ​El arte de crear personajes​, Alba, Barcelona, 2018.

Ejercicios

1.Toma un argumento básico con el que estés


trabajando en este momento. Reúne a los personajes
que necesitas para que la historia funcione. ¿Qué
sabes de ellos? ¿Hay algo que esté muy claro que aún
les falta? ¿Nombres, edades, aspecto físico, datos de su
familia de origen, su tipo de trabajo, miedos, amores,
odios, deseos? ¿Qué más necesitas saber de ellos para
que funcione la historia? ¿Qué información te parece
irrelevante?

2.Reserva un rato para ti mismo en un lugar tranquilo,


sin que te interrumpan. Deja que las preocupaciones
cotidianas se acallen y se desvanezcan en un segundo plano. Espera a que se forme en tu
imaginación una
escena o un personaje, como si fuera un sueño. Si solo
ves una imagen, trata de guiarla para que de algún
modo entre en acción. Si ves una escena, síguela hasta
que llegue a una plausible conclusión. Escribe lo que has
observado. Presta especial atención al escenario: ¿lo
reconoces? ¿Cómo? Fíjate también en las relaciones de
poder entre los que participan en la escena, y en su tono
emocional. ¿Te ha conmovido la escena de manera
significativa? Si no, ¿qué podrías aportar
conscientemente que la haga más emocionante?

3.Abre un libro de pintura o fotografía y elige a una de


las personas que figuran en las láminas. Pon a ese
personaje en una escena en la que estés trabajando,
cuanto menos «artística» mejor. ¿Qué sucede? ¿Cómo
reaccionan los demás personajes? ¿Qué parte de la
escena gana o pierde interés? ¿Qué parte lo mantiene?
Si la inclusión resulta forzada, ¿qué podrías cambiar o
añadir para que sea más natural?

4.Selecciona una obra musical que te guste y deja que


forme en ti la imagen mental de un personaje, o úsala
como un toque de énfasis o de contraste para un
personaje en el que estás trabajando. Coloca a ese
personaje, nuevo o modificado, en una escena que
estés escribiendo. Otra vez: ¿qué sucede? ¿Cómo
reaccionan los demás personajes? ¿Qué parte de la
escena gana o pierde interés? ¿Qué parte lo mantiene?

5.Compara a los personajes que has creado para los dos ejercicios anteriores. ¿Con cuál
de sus fuentes, música o
imagen gráfica, te ha sido más fácil trabajar? ¿Cuál ha
resultado más vívida o más útil? ¿Por qué?

6.Selecciona al menos cinco de las personas de la lista de


la sección «Personajes basados en personas reales» y
haz lo que indica el texto: piensa en qué persona de tu
vida encaja en cada descripción, apunta su nombre,
concéntrate en ella. Describe los detalles que para ti
sean fundamentales, y luego los que te sorprendan.
Trata de recordar un hecho especial o decisivo
relacionado contigo y con esa persona. Tómate un
momento para sentir por completo ese impacto
emocional y encontrar su sentido.

7.Identifica a tres personas de tu pasado que no estén


en la lista y escribe un breve párrafo sobre su vida.
¿Qué hace que te acuerdes de ellas?

8.Escoge a uno de los personajes esbozados en los


ejercicios 6 y 7 y piensa en cómo usarlo en una obra
que estés escribiendo. ¿Hace que mejore o que
empeore la obra? Y en ambos casos: ¿por qué?

9.Toma a dos o, si te sientes ambicioso, tres de los


personajes formados en los ejercicios anteriores y haz
con ellos un personaje compuesto. ¿Este nuevo
personaje te ofrece posibilidades de conducta y
conflicto que no estaban en ninguno de aquellos en
los que se basa? ¿Hay algo en el personaje que
desentone, sea por haber combinado rasgos
incompatibles o porque necesites estudiar más a fondo y con mayor detalle sus
antecedentes o su vida
interior para que encaje con más naturalidad, de modo
más creíble?

Ejercicio

1.Elige dos personajes de una obra en la que estés trabajando. Asegúrate de registrar al
final de cada día de
trabajo cómo es en ese momento la imagen que tienes
de ellos. A la mañana siguiente, antes de comenzar a
escribir, vuelve a visitar a cada personaje en tu
imaginación. ¿Oyes o ves (o mejor aún, sientes) al
personaje distinto? ¿Te sugiere la posibilidad de actuar
de otra manera respecto a cuando lo imaginaste por
última vez? Toma nota de los cambios día a día. ¿En qué
ha evolucionado tu intuición del personaje? ¿Qué parte
de esa transformación parece ser resultado de tu
trabajo intencionado (es decir, de tu creación)? ¿Qué
parte sientes como descubrimiento, es decir, como
surgida del inconsciente?

Ejercicios

Selecciona tres libros o películas de los que hayas disfrutado hace poco. Identifica el deseo,
la necesidad o la ambición principal de al menos tres de los personajes destacados.

Haz lo mismo con tres personajes de una obra en la que estés trabajando, y con entre tres y
cinco personajes de los que hayas creado en los ejercicios de los capítulos 2 y 3.

Toma a los personajes que has elegido para el ejercicio 2 y pregúntate qué les sucedería,
qué pasaría en sus historias si sus deseos, necesidades o ambiciones cumplieran alguna de
las siguientes condiciones:

● Su deseo general era un símbolo obsesivo de múltiples deseos subyacentes.

● Su deseo se transformó o se aclaró por los conflictos que tuvo que soportar.

● Tenía dos deseos incompatibles.

● Su deseo consciente entraba en conflicto con uno inconsciente.

● Al final descubrió que lo que deseaba no tenía ningún valor.

● Quería una cosa, y lo que obtuvo fue completamente distinto.

No respondas estas preguntas de manera apresurada. Explica cómo cambiaría la historia si


se cumpliera alguna de las anteriores afirmaciones. ¿Qué has aprendido sobre tus
personajes al hacerte estas preguntas?

Ejercicios

Vuelve a los personajes que identificaste en los dos primeros ejercicios del capítulo anterior.
Imagina a cada uno de ellos en una situación muy estresante: un robo, una pelea violenta,
un accidente con un ser querido, la necesidad de finalizar el tratamiento de la enfermedad
terminal de un cónyuge, hijo, padre o madre. ¿Cómo reaccionan? Tómate tu tiempo, deja
que la escena se desarrolle por sí misma.

Para cada uno de los personajes del ejercicio 1, responde a estas preguntas:

¿Cuál es su deseo principal? ¿Cómo se han frustrado los intentos previos de cumplirlo?
¿Hay un personaje único que simbolice la frustración de ese deseo? ¿Cómo visita al
personaje el fantasma del pasado en el momento en que transcurre tu historia? ¿Qué forma
adoptan sus mecanismos de defensa? ¿En qué nivel ha quedado atrapado?

¿Hay en el presente un personaje que sirva como regresado, que funcione como un
revulsivo que obligue al protagonista a superar su incapacidad continua para actuar con
sinceridad, valentía y responsabilidad?

Ejercicios

Selecciona de nuevo tres personajes de una obra que


estés escribiendo. ¿Muestra alguno de ellos una
vulnerabilidad física: una herida, una enfermedad, una
cicatriz que le desfigure? Una circunstancial: ¿a qué
amenazas se enfrentan en tu historia? Una moral: ¿a
qué clase de culpabilidad se arriesgan con sus actos
presentes o pasados? Si no se da ninguna de esas
opciones, añade algún tipo de vulnerabilidad y
observa qué sucede.

2.Una vez que los tres personajes del ejercicio 1 posean


una vulnerabilidad, identifica a los demás personajes
de la historia que por esa razón se sientan atraídos por
ellos. ¿Acepta el personaje vulnerable la ayuda de
alguno de estos otros? ¿Cómo se resuelve su
necesidad de ayuda? ¿Con éxito? ¿O le abandona o
traiciona su ayudante? ¿Se culpa el personaje a sí
mismo, por vergüenza, de esa traición o abandono?

3.Estos mismos tres personajes ¿creen que son dignos


de amor? Si es así, ¿quién o quiénes en su pasado los
convencieron de merecerlo? ¿Cómo y cuándo? ¿Qué
parte queda de indignidad? ¿Quiénes o qué sucesos
son responsables de ello? Imagina los momentos
concretos y desarróllalos como escenas.

4.Esos tres personajes, de nuevo, ¿cuándo fueron del


todo sinceros con otra persona por última vez? ¿Qué
sucedió?
Ejercicios

Elige tres personajes de una obra que estés escribiendo y decide si tienen algún secreto. Si
es así, ¿cómo afectan esos secretos a su conducta frente a los demás? ¿Intenta alguno de
los personajes descubrir el secreto de otro? ¿Por qué lo hace (o no)? ¿Qué pasará si un
personaje revela su secreto a alguno de los otros? (Si no pasa nada, busca un secreto más
condenable, más vergonzoso o terrible.)

Analiza los secretos de tu respuesta al ejercicio 1. ¿Cuánto tiempo lleva el personaje


ocultándolo? ¿Con qué frecuencia miente para guardar su secreto? ¿Se ha convertido el
secreto en su segunda naturaleza? De ser así, ¿qué puede forzarle a volver a ser
consciente de la realidad?

Para cualquiera de los personajes de los ejercicios anteriores, ¿su secreto funciona como
fantasma de la historia? Si es así, ¿quién sirve de regresado, descubre al fantasma y obliga
al protagonista a asimilar que ahora se sepa?

piensa en cómo influye su edad en su forma de ver el mundo y en sus interacciones con los
demás.

Explora el tema de la salud de esos personajes: ¿han


estado alguna vez gravemente enfermos? ¿Cuándo?
¿Les ha quedado alguna secuela física o emocional de
esa enfermedad? ¿Qué pasaría si alguno de ellos
enfermara ahora de pronto? ¿Quién cuidaría de él?
¿Cómo haría sentirse al personaje su necesidad de
ayuda?

Explora en esos mismos personajes su sentido de la


elegancia y su porte. Ponles ropa incómoda o
extravagante. ¿Cómo cambia su forma de actuar?

Ejercicio

1.Escoge dos personajes de una obra que estés


desaparecen.

La muerte nos enseña que el paso del tiempo es ineludible, que hay puertas que nunca se
abren y que, tarde o temprano, todo se pierde para siempre.

La razón de que muchas historias policíacas o de misterio no sean satisfactorias no está


tanto en la pornografía de la violencia en la que se apoyan cuanto en su trivialización de la
muerte. Pero algo similar se puede decir de la gran mayoría de las historias comerciales,
obsesionadas por la necesidad del final feliz. En El manual del guionista, su obra de
referencia, Syd Field habla con pragmatismo, aunque no con sabiduría, de cómo evitar
«finales deprimentes», dada la realidad de las inversiones de Hollywood. Eso trivializa la
cultura, disminuye la audiencia y acaba por hacer daño a esa misma industria del cine que
se supone que defiende. Tarde o temprano, la gente se cansa de que le mientan o de que la
traten como a un niño pequeño.

Los ejemplos de muertes en la literatura y el cine son demasiados para citarlos aquí, lo que
quizá sea bueno. Mejor busca tú los que te parezcan mejores, analiza por qué te emocionan
o afectan y ten en cuenta lo que averigües para incorporarlo a tu obra. Aunque los
personajes no mueran del mismo modo en que tú y yo lo haremos, ellos no lo saben. Si no
están tan aterrorizados, fascinados o motivados por la muerte como lo puedas estar tú, es
que no estás prestando suficiente atención.

Ejercicio

Escoge dos personajes de una obra que estés escribiendo y explora en ellos, como se
explica en este
capítulo, cada uno de los siguientes componentes
psicológicos:

•Deseo.

•Miedo.

•Valor.

•Amor.

•Odio.

•Vergüenza.

•Culpa.

•Perdón.

•Fracaso.

•Éxito y orgullo.

•Religión y espiritualidad.

•Alimentos.

•Muerte.
¿Te ha inspirado este análisis escenas adicionales o cambios en
las que ya habías escrito? Si es así, ¿cómo? Si no, ¿por qué?

Ejercicio

1.Escoge dos personajes de una obra que estés


escribiendo y analiza, como hemos hecho en este
capítulo, cada uno de los siguientes entornos de
relaciones sociales o afectivas:
(a) Padre.
(b) Madre.
(c) Abuelos.
(d) Hermanos.
(e) Hijos.

•Cónyuge.
•Amigos.
•Nombre.
•Clase social.
•Trabajo.
•Educación.
•Geografía.
•Hogar.
•«Tribu».

¿Te ha servido este trabajo como inspiración para escenas


adicionales o cambios en las que ya habías escrito? Si es así, ¿cómo? Si no, ¿por qué?

Ejercicios

1.Toma dos personajes sin afiliación política explícita de


un libro, película o serie de televisión que hayas
disfrutado. Mira cómo hablan de temas como la libre
iniciativa, la responsabilidad, la disciplina, el peligro, la autoridad, la comunicación, la
realización de uno mismo
y la equidad. ¿Puedes discernir una tendencia política
aunque no se haya declarado? ¿Por qué o por qué no?

2.De la misma manera que en el ejercicio 1, explora la


tendencia política de los personajes de una obra que
hayas escrito hace poco. ¿Hiciste sin darte cuenta que
tuvieran todos más o menos una misma tendencia
política? ¿Qué pasaría si cambiaras a uno de ellos de la
izquierda a la derecha, o viceversa?

3.Forma un personaje cuyas convicciones políticas se


opongan a las tuyas. ¿Consigues un resultado
convincente? No decidas por ti mismo; permite que
otros lean la obra y te den su opinión.

Personaje y tics.

¿Qué impacienta o irrita a tu personaje? ¿Las llamadas


de venta telefónica, los perros que no paran de ladrar,
el ruido de los coches, los gordos, la mala educación, la
estupidez, los que no paran de hablar…? (La
impaciencia es un rasgo valioso para la caracterización
porque está más allá del control consciente, lo que
revela una vulnerabilidad.)

¿A qué comida, bebida o actividad es incapaz de decir


que no? (¿Es una adicción, una obsesión, un desorden?
¿O solo un gusanillo persistente?)

•¿Hay un placer infantil o adolescente que todavía se


permita como adulto? (Un desayuno favorito, un postre,
una golosina, un pijama de franela, una peli de terror
de serie B, un equipo favorito de fútbol, unas galletas
con Cola Cao antes de acostarse, una larga siesta
después de comer.)

•¿Qué es lo más antiguo que tiene en la nevera? ¿Qué


comida desaparece siempre primero?

•¿Qué hay debajo de su cama? ¿Y al fondo de su armario?

•¿Cuál es el chiste que más le gusta? ¿Es picante, verde,


para todos los públicos?

•¿Tiene una mascota favorita? ¿Vive aún? Si no es así,


¿conserva el personaje algún objeto que le recuerde a
ella?

•¿Qué es lo peor que ha dicho a espaldas de alguien?

•¿Qué palabras malsonantes o de protesta o resignación


dice cuando tiene un disgusto o se siente frustrado?
(Trata de ser original. Una vez trabajé con una mujer
que, cada vez que algo salía mal, suspiraba por lo bajo y
decía: «Oh, vaya molestia».)
•¿Tiene algún otro tic verbal? Uno de los personajes de
Do They Know I’m Running?, un palestino iraquí con un dominio útil pero torpe del inglés,
anuncia su
inseguridad al comenzar muchas de sus frases con un
ampuloso «Deja que te diga una cosa…». Otro tic que
uno encuentra a menudo tanto en la vida real como en
la ficción consiste en la sucesión redundante de varias
preguntas en busca de una sola respuesta: «¿Señora
Robiskie? ¿Se acuerda de ese recado que quería que le
hiciera? ¿Lo de ir a la tienda?». Otros tics verbales
podrían ser: «¡Te lo juro por Dios!»; «Lo que yo te diga»;
«¿Sabes lo que te digo?». Y pocas personas resultan tan
irritantes como la que interrumpe a los demás sin darles
tiempo a terminar lo que estaban diciendo.

•¿Cuál es su prenda de vestir favorita? ¿Algo elegante o


ajustado? ¿O algo de lo que no quiere deshacerse, por
muy gastado y usado que esté? (Una amiga mía en
secundaria tenía unos «calcetines felices», largos hasta
la rodilla, a rayas, claramente feos, con la lana
envejecida en borrosos tonos verdes, marrones y
grises; siempre la hacían reír cuando los llevaba, y por
eso siempre se los ponía cuando estaba deprimida.)

•¿Cuál fue la última película que le hizo llorar? ¿Cuál le


aburrió hasta quedarse dormido? ¿Con cuál se salió del
cine?

•¿Cuál fue el último libro que prestó a alguien


diciéndole: «Tienes que leer esto; es el tipo de libro que
va contigo»?

Ejercicios

1.Visita un lugar público en el que se junten distintas


personas. Apunta los detalles involuntarios de su
comportamiento que resulten intrigantes, extraños o
intensos. Luego elige dos personajes de una obra que
estés escribiendo y añade a cada uno alguno de esos
tics o manías inconscientes. ¿Parece natural o más
bien un pegote? ¿Qué puedes hacer para que no
parezca forzado?

2.Haz lo mismo con otros dos personajes, pero esta vez


usando uno de los ejemplos que hemos visto en este
capítulo, o alguna pregunta de la lista anterior.
¿Mejora esa modificación a tu personaje o parece
forzada? ¿En qué lo notas?

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