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¿Qué es seguro? Algunos tipos de mariscos contienen poco mercurio. Las Pautas
Alimentarias para Estadounidenses 2015-2020 recomiendan a las mujeres
embarazadas consumir de 8 a 12 onzas (235 g a 340 g) —dos o tres porciones—
de mariscos por semana. Considera:
Camarón
Salmón
Abadejo
Bagre
Anchoas
Trucha
Bacalao
Tilapia
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Atún en agua enlatado
Sin embargo, debes limitar el consumo de atún blanco (albacora) a 6 onzas (170 g)
por semana.
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Cocina bien todas las carnes rojas y de ave antes de comerlas. Usa un
termómetro para carnes para verificar el nivel de cocción.
Cocina los perros calientes y las carnes enlatadas hasta que estén bien
calientes, o directamente evítalos. Pueden ser fuentes de una enfermedad
transmitida por los alimentos conocida como «listeriosis» que, si bien es poco
frecuente, puede llegar a ser grave.
Evita los patés y las pastas de carne refrigerados. Sin embargo, puedes
consumir versiones enlatadas y no perecederas.
Cocina los huevos hasta que las yemas y las claras estén firmes. Los
huevos crudos pueden estar contaminados con bacterias perjudiciales. Evita los
alimentos hechos con huevos crudos o parcialmente cocidos, como el ponche
de huevo, las mezclas para masa crudas, la salsa holandesa recién hecha o
casera y el aderezo de la ensalada César.
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Evita el exceso de cafeína
Si bien la cafeína puede atravesar la placenta, los efectos en el bebé no están
claros. Para estar seguro, el proveedor de atención médica podría recomendarte
limitar la cantidad de cafeína en tu dieta a menos de 200 miligramos al día durante
el embarazo. A modo de ilustración, una taza de 8 onzas (237 ml) de café filtrado
contiene unos 95 miligramos de cafeína, una taza de 8 onzas (237 ml) de té filtrado
contiene 47 miligramos y una bebida con cafeína de 12 onzas (355 ml) contiene
33 miligramos.
Evita el té de hierbas
Hay poca información disponible sobre los efectos de determinadas plantas
medicinales en bebés en desarrollo. Por ello, evita tomar té de hierbas, a menos
que el proveedor de atención médica lo haya permitido, incluso los tés
comercializados especialmente para mujeres embarazadas.
Evita el alcohol
No se ha comprobado que sea seguro consumir una cantidad determinada de
alcohol durante el embarazo. Lo más seguro es evitar el alcohol de forma total.
Piensa en los riesgos. Las madres que beben alcohol tienen un mayor riesgo de
sufrir un aborto espontáneo o de que se produzca una muerte fetal intraútero. Beber
demasiado alcohol durante el embarazo puede provocar el síndrome alcohólico
fetal, que puede causar deformidades faciales y discapacidad intelectual.
Si estás preocupada por la cantidad de alcohol que bebías antes de saber que
estabas embarazada o si crees que necesitas ayuda para dejar de beber, habla con
el proveedor de atención médica.
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EL PLATO DEL BUEN COMER CON EL EMBARAZO
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Hojas verdes
Especialmente aquellas de color verde oscuro como las espinacas, las acelgas, la
col rizada, las coles de Bruselas y los berros, ya que son ricas en ácido fólico
(vitamina B9), una de las vitaminas más importantes durante el embarazo. El ácido
fólico ayuda a evitar las malformaciones del cerebro y de la médula espinal del bebé.
Estos alimentos forman parte de las mejores dietas saludables y aportan al cuerpo
vitaminas, antioxidantes, calcio, hierro y potasio.
Vegetales y tubérculos
Entre los vegetales que representan una fuente importante de fibra se encuentran
el brócoli, los espárragos, la remolacha, la papa, el camote, la calabaza, las
zanahorias, las espinacas, los tomates, los pimientos, el aguacate y la coliflor. Todos
deben ser incluidos en las mejores dietas saludables. Además, estos vegetales son
ricos en ácido fólico y otras vitaminas y minerales.
Frutas frescas
En cuanto a las frutas que aportan fibra se encuentran la naranja, el melón, la
ciruela, las pasas, la papaya, el mango, el chabacano, el kiwi, las fresas, la piña, el
mango, la mandarina, la papaya, la toronja, la guayaba; todas ellas, fuentes
importantes de vitamina C, que protege los tejidos, ayuda a absorber el hierro y
fortalecer el sistema inmunológico, además de ser excelentes coadyuvantes para
evitar el estreñimiento durante el embarazo.
Bayas
Los arándanos, las cerezas, las moras azules, las fresas y las zarzamoras contienen
poderosos antioxidantes que deben incluirse en las dietas saludables pues
combaten los radicales libres y ayudan a reducir el riesgo de padecer preeclampsia.
Frutos secos
Es muy recomendable tomar una pequeña porción diaria de almendras, nueces,
cacahuetes y pistachos, ya que estos frutos aportan vitamina E, que genera glóbulos
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rojos y nutre los músculos. Aunque si los niveles de vitamina E son demasiado
elevados, esto podría ser perjudicial para el bebé.
Semillas
Las semillas de chía, linaza, cáñamo,
sésamo, así como las semillas de
calabaza, son ricas en Omega-3, que
previene el riesgo de parto prematuro
y de depresión posparto. Además,
tienen un alto contenido en fibra,
vitaminas del grupo B, vitaminas E y A, así como minerales importantes como hierro,
calcio, zinc, potasio y magnesio, que ayudan a aumentar el nivel de energía y
regular el sistema nervioso.
Legumbres
Es importante el consumo de frijoles, garbanzos, lentejas y guisantes durante el
embarazo, pues son ricos en ácido fólico, hierro y ácidos grasos esenciales. Estos
ayudan a la producción de la hemoglobina, previenen la anemia, el parto prematuro
y evitan el bajo peso del bebé al nacer.
Pescado azul
En este grupo de pescados se
encuentran aquellos con el menor
índice de acumulación de mercurio.
Pescados más pequeños y de aguas
profundas como el salmón, las
sardinas, la trucha, el atún blanco y la
caballa son ricos en ácidos grasos y
omega-3 que también benefician el
desarrollo del sistema nervioso central
y el funcionamiento del cerebro del
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bebé. Además, contienen vitaminas B1, B12, D y E, proteínas, calcio, hierro y zinc.
Se debe lavar muy bien y consumir siempre bien cocido.
Carnes magras
Para la mujer embarazada se recomienda la carne magra como el pollo, la ternera
y el cordero. La carne se debe consumir siempre bien cocida y habiendo retirado la
grasa antes de cocinarla. Es rica en proteínas, vitaminas A y D, hierro y calcio.
Huevo
Es un alimento altamente nutritivo y rico en proteínas, fundamental para la formación
de la placenta y los tejidos del bebé. También contiene calcio, vitamina A y D, hierro
y potasio. Asegúrate de comerlos bien cocidos.
Yogur natural
El yogur natural pasteurizado es recomendado por ser una fuente importante de
calcio, vitaminas y minerales.
Agua
Independientemente del embarazo, es vital consumir mucha agua diariamente y
asegurarte de mantenerte hidratada bebiendo de 2 a 3 litros de agua natural.
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CALORIAS
Unas 75.000 calorías extra de media es lo que requiere una mujer para un
desarrollo óptimo del feto, según la Sociedad Americana del Embarazo. Lo que
supone unas 300 calorías cada día. Un incremento que un yogurt con seis
almendras o un bol de muesli con leche y una manzana mantienen cubierto.
Qué calorías puedo tomar durante mi embarazo
Hacer cinco comidas al día es básico para la gestante
Es fácil de entender que las necesidades calóricas de las mujeres embarazadas
aumentan durante toda la gestación: se acelera el metabolismo materno durante
este periodo y existe un potente desarrollo de un nuevo organismo en su interior.
El aumento del consumo de calorías durante la gestación debe ser adecuado, ya
que el caso contrario se ha asociado a patología. Un incremento de la ingesta
calórica por debajo de las necesidades puede causar escasa ganancia de peso
durante la gestación y bajo peso del recién nacido.
El caso contrario, un aumento excesivo de la ingesta de calorías, conllevará mayor
riesgo de obesidad materna y de mayor peso fetal, generando un riesgo aumentado
de preeclampsia, diabetes gestacional, parto instrumental y aumentar la posibilidad
de cesárea.
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PROTEINAS
Las proteínas o prótidos son los nutrientes “constructores y reparadores” del
organismo. Esto quiere decir que su función principal es la de construir nuevas
estructuras, así como la de reparar y mantener en buen estado las que se van
deteriorando con el uso.
Las proteínas están formadas por aminoácidos. Decimos que una proteína es
de Buen Valor Biológico cuando contiene todos los aminoácidos esenciales,
que vienen a partir de la carne, del pescado, de los huevos, del queso o de la
leche.
Las proteínas de origen vegetal, básicamente legumbres, cereales y frutos
secos, son deficitarias en alguno de los aminoácidos esenciales pero
combinando los alimentos entre ellos (arroz y legumbre, cereales y verduras...)
podemos llegar a formar una proteína de muy buena calidad.
Durante el embarazo, se recomiendan dos tomas al día de alimentos proteicos,
carne, pescado o huevos, combinándolos con legumbres y frutos secos que,
aunque sean de origen vegetal, su aporte de proteínas es muy importante, con
la ventaja adicional de no contener grasa de origen animal.
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100 g de almendras contienen aproximadamente 19 g de proteínas.
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GRASAS
Durante la gestación hay que
reducir, pero no eliminar, la
ingesta de grasas
Las grasas constituyen uno de
los nutrientes esenciales durante
el embarazo para el desarrollo del
bebé. La dieta de la
embarazada ha de ser equilibrada y contener una variedad de alimentos. No se
debe realizar por tanto, dieta adelgazante durante el embarazo y mucho menos
eliminar las grasas ya que son las reservas de energía del organismo y deben
suponer alrededor del 30 por ciento del consumo diario.
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poliinsaturadas incluyen las de tipo omega3, un tipo de grasa que no puede
fabricar el cuerpo humano y es conveniente que ingieras a través de la alimentación.
El ácido omega3 es importante para el desarrollo cerebral y ocular del bebé.
VITAMINAS
Cuando la alimentación de la mujer
embarazada es sana y equilibrada, la
mayoría de las vitaminas y minerales
que necesitan estarán cubiertos. Sin
embrago, en las últimas décadas se
recomienda especialmente el
suplemento de ácido fólico y Yodo, ya que es difícil su absorción y esta probado
que reduce el riesgo parto prematuro, bajo peso al nacer, o defectos de nacimiento
en el cerebro, la columna vertebral. Las vitaminas prenatales no son un sustituto
de una dieta saludable. Debes realizar una dieta rica en frutas, verduras, productos
lácteos no grasos, legumbres, carnes magras y pescado.
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Cómo tomar las Vitaminas Prenatales
Es importante tomar el suplemento vitamínico todos los días. Normalmente se
aconseja por la mañana con un zumo de naranja para favorecer su absorción, pero
si has observado que tu estómago no lo tolera bien, prueba a tomarlas durante la
comida.
No consumas vitaminas que no te haya recomendado tu matrona o ginecólogo, no
todas las vitaminas pueden ser tomadas por las embarazadas, puede ser peligroso.
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Calcio que fortalece los huesos y dientes en la madre y el bebé y mantiene
sano los sistemas nervioso, muscular y sanguíneo. Se encuentra en la leche,
queso, yogur y en las legumbres aunque en menor cantidad.
Vitamina E, es buena para el tono muscular de la madre y para la formación de
todos los tejidos. Se encuentra en el germen de trigo, trigo integral, verduras de
hoja, carne y huevos.
Vitamina A, favorece el desarrollo de la piel y mucosas del bebé. debe tomarse
con las vitaminas C y B para una correcta absorción. Esta vitamina se encuentra
en los huevos, la leche y las zanahorias.
Vitamina B (B2, B6 y B12), son buenas para el funcionamiento de los tejidos y
para el desarrollo de las células. Disminuyen las náuseas de la madre y
disminuye la hinchazón del cuerpo. Las verduras, la leche, los cereales y los
huevos son ricos en este tipo de vitaminas.
Vitamina C, es buena para madres con problemas de factor Rh. Funciona en
el organismo como antioxidante natural y ayuda a prevenir las infecciones, al
tiempo que ayuda a absorber el hierro. Se encuentra en los cítricos, pimiento
verde, perejil, tomates y col verde cruda.
Vitamina D, permite la formación del esmalte de los dientes y la mineralización
de los huesos. Se encuentra sobre todo en los huevos, la leche y el hígado.
Magnesio también se encuentra en las vitaminas prenatales pues es habitual
que el nivel de magnesio en las embarazadas disminuya, causando los
molestos calambres en las piernas. Comer cereales, pescado, soja, leche y
carne ayuda a mantener un adecuado nivel de magnesio en el cuerpo.
Durante el embarazo es importante que no sufras un déficit de ninguna vitamina
esencial para el organismo. Si tu dieta no aporta suficientes vitaminas y minerales
debes tomarte un complejo de vitaminas prenatales. La deficiencia de vitaminas
puede aumentar la tendencia a la irritabilidad y el agotamiento y aumentar el riesgo
de infecciones vaginales.
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ACIDO FOLICO
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¿Qué cantidad de ácido fólico se necesita?
Se recomienda que todas aquellas mujeres
en condiciones de quedar embarazadas
tomen un complemento vitamínico de 400
microgramos de ácido fólico, siempre
como parte de una dieta saludable.
En la dieta se debe incluir alimentos
ricos en ácido fólico (por ejemplo: la
harina, el arroz, la pasta, el pan y los
cereales) y en folato, es decir, la forma
natural del ácido fólico que se encuentra en algunos alimentos como son las
verduras de hojas verdes, las legumbres o las naranjas.
Nuestro organismo absorbe aproximadamente el 50% del folato de los alimentos,
mientras que llega a absorber cerca del 85% del ácido fólico presente en los
alimentos enriquecidos y el 100% del ácido fólico de los suplementos vitamínicos.
La cocción y el almacenamiento pueden destruir parte del folato de los alimentos.
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las células. Sin la cantidad adecuada de ácido fólico la división celular podría verse
afectada y llevar al desarrollo insuficiente del feto o la placenta.
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MINERALES
El hierro en el embarazo
Es un mineral de gran
importancia en el organismo,
donde la mayor parte se
encuentra en los glóbulos
rojos mientras que parte se
halla en los músculos. En el
caso de las mujeres embarazadas representan una situación especial, ya que
además de necesitar hierro para su organismo, necesitan cubrir necesidades
del feto y la placenta.
Si las cantidades de hierro se encuentran por debajo de los niveles normales al
inicio del embarazo, el riesgo de anemia es importante; sin embargo, si al inicio tiene
unos niveles normales de hierro, es probable que continúe así, o aparezca una
anemia leve. De ahí que el hierro sea el único nutriente que se necesita en mayor
cantidad que las que puede suministrarse sólo a partir de la dieta. Por estos motivos
es muy frecuente (a veces imprescindible) dar un suplemento de hierro.
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Fuentes de hierro: ostras, carne vacuna, espinacas, pan de centeno, sardinas,
huevo, fruta seca (higos, ciruelas, etc), almendras, cacao, remolacha, brécol,
hígado y alimentos enriquecidos con hierro.
El hierro puede encontrarse sólo en un porcentaje del 10 ó 15% del total de los
alimentos que se ingieren. La vitamina C aumenta la absorción de hierro.
Fósforo en la gestación
Mineral que, junto con el calcio
y la vitamina D, es el
ingrediente fundamental para
la formación de huesos y
dientes sanos. Además, junto
con el calcio, es esencial para
las transmisiones nerviosas.
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Por lo general el fósforo se le encuentra en los mismos alimentos que contienen
calcio.
YODO
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¿por qué es tan importante el yodo en el embarazo?
Las mujeres embarazadas y lactantes necesitan cantidades mayores que en otras
etapas de la vida ya que el yodo es esencial para el desarrollo cerebral del bebé.
El yodo es necesario para el metabolismo adecuado de las células, es decir, para
el proceso de conversión de los alimentos en energía. Las personas necesitamos el
yodo para el buen funcionamiento de la tiroides y para la producción de las
hormonas tiroideas. Además, juega un papel fundamental en el crecimiento y
desarrollo de todos los órganos, especialmente del cerebro.
Si a una persona le falta
yodo en la dieta durante un
periodo de tiempo
prolongado podría dar lugar
a un hipotiroidismo: si no
hay suficiente yodo,
aumentan de tamaño las células tiroideas y la glándula tiroides. La ingesta de yodo
suficiente en la dieta puede prevenir el cretinismo, una forma de discapacidad
intelectual y física.
Esta deficiencia afecta con más frecuencia a las mujeres que a los hombres y es
más común en mujeres embarazadas y niños mayores. El hipotiroidismo materno
puede producir aborto e incluso problemas de aprendizaje en los niños nacidos
de mujeres hipotiroideas no tratadas.
El yodo deficiencia puede afectar también al desarrollo de otros órganos y ser
responsable de retrasos de crecimiento intrauterino, hipoacusia permanente y
defectos congénitos varios, que aumentan la posibilidad de morbimortalidad
perinatal e infantil.
Por lo tanto, el yodo es un nutriente necesario para la salud y el desarrollo de
las personas en cualquier etapa de la vida, pero especialmente en el
embarazo.
Si una mujer embarazada ingiere menos yodo del necesario, puede presentar una
hipotiroxinemia que repercuta negativa e irreversiblemente sobre el desarrollo del
bebé, tanto a nivel psicomotor como intelectual.
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Como la ingesta insuficiente de yodo en el niño pequeño también puede afectar al
desarrollo de su cerebro, hay que garantizar también un aporte suficiente de este
nutriente a la madre lactante.
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El alga parda o marina (kelp) es un vegetal alimenticio de mar con alto contenido
en yodo. Las plantas que crecen en suelos ricos en yodo también son buenas
fuentes.
Los productos lácteos también contienen yodo debido a la utilización
generalizada de piensos enriquecidos con este oligoelemento en la alimentación
de los animales (las ecológicas en cambio podrían presentar contenidos de yodo
muy bajos).
Finalmente, recordemos que el exceso de yodo tampoco es bueno, por ello no se
pueden utilizar antisépticos yodados para la antisepsia cutánea de la madre y/o del
recién nacido porque causan yatrogenia.
HIERRO
Durante el embarazo uno de los nutrientes que el médico suele suplementar es
el hierro. Te preguntarás ¿por qué? ¿Necesito realizar una alimentación rica
en hierro? ¿Cuáles son los alimentos que aportan más hierro?
Antes de que quedaras embarazada tu cuerpo ya necesitaba y usaba el hierro
para multiples funciones:
Para la fabricación de la hemoglobina, la proteína de los glóbulos rojos
que transporta el oxígeno en la sangre.
Como componente importante del colágeno (proteína que encontramos en
huesos, cartílagos y otros tejidos conectivos como la piel) y de muchas
enzimas.
Para mantener fuerte el sistema inmunológico.
Ahora, durante el embarazo, las cantidades de hierro aumentan. Porque:
La cantidad de sangre que circula por tu cuerpo aumenta durante el
embarazo hasta llegar a casi un 50 % más de lo habitual, así que necesitas
más hierro para fabricar más hemoglobina para suministrar oxígeno a tu
pequeño. Además, muchas mujeres necesitan cantidades mayores de
hierro durante el embarazo porque tenían niveles bajos de este mineral
antes de quedar embarazadas.
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Necesitas una mayor cantidad de hierro para nutrir el crecimiento de tu
bebé y de la placenta, sobre todo durante el segundo y el tercer trimestre.
El colágeno es fundamental para ayudar a tu piel a adaptarse a tu nueva
situación sin la aparición de las temidas estrías.
La anemia debida a deficiencias de hierro está relacionada con partos
prematuros y bebés de bajo peso al nacer, además de provocar mucho
cansancio, debilidad o caída del cabello.
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veces más hierro. Por ejemplo, una ensalada de lentejas con tomate,
perejil, cebolla, pimiento y un poco de atún.
La presencia de proteína animal (carne, aves, pescado, huevos...), unas
almejas o berberechos de lata o al vapor o plancha, ¡¡pueden ser una
fuente de hierro fantástica!! No tienes que comer un enorme filete de
ternera para satisfacer tus necesidades diarias de hierro. De hecho, con
sólo añadir una pequeña porción de carne, pollo o pescado a una comida,
tu cuerpo logra asimilar mejor el hierro que está presente en los demás
alimentos de tu plato.
Cuando tomes el suplemento que el médico te ha recomendado,
acompáñalo con una fruta o zumo natural y con una lonchita de jamón de
york... aumentarás en más del doble, la absorción y eficacia del hierro.
También debes tener en cuenta que hay factores que pueden dificultar la
absorción del hierro:
El calcio que no proviene de los productos lácteos puede dificultar la
absorción del hierro, por eso, si tienes que tomar suplementos de Cal cio
o antiácidos, tómalos entre comidas, separadamente de tu suplemento en
hierro.
El té y el café (por la presencia de compuestos fenólicos) interfieren en la
absorción del hierro en el organismo. Es bueno que reduzcas tu consumo
de cafeína durante el embarazo.
Recuerda que cuando las necesidades de hierro están aumentadas por
diferentes motivos (por ejemplo, durante el embarazo), generalmente se recurre
a la suplementación.
Cuando los niveles de hierro son muy bajos es difícil remontarlos únicamente a
través de la alimentación. Para ello se debería recurrir a los suplementos que
serán efectivos a medio/largo plazo, pautados por un profesional, y una vez
normalizados los valores analíticos, pasar a una alimentación rica en hierro.
Para optimizar la absorción del hierro, se aconseja ingerir los suplementos junto
con alguna fruta o verdura rica en Vit C, cítricos, tomate, pimiento y algún
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alimento proteico, jamón cocido, huevo, carne: la absorción puede aumentar
más de un 40%.
SODIO
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Dieta sin sal: consecuencias
Salvo indicación médica expresa, la reducción de sal durante el embarazo es una
opción personal
En el pasado era común la restricción de la sal para las embarazadas con retención
de líquidos. Sin embargo, cuando esta retención es moderada se trata de una
consecuencia normal del embarazo y no se debe tratar con dietas bajas en sodio.
De hecho, hay estudios que tratan sobre la hiponatremia neonatal, niveles bajos de
sodio en sangre, que se ha observado en recién nacidos de mujeres que restringen
indebidamente el consumo de sal durante el embarazo.
En una revisión de estudios llevada a cabo por Duley y cols y publicada en la
Biblioteca Cochrane Plus sobre los cambios en la ingesta de sal de la dieta para la
prevención de la preeclampsia y sus complicaciones, los autores afirman que no
hay pruebas concluyentes para recomendar sistemáticamente la reducción de la sal
durante el embarazo. Tras la revisión de toda la bibliografía referente a este asunto,
no se obtienen resultados evidentes de que la reducción de sal repercuta en efectos
beneficiosos en la prevención o tratamiento de estos trastornos. Por tanto, los
investigadores concluyen que el consumo de sal durante el embarazo debe ser una
elección personal, salvo indicación médica expresa.
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Recordar que el kétchup, la mostaza y otras salas comerciales ya contienen
sal en su composición.
Evitar usar condimentos que contengan sal y sustituirlos por hierbas
aromáticas, especias como la pimienta, jugo de limón, ajo fresco o polvo de ajo
o de cebolla.
EL ZINC
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El zinc forma parte de muchas hormonas y enzimas, de especial importancia en el
embarazo, además de formar parte del óvulo y el espermatozoide, siendo su
deficiencia de gran importancia para la fertilidad.
Es también es necesario para el desarrollo del cerebro del feto, formando parte
de muchas de sus estructuras, y, además, son conocidos sus beneficios en
el sistema inmune, ayudando a aumentar la protección frente a infecciones y a
mantener el ejército de anticuerpos
A día de hoy, la mayor parte de los alimentos fortificados contienen zinc, por lo
que es complicado no conseguir la cantidad diaria recomendada para la mujer
embarazada. Sin embargo, es mejor asegurar un aporte semanal y no diario, ya que
es mucho más fácil de conseguir.
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LIQUIDOS
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- Leche. Es una bebida especialmente recomendada para las futuras mamás por
su alto contenido en calcio y proteínas. Son igual de buenas la leche entera que la
deslactosada, ya que esta última contiene la misma cantidad de calcio y proteínas
pero con menos calorías.
- Jugos de frutas. Es recomendable que bebas jugos de frutas, siempre que sean
de frutas naturales porqué son más ricos en vitaminas.
- Caldos. Son un rico alimento en temporada de frío, ya que son ricos en minerales
y bajos en calorías.
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