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Índice:
Introducción ................................................................................................ 5
4.3.7. Cruceros..................................................................................... 52
En este primer módulo del curso “LA MEDICIÓN DEL TURISMO Y SU IMPACTO EN
LA ECONOMÍA” se persigue obtener (o revisar, en su caso), una perspectiva global
de lo que es el turismo, iniciando con un recorrido histórico desde el principio de los
viajes conocidos, hasta llegar a nuestros días. Se detallarán los avances registrados
en cada época, tanto tecnológicos como sociales, que han ido conformando un tipo
de viajes que ha llegado hasta el siglo XXI conformando una de las industrias más
voluminosas de cuantas existen.
Por otro lado, el turismo también se ve afectado, como muchas otras actividades,
por las tendencias mundiales actuales, ya sea la globalización o la localización, la
concienciación medioambiental, etc. El turismo como la política y la economía en
general, se enfrenta a la tendencia de la globalización, de manera que ganan poder
un número relativamente inferior de redes mundiales de viajes y de turismo. Pero
al mismo tiempo, especialmente en países en desarrollo, hay más grupos que
exigen el reconocimiento de su singularidad, su etnia, su religión y estructura
social, existiendo una gran oportunidad para el desarrollo de experiencias turísticas
relacionadas con sus recursos culturales y naturales. En relación con esto, el
turismo se ve influido e influye en la conciencia medioambiental de las personas.
Hay una tendencia a buscar destinos turísticos respetuosos con el paisaje y el
territorio, la conciencia medioambiental ha ido calando en las personas y cada vez
se valora más la calidad ambiental y la singularidad de los destinos, pudiendo
alcanzarse un turismo de prácticas cada vez más integradas con el medio natural y
con las distintas sociedades.
Hay registros que prueban que en 1493 acudieron a Aquisgrán 142.000 peregrinos
a adorar un relicario que contenía la santa Sangre. En 1500 murieron en Roma,
víctimas de la peste, cerca de 30.000 peregrinos, lo que da idea del número que
debió concentrarse allí.
Como se aprecia, hasta la llegada del siglo XIX los motivos para realizar viajes eran
casi exclusivamente profesionales (mercantes, comerciantes), religiosos
(peregrinaciones) o restringidos a un pequeñísimo grupo social adinerado y con
alguna inquietud intelectual. La inmensa mayoría de la población no tenía opción
(física, económica o social) ni, aún más grave, interés en conocer otros sitios, con
lo que este no era un sector a tener en cuenta: el turismo no existía.
El inglés Thomas Cook fue el creador de las agencias de viaje, e ideó algunas
otras facilidades que aún hoy son de general aplicación. Cook, que había
desempeñado diversas profesiones, en 1841 era promotor y agente de la Iglesia
Baptista. Por aquél entonces el alcoholismo era en Europa una lacra muy extendida
entre las clases más bajas. Bien, pues al Sr. Cook se le ocurrió la idea de fletar un
tren desde Leicester a Loughborough, en donde debía tener lugar un congreso
antialcohólico: el viaje fue un rotundo éxito, transportando a 570 personas por una
módica cantidad, lo que constituye el primer viaje colectivo organizado. Aunque no
obtuvo beneficios con ese primer viaje, se percató de las enormes posibilidades
económicas que tenía esta actividad, comenzando desde entonces una frenética
carrera que le llevó a crear su propia compañía, que se convertiría en 1851 en la
primera agencia de viajes con el nombre de Thomas Cook & Son.
Henry Wells
Henry Wells, norteamericano, es otro de los pioneros del turismo. Junto a William
Fargo constituyó la empresa American Express, inicialmente vinculada al transporte
de mercancías y que acabó convirtiéndose en una gran multinacional que no sólo es
agencia de viajes, sino también una de las mayores entidades de financiación y
emisión de cheques de viaje y tarjetas de crédito. A partir de 1882 difundieron el
uso del traveller’s cheque que, al tratarse de dinero personalizado, se convertiría en
algo sumamente práctico para el viajero por la seguridad en caso de robo o
pérdida.
Cesar Ritz
Karl Baedecker, alemán, era hijo de editores en Essen. Aficionado a los viajes,
tuvo la ocurrencia de aplicar el oficio de su familia a la edición de guías de viaje de
notable calidad que fueron de gran aceptación en su época. La editorial Baedecker
sigue siendo una de las mejores en su especialidad
George Pullman
Otro estadounidense, George Pullman, fue quien concibió la idea de los coches
cama y el salón en los trenes (coche “pullman”), hacia 1860, mejorando al tiempo
sus servicios y fabricando cientos de vagones para todas las compañías del mundo.
George Nagelmackers
En efecto, estos 25 años son los del gran “boom” turístico, con un sector que crece
más rápidamente de lo que lo había hecho en toda la historia. Las causas que
originaron este espectacular aumento, este fenómeno social, fueron las siguientes:
Surgió una nueva cultura del ocio en el mundo occidental acompañada de una
estabilidad social que propiciaba los desplazamientos internacionales.
A principios de los años 70 tuvo lugar la crisis energética, la “crisis del petróleo”,
que produjo un importante crecimiento de los precios de los carburantes y,
finalmente, un encarecimiento de los billetes aéreos, por lo que la industria turística
vivió un periodo de crisis que no pudo superar hasta 1978-1980.
Los factores, pues, poco han cambiado desde la época de los romanos, aunque
siempre haya que mantenerse atento, pues una actividad como el turismo, que es
una actividad del hombre, siempre está cambiando.
1.3. Resumen
La actividad viajera es tan antigua como el hombre. Desde tiempos de los griegos y
romanos hay constancia escrita de viajes motivados por circunstancias muy
diversas y facilitados por unas condiciones muy favorables (pax romana,
infraestructuras muy mejoradas, etc.).
Hasta que se produjeron las hazañas marítimas del siglo XV los viajes fueron tan
incómodos como inseguros. Pero estas nuevas vías ampliaron los horizontes y
mejoraron mucho técnicamente los medios de transporte, básicamente los
marítimos.
Después de los dos conflictos bélicos mundiales de la primera mitad del siglo XX, la
estabilidad económica y política volvieron a imperar. Junto a otra revolución técnica
y tecnológica que aportaron, por ejemplo, la excelencia en las técnicas de venta de
productos turísticos y los aviones a reacción, favorecieron el “boom” del turismo de
masas vivido entre 1950 y nuestros días.
La actividad turística es amplia. Tal y como nos recuerda Gómez Navarro, “el
turismo no es una industria, es una actividad económica transversal que engloba y
afecta a muchos sectores”. Los servicios relacionados con esta actividad, como
todos los servicios, no se contabilizan fácilmente “al peso”, “por unidades”, o “por
toneladas”. Tratar de definir esta actividad ha sido tarea de muchos años,
involucrando a un elevado número de expertos.
Por otra parte, conviene tener muy presente que el hecho de tener un marco
conceptual claro, homogéneo y aceptado a nivel mundial no implica nada más que
eso. Es decir, podremos saber, por ejemplo, exactamente cómo se definen los
turistas y cómo se diferencian de otros tipos de viajeros, pero si no se aborda el
proceso de cuantificación de estos colectivos –en un primer esfuerzo- y la
identificación de sus comportamientos, incluida la medición del gasto generado –en
un segundo estadio de la profundización-, la creación de este marco habrá sido
estéril.
Una vez finalizada la I Guerra Mundial, el turismo deja de ser considerado un hecho
más o menos relacionado con la esfera individual y comienza a verse como una
verdadera materia científica. Los primeros trabajos sobre esta materia proceden del
campo de la economía, y aún hoy los efectos que el turismo genera en el campo
económico son sin duda los más estudiados y en los que más interés han
demostrado los gobiernos.
Como ejemplos podemos citar las definiciones que se hacían desde Berlín:
Según Glucksmann se definía el turismo como “el vencimiento del espacio por
personas que afluyen a un sitio donde no poseen lugar fijo de residencia”. Es
decir, el turismo lo definía el sujeto agente, el turista. También este autor
publicó posteriormente otra definición del turismo que afirma que “el turismo es
la suma de las relaciones existentes entre las personas que se encuentran
pasaderamente en un lugar de estancia y los naturales de ese lugar”.
Por todo ello se requería un nuevo marco conceptual que se ha basado en las
Recomendaciones sobre Estadísticas del Turismo, elaboradas por la OMT y las
Naciones Unidas así como en las Resoluciones adoptadas por la Conferencia
Internacional sobre Estadísticas de Viajes y Turismo celebrada en Ottawa (Canadá)
en Junio de 1991.
Tal y como indica el profesor José Quevedo Quevedo1: “El concepto de turismo... ha
dado lugar a diversas definiciones a lo que en cada período se entendía por
turismo, pero siempre refiriéndose a las actividades de las personas, denominadas
visitantes, que constituyen el centro del estudio del turismo en cualquier época. (…)
El hecho de que tales actividades sean tan numerosas y de tantas y tan diversas
implicaciones, ha permitido abordar el estudio del fenómeno desde muy diferentes
perspectivas (…). Así, la definición de este fenómeno ha evolucionado a medida que
se ha desarrollado y ha afectado en grado creciente y significativo no sólo al nivel
general de la actividad económica sino también al medio ambiente, a las
infraestructuras, al patrimonio natural, histórico y cultural, y no siempre
favorablemente”.
1
La CST. Pasado, presente y futuros desarrollos. OMT. 2001
La respuesta es no. La definición general del viajero es: "toda persona que se
desplaza entre dos o más países distintos o entre dos o más lugares dentro de su
país de residencia habitual". Es decir, es viajero todo el que viaja. Será viajero
internacional "toda persona que se desplaza fuera de su propio país de residencia
(cualquiera que sea el motivo del viaje y utilizando cualquier medio de transporte,
incluso a pie)". Y será viajero interno “toda persona que se desplaza dentro de su
propio país de residencia (cualquiera que sea el motivo del viaje y utilizando
cualquier medio de transporte, incluso a pie)".
La actividad turística es la que realiza una parte de estos viajeros, los visitantes. El
término visitante es el concepto básico para el conjunto del sistema de estadísticas
del turismo
Esta categoría incluye a los pasajeros en cruceros, que son los que llegan a
un país a bordo de un crucero y regresan cada noche al buque para
pernoctar, aunque éste permanezca en puerto durante varios días. Por
extensión se incluye aquí a los propietarios o pasajeros de yates y a los
pasajeros alojados en un tren pasante, así como a los miembros de las
tripulaciones.
Todos los tipos de viajeros relacionados con el turismo se denominan visitantes. Por
consiguiente, el término visitante es el concepto básico para el conjunto del sistema
de estadísticas de turismo. De esta manera se obtiene el siguiente “mapa” de tipos
de viajeros:
Turistas Excursionistas
(visitantes que (visitantes que no
pernoctan) pernoctan)
Ahora bien, ¿qué es lo próximo?; ¿qué significa “con más frecuencia”?. Estos
niveles son muy arbitrarios y subjetivos, por lo que la OMT recomienda 4 criterios
para tratar de definirlos.
Según este criterio, el entorno se refiere al municipio, ciudad, pueblo, etc. en el que
se reside, con la posibilidad de ampliarlo a los lugares más frecuentemente
visitados
Ventajas:
Desventajas:
Ventajas:
Desventajas:
1. distancia viajada.
3. distancia entre los lugares visitados y el centro del lugar de residencia del
encuestado.
Ventajas:
Desventajas:
1. Turismo interno: el de los residentes del país dado que viajan dentro de este
mismo país;
3. Turismo emisor: el de los residentes del país dado que viajan a otro país.
Los numerosos esfuerzos que se hicieron a lo largo de la segunda mitad del siglo
XX por crear un marco conceptual de común aceptación llegaron a buen puerto en
la década de los 90, cuando se aprobaron por parte de las Naciones Unidas las
Recomendaciones sobre Estadísticas de Turismo. En este documento se plasmó la
más completa y aceptada definición del turismo y de los colectivos a los que
engloba.
Acabamos de revisar cuáles han sido los esfuerzos llevados a cabo para intentar
acotar el turismo. Tal y como ya se ha dicho arriba, el objetivo último de disponer
de un marco conceptual como el que hemos visto no es otro que el de poder medir
el fenómeno: no se puede medir algo que no se sabe dónde acaba.
Esta “preocupación” generalizada por medir los flujos turísticos nos permite
disponer de datos con los que cuantificar la actividad. Los resultados que se
presentan a continuación corresponden a la explotación de las bases de datos de la
OMT, que recopila la información generada en todos los estados miembros sobre los
flujos internacionales.
Veamos ahora cómo han sido los primeros años del siglo XXI en lo que se refiere a
la actividad turística internacional según la OMT.
El año 2000 fue claramente un año excelente para la industria del turismo. La
situación económica era muy buena en la mayoría de los países. El cambio de
milenio creó una atmósfera positiva, se produjeron acontecimientos fundamentales
como los Juegos Olímpicos o la Exposición Mundial de Hannover y, a pesar de la
confrontación israelo-palestina, no surgieron nuevas crisis importantes que
amenazaran la paz internacional. Europa –que recibe aproximadamente el 55 por
ciento del turismo internacional– registró un impresionante crecimiento de 5,8 por
ciento hasta alcanzar los 405 millones de llegadas.
Todas las regiones del mundo recibieron más turistas en 2000, aunque la que
experimentó el incremento más rápido siguió siendo Asia Oriental y el Pacífico, con
un índice de crecimiento de 12,7 por ciento y unos 12 millones de turistas más que
en 1999.
Para saber más sobre este tema consulte el texto complementario “Las
consecuencias de los atentados del 11 de Septiembre de 2001” que podrá
encontrar en el centro de documentación de la plataforma
Según los datos de la OMT, en el año 2004 se registraron 766 millones de llegadas
por turismo internacional, lo que supuso un incremento del 10%. Este porcentaje
representa el crecimiento más alto de los últimos 20 años, después de tres años de
estancamiento, la gran mayoría de los destinos arrojaron resultados positivos y
numerosas cifras sin precedentes.
En directa relación con este espectacular crecimiento de los flujos físicos, 2004 se
cerró con un incremento aproximado del 9,3% en los ingresos turísticos generados
por las llegadas internacionales, ascendiendo a 633 mil millones de US$. Por
regiones, el mayor volumen de ingresos se registró en Europa, con 328,2 mil
millones: uno de cada dos dólares ingresados por turismo en el mundo se quedó en
el viejo continente. Asia y Pacífico y las Américas obtuvieron 138,9 y 145,3 mil
millones de US$ respectivamente, si bien en el caso asiático es destacable un
intenso crecimiento cercano al 25%. En un entorno económico más estable y
positivo no se han restringido los gastos y se han reactivado los viajes de larga
distancia, lo que ha contribuido al crecimiento de los ingresos. En el año 2005,
continuando con la tendencia alcista, se registraron 802 millones de llegadas
turísticas internacionales, volumen que supone un crecimiento del 5,4% con
respecto al año anterior.
De acuerdo con los datos provisionales que la OMT facilitó en el mes de junio de
2008, a lo largo de 2007 se registró la impresionante cifra de 903 millones de
llegadas turísticas internacionales, un volumen sin precedentes. Este volumen
supone un crecimiento del 6,6% con respecto al año anterior, un crecimiento
ligeramente superior al registrado en el año 2006. En cuanto a los ingresos que el
turismo generó en 2007, la OMT habla de 856 bill de US$, un 5,6% más que en
2006.
Los destinos que ofrecen los mejores precios y en los que los tour
operadores tienen alojamientos propios tienen una cierta ventaja
respecto a los otros;
Por otra parte, los flujos turísticos internacionales se han demostrado como un
apoyo suficientemente consolidado para las economías receptoras a lo largo de la
segunda mitad del siglo XX. A pesar de las graves crisis atravesadas en esos 50
años (conflictos bélicos, caídas económicas cíclicas, plagas, etc.) las llegadas de
turistas internacionales han seguido mostrando crecimientos anuales, únicamente
interrumpidos puntualmente.
Los resultados del estudio sobre previsiones de la OMT muestran que en siglo XXI
el turismo seguirá creciendo, confirmando también las previsiones hechas para el
año 2010. Se estima que el turismo internacional crecerá en un 4,1 por ciento,
entre 1995 y 2020, hasta alcanzar los 1.561 millones de llegadas (2020). En ese
año Europa recibirá 717 millones de llegadas y la región americana 285 millones.
Será la tercera región turística más importante al situarse también tras Asia
Oriental y el Pacífico que con sus 397 millones de llegadas ocupará el segundo lugar
como región receptora.
En el estudio llevado a cabo por la OMT se clasifican en cuatro los tipos de variables
que van a influir de forma decisiva en el turismo: social y demográfico, económico,
político y tecnológico (S.T.E.P.).
Cambios demográficos
Lazos étnicos - la creciente importancia de los lazos étnicos tiene una fuerte
influencia en el turismo en las regiones de Asia, las Américas, el Oriente
Medio y África, así como entre Asia-América del Norte y África-Europa.
Las grandes inversiones de promoción turística por los países en Europa, las
Américas, Asia Oriental y el Pacífico, les permitirán apoyar otros esfuerzos para
mantener (en algunos casos extender) sus cuotas en los mercados de destino.
Eliminar el no profesionalismo.
Polarización del gusto de los turistas por una parte respecto al confort de las
instalaciones y, por otra, al deseo de aventura en el producto.
Aunque los mercados asiáticos estarán sin duda capacitados para captar
partes cada vez mayores del total de las inversiones promocionales, sería
necesario no perder de vista los mercados europeos y norteamericanos que
continuarán siendo los principales proveedores.
Una parte notable de quienes viajan a destinos de sol y playa lo hacen con motivo
de viajes de novios. Hay una clara tendencia a organizar viajes de novios más
orientados a la realización de actividades, que incorporan otros elementos (cultura,
deportes, naturaleza) y a combinarlos con actividades al borde del mar. Una parte
creciente de esta demanda está optando por viajar a destinos urbanos por lo que
prefieren viajes combinados a ciudades como París, Nueva York o Venecia.
a) Deportes de invierno:
Los turistas también suelen buscar nuevos lugares de destino o viajar a lugares
menos populares como destinos típicos para la práctica del esquí. Si bien
aumentará el número de este tipo de viajeros durante el próximo decenio, esto se
tendrá lugar a partir de una base reducida. Los ejemplos incluirán esquiar en Alaska
o durante todo el año en los Alpes. Otros lugares probablemente incluyan esquiar a
mediados de verano (como en Riksgrawsen (Suecia), situado 20 millas en el
interior del círculo ártico), o esquiar en estaciones del hemisferio sur.
En el siglo XXI, el alojamiento en oferta será muy variado. Los centros turísticos de
submarinismo de “diseño y boutique” están haciendo furor, mientras que los
submarinistas fanáticos seguirán renunciando a las comodidades materiales para
centrarse plenamente en la práctica del submarinismo.
Los viajes de aventura probablemente sean cada vez más cortos, de tal forma que
las aventuras de una semana de duración sean habituales en Europa. Los viajes de
aventura en su propio país realizados por los americanos ya son relativamente
cortos (un promedio de 6,9 noches en el caso de unas vacaciones activas, y de 5,4
noches en el caso de unas pequeñas vacaciones), y ha mejorado la calidad de las
comunicaciones y la organización del transporte. Europa podría dar prioridad a
destinos como Marruecos o Libia, por la cercanía tanto geográfica como temporal.
En el futuro, las familias preferirán cada vez más viajes con un cierto componente
de aventura, es decir, viajes combinados que incluyan senderismo, paseos en
camello y ranchos de vaqueros especialmente orientados a familias.
Los turistas motivados por elementos culturales han viajado por el mundo, por lo
que buscan constantemente nuevos lugares de destino. Por lo general, esperan un
alojamiento de calidad, aunque, para muchos, el atractivo del lugar de destino es
más importante que esta exigencia, cuando el lugar de destino objeto de su interés
sólo puede ofrecer instalaciones modestas.
Con la aparición y gran desarrollo de las líneas aéreas de bajo coste en Europa, la
popularidad del turismo urbano aumentará a medida se reduzca el coste del
transporte. Actualmente se encuentran con facilidad billetes de ida y vuelta por 100
dólares de los Estados Unidos entre las capitales europeas, por lo que los viajeros
están descubriendo que gastan más en aparcamientos que en los vuelos a los
lugares de destino propiamente dichos.
El Caribe seguirá siendo el lugar de destino más frecuentado, con una cuota de
mercado de más del 50 por ciento de los pasajeros, seguido de Alaska y del
Mediterráneo, que representan aproximadamente el 10 por ciento. El sector de los
cruceros seguirá polarizándose y las compañías más importantes se expandirán a
expensas de las más pequeñas.
La expansión del sector probablemente sea diferente en Europa que en los Estados
Unidos. En Europa, para la construcción de parques temáticos urbanos
posiblemente prime el componente educativo, acompañando al esparcimiento, y se
construirán muchos menos parques al aire libre de gran tamaño y con numerosos
recovecos. En los próximos cinco años, probablemente todos los países europeos
cuenten con cuatro o cinco parques temáticos tradicionales. Entonces aparecerán
nuevos tipos de parques, como los parques urbanos y los parques de “marcas”. La
modulación de los tipos de proyecto será mucho mayor.
Desde este enfoque la gestión del turismo pasa por cómo plantear su futuro y su
desarrollo. El consenso marcado por una parte decisiva de la sociedad civil es que
el desarrollo turístico transcurra por los cauces que establece el desarrollo
sostenible. Ese reclamo de la sociedad se percibe en el creciente éxito de los
productos que tienen que ver con la naturaleza, la cultura y en el tono de exigencia
de sostenibilidad que va impregnando a todos los segmentos de demanda. A pesar
de que aún queda un largo tramo para alcanzar ese objetivo a pesar de que son
cada vez más los esfuerzos que desde las instituciones, empresas y la sociedad se
hacen en ese sentido.
La planificación;
La educación medioambiental;
Todos, desde las organizaciones internacionales hasta los agentes locales las
empresas del sector, deben respetar los criterios implícitos en el proceso del
desarrollo sostenible de cualquier tipo de turismo. Esta actividad puede ayudar a
luchar contra la pobreza y a cambiar los patrones no sostenibles de consumo y de
producción. No es una limitación a su crecimiento. Bien al contrario, es la garantía
de su éxito.
4.5. Resumen