Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Portada » Psicología » Teorías »
Esta idea, que por sí misma no deja de ser evocadora, puede recordarnos sin duda a muchos de los programas, libros y
cursos que suelen darse para favorecer nuestro desarrollo personal. Sin embargo, para quien conozca la obra de Carl
Jung sabrá que con su teoría de la personalidad humana daba a entender algo más. Así, lo que él definió
como principium individuationis abarca no solo el aspecto psicológico, sino que hace referencia al desarrollo espiritual
y también el filosófico.
Llegar a ser uno mismo, una entidad rica emocional e intelectualmente, indivisible y plena requiere, según la psicología
analítica, de un proceso que satisfaga más necesidades que las básicas. Es explorarnos, es permitir que lo
inconsciente emerja al mundo consciente, implica aprender a manejar nuestras sombras y descubrir nuestros
auténticos intereses personales.
Es un viaje de conocimiento no exento de dificultades, todo hay que decirlo. Es dar el valiente paso para integrar todas
esas piezas a veces sueltas o desconocidas de nuestra personalidad para conformar una psique fuerte, un yo
luminoso que nos permita ser felices, libres, auténticos…
«Uno no alcanza la iluminación fantaseando sobre la luz sino haciendo consciente la oscuridad… lo que no se hace
consciente se manifiesta en nuestras vidas como destino».
-Carl Jung-
Según Carl Jung, cada uno de nosotros dispone de un «programa genético» que se desarrollará solo si se dan las
condiciones adecuadas. Contar con un entorno familiar afectivo, con una educación orientada a despertar nuestras
capacidades y competencias, y ser capaces de vernos como seres individuales con necesidades y aspiraciones
propias y singulares, favorecerá sin duda esa meta: la de conformar un yo fuerte, valioso y distintivo.
Ahora bien, dentro de la psicología analítica de Jung, se asume que el ser humano puede estar prácticamente toda su
vida sin haber pasado por ese proceso de individuación. Es entonces cuando suelen emerger problemas tan comunes
como la falta de autoestima, de determinación, las crisis personales y de pareja, los problemas laborales y trastornos
psicológicos tan comunes como la ansiedad y la depresión.
Definir quién somos y qué queremos es hallar la armonía interna. Es sentirnos como un todo bien integrado,
diferenciado del mundo pero partícipe a su vez de él y de sus dinámicas, cambios y movimientos. Estamos ante un
principio de salud y bienestar que bien merece nuestra atención. Veamos por tanto qué deberíamos hacer según Jung
para favorecer ese proceso de individuación.
Desarrollo de la conciencia
Carl Jung explicaba que llega un momento en la vida de toda persona en que nos damos cuenta de algo. Somos algo
más que nuestro cuerpo, algo más que todo eso que nos rodea, mucho más que aquello que poseemos e incluso de las
personas que conforman nuestra vida. Nuestro ser es una entidad que va más allá de nuestra nacionalidad y de todo lo
vivido. Es en ese momento cuando nuestra mirada deja de mira el exterior para hacer ese necesitado viaje interno para
conocernos, para tomar conciencia de quién somos de verdad y de qué queremos.
Ese camino hacia el despertar de la conciencia y de la individuación requiere a su vez trabajar algunos aspectos que
veremos a continuación.
Lejos de suprimir unas áreas y de iluminar otras, el objetivo será aceptarlas (ya sea para cambiarlas o para
integrarlas). Para crear un yo fuerte hay que tomar conciencia de todas esas luces y esas sombras y aceptarlas. Así,
pese a nuestras contradicciones, el equilibrio no solo es posible, sino también deseable.
La imaginación activa
Un modo de «despertar» nuestra parte dormida pasa por estimular nuestra creatividad. Jung propuso en su día la
imaginación activa como medio para tomar contacto con ese yo espontáneo, libre y dinámico que nos permite
canalizar emociones, ideas, pensamientos y sensaciones.
Así, actividades como el baile, la escritura, el dibujo, la pintura, el teatro, la música o el juego nos ayuda también a dejar
salir partes de nosotros mismos que aún no conocíamos. Es hacer del arte ese puente para que salgan también las
sombras, las luces y los deseos más profundos…
Para concluir, el proceso de invididuación es siempre una inversión rentable. No es algo que descuidar o que hacer en
un momento puntual y ya está. En cualquier circunstancia tenemos el derecho de actuar como seres individuales,
fuertes en identidad, firmes en determinación, sólidos en amor propio y con fe en nuestros sueños, ideales y valores.
Pongámoslo en práctica. Las lecciones y reflexiones de Carl Jung nunca pasan de moda.
Valeria Sabater
Licenciada en Psicología por la Universidad de Valencia en el año 2004. Máster en Seguridad y Salud en el
trabajo en 2005 y Máster en Mental System Management: neurocreatividad, innovación y sexto sentido en el
2016 (Universidad de Valencia). Número de colegiada CV14913. Certificado de coaching en bienestar y salud
(2019) y Técnico especialista en Psiquiatría (UEMC). Estudiante de Antropología Social y Cultural por la
UNED.
Valeria Sabater ha trabajado en el área de la psicología social seleccionando y formando personal. A partir del 2008 ejerce como
formadora de psicología e inteligencia emocional en centros de secundaria y ofrece apoyo psicopedagógico a niños con
Leer más
problemas del desarrollo y aprendizaje Además es escritora y cuenta con diversos premios literarios