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Los filósofos no han hecho más que

interpretar de diversos modos el

mundo, pero de lo que se trata es de

transformarlo.

CORRIENTES
FILOSOFICAS
ETICA PROFESIONAL

INTERANTES:
 CELADA TERRONES SHIMER
 SANTISTEBAN ZEÑA LUIS ANGEL
 HUANCAS CHERO JUANCARLOS
 ILATOMA BUSTAMANTE CALOS
 GUEVARA GAONA PIERO
TABLA DE CONTENIDO

I. INTRODUCCION: .................................................................................................... 2

II. QUE ES UNA CORRIENTE FILOSOFICA .................................................................... 2

III. RESUMEN ............................................................................................................... 2

IV. MARXISMO ............................................................................................................. 5

V. IDEALISMO............................................................................................................. 5

VI. MATERIALISMO ...................................................................................................... 5

VII. EXISTENCIALISMO................................................................................................. 13

VIII. EJEMPLOS DE APLICACIÓN DE CORRIENETES FILOSOFICAS...... Error! Bookmark not

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I. INTRODUCCION:
II. QUE ES UNA CORRIENTE FILOSOFICA

Cuando hablamos de corriente nos estamos refiriendo a un modo de pensar, una manera
de proceder, una tendencia dentro de la filosofía y a la hora de hacer filosofía, qué es
seguido por varios filósofos a través de la historia. También se entiende como corriente
filosófica: escuela filosófica o movimiento filosófico.

Las corrientes filosóficas son las distintas agrupaciones de filósofos que se reúnen y
definen según las características comunes y opiniones compartidas sobre filosofía.

Las corrientes filosóficas se han formado con la finalidad de compartir y discutir diversos
razonamientos lógicos y métodos sobre conceptos abstractos relacionados con la
humanidad y el contexto que nos rodea.

Por ello, cada una de las corrientes filosóficas que existe responde a una época, un hecho
histórico o surge de la necesidad de expresar contrariedad u oposición a una lógica en
particular.

CORRIENTES FILOSÓFICAS

Dogmatismo, Humanismo, Racionalismo, Escepticismo, Estoicismo, Empirismo,


Materialismo, Pragmatismo, Realismo, Utilitarismo, Hedonismo, Idealismo,
Existencialismo, Positivismo

III. RESUMEN

Las corrientes filosóficas en las que les hablaremos en le presente trabajo son las
siguientes:

El Marxismo.

El Idealismo.

El Materialismo.

El Existencialismo.

El Marxismo.

Se conoce como marxismo el conjunto de ideas, conceptos, tesis, teorías y propuestas de


índole filosófica, ideológica, política y económica, así como cierta concepción del mundo,
la vida social y política, que se deriva de la obra de Karl Marx y Friedrich Engels, y que
tiene un carácter doctrinario.
Así, pues, el marxismo es una corriente de pensamiento, un modelo teórico-explicativo
de la realidad humana que ha servido como base ideológica de lo que se conoce como
materialismo histórico y dialéctico, del comunismo y de los diferentes tipos de
socialismos.

Se caracteriza fundamentalmente por su rechazo crítico al capitalismo y a su sistema


económico, la tesis de la lucha de clases y la propuesta de construir una sociedad
igualitaria, sin clases, es decir, comunista.

El objetivo del marxismo es que sean los propios trabajadores quienes, a través del
Estado, manejen los medios de producción, lo cual posibilitará una sociedad sin clases, lo
cual evitaría que una minoría acumule los medios de producción para explotar a la
mayoría.

Como tal, el marxismo ha sido una corriente de pensamiento muy influyente en los
movimientos sociales, sistemas económicos y políticos de todo el siglo XX, aunque sus
líneas fundamentales hayan sido trazadas por Marx y Engels a mediados del siglo XIX y
expresadas públicamente en el Manifiesto comunista.

También se consideran marxistas los movimientos políticos fundados a partir de una


interpretación más o menos estricta del marxismo. La revolución rusa y la instauración
de la URSS está inspirada en los ideales marxistas, así como la revolución china o la
cubana.

El Idealismo.

Como idealismo se designa el conjunto de los sistemas filosóficos según los cuales la idea
es el principio y fundamento del ser y el conocimiento. Su origen se puede rastrear
hasta Platón, quien consideraba que la verdadera realidad era la del mundo de las ideas,
únicamente accesible para la razón

Como idealismo también denominamos la confianza exagerada o ingenua en los valores


éticos y morales de la sociedad; en la forma de conducirse las personas y las instituciones
según lo justo y lo bueno. En este sentido, se opone al realismo.

La palabra, como tal, se forma con las palabras ideal, que significa perteneciente o
relativo a la idea, y el sufijo -ismo, que indica ‘escuela’ o ‘doctrina’.

El Materialismo.

Según esta corriente, toda la existencia se puede reducir a materia, la materia es la única
realidad y la conciencia se explica cómo cambios fisicoquímicos de la materia, Nota:
existen varios tipos de materialismos, algunas de las cuales estudiaremos más adelante
como por ejemplo el materialismo histórico y dialectico.
El Existencialismo.

El existencialismo es una corriente filosófica que se interroga sobre los problemas


fundamentales de la existencia humana. La palabra, como tal, se compone con el vocablo
"existencia" y el sufijo -ismo, relativo a escuela o doctrina.

El existencialismo procura el esclarecimiento de problemas inherentes a la condición


humana, el sentido de la existencia, la significancia del ser y la naturaleza de la libertad y
de la responsabilidad individua

Como corriente, el existencialismo surge en el siglo XIX, como reacción al empirismo y el


racionalismo, en el pensamiento de filósofos como Friedrich Nietzsche.

No obstante, será en el contexto de los eventos relacionados con la primera y segunda


guerra mundial en que el existencialismo tomará nuevos vuelos, como consecuencia de
la crisis de conciencia a nivel social y cultural de la época.

Su apogeo se registró entre las décadas de 1940 y 1950, teniendo como máximo
exponente a Jean-Paul Sartre, quien fue el primero en calificar su sistema de pensamiento
con este nombre.

Existen fundamentalmente tres escuelas existencialistas: el existencialismo ateo, cuya


principal figura es Jean Paul Sartre; el existencialismo cristiano, que cuenta con las obras
de Søren Kierkegaard, Miguel de Unamuno y Gabriel Marcel, y el existencialismo
agnóstico, que tiene en las figuras de Martin Heidegger y Albert Camus sus máximos
exponentes.

Como tal, el existencialismo fue una corriente de pensamiento sumamente popular en su


época que se manifestó en los más variados ámbitos de las artes, como la novela, el teatro
o el cine.
IV. MARXISMO
V. IDEALISMO
VI. MATERIALISMO

MATERIALISMO
En filosofía, el materialismo es
una corriente de pensamiento según la
cual el mundo puede explicarse en
función de la idea de materia, pues todas
las cosas son causa de la acción de la
materia y no del espíritu. La materia es así
la primera realidad de las cosas,
independientemente de que pueda o no ser
percibida por los seres vivos.
Se opone al idealismo, según el cual las
cosas solo existen en la medida en que
pueden ser ideadas o percibidas
conscientemente por los seres vivos.
El enfoque materialista comprende que las
cosas son increadas y que todas ellas pueden
ser estudiadas y comprendidas por el ser
humano. Para los materialistas, la causa de
todas las cosas es solo atribuible a la materia.

Tipos de materialismo

Materialismo Dialéctico

El materialismo dialéctico es la ciencia filosófica sobre las leyes más generales del
desarrollo de la Naturaleza, de la Sociedad humana y del pensamiento, la concepción
filosófica del partido marxista-leninista, creada por Marx y Engels y perfeccionada por
Lenin y Stalin. Esta concepción filosófica “llámase materialismo dialéctico, porque su
modo de abordar los fenómenos de la Naturaleza, su método da estudiar estos
fenómenos y de concebirlos, es dialéctico, y su interpretación de los fenómenos de la
Naturaleza, su modo de enfocarlos, su teoría materialista” (Stalin). Al crear el
materialismo dialéctico, Marx y Engels lo hicieron exte nsivo al conocimiento de los
fenómenos sociales. El materialismo histórico es la conquista más grande del
pensamiento científico. El materialismo dialéctico y el materialismo histórico
constituyen el fundamento teórico del comunismo, la base teórica del partido marxista.
El marxismo es “una concepción íntegra del mundo, un sistema filosófico del cual brota
lógicamente el socialismo proletario de Marx” (Stalin). El materialismo dialéctico como
filosofía del proletariado nació a mediados del siglo pasado y se desarrolló en contacto
indisoluble con la práctica del movimiento obrero revolucionario.
En la elaboración de esta concepción filosófica de avanzada, Marx y Engels se
apoyaban en todas las valiosas adquisiciones del pensamiento humano. Todo lo mejor,
creado por los predecesores filosóficos de Marx y Engels, y, ante todo, por Hegel y
Feuerbach, fue críticamente revisado por Marx y Engels. De la dialéctica de Hegel sólo
tomaron su “médula racional” y desechando la corteza idealista hegeliana, continuaron
desarrollando la dialéctica, dándole su forma científica actual. “Dirigiendo su mirada
hacia la vida, vieron que no es el desarrollo del espíritu el que explica el desarrollo de la
Naturaleza, sino al revés, el espíritu debe ser explicado por la Naturaleza, por la
materia” (Lenin). El materialismo de Feuerbach fue un materialismo inconsecuente,
metafísico, anti-historicista. Marx y Engels tomaron del materialismo de Feuerbach su
“médula” y, desechando la escoria idealista y ético-religiosa de su filosofía,
desarrollaron el materialismo, creando una teoría científico-filosófica del materialismo.
El materialismo dialéctico es la concepción filosófica más avanzada y la única
científica. Marx y Engels, y después Lenin y Stalin, aplicaron las tesis del materialismo
dialéctico a la política y a la táctica de la clase obrera, a la actividad práctica del partido
marxista. “Igual que la filosofía halla en el proletariado su instrumento material, así
también el proletariado halla en la filosofía su arma espiritual” (Marx). Sólo el
materialismo dialéctico de Marx, según palabras de Lenin, señaló al proletariado la
salida de la esclavitud espiritual en que han vegetado hasta entonces todas las clases
oprimidas. El materialismo dialéctico es una doctrina viva, que se desarrolla y enriquece
constantemente. La filosofía marxista se desarrolla y enriquece sobre la base de la
síntesis de la nueva experiencia de la lucha de clases del proletariado, de la síntesis de
los descubrimientos científico-naturales. “El marxismo requiere que las viejas fórmulas
sean mejoradas y enriquecidas sobre la base del examen de la nueva experiencia”
(Stalin). Después de Marx y Engels, el teórico más grande fue Lenin, y después de él,
Stalin y otros discípulos de Lenin fueron los únicos marxistas que impulsaron el
marxismo y sus fundamentos teórico-filosóficos e histórico-científicos, el materialismo
dialéctico e histórico.
Materialismo Histórico
El materialismo histórico es la doctrina del marxismo-leninismo sobre las leyes que
rigen la evolución de la Sociedad humana. El materialismo histórico es la aplicación
consecuente de los principios del materialismo dialéctico al estudio de los fenómenos
sociales. Antes de Marx imperaba en la ciencia la interpretación idealista de la historia.
La creación de la teoría del materialismo histórico está vinculada al descubrimiento más
grande hecho por Marx en cuanto a la interpretación de la historia y de los sucesos
históricos. “Así como Darwin descubrió la ley de la evolución del mundo orgánico,
Marx descubrió la ley de la evolución de la historia humana; el hecho tan sencillo, pero
oculto hasta entonces bajo la maleza ideológica, de que el hombre necesita, en primer
lugar, comer, beber, tener un techo y vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte,
religión, &c.; que por tanto la producción de los medios materiales inmediatos de vida
y, por consiguiente, la correspondiente fase de la evolución económica de un pueblo o
de una época son la base sobre la que se han desarrollado las instituciones estatales, las
concepciones jurídicas, el arte y también las ideas religiosas de los hombres, con arreglo
a la que por tanto deben explicarse y no al revés, como hasta entonces se había venido
haciendo” (Engels). El materialismo histórico ve en el desarrollo de los modos de
producción de los bienes materiales necesarios para la existencia de los hombres, la
fuerza principal que determina toda su vida social, condicionando también la transición
de un régimen social a otro. Sin producir bienes materiales no puede existir ninguna
Sociedad. El hombre, con la ayuda de los instrumentos de trabajo, de la técnica, en el
proceso de producción influye sobre la Naturaleza, obteniendo lo necesario para
subsistir. El progreso de la Sociedad depende del perfeccionamiento del proceso de
evolución de la producción material. La historia de la Sociedad humana comienza desde
el momento en que el hombre se eleva hasta el empleo de implementos, convirtiéndose
en “un animal que produce instrumentos”. El aumento del dominio que el hombre ejerce
sobre la Naturaleza halla su expresión en la evolución de las fuerzas productivas de la
Sociedad. Y con la evolución de éstas, cambia también el otro aspecto necesario de la
producción material: las relaciones de los hombres en el proceso de la producción, las
relaciones de producción; cambia el régimen económico-social. El cambio de
las formaciones económico-sociales (ver) en la historia (el régimen de comunismo
primitivo, el régimen esclavista, el feudal, el burgués, el socialista) es, ante todo, la
substitución de unas relaciones de producción por otras más progresistas. Este cambio
es siempre la consecuencia, necesaria y sujeta a leyes, de la evolución de las fuerzas
productivas de la Sociedad. El afianzamiento de las nuevas relaciones de producción
suele tener lugar con el derrocamiento revolucionario de las viejas relaciones de
producción. Los méritos más grandes de la teoría del materialismo histórico de Marx
radican, por consiguiente, en haber puesto ante todo, su atención en las condiciones
objetivas de la producción material, en las leyes económicas que rigen la vida de la
Sociedad y que son el fundamento de toda la actividad histórica de los hombres. Gracias
a la teoría de Marx, “el caos y la arbitrariedad que imperaban en las opiniones sobre la
historia y sobre la política dejaron el puesto a una teoría científica asombrosamente
compleja y armónica, que revela cómo de un sistema de vida social, al crecer las fuerzas
productivas, se desarrolla otro más alto, cómo de la servidumbre de la gleba, por
ejemplo, nace el capitalismo” (Lenin). Descubrir en la producción material el verdadero
fundamento de toda la vida y de la evolución de la Sociedad, permitió comprender por
vez primera el gran papel creador que las masas populares y trabajadoras desempeñan
en la historia. La historia de la evolución social fue comprendida por primera vez como
“la historia de los propios productores de bienes materiales, la historia de las masas
trabajadoras, que son el factor fundamental del proceso de producción y las que llevan
a cabo la producción de los bienes materiales necesarios para la existencia de la
sociedad. Esto quiere decir que la ciencia histórica, si pretende ser una verdadera
ciencia, no debe seguir reduciendo la historia del desarrollo social a los actos de los
reyes y de los caudillos militares, a los actos de los “conquistadores” y “avasalladores”
de Estados, sino que debe ocuparse, ante todo, de la historia de los productores de los
bienes materiales, de la historia de las masas trabajadoras, de la historia de los pueblos”
(Stalin). En dependencia del modo de producción existente, de la existencia material de
la Sociedad, se estructura también un determinado carácter histórico de todo el régimen
social, de las instituciones políticas, la manera de pensar de los hombres, sus
concepciones, ideas y teorías. La existencia social determina la conciencia social. No es
posible comprender correctamente la esencia de las instituciones políticas, de las ideas y
teorías, si se pierde de vista la base material de su origen: la estructura económica de la
vida de la Sociedad. No se puede comprender por qué en una época determinada nacen
unas instituciones e ideas, y otras en distinta época, si se toman como punto de partida
las propias instituciones e ideas y no el modo de producción. Por ejemplo, las formas
del Estado explotador (el Estado esclavista, feudal y capitalista) siempre dependieron de
la división de la sociedad en clases: esclavistas y esclavos, feudales y siervos, burgueses
y proletarios. También las formas de la conciencia social (las concepciones políticas, la
filosofía, la ciencia, la religión, &c.), dependen siempre, en última instancia, de las
relaciones de producción imperantes entre los hombres, formas que cambian
radicalmente al cambiar el modo de producción, al cambiar el régimen económico. Al
explicar el origen y la dependencia de las instituciones políticas, ideas y teorías respecto
del modo de producción, la teoría del materialismo histórico no niega, ni mucho menos,
la importancia de las primeras en la vida de la Sociedad. Al contrario, el materialismo
histórico subraya su enorme papel social. Y con ello, difiere de raíz del materialismo
económico) (ver). Una vez surgidas, las instituciones e ideas políticas y sociales se
convierten en una fuerza que influye sobre las propias condiciones que las habían
engendrado. Actúan como fuerzas reaccionarias al servicio de los sectores y clases
atrasados de la Sociedad, frenan el desarrollo social; o bien, sirviendo a las clases
avanzadas y revolucionarias, impulsan ese desarrollo. El materialismo y el historicismo
consecuentes están íntima e indisolublemente unidos en la teoría del materialismo
histórico. Por eso, precisamente, con el descubrimiento de la teoría del materialismo
histórico, la ciencia social se ha convertido por vez primera en la auténtica ciencia sobre
las leyes que rigen la evolución de la Sociedad humana.
Materialismo filosófico
El materialismo filosófico marxista es la forma superior del materialismo. El
materialismo antiguo era un materialismo mecanicista: hacía extensivas las leyes de las
formas más simples y mecánicas del movimiento a todos los fenómenos de la Naturaleza
y de la Sociedad. El materialismo marxista se apoya en los progresos logrados por todas
las ciencias que estudian las múltiples formas del movimiento de la materia. El
materialismo antiguo era un materialismo metafísico; es decir, examinaba el mundo en
estado de quietud y de inmutabilidad. El materialismo marxista es un materialismo
dialéctico, por cuanto examina la Naturaleza y la Sociedad en su evolución y renovación
incesantes. El materialismo antiguo no ha podido explicar de manera materialista los
fenómenos sociales. El materialismo marxista aplicó por vez primera los principios del
materialismo dialéctico a la interpretación de la Sociedad y fundamentó la concepción
materialista de la historia. El materialismo antiguo era un materialismo contemplativo,
puesto que no comprendía el papel transformador de la actividad práctica del hombre.
Los materialistas antiguos “concebían la esencia del hombre” de una manera abstracta
y no como el “conjunto de todas las relaciones sociales” (concretas e históricamente
determinadas), y por eso sólo “interpretaban” el mundo, mientras de lo que se trata es de
“cambiarlo”, o sea, no comprendían el valor de la “actividad revolucionaria práctica”
(Lenin). El materialismo filosófico marxista es el más poderoso instrumento de
conocimiento y de transformación del mundo. El materialismo marxista es hostil hasta el
fin al idealismo, a la religión y al clericalismo. Los rasgos fundamentales del materialismo
filosófico marxista son: 1) Reconoce el carácter material del mundo; que el mundo se
desarrolla con arreglo a las leyes del movimiento de la materia; 2) Reconoce el carácter
primario y de realidad objetiva de la materia y el carácter secundario de la conciencia; 3)
Reconoce la cognoscibilidad del mundo material y de las leyes que le rigen; reconoce la
veracidad objetiva de los conocimientos científicos. El materialismo filosófico marxista
parte del criterio de que el mundo es, por su naturaleza, algo material, que los fenómenos
del mundo constituyen diversas formas de la materia en movimiento. El materialismo
marxista demuestra que los múltiples y variados cuerpos de la Naturaleza, desde la
partícula más pequeña del átomo hasta los más gigantescos planetas, desde las minúsculas
bacterias hasta los animales superiores, y el hombre mismo, constituyen la materia en sus
formas y fases diversas de su evolución. Por oposición al idealismo, que reconoce la
creación del mundo por un dios o de que el mundo es la materialización de una “idea
absoluta”, de un “espíritu universal”, de la conciencia, el materialismo filosófico marxista
parte del criterio de que la materia, por nadie creada, existe eternamente, que el mundo
se desarrolla con arreglo a las leyes que rigen el movimiento de la materia sin necesidad
de ningún “espíritu universal”. Por oposición al idealismo, que afirma que sólo nuestra
conciencia tiene una existencia real y que el mundo material, el ser, la Naturaleza, sólo
existen en nuestra conciencia, en nuestras sensaciones, en nuestras ideas; el materialismo
filosófico marxista parte del criterio de que la materia, la Naturaleza, el ser, son una
realidad objetiva que existe fuera de nuestra conciencia e independientemente de ella, de
que la materia es lo primario, y la conciencia lo secundario, lo derivado, ya que es la
imagen refleja de la materia; parte del criterio de que el pensamiento es un producto de la
materia al llegar a un alto grado de perfección en su desarrollo, es un producto del cerebro.
El materialismo filosófico marxista resuelve también consecuentemente el otro aspecto
del problema fundamental de la filosofía: ¿nuestro pensamiento es capaz de conocer el
mundo real? Por oposición al idealismo, que refuta la posibilidad de conocer el mundo y
las leyes por las que se rige, que no cree en la veracidad de nuestros conocimientos, el
materialismo filosófico marxista parte del principio de que el mundo y las leyes por las
que se rige son perfectamente cognoscibles. El materialismo marxista afirma que la
práctica humana es la comprobación más decisiva de la veracidad de nuestros
conocimientos, que en el mundo no hay cosas incognoscibles, sino simplemente cosas
aun no conocidas, pero que la ciencia y la experiencia se encargarán de revelar y de dar a
conocer. Una enorme importancia tiene la aplicación de los principios del materialismo
filosófico marxista a la historia de la Sociedad y a la actuación práctica del Partido del
proletariado. “La fuerza y la vitalidad del marxismo-leninismo estriban precisamente en
que toma como base para su actuación práctica las exigencias del desarrollo de la vida
material de la sociedad, sin desligarse jamás de la vida real de ésta” (Stalin). La actuación
práctica del partido marxista del proletariado se basa, no en las exigencias de la “razón”,
de la “moral universal”, &c., sino en el estudio de las leyes que rigen el desarrollo social.
“La filosofía de Marx es el materialismo filosófico acabado, que ha dado a la humanidad,
y en particular a la clase obrera, un arma formidable de conocimiento” (Lenin).
Materialismo científico

(Materialismo histórico-natural; Materialismo espontáneo.) El materialismo científico-


natural es el materialismo de los sabios y naturalistas, que sobre la base de los datos
prácticos, experimentales, de su ciencia, llegan inevitablemente a la interpretación
materialista de los fenómenos de la Naturaleza, Así, por ejemplo, en Materialismo y
Empiriocriticismo, Lenin menciona al autor del libro Enigmas del Universo, E. Haeckel
(ver), que no se consideraba materialista, pero que sin embargo, fiel a la ciencia, llegó a
conclusiones materialistas, con lo que se demuestra “la imposibilidad de extirpar el
materialismo histórico-natural” El materialismo –espontáneo e ingenuo– fue la primera
concepción del mundo que tuvo la Humanidad. Pensadores de la Grecia Antigua como
Tales, Anaxímenes, Heráclito, Demócrito y otros eran materialistas y dialécticos
espontáneos. La convicción en el carácter material del mundo y en su existencia fuera e
independientemente de nuestra conciencia es la convicción práctica (experimental)
inextirpable de todo hombre de sano sentido. Sin embargo, el materialismo
inconsciente, espontáneo, científico-natural, si no llega a transformarse en un
materialismo consciente, cae en el empirismo y en el positivismo vulgares y se
convierte en fácil presa del idealismo y de la metafísica. Los idealistas aprovechan la
debilidad del materialismo científico-natural para desviarlo hacia la posición del
idealismo filosófico. En Materialismo y Empiriocriticismo, Lenin señaló que sólo
pasando del viejo materialismo metafísico, mecanicista, científico-natural, al
materialismo consciente, dialéctico, es posible superar la crisis de las ciencias naturales,
una de cuyas causas más importantes fue la incapacidad de comprender filosóficamente
el sentido de las conquistas modernas de la ciencia. En su artículo “Sobre el significado
del materialismo militante”, Lenin legó a los materialistas dialécticos la tarea de
fortalecer “la alianza con los representantes de las ciencias naturales contemporáneas
que se inclinan hacia el materialismo”, de elevar el materialismo científico-natural de
los naturalistas a la altura de un materialismo dialéctico consciente. “Debemos
comprender que sin una sólida fundamentación filosófica, ninguna ciencia natural,
ningún materialismo puede sostener la lucha contra la presión de las ideas burguesas y
el restablecimiento de la concepción burguesa del mundo. Para sostener esta lucha y
llevarla hasta el final con éxito total, el naturalista debe ser un materialista moderno, un
partidario consciente del materialismo representado por Marx, es decir, debe ser un
materialista dialéctico”. Pero ser un materialista dialéctico consciente significa dominar
las bases teóricas del marxismo-leninismo, “puesto que no puede considerarse como
efectivo el hombre que se hace llamar leninista, pero que se encierra en su especialidad,
que se encierra, digamos, en las matemáticas, en la botánica o en la química y no ve más
allá de su especialidad” (Stalin).
VII. EXISTENCIALISMO

EXISTENCIALISMO
El existencialismo es una corriente filosófica que tuvo su origen en el siglo XIX y se prolongó
aproximadamente hasta la segunda mitad del siglo XX. Sostiene que la existencia precede a la
esencia y que la realidad es anterior al pensamiento y la voluntad a la inteligencia. Los filósofos
existencialistas se centraron en el análisis de la condición humana, la libertad y la
responsabilidad individual, las emociones, así como el significado de la vida.

Hoy, el existencialismo se recubre con la máscara de “filosofía de la libertad”. Su esencia


reaccionaria no se ha modificado: sólo han cambiado sus procedimientos de lucha contra la
teoría y la práctica revolucionarias, sus métodos de disfraz. En la actualidad, los existencialistas
se esfuerzan en denigrar la lucha revolucionaria de los trabajadores por el socialismo. Y
predican el nihilismo (El nihilismo (del latín nihil, "nada") es el rechazo de todos los principios
religiosos y morales, a menudo en la creencia de que la vida no tiene sentido. ) intelectual y
moral, el desprecio por la ciencia y por la moralidad. Los existencialistas se alzan contra el
materialismo dialéctico e histórico, contra la concepción marxista, científica del mundo,
apoyándose en las premisas del idealismo subjetivo, haciendo de la “pura conciencia en sí” el
punto de arranque de su filosofía. Los existencialistas oponen la “existencia” a la “esencia”,
separándolas metafísicamente y proclamando la primacía de la “existencia”. Esta teoría está
dirigida contra la doctrina materialista que considera a la materia como el dato primario; y en
el dominio de la vida social, se alza contra la concepción científica del determinismo histórico.
Por libertad, los existencialistas entienden no una relación social real que se conquista en la
lucha contra el esclavizamiento de la nación y de la clase trabajadora, no el fruto del
socialismo, sino el “libre albedrío” innato del idealismo, que concede al burgués el derecho de
actuar según su voluntad.

No se trata de una escuela filosófica homogénea ni sistematizada, y sus seguidores se


caracterizan principalmente por
sus reacciones contra la filosofía
tradicional. Actualmente se
consideran tres tipos de
"escuelas" existencialistas: el
existencialismo cristiano, el
existencialismo agnóstico y el
existencialismo ateo.
EXISTENCIALISMO CRISTIANO
Los seres humanos y la esencia de sus vidas en este caso (existencialismo cristiano) orientadas
al cristianismo, la cual sigue a un solo Dios y toda razón de lo que les pase se debe a Él. El
existencialismo cristiano se basa en la biblia sobre todo en el nuevo testamento en la
trascendencia de la vida y pone de antemano que dios es la causa eterna de todo cuanto
existe. Subraya el valor de la comunicación y el amor interpersonal.

Busca una respuesta a la vida en sí y a la muerte, la reencarnación y encuentra respuestas en


un Dios creador, el cual nos da vida.

El existencialismo cristiano lo que propone es una renuncia al idealismo, es decir, esa idea de
que hay una esencia que nos define y nos hace ser lo que somos. Ya no se trata de ideales
eternos ni ideas abstractas que definen y moldean a nuestro mundo, sino de una vida pasajera,
móvil y temporal y que llena de agonía a todo aquel que toma consciencia de ello, una
inseguridad ante la nada entendida como la muerte solo puede ser afrontada con la fe, el
garante de esta última, solo puede ser Dios.

La fe es irracional, pero si se ha renunciado a la racionalidad (idealismo), entonces hay cabida


para lo irracional.

La teoría existencialista de Kierkegaard

A continuación, veremos cuáles fueron


los aspectos más destacables de la
filosofía de Kierkegaard, en su faceta
más existencialista.

1. La libertad de elección define la vida

Kierkegaard creía que la vida consiste


fundamentalmente en elegir. Es a
través de las elecciones como vamos
desarrollando nuestra existencia, lo
que habla sobre quiénes somos y qué historias hemos dejado a nuestras espaldas.

2. Las elecciones son inevitables

Hagamos lo que hagamos, debemos decidir constantemente, dado que no hacer nada es
también una opción que hemos elegido al encontrarnos ante una encrucijada de posibles
acciones a realizar.

3. La moral también parte de la libertad

Las decisiones no se limitan a las acciones observables; también hay algunas que tienen un
marcado carácter moral. Es por eso que debemos elegir entre lo justo y lo que nos da placer.

Sin embargo, para Søren Kierkegaard las condiciones en las que elegimos dependen
únicamente de nosotros, y no de nadie más ni del contexto. Todo es responsabilidad nuestra,
ya que para este filósofo hay que asumir que elegimos partiendo desde cero.
Lo anterior implica, por ejemplo, que ni nuestro pasado ni la historia de nuestra familia o
barrio influye.

4. La angustia nos llena

Como pasamos de una elección a otra constantemente, experimentamos angustia en menor o


mayor medida. Preferiríamos vivir sin tener que elegir constantemente, y los tiempos pasados,
que vemos a través de la ilusión de que no se basaban en decisiones, nos parecen más
atractivos que el presente.

5. El vértigo

Sentimos constantemente el peso de la libertad, lo cual hace que sintamos vértigo existencial
ante la idea de que no hay nada que nos separe del vacío. La incertidumbre hace que nos
parezca que todo se puede echar a perder.

EXISTENCIALISMO AGNOSTICO
Un agnóstico es aquel que no sabe con seguridad si Dios existe o no. Un agnóstico es aquel que
cree que la existencia de Dios es desconocida y muy probablemente más allá de la habilidad
humana de descubrirla.

Es un existencialismo por el cual la existencia o no de Dios es una cuestión irrelevante para la


existencia humana.

HEIDEGGER

Martin Heidegger nació en el año 1889 en Messkirch, un


pueblo de Alemania. Sus padres eran católicos romanos
devotos; esto llevó a Heidegger a estudiar teología en la
Universidad de Freiburg, aunque finalmente decidió
dedicarse a la filosofía. En el año 1914 se doctoró con una
tesis sobre el psicologismo, corriente que destaca el rol de
los procesos mentales.

En la década de 1920 trabajó como profesor de filosofía


en la Universidad de Marburg y posteriormente en la de
Freiburg, en la que ejercería durante el resto de su
carrera. Durante esta época empezó a dar charlas centradas en sus ideas sobre la existencia
humana y el sentido de esta, que desarrollaría en su libro “Ser y tiempo”, publicado en el año
1927.

En 1933 Heidegger fue nombrado rector de la Universidad de Freiburg, cargo que abandonó 12
años después. Cabe destacar su afiliación y su participación activa en el Partido
Nacionalsocialista Obrero Alemán -más conocido como “Partido Nazi”-; de hecho, Heidegger
intentó sin éxito convertirse en el filósofo de referencia de este movimiento.

Heidegger murió en 1976 en la ciudad de Friburgo de Brisgovia; en ese momento tenía 86


años. A pesar de las críticas que ha recibido por su colaboración con los nazis, por las
contradicciones entre sus obras y por su desconocimiento de otros autores de su misma
época, en la actualidad este filósofo es considerado uno de los más importantes del siglo XX.

El ser humano para Heidegger, es ese ser ahí que vive en el mundo anclado aun espacio, pero
sobre todo a un tiempo y precisamente esa condición de no ser una figura abstracta le hace
consciente de su propia finitud, cosa que le lleva a un estado de angustia de la nada que le
aguarda tras la muerte La angustia es el miedo a la nada, es decir a algo indeterminado, algo
que no podemos definir. La nada es ese dejar de existir, es el límite de nuestra experiencia, lo
máximo a lo que algún día llegaremos en ese sentido la nada es nuestro destino y la angustia
nos lo recuerda todo el tiempo.

La Teoría Existencialista De Heidegger

La principal obra de Heidegger es “Ser y tiempo”. En ella el autor trata de responder a una
pregunta clave: ¿qué significa exactamente “ser”? ¿En qué consiste la existencia, y cuál es su
característica fundamental, si es que existe una? De este modo recuperó una cuestión que, en
su opinión, había sido dejada de lado por la filosofía desde el periodo clásico.

En este libro Heidegger plantea que esta pregunta debe ser reformulada en busca del sentido
del ser, más que de éste en sí mismo. En torno a esto afirma que no es posible separar el
sentido del ser de un contexto espacial y temporal (con la muerte como elemento
estructurador) determinado; así, habla de la existencia humana como “Dasein” o “ser-en-el-
mundo”.

A diferencia de lo que planteaban Descartes y otros autores previos, Heidegger consideraba


que las personas no somos entes pensantes aislados del mundo que nos rodea, sino que la
propia interacción con el entorno es un aspecto nuclear del ser. Es por esto que no es posible
dominar el ser e intentar hacerlo lleva a una vida carente de autenticidad.

En consecuencia, la capacidad humana para pensar tiene un carácter secundario y no debe ser
entendida como aquello que define nuestro ser. Descubrimos el mundo a través del ser-en-el-
mundo, es decir, de la existencia en sí misma; para Heidegger la cognición es tan sólo un
reflejo de ésta, y por tanto también lo son la reflexión y otros procesos similares.

La existencia no depende de la voluntad, sino que somos “arrojados” al mundo y sabemos que
es inevitable que nuestra vida termine. La aceptación de estos hechos, así como la
comprensión de que somos una parte más del mundo, permite dar sentido a la vida, que
Heidegger conceptualiza como el proyecto del ser-en-el-mundo.

Posteriormente los intereses de Heidegger se trasladaron a otros temas. Destacó la relevancia


del lenguaje como herramienta fundamental para entender el mundo, exploró la relación
entre el arte y la búsqueda de “la verdad” y criticó la actitud despectiva e irresponsable de los
países occidentales con respecto a la naturaleza.
EXISTENCIALISMO ATEO
Este existencialismo se cimienta sobre el fundamento de que la existencia precede a la
esencia, es decir, no puede haber esencia sin antes haber una existencia que la piense, el ser
humano solo es definible en su pasado, donde sus actos se han vuelto inmóviles, pero en su
existencia actual es imposible de definir. Se le denomina existencialismo, porque para Sartre,
es una idea contradictoria, porque una cosa primero existe y luego piensa, es una
imposibilidad, que exista un pensar antes de la existencia que piensa.

Concuerda con Heidegger en tanto el ser humano es principalmente temporalidad, a diferencia


del existencialismo agnóstico, el existencialismo ateo expande esta visión, al considerar que la
muerte no es nuestro destino, nuestro limite, sino que es algo que viene de fuera hacia
nosotros, es nuestra imposibilidad de existir. Según Sartre el tiempo que realmente importa y
donde expresamos nuestra existencia, es el presente y nada más. Esto indica que esta es una
filosofía de la acción y la libertad, pues es en ese momento del tiempo en donde podemos
hacer, donde podemos decidir, no en el pasado que ya fue, ni en el futuro que es incierto, sino
en el presente es donde podemos realizar. El ser humano es un ser que se hace a sí mismo.

EXISTENCIALISMO SEGÚN SARTRE

Jean-Paul Sartre fue uno de los más importantes


exponentes del existencialismo en el siglo XX.
Sartre entendía al ser humano como un ser para
la nada, con una existencia absurda, que debía
vivir el momento. Afirmaba que la existencia
precedía a la esencia, lo que significaba que cada
ser humano debía dotar su propia vida de sentido.
Asimismo, sostenía que el hombre estaba
condenado a ser libre, lo que suponía que la
esencia del ser humano era ser libre, y que esta
libertad constituía, a su vez, la responsabilidad de
cada quien de inventarse a sí mismo de acuerdo a sus actos, obras y decisiones.

La filosofía de la existencia se presenta como una filosofía pesimista, cuya conclusión es la de


que la existencia humana carece de sentido, es un absurdo (el ser humano, como dice Sartre,
es "una pasión inútil "), ya que no hay ninguna esencia, ninguna dirección fija en la que deba
desarrollarse. Pero es a partir del reconocimiento de la existencia de donde, precisamente, al
no haber ninguna esencia prefijada, al no ser el ser humano esto o aquello, sino pura libertad,
como es posible re-construir el ser de esa existencia y, con ello, la realidad toda y el ser
humano, como un fruto de su libertad.

Jean Paul Sartre fue el filósofo existencialista más comentado y el que alcanzó mayor
notoriedad en los círculos culturales de la Europa de la primera mitad del siglo XX, incluidos los
no existencialistas y los no estrictamente filosóficos. Esto se debe no sólo a su obra filosófica
sino, y principalmente, a su amplia producción novelística y a sus piezas de teatro. Entre sus
novelas figuran títulos tan conocidos como "El muro" o "La náusea"; y entre sus obras
teatrales, "Las manos sucias", "La puta respetuosa', etc.

La noción de existencia en el pensamiento de Sartre


La afirmación de que "la existencia precede a la esencia" es considerada como la característica
fundamental del existencialismo. Ahora bien, la distinción entre esencia y existencia llega a la
filosofía occidental de la mano de Tomás de Aquino, quien la había tomado de Avicena, y fue
utilizada por él en el contexto de su teología para fundamentar la distinción entre los seres
contingentes y el ser necesario, a fin de poder conciliar sus planteamientos aristotélicos con las
exigencias de la revelación y los fundamentales dogmas del cristianismo. Según tal posición,
Dios, el ser necesario, es el único ser en el que la esencia se identifica con la existencia, es
decir, el único ser cuya esencia consiste en existir.

Todos los demás seres, sin embargo, poseen la existencia de un modo secundario, no forma
parte de su esencia, por lo que son seres contingentes, que pueden existir o no existir. Fueron
muchos los filósofos occidentales que consideraron tal distinción innecesaria, por cuanto la
noción de existir no añade nada a la noción de la esencia de algo real, como en el caso de la
posición adoptada por Kant, o por otras razones más o menos fundamentadas, rechazando así
los planteamientos metafísicos del tomismo.

Según tal distinción entre la esencia y la existencia, la posición de la metafísica tradicional


respecto a la relación Dios/seres humanos podría reducirse a una sencilla explicación del tipo:
Dios piensa el ser humano (su esencia) y posteriormente lo crea, es decir, le da existencia a la
esencia pensada, del mismo modo que un artesano piensa primero el objeto y luego lo
construye según lo pensado. Ahora bien, ¿qué ocurre si suprimimos a Dios de esa relación?
¿cómo explicamos la existencia de los seres humanos, de la realidad?

Sartre al partir de la negación de la existencia de Dios, y no desde una posición agnóstica sino
desde un ateísmo radical, (que no es ninguna novedad en la filosofía, por lo demás, y menos
en la de finales del siglo XIX y principios del XX), formulará una explicación distinta de lo que
debemos entender por existencia, y de lo que la existencia significa en el caso de los seres
humanos. Suprimido Dios, el esquema tradicional carece de sentido. No hay una esencia
eterna a la que un ser supremo dota de existencia. La existencia de los seres humanos no se
puede ya reducir a la realización de una esencia pensada por Dios.

Los seres humanos "están ahí", existen como realidades que carecen de una esencia
predefinida; y en ese "estar ahí", lo que sean dependerá exclusivamente de su modo de existir.
Dado que ese existir no es algo "añadido" a una esencia predefinida, el existir de los seres
humanos es anterior a lo que son en cuanto tales, su existir es anterior a su esencia. Y en la
medida en que su ser esto o aquello depende de su propia realización como seres humanos, su
hacerse, su existir, es un hacer libre. Los seres humanos no están sometidos a la necesidad de
corresponderse a una esencia, por lo que la existencia debe ser asimilada a la contingencia, no
a la necesidad. Los seres humanos son libres.

"Lo esencial es la contingencia", dice Sartre en La Náusea. "Quiero decir que, por definición, la
existencia no es la necesidad. Existir es estar ahí, simplemente; los existentes aparecen, se
dejan encontrar, pero jamás se les puede deducir. Hay quienes, creo, han comprendido esto.
Aunque han intentado superar esta contingencia inventando un ser necesario y causa de sí.
Ahora bien, ningún ser necesario puede explicar la existencia: la contingencia no es una
máscara, una apariencia que se puede disipar; es lo absoluto y, en consecuencia, la perfecta
gratuidad. Todo es gratuito, este jardín, esta ciudad y yo mismo".
El ser humano y la libertad en el pensamiento de Sartre

Distingue Sartre en el mundo dos tipos de realidades o entes, los que son "en-sí", y los que son
"para-sí". Entre estos últimos se encuentran los seres humanos, en cuanto son conscientes de
su propio ser, en cuanto existen, en el sentido anteriormente señalado. Los demás seres
simplemente son. El ser humano, siendo consciente de su propio ser, y precisamente por ello,
existe, ¿Cuál es, pues, el ser del ser humano, el ser del para-sí? El ser del ser humano es la
nada, tomada en su sentido más literal.

¿Cómo llega Sartre a alcanzar esta respuesta? El análisis de la conducta humana, basado en
cierto modo en la filosofía de Heidegger, le lleva a Sartre a descubrir en el ser humano la
posibilidad que éste tiene, frente a los demás seres, de contestar con un no, es decir: le lleva a
descubrir al ser humano como posibilidad de negar. La interrogación nos descubre un nuevo
componente de lo real, la negatividad. Pero ¿dónde está el origen de esta nada? No puede
originarse en el ser en-sí, puesto que la noción de ser en-sí no contiene en su estructura la
nada: el ser en-.sí es pura positividad. La idea de la nada tiene que venir, en consecuencia, del
otro único tipo de ser, del ser para-sí, única realidad que queda, excluido en ser en-sí. Dice
Sartre:

Debe, por tanto, existir un ser - que no puede ser el para-sí - y que tenga como propiedad el
níhilizar (negar) la nada, soportarla en su ser y construirla continuamente de su existencia, un
ser por el cual la nada venga a las cosas.

Pero, para ser el creador de la nada, el ser humano debe albergar en sí mismo la nada: el ser
del ser humano, en definitiva, es la nada. No hay que entender esta nada como si el ser
humano en sí mismo fuera absolutamente nada: en el ser humano hay un en-sí, es decir, su
cuerpo, su "ego", sus costumbres... Pero lo específicamente humano es su no determinación,
su libertad, su nada. Sartre nos dice, además, que el para-sí (el ser humano) se caracteriza por
tres tendencias:

1) tendencia a la nada

2) tendencia al otro

3) tendencia al ser

La tendencia del ser humano a la nada se descubre en la conciencia y en la libertad. Esta no es


una propiedad del ser humano, sino que es su propia esencia. Con ello nos quiere decir que no
es cierto que exista primero el ser humano y luego se diga de él que es libre, sino que no hay,
estrictamente hablando, diferencia alguna entre el ser del ser humano y el ser libre del ser
humano: el ser humano es su propia libertad.

De la identificación del ser del ser humano y su propia libertad se deducen dos consecuencias
importantes para la concepción del ser humano en Sartre, En primer lugar, el ser humano,
como tal, no posee naturaleza alguna predeterminada, no se identifica con una esencia
determinada: su esencia es su libertad, es decir, la indeterminación, la ausencia de toda
determinación trascendente. En segundo lugar, la existencia precede necesariamente a la
esencia, hasta el punto de que la esencia del ser humano (del para-sí) es su propia existencia.

¿Cómo llegamos a la conciencia de la libertad? La libertad se revela en la angustia: En la


angustia adquiere el ser humano conciencia de su libertad o, si se prefiere, la angustia es el
modo de ser de la libertad como conciencia del ser. La angustia es la forma que tiene el ser
humano de darse cuenta de lo que es, es decir, la forma de darse cuenta de que no es nada. El
ser humano huye de la angustia y de este modo trata también de sustraerse de su libertad.
Pero el ser humano no puede liberarse de la angustia, puesto que es su angustia, y por eso
tampoco puede escapar de su libertad. El ser humano está, por ello, condenado a ser libre.
LINKOGRAFÍA

 https://www.webdianoia.com/contemporanea/sartre/sartre_filo.htm

 es.wikipedia.org/wiki/Nihilismo

 https://es.slideshare.net/GerardoViau/jean-paul-sartre-y-el-existencialismo-ateo

 es.wikipedia.org/wiki/Existencialismo

 https://www.youtube.com/watch?v=3VGpht8GJIo

 https://www.culturagenial.com/es/el-hombre-esta-condenado-a-ser-libre/

 https://psicologiaymente.com/psicologia/teoria-existencialista-martin-heidegger

 https://es.slideshare.net/julymarique/el-existencialismo-9883057

 https://existencialism.wordpress.com/historia-de-el-existencialismo/tres-escuelas-de-

existencialismo/

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