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Cómo lograr directivos que consigan resultados
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Introducción
1.1. El coaching ejecutivo y las organizaciones del siglo XXI ante la incertidumbre y el
cambio
2.1.2. Objeto
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2.3.5. Principios éticos
3.1. Introducción
3.4. El coach
3.5. El coachee
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4.1.2. Asociación Mundial de Coaches Ejecutivos
5.1. Introducción
6.2.1. Examen psicológico del Potencial (Saber Hacer, Poder Hacer y Querer Hacer)
7. Fases del coaching (III). Plan Personal de Acción: Reflexión, redacción y puesta en
práctica
7.1.1. Compromiso
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7.1.4. Valores
7.1.5. Creencias
7.2.1. Objetivos
8. Coaching de equipos
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8.5. La comunicación en la transferencia de comportamientos
9.1. Autodesarrollo
9.2. Mentoring
9.8. Case-in-Point
Bibliografía
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Desde hace décadas, en los entornos organizacionales se habla de "recursos humanos",
de la importancia de saber gestionar este gran activo para poder mantenerse en los
primeros puestos del ránking competitivo empresarial.
Es posible observar cómo las conductas evolucionan, pero hay que ir más allá, es
necesario conocer los cambios en los pensamientos, emociones y comportamientos
durante el ciclo vital de las personas cuando asumen el rol de trabajadores, pues conocer
esa evolución permite obtener información acerca de la comprensión de uno mismo y del
mundo que le rodea. Observar cómo se comportan las personas, conocer qué piensan y
sienten, cómo experimentan lo que sucede, es primordial, pues todos estos aspectos están
en la base de los cambios de conducta y por tanto del progreso profesional que pueda
conseguirse.
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Creemos que una herramienta eficaz, una excelente estrategia para lograr el desarrollo
de personas en entornos organizacionales es el Coaching Ejecutivo. El coaching
ejecutivo, así como otros procesos de desarrollo de las personas, persiguen conseguir
cambios positivos en las personas y en las organizaciones en las que trabajan. Para ello
fomentan la autoobservación y el auto-análisis a través de técnicas que les llevan de
forma directa o indirec ta a reflexionar sobre ellos mismos. Las personas han de
desarrollar las maneras (complejas y comprehensivas) para encontrar un sentido a sí
mismas y a sus experiencias y ver si encajan con las demandas de la organización donde
trabajan o con su entorno. Cuando el ajuste existe y la persona toma conciencia de él,
hay que plantearse y poner en marcha acciones que redunden en la generación de
mejores resultados. Para conseguirlo es necesario realizar un aprendizaje continuo y
aceptar los cambios que les hagan evolucionar e incrementar su potencial.
Herman Hesse recomendaba que "la práctica debería ser producto de la reflexión, no
al contrario", y con esta recomendación presente, se ha escrito este libro, después de
realizar una extensa revisión de distintas publicaciones de corte científico y profesional
realizadas sobre coaching ejecutivo y desarrollo. Recoge aquellos aspectos que se han
considerado más relevantes, estructurados de una forma que facilita su comprensión y
lectura. A esta revisión y reflexión se han incorporado ejemplos y aprendizajes recogidos
de la práctica profesional de los autores.
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con el concepto, se define el término y las diferentes características del mismo, se atiende
al objeto y posteriormente se analiza cuál es la situación del coaching ejecutivo, en
función de la información obtenida de las encuestas que se realizan a coaches y
profesionales de Recursos Humanos en distintos ámbitos, de los datos procedentes de las
principales asociaciones y de las jornadas y congresos más importantes en España.
Después se analizan las ventajas de la implantación de acciones de coaching en
organizaciones y los principios básicos para conseguir que sean un éxito. Por último se
desarrollan las implicaciones que tiene la realización de acciones de coaching en entornos
culturales diferentes.
Las fases de implantación del coaching ejecutivo se abordan en los tres siguientes
capítulos. El capítulo 5 se centra en la fase previa y fundamental en la que se realiza el
análisis de la organización y se determina cómo planificar los programas de Coaching
Ejecutivo. La evaluación de los coachees se desarrolla en el capítulo 6, en el que se
describen los instru mentos más utilizados y las dimensiones que abordan. También se
presta una especial atención a la devolución de la información, clave para que el coachee
incremente el conocimiento que posee sobre sí mismo. El capítulo 7 presenta, en primer
lugar, las entrevistas enfocadas a la reflexión o sesiones de coaching, en las que se
analizan los aspectos fundamentales a tener en cuenta en la preparación y realización de
las mismas. Y, en segundo lugar, cómo realizar un plan de acción y cómo llevarlo a cabo.
Tras las sesiones de seguimiento y como cierre del capítulo, se ofrece un apartado sobre
la rentabilidad del coaching ejecutivo.
El capítulo 8 se centra en una modalidad de coaching cada vez más utilizada por las
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empresas, el coaching de equipos. Se comienza con el concepto de equipo para seguir
con las distintas fases de implantación y las habilidades fundamentales para el desarrollo
de equipos.
Cómo lograr directivos que consigan resultados, puede ser facilitándoles descubrir que
"la vida de cada hombre es un camino hacia sí mismo, el intento de un camino, el esbozo
de un sendero" como decía Herman Hesse, y el Coaching Ejecutivo puede ser un
"excelente bastón" para el caminante que afronta el desafío.
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Éste es el secreto de ayudar a otros...
I.I. El coaching ejecutivo y las organizaciones del siglo xxi ante la incertidumbre y el
cambio
Desde hace 10 años las empresas se interesan por el desarrollo de su personal y utilizan
estrategias, como el coaching ejecutivo, para lograr que las personas que forman sus
organizaciones desarrollen su potencial al máximo, cambien y/o mejoren sus
comportamientos y que alcancen mayores niveles de rendimiento.
El coaching ejecutivo está en auge, quizá porque ayuda a los directivos a dar sentido y
afrontar las nuevas realidades que el entorno, repleto de incertidumbres y exigencias,
demanda.
El coaching ayuda a las personas a actuar de forma más flexible, a dar cabida a nuevas
situaciones, a buscar respuestas a problemas complejos, a entender que los cambios
constantes del ambiente exigen cambios personales, y los nuevos retos sólo se pueden
afrontar con éxito si la persona consigue adaptar su comportamiento a las exigencias que
se demandan.
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del individuo para apreciar donde está ahora, qué necesita, cuáles serán las tendencias de
futuro y cómo sacar partido de ellas. El coaching ejecutivo facilita anticiparse y tomar
decisiones con una mayor capacidad de análisis.
Nuestra sociedad emite toneladas de información, útil y banal, que hemos de analizar
y filtrar para entender hacia dónde vamos. La clave no es la información que existe, sino
cómo nosotros analizamos esa información. Son nuestros juicios y nuestra manera de
entender lo que nos lleva en una u otra dirección. Y aquí interviene de lleno el desarrollo
de los individuos, las maneras en las que infieren y dan sentido al mundo y las maneras
en las que construyen la realidad y toman decisiones.
Para Naisbitt (2006) existen algunas perspectivas básicas que ayudan a las personas a
la hora de analizar dónde están, qué se espera de ellas y qué necesitan para desarrollarse
(véase figura 1.1):
Figura 1.1. Perspectivas fundamentales para analizar dónde estamos, qué se espera de
nosotros y qué necesitamos desarrollar (Naisbitt, 2006).
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se trata de distinguir lo esencial de lo accesorio.
Los ejemplos históricos de personas que han sido capaces de predecir el futuro
con un grado asombroso de certeza U.M.Keynes, F.Hayek, P.Drucker,
J.Schumpeter, etc.) indican una y otra vez que sólo un estudio objetivo y sin
prejuicios del presente puede revelarnos lo que podría ocurrir en un futuro. El
paradigma "tengo razón", es la gran barrera, que lleva a mirarlo todo con prejuicios
y hace que se pierda la visión. Es necesario ver las cosas con distancia y apreciar la
confluencia de las grandes fuerzas que originarán los cambios.
Los clientes les pagan millonadas a las grandes consultoras estratégicas para que
les digan el marcador de su partido. Analizan los números y estadísticas, la
productividad, la eficiencia, el mercado, etc. y dan una serie de consejos, basados
en los datos, sobre cuál es la estrategia adecuada para el futuro. El coaching
ejecutivo se basa en este tipo de análisis para conseguir desarrollar a las personas.
¿Cuántas personas hacen un puzle colocando las piezas fila a fila? Las
secuencias son válidas en algunos sistemas, pero para explorar las posibilidades,
tenemos que hacer conexiones entre variables que aparentemente pueden no tener
ninguna relación y que incluso, pueden ser contradictorias o contrarias al sentido
común.
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conexiones necesarias para entender lo que significaba. Entender el futuro implica
buscar las conexiones y los significados que a la mayoría de las personas se les
pasan por alto. Se trata, en realidad, de elegir las "frutas maduras", sean del campo
que sean, y hacer las conexiones apropiadas para que todo empiece a tener un
cierto sentido.
g) Las cosas que se espera que ocurran siempre suceden más lentamente
Cuando se tiene una idea clara se suele desear que se haga realidad y se
implemente rápidamente. Pero desde que se origina la idea hasta que se convierte
en un producto o un artefacto utilizable, pasa mucho más tiempo del que se
esperaba.
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La mayoría de los cambios son evolutivos, no revolucionarios, por lo que es
posible predecirlos y chequear, con el paso del tiempo, cómo se van implementando
en la realidad. Pero la velocidad del cambio puede generar fricción y resistencia o
adhesión y empuje, dependerá del cálculo que se haga de esa velocidad y de la
transmisión de los beneficios a los demás.
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impresionar a su anfitrión, con la esperanza de que lo aceptase como discípulo.
Mientras hablaba, el monje continuaba llenando su taza hasta que el líquido se
derramó y el té comenzó a extenderse por toda la mesa. El profesor, extrañado,
exclamó, ¿Qué es lo que está usted haciendo? ¿Es qué no ve que la taza está llena y
no cabe nada más en su interior?
-Su alma es como esta taza - respondió el maestro. ¿Cómo puedo yo enseñarle
el verdadero arte del budismo zen si ya está llena de teorías?
Los avances tecnológicos siempre devienen en cambios sociales. Todos ellos han
significado avances en la manera de entender la sociedad. Hoy, el ritmo de cambio
tecnológico es tan elevado que la acomodación de la nueva tecnología a la sociedad
no se ve tan claramente. Ante una nueva tecnología es interesante preguntarse:
¿qué es lo que va a potenciar?, ¿qué es lo que va a ser disminuido?, ¿a qué va a
reemplazar?, ¿qué nuevas oportunidades nos ofrece?
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que sucede, pues dichos aspectos están en la base de los cambios de conducta y
por tanto del progreso profesional que consigan.
b)En el trabajo, o entornos relacionados con el mismo, ya que no son ajenas las
situaciones de acceso al empleo, desempleo, finalización de la vida laboral, etc.
Muchos son los autores que han profundizado e investigado sobre cómo los seres
humanos dan sentido a su experiencia, algunos de ellos son: Kegan (1982), Loevinger
(1987), Torbert (1987), Piaget (1992) y Kohlberg (1981).
Aprendizaje y Desarrollo son dos conceptos relacionados, pero que conviene diferenciar.
El desarrollo supone un cambio real en la manera de ver el mundo e incluye una manera
diferente de entender el aprendizaje. De hecho supone una transformación de lo que
significa aprender.
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desequilibrio temporal en el sistema de significados de la persona, puede ser muy
efectivo. El intento del individuo de tratar con el desequilibrio que supone el
cuestionamiento de sus supuestos fundamentales abre una ventana (aunque sea
brevemente) a nuevas maneras de comprender, entender y dar sentido a sus experiencias.
Ver que existe otra manera de entender y de hacer las cosas crea el potencial para el
desarrollo una vez finalizado el programa.
En el Coaching Ejecutivo el coach intenta comprender los principios por los que la
persona da sentido a su mundo y hace que el cliente vea esa estructura para que
comprenda y combata las dinámicas de la resistencia al cambio. Por ello es un tipo de
coaching que se centra en:
•Realizar acciones a nivel interno y a nivel conductual que puedan superar la distancia
entre las dos medidas anteriores.
Un dicho muy corriente entre los profesionales que trabajan en las organizaciones es "Lo
que no se puede medir no existe". En términos de Coaching y Desarrollo, la medición es
un elemento recurrente que siempre pone en un difícil equilibrio estas prácticas. La
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inversión que se hace en el desarrollo de las personas suele ser elevada y los
departamentos que han realizado ese desembolso quieren ver el retorno de su inversión
(ROI, Return on Investment) de una manera clara y explícita. La medición, pues, es el
paso necesario para entender y ver qué es lo que está ocurriendo y si la inversión que se
está haciendo es adecuada.
Existen otras mediciones interesantes para evaluar el programa como pueden ser el
índice de Retención del Talento (que evalúa el valor de retención del talento y el coste de
reemplazar el talento clave) o Retorno de Intangibles, que mide el valor que la inversión
de Coaching genera en el exterior de la compañía.
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•Los estándares han de abarcar el corto -y largo plazo.
Todo proceso de desarrollo incardinado en esta estructura sigue una pauta concreta
que hace más fácil su medición. Se parte de la identificación de las causas por las que la
persona en el proceso de desarrollo no alcanza el rendimiento deseado o si se trata de un
alto potencial, se determina cuál es el rendimiento y los estándares que se desea que
alcance. Una vez con esto a la vista, se trabaja sobre temas concretos, dejando muy
poco espacio a la vaguedad y a la indefinición. Se aplican cronogramas precisos para que
cada persona cumpla los requisitos de la manera prescrita y se evalúa el cumplimiento de
todos estos objetivos contrastándolos con los criterios.
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2.1. Concepto, Objeto y Situación del Coaching Ejecutivo
A) Terminología
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B) Definiciones
Una de las definiciones más aceptadas es la de Kilburg (2000), que define el coaching
ejecutivo como una relación de ayuda establecida entre un cliente (que tiene autoridad y
responsabilidades de gestión en una organización) y un consultor (que utiliza una amplia
variedad de métodos y técnicas comportamentales), que tiene como misión ayudar al
cliente a redactar una serie de objetivos que le permitan mejorar su desempeño
profesional y su satisfacción personal y, en consecuencia, incrementar la eficacia de su
organización, todo ello dentro de un acuerdo formalmente definido. Se trata de dar
sentido al crecimiento del individuo de manera tal, que sea capaz de afrontar con éxito las
demandas de su posición.
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A estas definiciones se pueden añadir otras matizaciones, ya que el coaching ejecutivo
también se caracteriza por ser un proceso de entrenamiento guiado, estructurado,
personalizado y confidencial, que ayuda a que las personas desarrollen su potencial al
máximo, a alcanzar las metas propuestas gracias a un mayor grado de conciencia, que les
permite asumir la responsabilidad de mejora y desarrollar la auto-confianza.
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Figura 2.1. Características de la definición de coaching ejecutivo.
•Ayuda a que las personas desarrollen su potencial al máximo. Una precursora de este
principio fue la Dra. María Montessori (1870-1952), cuya visión de que "la
Educación no debería ser sólo impartir conocimiento, sino un nuevo camino hacia
la realización de las potencialidades", supuso una impronta en el mundo
pedagógico. Su método educativo utilizaba el lema "ayúdame a hacerlo por mí
mismo", con él defiende el autodesarrollo, pues "el desarrollo es personal y nadie lo
puede hacer por otro", lo que supone toda una declaración propia del coaching.
Montessori, al igual que el pedagogo suizo Pestalozzi (1746 - 1827), otorgaba una
gran importancia a la preparación del maestro, del educador, (del coach), quien
debe lograr un cambio en su persona y debe tener amor a su trabajo, generando
confianza, respeto y empatía, para que conociendo las necesidades del niño, le
valore, confíe en él y le proporcione responsabilidad, límites y estructura que le den
(al niño) la posibilidad de despertar su espíritu y darle los medios que correspondan
a ese despertar para descubrir al hombre.
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En coaching se parte del nivel actual, del aquí y ahora, apoyándose en los puntos
fuertes e intentando mejorar al máximo. Sobre los puntos fuertes se crece siempre,
las debilidades suponen demasiado esfuerzo para crecer muy poco. Por ello el
coaching lo aprovechan aún más los mejores directivos. Se trata de un punto muy
importante, vital. Crecer en base a aquello que soy fuerte no es una práctica
demasiado habitual, pues la tendencia es a "elevar" los puntos débiles, como si
fuera de vital importancia ofrecer un perfil homogéneo, y a ser posible alto, pero en
realidad si éstos están en una media de desempeño aceptable, la gran ventaja del
coaching es desarrollar y hacer crecer a las personas sobre sus puntos fuertes que
les llevan a convertirse en brillantes. Situarnos en el espacio de las "fortalezas", es
asentarnos en el principio del "placer", del descubrimiento y el juego, y como decía
Winnicott, es en el juego y sólo en el juego que el niño o el adulto como individuos
son capaces de ser creativos y de usar el total de su personalidad, y sólo al ser
creativo el individuo se descubre a sí mismo"
•Personalizado. Cada coachee, como persona, es única por sus características, sus
intereses, su trayectoria, así como por los resultados obtenidos en la evaluación.
Por ello, tanto los objetivos que se pretendan alcanzar, como el plan de acción que
se establezca en una relación de coaching es absolutamente personalizado, hecho a
la medida del receptor.
•Guiado. El coachee determina qué metas quiere alcanzar y el coach proporciona una
guía que facilita su consecución a través de un proceso de seguimiento. Como
señala López Acevedo (2005), el coach ayuda a su cliente a abordar ciertos
cambios, le acompaña durante el proceso, le apoya, le estimula, le incita a la acción
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y le sostiene en las dificultades, pero es el coachee quien debe realizar el trabajo,
quien aborda el aprendizaje necesario para generar un cambio sustancial en sus
actuaciones.
•Alcanzar las metas propuestas. Para alcanzar una meta es necesario previamente
definirla, acotarla. Una de las funciones del coach es ayudar a su coachee a definir
metas claras y mensurables, y a establecer un plazo específico para alcanzarlas.
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cuidado y prestar atención en lo que hace o decide, y esforzarse por conseguir los
objetivos de mejora planteados. Mejorar y buscar la excelencia se convierte en un
objetivo prioritario.
•Construir su auto-confianza. Cada persona tiene que manejar los problemas por sí
misma, y la autoconfianza es un requisito para hacerlo. Si no se tiene confianza en
uno mismo es más difícil desarrollarse y crecer. La autoconfianza del coachee y la
confianza que éste ha de establecer con su coach son elementos que se
complementan. El coaching ejecutivo trata fundamentalmente de alcanzar tres
niveles de aprendizaje. En primer lugar, lograr una solución táctica de problemas.
En segundo lugar, desarrollar capacidades de liderazgo y nuevas formas de
pensamiento y de actuación que puedan generalizarse a otras situaciones y roles. Y
por último, "Aprender a aprender", desarrollando habilidades y hábitos de
autorreflexión que garanticen que el aprendizaje continuará cuando termine el
proceso de coaching. Este último nivel de aprendizaje tiene como objetivos
garantizar que el coachee puede romper, a largo plazo, la dependencia de su coach
a la vez que le enseña hábitos de aprendizaje y de autorreflexión que se mantendrán
toda su vida y le permitirán seguir desarrollando su carrera.
Se cuenta una anécdota curiosa entre Rafael Nadal y su tío Toni. En un torneo
en el que Rafa se iba enfrentar por primera vez con un jugador profesional, Toni le
dijo a su sobrino: "Juega tranquilo, si la cosa va mal haré que llueva y pararé el
partido". Rafa Nadal creyó ciegamente lo que le dijo su tío. Nadal empezó
perdiendo 3 sets a 0, pero luego se rehízo y se puso 3-2. En ese momento,
comenzó a llover y Rafa se acercó a su tío para decirle: "Puedes parar la lluvia,
creo que a este tío le gano".
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El coaching no es una terapia, ya que no va dirigido a personas que sufren, tienen
problemas que no pueden resolver o presentan disfunciones patológicas. Quien necesita
terapia no es un candidato para realizar coaching ejecutivo, primero debe superar sus
problemas, luego podrá serlo, pero no antes. La terapia suele buscar en el pasado el
detonante de un modelo de comportamiento repetitivo e inútil y trata de encontrar una
explicación que solucione el problema. El coaching se centra esencialmente en el presente
y el futuro.
La terapia debe tener en cuenta todos los aspectos de la vida de un individuo, incluso
los más íntimos, donde buscar el origen de los problemas profesionales. En coaching, el
cen tro de atención es la vida profesional, pero sin perder de vista que la persona es un
todo indisociable, es por tanto un proceso holístico, pues aunque el objetivo de coaching
sea un tema profesional, otras dimensiones de la vida de la persona, referidas a la familia,
la salud, etc., pueden influir en su desempeño. En ocasiones el momento vital que
atraviesa una persona, puede desaconsejar iniciar un proceso de coaching o dificultarlo
enormemente (embarazos, divorcios, momentos de estrés en casa, problemas con los
hijos, etc.). Entrar en un proceso de coaching es entrar consciente y voluntariamente en
un proceso de cambio, y como recomendaba Santa Teresa de Jesús, "en tiempos de
cambios, no hacer mudanza". Aunque parezca de Perogrullo, muchos procesos se vienen
abajo por no haber sido conscientes de ese momento vital del individuo.
El coaching tampoco es una acción de asesoría. Un coach no tiene por qué ser un
experto en el área profesional del coachee, porque como coach, no está contratado para
asesorarle en aspectos técnicos. Algunos directivos, todavía no entienden que es un
coach, establecen afirmaciones como, "si alguien necesita un experto en presentaciones o
en finanzas o en relaciones interpersonales, pueden contratarlo". Este argumento pierde
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de vista el enfoque holístico y la labor mayéutica del coach que pretende extraer del
cliente aquello que el mismo necesita, es decir, su propio conocimiento interior, su
potencial, pues el cliente es "el barro en el que se manifiesta la forma de la taza, ella
misma y su hueco interior en el que se deposita el agua. En ocasiones, el cliente puede
saber con certeza lo que necesita aprender, pero frecuentemente no suele ser tan preciso,
con respecto a lo que necesita "desaprender". Muchas veces, creer que es lo mismo,
complica las sesiones de coaching, ya que, cuando el cliente percibe al coach como un
asesor la relación se distorsiona, especialmente si las expectativas del coachee respecto
del coach son las que Schein (2001) menciona como propias de un consultor, como
proveer información experta, diagnosticar y prescribir remedios, o auxiliar al cliente a que
se ayude a sí mismo (consultoría de procesos).
El coach, si quiere ser efectivo, tiene que resistirse a asumir el rol de experto, pues
como coach no es un asesor, porque aunque lo pudiera ser, en ese momento no está
asumiendo dicho rol. Lyons (2001) lo explica diciendo: el éxito del coach no está en sus
conocimientos sino en los conocimientos que el coach logre despertar en su cliente". Un
coach no es un consultor, ambos papeles, consultor y coach, son diferentes y cuando se
espera que un coach sea un consultor, el proceso está destinado al fracaso ya que el
cliente genera la expectativa de que sus fallos se pueden achacar al coach.
2.1.2. Objeto
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Es importante señalar que, en el borrador de la Clasificación Nacional de las Ocupaciones
(2011) no está incluida la profesión de coach, salvo como entrenador deportivo. También
parece necesario llegar a una definición del concepto más unívoca y profundizar en el
propio término, desde el punto de vista académico e investigador.
Seijó (2008), en relación con la declaración de Berlín, relaciona los siguientes autores
y áreas directamente relacionadas con el coaching ejecutivo, aunque los señala sólo como
ejemplos o modelos de todos los que trabajan en dichas áreas:
•Cultura (Schein)
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•Teoría del caos (Poincaré, Weathley)
En la misma línea Lee (2007) señala los autores clave, por sus influencias en el
coaching, y los agrupa en las áreas del deporte, la psicología, la lingüística, las artes
escénicas y la formación.
Desde nuestro punto de vista, el objeto del coaching ejecutivo es conseguir cambios
positivos en las personas y las organizaciones en las que trabajan. Se trata de ayudar a
los individuos, dentro de las organizaciones, a observarse, a realizar acciones que
redunden en la generación de mejores resultados, a desarrollarse, a realizar un
aprendizaje continuo y a aceptar los cambios que les hagan evolucionar.
Para entender la situación del coaching ejecutivo se puede recurrir a varias fuentes, entre
ellas las encuestas que se realizan a coaches, los congresos y jornadas que se celebran,
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las publicaciones científicas relacionadas con coaching, etc.
A) Encuestas
a)La Encuesta Sherpa de Coaching Ejecutivo se lleva publicando desde 2005. Los
datos recogidos en la última encuesta publicada (Corbett, Corbett y Colemon,
2009) cuenta con una muestra de 1.500 personas, la mayor parte de ellos coaches
ejecutivos y profesionales de Recursos Humanos de Estados Unidos. Los
resultados ponen de manifiesto que la distribución por tipo de clientes que manejan
los coaches ejecutivos es la siguiente: un 47% corresponden a la alta gerencia, un
42% a directivos de todos los niveles y un 11% a clientes privados.
En sus inicios, el motivo principal para que un ejecutivo recibiera coaching era
no estar a la altura de las expectativas de la dirección. Esto, en ciertos círculos, creó
un estigma sobre el coaching, con expresiones como "Algo tiene que funcionar mal
para que una persona necesite un coach". Ésta fue una de las principales barreras a
superar en los primeros momentos, ya que además de tener que centrarse en el pro
ceso, era necesario trabajar muy seriamente la confianza del coachee para que lo
viera como una oportunidad de desarrollo y no como un castigo. Actualmente hay
una tendencia a contemplar la prestación de coaching ejecutivo como un
movimiento proactivo y de desarrollo. El coaching se emplea fundamentalmente
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para desarrollar el liderazgo, y sólo una pequeña proporción de acciones de
coaching se diseñan para hacer frente a problemas específicos. Hoy en día tener un
coach ejecutivo no es percibido como una señal de la existencia de problemas, sino
más bien como un símbolo de estatus.
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•Conseguir un adecuado nivel de penetración de coaching en la organización
•Realizar una buena venta del proceso de coaching, presentándolo como una
herramienta de desarrollo
c)La Encuesta del Mercado de Coaching Ejecutivo en España, realizada por Bacas,
Salinas y Picazo (2008), persigue conocer el mercado del coaching ejecutivo desde
el punto de vista de los coaches que operan en nuestro país.
Los objetivos de mejora más solicitados por las empresas a los coaches son:
•"gestión de equipos"
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•"gestión del tiempo"
Según los resultados del estudio, en nuestro país existe un equilibrio entre
hombres y mujeres a la hora de ejercer el coaching (un 52% de los coaches son
hombres y un 48% mujeres), y el 64% de los participantes profesionales se sitúa en
un rango de edad de 31 y 50 años, siendo, en su mayoría, españoles (un 88%).
Esta Encuesta destaca que un 39% de los coaches tiene una formación universitaria
en "Ciencias Sociales" (Psicología, Sociología) y "Humanidades (Filosofía)" y un
22% en "Ciencias", mientras que el 39% restante cuenta con "otro" tipo de
formación. En este mismo punto, el informe indica que entre los hombres
predominan las titulaciones de Ciencias (83%) y entre las mujeres las de Ciencias
Sociales y Humanidades (65%).
B) Asociaciones
En España las asociaciones con mayor presencia son la International Coach Federation
(ICF), la Asociación Española de Coaching y Consultoría de Procesos (AECOP) y la
Asociación Española de Coaching (ASESCO).
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•La Asociación Mundial de Coaches de Negocios, WABC (2009), dedicada al
coaching ejecutivo.
C) Jornadas y Congresos
D) Búsquedas de documentos
El coaching ejecutivo puede presentar distintas ventajas para las empresas. Carril (2008)
y Álvarez (2005) resaltan los siguientes beneficios tanto para la organización como para
los profesionales.
Para la Organización:
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•Mejorar los procesos de gestión de la empresa
•Retención de talentos
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•Modifica creencias que limitan el desarrollo
Hay un conjunto de principios básicos que hay que tener en cuenta antes de poner en
marcha un proceso de coaching y que deberían siempre ser "plasmados" en un
"contrato", y firmado por ambas partes o al menos ser expuestos y que ambas partes los
conozcan y asuman. Estos principios deben exponerse y clarificarse antes de iniciar el
proceso tanto con la Dirección de la organización como con los empleados que van a
participar. En muchos casos puede ser mejor renunciar a la activación de un proceso de
coaching que hacerlo sin cumplir esta serie de aspectos. Estos principios básicos aparecen
en la figura 2.2.:
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2.3.1. El coaching se centra en la consecución de objetivos empresariales
De acuerdo con Freas (2001), el coaching tiene que centrar su atención en el logro de
resultados empresariales. Si se decide implantar un programa de coaching, es porque se
han detectado una serie de necesidades en la organización y en su plantilla, que se
pueden cubrir a través de esta acción de coaching, pues son necesidades relevantes y
estratégicas para la empresa. Sin duda, el receptor del coaching podrá mejorar y
desarrollarse como individuo, pero esos cambios deben también repercutir en la
organización, al dotarla de mayor excelencia y calidad. Como consecuencia de un
proceso de coaching, que persigue desarrollar a la persona y obtener un impacto en la
organización, se producen otra serie de cambios o mejoras en otras áreas de la vida del
receptor del coaching, y por lo tanto se logra un doble beneficio, se alcanza un mayor
nivel competencial que redunda en el desempeño y se adquiere una mayor polivalencia.
Uno de los principales factores, que según Noer (2001) pueden hacer fracasar una
relación de coaching, es la falta de claridad en cuanto a quién es el cliente. El cliente es
siempre la persona receptora del coaching, el coachee. No lo es el jefe de su
departamento, ni el departamento de Recursos Humanos, ni la empresa, aunque sean
ellos quienes asuman el coste del coaching.
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departamento de Recursos Humanos se encarga de contactar con la consultora, y
planificar junto a ella, el programa de coaching que cubra más adecuadamente las
necesidades de la Organización.
El departamento de Recursos Humanos debe tener claro que el cliente del coach es la
persona receptora del coaching, y que el éxito en la implantación de un programa de
coaching se basa en la confidencialidad de las sesiones entre coach y coachee. Por ello, la
información abordada en dichas sesiones no debe transmitirse ni a otras personas, ni al
departamento de Recursos Humanos. Sin esta garantía de confidencialidad el programa
de coaching estará destinado al fracaso, ya sea por abandono de los implicados o por la
distorsión del proceso, que se convierte en un "vamos a contar mentiras".
El coaching es una estrategia de desarrollo que se ofrece para que una persona o un
colectivo de la empresa mejore, se enriquezca y desarrolle su potencial. No debe
entenderse como una estrategia de evaluación para decidir si un empleado promociona o
no, para ello existen otras técnicas, propiamente de evaluación, que nos permiten tomar
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estas decisiones, como por ejemplo los centros de evaluación o assessment centers.
En ocasiones la empresa necesita la protección emocional de saber que "se hizo todo
lo posible" antes de despedir a alguien, y ésa es la razón que les lleva a incluir a una
determinada persona en un proceso de coaching, y de esta forma conseguir el testimonio
del coach para sustentar un despido que ya se tenía decidido. La consultora o el coach
deben rechazar un trabajo de este tipo, de ahí la importancia de conocer las intenciones
de la compañía y la magnitud del apoyo que se dará al receptor del coaching. Por ello, en
un paso previo a todo proceso, se debe recoger toda la información necesaria acerca del
porqué del proceso, de cuál es el objetivo real y el sentido del proceso, en este momento
concreto. Todo ello se debe acompañar de la aceptación de la propia persona y la
clarificación de sus expectativas.
Pinchot y Pinchot (2001) recomiendan que, cuando el directivo está cerca del despido,
se debe rehusar empezar un proceso de coaching con él, si no se tiene la garantía de que
este directivo contará, al menos con seis meses, para mostrar la mejora en el desempeño,
y afirman que "cuando todo lo que es injusto parece demasiado grande para cambiarlo o
soportarlo, debemos ayudar a que la persona mejore en su manera de jugar el juego o
tenga la valentía necesaria para buscar oportunidades en otro sitio".
Algunas organizaciones optan por tener contratados en plantilla uno o más coaches para
ofrecer cobertura a las necesidades de coaching que tienen los empleados. Este modelo
funciona de forma adecuada cuando el coach es un experto en una determinada área y
proporciona apoyos en el lugar de trabajo dirigidos a la adquisición o desarrollo de
determina das competencias, generalmente técnicas, necesarias para el adecuado
desempeño en el puesto. Se trata de una práctica cada vez más generalizada entre los
departamentos de Recursos Humanos que establecen "Business Partners" o Consultores
de Negocio, para estar cerca de las líneas operativas, y que se encargan más del proceso
de desarrollo técnico. Este coach desempeña más un papel de "entrenador o capacitador"
que de guía, y en muchas empresas estas acciones se agrupan bajo la denominación de
"Formación en el lugar de trabajo" y no se consideran como acciones de un proceso de
52
coaching.
Cuando las labores del coach son más extensas, es decir, engloban no sólo
competencias técnicas sino también generales, aparecen los problemas de
confidencialidad con la información obtenida, lo que lleva a la suspicacia por parte de los
receptores del coaching. El aspecto más importante, para que esta figura funcione, es que
se guarde la confidencialidad de los contenidos de las sesiones entre coach y coachee.
Lyons (2001) considera que el coach externo, al no tener autoridad formal, ni intereses
políticos, ni responsabilidades laborales directas, es más probable que consiga su
objetivo: influir profundamente en la forma de pensar y comportarse del receptor del
coaching. La relación entre coach y coachee se debe caracterizar por la confianza, la
sinceridad y la responsabilidad.
La ética sustenta los principios de acción con los que uno se compromete, por tanto no
53
pueden ser impuestos desde fuera. Los principios suelen estar basados en una serie de
presuposiciones o creencias que uno acepta como válidas.
•Derivación a otros profesionales cuando las demandas del cliente no puedan ser
cubiertas a través de coaching.
•Respeto al cliente por parte del coach. Pinchot y Pinchot (2001) proponen las
siguientes máximas para recordar el respeto al cliente por parte del coach:
54
-Ayudarlo a crecer;
-Cuidarse de decir al cliente qué debe pensar, en lugar de ello, hacer buenas
preguntas que dejen espacio para el respeto a sí mismo.
•Perspectiva sistémica.
•Orientación a resultados.
•Focalización en el negocio.
•Relación.
•Competencia.
•Honradez.
Además de los principios básicos expuestos, Duhne, Garza y Quintanilla (2007) añaden
otros, algunos de los cuales se exponen a continuación, ya que contribuyen a un mejor
55
entendimiento del ser humano y su desarrollo.
•Las personas no estamos atadas a una determinada manera de ser, sino que estamos
en un continuo cambio. Esto no era así hace veinte años, pero la investigación
sobre procesos de desarrollo y aprendizaje en adultos demostró, de manera
abrumadora, que los procesos cognitivos y cerebrales continúan desarrollándose en
la madurez y no terminan en la adolescencia como se creía.
•En cualquier momento dado, una persona, desde su punto de vista, opta por lo más
conveniente para ella.
56
globalización. Estas organizaciones multinacionales cuentan con que sus directivos se van
a desplazar por diferentes países y territorios, con muy diferentes culturas e idiomas.
Estos directivos necesitarán procesos de coaching para desarrollar diversas competencias
que les faciliten la adaptación de sus mensajes a la realidad organizativa de donde se
encuentren para poder ser más efectivos. La habilidad para gestionar esta diversidad se
considera cada vez más como un requisito importante para un Directivo, ya que deberá
impulsar y desarrollar culturas más flexibles, que proporcionen un sentido de coherencia
y compromiso de los empleados en los ambientes de trabajo multiculturales.
Cultura es quizá uno de los términos que más acepciones ha tenido y que más ha sido
estudiado desde las diferentes ciencias, desde la Antropología, a la Psicología, pasando
por la Sociología, la Historia, la Ciencia Política, etc. En realidad, desde el punto de vista
del Coaching y el desarrollo, es una manera de describir cómo las experiencias comunes
(historia, clima, religión, lengua, maneras de hacer, costumbres, etc.) afectan a los
miembros de una sociedad hasta el punto de desarrollar maneras compartidas de ver la
realidad (creencias, valores, relaciones interpersonales, etc.).
57
creencias compartidas que no son directamente accesibles, pero que se reflejan
indirectamente en los valores, los comportamientos y las actitudes de los individuos y los
grupos". Tales creencias son "culturales" porque son aprendidas (no son innatas),
asumidas, compartidas y heredadas de generación en generación.
El concepto de cultura no quiere decir que todos los individuos que viven y comparten
una cultura mantengan los mismos valores, creencias, actitudes y comportamientos, sino
que refleja una cierta manera de hacer las cosas, un clima normativo dentro del cual los
individuos pueden comportarse de acuerdo a esas normas (la mayoría de las veces no
escritas) o de manera diferente a ellas.
Las organizaciones, como los países y los entornos, se diferencian entre sí por su
cultura. Las personas que trabajan en la misma entidad comparten valores, formas de
trabajar y estilos de gestionar personas. Las diferencias culturales individuales o el no
compartir la cultura de la compañía en la que trabajamos, pueden afectar seriamente a
los sistemas de desarrollo implantados y al proceso de negocio, por ello conocer la propia
cultura organizativa es la base del asentamiento del trabajo tanto en el diseño e
implantación de modelos de desarrollo como en el trabajo diario.
•Enfoque externo o interno. En una cultura enfocada hacia fuera, la organización está
principalmente orientada por el mercado. Si el enfoque es interno, dedicará más
energía y recursos a la organización interna.
58
un sentimiento de adhesión entre las personas que la constituyen, éste incidirá muy
positivamente en su rendimiento.
Hofstede (1980), basó su análisis de la cultura en una investigación con una muestra
de trabajadores internacionales de IBM. Identificó cuatro dimensiones de cultura
organizacional relativas a valores relacionados con el trabajo que, en conjunto, explicaban
también las diferencias existentes entre los países de los que procedían, mejor que otros
factores tales como la profesión, la edad o la herencia. Las cuatro dimensiones son:
59
forma desigual (la mayoría de los regímenes autoritarios tienden a asociarse con
culturas de mucha distancia al poder; en tales culturas, los jefes tienen mucho más
poder que los subordinados).
La cultura ejerce una gran influencia en la manera en la que las personas comprenden y
dan sentido al Coaching y al Desarrollo. Los comportamientos individuales dependen del
contexto cultural en el que se producen aunque no sean conscientes de que la cultura les
está afectando y determinando en lo que hacen o no hacen.
60
que el autoconocimiento del coachee ha de incardinarse dentro de las características de la
cultura en la que se mueve. Por ejemplo, para un Directivo puede ser normal tener que
delegar tareas y funciones, mientras que para su equipo, debido a la cultura en la que se
mueve, la delegación es la demostración evidente de su falta de competencia. También
puede suceder que el Directivo no delegue, como parte de su bagaje cultural, lo que para
su equipo este hecho es evidencia de su falta de confianza en ellos.
61
culturas de los demás, pero es necesario reforzar el hecho de que haya otras
diferentes. Ahora bien, no todas las diferencias son culturales, algunas se refieren a
factores tales como personalidad, aptitudes o competencia. Es muy importante
utilizar cuidadosamente los estereotipos culturales, siendo preferible evitarlos. A
nivel interpersonal, es mejor profundizar en la conciencia de cultura que reproducir
estereotipos.
•Dedicar el tiempo necesario para construir la relación con el coachee, que es más
lenta en entornos culturales diferentes. El coach ha de estar dispuesto a abrirse, en
mayor medida, cuanto la relación no tenga las mismas coordenadas culturales.
•No confiar en suposiciones, sino preguntar cuando no está seguro de los temas. La
comunicación es un proceso especialmente complicado cuando se está en entornos
diversos, y no sólo porque muchas veces ambas personas hablan en una lengua que
no es la propia, caso muy frecuente en multinacionales con diversidad cultural, sino
que a veces, incluso hablando la misma lengua, caso de América Latina, las
expresiones, palabras y giros cobran un significado totalmente diferente.
•Entender aspectos clave que en otras culturas tienen una importancia fundamental.
Por ejemplo, el uso del silencio en culturas asiáticas es muy apreciado, mientras
62
que en Occidente el silencio nos incomoda y tendemos a llenarlo. Además si una de
las partes o ambas están hablando en otra lengua que no es la propia, los silencios
se alargarán más aún y deben ser respetados.
63
64
3.1. Introducción
-Y por último el coach y el coachee como agentes clave en los procesos de coaching,
el primero como facilitador y el segundo como protagonista.
65
implicados, dice Lloyd (2001). Para ser eficiente a largo plazo, los líderes deben
preocuparse por aspectos relacionados con la responsabilidad, no con los relacionados
con el poder. El líder es el responsable último y no debe ver las fortalezas de sus
colaboradores como un peligro o amenaza, sino que debe buscarlas y estimularlas,
viendo sus triunfos como propios y ejer ciendo un adecuado feedback en el que se
identifiquen claramente sus capacidades para que desde ellas sea posible un mayor
desarrollo. Las responsabilidades son las obligaciones, el deber, y la responsabilidad
personal se inicia con la comprensión de uno mismo a través de los procesos de
evaluación y autoevaluación con los que arrancan la mayoría de los programas de
coaching, ya que permiten incrementar la auto-conciencia.
De forma parecida, Williams (2003) afirma que, por medio del coaching, la
organización trata de facilitar el crecimiento de un nuevo modelo de empresa en el que se
pase del poder sobre las personas" al poder que emana `dentro de las personas". El
coaching dota a la empresa de un sentido más profundo, y a más largo plazo, de la
responsabilidad, en la que se incluyen los intereses de todos los empleados y proporciona
al directivo mejor visión, mayor empatía, sensación de equipo y sobre todo el poder
elegir cómo utilizar los medios que tiene a su alcance para crear el futuro. Hacer que el
cambio sea visto como una oportunidad de crecimiento, y que la turbulencia del mismo
no admite predicción, seguro que puede ocurrir lo inesperado, pero no se puede predecir
cuándo, dónde y cómo, pues como decía Drucker (1993) "vivimos en tiempos muy
turbulentos, no porque haya muchos cambios, sino porque se mueven en muchas
direcciones distintas".
66
participantes en el mismo, se suele consultar a sus compañeros de equipo o
departamento, a sus superiores y a otros empleados que dependan de él, bien mediante
una entrevista o a través de una evaluación 360°. A lo largo del proceso, la comunicación
y retroalimentación de éstos con el coachee pueden ayudarle a conseguir mejoras y
progresos significativos.
•Ser capaz de definir claramente los objetivos y valores que espera de sus
colaboradores, ofrecerles una retroalimentación constructiva, oportuna y precisa,
que aliente a su equipo a conseguir las metas marcadas.
•Ser creíble, mostrando congruencia entre lo que dicen y lo que hacen. Un líder
íntegro y congruente, que está convencido de que es sincero con lo que transmite,
se gana la confianza de los demás.
•Este jefe-líder debe ser para su equipo un espejo en el que deseen refle)arse, pues
proporciona una "imagen" positiva, esperanzada y optimista, y esto es fundamental
para el desarrollo.
3.4. El coach
67
sugerencias, a que otra persona alcance su máximo potencial (Williams, 2004).
68
Figura 3.1. Escultura de Sócrates.
El coach debe dar pruebas de su capacidad mayéutica para ser un "partero", facilitador
de soluciones, generadas por el cliente, quien siempre es el centro del proceso, como
afirman Ángel y Amar (2007).
-El que puede «leerte» - dijo el peregrino loco con una sonrisa.
-¿Has intentado alguna vez leer un libro con la nariz pegada al papel?
69
-Nadie puede leer un libro con la nariz pegada al papel - respondió el otro
molesto-. Está demasiado cerca.
-Pues tú también estás demasiado cerca de ti mismo como para poder leerte.
El otro frunció el ceño, sorprendido por la respuesta del peregrino loco. Había
algo de sensato en sus palabras.
Bajó la cabeza, y mirándose los pies continuó caminando por el sendero. Pero el
peregrino loco no había terminado.
-Si hay alguna manera de tomar distancia para que uno pueda «leerse» a sí
mismo.
-¿Y cómo se hace eso? - estalló por fin el otro fuera de sí.
-Tranquilo. Lo estás haciendo ya. Para eso sólo tenías que alejarte de tu
ambiente cotidiano, de tus hábitos cotidianos y seguridades cotidianas.
70
propio «yo», por nuestro ego, es cuando verdaderamente podemos aspirar a
conocernos bien. De ahí el enorme valor de una peregrinación... o de atreverse a
tomar riesgos en la vida.
Roosevelth (2001) considera que un coach es una persona que habilita a otros para el
logro de objetivos colectivos, ya que la consecución de metas que suponen mejoras
profesionales para el receptor del coaching tienen sus repercusiones en otras personas y
áreas de la organización.
Schein (2001) recomienda que el coach posea una jerarquía igual o superior al cliente,
ya que incrementa la confianza de este último, aunque ello pueda provocar, en ocasiones,
que sea percibido como asesor. El coach, sin ser un asesor técnico, debe estar informado
sobre el entorno inmediato del ejecutivo, conocer la cultura de la empresa, sus propias
peculiaridades y las del sector al que pertenece. Muchas veces esta información se
obtiene antes de comenzar el proceso de coaching y suele ser facilitada por los
representantes de la organización en las primeras reuniones.
No hay un programa de estudios concreto que faculte para ser Coach como puede
existir para ser Abogado, Ingeniero Industrial, Psicólogo o Arquitecto. Hasta el momento,
71
la formación que recibe un coach es pluridisciplinar y no reglada, lo cual tiene sus
ventajas, ya que ofrece una gran variedad de perspectivas, pero también tiene su peligro,
pues al carecer de un marco de referencia se puede caer en el "todo vale".
Al final de su formación como coach, debe ser capaz de mantener la agenda del
cliente, escuchar activamente, crear un rapport adecuado, focalizar al cliente a través de
sus preguntas, conseguir que establezca metas concretas, ayudarle a tomar decisiones de
calidad por sí mismo y a que las lleve a cabo, ofrecer el feed-back oportuno en cada
momento, manejar la intuición, empujar a la acción, saber preguntar y crear un clima de
confianza.
Poseer una acreditación de coach tiene sus ventajas, aunque la mayoría de las veces la
formación que se ofrece presenta sesgos importantes condicionados por el enfoque de la
escuela que acredita.
Sería necesario determinar un programa básico que debería tener todo coach ejecutivo
acreditado, independientemente de la orientación de la formación recibida. La experiencia
profesional del coach puede ser variada, no es un tema cerrado, de hecho existen
coaches de gran prestigio con unas experiencias muy diversas y con unas formaciones
completamente diferentes. Es importante que la persona tenga una experiencia
profesional mínima antes de dedicarse a la práctica del Coaching, no como requisito
imprescindible, sino como un requisito que permite comprender los contextos
72
organizativos en los que se mueve el cliente y el tipo de problemas y situaciones con las
que se va a encontrar.
Se pueden utilizar diversos criterios para elegir un coach, unos clientes los eligen por el
prestigio que tienen en un determinado entorno, por recomendación directa, etc. Pero a
la hora de vender un proceso de coaching es necesario transmitir y hacer ver al cliente
cuál es la experiencia del coach en ese sector concreto (banca, tecnología, etc.), cuál es la
escala jerárquica con la que ha trabajado (Comités de Dirección, mandos intermedios,
etc.).
"El proceso por el que un coach, con la ayuda de un supervisor, puede conseguir
entender mejor el sistema del cliente al igual que a ellos mismos, como parte del sistema
cliente - coach, y de esa manera transformar su trabajo y desarrollar su oficio" (Hawkins
y Smith, 2006).
Por tanto, la supervisión del coach permite incrementar la calidad de los procesos de
coaching y es necesaria para garantizar el propio desarrollo del coach.
3.5. El coachee
Es la persona receptora del coaching, es el protagonista a quien van dirigidas las acciones
73
de mejora.
Cashman y Forem (2004) plantean que el coachee debe aceptar sus dones o puntos
fuertes, y su propia guía interior, para determinar por sí mismo su mejor dirección
posible, descubrir sus talentos y hacer mejor su contribución. Para ello, añade Lyons
(2001), primero debe entender en qué punto se halla, en qué momento está de su carrera
profesional y de su vida. Esto será posible si el coachee desarrolla una mayor
responsabilidad y control inteligente de sí mismo, lo que supone volverse más
congruente. Congruencia es llevar el corazón, la cabeza y los valores al trabajo, y ser uno
mismo en todos los aspectos de la vida; fiel a sí mismo y más participativo y eficiente en
el trabajo y en la propia vida personal. Ser congruente es aquel que hace lo que dice, dice
lo que piensa, piensa lo que siente. Es Uno.
Después de haber caminado durante varias semanas y faltándole pocos días para
llegar a Santiago, un peregrino comenzó a echar de menos las comodidades de su
hogar hasta el punto de no poder quitarse de la cabeza la idea de estar en casa.
Comentándolo con el resto de peregrinos con los que solía caminar, todos
estuvieron de acuerdo en que era absurdo abandonar ahora, después de tantas
penalidades sufridas y faltando tan poco como faltaba para Compostela; que lo
aconsejable sería aguantar un poquito más, que sólo eran unos días, tan sólo unos
días en la vida, y que luego ya tendría tiempo de estar en casa.
Más tarde, habló con el peregrino loco. Le contó su situación y le dijo lo que le
habían dicho el resto de compañeros.
Sin mediar palabra, el peregrino loco se levantó, agarró por el brazo al otro, y
tirando de él le dijo:
74
vuelves a casa.
-¿Por qué? - preguntó el otro confundido con la reacción del peregrino loco.
Grian (2006) afirma que nos pasamos la vida divididos, entre lo que nos pide el
corazón y lo que nos marca la sensatez y el sentido común. Nos pasamos la vida
fragmentándonos entre corazón y cabeza, entre lo intuitivo y lo racional.
•No puede"y "no quiere": A las personas que se identifican con este perfil, el coach
debe posicionarles en el mercado y facilitarles alternativas viables que les permitan,
desde una posición de lo que sí "saben hacer" (poder), ir cambiando de actitud
(querer), permitiéndoles así recuperar la autoestima y reorientar su vida profesional.
•Quiere"pero "no puede". Es el grupo más fácil de acometer, pues sólo necesitan
75
"poder saber hacer", ya que tienen una predisposición positiva hacia el cambio.
Para las personas que tienen este perfil, ofrecerles la formación que necesitan suele
ser la clave. Muchas veces se les utiliza para "enganchar" a otros compañeros que
"pueden" pero "no quieren". Conviene tener en cuenta que Gómez-Acebo enfoca el
concepto de "no poder" desde la perspectiva del "no saber" o "no saber hacer",
plantea la alternativa de aprender aquello que no se sabe o no se sabe hacer
mediante las necesarias acciones formativas. Cuando lo que subyace al "no poder"
es el hecho de que la persona no posee la capacidad suficiente para el desempeño
de su puesto, habrá un desajuste que debe solucionarse con la intervención de la
organización, ya que hay un déficit de rendimiento por falta de capacidad.
76
Grayson y Larson (2001) enuncian los errores o reacciones defensivas que pueden
manifestar los coachees, y que se presentan a continuación (véase figura 3.2.):
Figura 3.2. Reacciones defensivas que pueden manifestar los coachees (Grayson y
Larson, 2001).
Tener expectativas que no responden a la realidad. Una de las primeras acciones que
debe llevar a cabo el coach es conocer cuáles son las expectativas que tiene el coachee
con respecto al coaching. Si éstas son irreales debe clarificarlas y ayudarle a hacerlas
77
realizables. Las expectativas irreales suelen sustentarse sobre ideas erróneas que se
asumen como verdaderas sin haberlas verificado previamente. En relación con el
coaching, algunas de las expectativas falsas más frecuentes son:
"Todos estos comportamientos, que están muy interrelacionados, los puedo cambiar al
mismo tiempo". Tanta ambición, prisa e ignorancia suele terminar en fracaso. Cualquier
comportamiento, por simple que parezca, es en sí mismo muy complejo pues implica
muchos factores simultáneamente, por ello es necesario afrontar los comportamientos de
uno en uno, y si es posible, dividirlos en sus principales "componentes". Por ejemplo, si
consideramos un comportamiento, "hablar en público", lo podemos descomponer o
"fraccionarlo" en diferentes aspectos o "componentes": respirar correctamente; articular y
pronunciar bien; modular la voz; regular el tono de voz y el volumen...; y trabajar sobre
cada uno de ellos independientemente y posteriormente en su conjunto.
"Después del coaching, seguro que me promocionan". Este error es muy frecuente y
se debe, fundamentalmente, a la falta de clarificación previa de los objetivos o a una
confusión por parte del coachee con respecto al objetivo último del coaching. No debe
establecerse una relación del tipo causa-efecto, entre coaching y promoción posterior. Sin
duda, una acción de coaching va a proporcionar al coachee un mayor desarrollo de su
nivel competencial, lo que permitirá un mejor desempeño en su puesto y un mayor grado
de empleabilidad, que deberá ser recompensado o reconocido por la organización, pero
no necesariamente con una promoción automática e inmediata, pues hay otros factores a
tener en cuenta.
78
-Racionalización. Por ejemplo, justificar los resultados negativos de una evaluación.
El coachee debe ser consciente de sus fortalezas y también de sus debilidades, sólo
así, podrá iniciar un proceso de desarrollo con garantías de éxito. Levantar barreras
bloquea el proceso y además no se cambian los resultados obtenidos, ni las percepciones
de los otros. Si no se hace nada, no se mejora. Kurmarajadasa lo expresa de la siguiente
forma: "La ignorancia es el apego a creer que somos todo aquello que creemos que
somos", y empareja la ignorancia con otras características como la soberbia, el orgullo y
la vanidad. La vanidad, como dice Norgaard (2006), puede hacer que nos veamos
importantes y al mismo tiempo nos hace actuar como verdaderos necios. El orgullo
puede acabar en autocomplacencia y ésta, en la incapacidad para aprender, lo que lleva al
fracaso empresarial (Assens, 2006).
79
mejor no participar en un proceso de coaching. Es preciso que el coachee conozca los
detalles respecto a la confidencialidad y el compromiso y que elija libremente si desea
seguir en el proceso voluntariamente, o dejarlo.
Preferencia por lo conocido y cómodo, o "más vale lo malo conocido que lo bueno
por conocer". Adoptar esta postura le lleva al coachee a no arriesgar ni salir de la zona de
seguridad para reconocer los verdaderos problemas. Muchas veces no se asumen riesgos
porque se tiene miedo. Pero quien no arriesga no consigue grandes cambios, pues sólo se
logra un desarrollo o crecimiento personal y profesional cuando dichos cambios existen.
Como indica López Romero (2008), "el miedo nos anula como seres humanos libres, nos
atenaza, reprime nuestra mayor capacidad, que es la de crear". "El miedo es útil cuando
se limita a cumplir con su función, aquella para la cual fue concebido por la naturaleza,
que no es otra que ayudar a la supervivencia... Cuando, en lugar de avisarnos del peligro,
se convierte en el peligro mismo, debemos combatirlo". Es cierto que gracias al miedo,
como dice Farber (2005), se puede salvar la vida o evitar hacer algo estúpido, pero
también puede impedir hacer algo importante, aprender algo nuevo y crecer como ser
humano.
Rovira (2006) recupera una cita de Nelson Mandela que dice: "nuestro miedo más
profundo es reconocer que somos inconcebiblemente poderosos. No es nuestra
oscuridad, sino nuestra luz, lo que más nos atemoriza".
Rovira, en este mismo libro, titulado Los siete poderes, resalta los siguientes aspectos
sobre el miedo:
A menudo nos dan miedo los retos porque tenemos una imagen cerrada de
nosotros mismos, de los demás y de la vida, como si lleváramos una armadura,
que nos protege, pero, también, nos impide movernos.
80
teme. Y destruye el futuro, hace perder todo aquello que se puede perder. ¡El
miedo a perder hace perder!
Los que lo logran, pueden porque creen que pueden, porque saben que
pueden, porque conocen sus capacidades y sus límites y trabajan para superarlos.
81
eliminan, van a restar eficacia al proceso de coaching, ya que la participación y
colaboración de los compañeros del coachee, en su proceso de desarrollo, le puede
proporcionar apoyo y respeto y, en muchas ocasiones, también ayuda, a través de sus
comentarios, sugerencias y feedback sobre su propio esfuerzo y valor. El coachee que
cuenta con sus colaboradores y compañeros, que les hace partícipes de su proceso de
desarrollo, está generando y construyendo una nueva clase de valor fundamentado en "la
fuerza emocional de las personas y su capacidad de construcción individual y colectiva".
Desde el primer encuentro con el coachee, el coach debe estar atento a la aparición de
algunas de las "alertas" que señala Berglas (2002), por ser fuentes de dificultad para el
proceso de coaching si no se interviene precozmente sobre ellas. Estas alertas son: falta
de ánimo o aparente estado depresivo; excesiva dependencia de otros, compañeros o
jefe; una vida extremadamente caótica e incapaz de mantener relaciones estables con los
demás; desconfianza y negatividad en sus juicios; enfado o agresividad frecuente;
expresar ideas autodestructivas, ser muy egocéntrico y manipulador en su relación con el
coach, al que pretende "conquistar" con frases como "eres el único que te preocupas por
mí".
82
•Anticipar los resultados
Alcaide (2003) vuelve a recurrir a Sócrates para extraer los requisitos de un coachee:
buena disposición de partida, actitud humilde y esfuerzo constante y sincero por mejorar.
En el episodio cinco de Star Wars, Joda señala los siguientes requisitos para admitir
a un aprendiz:
Es el coachee quien tiene que decidir qué desea trabajar, marcarse los objetivos y
poner en marcha las acciones oportunas para lograrlo, el coach nunca lo puede hacer por
él. En el siguiente cuento se expresa de forma clara.
Dice una leyenda que, en una ocasión, un hombre joven se acercó a Buda para
preguntarle qué debía hacer para alcanzar el objetivo final. Durante años había
estado asistiendo diariamente a las enseñanzas de Buda. Le había oído hablar de la
tolerancia. Había dedicado tiempo a meditar sobre unos principios que nunca había
puesto práctica. Algunas personas podrían interpretar esta actitud como de
resistencia o enfado, pero más bien parecía que nunca encontró la oportunidad para
llevar a cabo las enseñanzas que se le impartieron.
Cierta tarde hizo acopio del suficiente valor para formular a Buda una pregunta:
83
"¡Oh, Sabio Señor!", empezó diciendo, "durante años he escuchado vuestras
enseñanzas. He intentado aprender cuáles son los caminos que conducen a la
iluminación pero ello no ha modificado mi vida en ningún sentido".
"A lo largo de los años", dijo el joven, "he visto a muchas personas asistir a sus
enseñanzas. Algunas se quedan, otras se marchan. Entre ellas hay monjes y
monjas, ricos y pobres, hombres, mujeres y niños. Algunas parecen haber
alcanzado su objetivo, demuestran un sentimiento de paz interior. Cuidan de los
demás. Viven con alegría y felicidad. Pero no con todas las personas sucede lo
mismo; es más, a la mayoría no sucede esto. Diría que la mayor parte de personas
siguen siendo las mismas que cuando vinieron por primera vez. Incluso para
algunas, las circunstancias de sus vidas han empeorado. Obviamente, usted es un
gran maestro. Es caritativo y bondadoso con la gente. ¿Por qué no utiliza su poder
para ayudarles? ¿Por qué no les indica la forma de alcanzar su objetivo final?
"Sí, con tanta frecuencia como puedo", le dijo el joven hombre. "Mi familia
todavía vive allí. Tengo amigos con los que me crié. Incluso tengo una novia con la
que espero casarme algún día".
"Entonces", observó Buda, "si viajas con tanta frecuencia, debes conocer bien el
camino".
84
"Lo conozco como la palma de mi mano", replicó el joven. "Tan bien que podría
ir con los ojos vendados", bromeó.
"Si tan bien lo conoces, ¿podrías describírselo a alguien que fuera a emprender el
camino por su cuenta? ¿Sería tu descripción fidedigna y clara?"
"De las personas que te han preguntado por el camino", inquirió Buda, "¿todas
tenían la intención de emprender el viaje?"
Buda siguió preguntando: "Entre los que se deciden, ¿cuántos llegan al destino
final?"
"Bueno", dijo el joven, "normalmente sólo quienes se han fijado mi ciudad como
objetivo. El camino no es sencillo y algunos desisten durante el viaje. Otros tienen
como objetivo algún destino a mitad del trayecto".
"Entonces", dijo Buda, "ambos tenemos una experiencia similar. Las personas
acuden a mí, viéndome como alguien que ha hecho un particular viaje y que
conoce bien el camino. Me piden que se lo explique. Disfrutan con la descripción
que hago del camino, y les gusta la forma como hablo de ello, pero no todas las
personas se adentran en él. Entre quienes inician el viaje, no todos optan por
recorrer el camino hasta el final, y en consecuencia, no todos alcanzan el objetivo
final".
"Como tú", prosiguió Buda, "he intentado describir el camino de la forma más
clara y fidedigna posible, pero no puedo empujar o tirar de alguien u obligarle a que
85
recorra el camino. Todo lo que puedo decir es: 'Yo he recorrido el trayecto.
Durante el mismo he aprendido cosas. Esta es mi experiencia. Soy feliz de
compartirla con contigo. No puedo hacer más. Si quieres alcanzar tu objetivo,
debes ser tú quien recorra el camino—.
86
87
En este capítulo se presentan, por un lado las competencias que según distintas
Asociaciones deben tener los coaches y, por otro, lo que opinan distintos expertos en
coaching.
b)Co-creación de la relación
•Crear una relación espontánea con el cliente empleando un estilo abierto, flexible y
de confianza.
c)Comunicar eficazmente
88
•Escucha activa para comprender el significado de lo que se dice y lo que no se
dice, en el contexto de los deseos del cliente, y para apoyar la autoexpresión del
cliente.
Para la Asociación Mundial de Coaches Ejecutivos, WABC (2009) las competencias del
coaching ejecutivo se organizan en una estructura jerárquica, para garantizar
transparencia y una valoración imparcial y de calidad, lo que proporciona al proceso de
evaluación estructura y flexibilidad.
89
1.Autogestión-Conocimiento de uno mismo y Auto-dominio
En cada una de estas áreas, se diferencian distintos niveles, desde una "categoría'
(máxima comprensión) en el nivel superior, pasando por una "competencia' (específica)
en un nivel intermedio hasta un "indicador" (más específico) en el nivel inferior.
-Ser conscientes de las propias emociones y ser capaces de reconocer cómo afectan
en cualquier momento
90
Área: AUTOGESTIÓN - CONOCIMIENTO DE UNO MISMO Y AUTO-DOMINIO
Competencias:
Competencias:
•Integridad
91
•Creatividad e Innovación, estar abierto a nuevas ideas y ser capaz de generar
nuevas alternativas para ver y definir los problemas
Competencias:
Competencias:
Competencias:
Competencias:
•Promover la acción
92
•Centrarse en los objetivos
•Creando resiliencia
Competencia:
-Categoría: Alineamiento
Competencias:
Competencias:
Competencias:
93
•Creación y gestión de redes de contactos empresariales
-Categoría: Evaluación
Competencias:
Los criterios que se suelen utilizar para describir y diferenciar a un buen coach suelen ser
competencias, valores, roles o actitudes.
Lyons (2001) analiza las funciones que realiza el coach a lo largo del proceso de
coaching y afirma que entre las competencias más importantes para un buen desempeño
de su rol, se pueden señalar:
-saber escuchar;
94
-tener una visión amplia;
"No juzgar a los demás de antemano es esencial para que uno se guste a sí mismo",
afirman Gallehugh y Gallehugh (2005).
Y Tamaro (1994) escribe: "un lema de los indios americanos decía: antes de
juzgar a una persona, camina durante tres lunas con sus mocasines. Vistas desde
fuera, muchas existencias parecen equivocadas, irracionales, locas. Mientras nos
mantenemos fuera, es fácil entender mal a las personas, sus relaciones. Solamente
estando dentro, solamente caminando tres lunas con sus mocasines pueden
entenderse sus motivaciones, sus sentimientos, aquello que hace que una persona
actúe de una manera en vez de hacerlo de otra. La comprensión nace de la
humildad, no del orgullo del saber".
Alcaide (2003), centra su criterio en la conducta del coach con el coachee y recurre a
"las recomendaciones" de Sócrates para extraer los valores en que debe centrarse un
coach: credibilidad, integridad, experiencia, tacto para no herir al otro, sinceridad y
benevolencia.
Para Bayón, Cubeiro, Romo y Sáinz (2006), un coach desempeña muchos roles y a
cada rol le corresponde una función característica: de maestro (porque coordina), de
socio (porque comparte), investigador (porque pregunta), espejo (porque refleja),
profesor (porque muestra), guía (porque orienta), o notario (porque comprueba). Pero
además de desempeñar estos roles, es alguien generoso, que ayuda a descubrirse y a
desarrollarse, que está centrado en los efectos, es un catalizador. También dan mucha
importancia a lo que no es un coach: no es un amigo, ni un confesor, ni un consejero, ni
95
un consultor, ni una estrella, ni un protagonista, ni un psicólogo/psiquiatra.
Según sean las necesidades del cliente y la situación en la que se encuentre, el coach
deberá atender diferentes niveles (véase cuadro 4.1.) y adoptar alguno de los siguientes
roles:
96
•Cuidado y guía. Proporcionar apoyo con respecto al entorno, procurando que dicho
entorno sea seguro, dirigir a la persona y evitar que se produzcan interferencias del
exterior.
97
•Despertar. Se apoya a la persona para que aflore su mejor comprensión de sí misma
y defina su visión, la misión y el espíritu.
Rogers en su obra habla acerca de cuáles son las condiciones y actitudes que
garantizan el éxito de un "consejero" y aunque no es lo mismo que un coach, merece la
pena recordarlas pues ofrecen pistas sobre algunas claves a tener en cuenta en las
sesiones de coaching:
•Comprensión empática: Sentir el mundo del otro como si fuera suyo y comunicárselo
al interlocutor para que utilice la retroalimentación para su clarificación personal. El
efecto de identificación no debe llevarse hasta tal punto, que se contagie de los
mismos sentimientos, por ejemplo, no angustiarse por la angustia del otro, sino
entenderla completamente, sin juzgar ni evaluar.
Carkhuff (1969) amplía el modelo de Rogers y recoge las siguientes cuatro variables
relevantes adicionales y crea escalas de medida para evaluarlas:
98
cliente (entre lo que dice y lo que hace, su yo real y su yo ideal, las diferencias
entre las percepciones del consejero con la imagen que tiene de sí mismo el cliente).
Ofrecer un material tal y como lo percibe el consejero para que el cliente lo explore,
lo identifique y lo acepte.
Vilallonga (2003) propone siete competencias clave para el coach, que operativiza en
comportamientos para que resulte más fácil evaluar las conductas y establecer
procedimientos de mejora. Las competencias clave son:
99
confidencialidad, y cuidando los detalles, desde aquellos que parecen de mera
cortesía pero que son mucho más, como ser puntual o devolver las llamadas, a
otros, como recordar hechos relevantes del coachee, que le dan constancia de que
se le tiene en cuenta, de que es importante para el coach.
•ver diversas maneras de trabajar con el cliente y elegir en cada momento la más
efectiva
•usar el humor y crear luz y energía. Dilts afirma que para conseguir objetivos
ambiciosos es necesario fuerza, compasión y humor; y que el coach es el primero
100
que debe manifestar estos comportamientos.
-Apegarse a la situación.
-Atender.
-Escuchar activamente.
101
Comentamos brevemente cada uno de ellos.
Al hablar de honestidad merece la pena leer el siguiente cuento extraído del libro de
Bucay Cuenta conmigo.
-Hija, nuestro pueblo cree que tú nos conducirás a una vida de paz - respondió
su madre-. Pero la decisión, de ir o no ir, la tienes que tomar tú.
Y así lo hizo. Ya que Isabel amaba mucho a la gente, decidió aceptar el pedido
102
de su pueblo y viajar a la corte. Entonces emprendió un largo y peligroso viaje,
atravesando ríos y bosques, hasta que llegó al palacio real. Una vez allí, no se
encontró sola. Estaban ya miles de muchachos y muchachas de todo el reino,
reunidos en el gran Salón del Trono.
-Cada cual va a recibir una semilla. La plantará y la cuidará con su propia mano
en la tierra de su pueblo natal, y cuando venga la primavera, nos reuniremos de
nuevo aquí, cada cual con su planta crecida en una maceta. Quien tenga la planta
con la flor más hermosa, será quien ocupe el Trono.
Muchachos y muchachas formaron filas ante cada integrante del Consejo, que
fue repartiendo a cada cual la semilla que tenía que plantar. Isabel tomó su semilla y
con mucho cuidado se la guardó y emprendió el camino de vuelta a casa.
Una vez en su pueblo, Isabel plantó la semilla en una maceta con la mejor tierra
de sus montañas y la regó. Los días pasaban, pero en esa maceta nada aparecía. La
regó y esperó, pero los meses pasaban y nada sucedía allí. Añadió nueva tierra, la
abonó y regó, la cambió de lugar, le cantó y animó, pero nada. No brotaba nada.
Isabel ya no sabía qué más hacer, y la semilla no respondía.
Cuando por fin llegó la primavera, ella sabía que era hora de realizar de nuevo el
largo viaje hacia el palacio real. Pero también sabía que no valía la pena ir, porque
de su maceta no había brotado ni una sola flor. Por una parte, se alegraba, porque
ella no tenía deseos de cambiar su vida sencilla por la de una Emperatriz. Pero
estaba a la vez con pena porque temía dejar en mal lugar a su pueblo natal. Decidió
consultar a su pueblo, mostrándole su maceta:
103
El pueblo inmediatamente hizo corrillos para discutir entre ellos qué responder a
Isabel. Luego empezaron a expresar sus conclusiones:
-No tengas vergüenza en ir, querida Isabel. Nuestro pueblo nunca ha pretendido
ser mejor que otro. Sólo somos un pueblo hermano de otros pueblos que quiere
compartir con ellos su búsqueda de paz, no quedarse al margen - dijo una anciana.
-Debes ir, Isabel. El cielo querrá que sigas viviendo en nuestra aldea, pero faltar
a la cita nos dejaría en peor lugar que llegar con la maceta sin florecer - dijo
Fernando, un adolescente que sentía un gran cariño por Isabel. En todo caso, la
decisión es tuya.
¡Qué maravillosa escena había cuando llegó al gran Salón del Trono! Los
muchachos y muchachas estaban otra vez allí, frente al Consejo del Reino, pero
ahora con sus macetas repletas de hermosas flores. Si una flor era bella, la otra aún
lo era más.
El Consejo se desplazó por el salón para examinar las macetas, una a una, y
tomar su decisión. Cada integrante iba alabando a los muchachos y muchachas que
saludaba, por las hermosas flores de sus macetas. Así pasaron horas y horas en ese
gran salón resplandeciente de flores y de la emoción de los corazones juveniles con
la expectativa del trono.
Isabel casi ni se veía entre todos, triste porque su maceta no estaba florida. Las
consejeras y consejeros iban terminando su recorrido y se reunían para conversar
entre sí.
104
-Amada niña, tú vas a ser nuestra Emperatriz.
Isabel levantó la vista para ver a quién habían elegido y vio que el Consejo en
pleno la rodeaba a ella, y en sus rostros brillaban sonrisas de afecto y dicha.
Así fue, como dices - respondió el sabio-. Pero todas las semillas que repartimos
estaban tostadas y ninguna podía florecer. Queríamos asegurarnos que el Trono lo
ocupara una persona honesta, y por tu honestidad el reino te necesita como
Emperatriz.
Las sesiones de coaching deben de estar libres de juicios y evaluaciones para que el
coachee comprenda que lo más importante es su propio juicio. Entonces se sentirá
independiente y libre, abandonará sus mecanismos de defensa, y asumirá sus propias
responsabili dades. Frases como "deberías" o "podrías", o los discursitos, la arrogancia y
los miedos deberían desaparecer.
Fisher y Nelly (2005) afirma que la arrogancia está bien, si se basa en la humildad. Y
cree que resulta fácil reconocer a las personas que son arquetipos de arrogancia.
Arrastran a la gente, la empujan, y están bastante decididas a salirse con la suya. Se
puede medir la cantidad de arrogancia que se está expresando por la cantidad de
resistencia que el otro opone.
105
pasado la barrera continúa libremente. Aquel que pide al portero si la respuesta es
acertada o no, todavía no ha atravesado el umbral".
Ron Hubbard afirma: Por extraño que parezca, el hombre sólo progresa cuando el
entorno le plantea un desafío.
Respecto al riesgo, dice Freemantle (2001) que a la gente se le dice que no asuma
riesgos, porque se oponen a la estabilidad, aumentan la probabilidad de cometer errores,
pueden generar daños, etc. Pero el riesgo es el combustible que alimenta todo lo
excepcional. No todas las ideas nuevas triunfan, pero sin ideas nuevas siempre nos
aguarda el fracaso. Para que la gente trabaje mejor, debe hacer que primero deje de
trabajar.
106
practicar
f) Centrarse en la situación
g) Atender
107
El modelo de Carkhuff (1980), que toma de referencia Alemany (1982), plantea
cuatro destrezas básicas para prestar ayuda al cliente: atender, responder, personalizar e
iniciar, y cada una se corresponde con una fase de ayuda (véase figura 4.1.).
Atender incluye tanto el atender físico, en el que pueden diferenciarse tres tipos de
atender, el contextual, el personal y el postural, como la observación de datos no
verbales.
108
•Atender postural. Es el repertorio de conductas no verbales. Situarse frente a la otra
persona, buscar el contacto visual, utilizar la sonrisa, inclinación corporal adecuada,
etc. Adoptar la misma postura corporal que la otra persona y realizar movimientos
parecidos incrementa la afinidad, la empatía y la confianza.
Contacte con tres personas distintas y mantenga una conversación de diez minutos
con cada una de ellas, mostrando las diversas conductas de atención no verbal para
comunicarles interés y disponibilidad. Posteriormente escriba las conductas verbales
y no verbales mostradas por su interlocutor.
h) Escuchar
109
Eales-White (2005) clasifica los distintos tipos de escucha que pueden utilizarse, y
habla de las siguientes:
•Escucha agresiva deliberada. Ocurre cuando no se desea escuchar pero nos vemos
obligados a hacerlo para responder a un pedido directo de carácter emocional. La
persona no siente interés por el tema y experimenta cierta irritación. Una buena
estrategia para escuchar adecuadamente es la pausa asertiva, que permite mejorar
como oyente. Esta pausa consiste en abstenerse de responder de inmediato, y
centrar la atención en el aire entrando en la caja torácica, retener el aliento unos
instantes y soltarlo lentamente, como si se respirara superficialmente.
•Escucha agresiva accidental. Ocurre cuando se piensa que se debe escuchar, pero no
se está muy dotado para la escucha activa y se fuerza, hace afirmaciones en el
sentido de animar al interlocutor: "siga, siga, le estoy escuchando"; cuando en
realidad no lo está haciendo. La única forma de evitar este tipo de escucha es
practicar la escucha activa; en ocasiones hay ejercicios sencillos como escuchar una
música, y darse la instrucción de sólo escuchar la música, tras unos minutos,
verificar que otros ruidos interferían con el sonido; también hacer pausas en la
actividad, unos segundos, y de forma consciente tratar de escuchar los sonidos más
lejanos, sin tratar de identificarlos.
110
las señales no verbales ni a las emociones del interlocutor. Para que no se
desencadene la escucha pasiva o agresiva se puede utilizar la pausa asertiva.
Respecto a la escucha activa, Pinchot y Pinchot (2001) afirman que si se escucha con
sensibilidad es posible empezar a ver de forma conjunta la manera en que el interlocutor
se construye a sí mismo y construye su mundo.
111
•Tomar algunas notas
•No juzga o evalúa lo que la otra persona está planteando, pues al hacerlo deja de
escuchar.
¿Por qué resulta tan difícil escuchar? ¿Por qué muchas veces no parece que
queramos hacerlo? ¿Ha probado a no escuchar de forma consciente y clara para su
interlocutor?
Cuando una persona querida para usted le habla sobre un tema que le apasione,
intente usted (sin huir) hacer todo lo posible para no escucharle, y que además la
otra persona note que no le escucha. No lo haga durante más dos minutos (por si
obtiene represalias), y después de explicarle que está practicando, pregúntele cómo
se ha sentido.
Para escuchar, según Carkhuff, es preciso que se den los siguientes aspectos:
•Atender y observar
112
•Tener presente la razón por la que se escucha, ya que ayuda a mantener la atención y
la concentración
•Captar el contenido específico del mensaje verbal (se consigue si se puede responder
a las preguntas relativas a quién, qué, dónde, cuándo, cómo, por qué... de la
situación o experiencia descrita por el interlocutor).
•Retener los puntos clave del contenido, es decir recordar las palabras clave del
mensaje por su significado, su carga emocional, su tono de voz.
Indagar supone detectar las conductas que pueden ser mejoradas y recoger
información sobre ellas.
Indagar supone preguntar sobre la forma en que las otras personas entienden el
problema. Ayudarles a descubrir sus dones, talentos, deseos, valores, necesidades y
sueños, así como ayudarles a entender qué es lo que les motiva e inspira.
Para Cook (2000) las preguntas efectivas se caracterizan por ser breves, claras,
centradas, pertinentes, constructivas, neutrales y abiertas.
113
distintos tipos de preguntas, entre ellas las siguientes:
•Concretas
•Justificativas (¿porqué?)
•De resumen
Eales-White (2005) afirma que las preguntas abiertas ¿qué?, ¿por qué?, ¿cómo?
promueven el descubrimiento, la creatividad, el entrenamiento y el desarrollo de las
relaciones; y que las preguntas ¿dónde?, ¿cuándo?, ¿quién? establecen los hechos. Por
otra parte, las preguntas cerradas se utilizan para confirmar hechos, reconocer
emociones, inducir a tomar una decisión, evitar una conversación.
•Intercambiar ideas.
114
•Revelar información sensible, pero necesaria para un beneficio máximo en la relación
•Nivel uno. Repetir lo que alguien dijo (resumir) utilizando diferentes palabras.
Carkhuff lo denomina "responder al contenido, y lo define como la habilidad para
resumir con las propias palabras el contenido expresado por el interlocutor. Con ello
se pretende comunicar al otro lo precisa que ha sido la escucha de su mensaje
verbal. Esta habilidad se consigue dominar si se atiende, observa y escucha, si se
resumen las partes claves de la expresión verbal y se prepara una respuesta que sea
específica (no vaga), parafraseada (no repetitiva), breve y no evaluativa. La
respuesta comienza con un "tú dices...", "con otras palabras... "lo que tú quieres
decir...".
•Nivel tres. Interpretar una afirmación y articular sentimientos que pueden ser
profundos y de los cuales la persona puede no ser consciente. Se basan en una
sensación que se tiene mientras habla el interlocutor. Tienen mayor riesgo personal,
pero suelen ser más productivas.
115
simultáneas; hacerse una pregunta empática (¿cómo me sentiría yo si fuera esta
persona?); buscar la categoría adecuada del sentimiento y su intensidad; verbalizar "Te
sientes...
116
Resulta necesario que entendamos nuestras emociones. ¿Qué las provoca? ¿Cómo se
expresan? ¿Qué efecto tienen en los demás? ¿Queremos manejarlas de mejor manera?
Para ser un buen coach primero hay que ejercer dominio sobre uno mismo.
Cada vez que, al crecer, tengas ganas de convertir las cosas equivocadas en cosas
justas, recuerda que la primera revolución que hay que realizar es dentro de uno
mismo, la primera y la más importante. Luchar por una idea sin tener una idea de
uno mismo es una de las cosas más peligrosas que se pueden hacer.
•La capacidad para percibir, valorar y expresar las emociones con exactitud.
117
intuiciones:
3.Motivación: las tendencias emocionales que guían o facilitan el logro de los objetivos
personales:
118
4.Empatía: conciencia de los sentimientos, necesidades y preocupaciones ajenas:
119
120
5.i. Introducción
En la última década del siglo xx, Peter M.Senge (1992) publicó un libro de gran
trascendencia para el entorno organizacional, La Quinta Disciplina, tanta que incluso se le
consideró el primer libro de Management del siglo w, en nuestros días aún mantiene
vigencia y actualidad, y quizá sea, en estos momentos tan azarosos, muy recomendable
su lectura reflexiva. La primera parte se presenta con una afirmación aparentemente
sencilla, "nuestros actos crean la realidad... y pueden cambiarla". Parece una verdad de
Perogrullo, pero, si nos detenemos unos instantes, es posible reconocer su trascendencia
tanto para un directivo y su organización como para la implantación de acciones de
coaching. Esta afirmación supone una defensa clara de la importancia de asumir la
autoría de nuestra "realidad" y de nuestra propia capacidad de transformación. Senge
parte de la necesidad del hombre de desarrollarse, de aprender y de conocer, y por ello
anima a construir "organizaciones inteligentes" que sean capaces de generar y aprovechar
el entusiasmo y la capacidad de aprendizaje de todos los miembros de su plantilla.
También da una serie de pautas para caracterizar una organización inteligente, como es el
dominio de unas disciplinas básicas o vías de desarrollo, que permiten adquirir
determinadas aptitudes o competencias, y cuya práctica "supone un compromiso
constante con el aprendizaje", al que considera como una tendencia hacia una meta y no
la meta en sí misma; dejando claro que el aprendizaje tampoco supone imitar o emular a
ningún "modelo".
1.Dominio Personal, que supone un aprendizaje constante para clarificar qué es lo que
verdaderamente nos interesa, y entonces, ponernos al servicio de nuestras mayores
aspiraciones, concentrando nuestras energías y desarrollando paciencia para ver la
121
realidad objetiva. Esta disciplina exige un compromiso entre el afán de aprender del
individuo y el de la organización, ya que si es una organización inteligente, debe
animar a sus miembros a crecer, a desarrollarse, a mantener el compromiso y el
sentido de la misión.
Ante esta primera disciplina, cabe preguntarnos, entonces, ¿por qué hay tantos
directivos desmotivados, tantos técnicos brillantes obsesionados sólo con su promo
ción, tanta rotación, tanta apatía, etc.? Una organización, ¿cómo apaga el brillo de
sus integrantes?, ya que después de unos meses no hay ni rastro del entusiasmo del
recién contratado.
"Hay un momento para todo y un tiempo para cada acción bajo el cielo; un
tiempo para nacer y un tiempo para morir; un tiempo para plantar y un tiempo para
cosechar.... un tiempo para rasgar y un tiempo para coser; un tiempo para callar y
un tiempo para hablar..." Eclesiastés, 3, 1.
122
mismo e hipotecando la propia existencia personal, al ir acumulando frustraciones,
desamores y amarguras, en un desván oscuro, profundamente sellado, con la falsa
esperanza de que el olvido lo cubra y lo haga desaparecer, pero todo ese arsenal
sigue vivo, y sólo será posible pasar página, si nos detenemos a reflexionar, si nos
paramos a pensar, a hacernos, aparentemente, sencillas preguntas que encierran una
gran profundidad y resonancia.
"El que no sabe a qué cosa atender y de cuáles hacer caso omiso, atiende a lo que
no tiene importancia y hace caso omiso de lo esencial" Siddhartha Gautama.
Es cierto que muchas veces hay que tocar fondo, para poder impulsarse y volver
a la superficie, y que en estas situaciones el contar con la ayuda de un coach facilita
mucho el trabajo. Como indica la enseñanza Zen, una taza no puede llenarse de
conocimiento si no se vacía de ignorancia.
123
disfrazados de "medidas sensatas", que, en muchas ocasiones, son simplemente
trabas que impiden el progreso, pues como decía Coco Channel, "sin riesgo, no hay
negocio"; el riesgo se sopesa y calcula, pero nunca debe ahogarse por el miedo.
4.Aprendizaje en equipo. Desde una visión compartida es fácil afrontar esta cuarta
disciplina, ya que parte del "diálogo" (dia, a través; logo, palabra: fluir libremente a
través de la palabra) abandonando los supuestos, para integrarse en un pensamiento
conjunto. El diálogo también permite emerger los patrones de defensa y de
interacción y trabajar con ellos, fortaleciendo el equipo y constituyendo una
"comunidad de conocimiento".
Una organización inteligente, que aprende y expande su capacidad para crear futuro
combina el aprendizaje adaptativo con el aprendizaje generativo o creativo. Pero las
organizaciones, igual que los individuos, pueden tener problemas de aprendizaje que
124
conviene detectar pronto y ponerles remedio, por lo que es importante saber identificar
las barreras para el aprendizaje. Senge (op. cit.) habla de las siguientes siete barreras
principales:
Buscar siempre algo o alguien a quien atribuir un problema es una clara conducta
inmadura, de autodefensa, de rechazar la oportunidad de aprender y desarrollarse.
Llama poderosamente la atención la facilidad de atribuirse los éxitos, defendiendo y
proclamando la autoría de los mismos, frente al esfuerzo denodado de buscar
responsables, próximos o indirectos de los problemas, como si nuestros actos sólo
pudieran generar éxitos, de nuevo una alabanza a "yo", y el resto de los mortales o
de la creación, sólo está presente para interferir y generar problemas.
125
mágicos", ya que se usa de forma indiscriminada, muchas veces porque está de
moda ser proactivo, frente a lo "demodé" que es ser reactivo pero sin tener muy
claro que es lo que significa ser proactivo. Ser proactivo, etimológicamente significa
ir hacia delante, es decir, ponerse en marcha antes de que un problema se vaya de
las manos, determinando cómo utilizar los recursos humanos con los que se cuenta,
y el conjunto de acciones a emprender para solucionar las dificultades presentadas
y mantener la empresa en el lugar donde debe estar. Todo lo cual exige un análisis
sistemático de determinadas acciones o planes antes de ponerlos en marcha para
evitar que produzcan el efecto contrario y garantizar la eficacia, eficiencia y utilidad
de los mismos. Ser proactivo no es lanzarse a la acción por la acción, eso sería una
reactividad disfrazada'. La proactividad debe ser un producto del modo de pensar,
no de un estado emocional.
Esta preocupación impide ver los patrones a los que responden dichos sucesos y
sus causas, primando la acción frente a la reflexión, como si los acontecimientos
inmediatos fueran lo más importante que atender en lugar de los procesos lentos y
graduales que se presentan en la sociedad. En estos momentos, un hecho concreto
es la situación de crisis que se atraviesa a nivel mundial, que no ha surgido de hoy
para mañana, y que se puede explicar por la "ceguera', por el no querer ver ni
reconocer el proceso lento y gradual que la anunciaba. Si se está centrado en la
búsqueda de soluciones de hechos inmediatos no es posible desarrollar un
aprendizaje generativo, no es posible aprender a crear.
126
herramienta ni un entrenamiento adecuado para cambios lentos y graduales. No es
posible actuar de forma eficiente en un estado de permanente "punta de trabajo".
Es necesario bajar el ritmo y atender no sólo lo inmediato sino también lo sutil de
los procesos graduales, atisbando por dónde sopla el viento, para ponerse a su
favor, adoptando una actitud "proactiva' que nos lleve a puerto.
Este refrán es cierto, pero hoy en día, debe matizarse diciendo, "la experiencia
directa es madre de la ciencia', queriendo con ello reforzar la necesidad de disponer
de un espacio y sus coordenadas, para que la experiencia se transforme en
conocimiento. Es necesario conocer nuestro horizonte de aprendizaje, ya que si las
consecuencias de nuestras actuaciones salen de este horizonte, de esas
coordenadas, no será posible aprender de la experiencia directa. Actualmente, éste
es el gran reto para muchas empresas: cómo aprender de la experiencia cuando no
es posible experimentar directamente las consecuencias de decisiones y acciones
importantes. Un intento de solución puede ser la creación de divisiones funcionales,
o potenciar una comunicación interna más eficaz, etc.
127
diferentes acciones, tanto individuales como de equipo, pues las interrelaciones entre
variables clave generan estructuras sistémicas que influyen sobre la conducta a lo largo
del tiempo, generando a su vez patrones de conducta, y el individuo forma parte de
dichas estructuras, lo que significa que a menudo tenemos el poder para alterar las
estructuras dentro de las cuales operamos, si bien este poder no se ejerce pues el
individuo se suele centrar en sus propias decisiones ignorando cómo esas decisiones
afectan a los demás. La estructura de los sistemas humanos es sutil. Ésta incluye el modo
de tomar decisiones, las políticas operativas mediante las cuales traducimos las
percepciones, metas, reglas y normas en actos.
1.Análisis de la Organización
3.Evaluación
7.Sesiones de Seguimiento
8.Evaluaciones periódicas
128
Para iniciar un proceso de coaching, al coach le resulta necesario conocer todo un
conjunto de aspectos de la organización tales como su cultura, el estilo de dirección; el
ajuste entre las políticas de RR HH y las políticas de la Organización; el tipo de
estructura organizativa; el clima laboral. En las primeras sesiones con el cliente que
demanda o al que se le ofrecen acciones de coaching, es muy importante clarificar cuáles
son las expectativas, los objetivos y los resultados que se pretenden conseguir al
implantar dichas acciones.
El lema "en búsqueda de la excelencia" puede ser uno de los principales corolarios de
la puesta en marcha de un proceso de coaching ejecutivo. La excelencia no sólo para el
129
directivo sino también como señal de identidad de su propia organización.
Una organización que apuesta por el aprendizaje continuo, necesariamente cuenta con
una visión amplia y proactiva que enseña y aprende a buscar, identificar, discriminar y
compartir información y conocimiento, en donde la experiencia particular se analiza y
reflexiona para transformarse en pauta, guía, advertencia o sugerencia para un grupo. En
este tipo de organización, el papel del directivo puede presentar un perfil de buscador del
orden dentro del desorden, de experto en manejar el grado de entropía de ese sistema
abierto que es su organización. Por entropía, asumimos la conceptualización que de este
principio termodinámico ofrece Tamames en su Diccionario de Economía, "tendencia de
cualquier organización a deteriorarse por la gradual decadencia que de forma natural se
opera entre las fuerzas que la cohesionan; contra esa tendencia lucha normalmente la
parte más consciente y responsable de la propia organización".
130
En función del tipo de organización y el perfil de sus miembros se producen distintas
situaciones que se presentan en el cuadro 5.2. (Vilallonga y Fernández, 2005). Es
131
evidente que para implantar con éxito acciones de coaching la tipología de la empresa
cliente debe ser liberadora, pues sólo en este caso, su equipo directivo confiará en los
beneficios que la implantación de programas de coaching puede proporcionar a la
empresa. Así mismo, se podrán establecer para cada coachee las prioridades del
programa, tanto liberadoras como expansivas.
Cuadro 5.2. Efectos producidos por el tipo de Organización y perfil de sus miembros
132
en el que se fomenta la interacción y confianza entre los distintos niveles, se valora el
esfuerzo y el aprendizaje activo, hay flexibilidad y personalización tratando cada
situación en sus aspectos tanto idiográficos como nomotéticos, combinando lo normativo
con lo único y específico; en el que la información está al alcance de todos como signo
de transparencia, en el que la integridad, el compromiso y la apuesta por el desarrollo son
valores compartidos por todas las personas que componen la organización. Esta
búsqueda de la excelencia y la fortaleza de los valores corporativos son factores clave
para el desarrollo del talento y su retención. Para alcanzar altas cotas de excelencia se
necesita que los procesos sean más eficientes y que exista una implicación en un objetivo
compartido, ya que no basta con mejorar lo que hacemos sino que necesitamos saber y
compartir el fin que se pretende. De ahí que sea tan incongruente ver a un directivo sin
interés por conocer y participar en los objetivos estratégicos de la organización.
Pero cambiar debe suponer transformación, tener una meta hacia la cual dirigirse, no
una huida de algo, de alguien o de uno mismo. A veces uno mismo cree que puede llevar
las riendas de su propio cambio, como si fuera el auriga que según Platón guía con tiento,
templanza y equilibrio los corceles de la razón y la emoción. Pero esto no siempre nos es
posible, unas veces serán las condiciones externas, los acontecimientos y los imprevistos
los que nos impidan mantener el control de la carrera, en otras ocasiones, serán variables
133
más personales, más internas, las que nos impidan tan siquiera ponernos en marcha o
incluso subirnos al carro. En ambos casos es posible recurrir a diferentes modelos de
intervención en coaching, que nos van a permitir la reflexión para marcar nuevas metas y
elegir trayectorias facilitadoras de obtención de resultados y encontrar ayuda en la figura
de un coach, que buscará nuestro bien, como recomendaba Aristóteles en su Ética a
Nicómaco, aun si por ello debe decidir rescindir el compromiso de coaching.
Por otro lado, la empresa debe saber cómo elegir un buen coach y qué expectativas
pueden satisfacerse y cuáles no deben ni siquiera plantearse. El coach va a intervenir en
la conducta de una persona, en su dimensión emocional y competencial, con claras
repercusiones en su entorno laboral y personal, por lo que es necesario verificar que el
coach dispone de una sólida formación profesional, con una base teórica-conceptual
importante acerca de la conducta humana, el aprendizaje y desarrollo personal y
organizacional, de un conocimiento de las bases teóricas del coaching y del manejo de
sus herramientas prácticas, que cuenta con capacitación profesional, ética y
responsabilidad.
Si bien el coach, con su propia formación y experiencia, y conociendo las metas que
se persiguen con su intervención, presenta a su cliente, coachee, las áreas de mejora a
trabajar, es el coachee el que asume la responsabilidad, la voluntad y determinación de
elaborar un plan de acción y de llevarlo a cabo. El coach en ocasiones provocará al
coachee, para que explote todos los recursos con los que cuenta, para que supere miedos
134
y limitaciones paralizantes y alcance los objetivos fijados. El coach utilizando una
metodología mayeútica, mediante preguntas y confrontaciones, ayuda a acceder al
conocimiento que subyace en cada uno, a reinventarse y a remover el plano emocional
como motor de cambio y transformación.
También la organización debe tener claras cuáles son las características que garantizan
un proceso de coaching efectivo, correcto, y bien orientado hacia las metas establecidas.
Las características de este proceso, según Williams (2003), deben ser:
•desarrollar la humildad, entendida como el mayor acto de coraje, que implica darse,
servir a los empleados, a la organización (Roca, 2009),
•lograr el equilibrio, tanto entre las fortalezas y debilidades del coachee, como entre su
desarrollo personal y profesional,
A la hora de planificar un programa de coaching, hay que conocer cuáles son las
necesidades que se han detectado y que parecen indicar la necesidad de implantar un
programa de coaching en la organización. Algunas de estas necesidades pueden ser las
siguientes:
135
transmitir confianza
•busca retroalimentación, o
136
1. Somos capaces. Para que nuestro trabajo tenga sentido, no necesitamos
realizar tareas virtuosas o acciones buenas, pero sí tenemos que hacer nuestro
trabajo. Necesitamos hacer algo que nos interese profundamente. Cuando nos
comprometemos a ese nivel, nos volvemos sorprendentemente capaces e
incluso extraordinarios.
También conviene identificar cuáles son los retos que una organización establece y
137
qué resultados empresariales pretende. En función de dichos retos se fijan los objetivos
estratégicos y los perfiles competenciales, en los que se reflejen las capacidades
necesarias que deben caracterizar a sus ejecutivos para que puedan lograr dichos
resultados empresariales.
b) Objetivos a cubrir
En función del propósito que se persiga, Bayón, Cubeiro, Romo y Sáinz (2006)
distinguen los siguientes objetivos:
138
tendencias del negocio, y transitar hacia el cambio de rol.
•De Retención, que se ofrece a los ocupantes de los puestos que más rotación
presentan, para reducir las posibilidades de que roten externamente.
•De Transición, que se ofrece a un empleado, cuando tiene que asumir una nueva
función.
139
c) Aspectos clave para su implantación
Hay un conjunto de aspectos clave que hay que definir antes de la implantación de un
programa de coaching. Algunos de ellos se presentan a continuación:
•Qué métodos de evaluación se van a utilizar. Los instrumentos que permitan detectar
los puntos fuertes y débiles a desarrollar en los empleados, y que, en función de la
cultura y madurez de la organización, podrán ser de un tipo u otro.
140
•La persona debe estar dispuesta a permanecer en la empresa, sin utilizar el coaching
para tratar de encontrar una excusa para marcharse de ella.
•La empresa debe tener una misión adecuada, puesto que, si la organización va en la
dirección incorrecta, el coaching no le cambiará.
141
puedan desarrollarse y ampliarse, generando más valor para la empresa, y por tanto,
apostar por un aprendizaje continuo, para ello es de gran ayuda conocer con qué
plantilla, cuantitativa y cualitativa cuenta la empresa, y que según Pereda y Berrocal (op.
cit.) se definen como:
Estas referencias pueden ser útiles para determinar a quiénes se les propone un
programa de Coaching Ejecutivo, que en términos generales, podría ser: aquellos
ejecutivos y directivos que ocupan puestos clave y que necesiten desarrollar
competencias estratégicas y/o técnicas. Bayón et al. (2006, op. cit.) aconsejan empezar
por los niveles más altos de la estructura organizativa, por el consejero delegado o por el
director general, ya que las mejoras en estos niveles tienen mayor impacto en el resto de
la plantilla y sobre todo, porque ellos van a impulsar con mayor entusiasmo y
conocimiento, cualquier otro proyecto de coaching que permita extender la política de
desarrollo a todos los niveles. Los programas de coaching ejecutivo son de gran valor en
los procesos de cambio de puestos técnicos a puestos directivos, para implantar y
desarrollar las habilidades directivas necesarias y la capacidad de liderazgo eficaz; en los
planes de desarrollo de directivos dentro de una política de sucesiones, y en general, se
debe proponer un programa de coaching sólo a aquellas personas claramente dispuestas a
desarrollar su potencial, que apuestan por una mayor capacidad de adaptación a las
necesidades de la empresa y del entorno de negocio, mejorando su contribución pues
comparten y se identifican con la cultura de la organización, con su misión, visión y
valores.
142
5.2.2. Planificación del Programa
En esta fase se establece la relación de coaching con la alta dirección, por lo que esta
fase es fundamental para el éxito de la intervención de coaching. Es en esta fase donde se
deter minan los objetivos, prácticas y logística del programa así como las cuestiones
económicas y la exposición de beneficios. Cuando se cuenta con el visto bueno de la alta
dirección y se han clarificado las falsas expectativas que se pudieran tener, como por
ejemplo, proporcionar soluciones rápidas, llega el momento de identificar a los grupos de
interés, que como señalan Zeus y Skiffington (2004), son el conjunto de individuos clave
que controlan los recursos necesarios para lograr el éxito o el fracaso. Estos grupos de
interés están constituidos por los líderes de opinión, que pueden potenciar una actitud de
cooperación o por el contrario ser un obstáculo, como puede ser el director de desarrollo;
por los propietarios"del proceso, como el jefe directo del coachee, que teme perder un
buen colaborador, o los resistentes, que pueden perturbar el programa en cualquiera de
sus fases. Con toda la información necesaria recogida se elabora una propuesta de
servicios que se presenta a la alta dirección.
b) Propuesta de servicio
143
organización o específicas de grupos o individuos.
144
siguiente capítulo se abordarán los temas relativos a la evaluación con mayor
profundidad.
También hay que definir los costes del programa y las condiciones de pago, así como
el establecimiento de fecha de inicio y duración de los servicios.
145
Cuatro sesiones de Coaching de una duración de una hora y media cada una (a
realizar una cada mes tras el término de la sesión de feedback). En estas sesiones se
va haciendo un seguimiento de las acciones marcadas en el Plan de desarrollo y se
van incorporando nuevos aspectos que van surgiendo de la evolución del trabajo
realizado. Se hace un control exhaustivo de las acciones acordadas y de los
resultados obtenidos con cada una de estas acciones para ver su impacto real.
A los dos meses del inicio del Proyecto se realiza un Focus Group, una reunión
grupa) en la que se analiza de nuevo en equipo el estado de la cuestión y se estu
dian las nuevas posibilidades, avances y problemas que han surgido hasta este
momento.
El proceso de Coaching tiene tres esferas vinculadas pero diferentes entre sí:
146
análisis, establecimiento de metas y sistemas de medidas. El comportamiento
de medición proporciona al proceso objetividad, feedback y disciplina.
147
148
6.1. Importancia de la Evaluación
149
ser evaluado y ante cualquier situación de evaluación se ponen a la defensiva, como si un
miedo antiguo, que probablemente se arrastre desde la época de estudiante, se
despertara. Por eso, se sigue percibiendo la evaluación bajo una forma sancionadora y
extremista, es decir, hay que ser "excelente" o uno será "suspendido", sancionado, etc. Es
el miedo a ser comparado con otros y no superar el listón. Pero el sentido de la
evaluación en el contexto de desarrollo es otro muy distinto. Toda evaluación, si se
realiza adecuadamente, debe entenderse como una posibilidad de conocer qué
conocimientos, competencias o destrezas se han adquirido, se han desarrollado e
integrado y cuáles no. Es decir, una evaluación nos permitirá conocer cuáles son las
fortalezas y debilidades en los aspectos evaluados y qué acciones se deben iniciar para un
mayor desarrollo de los propios talentos, que son desconocidos para la mayoría de las
personas (véase figura 6.1).
En aquel tiempo, contó jesús a sus discípulos esta parábola: Un hombre que se iba
al extranjero llamó a sus siervos y les encomendó su hacienda: a uno dio cinco
talentos, a otro dos y a otro uno, a cada cual según su capacidad; y se ausentó.
Enseguida, el que había recibido cinco talentos se puso a negociar con ellos y ganó
otros cinco. Igualmente el que había recibido dos ganó otros dos. En cambio el que
150
había recibido uno se fue, cavó un hoyo en tierra y escondió el dinero de su señor.
Al cabo de mucho tiempo, vuelve el señor de aquellos siervos y ajusta cuentas con
ellos. Llegándose el que había recibido cinco talentos, presentó otros cinco,
diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes otros cinco que he
ganado. Su señor le dijo: ¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al
frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Llegándose también el
de los dos talentos dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes otros dos que
he ganado. Su señor le dijo: ¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al
frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Llegándose también el
que había recibido un talento dijo: Señor, sé que eres un hombre duro, que
cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste. Por eso me dio
miedo, y fui y escondí en tierra tu talento. Mira, aquí tienes lo que es tuyo. Mas su
señor le respondió: Siervo malo y perezoso, sabías que yo cosecho donde no
sembré y recojo donde no esparcí; debías, pues, haber entregado mi dinero a los
banqueros, y así, al vol ver yo, habría cobrado lo mío con los intereses. Quitadle,
por tanto, su talento y dádselo al que tiene los diez talentos. Porque a todo el que
tiene, se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Y a
ese siervo inútil, echadle a las tinieblas de fuera. Allí será el llanto y el rechinar de
dientes.
Los talentos se deben entender como todas las cualidades, circunstancias, amigos y
familia, etc. que se nos han dado, y que cada uno debe hacer rendir al máximo
según las posibilidades reales de cada individuo. Hay personas que tienen gran
influencia sobre los demás, otras son muy serviciales, otras, en cambio, son
capaces de entregarse con heroísmo al cuidado de personas enfermas, los hay con
una profesión, con un trabajo, con unos estudios, con una responsabilidad concreta
en la sociedad... Y también hay otras que no producen nada con su talento, bien
por pereza, o por dejadez, falta de interés y desprecio.
¿Qué talentos tengo? ¿Cuáles han dado su fruto? ¿Cuántas veces he dejado sin
hacer lo que debía?
151
El proceso de evaluación debe seguir unas directrices que refuercen los beneficios de
la misma y minimicen los problemas que provoca. Es necesario determinar qué tipo de
evaluación hay que realizar y con qué instrumentos, teniendo en cuenta su relevancia,
fiabilidad y validez con los objetivos del proceso de coaching. Dicha evaluación no debe
ser una evaluación psicológica en profundidad, intimidatoria y amenazante. Debe
explicarse claramente al coachee la razón de esta evaluación, que estriba en conocerse
mejor uno mismo, y en saber cómo uno es percibido por los demás. Si el coachee
conoce cuáles son sus tendencias, inclinaciones interpersonales, intereses, valores,
capacidades y competencias, podrá trabajar con esta información en las sesiones de
coaching, desarrollándolas para transferirlas al puesto de trabajo. Es fundamental
persuadir al coachee de la bondad y necesidad de la evaluación, para evitar actitudes
defensivas, recelos y suspicacias que dificulten el establecimiento de una relación de
comunicación y confianza entre el coach y el coachee.
Al coachee le permite:
•Identificar sus valores personales, sus puntos fuertes y puntos débiles, y las
competencias para el éxito,
152
6.2. Elección del modelo de evaluación
La elección del modelo de evaluación está determinada en función de varios factores, por
un lado, de cuáles sean las necesidades del directivo que va a participar en el proceso de
coaching, como por ejemplo, establecimiento de objetivos eficaces; apoyo y guía en
situación de cambio; desarrollo de competencias directivas,...; y por otro de la cultura de
la organización y sus propias necesidades de crecimiento, tanto a nivel de negocio como
de dirección, y que pueden definirse en acciones de desarrollo de técnicas interpersonales
y comunicación, gestión del tiempo, de responsabilidad corporativa, de gestión de la
diversidad, etc. Otro factor determinante en la elección del modelo de evaluación es el
papel y posicionamiento de la Dirección de Recursos Humanos dentro del organigrama
de la Organización, lo que definirá el enfoque de sus acciones, que serán más de tipo
reactivo, buscando solución a los problemas que surgen o más de tipo proactivo,
anticipándose a los problemas y planificando acciones que los minimicen. Si la Dirección
de Recursos Humanos está integrada en la estrategia organizacional, sus objetivos estarán
definidos y vinculados estrechamente con los objetivos y planes estratégicos de la
organización, es decir, con el modelo estratégico de la organización. Este modelo
estratégico junto a los valores y misión de la organización permiten definir las
competencias estratégicas de la compañía, lo que posibilitará la definición de los perfiles
de exigencias de los puestos y la elaboración del catálogo de competencias de la
organización. El modelo de evaluación debe tener en cuenta este catálogo de
competencias, definidas por comportamientos que deben llevarse a cabo para
desempeñar un puesto con eficacia, eficiencia y seguridad.
Como indican Pereda y Berrocal (2006), si las competencias se definen como "un
conjunto de comportamientos observables que están causalmente relacionados con un
desempeño bueno o excelente en un trabajo concreto y en una organización concreta", el
trabajo en gestión de Recursos Humanos se enriquece y se hace más complejo: los
sistemas de evaluación, formación y desarrollo deben adaptarse a las características
propias de la organización y de cada puesto de trabajo, lo que facilitará la comparación
entre los perfiles de exigencias del puesto y los perfiles de competencias de las personas
evaluadas (Véase figura 6.2).
153
Si hay una gestión integrada de los recursos humanos, la fase de evaluación previa a la
puesta en marcha de un proceso de coaching se va a acortar y facilitar mucho pues se
dispone de información cualitativa, amplia y diversa, de los potenciales candidatos al
proceso, procedente bien de su proceso de selección o de las distintas evaluaciones de
desempeño que se le han realizado, pudiendo constatarse los desarrollos producidos y las
áreas que deben atenderse prioritariamente.
Com o señalan Pereda, Berrocal y Al ons o (2008), "el objetivo general de cualquier
proceso de evaluación del personal es medir, cuantitativa y cualitativamente, y de forma
o bjetiva, una o m ás variables referidas a las personas y, en el caso de la evaluación del
personal en el mundo laboral, se m iden variables personales relevantes al trabajo que
están realizando o que llevarán a cabo en un futuro más o menos próximo.
154
•cuáles son sus puntos fuertes y débiles que le permitan adecuarse a nuevos retos del
puesto actual o de otros puestos distintos al que ocupan actualmente y lograr un
nivel de desempeño bueno o excelente.
Una vez definidos estos objetivos será posible determinar cuáles serán las técnicas e
instrumentos a utilizar y con qué finalidad.
155
emociones, pensamientos, motivaciones y acciones. Superar resistencias y trabajar con
las emociones exige una supervisión muy específica que garantice una correcta utilización
de la técnica apropiada. El coach debe disponer de las directrices éticas para la utilización
de herramientas psicológicas así como de una formación, preparación y madurez para
utilizarlas. Esto supone comprender sus fundamentos psicológicos, y disponer de una
amplia variedad de herramientas que le permitan una intervención más eficaz. El coach
debe tener muy claro, en función de los objetivos y necesidades del coachee, qué técnica
utilizar y en qué momento hay que introducirla, para facilitar su comprensión y posterior
utilización.
6.2.1. Examen psicológico del Potencial (Saber Hacer, Poder Hacer y Querer Hacer)
Conocer el posible nivel que puede alcanzar una persona, aquello que puede llegar a
hacer o ser dentro de la organización, permite decidir hasta dónde puede desarrollarse
profesionalmente de una forma eficaz. El potencial de desarrollo de una persona es
consecuencia de todo el conjunto de competencias, aptitudes, capacidades, rasgos de
personalidad, conocimientos, motivaciones, expectativas, intereses, necesidades, etc. Este
bagaje histórico-cultural le va a permitir ascender o estancarse en su carrera profesional.
Evidentemente sin el apoyo de unas condiciones externas ese potencial no se manifestará
ni se desarrollará.
156
verbal, la espacial, numérica, o abstracta, entre otras, así como las habilidades y
destrezas. Todo este potencial es inmenso, y sólo un pequeño porcentaje del mismo está
en activo, el resto está ahí, esperando a ser reclamado. La educación, los intereses
desarrollados a lo largo de la vida, el entorno sociocultural y las circunstancias vitales son
los responsables de que dicho potencial esté más o menos al descubierto. Mantenerse en
una zona de comodidad, sin afrontar retos y desafíos profesionales no es una buena
medida para desarrollar potencial, sino todo lo contrario. Actualmente toda organización
que quiera ser competitiva necesita tener Talento, tanto en los niveles directivos y
ejecutivos, como en otros más funcionales. Cuando se habla de Talento, no es tan sólo,
disponer, en general, de un nivel competencial de desempeño bueno o excelente, esto es
muy importante pero sólo es la evidencia del porcentaje de potencial emergente, de la
"línea de flotación de la plantilla", y esto está muy bien, y es de desear que así fuera en
todas las empresas, recordemos que las competencias son comportamientos observables.
Pero el Talento es algo más, podríamos decir, siguiendo con la analogía del barco, que es
todo lo que está almacenado en la bodega, toda la dotación de talentos que queda por
descubrir, explotar y desarrollar. Es todos los talentos y su combinatoria que da lugar a
más talento, de ahí las inmensas posibilidades de desarrollo que tiene el ser humano. Una
evaluación de potencial se plantea para un determinado puesto, que puede ser el de un
ejecutivo, un director de finanzas, un atleta de alta competición o un corredor de fórmula
uno, y según sea este puesto, el proceso de evaluación de potencial contemplará unas
determinadas dimensiones psicológicas, aquellas que tengan una mayor relación con lo
que el puesto demanda.
157
riesgo o situaciones competitivas; la búsqueda de nuevas responsabilidades y la
movilidad, el esfuerzo demostrado en su desarrollo y en el de las personas a su cargo, la
ambición. Así mismo es necesario conocer las áreas de la organización en las que quiere
trabajar, o incluso los puestos concretos a los que le gustaría llegar, las tareas y
responsabilidades.
a) Aspectos de la inteligencia:
d)Las aptitudes físicas. Por ejemplo, fuerza dinámica; Fuerza pura; Fuerza explosiva;
Equilibrio; Coordinación manual; Coordinación óculo-manual; Precisión;
Resistencia aeróbica; Resistencia anaeróbica; Flexibilidad; Velocidad.
158
La evaluación de potencial de ejecutivos y directivos se centra en dimensiones de
inteligencia y aptitudes mentales como flexibilidad cognitiva, razonamiento deductivo e
inductivo, comprensión y fluidez verbal, y capacidad de manejo de datos numéricos y
operaciones complejas. Todas estas dimensiones psicológicas son el substrato de las
competencias estratégicas, que en un plan de carrera, demandarán los puestos que se le
ofrezcan.
•Modelo de los Big Five, o grandes factores de personalidad. Instrumentos: NEO PI-
R; BFQ; MIPS
159
•MBTI
A) Autoinforme
160
directo del coachee (verbal o por escrito), sin poder acudir a otras fuentes. Ésta no es la
mejor de las opciones, ya que sólo se dispone de un punto de vista de la realidad. Sin
embargo, cuando haya que recurrir al autoinforme como única información, pueden
resultar útiles los pasos que sugiere Eales-White (2005), y que se exponen a
continuación:
•Recordar las experiencias pasadas y registrar por escrito todos los éxitos o logros de
los cuales el coachee se siente orgulloso, pidiéndole que extraiga un mínimo de 10.
•A continuación se le pide que formule tres enunciados positivos, cada uno con tres
habilidades y cualidades, por ejemplo: IVIe centro en los clientes, sé escuchary me
relaciono fácilmente con otros"
Ese formato permitirá también abordar distintos aspectos relacionados con sus puntos
fuertes y débiles, sus metas, su disponibilidad, sus miedos, etc. y obtener un análisis del
perfil de la persona para intervenir.
Se trata de incrementar el conocimiento que el coachee tiene de uno mismo y para ello
se intenta que reflexione sobre distintos aspectos, que le van a permitir aprender de sí
mismo.
161
Pruebe a intentar contestar a esta pregunta:
¿Cuáles son las situaciones de su vida que más le han permitido aprender?
Elija cuatro o cinco experiencias que ha tenido, y que usted considere que le han
proporcionado el aprendizaje más valioso para usted en su vida. Pueden ser
laborales o no, seguro que el saber que acumuló es transferible al resto de esferas.
Bien, ahora de todas ellas, elija una experiencia, una historia vivida por usted, la
que considere más valiosa, más enriquecedora, por el aprendizaje que le supuso. E
intente contestarse a sí mismo por qué la ha elegido y cómo puede trasladar ese
aprendizaje a muchas situaciones de su vida actual.
Tamaro (1994) afirma: "Sólo el dolor hace crecer, pero al dolor hay que
enfrentarlo directamente; quien se escabulle o se compadece está destinado a
perder".
162
generalmente, en las primeras sesiones del proceso. Los perfiles los clasifican en:
d)Perfiles de liderazgo. Estos perfiles son de gran utilidad cuando el objetivo para
163
iniciar un proceso de coaching sea desarrollar la competencia de liderazgo en un
ejecutivo. Esta competencia implica un conjunto muy complejo de habilidades
interpersonales, técnicas y cognitivas, cuya combinación permite definir muchos
modelos de liderazgo; para su evaluación se suelen utilizar diversos instrumentos
como el Perfil de Competencias de Liderazgo, el Inventario de Responsabilidades
de Liderazgo o el Perfil de Cualidades de Liderazgo. Los elementos de cada perfil
se establecen según los criterios del comité de expertos encargado de elaborarlos. A
continuación se muestran algunos ejemplos de estos instrumentos.
164
¿Con qué frecuencia reflexiona sobre su comportamiento? ¿Le resulta fácil
expresar sus sentimientos? ¿Con qué estilo de liderazgo se identifica más?
Ejemplos de habilidades interpersonales: Siempre cumplo mis promesas, procuro
escuchar a los demás sin emitir juicios, o me esfuerzo en comprender a los
demás. Y ejemplos del estilo de pensamiento: Analizo los datos con rapidez y
eficacia o Fomento formas nuevas de tratar los viejos problemas (Zeus y
Skiffington, 2002).
165
entornos tanto académicos como empresariales. Kolb sostiene que el aprendizaje
es el resultado de la forma como las personas perciben (a través de la experiencia
concreta o a través de la conceptualización abstracta) y como procesan lo que
han percibido (a través de la experimentación activa o a través de la observación
reflexiva). De estas capacidades: experiencia concreta (EC), observación reflexiva
(OR), conceptualización abstracta (CA) y experimentación activa (EA), se
desprenden los cuatro estilos de aprendizaje: Acomodador, Divergente,
Asimilador, Convergente, que aparecen en la figura 6.3.
Del modelo de Kolb surgen otros modelos como el de Honey y Mumford (1982)
y el de Alonso (1994), que suelen utilizarse en procesos de coaching cuando se
trabaja con un equipo, o con directivos responsables del desarrollo de otros o con
un coachee que presenta dificultades para adquirir y/o procesar nueva información.
166
evaluación, debido a que sus principales instrumentos de evaluación tienen
restringida su utilización, bien mediante comprobación de la formación
psicológica o bien mediante acreditación en el instrumento. Algunos de los
instrumentos más utilizados se desarrollan ampliamente en los apartados
siguientes.
Coachee Revisión del periodo del: ...../..../...../ Al: ...../ ..../...../ N4 de sesiones:
167
2.¿Cómo he actuado en relación a ellos?
3.¿Los he alcanzado?
4. ¿Qué he aprendido?
El coach también está inmerso en un proceso de desarrollo continuo, por lo que debe
evaluar sus propias competencias y capacidades, tanto técnicas como personales, y los
progresos en su papel de coach. Disponer de un perfil de autoevaluación le permite saber
dónde está situado en términos competenciales y, en el caso en que esté trabajando con
varios coachees, tener una visión de en qué medida está respondiendo a sus necesidades
individuales.
Coachee:......... Fecha:
3.¿Hasta qué punto está establecida una estrecha relación con el coachee?
168
5.¿Los he seguido?
B) MBTI
Detrás de este cuestionario hay más de cincuenta años de investigación rigurosa, que
destaca que no existen tipos psicológicos "mejores que" o "peores que" ni tipos "buenos"
o "malos", sino que todos los tipos tienen el mismo valor y un enorme potencial de
desarro llo e interrelación. Es un instrumento que identifica preferencias, no destrezas,
habilidades ni competencias.
169
Basándose en sus observaciones científicas, se llegó a la conclusión de que las
diferencias de conducta se deben a una serie de tendencias innatas que tienen las
personas de usar sus preferencias de distintos modos. A esto se une la experiencia de
años utilizando esas mismas maneras de hacer las cosas, lo que hace que se anclen
profundamente y se conviertan en nuestros modos "naturales" de hacer las cosas.
Cuando las personas actúan sobre esas tendencias desarrollan diferentes modelos de
conducta. El MBTI ordena estas diferencias en cuatro conjuntos de pares opuestos o
dicotomías, cuyas combinaciones dan lugar a 16 tipos psicológicos. Las dicotomías son
las siguientes: Extravertido - Introvertido; Sensorial - Intuitivo; Tracional (Thinking) -
emocional (Feeling); y calificador Qudging) - perceptivo.
170
•Juicio o percepción. (J / P) (Estilo de vida) Esta variable ofrece información sobre la
preferencia por la organización y la flexibilidad ante el cambio y la innovación. Las
personas con preferencia por el juicio tienden a mostrar conductas sistemáticas,
organizadas, planificadas y estructuradas. Las personas con preferencia por la
Percepción muestran conductas más flexibles y desestructuradas, al tiempo que
aceptan y participan en los procesos de cambio e innovación con mayor
naturalidad, o incluso los provocan ellos mismos. (Dicotomía de Myers-Briggs)
171
actualmente se utiliza para numerosos fines. Pero destaca especialmente por la
explicación de una serie de elementos que facilitan la autocomprensión y el desarrollo
dentro del contexto de la organización.
Como puede observarse, en este equipo de 20 técnicos, hay 4 tipologías con mayor
presencia, por un lado, los tipos ESTJ (6 técnicos) y ENTJ (4 técnicos), que suponen el
50% del equipo, y por otro, los tipos ISTJ (3 técnicos) y INTP (2 técnicos), que suponen
otro 25%.
172
Figura 6.5. Distribución de las medias en cada elemento de las dicotomías en un equipo
de trabajo.
Puede decirse que en el equipo habrá una tendencia a tomar decisiones desde una
173
posición más distante, teniendo en cuenta lo que es razonable, lógico, consistente, etc.
(T), y con un estilo de vida (J) de "tener las cosas resueltas", por lo que suelen ser
percibidos como lógicos, más que empáticos. La actitud (E), en el equipo, muestra una
mayor tendencia hacia la secuencia: acción, reflexión, acción, están orientados hacia la
acción, hacia una mayor amplitud, hacia las personas y los objetos, pero dentro del
equipo hay también personas orientadas hacia el pensamiento, la búsqueda de
profundidad, con mayor necesidad de tiempo para la reflexión, por eso su flujo suele ser:
reflexión, acción, reflexión.
C) FIRO-B
174
Figura 6.7. Dimensiones del Firo B.
175
176
Los resultados en cada una de estas casillas pueden ayudar a comprender el propio
comportamiento y el de los demás dentro de una organización. Puede ayudar a
maximizar el impacto de nuestras acciones, a identificar qué opciones elegir para
conseguir mayor satisfacción y mayor rendimiento en el trabajo, también permite
explorar vías alternativas para alcanzar las metas propuestas, así como mejorar la eficacia
en los equipos de trabajo. En la interpretación de los resultados hay que tener en cuenta
el peso de algunos factores externos en el momento de cumplimentar la prueba, Por
ejemplo, una profunda autorreflexión o bien de un distanciamiento de los demás, puede
afectar a todos los resultados, pero especialmente a lo relativo a Inclusión deseada (wI);
las diferencias culturales que inciden en la expresión de las necesidades; malos entendidos
en relación a los términos empleados; la evitación consciente de puntuaciones extremas,
prefiriendo mantenerse en las puntuaciones centrales, o una cierta presión del entorno
hacia determinados comportamientos.
177
de esta prueba en 1996. Es un cuestionario autodescriptivo de cómo se ve uno a sí
mismo y a los demás en relación a una serie de características importantes en relación al
trabajo y a la vida cotidiana. El objetivo de este autoinforme es proporcionar una
información que ayude al conocimiento de uno mismo y facilite la consecución de los
propios objetivos. Se centra en tres áreas básicas: orientación hacia otras personas y la
experiencia interpersonal; orientación hacia las normas y valores. Las dos primeras áreas
se aprecian a través de comportamientos observables y la tercera área, orientación hacia
los propios sentimientos profundos, se aprecia mediante sentimientos de autorrealización
y grado de satisfacción. Cada una de estas tres áreas u orientaciones se evalúan mediante
una escala independiente.
Estilos de vida. Cuando se consideran juntas las puntuaciones de las dos primeras
escalas, se pueden definir cuatro estilos o formas de vida:
•Estilo Ejecutivo, (Implementer Lifestyle), propio de personas que les gustan las
relaciones interpersonales, y que se sienten a gusto con las normas sociales. A los
"Ejecutivos" les gusta ir un paso por delante, participar, y no vacilar en actuar.
Creen que las normas sociales son adecuadas y deben ser obedecidas. Son
ambiciosos, orientados a resultados, con un fuerte potencial en liderazgo y muy
bien organizados. En su extremo positivo, pueden ser líderes carismáticos,
promotores de esfuerzos constructivos. En su extremo negativo, pueden ser
oportunistas, manipuladores y hostiles con los que no cumplen las normas.
•Estilo Innovador, (Innovador Lifestyle), los innovadores son muy activos en las
relaciones interpersonales, pero a menudo ven defectos y anomalías en como se
178
hacen las cosas. Son imaginativos, y a menudo creativos en su trabajo. Sus valores
son personales, ni tradicionales ni convencionales. En su faceta positiva, son
innovadores perspicaces, creadores de nuevas ideas, nuevos productos y nuevas
formas sociales. En su aspecto negativo, pueden ser muy rebeldes, intolerantes,
autoindulgentes y perturbadores.
•Estilo Imaginativo, (Visualizar Lifestyle), las personas con este estilo de vida valoran
su vida privada, y consideran que muchas convenciones sociales son arbitrarias y
restrictivas. Son reflexivos e inconformistas. Ven las cosas de forma distinta al resto
de las personas, pero en general no exponen sus ideas públicamente sino que se las
callan. Prefieren trabajar solos en el ámbito del arte o de las ciencias abstractas. En
el polo positivo, son imaginativos, con una percepción estética, y tienen una rica
vida interior. En el polo negativo, se sienten fragmentados, alejados de los demás y
con conflicto interior.
179
Nivel de Satisfacción. La tercera área de este cuestionario se refiere a la satisfacción y
al sentimiento de autorrealización. Quienes obtienen una puntuación baja en esta escala
tienden a sentirse insatisfechos con su status o situación actual y tienen un sentimiento de
que su propio potencial no se satisface ni realiza. Los que alcanzan una puntuación alta,
sienten que han desarrollado sus talentos y generalmente hacen frente de forma efectiva
180
a las situaciones cotidianas.
Es uno de los instrumentos más utilizados para aprender acerca de las diferentes
formas o modos de manejar los conflictos. Es fácil de utilizar y su aplicación suele
hacerse online. Sus elementos son de elección forzosa. Permite identificar el estilo
preferido o habitual de resolver los conflictos y proporciona una información detallada
sobre cómo utilizar eficazmente cinco formas diferentes de afrontar los conflictos:
evitándolos, compitiendo, acomodándose, comprendiendo o colaborando. El conflicto
causa negatividad en el puesto de trabajo, pero también puede permitir iniciar un cambio
y mejorar la comunicación. El modelo TKI pone de manifiesto que estas diferentes
conductas ante el conflicto son diferentes formas de comunicación. Este instrumento
permite conocer cómo los diferentes modos de afrontar los conflictos repercuten en la
dinámica personal y de grupo, y se utiliza en situaciones de gestión del cambio y el
conflicto, de mejora de la comunicación, desarrollo de liderazgo, satisfacción y retención
de personal, mejora del rendimiento, gestión del estrés, creación de equipos de trabajo y
181
desarrollo de habilidades de negociación.
F) Cuestionario 16 PF-5
Esta versión del cuestionario de Cattell et al. (1993) es una revisión actualizada del
cuestionario 16 PF, incluye nuevos elementos y ha mejorado sus criterios de bondad
(fiabilidad, validez). Los rasgos de personalidad evaluados son de tipo bipolar. Evalúa 16
rasgos primarios de personalidad y 5 dimensiones globales, muy similares en su
contenido a los "Big Five" o grandes factores de personalidad (Véase cuadro 6.3.).
También cuenta con tres escalas de control que permiten poner de manifiesto la
relevancia de los datos del cuestionario (Manipulación de la imagen, Infrecuencia y
Aquiescencia).
182
G) NEO PI-R Inventario de Personalidad NEO Revisado
•Extraversión:
•Apertura:
•Amabilidad:
183
•Responsabilidad:
Responda a cada uno de los elementos que se le ofrecen, en una escala Likert de
cinco opciones:
184
Es una escala que permite autoevaluarse en nueve dimensiones o factores. Es una
prueba muy rápida de aplicar, consiste en comparar dos cualidades o adjetivos, todos
positivos, indicando cuál de los dos se ajusta mejor a la forma habitual de comportarse.
Las dimensiones que aprecia son:
•Energía, dinamismo
•Reflexión, circunspección
•Optimismo
•Sinceridad
•Ponderación y paciencia
J) Feedback 360°
185
de forma confidencial, información en relación a cómo es percibido su comportamiento
por el mismo y por otras personas.
Por una parte se le pide que realice una auto-descripción de sus competencias, y de
alguna forma se le está preguntando por la imagen que tiene de sí mismo a través de la
cumplimentación de un cuestionario.
Por otra parte, distintas personas clave, realizan una descripción de las competencias
de dicha persona, de forma anónima. Con ello se obtiene información sobre cómo están
percibiendo otros su comportamiento respondiendo al mismo cuestionario.
En la evaluación 360° es el evaluado quien elige las personas que le van a evaluar. Los
agentes más habituales son, además del propio interesado, sus compañeros, los
subordinados, el superior jerárquico, los clientes y los proveedores.
Que los evaluadores sean elegidos por el interesado no asegura una valoración positiva
del mismo, especialmente si se ha ofrecido una información transparente y clara del
sistema de evaluación desde el principio, si cuenta con la aceptación de los trabajadores.
Cuando una persona conocida, o un amigo, nos pregunta si realiza una determinada
conducta (y en qué medida), contestar sinceramente es ayudarle a medio y largo plazo.
Si no la realiza y se lo digo es probable que intente ponerla en juego, especialmente si es
importante, o que la organización le preste su apoyo para que la mejore, lo que tiene su
incidencia en su propia mejora y desarrollo personal y profesional.
A todos los evaluadores se les pasa el mismo cuestionario que refleja comportamientos
observables y concretos. No se les pide que juzguen, simplemente que describan si se
producen o no dichos comportamientos.
Las respuestas son anónimas y se calcula la media de los evaluadores del mismo grupo
(3 ó 4 evaluadores por grupo) en la presentación de resultados (cuando es posible, hay
ocasiones en que son los únicos, por ejemplo el superior directo).
186
Supongamos que el instrumento de evaluación que le presentan incluye los 24
elementos siguientes.
187
Los resultados de la evaluación 3600 resaltan puntos fuertes y débiles, de forma
general (con las medias de todos los evaluadores), y por grupos de observadores. Se
distinguen los comportamientos que forman cada competencia y las competencias del
trabajador para cada perfil de exigencias de cada puesto.
En función del instrumento utilizado, los resultados pueden mostrar las respuestas de
los distintos grupos de sujetos a las distintas competencias o valores y los
comportamientos que les permiten operativizarlos.
•Determinar el potencial real de mejora, que para Cardona (2005), está en función de
los siguientes factores: la importancia de cada competencia para el puesto que está
desempeñando, la actitud personal para mejorar esa competencia y el sentido de
oportunidad para llevar a cabo la mejora.
188
Figura 6.8. Puntuaciones obtenidas en un cuestionario de evaluación 360°.
•Mejora continua. Realizar las tareas buscando, en sus actuaciones, los mayores
niveles de calidad y la forma de mejorar sus actuaciones anteriores.
189
•Colaboración. Ayudar y aceptar la ayuda de los compañeros de trabajo en la
realización de las tareas.
Para interpretar los resultados de los gráficos, conviene comenzar por detectar los
puntos fuertes y débiles del perfil y después analizar las discrepancias, entre la
autopercepción y la percepción externa. Ofrecen mucha información las denominadas
zonas ciegas, es decir, aquellos aspectos personales que otros conocen, pero no el propio
interesado. Estas zonas ciegas pueden ser positivas, aquellas en las que el interesado se
valora por debajo de la valoración que le dan los demás, o negativas, en las que el
interesado se valora por encima de los demás.
Si se dispone de datos sobre otros directivos, se pueden comparar las puntuaciones del
interesado respecto a su grupo de pertenencia, lo que nos ofrece información sobre en
qué medida sus resultados suponen puntos fuertes o débiles respecto a la media de dicho
190
grupo de referencia. Si además se dispone de los resultados obtenidos por los miembros
del equipo de trabajo se pueden comparar las puntuaciones del interesado con ellos para
ver la complementariedad de los componentes del equipo.
Si se toman como punto de partida estas definiciones y los datos del gráfico del
ejemplo, se podría afirmar que...
Parece que los dos principales puntos fuertes de esta persona se sitúan en las
competencias de Comunicación Oral y Colaboración, en las cuales las percepciones
del interesado coinciden con las de aquellos que le evalúan. El desarrollo de esta
persona debe apoyarse, por lo tanto, en informar clara y concisamente y obtener
información de personas de distintos niveles, formación y/o intereses, de forma oral
y/o escrita; y en ayudar y aceptar la ayuda de los compañeros de trabajo en la
realización de las tareas.
Por último, resaltar la discrepancia que existe entre las percepciones de evaluado
191
y evaluadores en la competencia escuchar (preguntar de forma abierta y escuchar
de forma activa interesándose realmente por lo que el interlocutor dice o sugiere).
Mientras que el interesado considera que se trata de un punto fuerte, los
evaluadores consideran que es un punto débil. Parece un aspecto necesario a
abordar para analizar las discrepancias. Se trata de una zona ciega positiva, lo que
puede suponer un elevado nivel de autocrítica, o que no se conoce suficientemente
bien en esta competencia, o que necesita ayuda para ganar un poco de confianza en
sí mismo.
En otras ocasiones, los gráficos muestran las puntuaciones otorgadas en cada uno de
los comportamientos que forman las competencias, y los grupos aparecen de forma más
explícita, como en el ejemplo que se muestra en la figura 6.9. En dicho ejemplo aparecen
comportamientos de la competencia Escuchar y de la competencia Comunicación Oral.
192
Ejemplo
En cada una de las celdas centrales del cuadro se pueden dar ejemplos evidentes. En
la 1, el sexo, la edad, o las ideas y sentimientos que comunicamos de forma explícita a
los otros. En la zona II, aquellas cuestiones que pertenecen a la intimidad, como las
experiencias que la persona ha vivido y que otras no conocen. En la zona III, estarían
aquellos aspectos o limitaciones que son evidentes para los demás pero que uno mismo
no percibe, y que pueden ir desde el tipo de emociones que transmite hasta
comportamientos concretos. Por último, en la zona IV, estarían las vivencias reprimidas u
olvidadas.
193
Incrementar el conocimiento de nosotros mismos permite establecer relaciones
interpersonales más maduras y satisfactorias y establecer procesos de mejora personal.
194
Figura 6.10. Características de la Entrevista de Competencias.
El objetivo de este análisis es disponer de una información relevante que permita dar
una retroalimentación al coachee para que tome conciencia de las aspectos que necesita
desarrollar y pueda elaborar un Plan de Acción adecuado para lograr los objetivos
195
marcados.
Uno de los aspectos clave es comunicar al implicado los resultados de la evaluación. Para
el cliente supone incorporar información nueva sobre él mismo. Devolver información
sobre un proceso de evaluación de feedback 360° supone mirarse al espejo y ver las
fuerzas y debilidades desde el punto de vista de otros: amigos, compañeros, superiores
jerárquicos, etc. Supone analizar las diferencias entre cómo se ve él mismo y cómo le
ven los otros, y afrontar las diferencias.
•¿qué es más real, como me veo a mi mismo o como me perciben los demás?
Muchas veces, ante las evaluaciones, lo que aparece es un rechazo que Cashman y
Forem (2004) atribuyen al ego.
El ego es lo que se yergue y dice: ¡Es lo que me concierne! ¡Mi manera de hacer
las cosas! Ese estrecho sentido de uno mismo es lo que nos hace sentirnos aislados
y desconectados. Cuando nos identificamos con el ego, cuando creemos que
nuestra individualidad, nuestra personalidad es todo lo que somos, entonces
pensamos que todos los aspectos de nuestra vida, como nuestro éxito e incluso
196
nuestra supervivencia, nos incumben enteramente a nosotros. El ego es nuestro
sentido de la identidad, o lo que llamamos el "Yo". Sólo es un problema cuando no
estamos en contacto con las profundidades de nuestro ser, con nuestra Esencia.
Dilts (2004) cree que las percepciones de identidad ayudan a descubrir y clarificar la
percepción de la vida y tienen que ver con preguntas del tipo ¿quién soy?, ¿cuáles son
mis límites?, ¿cuál es mi papel?, ¿cuál es mi misión?
Y para eso van a escribir un diario personal. Y quiero que empiecen mañana
mismo. Se levantarán, se sentarán, y le dirán al diario su nombre, y le dirán algo de
su vida o de su mundo.
Y a la semana siguiente...
No, no necesito leer sus diarios. ¿Saben por qué? Porque no hay nada de valor.
Están vacíos. Aburrida y superficial paja. Los principios siempre lo son. Nada.
Llenos de frases cortas que describen sus supuestas revelaciones. Eso es lo que
saben de ustedes sin mi ayuda. Su cartero podría contarme más de ustedes. Yo
quiero más. Esta semana quiero sus secretos. Cosas que los demás no saben. Cosas
que ni ustedes saben aún. Porque las pistas para que sepan quiénes son están
197
encerradas en esos secretos, es como oro enterrado en una montaña de diez metros
de estiércol. Nadie quiere acabar allí, pero ¿Saben que está allí? La verdad,
esperando pacientemente debajo de toda esa mierda que se ha acumulado a lo largo
de sus miserables vidas. De modo que empiecen a cavar, busquen la verdad.
Al primer rechazo de las críticas le debe acompañar una aceptación de las mismas.
Muchas veces el ego, en primera instancia, hace que se rechacen las críticas.
Kurmarajadasa lo expresa diciendo: `lo que marca nuestra evolución es la fuerza que
tenemos para renunciar a nuestro ego':
198
Verdad completa, por favor - responde sin dudarlo, mientras piensa: "Estoy harto
de mentiras, justificaciones, generalizaciones, fraudes y engaños"-
El precio es que Ud. nunca más podrá estar tranquilo, en paz - dice el vendedor.
Eh, bueno... gra... gracias, disculpe - balbucea el hombre y sale velozmente del
local.
Estando afuera, se da cuenta, con tristeza, de que aún no está preparado para la
verdad, que todavía necesita de algunos mitos, idealizaciones y justificaciones
detrás de los cuales refugiarse para no tener que enfrentarse a sí mismo.
•Inventarse razones justificativas. "Creí que, pensé que, es que". Las excusas
199
aparentemente exoneran de la responsabilidad personal pero, sobre todo, impiden
desplegar la creatividad necesaria para buscar una solución innovadora.
•Huida hacia delante. Cuanto menos apetece enfrentarse al problema de fondo, más
nos lanzamos a hacer, con atropello, cosas nuevas.
•Pasividad autopunitiva. Acusarse a uno mismo de los males que se sufren y no hacer
nada por enfrentarse a los problemas.
•Hipocondría. Evitar tener que hacer frente a una realidad a la que no se quiere
enfrentar. El truco del cerebro es somatizar la adversidad como excusa para
sustraerse de ella.
Con tal de ser aceptados, simulamos apreciar cosas con las que no estamos de
acuerdo o que no entendemos, o decimos algo en público mientras en privado pensamos
lo contrario. Para encajar, en un entorno o situación, corremos el riesgo de desarrollar un
ego exagerado o confundir la adulación con los hechos. O quizá hagamos caso omiso de
los hechos con el fin de conservar nuestra posición y nuestra reputación. La solución es
sencilla pero dolorosa: tenemos que dejar de engañarnos y afrontar la verdad. Tenemos
que ser muy claros sobre lo que está sucediendo, por lo menos con nosotros mismos
200
(Norgaard, 2006).
-En realidad, lo que yo creo es que te quieres demasiado - le dijo con una sonrisa
maliciosa.
-Que mientras nos queramos tanto, hasta el punto de obsesionarnos por nosotros
mismos, no encontraremos atisbo alguno de felicidad.
Sólo si te apartas del centro de tus preocupaciones y pones ahí a los demás,
podrás olvidarte de ti misma y de paso, olvidarte de tus problemas.
-Ésa es la trampa que tiende tu ego, para que le atiendas a él y te olvides de los
201
demás - replicó inexorable el peregrino loco.
El loco prosiguió.
-Si en tu consciencia no queda espacio para el "yo", ¿quién habrá ahí que pueda
deprimirse? ¿Quién habrá ahí que pueda valorarse hasta el engreimiento o
subestimarse hasta la miseria?
Y, sentenciando, añadió:
-Paso dos: aceptar la retroalimentación, admitirla como precisa, creer que las
percepciones de los demás son válidas; comprender qué impresión genera nuestro
comportamiento en los demás y entender el impacto en nuestra eficiencia personal.
202
Ejercicio 360°: retroalimentación
Sigamos con el ejemplo que venimos realizando. Ahora tendrá que planificar una
entrevista de devolución de información sobre el feedback 360° realizado.
Los comportamientos que forman cada una de las competencias evaluadas hay
que interpretarlos desde distintos puntos de vista. Metiéndose en el papel de
evaluado y en cada uno de los roles de los evaluadores: compañeros, jefes, y
personas a su cargo.
203
Si se pone en el lugar de una persona que recibiera esos resultados, verá como
ésta puede reaccionar de distintas formas: negar los resultados y enfadarse,
manifestar frustración y baja autoestima, mostrarse cooperador y constructivo, o
aceptarlos pero no estar dispuesto a hacer nada para cambiar. Los sentimientos y
pensamientos que tuviera la persona estarían en relación a esas conductas.
Las respuestas están dentro de la persona, la función del coach es ayudarla a aclararlas
y descubrirlas a través de preguntas que la ayuden a definir su situación actual, pero no
debe intentar responder por él. Se trata de explorar las diferencias entre las percepciones
del cliente y las percepciones de los otros que le han evaluado, de ayudar a que vea sus
limitaciones y conductas perjudiciales, pero con delicadeza para evitar el rechazo. Se
trata de descubrir y ser coherentes con lo que es significativo e importante para la otra
persona. De ayudarle a elegir su propia realidad y empezar a contemplar las posibles
alternativas, algunas veces muy distintas de las que elegiríamos para nosotros mismos.
A veces, las respuestas no son acciones que hay que realizar. Son caminos que
204
hay que seguir.
Los comentarios sobre la propia persona ofrecidos por otras personas deberían
percibirse como una forma de profundizar en el conocimiento personal, de conocerse
mejor. Si otras personas afirman que manifiesto determinados comportamientos, puede
que tengan razón, y ser consciente de dichas conductas es el primer paso para
cambiarlas. Y como afirma Albom (2000) "En esta vida no existe el demasiado tarde".
Cometer errores es natural, irse sin haberlos comprendido hace que se vuelva vano
el sentido de una existencia. Las cosas que nos ocurren nunca son finalidades en sí
mismas, gratuitas; cada encuentro, cada pequeño suceso encierra un significado, la
comprensión de nosotros mismos nace de la disponibilidad para recibirlos, la
205
capacidad de cambiar de dirección en cualquier momento, de dejar la vieja piel
como las lagartijas al cambiar la estación.
Para Carkhuff se trata de personalizar, de ir más allá de donde está el cliente, entender
qué significa para él la situación (en función de sus valores, de sus puntos fuertes y
débiles, de sus percepciones, de sus miedos, etc.), de verbalizar y hacerle responsable de
sus conductas erróneas y sus déficits, y de analizar los sentimientos que surgen al asumir
sus errores, y sensibilizarle de la necesidad de convertir el déficit en objetivo a conseguir.
206
207
7.1. Entrevistas de Coaching enfocadas a la reflexión
208
permitirá lograr dichos objetivos, es necesario tener en cuenta una serie de aspectos
clave, como son:
•el compromiso con el plan de acción, ya que sin ese compromiso es imposible llevar a
cabo tal plan,
•definir la visión,
7.1.1. Compromiso
209
los motivos de su jefe para recomendarle que tenga un coach. En estos casos es fácil que
adopte actitudes defensivas, que no se arriesgue, o que actúe de forma pasiva.
Probablemente estos comportamientos estén causados por miedos, creencias o
emociones concretas que van a impedir el compromiso necesario para el desarrollo del
coachee.
Álex Rovira (2006), en el prólogo de su libro Los siete poderes, narra un cuento en
el que se afirma que sólo aquellos que sean capaces de descubrir que la mayor de
las riquezas y el mayor de los poderes reside en su corazón deben ser dignos de
acceder al secreto que convierte los sueños en realidad.
Huete (2006) pone en relación los juicios emocionales y racionales que las personas
hacemos y que dan lugar a las siguientes cuatro posibles combinaciones:
210
en su Ética a Nicómaco. Allí describía la felicidad como el estado en el que el alma
(las emociones) está de acuerdo con la virtud (la razón).
II.Me gusta pero no me conviene. Este cuadrante es el más seductor y por ello el más
peligroso. Una persona con escasos recursos intelectuales y con poca fuerza de
voluntad se queda atrapada en este cuadrante. Las acciones de este cuadrante
comprometen el futuro personal ya que impiden el progreso de los recursos
personales.
III.Me cuesta pero me conviene. Son acciones convenientes para el futuro pero que
cuesta hacerlas. Trabajar en este cuadrante es hacerlo para el futuro personal. La
gran ventaja de las personas que han desarrollado su voluntad es que pueden
utilizarla para invertir en estas acciones de futuro. Son acciones de progreso.
IV.No me gusta y no me conviene. No son tan peligrosas como las del cuadrante II. Se
hacen por presión social, por creencias, por malos hábitos. Hay un rechazo doble
hacia ellas que hace que no duren mucho.
El secreto para cambiar, para avanzar, es encontrar razones de verdadero peso para
hacerlo. Es la clave del cambio, el primer gran paso del Proceso. Como ya dijimos en
capítulos anteriores nadie cambia mientras tiene éxito. Por ello es necesario que el
coachee encuentre e interiorice el porqué del cambio.
211
ofreciera a usted 100 por atravesarlo, ¿aceptaría mi oferta? Por supuesto que sí.
Ahora bien, si le digo que ese mismo tablón está colocado a unos 30 metros de
altura, suspendido entre dos edificios, con tan sólo poco más de medio metro en
cada uno de los extremos tocando los edificios, ¿aceptaría el dinero en ese caso?
Probablemente no.
Pero si le digo que en el otro extremo del tablón está su hija que tan sólo tiene
seis años y que el edificio donde se encuentra su hija está en llamas, ¿atravesaría el
tablón en ese caso? Me atrevo a sugerir que sí.
Cuando se tiene una razón muy fuerte para conseguir algo se acaba encontrando la
manera de lograrlo (Huete, 2006).
Casado (2003) distingue entre desear (pretender hacer algo desde el punto de vista
afectivo, propio de personas inmaduras) y querer (pretender hacer algo con la voluntad,
realizando las acciones y poniendo los medios adecuados para alcanzar los propósitos;
propio de personas maduras). Afirma que El 99,99% del cambio personal reside en la
decisión firme y contundente de cambiar, algo que puede durar segundos, aunque para
ello previamente debemos estar convencidos de la bondad de hacerlo y ya habremos
valorado, de antemano, lo que perdemos en la situación actual y lo que podremos ganar
en la futura. El otro 0,01% dura más tiempo, puede durar años o incluso toda la vida".
Las organizaciones suelen definir explícitamente su misión, aquello que hoy desean
alcanzar, su definición de negocio, su razón de ser. El coachee también tiene que definir
cuál es su misión en la organización, qué desea hoy alcanzar en la empresa.
212
Fisher (1994) en El Caballero de la Armadura Oxidada lo expresaba así: "no puedo
conocer lo desconocido si me aferro a lo conocido".
La visión se crea poniendo por escrito una lista de deseos y de sueños muy concretos
y con contornos muy nítidos. Esa lista son los planos de tu futuro, que Huete recomienda
releerlos mil veces y visionarlos con intensidad emocional. La metodología es la siguiente:
lo primero es crear el contexto apropiado, rodearte de un ambiente tranquilo, conectar
contigo mismo, despertar tus recursos intelectuales y afectivos, ¡y sacar papel y lápiz!
Y Huete continúa: "Empieza eligiendo un año algo lejano en el tiempo que será el
vencimiento. Tiene que ser un año al que des un sentido subjetivo muy especial. Yo ya
sé que cuando llegue ese año no va a suceder ningún milagro, porque no existe una
estación final. Siempre habrá una estación siguiente. Pero encuadrar la visión en una
fecha determinada y en unos contenidos que se puedan medir permite controlar el
avance. El truco de la fecha lejana no es para caer en la trampa de una vida diferida, sino
para hacer del camino que queda por recorrer, la verdadera fuente de disfrute y alegría".
"El segundo elemento de tu plan personal de futuro es decidir en qué tres o cuatro
cosas quieres destacar y convertirte en una autoridad. Y el tercer y último elemento de tu
plan personal de futuro son todas las recompensas que legítimamente aspiras haber
conseguido en la fecha prevista'.
Hay que soñar más, dice Huete (2006). "La vida está llena de oportunidades. Están
ahí. Al alcance de los que han hecho los deberes. Construir un sueño es desarrollar las
potencialidades y capacidades que tenemos dentro. Ése es un trabajo para toda la vida.
En nuestro interior reside la llave para el progreso personal y profesional".
213
La visión genera un contexto para la acción que impulsa al coachee en una
determinada dirección, aspecto que los sueños no provocan. La visión no cambia la
realidad actual pero nos mueve hacia la acción en un sentido, cuando no se tiene visión
tampoco se tiene una dirección clara de actuación y así ocurre que muchas veces
actuamos en dirección opuesta a aquello que verdaderamente nos importa (Guarnieri y
Ortiz, 2005).
Otros autores confirman estas ideas, por ejemplo, Richardson (2005) sugiere la
utilidad de llevar al coachee a que imagine su vida ideal, que defina qué es para él el
éxito, y que lo asocie a los sentidos. De esta forma propone transformar lo negativo en
positivo para identificar los objetivos con mayor claridad y así superar más fácilmente la
indecisión, las dudas y el miedo.
Huete (2006) afirma que "el mayor sueño de una persona es vivir y morir feliz.
Sintiendo que se han hecho cosas valiosas. Al final, una vida lograda no es otra cosa que
el desarrollo y la movilización de los recursos personales para obtener abundancia interior
y exterior, en uno mismo y en los demás. El concepto de abundancia resulta clave, como
también lo es el de desarrollar los recursos personales, y el de interpretar las voces
interiores. En el fondo se trata de dar respuesta a las dos voces más importantes que
resuenan en nuestro interior: el deseo de progreso personal y el de hacer contribuciones
relevantes que beneficien a otros: el progreso social. Es el deseo de sabiduría y de
amistad desinteresada. Son los dos deseos humanos más íntimos, más profundos, más
cercanos al corazón de la felicidad personal, del sentimiento de logro. Mejorar para dar.
Dar para mejorar".
Ofrecer a los demás lo que puedes dar. Dedicarte a otros. De forma similar, en la
película "Ronin" se narra la siguiente historia:
214
El Ronin 47. Cuarenta y siete samuráis cuyos amos fueron traicionados y
asesinados por otro señor se convirtieron en Ronin: samuráis sin patrón,
deshonrados por la traición de otro hombre. Durante tres años conspiraron
haciéndose pasar por ladrones, mercenarios e incluso dementes. Pero una noche
entraron en el castillo del asesino de sus señores y le mataron.
Los ronin podían haber servido a otros señores, podían haber luchado para sí
mismos, sin embargo prefirieron el honor, prefirieron el mito.
Lo que nos hace felices o desgraciados no es lo que tenemos o lo que somos o dónde
estamos o lo que realizamos, nada de eso, es, tan sólo, lo que pensamos acerca de todo
ello. Dos personas en la misma situación, una puede ser feliz y otra no,
independientemente de cuál sea su situación económica, la cantante Rosana lo expresa en
una canción con la frase: hay pobres con dinero, y ricos que duermen en el suelo. Bucay
lo expresa en el cuento que aparece a continuación.
215
Había una vez un rey muy triste que tenía un sirviente, que como todo sirviente
de rey triste, era muy feliz. Todas las mañanas llegaba a traer el desayuno y
despertar al rey tarareando alegres canciones de juglares. Una gran sonrisa se
dibujaba en su distendida cara y su actitud para con la vida era siempre serena y
alegre.
-No me mientas, paje. He mandado a cortar cabezas por ofensas menores que
una mentira.
Tengo mi esposa y mis hijos viviendo en la casa que la corte nos ha asignado,
somos vestidos y alimentados y además su Alteza me premia de vez en cuando con
algunas monedas para darnos algunos gustos, ¿cómo no estar feliz?
-Si no me dices ya mismo el secreto, te haré decapitar - dijo el rey-. Nadie puede
ser feliz por esas razones que has dado.
-Pero, Majestad, no hay secreto. Nada me gustaría más que complacerlo, pero
no hay nada que yo esté ocultando...
216
-Vete, ¡vete antes de que llame al verdugo!
-Así es.
-Así es.
-Y él no está.
-Así es.
-¡Nunca entró!
-La única manera para que entiendas, sería mostrándote en los hechos.
217
- ¿Cómo?
-Entonces no entrará.
-Tal cual. Majestad, ¿estás dispuesto a perder un excelente sirviente para poder
entender la estructura del círculo?
-Sí.
-Bien, esta noche te pasaré a buscar. Debes tener preparada una bolsa de cuero
con 99 monedas de oro, ni una más ni una menos, ¡99!
-Nada más que la bolsa de cuero. Majestad, hasta la noche. - Hasta la noche.
Así fue. Esa noche, el sabio pasó a buscar al rey. Juntos se escurrieron hasta los
patios del palacio y se ocultaron junto a la casa del paje. Allí esperaron el alba.
218
Cuando dentro de la casa se encendió la primera vela, el hombre sabio agarró la
bolsa y le pinchó un papel que decía:
Luego ató la bolsa con el papel en la puerta del sirviente, golpeó y volvió a
esconderse. Cuando el paje salió, el sabio y el rey espiaban desde atrás de unas
matas lo que sucedía. El sirviente vio la bolsa, leyó el papel, agitó la bolsa y al
escuchar el sonido metálico se estremeció, apretó la bolsa contra el pecho, miró
hacia todos lados y entró a su casa. Desde afuera escucharon la tranca de la puerta,
y se arrimaron a la ventana para ver la escena. El sirviente había tirado todo lo que
había sobre la mesa y dejado sólo la vela. Se había sentado y había vaciado el
contenido en la mesa. Sus ojos no podía creer lo que veían.
---- ----------- --- ----------- --- ---- Él, que nunca había tocado una de estas
monedas, tenía hoy una montaña de ellas para él. El paje las tocaba y amontonaba,
las acariciaba y hacía brillar la luz de la vela sobre ellas. Las juntaba y
desparramaba, hacía pilas de monedas. Así, jugando y jugando empezó a hacer
pilas de 10 monedas:
Una pila de diez, dos pilas de diez, tres, cuatro, cinco, seis... y mientras sumaba
10, 20, 30, 40, 50, 60... Hasta que formó la última pila: ¡9 monedas!
Su mirada recorrió la mesa primero, buscando una moneda más. Luego el piso y
finalmente la bolsa. "No puede ser", pensó. Puso la última pila al lado de las otras y
confirmó que era más baja.
Una vez más buscó en la mesa, en el piso, en la bolsa, en sus ropas, vació sus
219
bolsillos, corrió los muebles, pero no encontró lo que buscaba. Sobre la mesa,
como burlándose de él, una montañita resplandeciente le recordaba que había 99
monedas de oro, "sólo 99". "99 monedas. Es mucho dinero", pensó.
El rey y su asesor miraban por la ventana. La cara del paje ya no era la misma,
estaba con el ceño fruncido y los rasgos tiesos, los ojos se habían vuelto pequeños
y arrugados y la boca mostraba un horrible rictus, por el que se asomaban sus
dientes. El sirviente guardó las monedas en la bolsa y mirando para todos lados
para ver si alguien de la casa lo veía, escondió la bolsa entre la leña. Luego tomó
papel y pluma y se sentó a hacer cálculos. ¿Cuánto tiempo tendría que ahorrar el
sirviente para comprar su moneda número cien?
Todo el tiempo hablaba solo, en voz alta. Estaba dispuesto a trabajar duro hasta
conseguirla. Después quizá no necesitara trabajar más. Con cien monedas de oro,
un hombre puede dejar de trabajar. Con cien monedas un hombre es rico. Con cien
monedas se puede vivir tranquilo. Sacó el cálculo. Si trabajara y ahorrara su salario
y algún dinero extra que recibía, en once o doce años juntaría lo necesario. "Doce
años es mucho tiempo", pensó.
Vender...
220
Vender...
... Durante los siguientes meses, el sirviente siguió sus planes tal como se le
ocurrieron aquella noche. Una mañana, el paje entró a la alcoba real golpeando las
puertas, refunfuñando y de malas pulgas.
-Hago mi trabajo, ¿no? ¿Qué querría su Alteza, que fuera su bufón y su juglar
también?
Pero qué pasaría si la iluminación llegara a nuestras vidas y nos diéramos cuenta,
221
así, de golpe, que nuestras 99 monedas son el cien por ciento del tesoro, que no
nos falta nada, que nadie se quedó con lo nuestro, que nada tiene de más redondo
cien que noventa y nueve, que ésta es sólo una trampa, una zanahoria puesta frente
a nosotros para que seamos estúpidos, para que tiremos del carro, cansados,
malhumorados, infelices o resignados.
Si estamos insatisfechos con lo que tenemos hoy, dice Jodorowsky (2006), por más
que obtengamos, siempre estaremos insatisfechos. Sepamos aprovecharnos de lo que
tenemos, pues lo poco que tenemos podría sernos retirado al despertar.
•¿Cuáles son las cosas por las que siento pasión en la vida y en el trabajo?
•¿Cuáles son las aspiraciones que tengo a corto plazo, cuando voy a trabajar?
•¿Sé realmente qué piensan los demás de mí? ¿Soy valiente para descubrirlo?
222
•¿Soy egoísta? ¿Soy soberbio? ¿Soy desconsiderado? ¿Escucho con genuino interés
todo lo que me dicen? ¿Soy intolerante? ¿Soy humilde?
•¿Soy yo mismo?
Pero para que se produzca el cambio, no basta con cambiar nuestras conductas.
Debemos cambiar nuestra mente, nuestro corazón, nuestro espíritu y nuestra alma. Las
conductas estimulan más el cambio que las palabras. El ejemplo es más poderoso que
una promesa o unas palabras.
Albom (2000) dice que "estamos demasiado ocupados en las pequeñas cosas y no
adquirimos la costumbre de contemplar nuestras vidas desde fuera y decirnos:
¿Esto es todo? ¿Es todo lo que quiero? ¿Me falta algo?". Y no se está refiriendo a
aspectos materiales, más bien arremete contra ellos.
En mi vida me encontraba por todas partes con personas que querían engullir
algo nuevo. Engullir un coche nuevo, engullir un bien inmobiliario nuevo, engullir el
último juguete. Y después querían contártelo. ¿A que no sabes lo que tengo? ¿A
que no sabes lo que tengo?
¿Sabes cómo he interpretado esto siempre? Estas personas tenían tanta hambre
de amor que aceptaban sucedáneos. Abrazaban las cosas materiales y esperaban
223
que éstas les devolvieran el abrazo de alguna manera. Pero eso no da resultado
nunca. Las cosas materiales no pueden servir de sucedáneo del amor, ni de la
delicadeza, ni de la ternura, ni del sentimiento de camaradería. El dinero no sirve de
sucedáneo de la ternura, y el poder no sirve de sucedáneo de la ternura.
Hay una gran confusión entre lo que queremos y lo que necesitamos. Necesitas
comida, quieres un helado de chocolate. Tienes que ser sincero contigo mismo.
Grian (2006), en la misma línea, dice que cuanto más acumulamos más infelices
nos acabamos sintiendo..
Y Fisher (2005) dice que la mayoría de las cosas materiales se necesitan para
calmar la ansiedad que se sentiría si no se tuvieran. Y que para crecer
emocionalmente, uno necesita tener muy claro cuáles son sus necesidades. Si
tomamos consciencia podemos elegir entre continuar teniendo la necesidad o
desprendernos de ella. Entonces podemos alcanzar ese maravilloso estado en el que
preferimos no necesitar.
Y Joaquín Sabina nos previene con el verso: "Que el equipaje no lastre tus alas".
7.1.4. Valores
224
importante.
Rovira (2006) afirma que la grandeza de una causa no se mide por sus
dimensiones. Las causas son grandes en la medida en que es grande el corazón de
aquel o aquellos que trabajan para ellas. Pero en todas las causas debe haber
integridad, excelencia y voluntad de servicio, ya que sin estos principios no hay
propósito verdadero.
Es necesario invertir para obtener y dar para ganar. La verdadera fuerza nace del
esfuerzo, que en esencia, no es más que voluntad y entrega. Si no te entregas, es
difícil que culmines cualquier propósito porque es fácil que la pereza, el
aburrimiento, la resignación, la impaciencia o la veleidad ganen la partida.
Muchas personas buscan hacer cosas importantes, pero, por desgracia, muy
pocas están dispuestas a hacer las cosas pequeñas. ¡Y sólo a través de las pequeñas
cosas se logran las grandes obras!
Las personas verdaderamente poderosas tienen una gran humildad. Ser humilde
es saber renunciar a lo accesorio para concentrarse en lo que realmente genera
prosperidad, es ser generoso.
Dilts (2004) plantea cuatro pasos para poner en acción los valores:
•Determinar las capacidades clave necesarias para establecer y llevar a cabo ese valor
225
•Aclarar los entornos donde es más importante expresar ese valor
En el cuadro 7.1. se presentan algunos ejemplos que combinan las dos variables:
valores y comportamientos, que sirven de ejemplo de cómo operativizar los valores.
La misión, la visión y los valores están relacionados entre sí, y cuando hay un
compromiso con los mismos, y se hacen propios, es más probable alcanzar el bienestar
personal.
7.1.5. Creencias
Las ideas o pensamientos que cada persona acepta como válidos definen en gran medida
su comportamiento. En muchas ocasiones el tipo de verbalizaciones que aparecen en las
sesiones de coaching, sobre todo en un principio, cuando se define el plan de acción a
seguir, son negativas.
Ortiz (2005) clasifica las creencias que frenan o impiden el desarrollo y el aprendizaje,
y que denomina limitadoras, y distingue las relacionadas con los siguientes aspectos:
•La desesperanza. Son creencias de carácter negativo sobre el futuro, por ejemplo:
"haga lo que haga nada cambiará", "no vale la pena esforzarse".
226
control, algunos ejemplos son los siguientes: "no puedo", "no soy capaz de
conseguir eso', "eso está fuera de mi alcance"
•La ausencia de mérito. Son creencias que minusvaloran el esfuerzo realizado y los
resultados conseguidos, por ejemplo: "no me lo merezco", "esto no está a mi
altura'.
En la película Star Wars, en el episodio cuatro, hay una escena entre Obi-Wan
Kenobi y el joven Luke Skywalker en la que este último manifiesta un conjunto de
creencias limitadoras, y Obi-Wan Kenobi, que tiene el rol de coach, intenta
plantearle retos para que las abandone y actúe, pero siempre respetándole.
-Luke: Escuche, puedo llevarle hasta Encorgey y allí puede conseguir transporte
para Mosansley o para donde quiera.
227
Más tarde, en el episodio cinco, cuando está recibiendo entrenamiento de Jedi,
tiene lugar el siguiente diálogo:
-Jedi: ¿Tan seguro estás? Tú siempre dices que no se puede. Nada oyes de lo
que digo.
Luke: Maestro, mover piedras es una cosa, pero esto, esto es totalmente
diferente
228
En los procesos de coaching es muy importante detectar las creencias que frenan y
sustituirlas por otras creencias que impliquen esperanza de futuro y, lo más difícil,
hacerle ver al coachee el verdadero poder de esas creencias, que le van a ofrecer la
fuerza necesaria para aproximarse a una meta, para esforzarse y mantener ese esfuerzo,
la sensación de capacidad, pues está comprobado que con niveles de autoestima y
autoeficacia altos, se incrementan las posibilidades de conseguir los objetivos que se
desean, responsabilidad, sentido de valía, etc. Es mucho más probable conseguir algo en
lo que se cree, precisamente por eso, porque estamos convencidos de que lo vamos a
conseguir, es la profecía autocumplida.
Una persona con escasez de buenas creencias puede llegar a sufrir incluso en
circunstancias buenas, y una persona con buenas creencias es capaz de disfrutar de su
vida incluso en circunstancias difíciles. Ya desde muy antiguo se nos advirtió que lo que
nos hace sufrir o disfrutar no es lo que hacemos y lo que nos pasa, sino el sentido que le
damos a cada momento vivido. Si se desarrollan hábitos cognitivos sanos, es decir, si se
piensa de forma saludable, es posible alimentar las necesidades emocionales con las
propias creencias y proteger las ilusiones y los sueños de los acontecimientos externos
negativos (Huete, 2006).
229
7.1.6. La creencia en la suerte
Una de las creencias que puede determinar el éxito o fracaso de un proceso de coaching
es aquella que se basa en que el destino ya está escrito o que la suerte determina lo que
pase.
Rovira (2006) afirma que por difíciles que sean las circunstancias que te rodean, hay
que adoptar siempre una actitud positiva. Tus circunstancias cambiarán e irán a mejor en
la medida en que no te resignes ni te entregues al pesimismo. Si el reto que tienes ante ti
es difícil, vívelo como una oportunidad; sírvete de este consejo para ir más allá de ese
"tú" que eres hoy y conviértete en quien puedes llegar a ser mañana.
Una semilla, por diminuta que sea, sabe en su esencia que puede llegar a ser una
hermosa flor o un gran árbol. A menudo la idea que tenemos de nosotros mismos
puede ser nuestra principal limitación.
Los grandes retos, ante lo que se nos antoja imposible, ante los cambios
inesperados, la vida nos ofrece la posibilidad de reconocernos y de saber hasta
dónde podemos llegar.
Todos los seres humanos que han hecho grandes realizaciones coinciden en un
aspecto: no creían en la casualidad. Creían en la fuerza de la voluntad. Estaban
230
convencidos de que las cosas no sucedían gracias a los golpes de suerte, sino por
una compleja relación causa-efecto en la que ellos decidían ser siempre la causa.
No nos atrevemos a hacer muchas cosas no porque sean difíciles. Más bien son
difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas.
Las dificultades no son piedras en el camino, más bien son un escalón que te
permite ir más allá si te lo propones. El desánimo, la resignación y la impaciencia no
son buenas compañeras ni ayudan cuando la vida se pone cuesta arriba.
Finalmente, lo único que nos llevaremos es aquello que hemos dado.
Rovira (2006)
Bucay (2006) afirma: "Creo que los que se sienten afortunados tienen, de
promedio, una actitud más optimista (especialmente frente a cosas nuevas) y un
comportamiento más constructivo, positivo y comprometido frente a las
dificultades".
"Te propongo aceptar que la suerte influye en nuestras vidas pero no alcanza a
determinarla, aceptar la responsabilidad que nos toca en cada uno de nuestros
fracasos y que nuestra acción es imprescindible para cualquier logro, aunque
muchas veces pueda no ser suficiente. Te propongo que aceptemos que,
afortunadamente, no somos omnipotentes, y por eso podemos hacer muchas cosas
para cambiar nuestras vidas. Pero dadas nuestras limitaciones y la imprevisibilidad
de algunos hechos, nunca podremos garantizar los resultados".
231
•No permitas que te abandone el buen humor
Y ten presente también, si quieres encontrarla, que Fortuna suele apartarse de los
ansiosos, de los violentos, de los pesimistas, de los aburridos, de los envidiosos, de
los exigentes, de los controladores y de los que nunca se equivocan.
Claro que Woody Allen en Match Point parece que no opina lo mismo por como
comienza su película, aunque a lo largo de la misma nos demuestra que tiene un
concepto de la suerte muy similar a los de Rovira y Bucay.
"Aquel que dijo: 'más vale tener suerte que talento' conocía la esencia de la vida.
La gente tiene miedo a reconocer que gran parte de la vida depende de la suerte.
Asusta pensar cuántas cosas escapan a nuestro control. En un partido (de tenis) hay
momentos en que la pelota golpea el borde de la red, y durante una fracción de
segundo puede seguir hacia delante o caer hacia atrás. Con un poco de suerte sigue
hacia delante y ganas, o no lo hace y pierdes".
232
a)Objetivo
b)Resultados esperados
c)Acciones concretas y fechas para el desarrollo del objetivo, que debe ser Específico,
Medible, Alcanzable, Relevante y en un Tiempo limitado.
•¿Qué vas a trabajar? ¿Qué harás? ¿Qué pasos vas a seguir? ¿Cómo lo harás?
•Recursos necesarios
•Recursos necesarios
•Relevancia
d) Comentarios
Todos estos apartados deben ser cumplimentados por el coachee y puestos por
escrito. El primero de ellos es clave, el objetivo que se persigue, aquello que se desea
mejorar o desarrollar. Por la importancia de la temática se aborda en el siguiente punto.
7.2.1. Objetivos
233
La vida no es una carrera, sino un tiro al blanco, lo que importa no es el ahorro de
tiempo, sino la capacidad de encontrar una diana (Susana Tamaro, 1994; Donde el
corazón te lleve)
Para conseguir algo hace falta tener claro qué se desea conseguir. Sin objetivos claros
es difícil decidir qué hacer y cómo, y más aún analizar los resultados. Es más, aunque se
sepa lo que se quiere, el hecho de formularlo por escrito lo dota de solemnidad y
aumenta el compromiso para alcanzarlo.
Para Dilts (2004), un objetivo se considera bien formado cuando puede ser...
234
Dilts (2004) sugiere una serie de estrategias para marcar objetivos, que aparecen en el
cuadro 7.2. En la columna de la izquierda aparece la actividad a realizar, y en la de la
derecha el comienzo de la frase que permite redactar el objetivo.
-Quiero dejar de pensar en otras cosas cuando los demás me cuentan algo
235
de los demás y así podría incrementar su satisfacción.
Bayón y cols. (2006) recomiendan redactar entre dos y cuatro objetivos, los que sean
más prioritarios, porque reflejarán las mayores oportunidades de progreso. Resulta
también útil identificar las personas y circunstancias del entorno que puede facilitar que
se alcancen los objetivos o que pueden dificultarlos. Además se suele pedir al coachee
que realice una estimación sobre la probabilidad de cumplimiento de cada objetivo.
Según Dilts, para determinar un objetivo, hay que revisar las creencias que tiene la
persona alrededor de dicho objetivo, y por lo tanto, habría que plantearse los siguientes
aspectos:
Por ejemplo, ¿Cuál sería el punto en el que se podría decir que el problema se ha
resuelto? ¿Y la fase inmediatamente anterior? ¿En qué se basaría para saber que estamos
en esa fase anterior?
236
Algo que era complicado se ha convertido en sencillo y se puede verificar la eficacia
de la intervención en cada fase. Fraccionar el objetivo evita la resistencia al cambio y si
no se consigue uno de los pequeños objetivos, no se compromete el resultado final.
Otro modelo útil es el denominado G.R.O.W. (Eales-White, 2005; Fine, 2001), que
sigue cuatro etapas para centrar la atención en el proceso de toma de decisiones del
individuo, dividiéndolo en pasos más pequeños y discretos.
W.Formas de avanzar, el compromiso con una de las opciones. Acordar qué (what)
debe hacerse, cuándo (when), por quién (whom) y crear la voluntad (will) de hacerlo
Los objetivos deben acercar al coachee hacia una meta, muchas veces necesaria, y
que supone un cambio. Pero no es suficiente contar con la obligación o necesidad de
cambio, es necesario tener, además, el deseo de hacerlo. Y el cambio perdurable y
profundo se produce cuando el directivo asume la realidad, comprende las metas y
beneficios futuros e inicia su transformación desde dentro hacia fuera (Williams, 2003).
Nardone y cols. (2005) señalan las siguientes técnicas que pueden ser útiles en las
237
sesiones para determinar objetivos, ya que permiten analizar las soluciones intentadas y
definir el problema a resolver:
Cada día, desde hoy hasta que nos volvamos a ver, deben pensar no en cómo
mejorar, sino en cómo pueden empeorar su situación. Cada día se harán esta
pregunta: Si yo quisiera empeorar deliberada y voluntariamente nuestra situación,
¿qué debería hacer o dejar de hacer? ¿Qué debería pensar o dejar de pensar para
que las cosas fueran peor?
A menudo, se dan cuenta de que para empeorar la situación basta con continuar
haciendo lo mismo que se ha hecho hasta el momento.
Imagine durante toda la mañana que su problema desaparece por arte de magia.
¿Qué cambiaría en su empresa? ¿Qué haría usted diferente? ¿Qué harían los
demás? ¿Qué problemas vendrían después? ¿Qué debería afrontar? ¿En qué se
apreciaría que la empresa está recuperada?
b)Resultados esperados:
238
Me exijo muchísimo a mí mismo y le exijo lo mismo a los colaboradores que
trabajan conmigo.
Ejemplo 2: Hace 3 días di una conferencia de una hora ante un grupo de unos
50 empresarios. El director general y otros directivos me felicitaron efusivamente
por mi intervención. Yo no quise recibir las felicitaciones y lo único que dije fue
que no estaba tan contento con la actuación, que podía haberlo hecho bastante
mejor.
En una situación ideal no soy tan exigente con los que me rodean, soy más
tolerante con las reacciones de los demás que considere incorrectas y que yo no
haría.
239
conferencia haya sido muy positiva para el público. Sentirme orgulloso y
satisfecho.
Al exigirme menos, estaría siempre mucho más satisfecho con los resultados
conseguidos en todos los aspectos de la vida. Al exigir menos a los demás y ser
más "comprensivo", no me tomaría tan mal las reacciones de los que me rodean
y no sufriría por algunas acciones de mi círculo más cercano a las que,
probablemente, les doy mucha más importancia de la que debería.
•Acción:
•¿Qué harás?:
240
Valorar las felicitaciones de los demás y no compararme siempre con otros que
lo hacen mejor que yo.
-En la próxima conferencia, que tengo el martes de la semana que viene ante
directivos de la Cámara de Comercio, cuando acabe de exponer, les
preguntaré qué les ha parecido y les daré a todos las gracias cuando me hagan
comentarios positivos.
-Grabaré mis conferencias para ver cómo voy mejorando poco a poco y así
tener conciencia de ello.
-Reforzaré los logros de los otros, sin compararlos con los que podrían
conseguir, simplemente por la valía de lo realizado.
La reacción de las personas que me felicitan cuando les sonría y les agradezca
sus palabras y refuerzos.
A mis colaboradores, les verbalizaré que les agradezco sus refuerzos positivos y
les elogiaré a ellos.
•Relevancia: Alta.
241
Cada día me marcaré dos acciones concretas, para el lunes de la semana que
viene, que comenzaré el programa:
-Sustituir el primer pensamiento negativo del día por otro positivo, ya sea sobre
mi o sobre otra persona.
Acción 2:
•Acción:
-Respirar profundo.
242
- Recordar que yo también puedo cometer ese error (suponiendo que sea un
error...).
-Preguntarme ¿me merece la pena enfadarme por esto?¿ Gano algo así?
-Si detecto que voy a saltar, verbalizar ante el interlocutor que no puedo evitar
irritarme y pedirle diferir la conversación.
-Feedback obtenido por los otros al cambiar mi forma de actuar hacia ellos.
•Relevancia: Alta.
Una vez diseñado el plan de acción hay que llevarlo a cabo, ponerlo en práctica, lo que
supone comprometerse permanentemente con las nuevas conductas, repetirlas para
convertirlas en hábitos. Por ejemplo, reflexionar cada día sobre nuestras relaciones
personales, asegura la eficacia en las relaciones.
Las personas aprenden haciendo las cosas por ellas mismas, en este sentido, Confucio
nos dice: "oigo y olvido, veo y comprendo, hago y aprendo". YTagore afirma: una
243
persona retiene el 10% de lo que oye, el 30% de lo que ve, el 60% de lo que escribe y el
80% de lo que hace.
Carnegier cita las palabras de Bernard Shaw: Si se enseña algo a un hombre, jamás lo
aprenderá". Afirma que sólo el conocimiento que se practica persiste en nuestro espíritu.
Sin vanidad dejaríamos atrás falsas ideas de grandeza que conducen a la propia
destrucción. Y aprovecharíamos la energía para cultivar la excelencia y ayudar a
quienes nos rodean a percibir sus cualidades, sus virtudes, a brillar.
244
Aprender a equivocarse es casi la única manera de aprender. Se trata de sustituir
la palabra "fracaso" por "aprendizaje para mejorar o cambiar". Del mismo modo,
habría que dejar de decir "soy culpable" y cambiar esa fea expresión por "soy
responsable". Sólo cuando uno asume su responsabilidad ante lo que le ocurre en la
vida puede crear las circunstancias que generan el cambio. El vicio de apuntar con
el dedo a los demás y culparles de lo que ocurre no aporta más que discusiones
estériles que no generan acciones de cambio. Si renuncio a mi responsabilidad,
renuncio a mi libertad para crear y cambiar las circunstancias que me rodean.
Resulta útil plantearse cada día hacer algo diferente, cada día hacer una cosa pequeña,
concreta y distinta de lo que se ha hecho hasta ahora y que permita reforzar la
competencia que se está trabajando (por ejemplo: ¿cómo se comportará hoy para que los
demás le vean simpático y agradable?).
Allen (2001) propone cuatro situaciones que a la vez son cuatro etapas de
modificación de una conducta, y que se suceden de forma secuencial; son las siguientes:
•Competencia inconsciente: La persona hace las cosas sin apenas plantearse cómo
hacerlas, ni dejar de hacerlas, se han convertido en un hábito, las ha interiorizado.
Algunos autores hablan de una quinta fase que supone la reflexión sobre el hábito para
hacerlo más consciente y poderlo mejorar, especialmente cuando es necesario adaptarse
a los cambios.
245
7.3.1. Suspender las soluciones intentadas
Frederic Solergibert narra el siguiente cuento llamado "Las dos ranas y el balde",
que hemos cambiado por las dos moscas:
Sucedió una vez que dos moscas salieron a dar un paseo. Como hacían a
menudo, recorrían los prados que rodeaban su charca volando alegremente. Hasta
que un día sucedió algo totalmente inesperado: cayeron dentro de un balde de leche
que el vaquero había olvidado cerca del establo y aún guardaba bastante leche.
-Je has dado cuenta de que nunca vamos a salir de aquí? - le dijo la mosca
mayor a la más joven. Nuestras patitas no podrán soportarlo mucho tiempo y me
temo que nunca saldremos de ésta.
Moriremos aquí.
246
-No importa - respondió la otra mosca-. No podemos hacer otra cosa que nadar.
Nada y no te lamentes. Conserva tus fuerzas.
-Nunca saldremos de aquí, éste será nuestro final. Me duelen las patas y ya casi
me es imposible seguir nadando. En verdad, ha llegado nuestro fin.
-No puedo más - volvió a quejarse la mosca mayor-. De verdad te digo que ya
no puedo más. Ya no siento las patas, ya no sé si las muevo o no. No veo bien y no
sé hacia dónde me muevo. Ya no sé nada.
-Es inútil. No tiene ningún sentido seguir luchando. No entiendo qué estamos
haciendo, por qué he de seguir nadando. Nunca podremos escapar.
Y aún reunieron fuerzas para nadar unos instantes más..., hasta que la mosca
mayor, extenuada, abandonó y murió ahogada. Y también la mosca más joven sin
247
tió la tentación de abandonar la lucha, de dejarse vencer y acabar con ello, pero
siguió nadando y nadando mientras se repetía a sí misma:
-Nada, nada. Un poco más, sólo un poco más. Continúa nadando. ¡Nada, nada!
Pero el tiempo pasaba y la mosca se sentía cada vez más débil. Le dolían las
patas, todo el cuerpo le dolía, pero ella seguía nadando, nadando, moviendo sin
cesar sus pequeñas extremidades.
Bajo sus patitas empezó a notar algo de mayor consistencia que la leche, algo
sólido, así que reunió las últimas fuerzas que le quedaban, se apoyó en aquella
masa y saltó... justo por encima del borde del balde, para ir a parar a la seguridad
del prado.
Cierto día, la mosca que se salvó de morir ahogada en la leche cayó en un zumo de
naranja. Tras el caos inicial, se calmó y pensó: "A su debido tiempo todo se
resolverá, como ocurrió la otra vez...". Otra mosca que pasaba por allí vio la escena
y dijo: "¡Eh, Compañera, sube por la pajita y no te canses tanto moviendo las patas
y las alas!". Pero la mosca del zumo sonrió y pensó: "Mi experiencia anterior en
este tipo de situaciones fue un éxito... Sé muy bien lo que hago". Y continuó
debatiéndose hasta que perdió las fuerzas y murió ahogada.
Hay que determinar las soluciones intentadas que se han puesto en funcionamiento
para alcanzar un determinado objetivo o para modificar una situación. Después se
adoptan intervenciones basadas en procedimientos alternativos.
248
A Nardone, Mariotti, Milanese y Fiorenza (2005), a la hora de afrontar los problemas,
no les interesa conocer la verdad profunda y el porqué de las cosas, sino solamente cómo
funcionan y cómo hacerlas funcionar del mejor modo posible. Para ellos el tipo de
preguntas condiciona siempre el tipo de respuestas. Para un cambio estratégico no se
puede utilizar un código lingüístico que lleve a una reconstrucción causal, sino que se
debe usar un código que se enfoque sobre el proceso de cambio. Plantean sustituir la
pregunta "por qué" por la de "cómo funciona". Preguntándose "cómo funciona" una
situación, se evita ir a la búsqueda de culpables, centrándose en las modalidades que
determinan la persistencia de un determinado equilibrio y sobre cómo éste puede ser
modificado. Es sobre la persistencia de un problema sobre lo que se puede intervenir y
no sobre su precedente formación.
Sólo somos conscientes de las cosas que cambian y varían, pero no de las
constantes; sobre todo de las constantes que están ahí desde antes de que fuéramos
conscientes.
Sólo el que está un poco loco es capaz de percibir lo que siempre estuvo allí
(Grian, 2006).
249
llevar a cabo utilizando dudas hipotéticas, la reestructuración paradójica de una
situación, sorprendiendo o provocando al individuo, utilizando metáforas o
historias, proponiendo puntos de vista alternativos, o recurriendo a la ironía.
•La ilusión de alternativas. Se propone una opción aparentemente libre entre dos
alternativas que, en realidad, producen el mismo efecto final: el cambio. Parece que
sólo existen dos posibilidades (y opuestas) cuando en realidad hay más. Una de las
alternativas es muy poco atractiva para la persona, y la otra, aunque difícil, es
preferible a la primera. Parece que se genera la obligación de elegir una de las
opciones, que si hubieran sido presentadas de forma única, hubieran sido
rechazadas. ¿Prefieres hablar ahora o dentro de 10 minutos?
•La resistencia. Es una técnica que deriva de la paradoja, es útil cuando el cliente se
opone a una intervención: "yo necesito de todo su escepticismo y resistencia,
porque así me ayudará a llevar a buen término mi intervención". Por lo tanto, si se
opone está colaborando.
•La confusión. Se genera confusión, pero se señalan, sobre todo al final, algunas ideas
claras y lógicas, que serán a las que se agarre el interlocutor.
•Anticipar las reacciones del interlocutor. Frases que empiezan: "lo encontrará
probablemente insensato, pero tengo la impresión.. ."; "parece ridículo, pero..."
•Como si. Pretende que la persona ponga en marcha un pequeño cambio cada día.
Quisiera que usted, durante una semana, se plantease cada día esta pregunta: ¿qué
haría hoy distinto de lo que hace habitualmente si este problema no existiese? Elija
la cosa más pequeña y póngala en práctica. Cada día elija una cosa nueva, como si
estuviese más allá del problema.
250
•Anécdotas, historias, narraciones. Permiten comunicar importantes contenidos
explotando la forma indirecta de la proyección y la identificación con la que a
menudo una persona actúa frente a personajes y situaciones de una historia. Esta
modalidad de comunicación minimiza la resistencia de la persona, pues no se la
somete a ninguna solicitud directa. El mensaje llega también velado y en forma de
metáfora, transmitiendo fuertes sugestiones.
-Las historias no implican una amenaza para el sistema de creencias de quien nos
escucha.
251
Para desarrollar la práctica que otra persona necesita, es necesario planearla con el
coach, definir la frecuencia y duración de la práctica, y fijar reuniones para examinar los
progresos y establecer nuevas metas.
Una relación de coaching debe tener una fecha de finalización acordada de antemano,
el coachee tiene que saber por anticipado cuándo se inicia y cuándo acaba el proceso en
el que los objetivos se deben alcanzar. Con una duración mayor a seis meses puede
provocar en el directivo un estado de dependencia emocional o psicológica (síndrome de
Svengali), que supedite su capacidad de actuación y toma de decisiones a las sesiones de
coaching en las que trata con el coach cada una de sus actuaciones. Si el proceso debiera
continuar, se recomienda dejar pasar al menos tres meses entre la conclusión de un
proceso de coaching y su posible continuidad (Bayón y cols., 2006) y prestar especial
atención a que el coach consiga que el coachee libere su talento y no se someta al del
propio coach.
Si tanto coach como coachee son capaces de percibir sus propios sentimientos y
aceptarlos, es bastante más probable que sean más coherentes y sinceros consigo mismos
y con los demás. Se recomienda que las sesiones se realicen en un entorno tranquilo,
frecuentemente esto se ve favorecido si se realizan fuera del despacho del coachee.
252
El mismo instrumento que permitió definir la situación de la persona sirve como
benchmark para medir el progreso y evolución a través del coaching. Mejoras de un
punto en una escala Likert de cinco, son mejoras que hay que interpretar como muy
relevantes, ya que suponen hasta un 20% de cambio.
La utilidad del coaching ha provocado que se haya extendido como técnica de desarrollo
directivo, las causas de ello según Cubeiro (2005) son la creciente complejidad de la
labor ejecutiva, en la que el directivo tiene que gestionar el presente y anticipar el futuro;
actualizarse técnicamente y madurar emocionalmente; tomar decisiones y reflexionar
sobre el entorno; avanzar en aprendizajes; elegir a los más capaces y comprometidos y
hacer que crezcan sin perder su propia identidad y buscar sinergias como equipo.
Pinchot y Pinchot (2001) afirman que el objetivo del coaching no es corregir lo que
está mal, sino descubrir nuevas capacidades y formas de usar los viejos talentos que
lleven a una mayor eficiencia.
Para Hillier-Fry (2004) los directivos son una inversión cuyo retorno debe
incrementarse a medida que ascienden por la jerarquía de la organización, aunque en
ocasiones no es así: los directivos pueden "estrellarse" o "quemarse", sus experiencias
pueden limitar su crecimiento, e incluso les llevan a abandonar la compañía.
253
contribución individual de cada directivo, sino por la gestión de la inversión. En este
sentido el coaching hace una clara contribución al negocio actuando sobre dos tipos de
riesgos:
Bayón, Cubeiro, Romo y Sáinz (2006) señalan las razones por las que las empresas
recurren cada vez con mayor frecuencia al coaching, y apoyándose en distintos estudios,
destacan las siguientes:
•Se consigue un retorno de la inversión de seis veces el coste del coaching en mejoras
de rendimiento y calidad, incluyendo como coste el tiempo que el directivo recibe
coaching.
•El aprendizaje de habilidades de coaching por parte de los directivos hace que el
rendimiento se incremente un 88% cuando la formación se combina con coaching,
frente a una mejora del rendimiento del 22,4% cuando se imparte únicamente
formación.
254
•Sólo el 16% de los empleados que reciben coaching prevén cambiar de trabajo el
próximo año, frente al 35% de los empleados que no lo reciben.
•A la hora de elegir compañía, el factor que mayor peso tiene para un directivo es
tener posibilidades de desarrollo.
•La rotación externa de los directivos disminuye cuando se les ofrece coaching.
Cubeiro (2004) cita un estudio que señala mejoras en más de un 50% de los casos en
las relaciones con los colaboradores, con su jefe, en el trabajo en equipo, en las
relaciones con sus iguales, en la satisfacción con el trabajo, en la productividad, en la
reducción de conflictos. Y entre un 20 y un 50% de los casos, se encuentran también
mejoras en la calidad, la capacidad organizativa, el compromiso organizativo, la
orientación al cliente, la calidad de servicio, la retención de talento, la reducción de costes
y los beneficios.
Según Cubeiro (2004) la rentabilidad del coaching podría ser mayor cuanto...
•Mayor sea el nivel de responsabilidad del ejecutivo que recibe coaching, empezando
por que lo reciba el comité de dirección
•Mejor definida esté la proposición de valor para el cliente, que puede ser de cuatro
tipos: coste más bajo, líder de producto, soluciones completas, o alto coste de
migrar a otro proveedor
255
•Más se comparta en la empresa cierta cultura de coaching
•Mejor se apalanquen los objetivos a conseguir sobre las fortalezas y las oportunidades
de mejora. Las personas debemos desarrollarnos sobre nuestros puntos fuertes, no
sobre nuestros puntos débiles
Freas (2001) afirma que si la actitud de los empleados con respecto a 10 puntos
esenciales (trato con superiores, trabajo en equipo, carga de trabajo, etc.) mejora un 5%,
la satisfacción de los clientes de la compañía lo hará un 1,3%, y los ingresos aumentarán
un 0,5%.
No resulta fácil encontrar buenos indicadores para evaluar la rentabilidad del coaching,
porque otras muchas variables pueden influir en los cambios logrados. Pero todos los
esfuerzos que se realicen por su medición contribuirán a su justificación como estrategia
eficaz y eficiente en el desarrollo de las personas.
256
257
8.i. El equipo como sistema
La forma de trabajar es una de las características que más ha cambiado en los últimos
años en el entorno organizacional. Se ha pasado de trabajar individualmente a trabajar en
equipo, de manera colectiva. Se llega a ello por pura necesidad, la naturaleza de nuestro
trabajo se ha vuelto más complicada, los factores que intervienen son mucho mayores y
es prácticamente imposible que un individuo aislado sea capaz de dar respuesta y ofrecer
soluciones efectivas y en un tiempo reducido.
258
presentan una serie de características que hacen que se produzca un rozamiento que les
resta mucha de la potencia y energía que podrían desplegar. Durante un tiempo, el
énfasis se puso en el "team building", cuyo objetivo era aumentar la motivación colectiva
y consecuentemente, buscar una mayor cohesión de equipo, pero no es suficiente una
apariencia de buenas relaciones entre los compañeros, es necesario analizar las carencias
del equipo y buscar soluciones para que los equipos funcionen.
Por ello junto al tema recurrente de los equipos se despliegan una serie de elementos
que reclaman la atención constante y que, en términos de Coaching, han pasado a ser de
importancia primordial: la gestión de los conflictos en los equipos, la dimensión
relacional, la delegación, la estructura adecuada, el autoconocimiento, etc. Todo ello se
engloba en lo que se viene a llamar Desarrollo o Coaching de equipos. Esta dimensión del
Coaching ha pasado a ser uno de los elementos que más se trabajan en las organizaciones
actualmente y que se inició en los años 90 con una investigación que perseguía ofrecer
intervenciones de Coaching que involucraran y desarrollaran a los equipos dentro de las
organizaciones. Ya desde el inicio de estas investigaciones (Lombardo y McCauley 1988;
Lombardo y Rober, 1988) quedaba claro que el Coaching de equipos no era simplemente
la aplicación grupal del Coaching individual, sino que presentaba una naturaleza diferente,
especialmente respecto al alcance y al impacto que se pretendía dentro de la
organización. El enfoque sistémico y organizacional requería una serie de conocimientos
e intervenciones que eran (y son) radicalmente diferentes a las intervenciones
individuales. Las dinámicas de los equipos, las barreras grupales, culturales,
organizativas, el componente social, etc. cobran una importancia fundamental en este
tipo de intervenciones. Peñalver (2009), en esa línea, propone herramientas para realizar
un chequeo emocional de los equipos y analizar si están en línea con las estrategias de la
organización.
Desde nuestro punto de vista, esto es debido a una sencilla razón; especialmente en las
culturas occidentales, el centro de interés ha sido el individuo, el hombre como medida
259
de todas las cosas, por lo cual, no estamos preparados para la formación de equipos. En
los colegios y Universidades nos animan a competir más que a colaborar, llegar a ser el
mejor, figurar en el cuadro de honor. Como consecuencia, los problemas se le presentan
al individuo más que a un equipo. Las gratificaciones se les dan a individuos concretos
(calificaciones estudiantiles), los estudiantes son estimulados a ser independientes y a no
pedir ayuda, a ser autosuficientes, lo que pone de manifiesto una profunda ignorancia
con graves consecuencias; las metas las establecen otros, y se pide a los individuos que
las logren. En algunos sistemas escolares, con suerte, se dedica una tarde a la semana a
deportes de equipo, pero a menudo son reemplazados por deportes individuales (correr,
tenis, natación, golf). No nos enseñan a relacionarnos en equipos, salvo en raras y
contadas ocasiones, y normalmente bajo un ambiente muy competitivo. Sin embargo,
cuando accedemos al mundo de la organización, de repente, sin previo aviso, se nos
exige trabajar colectivamente, conseguir resultados conjuntamente y coordinarnos con los
demás. Temas que hasta este momento simplemente no habían existido para nosotros se
convierten en uno de los principales motores del trabajo y un elemento con el que
debemos enfrentarnos a diario. Es como despertar de un sueño y entrar en una pesadilla.
La estructura más tradicional nos muestra un equipo con un director al frente y con
sus colaboradores directos que, a su vez, pueden tener otros colaboradores bajo su
mando. Sin embargo, hay numerosas variantes. Equipos organizados verticalmente que
cruzan varios niveles jerárquicos, equipos organizados transversalmente que acaparan
una gran variedad de funciones (marketing, producción, personal) y distintos niveles
jerárquicos, equipos de proyectos que se crean y se disuelven tras conseguir su fin. Cada
vez es mayor el número de organizaciones que están adoptando una estructura matricial,
mucho más horizontal y transversal, que ofrece otra dimensión de trabajo de equipo
basado en relaciones no jerárquicas.
Nos encontramos pues con distintos entornos en los que conviven y trabajan los
260
equipos, entornos tradicionales, jerárquicos y estructurados junto a entornos mucho más
flexibles y ligeros. Además, junto a ello, la evolución de las organizaciones
multinacionales, los cambios en el entorno de los negocios, la tecnología y las estructuras
organizativas han propiciado la aparición de un nuevo tipo de equipos, los equipos
virtuales y multiculturales, esparcidos a lo largo del globo. Este tipo de equipos reclama
unas dinámicas de Coaching y Desarrollo algo diferentes, que se resumen a continuación.
Los equipos virtuales son aquellos cuyos miembros están separados por la distancia y
han de confiar en la tecnología para sus comunicaciones (Zaccaro y Bader, 2003),
mientras que los equipos globales (o multiculturales) se refieren a equipos compuestos
por miembros de diferentes orígenes culturales.
La necesidad del desarrollo de equipos virtuales y globales tiene el mismo origen que
los equipos tradicionales: las personas perciben las situaciones de manera diferente,
cuando esas diferencias son incompatibles o se ven como amenazas, surge el conflicto.
En los equipos virtuales, en la mayoría de los casos, sus miembros no se conocen
interpersonalmente, lo que puede originar una cierta falta de familiaridad que erosiona el
clima de confianza; además, la comunicación se empobrece, ya que al tener lugar a
través de la tecnología, sin posibilidad de una comunicación no verbal directa, la
comprensión es más difícil; tampoco existen demasiadas normas de equipo y no se suele
detectar con claridad si existe una comprensión común de los temas.
La comunicación vía mail complica las cosas. Las personas tendemos a escribir cosas
que no diríamos nunca en persona, el mail hace que nos inhibamos menos que en la
comunicación cara a cara.
Los líderes de estos equipos han de estar mucho más alerta a cualquier signo que
refleje un inicio de conflicto. Las percepciones tienen aquí una gran importancia. Se ha
de hacer un especial hincapié en que exista una comprensión mutua de los mensajes.
Crear normas es especialmente importante, y éstas tienen que ser más detalladas y
precisas que en los equipos tradicionales, sobre todo en lo referente a temas como
comunicación, roles, responsabilidades, expectativas, cómo afrontar los conflictos, etc.
261
Las diferencias culturales son otra fuente clara de conflicto. La falta de significados
compartidos y de un entendimiento del mundo común o próximo crea angustia y
frustración (culturas individuales versus culturas colectivas, actitudes ante la jerarquía).
Tratar de entenderse es el reto principal de los equipos virtuales y globales.
Independientemente del tipo de equipo del que hablemos, hay una serie de elementos
constantes como son:
•Dirección
•Tamaño
•Composición
En relación al primer elemento, en todos los equipos debe haber un supervisor, una
dirección, alguien que pueda tomar una decisión cuando surja un problema. Esta
dirección puede ser unipersonal o colegiada, aunque generalmente son líderes
unipersonales los que dirigen los equipos.
Con respecto al tamaño, las investigaciones difieren en cuanto al tamaño ideal para un
equipo de trabajo, que sin duda depende de la misión del equipo. Los verdaderos equipos
de trabajo, en oposición a los colectivos reunidos esporádicamente, o a los grupos
inconexos o sin propósito común, deberían tener entre 10 y 15 personas, cuando los
equipos son más grandes, los procesos se complican y se hace más difícil para todos los
miembros el interactuar con una base continua. Pero un criterio muy importante es que
todos los miembros se conozcan entre sí, ya que a mayor profundidad de conocimiento
mayor efectividad, que se reconozcan entre sí como miembros del mismo equipo, que
dependan unos de otros y que compartan un propósito común.
262
entre sí y formar equipos que conecten rápidamente. Sin embargo, se ha demostrado que
equipos muy variados, aunque inicialmente tienen peores resultados que grupos
homogéneos, pueden obtener mejores resultados a largo plazo, una vez que han
aprendido a coordinarse y a sacar ventaja de su amplio rango de experiencias e ideas.
Mientras más grandes sean las diferencias entre los miembros de un equipo y éste sea
mayor, más dificil será la cohesión. Ésta es una de las razones por la que en reuniones
internacionales, por ejemplo los estados miembros de Naciones Unidas, se tarda tanto
tiempo en llegar a un acuerdo, en cuestiones que externamente parecen relativamente
sencillas.
Los equipos son colectividades de seres humanos, que trabajan en contextos que
tienen una serie de características que pueden facilitar o dificultar su rendimiento.
Veamos las dificultades fundamentales con las que se enfrenta un equipo y que es
necesario tenerlas en cuenta a la hora de trabajar en su desarrollo y en el proceso de
Coaching grupal.
•Los sistemas de promoción han colocado el dinero como principal gratificación, sin
tener en cuenta las recompensas colectivas como elemento motivador para
fomentar el trabajo en equipo.
•Rara vez hay oportunidad para discutir aspectos interpersonales dentro del equipo.
263
dividen a la gente más que unirla.
•El contratar miembros con perfiles muy individualistas contribuye a crear un bajo
interés por las relaciones.
Las siguientes características han ayudado a que haya una mayor conciencia de la
necesidad de formar equipos:
•La evidencia científica de los beneficios de los equipos y la formación de los mismos.
•La creciente negativa, sobre todo entre profesionales jóvenes altamente cualificados,
a la obediencia como método de control, y el rechazo a la racionalidad, la autoridad
y el status como las mejores maneras de organización en el trabajo.
Los equipos que buscan conseguir objetivos de forma eficiente, en cualquier ámbito de
trabajo, ya sea en el mundo organizativo, como en el político o en el de las
organizaciones no gubernamentales, han de evolucionar hacia un desarrollo que permita a
sus miembros trabajar conjuntamente para alcanzar posicionamientos y tomar decisiones
que impacten directamente en la dirección deseada.
264
colectivo. En el desarrollo de equipos no se puede trabajar de manera aislada solamente
una de las facetas. Por ejemplo, no tiene sentido trabajar sólo el lado emocional y
personal de los equipos, pues no con duce sino a un mayor conocimiento de las
personas, que no pueden después volcarlo y transferirlo a su operatividad en el día a día.
Las dos grandes áreas que es necesario trabajar en todos los equipos son:
Ambas áreas son críticas en el desarrollo y el coaching de equipos ya que algo que han
de tener siempre presente es que se les ha de exigir el máximo Rendimiento de Equipo,
independientemente de las fuerzas internas, las circunstancias y los componentes
políticos que llevan aparejados. Esto es particularmente importante cuando se trabaja con
Equipos de Dirección.
El desarrollo de los Equipos es un proceso continuo que abre una serie de frentes que
han de atacarse conjuntamente y que deben converger en un número reducido de
acciones que deben trabajarse para que el equipo pueda desarrollar todo su potencial.
Este proceso suele abrir las siguientes áreas (véase figura 8.1.):
265
a)Sentido de dirección. Ha de estar claro y compartido por todos. Es el elemento
unificador. El que da alineamiento al equipo y le permite tener clara su identidad y
los valores que lo conforman. Es el que permite marcar las pautas estratégicas del
equipo. Se parte de conocer y saber qué es lo que los componentes del equipo
entienden como tal en la organización. Se trata de aclarar y perfilar el sentido de
dirección del equipo. Fuera de cualquier disquisición teórica se establece qué
elementos tiene el equipo en este momento, cuál es su propósito y los valores que
lo mueven (así como las conductas que encarnan esos valores). Lo fundamental en
este punto es saber si estos conceptos son compartidos por todos los miembros del
equipo, si todos entienden lo mismo y juzgan según los mismos parámetros de
entendimiento.
b)Talento técnico y social de sus componentes. Una vez que se ha construido la base
anterior, se puede seguir adelante con la dimensión operativa a través de la
determinación de los conocimientos clave de los miembros del equipo, tanto
técnicos como sociales, y cómo dichos conocimientos ayudan en aquellos puntos
que el equipo necesitapara avanzar. Todos los componentes del equipo han de tener
los conocimientos técnicos suficientes para que el equipo pueda funcionar
adecuadamente. Estos conocimientos técnicos han de fundamentarse en unas
responsabilidades claramente delimitadas que reduzcan la fricción en las zonas de
solape, es decir, aquellas zonas que caen bajo la responsabilidad de más de dos
personas del equipo. Por otro lado, cuando estas fricciones se producen, se ha de
trabajar también en el análisis y mejora de los Procedimientos Operativos del
equipo así como en la determinación y aclaración de responsabilidades de cada uno
de los miembros, haciendo que estas situaciones se afronten de la manera más
efectiva y "aséptica" posible.
266
Figura 8.1. Áreas de desarrollo en el trabajo en equipo.
267
variables de Inclusión, Control y Apertura; también se puede utilizar el Instrumento
de Roles de Belbin (que detalla los roles que juega cada uno de los individuos
dentro del equipo). Un aspecto crucial para el desarrollo es entender por qué no
sólo los equipos sino, también los individuos, se atascan una y otra vez en los
mismos temas y sólo algunos consiguen superarlos. En este punto es necesario
entender cuál es la clave que impide el avance y hacerla emerger. Una vez al
descubierto es necesario trabajarla desde un enfoque positivo para conseguir
avanzar en pequeños pasos hacia su superación definitiva. En este sentido se puede
trabajar desde perspectivas metodológicas vanguardistas como el modelo Harvard
de R.Kegan y el Discurso Apreciativo, ya que tienen un impacto muy profundo y
transformacional.
Conocer el contexto en que nos toca realizar nuestro trabajo nos ayuda a ser más
eficaces, pues dar servicio a Telefónica no es lo mismo que dar servicio a BSCH.
Las reglas de juego, la manera de tomar decisiones, la distribución del poder son
diferentes entre una entidad y otra. Estas diferencias entre entidades son más fáciles
de ver que las dinámicas que existen en un equipo, pues no son tan obvias, pero no
por esto deberíamos dudar de su existencia ni del impacto que pueden tener a la
hora de conseguir resultados trabajando juntos.
A veces, a las personas de talante más práctico les cuesta creer en cosas que no
268
ven, cosas que no se pueden tocar. En el caso del trabajo en equipo, esto se
convierte en un peligro porque aunque no se puedan tocar, están allí y nos afectan.
Por ejemplo, la cultura de un país no se puede ver, pero, ¿hay alguien que
realmente cree que el sur de Italia es como el norte de Suecia? En este caso, ignorar
las diferencias a la hora de intentar conseguir un contrato, sería un motivo de
fracaso. Por lo tanto las dinámicas existen y hay que tenerlas en cuenta si queremos
sacar el máximo provecho de la sinergia que nos ofrece trabajar en equipo.
Tuckman, en 1965, fue el primero en observar este fenómeno y creó un modelo que
describe las cinco etapas de desarrollo. Según este investigador los equipos no llegan a un
estado de madurez en el que pueden ser altamente eficaces, sin haber pasado por una
serie de etapas de desarrollo, y que en cierta manera se corresponden con las fases que
según Piaget todo individuo debe recorrer en su proceso de desarrollo. Son las fases de:
269
que sí parece universal es la necesidad de vivir las primeras dos etapas, pero como en el
caso del individuo, no hay garantías de que el equipo llegue a la madurez. Es posible que
no supere las primeras etapas quedándose en una especie de perpetua adolescencia.
También parece claro que no se puede llegar a la madurez sin haber pasado por las fases
iniciales, tal y como no podemos llegar a ser adultos sin haber sido adolescentes.
El avance del equipo a través de las etapas también se ve afectado por diversas
variables, tales como el predominio de ciertos estilos, las relaciones actuales o históricas
entre departamentos o personas, haciendo que las etapas iniciales sean más o menos
largas. Incluso así, el hecho de conocer qué está pasando y dónde estamos, facilitará el
avance hacia la madurez y el alto rendimiento.
Las cinco etapas identificadas por Tuckman parten de una primera etapa denominada
fase de creación hasta la fase de rendimiento alto del equipo. En cada etapa se pueden
diferenciar comportamientos y situaciones típicas. A continuación se presentan estas
cinco fases (Véase figura 8.2.):
270
1. Fase de Creación
Cuando las personas que van a formar el equipo aún no se conocen, son meros
individuos que están dispuestos a empezar a trabajar como miembros de un mismo
equipo. Esta fase es el inicio del equipo y los miembros no se conocen, los
objetivos y los roles todavía no son de todo claros. Podemos resumir el clima como
confuso y cauto.
2. Fase de Discusión
3. Fase de Normalización
4. Fase de Reformación
271
5. Rendimiento alto
En esta última fase el equipo alcanza la madurez. Pocos equipos llegan a este
nivel de desarrollo, pero algunos sí. En esta fase existe una identificación con el
equipo y el apoyo entre personas, la franqueza y la eficiencia de sus procedimientos
hacen que el equipo sea realmente eficaz.
De todos estos elementos han de ir saliendo acciones que el equipo tiene que
desarrollar, pero, para ser eficaces, el desarrollo no consistirá en hacer muchas cosas a la
vez, sino una, o como mucho dos. Por ello, es muy importante realizar un proceso de
selección y priorización de las acciones que deben llevarse a cabo, marcar las más
importantes como las primeras a emprender y una vez conseguidas éstas, seguir bajando
por su lista de acciones para ir perfilando cada vez más al equipo. El Plan de Desarrollo
es otro de los elementos clave.
272
El Plan de Desarrollo del Equipo tiene una dinámica específica que implica a las
personas desde dos perspectivas, tanto la individual como la colectiva. Ambas deben
estar vinculadas y orientadas al mismo fin. No es posible desarrollar un equipo si sus
componentes no se desarrollan en el mismo sentido que necesita desarrollarse el equipo.
Por ello es muy importante que el desarrollo se lleve a cabo siempre en dos niveles
complementarios y alineados: la parte grupal y la parte individual.
Las "Acciones que provienen de áreas trabajadas" de la figura 8.3. se refieren a cada
uno de los elementos que hemos visto anteriormente y que el equipo ha determinado
como prioritarios para su desarrollo.
273
hablábamos anteriormente (la estructural y la operativa y relacional) y aplicarla en las
áreas de trabajo fundamentales que todo equipo ha de trabajar, y que son:
•Estructura
•Procesos
•Personas
•Cultura
Sólo con este enfoque integral se pueden lograr avances considerables, ya que abarcan
el desarrollo como un todo sin dejar vacíos que ocasionarían que el equipo no pudiera
desarrollarse desde los distintos ángulos a la misma velocidad.
El esquema que se plantea en la figura 8.4. plantea cuatro cuadrantes, cada uno de
ellos con sus elementos característicos. Hay un área individual interior y otra exterior y
un área colectiva interior y otra exterior (Wilber 1996; 2000).
274
Figura 8.4. Los 4 cuadrantes de Wilber (1996; 2000).
Para trabajar las áreas exteriores se pueden utilizar metodologías cuantitativas (datos,
instrumentos de análisis, etc.) ya que son elementos observables.
Por el contrario, las áreas interiores no son observables a simple vista, sino que se
trabajan a nivel comunicativo y de interpretación. Es decir, es necesario dialogar con las
personas, preguntar, pedir feedback e interpretar la cultura.
Bajo este paraguas, todo proyecto de Coaching de Equipos sigue cuatro fases
fundamentales, algunas de las cuales se llevan a cabo de una manera simultánea. El
diseño de la intervención quedaría representado gráficamente en la figura 8.5.
Cada una de estas fases presenta unos vínculos determinantes con las posteriores,
aunque de hecho muchas de ellas van solapadas en el tiempo y en todas ellas se requiere
el trabajo compartido con el equipo y con otros equipos dentro de la organización que
puedan aportar información básica sobre el funcionamiento del Equipo con el que se está
trabajando, en este sentido, cobra especial importancia la ayuda que puede prestar el
275
Departamento de RR HH de la compañía.
•Por un lado se llevan a cabo entrevistas y reuniones con todos los miembros del
equipo y con aquellos actores clave que pueden tener una opinión formada respecto
al funcionamiento del equipo. Es interesante mantener también entrevistas con
distintos miembros de la organización para entender cómo ven al equipo.
•Por otro lado se analizan los datos obtenidos internamente por la organización
(estudios de clima, 3600, etc.).
•Se analizan también los datos obtenidos a través del análisis de los datos procedentes
de los instrumentos de desarrollo de equipo utilizados para el proceso (Myers
276
Briggs, FIRO B, Roles de Belbin, etc.) y se elabora un informe sobre el equipo que
aporte visibilidad sobre las interacciones que pueden ocurrir dentro del equipo, que
ofrecen información muy valiosa sobre las dinámicas internas y las posibles áreas
de fricción entre los componentes del equipo.
Es una fase que tiene una importancia primordial, ya que es la fase en la que se define
el marco conceptual con el que se va a trabajar y la base sobre la que se van a construir
todas las demás etapas.
Uno de los principales elementos que nos encontramos continuamente en todo tipo de
equipos y organizaciones es el de definir con claridad la situación en la que se quiere
trabajar. Muchas veces no se trata realmente de un problema, sino que es necesario
enfocar la situación desde un punto de vista diferente. Es la ya conocida diferencia entre
problemas técnicos y adaptativos (Heifetz, 1997). Muchos equipos y organizaciones
afrontan situaciones adaptativas como si fueran técnicas e intentan simplemente hacer
cambios superficiales sobre bases que ya conocen para resolverlo. Esto no funciona
nunca, tan sólo perpetúa el problema ya que no se ofrece una solución real. Las
situaciones adaptativas requieren cambios profundos para adaptarse a las demandas de la
situación. Requieren crear una nueva manera de entender la realidad, una nueva
tecnología, un nuevo conocimiento. Y lo más difícil, no sabemos si estos cambios van a
producir los resultados deseados, ya que nunca se ha hecho antes. Es decir, pedimos
cambios significativos, profundos y muchas veces dolorosos a los individuos y equipos,
pero no sabemos si va a funcionar, con lo que se crea una tremenda incertidumbre. Estas
situaciones requieren líderes de los equipos dispuestos a empezar a hacer cambios en
ellos mismos antes de pedírselos a los demás.
Para ello es interesante el siguiente ejercicio a hacer por los participantes antes de que
accedan a la fase grupal:
277
Ejercicio. Identificación de la situación
Paso 1
1.Desde tu punto de vista, ¿cuál crees que es el mayor desafío con el que el
equipo se enfrenta actualmente?
4.¿Cuáles pueden ser las implicaciones para los líderes del equipo o de la
organización?, ¿qué deben hacer como líderes?, ¿qué puedes hacer tu para
ayudar a este cambio?
Paso 2
Prepara las respuestas para comentarlas con el resto del equipo en la sesión
presencial.
Todo aquel que haya intentado generar e implementar cambios o llevar a cabo la
transformación en un equipo se ha dado cuenta de lo importante que es definir dos
aspectos cruciales:
•Clarificar los compromisos para cumplir esas metas (qué acciones emprender)
278
Clarificar la meta, conseguir una visión compartida de lo que va a ser el equipo no es
una tarea fácil. En este sentido la metodología del enfoque apreciativo que veíamos en el
capítulo primero puede ser muy útil.
Para ello, los equipos han de visionar aquello que quieren ser, desde una experiencia
de éxito que ya han tenido en el pasado. No se trata de inventar un futuro utópico o
inalcanzable. Es decir, se ha de crear conjuntamente la imagen del futuro deseado. El
primer paso consiste en pensar e imaginar el futuro conjuntamente, hasta dónde podrían
llegar.
Ejercicio 2
•"Imágenes del Futuro". Cómo sería el equipo en el año 2015, qué ha ocurrido,
cuáles han sido los cambios que se han llevado a cabo, qué se hace diferente,
cuáles son las nuevas tendencias emergentes.
Un aspecto clave para que esta visión se lleve a cabo es el compromiso de los
miembros del equipo tanto individual como colectivo. Lo que vemos más frecuentemente
es que la visión se hace desde una perspectiva superficial, como un ejercicio que hay que
hacer, pero con la que no se está realmente comprometido. De hecho muchas veces se
dedica mucho esfuerzo, tiempo y energía a cambiar, mientras al mismo tiempo se actúa
de tal forma que se frustra el propio cambio.
279
Para ser consciente de estos temas es importante definir con claridad aquello con lo
que estamos comprometidos realmente a través del ejercicio 3:
Una vez que ha quedado claro cuáles son la situación y los desafíos actuales y
dónde quiere ir el equipo, responde a las siguientes preguntas:
•¿Qué par de aspectos de tu papel en el equipo necesitan mejorar para que hagas
una contribución importante al cambio que queréis dar al equipo?
El compromiso individual debe ser lo suficientemente poderoso como para ser la base
que mueva todo el proceso de cambio. Para ello es importante que cumpla los siguientes
requisitos:
•Debe ser algo que el participante sienta como verdadero y como algo propio (no algo
que se supone que deber hacer o creer).
280
•No debe ser un compromiso tan vago que se pueda disolver apenas pasados unos
días.
Una vez que se han determinado los compromisos, lo que cada persona va a hacer
individualmente y que va a ayudar a generar ese cambio, es necesario avanzar otro paso
e identificar las conductas que actualmente lleva a cabo la persona que frustra el progreso
y complica la situación impidiendo el cambio. Éste es un paso necesario para el
aprendizaje profundo a nivel individual y de equipo.
En base al trabajo que acabamos de ver entramos en la fase Grupal, en la que se trabaja
sobre el propio desarrollo del equipo de manera presencial y conjunta. Los objetivos
fundamentales de esta fase son:
4.Trabajar las diferencias entre las personas para ampliar el conocimiento individual
sobre uno mismo y sobre lo que puede aportar cada uno al equipo.
281
5.Detallar áreas de fortalezas y ¿e desarrollo del equipo en su camino hacia el alto
rendimiento.
Las sesiones presenciales con el equipo pueden tener una extensión de unos seis
meses en los que se van trabajando distintas fases y especialmente se va realizando el
seguimiento de las acciones acordadas para ver su evolución y cumplimiento.
De hecho a los seis meses se lleva a cabo un seguimiento presencial de una duración
de cuatro horas. En esta sesión se revisan los objetivos establecidos, los avances y los
contratiempos experimentados con respecto al plan de desarrollo marcado y las nuevas
situaciones que se han producido en el cumplimiento de las acciones acordadas, se
explorarán las posibles razones de los contratiempos sufridos y se elaborarán estrategias
para superar los obstáculos experimentados.
La fase 3 combina el trabajo individual de cada uno de los componentes del equipo con
el trabajo de desarrollo conjunto. Esta fase consta de sesiones de coaching individual con
cada participante en las que se alinean objetivos de desarrollo personal con los objetivos
del equipo para reforzar de esta manera algunas líneas y darles coherencia y sincronía. El
esfuerzo clave reside en explorar dónde se encuentra en este momento cada participante
respecto del equipo y los elementos que es necesario trabajar para que el esfuerzo de
desarrollo del participante repercuta en la madurez del equipo.
282
estudiado en miles de publicaciones, ensayos, artículos, la comunicación interpersonal es
un componente clave. Si los equipos pudieran comunicarse de manera efectiva, el nivel
de conflicto destructivo sería mucho menor.
Además tiene una importancia especial ya que permite a los miembros del equipo
suspender sus dudas personales y trabajar más enfocados a la meta conjunta.
En primer lugar, para que exista confianza, es necesario que pensemos que la otra
283
persona es digna de confianza. La investigación nos dice que pensamos que los demás
son dignos de confianza si cumplen tres requisitos básicos:
•Apertura. - Que la persona demuestre que es sincera en lo que nos dice y hace
•Integridad. - Que la otra persona haga lo que dice. Es decir, que sus valores y
comportamientos sean coherentes. Las quiebras en la integridad tienen un coste
muy elevado en el mantenimiento de la confianza
Runde y Flanagan (2007), siguiendo a P.Lencioni, destacan que dos de las principales
disfunciones de un equipo son la ausencia de confianza y el temor al conflicto. Ambas
provienen de la falta de una comunicación sincera y abierta, lo que les impide entablar
cualquier tipo de debate de ideas, fomentar la creatividad y la innovación y hace
imposible la gestión eficaz de los conflictos. Al faltar una comunicación abierta y
constructiva, los miem bros del equipo pueden sucumbir a las conductas destructivas, las
discusiones ocultas, las atribuciones, la rabia, la evitación del conflicto, el cotilleo y los
rumores, etc. A los equipos los define nuestra condición humana, que a su vez, delimita
nuestra comunicación. Somos seres emocionales, por más que queramos ocultarlo o
dejarlo de lado y esta emocionalidad conforma lo que decimos, le da nuestro tinte.
Otro elemento clave en todo equipo, y que, por cierto a nadie le gusta, es el conflicto.
Este elemento complica la comunicación de una manera terrible. Runde y Flanagan han
hecho una gradación en la intensidad de un conflicto que repercute de hecho en la
estructura y el nivel de comunicación que se da entre las personas. Esta gradación va
desde apreciar el conflicto y lo que en él ocurre como un elemento constructivo y de
creatividad hasta llegar a ser el elemento más destructivo en el equipo:
•Nivel 1. - Diferencias. Se produce cuando dos o más personas ven una situación de
manera diferente, comprenden la posición y los intereses de la otra parte y no se
sienten mal viviendo con esta diferencia. Aunque muchas personas no consideran
las diferencias como un conflicto, contienen la esencia del mismo. Atacar las
284
diferencias aquí convierte el posible conflicto en una ventaja. La comunicación en
este nivel es asertiva y respetuosa con la diferencia de opiniones.
•Nivel 2--Malentendidos. Son situaciones en las que una parte comprende una cosa
diferente a lo que comprende la otra parte. Son muy habituales y no suelen
ocasionar grandes problemas. Lo peor ocurre cuando los problemas tardan en
resolverse y conducen a pérdidas de oportunidades o a que alguien se sienta
molesto. En términos de comunicación, se producen entonces atribuciones,
tensiones, acusaciones. Si no se ataja con rapidez ya tenemos la base de un
conflicto difícil.
285
reclutamiento activo de otros para apoyar la posición propia y las diferencias entre
las partes son tan graves que las acusaciones, las atribuciones y los arrebatos son
muy frecuentes. Cualquier intento de resolución parece inútil o condenado al
fracaso. A este nivel los equipos dejan de funcionar. Los miembros del equipo tan
sólo sufren, el equipo no es un equipo, es sólo un grupo de personas que se culpan
y que se preguntan constantemente qué ha ido mal. Pero no es un hecho incurable.
El único ingrediente que es absolutamente necesario para que haya algún progreso
es la comunicación. En la mayoría de los casos se necesita un facilitador o una
tercera "parte", ya que el clima no ofrece ninguna seguridad y no hay ningún
aliciente para que los miembros del equipo hablen y se pongan en una posición
favorable a la resolución.
Comprender la intensidad del conflicto capacita a los equipos para saber el nivel en el
que deben comunicarse y desarrollarse. La comunicación constructiva es la clave para
poder gestionar un conflicto adecuadamente, aunque es la única solución inicial en los
niveles de mayor intensidad de un conflicto. Por ello todo proceso de Desarrollo de
equipos ha de trabajar la comunicación para poder avanzar después en otros aspectos del
equipo.
El factor clave en todos los procesos de Coaching y Desarrollo de equipos son las
personas, sus habilidades, capacidades y conductas. El éxito de cualquier equipo pasa por
las capacidades individuales de sus miembros. El líder del equipo ha de tener, también,
unas capacidades de comunicación constructiva, como ofrecer feedback, sugerir
alternativas, recomendar y facilitar recursos, etc., mayores que las de los restantes
miembros del equipo. Algunas de estas habilidades son necesarias, incluso, diríamos que
obligatorias, en los equipos. De nuevo siguiendo a Runde y Flanagan (2007), las
habilidades que todo componente de un equipo debería trabajar para poder alcanzar el
máximo rendimiento dentro del colectivo son las siguientes:
a) Pensamiento reflexivo
286
La habilidad de identificar las emociones propias es vital en un conflicto. La
capacidad de ralentizar el ritmo de las cosas durante el conflicto hace que éste tenga
más probabilidades de ser resuelto. El pensamiento reflexivo ha de fomentar el
trabajar la impulsividad, lo que supone tomar tiempo y salirse del conflicto
temporalmente. El pensamiento reflexivo hace que cada miembro del equipo tome
tiempo y reflexione con profundidad sobre lo que ha ocurrido, el impacto del
conflicto en las partes, cómo reengancharse a la discusión de manera efectiva, etc.
Desde que San Ignacio de Loyola lo expresara de manera abierta y mucho más
tarde Covey (1997) lo introdujera como uno de los 7 hábitos de la gente eficaz, ha
sido un tema inmensamente tratado y del que se han escrito cientos de artículos y
libros. Aparentemente, deberíamos tenerlo claro, pero no es así. Lo entendemos en
un nivel intelectual y racional, conocemos las técnicas verbales y no verbales. Es
obvio a nivel cognitivo, pero volcar esto en conductas prácticas diarias no es tan
sencillo.
287
de vista. El objetivo principal es comprender el conflicto de la manera más
profunda posible a través de los ojos de la otra parte. Esta perspectiva debe estar
enfocada en la tarea y requiere comprobar y preguntar para asegurarnos de que las
suposiciones que estamos haciendo sobre los otros son acertadas.
d) Expresión de emociones
288
conflicto de tarea y relación y a conocer mejor a los miembros del equipo.
Los equipos chocan con los conflictos cuando no les prestan atención o no saben
cómo gestionarlos. La mayoría de los equipos no saben cómo afrontar estas
situaciones y deciden o "luchar" o "huir", siendo las dos opciones poco afortunadas.
Aquellos equipos que saben que afrontar los conflictos es más efectivo que evitarlos
desarrollan normas y enfoques adecuados para gestionarlos y crear el entorno
propicio para afrontarlos constructivamente, ser productivos y consolidarse como
equipo.
Éste es un tema apasionante y que da por sí mismo para todo un volumen, pero,
en esta ocasión, trataremos sólo las líneas fundamentales.
Las dimensiones que los equipos han de trabajar para gestionar el conflicto son las
siguientes:
•Crear el clima adecuado. - Supone crear el clima para que el equipo pueda compartir
ideas, suposiciones y actitudes que tienen frente a un conflicto. Si esto no sale a la
luz, el conflicto crecerá y lo que carece de signo a priori, se transformará en algo
negativo. Los elementos clave que generan un clima adecuado son: tener las
actitudes adecuadas hacia el conflicto, construir confianza y seguridad psicológica,
trabajar con colaboración y desarrollar la inteligencia emocional. Normalmente se
tiene una actitud negativa ante cualquier conflicto, lo cual los perpetúa. Por ello lo
primero que ha de hacer un equipo es compartir las ideas que tienen sobre el
conflicto, expresar lo que sienten ante dicho conflicto. Es importante darle la vuelta
a la idea y compartir la base de que un conflicto no tiene por qué ser negativo sino
que puede ser una manera interesante de intercambiar ideas y generar mayor
creatividad. Si no se tiene una opinión compartida sobre el conflicto, cuando éste
llegue, se tenderá a evitar, esconder o tratarlo de manera poco efectiva.
•Apertura. - Los equipos necesitan ser tolerantes con los puntos de vista diferentes y
animar a la expresión de esas diferencias. Ello incluye conocer las diferencias y ver
289
cómo éstas ayudan al equipo.
La apertura se basa en la confianza que vimos más arriba entre los miembros del
equipo y ello implica estar dispuesto a arriesgarse y a demostrar vulnerabilidad.
Para ello el equipo ha de tener una Seguridad Psicológica. Es un tipo especial de
confianza grupal. Permite a los componentes de un equipo participar, opinar
abiertamente y expresarse sin que los demás miembros del equipo utilicen esa
información en su contra. Tiene que ver con confianza y con respeto mutuo.
290
autoconocimiento y la autorreflexión son claves en el desarrollo de estas capacidades que
tanto impacto tienen en los equipos. Por ello es siempre necesario conocer cuáles son los
parámetros internos y propios de cada uno de nosotros. Sólo cuando entendamos cómo
somos en este sentido y veamos la necesidad de cambiar algunos puntos, podremos
empezar nuestro desarrollo. Por eso el Coaching individual y el de equipos, a pesar de
que su enfoque puede ser diferente, siempre convergen en conseguir el desarrollo de una
persona dentro de un contexto, dentro de un equipo.
291
292
El desarrollo no se enseña, sólo se aprende y ha de vivirse
Existen una serie de elementos condicionantes para elegir una u otra metodología y
habrá personas que muestren una preferencia por unos o por otros métodos,
dependiendo de sus propias necesidades, intereses, etc. Los factores más habituales con
los que nos encontramos a la hora de elegir un método u otro son los siguientes:
•Entorno
•Expectativas
•Cultura
•Recursos
293
•Confianza
•Evaluación
9.1. Autodesarrollo
La gran proposición es que los adultos pueden cambiar y su evolución sigue siempre la
misma secuencia. Se producen saltos cualitativos que capacitan a los adultos a actuar de
294
una manera diferente, seguidos de fases de meseta, en los que se consolida esa nueva
manera de entender y dar sentido a las experiencias que nos rodean.
Esto es de una importancia capital desde el momento en que teorías del aprendizaje
organizacional como la de Peter Senge o la de D.Schón no tenían este factor en cuenta.
Sus conceptos sobre la organización que aprende (Learning Organization) eran profundos
y ricos, pero les faltaba una comprensión profunda del desarrollo de adultos (Kegan,
2009).
295
El autodesarrollo se convierte pues en la clave de todas las demás metodologías, ya
que es la base sobre la que reflexionamos para poder realizar los cambios. Suena algo
tautológico, pero en realidad no hay desarrollo sin autodesarrollo.
9.2. Mentoring
El tema del Mentoring tiene unos orígenes antiguos. Se conocen tradiciones tribales
africanas, donde el guía de los mayores, de los ancianos de la aldea, mostraba el camino
para los adolescentes. Posteriormente la mitología griega encarnó este proceso en la
figura de Mentor, el amigo de Ulises, que se encarga del cuidado y educación de
Telémaco (el hijo de Ulises) mientras éste se encuentra fuera de su patria, en la guerra de
Troya. Su nombre se ha convertido en el sinónimo de sabiduría, confianza y experiencia.
Más tarde, en la Universidad de Oxford, durante el siglo xv y xvi se establecieron las
figuras de "mentors". Ésos tenían a cargo la enseñanza y el desarrollo de los estudiantes
en todas las esferas de su vida (académica, social y espiritual). A partir de estos orígenes,
en la actualidad, se entiende al mentor como aquella persona que se encarga de ayudar
en el desarrollo de su "aprendiz" o "telémaco" para que éste pueda alcanzar su máximo
desarrollo y desplegar todo su potencial dentro de un contexto concreto, la organización.
El mentoring es un intensivo intercambio interpersonal entre un mentor que provee
apoyo, dirección y retroalimentación con respecto a los planes de carrera y el desarrollo
296
personal "de un telémaco" (Dalton, Thompson & Price, 1977; Hall, 1976; Levinson,
Darrow, Klein, Levinson & McKeen, 1978; Kram, 1983).
Con estos objetivos en mente, es necesario que se den una serie de pautas
fundamentales para que la relación de Mentoring sea efectiva:
•Tanto el éxito como el fracaso son elementos de aprendizaje de los que se ha de sacar
297
partido a través de compartir experiencias y obtener conclusiones (tanto a nivel
personal como a nivel del impacto que ha causado en los demás y en el trabajo).
En una relación de mentoring, debe existir la clara y reconocible sinergia entre sus tres
componentes: mentor, telémaco y organización. Entonces el proceso de mentoring surge
con toda fuerza. Para desplegar toda su potencia, es necesario que cada uno de los
elementos clave conozca los criterios, las características y roles de cada uno así como las
habilidades fundamentales y necesarias para llevar a cabo el proceso adecuadamente.
La asunción de los roles y características del mentor es un paso fundamental para que
el proceso llegue a buen puerto. El mentor ha de tener como característica fundamental
el deseo de ayudar y compartir su conocimiento y experiencia con su telémaco; ha de
tener una credibilidad probada y reconocida en la organización, lo cual le otorga un cierto
respeto y admiración; otro factor fundamental es que disponga del tiempo necesario para
poder atender el proceso, pues muchos procesos de mentoring se diluyen por la falta de
tiempo del mentor, que no ve el momento (entre todas sus obligaciones) para dedicarlo a
298
su telémaco. En estrecha relación con este punto, está el tema del compromiso del
mentor, que debe comprometerse con el proceso y con las personas que lo componen.
Estos aspectos cambian radicalmente cuando el proceso de mentoring está inserto dentro
de otro proceso de más alcance como es el Plan de Sucesión; un buen mentor debe estar
siempre actualizado y al día en lo referente a su trabajo, por ello ha de tener y transmitir
unas ganas constantes de aprender; este aprendizaje ha de volcarse en el proceso, pero
para ello ha de tener un fuerte interés en desarrollar a su telémaco; otro de los aspectos
en el que no se hará nunca suficiente hincapié es el de las relaciones interpersonales y la
generación de confianza. Ambos elementos están en el corazón del buen funcionamiento
del mentoring y se interrelacionan de manera constante. Un mentor creará confianza a
través de las características vistas anteriormente y de unas adecuadas relaciones
interpersonales, para lo cual es necesario que desarrolle esas habilidades de manera
consciente y constante.
En esta visión general y sintética del mentoring, es necesario resaltar un aspecto que
presenta una importancia crucial y al que no siempre se le da la atención que realmente
exige. Se trata del emparejamiento, la creación de las parejas que van a tener una
relación de desarrollo a lo largo del tiempo. Es de una importancia crucial por ser la base
sobre la que se va a construir todo el proceso de mentoring.
299
y entrenarse en su progreso como tales, pero pueden existir ciertos condicionantes y
ciertas características entre los componentes del proceso de mentoring que pueden
ayudar a que éste funcione o a que sea más natural, por lo que siempre es necesario
realizar un análisis detallado de cada uno de los mentores y su posible emparejamiento
idóneo con cada telémaco.
300
Figura 9.2. Habilidades fundamentales del mentor.
Como aspecto muy importante debemos prestar atención a que mentor y telémaco:
•Cumplan con los criterios del proceso de mentoring que se pone en marcha y estén
de acuerdo en llevarlo a cabo (especialmente en términos de duración, finalización
del proceso, etc.).
301
El emparejamiento exitoso de los mentores y telémacos requiere una preparación
cuidadosa, por lo que es necesario dar a ambas partes la oportunidad de hacer lo
siguiente:
En el emparejamiento de los mentores con los telémacos, se suelen seguir una serie de
criterios que repercuten en una mayor compatibilidad entre las parejas para que el
proceso sea efectivo en mayor grado. Entre estos criterios utilizados destacan:
302
9.3. Asignación de Proyectos especiales (Job Assignment)
303
Para ello es necesario que el nuevo trabajo no sea del todo familiar y que las rutinas y
conductas de la persona a desarrollar no se adecuen perfectamente a este desafío.
Cualquier proyecto de desarrollo, además de Desafío, debe contemplar también la
evaluación del proceso y apoyo organizativo al mismo.
Diferentes investigaciones (Douglas, 2003; Morrison, White y Van Velsor, 1987) han
demostrado que se produce desarrollo de las experiencias en el trabajo a través de cinco
tipos de desafíos:
Para utilizar estos proyectos de una manera sistemática las organizaciones deben
enfocarlos bajo 5 aspectos fundamentales:
304
organización quiere. Lo vemos muy a menudo en empresas en las que los
Directivos piensan que el Proyecto asignado es útil para conseguir resultados y para
que se vean sus habilidades de gestión y organización más claramente, mientras que
la organización lo que pretende es que se trabajen sus capacidades de gestión de
conflictos y comunicación en entornos difíciles.
2. Ayudar a las personas a ver las oportunidades de aprendizaje dentro de sus puestos
de trabajo
305
El seguimiento y la duración del Proyecto son dos aspectos vitales en el éxito de
esta herramienta de desarrollo. Si el proyecto dura demasiado poco, se pierde la
opor tunidad de un aprendizaje completo y consolidado. Para optimizar el
aprendizaje es necesario permanecer realizando esta labor el tiempo adecuado. Es
habitual ver proyectos de desarrollo muy bien planificados que se quedan en nada
porque el tiempo de ejecución es tan breve que no hay tiempo físico para hacer
nada. Por ejemplo, el caso de un directivo al que se le ofreció la posibilidad de
trabajar en una Fundación para llevar equipos voluntarios y a las tres semanas se
cerró el proyecto, sin haberle dado tiempo físico para conocer a los miembros del
equipo que estaban diseminados por el país. La explicación de la dirección es que lo
necesitaban en la central y no podían dejarlo más tiempo fuera de su "trabajo real".
Muchas organizaciones, en las que hay una continua preocupación por los resultados,
306
se interesan en que los directivos revisen diariamente cómo va la venta respecto a los
objetivos y ofrecen de forma constante "retroalimentación" para hacer cambios
significativos (en gastos, en inversiones, en contrataciones) para cumplir los objetivos
anuales. Es totalmente impensable que revisen cómo va la venta sólo al cierre del año,
sin embargo, se limitan a evaluar el rendimiento directivo (cómo lo hace, cómo está
alcanzando los resultados, cómo se comporta y cómo se relaciona) una vez al año, en
una entrevista de evaluación del desempeño, que muchas veces se hace un día por la
tarde, deprisa y corriendo, y para enviar un formulario a la central o a Recursos
Humanos antes de que se cumpla el plazo. Difícilmente de esta manera se conseguirá
una mejora continuada del comportamiento directivo. Esa evaluación del desempeño
tiene que ser el reflejo de una serie de charlas, entrevistas, de una relación que se ha
desarrollado durante todo el año, en un entorno facilitador de esas relaciones de
dar/recibir feedback.
Para implantar este tipo de procesos en las organizaciones se necesita "crear una
cultura de feedback"; generar un entorno organizativo donde las personas quieran y
acepten darse feedback mutuo, a fin de que se puedan hacer cambios rápidos y
continuados en los comportamientos. La experiencia, y la investigación (Fedor, Rensvold
y Adams, 1992), demuestran que los directivos sí quieren recibir feedback; pero que no
lo reciben por culpa de comportamientos que se perpetúan en el tiempo, ante una natural,
pero irreal, visión positiva propia.
Además, a los directivos no siempre les gusta dar feedback (Weitzel, 2000), ya que en
ocasiones es:
•Difícil y duro.
307
desgraciadamente en demasiadas ocasiones se centra en estos últimos.
La teoría del control ayuda a comprender esta relación (Carver y Scheier, 1981;
Taylor et al., 1984) al indicar que el feedback se usa como mecanismo de auto-
regulación para evaluar el estado actual respecto a un punto de referencia o alguien/algo a
quien comparar. Si la información obtenida indica que es incoherente con el
comportamiento/resultado deseado, la teoría nos dice que el actor generará cambios de
comportamientos para reducir dicha discrepancia. Este mecanismo de auto-regulación
(feedback) continuará ocurriendo hasta que no haya dicha discrepancia, hasta que ocurra
308
la "condición específica deseada" (Carver y Scheier, 1982). Se discute incluso (Ashford y
Tsui, 1991) que "las personas en las organizaciones son agentes activos que gestionan su
entorno de rendimiento"; es decir, que a través de la interacción con otros van
modificando su propio rendimiento y comportamiento. Básicamente hay 3 medios de
auto-regulación:
El Discurso Apreciativo es una filosofía para el desarrollo y el cambio, así como una
nueva metodología de trabajo, de consultoría y de desarrollo de Liderazgo. Su punto de
partida es la existencia de un proceso generativo que parte de la base de que en todas las
personas y las organizaciones, hay algo que funciona bien. Se puede generar un cambio a
través de la identificación de aquello que funciona bien, analizándolo y haciendo más de
eso mismo.
La metodología fue creada por Cooperrider, Soreson y cols. (2005), es una filosofía
pragmática, de desarrollo y cambio que parte de la premisa de Lewin de que la acción
humana depende del mundo que construimos más que del mundo tal cual es. Por ello
nos propone construir y sostener individuos y organizaciones desde su núcleo positivo.
Ofrece un nuevo enfoque que permite utilizar las contribuciones de todas las personas
implicadas y relacionadas con un equipo, departamento, etc. para diseñar y rediseñar los
sistemas que permitan una organización más efectiva y sostenible (Cooperrider, Whitney
y Stavros, 2008).
309
posible" y ayude a los componentes de organizaciones y equipos a visionar y alcanzar el
futuro deseado, convirtiendo las posibilidades en realidades y las creencias en prácticas.
Supone un cambio radical con otras metodologías de trabajo ya que parte de supuestos
diferentes. Comparemos estas dos preguntas:
•la teoría tradicional de gestión del cambio y desarrollo, que parte de la base de buscar
problemas, hace un diagnóstico y encuentra una solución, y
•la teoría apreciativa, el Discurso Apreciativo, que parte de la base de buscar aquello
que funciona bien. El resultado tangible de esta exploración son una serie de afir
maciones que describen dónde se quiere estar y cómo llegar hasta allí, a partir de
hechos y datos basados en "momentos cumbre" en los que la organización ha
funcionado perfectamente. Debido a que son momentos que ya se han vivido y
están enraizados en la experiencia y la historia, las personas saben cómo repetirlos.
¿Qué hemos hecho bien como equipo en esta reunión (o en el proyecto tal)?
La tendencia natural será decir aquello que no hemos hecho bien, estamos entrenados
para ello y tenemos años de práctica en resolver problemas. Pero no tenemos tanta
experiencia para enfocarnos en lo que hemos hecho bien.
310
uso" o Senge (1994) denomina "Modelos Mentales".
Las suposiciones de las que parte este enfoque son las siguientes:
1.En toda persona, colectivo, sociedad, organización o grupo hay algo que funciona
adecuadamente
4.El acto de hacer preguntas ejerce una clara influencia sobre el grupo
5.Las personas tienen más confianza para trabajar sobre el futuro cuando pueden
transferir hechos que han realizado en el pasado
De forma esquemática se pueden ver las diferencias que existen entre dos visiones de
la realidad, el modelo tradicional de resolución de problemas y el discurso apreciativo
(véase figura 9.3.).
Este modelo se basa en un Ciclo Apreciativo de 4 Fases (véase figura 9.4). Se inicia
seleccionando el tema adecuado, le sigue la fase de Descubrimiento (apreciar y valorar),
la fase del Sueño (visión de dónde se quiere llegar), la fase del Diseño (construir el
futuro) y la fase del Destino (aprendizaje, fortalecer e improvisar para sostener el futuro).
311
etc.). La tarea real es descubrir el momento más positivo, los éxitos, aquello que la
organización o el equipo han hecho realmente bien en algún momento de su
historia. Es necesario el diálogo y el consenso para tomar este apartado como punto
de partida. Es un proceso generativo y positivo, que exige crear las preguntas
adecuadas para explorar el tema elegido. Éstos podrían ser ejemplos de preguntas
referidas al desarrollo individual, de equipos o de la organización:
312
Figura 9.3. Modelo tradicional vs. Discurso apreciativo.
313
Figura 9.4. Fases en el discurso apreciativo.
•¿Qué es lo que más valoras del hecho de pertenecer a este grupo? ¿Por qué?
•Sin modestia, ¿qué es lo que más valoras sobre ti mismo, sobre tu trabajo y
sobre tu empresa?
314
•¿Cuáles son los factores clave que dan vida a la empresa (Dpto., equipo, etc.),
sin los cuales no existiría?
•¿Qué posibilidades existen para que la organización sea más vital, innovadora,
coherente, etc. y tenga mayor éxito? La cuestión busca que los participantes se
centren en el diseño de la organización en el futuro.
b)Sueño (visión). Los participantes han de visionar aquello que quieren ser, generar
una imagen del futuro (cómo será la persona o el equipo dentro de 10 años, qué es
lo que ha ocurrido hasta entonces, cuáles han sido los cambios que se han llevado a
cabo, qué se hace diferente, cuáles son las nuevas tendencias emergentes).
c)Diseño. En esta fase se generan los cómos, los pasos prácticos necesarios para
alcanzar la visión definida en la fase anterior. Es cuando se diseña la arquitectura
organizacional necesaria para llevar a cabo la visión. Este diseño es más que la
visión. Se trata de una afirmación de intenciones provocativa e inspiradora,
315
enraizada en la realidad de lo que ya ha funcionado con éxito en el pasado. Es
decir, se apalanca el futuro de la organización en el éxito experimentado en el
pasado. En esta fase se proponen proposiciones provocativas, para mantener esas
mejores prácticas que se han obtenido en la fase anterior en un nivel consciente y
posibilitar la transformación que vendrá posteriormente. Un sistema para trabajar
este tipo de proposiciones puede ser el siguiente:
Las proposiciones provocativas han de ser acordadas por todo el grupo, es decir
debe haber una voluntad de grupo en ello. Esta voluntad se produce cuando el
grupo comparte un objetivo claro y todos sus componentes están convencidos de
que conseguirán el objetivo. Además, se crea el "Mapa de Oportunidades", es decir,
las oportunidades reales sobre las que se ha de trabajar.
316
d)Destino. Es la construcción de lo deseado a través de la innovación y la acción. Es
detallar cómo se va a llevar a la organización hacia el objetivo ideal propuesto.
3.Principio poético. Las organizaciones y las personas son como un libro abierto que
está siendo escrito constantemente.
La premisa básica del Discurso Apreciativo es que las personas, los grupos y las
organizaciones se mueven en la dirección de lo que analizan, hablan e investigan. Por ello
esta metodología elige conscientemente estudiar lo mejor de una organización, su núcleo
positivo.
317
aprenden y se desarrollan de manera más eficaz cuando trabajan en situaciones reales
(aunque no necesariamente en su negocio, industria o sector). Puede parecer demasiado
directo y arriesgado, pero para muchos autores es la mejor manera de aprender. Es decir,
es una metodología que toma la tarea como vehículo del aprendizaje. Como dice Pedler,
se basa en la premisa de que no hay aprendizaje sin acción ni acción sin un aprendizaje.
Los principales beneficios del Aprendizaje a través de la Acción pueden ser distintos si
se analizan a nivel individual o a nivel colectivo.
318
•Apoyo dentro de la acción que permite un conocimiento más comprehensivo
•Un desafío difícil, significativo, complejo y real sobre el que es necesario trabajar.
Normalmente no está demasiado definido ni claro y supone una complejidad con
conexiones.
•El facilitador/es son consultores que se encargan de analizar las maneras de resolver
el problema y de enfrentarse a las situaciones que tienen los participantes.
La propia dinámica del Aprendizaje Activo se fundamenta en que se van a dar una
serie de pasos durante el proceso y durante la acción real de enfrentamiento con el
desafío que van conduciendo al desenlace final. Normalmente el proceso se inicia con
una fase de Divergencia clara en el grupo con la que se trabaja para entender las distintas
posiciones y las distintas maneras de entender el problema. Una vez que se alcanza el
acuerdo sobre la manera en la que se va a afrontar el desafío, se entra en la fase de
Consolidación. En esta fase se clarifican y prueban las diferentes hipótesis y,
normalmente, se vuelve a reconsiderar el desafío desde nuevas perspectivas.
319
La tercera fase es de Convergencia. Aquí los participantes reducen las opciones y se
centran en dos posibles soluciones del problema. Al final de esta fase se hace una
revisión de las acciones llevadas a cabo durante la misma y se detallan los aprendizajes
que se han visto a través de la acción.
El grupo, por equipos, categoriza los temas más importantes y formula una definición
precisa del problema. Los grupos que exponen su punto de vista redefinen sus
conclusiones de acuerdo a lo que exponen y preguntan al resto de los participantes.
Se debaten las posibles acciones que hay que tomar para dar respuesta a los
problemas planteados:
•Acciones a tomar
320
•Factores clave
•Responsables
•Tiempos
•Evaluación
Para empezar se explican las pautas para llevar a cabo un aprendizaje de este tipo y se
explica la metodología. Posteriormente se fija una agenda de temas que el cliente
considere importante trabajar y desarrollar, a fin de ver aproximaciones y puntos de vista
significativamente diferentes.
321
A modo de ejemplo, se podrían plantear temas como:
Una vez que se definen los objetivos y los temas a tratar en la práctica, se marca una
agenda de visita (en este caso se hacía en países diferentes por la propia estructura de la
Compañía) en la que se podría desarrollar una serie de entrevistas, en grupos de 2-3
personas, con otros directivos de empresas del sector del cliente y, especialmente, de
fuera de ese sector, funcionarios, que generasen nuevas perspectivas aplicables al cliente.
322
El último día se hace una reunión en la que los participantes resumen todas las ideas
desarrolladas sobre los temas propuestos (con arreglo a las pautas citadas más arriba), se
evalúan las diferentes alternativas y se fija un Plan de Acción para desarrollar aquellas
ideas y propuestas que puedan tener una mayor relevancia para el Cliente.
323
La profesora Ibarra (2007) clasifica el networking en 3 tipos bien diferenciados:
a)Networking operativo: desarrollar relaciones con aquellas personas con las que te
tienes que relacionar a fin de realizar tu trabajo; tus colegas, colaboradores, clientes
y suministradores.
b)Networking personal: relaciones con personas "fuera del trabajo", en tu club de golf,
en la asociación de antiguos alumnos de tu universidad o escuela de negocio, etc.
Son contactos que te ayudan a verte en perspectiva con otros directivos, en otros
entornos, funciones y organizaciones.
La creación y uso del networking cambia según la cultura, pero en todas ellas se usa
de una forma u otra. Las mujeres también tejen sus propias redes sociales, aunque
también es verdad que uno de los elementos clave del "techo de cristal' es el que la mujer
pueda acceder a las redes de "hombres" que ocupan el poder.
324
suelen durar bastante tiempo, incluso 20-30 años (Kram e Isabella, 1985), mucho más
que las relaciones de mentoring, que suelen ser de 6 años (Kram, 1985) o de 6 meses de
media en una de coaching.
Boeing tiene uno de los programas, y centros, de desarrollo de liderazgo mejores del
mundo, se creó en 1999 de la mano de Steve Mercer, que venía de General Electric y
copio el famoso modelo de Crotonville, en Nueva York. Curiosamente, usan estos
programas no sólo para sus propios empleados, sino como medio de "fidelización de
clientes", ofreciendo dichos programas a las líneas aéreas que colaboran con Boeing.
•Descubrir y proponer soluciones para un problema real del trabajo, que será
presentado al Consejo (action learning).
325
•Crear redes de contactos para directivos globales.
326
Así Murrell (1997) ve el liderazgo como una responsabilidad compartida, "liderazgo
como un acto social, una construcción de un barco como vehículo colectivo que nos
ayude a llevarnos donde queremos como grupo, como organización, como sociedad".
9.8. Case-in-Point
La metodología pone a los participantes ante la tesitura de estar insertos en lo que está
ocurriendo a su alrededor, ser parte de ello, pero a la vez ayudarles para poder tomar
distancia y "subir al balcón", es decir verlo desde arriba, la "contemplación en la acción"
de la que hablaban los jesuitas. Se invita a las personas a subir al balcón y leer y observar
los patrones que se están dando (los roles y patrones de autoridad, los desafíos a esta
misma autoridad, las facciones que se desgajan, la evasión del trabajo, el conflicto y
cómo mantenerlo dentro de unos límites que lo hagan productivo, etc.), esto supone
trabajar en un orden de conciencia superior al habitual, supone superar el concepto
tradicional de Liderazgo como el ejercicio de autoridad, poder e influencia y pensar de
una manera sistémica y holística y entrenar a las personas para que sean capaces de
movilizar a los demás hacia lo esencial, hacia lo adaptativo.
327
los temas que hoy están en vigor. Uno de los fallos más característicos de las
metodologías de enseñanza del Liderazgo actualmente es, desde nuestro punto de vista,
que se está intentando enseñar y aportar soluciones con marcos epistemológicos y
modelos metodológicos, que pertenecen a un contexto que ha sido superado por la
complejidad y las demandas del mundo actual, luego se están ofreciendo herramientas
que quizá eran válidas para hace un par de décadas pero no para ahora.
Nuestra experiencia de ya varios años usando esta metodología nos recomienda usarla,
gracias a su impacto duradero en el individuo y el grupo, pero con mucho cuidado, ya
que conlleva muchos riesgos, como:
328
9.9. Espacio abierto (Open Space)
Se trata de una técnica que permite a los participantes la discusión de temas relevantes,
de una forma abierta a sus necesidades. Permite a grandes grupos obtener resultados
inmediatos y a cualquier grupo generar nuevas ideas y aproximaciones a un tema (se
puede usar como sesión de apertura de un congreso con 500 participantes o un grupo de
30 personas de un departamento de I+D de la industria farmacéutica para explorar
nuevas orientaciones de investigación en farmacodinámica). Como tal, es tanto una
metodología de reuniones como una filosofía, una forma de vida, y su creación se
atribuye a Harrison Owen en 1986. Algunas de sus características aparecen a
continuación:
a)Método:
b)Principios:
329
•Errante: el que se mueve de conversación a conversación.
Esta metodología, al no tener un gran grupo sin líder facilita a todos los participantes
su máximo potencial y al mismo tiempo, genera una agenda general consensuada en
temas de alta complejidad. Algunas de las competencias desarrolladas con esta
metodología son: comunicación, flexibilidad e innovación, negociaciones, capacidad
estratégica y de visión general y asumir riesgos.
Con esta técnica se exploran conjuntamente futuros posibles alcanzables por los
participantes o comunidades de participantes, no en base a los principios clásicos
económicoempresariales de "prospectiva", sino en un proceso creativo de
coparticipación. Se basa, en gran parte, en la metodología de Peter Senge (MIT, Society
of Learning) junto a Otto Schammer, también se le ha denominado Modelo Sloan
(Escuela de Negocios de MIT)
330
conflictivos.
331
•Formar el futuro: no sólo analizando o contemplando futuros desarrollos, sino
apoyando los diferentes actores que pueden formar dicho futuro.
El arte de contar historias, metáforas y parábolas como medio para generar aprendizaje
en entornos organizativos y percibir la propia situación y la de otros de forma distinta.
•Cambio: el contar historias supone cambiar el orden establecido, las reglas pre-
establecidas.
332
con el receptor. El emisor tiene que estar totalmente conectado con el receptor
333
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350
Índice
Introducción 14
1. Estrategias de desarrollo de personas en entornos
19
organizacionales
1.2. El concepto de Desarrollo en entornos profesionales 26
1.4. La medición del desarrollo 28
2. Coaching Ejecutivo: Bases 30
2.1.2. Objeto 40
2.1.3. Situación del coaching ejecutivo 42
2.2. Ventajas de la Implantación de acciones de Coaching en la
47
empresa
2.3. Principios básicos para el éxito en un proceso de coaching 48
2.3.1. El coaching se centra en la consecución de objetivos
50
empresariales
2.3.3. El coaching no es una técnica de evaluación 51
2.3.5. Principios éticos 53
2.3.6. Otros principios para el desarrollo 55
2.4.1. ¿Qué se entiende por Cultura? 57
2.4.2. La Cultura y sus implicaciones para el Coaching 60
3. Agentes en los procesos de coaching 63
3.3. Compañeros y mandos de la empresa 66
3.4. El coach 67
3.4.2. La formación de los coaches 70
3.4.3. La supervisión del coach 72
3.5. El coachee 73
3.5.1. Perfiles de personas que reciben coaching 75
3.5.2. Reacciones inadecuadas en el coachee 76
4. Competencias del coach 86
4.1.2. Asociación Mundial de Coaches Ejecutivos 89
351
4.2. Competencias del coach en las sesiones 93
5. Fases del coaching (I). Fase previa 119
5.2. Fases de un proceso de Coaching 127
5.2.2. Planificación del Programa 142
6. Fases del coaching (II). Evaluación 147
6.2. Elección del modelo de evaluación 152
6.2.1. Examen psicológico del Potencial (Saber Hacer, Poder Hacer
155
y Querer Hacer)
6.2.2. Herramientas de evaluación 159
6.2.3. Análisis de los datos recogidos 194
6.3. Devolución de la información de la evaluación 195
7. Fases del coaching (III). Plan Personal de Acción: Reflexión,
206
redacción y puesta en práctica
7.1.1. Compromiso 209
7.1.3. Misión y visión 212
7.1.4. Valores 224
7.1.5. Creencias 225
7.1.6. La creencia en la suerte 229
7.2. Apartados más habituales en el plan personal de acción 231
7.2.1. Objetivos 233
7.2.2. Ejemplo de Plan Personal de Acción 238
7.3. Puesta en Marcha del plan de acción: la práctica 243
7.3.1. Suspender las soluciones intentadas 244
7.3.2. Técnicas de comunicación persuasiva para vencer la
249
resistencia al cambio
7.4. Sesiones de seguimiento 250
7.5. Utilidad y rentabilidad del coaching 252
8. Coaching de equipos 256
352
353