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Venezuela posee unas selvas espectaculares, que todos podemos visitar y disfrutar de una manera cómoda y
sencilla. Las mayores selvas de Venezuela se encuentran al sur del Orinoco, donde nos esperan pacientemente
aferradas al la formación geológica más antigua del planeta, con su mundo mágico de vegetación exuberante
y ríos impasibles.
Mas allá se encuentra el Paseo del Orinoco con sus interesantes casa antiguas observando el
río desde sus balcones de celosías. Un poco más lejos la Casa San Isidro, donde redactó
Bolívar su discurso ante el Congreso de Angostura y el Museo Soto, que es armonioso y
alegre.
Desde Ciudad Bolívar hay un paseo bien interesante de 250 kilómetros por tierra hacia el
oeste buscando el río Caura y el Salto Pará. Luego, desde el poblado de las Trincheras se
navegan hacia la comunidad yekuana de Nichare y hasta el Playón, para después caminar
unos 5 kilómetros y llegar al Salto Pará, unos de los saltos más impresionantes y
desconocidos de nuestras selvas.
Si tomamos desde Ciudad Bolívar hacia el oeste llegaremos a Ciudad Guayana,
espectacular por sus parques y represas, además por la unión del río Carona con el soberbio
Orinoco, que se funden con firmeza milenaria. El parque Cachamay es irresistible, el
Parque la Llovizna conmovedor, el Ecomuseo del Carona es sorprendentemente bueno, la
represa de Macagua es emocionante. La Misión de la Purísima Concepción y los Castillos
de Guayana, realmente valen la pena.
Desde Ciudad Guayana tomamos la carretera hacia el sur y visitaremos Upata, Guasipati,
El Callao, Tumeremo y El Dorado, donde comienza el kilómetro cero de la carretera da la
Gran Sabana. En El Callao vale la pena detenerse, no sólo por sus carnavales sino por el
museo del Oro, a solo 7 kilómetros de la Plaza Bolívar, en la mina de El Perú.
Otro recorrido espectacular de nuestras selvas, que sólo se puede acceder por avión, es
Canaima; ese mundo caminará por dentro de la cascada. El paseo hasta el pie del Salto
Ángel, que dura todo un día, es demasiado emocionante.
Kavak y Uruyén, del orto lado del Auyantepuy, son lugares para recordar toda la vida.
Nuestras selvas también arropan el Delta del Orinoco, donde podrá disfrutar de la
naturaleza todavía muy virgen y muchos animales libres, en territorio de los amables
waraos. Navegar por estos caños es fascinante y existen operadores turísticos muy bien
organizados, que harán de su recorrido una experiencia inolvidable.
Otro recorrido por la selva venezolana comienza cruzando en chalana sobre le río Orinoco
el Puerto Páez, en el estado Apure. Este cruce es muy emocionante, porque se puede
apreciar de cerca la potencia tranquila del soberbio Orinoco y también como el río Meta,
frontera con Colombia, desemboca alegre en nuestro río padre.
Ya una vez cruzado el río, estamos en el estado Amazonas y comenzamos a ver un paisaje
absolutamente diferente, piedras negras milenarias rodeadas de vegetación abundante.
Llegamos muy rápido a Puerto Ayacucho, capital del estado, donde podemos admirar la
Casita sobre la Piedra, insólita construcción que tiene años. En el mercado de los indios de
la plaza Rómulo Betancourt venden artesanía espectacular.
El museo Etnológico Monseñor Ceccarelli muestra de una manera sublime, los objetos y
costumbres de los indios yanomami, yekuana, panare, guajiros, piaroas y otras etnias que
pueblan estas selvas.
COMO LLEGAR:
A Ciudad Bolívar y Ciudad Guayana por la autopista a Oriente hasta Barcelona, para luego
tomar al sur hacia Anaco, Cantaura, El Tigre, y Ciudad Bolívar. Las principales líneas
aéreas ofrecen vuelos diarios.
Al Delta del Orinoco por tierra hasta Tucupita desde Maturín, luego en curiara. A Puerto
Ayacucho por tierra tomando la vía de los llanos de Guárico hacia el sur, pasando San
Fernando de Apure hasta llegar a Puerto Páez.
NO OLVIDE:
Llevar protector solar, ropa fresca y liviana, pantalones largos y camisas manga larga, un
buen sombrero y mucho repelente contra insectos.
Respete muchísimo los ríos de la selva y nunca se lance en ellos, porque siempre hay
piedras ocultas que pueden ocasionar accidentes.