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Cuidado y protección de los niños y niñas.

Afirmar que todo niño necesita amor para ser feliz no es nada nuevo. Es que,
como todo el mundo sabe, los pequeños requieren de muestras de afecto y
cariño por parte de sus padres y de su entorno. Sin embargo, nadie habla de otra
necesidad infantil: la protección.
Sucede que tu hijo necesita sentirse querido y aceptado aún con sus virtudes y
defectos. Por eso no hay mejor muestra que las caricias, abrazos, besos y
sonrisas diarios. Ni hablar de escuchar la clave mágica: «te amo». No obstante,
estos gestos deben acompañarse con actitudes que las abalen y creen un clima
armónico.
Pues se habla de protección: fomentar un ambiente de no violencia donde reine
la comunicación y el diálogo a fin de dejar atrás todo percance y peligro que
asuste al niño y, consecuentemente, a la familia. Como ves, hay varios pilares
en la felicidad de tu hijo: amor, atención, protección y cuidados, entre otros.
Cuando hablamos de amor nos referimos a: un sentimiento de afecto que se
tiene hacia una persona, animal o cosa. Si bien la mejor manera de explicar el
amor a los niños es predicar con el ejemplo y ser cariñosos y amables con
quienes nos rodean ya que, ellos son como una ‘esponja’ que absorben todo lo
que perciben a su alrededor. hay varias técnicas para explicar el amor a los
niños, aunque la más adecuada es convertirse en un modelo a seguir.
Esto quiere decir que, como padres, tenemos la ‘obligación’ de ser amorosos
con ellos y también con nuestra pareja, familia y amigos. Si ellos ven que
nosotros demostramos amor, ellos también lo expresarán
Cuando hablamos de atención decimos que es:
Escuchar y atender nuestros niños cuando nos necesitan…
Estimular la autoestima de su hijo. ...
Reconocemos las buenas acciones. ...
Establecer límites y sea coherente con la disciplina. ...
Hacer un tiempo para sus hijos. ...
Ser un buen modelo a seguir. ...
Hacer de la comunicación una prioridad. ...
Ser flexible y esté dispuesto a adaptar su estilo de crianza. ...
Demostrar que su amor es incondicional.
Cuando se habla de protección es cuando fomentamos un ambiente de no
violencia donde reine la comunicación y el diálogo a fin de dejar atrás todo
percance y peligro que asuste al niño y, consecuentemente, a la familia. Como
ves, hay varios pilares en la felicidad de tu hijo: amor, atención, protección y
cuidados, entre otros.
Es por ello que en el decálogo de los Derechos del Niño se hace mención al
«Derecho a la Protección» en el que se establece que ‘todos los niños y niñas
tienen derecho a la protección y socorro frente a situaciones conflictivas y de
riesgo, así como a ser protegidos contra todas las formas de abuso y explotación
que perjudique su bienestar’. La infancia nos encuentra a todos vulnerables dado
que estamos en pleno proceso de crecimiento y desarrollo, tanto a nivel físico
como mental o emocional.
La protección al niño debe ser provista principalmente por sus padres, familiares
y todo tipo de allegados. En segunda instancia, este derecho debe ser
garantizado por la comunidad que lo acoge y, finalmente, por el Estado.

Protección física. Los padres tienen que garantizar una buena salud y correcto
desarrollo de su hijo, considerando aspectos concernientes a, por ejemplo,
alimentación, higiene, protección contra el maltrato físico o el abuso escolar o
sexual, etc.
Protección mental. Se trata de velar por el desarrollo intelectual del chico,
ofreciéndole no sólo esta posibilidad sino también todas las herramientas
necesarias para lograrlo satisfactoriamente. Cuidado de su salud mental y
emocional, motivación, estimulación, educación, formación en valores,
protección contra formas de abuso psicológico, aprovechamiento del tiempo
libre, son algunos de los ítems relacionados a este aspecto.
Protección social. Debes asegurar al niño la posibilidad de desplegarse y
realizarse a nivel social y espiritual, ya sea mediante la libertad de expresión y
opinión, participación, pensamiento, consciencia, religión, etc.
¿Qué puedo hacer para proteger adecuadamente a los niños y niñas?
Expresar afecto: consiste en demostrar mediante acciones y palabras el amor
que sentimos hacia los hijos e hijas.
Presencia física: estar presentes en cada momento de su vida y disfrutar al
máximo los instantes que tienen para compartir en familia.
Afecto, límites y consistencia: Se debe hablar con los niños y niñas, construir
normas conjuntamente y darles ejemplo, lo cual les ofrece un entorno de
seguridad.
Fomentar valores.
Autocontrol y consciencia: Cuando sientas rabia, recuerda que eres el adulto,
que debes tener control sobre tus propias emociones, sin causar daño a los niños
y niñas.
No tolerar ningún trato degradante o humillante hacia los niños y niñas:
Cuando conozcas casos de desprotección debes denunciar ante los sectores
centrales de educación, protección, salud y justicia.
¿Cómo afecta el maltrato infantil a los niños y niñas?
Los niños y niñas que crecen en familias o espacios donde vulneran sus
derechos tienden a presentar:
Dificultades en el desarrollo del lenguaje, la motricidad, la socialización y manejo
de emociones, debido a que a nivel afectivo no se ha propiciado el aprendizaje.
Comportamientos agresivos, aislamiento, ansiedad, depresión o preocupación.
Temor hacia sus figuras de apego (papá, mamá, familiares o cuidadores)
Generalmente los niños y niñas que han crecido en situaciones de presión,
abandono y explotación, serán adultos con débiles competencias parentales y
su tendencia será repetir estilos abusivos o negligentes hacia sus hijos e hijas.
Cuando hablamos de cuidados nos estamos refiriendo a que:
El niño necesita de buena alimentación, vivir en un ambiente limpio y seguro, así
como recibir el cariño y el cuidado de sus padres y de quienes lo rodean, para
crecer y desarrollarse de manera adecuada.
El crecimiento del niño se observa cuando aumenta de peso y de estatura. Esto
tiene que ver con la herencia familiar que le transmiten sus padres, su sexo, la
alimentación, las condiciones de higiene del medio donde vive y del ejercicio que
practica.
Las vacunas son de suma importancia. Vacúnalo en las fechas que le tocan
para mantener inmune en la mayor parte de lo posible.
Las revisiones médicas anuales te ayudarán a vigilar la salud de tu pequeño.
El contagio de piojos es común, puedes prevenirlos con geles o spray
repelentes.
La inquietud por conocer el mundo puede provocarles accidentes pequeños,
como raspones, cortaduras o rasguños. Son normales, pero tienes que vigilar
que no sean de gravedad.
Cuidar la limpieza dental y tener especial atención a las caries, es fundamental.
En esta edad consumen altos niveles de bebidas azucaradas, golosinas y dulces.
Por tal razón, también es importante mencionar que la alimentación debe ser
sana y balanceada.
El baño diario es básico.
Enseñarle a caminar por la calle y conocer las situaciones de peligro: cruce de
calles, bajar escaleras o ir en bicicleta.
Fomentar su seguridad y autoestima, conviviendo lo máximo posible con ellos.
Evitar el maltrato y el castigo físico.
El sueño total diario de por lo menos 10 horas.
Lavarse las manos constantemente, pero sobre todo antes de comer y después
de ir al baño.
Los niños al igual que los adultos responden a sus deseos y necesidades. Los
niños deben estar motivados y activos y es importante que jueguen de manera
activa varias veces al día. Simplemente a los niños les encanta la diversión,
encárgate de brindarles cuidados, educación, amor y diversión.

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