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"Que la paz en América Central sólo puede ser fruto de un auténtico proceso
democrático pluralista y participativo que implique la promoción de la justicia social,
el respeto de los derechos humanos, la soberanía e integridad territorial de los
Estados y el derechos de todas las naciones a determinar libremente y sin
injerencias externas de ninguna clase, su modelo económico, político y social,
entendiéndose esta determinación con el producto de la voluntad libremente
expresada por los pueblos".
La elección del primer gobierno civil, después de quince años de gobiernos militares,
produjo como resultado la incorporación al discurso estatal de los temas: respeto a
los derechos humanos, búsqueda del bienestar social y reconciliación nacional,
todos estos conceptos agrupados en un llamamiento hacia la paz.
Con la toma de posesión del gobierno de Alvaro Arzú, en enero de 1996, se inicia
un período político que ofrece condiciones favorables para enfrentar retos
postergados. Una de esas condiciones es la autoridad y reconocimiento político del
nuevo gobierno, puesto que Alvaro Arzú llega a la presidencia de manos del Partido
de Avanzada Nacional (PAN) como partido mayoritario en el Congreso de la
República, con lo cual cuenta con posibilidades de coordinar sus planes en el
organismo legislativo.
Ahora, para hacer que la paz experimente solidez, queda la tarea de perfeccionar
la democracia, en el sentido que ésta no sólo debe implicar un sistema de gobierno
en el que la mayoría de gobernados hayan contribuido a elegir, sino que es
necesario el abordaje que implique el acceso de la mayoría a la riqueza económica,
cultura, y la posibilidad de participar, en igualdad de condiciones, en los ámbitos
políticos y sociales, tal como manda el Acuerdo marco sobre la democracia en
Guatemala, o Acuerdo de Querétaro (Ver IV.6)
IV.5.2 El fin de la Guerra Fría como factor determinante dentro del proceso de paz
Vigencia
El Acuerdo global sobre derechos humanos cobró vigencia a partir de la firma del
Acuerdo de Paz Firme y Duradera, según lo estipulado en la siguiente cláusula:
“todos los acuerdos integrados al Acuerdo de Paz Firme y Duradera cobran formal
y total vigencia en el momento de la firma del presente Acuerdo”. El Acuerdo global
sobre derechos humanos se firmó dos años después que el Acuerdo de Querétaro,
pues según expone Rosales (2006, p. 41), las negociaciones de paz se
interrumpieron cuando Jorge Serrano Elías fue depuesto de la presidencia y
sustituido institucionalmente por Ramiro de León Carpio en 1993.