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Te encuentro a ti
Como una hermosa flor creciendo en cemento
No te conozco
Ni tu a mi
Porque te vi, y supe que eras mi compañero, esa es una razón para sonreír
Te diría mi nombre, pero suena horrible comparado con hermosa rosa de jardín
5.- Mi radio
Mi radio sonaba entre beso y beso
6.-
Tu pelo caía sobre tus mejillas
Hambrientos de lujuria
Y hambrientos de mi ser
Te acercaste ferozmente
Entonces te mire
Estaría comple
Una pequeña niña anhelaba con deseo un fiel amigo con quien compartir su vida, la niña creció y
esto seguía siendo un sentimiento persistente, este anhelo y ese deseo crecieron junto a ella. Y
entonces muchos años después su sueño fue cumplido. Un hermoso cachorro fue traído a sus
brazos y ella lo amo y el la amo a ella y ambos niña y cachorro crecieron juntos por 2 años, ella
amaba acariciarlo y aunque el parecía no disfrutarlo mucho dejaba que la pequeña niña lo hiciera.
Pronto el pequeño cachorro que la ladraba y lanzaba mordidas a todo aquel que fuera un extraño
se convirtió en un grande y fuerte perro capaz de arrastrar a la niña a lugar que él quisiera,
totalmente indomable y rebelde.
Pero, aun así, ambos se preocupaban por el otro porque después de todo se amaban. Con el
tiempo el perro se volvió incontrolable y la madre de la niña decidió dárselo a otras personas
conocidas, y ni todas las suplicas y dolos de la niña pudieron evitar su brutal separación
Separados ambos vivieron y crecieron, la niña de volvió una adolescente rebelde pero pasiva e
incontrolable y el perro se volvió un adulto rebelde.
Pasaron muchos años, y la adolescente y el perro adulto se reencontraron 4 años después por un
día. Fue el momento más esperado de la niña, parecía tan irreal que por un momento creyó que
era su imaginación, él la recibió con cariño y ambos pasaron todo el día juntos, ella lo molestaba
para llamar su atención y él se dejaba. Cuando la niña se separaba de el para caminar él se
restregaba contra sus piernas como un gato, con la diferencia de que él era mucho más grande
que estos y casi la tumbaba, quizás era para molestarla y llamar su atención igual que ella hacía
con él o era para pasar su olor a ella, para incluirla de alguna forma dentro de su manada como
hacían los lobos. La niña no supo la verdad en esos momentos, solo reía porque al fin después de
tantos años podía volver a estar con él, pero eso debía acabar, el ya no le pertenecía a ella.
Paso un año, quizás dos y ella siguió con su vida casi olvidándolo, teniéndolo como un viejo
recuerdo, porque ese día luego de que se separaron por segunda vez ella supo que no lo vería otra
vez, ella recibió una llamada de su madre diciendo que él había muerto por una enfermedad en la
piel que no pudieron tratar, trato de no quebrarse en el teléfono, trato de sonar indiferente
cuando parte de su alma se estaba rompiendo a pedazos, cuando su misma niñez se estaba
rompiendo en fragmentos que no se volverían a unir, solo soltó una lagrima ese día. Durmió
plácidamente los días siguientes, su vida cotidiana siguió en pie, como si esa noticia le fuera
indiferente, y en el fondo fue así, porque él y ella se habían despedido ese último día, ambos
sabían que no se volverían a ver, pasaron todo ese día juntos sin despegarse del uno al otro
protegiéndose después de todo el tiempo que había pasado, después de tantos años. La joven
pensó que al verla él no la recordaría, pero lo hizo, porque ella era parte de él como él era parte
de ella, eran algo más que hermanos o amigos, eran solo un alma repartida en dos entes en dos
cuerpos, porque él era ella y ella era él. Quizás por eso decían que los perros se parecen a sus
amos, porque ambos son uno solo por el hecho de que ninguno puede traicionarse porque son
uno solo y conocen la verdad, quizás ese hermoso animal guardaba la parte más salvaje de mi
alma, la más primitiva, la más básica y la más rebelde. Y ahora que su cuerpo a perecido esas
partes se fusionaron con mi ser por que el ahora habita en mí, con sus pensamientos, su madurez
de adulto y su experiencia de la vida. Su muerte no me hizo sufrir de inmediato, mi mente empezó
a formar preguntas es su lugar ¿Por qué no me duele? ¿Por qué parece que no siento nada?
¿tengo algo mal dentro de mí? ¿no soy capaz de sentir las perdidas? pero ahora que conozco la
verdad, que mi alma a respondido todas mis preguntas, que me grito una noche, algunos días
después lo que ahora estoy escribiendo. Me grito toda la verdad y lágrimas caen en mis mejillas no
por sub perdida, por algo más profundo. Por todos estos años de separación, por todo ese amor
que sentí por él y sobre todo porque sé que ahora que estamos juntos nunca nadie podrá ni con
toda la fuerza del mundo separarme del pedazo de alma que me faltaba. Porque él era mi fuerza y
porque él es ese instinto agresivo que se encontraba dormido en el fondo de mi ser