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1.- R= La conversion en un cristiano debe ser tan importante como el valor principal
en su vida y que refleja una transformación verdadera; debe existir un cambio en
nuestra mentalidad, en los deseos de nuestro corazón y en nuestra actitud hacia
Dios, especialmente hacia el pecado. Para nosotros los cristianos es necesario
experimentar un cambio completo en nuestras vidas de manera que agrademos a
Dios al estar en armonía con su palabra y cumplir su voluntad guiados por fé y
creyéndole fielmente. Cuando la persona acepta cambiar en su vida y siendo
pecador se arrepiente, Dios hace la obra de convertirlo en un cristiano. Para mi en
particular la conversión es una transformación completa; es decir, un amor nuevo
en el corazón y una vida nueva en el alma. He tenido la experiencia de ver y conocer
personas que dicen que se han convertido al Señor, pero con sus hechos lo niegan.
Su lengua no ha sido limpiada de inmundicia y blasfemia, su orgullo sigue siendo
parte de su vida diaria, su conducta es la misma de todos los días, sus negocios
son tan fraudulentos como antes o tal vez peor aún, su forma de vestir e incluso
sus atuendos son tan mundanos como las modas del mundo y siguen viviendo en
los placeres pecaminosos que antes vivían. En conclusión, pienso que para que
podamos tener este valor, ser Cristianos, presente en nuestras vidas debe existir un
cambio por fuera y un cambio por dentro. Para poder decir con firmeza yo me he
convertido al Señor.
2.- R= La relación entre estos dos puntos radica principalmente en que para poder
amar libremente a los demás debes empezar por amarte a ti mismo. En mi opinión
personal, lo digo porque lo viví, hay ocasiones en la que estamos tan ocupados
pensando en los demás, en su bienestar, que nos olvidamos de nosotros mismos.
Yo creo, como persona, que hay que dejar de juzgarse, esto no sirve de nada,
mucho menos que seas tú peor crítico. Yo siempre me trazo metas, me exijo en
cada una de las labores que realizo, sin echarme la culpa por si algo sale mal. Es
necesario reflexionar y pararse a pensar un poco en lo que necesito para estar bien,
para estar a gusto, siempre atento con las necesidades de mi familia, de mis amigos,
de mis compañeros de trabajo, tratando de ayudaros en la medida que pueda,
buscando un bienestar en común. Para empezar, si uno está en paz con lo externo
y no genera situaciones de odio ni conflicto, también poseerá mayor paz interior y
solo así deberá amar al enemigo; tengo que decir en lo personal que no tengo
enemigos o enemistades, por tanto tengo claro estos principios de respeto y amor
presentes en mi vida.
3.- R= Al hablar de la ética y moral cristiana debemos hablar de la Palabra de Dios,
es por el hecho mismo que la Biblia es un manual que no solo orienta, sino que
regula el comportamiento de una persona indicando las acciones que pueden ser
correctas y aquellas que no lo son. Por eso al conjunto de normas, valores,
creencias que la Biblia ofrece es lo que se podría llamar: Moral Cristiana. Un ejemplo
claro es lo que Dios entrego a su pueblo los diez mandamientos, posteriormente
otras reglas o también la llamada Ley Mosaica todo con un solo objetivo, que su
pueblo fuera diferente en su actuar en relación a las otras naciones. En la Palabra
de Dios existe un sin fin de normas cuyo fin es orientar al cristiano en cuanto a poder
diferenciar lo correcto de lo incorrecto y así el cristiano ir a la reflexión y tomar su
propia elección es decir mostrar su ética. El deseo en el corazón de Dios es que sus
hijos anden por el camino correcto, siendo su comportamiento moralmente
aceptable porque se ajusta a lo que Dios mismo establece en su Palabra. La norma
moral de Dios obliga a un comportamiento donde cuya desobediencia acarrea
consecuencias desastrosas en su momento y su obediencia un galardón con
resultados positivos. La Biblia es la Revelación de Dios dada a los hombres y en
ella se encuentra el ejemplo del hombre más ético y cuya conducta moral está
apegada a la norma divina. Jesús el modelo por excelencia y digno de imitar; y que
vivió de una manera contraria a las costumbres morales de aquel momento que no
estaban apegadas a la luz de la Revelación de Dios. En mi opinión personal los
códigos morales carecen de valor si las personas no los aceptan y no los practican.
La persona tiene libertad, para aceptar una norma que le diga que hacer y el hacerlo
o no es responsabilidad de la persona, por tanto Dios ha dejado ese manual, La
Biblia, con un carácter moral y decidir seguirlo o no es responsabilidad del cristiano.
4.- R= Para hablar de estas diferencias voy a tratar de ser objetivo empezando por
decir que son libres aquellos quienes buscan la libertad de la esclavitud del pecado,
la carne, el mundo y la ley, que es en sí misma la libertad cristiana que se encuentra
en Cristo. En ese sentido, todo verdadero creyente es libre, si bien es un esclavo de
Dios y siervo de los demás. El libertinaje, en cambio, es diferente. Los libertinos
también hablan de libertad cristiana, libertad de conciencia y libertad de la ley, dicen
también que sólo quieren ser libres en Dios y del prójimo pero no se dan cuenta de
la libertad dada por Cristo como un estímulo a vivir en obediencia a Dios y el servicio
a los demás, sino que la toman como una licencia para hacer lo que les venga en
gana. Los libertinos están en las iglesias y comunidades cristianas a pesar de no
ser verdaderos creyentes en Cristo Jesús, disfrazando sus creencias y prácticas
hasta que se sienten seguros para expresar abiertamente lo que son. Son gente
impía; es decir, sin la piedad personal, sin el temor de Dios y sin ninguna relación
con el Señor Jesucristo, que aparecen disfrazados de cristianos, usando el lenguaje
cristiano y participando en prácticas cristianas. Son arrogantes y aduladores por los
intereses personales. Este tipo de acciones en el libertinaje no se deriva de la
revelación de Dios en la Escritura sino que es el resultado de su mente carnal e
impulsados por su mismo deseo, un ejemplo seria que no ven nada malo en las
relaciones prematrimoniales, en las parejas múltiples, las relaciones homosexuales,
la pornografía, las relaciones amorosas fuera del matrimonio, el consumo excesivo
de alcohol o la participación de cristianos en las diversiones mundanas y valores de
absorción de este mundo en el vestir, convivir, vivir y caminar. La agenda libertina
es más amplia a los que tienen libertad en Cristo y en algunos son más radicales
que otros. Pero, en general, son libertinos contra cualquier sistema que tenga una
ética definida y clara de defender los valores morales absolutos y la verdadera
identidad cristiana.