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Día 11

ESTA MAÑANA MÁGICA

“Cuando te levantes por la mañana piensa en el privilegio que es


estar vivo, pensar, disfrutar, amar.”
MARCO AURELIO (121–180)
EMPERADOR ROMANO

La forma más fácil y sencilla de garantizar que el día que tenga


estará llenó de magia, es llenar mi mañana con gratitud. Cuando
incorpore la gratitud en mi rutina matinal, sentiré y veré sus
beneficios mágicos a lo largo del día.
Cada mañana está llena de oportunidades para dar gracias y eso no
me retrasa ni me exige tiempo extra, porque lo puedo hacer con
naturalidad mientras voy realizando todas mis actividades. Llenar mi
mañana de gratitud tiene un beneficio añadido porque mis rutinas
matinales son los momentos en que más puedo perjudicarme sin
darme cuenta con pensamientos negativos. Mis pensamientos
negativos y perjudiciales simplemente pasan y les dejo pasar
porque mi mente está concentrada en buscar razones para estar
agradecido. Después de este ejercicio empezaré la jornada mucho
más feliz y seguro de que el día que tengo por delante será
estupendo; ¡y entonces veré la magia produciéndose ante mis
propios ojos!
Hoy cuando me despierte al nuevo día, antes de moverme, antes de
hacer algo, diré la palabra mágica, gracias. Diré gracias por el
hecho de estar vivo y de que se me haya concedido un día más de
vida. Mi vida es un regalo, cada día es un regalo y cuando pienso
bien en ello, es inconcebible que nos levantemos por la mañana sin
dar gracias por otro día más. Si pienso que un día más no tiene
nada de particular, ¡probaré entonces perderme uno! No importa lo
dormido que esté, ni que haya sonado el despertador para ir a
trabajar, ni que me haya pasado el fin de semana durmiendo; en
cuanto me despierte, diré la palabra mágica, gracias, por otro día
más en mi vida.
Diré gracias por la buena noche de sueño que he recibido. ¿Tengo
la suerte de haber dormido en una cama con sábanas y almohada?
¡Gracias! En cuanto ponga los pies en el suelo diré gracias.
¿Tengo un cuarto de baño? ¡Gracias! ¿Puedo abrir el grifo y tener
agua fría y caliente al momento cada mañana? ¡Gracias! Pienso en
todas las personas que cavan zanjas e instalan tuberías por todo el
país, por toda la ciudad, por todas las calles hasta llegar a mi casa
para que pueda abrir el grifo y tener una maravillosa agua limpia y
caliente. ¡Gracias!
Cuando coja el cepillo de dientes y el dentífrico, ¡gracias! Sin ellos,
el inicio del día no sería tan agradable. Gracias por las toallas, el
jabón, el espejo y todo lo que utilizo en el cuarto de baño que me
ayuda a sentirme fresco, despierto y listo para empezar el día.
Cuando me vista, pensaré en lo afortunado que soy de tener ropa
para elegir qué ponerme. ¡Gracias!
Pensaré en cuántas personas han trabajado para hacer todas las
prendas de vestir que me pongo y llevo en un día. Es probable que
la ropa que me pongo en un día proceda de muchos países del
planeta. ¡Gracias a todos! ¿Tengo zapatos? ¡Afortunado! Imagino
la vida sin ellos. ¡Gracias por los zapatos!
“Siempre me ha encantado la perspectiva de un nuevo día, un
nuevo intento, un comienzo más, quizá con un poco de magia
esperando oculta en algún lugar de la mañana.”
J. B. PRIESTLEY (1894–1984)
ESCRITOR Y DRAMATURGO

Haré que hoy sea el mejor día posible practicando la concentración


en la gratitud e incorporando la magia en mi rutina matinal. Desde el
momento en que abro los ojos hasta que me pongo los zapatos o
termino de arreglarme, diré mentalmente la palabra mágica,
gracias, por todo lo que toque y use. No importa si lo primero que
hago no es ducharme y vestirme, también puedo usar este ejercicio
de Esta Mañana Mágica como guía y ponerlo en práctica haga lo
que haga cada mañana. Si lo primero que hago al levantarme es
desayunar, diré la palabra mágica, gracias, por todo lo que toque y
use para preparar el desayuno. Doy gracias por mi café de la
mañana, té, zumo de frutas o desayuno. Todos estos ingredientes
hacen que mis mañanas sean maravillosas y me dan energía para
el resto del día. Doy gracias por los utensilios de cocina que uso
para preparar el desayuno: la nevera, el microondas, el horno, la
tostadora, la cafetera o la tetera para hervir el agua.
Cada día sin excepción, digo «gra» en cuanto pongo un pie en el
suelo y cuando pongo el segundo añado «cias», así cuando ambos
pies están en el suelo por primera vez en el día, ya he dicho
gracias. Cuando voy al cuarto de baño digo mentalmente la palabra
mágica, gracias, acompañando cada paso que doy. Luego sigo
repitiendo mentalmente, gracias, cada vez que toco o uso algo de
mi cuarto de baño. Cuando ya estoy vestido y arreglado para
empezar el día, estoy tan contento que podría saltar de felicidad. Y
cuando me siento tan feliz, sé que ha funcionado mi gratitud, y
tengo garantizado que va a ser un día mágico. En el transcurso del
día siento realmente que tengo un poder mágico dentro de mí,
porque me sucede una cosa buena tras otra. Y cada vez que me
sucede algo bueno, estoy más agradecido, lo que acelera la magia,
de manera que me sucedan más cosas buenas. ¿Recuerdo esos
días en que todo parece ir bien? Bueno, pues así es después de
practicar Esta Mañana Mágica, ¡pero multiplicado!
EJERCICIO MÁGICO NÚMERO 11
Una Mañana Mágica
1. Cuando te despierte, antes de hacer algo, diré la palabra mágica,
gracias.
2. Desde que abra los ojos hasta que termine de arreglarme, diré
mentalmente la palabra mágica, gracias, por todo lo que toque y
use.
3. Enumero Mis Bendiciones. Hago una lista de diez bendiciones.
Escribo por qué estoy agradecido. Releo mi lista y al final de cada
bendición digo Gracias, Gracias, Gracias y siente la gratitud por
esa bendición con la máxima intensidad posible.
4. Hoy antes de irme a dormir, tomaré mi Ancla Mágica con la mano,
y diré la palabra mágica, gracias, por lo mejor que me ha pasado
durante el día.

Escribo mi Experiencia con Una Mañana Mágica.


Podré utilizar un lapicero en lo posible de color rojo, para describir lo
que he experimentado con este ejercicio.

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