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Del libro La Magia se extractó el día más importante como es el día 11 ESTA MAÑANA para revisión diaria y realización del ejercicio al menos por 28 días
Del libro La Magia se extractó el día más importante como es el día 11 ESTA MAÑANA para revisión diaria y realización del ejercicio al menos por 28 días
Del libro La Magia se extractó el día más importante como es el día 11 ESTA MAÑANA para revisión diaria y realización del ejercicio al menos por 28 días
“Cuando te levantes por la mañana piensa en el privilegio que es
estar vivo, pensar, disfrutar, amar.” MARCO AURELIO (121–180) EMPERADOR ROMANO
La forma más fácil y sencilla de garantizar que el día que tenga
estará llenó de magia, es llenar mi mañana con gratitud. Cuando incorpore la gratitud en mi rutina matinal, sentiré y veré sus beneficios mágicos a lo largo del día. Cada mañana está llena de oportunidades para dar gracias y eso no me retrasa ni me exige tiempo extra, porque lo puedo hacer con naturalidad mientras voy realizando todas mis actividades. Llenar mi mañana de gratitud tiene un beneficio añadido porque mis rutinas matinales son los momentos en que más puedo perjudicarme sin darme cuenta con pensamientos negativos. Mis pensamientos negativos y perjudiciales simplemente pasan y les dejo pasar porque mi mente está concentrada en buscar razones para estar agradecido. Después de este ejercicio empezaré la jornada mucho más feliz y seguro de que el día que tengo por delante será estupendo; ¡y entonces veré la magia produciéndose ante mis propios ojos! Hoy cuando me despierte al nuevo día, antes de moverme, antes de hacer algo, diré la palabra mágica, gracias. Diré gracias por el hecho de estar vivo y de que se me haya concedido un día más de vida. Mi vida es un regalo, cada día es un regalo y cuando pienso bien en ello, es inconcebible que nos levantemos por la mañana sin dar gracias por otro día más. Si pienso que un día más no tiene nada de particular, ¡probaré entonces perderme uno! No importa lo dormido que esté, ni que haya sonado el despertador para ir a trabajar, ni que me haya pasado el fin de semana durmiendo; en cuanto me despierte, diré la palabra mágica, gracias, por otro día más en mi vida. Diré gracias por la buena noche de sueño que he recibido. ¿Tengo la suerte de haber dormido en una cama con sábanas y almohada? ¡Gracias! En cuanto ponga los pies en el suelo diré gracias. ¿Tengo un cuarto de baño? ¡Gracias! ¿Puedo abrir el grifo y tener agua fría y caliente al momento cada mañana? ¡Gracias! Pienso en todas las personas que cavan zanjas e instalan tuberías por todo el país, por toda la ciudad, por todas las calles hasta llegar a mi casa para que pueda abrir el grifo y tener una maravillosa agua limpia y caliente. ¡Gracias! Cuando coja el cepillo de dientes y el dentífrico, ¡gracias! Sin ellos, el inicio del día no sería tan agradable. Gracias por las toallas, el jabón, el espejo y todo lo que utilizo en el cuarto de baño que me ayuda a sentirme fresco, despierto y listo para empezar el día. Cuando me vista, pensaré en lo afortunado que soy de tener ropa para elegir qué ponerme. ¡Gracias! Pensaré en cuántas personas han trabajado para hacer todas las prendas de vestir que me pongo y llevo en un día. Es probable que la ropa que me pongo en un día proceda de muchos países del planeta. ¡Gracias a todos! ¿Tengo zapatos? ¡Afortunado! Imagino la vida sin ellos. ¡Gracias por los zapatos! “Siempre me ha encantado la perspectiva de un nuevo día, un nuevo intento, un comienzo más, quizá con un poco de magia esperando oculta en algún lugar de la mañana.” J. B. PRIESTLEY (1894–1984) ESCRITOR Y DRAMATURGO
Haré que hoy sea el mejor día posible practicando la concentración
en la gratitud e incorporando la magia en mi rutina matinal. Desde el momento en que abro los ojos hasta que me pongo los zapatos o termino de arreglarme, diré mentalmente la palabra mágica, gracias, por todo lo que toque y use. No importa si lo primero que hago no es ducharme y vestirme, también puedo usar este ejercicio de Esta Mañana Mágica como guía y ponerlo en práctica haga lo que haga cada mañana. Si lo primero que hago al levantarme es desayunar, diré la palabra mágica, gracias, por todo lo que toque y use para preparar el desayuno. Doy gracias por mi café de la mañana, té, zumo de frutas o desayuno. Todos estos ingredientes hacen que mis mañanas sean maravillosas y me dan energía para el resto del día. Doy gracias por los utensilios de cocina que uso para preparar el desayuno: la nevera, el microondas, el horno, la tostadora, la cafetera o la tetera para hervir el agua. Cada día sin excepción, digo «gra» en cuanto pongo un pie en el suelo y cuando pongo el segundo añado «cias», así cuando ambos pies están en el suelo por primera vez en el día, ya he dicho gracias. Cuando voy al cuarto de baño digo mentalmente la palabra mágica, gracias, acompañando cada paso que doy. Luego sigo repitiendo mentalmente, gracias, cada vez que toco o uso algo de mi cuarto de baño. Cuando ya estoy vestido y arreglado para empezar el día, estoy tan contento que podría saltar de felicidad. Y cuando me siento tan feliz, sé que ha funcionado mi gratitud, y tengo garantizado que va a ser un día mágico. En el transcurso del día siento realmente que tengo un poder mágico dentro de mí, porque me sucede una cosa buena tras otra. Y cada vez que me sucede algo bueno, estoy más agradecido, lo que acelera la magia, de manera que me sucedan más cosas buenas. ¿Recuerdo esos días en que todo parece ir bien? Bueno, pues así es después de practicar Esta Mañana Mágica, ¡pero multiplicado! EJERCICIO MÁGICO NÚMERO 11 Una Mañana Mágica 1. Cuando te despierte, antes de hacer algo, diré la palabra mágica, gracias. 2. Desde que abra los ojos hasta que termine de arreglarme, diré mentalmente la palabra mágica, gracias, por todo lo que toque y use. 3. Enumero Mis Bendiciones. Hago una lista de diez bendiciones. Escribo por qué estoy agradecido. Releo mi lista y al final de cada bendición digo Gracias, Gracias, Gracias y siente la gratitud por esa bendición con la máxima intensidad posible. 4. Hoy antes de irme a dormir, tomaré mi Ancla Mágica con la mano, y diré la palabra mágica, gracias, por lo mejor que me ha pasado durante el día.
Escribo mi Experiencia con Una Mañana Mágica.
Podré utilizar un lapicero en lo posible de color rojo, para describir lo que he experimentado con este ejercicio.