Identifiquen qué recurso semántico se expresa en cada caso* y expliquen diez de ellos:

Borges es la mejor pluma de la literatura argentina.

¿Perdiste un tornillo?
Los árboles veían todo lo que sucedía en el bosque.
Los alumnos juraron lealtad a la bandera.
Este chico es una luz.
Argentina eligió presidente.
Juan habla con todo el mundo.
El mojado silencio de las fuentes.
La balanza está harta de que la pisen.
Estoy caminando por las nubes.
Juan se compró un Ferrari.
Eres fría como el hielo.
En la habitación hay una calma tensa.
Te llamé un millón de veces.
¿Tomamos una copa?
El blanco perfume del lugar.
Estamos llenos de vacíos.
Besé tu boca de fuego.
La casa se quejaba por su edad.
Ricardo heredó el trono al morir su padre.
Me mojó la llovizna torrencial.
Trabajo para ganarme el pan.
La caricia rosa de su amada.
Te tenés que poner las pilas.
Se arrojó sobre ella cual águila sobre su presa.
Casi me muero del disgusto.
Estoy buscando un techo para vivir.
La mochila pesa una tonelada.
La discusión fue como una tormenta de verano: intensa pero pasajera.
Te paso mi teléfono para que nos juntemos.

*Dejamos de lado la diferencia entre metonimia y sinécdoque (incluyan ambas en metonimia)

Lean el siguiente poema y analicen su contenido (temas y recursos).

¡Adiós! (Alfonsina Storni)

Las cosas que mueren jamás resucitan,

las cosas que mueren no tornan jamás.
¡Se quiebran los vasos y el vidrio que queda
es polvo por siempre y por siempre será!

Cuando los capullos caen de la rama

dos veces seguidas no florecerán...
¡Las flores tronchadas por el viento impío
se agotan por siempre, por siempre jamás!

¡Los días que fueron, los días perdidos,

los días inertes ya no volverán!
¡Qué tristes las horas que se desgranaron
bajo el aletazo de la soledad!

¡Qué tristes las sombras, las sombras nefastas,

las sombras creadas por nuestra maldad!
¡Oh, las cosas idas, las cosas marchitas,
las cosas celestes que así se nos van!

¡Corazón... silencia!... ¡Cúbrete de llagas!...

-de llagas infectas- ¡cúbrete de mal!...
¡Que todo el que llegue se muera al tocarte,
corazón maldito que inquietas mi afán!

¡Adiós para siempre mis dulzuras todas!

¡Adiós mi alegría llena de bondad!
¡Oh, las cosas muertas, las cosas marchitas,
las cosas celestes que no vuelven más! ...