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TRABAJO DE INVESTIGACIÓN:

CULTURA CARAL

1. ¿Cuál es la ubicación en el tiempo y espacio de la cultura?


2. Explica cuál era la función de las pirámides en la cultura
3. Explica las actividades económicas de la cultura
4. ¿Cuáles son las manifestaciones culturales de la cultura?
5. Explica la importancia de Caral para el Perú y América
6. Pegar imágenes de los recintos de Caral

1. Ubicación en el tiempo y el espacio de la cultura Caral.


La cultura Caral se desarrolló entre 3000 y 1800 a. C. (Arcaico Tardío y Formativo Inferior) es decir, fue
contemporánea de otras civilizaciones primigenias como las de Egipto, India, Sumeria, China, pero a
diferencia de ellas (que intercambiaron sus logros), se desarrolló en completo aislamiento. En América, es
la más antigua de las civilizaciones prehispánicas, superando en 1500 años a la civilización Olmeca, otro
importante foco civilizatorio situado en Mesoamérica.
Estrechamente relacionada con la ciudad de Caral se hallaba Áspero o El Áspero, situado en el litoral
cercano a la desembocadura del río Supe, y que, según todos los indicios, fue su ciudad pesquera. Allí es
donde se han hallado restos de sacrificios humanos (dos niños y un neonato),8 y más recientemente (2016),
de una mujer, que presumiblemente perteneció a la elite local de hace 4500 años.9 Otros sitios situados en
el valle de Supe y que formaban parte del núcleo de la civilización Caral son Miraya, Lurihuasi, Chupaciga
Caral se halla situado en el distrito de Supe de la provincia de Barranca del departamento de Lima, a 184
km al norte de Lima Metropolitana, y a 23 km de la costa del Océano Pacífico, en un espacio geográfico
conocido como el Norte Chico. Para llegar al sitio arqueológico se debe tomar un desvío a la altura del km
184 de la Panamericana Norte, vía que se despliega por la margen derecha del río Supe; al llegar al centro
poblado de Caral se debe seguir el desvío hacia el parador turístico, hasta el puente peatonal. Desde ahí
se debe caminar aproximadamente 20 minutos hasta el Centro de Recepción
Caral es el más imponente de todos los asentamientos urbanos del Formativo Inferior situados en el valle
medio inferior de Supe. Dichos asentamientos son ocho en total: Pueblo Nuevo, Cerro Colorado, Allpacoto
y Llapta (en la margen derecha) y Lurihuasi, Miraya, Chupacigarro y la misma Caral (en la margen
izquierda). La zona se encuentra encerrada por la configuración de la cordillera: hacia el oeste los cerros
de ambos lados del valle se cierran formando una garganta; lo mismo ocurre hacia el este. En total son 10
km de largo que conforman una sección de valle fértil, bien definido y de fácil control.
Si hablamos de todo el espacio geográfico del valle de Supe (zona del litoral y valle medio y bajo), existen
en total 20 asentamientos, pero los que muestran mayor extensión, complejidad y monumentalidad
arquitectónica son los 8 mencionados anteriormente, entre los que destaca nítidamente Caral, que
indudablemente habría tenido un rango preeminente entre todas.
2. Explica cuál era la función de las pirámides en la cultura.
Mientras en Egipto se construía la antigua pirámide de Sahara y, posteriormente, las pirámides de Keops,
Kefrén y Micerino, o cuando se ocupaban las ciudades sumerias de Mesopotamia o crecían los mercados
en la India, en Caral ya se edificaban y remodelaban los edificios piramidales y en sus plazas se realizaban
periódicas congregaciones con fines económicos, sociales y religiosos.
En cada una de las pirámides de Caral se llevaron a cabo diferentes actividades cumpliendo cada una de
ellas un papel diferente en el orden social y religiosos de
sus habitantes.
Estas estructuras residenciales también tenían pequeños altares para el fuego sagrado.
A continuación, se citan algunas funciones:
Pirámide mayor
El edificio público más importante de la ciudad, centro del poder político, administrativo y
religioso.
Pirámide de la Huanca
Actividades ceremoniales y administrativas
Pirámide del Anfiteatro
Principal edificio de la mitad baja de la ciudad de función religiosa y política.

3. Explica las actividades económicas de la cultura.


La agricultura y la pesca, tecnología y productos agrícolas y del litoral.
La economía complementaria, pesquero-agraria, articulada por el comercio que se extendió no sólo a nivel
local sino interregional, sustentó al sistema social, promovió la especialización laboral, el intercambio
interregional, la acumulación de riqueza y la producción de conocimientos.
Fomentó el desarrollo de la ciencia y su aplicación para mejorar las condiciones de vida. La agricultura fue
una innovación tecnológica que aprovechó el potencial combinado de la tierra, el agua y el medioambiente
para producir vegetales que pueden almacenarse; proporciona ventajas sobre la caza y recolecta de plantas
nativas.
Las investigaciones arqueológicas en los asentamientos de la “zona capital” y Áspero indican que los
habitantes del litoral y del valle sostuvieron un intercambio permanente de productos. Una economía
agrícola-pesquera articulada por el intercambio sustentó el desarrollo de la civilización de Caral-Supe. Los
pobladores del litoral pescaron y recolectaron diversas especies marinas, principalmente anchoveta, choros
y machas, mientras que los agricultores del valle produjeron algodón, mates y alimentos como la achira, el
fríjol, el camote, el zapallo, la calabaza y el ají. Las poblaciones potenciaron sus capacidades productivas
con el intercambio. Así, los pescadores contaron con redes de algodón, y los agricultores con especies
marinas. La ubicación central en el área de Caral y la corta distancia del valle favorecieron el desplazamiento
de sus pobladores hacia los otros valles y regiones del área. Algunos productos se comerciaron a grandes
distancias, como las playas del Ecuador o las cuencas de la sierra y la selva andina.
Las poblaciones costeñas daban fuerte énfasis a la extracción de productos marinos; en
canto, las ubicadas en los valles andinos del interior ponían mayor atención al cultivo y al aprovechamiento
de los recursos de los diferentes pisos altitudinales.
Posteriormente, en el Arcaico Tardío, la innovación tecnológica, que representó la red de algodón para los
pescadores y el cultivo en pequeñas terrazas, regadas por canales, para las aldeas agrícolas de la sierra,
mejoró la economía de estas poblaciones y el efectuar actividades económicas diversificadas y más
productivas y al estar mejor ubicadas, en esa época, fue mejor para el intercambio entre las sociedades
costeñas y las del interior. En tal contexto, entre los 2 100 y los 1600 años a.C. se dieron las condiciones
para la formación del Estado en el valle de Supe, la primera forma de gobierno centralizado sobre un
conjunto de ceneros urbanos.
Por las características del valle medio de Supe, de terrenos llanos en las márgenes del río con terrazas
suaves y de poca gradiente, los agricultores no requirieron de una tecnología elaborada, además del manejo
del agua subterránea, que brota a través de diversos manantiales. Las características del valle, con sectores
de tierras inundadas en la época de crecida del río, pero también en la estación de estío debido a la
ubicación superficial de la napa freática, habría presentado condiciones favorables para la ocupación
humana. El problema habría sido la abundancia de agua para desecar las tierras, excavar drenajes y
acondicionar los campos de cultivo.
En los terrenos pantanosos y en las márgenes del río se la caña brava, carrizo, cola de caballo, pájaro bobo,
entre otras, usada para la construcción de sus viviendas o con otros propósitos culinarios y mágico
religiosos. En las lagunas recogieron totoras y juncos destinadas a la extracción de fibras para la
elaboración de cestos, esteras, etc.
En las laderas de las terrazas, por encima del río, calaron los bosques de guarangos y algarrobos, que
usaron en la construcción de casas y en la combustión de los fogones.
En las laderas de las estribaciones andinas y arenales desérticos, aledaños a los asentamientos poblados,
recolectaron una floreciente vegetación de achupalla o cardo de lomas, empleados en la combustión; así
como los frutos de la pitajaya.
Sustento socioeconómico.
El río era fuente para el aprovisionamiento de peces y camarones, en particular durante la época de avenida,
en los meses de lluvias en la sierra, entre noviembre y abril, cuando aumentaba considerablemente su
caudal y se transformaba en un río torrentoso y amenazador, al punto de escindir el valle e incomunicar a
los pobladores de las dos riberas. El resto del año, sin embargo, el lecho estaba mayormente seco o con
pequeños estanques cerca de los puquios, los cuales reemplazaban al río, abasteciendo de agua, así como
de flora y fauna terrestre o acuática, que habitaba en torno a ellos.
La mayoría de los establecimientos del Arcaico Tardío en Supe fueron ubicados en las terrazas elevadas y
en los conos de deyección secos, alejados de los humedales y a salvo de las picaduras y las subsecuentes
enfermedades.
Caral y la economía de Supe
Caral está ubicado a unos 25 km desde el mar. Sus ocupantes, sin embargo, consumieron grandes
cantidades de moluscos, mayormente machas y Choros e, igualmente, una ingente cantidad de peces, con
predominancia de anchovetas y sardinas.
Por otro lado, el hallazgo esporádico en Caral de otras especies de moluscos y de especies de peces de
tamaño grande, en proporciones menores, permite inferir que sus pobladores podían tener acceso a una
fauna marina más variada y que, sin embargo, hubo un uso preferencial. La abundancia en Caral de esa
clase de recurso marino en contraposición a la ausencia de redes o instrumentos de pesca, sugieren la
adquisición de tales productos por medio del comercio o intercambio con poblaciones del litoral, tales como
las que habitaban por ese tiempo los establecimientos Bandurria o Áspero, ubicados en zona de playa,
donde se han recuperado redes y anzuelos.
Además de la pesca y la recolecta, estas comunidades aprovecharon las fibras de plantas y confeccionaron
cestos, bolsas, esteras; también las usaron en la construcción de las paredes y techos de sus viviendas.
También consumieron aves marinas y trabajaron los huesos como artefactos para diversos usos. En cuanto
a las comunidades del interior, la abundante presencia de semillas de algodón en Caral se habría debido al
especial énfasis que los habitantes del sector medio del valle pusieron en ese cultivo, de gran demanda
para la confección de las redes de pesca y ropa.
La presencia en Caral de chocos, que son de playas rocosas, y de machas, de medios arenosos, estaría
sugiriendo que esos moluscos eran extraídos de diferentes playas del litoral de Supe o de Huaura, y que
Caral era aprovisionado por distintos establecimientos.
En el valle de Supe se cultivaron, asimismo, mates, usados para el servicio y almacenamiento de alimentos
o como flotadores de las redes y embarcaciones de los pescadores.
Entre los productos cultivados, se han identificado en Caral los siguientes: calabaza y zapallo, frijol, camote,
guayaba, pacae, achira, lúcuma, ají, achira, palillo, achiote, palta, maíz, etc.
De las plantas cultivadas llama la atención, por su abundancia, las semillas de algodón, zapallo, calabaza,
achira, guayaba, camote, frijol y pacae. Junto con el pescado y los moluscos, obtenidos por el comercio,
esos productos vegetales constituyeron la base de la subsistencia de la población.
De los vegetales hallados, abundan los restos de plantas silvestres, relacionadas con la construcción:
carricillos, guarango, caña brava, junco, totora, pájaro bobo. Ellos se emplearon profusamente en la
edificación de las paredes y techos de las viviendas; así como en la manufactura de esteras y bolsas, en el
caso de la totora y junco. Otras plantas, como molle, macahuito, sauce también se encuentran relacionadas
con la actividad de la construcción. Plantas como el sauce, cola de caballo aparecen en contextos rituales.
La presencia del maíz es rara. Sólo se encontraron dos ejemplares, asociados a las fases tardías de la
ocupación de Caral.
Entre los animales de escasa representatividad recuperados en Caral están: la llama, guanaco, perro, rata
silvestre, lobo marino, guanay, cormorán, chuita, pelícano, cuculí, sapo, pájaro. Ellos pertenecen
mayormente a zonas costeñas, aunque, en el caso del guanaco, es posible que provenga de alguna zona
altoandina.

4. ¿Cuáles son las manifestaciones culturales de la cultura?


Algunas de las manifestaciones culturales aparte de su arquitectura y viviendas son las siguientes:
Estatuillas de arcilla. En general se considera a Caral como una cultura precerámica, es decir, que no
desarrolló la técnica alfarera (esto es, piezas modeladas en arcilla y cocidas al fuego). No necesitaban de
cerámica pues contaban con mates de calabaza, cucharas de madera y platos tallados en piedra, por lo
que, debería ser calificada más bien como cultura acerámica. Aunque si modelaban pequeños ídolos
antropomorfos en arcilla, dejándolos secar al sol. Estas estatuillas, que representan figuras masculinas y
femeninas, se han encontrado fragmentadas y formarían parte de rituales relacionados con la renovación
de los edificios y el culto de la fertilidad.
Shicras
Los constructores de Caral usaban la técnica de Shicras, bolsas hechas con fibras vegetales y llenas de
bloques de piedra, con las que rellenaban las plataformas de los templos, colocándolos ligeramente
separadas. De esa manera lograban estabilidad en las estructuras. Al ocurrir un fuerte sismo o terremoto,
ese núcleo de Shicras que hacía de base del edificio se movía con la vibración, pero de manera limitada,
pues las piedras eran contenidas en las bolsas. Luego, las Shicras se reacomodaban encontrando un nuevo
punto de estabilidad.
Arte y música. Se han recuperado varios conjuntos musicales, conformados por instrumentos de viento,
que ratifican la práctica musical colectiva y la organización compleja en la sociedad de Caral
Se descubrieron tres conjuntos musicales conformados por instrumentos de viento:
Un conjunto de 38 cornetas, hecho de huesos de huanaco y venado.
Un conjunto de 32 flautas traversas, de huesos de cóndor y pelícano, con diseños zoomorfos.
Un conjunto de 4 antaras (flauta de pan), de carrizo e hilos de algodón.
Tejidos de algodón
La importancia que alcanzó la textilería se evidencia por el hallazgo de cantidad de semillas y motas de
algodón. Este era de diversas tonalidades naturales: pardo, marrón, crema y beige. Con las fibras de este
producto se tejían los vestidos, que eran piezas llanas, sin decoración. Se empleaba la técnica del
entrelazado y el torzal. También elaboraron calzado, bolsas, sogas, redes de pescar, cordeles, etc.
Conjuntamente con la fibra de algodón se usaron las de otros vegetales, como totora, junco, cabuya, etc.
Conocimiento y ciencia.
La aplicación práctica de los conocimientos producidos por los especialistas mejoró las condiciones de vida
de la sociedad de Caral.
Desarrollaron una serie de tecnologías sustentadas en la investigación científica.
Utilizaron conocimientos de aritmética y geometría en el diseño y ejecución arquitectónica, los estudios
astronómicos en la medición del tiempo y la predicción del clima; y un sistema codificado en el registro de
la información.
Quipus
En la pirámide La Galería se halló un resto textil que ha sido interpretado como un quipu, el conjunto de
hilos con nudos que los incas utilizaban como instrumento nemotécnico (es decir, como medio de
conservación de información estadística o mensajes para comunicarse).
Astronomía
Piedra o huanca en Caral.
Se han encontrado evidencias de que los hombres de Caral contaban con conocimientos de astronomía,
que aplicaban en la elaboración del calendario, relacionado con la celebración de festividades y otras
actividades económicas, religiosas y cívicas. Dichos conocimientos los aplicaron también en la orientación
de los edificios públicos. Se han hallado, por ejemplo, geoglifos y líneas esparcidos en las planicies
desérticas, al lado de piedras talladas dispersas; así como un recinto subterráneo originalmente techado,
que parece ser un observatorio. Es de destacar también un monolito o huanca hincado en el suelo de una
plaza pública, que habría sido un instrumento de observación astronómica.
Caral ejercía como capital económica de una amplia región gracias a su trabajo de agricultura, cuyos
productos intercambiaba con los pescadores de la costa u otras poblaciones. Estas actividades se
realizaban pacíficamente sin ejércitos.
Planificación urbana y monumentalidad.
Los antiguos pobladores seleccionaron los terrenos desérticos del valle para ubicar sus asentamientos
urbanos.
Caral se encuentra en una amplia terraza aluvial, que mide 1,1 km en el lado más ancho, y se halla rodeada
por cerros. Como cualquier otra ciudad, Caral estuvo en constante transformación. Se calcula que funcionó
no menos de 1000 años y que tuvo, en su apogeo,
aproximadamente 3000 habitantes.
En los diversos asentamientos, los especialistas que gobernaron Caral materializaron, a través de la
arquitectura monumental, el poder que ejercieron. Ellos contaron con las condiciones para dedicarse a la
producción de conocimientos y a su aplicación tecnológica.
Dichos especialistas manejaron la mano de obra de grandes cantidades de personas, para la construcción
y remodelación de los edificios piramidales y sus recintos.

5. Explica la importancia de Caral para el Perú y América.


La importancia de Caral reside en que es considerada la ciudad más antigua de América. Declarada
Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, Caral es un sitio arqueológico, al norte de Lima, que
cuenta con impresionantes construcciones, convirtiéndola en una ciudad sagrada.
La cultura Caral-Supe representa a la civilización más antigua de América, desarrollada casi
simultáneamente con otras como las de Mesopotamia, Egipto, India y China.
Los habitantes de esta región del Perú se adelantaron en, por lo menos, 1500 años a los de Mesoamérica,
el otro foco civilizatorio de los seis reconocidos mundialmente, y en más de 3000 años a la sociedad que
edificó las reconocidas ciudades mayas.
El precoz desarrollo de la sociedad Caral-Supe se distingue de otros focos civilizatorios, como
Mesopotamia, Egipto e India, que intercambiaron conocimientos y experiencias, debido a que logró un
avance sin precedentes en completo aislamiento de otras culturas de América, Europa o Asia.
Caral ocupa 66 hectáreas, en las que se distingue una zona nuclear y una zona marginal.
En el núcleo, las edificaciones están distribuidas en dos grandes mitades: una alta donde se pueden
apreciar las construcciones piramidales más destacadas, una plaza circular hundida, dos espacios de
congregación pública masiva, además de las unidades domésticas y de almacenamiento de los
funcionarios, así como un conjunto residencial extenso.
La mitad baja tiene edificios de menores dimensiones, aunque destaca el complejo arquitectónico del
Anfiteatro, y un conjunto residencial de menor extensión. La zona en la periferia tiene numerosas viviendas
agrupadas, distribuidas a modo de archipiélago en islotes, a lo largo de la terraza que linda con el valle.
Los estudios señalan que en Caral el poder lo detentaba un grupo de individuos sobre la base de sus
conocimientos vinculados con la reproducción de las condiciones de vida de la población. Este grupo
dirigente hacía las observaciones astronómicas y elaboraba el calendario indicando los períodos más
convenientes para realizar las diversas actividades económicas.
Ellos fijaban las fechas de la siembra y de la cosecha, dirigían la construcción de las terrazas de cultivo y
la apertura de los canales de riego, conducían el comercio entre pescadores y agricultores y hacían llegar
los productos hasta largas distancias, en la costa, sierra y selva.
Las construcciones estuvieron relacionadas con orientaciones obtenidas de observaciones astronómicas,
y es probable fueran erigidas para ciertos astros, que representaban a los dioses, reguladores de la vida
social.
Al Sol, a la Luna, el lucero, entre otros -que ellos representaban como seres divinos- les construyeron
templos en los que celebraban rituales de reconocimiento por los beneficios recibidos.
La civilización Caral-Supe desarrolló conocimientos de matemática, geometría, medicina, que quedaron
plasmados en las obras y evidencias que ahora excavan los arqueólogos.
Se han descubierto templos de 18 metros de altura que se han mantenido estables por miles de años,
construidos con piedras y barro, conformados por terrazas y plazas.
También se ha comprobado tratamientos médicos que administraban, por ejemplo, hojas de sauce, que
ahora sabemos contienen ácido salicílico, principio activo de la aspirina y se usa actualmente para aliviar el
dolor.
Los arqueólogos del Proyecto Caral hallaron un quipu con una antigüedad aproximada de dos mil años
antes de Cristo, una cangrejera, antaras, sonajeras y pelotas, entre otros objetos de gran significación
cultural.
Según el arqueólogo Carlos Leiva, miembro del proyecto Caral, los Quipus, son una forma de registro igual
de válida que la cuneiforme o jeroglífica usada por los mesopotamios o los egipcios.
El descubrimiento de Caral, por sus características, es uno de los más importantes de los últimos años para
la arqueología mundial.
La directora del proyecto Caral-Supe, la arqueóloga sanmarquina Ruth Shady, afirmó que los más
importante de la designación por la Unesco es que se ponga atención al paisaje y se ejecute un trabajo de
acondicionamiento territorial, en tanto que lo primero que va a venir es un desarrollo turístico a la zona, que
está bien si es regulado y sostenible, y que está mal cuando no se tiene en cuenta estas regulaciones.
La civilización de Caral, considerada la más antigua de América al desarrollarse hace 5,000 años en la
costa central de Perú, realizó intercambios comerciales con otras sociedades de los Andes, la Amazonía,
el sur de Ecuador y el norte de Chile, según su descubridora, la arqueóloga Ruth Shady.

6. Pegar imágenes de los recintos de Caral.


Pirámide Largo Ancho Altura
Pirámide Mayor 153,52 m 109,42 m 28,00 m
Pirámide de la Cantera 78,00 m 56,00 m 13,40 m
Pirámide Menor 45,80 m 37,00 m 7,50 m
Pirámide de la Galería 110,00 m 80,00 m 17,00 m
Pirámide de la Huanca 55,00 m 55,00 m 12,00 m
Pirámide del Anfiteatro 155,00 m 81,00 m 11,00 m
Pirámide del Altar Circular 42,60 m 28,00 m 4,00 m

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