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Investigación en radiología

Aníbal J. Morillo, M.D.1


- Morillo, A.J.: Investigación en Radiología. Editorial. Revista Col de Radiología 1999; 10(1): 476-477.

La calidad de la investigación en radiología es pobre. Esta afirmación pretende generalizar una


situación que no es novedosa ni representa un fenómeno local. Tampoco se trata de un problema
exclusivo de la especialidad, pues es sabido que el pobre desarrollo de la investigación en
Colombia ha llevado a que la inclusión de las publicaciones biomédicas del país en las bases de
datos internacionales haya disminuido en forma progresiva y dramática en los últimos años (1).
La publicación científica es crucial para el desarrollo académico de cualquier especialidad, a la
vez que representa un papel importante en el desarrollo de la carrera académica de cada
individuo. A pesar de la importancia de las técnicas y habilidades implícitas en la publicación
científica, es común que éstas sean desconocidas o pobremente estimuladas entre los
profesionales del área académica (2). Escribir es difícil, y más aún cuando se requieren estrictas
normas para que lo escrito sea además válido. Como muchas de las revistas médicas del país, la
Revista Colombiana de Radiología se rige por estándares editoriales internacionales, los cuales
constituyen la única manera de lograr que la investigación local alcance algún reconocimiento
internacional.
Aunque exista interés en aplicar los resultados de una investigación en una población muy
claramente definida y diferente a otras poblaciones, el método científico es necesario para que
dichos resultados sean válidos. El pretender justificar la producción de estudios carentes de
método científico con argumentos como la escasez de recursos da lugar a la idea de
“investigación tercermundista”, concepto inaceptable que produce “pseudoinvestigaciones” que
demeritan la calidad de las revistas que las publican.

1
Director, Departamento de Radiología e Imágenes Diagnósticas, Hospital Universitario de San Ignacio.
Jefe, Centro Javeriano de Resonancia Magnética.
Profesor Asociado, Facultad de Medicina, Pontificia Universidad Javeriana.
La aparición de nuevos métodos diagnósticos suele estar seguida de múltiples intentos para
“confirmar” su utilidad, y, en algunos casos, para tratar de convencer a los administradores de
salud de que las millonarias inversiones que ellos hacen realmente valen la pena.
En el afán por “demostrar” que la nueva tecnología es necesaria en los hospitales que quieren ser
calificados como de vanguardia, resultan muchas publicaciones que pueden no tener la
metodología apropiada para confirmar dichas apreciaciones. En 1988, una revisión de los
primeros estudios publicados acerca de la utilidad de la resonancia magnética reveló que muchos
de éstos carecían de la metodología científica mínima para considerarlos como relevantes (3).
La radiología es considerada una especialidad pionera en la evaluación de sus propios métodos
(4, 5). El hecho de seguir encontrando llamados de atención acerca de las deficiencias en el
diseño de los estudios (6) puede ser el resultado de este interés en la evaluación de nuestro
desempeño, pero también puede poner en tela de juicio las afirmaciones acerca de la validez de
nuestra especialidad. En un momento en el que está en boga la práctica de la medicina basada en
la evidencia (MBE) (7, 8), la radiología académica –la que produce publicaciones- debe jugar un
papel protagónico en el desarrollo de la investigación en el país.
La MBE se puede definir como la búsqueda de la mejor evidencia disponible para tomar las
decisiones diagnósticas o terapéuticas en la práctica diaria (7,9). Aunque las bases de la MBE
están enraizadas en la práctica médica desde mediados del siglo pasado (8), la MBE no es
simplemente un nuevo nombre para algo que se viene haciendo desde hace mucho tiempo, sino
que constituye una estrategia que está orientada a optimizar la búsqueda de esta evidencia en la
literatura especializada y a su integración con la experiencia clínica adquirida en la práctica (7).
Al practicar MBE se aprenden a analizar los estudios publicados, los cuales han sido clasificados
en orden de relevancia como (10):
1. Revisión sistemática y metaanálisis.
2. Experimentos clínicos controlados
3. Estudios de cohortes
4. Estudios de casos y controles
5. Estudios de corte transversal
6. Reportes de casos.
Con frecuencia, el reporte de un caso o de una serie de casos es considerado despectivamente por
ser el más bajo en la escala jerárquica. Personalmente, considero que el sistema de investigación

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puede asimilarse a un modelo piramidal, en el que la base juega un papel definitivo en su
equilibrio. La importancia de los reportes de casos es que tienen el potencial de generar preguntas
de investigación de las que se originan estudios más complejos. Por supuesto, no todos los casos
ameritan publicación. Lo ideal no es sólo que sean realmente novedosos, sino que constituyan
verdaderos semilleros de investigaciones; que no se queden como la evidencia de que en una
institución determinada también se ha tenido la suerte de evaluar un caso inusual (11).
Puede ser motivo de alarma el que la publicación oficial de una asociación científica se base en
reportes de casos, o que los premios que la misma asociación entrega a las mejores
investigaciones anuales terminen siendo asignados a estudios calificados en el más bajo nivel de
la jerarquía: Reportes de series de casos, o incluso revisiones de tema que no sustentan ninguna
hipótesis ni aportan al desarrollo científico de la especialidad.
Al tener la responsabilidad de manejar la publicación de la investigación en nuestro país, la
Revista Colombiana de Radiología no sólo debe exhortar a los radiólogos del país a publicar,
como lo hizo desde sus primeras editoriales (12, 13), sino que debe propender por el
mejoramiento del nivel académico de nuestra especialidad. Por esto su Comité Editorial también
se ha preocupado por divulgar información relacionada con los aspectos metodológicos de los
trabajos científicos recibidos para publicación (14). Otros temas de gran importancia y de los que
por lo menos se recomienda su lectura inicial son los relacionados con técnicas para mejorar la
calidad de los reportes escritos (15 - 17), y los relacionados con la autoría (18 - 21) y el fomento
de la investigación en radiología (22).
Una vez establecida una pregunta de investigación, que puede nacer del análisis de un caso
publicado o visto en la práctica diaria, una de las maneras de evaluar si es viable un proyecto que
pretenda responder a esa pregunta es determinar el número de casos que se requieren para que lo
analizado pase de ser una simple descripción y se convierta en evidencia. El tema del tamaño de
la muestra, que ya ha sido analizado en la literatura especializada del país (23), tiene gran
relevancia en la determinación de la viabilidad o en la planeación de cualquier proyecto de
investigación, y puede aplicarse específicamente a los estudios que evalúan las pruebas
diagnósticas.
Es imperativo fomentar el espíritu investigativo entre las nuevas generaciones de radiólogos del
país. Al divulgar la importancia de los aspectos metodológicos en la investigación científica, se
espera que los radiólogos asuman el papel de liderazgo que les corresponde entre los especialistas

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que les consultan. Es con RADIOLOGÍA BASADA EN LA EVIDENCIA que debemos
recuperar el terreno perdido ante los médicos no radiólogos que se han infiltrado en nuestra área
de trabajo y que han aprendido a lograr idoneidad en nuestro campo mediante la práctica de
MBE. Es esta práctica la que nos llevará a generar preguntas de investigación que puedan ser
contestadas (24), y que deben terminar en proyectos de alto nivel, regidos por el método
científico.

Referencias
1. Roselli, D.: Latin American biomedical publications: the case of Colombia in Medline.
Medical Education, 1998; 32, 274 – 277.
2. James, A.E.Jr.: Get it right and then get it written. Invest Radiol 1991; 26(1): 90.
3. Cooper, L.S., Chalmers, T.C., McCally, M., Berner, J., Sacks, H.S.: The poor quality of early
evaluations of magnetic resonance imaging. JAMA 1988; 259: 3277 – 3280.
4. Dixon, A.K.: Evidence-based diagnostic radiology. Lancet 1997; 350: 509 – 12 *
5. Ross, S.E.: Editorial: Operations research and optimal radiology. Radiology 1959; 73: 618-
620.
6. Wolf, G.L.: Poor quality of clinical research in radiology: another indictment. Radiology
1989; 170: 311– 312. *
7. Lozano, J.M., Dennis, R.: Medicina basada en la evidencia. Programa de Actualización
Médica Permanente. Ascofame 1998; 34: 14 – 21. *
8. Sackett, D.L., Rosenberg, W.M., Gray J.A.M., Haynes R.B., Richardson W. S.: Evidence-
based Medicine. How to practice and teach EBM. Churchill Livingstone, New York, 1997.
9. Sackett, D.L., Rosenberg, W.M., Gray J.A.M., Haynes R.B., Richardson W. S.: Evidence
based medicine: what it is and what it isn’t. BMJ 1996; 312: 71 – 2.
10. Greenhalgh, T.: How to read a paper. Papers that report diagnostic or screening tests. BMJ
1997; 315: 540 – 3. *
11. Rogers, L.F.: The case report: Little Jack Horner and his christmas pie. From the editor’s
notebook. AJR 1998; 171: 1451.
12. Restrepo, S.: Nota del editor. Revista Col de Radiología 1989; 1(1): 2.
13. Jiménez, C.: ¿Por qué o para qué publicar? Nota del editor. Revista Col de Radiología 1989;
1(2): 2.

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14. Restrepo, S.: Pruebas diagnósticas por imágenes. Consideraciones estadísticas y
metodológicas para la toma de decisiones en medicina. Nota del editor. Revista Col de
Radiología 1994; 6(1): 2 - 10. *
15. Siegelman, S.S.: Editorial: Advice to authors. Radiology 1988; 166: 278 – 280. *
16. Riegelman, R.K., Hirsch, R.P.: Cómo estudiar un estudio y probar una prueba: lectura crítica
de la literatura médica. Organización Panamericana de la Salud. Publicación Científica 531.
Washington, D.C., 1992. *
17. Day, R.A.: Cómo escribir y publicar trabajos científicos. Organización Panamericana de
la Salud. Publicación Científica 558. Washington, D.C., 1996. *
18. Ruiz, A.: Autoría en las publicaciones científicas. Criterios y conceptos. Acta Médica
Colombiana 1998; 23(4): 175 – 179. *
19. Morillo, A.J.: Del plagio y otros demonios. Acta Médica Colombiana 1998; 23(5): 301 –
304. *
20. Rogers, L.F.: From the editor’s notebook. Duplicate publications: it’s not so much the
duplicity as it is the deceit. AJR 1999; 172: 1.
21. American Journal of Roentgenology. Editorial. Protocol for investigating alleged duplicate
publications. AJR 1999; 172: 2.
22. Hillman, B.J., Putman, C.E.: Fostering research by radiologists: Recommendations of the
1991 summit meeting. Radiology 1992; 182; 315 – 318. *
23. Dennis, R.: Cómo estimar el tamaño de la muestra en investigaciones con humanos. Acta
Médica Colombiana 1989; 14(2): 92 – 99. *

24. Dennis, R., Lozano, J.M.: Curso de Medicina basada en la evidencia. La pregunta clínica:
cómo elaborar preguntas que se puedan contestar. Programa de Actualización Médica
Permanente. Ascofame 1998; 36: 13 – 18. *

Nota: Además del artículo al que se hace referencia en el texto, al lector interesado en
profundizar en temas como la metodología científica y la lectura crítica de la literatura médica,
se le recomiendan especialmente las referencias señaladas con asterisco (*), las cuales son de
fácil consecución, y pueden contribuir a consolidar sus habilidades en la publicación de
investigaciones.

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