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Yo me llamo “Su condición de calidad”. Esa fue la frase expresada por la maestra,
cuando en mi calidad de rectora por encargo le pedí se preparara para sustentar en
media hora la condición 11 ante la funcionaria de Secretaría de Educación
Departamental en el marco del acompañamiento de SeEduca a la Escuela Normal
Superior Mariano Ospina Rodríguez como preparación a la visita de verificación de las
condiciones básicas de calidad del MEN.
Profe, usted se llama …
Sí es verdad, así lo escribí, tal vez en el afán de hacer las cosas rápido, pero pregunte
a los demás compañeros y a todos les escribí el mismo asunto.
Y más sorpresa aun cuando la compañera del lado en la sala de profesores se para y
dice: Lucía, usted por el correo nos tiene acostumbrados siempre a saludar: buenos
días, buenas tardes, buenas noches y a tratarnos por el nombre.
Si profes, acá en la sala está también la profe de artística y a ella le escribí lo mismo.
¿Verdad maestra que le escribí igual? Ella con su mirada atónita, de asombro, no
contestó, solo se limitó a escuchar.
Profes, no era mi intención, pido disculpas si las ofendí con el trato.
1
Ponencia presentada en el Encuentro Nacional de la Red de Maestros Investigadores de las Escuelas Normales
Superiores de Antioquia realizado en Fredonia los días 30 y 31 de Agosto y 01 de Septiembre de 2017.
trato hacia los demás. Es una manera de ser, conocer y obrar. Aquí es apropiado el
juego de palabras “Que el contacto humano sea con tacto”. Aunque Herbart fue el
primero en desarrollar esa idea, no es el único en adoptar esa noción para referirse a
una cualidad especial de la interacción humana. Max Van Manen (1998) en su estudio
clásico sobre el tacto en la enseñanza, ha contribuido a desarrollar una teoría más
sistemática sobre el tacto pedagógico y entre sus propiedades están: preserva el
espacio de libertad e intimidad del educando; protege lo que es vulnerable; nos
previene y defiende del daño; reconstruye en un todo las partes o lo que se ha dividido
-pensar, hablar, sentir, actuar, creer-; acentúa y busca el bien del otro; acompaña el
crecimiento personal y aprendizaje del educando. En verdad, el tacto educativo no se
puede planificar. Podrá estar inspirado por ideas, pero se rige por los sentimientos y la
afectividad. Tener tacto es ser capaz de tener en cuenta los sentimientos de los demás.
Es ver una situación que reclama sensibilidad, entender el significado de lo que se ve,
sentir la importancia de la situación, saber qué hacer y cómo. El tacto educativo
subraya la dimensión terapéutica que puede tener la educación, rehaciendo lo que se
ha roto. Educar el tacto educativo, así, consiste en descubrir con mirada delicada las
aptitudes y capacidades del educando, y del propio educador, y hacerlas efectivas en la
creación del mundo que se pudiera y debiera habitar. Esa mirada es amorosa. Es la
sensibilidad pedagógica del maestro. Saber actuar con eficacia ante las situaciones
que ocurren en el aula, a establecer un clima de aprendizaje adecuado para sus
alumnos, de identificar las características de cada niño y joven; así como ser capaz de
mostrar seguridad, confianza, comprensión entre otros aspectos.
¿Cómo se manifiesta el tacto pedagógico? Existen varias maneras de describir cómo
se manifiesta el tacto en nuestra forma pedagógica de ser y actuar, como se puede
poner en evidencia:
Retrasando o evitando la intervención. En muchas ocasiones como maestros
nos damos cuenta que nuestros alumnos no entienden o comprenden ciertos
conceptos o carecen de ciertas habilidades, no intervenimos, dándonos por
igual que aprendan o no, seguimos avanzando con nuestro programa no
interviniendo, ni preocupándonos en hacer algo para evitar esta situación,
creemos que con pararnos en frente ya estamos enseñando a nuestros
alumnos.
Como receptividad a las experiencias del niño. Es muy común que como
maestros le reprochamos al alumno la falta de cumplimiento dentro del aula, la
falta de interés, pero realmente no nos involucramos a investigar el porqué de
esa situación, el de ir más allá, nos cerramos a la manifestación o a la
experiencia que está viviendo el estudiante en ese momento, les negamos la
amistad y la confianza para que ellos expresen lo que sienten o simplemente los
problemas que tienen en casa, por lo que es importante que como docentes
tengamos la atención necesaria hacia esos alumnos.
Siendo sensible a la subjetividad. Cuando los grupos son muy numerosos se
dificulta que se le ponga la atención necesaria a cada uno de mis alumnos, ver
las necesidades que tienen, se dificulta la participación de cada uno de ellos, en
ocasiones hasta la pérdida de control del grupo, por lo que tiendo a levantar el
tono de mi voz para controlar nuevamente el grupo, unido a esto cuando a los
alumnos no les hacemos ver el sentido y la importancia del contenido
provocando en ellos la inquietud y disciplina, y por consiguiente volviéndome
menos tolerable con el grupo.
Como una influencia sutil. Es muy importante tener en cuenta el trato hacia los
alumnos, el generar un clima de confianza, el platicar con los alumnos, el
generar alegría en ellos, lograr que no nos vean como enemigos, sino todo lo
contrario, todo ello para que la clase tenga éxito, y sobre todo saber cómo
aconsejarlos para lograr en ellos el desarrollo de sus habilidades y
conocimientos.
Como seguridad en las diferentes situaciones. Es importante que como
maestros tengamos siempre un tono adecuado con todos los alumnos y los
grupos, sobre todo cuando se tienen situaciones impredecibles, de disciplina o
no previstas, comunicándoles de cierta forma a los alumnos nuestra seguridad
como maestros, y de esta manera poder controlar al grupo.
Como el don de saber improvisar. Es vital que como docentes tengamos esa
seguridad y confianza en sí mismos, pero esto no se logra por sí solo, sino
requiere de mucha preparación, actualización, investigación y sobre todo
práctica, para poder manejar e improvisar las distintas situaciones que se nos
puedan presentar en nuestra práctica docente, favoreciendo con ello que los
alumnos tengan confianza en nosotros, lógico que al principio cuesta trabajo,
pero el tiempo y la experiencia nos van ayudando poco a poco.
Appreciative Intelligence: Seeing the Mighty Oak in the Acorn Hardcover – May 14 2006
by Tojo Joseph Thatchenkery (Author), Carol Metzker (Author)
Herbart, Juan Federico (1914). Pedagogía general: derivada del fin de la educación.
Traducida por Lorenzo Luzuriaga.
http://cea.uprrp.edu/wp-content/uploads/2014/03/etica-en-los-procesos-de-
ense%C3%B1anzaEL-TACTO-PEDAGOGICO.pdf
http://evoluzionbusiness.com/wp-content/uploads/2016/10/QUE-ES-LA-INTELIGENCIA-
APRECIATIVA.pdf