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LA POLÍTICA EN EL SER HUMANO

SEBASTIAN RODRIGUEZ ROPERO

GRADO OCTAVO

COLEGIO CAMPESTRE

LITERATURA

2019
LA POLÍTICA EN EL SER HUMANO

SEBASTIAN RODRIGUEZ ROPERO

GRADO OCTAVO

ALEXANDER TORRES

DOCENTE

COLEGIO CAMPESTRE

LITERATURA

2019
LA POLÍTICA EN EL SER HUMANO

El ser humano está definido por su personalidad que constituye el modo de vivir según sus

decisiones y voluntad; sin embargo, él se deja influenciar por aspectos de su entorno que influyen

directamente en su comportamiento según la conveniencia e interés, en especial, desde el ámbito

político, siendo la política misma un estamento social que define y conduce al individuo a través

de concepciones e ideales para alterar y mover su conciencia, por ello, es necesario cuestionar, ¿en

qué manera interfiere la política en la vida del hombre?

Es incorrecto pensar que la política es ajena, más aun, cuando ella define al hombre como

ser político por su capacidad racional, siendo y transformándola en una herramienta ideológica para

manipular mentes y conciencias débiles. Podríamos asumir que la política controla la sociedad al

convertirse en poder, influyendo en el pueblo como recurso de opresión y desigualdad del Estado

hacia su gente. Como Eduardo Caballero Calderón dice en su obra “El cristo de espaldas”.

- ¿Miedo?

- ¡Miedo de que ese rojo bandido del muchacho mate un día de estos a don roque, que es tan buen

godo! Recuerde, compadre, que cuando don roque echo al muchacho de la casa, hace tres años, este

juro que cualquier día volvería a vengarse…

-Gracias a Dios se va mañana el Anacleto… ¡Ave María Purísima! ¡Haberle salido rojo ese

muchacho! Es lo que yo digo: cualquier día lo mata por que de estos rojos no hay que fiarse… Diga

una cosa, compadre: ¿no sería bueno que esta noche le mandara los guardias? En fin: son

aprensiones mías… 1996 (p.27)


Por otro lado, las personas se influencian unas a otras. Tendemos a hacer y a opinar lo

mismo que la manada, lo mismo que el grupo social al que pertenecemos. Nos acomodamos a la

opinión de la mayoría y determinamos lo que está bien y lo que es correcto averiguando lo que

piensan los demás, porque cuando mucha gente hace algo, ese algo es lo que se debe hace, sea en

positivo o en negativo. De ahí la importancia de las tendencias. De ahí el interés de los partidos y

el uso de diferentes medios para influir en las personas. Por ejemplo, en presentar encuestas que

dan una determinada orientación del voto y por presentarse como ganadores tras los debates

políticos. El truco en la mayoría de estos actos es que todo esta arreglado o manipulado por el

político y su partido. En periodos democráticos, la dinámica usual es la alianza del estado con los

medios pues estos son un rol crucial para la manipulación de las masas.

La concentración del dinero produce concentración de poder, como tal directamente no se

trata del dinero, si no de los intereses que conlleva este. Esos intereses pueden y a menudo logran

influir en la expresión de la voluntad popular. El riesgo de que las democracias sirvan solo a quienes

concentran el dinero y no a los que llevan a cabo un proceso limpio, esto se convierte en una

inminente amenaza sobre la supuesta legitimidad democrática y transparencia de la política, las

consecuencias de aquello son la perdida de autoridad de parte de gobierno. La información

referente al uso del dinero en la política es limitada pero lo que si se sabe es que los políticos

aceptan dinero de grupos independientes este aporte según los políticos es una donación para llevar

a cabo sus actividades políticas, pero estos grupos después se benefician materialmente de favores.

“Cuando los partidos carecen de autoridad ora por falta de poder, ya por el triunfo de sus contrarios,

nace el descontento y los debilita; los jefes subdividen la causa en tantas partes cuantos son ellos”.

(Bolívar, 1815)
Las personas imitan la actitud de aquellos que simbolizan autoridad. La mayoría de

personas teme a expresar sus ideas con los demás y al ver a una persona que supuestamente

puede ser su vocero decide dejarse influenciar pues desde pequeños acostumbrados a que un ente

de mayor autoridad hablé por nosotros un sistema jerarquizada. Obedecer a la autoridad es bueno,

desobedecerla es malo. Nos dejamos influenciar sin siquiera darnos cuenta todo esto sucede

gracias al estatus que otorgo la autoridad sobre una persona. Los títulos. se vuelven símbolos de

autoridad desde los que se está y se habla “con autoridad, con criterio, conocimiento y rigor”. Lo

que dice un Diputado o un ministro tiene más valor que lo que dice un vecino cualquiera porque

les presuponemos autoridad, disposición de datos, información reservada y evidencias que no

conocemos.

En conclusión, podemos afirmar que la política se ha ido pudriendo al pasar de los años, por otro

lado los políticos no se conforman con llevar a cabo una campaña electoral limpia y recurren a los

medios de comunicación o en otros casos llegan al limite de sobornar al votante, también el ser

humano se deja influenciar de cosas tan simples como su grupo social o el simple echo de una

imagen autoritaria,
Bibliografía

 Bolívar, S. (1815) Carta de Jamaica

 Caballero Calderón, E (1996) El Cristo de espaldas

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