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322.

A AMÉDÉE OZENFANT
Bandol, c. 25 de marzo
Mi querido amigo:
He disfrutado leyendo Le Purisme, y me siento impulsado a escribirle.
Parece que es su respuesta a varias conversaciones que hemos tenido,
y usted parece rechazar las ideas que yo he expresado en algunas
ocasiones.
El temor a ser tedioso y a veces demasiado prolijo me ha hecho,
sin duda, explicarme mal, porque veo confusión en lo que usted me
combate. Ningún fabricante de vidrio podrá jamás fabricar ninguna
botella o ningún jarro de los que yo he pintado, porque no tienen, ni
pueden tener, ningún equivalente en un mundo de tres dimensiones.
Sólo pueden tener un equivalente en el mundo del intelecto. Y estos
objetos tienen, claro está, este equivalente porque usted mismo los
describe como una botella de agua triangular, una botella oval o
cuadrada, probando así que los ha entendido.
Por lo tanto, si los ha entendido, eso prueba que yo no he abolido lo
que tienen de esencial o, mejor dicho, de sustancial. Un hombre muere
ahogado en el agua y un pez en el aire. Pero los dos tienen órganos
respiratorios, aunque uno sólo funcione en el elemento aire, y otro sólo
en el elemento agua. Lo mismo puede decirse de los objetos de mi
pintura: si intenta usted hacerles vivir en el mundo al que no
pertenecen morirán. Incluso morirán sí intenta usted sacarlos de una
pintura e introducirlos en otra. Morirán igual que un objeto del mundo
natural moriría en un mundo pintado. No puede usted pretender que
hay algo fantástico en dar a cada objeto que uno representa el carácter
sustancial de un órgano respiratorio que funciona en un conjunto
específico de circunstancias. De todas formas, no hay nada nuevo en
esto, porque si intentase usted sacar un objeto de una pintura de
Chardin vería qué grotesco se vuelve en cualquier otra composición
formal y bajo cualquier otra luz que la suya propia, porque ése es su
medio.
El punto de partida de una obra de arte no es el mismo que el de su
conclusión. El error del naturalismo fue creer que ambos eran
idénticos. Recuerde que mientras que un artista griego tomaba a una
mujer ateniense en particular y la convertía en un ideal y
consecuentemente generalizaba un tipo de mujer, por su parte la
Iglesia tomó la idea abstracta de Dios y la convirtió en un amable Jesús
con su barba, su bigote, su cruz y su corona de espinas. Sí, soy
horrible- mente cristiano en este sentido, porque éste es exactamente
mi procedimiento. Si el naturalismo es un error, entonces también lo es
el idealismo, y ésta es la razón. Nos han llega- do dos obras de arte muy
destacadas, cuya importancia está fuera de dudas: la Venus de Milo,
que representa a Grecia, y la Mona Lisa, que representa al
Renacimiento. Nos gol- pean con más fuerza que otras obras de arte de
los mismos períodos porque tienen más individualidad. La Venus de
Milo no tiene brazos—una característica individual—. La Mona Lisa
sonríe—una característica individual—. ¿Qué puede haber más potente
que este acto de selección natural como argumento contra una forma
de arte que se confina al idealismo y a la abstracción y rechaza
convertirse en algo terreno y temporal? Hasta aquí la estética. En
cuanto a la técnica, de la que forman parte los medios arquitectónicos,
prefiero ser más reservado. Sí, es cierto que he explicado el número
áureo a amables compañeros que necesitaban una guía para su trabajo,
pero yo tengo otros métodos de composición. Hoy, querido amigo,
puede creerme cuando le digo que no sólo sé los atributos de cada
tamaño y de cada forma de lienzo—ya sea F, P o M- sino también que
puedo producir una composición que se adapte a cualquier área dada. Y
ya que estoy en este punto, me pregunto si se habrá dado usted cuenta
de que la mayoría de mis últimas cosas están hechas en formato M.
Bien, pues este formato no tiene nada que ver con el número áureo. De
hecho, acabo de enviar un lienzo de tamaño 40 a la galería sobre el
que me gustaría mucho conocer su opinión. Está hecho con unos
medios muy estrictos.
Aparte de estos dos puntos, en los que le he retado porque sé que
su aproximación al arte es tan desinteresada como la mía, su librito es
muy interesante y estoy de acuerdo con mucho de lo que usted dice.
Le felicito, y agradeciéndole que me lo enviara, le saludo
amistosamente.
Suyo,
JUA N G RI S

5°7 En el sistema francés de numeración de lienzos, cada tamaño (del 1 al 120)


tiene diferentes formas: Figura (F), Paisaje (P) y Marina (M). La forma más parecida
al cuadrado es la F. Así, 4oF=100/ 1,40P = 100 y 7 3 , 4 M - = 1 0 0 . El formato figura es el
que se conforma con el nú- mero áureo. Véase la carta n.º z6 (a Daniel-Henry
Kahnweiler, primeros de octubre de 1914).

26. A DAN IE L -HE N RY KAHN W E I LE R

Mi querido amigo: (Colliure, principios de octubre]

Susdos cartas han llegado en días seguidos: acabo de recibir hoy la


segunda. Siempre disfruto sus cartas porque me dan ánimos y me
hablan de su buena amistad.
Somos felices aquí con esta familia, que son encantadores y muy
amables con nosotros. Desde que estoy en esta casa he vuelto a
trabajar de nuevo con entusiasmo. Estoy lleno de nueva energía.
Debería estarlo, porque no hice lada el mes pasado. Nuestros
anfitriones se han quedado bastante atónitos con mi estilo pictórico. No
he tenido que cansarme
de dar excusas,
finalmente comienzan a entender. Incluso les gustó tanto una pintura
que acabo de terminar, de formato 25, que se la he regalado.
No me he encontrado muy bien últimamente: tengo frecuentes
brotes de náusea y una ligera fiebre. Espero no ponerme enfermo para
no molestar en esta casa.
Veo mucho a Matisse. Hablamos y pintamos implacablemente,
mientras Marquet escucha, y se aburre bastante. Sin noticias de
nuestros amigos, ni tampoco he tenido más noticias de Picasso.
Tampoco he sabido nada más de Brenner después de la carta que le
envié. Recibí una postal de Gertrude Stein. Está en Londres.
¡París! ¡París!, pero al perder mi billete de vuelta perdí también mi
esperanza de volver.
Reciba toda la amistad de
JUAN GRIS

Mis saludos a Madame.

" Kahnweiler estaba en Siena.


69 Se trata de Le Violon, collage de papel sobre tela, 82 x 62 cm, on dedicatoria del
30 de octubre de 1914 (Cat. Cooper, t. I, n." 121).
Los lienzos franceses se numeran de acuerdo a su formato, y cada I ormato se
divide en tres categorías, de la siguiente manera:
N.' de formato Figura (F) Paisaje (P) Marina (M)
4 33 x 24 cm 33 X 22 CM 33 x 19 cm
5 35 x 27 cm 35 x 24 cm 35 x 22 CM
6 41 x 33 cm 41 x 27 cm 41 x 24 CIT1
8 46 x 38 cm 46 x 33 cm 46 x 27 cm
10 55 x 46 cm 55 x 38 cm 55 x 33 CM
12 6I X 50 CM 61 X 46 CM 6I x 38 cm
15 65 x 54 cm 65 x 5o cm 65 x 46 CM
20 73 x 6o cm 73 x 54 cm 73 x so cm
25 81 x 65 cm 81 x 6o cm 81 x 54 cm
30 92 x 73 crn 92 x 65 cm 92 x 6o cm
40 100 x 81 cm 100 x 73 cm 100 x 65 cm
[Del libro Juan Gris, Correspondencia y escritos.
Edición crítica de M. Dolores Jiménez-Blanco.
Barcelona 2008, Acantilado, págs. 314-317 y 55-56,
respectivamente.]

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