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Universidad César Vallejo - Tarapoto

LAS EMOCIONES POSITIVAS: Ayuda al niños a combatir su estrés.

Mélani Rodríguez Flores


Practicante Pre Profesional de Psicología Clínica II

Cuando un niño presencia el nacimiento de un hermano, las discusiones entre padres, la

enfermedad grave o el fallecimiento de un ser querido, el cambio de domicilio, el fracaso

escolar, las exigencias paternas desmedidas, el ingreso a un nuevo grupo de amigos, el

abuso, la pobreza, la ausencia de los padres, el rechazo de los compañeros son, entre otras,

situaciones que en mayor o menor medida generan estrés en la infancia.

Cuando un niño llega a sobrecargarse de tensión su poca capacidad de manejo de esas

emociones, provoca desde estallidos de llanto y malos tratos hasta disfunciones

emocionales severas, como la depresión o los trastornos de ansiedad.

Existe investigación psicológica que demostrar la existencia de ciertas características

personales que amortiguan el impacto del estrés, consiguiendo que los menores se

mantengan integrados a pesar de vivir situaciones adversas. El estrés es uno de los

mayores enemigos de los niños, las emociones positivas actúan como un escudo protector

que atenúa el malestar y propicia una visión más saludable de la vida. (Laura B. Oros

2008)

Pienso que deberíamos ayudar a nuestros niños a combatir con su estrés promoviendo

experiencias de emociones positivas dentro del hogar; dándoles algunas pautas para

fomentar su satisfacción personal, la alegría y el buen humor, la serenidad, la gratitud y

la simpatía.

En su Satisfacción personal, tiene que ver con su valoración, la conformidad y la

aceptación de uno mismo; dicho en otra palabra su Autoestima. También está su

sentimiento de valía que comienza desde muy temprano de su vida y los padres son el

primer punto de referente.

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Debemos destacar las cualidades positivas de su hijo y felicitarlo por sus logros; es

importante el señalamiento de las virtudes personales para así promover la

autosatisfacción de su niño. No obstante, debemos cuidar de no caer en el error de realizar

halagos inmerecidos o de resaltar constantemente los aspectos favorables, descuidando

los que podría mejorarse.

Por otro lado evitemos la crítica reiterada y hostil. Una crítica hostil, una burla, acerca de

una actividad valorada por el niño (como un dibujo o una tarea) pueden herir su

susceptibilidad y por lo tanto atentar con su autoestima, evite criticarlo en público.

Otro punto importante para promover la experiencia de emociones positivas del niño es,

dedicarle tiempo a jugar con sus hijos, sobrinos, primos. El juego es una excelente

herramienta para despertar la alegría y el buen humor, jugar con los más pequeños

utilizando juegos “ridículo” haciendo muecas, persiguiéndolo por la casa y atraparlo para

llenarlo de cosquillas en sus manos, brazos, mejillas, la pancita y la espalda, es bueno

sobre todo por el contacto piel a piel brinda estimulación, sensación de seguridad y

promueve la maduración psicomotriz.

Con los niños mayores, implementar los juegos cooperativos, en los que todos ganan o

todos pierden, tratar de elegir juegos divertidos pero que impliquen menos acción. Es

bueno alentar al niño a contar chistes y a utilizar el humor aun en circunstancias difíciles.

En conclusión, promover las emociones positivas trae muchos beneficios útiles para el

desarrollo de su niñez, asimismo, estos beneficios le va a permitir al infante: Ayudar a

manejar el estrés de una forma más saludable y adaptativa; como también fomenta

actitudes más tolerantes y persistente ante las frustraciones; favorece la aparición de

conductas innovadoras y pro sociales como el altruismo.

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REFERENCIAS

 Oros Laura B. (2008) Las emociones positivas: Un antídoto contra el estrés

infantil en Revista Vida Feliz, Asociación Casa Editora Sudamericana- Buenos

Aires, págs. 1-1

 Shapiro, L. (2006). La inteligencia emocional de los niños. Una guía para padres

y maestros. Buenos Aires:Byblos.

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