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Autor de la ficha: María Daniela Zapata Duque Título de la ficha: La exclusión en la participación política

Temática: Participación política - Exclusión puede derivar en violencia - Participación de la ONIC -


Fecha de elaboración: 15 de junio de 2019 Autores: Gabriel Almond, Gianfranco Pasquino, Gerry
Hora de elaboración: 2:00 pm Stoker, Rodrigo Lozada, Andrés Casas, David Sanders

1. Tema: ¿De qué manera los líderes de la ONIC han intervenido en la búsqueda de participación política que reclama la
población indígena, visto desde un enfoque culturalista, durante las protestas de la Minga ocurrido en Cauca, en el último año?
2. Palabras Clave: Discriminación, participación política, legitimidad, reconocimiento, exclusión, Minga indígena, ONIC.
3. Citas Textuales:

1. “Globalmente, este sector de estudios, sus técnicas y sus resultados, han avanzado tanto como para constituir uno de los
sectores más interesantes de análisis político en las democracias competitivas, y entre los más inclinados a una intervención
operativa, de ingeniería, de transformación de las reglas, particularmente las electorales, con el fin de alcanzar determinados
resultados: por ejemplo, en la transición de un régimen autoritario a un régimen democrático, para garantizar participación y
capacidad de decisión sin fragmentar el sistema partidista”. (Pasquino, p. 24)
2. “Bajo la égida de algunas bien fundadas teorías probabilistas, el científico de la política podrá afirmar con confiada seguridad
que “si cambian algunas condiciones, entonces es probable que se derivarán de ello algunas consecuencias específicas”. Los
ejemplos podrían multiplicarse. Anticipando el discurso que figura en el capítulo sobre los sistemas electorales, me limitaré
aquí a un único ejemplo. Si se quiere reducir el número de los partidos representados en el parlamento, es posible hacerlo, por
ejemplo, sin abandonar la representación proporcional, pero diseñando circunscripciones electorales pequeñas, es decir que
elijan, cada una, a no más de cinco parlamentarios”. (Pasquino, p. 37)
3. "La privación relativa (PR) es el desfase entre los «beneficios anhelados» (value expectations) y los «beneficios que se creen
posibles» (perceived value capabilities); el primer concepto se refiere a los ingresos. riqueza, posición, calidad de vida y
derechos políticos que los individuos creen que deberían obtener, mientras que el segundo se refiere a esos mismos elementos,
pero sólo en la medida en que el individuo cree que los obtendrá. Por tanto, según Gurr, un individuo sufre privación relativa
siempre que existe un desfase entre sus expectativas y las posibilidades que cree que tiene. Su hipótesis principal es que, si no
intervienen otros factores, cuanta más privación relativa sufra un individuo más inclinado estará a participar en actividades
políticas violentas”. (Sanders, p. 78)
4. “A otros les preocupan tanto las diferencias culturales entre los pueblos, o entre los diversos sectores de la sociedad, que se
dedican a examinar como esas diferencias condicionan la actividad política (enfoque culturalista). Y a un tercer grupo le
inquieta esclarecer como, y con cuales consecuencias, la forma diferenciada como culturalmente se ha entendido la condición
de la mujer y del hombre se encuentra en la raíz de muchos conceptos y prácticas políticas, siendo no pocos de aquellos y de
estas de naturaleza discriminatoria (enfoque feminista)”. (Lozada, p. 73)
5. “Bajo la influencia de antropólogos sociales como Ruth Benedict (1887-1948), Margaret Mead (1901-1978), Ralph Linton
(1893-1953), Clifford Geertz (1926-2006) Y otros, al igual que como reflejo de realidades políticas, como las dificultades para
aclimatar la democracia en diversos países del mundo, los odios raciales, la discriminación contra la mujer y contra minorías
que no reflejan los patrones culturales predominantes, el creciente afán de muchas personas por afirmar su propia identidad,
cualquiera que ella sea, y, en época mas reciente, los fundamentalismos religiosos, entre otras, el enfoque culturalista irrumpe
en la ciencia política en la segunda mitad del siglo XX”. (Lozada, p. 201)
6. El enfoque culturalista “se enfoca, pues, solo en una parte de los textos que interesan a quienes estudian la cultura. Por otro
lado, por ocuparse de representaciones compartidas, de los problemas de identidad y del sentido tanto del poder como de la
exclusión, el enfoque culturalista, en parte, se traslapa con los enfoques feminista, constructivista, critico contemporáneo y
post-modernista”. (Lozada, p. 202)
7. Uno de los temas que suscitan el interés de varios culturalistas es el de la naturaleza de "lo político", actualmente entendido
por la corriente principal de la ciencia política como algo que gira en torno a los repartos terminantes de valores a nivel de la
sociedad o del ejercicio del poder en cualquier contexto en el que este tenga lugar. Para estos autores, esta visión implica una
jerarquización de la sociedad, donde unos pocos mandan y la gran mayoría obedece, o al menos, se espera que obedezca.
¿No será posible, se preguntan los culturalistas, entender "lo político" en otros términos menos excluyentes?”. (Lozada, p.
205)
8. “Se debe evitar el simplismo de considerar la cultura del "establecimiento" como la cultura que poseen todos los miembros de
la sociedad o la gran mayoría de ellos. En toda sociedad, siempre existirán sectores sociales que resisten aquella cultura. Por
eso, como regla general, es necesario abrir espacios, en varias direcciones, para que los sectores excluidos y los inconformes
manifiesten sus creencias, sus identidades y sus modos preferidos de actuar”. (Lozada, p. 206)
9. “Desde una aproximación culturalista, Samuel P. Huntington, en The clash of civilizations and the remaking of world order
(1996, 1997), enfatiza la importancia creciente de las identidades colectivas, hasta el punto de conjeturar que, en el futuro, los
grandes conflictos no tendrán lugar entre países o bloques de países, sino entre civilizaciones, es decir, entre grandes culturas”.
(Lozada, p. 207)
10. “Como menciona Eckstein (1979, p. 3), el enfoque formal-legal aporta tanto un marco teórico general como explicaciones
prescriptivas. En primer lugar, sus defensores consideran las reglas y procedimientos legales como la variable independiente
fundamental y el funcionamiento y destino de las democracias como la variable dependiente. Duverger (1959), por ejemplo,
critica las leyes electorales que propugnan una representación proporcional porque fragmentan el sistema de partidos y socavan
la democracia representativa”. (Stoker, p. 57)
11. “A la tendencia de la cultura dominante a imponer su propio concepto «exclusivo» de ciudadano deben oponerse valores «de
inclusión» —respaldados por reformas políticas oportunas que impulsen una descentralización radical—, una representación
obligatoria de los grupos marginales al más alto nivel del proceso de elaboración de políticas y una democracia participativa,
tanto dentro de los grupos desfavorecidos como en el autogobierno de la comunidad. De esta forma, se podrían escuchar, en
todo momento, las voces (diferencias) hasta ahora excluidas” (Stoker, p. 117)
12. “La idea de una democracia consensuada, que postulan algunos comunitaristas radicales como alternativa al gobierno de la
mayoría, resulta del todo inviable en un mundo en el que las personas están culturalmente divididas o en el que la escasez y
los conflictos de intereses no pueden erradicarse. Además, el querer definir unas reglas de «democracia unitaria» en una
comunidad diversa amenaza con marginar ios intereses (a menudo especiales) de aquellos cuya participación es menos
eficaz (Mansbridge, 1980)” (Glaser, p. 40)

Citas Complementarias:

1. “La política es la actividad que nos convierte en seres humanos al hacernos usar la palabra y persuasión en la deliberación en
común de lo que a todos afecta.” (Del Águila, 2008, p. 21-22)
2. “El poder está estrechamente vinculado no sólo ni prioritariamente con la fuerza o la violencia, sino con sus ideas, creencias
y valores que ayudan a la obtención de la obediencia y dotan de autoridad y legitimidad al que manda.” (Del Águila, 2008,
p. 23)
3. "Empírica y normativa, se entrecruzan constantemente en caso cualquier descripción de democracia (...) Pluralidad de
conceptos de democracia y un continuo debate sobre sus valores, instituciones, mínimos, condiciones, etc.” (Del Águila,
2008, p. 141)
4. “Sustentar la potencia y la capacidad liberadora de la autonomía de la multitud de los libres, más allá de los libres, más allá
de la democracia refrendaría, de documentar el ejercicio de la auto valorización y de la democracia como la participación de
los iguales.” (Herrera, 2000, p. 6)
5. “Una democracia es el sistema en el cual el pueblo tiene el poder, no de gobernar (directamente y en persona), sino de
cambiar de gobernantes. Esta y sólo esta, es la cuota de ejercicio del poder que puede efectivamente variar en torno a la
titularidad” (Sartori. 1979)
6. “Weber distingue tres tipos de legitimidad. Legitimidad tradicional, que apela a las tradiciones como fundamento de poder;
legitimidad carismática, que apela al heroísmo y cualidades de una persona; legitimidad legal-racional, que apela a la
legalidad y actos de razón como justificación del orden político.” (Del Águila, 2008, p. 28)
7. “Este concepto [legitimidad]; si bien hace parte del acervo conceptual de la ciencia política, está, por decirlo de alguna
manera, en la frontera de las ciencias sociales y humanas, remite a asuntos históricos, sociológicos, económicos,
antropológicos, sicológicos, filosóficos; es un concepto que podríamos llamar interdisciplinario, tiene la virtualidad de
vincular y unir lo que las disciplinas académicas han fragmentado y separado” (Restrepo, 2013, p. 10).
8. “En el orden de la representación política, el gobierno de las elites no sólo está determinado históricamente sino que está en
contravía de la actual forma de acumulación capitalista, pues ella requiere de la participación directa de los trabajadores, lo
cual, a la vez es una condición necesaria de la democracia absoluta como alternativa al orden del capital.” (Herrera, 2000, p.
9)
9. “La participación política como crítica de la representación, como conflictividad de lo instituyente y lo instituido". (Herrera,
2000, p. 9)
10. “La Corte Constitucional ha reconocido que las personas indígenas y las comunidades a las que pertenecen son titulares de
derechos fundamentales y que gozan de un status especial de protección que aspira tanto a compensarlas por las difíciles
circunstancias sociales, políticas y económicas que han enfrentado tras décadas de abandono institucional, como a
salvaguardar su diversidad étnica y cultural, en armonía con el marco constitucional y los compromisos internacionales que
el Estado colombiano ha adquirido en esa materia. En consecuencia, ha amparado los derechos fundamentales de los
indígenas que han sido víctimas de actos de discriminación asociados a su raza o que han sido excluidos arbitrariamente de
los beneficios instituidos por vía legal o administrativa para garantizar que disfruten de los mismos derechos y libertades a
los que tiene acceso el resto de la población”. (Corte Constitucional, Sentencia T-800/14).
11. "La participación entendida como lucha por la autonomía de las multitudes. Lucha de poder que devela la condición
conflictiva de los presupuestos valorativos antagónicos que signan el desigual hacer de la política". (Herrera, 2000, p. 11)
12. "Refiriéndose a la participación política como crítica de la representación como conflictividad entre lo instituyente y lo
instituido. es una tensión que parte de la propia invención de las polis griegas entre los siglos VI -IV a.c. a lo largo de una
cadena articulada de continuidades y discontinuidades que no responden a ninguna teología o predeterminación, sino a
una lucha impredecible entre los grupos dominantes y las resistencias de los dominados por aquellos” (Herrera, 2000, p. 9)
13. “El concepto de territorio involucra no solamente la idea geográfica de una porción de tierra, sino también la soberanía como
ejercicio de poder, y así el dominio, autoridad y gobierno sobre los recursos humanos y materiales; esto es, el territorio
indígena en nuestro orden constitucional involucra actividades políticas, económicas, sociales, jurídicas y culturales. En este
orden el referente del territorio para la jurisdicción indígena significa que su otorgamiento lleva ínsito la dinámica de
gobernarse según sus propias reglas”. (Corte Constitucional T-236/12).
4. Análisis Conceptual

a. Caracterización del problema:

- Descripción del fenómeno político:

Por Minga indígena se le conoce al conjunto de manifestaciones, marchas y protestas de las que han sido partícipes indígenas que
diferentes comunidades étnicas del territorio colombiano, principalmente en el departamento de Cauca y en parte del departamento
de Valle del Cauca, y debido al incumplimiento a compromisos pactados con el Gobierno. Ocurrió que tras lo que se conoció como
la Masacre del Nilo, episodio que tuvo lugar el 16 de diciembre de 1991 y en el que fueron masacrados 21 indígenas por miembros
de la Policía Nacional y población civil armada; en consecuencia, las comunidades indígenas se han unido para exigir del gobierno
que asuma su responsabilidad y lleve acabo iniciativas de reparación. Durante mucho tiempo los indígenas estuvieron presionando al
gobierno pero fue solo hasta 1999 que el gobierno, en cabeza del presidente Andrés Pastrana, plasma en papel unos compromisos
para con la comunidades indígenas, acordando con estos una restitución de tierras y un compromiso de velar por el respeto de su
cultura. Sin embargo, a partir de esta fecha y hasta el día de hoy, el incumplimiento por parte de los diferentes gobiernos que ha tenido
el ejecutivo y su negación a reunirse con las comunidades indígenas ha sido sistemático. En el año 2008, durante el gobierno de Álvaro
Uribe Vélez, estas comunidades convocan la Minga Nacional de Resistencia Social y Comunitaria, y se movilizaron para exigirle
al gobierno que se sentara a dialogar con ellos y exigiendo un cese del conflicto armado. Finalmente el presidente de turbo accede a
reunirse con las comunidades y se da un diálogo en donde se pactó la adjudicación de 10.000 hectáreas de tierra al Consejo Regional
Indígena del Cauca – CRIC –. Luego, en el año 2012, durante el primer gobierno de Juan Manuel Santos, se convocó una nueva
Minga en donde, reiteradamente, se denuncia el incumplimiento por parte de los anteriores gobiernos, el presidente accede a sentarse
con el resguardo y da a conocer sus intenciones de negociar la paz con las FARC. A mediados de 2016, la Minga se vuelve a instaurar
para continuar presionando al gobierno en el cumplimiento de los acuerdos, en esta ocasión quien se dirige a dialogar con las
comunidades es quien para este tiempo ocupaba el cargo de Ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, quien mediante un nuevo pacto,
se establece que habrá cumplimiento de la adjudicación de tierras para los indígenas y campesinos.

De todos los acuerdos mencionados anteriormente, ninguno ha se ha cumplido a cabalidad. Es por esto que en el mes de abril del año
2019, la Minga nuevamente se pone en pie pero esta vez recurriendo al bloqueo vial de la vía panamericana con el objetivo de
presionar al gobierno de Iván Duque, y en desaprobación del Plan Nacional de Desarrollo del actual gobierno. Según información del
el periódico El Espectador, plantea que “si el dilema en el Cauca fuera únicamente por hectáreas de tierra, la diferencia entre lo que
ofrece el gobierno de Iván Duque y lo que piden las comunidades indígenas para despejar la vía Panamericana es abismal. El
Ejecutivo habla de 1.500 hectáreas para resolver las necesidades de todas las organizaciones que integran la minga, mientras que
el requerimiento de los organizadores de la protesta es de 40.000 hectáreas, desde la perspectiva de que así se pueden saldar los
acuerdos incumplidos en las movilizaciones semejantes anteriores1”. Pero está claro que, si bien la restitución de tierras es
fundamental en la reparación a la comunidad indígena, sus preocupaciones iluminan otras falencias que reprochan del actual gobierno,
como ocurre con el desacuerdo frente al Plan Nacional de Desarrollo, o la denuncia frente al asesinato sistemático de líderes sociales.
Justamente hay un temor de los voceros de la minga frente al Plan Nacional de Desarrollo, dijo Neil Lame, el representante del
Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), quien expresó que “los $10 billones incluidos en el Plan Nacional de Desarrollo para
todos los pueblos aborígenes del país son para cumplir con la oferta institucional de estas comunidades, pero no incluyen los

1
Redacción Investigación (2019) El Espectador página web. Recuperado de: https://www.elespectador.com/noticias/nacional/la-
minga-indigena-una-pelea-historica-por-las-tierras-del-cauca-articulo-849063
compromisos de compra de tierras, planes colectivos de salud y educación propios, entre otros, los cuales están escritos en acuerdos
con gobiernos pasados2”.

Mientras tanto, la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) hizo un llamado “a todo el movimiento indígena del país
para que se sumen a la gran minga nacional por la defensa de la vida, el territorio y la paz”, dijo su vocero, Luis Fernando Arias,
quien además presentó una carta, firmada por más de 490 organizaciones sociales, exigiendo al Gobierno el respeto por los derechos
humanos de los mingueros y que no se le dé un trato militar a la protesta, como ha ocurrido antes, en donde debido a la resistencia de
la Minga, las comunidades indígenas han sido tachadas de guerrilleras y sus conductas de terroristas.

Durante los meses de marzo y abril, el actual presidente, Iván Duque, acordó con la mesa de negociación de la Minga recursos por
cerca de 10 billones de pesos, lo cuales sería incluidos en el Plan Nacional de Desarrollo con el objetivo de garantizar los derechos
de los diferentes pueblos indígenas que habitan en el país, sin embargo, el actual PND reduce los recursos pactados a un 70%, por lo
que se puede prever un nuevo incumplimiento.

Señala Giovani Yule, dinamizador del sistema de gobierno propio del CRIC, en entrevista brindada al grupo Contagio Radio,
emisora de la región de Cauca, que para enfrentar este incumplimiento, así como todos los artículos contrarios a la mayoría
de la población nacional planteados por el PND, el movimiento indígena se está articulando con otros sectores sociales entre
los que se encuentran ambientalistas, campesinos y estudiantes de todo el país; y han anunciado que están preparados para
mantener su movilización hasta que logren el cumplimiento de los acuerdos pactados con el Estado 3. La Minga, que se
reestablece en el mes de marzo del presente año, ya fue levantada y las comunidades indígenas siguen a la espera de un
cumplimiento por parte del Estado.

- La Minga en el ámbito de la política:

Las comunidades indígenas han sido reconocidas constitucionalmente como una minoría y en consecuencia, son destinatarios de una
especial protección por parte de la nación, sin embargo, las comunidades indígenas hacen parte de la población que más ha sufrido
los arbitrios de las fuerzas públicas del Estado. La Minga se organiza como una resistencia en la lucha por la defensa de la vida, del
territorio y de la paz; exigiendo del Estado la reparación que se les debe en su calidad de víctimas, el reconocimiento de su cultura y
a la espera de recibir más respeto por sus creencias. Políticamente se les ha conferido a las comunidades indígenas cierta participación

2
Bolaños, E. (2019) El Espectador página web. Recuperado de: https://www.elespectador.com/colombia2020/territorio/por-que-la-
minga-indigena-resiste-tanto-tiempo-articulo-857809
3
Emisión radial (2019) Contigo Radio página web. Recuperado de: https://www.contagioradio.com/minga-indigena-duque/
política, sin embargo, tal participación parece no ser suficiente porque es debido a la ausencia de espacios de discusión democrática
que la Minga se ha convertido para los indígenas en una herramienta para ser escuchados.
Al respecto, se ha pronunciado la profesora de Antropología de la Universidad de los Andes, Mónica Espinosa, señalando que “La
minga es hoy, por derecho propio, una herramienta política de resistencia y una vía que usan para poner en la arena del debate
público sus reivindicaciones y reclamos como pueblos4”. El motivo de las movilizaciones ha sido establecido por el CRIC como
“reivindicativo de los acuerdos incumplidos”. La Minga ocupa un lugar determinante para el “hacer político” de las comunidades
indígenas dado que la Minga genera las condiciones para que este tipo de espacios no sean únicamente acciones “en derecho”, sino
también los escenarios propicios de participación, formación política y democrática de las generaciones que comienzan a tomarse la
palabra; en concordancia con lo anterior, recurro a una cita del autor Rafael del Águila quien en su Manual de Ciencia Política señala
que “la política es la actividad que nos convierte en seres humanos al hacernos usar la palabra y persuasión en la deliberación en
común de lo que a todos afecta”, es por esto que la Minga debe ser vista como una oportunidad de corregir, a través de la negociación
y la deliberación, las incongruencias entre lo pactado y lo efectivamente llevado acabo, propiciando por ambientes más democráticos
y que garanticen los derechos propios de las minorías étnicas.

- La ONIC desde la ciencia política:

La ONIC como Organización Nacional Indígena de Colombia nace partir del trabajo llevado a cabo por el Consejo Regional Indígena
del Cauca – CRIC –, el cual se constituye desde 1971 y con el objetivo de figurar como dinamizador en los procesos reivindicatorios
y de resistencia que adelantaban los pueblos indígenas colombianos y para demandar del Estado colombiano las medidas necesarias
para la protección de sus territorios ancestrales, entidades culturales y derechos fundamentales. A partir del funcionamiento del CRIC,
las comunidades indígenas trabajaron para la conformación de una entidad organizativa que representara y desatara acciones a nivel
nacional para realizar los intereses de los pueblos indígenas del país; es así como durante una asamblea en octubre de 1980 se debate
por la necesidad de dotar al Movimiento Nacional Indígena de una estructura política y organizativa, por lo que se acuerda la creación
de la Organización Nacional Indígena de Colombia – ONIC –. La ONIC “como proyecto político de carácter nacional, constituye
hasta el momento la primera y única apuesta concertada y propia de los pueblos indígenas de Colombia, para hacerle frente a la
defensa y protección de sus derechos especiales, colectivos y culturales, desde la unidad de acción organizativa y programática”5.
Una de las tareas que se ha propuesto la ONIC es proponerle al Estado colombiano estrategias para la protección de la integralidad
de sus identidades étnicas.

4
Universidad de Los Andes (2019) Noticias de la Facultad de Antropología. Recuperado de:
https://uniandes.edu.co/es/noticias/antropologia/es-la-minga-indigena-una-herramienta-politica
5
ONIC. Historia de la ONIC. Recuperado de: https://www.onic.org.co/noticias/2-sin-categoria/1033-historia-de-la-onic
La ONIC nace en un contexto en el que Colombia se encontraba sumergida en una violencia que afectó a toda la población colombiana,
incluidas entonces las comunidades indígenas:

Al momento de conformarse la ONIC, Colombia atravesaba por uno de los momentos más difíciles de su historia nacional
matizado por el asenso al poder político del Estado de personajes vinculados a economías subterráneas, la presencia de
grupos de justicia privada, el fortalecimiento del accionar de los grupos guerrilleros y el desconocimiento por parte del
Estado y el Gobierno Nacional de los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos colombianos, todo lo cual
generó un clima de violencia institucional, caracterizada por la violación sistemática de los DDHH y de infracciones al DIH,
lo que afectó de manera dolorosa a los pueblos indígenas quienes llevaran para siempre en su memoria las masacres, torturas,
desapariciones y asesinatos de sus autoridades y dirigentes desde la política gubernamental del Estatuto de Seguridad,
impuesta por el presidente Turbay Ayala6.

Es por lo anterior que esta institución vela por la protección indígena y por motivar al Estado a establecer canales de comunicación
para la discusión de aspectos que atañen a los grupos étnicos, pues reconocen que mientras en Colombia los pueblos indígenas dan
un primer paso hacia la realización de su autonomía política y organizativa, a nivel internacional las minorías étnicas acceden
a espacios y escenarios de incidencia donde logran ser admitidos y escuchados en sus problemáticas.
Actualmente en Colombia, la ONIC existe con el objetivo de promover una plataforma política indígena. Como parte de la visión de
esta organización se encuentra su proyecto de multiculturalidad, y en donde, para el efectivo ejercicio de este proyecto como aporte
indígena a la democracia, la organización plantea la importancia capital de su autonomía. Esta se expresa en unas formas de gobierno
propias – conocida como la Jurisdicción Especial Indígena –, sobre un territorio y una presencia en el contexto de los sectores sociales
con un discurso propio, desde el arraigo en la tradición de vida y lucha de los pueblos indígenas.

b. Concepto

- Construcción del concepto:

En primer lugar, quiero mencionar un concepto que, aunque se encuentra al margen del objetivo de investigación, resulta necesario
resaltar y corresponde a entender el derecho a la igualdad como principio de respeto a las minorías étnicas, derecho consagrado en la
Constitución Política, así:

Artículo 13. Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y
gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen

6
Ibidem
nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica. El Estado promoverá las condiciones para que la
igualdad sea real y efectiva y adoptará medidas en favor de grupos discriminados o marginados. El Estado protegerá
especialmente a aquellas personas que por su condición económica, física o mental, se encuentren en circunstancia de
debilidad manifiesta y sancionará los abusos o maltratos que contra ellas se cometan. (Subrayado fuera de texto).

La diversidad étnica, se supone un hecho natural, reconocido y protegido, al menos en términos constitucionales. Para efectos del
presente trabajo, cuando se hable de igualdad no se habla en el sentido de colocar en igualdad de posiciones y condiciones a los sujetos
que aquí se mencionen, si no, de aún cuando se comprende la diferencia cultural y étnica de los grupos o comunidades indígenas, tal
diferenciación no puede convertirse en un motivo de discriminación o de exclusión, y que aún en sus diferencias, deberá darse un
trato igualitario en términos de protección a sus derechos.

Ahora bien, la igualdad debe suplir como la base fundamental del concepto que interesa para la investigación el cual es la
participación política. La Participación es un término cuyo origen etimológico se deriva del latín “participatio” el cual está formado
por el prefijo “Pars o Parti” que significa “Parte o Porción”, el verbo “Capere” que es “Tomar o Agarrar” y por último el sufijo “Tio”
que corresponde a (acción y efecto). Esta es de las palabras que más fiel debería mantenerse a su etimología, pues la participación
debe significar poder tomar parte de o parte en. Se parte del supuesto bajo el que Colombia asume una democracia participativa. Una
democracia es un concepto de doble naturaleza porque por un lado es un sistema en el cual el pueblo puede cambiar sus gobernantes
de una manera pacif́ ica y por otro es el medio por el cual Gobierno se le confiere el derecho de gobernar porque así lo quiere el pueblo.

La participación política como concepto dentro de las ciencias sociales tiene una gran variedad de definiciones, a pesar de ello todas
apuntan hacia las acciones de las personas producidas dentro del escenario polit́ ico en el que se encuentren. El voto hoy en diá es la
forma más conocida de participación política, por su simpleza, este funciona como mediador en la sociedad entre la población y el
gobierno en un sistema democrático para que se aplique el funcionamiento efectivo del Estado.

Kaase & Marsh proponiá n la acción o participación polit́ ica como toda acción propia dirigida a influenciar las opciones polit́ icas. Por
su lado Uhlaner la comprende como un fenómeno instrumental el cual se desarrolla como instrumento hacia un fin político. Conge la
define como “la acción individual o colectiva a nivel nacional o local que apoya o se opone a las estructuras, autoridades y/o decisiones
relacionadas con la distribución o asignación de los bienes públicos”. Difiriendo de los mencionados anteriormente Costa y Sabucedo
proponen la necesidad de una proyección polit́ ica para la participación política. Finalmente Brandy propone que “la participación
polit́ ica les ofrece a los ciudadanos en una democracia la oportunidad para comunicarlos a los funcionarios del gobierno sus
preocupaciones y preferencias y para presionarlos a responder” (Brady, 1995, p. 37)
La idea de una democracia consensuada, que postulan algunos comunitaris- tas radicales como alternativa al gobierno de la mayoría,
resulta del todo inviable en un mundo en el que las personas están culturalmente divididas o en el que la escasez y los conflictos de
intereses no pueden erradicarse. Además, el querer definir unas re- glas de «democracia unitaria» en una comunidad diversa amenaza
con marginar ios intereses (a menudo especiales) de aquellos cuya participación es menos eficaz (Mansbridge, 1980).

Desde otro punto de vista, otro concepto que debe acompañar al de la participación política para que a los indígenas se les garantice
aún más la protección de su cultura es a partir del concepto de autonomía política. La autonomía ha sido reconocido a los pueblos
indígenas como un derecho, entendido como “la facultad de los grupos étnicos de diseñar su proyecto integral de vida, en el que
deciden su destino, considerando su pasado cultural y su realidad actual para prever un futuro sostenible de conformidad con sus usos
y costumbres. También, se considera como la facultad que tienen de organizar y dirigir su vida interna de acuerdo con sus propios
valores, instituciones y mecanismos dentro del marco del Estado del cual forman parte”7. Lo anterior nos plantea entonces dos
variables de autonomía, por un lado tenemos a la autonomía como un derecho colectivo y del goza todo colombiano para establecer
un proyecto propio que defina el desarrollo de su vida y de su personalidad; y por otro lado, tenemos una autonomía facultativa de
organizarse y dirigirse de acuerdo a unos lineamientos propios, lineamientos que para el caso en cuestión, llegan a ser políticos. De
esa autonomía se desliga entonces el concepto de representación. Representativo es aquello bajo un criterio suficiente para adoptar
un quorum. La representación tiene como presupuesto el reconocimiento de aquel sujeto que desea ser representado, este
reconocimiento inicial permite que las actuaciones de determinado sujeto resulten oponibles a terceros, la facultad de opinar con otros
que también han sido reconocidos en el sistema, de deliberar en la toma de una decisión.

La participación legislativa que se le da a las comunidades indígenas se encuentra establecido en los artículos 171 y 176 de la
Constitución Política, es decir, tal participación es debida a un reconocimiento se encuentra precedido por un mandato de orden legal,
y bajo el cual se le reconocen como representantes de la circunscripción indígena, a dos miembros para el Senado y uno para la
Cámara de Representantes, así:

Artículo 171. El Senado de la República estará integrado por cien miembros elegidos en circunscripción nacional. Habrá un
número adicional de dos senadores elegidos en circunscripción nacional especial por comunidades indígenas (…).

Artículo 176. La Cámara de Representantes se elegirá en circunscripciones territoriales y circunscripciones especiales.

Las circunscripciones especiales asegurarán la participación en la Cámara de Representantes de los grupos étnicos y de los
colombianos residentes en el exterior. Mediante estas circunscripciones se elegirán cuatro (4) Representantes, distribuidos así:
7
Anaya Muñoz Alejandro. El derecho de los pueblos indígenas a la autonomía política: fundamentos teóricos.
dos (2) por la circunscripción de las comunidades afrodescendientes, uno (1) por la circunscripción de las comunidades
indígenas, y uno (1) por la circunscripción internacional.

Ahora, quien se encarga de ejecutar tal reconocimiento y de otorgarle autonomía a las comunidades indígenas es el Estado, Estado
entendido en términos del jurista colombiano Vladimiro Naranjo como “un conglomerado social, política y jurídicamente constituido,
asentado sobre un territorio determinado, sometido a una autoridad que se ejerce a través de sus propios órganos y cuya autoridad
(soberanía) es reconocida por otros Estados”8. La soberanía de un Estado es útil en la medida en que sea reconocida por otros Estados,
tal soberanía, en línea con el artículo 3º de la Constitución Política, reside en el pueblo, es decir, de este emana. La soberanía es
entonces aquella facultad de autodeterminación de los pueblos; de aquí que surja el interrogante acerca de si una comunidad indígena
es soberana en su territorio, y hasta que punto ese territorio que ocupa le pertenece.

- Justificación:

Como se ha venido desarrollando, las comunidades indígenas son un sujeto de derechos que, al ser una minoría étnica con cosmovisión
propia, es destinataria de una especial protección por parte de Estado.

Entre las diferentes razas que hacen parte de la población de una sociedad, y debido a la diversidad de la raza humana, se establecen
ciertas distinciones en torno a la cultura, raza, religión, lenguaje, origen histórico, entre otras. Estas distinciones resultan muy
enriquecedoras para la cultura e idiosincrasia de una nación; sin embargo, la verdadera problemática nace en el momento es que esta
distinción se convierte en un marco de discriminación hacia la existencia del otro. El trato diferenciado a una población por razones
de su etnia, no puede convertirse en un estimulante para incurrir en un trato discriminativo; si no por el contrario, como bien ha
reconocido la Corte Constitucional, estas personas son titulares de derechos a los que además se les debe, por parte del ordenamiento
jurídico y de la población, una especial protección. En estos términos, no se trata de arrebatarles las diferencias a determinada
comunidad indígena para hacerla igual al resto de la población si no de entender su necesaria diferenciación y protegerla.
Como se ha mencionado, el Estado le reconoce a la comunidad indígena, una autonomía sobre sí mismos y sobre sus territorios,
situación que se evidencia a partir de la adopción que hacen estas comunidades de una jurisdicción indígena propia. La ONIC, quien
hace las veces del actor político de esta investigación, se constituyó en un dinamizador de los procesos reivindicatorios y de resistencia
que adelantaban los pueblos indígenas colombianos a lo largo de la geografía nacional para demandar del Estado colombiano medidas
de protección para sus territorios ancestrales, entidades culturales y derechos fundamentales.

Esta organización se encuentra “reestructurada y transformada en una instancia mayor de gobierno propio de todos los Pueblos
Indígenas de Colombia y sus autoridades, con capacidad para concertar y establecer políticas nacionales que fortalezcan la autonomía
8
NARANJO, V. Teoría constitucional e instituciones políticas. 6 edición. Bogotá. Editorial Temis, 1995 p.77
territorial y Jurisdiccional indígena y de emitir leyes indígenas que sean reconocidas por el Estado colombiano y sus instituciones
que contribuyan a crear capacidades de autogobierno en los pueblos indígenas, para el ejercicio de sus derechos colectivos”9. Lo
anterior hace parte de la visión de esta institución, en donde se entrevé el compromiso por lograr un reconocimiento efectivo por parte
de Estado de su autonomía territorial y legislativa.

Ahora bien, aún cuando se les reconoce a las comunidades indígenas una jurisdicción especial en términos de participación en el
congreso, queda en duda si el número de representantes indígenas en el congreso, dos senadores y un representante a la cámara, resulta
suficiente. El Consejo de Estado señala que “el establecimiento de la Circunscripción Especial Indígena es un reconocimiento de la
diversidad étnica y cultural de la nación que busca asegurar una democracia representativa y participativa que incluya de manera
constante a los distintos grupos sociales minoritarios o en proceso de consolidación”. Para ello se estableció un sistema de
discriminación electoral positiva, mediante la adopción de reglas propias distintas a la generalidad. En este caso, para la jurisdicción
especial indígena, se utiliza el método de “cuociente electoral” en donde se toman los votos válidos y de acuerdo a su cantidad, se
asigna el número de curules en el congreso, diferente a lo que ocurre en la jurisdicción nacional ordinaria en donde se eligen 100
Senadores mediante la utilización del sistema de cifra repartidora.

Ahora bien, en Colombia y según la ONIC, existen 102 pueblos indígenas, en donde tan solo 87 de ellos han sido reconocidos el
Estado Colombiano a través de instituciones como la Dirección de Etnias del Ministerio de Interior y de Justicia. Si, 87 parece ser un
número que satisface de manera absoluta a la mayoría, pero ciertamente la falta de reconocimiento de esos 15 grupos incluyen en su
interior familias enteras, se trata entonces de gran parte de la población indígena que no es tomada como tal, y al no serlo, no hace
parte de la circunscripción territorial indígena, por lo que no suma al cuociente electoral y deriva en un menos número de
representantes en el congreso que el que posiblemente debiera ser. Es necesario dejar en evidencia que, aunque los indígenas
representen una minoría étnica, su peso cultural es amplio y debe ser canalizado de manera más eficiente.
En esta misma línea, tal falta de reconocimiento deriva en una discriminación hacia las comunidades indígenas, se les opaca su poder
y peso en la opinión política y se le resta importancia como sujeto político, capacitado para tomar decisiones que les afecten. Como
bien establece Del Águila, la palabra y el uso de esta es una herramienta que se debe emplear para la deliberación de aquello que nos
interesa, que nos afecta; en esa línea de ideas, las comunidades indígenas, aún más por su forma de percibir el mundo, debe ser tomada
en cuenta para la valoración en la toma de decisiones o soluciones que les atañan.
Paralelo a la ausencia de reconocimiento de estos grupos, se encuentra otro punto que me parece importante traer al debate y
corresponde a los límites de la autonomía territorial de los grupos indígenas. La naturaleza para ellos no es una simple fuente de
recursos, se trata de la madre tierra, de un lugar sagrado que les da de comer y debe ser protegido. Hasta donde entonces, el Estado,
que mediante una configuración de propiedad mixta sobre el territorio ejerce soberanía sobre el subsuelo, puede explotar los recursos
naturales y riquezas de los territorios indígenas sin que sea esto visto como una acción hostil; y más preocupante aún es el caso de
9
Visión de la ONIC
fracking que, queriendo ser implementado como método para la extracción de hidrocarburos, es un mecanismo que perfora e interviene
el subsuelo por lo que ocasiona daños irreversibles en la tierra.

Por último, y haciendo referencia a la visita de “Fragmentos”, quiero rescatar la necesidad de hacer hincapié en el transcurso de esta
investigación a una de las fotografías que hacia parte de la exposición, en donde se contaba cómo los paramilitares, irrumpiendo la
paz de los resguardos indígenas, entraban a estos y violaban a sus mujeres, pues conocían que estas mujeres indígenas son vistas como
la cabeza de la comunidad y de la que se despliega el desarrollo de la comunidad, y habiendo cometido actos barbáricos en su contra,
descargaban el daño no solo en las mujeres si no en toda la comunidad. Ahora, el interrogante que nos queda es, cómo la ONIC
interviene de manera positiva para contrarrestar los daños y lograr una mejor representación política de los grupos étnicos, pregunta
ahora orientadora para el desarrollo de la investigación.

- La Minga desde la Participación Política:

La ONIC, como órgano supremo de las comunidades indígenas y como consecuencia del arduo debate acerca de las inconformidades
con el actual gobierno frente a la constante vulneración de los derechos indígenas y el reiterativo incumplimiento de los acuerdos
pactados, durante la Comisión Política de la ONIC realizada en febrero de 2019, la ONIC se resuelve por hacer un llamamiento de la
Minga Nacional, por la defensa de la vida, los territorios y la paz. La ONIC señala:

“Vemos con preocupación que este gobierno impulsa un plan de desarrollo regresivo en los derechos conquistados en salud,
trabajo, educación, entre otros, e intensifica un modelo extractivista que destruyen a su paso los páramos, ríos, boques, la
vida y pervivencia de los pueblos. Promueve modelo agroindustrial en los territorios que desconoce al campesino como un
sujeto de derechos. Aprueba políticas antipopulares en detrimento de la calidad de vida de todos las y los colombianos, y en
especial frente a los derechos colectivos de los Pueblos Indígenas intenta reglamentar el derecho fundamental la Consulta
Previa, Libre e Informada, para posibilitar la entrega de sus territorios a los intereses del capital trasnacional, tal como lo
hizo con las consultas populares. Para finalizar concluimos que es un gobierno donde impera la impunidad y la corrupción
bajo el silencio cómplice de las instituciones como la Fiscalía (…)”10

La ONIC entonces ha sido constante en su lucha por obtener una participación política que le permita exigir del gobierno el
cumplimiento de sus deberes y la garantía de sus derechos. La Minga se construye como un muelle de resistencia frente a la exclusión
reiterativa de la que han sido objeto los indígenas, con el objetivo de exigir la participación que requieren para ser escuchados. Si
existiese una participación efectiva de las omunidades indígenas en un marco político no habría la necesidad de instaurar Mingas en

10
Comunicado ONIC. LLAMAMIENTO: Minga Nacional por la defensa de la vida, los territorios y la paz (2019) Recuperado de:
https://www.onic.org.co/comunicados-onic/2884-llamamiento-minga
oposición al gobierno. La Minga puede ser vista como la herramienta que se toman por su propia justicia las comunidades indígenas,
para garantizar su participación política.

c. Escuela, enfoque o macromolde de la Ciencia Política:

- Enfoque culturalista:

De los enfoques planteados por Lozada y Casas, en su libro Enfoques para el análisis político, para esta investigación podemos
recurrir al enfoque culturalista.

En un país como Colombia, reconocido por su rica diversidad cultural expresada en la multiplicidad de identidades y expresiones
culturales de los pueblos y comunidades que la conforman como Nación, los grupos étnicos no se quedan atrás. Para la comunidades
indígenas, su cultura envuelve un conjunto de tradiciones, dinámicas sociales y conocimientos ancestrales que los representan; la
cultura indígena están importante para ellos que incluso hace parte de su patrimonio. La cultura se enriquece con la práctica constante
de sus costumbres ancestrales y la transmisión es ese conocimiento a las nuevas generaciones, sin embargo, los restos del conflicto
han limitado en gran medida su derecho a la identidad y cultura.

El enfoque culturalista se ocupa no solo de la cultura política, sino de la cultura en general, se interesan fuertemente por precisar la
identidad de las personas, subrayan el carácter único de cada cultura, en varios casos rechazan la posibilidad de generalizar entre
culturas y examinan como la cultura de una sociedad puede convertirse en un mecanismo de dominación (LOZADA, 2008). Es claro
que entre una cultura y otra se encontraran ciertas diferencias, este enfoque se encarga de estudiarlas y examinar cómo esas diferencias
condicionan la actividad política.
En en desarrollo de su teoría, los autores Lozada y Casas, recurren a lo mencionado por el antropólogo Ralph Linton, en donde según
este, el enfoque culturalista interpreta la cultura como reflejo de las realidades políticas y analiza las dificultades para aclimatar la
democracia en diversos países del mundo, como los odios raciales, la discriminación contra la mujer y contra minorías que no reflejan
los patrones culturales predominantes, el creciente afán de muchas personas por afirmar su propia identidad, y, en época mas reciente,
los fundamentalismos religiosos.

Siguiendo en parte a Dean (2000a: 3-5 y 2006: 755-7), cabe señalar cuatro caminos a través de los cuales el enfoque culturalista
plantea preguntas acerca de las formas vigentes de conceptualizar lo político y acerca de la extensión de este. El primer camino lo
hace problematizando, es decir, cuestionando las verdades establecidas e invitando a pensar lo impensable. Para el caso en concreto
el problema se ha ido formando en términos de investigar cuál es la forma en que los líderes de la ONIC han intervenido en la búsqueda
de representación política que reclama la población indígena, visto desde un enfoque culturalista, durante las protestas de la Minga
ocurrido en Cauca, en el último año. Se trata entonces de analizar si la ONIC ha tenido o no participación alguna durante las protestas
de los indígenas y en posterior negociación con el gobierno, y además, investigar acerca de si la ONIC establece espacios para la
discusión democrática que le permitan canalizar las inquietudes de la comunidad indígena y exigirlas de alguna manera frente al
Estado. En términos de representación política, se deja planteada la inquietud acerca de si el número de congresistas que representan
a las comunidades indígenas es proporcional a número de indígenas que se encuentran distribuidos por todo el territorio nacional o si
resultaría necesario hacer una modificación al proceso de elección según circunscripción para garantizar mayor participación y
representación política de esta minoría étnica.

El segundo camino procede contextualizando, es decir, llamando la atención sobre el aquí y el ahora donde el fenómeno político tiene
lugar, sobre las diferencias culturales y subculturales y sobre como estas diferencias, por un lado, llevan a entender lo político en
formas distintas y, por otro, imponen límites a las proposiciones generales, producto de la investigación empírica y aún a las mismas
ambiciones de llegar a estas. Las comunidades indígenas llevan algo más de 20 años a la espera de que el gobierno les garantice sus
territorios y su identidad cultural, las fallas en la representación política se hacen evidentes en la medida en que las comunidades
indígenas tengan que recurrir a la Minga como la herramienta para protestar y ejercer presión; es desafortunado que los indígenas no
estén siendo tomados en cuenta dentro de iniciativas como el Plan Nacional de Desarrollo, se sienten excluidos de la deliberación
política, razón por la que se ven obligados a establecer un paro con el fin de llamar la atención del gobierno y finalmente ser
escuchados. Acá se demuestra una de las afirmaciones que hace el enfoque culturalista, según el cual, hay una cultura que ejerce
dominación sobre otra, como en la colonia en donde el blanco se impone al negro, así mismo nuestra cultura se impone a la de los
indígenas y se les obliga a ceder en su identidad, por ejemplo son obligados a dominar el idioma castellano, a fin de ser tenidos en
cuenta.

El tercer camino se construye pluralizando los sujetos políticos y los temas en controversia tradicionales. Se plantea la posibilidad de
mirar lo político más allá del Estado, por ejemplo, de encontrarlo en el paradero del bus, en la caja de galletas o en la revista de modas.
Igualmente, se llama la atención hacia minorías políticas, con frecuencia ignoradas por apartarse del credo predominante o
simplemente despreciadas. Tal es el caso, variable según las circunstancias, de las minorías indígenas, las mujeres, los sectores
partidarios de conductas sexuales distintas de las "establecidas", los inmigrantes ilegales, los que viven en la cultura de la pobreza y
las minorías étnicas, entre otras. Llamo la atención sobre eso de “apartarse del credo predominante” en donde la diferencia latente y
necesaria entre una cultura y otra se convierte en un marco para la discriminación y la exclusión. No se espera que las comunidades
indígenas sean tratadas por igual a las personas que no lo son, si no que, partiendo de su diversidad cultural, es necesario protegerla,
incluirla en la toma de decisiones que les afectan, por ejemplo el uso que se le da al subsuelo.

Por último, el cuarto camino se efectúa especificando, es decir, contribuyendo a precisar diferencias, qué las origina, cuáles
consecuencias dejan, como son intermediadas las relaciones políticas a través de factores culturales y proponiendo nuevas formas de
medir las diferencias. La diferencias parten de la forma en cómo vemos el mundo, los indígenas cargan en sus hombros tradiciones
milenarias que han sido transmitidas de generación en generación y que se empeñan por mantener y proteger. Un presupuesto básico
del enfoque culturalista sostiene que el ser humano percibe la realidad social con la ayuda de un vocabulario, y a partir de unos valores,
construidos no solo socialmente, sino dentro de una cultura determinada. Como consecuencia, en la medida en que ese vocabulario y
esos valores cambian, varía así mismo la percepción de la realidad, más aún, varia la realidad misma, porque todo conocimiento es
relativo (LOZADA 2008). Una de las diferencias culturales entre una y otra comunidad es que los indígenas ven a la naturaleza como
parte de una espiritualidad y cosmovisión, la tierra es para el indígena, el terreno sobre el cual despliega toda su identidad; la naturaleza
es sagrada porque de ella emanan los alimentos, el agua, y es hábitat de muchas especies con las que el indígena convive como
hermanos. Para nosotros, la tierra se ha convertido en una fuente de riqueza, apropiarse del terreno para explotarlo y sacar beneficios
sin pensar muchas veces en el daño irreversible que se provoca a la naturaleza y su ecosistema. Se señala por el ejemplo el proceso
del fracking, en donde por querer sacar más hidrocarburos del subsuelo a menor tiempo y menores costos, se recurre a este proceso
que trae daños incalculables para la tierra y sus nutrientes, haciendo casi imposible que está tierra sea nuevamente gleba para el cultivo
y contaminando los pozos acuáticos que se encuentran bajo tierra.

- Pertenencia del enfoque en el análisis conceptual:

Este enfoque resulta pertinente para el análisis de la Participación Política en la medida en que plantea que la diferenciación entre una
cultura y otra es lo que, en muchas ocasiones, da pie para la exclusión por cuanto una cultura cree estar en una posición que le permite
ejercer dominación sobre otros, o puede que sea simplemente porque las mayorías se imponen a las minorías. La Participación Política
se convierte en una herramienta mediante la cual se pretende regresarle al indígena el reconocimiento que merece y que este sienta
que está siendo tomado en cuenta, que conocemos de su vulnerabilidad y que en lugar de dominarlos, los protegemos. Pero es
necesario intrínsecamente qué tal participación se encuentre fundamentado en los pilares de la igualdad y la no discriminacion. La
igualdad y la no discriminación son objetivos destacados en los que se sustentan la Declaración y el Convenio No 169 de la OIT sobre
pueblos indígenas y tribales. De hecho, en los artić ulos 1 y 2 de la Declaración se articula el derecho de los pueblos indígenas, a título
colectivo e individual, al disfrute de todos los derechos humanos. Los pueblos y los individuos indiǵ enas son: libres e iguales a todos
los demás pueblos y personas y tienen derecho a no ser objeto de ningún tipo de discriminación en el ejercicio de sus derechos, en
particular, la fundada en su origen o identidad indígenas.
El reconocimiento de sus derechos en general está totalmente justificado desde la perspectiva de la igualdad y la no discriminación, a
la luz de la discriminación de que han sido objeto históricamente como pueblos y como individuos. La Participación Política basada
en la igualdad y la no discriminación promueve de manera indirecta el reconocimiento de los derechos colectivos a sus tierras,
territorios y recursos como equivalentes de los derechos de las personas no indiǵ enas a su propiedad11. Es por esto que de las peticiones

11
Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso de la Comunidad Mayagna (Sumo) Awas Tingni c. Nicaragua; caso de la Comunidad Indígena
Sawhoyamaxa c. el Paraguay, serie C, No 146, sentencia de 29 de marzo de 2006.
que la Minga ha hecho al gobierno, la que más resuena es la del reconocimiento de propiedad sobre ciertas extensiones de territorio a
modo de reparación por las masacres y los atropellos a su identidad, adicionalmente, exigen mayor participación para la toma de
decisiones, pues reiteran su compromiso de proteger la naturaleza (curioso como algo tan necesario como el cuidado de la naturaleza
se encuentra arraigado a la cultura de las comunidades indígenas, pero tan lejano de nuestra cultura basada en el consumo).
Este enfoque nos plantea entonces la necesidad de visibilizar el contexto o marco dentro del cual se da el conflicto de dominación del
más fuerte. La dominación genera una exclusión del dominado, y en un ambiente excluyente difícilmente habrá participación política.
Ahora bien, me gustaría resaltar también un punto de toque que encuentra el enfoque conductista propuesto por Stoker para la
investigación en un estudio sobre las causas de la violencia política, del analista y sociólogo Ted Gurr, el cual se basa en gran medida
en investigaciones del ámbito psicológico, es que la gente recurre a la violencia políti- ca porque sufre «privaciones relativas». Esta
proposición puede representarse con un simple diagrama causal:

Privación relativa (PR) —————— Conflictividad social

En el que la conflictividad social conlleva participación en disturbios, acciones guerrilleras, asesinatos y atentados contra oponentes
políticos; la privación relativa (PR) es el desfase entre los «beneficios anhelados» (value expectations) y los «beneficios que se creen
posibles» (perceived value capabilities); el primer concepto se refiere a los in- gresos. riqueza, posición, calidad de vida y derechos
políticos que los individuos creen que deberiá n obtener, mientras que el segundo se refiere a esos mismos elementos, pero sólo en la
medida en que el individuo cree que los obtendrá.

Según esta teoría, un individuo sufre de privación relativa siempre que no existe una correspondencia entre sus expectativas y las
posibilidades que cree que tiene, y entonces, cuanta más privación relativa sufra un individuo, más inclinado estaría a participar en
actividades políticas violentas. A partir de esta tesis, se infiere que cuanto más privados se encuentren de una participación política,
más fuertes podrán ser los enfrentamientos entre la comunidad indígena y las fuerzas estatales, que si bien, y aclaro, mi objetivo no
es hacer ver la Minga como un acto violento, si analizo la posibilidad de que frente al sistemático incumplimiento del Estado este
muelle de resistencia pueda escalar a una conducta más hostil.
5. Análisis Crítico

a. Juicios de valor sobre el tema de la ficha

- ¿Es suficiente la teoría para analizar el fenómeno político?

La teoría es suficiente. Es claro que las comunidades indígenas están llegando al límite frente a la ausencia de partipación política, y
se han levantado en oposición, de manera intermitente, desde 1999 y hasta este año para exigir del gobierno el cumplimiento de sus
garantías. Es interesante analizar tal brecha existente entre la participación de las comunidades indígenas frente a quienes no lo son,
desde un punto de vista cultural, que parece responder muchas dudas frente al porqué unos parecen estar más excluidos o rezagados
que otros, bajo la tesis de como una cultura mayoritaria se impone en dominación de la cultura minoritaria, y como la cultura de una
población va más allá de su lenguaje o forma de vestir, e incluye también la cosmovisión, la identidad.
Cómo esa cultura me caracteriza y representa como parte de determinado grupo etnico, cuáles son esos comportamientos adopatados
de generación en generación que me permiten ser reconocido ante un ordenamiento nacional como persona indígena, y como mediante
esa cultura se intenta establecer un dialogo de compresión y convivencia entre esta y las demás culturas que hacen parte de una
sociedad.

Adicionalmente, como se explicó antes, desde un enfoque conductista es necesario ya,bien analizar el comportamiento o las conductas
del gobierno y de las comunidades indígena, comportamientos que los permitan prever como una parte de la población que se
encuentra en privación relativa de su participación política, es más tendiente a Pepe retirar acciones violentas, ejemplo de esto es el
alzamiento en armas de las FARC.
El fenómeno político de la Minga es una caracterización de los límites a los que se ha llegado por hacer valer los derechos y garantías
de esta minoría, el cual parte de una caracterización cultural y un comportamiento determinado por una acción/reacción, es decir que
según se comporta el gobierno, así mismo se ha comportado la minga, llegando al punto de bloqueos viales con el fin de exigir la
presencia del jefe de estado en a región.

- ¿Qué limites presenta la realidad observada en el actor político que impiden un mejor análisis desde la teoría?

La ONIC es clara en defender su cultura y en luchar por la protección de la misma. La cultira como un aspecto inherente a la
cosmovision indígena, sin embargo, es poco el acercamiento de la ONIC acerca del choque intercultural al que se somete la comunidad
indígena en su exigencia por más participación, y las consecuencias que esto supone. Sin embargo, esto también representa una ventaja
en cuanto no hay muchas investigaciones que hayan tomado en cuenta la interpelación cultural como determinante para la
participación política, o la eventual exclusión, lo que permite que esta pueda servir de inspiración para que se profundice más sobre
el tema.Por otro lado, un límite de tinte metodológico para el desarrollo de la presente investigación, ha sido la comunicación con el
actor político, esto debido a que se han rehusado reiterativamente a un encuentro que permita una entrevista en persona, sin embargo
todo lo refrente a documentación y avances que se lleven a acabo al interior de la organización en políticas indígenas, se encuentran
en su página web. No obstante, el grupo seguirá siendo insistente en la posibilidad de una entrevista.
-¿Qué ventajas o limitaciones tiene el enfoque seleccionado respecto a los demás, en el análisis del actor escogido para la
investigación?

Durante la obra de Lozada y Casas, para cada enfoque se establecen cierto puntos positivos y puntos negativas. En el caso del enfoque
culturalista, delimita las ventajas al decir que este enfoque ha llamado la atención de la ciencia política hacia fenómenos cruciales,
escasamente analizados en épocas anteriores. Esto debido a lo que ya se ha determinado como la necesidad de dominación de una
cultura sobre otra, en donde es claro que al opresor. Poco le interesa proteger la cultura oprimida. Esta ventaja permite que los futuros
estudiosos del tema, no se aproximen al mismo de manera general y apresurada si no que parte del hecho de que frente a la diversidad
etnica, existen evidencias acerca de que él contextos de cultura diferencies los resultados siempre varían. Por ende, no se puede
manejar una comunidad de manera general. Otra ventaja que trae el enfoque culturalista es que desarrolla cuatro caminos que permiten
entender de manera más específica la problemática y, conociendo mejor el conflicto, se da pie para la elaboración de estrategias que
permitan corregir y reparar. Estrategias que pueden servir como punto de acción para la ONIC. Dentro de las desventajas, señalan
Lozada y Casas, se encuentra el hecho de que los autores culturalistas que rechazan la "ciencia politica establecida", por lo que corren
el riesgo de irse al extremo de negar la necesidad de verificación empírica para sus aseveraciones sobre la realidad política. Sin
embargo, para la investigación, se deja al margen la existencia o no de una ciencia política establecida y se centra en el estudio de la
cultura.Tampoco se trata de descartar toda posibilidad de comparación intercultural, se trata de velar por qué tal comparaciones no
impulsen las comparaciones discriminatorias y que tales comparaciones interculturales estén acompañadas de pruebas sobre validez
de lo enunciado.

Conclusión
La participación política debe servir como la herramienta para permitirle a las comunidades indígenas oportunidades de deliberación
pacífica en donde se balanceen los intereses de una y otra facción. Ante la ausencia de espacios que permitan la participación
democrática y una democracia participativa, la Minga seguirá siendo la herramienta de las comunidades indígenas para hacerse
escucha y para el exigir del gobierno sus garantías, esto bajo la amenaza latente de alzamientos cada vez más violentos, según el
enfoque conductista. Ahora bien, a partir del enfoque culturalista, se toma a la cultura como margen de diferenciación y se establece
que una de las causas de la exclusión política se debe a que una cultura mayoritaria se imponga en dominación de una minoritaria, lo
que sin lugar a dudas, constituye una vulneración a las minorías etnicas.
La ONIC pasa a tomar un papel fundamental, pues en su calidad de organización nacional, en primer lugar debe propugnar por qué
el gobierno establezca espacios para la discusión política etnica, presionar por el cumplimiento de los acuerdos, y ante la renuencia,
debe establecer el marco en el cual se establecerá la Minga y se efectuarán las protestas. La ONIC, como actor político, en cabeza de
representación de las minorías etnicas, debe exigir por más espacios de participación política, y de la misma manera lograr el
reconocimiento de las comunidades indígenas que aún no han sido reconocidas como tal por el Ministerio de Interior y de Justicia, lo
que le permitiría a la comunidad ampliar su grado de circunscripción territorial indígena y posiblemente obtener una curul más en el
congreso.

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