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UNIVERSIDAD RAFAEL URDANETA

VICERRECTORADO ACADÉMICO
DECANATO DE POST-GRADO E INVESTIGACIÓN

DO S
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R E S
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D
CONCEPCIÓN EPISTEMOLÓGICA SOBRE LA INVESTIGACIÓN DEL
PERSONAL DOCENTE QUE ENSEÑA A INVESTIGAR.

TRABAJO ESPECIAL DE GRADO PRESENTADO POR


TOMÁS FONTAINES RUIZ.

ESPECIALIZACIÓN EN METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACION

MARACAIBO, SEPTIEMBRE 2006


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CONCEPCIÓN EPISTEMOLÓGICA SOBRE LA INVESTIGACIÓN
DEL PERSONAL DOCENTE QUE ENSEÑA A INVESTIGAR.

TRABAJO ESPECIAL DE GRADO PARA


OPTAR AL TÍTULO DE ESPECIALISTA EN
METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN.
PRESENTADO POR: TOMÁS FONTAINES
RUIZ.

___________________________________
FONTAINES RUIZ TOMÁS.

II
DEDICATORIA

Newton un día expresó, que si el había llegado hasta donde


estaba, era porque se había trepado en hombros de gigantes. Hoy yo
pienso lo mismo, y por atrevida que parezca la comparación, el mundo
me ha dado la posibilidad de treparme sobre hombros de gigantes.
Ellos, son un grupo de mujeres a partir de las cuales puedo conocer y

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conquistar porciones del mundo que antes se me mostraban

S E R
ininteligibles.
S R E
EC HO
Hoy que en esta hoja, puedo sacar a la luz mis gigantes, me

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siento comprometido a dedicarles un producto del trabajo que en
conjunto hemos realizado. Por eso dedico esta meta a:
Mi Mamá, ¡qué mujer! Visionaria emergente. Capaz de ver sin
los ojos de las letras, mi futuro en la academia.
Mi Mami, porque en ella se encierra la gallardía, el
desprendimiento, la fortaleza y sabiduría para conducir y visualizar
estados probables de conquista.
Mi esposa, un ser lleno de la dosis necesaria de los
ingredientes que me ayudan a caminar en dirección al excélsior.
Mi hermana, mi primera hija. Mujer de grandes retos y grandes
aventuras.
Mis hijas. Pedacitos de gloria que desde su mundo impulsan el
mío.
Mi Tutora. ¡Un personaje! Ella es el otro ingrediente que
requiero para formar la amalgama en favor de la búsqueda del
conocimiento.
Mis panas Miriam, Betania y Josefina, porque en la distancia,
siempre están presentes, pendientes de quien las ama
profundamente.

III
Mis Amigas… ¡Son diversas!... son un mundo sensible que en
muchas ocasiones han sido la voz atenta y dulce que ha guiado mis
pasos, y en otras han sido la sal de la vida.

Pensar en ustedes, es reconocer que día a día voy descubriendo el


valor de lo frágil de lo gratuito.

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IV
AGRADECIMIENTO.

Este trabajo es el producto de la lucha contra los embates de un


virus informático, enfrentamiento que nunca hubiese podido ganar sin
la ayuda de grandes personajes, de los cuales me siento honrado al
poderlos llamar ¡Amigos!

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Con ustedes, Miriam, Minela, Rafael, Dilcia, Benicio, Betania,
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R E S Eddi, Pilar, Leo, Willyans, María
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Mella, Rossana, Moraima, Nereida,

C H O
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de los Ángeles, Élida, Cástor, Alberto, tengo un profundo

DER porque de sus ganas y buenas intenciones emergió


agradecimiento,
la posibilidad de rescatar la información y ponerla en sintonía con los
requerimientos de la universidad. Junto a ustedes, cada día el mundo
se muestra con agrado y con posibilidad de poder conquistarlos.
Gracias por esa chispa y esa presencia activa, sin la cual difícilmente
hubiese podido llegar.

No puedo dejar de reconocer con agrado y sincera gratitud las


posibilidades que me ha brindado la Universidad de Oriente y
especialmente, Carúpano, ese rincón de Paria desde donde se
empiezan a tejer grandes tramas de progreso y universidad.

V
UNIVERSIDAD RAFAEL URDANETA
VICERRECTORADO ACADÉMICO
DECANATO DE POST-GRADO E INVESTIGACIÓN

CONCEPCIÓN EPISTEMOLÓGICA SOBRE LA INVESTIGACIÓN DEL


PERSONAL DOCENTE QUE ENSEÑA A INVESTIGAR.

Autor: Fontaines Ruiz, Tomás.


Tutora: Dra. Hermelinda
Camacho.
DO S
Fecha: Septiembre de
2006.
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Los procesos de investigación, se han constituido en objeto de deseo por un

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amplio porcentaje del sector académico del hacer científico. De allí el

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surgimiento de tendencias opuestas y/o complementarias encaminadas a la
obtención de vías más expeditas proactivas para conquistar esas porciones
del mundo que se muestran inadvertidas ante los ojos del que intenta
conocer. Partiendo de ello, el presente estudio pretende determinar las
concepciones epistemológicas que sobre la investigación tienen los docentes
que enseñan investigación en el Programa de Educación Integral Núcleo de
Sucre-Carúpano de la Universidad de Oriente. Para ello se emplearon los
supuestos teóricos de Camacho (2001), Padrón (1992; 1998) y los derivados
de la filosofía de la ciencia respecto a la construcción del conocimiento. El
estudio es de tipo descriptivo, con un diseño transeccional descriptivo. Contó
con una población de 24 docentes a los cuales se les aplicó la escala de
estimación de concepciones epistemológicas en docentes investigadores
Fontaines–Sánchez, 2006, la cual presentó alfas de 0,8449 para la
dimensión empírica; 0,8449 para la Racional Deductiva y 0,8825 para la
introspectivo vivencial. Para analizar los datos se empleó el análisis de
varianza. Los resultados arrojaron que hay una diferencia estadísticamente
significativa (F=61,366 sig. 0,000) entre las concepciones epistemológicas
que sobre la investigación presentan los docentes investigados. Dicho
resultado se encuentra sustentado en las diferencias de medias entre la
concepción racional y las introspectivas y empíricas respectivamente, así
mismo, se obtuvo que No existe una concepción epistemológica que rija la
puesta en escena de la enseñanza de la investigación y por consiguiente la
praxis de la investigación en el programa, por el contrario, se camina hacia
prácticas que aceptan la complementariedad metodológica como vía para la
conquista del conocimiento.

Descriptores: concepciones epistemológicas, enseñanza de la


investigación, investigación educativa.
email: tfontaines@hotmail.com

VI
UNIVERSITY RAFAEL URDANETA
VICERRECTORADO ACADEMIC
DECANATO OF POST-GRADE AND INVESTIGATION

CONCEPCIÓN EPISTEMOLÓGICA ON THE EDUCATIONAL


PERSONNEL'S INVESTIGATION THAT HE/SHE TEACHES TO
INVESTIGATE.

Author: Fontaines Ruiz,

DO S Tomás.

E RVA Tutor: Dra. Hermelinda


Camacho.
R E S It dates: September of

HO S 2006.

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The investigation processes, they have been constituted in desire object by a
wide percentage of the academic sector of making scientific. Of there the
emergence of opposed and/or complementary tendencies guided to the
obtaining of roads more expedite proactive to conquer those portions of the
world that are shown inadvertent before the eyes of the one that tries to
know. Leaving of it, the present study seeks to determine the conceptions
epistemological that it has more than enough the investigation they have the
educational ones that teach investigation in the Program of Education Integral
Nucleus of Sucre-Carúpano of the University of East. For they were used it
the theoretical suppositions of Camacho (2001), Census (1992; 1998) and
those derived of the philosophy of the science regarding the construction of
the knowledge. The study is of descriptive type, with a design descriptive
transactional. It had an educational population of 24 to which were applied
the scale of estimate of conceptions epistemological in educational
investigating Fontaines-Sánchez, 2006, which presented alphas of 0,8449 for
the empiric dimension; 0,8449 for the Rational one Deductive and 0,8825 for
the introspective vivencial. To analyze the data the variance analysis it was
used. The results threw that there is a difference statistically significant
(F=61,366 sig. 0,000) among the conceptions epistemological that it has
more than enough the investigation they present the educational ones
investigated. This result is sustained respectively in the differences of
stockings between the rational conception and the introspective and empiric,
likewise, it was obtained that a conception epistemological that governs the
setting in scene of the teaching of the investigation doesn't exist and
consequently the practice of the investigation in the program, on the contrary,
one walks toward practices that accept the methodological complementarily
as via for the conquest of the knowledge.

Descriptors: conceptions epistemological, teaching of the investigation,


educational investigation.
email: tfontaines@hotmail.com

VII
INDICE GENERAL

Indice de Tablas .................................................................................. IX

Indice de Gráficos. ............................................................................... ccc

CAPÍTULO I: FUNDAMENTACIÓN .................................................... 01

Planteamiento y Formulación del Problema ....................................... 01

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Objetivos de la Investigación .............................................................. 06
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Objetivo General ...................................................................... 06

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Objetivos Específicos ............................................................... 06

Justificación de la Investigación .......................................................... 07

Delimitación de la Investigación .......................................................... 10

CAPÍTULO II: MARCO TEÓRICO....................................................... 11

Antecedentes de la Investigación ........................................................ 11

Bases Teóricas de la Investigación...................................................... 17

Un acercamiento a la visión de la concepciones epistémicas .. 17

Momentos en la Construcción del Conocimiento Científico y


Conformación de los Enfoques Epistemológicos de
Investigación: Un Recorrido Histórico
…………………………………………………………………………....
.....19

El conocimiento en la filosofía griega ....................................... 21

El conocimiento en la filosofía medieval ................................... 33

El conocimiento en la filosofía renacentista ............................ 38

El conocimiento en la modernidad ........................................... 45

Enfoque empírico - inductivo..................................................... 57

Enfoque racional - deductivo ................................................... 58

VIII
Enfoque introspectivo - vivencial .............................................. 59

Anatomía y fisiología de los procesos de investigación. ........... 60

Una lectura del cómo y el qué de los procesos de investigación


educativa ............................................................................................ 67

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CAPÍTULO III: MARCO METODOLÓGICO ........................................ 72
O S
E R VA
E S
SR
Tipo de Investigación ......................................................................... 72

Diseño de InvestigaciónH
C O
ER E ...................................................................... 72

DInvestigación
Sujetos de ..................................................................... 73

Población ................................................................................ 76

Muestra .................................................................................... 76

Definición Operacional de las Variable ................................................ 74

Descripción del Instrumento ................................................................ 74

Propiedades Psicométricas ................................................................ 77

Plan de Análisis de Datos. ................................................................... 79

Procedimiento ..................................................................................... 80

Consideraciones Éticas ...................................................................... 81

CAPÍTULO IV: RESULTADOS Y DISCUSIÓN ................................... 84

Resultados .......................................................................................... 84

Discusión ............................................................................................. 95

Conclusiones ...................................................................................... 99

Recomendaciones .............................................................................. 101

Referencias Bibliográficas ............................................................... 102

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Anexos ............................................................................................... 107

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ÍNDICE DE GRÁFICOS Y TABLAS

TABLAS

Tabla N° 1: Distribución de la población ............................................. 74

Tabla N° 2: Operacionalización de la variable ..................................... 75

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Tabla N° 3: Distribución del número de ítemes para cada sub-escala 77
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Tabla N° 4: Ítemes eliminados por la correlación ítem –total ............... 78

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Tabla N° 5: Índice de confiabilidad para cada sub-escala ................. 79

Tabla N° 6: Estadística Descriptiva de la dimensión: Concepción Empírico


Inductiva. 84

Tabla N° 7: Comportamiento diferencial de los indicadores de la dimensión:


concepción empírico inductiva ........................................................... 86

Tabla N° 8: Estadística Descriptiva de la dimensión: Concepción Racional


deductiva 88

Tabla N° 9: Comportamiento diferencial de los indicadores de la dimensión:


Concepción Racional deductiva........................................................... 89

Tabla N° 10: Estadística Descriptiva de la dimensión: Concepción


Introspectiva Vivencial ......................................................................... 91

Tabla N° 11: Comportamiento diferencial de los indicadores de la dimensión:


Concepción Introspectivo Vivencial ..................................................... 92

Tabla N° 12: Prueba de Kolmogorov y Smirnov y de Homogeneidad de las


Varianzas ............................................................................................ 94

Tabla N° 13: Análisis de Varianza ....................................................... 95

Tabla N° 14: Prueba Tuckey ............................................................... 96

XI
GRÁFICOS

Gráfico N° 1: Representación de las interacciones presentes en los


procesos de investigación.................................................................... 61

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XII
A manera de introducción: Algunos hechos de interés

La investigación científica, desde tiempos remotos, se ha constituido

en objeto de atención de diversos sectores humanos, con la finalidad de

tratar de entender los procesos que subyacen a su puesta en escena. En tal

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sentido, se puede visualizar como en las distintas épocas del mundo
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occidental (antigua, medieval, moderna, contemporánea) se registran

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manifestaciones orientadas por intereses de naturaleza variada, pero en

todas ellas, se encuentra un interés común: el encuentro con el conocimiento

y las ganas de hacer inteligible la otredad.

Si bien es cierto que han habido múltiples voces, en torno a lo que

significa hacer investigación, no puede resultar extraño, el flujo de conflictos

generados entre células de estudiosos regidos por su voluntad de verdad. Es

decir, cada grupo externaliza una serie de corolarios que, como dijera Khun

(1978), rigen su investigación normal, y pretende ser aceptado por sus

pares, los cuales a su vez, pudieran mostrarse afectos o por el contrario,

detractores de esa postura.

Es esta dialéctica la que hace atractivo el terreno de la investigación

como foco de estudio, puesto que además de develar tipificaciones

gnoseológicas, permiten contactar con caminos cuya congruencia con la

naturaleza compleja de los objetos de estudio, remiten a una constante

discusión y a una producción intelectual activa y compleja, cuyo efecto más

nefasto está ubicado en la sacralización de unas formas de investigación

XIII
sobre otras y por supuesto, el efecto torre de babel, evidenciado en las

confusiones presentadas por quienes investigan (específicamente los

noveles) a partir de la plural difusión de códigos sociolingüísticos que ofertan

las bondades y restricciones de ciertos caminos sobre otros y descalifican

producciones que no encajen con algunos cánones preestablecidos.

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Alrededor de esta temática, se tejen las ideas que se muestran a
E
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continuación, ya que al pretender explorar las epistemologías personales en

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torno a la investigación, se mostraría como ciertos imaginarios de un grupo

que maneja una significativa cuota de poder, como es el caso de los

docentes en su ejercicio pedagógico, inciden de forma significativa en el

curso de los aprendizajes y la aprehensión de ciertos caminos para llegar a

descubrir la esencia de un objeto, que, atendiendo a su naturaleza, requiere

de atención especializada en aras de poder comprenderlo como un todo y no

una fracción aislada de su entidad. Con base en lo señalado, el presente

estudio, interpela a los docentes que enseñan investigación en el Programa

de Educación Integral de la Universidad de Oriente, Núcleo de Sucre-

Carúpano, con la finalidad de determinar su concepción epistemológica en

torno a la investigación.

Esta trama conceptual, adquiere pertinencia en el entendido de que

detrás de cada acción de un investigador, está presente su condición

humana -más- su circunstancia, es decir, su mapa cognitivo, construido a

partir de su transitar en el continuo de vida, lo cual a su vez, permite

sintetizar todo esta complejidad, en un constructo denominado concepciones.

XIV
Buscando ser más explícito en la exposición de estas ideas, si se visualizara

la investigación como un iceberg, entonces, el conjunto de concepciones y/o

epistemologías personales vendría a constituir la base, y la punta que se

visualiza (acciones procedimentales) serían una consecuencia lógica de la

implementación del campo fenomenológico de quien investiga.

D O S
Asumir esta posibilidad, catapultaER
VA
R E S la idea de indagar en las

concepciones de los H
C OS universitarios que hacen y enseñan a
E R E docentes

D
investigar, puesto que se corre el riesgo del dogmatismo epistemológico y

por ende metodológico, lo cual redunda en la sacralización de unas

posturas en detrimento de otras, y la consecuente anulación de acciones

heurísticas, que pudiesen adecuarse a la naturaleza del objeto de estudio

estimado, pero por estar en poca sintonía con la visión de quien evalúa o

aprueba las investigaciones, son invalidadas de forma inescrupulosa, dando

lugar a estados de desorden cuyo comportamiento es análogo a una torre de

babel.

Y es que pretender construir conocimiento en la tierra de la codicia de

la verdad, es una tarea dura que va desde la desacreditación, hasta el

rechazo total de los productos. Por ello, el estudio de las concepciones

epistemológicas de aquellos que tienen en sus manos el moldeamiento de la

actitud investigadora, se reviste de relevancia al develar el perfil

epistemológico predominante, lo cual le permitiría a los formandos y

formadores tomar conciencia de la necesidad de abrazar formas alternativas

XV
de acercamiento a la naturaleza compleja del objeto de estudio, y al mismo

tiempo, ofrecería la posibilidad de generar investigadores desde la

pluralidad epistémica y metodológica.

Aunado a ello, se identificaría el origen sapiente del mantenimiento del

conflicto entre posturas cualitativas, cuantitativas y racionalistas, y se darían

DO S
RVA
cuenta de que a nivel metodológico existen extremadas similitudes entre la
E
R E S
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puesta en escena de los momentos empíricos, teóricos, metodológicos y

E REC
D
analíticos que conforman un proceso de investigación. De tal manera, que se

pudiera practicar la complementariedad metodológica de la que hablaba

Bericat (1998).

Y es que este despertar, no es una banalidad ni un mero requisito

para llenar espacios teóricos, por el contrario, es una condición sine qua non

para liberar al sujeto de ataduras epistémico-metodológicas que detiene su

viaje hacia el interior de su objeto de estudio, y que le inhiben expresar su

subjetividad en la construcción de ese saber. Lógicamente, hoy, el mundo

científico-social, se encuentra convencido de la necesidad de voltear los ojos

a lo humano, porque en el reposan epistemologías personales que en

palabras de Bachelard (1972) obstaculizan o favorecen la compenetración

del binomio heurístico sujeto-objeto.

En sintonía con lo anterior y buscando sintetizar argumentos que

eleven la relevancia del estudio, éste, aporta insumos para la indagación de

este constructo (concepciones epistemológicas) en diversas comunidades de

investigadores, y al mismo tiempo, genera una profunda discusión respecto a

XVI
la congruencia existente entre la formación del rol investigador del formando

de la docencia y las pretensiones curriculares de la universidad, aunado a la

pertinencia de los modos de investigación enseñados y empleados, con la

naturaleza de los objetos de estudio que se leen con ojos de educador.

Esta información, se describe de modo detallado a través de una

DO S
RVA
secuencia sistemática de orden dimensional, donde convergen los momentos
E
R E S
HO S
del proceso de investigación. A tal efecto, a continuación se detallan algunas

E REC
D
ideas que definen el momento teórico, la estructura del proceso metodológico

y la exposición del análisis de resultados y sus conclusiones.

Un acercamiento a la visión de las concepciones epistémicas.

Los terrenos de clasificación y estudio del conocimiento científico, han

traído consigo un conjunto de términos, a partir de los cuales, se ha podido

dar forma y sentido a porciones del mundo que antes se mostraban

ininteligible para el hombre. En tal sentido, la literatura especializada se ha

hecho testigo de esta afirmación y ha recibido entre sus páginas, diversos

términos con significados similares como es el caso de las concepciones,

también denominadas: creencias, constructos, teorías implícitas,

epistemologías personales, las cuales, a su vez, se han visto ligados a la

presencia de sistemas de pensamiento o sistemas filosóficos desde donde

se regulan sus alcances.

Ejemplo de lo anterior, se encuentra en las investigaciones de Áñez y

Árraga (2002) donde se muestra como la dominancia de determinados

XVII
paradigmas o posiciones epistémicas moldean las concepciones que se

tienen del mundo, las relaciones gnoseológicas, etc., favoreciendo

determinadas aristas y anulando otras. Obviamente, esto tiene sentido, si se

asumen las concepciones como estructuras conceptuales (generadas por el

sujeto a partir de su historia social, en el contacto con la enseñanza,

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comunicación y cotidianidad en general) en la que se insertan y organizan los
E
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conocimientos de los que se apropian y las operaciones mentales que

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D
denomina (Moreno, 2004). Visto así, esta estructura conceptual, puede ser

análoga al concepto Rogeriano de Campo Fenomenológico (Rogers, 1999),

a partir del cual se hace una lectura del mundo y de los elementos que

intervienen en la relación con él.

Con base en lo señalado, en este estudio, la concepción se asume

como un sistema explicativo cuya génesis es de naturaleza social, donde las

instituciones y subsistemas que forman un determinado contexto interactúan

de forma mediada con el sujeto, logrando formar una estructura mental que

va a ser subyacente al conjunto de acciones emprendidas por el hombre en

su afán por descubrir o inventar esa cosa llamada conocimiento. En

consecuencia, una concepción permite, siguiendo a Giordan (1988:118),

conservar un conocimiento, facilitar su sistematización y estructurar y

organizar la realidad.

Si esto es cierto, entonces el ser humano tiene concepciones que

pudiesen ser adjetivadas y por lógica clasificadas en diferentes direcciones.

Así se presentan concepciones de las relaciones sociales, afectivas,

XVIII
axiológicas, teleológicas, y por supuesto, de orden epistemológicas. Esta

última se muestra como motor que empuja el presente estudio, por ser la

piedra angular de la indagación que se desarrolla.

En relación con lo señalado, para llegar a conocer la composición de

las concepciones en relación con la epistemología, es necesario, definir lo

DO S
RVA
que se considera como enfoques epistémicos y los elementos que lo
E
R E S
HO S
caracterizan. Para ello, a continuación se

E REC
D
Lo comentado hasta este punto, atendiendo a la forma de producción

de conocimiento y a la vía de acceso y producción del mismo (Padrón, 1998)

permite evidenciar tres grandes posiciones de naturaleza epistémica, que

para efectos de la presente investigación se denominarán enfoques

epistemológicos, considerados como posiciones asumidas por los

investigadores al momento de realizar una lectura de la realidad, o la

aprehensión del objeto gnoseológico cognoscible. Estas posturas se

describen a continuación (Camacho, 2001; Padrón, 1998):

(a) Enfoque Empírico Inductivo: conocido también como probabilística,

positivista, atomista, etc. Tomando en consideración el primer criterio,

esta perspectiva epistémico considera producto del conocimiento aquel

obtenido mediante las observaciones de los patrones de regularidad en

la ocurrencia de los eventos, a partir de las cuales se puede llegar a

XIX
construir generalizaciones progresivas. En tal sentido, todo lo existente

puede ser aprehendido a través del estudio de las mencionadas

regularidades.

En cuanto al segundo de los criterios se privilegian la observación

DO S
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directa y la mediada por instrumentos, los cuales previamente deben dar
E
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HO S
testimonio de su validez y confiabilidad. En comunión con lo señalado, el

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binomio gnoseológico sujeto-objeto, conduce al descubrimiento del

conocimiento. Muestra de esto lo constituyen los procesos investigativos

desarrollados por los babilónicos (2500 a.c.), Galeno (siglo iii, 129 d.c.),

Roger Bacón (siglo xiii, 1210 d.c.), Leonardo Da Vinci (siglo xv), Nicolás

Copérnico (siglo xvi), Francisco Bacón (siglos xvi y xvii), Galileo Galilei

(siglos xvi y xvii), William Harvey (siglo xvii), Blaise Pascal (siglo xvii),

Max Planck (siglo xix), Millikan (siglo xx).

(b) Enfoque Racional-Deductivo: es también identificado como teoricista,

racionalista crítico. Atendiendo al primer criterio, el producto del

conocimiento son sistemas abstractos, a partir de los cuales se les puede

dar respuestas a las exigencias del condicionante universal “todos”,

producto del grado de generalidad que ostenta. Vale decir, que estos

sistemas, están compuestos de hipótesis y/o conjeturas con un

comportamiento análogo al de red, ejemplo de ello se encuentra en las

producciones generadas por Bagozzi y Phillips (1980), Lakatos (1978)

XX
donde se identifica la armónica articulación de hipótesis (de diferente

nivel de complejidad) para darle forma a un modelo teórico a partir del

cual se explica el comportamiento diferencial de ciertas realidades

estudiadas.

DO S
RVA
En relación con el segundo criterio, el racionalismo privilegia como
E
R E S
HO S
vehículo de conexión sujeto-objeto a la razón y por tanto, el método

E REC
D
asociado es la deducción. Partiendo de ello, se considera el conocimiento

como una invención humana, contradiciendo, de esta manera, la tesis del

descubrimiento sostenida por lo investigadores con influencia empirista.

Una muestra de esta producción racionalista se ubica en: Thales de

Mileto (siglo vi, 600 a.c.), Anaximandro (siglo vi, 610-545 a.c.), Pitágoras

(siglo vi, 530 a.c.), Parménides (480 a.c.), Platón (428 – 348 a.c.),

Aristóteles (384 a.c), Arquímedes (287-212 a.c.), Euclides de Alejandría

(siglo iv – iii a.c.), Albert Einstein (siglo xx).

(c) Enfoque Epistemológico Introspectivo Vivencial: es asociado con las

posturas socio-historicistas, críticas, fenomenológica, hermenéutica, entre

otras. Respecto al primer criterio, el conocimiento es producto de la

lectura realizada a los códigos y símbolos socioculturales que definen un

determinado contexto. Así, la pretensión es la de identificar las

características endogámicas tal y como ellas son percibidas por sus

XXI
actores, para de este modo, poder vislumbrar el funcionamiento de

determinados grupos a la luz de ciertos focos de indagación.

En cuanto a la vía de acceso al conocimiento (segundo criterio de

análisis), desde esta óptica se asume como la vía más expedita, el

DO S
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contacto simbiótico entre sujeto y objeto. Entonces, habrá conocimiento
E
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siempre que se ponga en práctica el concepto fenomenológico de epoje,

E REC
D
y se desarrolle aquello que Rogers (1978) denominó aceptación positiva e

incondicional por el otro, para así poder indagar su campo fenoménico. A

modo de síntesis, el conocimiento desde lo introspectivo, se orienta hacia

la comprensión. Ejemplo de estas investigaciones, lo representan:

Margaret Mead (1931), Oscar Lewis (1956), Dian Fossey (1967),

Alejandro Moreno (1980).

Tal como se ha percibido, la construcción del conocimiento científico,

desde la antigüedad hasta la contemporaneidad, ha constituido un constante

fluir de modos y formas de producción empleados por los hombres en su

afán por hacer inteligibles porciones del mundo, que ante sus ojos, aparecen

teñidas de gris. Esta situación ha originado la fundación de posturas y

tramas cognitivas orientadas a defender maneras de conquistar la condición

de ciencia, y por ende, de hacer de investigación.

XXII
Al respecto, conviene emplear como pivote de esta afirmación, el

hallazgo de Camacho (2001) cuando logra determinar un modelo de

correspondencia entre las mencionadas posturas epistémicas y rutinas

procedimentales de investigación, lo cual, deja constancia de la

trascendencia de estas posturas como condicionantes de la producción

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científica.
E RVA
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Lo anteriormente expuesto, permite evidenciar que toda esta

E R EC
D
afluencia, divergencia y confluencia de posturas de naturaleza

epistemológica, dejan testimonio de la presencia de la acción y la

sistematización del pensamiento, como el camino más expedito para develar

la trama o urdimbre del mundo del conocimiento. En consecuencia, pensar

en investigación, de manera innegable, conduce a plantear una tetra-

comunión: hombre-acción-sistematización-socialización, a partir de la cual se

puede hablar de los procesos de investigación (en el sentido general) y por

extensión de la investigación educativa y todo lo que ello implica.

Tal como se ha evidenciado a lo largo del estudio, a una población

constituida por un total de 24 docentes (12 femeninas y 12 masculinos) del

Programa de Educación Integral de la Universidad de Oriente Núcleo de

Sucre-Carúpano, se les aplicó la escala de estimación de Concepciones

Epistemológicas sobre la investigación Fontaines – Sánchez, 2006, a partir

de la cual se obtuvieron los resultados que se muestran a continuación,

tomando como base organizativa cada una de las dimensiones que

componen la variable y sus respectivos indicadores.

XXIII
CAPÍTULO I

FUNDAMENTACIÓN

Planteamiento y Formulación del Problema.

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La investigación, tal como lo revela la historia de la ciencia, se ha

S E R
constituido en objeto de deseo de muchos sectores del mundo científico,

S R E
en aras de develar su estructuración diacrónica y sincrónica, aunado a las

EC HO
posiciones epistémicas, axiológicas, teleológicas que se confabulan para

E R
apalancar diversidad de configuraciones gnoseológicas.
D
A tal efecto, la literatura especializada, ha alojado entre sus páginas
múltiples voces que afirman la pertinencia de unos u otros modos
conceptuales y operativos de acercar al sujeto con el objeto de
investigación, lo cual, a su vez, ha traído profundos conflictos entre
escuelas y pensadores, que de fervoroso modo, arremeten para defender
su postura, en relación con determinados criterios de demarcación. Una
muestra de ello lo representan las pugnas entre empiristas y racionalistas
y entre éstos y los socio-historicistas, a partir de los cuales se consideran
la verificación, falsación o consenso inter-subjetivo como fronteras
probables entre lo que es y no es ciencia y por derivación lógica,
investigar.

En congruencia con lo expresado, aparece otro factor que viene a nutrir la


discusión entre los estudiosos de la investigación y éste elemento gira en
torno a la hegemonía del método sobre cualquier otras formas operativas
de favorecer los mecanismos de inteligibilidad del mundo o lo que pudiera
ser un sinónimo de comprensión, invención o descubrimiento de una
realidad que para el sujeto cognoscente se muestra inadvertida.

Y es que desde su aparición, en la pluma de Descartes, la noción de un

único camino para llegar a conocer, fue rápidamente asumida por los

científicos naturales, hecho que marcó la exclusividad de esta forma

XXIV
gnoseológica para la elaboración de un producto conceptual susceptible de

ser catalogado como científico por el paradigma regente.

Sin embargo, este hallazgo cartesiano, llevaba implícita una serie de

prerrogativas y procesos asociados que fomentaban una actitud científica

D O S
reduccionista y atomista, donde una condición para aprehender el objeto del

E R VA
E S
SR
saber era llevarlo hasta su más mínima expresión. Obviamente, esta noción

de hacer conocimiento H se O
E R EC encontraba ligada a un referente epistemológico,

D de Kuhn (1978) regían el curso de la investigación normal y


que en palabras

por supuesto, gozaba de aceptación por comunidades de científicos

interesados en descubrir leyes a partir de las cuales se pudiera explicar, con

un amplio criterio de generalidad, el comportamiento diferencial de

determinadas variables de interés.

Conviene señalar, que esta panacea, no sólo engendró adeptos,

también dio lugar a la formación de círculos de estudiosos que empezaron a

difundir las patologías, debilidades e improperios generados en nombre del

método, apareciendo movimientos, que con marcadas influencias

románticas, vinieron a rescatar la subjetividad como fuente de donde

emerge todo conocimiento y además postularon la necesidad de volver a

rescatar el viejo postulado griego respecto a la idea de integrar para

comprender. Es decir, valorar la condición sistémica y compleja de los

objetos de estudio para así poder llegar realmente a conocerlos.

XXV
Cabe hacer notar, que esta situación tuvo poca repercusión en el caso

de las ciencias naturales, sin embargo, su acogida más marcada fue en el

seno de las ciencias sociales, escenario que abrió una profunda movilización

y formación de tendencias, cuyo propósito, además de atender a lo complejo

de su objeto de indagación, estaba centrado en desmontar o falsear los

DO Sse
basamentos empírico-reduccionistas
R
sobre
E VA los cuales intentaba

R E S
HO S
aprehender y/o comprender la realidad social en sus diferentes dimensiones,

E REC
D
intención que fue apalancada en el siglo XX, entre otras razones, por la

aparición de las revoluciones de la ciencia, considerada como una obra

póstuma de Kuhn (1978) elaborada a partir de la interpretación del Polaco

Fleck en mil novecientos treinta.

Todo este fluir de tendencias respecto al cómo se forma el

conocimiento y lo caminos más idóneos para ello, tuvo una resonancia en

las formas de concebir la realidad en todos los sectores de la ciencias

humanas y sociales, y de esta manera, en cada una de ellas se gestaron

movimientos, que arropados baja determinadas consignas epistemológicas

definían parámetros dentro de los cuales era viable describir, explicar, aplicar

y contrastar información derivada del abordaje de determinada entidad.

Así por ejemplo, se evidencia como en psicología, la hegemonía

empirista se constituyó en el caldo de cultivo de donde emergiera la primera

fuerza del pensamiento psicológico. Obviamente se esta hablando del

conductismo, el cual, a su vez, inervó el pensamiento pedagógico dando

XXVI
origen a modelos de planificación como el de Bloom, Meyer y la estructura de

la dinámica de la enseñanza del propio Skinner, cuando trae a la palestra un

modelo de enseñanza adjetivado como programada.

De igual manera, en el caso de la formación metodológica, también

se percibió este fenómeno que de forma metafórica se


D O S cualificar
puede

R V A
E S E
R
como la consecuencia lógica del gobierno del método. Ciertamente,

C H OSescenario no ha sido fácil, por el contrario, ha


E R E
comprender la brecha en este

D
habido un debate cuyo efecto más tangible ha sido la sacralización de unas

vías de acceso al conocimiento en detrimento de otras.

Una muestra de ello lo reflejan, Camacho y Fontaines (2005) al afirmar

que la literatura metodológica dirigida a enseñar a investigar en ciencias

sociales tiene un marcado énfasis de corte empírico inductivo (75%) ya que

luego de analizar un total de 75 textos de metodología de la investigación

publicados desde el 1950 al 2003, sólo el 20% expone entre sus

posibilidades investigativas las rutinas procedimentales derivadas de la

corriente introspectivo-vivencial, quedando un ínfimo espacio (5%) para la

expresión de investigaciones que ven en el modelo racional deductivo una

forma de inventar alternativas teóricas para explicar el comportamiento del

hombre en relación.

En esta misma tónica, la productividad científica emanada de algunas

universidades del país, también se encuentran subyugadas a la presencia

hegemónica de formas de indagación empírica. Por ejemplo, en el caso de

XXVII
la Universidad Católica Cecilio Acosta, específicamente los productos del

área académica de investigación de la Facultad de Ciencias de la

Educación, presentan rutinas procedimentales caracterizadas por el uso de

la inducción, lenguaje aritmético-matemático, valoración de la secuencia de

ocurrencia de hechos, consideración del conocimiento como un acto de

DO S
descubrimiento, una visión cosificada del
E RVA objeto, entre otros. De igual

R E S
HO S
manera, la Universidad de Oriente, específicamente en la Escuela de

E REC
D
Humanidades y Educación del Núcleo de Sucre, se conduce la productividad

científica de los formandos en docencia, por senderos con énfasis análogos

a los anteriormente señalados.

Lógicamente, pareciera un hecho común la situación previamente

descrita y lo lamentable es la incongruencia manifiesta entre la naturaleza del

currículo (en cuanto a su filosofía y basamentos teóricos) y la gestación del

rol investigador de este profesional de las ciencias sociales.

Esta situación se muestra con mayores énfasis y preocupación en el

caso de la carrera de educación integral de la Universidad de Oriente, Núcleo

de Sucre-Carúpano, donde se pretende generar un profesional inclinado

hacia el terreno de la teoría crítica, pero, al mismo tiempo, las epistemologías

personales de quienes tiene en sus manos la responsabilidad de formar

docentes investigadores, viene a constituir obstáculos que lejos de ayudar a

aclarar horizontes para aprehender los objetos del conocimiento, se

comportan como barreras que entuban al estudiante por una única ruta y

XXVIII
refuerzan las epistemologías exclusivistas, las cuales, a su vez, provocan

conflictos entre la concepción del formando y los requerimientos de la

realidad laboral.

Vistas así, las concepciones del profesor vienen a constituirse en una

D O S
ventana para entender un posible origen de redes cognitivas que favorecen

laR
la parálisis paradigmática o por el contrario,E
VA
R E S modificación de programas de

H O S
E C
investigación, en aras de
R
impulsar el avance de la ciencia (Lakatos, 1978),

D E
debido a que como lo demuestra Rivero (2000) existe un acercamiento entre

enfoques epistémicos, estilos de aprendizaje y estilos de pensamiento. En tal

sentido, se pudiese inferir que un docente universitario en su práctica

pedagógica además de transmitir un conocimiento, externaliza una

epistemología personal que impacta el campo fenomenológico del aprendiz y

lo condiciona a reproducir un determinado sesgo gnoseológico.

De igual manera, en esa práctica pedagógica, se corre el riesgo de

amarrar a los formandos, modo dogmático, a una corriente epistémica, lo

cual trae implícito el desarrollo de sesgos en el abordaje del objeto de

estudio, ya que sólo existen vías únicas, y lenguajes únicos, lo cual atenta

contra la diversidad metodológica implicada en la naturaleza compleja y

caótica de los sistemas abiertos.

Con base en lo señalado, la transmisión de tramas epistémicas o

concepciones epistemológicas en la conformación de los perfiles

investigadores, se constituye en arma de doble filo. Es decir, puede dar

XXIX
herramientas para entender de forma total un hecho o fenómeno en estudio,

o por el contrario, desmembrarlo hasta su más mínima expresión,

desconociendo su condición sinérgica y recursiva (Bertoglio, 1998).

Partiendo de lo expuesto, en el presente estudio se formula el

siguiente problema de investigación:


DO S
E RVA
R E S
HO S
¿Cuál es la concepción epistemológica sobre la investigación del personal

E REC
D
docente que imparte las cátedras de investigación en el Programa de

Educación Integral de la Universidad de Oriente, Núcleo Sucre-Carúpano?

OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN.

Objetivo General.

Determinar la concepción epistemológica sobre la investigación del

personal docente que imparte las cátedras de investigación en el Programa

de Educación Integral de la Universidad de Oriente, Núcleo Sucre-Carúpano.

Objetivos Específicos.

Describir el comportamiento diferencial de la concepción epistémica

empírico-inductiva, que presentan los docentes que enseñan a investigar en

el Programa de Educación Integral del Núcleo de Sucre-Carúpano de la

Universidad de Oriente.

XXX
Describir el comportamiento diferencial de la concepción epistémica

racional deductiva, que presentan los docentes que enseñan a investigar en

el Programa de Educación Integral del Núcleo de Sucre-Carúpano de la

Universidad de Oriente.

D O S
E R VA
R E S
Describir el comportamiento diferencial de la concepción epistémica

H O S
E C
introspectivo-vivencial que
R
presentan los docentes que enseñan a investigar

D E
en el Programa de Educación Integral del Núcleo de Sucre-Carúpano de la

Universidad de Oriente.

Establecer la dominancia epistemológica de los docentes que enseñan

a investigar en el Programa de Educación Integral del Núcleo de Sucre-

Carúpano de la Universidad de Oriente.

Justificación de la Investigación.

La investigación al ser considerada un acto humano, se ubica en los


inicios de la humanidad, y por esta misma razón, ha evolucionado con el
hombre a través del tiempo, adaptándose a los intereses e inquietudes de
los grupos de individuos que ven en ella la posibilidad de desplegar un
conjunto de acciones para develar la trama o urdimbre que inhiben o
favorecen la comprensión racional del mundo que se habita.

Visto así, es pertinente señalar que el sujeto en su afán por conocer,

ha diversificado los caminos y por consiguiente, ha creado una serie de

acciones para aprehender su objeto de indagación, de allí que la literatura

XXXI
especializada registre alternativas de intervención adjetivadas como:

moldeamiento por aproximaciones sucesivas, uso de analogías, imágenes,

ensayo y error, intuición, inducción y deducción, análisis y síntesis, todo ello

con la finalidad de introducirse por diversas maneras al terreno de lo

cognoscible (Camacho y Fontaines, 2005)

D O S
R
Con base en lo señalado y en lasEpremisas
VA que le imprimen al
R E S
C H OS
E
hombre una condición multideterminada, caótica, sistémica (Balandier, 1999;
ERse podría inferir que cada época, comunidad, tiene implícita
D1999)
Prigogine,

una manera de conceptuar sus problemas y por lo tanto, de acercarse a las

soluciones mediante rutinas procedimentales teñidas de singularidades y de

diversidad.

Esta introducción adquiere sentido, cuando al revisar la historia de la

ciencia, aparecen heterogéneas formas de trabajo conducidas por las

epistemologías reinantes en la época, y al mismo tiempo, por las

epistemologías personales de aquellos hombres decididos a vivir la aventura

de conquistar el conocimiento. Muestra de lo señalado lo constituyen las

investigaciones de Euclides (finales del siglo IV. Principios del siglo III a.c.),

Newton (siglo XVIII), Perls (siglo XX), entre otros.

Caminar en esta trama conceptual, remite a pensar que detrás de

cada acción de un investigador, está presente su condición humana -más- su

circunstancia, es decir, su mapa cognitivo, construido a partir de su transitar

XXXII
en el continuo de vida, lo cual a su vez, permite sintetizar todo esta

complejidad, en un constructo denominado concepciones.

Buscando ser más explícito en la exposición de estas ideas, si se

visualizara la investigación como un iceberg, entonces, el conjunto de

D O S
concepciones y/o epistemologías personales vendría a constituir la base, y la

R A una consecuencia
Vserían
E S E
R
punta que se visualiza (acciones procedimentales)

C H OdelScampo fenomenológico de quien investiga.


E
lógica de la implementación

DER
Asumir esta posibilidad, catapulta la idea de indagar en las

concepciones de los docentes universitarios que hacen y enseñan a

investigar, puesto que se corre el riesgo del dogmatismo epistemológico y

por ende metodológico, lo cual redunda en la sacralización de unas

posturas en detrimento de otras, y la consecuente anulación de acciones

heurísticas, que pudiesen adecuarse a la naturaleza del objeto de estudio

estimado, pero por estar en poca sintonía con la visión de quien evalúa o

aprueba las investigaciones, son invalidadas de forma inescrupulosa, dando

lugar a estados de desorden cuyo comportamiento es análogo a una torre de

babel.

Y es que pretender construir conocimiento en la tierra de la codicia de

la verdad, es una tarea dura que va desde la desacreditación, hasta el

rechazo total de los productos. Por ello, el estudio de las concepciones

epistemológicas de aquellos que tienen en sus manos el moldeamiento de la

XXXIII
actitud investigadora, se reviste de relevancia práctica al develar el perfil

epistemológico predominante, lo cual le permitiría a los formandos y

formadores tomar conciencia de la necesidad de abrazar formas alternativas

de acercamiento a la naturaleza compleja del objeto de estudio, y al mismo

tiempo, ofrecería la posibilidad de generar investigadores desde la

DO S
pluralidad epistémica y metodológica.
E RVA
R E S
Aunado a ello yH O S
R E C encaminados a suscribir una relevancia de orden

DE
teórico se identificaría el origen sapiente del mantenimiento del conflicto

entre posturas cualitativas, cuantitativas y racionalistas, y se darían cuenta

de que a nivel metodológico existen extremadas similitudes entre la puesta

en escena de los momentos empíricos, teóricos, metodológicos y analíticos

que conforman un proceso de investigación. De tal manera, que se pudiera

practicar la complementariedad metodológica de la que hablaba Bericat

(1998).

Y es que este despertar, no es una banalidad ni un mero requisito

para llenar espacios teóricos, por el contrario, es una condición sine qua non

para liberar al sujeto de ataduras epistémico-metodológicas que detiene su

viaje hacia el interior de su objeto de estudio, y que le inhiben expresar su

subjetividad en la construcción de ese saber. Lógicamente, hoy, el mundo

científico-social, se encuentra convencido de la necesidad de voltear los ojos

a lo humano, porque en el reposan epistemologías personales que en

XXXIV
palabras de Bachelard (1972) obstaculizan o favorecen la compenetración

del binomio heurístico sujeto-objeto.

En sintonía con lo anterior y buscando sintetizar argumentos que

eleven la relevancia metodológica del estudio, la presente investigación,

D O S
aportaría insumos para la indagación de este constructo (concepciones

R V A
E S E
R
epistemológicas) en diversas comunidades de investigadores, y al mismo

OS discusión respecto a la congruencia


tiempo, generaría unaHprofunda
C
E R E
D
existente entre la formación del rol investigador del formando de la docencia

y las pretensiones curriculares de la universidad, aunado a la pertinencia de

los modos de investigación enseñados y empleados, con la naturaleza de los

objetos de estudio que se leen con ojos de educador.

Delimitación de la Investigación.

El presente estudio se desarrolló con los docentes del Programa de

Educación Integral de la Universidad de Oriente, Núcleo de Sucre-Carúpano,

ubicada en la ciudad de Carúpano del Estado Sucre, durante el segundo

semestre del año 2005. Teóricamente se encuentra sustentado en los

estudios epistémico-metodológicos de Padrón (1992; 1998) y Camacho

(2001).

XXXV
CAPÍTULO II.

MARCO TEÓRICO

Antecedentes de la Investigación.

DO S
E RVA
El estudio de las concepciones que poseen los docentes, se ha

R E S
HO S
constituido en objeto del deseo de los interesados en explorar el mundo de

E REC
D
las investigaciones educativas, producto de que, a partir de su indagación, se

han detectado respuestas a ciertas manifestaciones alojadas en el currículo

(en sus aspectos teóricos e instrumentales). De esta manera, se ha explicado

como los cambios sucedidos en esta área del saber, lejos de desarrollarse

como imposición, desde afuera de quien vive el acto instruccional, se

considera un proceso de transformación de la trama conceptual de sus

actores.

En tal sentido, las revistas científicas han alojado reportes de múltiples

investigadores, que interesados en explorar variables educativas ligadas a la

episteme docente, se han topado con hallazgos, que a su vez, pasaron a ser

inspiración de otros estudios, cuyo rol en el proceso de profundización del

conocimiento, varían desde continuar describiendo el comportamiento

diferencial de las variables en estudio, hasta el nivel aplicativo de los

modelos teóricos que han pasado por las fases explicativas y contrastativas

respectivamente.

XXXVI
Con base en lo señalado, a continuación se exponen, de forma
sintética, el proceso indagatorio de algunos investigadores internacionales
cuya línea de indagación está amalgamada con los intereses que impulsan la
presente investigación. Gallego Badillo, Pérez Miranda y Torres de Gallego
(2005) desarrollaron un estudio intitulado tendencias en la formación inicial
de los profesores de ciencias en Colombia, con el objetivo de develar las
concepciones epistemológicas pedagógicas y didácticas de los
programas académicos empleados en la formación de los mencionados

DO S
profesionales. El pivotaje teórico se levantó sobre los hombros de Popper,
Kuhn, Toulmin, Lakatos.
E RVA
R E S
HO S
La metodología seguida, fue adjetivada como descriptiva de campo,

E REC
empleando para recolectar información escalas de estimación y entrevistas

D
semiestructurada. Sus hallazgos manifestaron, entre otros elementos, la
preponderancia de la tendencia epistemológica empírico-positivista y el
dominio del imaginario habitual: basta con conocer una ciencia para
enseñarla, reduciendo la didáctica y la pedagogía de las ciencias y la
investigación a un componente instrumental.

En esta misma línea de análisis, Da Silva, Mellado, Ruiz y Porlan

(2005) se dirigieron a determinar la evolución de las concepciones didácticas

y epistemológicas de una profesora de biología de secundaria. Se

sustentaron en los resultados de las indagaciones constructivistas de Freitas

y Porlan. Su metodología la cualificaron como longitudinal bajo un diseño tipo

estudio de casos. Emplearon los mapas cognitivos creados a partir de las

respuestas dadas en el cuestionario INPE-CIP, así como a una entrevista

semi estructurada.

La investigación muestra entre sus resultados y conclusiones, la

evolución progresiva y gradual en las concepciones de la docente, siendo el

factor decisivo para ello, su práctica experiencial-conciente en la

investigación y enseñanza de las ciencias, y por ende, la consideración y

XXXVII
respeto hacia los estudiantes durante la puesta en escena del micro

currículo. Esta mutación, debe ser comprendida, no como un cambio violento

e intempestivo, por el contrario, su lectura debe estar orientada a digerirlo

como un proceso de maduración, crecimiento, evolución y emancipación de

estructuras dogmática, que lejos de propiciar la transformación, fortalecen lo

DO S
RVA
que los defensores de la complejidad califican peyorativamente como circulo
E
R E S
vicioso.
HO S
E R EC
D estudios que
Los hasta este momento se han declarado, dejan

constancia de la existencia de un mapa cognitivo, una urdimbre, una trama,

que subyace a las acciones emprendidas por el docente en su condición de

facilitador, investigador, y que, al mismo tiempo, condiciona la naturaleza del

contacto y la profundidad de las transformaciones ostentadas por éstos.

Pareciera como una dictadura conceptual, la cual viene a dominar los

conjuntos metódicos y metodológicos que garantizan la puesta en escena de

un contacto entre el sujeto y objeto de indagación. De igual modo, los

autores señalados con anterioridad , alertan sobre el comportamiento

dogmático que ciertas concepciones pueden asumir, cuyo efecto más

tangible sería el bloqueo de la pluralidad de formas y estilos de

acercamiento del sujeto y el objeto de indagación, resumiendo la relación

gnoseológica a un mero contacto sensorial, donde lo complejo, y sistémico

quedan maquillados de ausencia.

XXXVIII
Apoyando esta reflexión, Carvajal Cantillo y Gómez Vallarta (2002)

dirigieron sus intereses a estudiar las concepciones y representaciones de

los maestros de secundaria y bachillerato sobre la naturaleza, el aprendizaje

y la enseñanza de las ciencias, con el objetivo de identificar los factores que

incidían en ellos. A tal efecto, revisaron los postulados teóricos de Lederman,

DO S
RVA
Pajares, Tobin y MacRobbie, los cuales postulan que las concepciones sobre
E
R E S
HO S
el cómo y qué debe aprender el estudiante, inciden sobre la puesta en

E REC
D
escena del currículo y están basadas en el propio estilo de aprendizaje del

maestro, evidenciando la relación establecida entre concepciones y acciones

emprendidas en el aula.

Con una metodología de corte cualitativo, seleccionaron sesenta y

seis (66) docente de física, química y biología, a los cuales les aplicaron un

cuestionario cerrado de opción múltiple, el cual sirvió de base para la

definición de las categorías de la entrevista que fueron aplicadas a los

profesionales de la ciencia antes señalados.

Los resultados develaron la ausencia de relación entre la postura

epistemológica y el aprendizaje de las ciencias. Ello pudiera estar asociado a

la carente revisión y reflexión por parte de los discentes de esa cosa llamada

ciencia. Vale decir, que dicho estudio, por estar basado en la auto-

percepción del docente, requiere de futuras investigaciones realizadas

alrededor de esta temática, con la finalidad de determinar el cómo se forman

XXXIX
las concepciones del profesor en el proceso de enseñanza de la ciencia y

por lo tanto de la investigación.

Cabe mencionar que atendiendo a la naturaleza indeterminada de las

investigaciones alrededor de las concepciones científicas, los resultados

D O S
pudieran mostrar cierta variabilidad, lo cual exige la presencia de mayores

R V A
E S E
R
investigaciones que inviten a una especie de saturación en cuanto a la

definición del constructoH


S
Odescrito.
E C aquí

DER
Casada con esta idea, Camacho (2001), se interesó por explicar las

relaciones de consistencia que se dan entre los enfoques epistemológicos y

las secuencias operativas de investigación. Sus ideas estuvieron sustentadas

en el modelo de variabilidad de la investigación educativa de Padrón, en los

postulados de la filosofía de la ciencia y en el método científico en general.

Desarrolló una metodología de corte racional deductivo, revelando

entre sus hallazgos que existía una relación de asociación entre las

posiciones epistemológicas y las rutinas procedimentales de investigación.

Vale decir, que de acuerdo a la urdimbre epistemológica del investigador se

van a desprender vías operacionales de investigación a partir de las cuales,

se redefine la forma de explorar y confeccionar los momentos empíricos,

teóricos y metodológicos de la acción investigadora.

Patiño (2000), desarrolló un estudio sobre las concepciones

epistemológicas y post-epistemológicas en la reforma curricular, con la

XL
intención de develar cuales de ellas motorizan la transformación curricular.

Soportó sus estudios en los postulados teóricos de Bachelard y Habermas, a

partir de los cuales realizó una lectura crítica de la modernidad. Empleó una

metodología bibliométrica, que lo condujo a determinar la existencia de

asociaciones entre los núcleos problemáticos de los enfoques epistémicos y

DO S
RVA
las variaciones curriculares manifiestas en la reforma educativa.
E
R E S
S
HO y Moliner (2005), emprendieron un estudio
E C
Traver, Sales, Doménech

DERde caracterizar las perspectivas docentes del profesorado de


con la finalidad

secundaria a partir del análisis de las variables educativas relacionadas con

la acción y el pensamiento. Se respaldaron en las investigaciones de

Montero, Tabachnik y Zeichner. La indagación se consideró descriptiva,

contando con una muestra de 249 docentes perteneciente a 21 centros

educativos de la provincia de Castellón (España). Encontraron que existe

una relación directa entre la definición de las prácticas docentes y la

concepción cognoscitiva de estos profesionales, confirmando así, el papel

decisivo que las concepciones poseen al momento de operacionalizar

determinadas prácticas pedagógicas.

Moreno (2004) desarrolló un estudio con el objeto de identificar las

concepciones de práctica pedagógica que tienen los practicantes,

profesores, tutores y asesores. Empleó la teoría de Fierro, Bonilla, Vega,

entre otros. La metodología fue de tipo cualitativa, exploratoria y transversal.

Utilizó como instrumentos: encuestas, entrevistas, las reflexiones escritas de

XLI
los practicantes, observaciones en el aula y materiales escritos que guían el

aspecto pedagógico. Entre los resultados se registra la congruencia existente

entre las prácticas pedagógicas y las concepciones de los docentes, lo cual

se manifiesta en la forma de operacionalizar el currículo. En tal sentido, la

práctica se constituye en testigo de cómo el campo fenomenológico del

DO S
RVA
docente, determina la forma de aprehensión y ejecútese del currículo y sus
E
R E S
componentes.
HO S
E REC
D y otros (2004) estudiaron cómo interactúan el auto-concepto y
Herrera

el rendimiento académico en un contexto educativo pluricultural, con el

objetivo de determinar si el auto-concepto de la población escolar de las

comunidades ceuties cristianas y musulmanas, afectan significativamente su

rendimiento académico. Trabajaron con mil trescientos quince sujetos a los

cuales se les aplicó el test de auto-concepto ( =0,86).

La información obtenida, reveló la existencia de una dependencia entre el


autoconcepto y el conjunto de acciones de naturaleza personal y
académica emprendidas por los estudiantes, lo cual demuestra que la
autovaloración condiciona de forma estadísticamente significativa la
consolidación de las actividades desarrolladas continuamente por el
sujeto. Así, a mayor favorabilidad en el autoconcepto, mayor es el
desempeño de éste y viceversa.

Rauner (2005) estudió el modelo mental en acción de los maestros

con respecto al aprendizaje, con la finalidad de indagar que es lo que

organiza y guía la enseñanza de los maestros. Basado en la propuesta de

Mayer, se enrumbó a desarrollar una investigación cualitativa en la cual se

XLII
detectó, mediante un delicado proceso de observación al desempeño en el

aula de diez (10) docentes seleccionados, mientras desempeñaban la acción

instruccional alrededor del tema del holocausto, que cada maestro tiene un

modelo mental a partir del cual puede hacer una lectura del mundo y por

supuesto, desempeñar acciones de naturaleza instruccional cuyo sesgo

DO S
RVA
siempre va a ser congruente con sus epistemologías personales.
E
R E S
S
HO se constituye en un sello que refrenda la
E C
Todo lo desarrollado

DEdeRlas concepciones en el desempeño de cualquier tarea


importancia

ejecutada por el hombre. De tal manera que, en el caso del docente, esta

realidad no se contradice, puesto que las epistemologías personales

permiten esculpir en determinadas direcciones el curso de la

operacionalización del currículo y en el caso particular del presente estudio,

el rumbo de los procesos investigativos.

Partiendo de la relevancia de la temática abordada, a continuación se

expone de forma detallada lo que son las concepciones y sus características,

para de esta manera, poder comprender luego de conocer los procesos de

producción de conocimientos y conformación de los enfoques

epistemológicos de investigación, esa construcción que se ha denominado

concepciones epistemológicas de los docentes que enseñan a investigar.

Bases Teóricas de la Investigación.

XLIII
Un acercamiento a la visión de las concepciones epistémicas.

Los terrenos de clasificación y estudio del conocimiento científico, han

traído consigo un conjunto de términos, a partir de los cuales, se ha podido

dar forma y sentido a porciones del mundo que antes se mostraban

D O S
ininteligible para el hombre. En tal sentido, la literatura especializada se ha

E R VA
R E S
hecho testigo de esta afirmación y ha recibido entre sus páginas, diversos

H O S
E C
términos con significados
R
similares como es el caso de las concepciones,

D E
también denominadas: creencias, constructos, teorías implícitas,

epistemologías personales, las cuales, a su vez, se han visto ligados a la

presencia de sistemas de pensamiento o sistemas filosóficos desde donde

se regulan sus alcances.

Ejemplo de lo anterior, se encuentra en las investigaciones de Áñez y

Árraga (2002) donde se muestra un sistema de relación entre la forma de

aprender, pensar y los enfoques epistemológicos. Éste hecho en particular,

refleja como la dominancia de determinados paradigmas o posiciones

epistémicas moldean las concepciones que se tienen del mundo, las

relaciones gnoseológicas, etc., favoreciendo determinadas aristas y anulando

otras. Obviamente, esto tiene sentido, si se asuman las concepciones como

estructuras conceptuales (generadas por el sujeto a partir de su historia

social, en el contacto con la enseñanza, comunicación y cotidianidad en

general) en la que se insertan y organizan los conocimientos de los que se

apropian y las operaciones mentales que denomina (Moreno, 2004). Visto

XLIV
así, una estructura conceptual, puede ser análoga al concepto Rogeriano de

Campo Fenomenológico (Rogers, 1999), a partir del cual se hace una lectura

del mundo y de los elementos que intervienen en la relación con él.

Con base en lo señalado, una concepción, se asume como un sistema

D O S
explicativo cuya génesis es de naturaleza social, donde las instituciones y

R VA interactúan de forma
subsistemas que forman un determinadoEcontexto
R E S
mediada con el sujeto, H
C OS formar una estructura mental que va a ser
E R E logrando

D
subyacente al conjunto de acciones emprendidas por el hombre en su afán

por descubrir o inventar esa cosa llamada conocimiento. En consecuencia,

una concepción permite, siguiendo a Fernández Enguita (2000), conservar

un conocimiento, facilitar su sistematización y estructurar y organizar la

realidad.

Si esto es cierto, entonces el ser humano tiene concepciones que

pudiesen ser adjetivadas y por lógica clasificadas en diferentes direcciones.

Así se presentan concepciones de las relaciones sociales, afectivas,

axiológicas, teleológicas, y por supuesto, de orden epistemológicas. Esta

última se muestra con motor empuje en el presente estudio, por se la piedra

angular de la indagación que se desarrolla.

De tal manera, para llegar a entender como se ha llegado a formar y

las fluctuaciones que ha vivido para llegar a conocer la diversidad que

implícitamente trae consigo este concepto, hace falta entender la

XLV
construcción del conocimiento científico, la conformación de los enfoques

epistemológicos y por ende la conceptualización de los procesos de

investigación en general y los de investigación educativa en particular, para

entonces, poder estimar la naturaleza de las concepciones epistemológicas y

su manifestación cuando se enseña a investigar a los formandos en

DO S
RVA
educación. Partiendo de ello a continuación se desarrollan los tópicos antes
E
R E S
señalados:
HO S
E REC
D
Momentos en la Construcción del Conocimiento Científico y Conformación
de los Enfoques Epistemológicos de Investigación: Un Recorrido Histórico.

El conocimiento es considerado como una propiedad única del

hombre, estando asociada a su capacidad de pensamiento y procesamiento

de información. De allí que involucre fases sensoriales y perceptivas (Olive

Pérez, 2003), a través de las cuales, identifica aquella entidad de su interés,

sin importar su naturaleza externa o interna. Aceptar esta perspectiva inicial,

de forma innegable, invita a pensar en multiplicidades de modos de

aparición y producción de éste, así como también, en diversas categorías

clasificatorias, atendiendo a las formas de acercamiento e interpretación de

la realidad (o los elementos implicados en ella).

Con base en lo señalado, se puede entender en la tipificación de

conocimiento una bifurcación que lo lleva a ubicarse en dos polos, distintos

pero complementarios entre si; es decir, el conocimiento científico, y aquel

XLVI
adjetivado como común, vulgar (Bunge, 1978); los cuales han sido víctimas

de un enfrentamiento (difundido por la literatura especializada con influencia

positivista) atendiendo a su sustantitividad y credibilidad al momento de

interpretar lo que pasa en el mundo; al punto que el conocimiento ha pasado

a ser considerado el foco de análisis de la teoría del conocimiento, o de lo

DO S
RVA
que en la actualidad se difunde bajo la etiqueta de epistemología (Padrón,
E
R E S
1992)
HO S
E R EC
D de lo anteriormente señalado, se puede expresar entonces,
Partiendo

que la producción del conocimiento, forma parte del interés de diversos

sectores humanos intrigados por hacer cada día más inteligible el mundo, de

allí la proliferación de perspectivas teóricas más o menos abarcantes de la

realidad con un amplio poder explicativo del comportamiento diferencial de

los nudos conceptuales que subyacen a la trama o urdimbre de esa cosa

llamada realidad.

Así, se observa en la historia de la ciencia profundos debates respecto

a la concepción del hecho científico, de los esquemas que determinan la

relación entre el sujeto y el objeto de indagación, sobre las formas de

acercamiento y aprehensión cognitiva de la realidad, cuya finalidad es

develar la vía más óptima para conquistar terrenos cognitivos relacionados

con porciones del mundo no accesadas por la mano homínida. En tal

sentido, la tradición griega es testigo de movimientos antagónicos respecto

a la percepción de la realidad y a la posibilidad de captarla en su esencia

XLVII
real, caso específico el de Parménides o el de Platón con su mayeútica. De

igual manera, la época medieval también exhibe la dicotomía existente entre

divinidad y objetividad y/o cientificidad al pretender demostrar la explicación

del porqué y el cómo suceden los hechos.

D O S
Obviamente, cada momento histórico deja un halo de influencias sobre

E R VA
R E S
la realidad en la que opera y al mismo tiempo, da pie a la conformación de

una cultura en la cualHO


S
R E C interactúan valores, creencias, formas de vida,

D E
racionalidad, espiritualidad, concepciones; y de igual manera, se designan

los criterios de demarcación entre lo que es ciencia o pseudociencia. Así,

puede divisarse como los griegos (a través de su pensamiento) influenciaron

el camino para la constitución del mundo moderno, al tiempo que éste, ha

contaminado, con su legado, la racionalidad de la contemporaneidad.

Entonces, tiene sentido rescatar la presencia del concepto Kuhniano de

coexistencia de paradigmas y transponerlo al de convivencia intercultural o

diálogo intercultural, para de este modo, explicar la presencia de la

diversidad en el proceso de comprensión o explicación del mundo.

Esta forma de entender la dinámica de producción del conocimiento,

se constituye en una ventana para razonar en torno a la existencia de

estaciones o momentos cruciales que han dejado huella en la ansiedad del

hombre por hacerse dueño del mundo a través de la acción de descifrar los

códigos en el que éste se escribe y simultáneamente, permite correr esa

cortina que cierra la visibilidad de las respuestas necesarias para completar

XLVIII
gestales en torno a ¿cómo se genera el conocimiento?,¿dónde emerge?, ¿a

través de que se construyen bloques conceptuales para mirar el mundo?,

¿cuál es el papel del hombre en ese proceso de construcción del

conocimiento?, ¿cuál es su valor?, ¿cuándo se considera científico?, ¿cómo

se hace objetivo?, ¿involucra la subjetividad humana?. En aras de acercar

DO S
RVA
estas y otras interrogantes hacia un estado de probables respuestas, es
E
R E S
HO S
necesario iniciar un viaje imaginario a través de la historia social de la

E REC
D
ciencia, para de esta manera, entender el comportamiento diferencial de esa

cosa llamada conocimiento científico. Así, la exposición que sigue, será

dividida en cinco momentos filosóficos interrelacionados: el griego,

medieval, renacimiento, modernidad y contemporaneidad, cuyas

características o propiedades se desarrollan en las líneas siguientes:

El Conocimiento en la Filosofía Griega:

Indagar en el origen del conocimiento y de las primeras inquietudes

humanas por entenderlo y explicarlo, automáticamente, obliga a voltear la

mirada y buscar en la filosofía griega, desde los presocráticos hasta su

momento clásico. Todo el esfuerzo de abstracción de este período

sociohistórico se va a encontrar matizado por la presencia de las

interpretaciones teogónicas y cosmogónicas propias de la edad antigua,

como una alternativa para explicar el mundo. En tal sentido, Ferrater Mora

(1998), describe este lapso de la evolución del pensamiento filosófico, como

un escenario griego donde convergieron una serie de manifestaciones

XLIX
hipotéticas respecto a la composición del universo durante el periodo

comprendido entre los años 600 y 200 a.C. y que a la vez se constituyó en

el fundamento de toda la especulación filosófica occidental.

Durante esta coyuntura del pensamiento filosófico, el estudio y

D O S
producción del conocimiento, se encontraba matizado por la necesidad de

E R VA
E S
SR
encontrar un factor único para explicar la estructura y dinámica del universo.

En consecuencia, todaH laO


E R EC reflexión filosófica va a estar signada por la

Dde elucidaciones, que de forma dialéctica, se alejan y acercan a la


presencia

comprensión del mundo en ausencia o representación de una entidad divina

a la cual se denominará Dios. A tal efecto, para entender este proceso y

contactar con el conocimiento de la época, es importante abordar a los

presocráticos y por supuesto a los clásicos.

El interés de los filósofos presocráticos, buscó revelar el mundo en

términos físicos, es decir, se esforzaron por encontrar un causante real a

partir del cual se pudiera conocer la estructura comportamental del universo.

Muestra de ello, lo constituyen los esfuerzos realizados por los

representantes de la escuela Jónica o Milesia. Su fundador, Tales de Mileto,

considerado uno de los siete sabios de Grecia y conocido a través de los

escritos de Aristóteles en su metafísica (Bernal, 1979), es considerado el

precursor de la filosofía al iniciar el proceso de análisis lógico de los mitos

que fundamentaban el origen del universo a partir de la teogonía (poema a

través del cual se explica, entre otros elementos, la jerarquía de los dioses)

L
de Hesíodo. En tal sentido, postuló que el principio original de todas las

cosas es el agua de la que todo procede y todo vuelve.

A pesar de ello, y como parte de la influencia místico-cultural del

momento, reconoció que la vida proviene de un todopoderoso, un teofísico

denominado Dios.
D O S Tales),
Por su parte Anaximandro (discípulo de

reconoció la existencia de una sustanciaEde R VA


R E S la cual provenían todas las

cosas pero en lo queH


C OS al universo, éste puede ser entendido de
E R E respecta

D
forma análoga a la sociedad y por ende, las leyes de su funcionamiento se

encuentran en los legados morales. Esta apreciación no fue del todo

compartida por los miembros de la tendencia de Tales. Anaxímenes, retoma

la idea de un elemento unificador de la existencia del universo y

responsabiliza al aire como fuente de la que emerge la materia y a la cual

vuelve. Explica este proceso mediante la dilatación y la condensación,

entendiendo mediante estos estados, la diferencia entre los sólidos y los

fluidos.

Es menester mencionar en el marco de los comentarios de esta

escuela, la participación de Heráclito. Sus apreciaciones, consideradas una

derivación parcial y ascendente de la escuela Jónica, centraban su atención

en el fuego como generador de la materia y en tal sentido, consideró que el

mundo se encontraba en constante movimiento; manifestación a partir de la

cual concluyó que el universo es una unidad en movimiento, una serie de

LI
fenómenos que aparecen y desaparecen. A tal efecto, no existe un ser

absoluto y sí únicamente el fieri, el moveri (González, 1886).

Hasta aquí, se puede observar la tendencia de la escuela jónica o

milesia a buscar en los elementos de la naturaleza una explicación para

D O S
unificar una respuesta, lo suficientemente abarcante, para responsabilizar un

factor como proveedor del origen del E R VA


R E S mundo y por lo tanto, de su

H O S
R E C
funcionamiento. No obstante, se detalla en sus apreciaciones alguna

DaEreconocer
inclinación la participación de lo divino en la construcción del

mundo-universo, y es lógico admitirlo de este modo, si se considera que toda

manifestación filosófica lleva implícito el sello de producto cultural, de allí que

los problemas filosóficos formen parte de los problemas heredados de las

tradiciones, la cual, en este caso específico, está referida a lo mítico-

religioso.

Asimismo, es de reconocer en los procedimientos de los filósofos

jónicos la presencia de la observación como puerta de entrada a la actividad

de conocer, y luego se establece el raciocinio para completar el complejo de

ideas a producir. Dicho en palabras de Gutiérrez Pantoja (1984:21) “la

escuela jónica se caracteriza por exponer la génesis del conocimiento en…

elementos que se encuentran en constante movimiento… ordenados por una

sabiduría divina “. De esta manera, dejan constancia de la naturaleza del

objeto, su esencia y motilidad (condición derivada de las influencias de

Heráclito).

LII
Continuando con la indagación en el mundo de los griegos, es

pertinente hacer un alto para conocer la escuela Itálica o Pitagórica.

Fundada por Pitágoras, abrazaba la idea de que la esencia permanente del

mundo puede encontrarse en los números y sus propiedades. Entonces, es

D O S
lógico admitir la comprensión del mundo en términos simbólicos, así como

E R VA
R E S
también, que mediante el planteamiento y resolución de situaciones

matemáticas se puede H
C OS el funcionamiento de todas las cosas; esto
E R E entender

D
debido al carácter mediador del número entre la percepción sensible y las

ideas. En consecuencia, los seguidores de esta línea de pensamiento,

defendieron la necesidad de cultivar la inteligencia como medio para poder

adquirir las competencias matemáticas para comprender el mundo-universo

(Gutiérrez Pantoja, 1984; González, 1886). Con base en lo señalado, se le

reconoce a esta escuela del pensamiento la producción de imágenes

simbólicas de los objetos en unidades acumulables.

Otra corriente de pensamiento de gran relevancia en este proceso de

construcción de conocimiento lo constituyó la escuela Eleática (inaugurada

por Xenófanes, contemporáneo de Pitágoras y natural de Colofón (570-480

A.C.) la cual centró su interés en explicar el por qué surgían las cosas.

Partiendo de ello, y en aras de encontrar la respuesta ante lo señalado se

produjo una doble corriente, la Panteísta y la Atomista. Éstas constituyeron el

edificio argumentativo que dio a esta escuela su lugar en la historia

(González, 1886).

LIII
Para los filósofos que apostaron al panteísmo como alternativa para

dar respuesta a la interrogante anteriormente señalada, entre ellos su

fundador, existía una total identificación entre Dios y el mundo (Albornoz,

1997) al punto de reconocer el conocimiento como un producto de la acción

D O S
de Dios. En tal sentido, rechazan la idea antropomórfica de él, exponiéndolo

R V A
E S E
R
como una fusión que gobierna todas las cosas con la fuerza de su mente.

C H OS
E
Por su parte, Parménides, en comunión con las ideas de su formador,
ER homínida para conocer el objeto por si mismo, ello
Dtendencia
expuso la

basado en el principio de identidad que le imprime inmutabilidad al objeto,

no admitiendo estados mutacionales. En consecuencia, se está en presencia

de una perspectiva que reconoce en la base de toda acción cognitiva a Dios

por ser él quien presenta el carácter de inmutable.

Influenciado por los anteriores, aparece la visión polémica de Zenon

de Elea, quien postula la necesidad de una dialéctica para poder entender la

producción del conocimiento. Desde esta perspectiva, se puede entender

siguiendo los escritos de Gomperz (1980), que la acción de conocer surge en

el preciso momento que aparece una percepción opuesta a la manejada

inicialmente para luego someter ambas posturas a la deliberación de la

razón. Así, esta posición registra la posibilidad de movimiento en el

conocimiento, algo parecido a lo enunciado en el Heracliteísmo respecto al

constante devenir en que se encentran las cosas, evidencia cristalizada en

LIV
la sentencia: “nos bañamos y no nos bañamos en los mismos ríos y

parecidamente, somos y no somos” (Albornoz, 1997:82).

La otra de las propensiones de la escuela Eleática, la representa la

posición atomista, o mejor dicho, la teoría acerca de la discontinuidad en la

D O S
que se encuentra la materia. Ésta se origina como una reacción ante las

R V A
E S E
R
exageraciones idealistas del panteísmo eleático. Para su Fundador, Leucipo,

H OporS átomos distintos, crea representaciones


E C
la creación de las almas
R
D E
subjetivas diferenciadas, por lo tanto, la percepción de los elementos

depende de cada subjetividad. Para Demócrito, seguidor de la doctrina de

Leucipo, la realidad primitiva es el átomo el cual es el único ser.

Entonces, todos los seres y substancias visibles son cuerpos o

agregados de átomos. Así, la constitución, origen y desaparición o muerte

de esas substancias depende de la reunión o separación de átomos en

condiciones determinadas de número, relación y movimiento (González,

1886). Soportados en lo señalado, tanto el pensamiento, las emociones y

sensaciones pueden ser entendidas por los sistemas de relación y

separación de los átomos que componen el alma. Así mientras dichos

átomos salen del cuerpo tiene sentido hablar de sueño y demás estados

asociados a la falta de conciencia.

Tal como se ha podido observar, la escuela Eleática a diferencia de la

Jónica y Pitagórica, ha pretendido explicar la producción del conocimiento

LV
basadas en la idea de la unidad absoluta del Ser, mediante la aplicación de

un método apriorístico o no fundado en hechos. En tal sentido, niega la

posibilidad de la pluralidad y el estado dinámico del conocimiento. Vale decir

que la condición de inmutabilidad atribuida al ser como eje unificador del

mundo, visto con lentes de Elea, no puede ser concebido con una

DO S
RVA
determinada tendencia o sexo, mucho menos alma ni sentidos. Así puede
E
R E S
observarse la laucha de
HO S Xenófanes contra el antropomorfismo, la de

E REC
D
Parménides por institucionalizar el corolario Panteísta de la unidad del ser, y

la de Zenón por insinuar una dialéctica como alternativa de explicación de la

producción del conocimiento.

Como último aspecto de la tendencia antesocrática en el estudio del

conocimiento, se presenta la idea del pluralismo de Empédocles, el cual

plantea una fusión sincrética entre la visión pitagórica, eleática, y jónica. Al

respecto, Gompert (1980), González (1886) y Gutiérrez Pantoja,

(1984),señalan que este filósofo integró de los eleáticos la lucha contra el

antropomorfismo, atribuyéndole al ser, la condición de universal, único e

inmóvil en sí mismo aunque a la vez, dando origen a las transformaciones de

las cosas por medio del amor y la discordia, consideradas copartícipes en la

determinación de las transformaciones sensibles y la pluralidad física del

mundo. Con los pitagóricos compartió la idea de una inteligencia divina

difundida en el cosmos y finalmente con los Jónicos conllevó la idea de la

complexión natural del mundo, solo que integra los elementos y llega a

LVI
admitir la presencia del agua, aire, tierra y fuego, imprimiéndole a este último

(debido a las influencias de la Filosofía de Heráclito) una particular

responsabilidad en la producción y transformación de las cosas.

Este corto viaje por el mundo de los griegos presocráticos, permite

D O S
visualizar el esfuerzo de los filósofos por hacerle frente a los mitos

E R VA
R E S
teogónicos y cosmogónicos, empleados como una alternativa para llenar los

C H OSa la explicación del mundo. No obstante, este


E R E
vacíos conceptuales asociados

D
arranque por generar abstracciones a priori o posteriori, todavía se

encuentran matizadas por la presencia de una entidad suprema o divina, que

en este caso, se reduce a un sólo Dios. En consecuencia, la interpretación

del comportamiento diferencial del universo no se deslastra de una

divinidad, por el contrario, se plantea una lucha contra el politeísmo y se

invita a la conformación de un realismo, el cual, a su vez, se va a ver

matizado por diversas aristas atendiendo a la influencia de la escuela donde

se genere.

Estos esfuerzos contra el politeísmo, producen fuertes antoagonismos

entre las escuelas que dan forma a este pensamiento, y al mismo tiempo, se

constituye en un reto a la creatividad y al pensamiento para dar respuestas a

un grueso número de interrogantes sedientas de reflexión filosófica para

poder hacer inteligible porciones del mundo insospechadas para el

momento. Por lo antes descrito, este momento del desarrollo gnoseológico,

trae como principal sello el predominio de las ideas cosmológicas en la

LVII
interpretación del origen, formación y constitución del mundo. Asimismo, se

debe detallar la marcada influencia puesta en la aprehensión del objeto de

estudio antes que al sujeto, lo cual trae como consecuencia que el

conocimiento sensible antecede al intelectual. Así el mundo externo solicita

la acción de los sentidos, siendo también el primer objeto que solicita y

DO S
RVA
concentra la actividad intelectual (González, 1886).
E
R E S
Sin embargo, esaH
S
O a cultivar las ideas cosmogónicas se va a
E C tendencia
R la aparición en el mundo griego de los Sofistas, los cuales
DEcon
ver declinada

eran considerados como magos de la palabra, y al mismo tiempo, capaces

de manipular masas mediante la articulación coherente del diálogo, aun

cuando el contenido de éste no reuniese los criterios de verdad. El más

celebre de éstos fue Protágoras, el cual postulo que “el hombre era la

medida de todas las cosas”, Así el hombre se convierte en el criterium que

aprecia la realidad de los seres y de la nada, en tanto que existan o no. Así

una cosa puede ser o no ser de acuerdo con la posición del espectador, de

manera que la materia puede ser todo lo que al sujeto le parezca.

Otro de los citados como miembros del movimiento Sofista es Gorgias,

cuya doctrina se puede caracterizar como una especie de escepticismo

nihilista contenido en las proposiciones que se mencionan a continuación:

nada existe; en el caso de que existiera alguna cosa, ésta no podría ser

conocida por el hombre; en la hipótesis de que algún hombre la conociera,

no podría explicarla y darla a conocer (Gompert, 1980; González, 1886;

LVIII
Gutiérrez Pantoja, 1984). Visto de este modo, la realidad no existe como tal

y lo que se transmite es el producto de la percepción del sujeto. A tal fin

conviene preguntar ¿la realidad es real o es el producto de la invención ideal

de la mente?, ¿existe una distinción entre el orden ideal y el real?

D O S
Con los lentes de Georgias, estas interrogantes encuentran las

R VA de la percepción
siguientes respuestas: la realidad existe conEindependencia
R E S
C H OSpuede hallarse y no ser percibida, lo cual se
E R E
que de ella se tenga, así ésta

D
constituye en insumo para la segunda respuesta ya que según el autor, hay

una separación entre el mundo real y el de las ideas lo cual lo constituye en

antecesor de Kant y su Crítica a la razón pura. Estas argumentaciones

encontraron un muro con el edificio argumentativo elaborado por Sócrates el

que fue y aún es considerado uno de los hombres más sabios de toda

Grecia y el que además, le imprimió un giro de 180° al pensamiento griego

en materia de filosofía (Ferrater Mora, 1998).

Interesado en buscar la verdad como sinónimo de conocimiento recto

y adecuado de las cosas; Sócrates, afirma como centro de su pensamiento

la inscripción en el oráculo de Delfos “conócete a ti mismo”, ya que dicho

acto debe conducir a la consolidación de la ciencia. A tal efecto, se debe

eliminar toda información mediada por los sentidos o la imaginación. Sólo

así se podrá obtener conocimiento objetivo.

LIX
Para el autor, el sujeto debe autoconocerse para lograr el

conocimiento de los demás y esto solo es posible a través del diálogo, de allí

la invención de la mayéutica como método de formación a partir del cual se

extraía de dentro del sujeto los insumos necesarios para conquistar el

conocimiento bueno y con el la verdad. De igual manera, para poder

DO S
RVA
consolidar la conquista del conocer, el sujeto debe partir de una modestia
E
R E S
HO S
intelectual cristalizada en afirmar la ignorancia del saber, aseverar que no se

E REC
D
sabe nada, para enseñar a los demás a que se den cuenta de que no saben

nada y que realmente empiecen a aprender (Gutiérrez Pantoja, 1984).

Todo este fluir de consideraciones filosóficas, dio origen a

bifurcaciones que más tarde convergieron en Platón, uno de los filósofos de

mayor trascendencia en el pensamiento filosófico occidental. La primera

lumbrera de la filosofía universal, cuyo nombre verdadero era Aristocles,

recibe el apodo de Platón por el ancho de su espalda (González, 1986).

Discípulo de Sócrates, escoge el diálogo para expresar su sistema filosófico

el cual se ha denominado como idealismo platónico.

Llega a admitir la existencia de dos mundos donde no existe la

posibilidad de contradicción: el de las ideas que constituye el mundo del ser y

de la auténtica realidad y el mundo sensible de las sombras (Rios Castilla,

1997). Demostración de ello se encuentra en “el mito de la caverna” donde

de forma brillante logra demostrar que el conocimiento puede ser adquirido

por los sentidos dando origen a una especie de opinión subjetiva e individual

LX
denominada por Paltón como Doxa, de allí la necesidad de requerir de un

conocimiento centrado en la razón (episteme) para dar origen a la ciencia.

El mundo de las ideas se encuentra ordenado y jerarquizado

ocupando la más alta escala las ideas de bien, justicia y belleza. Para

D O S
alcanzar este mundo se plantean dos vías: el de la ciencia o pensamiento

delR
racional mediante la dialéctica y a través E
VA
R E S amor y la virtud a partir de la

C H OdelSmundo sensible y llegar a la contemplación


E R E
cual es posible la liberación

D
de lo ideal. Así es posible pensar en la existencia de diversos tipos de

conocimientos entre ellos: el sensible y el intelectual. Éste último considerado

el medio para acceder al mundo de las ideas. Respecto a la concepción del

hombre, él, esta constituido por mente y cuerpo, siendo la primera, una

prisionera inmortal e inmutable del segundo donde sufre la condena de la

ignorancia, y es la muerte de éste la vía para que el alma vuelva al mundo de

las ideas.

Estas inquietudes respecto a la composición del hombre y su relación

con el objeto de estudio, fue confrontada por Aristóteles, discípulo y gran

admirador de su maestro Platón. Negado a la idea de la existencia de dos

mundos, se acercó a la hipótesis realista de un sólo mundo que es el real.

Siguiendo a Ander-Egg (2004); Gutiérrez Pantoja (1984), Rios Castilla,

(1997); y Naranjo de Andarmes, (1992) se tiene que el mencionado filósofo

considera a todos los hombres con la tendencia a conocer y ello se fortalece

mediante la clasificación de los conceptos al punto que éstos se muestren

LXI
susceptibles de ubicación y definición. Son un ejemplo de ello, las

taxonomías biológicas de género, clase, etc., (esto pudiese estar asociado a

la influencia de su padre cuya profesión era medico).

Desde su gnoseología, Aristóteles va a interesarse por dos factores

D O S
principales: el cómo del universo y el porqué de los hombres y las cosas, los

R V A
E S E
R
cuales pueden ser abordados desde el estudio de la sustancia; de allí que

C H OS constantes e invariantes en todos los


E R E
centre su interés en los elementos

D
individuos (inteligencia, razón, comportamiento gregario).

La sustancia viene a ser el motor impulsor del cambio y/o movimiento,

y comúnmente, existen diversas sustancias como corresponsables de ese

proceso, de allí la necesidad de hacer inteligible la sustancia originaria de los

estados de cambio en la materia. Asimismo, se rescata la idea de la

causalidad, misma que se encuentra en estrecha relación con la sustancia.

Esta posee cuatro razones: el momento material (insumos), la causa eficiente

(transformación), causa formal (esencia o utilidad del objeto) y la causa final

referida al objeto constituido.

A manera de síntesis, en Aristóteles se evidencia el conocimiento

como un producto de la relación entre el sujeto y el objeto de indagación, al

punto que se establece la necesidad de confrontar la razón con el mundo

empírico con la finalidad de verificar la información que se intenta cualificar

como conocimiento científico. Así, el conocimiento no puede verse alejado de

LXII
la capacidad de razonar ya que ésta es la base para la clasificación y

organización de los objetos del saber.

Luego de haber paseado los pensadores más eminentes de la

filosofía griega, es necesario dejar sentadas algunas aclaratorias respecto a

D O S
la relevancia de su indagación. Como se ha venido explicando a lo largo de

R A por parte de los


Vmundo
E S E
R
este pasaje, el proceso de exploración del

C H OenS la primera arma para hacer frente a los


E R E
presocráticos se constituyó

D
vestigios de la teogonía. Ello invitó a los pensadores del momento a

encontrar estrategias para alcanzar respuestas lo suficientemente

abarcantes de la cantidad de interrogantes para el momento.

Aunado a lo anterior, se observa como los antesocráticos abrieron

paso a lo que se pudiese denominar como un planteamiento

sistemáticamente organizado, a partir del cual, se empezaba a hacer

inteligible el mundo y éste, intentaba a asumir un determinado orden ante los

sistemas racionales del momento. Estos intentos de explicación, dieron lugar

a la bifurcación del pensamiento y a la generación de diversas tendencias o

escuelas, entre ellas la jónica, pitagórica, eleática, la de Heráclito, las

cuales buscaban darle sentido a la explicación del mundo tratando de

fortalecer la idea de la unidad del ser y la enajenación de la idea del

antropomorfismo de Dios.

LXIII
Basados en lo anterior, y considerando que toda tradición filosófica es

un producto cultural donde se refleja el comportamiento diferencial del

sistema social al que da respuesta, entonces resulta pertinente pensar en

que la forma en que se gestó y operó el pensamiento presocrático da origen

a pensar en que el acercamiento hombre-conocimiento, estuvo mediado por

DO S
RVA
lo que se pudiese llamar una cultura de la sospecha, caracterizada por una
E
R E S
HO S
proximidad al conocimiento mediante un moldeamiento por arrimos

E REC
D
sucesivos, donde juega un papel importante la necesidad de saber aquello

que se muestra ininteligible ante los ojos del sujeto deseante de aprehender

respuestas para dar formas a sus gestales. Obviamente, la estructura de

funcionamiento de esta manifestación cultural no puede estar alejada de una

estructura realista, ya que depende de la relación existente entre el hombre

y aquello que desea aprehender (sea tangible o intangible).

Ya en el terreno de la filosofía griega clásica, caracterizada por la

aparición de Sócrates, se abre el compás para entender el conocimiento

divorciado de la visión cosmogónica imperante en los antesocráticos. Aquí

prevalece el contacto entre sujeto y objeto de conocimiento.

Como se observará, desde Sócrates hasta Platón, hay una tendencia

a concebir la estructura del conocimiento mediada por el diálogo maquillado

bajo una forma de dialéctica, la cual dio origen a la formación basada en el

método mayéutico, dirigido al autoconocimiento para el encuentro con la

verdad. Si se compara esta forma de acceder al conocimiento con la

LXIV
previamente señalada, se detalla, entre otras, cosas, un rescate del sujeto

que conoce como un ente protagónico en la construcción de esa cosa

llamada conocimiento científico, y además, se rescata el supuesto de la

existencia de un mundo sensible denominado mundo de ideas donde se

encuentran los elementos que hacen posible la ciencia.

D O S
E R VAdeja el compás abierto
R E S
Encaja mencionar que todo este movimiento

H O S
E C
para la discusión respecto
R
al carácter cambiante o estático del conocimiento,

D E
la pertinencia de unas u otras formas de abordaje de la realidad, la verdad

encerrada en uno u otro mundo de vida, entre otras, razón por la cual, las

ideas griegas, se van a percibir en el estudio de la evolución del

conocimiento. Una muestra de ello se detallará a continuación al abordar los

tiempos medievales y modernos, donde las ideas anteriormente señaladas

van a encontrar algún tipo de escenario para reaparecer como una especie

de antecedente del modelo de pensamiento que se esté develando en el

momento.

El Conocimiento en la Filosofía Medieval.

El tiempo medieval, adjetivado por muchos historiadores de la ciencia

como oscurantista, presenta una extensión temporal que a juicio de los

estudiosos es un poco difícil de precisar, no obstante, León Florido (1998)

plantea un recorrido que se muestra congruente con el señalado por sus

homólogos. Así se puede decir entonces que este periodo se ubica entre el

LXV
año 529 d.C fecha en que el emperador Justiniano ordena el cierre de la

Academia de Atenas (donde se había mantenido viva la enseñanza de

Platón), hasta la aparición de la obra de Descartes a comienzos del Siglo

XVII.

D O S
Este período de la historia, ha sido considerado como un proceso de

E R VA
R E S
estancamiento cultural ubicado entre la edad antigua y el renacimiento. Otro

H S respecto a su nacimiento se encuentra


Odudas
E C
dato de interés que aclara
R
D E
enmarcado en el asentamiento de los pueblos germanos en el imperio

romano, lo que generó un cambio sustancial en la faz europea.

Esta periodización histórica se ha dividido en tres momentos

catalogados como baja, alta y tardía edad media y cada uno de éstos, mostró

ciertos insumos, que en la actualidad, son requeridos para comprender el

rumbo que tomó la investigación.

Delius, Gatzemeier, Sertcan y Wünscher (2005) expresan que durante

la baja edad media (siglos V-X) no se registraron avances importantes en el

terreno de la investigación. No así, en cuanto a las formas de organización

socio cultural, ya que se observó la adhesión de los campesinos al trabajo en

grandes extensiones de tierras propiedad de señores feudales en aras de

obtener su protección. A pesar de que para esta época la iglesia era la

institución de carácter universal, internamente presentaba una serie de

fragmentaciones originadas por las definiciones y atribuciones papales. Sin

LXVI
embargo con la aparición de la dinastía carolingia se genera una aparente

unidad europea.

Luego de la caída de los procesos revolucionarios de la época, se

promueve durante los siglos XI y XII un renacimiento medieval también

D O S
denominado como alta edad media, en la cual florecieron los íconos más

característicos de esta. Así, se observanElaR


VA
R E S proliferación de los primeros

H S que llegaron a establecer alianzas


Omismos
E C
monasterios benedictinos,
R
D E
feudales con el mundo secular. Se funda la que hoy se reconoce como una

de las órdenes mendicales más antiguas del cristianismo-católico: la Orden

Franciscana, con lo cual se ubica la espiritualidad altomedieval en

comunicación directa con la eucaristía y la identificación del creyente con el

sufrimiento de Jesús.

Este contexto permitió un resurgimiento de la vida intelectual

caracterizado por la aparición y el estudio de los escritos Aristotélicos y

Platónicos, llevados a occidente por parte de los árabes durante los

procesos invasivos que protagonizaron. Así la historia reconoce la

participación de Averroes, Avicena, entre otros, como uno de los pioneros

difusores de la presencia griega en occidente. Esta intromisión produjo un

complejo revolucionario entre los estudiosos del momento dando lugar a la

necesidad de mezclar razón y fe o mejor dicho, a encontrar estructuras

razonables que explicasen la existencia de Dios, entre otros elementos de

interés para el momento.

LXVII
Cabe destacar que la escuela de Traductores de Toledo se constituyó

en un aliado de la historia para difundir las obras griegas sin alterar su

esencia, situación que generó para el sector eclesiástico cierto escozor por el

contenido de ciertas obras aristotélicas como la física, no obstante, existían

en los contextos
D O S lo cual
franceses y británico apertura para su estudio

garantizó la prospectiva presencia de la E R VA


R E S semilla empirista en un tiempo

H O S
E C
cargado de hostilidad hacia esta posibilidad de estudio.

DER
Además de esto, se promueve la indagación en los centros

monásticos, y básicamente el interés estuvo centrado en el abordaje de las

siete artes liberales que vinieron a constituir el tope más elevado de la

formación durante la edad media y al mismo tiempo, una afronta contra las

artes serviles que prevalecieron durante la edad griega. Éstas estaban

compuestas en dos grupos: el primero de ellos se denominó Trivium y estuvo

constituido por retórica, gramática, y la dialéctica o lógica. El segundo, el

Quadrivium integrado por aritmética, geometría, astronomía, y música.

Cabe destacar, que toda esta dinámica de formación estuvo enmarcada en el

empleo del método escolástico. Vale la pena mencionar que en el contexto

medieval, el arte se concebía como un sinónimo de técnica y venía a

significar un conjunto de reglas dirigidas a conducir determinadas acciones

(Cortés Morató y Martínez Riu, 1996).

LXVIII
Tal como se ha resaltado, este momento altomedieval, evidenció un

resurgimiento intelectual que permitió la prosperidad de nuevas instituciones

educativas como las escuelas Catedralicias y Palatinas aunado a la

fundación de las primeras universidades entre las que se registran las de

Salamanca, París, Oxford, entre otras. Además, en este proceso, se percibe,

DO S
un mayor acercamiento y
RVA
compromiso con el mundo secular, ya que la
E
R E S
HO S
acción lectoescritora también puede ser accesada por éstos.

E R EC
NoDobstante, es bueno aclarar la tendencia metodológica imperante

para la época, es decir, la presencia del método escolástico como alternativa

didáctica de formación de filósofos y teólogos. Al respecto y en palabras de

Cortés Morató y Martínez Riu, (1996), esta forma de conducir la adquisición

del conocimiento consistía en que las opiniones favorables se enfrentaban a

las contrarias con miras a hallar una armonización; se pudiesen añadir

glosas, o comentarios, interlineales o marginales, con las que se da apoyo o

respuesta a los argumentos en favor y/o en contra. Así, Los textos van

adoptando una exposición dialéctica cerrada, que consiste en la pregunta

(utrum) o enunciado del problema, una respuesta esquemática negativa

(videtur quod non) o lista de objeciones, la respuesta a estas objeciones (sed

contra) y la presentación de la solución propia al problema enunciado

justificando la respuesta definitiva (respondeo).

Tal como puede notarse este renacentismo medieval, estuvo signado

por una especie de aproximaciones sucesivas a un estado de modernidad

LXIX
que ya empezaba a sentirse producto de ciertas rupturas que se generaban

en el seno de este tiempo. Como una muestra de lo señalado, se pueden

registrar ciertos hechos entre los cuales se precisan los siguientes (Dampier,

1997; León Florido, 1998; Delius, Gatzemeier, Sertcan y Wünscher, 2005):

1. La crítica a la
D O S
teoría de la sustanciacion de Benangio de Tours,

R A presentar cambios de
Vsin
E S E
R
planteando que pan y vino no podían variar

forma y color. HO
S
E C
DER
2. Las declaraciones de Abelardo Breton respecto a la concepción de la

duda como camino real de la investigación, el reconocimiento de la

investigación para alcanzar la verdad y el privilegio de la comprensión

como condicionante para la fe, es decir, para creer hay que

comprender.

3. El neoplatonismo de Plotino.

4. El resurgimiento de Aristóteles, lo cual abre las puertas para encontrar

nuevos horizontes a partir de los cuales se pudiera entender la

existencia de Dios, siendo estos los destinos seguidos por los Frailes

Roger Bacon y Tomás de Aquino.

5. Las competencias de Roger Bacon como lector del Árabe y el apoyo

del Canciller de Oxford, generaron en éste un contacto directo con

Aristóteles lo cual sirvió como instalador de la actitud de un científico

LXX
moderno al preconizar que los métodos experimentales garantizan la

certeza en materia científica y que además la única forma de

comprobar sus afirmaciones era someterlas a la observación y la

experimentación.

D O S
Este camino de bombardeo contra el imaginario altomedieval, adquirió

E R VA
R E S
mas fuerza con la presencia de Escoto, Occam, entre otros, quienes

C H OS
ER E
marcaron la decadencia del método escolástico y con ello, contribuyeron

desde elDpunto de vista intelectual a delinear la presencia del tardío

medievalismo. Escoto (1265-1308), Profesor de Oxford, amplió el campo

teológico de Tomás de Aquino, basando las doctrinas del cristianismo en la

voluntad arbitraria de Dios y puso el libre albedrío del hombre como su

principal atributo por encima de la misma razón. Es menester resaltar que

esta es una de las huellas que hacen a la filosofía liberta frente a las

imposiciones de la teología de amalgamar fe y razón, y se promoverá la

unión filosofía-experimentación dando origen al surgimiento de un auténtico

pensamiento científico.

Occam develó el carácter irracional de ciertas enseñanzas de la

iglesia, al tiempo que aclaró que ni ninguna manifestación teológica podría

demostrarse mediante la razón filosófica, de esta manera deja claro dos tipos

de verdades: la dogmática aceptada por intercepto de la fe y la filosófica

analizada a la luz de la razón. Por estas razones, la obra de Occam marca

de forma dramática el fin del escolasticismo, liberando a la filosofía de las

LXXI
amarras eclesiásticas y divorciando los resultados de las investigaciones del

servilismo ante las enseñanzas de la iglesia. No obstante es bueno dejar

claro que toda esta movilización crítica respecto al comportamiento del

tiempo medieval, fueron a su vez el caldo de cultivo para la crianza de los

tiempos modernos, palpados a través de la época renacentista, cuyas

DO S
características se explanan a continuación.
E RVA
R E S
enO
El ConocimientoH
S
E C la Filosofía Renacentista.

DER
Intentando dejar atrás el tiempo medieval, emperifollado por luchas de

naturaleza religiosa, el renacimiento aparece como una muestra de la

necesidad de liberación que experimenta la humanidad. Este tiempo viene a

constituirse en el polo opuesto a la estructura cultural que se tenía. Es la

época de los excesos y de dejar volar la imaginación. Es el momento de la

premodernidad. Es la cuna de la ciencia y de los grandes descubrimientos,

definitivamente, es el tiempo de una reingeniería humana al servicio del

desarrollo y la evolución, y por que no, a la conquistas de tiempos mejores

donde la persona alcanza otra dimensión interpretativa y valorativa y pasa a

tener relaciones más cercanas con esa entidad que el medievalismo

sacralizó y que el hombre se esfuerza por teñirla de él.

Históricamente hablando, implica un reavivar la cultura griega al punto

de ser considerado desde el arte como neoclasisimo, producto del destape

de toda esa riqueza cultural y literaria del mundo clásico, para ponerla al

LXXII
servicio del hombre y así, facilitar el proceso de reconocimiento de su

esencia como tal. Esta, entre otras razones, le conceden a este momento del

desarrollo mundial el adjetivo de tiempo luminoso y de producción de

conocimientos en oposición al episodio oscuro que caracterizó lo medieval.

Cabe señalar que se muestra difícil establecer la periodicidad este momento

DO S
RVA
debido a la existencia de posturas opuestas a la idea de un momento
E
R E S
HO S
renacentista (Dampier, 1997) y por el contrario, reconocen el renacimiento

E REC
D
como una tendencia a darle continuidad al medievalismo. No obstante,

Ferrater Mora (1998), señala el espacio acaecido entre el siglo XIV y el XVII

como el epicentro cronológico del mencionado período y que para su estudio

es necesario reconocer tres grandes incidencias, a saber: el renacimiento

clásico, el contrarenacimiento y la reforma científica.

El primero de estos movimientos tiene una connotación literaria y se

debe a los humanistas la responsabilidad de su proyección. En tal sentido, la

historia reconoce a personajes como Petrarca (1304-1374) –adelantado para

su época-, Brunni (1307-1444), Manetti (1396-1459) entre otros, como

revolucionarios al escribir elogios renacentistas sobre la dignidad humana,

como una alternativa peyorativa frente a la concepción medieval de la

miseria humana (Cortez Morato y Martínez Riu, 1996). Aunado a ello, se

registran a los humanistas como el primer punto de tránsito entre el

medievalismo y el renacimiento. Ellos rescataron tendencias y escritos que

enaltecían al hombre frente a la opresión surgida por la presencia del

LXXIII
pecado, empleando los recursos literarios y formativos adquiridos en las

universidades medievales.

En tal sentido, esta cara del renacimiento no pudiera considerarse

como una etapa o escuela dentro del proceso de maduración del

D O S
pensamiento filosófico, sino como un elemento de la atmósfera filosófica

E R VA
R E S
renacentista (Ferrater Mora, 1998), no por ello desconociendo su papel

enO
impulsor de autoeficaciaH
S
E C la comunidad italiana.

DER
Siguiendo con la revisión de las instancias que definen el

pensamiento de esta época en discusión, aparece el contra-renacimiento,

como una propuesta que realza la experiencia como fuente de encuentro con

el conocimiento. A tal efecto, valora las tendencias que defendieron la

importancia de la experiencia interior, la religiosa y por supuesto, la científica.

De acuerdo con lo manifestado por Cortez Morato y Martínez Riu, (1996),

esta inclinación se pudiese explicar a partir de la presencia de círculos de

renacentistas aristotélicos los cuales se encargaban de realizar discusiones

dirigidas a profundizar las interpretaciones mas acabadas que pariera la

época medieval, bajo la pluma de Tomás de Aquino, Alejandro de Afrodisia y

la de Averroes.

Finalmente, aparece la reforma científica, la cual se constituye en la

fuente que provee de mayores insumos a la construcción del presente

estudio. En tal sentido, es necesario iniciar identificando en que consistió la

LXXIV
reforma del entendimiento para luego, transferir su impacto en la

construcción de una cultura de formación de investigadores.

Este escenario histórico puede ser concebido como un periodo de

renovación de las ciencias naturales ocurridos entre los siglos XVI y XVIII y

D O S
que inicia con la publicación de Copérnico sobre la revolución de las obras

E R VA del cuerpo humano.


R E S
celestes en 1543 y de Versalio sobre la construcción

H O S
E C
Este acontecimiento abrió
R
las puertas para la producción de una revolución

D E
astronómica que acabó por enterrar la cosmovisión implantada durante la

presencia del medievalismo.

León Florido (1998) revela una lectura de los sucesos donde permite
identificar como la visión heliocéntrica se opone de modo radical a la imagen
aristotélica del cosmos, el sistema de Ptolomeo y por supuesto, la visión
medieval. Esta perspectiva analítica que consideró al sol como centro del
universo, presentaba un carácter más simplista en su composición que el
sistema Ptolemaico y además, propició la unificación del sistema posicional
de los cuerpos celestes.

Esta genial y atrevida propuesta, la cual fue objeto del deseo de las

críticas eclesiásticas y de la cosmología tradicional, fue el caldo de cultivo

para que germinara la aparición en el tapete de Kepler, el cual siguiendo la

visión copernicana promulgó tres leyes que estaban cargadas de su visión

matemática del mundo. Estas señalaban (1) la inexistencia de órbitas

circulares y las cambia por órbitas elípticas; (2) los planetas, en su

movimiento, barren áreas angulares iguales en tiempos iguales; (3) el

cuadrado de los periodos de revolución de todos los planetas está en razón

directa con el cubo de sus distancias medias al sol. Gracias a esta visión se

LXXV
promueve una sedición de la ciencia en el sentido Kuhniano, ya que se

observa cómo su progreso se produce por un cambio del saber según una

nueva visión del mundo (Kuhn, 1962), o como mínimo un punto de vista más

suave, una reestructuración de los acuerdos existentes entre la comunidad

científica en torno a una realidad determinada, lo que en términos

DO Slas
lakatosianos, vendría a ser
RVA
un proceso de falsación
E
de hipótesis

R E S
auxiliares, pero
HO S
manteniendo infalsable el núcleo del programa de

E REC
D
investigación (Lakatos, 1978).

Otro de los intrépidos renacentistas que contribuyeron de forma

determinante con el cambio y evolución del conocimiento científico fue

Giordano Bruno. Un intrépido científico que fue condenado a manos de la

santa inquisición por mantener de forma sostenida la idea de que el infinito

no tenía límites y en él, cada estrella y planeta tiene vida propia. Estas

apreciaciones por su carácter desestabilizadoras acarrearon la condena de

este científico, pero al mismo tiempo, se constituyó en un alerta para

Galileo respecto a la actitud difusora de sus hallazgos (Dampier, 1997 y

León Florido, 1998).

Éste último científico, es quien abre las puertas de la ciencia a la

modernidad, al generar una matematización de la realidad mediante la

fusión transdisciplinaria de la astronomía, física y matemática en un sólo

proyecto a partir del cual pudo encontrar las leyes que explicaban el

funcionamiento del universo y por consecuencia lógica, el dominio del

LXXVI
mismo. Estos hallazgos, permitieron a Galileo construir sus leyes del

movimiento: La ley de la inercia y la ley de la caída de los cuerpos. Además

es meritorio resaltar el hecho de que en manos de este estudioso de la

ciencia, se replantea el método científico y pasa a convertirse en una vía

de resolución-composición siendo de carácter hipotético-deductivo y además

DO S
RVA
el camino para encontrar explicar un fenómeno natural.
E
R E S
Esta descripciónHde
S
Olo que significó el renacimiento no estaría
E C
ER
completaDsin la presencia de Newton. Ferrater Mora (1998) explica que la

construcción de este hombre de ciencia, surge como una síntesis realizada

a partir del sistema copernicano, las leyes de Kepler y la ley de la inercia de

Aristóteles, aperturándose ante los ojos del mundo lo que se denominaría la

mecánica newtoniana. Interesa rescatar en este autor la fuerza de sus

investigaciones y el cambio de rumbo que le imprime al método. Al focalizar

su atención en hechos reales defiende el hecho de que los hechos no

pueden ajustarse a las hipótesis, al contrario, éstas se muestran

supeditados a aquellos. A tal efecto, el procedimiento científico Newtoniano

esta abrazado a la experimentación y a la inducción como escudo frente a

las pretensiones hipotético-deductivas empleadas por Galileo.

Partiendo de este ángulo de visibilidad teórica es posible la

construcción del conocimiento “… haciendo observaciones y en derivar

conclusiones generales de las mismas mediante la inducción y en no admitir

objeciones contra las conclusiones excepto las que procedan de

LXXVII
experimentos o de ciertas otras verdades… “(Ferrater Mora, 1998: 2543). En

tal sentido, esta vía sustituye las entidades ideales propias de la mecánica

galileana (masa, objetos geométricos, trayectoria) por entidades reales

(volumen, fuerza, tiempo medido), las cuales no sólo describen, sino que

explican el comportamiento de los fenómenos (León Florido, 1998; Bernal,

DO S
RVA
1980). Con base en lo señalado, Newton enuncia sus leyes del movimiento:
E
R E S
HO S
ley de la inercia, cambios en el estado, acción y reacción.

E R EC
Dcomo ha podido percibirse a lo largo de la
Tal dinámica sucedida en

el renacimiento, el mundo da un giro respecto a sus concepciones y a sus

modos de construcción del conocimiento. Se observan auténticas

revoluciones, se produce el semillero del empirismo y el proceso de

búsqueda de esa cosa llamada ciencia, involucraba el empleo de la

observación, experimentación, contrastación. El hombre es rescatado del

oscurantismo que encarceló su creatividad y su dignidad y es considerado un

ser susceptible de ser dotado de formación para la vida tal como lo

enunciara en su momento platón (Luzuriaga, 1978).

En esta ocasión, se rescata el placer en las acciones de aprendizaje y

se da una vuelta a la valorización del cuerpo acompañado de materias

realistas y científicas aunque todavía se mantenía un predominio de las

literaturas y la lingüística. Cabe señalar que esta tipología de formación de

los hombres se extendió a las masas y esto estuvo apoyado en la invención

de la imprenta a partir de los cual la cultura fue difundida por los diversos

LXXVIII
espacios de la Europa renacentista. Así mismo, el sujeto de producción de

conocimiento es adjetivado como un observador, y pensador activo, siendo

capaz de percibir las variaciones ambientales en presencia de ciertos

estímulos y/o construir modelos cognitivos que representasen la realidad

(atendiendo a la inclinación teórica de referencia).

D O S
E R VA flujo de invenciones e
R E S
Asimismo, se debe reconocer como el generoso

C H OSde vista de la evolución del conocimiento


E R E
impulsos, que desde el punto

D
científico se tejieron durante el renacimiento, generaron la necesidad de

respuestas filosóficas a partir de las cuales se cubriesen las demandas que

emergen de un época donde el hombre pasa a ser eje central de las

decisiones y las acciones.

En tal sentido, aparece el tiempo moderno signado por la presencia

del racionalismo cartesiano como llave que invita a la revisión de las bases

de este nuevo tiempo, pero de igual manera, empezarían a surgir propuestas

contrarias a ésta lo cual generó una rica dinámica filosófica que definió todo

el legado cultural y de producción de conocimiento que se conoce en la

actualidad.

De tal manera, que afrontar la modernidad, desde el punto de vista de

la investigación, se constituye en un reto por intentar indagar en un espacio

de reflexión que tantas complicaciones presentara, producto de los reiterados

encuentros entre posturas contrarias. De allí la necesidad de voltear la

LXXIX
mirada para conocer los diversos procesos que se encuentran tapados bajo

este manto.

Burk (1980) expone desde una perspectiva analítica el surgimiento de

este momento en la vida de la filosofía. Devela una serie de factores como

D O S
impulsores de esta nueva condición en la evolución de este pensamiento,

la R
entre los cuales se registran los siguientes:E
VA
R E S bancarrota de la escolástica, el

despertar creativo del H


C OS renacentista, la aparición de la revolución
E R E hombre

D
astronómica, el crecimiento de las ciencias físicas, biológicas, químicas, el

reconocimiento del hombre como productor de conocimiento. Éste cúmulo de

razones catapultaron una serie de procesos de pensamientos, a partir de los

cuales se cristalizaron propuestas capaces de aperturar un nuevo tiempo en

el terreno de la filosofía: La modernidad.

El Conocimiento en la Modernidad: La exaltación de la ciencia.

La historia le ha conferido a Descartes el privilegio de inaugurar este

momento. Según Scruton (1998: 33)

“Éste célebre matemático, merece ocupar el puesto


preeminente que le ha sido conferido por dos
razones. En primer lugar por su obcecada
búsqueda de un método para todas las ramas de La
investigación humana; en segundo lugar, por cuanto
introdujo en filosofía – a consecuencia, sobre todo,
de aquel empeño- gran parte de los conceptos y
argumentos que, desde entonces, han servido a
esta de base”

LXXX
El mencionado filósofo propone un sistema filosófico que puede ser

analizado tomando en consideración cuatro aristas: la presencia del yo, la

duda metódica, el dualismo mente cuerpo y las pruebas de la existencia de

Dios. Este filósofo de brillante lucidez filosófica, exalta la posibilidad del

hombre de pensar y reconoce mediante esta vía, el camino para encontrar la

DO S
RVA
verdad. En tal sentido, se está frente a un defensor de una tendencia
E
R E S
racionalista, la cual
HO S
más tarde entrará en conflictos con su antagónica

E REC
D
cristalizada bajo la denominación de Empirismo.

Bajo esta visión, al hombre moderno se le reconoce la posesión de

estructuras mentales de naturaleza lógico matemáticas, desde las cuales es

posible conquistar la verdad, no sin antes emplear un método adecuado. Así

mismo, es menester emplear lo que se denominó la duda metódica. Al

respecto, León Florido (1998:106) deja constar que según Descartes hay que

dudar tanto de la tradición filosófica como de nuestro conocimiento.

Es evidente como en este edificio filosófico impera la visión de la

razón como pivote del conocimiento y del mismo modo, se exalta la

complexión matemática y lógica de las cogniciones, otorgándole, además, la

posibilidad de construir el mundo mediante la conquista de la verdad

respecto a su orden y funcionamiento. Así, se presenta la construcción de

una compleja articulación de creencias, a partir de las cuales, se explica el

camino para el logro y la conquista de la verdad, siendo una muestra de ello,

el credo cartesiano: “las ideas innatas son el camino para encontrar la

LXXXI
verdad” (Diez y Moulines, 1999) y la mayor exaltación de este enunciado se

concentra en la famosa expresión cogito ergo sum (pienso luego existo).

Indagar respecto a la trascendencia del cogito, proyecta el interés hacia la

comprensión de los enunciados que sustentan y explican la dualidad de las

sustancias. Entonces, tendría sentido plantear: pienso luego existo, soy

DO S
RVA
pensamiento y tengo modos de pensar, los cuerpos se definen por extensión
E
R E S
HO S
y se conocen mediante el entendimiento.

E R EC
D posición deja constancia de la primacía de la razón
Esta para poder

hacer conocimiento, no obstante, la dirección del desarrollo de las ideas, no

necesariamente ha sido objeto de aceptación total por sus homólogos

racionalistas. Por ejemplo, el judío holandés Baruch Spinoza, se opone a la

visión dualista y por el contrario, promulga la unidad de la sustancia,

abriendo el espectro para comprender la materia y el espíritu como una

clase sustancial, inaugurando además, una postura panteísta, donde se

define el hombre como conformado de los mismos elementos que Dios, de

allí la posibilidad humana de poder comprender la divinidad.

Otra muestra de lo distinguido, está representada en Leibniz y sus

mónadas, donde se defiende el corolario siguiente: la materia (espacio) y el

espíritu (mente) están compuestos por elementos y por lo tanto, son

considerados indivisibles (Dampier, 1997). A tal efecto, un espacio espiritual

está plagado de mónadas definibles como percepciones simples ubicadas a

medio camino entre la imaginación y la inteligencia, por lo tanto, tiene

LXXXII
identidad propia y están cerradas a la influencia de las demás. En

consecuencia, surge el principio de los indicernibles según el cual no existen

en el universo dos seres iguales; “no se pueden encontrar ni dos hojas ni dos

gotas de agua iguales”.

D O S
Como ha quedado demostrado, en los autores antes mencionados se

encuentra marcada una incisiva tendencia E R VAla razón por encima del
R E S a exaltar

cuerpo y a otorgarle aH
C OS
ER E esta última, la facultad de permitir la lectura del

mundo. DVisto desde esta óptica el conocimiento se replantea y tal como lo

sugiere Naranjo de Andarmes (1992) queda definido como un producto de la

razón sobre la intuición, manifestación de una actitud introvertida que se

hace ostensible desde el pensamiento a las cosas, y por supuesto, la

realidad se comporta como el producto final de la acción constructiva entre

sujeto pensante y objeto pensado, cuya interacción se hace posible mediante

la aplicación del método deductivo. En cuanto al sujeto, se descubre como

centro de la acción, estando definida su condición como una consecuencia

del pensamiento.

Lógicamente y tal como lo postulara Fritz Perls, el mundo es bipolar, y

por ende, toda acción encuentra su contrario (Gaines, 1970). Entonces, el

racionalismo no escapó a esta condición de los sistemas abiertos, teniendo

que enfrentar oponentes extremos a sus postulados y condición. En tal

sentido, el mundo llegó a conocer al que más tarde sería el paradigma

epistemológico acompañante del progreso y desarrollo de éste, cristalizado

LXXXIII
en la aparición de revoluciones constituidas en una catapulta del desarrollo

de las naciones de Europa en un primer momento y luego, del mundo entero.

Nace, entonces, una inclinación que registra en la experiencia la posibilidad

del conocimiento científico, echando por tierra toda pretensión de

sacralización de la razón como productora primaria de conocimiento.

D O S
R A en el corolario de
Vanclada
E S E
R
El empirismo es considerado una filosofía

OS proviene de la experiencia, atacando


que todo conocimientoHhumano
C
E R E
D
aquellos constructos racionales cuyo pivote sea incompatible con la

exposición frente a los órganos de los sentidos, y en consecuencia, quedan

replanteado como el resultado de una generalización a partir del

conocimiento sensible (Albornoz, 1997; Núñez Tenorio, 1974). Obviamente,

esta tendencia filosófica contó con eminentes impulsores entre los que se

destacan los siguientes:

Con su Novum Organun aparece en la palestra de la discusión

científica Francis Bacon, el cual enuncia postulados análogos al organun

aristotélico. No obstante, alerta sobre los errores del salto inductivo en

ausencia de una adecuada experimentación, de allí que el énfasis de este

nuevo método está centrado en la experimentación rigurosa mediante la

utilización de instrumentos no conocidos por los antiguos.

Parejo con Bacon, en la concepción de la viabilidad del conocimiento

científico, Locke, arremete de modo peyorativo contra el innatismo de las

LXXXIV
ideas (enunciado por Descartes y los postulantes de la revolución cartesiana)

y exalta el postulado de que los hombres se encuentran en constante estado

de aprendizaje. Partiendo de ello, la mente humana nace como una hoja en

blanco, y solo es posible conocer mediante la experiencia. Entonces, las

ideas son el producto del contacto entre los cuerpos y los sentidos. Por lo

DO S
RVA
tanto, existen –según este pensador- dos procesos para la adquisición de las
E
R E S
HO S
ideas: la sensación estimuladas por cosas externas y la reflexión,

E REC
D
considerada como las percepciones operativas efectuadas por la mente

(León Florido, 1998; Scruton, 1998).

Esta descripción sería mezquina si dejase de reconocer la presencia

de David Hume. Este hombre al igual que sus pares empiristas, mantiene

vigente en su filosofía, la exaltación de la experiencia, pero su posición se

acerca más a ensalzar lo que hoy se conoce como ciencias cognitivas. Sus

escritos ilustran la afirmación anterior, al defender el papel de los sentidos

como el primer eslabón en la cadena de construcción de conocimiento, pero

introduce la noción de impresiones como coadyuvante en la gestación de las

ideas. No obstante, éstas por si misma, no son suficiente para la

construcción de las cogniciones.

En virtud de lo comentado, se introduce el papel de la memoria y la

imaginación en la dinámica de construcción de las ideas otorgándoles a

ellas, una singular característica. A la primera se le responsabiliza por

conservar las percepciones. La segunda, supera el contacto inmediato con

LXXXV
los objetos y a través de ello, se formula el conocimiento científico. Además,

ésta relaciona los objetos según tres leyes de asociación: semejanza,

contigüidad y ley de causa y efecto. Aunado a lo anterior, indica que la

causalidad no es propiedad del objeto, por el contrario, es el resultado de

una construcción generada por la imaginación y por supuesto, mantiene

DO S
RVA
como especie de una ley el que sólo puede haber conocimiento científico de
E
R E S
HO S
los objetos o hechos con los que directa o indirectamente se tenga relación.

E R EC
Dlíneas anteriores se constituyen
Las en un reflejo de lo que ha sido

una de las fuerzas impulsoras del desarrollo mundial. En este análisis hay

que dejar constancia de cómo esta postura epistémica, trae consigo una

reinterpretación de la visión del hombre, realidad y conocimiento. Así, el

primero pasa a ser un ente observador, un analista de la realidad

observable, medible y cuantificable. Por su parte, la realidad, sería un

complejo de objetos concretos susceptibles de aprehensión mediante el

contacto entre los sentidos del sujeto cognoscente y los atributos del objeto

cognoscible. Si se mira el conocimiento, éste se muestra como el producto

de la interacción hombre-ambiente, establecida en un entorno experimental.

Si bien es cierto que este proceso trajo consigo la expresión de

conflictos entre dos de las posturas más resaltantes de la época, no es

menos verdad, que el empirismo, siguió pasos adelante del racionalismo por

su tendencia al contacto con la realidad y la obtención de resultados en

menor tiempo y con posibilidad de un mayor control experimental de las

LXXXVI
variables, situación que no podía responderse desde la perspectiva racional,

donde la realidad es producto de la construcción mental del sujeto.

Un impulsor de lo previamente comentado, converge en la aparición

de la ilustración, contexto en el cual se elevaron valores relacionados con la

D O S
confianza en la ciencia experimental, aprecio por el trabajo duro, y el éxito

E R VA
R E S
material hecho que aceleró la producción de los inventores hacia la

C H OSindustriales que minimizaban el esfuerzo del


E R E
construcción de herramientas

D
hombre y acercaban los productos al consumidor, dado el deceso del costo

de los productos objeto de consumo.

Esta proliferación estuvo fundamentada en la idea de que la

naturaleza y la sociedad se podían comprender y manipular racionalmente

(Stearn, 2005).Se consigue pensar que durante este tiempo de la ilustración,

el progreso de la ciencia, se encuentra condicionado por las presiones

sociopolíticas y la necesidad de los gobiernos de mantener su condición

económica y su posición diplomática y militar, circunstancia, a partir de la

cual, se impulsaron condiciones de favorabilidad para la producción de la

innovación y la tecnología.

Acercando la visión del conocimiento al siglo XX, conviene señalar

que en este tiempo se busca indagar de forma incisiva y con apoyo de

insumos no poseídos en tiempos anteriores, las producciones conquistadas

en otrora. En esta oportunidad, se profundizan los aportes de las ciencias

LXXXVII
naturales y por supuesto las ciencias sociales. El hombre pasa a ser objeto

del deseo de la discusión y la construcción del conocimiento pasa a ocupar

un lugar privilegiado en estos escenarios. En tal sentido, y en aras de

propiciar insumos para la comprensión de esta época, se considerarán las

cuatro claves señaladas por Padrón (1992), las cuales se sintetizan a

DO S
continuación:
E RVA
R E S
S
O el Pensamiento Especulativo (Religioso,
Hcontra
E C
Clave 1. Reacción
R
DE
Metafísico, Político, Retórico).

Tal como se ha observado en las líneas anteriores, el hombre, desde

la época de los griegos, ha insistido en la necesidad de contactar con un

conocimiento terreno, ajeno a toda pretensión metafísica de imposición y

dominación dogmática, ejemplo de ello se rescata en los riesgos asumidos

por Arquímedes, Galileo, entre otros, al generar, mediante sus

investigaciones, visiones contrarias a las difundidas y sostenidas por la

iglesias y demás entidades opresoras de la libertad científica.

Los siglos XIX y XX, fueron los escenarios para la generación de la

lucha entre el discurso exacto (caracterizado por el uso de las matemáticas)

y el metafísico, entre el dogma y la ciencia (amparada en los avances de las

ciencias de la naturaleza). No obstante, así como hubo un fuerte embate en

contra de las tendencias metafísicas, éstas fueron alimentadas por el

LXXXVIII
movimiento romántico, situación que albergó las pretensiones metafísicas de

generación de conocimiento.

Ya en el siglo XX, este apoyo no quedó en el aire. El advenimiento del

existencialismo acuñó, en gran medida, la viabilidad de este estilo de

D O S
pensamiento, lo que catapultó el posicionamiento del empirismo como forma

R A constatable y que
Vfuese
E S E
R
de hacer posible conocimiento científico que

C H OSy vertiginoso desarrollo de las naciones. Para


E R E
además, permitiera el pujante

D
una mejor comprensión de esto, se debe recordar, la dimensión sociopolítica

del crecimiento científico y al mismo tiempo, rescatar el carácter servil de la

ciencia ante las demandas y exigencias de los nudos de poder que

encuentran en la sociedad su nicho ecológico (Martínez Miguélez, 2000).

Estas condiciones hundieron las pretensiones racionalistas de ser

considerado, como en su época dorada (tiempo moderno), el camino más

transitable para la conquista del conocimiento científico. A tal efecto, El

empirismo, difundido bajo la denominación de positivismo, vino a constituirse

en la más sólida interpretación del conocimiento en este siglo, embistiendo

contra cualquier vestigio de anarquía metodológica. Una de las expresiones

más acabadas de la presencia del empirismo como vía de producción del

conocimiento científico se encuentran en la ciudad de Viena, lugar que vio

gestarse y crecer partir de 1922, el denominado Círculo de Viena.

LXXXIX
Conviene mencionar entre los antecedentes (Echeverría, 1989;

Padrón, 1992) de este edificio heurístico, el empirismo-criticismo de Mach el

cual reconocía como válidos los elementos provenientes de la experiencia y

susceptibles de ser captados por vía sensorial. De igual modo aparece el

análisis lógico del conocimiento de Wittgenstein. La revolución de la física

DO S
RVA
cuántica y las herramientas lógico-matemática de Russell y Whitehead, de
E
R E S
HO S
donde emergieron expresiones como atomismo lógico, empirismo lógico. Con

E REC
D
base en dicho planteamientos, esta organización desarrolló una serie de

tesis de cuya puesta en escena, sería posible la adquisición del adjetivo

científico. Entre ellas se encuentran las siguientes:

1. El criterio de demarcación: un conocimiento es científico si es

verificable. Entonces, la verificación es el criterio de diferenciación

entre ciencia y pseudociencia.

2. La inducción Probabilística: son los modelos probabilísticos los que

hacen posible la inferencia de leyes generales. Es meritorio señalar

que se debe a Carnap, la construcción de una lógica probabilística a

partir de la cual alcanzan asidero los diversos análisis estadísticos que

se aplican a los procesos de indagación científica.

3. Lenguaje Lógico: los enunciados serán científicos sólo si pueden ser

expresados a través de un lenguaje simbólico y relacionados entre sí

mediante operaciones sintácticas de un lenguaje formalizado.

XC
4. Unificación de la Ciencia: todo conocimiento científico –sin distingo

del área- será identificado mediante un único patrón epistémico y

metodológico.

Tal como puede percibirse, este conjunto de postulados, reflejan

DO S
RVA
rigidez en sus concepciones, a partir de la cual, es posible cualificarlas como
E
R E S
HO S
un empirismo ingenuo al desconocer ciertas características de los objetos

E REC
D
susceptibles de ser consideradas para garantizar mayor cientificidad en la

construcción del conocimiento. Esta, entre otras razones, promulgaron una

profunda revisión de las mencionadas tesis por parte de los miembros del

Círculo Vienés (Carnap, Hempel, entre otros) generando como consecuencia

de ello una reinterpretación de sus procesos (manteniendo la fidelidad a la

esencia del mencionado grupo) haciéndolo más flexible. Esta nueva versión

de este grupo de estudioso se difundió bajo la denominación de concepción

heredada.

Clave 2. La Posición Racionalista frente al Empirismo Inductivo:

Es evidente que toda tesis tiene su antítesis. De esta manera,

encuentra sentido esta clave. Desde sus inicios el Círculo de Viena ganó

afectos y detractores, de los cuales, los últimos, se arroparon bajo el manto

del racionalismo, pero en este caso, adjetivado como crítico, estando entre

sus representantes Karl Popper, el cual recoge en su obra la lógica de la

investigación científica, una nueva concepción de lo que significa la ciencia y

XCI
lo que implica hacer ciencia; Imre Lakatos con sus programas de

investigación científica y su empeño por la exaltación del falsacionismo; el

racionalismo aplicado de Bachelard, el convencionalismo de Poincaré, entre

otros.

DO S
Básicamente esta postura se opone a la verificación como criterio de

E R VA de sus limitaciones al
R E S
demarcación entre ciencia y pseudociencia, producto

C H OS universal “todos”. Es decir, desde la


E R E
dar respuestas al condicionante

D
inducción no se puede tener veracidad de que se cuentan con todos los

sujetos o casos con los atributos de las variables objeto de estudio. No

obstante, el conocimiento puede ser falseado, si aparece al menos un caso

contrario. Así, la falsación se erige como criterio de demarcación frente a la

tesis empirista (Camacho y Fontaines, 2005).

En armonía con lo anterior, los seguidores del racionalismo crítico,

postulan la concepción teórico-deductiva de la ciencia frente a la inducción. A

tal efecto, todo conocimiento arranca de conjeturas amplias y arriesgadas, a

partir de las cuales se van derivando explicaciones respecto al

comportamiento diferencial del fenómeno en estudio.

Si evidentemente, las derivaciones son se adecuan a los sucedido en

la realidad, entonces, las derivaciones y sus consecuencias, se mantienen en

pié y pasan a ser un pivote de referencia para explicar y predecir la

manifestaciones asociadas a las variables en estudio. Partiendo de esto, y en

XCII
palabras de Padrón (1992), la ciencia deja atrás su adjetivo empírico y

asume una identificación como “ciencia teórica de base empírica, producida

a partir de hipótesis amplias y confrontadas con los hechos.

Toda esta movilización filosófica y cognitiva, permitió repensar el

D O S
racionalismo, dándole paso a una versión de éste matizada por la presencia

E R VdeAalgún postulado como


R E S
de la crítica como condicionante de la aceptación

C H OS la connotación de los actores de la acción


E R E
cierto o incierto. Bajo esta posición

D
investigativa cambian, y por supuesto la objetividad ya no va a ser el

producto de la correspondencia 1-1 planteada por los empiristas, por el

contrario, está sujeta a la regulación racional planteada por Popper, donde

además, se encuentra presente la convergencia intersubjetiva de criterios.

Según se puede evidenciar, se delinea una lejanía entre esta forma de

racionalismo y la que le precede, abriéndose el espectro para comprender

una dimensión sociocultural en la comprensión de la acción de producción

de conocimientos, tendencia que más tarde desarrollará Lakatos (1978) en

su concepción de la historia como potencial falseadora de los programas de

investigación.

Clave 3. La Reacción Anti - Analítica y Socio - Historicista:

Tal como ha sido percibido a lo largo de la exposición de estas ideas,

el terreno del conocimiento científico puede ser fácilmente comparable con

un caldo de cultivo donde proliferan diversas especies que pueden

XCIII
enfrentarse o aliarse para cumplir un determinado objetivo. En tal sentido,

esta clave refleja otro de los frentes que encontrará el Círculo de Viena en

sus tesis empiristas y el Racionalismo Crítico. Aquí se ensalza el camino que

se le abrió a la producción de conocimiento en el romanticismo y por lo tanto,

se eleva el carácter histórico, subjetivo, consensuado, humano, y

DO S
RVA
comprensivo de él y de la misma manera, se intenta teñir de humano todas
E
R E S
HO S
las acciones asociadas al binomio sujeto-objeto en su afán por comprender

E REC
D
esa cosa llamada ciencia.

Según explica Padrón (1992), este proceso reaccionario, comienza a

partir de 1970 con la aparición de Thomas Kuhn con su estructura de las

revoluciones científicas, y con un conjunto de manifestaciones reactivas

surgidas en el seno del racionalismo, entre ellos los aportes de Feyerabend

(con su postura anárquica) y la Escuela de Frankfurt, cuya presencia en esta

movilización dio paso a una epistemología, siendo su estado más acabado la

Teoría de la Acción Comunicativa de Habbermas en 1985.

Este brote conceptual, permitió una diversificación metodológica con

la finalidad de dar respuestas a las necesidades de contextos específicos,

dando origen a la etno-metodología, prácticas etnográficas, investigación

acción, consenso, triangulación, investigación fenomenológica,

hermenéutica, etc. Sin embargo, cada una de estas formas alternativas de

indagación, comparten su fidelidad ante la idea de rescatar el carácter

XCIV
sensible y significativo de lo humano en las diferentes acciones que

emprende.

Por estas, entre otras razones, han sido cobijadas bajo la

denominación de investigación naturalista o investigación cualitativa, pero

D O S
cualquiera de las denominaciones asumidas, se caracterizan por producir un

E R VA
R E S
conocimiento en ausencia de procedimientos aritméticos, matemáticos y/o

C H OS
E
estadísticos (Sandín Esteban, 2003), estando su particularidad asociada a la
ER de sus procesos.
Doperativa
naturaleza

Es meritorio hacer notar que esta reacción anti-analítica, dada las

características de su complexión, no ha sido acogida por las ciencias fisico-

naturales. No obstante en el campo de las ciencias sociales, se ha

constituido en una pujante forma de comprensión de las acciones humanas,

que día a día acoge gran cantidad de adeptos y defensores.

Clave 4. Las Versiones Actuales del Racionalismo:

De forma análoga al comportamiento reaccionario previamente

descrito, el racionalismo crítico hace una contra-respuesta, con la finalidad

de echar por tierra, no la necesidad de rescatar el carácter histórico y

contextual del conocimiento, sino, la forma de hacer investigación postulada

por los sociohistoricista, la cual no pasaba de ser pseudocientíficas. En tal

sentido, se plantearon el análisis de las bondades del método hipotético-

XCV
deductivo y del análisis lógico-matemático, dando origen a la producción de

teorías analíticas de los hechos sociales.

Entre las producciones enmarcadas en esta tendencia se ubican las

ofertas de J. Sneed, la concepción estructuralista de las teorías de

D O S
Stegmüller, entre otros. No obstante, en este estudio, se adjetivan como

miembros de esta corriente, ciertos físicos E R VA


R E S que revolucionaron el terreno del

conocimiento echando H
S los postulados básicos del empirismo
Otierra
R E C por

D E
mediante sus invenciones lógicas del cómo se comporta el universo.

Así por ejemplo, se pueden citar siguiendo a Martínez (2000) los

hallazgos de Niels Bohr, Heinsberg, Capra, Bohm, Prigoggine, entre otros,

los cuales han demostrado que el comportamiento de los sistemas abiertos

no puede ser entendido desde la linealidad determinista, por el contrario, la

presencia del caos en el interior de su estructura, deja constancia de lo

multideterminado de su complexión, exigiendo, además un tratamiento

situacional y holístico que responda a su ontología sistémica.

Lo comentado hasta este punto, atendiendo a la forma de producción

de conocimiento y a la vía de acceso y producción del mismo (Padrón, 1998)

permite evidenciar tres grandes posiciones de naturaleza epistémica, que

para efectos de la presente investigación se denominarán enfoques

epistemológicos, considerados como posiciones asumidas por los

investigadores al momento de realizar una lectura de la realidad, o la

XCVI
aprehensión del objeto gnoseológico cognoscible. Estas posturas se

describen a continuación (Camacho, 2001; Padrón, 1998):

1. Enfoque Empírico Inductivo: conocido también como probabilística,

positivista, atomista, etc. Tomando en consideración el primer criterio,

DO S
RVA
esta perspectiva epistémico considera producto del conocimiento
E
R E S
aquel obtenido
HO Smediante las observaciones de los patrones de

E REC
D
regularidad en la ocurrencia de los eventos, a partir de las cuales se

puede llegar a construir generalizaciones progresivas. En tal sentido,

todo lo existente puede ser aprehendido a través del estudio de las

mencionadas regularidades.

En cuanto al segundo de los criterios se privilegian la observación

directa y la mediada por instrumentos, los cuales previamente deben

dar testimonio de su validez y confiabilidad. En comunión con lo

señalado, el binomio gnoseológico sujeto-objeto, conduce al

descubrimiento del conocimiento. Muestra de esto lo constituyen los

procesos investigativos desarrollados por los babilónicos (2500 a.c.),

Galeno (siglo iii, 129 d.c.), Roger Bacón (siglo xiii, 1210 d.c.),

Leonardo Da Vinci (siglo xv), Nicolás Copérnico (siglo xvi), Francisco

Bacón (siglos xvi y xvii), Galileo Galilei (siglos xvi y xvii), William

Harvey (siglo xvii), Blaise Pascal (siglo xvii), Max Planck (siglo xix),

Millikan (siglo xx).

XCVII
2. Enfoque Racional-Deductivo: es también identificado como

teoricista, racionalista crítico. Atendiendo al primer criterio, el producto

del conocimiento son sistemas abstractos, a partir de los cuales se les

puede dar respuestas a las exigencias del condicionante universal

“todos”, producto del grado de generalidad que ostenta. Vale decir,

DO S
RVA
que estos sistemas, están compuestos de hipótesis y/o conjeturas con
E
R E S
HO S
un comportamiento análogo al de red, ejemplo de ello se encuentra en

E REC
D
las producciones generadas por Bagozzi y Phillips (1980), Lakatos

(1978) donde se identifica la armónica articulación de hipótesis (de

diferente nivel de complejidad) para darle forma a un modelo teórico a

partir del cual se explica el comportamiento diferencial de ciertas

realidades estudiadas.

En relación con el segundo criterio, el racionalismo privilegia como

vehículo de conexión sujeto-objeto a la razón y por tanto, el método

asociado es la deducción. Partiendo de ello, se considera el

conocimiento como una invención humana, contradiciendo, de esta

manera, la tesis del descubrimiento sostenida por lo investigadores

con influencia empirista. Una muestra de esta producción racionalista

se ubica en: Thales de Mileto (siglo vi, 600 a.c.), Anaximandro (siglo

vi, 610-545 a.c.), Pitágoras (siglo vi, 530 a.c.), Parménides (480 a.c.),

Platón (428 – 348 a.c.), Aristóteles (384 a.c), Arquímedes (287-212

XCVIII
a.c.), Euclides de Alejandría (siglo iv – iii a.c.), Albert Einstein (siglo

xx).

3. Enfoque Epistemológico Introspectivo Vivencial: es asociado con

las posturas socio-historicistas, críticas, fenomenológica,

hermenéutica, entre otras. Respecto al primer criterio, el conocimiento

DO S
RVA
es producto de la lectura realizada a los códigos y símbolos
E
R E S
HO S
socioculturales que definen un determinado contexto. Así, la

E REC
D
pretensión es la de identificar las características endogámicas tal y

como ellas son percibidas por sus actores, para de este modo, poder

vislumbrar el funcionamiento de determinados grupos a la luz de

ciertos focos de indagación.

En cuanto a la vía de acceso al conocimiento (segundo criterio de

análisis), desde esta óptica se asume como la vía más expedita, el

contacto simbiótico entre sujeto y objeto. Entonces, habrá

conocimiento siempre que se ponga en práctica el concepto

fenomenológico de epoje, y se desarrolle aquello que Rogers (1978)

denominó aceptación positiva e incondicional por el otro, para así

poder indagar su campo fenoménico. A modo de síntesis, el

conocimiento desde lo introspectivo, se orienta hacia la comprensión.

Ejemplo de estas investigaciones, lo representan: Margaret Mead

(1931), Oscar Lewis (1956), Dian Fossey (1967), Alejandro Moreno

(1980).

XCIX
Tal como se ha percibido, la construcción del conocimiento científico,

desde la antigüedad hasta la contemporaneidad, ha constituido un constante

fluir de modos y formas de producción empleados por los hombres en su

afán por hacer inteligibles porciones del mundo, que ante sus ojos, aparecen

DO S
teñidas de gris. Esta situación
RVA
ha originado la fundación de posturas y
E
R E S
HO S
tramas cognitivas orientadas a defender maneras de conquistar la condición

E REC
D
de ciencia, y por ende, de hacer de investigación.

Al respecto, conviene emplear como pivote de esta afirmación, el

hallazgo de Camacho (2001) cuando logra determinar un modelo de

correspondencia entre las mencionadas posturas epistémicas y rutinas

procedimentales de investigación, lo cual, deja constancia de la

trascendencia de estas posturas como condicionantes de la producción

científica.

Lo anteriormente expuesto, permite evidenciar que toda esta

afluencia, divergencia y confluencia de posturas de naturaleza

epistemológica, dejan testimonio de la presencia de la acción y la

sistematización del pensamiento, como el camino más expedito para develar

la trama o urdimbre del mundo del conocimiento. En consecuencia, pensar

en investigación, de manera innegable, conduce a plantear una tetra-

comunión: hombre-acción-sistematización-socialización, a partir de la cual se

C
puede hablar de los procesos de investigación (en el sentido general) y por

extensión de la investigación educativa y todo lo que ello implica.

Anatomía y Fisiología de los Procesos de Investigación.

La investigación, puede ser concebida como el acto humano dirigido a

DO S
RVA
develar porciones del mundo que no se conocen y por lo tanto, se requiere
E
R E S
HO S
hacerlas inteligible para optimizar el progreso en sus diferentes adjetivos.

E REC
D
Implica poner de manifiesto procesos de observación, comparación,

clasificación, contrastación, entre otros, como herramientas cognoscitivas

requeridas para aprehender aquel objeto susceptible de ser conocido.

Esta posición, devela un matrimonio entre el caminar del individuo y su

paralela aprehensión y traslación de fracciones del mundo, a su singular

campo fenomenológico, lo cual, permite entender, la relación entre hombre y

acción como puntal de lanza para la generación de lo que Habermas (1989)

denomina experiencia sensorial. Así, el sujeto tiene la posibilidad de

plantearse una construcción cognitiva del objeto y se encuentra en capacidad

de describir sus propiedades. Obviamente, estas acciones, pueden ubicarle

en el plano de la producción del conocimiento vulgar (Bunge, 1978), y

ciertamente es así. A tal efecto, se estaría reafirmando la vinculación que

hay entre la indagación y la cotidianidad experiencial del hombre.

CI
Con miras a profundizar en la constitución de los procesos de

investigación y su forma de operacionalización, a continuación se explican

los elementos que se encuentran presente en cualquiera de sus tipos y la

forma en que operan para producir aquel tesoro denominado conocimiento

científico. Para ello, se consideraron los postulados teóricos de Padrón

DO S
RVA
(1998) Habermas (1989) Camacho (2001) y Wittrock, (1997).
E
R E S
HO S
E REC
D
Tal como se muestra (gráfico Nº 1), el contacto del sujeto con el objeto

cognoscible, se encuentra mediado por la acción, la cual puede ser

entendida como un acto, actividad, operación, producción, práctica (Ferrater

Mora, 1998), es decir, la incidencia de un elemento a’ sobre b’. Esto

descubre el carácter animado y sistémico de las relaciones del hombre con

su entorno (intrapersonal e interpersonal) y por extensión de la necesidad de

conocerlo. Tomando lo anterior como una premisa cierta, entonces, se

reafirma lo dicho primeramente respecto al carácter complejo del conjunto de

experiencias sensoriales suscitadas a partir del impacto del mundo

fenoménico del cognoscente con su medio circundante.

CII
Gráfico 1.

Interacciones presentes en el proceso de investigación.

DO S
E RVA
R E S
HO S
E REC
D
Fuente: Fontaines (2006)

Este proceso, trae consigo la posibilidad de realizar descripciones de

las propiedades y atributos de esos objetos, que, de forma innegable, han

desestabilizado la estructura cognitiva del sujeto, dando como resultado lo

que los epistemólogos han denominado conocimiento vulgar. Éste, a su vez,

se entreteje como una telaraña desde la cual se le da sentido a la existencia

humana.

Tal dinámica puede ser entendida de forma análoga al funcionamiento

de las invariantes del pensamiento piagetano (Klingler y Vadillo, 1999)

donde se evidencian como cuando se vive una experiencia de contacto

sujeto-objeto, se produce un desequilibrio cognitivo cuya resolución trae

como resultado un engrosamiento de los alcances del campo

CIII
fenomenológico y por lo tanto, un mayor espectro de visualización del

mundo.

Pensar en la aparición de redes intrasujeto, también, asoma la

posibilidad (considerando la condición gregaria del sujeto) de establecer

DO S
RVA
redes entre sujetos, abriendo las puertas a un tercer factor definitorio de los
E
R E S
HO S
procesos de investigación: la socialización. Así, esa incipiente experiencia

E REC
D
sensorial, se constituye en el producto a intercambiar entre los sujetos

impactados por un mismo sistema de mediación lingüística, dando como

resultado una redefinición del objeto, y el sometimiento a una serie de

condiciones para verificar, demostrar o comprender su existencia y por ende,

sus dimensiones constitutivas y operativas.

Durante este intercambio de percepciones y posiciones, va a jugar un

papel importante la matriz epistémica manejada por la comunidad de

estudiosos donde se produce el intercambio, ya que de ella se va a derivar el

criterio de demarcación mediante el cual se va a filtrar la condición de

científico o pseudocientífico de determinados enunciados. En tal sentido, si

se procede a realizar una lectura de los sucesos con los lentes empíricos, el

comportamiento diferencial del objeto deberá ser verificado. De no ser así, es

lógico y admisible dudar de su carácter probado. Si por el contrario, el vistazo

se hace con los ojos de Popper, entonces hace falta dirigir los esfuerzos a

encontrar indicadores que falseen las hipótesis formadas a partir de la

CIV
experiencia sensorial. En todo caso, el intercambio sujeto-sujeto, respecto a

un objeto, va a estar supeditado por la episteme y desde ésta se opta por la

connotación de científico o no.

Tal condición, se asocia a la construcción de una experiencia

DO S
RVA
comunicativa. Ésta, puede ser definida como la expresión socializada y
E
R E S
HO S
aceptada por un sector de investigadores de los aspectos fenotípicos y

E REC
D
genotípicos de determinadas realidades, situación que conduce a una

reinterpretación de las propiedades y atributos de ese objeto o circunstancias

que inicialmente dio origen a una inaugural experiencia sensorial la cual

puede ser catalogada desde este estudio como el semillero de las grandes

ideas de la ciencia de hoy.

Lo señalado, hasta este punto, pretende dejar constancia, de la

condición humana del acto investigativo y de cómo en cada una de las

actividades del hombre se imprime el sello de la búsqueda del conocimiento

del mundo que le rodea. Ciertamente, investigar no necesariamente está

ligado a escenarios de naturaleza epistémico ni a discusiones de paradigmas

respecto a la pertinencia y fuerza de respuestas de determinadas posturas.

Investigar está asociado a una manera de buscar condiciones ligadas a una

mejora en la calidad de vida de los sistemas humanos, y al mismo tiempo,

una alternativa para saciar la sed de saber qué es aquello que se encuentra

ubicado en mi mundo y cómo puedo relacionarme con él.

CV
No obstante, si complejo es el hombre, no puede serlo en menos

proporción, sus acciones. Por tanto, y a pesar de la sencillez que se

esconde en el acto de contactar al mundo mediante los sentidos, los

procesos de investigación han pasado a ser objeto del deseo de diversas

DO S
RVA
tendencias de pensamiento que intentan encerrar entre sus postulados una
E
R E S
HO S
energía cuya naturaleza fluctuante, engaña al hombre al hacerlo creer que se

E REC
D
subleva ante sus normas y procedimientos metodológicos y metódicos.

Sin embargo, y a pesar de lo comentado, la historia de la filosofía de la

ciencia y de la producción de invenciones en el mundo occidental, han dado

muestra de grandes esfuerzos por sistematizar la acción investigadora en

correspondencia con un referente epistemológico particular, llegándose a

producir lo que Camacho (2001) llegó a denominar un sistema de

correspondencia entre posiciones epistemológicas y secuencias operativas

de investigación. La trascendencia de lo distinguido, estriba en la existencia

de binomios: enfoques-rutinas, a partir de los cuales, se pueden entender los

cómo aprehender ese objeto, para llegar a construir esa cosa llamada

ciencia.

Atendiendo a lo señalado, los procesos de investigación que emergen

del seno de la visión empírico inductiva se caracterizan por privilegiar la

observación sistemática del problema de ingestación, recolección de datos a

CVI
través de instrumentos de medición con procesos de estandarización

estadística, el empleo del método inductivo, la expresión de los resultados en

un lenguaje aritmético-matemático, empleo de la experimentación y

ejecución de experimentos para verificar la fiabilidad de los hallazgos

encontrados, elaboración de leyes generalizables a partir de los resultados

DO S
RVA
del estudio, privilegio de la experiencia sensorial como el único medio para
E
R E S
HO S
construir y probar la existencia del conocimiento científico.

E REC
D
Una muestra de lo anterior, lo reflejan las investigaciones de Galileo

Galilei (siglos XVI y XVII) donde empleó la observación para describir las

regularidades de ocurrencia de los eventos y a partir de allí, generar teorías

y leyes generales por análisis de la experiencia variando las condiciones de

causa aisladas y verificando o refutándolas por experimento.

Ahora, si la postura epistemológica desde la que se parte para

desarrollar la acción investigadora, lejos de ser empirista es racionalista,

entonces, la situación cambia un poco. Se privilegia la razón como

productora del conocimiento, empleando, el método racional deductivo,

generación de hipótesis con sus correspondientes derivaciones lógicas,

expresión de los datos mediante la lógica y la matemática discreta, control de

derivaciones mediante chequeos de datos empíricos, validación de la

información mediante pruebas de consistencia, completitud e independencia.

CVII
Como un reflejo de lo indicado, se presenta la investigación

desarrollada por Einstein (siglo XX), el cual parte de una hipótesis de

entrada: la velocidad de la luz, no es una constante con respecto a un

espacio absoluto enclavado en un éter natural, sino que era relativa al

D O S
A
observador y que era el observador y no el éter quien pasaba a ocupar el

E RV
R E S una teoría de entrada ( la
lugar central de la situación. Emplea

electrodinámica de C H OSGenera derivaciones: deduce que la masa


E
DER
Maxwell).

inercial de un cuerpo no es constante, sino que varía de acuerdo con el

cambio de energía del cuerpo llegando a la ecuación de la convertibilidad de

la masa en energía. Emplea un razonamiento de tipo deductivo.

Cuando por el contrario, la postura epistémica no es ni empirista, ni

racionalista, sino introspectiva vivencial o socio historicista, evidentemente,

se muestra un cambio en los procesos de investigación. En tal sentido, se

eleva a la categoría de simbiótica la relación gnoseológica, se considera la

selección de escenarios y categorías de análisis, aparece el empleo de la

hermenéutica como forma de análisis, la observación de la realidad alcanza

una dimensión de participación, la información es validada mediante el

consenso intersubjetivo y entre las vías para el logro de la confiabilidad

aparece la triangulación.

Son muchos los reportes de investigación desarrollados bajo esta

perspectiva, no obstante, aquí se refleja la experiencia de Fossey (1985), la

CVIII
cual vivió Trece (13) años con los gorilas de montaña en su hábitat natural

(seis volcanes). Conoció que éstos mantienen sus grupos familiares;

además, comprendió algunas pautas complejas de comportamiento, de cuya

existencia no se había sospechado. Publicó artículos sobre los hallazgos

referidos a las características de los gorilas. Empleó grabaciones de campo y

DO S
RVA
análisis espectrográfico en la universidad de Cambridge. Utilizó lenguaje
E
R E S
HO S
espontáneo para narrar la historia de los gorilas de la montaña. Reflexiona

E REC
D
sobre el destino de los gorilas, en el cual señala que esta especie está en

mano de los que comparten su herencia comunitaria. Encontró semejanza

entre el gorila y el hombre, respecto a organización familiar, vínculos de

parentesco en comportamiento sexual, protección familiar.

Tal como puede percibirse, los procesos de investigación, son

impactados por las variaciones suscitadas en el terreno epistemológico. En

consecuencia, cambia la posición de los actores, y el sistema gnoseológico

se ve supervisado por los criterios de demarcación, asumidos en los

discursos epistémicos y a través de los cuales, se puede cualificar como

científico o no el producto hallado. Esta, entre otras situaciones, ha

confabulado para acalorar aún más el debate respecto a la pertinencia

metodológica de ciertos asuntos conducentes a la conquista de la

información.

Al mismo tiempo se podría pensar que, en este rin de ideas, en torno a

la relación enfoques epistémicos-secuencias operativas de investigación, han

CIX
germinado los obstáculos epistemológicos, cuyo impacto ha sido la

deshumanización de la acción investigadora, siendo su consecuencia más

tangible, la poca receptividad que esta apasionante y cotidiana práctica tiene

en la vida del ser humano en relación con la trama de producción científica.

D O S
En este contexto de fabricación de las ideas, conviene señalar, que

E R VA
R E S
estas concepciones y diatribas, también han invadido diversos espacios del

conocimiento donde se H
C OS menees etiquetadas como investigación.
E R E despliegan

D
Así se registran en el terreno de las ciencias de la educación, conmutaciones

en las posturas y argumentos que defienden la viabilidad y pertinencia de

una u otra forma de indagación, tomando como eje referencial la naturaleza

de su objeto de estudio.

A tal efecto, ese producto de la modernidad, denominado investigación

educativa, ha pasado a ser un almácigo de manifestaciones y reacciones en

torno al qué, cómo, porqué, para qué, con qué, del hecho educativo, todo lo

cual ha desembocado en la producción de múltiples voces cuyo

comportamiento es análogo al de la torre de babel, y al mismo tiempo, han

generado un sinnúmero de confusiones en los actores del proceso

instruccional dando lugar a cambios en la apreciación del hecho educativo y

de los diferentes sujetos que hacen vida en él.

Visto así, la investigación educativa, al igual que los procesos de

investigación, también han vivido una metamorfosis, susceptible de ser

CX
identificada, para poder conocer las probables variaciones suscitadas en la

formación de los investigadores educacionales. En tal sentido, a

continuación, se desarrollan aristas del comportamiento diferencial de la

investigación educativa, donde se puede tomar conciencia de un significativo

porcentaje de la varianza asociada a su variabilidad, como consecuencia de

DO S
RVA
los embates ontológicos, epistemológicos y metodológicos.
E
R E S
Una lectura del H
S
O y el qué de los Procesos de Investigación
E C cómo

DER
educativa

Tal como se ha dicho, la investigación educacional, en cierta medida,

se ha comportado de forma análoga a los procesos de investigación

anteriormente descritos, y tiene sentido percibirlo así, si se considera que

también, en este terreno, va a ver presencia de la acción y la socialización en

el camino hacia la inteligibilidad de la realidad educacional.

Así, pensar en lo educativo como un hecho investigativo, remite de

forma inexorable al estudio de las acciones asumidas por los actores en ese

caminar hacia la construcción de las ciencias de la educación. Inicialmente,

un poco de historia es necesario para encontrar la presencia del

determinismo epistémico en el desarrollo de esta dinámica de producción de

conocimiento educativo.

Es conveniente aclarar una situación de naturaleza terminológica

alrededor del significado del binomio investigación y educación, para poder

CXI
enrumbar una discusión sobre la temática de interés. Restrepo (1997) alerta

sobre las posibles confusiones que se han tejido en la literatura

especializada, donde de forma homónima, emplean los términos

investigación en educación, investigación sobre educación e investigación

educativa. El primero hace referencia a toda indagación relacionada con el

DO S
RVA
área educativa. El segundo, da cuenta de los estudios realizados desde las
E
R E S
HO S
llamadas ciencias de la educación (sociología, psicología, antropología, etc.)

E REC
D
Finalmente, la tercera, alude a las acciones heurísticas desarrolladas desde

dentro del hacer educacional. Atendiendo a lo comentado, en este estudio se

disertará sobre esta última opción, por considerarla objeto de atención para

el logro de los objetivos aquí trazados.

Habiendo delineado el radio de acción, se debe dejar constancia de

que la investigación educativa para llegar a ser lo que hoy se conoce, debió

vivir una evolución que le permitió ir bosquejando su arsenal metodológico y

teórico. En tal sentido, los textos especializados ligan su nacimiento a la

psicología experimental la cual estuvo dirigida a develar la dinámica de

aprendizaje en los seres humanos.

Obviamente, se está frente a una psicología de base conductual,

influenciada por la modalidad newtoniana-cartesiana, y donde la dualidad

gnoseológica era necesaria para poder producir conocimiento científico (para

la época). Este cristal, permite hacer una lectura del hecho educativo, no

como un proceso complejo, sino como uno atomizado y llevado hasta su más

CXII
mínima expresión para poder ser hurgado y reconocido. De otra manera,

seria imposible pensar en investigar. Todo esfuerzo en dirección contraria, se

considera victima de un profundo rechazo y por supuesto, ni siquiera podría

optar a ocupar un espacio en este territorio conceptual. Estas

manifestaciones permitieron la conformación de los primeros laboratorios de

DO S
RVA
investigación psicológica, siendo Wundt, en Alemania, quien llevará el puntal
E
R E S
HO S
y delantera en esta opción (Santamaria, 2002).

E REC
D situación alcanza
Esta sintonía con el imperialismo del método

científico sobre todas las acciones de indagación desarrolladas en las

ciencias sociales, pero al mismo tiempo, se constituye en el semillero donde

germinará -años más tarde- una subversión paradigmática (Chartier, 1998) a

partir de la cual se daría paso a nuevas perspectivas de análisis del hecho

educacional y al mismo tiempo, pasa a ser un testimonio de liberación de la

investigación educativa de las denominadas ciencias de la educación.

Conviene hacer notar que ese conflicto paradigmático sucedido en

éstas ciencias, tal como lo refiere Padrón (1994), develó la emergencia de

adoptar formas de intervención adecuadas a la naturaleza de los procesos

educativos, trayendo consigo el paulatino resquebrajamiento de la

hegemonía de las posturas experimenta1istas y la emergencia de otras que

rescataran lo humano como eje productor de conocimiento (Delgado de

Colmenares, 2000).

CXIII
Conviene señalar, que todo este transitar de una posición epistémico a

otra, dio lugar a una reconstrucción del pensamiento educativo que intervino

la forma de enseñar y de hacer educación (Munévar Molina y Quintero

Corzo, 2004), sin embargo, tal transformación no fue rápida, por el contrario,

y como se ha manifestado anteriormente, su evolución estuvo ligada a los

DO S
RVA
cambios en los imaginarios epistemológicos que se sintetizaron en el siglo
E
R E S
HO S
xx. En consecuencia, se puede citar que la reacción contra el pensamiento

E REC
D
especulativo de la que anteriormente se habló, también se comprobó en la

indagación educativa con el repunte de la experimentación y medición al

estilo sociológico y psicológico, muestra de ello lo constituye los curricula

centrados en objetivos, la metrización de las capacidades de los estudiantes

y docentes frente a determinadas variables de naturaleza psicológica,

sociológica, tecnológica, etc.

De igual manera, las criticas racionalistas, se hicieron presentes en los

planteamientos de la epistemología genética piagetana, donde se percibe la

producción de investigaciones dirigidas de modo indirecto a falsear la

inventiva de este autor respecto a la evolución del desarrollo cognitivo.

Asimismo, la reacción antianalítica y socio historicista, marcó un hito

en la manera de concebir a los actores del proceso educativo, y al mismo

tiempo, representó una alternativa para deslastrar a la investigación

educativa de la presencia de la cuantificación de las complejidades

educacionales, y rescatar su carácter social y contextual.

CXIV
Así, se vuelve la mirada al interior del hacer educacional y se inicia

una nueva página en esta historia. Se rescata la singularidad del micro

currículo y sus actores y al mismo tiempo, se traza la posibilidad de

replantear la cultura escolar y por extensión, la cultura de la acción

D O S
investigadora. En este marco referencial se inscriben los aportes de la teoría

E R VA
R E S
critica y las corrientes sistémicas, mismas que ven en la idea del docente que

C H OlaSposibilidad de propiciar escenarios de


E R E
investiga desde dentro,

D
transformación social y emancipación humana, ingredientes necesarios para

dignificar la condición compleja de los procesos educacionales y que se ven

exaltados con la respuesta de los movimientos postracionalistas.

Inversamente a este fluir de la investigación educativa, su acogida

dentro de los recintos de formación pareciera estar ancladas en épocas

pasadas, ya que a pesar de los grandes esfuerzos de algunos centros por

integrar al sujeto como médula de la acción investigativa, existen otros, que

se resisten a reconocer ese carácter sinérgico del fenómeno educativo y

contribuyen a mantener la desintegración de esta práctica social. Un reflejo

de ello lo constituyen los arrojos de universidades en organizar la

investigación en líneas que permitan conectar sincrónica y diacrónicamente a

los investigadores, para de esta manera, catapultar la acción educativa a

óptimos niveles de productividad y desarrollo.

CXV
Lo declarado hasta este punto, es un testimonio del binomio acción-

socialización en la conquista del conocimiento educacional y asimismo, deja

constancia de los esfuerzos de los investigadores por rescatar el carácter

cotidiano de ésta, al impulsar lo que se investiga desde adentro, desde el

micro currículo y desde las escuelas como singularidades. Esta inquietud se

DO S
RVA
ve reforzada en la diferenciación semántica que hace Fernandez Enguita
E
R E S
HO S
(2000) cuando plantea tres aristas de un mismo fenómeno, resaltando la

E REC
D
necesidad de reconocer como investigación educativa aquello que se realiza

desde adentro.

CXVI
CAPÍTULO III

MARCO METODOLÓGICO

Tipo de Investigación

D O S
El presente estudio se considera de tipo descriptivo (Hernández, y

E R VA es determinar la
R E S
otros, 1998), debido a que el objetivo fundamental

H S poseen los docentes que imparten las


Oque
RE C
concepción epistemológica
D E
cátedras de investigación en el Programa de Educación Integral de la

Universidad de Oriente Núcleo de Sucre-Carúpano, tomando en cuenta sus

tres dimensiones principales: Racional-Deductivo, Empírico-Inductivo e

Introspectivo–Vivencial.

Debido a que la variable estudiada se encuentra inmersa en un medio

social real, se afirma que el modelo del estudio puede ser catalogado de

campo. Este tipo de investigaciones científicas están dirigidas a descubrir las

relaciones e interacciones entre variables en el ambiente o el contexto

natural donde se produce. En tal sentido, son sólidos en cuanto al realismo,

significancia, fuerza de las variables, orientación de la teoría y calidad

heurística. (Sabino, 1990; Anastassi, 1998; Brown, 1980).

Diseño de Investigación

CXVII
El diseño ha sido concebido como la forma de realizar las acciones

que supone toda investigación científica y social, tanto en la disposición y

enlace de los elementos que intervienen en ella, como en el plan a seguir en

la obtención y tratamiento de los datos necesarios para su verificación (Sierra

Bravo, 1991).

DO S
E RVA
R E S
HO S
Con base en lo señalado, esta investigación contempla un diseño no

E REC
experimental de tipo transeccional descriptivo, puesto que no se altera ni

D
manipula la variable en condiciones experimentales. De igual manera, se
recolectan datos atendiendo a la medición de un grupo de personas en un
solo momento con el objetivo de describir dicha variable.

Sujetos de Investigación

Población

Para esta investigación la población estuvo constituida por 24

docentes que imparten las cátedras de introducción a la investigación,

investigación educativa, fase de observación y fase de ejecución de

proyectos de investigación, en el programa de educación integral de la

Universidad de Oriente, Núcleo de Sucre-Carúpano. Cabe señalar, que la

multiplicidad de asignaturas y el reducido número de sujetos se debe a que

el mencionado núcleo, tiene aproximadamente cinco años de haberse

declarado su legalidad y aceptación por el Consejo Nacional de

Universidades (CNU), razón por la cual, cuenta con una reducida capacidad

de infraestructura y por consiguiente, presenta una matrícula pequeña.

CXVIII
Atendiendo a lo antes señalado, estos docentes se distribuyen de la

siguiente manera en la tabla N° 1:

Muestra.

DO S
La selección de la muestra se realizó a través de un procedimiento

RVA
probabilístico llamado censo poblacional (Hernández y otros, 1998), el cual
E
R E S
consiste en tomar todos los elementos de la población como parte de la

HO S
investigación. A tal efecto se mantuvieron los mismos sujetos integrantes de
la población.
E REC
D
Tabla N° 1.
Distribución de la Población.

Asignatura Número de docentes


Introducción a la Investigación 6
Investigación Educativa 6
Fase de Observación 6
Fase de Ejecución de Proyectos 6
Total de docentes 24
Fuente: Departamento de Educación Integral. UDO-Sucre-
Carúpano.

Definición Operacional de la variable: Concepción epistemológica

de los docentes que enseñan investigación.

Se asume como los puntajes obtenidos por los docentes universitarios

que enseñan investigación en el programa de educación integral, núcleo de

Sucre-Carúpano en la escala de estimación de las concepciones

epistemológicas (ver tabla N° 2).

CXIX
Descripción del Instrumento

Las técnicas e instrumentos de recolección de datos, son los medios

que utiliza el investigador para medir o valorar el comportamiento de la

variable objeto de estudio (Chávez, 1997).

D O S
VA
En el presente estudio, se utilizó para la recolección de datos, la

S E R
R E
escala de estimación de concepciones epistemológicas en docentes

C H OS (2006), definida como una prueba


E
DER
investigadores Fontaines–Sánchez,

psicométrica con formato tipo Lickert, que tiene como finalidad el estudio de

la percepción de las concepciones epistemológicas sobre la investigación

que poseen los docentes que enseñan a investigar. Se encuentra

conformada por las siguientes sub-escalas: Concepción Racional-Deductiva,

Concepción Empírico-Inductiva y Concepción Introspectiva– Vivencial.

CXX
Tabla Nº 2. Operacionalización de la Variable.

Dimensiones Indicadores Ítemes


Captación sensorial de las
regularidades de eventos para la 1,3,5,8,10,11
generación de leyes.
Planteamiento de sistema de
13,15,17
variables e indicadores.
Concepción
Empírico El conocimiento se
DO S23,26,30,33,36
descubre

VA
mediante el establecimiento de una
R
Inductiva
relación causal.
E S E
S R
Verificación como criterio de
39,42,45,47,50,5
HO
REC
demarcación. 3

DE
Uso de las probabilidades y empleo
56,58,59
de un lenguaje aritmético.

Genera respuestas universales. 2,4,6


Generación de sistemas teóricos
18,21,24
Concepción mediante la falsación.
Racional Uso de un lenguaje lógico y de
Deductiva matemática discreta para obtener, 28,31,34,37
contrastar y difundir la información.
El conocimiento se inventa. 40,43,46,47,51
Concepción Epistemológicas

Decodificación de símbolos
6,8
socioculturales.
Vinculación simbiótica sujeto-objeto. 12,14,16,19
Concepción Contrastación mediante experiencia
20,22,25,27,29
Introspectiva y consenso.
Vivencial Interpretación hermenéutica de los
32,35,38,41,44
hechos.
Variable

Conocimiento es un acto de
comprensión y un medio de 49,52,54,55,57
transformación humana y social.
Fuente: Fontaines (2006)

CXXI
A su vez, estas tres dimensiones, contienen una serie de indicadores,

las cuales se comentan a continuación con la finalidad de dar mayor

consistencia al instrumento y abarcar los aspectos relevantes para el estudio:

Primera sección: Concepción Empírico-Inductiva: a.) Captación

D O S
sensorial de las regularidades de eventos para la generación de leyes; b.)

E R VAc.) El conocimiento se
R E S
Planteamiento de sistema de variables e indicadores;

C H OS de una relación causal; d.) Verificación


E R E
descubre mediante el establecimiento

D
como criterio de demarcación y e.) Uso de las probabilidades y empleo de un

lenguaje aritmético.

Segunda sección Concepción Racional-Deductiva: a.) Genera

respuestas universales; b.) Empleo de la falsación y generación de sistemas

teóricos; c.) Uso de un lenguaje lógico y de matemático discreto para

obtener, contrastar y difundir la información y d.) El conocimiento se inventa.

Tercera sección Concepción Introspectivo-Vivencial: a.)

Decodificación de símbolos socioculturales; b.) Vinculación simbiótica sujeto-

objeto; c.) Contrastación mediante experiencia y consenso; d.) Interpretación

hermenéutica de los hechos y e.) Conocimiento es un acto de comprensión

y un medio de transformación humana y social.

En su primera versión el Inventario (ver anexo # 2) contaba con un

total de 80 ítemes, distribuidos en las 3 sub-escalas, con cuatro opciones de

respuestas que oscilan entre totalmente de acuerdo y totalmente en

CXXII
desacuerdo (A significa totalmente de acuerdo, B ligero acuerdo, C ligero

desacuerdo y D totalmente en desacuerdo).

Es importante destacar, que después de realizar el análisis respectivo

de los ítemes, procedimiento que se explicará con detalle en el apartado

D O S
correspondiente a validez y confiabilidad, la versión final de la escala de

R A la investigación en
Vsobre
E S E
R
estimación de Concepciones Epistemológicas

docentes que enseñan H


C OS Fontaines – Sánchez, 2006 (ver anexo #
E R E a investigar

D
3) quedó constituida por 59 ítemes, distribuidos en las 3 sub-escalas del

modo ilustrado en la tabla N° 3.

Para la corrección del Instrumento, se toman los ítemes para cada

sub-escala y las respuestas se puntúan de 4 a 1, siendo 4 la respuesta de la

letra A (total acuerdo), 3 la respuesta de la letra B (ligero acuerdo), 2 la

respuesta de la letra C (Ligero desacuerdo) y 1 la respuesta de la letra D

(total desacuerdo).

CXXIII
Tabla No 3
Distribución del número de ítemes para cada sub-escala.

Sub- Escalas Número de ítemes

Empírica
23
Inductiva
Escala de estimación de
Concepciones Epistemológicas
sobre la investigación en
DO S
docentes que enseñan a Racional
investigar Fontaines – Sánchez, Deductiva E RVA 15

R E S
2006
HO S
E REC Introspectiva
D Vivencial
21

Fuente: Fontaines, 2006.

Propiedades Psicométricas

Según Hernández, Fernández y Baptista (1998), la validez en términos

generales se refiere al grado en que un instrumento mide la variables que se

pretende medir y se divide en validez de contenido (grado en que un

instrumento refleja estrecha relación con las dimensiones e indicadores a

medir), y la validez discriminante (referente a la independencia existente

entre las dimensiones que componen la variable).

En el presente estudio, para la obtención de la validación de

contenido, se procedió a realizar un proceso de arbitraje con 8 expertos en el

área de epistemología y sobre construcción de instrumentos, para de esta

manera, obtener sugerencias que inviten a la mejora o eliminación de los

CXXIV
ítemes que no respondan teóricamente hablando con las dimensiones objeto

de medición (ver anexo 1). Este proceso, invitó solo a cambiar la redacción

de las instrucciones y la de los ítemes 01, 03, 11. No obstante, se generó

una medida de acuerdo equivalente a W=0,90, evidencia de una fuerte

convergencia entre los evaluadores de la correspondencia entre el

DO S
RVA
constructo estimado y los ítemes representados.
E
R E S
Para proceder a H
S
O de la validación discriminante (debido al
E C la obtención

número D
ER
de sujetos solo se realizó el análisis de ítemes), se aplicaron una

serie de pruebas estadísticas para depurar el instrumento, las cuales se

detallan a continuación:

• Estadística descriptiva: se empleó un estudio de la varianza como

una medida de la cantidad total de variabilidad en un conjunto de

calificaciones. Mediante esta prueba no se eliminó ningún reactivo.

• Correlación ítem – total: El coeficiente de correlación arrojado a

través de esta prueba se constituyen en la medida de la relación entre el

ítem y el total de cada sub-escala. Cabe destacar que fueron anulados los

reactivos cuyo puntaje de correlación fueron menores a 0,30 (ver tabla N° 4

y anexo 4).

CXXV
Tabla N° 4.
Ítemes eliminados por la Correlación ítem – total.

01 31 34 43 70 74 76 02 14 17 23 26 32 41

03 06 09 18 63 69 * * * * * * * *

S
Fuente: Fontaines, 2006.

DO
En relación con la confiabilidad,S E RVAFernández y Baptista
S R E Hernández,

(1998), manifiestan C
E HO
R
que un instrumento es confiable cuando, luego de
DE a un mismo sujeto en repetidas ocasiones, produzca iguales
haberlo aplicado

resultados. Por su parte Brown (1980), afirma que para la consistencia

interna de un instrumento se trata de relacionar el grado en el que están

interconectados recíprocamente los reactivos de la prueba.

En el caso de esta investigación se utilizó para establecer la

confiabilidad el alfa de Cronbach, con un nivel de significación de 0,01; el

cual se puede interpretar como la correlación promedio entre una y otra

prueba psicológica de la misma longitud, tomadas de un mismo dominio

(Brown, 1980).

En la tabla N° 5 y anexo 5 se muestra el índice de confiabilidad Alfa

de Cronbach para cada sub – escala.

CXXVI
TablaN° 5.
Índice de Confiabilidad para cada Sub – Escala.

Sub - Escala Índice

Empírica
0,8449
Inductiva

Racional
DO S
VA
0,8449
R
Deductiva

E S E
S R
HO
Introspectiva

REC
0,8825
Vivencial
DEFuente: Fontaines, 2006.
Plan de Análisis de Datos

Considerando que el objetivo de la investigación es el de determinar

la concepción epistemológica sobre la investigación del personal docente

que imparte las cátedras de investigación en el Programa de Educación

Integral de la Universidad de Oriente, Núcleo Sucre-Carúpano; se aplicó la

estadística descriptiva (medidas de tendencia central, dispersión y posición)

para identificar la variable objeto de estudio.

Con ánimos de establecer la dominancia epistemológica, se empleó la

prueba estadística Análisis de varianza, definida por Pagano (2001) como un

método estadístico utilizado para mostrar las variaciones mostradas por

diferentes grupos que forman parte de un estudio experimental. Una

definición bastante cercana a ésta es la emitida por Daniel (1988), él la

expone como un procedimiento aritmético donde se divide en dos o más

CXXVII
componentes la variación total de un conjunto de datos, a cada uno de los

cuales se puede atribuir a una fuente identificada.

Vale la pena señalar que la importancia y pertinencia de este método

estadístico radica en que si los grupos son muestras aleatorias que

D O S
proceden de la misma población, las dos varianzas inter e intragrupos, son

estimaciones insesgadas de la varianza deElaR


VA
R E S misma población, es decir, se

H O S
RE C
puede contrastar sin sesgo alguno ambas varianzas a través del cálculo de la

F. D E

Para aplicar este método se deben cumplir tres supuestos que a juicio
de Lind y otros (2002) son los siguientes: a) Los elementos o las unidades
de análisis deben ser elegidos de manera aleatoria y además poseer una
distribución normal; b) los grupos deben tener varianzas homogéneas; la
selección de una muestra debe ser de manera independiente (ver anexo
6).

PROCEDIMIENTO

Para la siguiente investigación se realizaron los siguientes pasos:

1. Arqueo bibliográfico, que permitió proporcionar información necesaria

para el estudio.

2. Petición de autorización en la Universidad para realizar la

investigación.

3. Elaboración del planteamiento del problema.

4. Construcción del capítulo que argumenta toda la investigación.

CXXVIII
5. Realización del marco metodológico, donde se explican todos los

aspectos relacionados con el tipo y diseño de investigación.

6. Construcción del instrumento, para lo que se realizó un banco de

ítems adecuados a cada una de las dimensiones de la variables que

DO S
RVA
permita medir la concepción epistemológica sobre la investigación del
E
R E S
HO S
personal docente que imparte las cátedras de investigación en el

E REC
D
Programa de Educación Integral de la Universidad de Oriente, Núcleo

Sucre-Carúpano. A dicho instrumento se le realizaron diferentes

pruebas que arrojaron la validez y confiabilidad del mismo.

7. Aplicación del instrumento a la población, para analizar los resultados.

8. Elaboración del análisis y discusión de los resultados.

9. Producción de la conclusión y recomendaciones.

10. Conformación del texto original de todo el trabajo de grado.

CONSIDERACIONES ÉTICAS.

Los procesos de investigación, tal como se ha declarado de forma

reiterada en los apartados que anteceden a éste, se caracterizan por

orquestar un conjunto de encuentros entre dos actores: el sujeto

cognoscente y el objeto cognoscible. Este vincularse, implícitamente,

despierta una serie de situaciones, a partir de las cuales, emergen

CXXIX
condiciones inherentemente humana, que vienen a sustantivar la práctica

investigadora, o en el peor de los casos, a contaminar los avances de

aprehensión cognitiva que se han conquistado.

En este sentido, se levanta un cuestionamiento eminentemente ético

D O S
respecto a lo que se concibe como objeto de estudio, y a las secuencias

E R VA
R E
procedimentales desplegadas para hacerlo
S inteligible. Tal situación trae

C H OS que giran en torno al respeto positivo e


E R E
consigo una serie de características

D
incondicional por el otro, al momento de entrar en su mundo. De igual modo,

pretender conocer lo humano, es indagar en el terreno de lo sensible,

privado, en la trama subjetiva de la otredad, con la finalidad de hacer una

lectura de un mundo, teñida de todo el componente intangible (valores,

emociones, percepciones, concepciones) que define al humano.

Obviamente, cumplir éstos requerimientos en las ciencias humanas y

sociales, no es nada fácil. Exige una actitud ética que como lo refleja Morín

(1999), se caracteriza por la toma de conciencia de la existencia del otro y

con él, o desde él, propiciar transformaciones de su mundo y así, optimizar

su calidad de vida. Visto así, la investigación, estaría cumpliendo su rol social

caracterizado por la liberación del sujeto de los dogmas y ataduras que le

atan para convertirse, como lo manifestara Rogers (1999) en una persona.

Asumiendo estas ideas como una base para la estimación de una

ética humana al servicio de la investigación, en el presente estudio, se

CXXX
pretende determinar la predominancia epistémico de los docentes que

enseñan investigación, considerando y respetando el derecho de cada

investigador de presentar ciertas inclinaciones, a partir de las cuales,

contribuye al cumplimiento de la función heurística y crítica de la ciencia

(Bruner Icart y Morell Blanch, 2001)

D O S
E R VA procesada bajo un
R E S
Así mismo, se postula un manejo de información,

deO
S
criterio de reflexividad y conciencia
transformar un conjuntoH
activa, elementos necesarios para

E R ECFinalmente, se pretende mostrar un acumulado de


datos brutos en información referencial del grupo

Dy conclusiones constatables con el contexto de actuación, puesto


objeto de análisis.
resultados
que su procesamiento se llevó a cabo, en el marco del cumplimiento de las
normas de procesamiento estadístico asociadas a este tipo de indagación.

CXXXI
CAPÍTULO IV

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Resultados.

Tal como se ha evidenciado a lo largo del estudio, a una población

DO S
RVA
constituida por un total de 24 docentes (12 femeninas y 12 masculinos) del
E
R E S
HO S
Programa de Educación Integral de la Universidad de Oriente Núcleo de

E REC
D
Sucre-Carúpano, se les aplicó la escala de estimación de Concepciones

Epistemológicas sobre la investigación Fontaines – Sánchez, 2006, a partir

de la cual se obtuvieron los resultados que se muestran a continuación,

tomando como base organizativa cada una de las dimensiones que

componen la variable y sus respectivos indicadores.

A tal efecto, en el cuadro 6 se expresa para la dimensión: concepción

epistemológica empírico inductiva, una media de 63,71 y una desviación

estándar (DE) equivalente a 11,44. Esta valoración numérica refleja la

inclinación de los docentes por implementar rutinas operativas de orden

empírico, es decir, asumen alternativas de indagación congruentes con las

prescritas por el método científico. Tal verificación puede ser ratificada al

observar que el 50% de la masa profesoral ostentó un puntaje entre 56 y 70

y el otro 25% se ubica en puntuaciones superiores a la mencionada, lo cual

en suma, vendría a representar un 75% de los sujetos estudiados, con una

adecuación a esta forma de indagación científica, que

CXXXII
pudiese catalogarse como media con tendencia a subir.

Esta puntuación, resulta razonable producto de la hegemonía de la

plataforma epistemológica y gnoseológica impulsada por el Círculo de Viena,

D O S
y llevada por los estudiosos y curricultores, a los currícula de formación

universitaria, donde el dato y su forma de E R VAse encuentran casados


R E S obtención

C H OS aritmético, y la orientación contextual del


E R E
con un lenguaje de naturaleza

D
estudio se orienta hacia el exterior del sujeto, resultando inadmisible, en

ninguno de los casos, una relación que ponga en tela de juicio la objetividad

de los elementos indagados.

Mirando más detalladamente el comportamiento diferencial de esta

concepción (ver tabla 7), se tiene que en el indicador, planteamiento de

sistema de variables e indicadores 13 de los docentes, equivalentes al

54,2% se ubicaron en el intervalo que se extiende de 7 a 10 puntos, dando a

conocer su inclinación a descomplejizar las variables que indagan, acudiendo

a formas de orden reduccionista.

No obstante, existe un 29,2% de los profesores, en desacuerdo con

esta práctica, los cuales son una muestra de fluctuaciones en torno a la

forma de estructurar la indagación de las variables y un semillero para la

emergencia de una forma alternativa, que lejos de segmentar, integre para

poder comprender la complejidad del sistema social objeto de estudio.

CXXXIII
A pesar de las tendencias anteriores, la balanza se inclina hacia

acuerdos al creer que el conocimiento es un acto de descubrimiento, esto

traduce, que el hecho existe con independencia del sujeto y éste mediante la

puesta en escena de una serie de procedimientos inductivos, hace inteligible

D O S
aquello que se mostraba inadvertido ante sus ojos. Ello puede constatarse al

R A que totalizan un
Vmismos
E S E
R
sumar los acuerdos de los docentes estudiados,

C H OS
91,7%.
E
DER
Tabla 7.
Comportamiento Diferencial de los Indicadores de la Dimensión:
Concepción Empírico Inductiva.

Indicador: Captación sensorial de las regularidades de eventos para la


generación de leyes
Porcentaje
Puntaje Válido Frecuencia Porcentaje
Acumulado
06-12 5 20,8 20,8
13-18 9 37,5 58,3
19-24 10 41,7 100,0

Indicador: Planeamiento de sistemas de variables e indicadores


Porcentaje
Puntaje Válido Frecuencia Porcentaje
Acumulado
03-06 7 29,2 29,2
07-10 13 54,2 83,3
11-14 4 16,7 100,0

Indicador: El conocimiento se descubre mediante el establecimiento de una


relación causal
Porcentaje
Puntaje Válido Frecuencia Porcentaje
Acumulado
05-10 2 8,3 8,3

CXXXIV
11-15 10 41,7 50,0
16-20 12 50,0 100,0

Indicador: Verificación como criterio de demarcación


Porcentaje
Puntaje Válido Frecuencia Porcentaje
Acumulado
06-12 3 12,5 12,5
13-18 12 50,0 62,5

DO S
VA
19-24 9 37,5 100,0

Indicador: Uso de las probabilidades E E R


S de un lenguaje aritmético.
OS R y empleo

E C H Porcentaje
R
Puntaje Válido Frecuencia Porcentaje
D
03-06E 9 37,5
Acumulado
37,5
07-09 10 41,7 79,2
10-13 5 20,8 100,0

Fuente: Fontaines (2006)

Lo previamente descrito se muestra en congruencia con la asunción

de la verificación como criterio de demarcación entre ciencia y

pseudociencia, y es que si el conocimiento se descubre, lógicamente, tal

descubrimiento debe ser verificado. Así lo afirman el 87,5% de la población.

Respecto a la forma de captar los objetos que se examinan, hay acuerdos

entre los docentes (79,2%) al cargarle a los sentidos la responsabilidad de

hacer que éstos entren al sistema cognitivo del investigador, es decir, la vía

sensorial es la que conduce al investigador a construir el sistema de ideas

conducentes a descubrir el conocimiento. A pesar de ello, hay una tendencia

que discurre ligeramente de esta apreciación. Un 20,8% de los docentes se

abren a una posibilidad distinta en cuanto al encuentro entre sujeto y objeto

de estudio. Este hecho habla de una incisión en la regencia de determinada

CXXXV
concepción epistémica, dejando colar de forma paulatina, sistemas de

creencias, que le abren al investigador otras maneras de conocer.

Esta descripción no estuviese completa, si no se hablase del tipo de

lenguaje y formas de análisis. Aquí, al igual que en el caso de la vía de

D O S
contacto gnoseológico, las opiniones se encuentran divididas. Un 62,5% se

R V A
E S E
R
agrupan alrededor del uso de probabilidades y lenguaje aritmético para

expresar los resultados Hde O


S
R E C investigación, y un 37,5% se inclinan por emplear

D E
otros recursos lingüísticos y analíticos para encontrar la esencia conceptual

que fluctúa entre el conjunto de datos obtenidos.

Tal como pudo percibirse, entre los docentes que enseñan

investigación, a pesar de favorecer ciertos caminos de orden empírico, no se

cierran a la posibilidad de asumir otras vías. Lógicamente, el terreno de la

producción epistemológica y metodológica, se encuentra bombardeado por

las revoluciones paradigmáticas, resquebrajando, al menos en las ciencias

sociales, las pretensiones de absolutismos gnoseológicos y metodológicos,

abriéndose hacia una vocería más amplia que como dijera Bericat (1998)

permita conquistar la integralidad de lo que se estudia.

Respecto a la concepción racional deductiva (ver tabla 8), se detalla

un comportamiento inverso al de la anteriormente señalada. Es decir, los

puntajes encontrados, alertan de un continuo desacuerdo con los reactivos

CXXXVI
asociados a la práctica de una investigación racionalista. En este marco de

discusión, la media ostentada fue de 34,92 y la DE fue igual a 8,94.

Tabla 8.
Estadística Descriptiva de la dimensión: Concepción Racional
Deductiva.

DO S
Desviación
Puntaje Mínimo Puntaje Máximo
R V A
Media
Estándar
18 50
R E SE34,92 8,94

HO S
E RECFrecuencia Porcentaje
D
Puntajes Porcentaje
Acumulado
18-28 7 29,2 29,2
29-39 9 37,5 66,7
40-50 8 33,3 100,0
Fuente: Fontaines (2006)

Si se contempla la distribución porcentual de esta dimensión, se tiene

que un 29,2% presenta valoraciones que arrojan su desavenencia con los

postulados de la investigación racional, estando un 37,5% en una posición

que pudiese catalogarse como intermedia, la cual sumada a la anterior

forman un bloque de 66,7%, susceptible de ser valorado cualitativamente con

tendencia media-baja.

Al voltear los ojos hacia la arquitectura de esa dimensión (ver tabla 9)

se tiene que el indicador: genera respuestas universales, produjo un

agrupamiento del 50% de los docentes hacia un completo desacuerdo con

esa manifestación racionalista de dar respuesta al condicionante universal

“todos” desde la inventiva humana. Luego aparece un 33,3% que reflejan

CXXXVII
una postura de ligero acuerdo. Unificando estas apreciaciones porcentuales,

se tendría que un 83,3% pone en tela de juicio la idea de producir

respuestas universales mediante la investigación racional, estando sólo un

16,7% en acuerdo con lo señalado.

Tabla 9.

DO S
Comportamiento Diferencial de los Indicadores de la Dimensión:

RVA
Concepción Racional Deductiva.
E
R E S
HO S
Indicador: Genera respuestas universales.

E RECFrecuencia Porcentaje
D
Puntaje Válido Porcentaje
Acumulado
03-06 12 50,0 50,0
07-09 8 33,3 83,3
10-13 4 16,7 100,0

Indicador: Generación de sistemas teóricos mediante la falsación.


Porcentaje
Puntaje Válido Frecuencia Porcentaje
Acumulado
03-06 06 25,0 25,0
07-09 11 45,8 70,8
10-13 07 29,2 100,0

Indicador: Uso del lenguaje lógico y de matemática discreta para obtener,


contrastar y difundir la información
Porcentaje
Puntaje Válido Frecuencia Porcentaje
Acumulado
04-08 13 54,2 54,2
09-12 8 33,3 87,5
13-16 3 12,5 100,0

Indicador: El conocimiento se inventa


Porcentaje
Puntaje Válido Frecuencia Porcentaje
Acumulado
05-10 11 45,8 45,8
11-15 9 37,5 83,3
16-20 4 16,7 100,0

CXXXVIII
Fuente: Fontaines (2006)

En cuanto al empleo de la falsación y la generación de sistemas

teóricos, aquí se vuelve a manifestar el mismo comportamiento de

concentración del mayor grupo de docentes, ya que un 70,8% cuestionan la

D O S
investigación racional como capaz de generar en sistemas teóricos, habiendo

R A sesgo se afinca aún


VEste
E S E
R
sólo un 29,2% de acuerdo con este señalamiento.

H O S
E C
más, si se considera que
R
el 87,5% de la población niegan el empleo de la

D E
matemática discreta y la lógica simbólica como vía para hacer llegar el

producto de las investigaciones a la comunidad científica. Finalmente y en

congruencia con las tendencias anteriores, la idea de inventar el

conocimiento, también genera cierto escozor entre la población. A tal efecto

un 83,3% de ellos muestran su desacuerdo ante esta actitud, estando sólo el

16,7% a favor de la misma.

La oposición ante esta propensión, tiene sentido si se observa la

afinidad de las respuestas dadas por los docentes con las formas de trabajo

empírico inductiva, y la poca difusión de este tipo de investigación en el

terreno educativo, ya que como lo reseñan Camacho y Fontaines (2004) sólo

un 5% de las publicaciones en metodología de la investigación publicadas

desde el 1950 hasta el 2003, reportan un camino racional deductivo para

hacer investigación.

CXXXIX
Este señalamiento es refrendado por Padrón (1998) cuando expresa

que en contra de este tipo de estudio se ha cometido una omisión de su valor

y presencia histórica ya que a través de su puesta en escena se le abrió el

camino a la ciencia, mediante el trabajo de Descartes, entre otros y gracias a

él, tuvo sentido la revolución en el seno de la física, la cual ha dado origen a

DO S
RVA
una postura postracionlista difundida en la actualidad bajo la denominación
E
R E S
HO S
de lo que Martínez (2000) llama paradigma emergente.

E R EC
D a la última de las dimensiones de la variable en estudio, tal
Respecto

como se detalla en la tabla 10, la dimensión concepción epistemológica

introspectiva - vivencial, ostentó una media de 65,25 y una DE igual a 11,47,

valores alrededor del cual se agrupó el 91,7% de los docentes estudiados,

favoreciendo así los postulados mostrados por esta forma de concebir la

investigación.

Respecto a sus indicadores (ver tabla 11), la balanza muestra una

inclinación favorable cuando devela los acuerdos del 91,7% de los

profesores al considerar que investigar es análogo a decodificar los códigos

socioculturales en los que se manifiesta el hecho en estudio. Es decir, se

asume para conocer, la necesidad de comprender las formas discursivas de

determinado contexto como llave para entrar a in-vivirse en la complejidad de

lo estudiado.

CXL
Tabla 10.
Estadística Descriptiva de la dimensión: Concepción Introspectivo-
Vivencial.

Desviación
Puntaje Mínimo Puntaje Máximo Media
Estándar
38 81 62,25 11,47

Puntajes Frecuencia Porcentaje


DO S
Porcentaje

8,3V
R A Acumulado
38-52 2
S E
E 37,5
8,3
53-66
O S R
9 45,8
67-81
E CH 13 54,2 100,0

DER
Fuente: Fontaines (2006)

Esta preferencia porcentual es reiterada (91,7%) cuando se mira la

necesidad de in-vivirse en el objeto de estudio para poder comprenderlo. De

acuerdo con esto, no se puede entender la otredad sin ser parte de ella.

Lo afirmado contradice las pretensiones de objetividad de los que se

inclinan por favorecer el camino empírico, pero presenta cierta congruencia

cuando se analiza el método empleado para construir el conocimiento, el

cual, lejos de establecer diferencias entre estas dos formas de investigar, tal

como lo refleja Padrón (1992; 1998) y Bericat (1998) tienen más tendencia a

la compatibilidad entre ellas que con la racional, gracias a la utilización de la

inducción como sendero que comunica al sujeto con el objeto de estudio.

CXLI
Tabla 11.
Comportamiento Diferencial de los Indicadores de la Dimensión:
Concepción Introspectivo-Vivencial.

Indicador: Decodificación de los símbolos socioculturales


Porcentaje
Puntaje Válido Frecuencia Porcentaje
Acumulado
02-04 2 8,3 8,3
05-07 15 62,5
DO S 70,8

VA
08-09 7 29,2 100,0

S E R
S R E
HO
Indicador: Vinculación simbiótica sujeto-objeto

E RECFrecuencia
Puntaje Válido
Porcentaje
D
Porcentaje
Acumulado
04-08 2 8,3 8,3
09-12 9 37,5 45,8
13-16 13 54,2 100,0

Indicador: Contrastación mediante experiencia y consenso


Porcentaje
Puntaje Válido Frecuencia Porcentaje
Acumulado
05-10 2 8,3 8,3
11-15 14 58,3 66,7
16-20 8 33,3 100,0

Indicador: Interpretación hermenéutica de los hechos


Porcentaje
Puntaje Válido Frecuencia Porcentaje
Acumulado
05-10 3 12,5 12,5
11-15 6 25,0 37,5
16-20 15 62,5 100,0

Indicador: Conocimiento es un acto de comprensión y un medio de


transformación humana y social.
Porcentaje
Puntaje Válido Frecuencia Porcentaje
Acumulado
05-10 2 8,3 8,3
11-15 6 25,0 33,3
16-20 16 66,7 100,0

CXLII
Fuente: Fontaines (2006)

Aceptar la in-vivencia anteriormente reflejada, implica de forma

innegable, aceptar la necesidad de contrastar el conocimiento en la

experiencia y con el otro. Esta observación es compartida por el 91,6% de

D O S
los docentes, que a través de sus respuestas se inclinan por el uso del

R V A
E S E
R
consenso y la devolución de los resultados al lugar de donde fueron

C H OS
extraídos.
E
DER
Respecto al modo de interpretación, se observa que la mayor

concentración de los docentes (62,5%) reconoce en la hermenéutica la vía

para sacar de los datos la esencia de lo indagado. Esta cantidad al ser

sumada con el 25% de ellos que muestran una inclinación intermedia,

forman una masa con un peso porcentual del 87,5.

Atendiendo al último de los indicadores, se visualiza, al igual que en la

situación anterior, como el mayor grupo de los docentes(66,7%) se enrolan

en un total acuerdo con la concepción del conocimiento como un acto de

comprensión, y es que no podría ser de otro modo si se une la tendencia a

favorecer de forma sesgada la interrelación intersubjetiva entre los actores

de la trama epistémica, lo cual indica una inclinación de la masa profesoral a

emplear esquemas de investigación congruentes con esta forma de

abordaje.

CXLIII
Luego de haber expuesto el comportamiento diferencial de las

dimensiones e indicadores que componen la variable en estudio, se

consideró necesario establecer si existen diferencias significativas entre las

concepciones epistemológicas antes señaladas. Para ello, como ya se ha

señalado, se empleó un análisis de varianza, cuyo proceso de aplicación y

DO S
resultados se muestran a continuación.
E RVA
R E S
HO S
E C
Análisis de Varianza.

DER
Inicialmente, se estimó la normalidad de los datos mediante la prueba

de Kolmogorov y Smirnov (ver tabla 12), arrojando evidencias que reflejan la

normalidad de los datos. Así se detalla como para la concepción empírica el

valor de K-S, fue de 0,466, sig, 0,982. En el caso de la racional K-S fue

0,668. sig. 0,764 y para la concepción introspectiva K-S fue de 0,454, sig.

0,986.

Luego se estimó la homogeneidad de las varianzas, lograda mediante

la prueba de Levene. Al respecto, se demostró a través del puntaje obtenido

(Estadístico de Levene= 0,505, Sig. ,606) que las varianzas eran

homogéneas .

CXLIV
Tabla 12.
Pruebas de Kolmogorov y Smirnov y de Homogeneidad de las
Varianzas

Concepción Concepción Concepción


Epistemológica Epistemológica Epistemológica
empírico- Racional - Introspectivo-
Inductiva Deductiva Vivencial

S
N 24 24 24

DO
VA
Media 63,71 62,25 34,92
Desviación Típica 11,44
S E R 11,47 8,94
Diferencias Absoluta
S R E
,095 ,136 ,093
más
EC
Positiva HO ,095 ,085 ,086
Extremas
D E R
Negativa -,091 -,136 -,093
Z de Kolmogorov- ,466 ,668 ,454
Smirnov
Sig. Asintótica ,982 ,764 ,986
(bilateral)

Estadístico de Levene gl1 gl2 Sig


,505 2 69 ,606
Fuente: Fontaines, (2006)

Habiendo cubierto los requisitos para la aplicación de la prueba, se

calculó el análisis de varianza (ver tabla 13), mismo que arrojó una F de

61,366 Sig. 0,000. cálculo a partir del cual, se infiere la existencia de

diferencias significativas entre las dimensiones que componen la variable

estudiada. No obstante, y en aras de identificar específicamente donde

estriban las diferencias, se procedió a realizar un cálculo de comparaciones

múltiples con la ayuda de la prueba de Tukey, a través de la cual se dio a

conocer que la variación existente está localizada entre la concepción

epistemológica racional deductiva y las empírica e introspectiva

respectivamente (ver tabla 14).

CXLV
Tabla 13.
Análisis de la Varianza

Suma de Media
Gl F Significación
cuadrados cuadrática
Intergrupos 14011,583 2 7005,792 61,366 0,000

S
Intragrupos 7877,292 69 114,164
DO
VA
Total 21888,875 71
Fuente: Fontaines (2006)
S E R
S R E
EC HO
D E R Tabla 14.
Prueba de Tuckey

Diferencias
(I) Concepciones (J) Concepciones Error
de Media Sig.
Epistemológica Epistemológicas Típico
(I-J)
Concepción
Epistemológica -1,5417 3,084 ,872
Concepción
Introspectivo-Vivencial
Epistemológica
Empírico-Inductiva Concepción
Epistemológica 28,7917 3.0844 ,000
Racional Deductiva

Concepción
Epistemológica 1,5417 3,0844 ,872
Concepción
Empírico-Inductiva
Epistemológica
Introspectivo-Vivencial Concepción
Epistemológica 30,333 3,0844 ,000
Racional Deductiva

Concepción
Epistemológica 28,7917 3,0844 ,000
Concepción
Empírico-Inductiva
Epistemológica
Racional Deductiva Concepción
Epistemológica -30,333 3,0844 ,000
Introspectivo-Vivencial
Fuente: Fontaines (2006)

CXLVI
DISCUSIÓN

Los resultados del análisis de la varianza vienen a ratificar el

comportamiento diferencial de los docentes en torno a la estimación de sus

concepciones epistemológicas respecto a la investigación, ya que como se

D O S
evidenció el racionalismo como alternativa para realizar investigación, no

E R VA
R E S
ganó un significativo grupo de adeptos en los docentes encargados de

enseñar a investigar enH elO


S
R E C programa de educación integral del Núcleo de

D E
Sucre-Carúpano de la Universidad de Oriente.

Y definitivamente, tiene sentido pensar en esto, ya que la

consideración de este enfoque como opción de producción de conocimiento,

pareciera haber sido de uso exclusivo para las ciencias matemáticas y

lógicas, entre otras, desconociendo sus potencialidades para generar

alternativas de solución ante la organización de la investigación en la

educación, como es el caso del empleo de la metodología de Lakatos (1978)

en la configuración de las líneas de investigación, a partir de las cuales se

sumen esfuerzos para develar porciones cada vez más grandes de la

varianza asociada a los procesos indagados.

Conviene señalar como otra de las probables causa de esta

diferenciación o anulación de la investigación racional dentro del terreno de

las ciencias de la educación, pudiera encontrarse en el error histórico y

teórico de muchos autores que escriben manuales de investigación, al

CXLVII
pretender abrazar mediante la denominación de cuantitativo formas de

investigación incompatibles, como es el caso del empirismo y el racionalismo.

Y es que hablar de incompatibilidad está anclado en las múltiples encuentros

establecidos entre los seguidores del Racionalismo (Popper, Lakatos,

Feyerabend) y aquellos que, a ultranza, defienden la postura empírica

DO S
derivada del círculo de Viena y
RVA
manejada en la actualidad bajo la
E
R E S
HO S
denominación de concepción heredada (Camacho, 2001).

E R EC
DeDigual manera, esta vía de producción de conocimiento, se muestra

incompatible y aparentemente poco atractiva en el campo de la formación

investigadora en educación integral, ya que, el currículo vende la idea de

construir conocimiento desde la empiria, y el racionalismo trabaja en vía

contraria, situación por la cual, resulta incasable con las pretensiones

curriculares de este programa universitario.

Sin embargo, la relación establecida entre lo empírico y lo

introspectivo, no puede resultar alarmante, si se asume que ambas parten de

la empiria para llegar al conocimiento. Las dos posturas reclaman el contacto

con la experiencia para conocer. No obstante el condicionamiento

gnoseológico las aleja, porque mientras que desde la postura empírico-

inductiva, resulta poco aceptable el vínculo socio-afectivo entre los actores

de la construcción de conocimiento, por poner en tela de juicio la objetividad,

para el caso de la vía introspectiva, esto es condición necesaria.

CXLVIII
Esta lectura, se encuentra en sintonía con los autores que como

Bericat (1998) postulan la complementariedad metodológica como una

alternativa para unificar las tan difundidas disyuntivas paradigmáticas. Y es

que en la práctica, las restricciones metodológicas se encuentran

maquilladas de ausencia, producto de que quien investiga y quien es

DO S
RVA
investigado, al menos en el terreno de los social, se comportan como dos
E
R E S
complejidades
HO S
hambrientas de fusión y de cuya síntesis nace un nuevo

E REC
D
conocimiento, emerge una visión de esa cosa llamada conocimiento

científico.

Lógicamente estos resultados, lejos de marcar el privilegio de una

postura sobre otra, se constituyen en una evidencia de la transición

paradigmática que se vive en el área educativa, ya que los curricula en su

esfuerzo por atender al ser humano desde una perspectiva integral, han

adoptado metodologías congruentes con modelos de investigación

difundidos por las epistemologías cualitativas, intentando sacralizar la

cualificación del conocimiento como la vía con mayor idoneidad para intentar

conocer, sin tomar en cuenta que se cae en el mismo error que los empiristas

al ser excluyente respecto a las diversas maneras de hacer conocimiento.

Con base en lo señalado, no se pudiera expresar la existencia de una

determinada concepción, no así, se pudiese hablar de comportamientos

complementarios en la enseñanza de la investigación, lo cual se muestra

CXLIX
más atractivo y abarcante de la condición sinérgica que subyace al acto

instruccional y al proceso educativo en general.

DO S
E RVA
R E S
HO S
E REC
D

CL
Conclusiones.

Luego de haber estudiado el conjunto de resultados del presente

estudio se han considerado las siguientes conclusiones:

Existe aceptación entre la comunidad de docentes del programa de

DO S
educación integral
RVA
del Núcleo de Sucre-Carúpano de la Universidad de
E
R E S
HO S
Oriente, por los corolarios que definen la postura empírico inductiva, lo cual

E REC
D
se evidencia en el comportamiento creciente de los acuerdos de un

significativo porcentaje de la población intervenida.

La práctica investigadora vista desde lo empírico inductivo, ostenta un

comportamiento análogo al del método científico, vale decir que sus

secuencias procedimentales, promueven una relación gnoseológica

permeada de reduccionismo en aras de exaltar la objetividad y verificabilidad.

La práctica de la investigación racionalista, no posee acogida en el

seno de los docentes estudiados, ello por ser incompatible con las

pretensiones curriculares sobre la cual se monta la carrera y además por el

desconocimiento de su operacionalización y puesta en escena.

La errónea síntesis que bajo la denominación de cuantitatividad se ha

hecho entre el empirismo y el racionalismo, además de incurrir en un error

histórico y epistemológico, ha desventajado la puesta en escena de la

investigación racional en el seno de la investigación educativa, inhibiendo a

CLI
este sector del saber, de las bondades de este tipo de indagación como

herramienta para organizar la investigación.

La práctica de la investigación de orden introspectivo encuentra

adeptos entre los docentes estudiados, los cuales exhibieron puntajes por

DO S
encima de la media respecto a la consideración de todos los indicadores de

E RVA
esta dimensión intervenida.
R E S
HO S
E REC
D
Hay una diferencia estadísticamente significativa (F=61,366 sig. 0,000)

entre las concepciones epistemológicas que sobre la investigación presentan

los docentes investigados. Dicho resultado se encuentra sustentado en las

diferencias de medias entre la concepción racional, las introspectivas y

empíricas respectivamente.

No existe una concepción epistemológica que rija la puesta en escena

de la enseñanza de la investigación y por consiguiente la praxis de la

investigación en el programa, por el contrario, se camina hacia prácticas que

aceptan la complementariedad metodológica como vía para la conquista del

conocimiento.

Se perciben semejanzas metódicas en las prácticas asumidas desde

el referente epistémico introspectivo y el empírico inductivo, ello se encuentra

sujeto a la puesta en escena de la inducción como vía para la construcción

del conocimiento.

CLII
La complementariedad metodológica es el camino para la

construcción del conocimiento en educación, solo hace falta rescatar el

concepto de prudencia gnoseológica y epistémica al momento de hilvanar las

redes que forman la trama del conocimiento y por supuesto de la urdimbre de

la investigación.

DO S
E RVA
R E S
HO S
E REC
D

CLIII
Recomendaciones.

Partiendo de las interpretaciones anteriores y del proceso de

investigación desarrollado es conveniente:

D O S
Desarrollar un estudio más profundo del instrumento empleado, el

cual, a pesar de los elevados puntajes queE R VArequiere de un análisis


R E S presenta,

H S
Onormalización,
E C
de factores y un proceso de para lo cual se requiere de una

DERde sujetos que reúnan las características exigidas.


mayor cantidad

Reproducir la investigación en otros programas universitarios y

comparar los hallazgos con los modos de producción que prescribe el

currículo.

Relacionar las concepciones de los docentes con los productos

desarrollados por los estudiantes para develar formas de dominación, y de

esta manera emplear acciones para emancipar al sujeto y propiciar su

desarrollo e independencia intelectual.

CLIV
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