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UNIDAD EDUCATIVA “SAN FELIPE NERI”

CIENCIAS NATURALES
NOMBRE: BRYAN GARGÍA
CURSO: OCTAVO “D”
FECHA: 2020/01/22
¿Qué es el sistema digestivo?

Se conoce como sistema digestivo o aparato digestivo al conjunto de órganos y de conductos


que intervienen a la hora de la alimentación y absorción de los nutrientes adquiridos,
tanto en el cuerpo del ser humano como en el de muchos animales superiores.

La digestión es el nombre que recibe este proceso, en el cual se transforman los alimentos
y se obtiene de ellos la energía y los nutrientes indispensables para el sostén y desarrollo de
la vida. Esto implica la reducción de la materia orgánica consumida a sus partes más
elementales aprovechables, y la expulsión del organismo del material restante.

El sistema digestivo, encargado de ello, comprende el proceso completo desde el ingreso de


la comida a la boca, hasta la expulsión de las heces fecales, pasando por la absorción de los
nutrientes. Se trata de un mecanismo complejo, en el que intervienen numerosas partes del
cuerpo y que resulta indispensable para la vida, dado que los animales obtenemos la
energía a partir de la oxidación de la glucosa, un azúcar que sólo puede obtenerse al reducir
la materia orgánica que comemos.

Ver además: Aparato Circulatorio.

2. Funciones del sistema digestivo

El aparato digestivo cumple con diversas funciones, que son


de transporte, secreción, absorción y excreción.

 Transporte. Los alimentos son llevados desde la boca, en donde se trituran y


convierten gracias a la saliva en un bolo alimenticio, hasta el estómago, luego los
intestinos y finalmente al exterior del cuerpo, a través de una serie de conductos
dotados de movimiento muscular propio, el movimiento peristáltico.
 Secreción. Una vez contenida en el estómago, la comida triturada es sometida a la
acción de los jugos gástricos segregados allí mismo, los cuales disuelven la materia
y la reducen a sus mínimos elementos químicos.
 Absorción. Las formas simples extraídas de la materia, sus proteínas, aminoácidos,
azúcares, etc., son reducidas a lo mínimo posible y son incorporados al organismo,
pasando luego a la sangre y al organismo.
 Excreción. Una vez extraídos los nutrientes de la comida, es preciso expulsar el
material de desecho fuera del cuerpo, y así se hace cada cierto tiempo, a través del
final del tracto digestivo, que en totalidad, desde la boca hasta el ano, mide unos once
metros.

3. Órganos del sistema digestivo

El aparato digestivo comprende los siguientes órganos del cuerpo humano:

 Boca y glándulas salivales. El inicio del proceso se ubica en el ingreso de la comida


a la boca, donde los dientes sirven para triturarla y la saliva producida por las
glándulas salivales la humedece.
 Esófago. Es el conducto que lleva la comida de la boca al estómago, atravesando el
cuello, el tórax y el abdomen, y pasando por un agujero en el diafragma.
 Estómago. En este órgano se acumula la comida, a la espera de la secreción de los
jugos gástricos y las enzimas digestivas, por parte de las células que lo componen.
Estos jugos son básicamente ácido clorhídrico (HCl).
 Páncreas. Esta glándula se encuentra en contacto con el intestino y vierte en el
duodeno su jugo pancreático, indispensable para la digestión, y al mismo tiempo
vierte en la sangre la insulina para procesar el azúcar que entra a la sangre por el
intestino.
 Hígado y vesícula biliar. La mayor víscera del cuerpo (pesa kilo y medio) es el
hígado; éste segrega la bilis, que es una sustancia necesaria para la absorción de las
grasas. La bilis se acumula en la vesícula biliar y de allí pasa al duodeno.
 Intestino delgado. Del duodeno a la válvula ileocecal, esta primera porción del
intestino está repleta de vellosidades y es donde se produce la absorción de los
nutrientes. Mide entre 6 y 7 metros de longitud.
 Intestino grueso. El resto del intestino, que culmina en el recto, mide entre 120 y
160 cm. de longitud y es donde termina la digestión y se forman las heces.
 Ano. La abertura anal es por donde se expulsa hacia el exterior del cuerpo humano la
comida ya digerida, mediante movimientos controlados del esfínter anal.
4. Enfermedades del sistema digestivo

Las enfermedades del aparato digestivo suelen ser de los siguientes tipos:

 Infecciones. Producto del ingreso al intestino de bacterias o virus, provenientes


del agua o de alimentos contaminados. Pueden generar diarrea, heces sanguinolentas
o moco rectal, así como dolores intestinales severos.
 Parásitos. Los parásitos intestinales son frecuentes en poblaciones rurales o en
pobreza, y se transmiten mediante los alimentos o las aguas contaminadas. Muchos
de ellos pueden luego migrar a otras regiones del cuerpo y perpetuar el ciclo si no hay
una correcta eliminación de las heces.
 Indigestiones. Alimentos en mal estado o contaminados con sustancias tóxicas o
nocivas, generan una reacción intestinal muy semejante a las reacciones alérgicas,
con cólicos y usualmente diarrea.
 Gastritis y úlceras. La acción de los jugos gástricos y el constante consumo de
irritantes (alcohol, cigarrillo, cítricos, etc.) puede llevar al enrojecimiento e
inflamación de la mucosa estomacal (gastritis) y, en casos más severos, a úlceras y
llagas internas.
 Cáncer. El color de duodeno, de colon, de hígado o de páncreas son formas conocidas
y agresivas de tumoraciones malignas, asociadas a ciertos hábitos de alimentación.

La nutrición en el recién nacido: LA LACTANCIA

Durante los primeros seis meses de vida, el mejor alimento que podemos ofrecer a nuestro
bebé es la leche materna.
Así coinciden tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Comité de Lactancia
Materna de la Asociación Española de Pediatría, como asociaciones y organizaciones de peso
en temas de lactancia de todo el mundo, expresando que la lactancia materna es la manera
normal y natural de alimentación y debe ser el método de elección para alimentar a todos los
bebés de manera exclusiva durante los seis primeros meses de vida.
A pesar de que la leche materna es el único alimento que toma el niño en esta etapa, cubre
todas la necesidades de energía y nutrientes que necesita el bebé para un óptimo crecimiento
y desarrollo, adaptándose a éste en cada momento. Para que así sea, la lactancia materna debe
ser exclusiva y a demanda.

DEFINICIÓN DE LA LECHE

La leche materna es el mejor alimento para los recién nacidos y lactantes. Las reservas
nutricionales de una mujer lactante pueden estar más o menos agotadas como resultado del
embarazo y la pérdida de sangre durante el parto. La lactancia plantea necesidades
nutricionales especiales, principalmente debido a la pérdida de nutrientes a través de la leche
materna.

El volumen de leche materna varía ampliamente. Los nutrientes presentes en la leche


proceden de la dieta de la madre o de sus reservas de nutrientes.

Para conseguir un buen estado nutricional durante la lactancia, la mujer tiene que aumentar
la ingesta de nutrientes. La leche materna tiene una composición bastante constante y la dieta
de la madre solo afecta a algunos nutrientes. El contenido de grasa de la leche materna varía
con la dieta. El contenido de hidratos de carbono, proteína, calcio y hierro no cambia mucho
incluso si la madre ingiere poca cantidad de estos en su dieta. Sin embargo, si la dieta de una
madre es deficiente en vitaminas hidrosolubles y vitaminas A y D, su leche contiene menos
cantidades de estos nutrientes. En cada visita posnatal tanto la madre como el niño deben ser
examinados, y se debe proporcionar asesoramiento sobre la alimentación saludable. Durante
la lactancia se debe evitar una dieta que aporte menos de 1.800cal al día.

La nutrición prenatal

La nutrición del feto depende de la efectividad coordinada de un aporte suficiente de


nutrientes, que se obtiene de una nutrición materna adecuada.

El estado fisiológico de la gestación (embarazo) requiere la adaptación de la nutrición a las


necesidades de la madre y del hijo, quienes pasan a considerarse vulnerables desde el punto
de vista nutricional, ya que durante las 40 semanas que dura el embarazo, se producen
procesos relacionados con el desarrollo de la vida intrauterina, que influirán de manera
permanente en la salud de un individuo.
En este sentido, el objetivo del cuidado nutricional de la embarazada es preservar la salud
materna y apoyar el crecimiento fetal normal.

“Durante el embarazo se producen adaptaciones fisiológicas o metabólicas en el feto como


respuesta a un micro-ambiente mediado por la nutrición, en una etapa crítica del desarrollo
estructural o funcional de ciertos órganos. La nutrición del feto depende de la efectividad
coordinada de un aporte suficiente de nutrientes, que se obtiene de una nutrición materna
adecuada y de una funcionalidad placentaria correcta”, explica la nutricionista y
dietista Yarabín De Icaza.

La especialista indica que las demandas de energía de la mujer durante la gestación aumentan.
El incremento de peso materno, en función de la edad gestacional, está justificado por los
cambios corporales como los aumentos de mamas para la lactancia, reservas de grasa,
volumen sanguíneo, placenta y feto.
“En el embarazo, los requerimientos nutricionales aumentan y la cobertura de los mismos
debe ser guiada por un especialista, ya que por lo general la dieta de muchas de éstas mujeres
-incluso desde antes de esta etapa- son bajas en nutrientes como el hierro, calcio, zinc,
magnesio, vitamina B6, D, E y ácido fólico. Siempre es mejor recibir los nutrientes de
alimentos naturales incluidos en la dieta, que deben seleccionarse en función de la calidad,
más que de la cantidad”, dice.

Según la nutricionista, la alimentación de la mujer embarazada varía en cada trimestre,


debido a la formación del bebé. Durante el primer trimestre, la futura madre debe asegurarse
una alimentación equilibrada o variada en todos los nutrientes, mientras que durante el
segundo y tercer trimestre se requiere aumentar la cantidad de alimentos, para satisfacer las
crecientes demandas de energía, proteínas y minerales.

Respecto al aumento de la carga calórica, la especialista indica que la recomendación es


hacerlo de manera gradual: aumento de 150 Kcal de ingesta total diaria para el primer
trimestre y 350 Kcal diarias de ingesta total aproximadamente. También comenta que
aquellas mujeres que reducen su actividad física durante el embarazo, deben ingerir
únicamente 200 Kcal/día.

Una mujer embarazada debe consumir una dieta rica en macro y micronutrientes, y elevada
cantidad de agua. Los primeros incluyen los carbohidratos, que son los que suministran
energía a la madre y al bebé y se obtienen del pan, cereales, arroz, papas, plátano, pasta; las
proteínas, importantes para la formación, funcionamiento y reparación de las células del
cuerpo y para la producción de la sangre adicional que se requiere y se obtienen de las carnes,
huevos, menestras (frijoles, lentejas, porotos, arvejas, guandú); y las grasas, que
proporcionan la energía de larga duración para el crecimiento, ayudan a la formación de
células y a la absorción de la vitamina A y que se obtienen de las carnes, productos lácteos,
frutos secos (nueces, almendras), mantequilla, margarina, aceites vegetales.
Los micronutrientes son el calcio, que ayuda a formar huesos y dientes fuertes (leche, queso,
yogurt, sardinas, espinacas); el hierro, que ayuda a producir los glóbulos rojos que
suministran oxígeno al bebé (carnes); y el ácido fólico, que interviene en el cierre del tubo
neural del bebé, evitando malformaciones (vegetales de hojas verde oscuro, hígado, yema de
huevo, habichuelas, aguacate, harinas integrales)

Según De Ycaza, la suplementación con ácido fólico es de gran importancia desde antes del
embarazo, así como el consumo de agua, por el balance de fluidos intracelular y extracelular,
y por la producción y recambio de líquido amniótico que es de 98-99%.

Prohibiciones y afecciones debidas a la malnutrición

El consumo de cafeína durante el embarazo puede afectar la frecuencia cardíaca y


respiratoria. En este sentido, el consumo de más dos tazas de café al día, bebidas con cafeína
como té, bebidas carbonatadas u otras, está contraindicado.
Asimismo, el consumo de edulcorantes artificiales está contraindicados para aquellas
mujeres que padecen fenilcetonuria.

Según la nutricionista, se debe evitar fumar, consumir bebidas alcohólicas y medicamentos


que no hayan sido recomendados por un profesional de la salud, ya que éstos pueden afectar
el crecimiento y el desarrollo del bebé.

“El cigarrillo incrementa el riesgo de bajo peso al nacer del feto, bebés prematuros y abortos
espontáneos, mientras que el consumo de alcohol durante el embarazo puede causar abortos
espontáneos, nacimiento de bebés muertos y una variedad de trastornos de por vida que se
conocen como trastornos del espectro alcohólico fetal."

“Cuando la ingesta de calorías es insuficiente, la fuente de energía que utiliza el organismo


son las proteínas, por lo que se pierden proteínas que serían utilizadas para el crecimiento y
desarrollo del bebé”, cita como ejemplo la nutricionista.

Explica que deficiencia de los micronutrientes o nutrientes que son necesarios durante el
embarazo, pueden traer consigo algunas discapacidad. Por citar sólo algunos, la deficiencia
de ácido fólico a partir del momento de la concepción y durante los primeros 28 días, puede
causar defectos del cierre del tubo neural como problemas referentes al desarrollo del cerebro
y/o médula espinal del bebé, los bajos niveles de vitamina A y folato en la sangre tienen
fuerte relación con el retardo en crecimiento intrauterino.

Adicionalmente, la deficiencia de hierro, supone la aparición de anemia durante el embarazo,


afectando a la madre y al feto, disminuyendo el desarrollo del cerebro del bebé y poniendo
en aumento el riesgo de mortalidad postparto.
Por otra parte, el consumo insuficiente de calcio, lleva al cuerpo a adquirir el calcio de los
huesos, consumiendo las reservas de la madre, lo que la debilita significativamente y trae
consigo una posible manifestación de osteoporosis.

El déficit de omega 3 puede estar relacionado con afectar el desarrollo cerebral y la capacidad
de respuesta visual a la luz, mientras que el déficit de ácido linoléico puede causar alteración
en el sistema nervioso central.

“Los excesos o grandes dosis también están contraindicados en micronutrientes como la


vitamina A, vitamina D, vitamina C y yodo durante la gestación”, cuenta.

“Evitar el uso de grasas procesadas como en el caso de los alimentos fritos, aumentan los
procesos oxidativos en la madre y fijar los horarios para la alimentación y evitar el ayuno son
dos recomendaciones adicionales, de suma importancia”, precisa la especialista.

BIBLIOGRAFÍA:
https://www.alimmenta.com/dietas/lactancia-materna/
https://concepto.de/sistema-digestivo/#ixzz6BifwHMez
https://www.webconsultas.com/bebes-y-ninos/el-bebe/lactancia/lo-mejor-778
FIRMA DEL REPRESENTANTE : CALIFICACIÓN:

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