Sunteți pe pagina 1din 15

¿Hacia arriba o hacia abajo?

Cuando hablamos de técnicas de autorrescate en trabajos verticales


diferenciamos dos grandes bloques:

 Descender a la víctima
 Elevar a la víctima
En este artículo vamos a repasar paso a paso maniobras de evacuación por
descenso exclusivamente. En un futuro artículo abordaremos las
maniobras de evacuación por ascenso.

He elegido cinco escenarios que requieren la aplicación de cinco técnicas


diferentes. Existen numerosas variantes y situaciones distintas de las
abordadas, por ello os animo a que practiquéis y entrenéis “en casa”.

Estas maniobras suelen enseñarse en las acciones formativas impartidas por


asociaciones privadas como ANETVA o IRATA, pero quiero aclarar
que no es el propósito de este artículo describirlas siguiendo
estrictamente sus recomendaciones, o lo que es lo mismo, no pretende
servir de guía de apoyo a las citadas acciones formativas. Si tu intención es
aprender las maniobras enseñadas por IRATA o ANETVA ¡sólo te puedo
recomendar que hagas los cursos!

Aclarar también que estas técnicas no son las únicas eficientes y seguras
para solventar los escenarios que se repasan a continuación, sólo un
compendio de las que yo utilizo de forma habitual en simulacros y
entrenamientos.

Al lío. La primera opción a valorar a la hora de planificar un rescate será


el descenso de la víctima. Elevar a la víctima es una opción perfectamente
viable si se ha planificado correctamente, pero siendo mucho más sencillo
descenderla que elevarla daremos siempre prioridad a la primera posibilidad.

La principal dificultad de una maniobra de rescate de un trabajador


suspendido de una cuerda es desengancharlo de esa cuerda y pasarlo a
un sistema alternativo de descenso. En trabajos verticales nos podemos
encontrar con dos situaciones claramente diferenciadas:
 Trabajador suspendido de su descensor
 Trabajador suspendido de bloqueadores/anticaídas/elemento de
amarre

En el primer caso el desbloqueo es


muy sencillo, pues bastará con activar la palanca del descensor para
transferir el peso de un sistema (su cuerda) a otro (por ejemplo, la cuerda
del rescatador). Hablamos aquí de un sistema “desembragable”.

En el segundo caso, los dispositivos no son desembragables por lo que nos


veremos obligados a elevar al rescatado para poder desbloquearlos.

Técnicas de desbloqueo
Existen diversas técnicas para desbloquear a una persona suspendida de
dispositivos no desembragables, aunque en este artículo nombraremos tres:
1. Desbloqueo por contrapeso

El más versátil. De nuevo aquí existen diversas técnicas, aunque quizá la


más extendida sea la de contrapeso con ayuda de un estribo o pedal. La
maniobra consiste básicamente en colocar el mosquetón del pedal en la
anilla esternal o ventral de la víctima (según si está suspendido de
croll/anticaídas o del cabo de anclaje de posicionamiento), pasar el pedal
por el mosquetón de un bloqueador colocado en la cuerda de la que cuelga
la víctima, subirse al estribo de manera que todo nuestro peso esté sobre él
y tirar de la víctima hacia arriba cogiéndole debajo de la anilla ventral. Con
elevarlo tres dedos es más que suficiente para desbloquearlo de un
croll/anticaídas/cabo de anclaje. Entre las ventajas de este sistema está que
es posible usarlo en todas las situaciones (independientemente de donde se
encuentre situada la víctima).

2. Desbloqueo mediante polipasto

Interesante en determinadas situaciones. Si, por ejemplo, existe


mucha diferencia de peso entre víctima y rescatador, instalar un polipasto
puede facilitar la maniobra. Se puede montar directamente en la cuerda de la
víctima (muy rápido y sencillo si disponemos de un dispositivo tipo Jag de
Petzl) o simplemente en la propia cuerda del rescatador. En este caso
bastará con conectar nuestro cabo corto a la anilla esternal de la víctima,
colocar un bloqueador de mano en nuestra cuerda y reenviar la cuerda que
sale de nuestro descensor mediante una polea. De esta forma, a medida que
vayamos ganando altura, iremos elevando a la víctima hasta que quede
totalmente suspendida de nosotros y podamos desbloquearla. Este sistema
tiene varios inconvenientes, siendo el principal que no funciona si la
víctima se encuentra pegada a la cabecera (por ejemplo pegada al nudo en el
interior de una nave industrial) o recién colgado en una fachada a escasos
centímetros del cambio de ángulo de horizontal a vertical de la cuerda:
sencillamente no hay espacio.

3. Desbloqueo mediante corte de cuerda

Aparte de ser expresamente desaconsejado por la norma EN 363, el corte


de cuerda en situaciones de rescate debería constituir siempre la última
opción. No cabe duda de que puede ser una opción muy rápida e
incluso segura si se planifica correctamente, pero en una situación de
nervios puede resultar peligroso. En otras muchas situaciones,
simplemente no es posible cortar ninguna cuerda pues la necesitamos para
hacer la evacuación. Y si sólo sabemos hacer rescates con corte de cuerda
alegando que es la solución más rápida, ¿qué cara se nos quedaría si se nos
cayera la navajita en plena operación? Lo has adivinado: cara de tonto.

¿Descenso con o sin obstáculos?


Una vez desbloqueada la víctima nos podemos encontrar con dos
situaciones claramente diferenciadas:

 Descenso sin obstáculos: el descenso se realiza desde el punto de


desbloqueo de la víctima hasta el suelo directamente.
 Descenso con obstáculos: rescatado y rescatador deben sortear algún
obstáculo antes de poder alcanzar el suelo: fraccionamientos, desvíos,
cambios de cuerda, nudos, etc.
Lo ideal sería siempre hacer un descenso sin obstáculos, pero esto no
siempre es posible. Por ejemplo, si la víctima se encuentra trabajando en
una zona en la que resulta imposible bajar al suelo (porque hay agua, o por
la presencia de alguna máquina de una fábrica que no es posible detener) no
quedará más remedio que cambiarse a otras cuerdas o superar un
fraccionamiento o un desvío en caso de que se haya optado por estas
opciones para poder descender a una zona segura.

¿Rescate por las mismas cuerdas o por cuerdas


adicionales?
De nuevo aquí, lo ideal sería hacer un rescate por cuerdas distintas a las
del herido, aunque no siempre es posible. Correctamente planificado el
autorrescate de una víctima puede realizarse por las mismas cuerdas de la
víctima. Por supuesto, siempre deberíamos contar con un plan b por si una
de las cuerdas de la víctima resultara dañada.
Condiciones de las maniobras
➔ En este artículo todos los rescates se realizan sobre las
mismas cuerdas
➔El acceso a la víctima se hace siempre desde arriba, colcando el
descensor en la cuerda del anticaídas del accidentado y nuestro anticaídas en
la cuerda de su descensor. Los casos en los que haya que acceder desde
abajo complican ligeramente la maniobra ya que el rescatador debe
posicionar su anticaídas por encima de la víctima como si de un paso de
nudo se tratara antes de iniciar el rescate propiamente dicho.

➔Se ha elegido la técnica de desbloqueo por contrapeso con estribo para


todos los escenarios
➔El mosquetón del descensor del rescatador irá conectado a la anilla
ventral de manera que el gatillo quede mirando haciendo dentro y la
abertura quede hacia abajo (en el siguiente punto se explica el porqué)

➔Como conexión entre víctima y rescatador usaremos uno o dos


mosquetones (o una cinta exprés con mosquetones de seguridad) que
conectarán su anilla esternal con el mosquetón de nuestro descensor

Son varias las ventajas de este sistema frente al uso del cabo corto: por un
lado la víctima cuelga mucho más cerca de nosotros —lo que nos permite
asistirla en caso necesario— También nos permite salirnos del sistema en
caso de necesidad dejando colgando a la víctima en las cuerdas, algo muy
complicado de hacer cuando ésta cuelga directamente de nuetro cabo corto.
Por último permite que, una vez llegados al suelo, podamos, gracias a la
posición del conector de nuestro descensor descrita en el punto anterior,
soltarnos del descensor dejando colgada a la víctima de él
Esto nos permite colocarla en posición sentada con las piernas dobladas si
está consciente o en posición lateral de seguridad (PLS) si está
inconsciente (más información en este artículo de Jon Redondo) ya que el
rescatador llega al suelo antes que la víctima, algo muy importante si
queremos evitar las consecuencias derivadas de lo que se conoce como
“muerte del rescate”

➔A esta conexión corta añadiremos una segunda conexión (conexión


larga), ya que al efectuar el recate sobre las mismas cuerdas de la víctima
ésta necesita un segundo punto de conexión con el sistema de seguridad.
Haremos esta conexión larga con nuestro cabo largo, que conectaremos en
la anilla esternal de la víctima

Cinco rescates para cinco situaciones


A continuación vamos a repasar paso a paso cinco maniobras de rescate
con las que nos podemos encontrar en caso de emergencia. Todas ellas
forman parte de los niveles 1, 2 y 3 del programa formativo de asociaciones
como IRATA, ANETVA o FISAT, por citar sólo algunas.

➔ Rescate nº1: víctima inconsciente suspendida de descensor. Descenso


sin obstáculos
Es la situación más sencilla de resolver y a la vez la más probable pues en
la mayoría de los casos nos encontramos trabajando suspendidos del
descensor

1. Acercarnos a la víctima por la cuerda de su anticaídas hasta situarnos


ligeramente por encima de él. No seguiremos bajando para evitar que su
anticaídas quede en posición desfavorable (por debajo de su anilla esternal,
en caso de no lo estuviera).

2. Conectar nuestro cabo largo a su anilla esternal y bajar ligeramente hasta


que el mosquetón de nuestro descensor se encuentre a la altura de la anilla
esternal de su arnés.

3. Utilizando uno o dos mosquetones, conectar su anilla esternal al


mosquetón de nuestro descensor.
4. Activar la palanca del descensor de la víctima hasta que quede totalmente
suspendida de nosotros. Es importante procurar que las cuerdas no
queden atrapadas entre víctima y rescatador y que los mosquetones
de la conexión corta trabajen correctamente (eje longitudinal).

5. Sacar la cuerda de su descensor y comprobar que nuestro anticaídas no


está bloqueado.

6. En caso necesario –depende de cada fabricante- añadir un mosquetón


de frenado adicional en una de las anillas laterales de nuestro arnés, pasar la
cuerda inactiva de nuestro descensor y descender hasta el suelo.

Puedes ver un una aplicación práctica aquí

Y otra con tercera cuerda aquí

➔ Rescate nº2 víctima inconsciente suspendida de bloqueador de pecho.


Descenso sin obstáculos
1. Repetir los pasos 1-3 del escenario
nº1.

2. Colocar un bloqueador (normalmente nuestro “puño” o el de la


víctima) en la cuerda de la que está suspendida la víctima y conectar el
mosquetón del pedal en su anilla esternal.

3. Pasar el pedal por un mosquetón conectado en el agujero superior del


puño –con ello ganamos unos valiosos centímetros– y subirse al estribo de
manera que todo nuestro peso esté sobre él.

Es importante no colocar el puño demasiado alto, ya que después nos


costará recuperarlo

La altura del estribo es crítica para que la maniobra de desbloqueo se haga


cómodamente. Si lo colocamos más abajo, la víctima se nos quedará muy
alta y nos costará elevarla.
Si lo colocamos muy arriba, los mosquetones que nos conectan a la víctima
(ver punto nº2) nos impedirán ponernos de pie ya que la conexión no será
suficientemente larga. Una buena referencia es que una vez cargado todo
nuestro peso sobre él, el pie se nos quede justo por debajo del culo de la
víctima.

4. Agarrados con una mano a la cuerda de la víctima, cogeremos su arnés


por debajo de la anilla ventral con la otra mano y tiraremos hacia arriba
de modo que elevemos a la víctima tres o cuatro dedos, lo suficiente para
que el bloqueador de pecho pierda tensión. Abrimos el bloqueador,
sacamos la cuerda y volvemos a cerrarlo.

5. Cogemos los dos segmentos del estribo con una mano y sacamos el pie
del estribo. Soltamos lentamente el estribo hasta que la víctima
quede totalmente suspendida de nosotros.

NOTA
Destacar que la transferencia directa de la víctima sobre el
rescatador con esta técnica no es factible si ésta se
encuentra lejos de la cabecera (20 metros o más).
En efecto, debido a que el “chicle” de la cuerda de la víctima será de entre
el 3 y el 5% de la longitud de cuerda que haya entre ella y la cabecera —
según norma EN 1891 A, cuerdas de bajo coeficiente de alargamiento—, al
soltar el peso del estribo es muy probable que el puño colocado en la cuerda
de la víctima se nos quede fuera de alcance y dificulte el control del
estribo, ya que ésta tenderá a “subir” a medida que se vaya transfiriendo el
peso a las cuerdas del rescatador.
Por ello, en estos casos añadiremos un paso más a la
secuencia: colocaremos el descensor de la víctima en su anilla ventral y
transferiremos su peso de su bloqueador de pecho a este descensor y no a
nosotros directamente.
De este modo, una vez colgado de su descensor, podremos transferir su
peso a nuestras cuerdas activando simplemente la palanca.
6. Descender hasta el suelo (añadir mosquetón de frenado si necesario).
➔ Rescate nº3: víctima inconsciente suspendida de bloqueador de pecho.
Cambio de cuerda

1. Repetir los pasos 1-5 del


escenario nº 2.

2. Conectar un segundo descensor (el de la víctima) a nuestra anilla


ventral de modo que también coja el mosquetón de la conexión corta y
pasarle la cuerda a la que queremos cambiarnos. Tensamos ligeramente esta
cuerda a mano.

3. Conectar el anticaídas de la víctima a nuestra anilla esternal y pasarle la


cuarta cuerda.

4. Activamos el primer descensor para iniciar la transferencia de una cuerda


a otra hasta quedarnos suspendidos totalmente del segundo sistema.
5. Soltar las cuerdas del descensor y anticaídas de las cuerdas de arranque y
continuar con el descenso.

➔ Rescate nº4: víctima inconsciente suspendida de bloqueador de pecho.


Paso de fraccionamiento

1. Repetir los pasos 1-5 del escenario nº 2. Es fundamental que tanto la


conexión corta como la larga entre víctima y rescatador no queden
situadas en el lado cóncavo (o interior) que forma la comba del
fraccionamiento, sino en el lado convexo (o exterior). De lo contrario
podríamos quedarnos atrapados en la propia comba, al quedar la víctima a
un lado y el rescatador al otro.

2. Descender hasta que nuestro descensor se sitúe a la altura del nudo del
fraccionamiento.

3. Conectar un segundo descensor (el de la víctima) a nuestra anilla


ventral de modo que también coja el mosquetón de la conexión corta y
pasarle la cuerda a la que queremos cambiarnos, (la que sale del
fraccionamiento y va al suelo). Tensamos ligeramente esta cuerda a mano.

4. Activamos el primer descensor para iniciar la transferencia de una cuerda


a otra hasta que ambas cuerdas tengan más o menos la misma tensión.

5. En este momento estaremos conectados a tres cuerdas, por lo que


aprovecharemos para cambiar el anticaídas de la cuerda que sale del
fraccionamiento hacia arriba a la cuerda que sale del fraccionamiento hacia
abajo.

6. Terminamos la transferencia activando el primer descensor hasta


quedarnos totalmente suspendidos del segundo descensor.

7. Soltar la cuerda del primer descensor y continuar con el descenso.

Puedes ver un vídeo aquí


➔ Rescate nº5: víctima inconsciente suspendida de bloqueador de pecho.
Paso de nudo

1. Repetir los pasos 1-5 del escenario nº 2.

2. Detenerse cuando el nudo se encuentre 1 metro por debajo de nuestro


descensor.

3. Hacer un nudo mariposa en la cuerda del descensor, por debajo del


nudo que queremos saltar y tan pegado a éste como sea posible.

4. Conectar este último nudo a la cuerda de suspensión por encima de


nosotros mediante un bloqueador (por ejemplo un puño) de manera que
se forme una comba. El nudo mariposa debe quedar a la misma
altura que nuestro descensor.

5. Colocar el descensor de la víctima en nuestra anilla ventral y conectarlo


al tramo de cuerda que sale de la comba y va hasta el suelo. Tensarlo a
mano todo lo que se pueda.

6. Activar el primer descensor para transferir el peso al segundo descensor.


7. Retirar el primer descensor y seguir bajando.

Y ahora… ¡a entrenar!

S-ar putea să vă placă și