Sunteți pe pagina 1din 108

TEMAS DE HOY CIUDADES EN GUERRA

Belfast • Beirut • Kabul • Bagdad • Teheran

DOSSIER SARTRE y EL ARTE


Tintoretto • Giacometti • Calder • W ols • Masson

LITERATURA ABIERTA JEAN GENET


«El taller de Alberto Giacometti»

TEMA/DEBATE
«La cultura de la libertad»
MARIO VARGAS LtOSA
Edicions AHons el Magnanim
AJ.ANRYDtR
.PHWPPE BERGER PHIUPPE BIJtGtR
El Reino deNápoles
Libro y lectura Libro y lectura en la época de
en la Valencia en la Valencia Alfonso el Magnánimo
del Renacimiento u> del Renacimiento <2>

EOICIONS ALFONS EL MAGNANIM EDICIONS A.LFONS El MAGNÁNIM


•·. r• , · . T;Avt";
lloiSIIIl.laO .. ...U....:::v..NA D ESTalllll •~TIGAOO

Philippe Berger, LIBRO YLECTURA EN LA VALENCIA DEL RENACIMIENTO. Alan Ryder, EL REINO DE NÁPOLES EN
(2 vols.) Col. Estudios Universitarios, n.o 19 y 20. LA ÉPOCA DE ALFONSO EL MAGNÁ·
NIMO. Col. Estudios Universitarios. n.o 18.

MATWEU HERIARD DUBRIUIL MATHIEU HERIARD OOBRIUIL

Valencia y el Gótico Valencia y el Gótico Estudios sobre


Internacional u> Internacional <2> historia medieval

EOICIO NS ALFONS El MAGNÁN IM


EOICIONS ALFONS El MAGNÁNIM 1~5Ttii.ICIOVAl{til.lA 'II• Ot ,1f.IO!Sitt,lf[ ~1tG A 00
EOICIONS ALFONS El MAGNÁNIM
IN!lfi !UCI(l V~lfr1(1Ml ... Uf"-1U01111 '1~f'11(, 4 CIO INSllfU(;IC)I'~...... DI$rUDIIIIJ<11CS1'1GAO()

Mathieu Heriard Dubreuil, VALENCIA YEL GÓTICO INTERNACIONAL. (2 vols.) Pierre Guichard, ESTUDIOS SOBRE HIS.
Co[. Estudios Universitarios, n.o 21 y 22. TORIA MEDIEVAL. Col. Estudios Universi·
tarios, n.o 23.

EULALIA VEGA
La 11 República FERNANDA ROMEU ALFARO

llNA ESPERANZA La Agrupación Anarquistas


FltUSTRAllA
Actas del congreso Valencle Capital
de 1t1 Repübliea (Abril 1986)
Guerrillera de y Sindicalistas
Levante 1931-1936

EDICIONS ALFONS El MAGNÁNIM EOICI ONS ALFONS EL MAGNÁNIM EDICIONS ALFONS El MAGNÁNIM
INST!TUCIOVAlENCIANAOESTVDISIINVESTIGACIO I'ISTITUCIO>'AlENCIA>IADESTUDISII'IVISTIGAC>O
I~STIT\ICIOV.O.LENCI .lNA0'ESTU015 1 1NVEST'IG.6.Ct0

LA 11 REPÚBLICA. UNA ESPERANZA Fernanda Alfare, LA AGRUPACIÓN GUE· Eulalia Vega, ANARQUISTAS Y SINDI·
FRUSTRADA. Actas del Congreso Valen· RRILLERA DE LEVANTE. Col. Estudios CALISTAS. Col. Estudios Universitarios,
cía Capital de la República. Col. Estudios Universitarios, n.o28. n.0 30.
Universitarios, n.o24.
------------SUMARIO ___________

3 DOSSIER 37 TEMA/DEBATE 45 LITERATURA ABIERTA

SARTRE Y EL ARTE. LA CULTURA EL TALLER DE ALBERTO


ESTÉTICAS DE SARTRE. DE LA LIBERTAD. GIACOMETTI.
Mario Vargas Llosa. JEAN GENET:

56 TEMAS DE HOY 99 QUIÉN ES ...

CIUDADES EN GUERRA. CLAUDE LÉVI-STRAUS.


Beirut • Belfast • London Derry • Fritz J. Raddatz.
Kabul • Teherán • Bagdad •
Managua • Líbano.

DEBATS N. 0 20
DIRECTOR
Mario García Bonafé
JEFE DE REDACCIÓN
Enric Sanchis
CONSEJO DE REDACCIÓN
Salvador Alm enar
Teresa Carnero
Gustau Munoz
Jordi Palafox
Josep Picó
CONSEJO ASESOR
Lluís Aguiló
Joaquin Azagra
Emèrit Bono
Alfons Cucó
Salvador Forner
Enric Giménez
Josep Iborra
Vicent Llombart
J. Martín Queralt
Aurelio Martinez
Francesc Mira
V ictor Navarro
Xavier Paniagua
Francisco Pérez
Juan M. Ramirez
Ramir Reig
Clementina Ródenas
Juan Romero
ARCHIVO Y DOCUMENTACIÓN
Manuel Lloris Lladosa
SUSCRIPCIÓN Y ADMINISTRACIÓN
Elisa Pascual Crespo
DISENO Y MAQUETACIÓN
Victor Pompeo Devicienti
EDITA
Institu ció Alfons el Magnànim
IVEI. Plaza A lfons el Magnànim, n.° 1
46003-València
Tel. (96) 352 79 94

IMPRESIÓN
Litografia Piera
DISTRIBUCIÓN
Siglo XXI
Calle Plaza, número 5. Madrid
Tel. 759 48 09
Les Punxes
Escornalbou, 12. Barcelona
Tel. 347 77 50
La Tierra Libros
Pintor Gisbert, 7. A lacant
Tel. 12 15 17
Gabriel Sendra
Félix Rodríguez de la Fuente, 14
Tel. 366 45 85
Valencia
vT IVEI
v? Editions G allim ard. Data Arte,
Mario Vargas Llosa (1985),
Edition Le Balcon (1962), Autrement.
ISSN 0212-0585
Depòsito legal: V. 978-1982
DOSSIER

DEBATS N. o 20 3
DOSSIER

La idea de modernidad es una idea


clave en la estetica sartreana. Sartre
DIALOGO DE JEAN-MARIE ha sido nuestro guia para acceder, en
la postguerra, a la modernidad y a las
DROT CON MICHEL vanguardias.

SICARD A MODO Jean-Marie Drot.-No es casuali-


dad que hayamos empezado con Cal-
DE PREFACIO ... der: ese texto sobre Calder marca el
principia de las relaciones de Sartre
con el arte; a! final aparece Tintoret-
to. Tratemos de situar en el tiempo
las relaciones de Sartre con el arte.
Jean-Marie Drot.-Un texto acer- aborda el dominio de la estetica, algo
ca de Calder: que se Iibera nos hace acceder a la Michel Sicard.-Sartre se encuen-
«En una palabra, aunque Calder obra de arte de modo distinto a! de la tra con Calder muy pronto, justo tras
no haya querido imitar nada -por- aprehension abstracta: se la puede to- la guerra, en el momento en que viaja
que no quiso sino crear gamas y acor- car, gustar, desear compone o jugar a los Estados Unidos, donde tanto le
des de movimientos desconocidos- con ella. No hay duda que algunas impresiona el espacio americana.
son a Ia vez invenciones liricas, com- obras de arte han impresionado a Otro componente de su estetica es el
binaciones tecnicas, casi matematicas Sartre mas que otras. Para hacer mas paisaje urbano, las arquitecturas
y el simbolo sensible de Ia Natura- sensible su clave emotiva, establece anonimas que lee como si se tratara
leza, de esta gran Naturaleza vaga, tensiones en el corpus. AI comienzo, de obras. Descubre las metropolis
que despilfarra el polen y produce planeaba abordar una totalidad; pero americanas, que son ciudades abier-
bruscamente el vuelo de mil maripo- muy pronto se dio cuenta de que no tas: en el centro de un mundo hiper-
sas y de Ia que nunca se sabe si es el sofisticado y artificial, de hierro y de
encadenamiento ciego de las causas y hormigon, la naturaleza, la Gran Na-
los efectos o el desarrollo timido, turaleza se infiltra y surge. El arte de
retardado sin cesar, perturbado, Calder es similar. Da objetos mixtos,
atravesado, de una Idea.» «a medio camino entre la materia y la
Si jugaramos, Michel Sicard, a! vida», utilizando a la vez las propie-
juego de Ia adivinanza literaria, bus- dades del artesanado, de la manufac-
cariamos a! autor del texto entre los tura muy contemporanea (Ia chatarra
poetas y seguramente nunca pensa- articulada, etcetera) y el movimiento
riamos en Sartre. milenario de los elementos (el viento,
Sin embargo, el texto es obra de el sol). Dos pulsiones, dos tensiones
Sartre. que hacen fascinadores a estos obje-
tos. Sartre comenta de modo similar
Michel Sicard.-Es chocante que el trabajo del escultor americana Da-
junto a los elementos de analisis apa- vid Hare: sus objetos, que introducen
rezca una aproximacion sensible a Ia a veces el movimiento real, son com-
obra. La propia frase se convierte en binaciones de instrumentalismo y de
descripcion sinuosa y en recorrido. vitalismo -«integra el paisaje ala es-
La preocupacion esencial de Sartre tatua>>-, combinaciones hibridas en-
frente a! arte no era el analisis cienti- tre el mundo de Ia construccion y el
fista o historico de Ia obra, sino una movimiento natural. Esta vacilacion
aproximacion y un dialogo. Y vemos es lo que interesa a Sartre. Nada de·
que las palabras deben entrar en dis- imagenes estables: se esfuerza pores-
cusion con ella, que la mirada sobre capar a las representaciones reifica-
el objeto de arte debe ser un inter- das que llama en su filosofia «espi-
cambia, un descubrimiento, un tra- ritu objetivo». Habria, pues, un
yecto al interior o alrededor de las podria apreciar sino frutos especifi- pldstico-objetivo, un pldstico-inerte,
obras. cos, y su mirada se cristalizaria sobre podria decir para prolongar la con-
determinadas imagenes. De un con- ceptualidad sartreana, que debemos
Jean-Marie Drot.-Lo que hace junto opaco sabe destacar magnifica- rehuir constantemente para aportar
que, paradojicamente, Sartre se colo- mente algunas obras. Veamos lades- representaciones nuevas.
que frente al arte en una situacion cripcion del San Marcos liberando a Sartre ha recopilado artistas plasti-
muy proxima a Ia de Malraux: del un esc/avo de Tintoretto, o de La cos cuyo arte ha evolucionado en esta
lado del sentido. gran barrera que arde de Wols. De desgarradura, girado sobre esta falla.
forma general son obras «hibridas», Asi, Andre Masson, al que encontro
Michel Sicard.-Si, esta del lado como dice a proposito de Calder: muy pronto en el circulo de Leiris,
de lo sensible, de la sensacion, de la algo en elias vacila para hacernos en- que residio en los Estados Unidos du-
emocion, y, para decirlo en terminos trever nuevos horizontes. Aparece un rante la Guerra y del que Sartre ha-
mas modernos, del deseo. En la fila- juego con el tiempo: se produce el re- blara ulteriormente. Masson abando-
sofia de Sartre vemos un aspecto vo- chazo de cierto pasado para abrirse na Ia imagineria surrealista -esta
luntarista, moralista: es el filosofo de a Ia modernidad y la metamorfosis se excluido del grupo desde 1929 y rom-
Ia intencionalidad ... Pero cuando se opera ante nuestros ojos. pe definitivamente con Breton en

4 DEBATS N. 0 20
DOSSIER

1943- para inventar formas flexi- ciones con los surrealistas, pero su- nos ilustres» tampoco es del todo
bles, en el origen del Action painting. rrealistas disidentes como Masson o, cierto. Si Lapoujade, que se encami-
Ya no se confina en imágenes enig- entre los escritores, Queneau, que nó enseguida hacia el cine, no cono-
máticas ambiguas -formas por in- formó parte de la primera redacción ció gran notoriedad, al descubrir a
vertir, por elaborar- sino que centra de Les Temps Modernes. Aquí se Wols, Sartre tuvo una intuición ge-
,en adelante su interés en el trazo, del opera la transición del surrealismo nial. Fue el primero en reconocer su
.que Sartre explica estupendamente hacia la abstracción internacional de importancia en el desarrollo del arte,
.que se hace «vector» que obliga al los años 60. Sartre está en contacto en ayudarle, permitirle vivir, seguir
ojo a trayectos incesantes dentro dé! directo con el movimiento de ideas y paso a paso la evolución de sus goua-
dibujo, que nos muestra desde enton- de prácticas de su tiempo: acompaña ches. Adivinaba en éstos el movi-
ces como un cuerpo estallado. Mas- y precede incluso a la evolución de las miento que le interesaba, el paso del
son dice adiós a las mitologías tradi- vanguardias. legado de l.a pintura construida de
cionales del fondo pictórico que van Podría haberse creído que la teoría Klee a una pintura zen, al tao, al su-
desde los surrealistas hasta Picasso o del compromiso, del mensaje, del jeto que estalla y nos hace abrazar la
Max Ernst ... para alcanzar una ésta- sentido, defendida en ¿Qué es la lite- vitalidad del mundo.
,sis plástica distinta donde tomar el ratura? lo situaría muy cerca de los
.chorro de tinta en sí mismo, donde la surrealistas, y especialmente de los Jean-Marie Drot.-Al escucharle,
materia se con vierte en la única base militantes comunistas; pues bien, la Michel Sicard, recuerdo aquel volu-
sobre la que se alza la imagináción. sorpresa es que no fue así en absolu- men de la revista Obliques: «Sartre y
No hay que partir entonces de la ima- to . No nos dice «¡Bravo, Picasso!» las artes .» Al leerlo atentamente me
gen establecida, sino del propio ma- porque su concepción le parece anti- ha sorprendido ver que hay una acti-
terial. cuada. Picasso pinta la guerra o la tud de Sartre ante el arte, como hay
.paz con buenos sentimientos .. . ¡Pero una actitud de Sartre ante la música,
Jean-Marie Drot.-Ahora bien, la buena pintura no se hace con bue- y luego hoy, diríamos, una emoción
y para atenernos a la cronología, en nos sentimientos! Los significados de Sartre ante el cuadro o ante tal o
los Estados Unidos, durante la gue- cual pieza musical. Hay una discu-
rra, se produce el encuentro de Cal- sión general que va, como usted dice,
der y de David Hare, del que quizás hacia lo conceptual, porque al fin y al
convenga recordar que se había casa- cabo se trata de un filósofo, pero me
do con la primera mujer de Breton, y sorprende que el Sartre que se coloca
de Masson ... En estos encuentros hay frente al cuadro adopte, por el con-
de hecho una especie de afinidad con trario, una especie de humildad sen-
el surrealismo, o al menos con las sible.
gentes del surrealismo. ¿Cuáles han
sido precisamente las relaciones de Michel Sicard.-Existe efectiva-
Sartre ante el arte, frente a la posi- mente esa manera de retraerse ante el
ción de los surrealistas? cuadro, de considerarlo, en la medi-
da en que nos resulta exterior, como
Michel Sicard.-Durante sus años un absoluto que la conceptualidad, la
de formación ha nadado en el surrea- conceptualización, no alcanza nunca
lismo, ha visto cuadros surrealistas ... a agotar. La mirada que ponemos so-
Además, ¿acaso no conservó algo de bre la obra es algo inacabado. El mo-
surrealismo en su comportamiento, vimiento del ojo está mediatizado
en esa especie de improvisación que por el estilo de Sartre: en varios de
le caracterizaba, en esa manera de no sus estudios ha tratado de rivalizar
instalarse en la vida, de trabajar so- con esas obras de múltiples trayectos,
bre la espontaneidad, sobre la apa- creando frases inmensas, descripcio-
riencia? De todos modos, enseguida nes muy largas . Un tono inolvidable
aparecen oposiciones fundamentales es la marca de su empresa: la ironía.
a las ideologías estéticas vehiculadas El cuadro se nos ofrece y queremos
por Breton; el mundo del sueño, tal apropiárnoslo, lo tratamos con con-
como lo concibe Breton, esas imáge- deben nacer de la práctica, de ella fianza, escarbamos en él, tratamos de
nes que se encadenan en una suerte viene todo movimiento. En suma, introducirnos en su interior, pero se
de intelectualidad «pura», en un Sartre constata que la pintura abs- resiste. Son escenas fácilmente ironi-
mundo oculto, no interesan a Sartre tracta es más propicia a tal efecto que zables .. . , el observador fracasa ante
en absoluto. Lo que para él cuenta es las figuras mitológicas, herencia de la la obra, pues la obra no puede redu-
el cañonazo de la fenomenología: so- pintura del pasado. Lo que implica cirse al conjunto de trayectorias efec-
mos arrojados al mundo y debemos cierta ceguera, porque Picasso, Ma- tuadas a su alrededor; el movimiento
<<estallar en el mundo». Todo está en tisse, etcétera, son artistas considera- de Sartre resulta un movimiento de-
el exterior. La pintura no debe ser bles, con una plástica constituida y senfrenado, una danza, un giro circu-
una lenta digestión de imágenes, sino de una gran riqueza. Sartre lo sabe, lar alrededor de esas telas que a la
una revulsión. La ruptura de Sartre pero desde el punto de vista del movi- postre se ocultan en el silencio. La
con el universo surrealista se ha con- miento del arte tiene la audacia de ironía mordiente se dirige tanto a las
sumado. Al rechazar las imágenes y mostrar que en adelante el interés se obras -ampliamente dotadas de
las imaginerías surrealistas, se acercó ha de fijar en pintores menos ilustres, contradicciones, de fealdades, de
a una pintura que insiste sobre el ma- desde luego, pero que nos llevan ha- deformidades- como a sí mismo, en
terial. Desde luego mantuvo las rela- cia algo distinto. Cuando digo «me- la posición grotesca en que se encuen-

DEBATS N. 0 20 5
DOSSIER

tra frente a tales obras inalcanzables. mentos, de ingredientes que se com- veremos una atracción por los títu-
binan y se irradian mutuamente. Ha- los: en los «Veintidós dibujos sobre
Jean-Marie Drot.-Como en la pa- brá que ser cada vez más fuerte, más el tema del deseo», los dibujos reco-
rábola de la bailarina de Husserl, astuto, para componer conjuntos de gidos han sido titulados por Masson:
puede decirse que le retiramos un la mayor complejidad posible a la mi- a la vez descriptivos y mitológicos,
velo, dos velos, diez velos, pero que rada: pero esta recomposición siem- los títulos son el punto de partida de
nunca está desnuda. El cuadro tam- pre termina en un estadio y regresa- los análisis de Sartre, e incluso se les
poco estará nunca desnudo ... mos seguidamente a una dispersión. cita antes de iniciar el comentario. La
A continuación deberemos intentar denominación de la figura es muy
Michel Sicard.-El cuadro es un otras composiciones. La idea de se- importante y Sartre retoma el lengua-
perpetuo deshojamiento bajo la mi- rial le hace buscar la totalización, je de sus artistas . Por otra parte,
rada de la crítica. Y, sin embargo, pero no la encuentra. Por contra, en- Masson ha escrito mucho sobre su
Sartre trata de encaminarse hacia la cuentra el método para una verdade- práctica y sobre el arte en general:
desnudez: esto es lo que hace que su ra libertad en la toma de contacto Les Temps Modernes, que le publica
iniciativa sea penetrante. No se trata con las obras. desde el número 4 al inicio de 1946,
en absoluto del velo surrealista, de la dio en 1949 no sólo la lista de los títu-
«erótica-velada» de que hablaba Bre- Jean-Marie Drot.-Volvamos a la los de los «Veintidós dibujos» sino
ton: ese velo de principio que nos de- relación de Sartre con el arte y sus ar- también una docena de páginas de
signa la cosa, sino que la aborda por tistas. Sartre es, con Calder, un poeta «Divagaciones sobre el espacio».
medio de subterfugios, y vuelve más que se enfrenta a una forma que se Cuando Sartre, diez años más tarde,
interesante -en tanto que más per- mueve. En el caso de Wols, se trata escribe su ensayo, debe atravesar una
verso- al disfrute de la idea que el de una relación más personal -y serie notable de reflexiones estéticas.
de la cosa misma. Sartre quiere la generosa- entre un escritor filósofo En el caso de Giacometti, .Sartre tam-
desnudez al comienzo. Pero está ve- y un pintor maldito.. . Pero, ¿cuál fue bién utiliza fragmentos de correspon-
lada, terriblemente velada, y es preci- la actitud de Sartre frente a Masson dencia (carta a Pierre Matisse) al
so desvestir la obra, desnudarla per- comienzo de su estudio sobre las
petuamente, levantar siempre las pinturas . El entorno de palabras es
pieles que la protegen. Pero nunca de una importancia extraordinaria,
llegamos a la carne: un relámpago porque el arte no se constituye en una
quema la piel y reaparece un fondo «bestialidad» total. Los textos que
sin fin, el fondo de materialidad por rodean a la obra son variados: de no-
el que tanto se interesó Sartre en sus minación poética, confidencias sobre
ensayos, especialmente a propósito la vida y el tiempo ... Sartre está muy
de Tintoretto. El misterio de la mate- atento al aspecto de «lo vivido», así
ria es ofrecer perpetuamente su cuer- como al debate histórico del artista
po de verdad, y que este deseo sea con las preocupaciones y las teorías
literalmente infinito: nunca hay del presente. Sartre recoge sus ele-
posesión completa. Esta forma de mentos de cualquier parte, hace su
leer las obras es una metáfora de la miel de todas las flores que existen al-
escritura, del trabajo del escritor en rededor de la pintura: sus ensayos en-
tanto que artista. Nunca hay satisfac- globan a su vez totalizaciones de len-
ción del deseo, porque nunca puede guaje ya existentes. Pero puede irse
derivarse satisfacción del concepto más lejos: le interesan las propias
cerrado de obra. La obra es algo in- concepciones de los artistas. Es pro-
acabado : tensión hacia la posesión, bable que las teorías de Sartre a pro-
que ni siquiera conoce como algo di- pósito de la mirada nazcan de discu-
ferido. Ello implica en gran medida siones en el taller de Giacometti. La
la idea del tiempo, en el centro de la idea de que la mirada oculta la vi-
estética sartreana. Tiempo de géne- sión, de que es una confrontación en-
sis, pero también de trayecto entre tre los seres, que los personajes apa-
los personajes, de distancias entre los recen como vistos, en una cierta
elementos, tiempo que se toma el ob- distancia, a treinta pasos, de tal ma-
servador para realizar trayectos en el y Giacometti, dos grandes conversa- nera o en tal actitud, que la mirada se
interior de la obra. A este tiempo dores de arte? pasea sobre los objetos y las perso-
constitutivo se añade la mirada críti- nas, puede leerse como continuación
ca, la mirada histórica, que en sí mis- Michel Sicard.-Se interesó por ar- y ejemplo de intuiciones existenciales
ma no es sino un paso, un instante en tistas de naturaleza locuaz. Aquí comunes al pensador y al artista.
una sucesión siempre por recompo- también podemos incluir a Wols: Pero sucede que Sartre interpreta de-
ner. La aprehensión reconstructiva Sartre toma prestadas máximas y ci- masiado algunas frases de Giacomet-
de la tela supone un tiempo que agita tas de sus notas y las incorpora al en- ti: un pasaje del final de Las palabras
una cadena de imágenes, volviendo a sayo «Dedos y no dedos», título que relativo a un incidente del que Giaco-
unir entre sí los imaginarios en una por cierto procede de un aforismo metti fue víctima veinte años antes, a
serie, concepto clave en la estética recogido por Wols. Sartre se interesa su pretendida mansedumbre, y que
sartreana. El cuadro ya no se concibe por artistas de palabra particular- en boca de Sartre se convierte en un
como un espacio· de inmovilidad, mente viva en pintura y en escultura. elogio de la contingencia, al provocar
como la captación de una sola figura: Las palabras son la primera aproxi- en exceso el «radicalismo» del artista
se convierte en un conjunto de ele- mación. En Masson, por ejemplo, significaría el comienzo de sus des-

6 DEBATS N. 0 20
DOSSIER

avenencias. El cambio es profundo y nidad de un pintor del Cinquecento, esta tela no se separaría por propia
duradero; los hechos pueden dar lu- su completa actualidad, su vanguar- voluntad; pertenecía a «SU» último
gar a interpretaciones con considera- dismo. Sartre da aquí al lenguaje un pintor, algo que resumía un poco de
bles consecuencias para el discurso fi- magnífico «papirotazo», y si el Tin- todos los demás. Sí, le gustaba tener
losófico. Esta forma de pensar a toretto no se expresa como corres- a su disposición cierto número de
partir de lo que es periférico en la ponde a su tiempo, le hace decir su obras en carne y hueso ... Lo que da.
obra da fe de una gran clarividencia. tiempo de una forma que nos resulta prueba de su familiaridad con ellas:
Sartre es un muy buen maestro para maravillosa. no se contentaba con admirarlas en
hacernos penetrar el universo de los los libros sino que iba a verlas donde
artistas, no solamente en el resulta- Jean-Marie Drot.- Ya volveremos estuvieran. Su tratamiento de Tinto-
do, sino también en el conjunto de a Tintoretto ... Pero ahora veamos retto es el resultado dé largas estan-
sus comportamientos, su forma de una cuestión distinta: ¿hay un Sartre cias en Venecia durante las cuales se
hablar, su lenguaje original, sus con- coleccionista? Su relación con el arte, enfrentó realmente a las telas. Senti-
cepciones íntimas de la obra, al ser el ¿pasa por la posesión del arte? mos que las ha visto, que ha girado
arte inseparable de la vida del artista. veinte veces alrededor de ellas ... Por
Michel Sicard.-Si hablamos en la noche se encerraba en su habita-
Jean-Marie Drot.-Sartre mira propiedad no es un coleccionista, ca- ción para escribir, pero durante el día
pues, si podemos decirlo así, con sen- rece en absoluto de esa voluntad de había visitado una y otra vez los Tin-
sibilidad. Pero es también un hombre retención de cierto número de obras. torettos ... ¡Y Dios sabe que están
que escucha .. . A Sartre no le gustaba poseer las co- diseminados a través de la ciudad,
sas: ni las suyas, ni, a jortiori, las prácticamente en todas las iglesias!
Michel Sicard.-¡Un hombre que de los demás. Sin embargo , al haber- Esto representa largos periplos, un
sabe escuchar maravillosamente, se movido cerca de los artistas y ha- recorrido de combatiente por el inte-
para el cual nada de lo que es impor- ber escrito sobre ellos, éstos le entre- rior de la ciudad y de sus canales para
tante se pierde! Se pone en el lugar garon obras de las que se benefició ir de un Tintoretto a otro, contorsio-
del otro con una facultad de adapta- nes bajo algunas telas -«El juicio
ción muy grande y penetra en su dis- final», por ejemplo-, una prueba de
curso. Aquí es, en mi opinión, donde fuerza ... Es un sentimiento de pose-
la aventura crítica invade progresiva- sión singular: así como le gustaban
mente el primer plano de la escena en las habitaciones del hotel porque se
la empresa sartreana. La parte litera- estaba más deprisa en el exterior -lo
ria, que parecía haber sido desecha- que quería decir sin duda que su ver-
da cuando dejó de escribir novelas, dadero ámbito era la calle-, igual-
renace en la forma en que habita el mente la posesión de un objeto no se
lenguaje interior, el monólogo inte- reduce a su apropiación privada, por
rior de los artistas que toma en consi- satisfactoria que ésta sea. Por la ma-
deración. Sabe reencontrar de modo nera de aproximarse a ellos, de visi-
maravilloso las frases pronunciadas, tarlos regularmente, los Tintoretto
recrearlas en su especificidad. En este también eran suyos. Lo que explica
sentido la empresa es completa, es verosímilmente su relación muy pro-
plural; es un teatro, también un funda y permanente con Italia, a la
cine ... Vemos a la gente moverse de que vuelve todos los veranos. Sartre
un sitio a otro, a los pintores evolu- se detiene en Roma y hace viajes muy
cionar hacia el caballete o hacia la numerosos a Venecia, por Tintoretto
tela; los oímos hablar, reflexionar ... y por la ciudad misma. Estas ciuda-
Sartre restituye estas escenas con su des se convierten en polos de su mito-
talento literario. Pero hace algo me- logía: las posee, se las mete en el bol-
jor todavía; no sólo trata de escu- sillo con una facilidad absolutamente
char, de traducir los sentimientos destacable, les es fiel como si fueran
más o menos confusos, sino que mujeres ...
cuando faltan las palabras le presta Aquí aparece como heredero de
un lenguaje al artista. Así sucede con colocándolas en su despacho, por Flaubert, de su mitología y de su geo-
Tintoretto: al que podemos ver y es- ejemplo •.. Más tarde se las regaló a grafía del viaje: Flaubert en Oriente,
cuchar gracias a un tour de force: nos sus íntimos, especialmente mujeres, en Cartago, en Italia, también en la
lleva a su presencia, a su taller, nos que poseen así algunos moldes en tierra de los celtas, moviliza todas las
muestra cómo se sirve insidiosamente yeso o estampas de Giacometti, algu- direcciones de la escritura como tra-
de la escultura, cómo emplea astu- nos cuadros. En su despacho hubo zo, vestigio, monumento ... Y Sartre,
cias, reflexiona en relación con el un Léger durante cierta época. Tam- como buen escritor, reencuentra los
cliente, medita de modo irónico, des- bién lo regaló, o puede que lo vendie- principales modelos de Flaubert.
engañado o cínico ... ¡Le presta, cu- ra a causa de dificultades financie- Pero Italia por sí sola puede recoger
riosamente, el lenguaje moderno que ras ... Pero al final de su vida estaba numerosos lugares neurálgicos de la
un boxeador podría. haber empleado contento de tener a su disposición al- historia de la civilización y de la escri-
con su adversario! Y en este anacro- gunas obras, bien es verdadd que es- tura. Italia puede resumir toda la his-
nismo brota un rayo de luz: dos mo- casas. Sobre su diván lucía notable- toria de la humanidad. Esencialmen-
mentos, dos épocas diferentes se van mente un soberbio Rebeyrolle, del te tres ciudades: Venecia la nórdica,
a corresponder imaginariamente para período de la «Coexistencia», bajo el Nápoles ya oriental, y en el centro
mostrarnos la deslumbrante moder- cual le gustaba sentarse. Creo que de Roma, la ciudad de las fundaciones.

DEBATS N. 0 20 7
DOSSIER

A través de sus visitas a museos, Sar- doafindequenoregrereaund~o~ riales, de matriz, arrojados sobre la
tre reencuentra toda la mitología de den completo, a lo insensato. Sartre tela, algo que no pasa a través del
los viajes en el universo de los signos, encuentra la solución en un tercer ca- sentido. La pregunta de Sartre se cen-
en la literatura. mino que llama, a propósito de Re- tra sobre estos problemas de la co-
beyrolle, coexistencia, designando así existencia del material y del sentido;
Jean-Marie Drot.-El final de Sar- ese modo que "tienen los materiales de el compromiso es residual por com-
tre es el final de un hombre que se yuxtaponerse, de coordinarse en sus pleto, no puede venir sino después, se
queda ciego ... ¿Le comunicó a usted, obras haciendo nacer un sentido in- deduce de una situación plástica ...
estando ciego o a punto de estarlo, su mediato, primitivo, primario. Desde En esto va más lejos, porque com-
pena por no poder contemplar ya el esta perspectiva la elección de los co- porta el elemento de libertad que ne-
arte? lores depositados sobre la tela tiene cesita. El compromiso no puede ja-
un significado muy fuerte. El rojo es más transformarse en máxima política
Michel Sicard.-Sobre todo la- la sangre: así se puede entonces asig- -contrariamente a los pensamientos
mentaba no poder escribir y leer las nar inmediatamente sentidos a las de Mao que son fenómenos de masa,
palabras. Lo que le resultaba absolu- obras ... Sartre vuelve a poner en pie guijarros-. Pero más allá de los gui-
tamente negro era la página de un li- la dialéctica plástica: no se parte de la jarros, la intervención del pintor re-
bro, ya no podía descifrar los signos significación que se le quiere dar a la crea una especie de vuelo que hace ir
de la escritura ... Por lo que concierne obra, del proyecto; el proyecto sólo acompañados y que dinamiza a cier-
a la pintura el problema es distinto. viene después. Es cierto que hay un tos materiales. Así saltan las separa-
Sé, por haberlo escuchado de labios proyecto de partida, pero el elemento ciones distributivas tradicionales de
de Rebeyrolle, que Sartre, aunque concreto, la materia, el material, al las artes plásticas . Las telas de Re-
ciego, había visitado unas exposicio- ponerse de través, vivirá una aventu- beyrolle ya no están habitadas por los
nes en compañía de Simone de Beau- ra donde sus trayectos resultarán materiales habituales de la pintura:
voir, que le describía y comentaba contrariados. De esta contradicción ahora tenemos arena, plumas, cha-
fielmente las telas. Accedía pues a la activa nª~t:! realmente el sentido. Los tarra, objetos enmohecidos, tierra.
pintura por medio del lenguaje ... Es Salimos del universo plano, de dos
necesario precisar en cualquier caso dimensiones, para encontrar la pro-
que su ceguera no era completa: veía fundidad, el mundo ... Estos mismos
formas vagas y colores. Volvemos a problemas son analizados por Sartre
encontrarnos aquí con la situación de en su estudio sobre Tintoretto.
algunos artistas que, aunque priva-
dos de su sentido capital, quedan dis- Jean-Marie Drot.-En esta exposi-
ponibles para su arte: Beethoven al ción, este museó imaginario de Sar-
quedarse sordo, Monet que pierde la tre, vamos a mostrar multitud de fo-
vista pero pinta Las ninfas ... Es muy tografías y reencontrar a través de
probable que, en su ceguera, Sartre ellas una presencia física de Sartre.
se haya encontrado de igual a igual Incluso he pedido a Gallimard una si-
con la abstracción internacional que lueta de Sartre de tamaño natural...
había descubierto, cantado y confor- Sin embargo, donde mejor se recupe-
tado desde el punto de vista teórico. ra la presencia física, yo diría casi cá-
A despecho del inmenso pesar que le lida, del Sartre que envejece es en la
causaba el no poder leer las telas en obra de un artista. Estoy pensando
su detalles minúsculos, en su in- en Ruth Francken.
fraesctructura, Sartre accedía toda-
vía con energía a este tipo de obras. Michel Sicard.-La forma en que
Sartre ha sido retratado es caracterís-
Jean-Marie Drot.-Hemos dicho tica del interés de varios artistas por
que al principio estaba Calder, al fi- su rostro. Y ante todos Giacometti .
nal Rebeyrolle, y por encima Tinto- Por lo que yo sé, hay cuatro retratos
retto ... Hablemos ahora de Re bey- de Sartre firmados por Giacometti:
rolle: creo que es un momento todos tienen esa técnica particular
importante de la relación de Sartre guerrilleros no se nos muestran de que introduce las mejillas, los labios,
con el arte de su tiempo. modo realista: a Sartre no le interesa las gafas en contornos clave en los
un arte al modo de Fougeron ... Son que el lápiz marca aristas neurál-
Michel Sicard.-Rebeyrolle apare- guerrilleros porque ahí está la tierra, gicas. A estos retratos de los años
ce para Sartre en la época del 68: se la arena en la que se mueven, porque 1945-1946, de un Sartre relativamen-
plantea entonces, naturalmente, el vemos esa sangre, esas plumas ... Los te joven y al comienzo de su celebri-
problema del compromiso. Es nece- significados surgen inestables, se de- dad, sirven de contrapunto, al final de
sario comprometerse, y no dar a la ducen simplemente del choque de los su vida, los retratos de Ruth Franc-
obra un sentido puro y abstracto al materiales. Sartre busca la pintura ken. Estos se realizaron con la com-
modo de Breton, no hacer «arte por violenta: violenta por la confronta- plicidad de Sartre, que aceptó posar
el arte». El problema que hay que re- ción con la materia cruda... En este especialmente para las fotos comple-
solver es de importancia: conservar punto coincide ligeramente con Du- tamente de frente y completamente
por un lado las adquisiciones -el ob- bufet y el arte bruto: hay brutalidad, de perfil. Los retratos son múltiples,
jeto en carne y hueso, el descubri- choque, acontecimiento para el es- pues Ruth Francken trabaja siempre
miento de la materia- y reivindicar pectador que percibe y designa de in- en polípticos. Mirrorical return es un
por otro lado para el cuadro un senti- mediato, por ciertos emblemas mate- tríptico. Lo esencial, en su trabajo, es

8 DEBATS N. 0 20
DOSSIER

la multiplicación de las cabezas, de las antípodas el uno del otro. Flau- sufre violencia por el pincel del pin-
modo que el individuo nunca aparece bert nos ha dejado cantidad de confi- tor. En efecto, Tintoretto no pinta lo
como inmovilizado de una vez por dencias sobre sí mismo. Flaubert es el que Venecia y dus dogos esperan de
todas -lo que sería un regreso a la partidario encarnizado del género la representación: pone en escena
obra cerrada-, sino como multitud. puro, del «arte por el arte» . Flaubert cuerpos carnosos, pesados, que caen:
Sartre conocía estos proyectos: se renueva completamente la novela cuerpos en perpetuo desequilibrio.
hizo describir extensamente las técni- contemporánea, dando a la obra su Las leyes de la materia empírica in-
cas y también aprobaba el principio estructura de belleza formal. De Tin- tervienen en sus telas, que tienen
de que hoy el retrato debe ser frag- toretto sólo sabemos por su leyenda. incluso el aspecto, nos dice Sartre, de
mentado y múltiple para ofrecer las Pero lo sentimos vivir más, compli- anticiparse a la Ley de la caída de los
diferentes facetas del hombre, no cado en un mundo de exigencias coti- cuerpos. Lo que interesa a Sartre es
tanto por medio de un recorte que re- dianas, de sumisiones, con sus con- esta pesantez real encaminada hacia
cree su movimiento -éste sería el tradicciones, sus astucias: cede, lo feo. La fealdad es una categoría
problema de Duchamp en sus «Des- como un tendero, al encargo. Tinto- esencial de su estética: es lo Bello
nudos descendiendo una escalera»-, retto es un hombre concreto, vivo, un cuando no obedece a la armonía, lo
cuanto por un conjunto de posturas hombre de compromiso, todo lo Bello en su cara nocturna, atravesan-
recíprocas, de inversiones en espejo, opuesto a la «santidad» de Flaubert. do por el desorden . Esta belleza afec-
tantos como momentos diferentes en Pero en la visión de Sartre los perso- tada por la revulsión es la fealdad, lo
una profundidad del personaje, de najes acaban por parecerse un poco. desproporcionado, el desfallecimien-
manera que el todo constituye una Les une la tontería: el idiota de la fa- to, lo grotesco. La encontramos en
síntesis. Además, las técnicas de di- milia es el eco del artesano iletrado las telas barrocas de Tintoretto, pero
bujo de Ruth Francken emplean más «que jamás abre un libro», que no re- determina también las elecciones lite-
el punto que el trazo: asistimos a una flexiona, pero cede en sus cuadros a rarias de Sartre en su propia obra,
maravillosa forma de hacer surgir el obsesiones de un peso aplastante. La novelesca, teatral o crítica. En el
grano en el rostro, grano que es al energía desplegada por el pintor que «Flaubert» las escenas se multipli-
mismo tiempo el grano de la piel y el can, se contradicen, los objetos y los
grano del papel o el grano fotográfi- materiales ejercen la misma fascina-
co. Estas obras introducen la repro- ción -la gorra de Charles, el coche
ducción fotográfica, como si debiéra- de punto donde «yacen» Emma y
mos tener, en cuanto a la imagen, un · León- y encuentran su correspon-
testimonio del medio principal por el dencia en los espectaculares análisis
que se tiene acceso al hombre. En el de Tintoretto: vemos a los santos con
interior de las cabezas encontramos el culo por encima de la cabeza, los
fragmentos de fotos, como llagas , instrumentos de tortUra del «San
tan bien que el rostro parece desga- Marcos liberando a un esclavo», des-
rrado y remendado al mismo tiempo. trozados por el rayo divino, se salen
En un sitio se lee la costura: cuando de la tela . ..
el fragmento de foto arrancada se De una obra a otra no va más que
continua con el dibujo a lápiz. Este un paso. Y es que si atendemos a la
mosaico da cuenta del efecto de génesis de los textos, Sartre escribía
¡jatchwork [obra a trozos] que consti- al mismo tiempo el «Tintoretto» y el
tuye toda obra en su visión aparente, «Flaubert». Los instrumentos filosó-
cuando quiere recoger a un hombre ficos forjados en la Crítica de la ra-
en el ensamblaje extraño y heterócli- zón dialéctica y puestos en juego en el
to que es, de fragmentos, de migajas, Flaubert están asimismo presentes en
de imágenes devueltas... ¡Y Dios el estudio sobre Tintoretto: el ele-
sabe si Sartre ha pedido que le devol- mento materia, lo práctico-inerte, los
vieran imágenes de sí mismo! El ho- grupos, la serie, las relaciones entre
menaje más bello que se haya podido la representación, las ideologías y lo
rendir a la vez a Sartre y a Ruth real. .. Estos conceptos trabajan con
Francken a propósito de este trabajo mucha fuerza la estética sartreana y
es la siguiente frase de Simone de corre por los andamios, sube escale- nos permiten leer a Tintoretto con
Beauvoir: «Estamos en presencia del ras, se contorsiona bajo los techos, la una nueva mirada, y comprender al
retrato histórico de Sartre.» veremos también en Flaubert, que fin que la simple intuición del pintor,
vive momentos de tal tensión que que ignoraba él mismo por qué cedía
Jean-Marie Drot.- Y al fin Tinto- debe ir de vez en cuando, sobresalta- a este prejuicio, está lastrada por una
retto . Tintoretto acompaña larga- do, a un diván, que gira en redondo presión histórica considerable. Osci-
mente las evoluciones de Sartre fren- en su habitación y hace «estallar su lamos entre el Renacimiento y un arte
te y dentro del arte, tan largamente cabeza» para escribir frases enormes. romántico, e incluso post-romántico,
como lo ha acompañado Flaubert en Los ·dos personajes se prestan igual- que privilegiará situaciones de fraca-
el aspecto literario . Flaubert de un mente a la ironía ... En cuanto a las so, inversiones de una plástica armo-
lado, Tintoretto del otro, ¿no resulta obras, si bien son dos mundos dife- niosa. Ya no estamos solamente en
extraño, incluso incompatible? Y rentes, los accesos filosóficos sigUen una estética de lo Bello, o de lo Feo,
esta incompatibilidad, ¿no es quizá siendo los mismos . Lo que interesa a
una apariencia? Sartre en Tintoretto no es en absolu- sino de lo Sublime, con todo lo que
to la imagen, es la intuición de lama- comporta de desfiguración de lo real
Michel Sicard.-A priori están en- teria, la forma en que la imaginería y de la representación.

DEBATS N. 0 20 9
DOSSIER

Jean-Marie Drot.-Hemos tenido xima, en tanto que vivida, sensible, Jean-Marie Drot.-Cezanne decia
Ia impresion de una mirada de Sartre carnal, de significados descubiertos. de Tintoretto: «es el pintom .
sobre Calder, de un dialogo con Gia- Esta idea de neurosis solo puede leer-
cometti, Masson o Rebeyrolle, pero se hoy de forma eficaz a partir de los Michel Sicard.-Sartre ha mostra-
de golpe, con Tintoretto, Sartre entra textos de Freud. Pero es evidente que do con destreza que Tintoretto es el
en el mundo de Ia obsesion: en otros periodos historicos encon- hombre de Ia movilizacion general de
tramos ya Ia misma sintomatologia, y los esquemas y tecnicas de su arte, e
Michel Sicard.-Efectivamente, particularmente en los «prejuicios» incluso de expresiones vecinas, exhi-
hacia el final de su vida, s·a rtre lucha de Tintoretto. Haciendo de estos pre- biendo por Io tanto su voluntad de
con Ia obsesion. En el caso de Flau- juicios una «obsesion», Sartre po- expresar Ia totalidad. Pero sin em-
bert, sobre todo, pero tambien con ne a Tintoretto en un estado pre- bargo, es un hombre que rechaza las
los pintores, ya con Giacometti, y neurotico. Para ser justo, al tratarse imaginerias instituidas, para quien el
con Wols (el ensayo se publico en de un pin tor, esta neurosis debera arte no puede ser recuperado por tal
1963). No puede comprenderse el apoyarse tambien sobre el elemento o cual orden, sea religioso o social.
concepto de arte si no se relaciona materia. Sartre hace entonces inter- Es pues El pintor, porque utiliza to-
con el de neurosis. La neurosis per- venir a un concepto freudiano (del dos los medios disponibles, se divier-
mite Ia unificacion de los afectos, de joven Freud), Ia histeria. La histeria te incluso retomando ciertos procedi-
los deseos, alrededor de una sola trabaja con mucha fuerza a Flaubert: mientos o temas de Ia pintura de su
preocupacion. jPor eso Sartre, en el cuerpo no reacciona ya en tanto tiempo, de Tiziano especialmente,
Las palabras, puede definir Ia escri- que ser neutro, sino que vemos un es- para llegar a poner en Iibertad las re-
tura - en el sentido de Barthes o de tiramiento del cuerpo - son «crisis presentaciones y los materiales, algo
Flaubert- como una neurosis! Esa nerviosas»- , un endurecimiento de en lo que encuentra Ia victoria del ar-
tentacion que empuja a traducir Io las frases - es su estilo petrificado. tista. Fracaso de los motivos, de Ia
real y ciertas intuiciones sensibles, en De Ia misma manera, Tintoretto, vida, pero victoria de Ia obra del pin-
signos,. esa fuerza que los organiza en maldito en Venecia - «fuera de Ia ley tor - su verdadera gloria- en tanto
sistema bajo esta forma, bajo Ia idea frenetica y acosada»-, produce en que esta transpone y transfigura sus
de obra, constituyendo Ia justifica- su vision caidas, cuerpos desfalleci- fracasos: ponerlo todo en el lienzo, e
cion de una vida y su tinico progra- dos transformados en piedra; y los incluso las imperfecciones, esta fata-
ma, es lo que define hablando en pro- instrumento s estallan, y los brotes de Iidad cruel que hace al hombre debil
piedad Ia neurosis. Intelectualmente, materia que nos revientan Ia mirada, y perecedero, para decirlo autentica-
Sartre tiende a rechazar Ia neurosis particularmente en los «milagros », mente, sin disimulo posible, e incluso
-hace falta curarse de ella, etc., evi- en violentos deslumbramientos, des- hasta Ia desaparicion del artista, ese
tar el sufrimiento-, pero sabe al figuran las representaciones armo- retrato convulsionado de si mismo a
mismo tiempo que no ·hay arte - en niosas. Otras veces se instala una luz traves de los objetos inhumanos que
el sentido en que lo entendemos des- difusa, pre-impresionista, que diluye · son sus cuadros de masacres:
de el post-romanticismo- sin neuro- -jEsto es Ia verdadera vida! D
sis, que no solo seria dificil curarse de cualquier forma ... to do esto es una
ella, sino que no seria deseable, pues forma sincretica de tener acceso a Ia
solo ella permite esa totalizacion rna- histeria de Tintoretto. Traduccion de Jorge Garcia Garcia

10 DEBATS N. 0 20
DOSSIER

nernos sordamente a imaginar lo


imaginario. Ahí el arte lo gana todo:
el pintor se obstinará en inventar
nuevas formas, romperá todos los
moldes, incluso los que acaba de uti-
lizar, afectado obra tras obra por una
pasión maníaca y jamás satisfecha. Y
para nosotros que lo juzgamos desde
lo alto de los cuatro siglos que nos
Esta pesantez sobreabunda y goza tela: Robusti se ha convertido en separan de él, este fracaso que estalla
de sí misma. El ángel exagera: Dios maestro; puede hacer lo que desee de consciente y se repite un centenar de
no es tan pesado. Puesto que ha que- su pincel. En realidad aspira a susci- veces nos da la prueba incontestable
rido darse la exacta condición huma- tar el escándalo y a que nos acerque- de su genio: hemos leído a Mallarmé.
na, acepto que no pesa menos que los mos a la falta de respeto sin saber por Pero para él todo está perdido: desde
demás hombres pero se me concederá qué . Lo esencial es que seamos sus d comienzo se encuentra con su lími-
que tampoco pesa más que ellos. En cómplices: nos hace trabajar para él. te y no lo reconoce; ignorando que es
cuanto a Tintoretto, siente el fagot. Y nuestro trabajo es precisamente el Insuperable, se agota intentado ir
Lo que me extraña es que llega a re- de empujar a estas Santas Mujeres más allá, un mismo frenesí lo ator-
inventar la herejía arriana. El caso hasta hacerlas caer un poco; también menta y atormenta sus telas: «¡Ya
es que Robusti quiere hacernos com- requiere nuestro extravío: nosotros está, ya la tengo! He aquí la profun-
partir su idea fija : es cierto que pesa- mismos afectaremos los personajes didad visible». Y desde el momento
mos, y lo sentimos, lo sabemos pero de esta pesantez que no se atreve que se aleja un poco, todo está suge-
lo olvidamos para solicitar el honor o todavía a decir su nombre; seremos rido, nada se ve.
los favores de una dama; para Jaco- ambiguos; inocentes y culpables, Queda el hecho de que Tintoretto
po, semejante ligereza no tiene excu- nuestra connivencia involuntaria es el primero en darnos, en medio de
sa; él nos penetrará del sentimiento trastorna la pintura: es la Revolu- fantasmas vistos realmente, sensacio-
de nuestra materialidad, y así como ción. Por primera vez en la Historia, nes imaginarias, y que para esto utili-
su cuerpo lo aplasta, cargará también entre 1540 y 1545, en una fecha que za la pesantez. Puesto que el relieve
de colores una superficie plana para por desgracia es imposible precisar, es una aproximación y dado que el lí-
hacernos soportar ese fardo. Algunas un cuadro deja de ser una superficie mite de la tela es un plano vertical,
de sus telas son admoniciones : quien plana, encantada por un espacio ima- Jacopo representa el avance de un es-
bien se pesa bien se conoce. O bien: ginario, para convertirse en un circui- polón por medio de la inmediata pre-
por lejos que esté el desierto donde to montado por el pintor, que se cie- sencia ante nuestros cuerpos de un
quieres escapar del mundo, hasta allí rra sobre la amable clientela y la cuerpo que rompe el equilibrio . La
te llevarás tus ochenta kilos. En tal fuerza a integrarse sin alterar la natu- atracción, esto es obvio, la ignota: lo
caso la obsesión se muestra desnuda: raleza de los objetos de la realidad. que sabe, por contra, es que cada
desborda el prejuicio plástico y se Ya no se sirve al cliente : el servicio lo cual experimenta sobre su nuca o so-
manifiesta en la narración. Ésta se cumple él mismo . Esto es, como vere- bre sus hombros la amenaza de una
enriquece y a veces se carga de metá- mos, un aspecto de lo que se llama, piedra que se agita por encima de él.
foras y de imágenes cuyo origen co- sin entusiasmo, el «subjetivismo» de Esta anticipación de un choque nun-
mún parece ser el símbolo cristiano Tintoretto . Pero el nombre importa ca es una espera pasiva: es preciso
de la Caída. Por otra parte, si nos fi- poco: buscábamos un prejuicio y lo reparar en el riesgo para protegerse,
jamos bien, descubrimos enseguida hemos encontrado desde las primeras pero la apreciación se manifiesta a
que la interpretación religiosa no es telas. Si se ve el relieve y no sus em- través de una táctica: los músculos se
suficiente. blemas o equivalencias, resulta nece- cubren con vendas, se impone la or-
... Obligados a evocar fuerzas que sario el estereoscopio. Así veremos al ganización, y la consciencia, invadi-
no existen, sentimos oscuramente objeto acercarse hacia nosotros. Pero da por el desarrollo físico de la ope-
que se intenta que aprehendamos el de este modo, el arte se convierte en ración, cree leer ahí la inmediata
equilibrio plástico por medio de una procedimiento. Si se cree el relieve proximidad de los cuerpos lejanos y
ponderación física y la unificación dado y basta con despertarlo para el tiempo por venir. Por este motivo
por el arte a través de la estabilidad que salga de la tela y se imponga a Tintoretto hace girar sus escalina-
real de un sistema en reposo; en resu- la vista, se buscarán los medios de tas noventa grados: el descenso de los
men: la Belleza por medio de la Natu- manifestarlo. ¿Dónde? Pues bien, escalones llegará hasta nosotros:
raleza. Este procedimiento hace creer allí donde están : en las técnicas de Poco importa que alcancen o no el
que el instante se ha espesado sobre la pintura; bastará con elegir, recha- suelo en el cuadro, puesto que nos-
la tela y que persiste: apoyadas la una zar multitud de artificios, guardar otros sentimos, como dice Gide de
en la otra, las dos mujeres pueden algunos de ellos e impulsarlos hasta su novela, que «podrían continuar».
mantenerse mucho tiempo en sus po- el extremo. Pero toda la operación Algo desciende rápidamente a través
siciones; pero simultáneamente esta reposa sobre un malentendido: Tin- de caídas y saltos; incluso cuando la
pose se revela instantánea. Robusti toretto se apresta a mostrarnos la ter- tierra firme detiene bruscamente el
no tiene demasiados deseos de con- cera dimensión del espacio; pero ya movimiento, el cuadro mantiene la
vencernos . Además, ¿por qué habría sabemos que el único camino posible orientación: se desploma hacia nos-
de quererlo? Para complacer sin des- todavía no ha sido abierto; él hará otros; quedamos señalados y alcan-
concertar, bastaría con que no exage- mucho, de ello estamos convencidos: zados . Lo que inventa Robusti no es
rase los saludos entre las dos muje- , pero todo lo que podrá hacer será sino un sistema de procedimientos
res . No hay nada demasiado difícil multiplicar los signos o, si recusa que, sin embargo, nos arrastra ins-
para él. Quien lo dude que examine la estos juegos de intelectuales, dispo- Jantáneamente hasta las antípodas

DEBATS N. 0 20 ll
DOSSIER

del trompe-l 'oeil. Robusti se arroja a da su clarividencia para descubrir, en


Ia pintura y no Ia abandona mas que el medio de Ia vista, el peligro que los
para morir : por lo tanto ha pasado ha suscitado. El peligro, en otras
en silencio las ensefianzas de esta ne- palabras, son ellos mismos en el me-
gacion, afortunadamente inarticu- dia optico: nos dejamos persuadir
lable; en esto no hace sino anunciar como siempre de que los cinco senti-
las obstinaciones del Barraco. Pero dos estan jerarquizados; alertados
ninguno de los medias puestos en por el cuadro , volvemos a el para
juego pretende hacer visibles aguje- buscar las causas de Ia perturbacion,
ros o prominencias. Para las determi- convencidos de que las encontrare-
naciones de Ia profundidad y del re- mos vestidas de gala y bajo su verda-
lieve busca siempre, y Ia mayoria de dero aspecto : en total claridad, en
las veces encuentra, un modo de exis- perfecta distincion. Provocada Ia es-
tencia que no es ni Ia visibilidad dis- pesa imagineria de nuestra masa fisi -
tinta de un fantasma optico ni Ia ca, esta asciende hasta nuestros ojos
ausencia notificada por una abun- y quiere mirarse en el cuadro: ella
dante sefializacion. Intransigente por condicionara los movimientos de
optimismo Tintoretto no concibe que nuestros globos oculares, los proyec-
Ia pintura pueda tener un objeto dis- tos a corto plazo de Ia mirada, el des-
tinto al Todo. «Debes y por tanto ciframiento de las formas. Esta exi-
puedes». Pretende remodelar Ia Crea- gencia testurada de «Ia bestia» es su-
cion en el espesor de sus telas y que ficiente: hemos superado Florencia y
se encuentre en elias el espacio infi- el platonismo, las operaciones abs-
nito: «Centro ciudad y todas direc- tractas del intelecto, o sea, Ia perspec-
ciones» . Pero este pintor es mucho tiva monocular. t,Por que? Porque el
mas grande de lo que piensa 0 de cuerpo entero forma parte de Ia fies-
lo que dice: cuando quiere conquistar ta: invitado por Robusti, trae consigo
para Ia percepcion nuevas tierras, Ia pesantez y las tres dimensiones.
reline a todo el mundo ; esta perfecta- Antes de 1552, Ia vista, como unica
mente solo cuando manipula nuestra invitada, se esforzaba por descubrir
:maginacion y cuando nos obliga a Ia profttndidad y Ia solidez de los si-
imaginar lo imaginario . No se trata mulacros; despues pierde sus privile-
de un suefio o de sonar sobre el cua- gios, pasa al rango de intermediario y
dro: el pintor quiere movilizar nues- el nuevo convidado invierte Ia busca:
tros suefios: ligeras fuerzas nos incli- con Ia certeza oscura de que Ia ma-
naran a inventar el relieve, a re- teria del cuadro - -como Ia de los
inventarlo cada vez que volvamos a cuerpos- se extiende por necesidad
Ia misma obra. Sabemos lo que es Ia en un espacio de tres dimensiones, no
musica: todo comienza por Ia falsa se pregunta si hay algun tratamiento
inocencia de una intuicion; lo ima- que permita a los col ores y a las clari-
ginario, dado por medio de formas y dades reproducir eminentemente el
colores percibidos pero descuidados, orden de Ia profundidad sino como y
se introduce en nosotros bajo Ia for- bajo que forma esta profundidad ine-
ma de luz y aprovecha el deslumbra- vitable se manifestara en el orden de
miento para hacer pasar antenas y Ia visibilidad . En resumen , da Ia im-
patas bastante dudosas; nosotros tra- presion de que a! estar dada ya ahi Ia
gamos con todo y Ia bestia clandesti- profundidad, solo presentara interes
na suscita en las tinieblas un carrusel Ia determinacion optica realizada por
de imagenes: caida, colision o gala- el pin tor. Hemos ido mas alia de Ia
pacta o las tres a un tiempo. t,Dire- distribucion de sefiales, de Ia fuga de
mos que se trata de recuerdos? Si, si las lineas, de Ia polaridad del hori-
asi lo queremos. Pero en este grado zonte: los cuadros de Tintoretto trans-
de generalidad, cuando ni siquiera miten de un !ado a! otro de Ia tela el
hemos empezado a detallarlo y a si- saluda de Ia materia a Ia materia:
tuarlo, el recuerdo no se distingue damos por adquiridas Ia soledad y Ia
en nada de Ia imaginacion. Sea lo que impenetrabilidad, y le pedimos que
sea, Ia noche se mueve, esos fantas- nos muestre como ha puesto color a
mas de Ia inminencia nos inquietan a! los juegos demasiado conocidos del
nivel mas rudimentario: justo en el ser: presencia agresiva -torridos
centro de gravedad. El miedo hace acantilados, promontorios, aplasta-
subir hasta nuestras retinas a esas mientos, caidas y bruscas ausencias:
criaturas ciegas. No el miedo, sino Ia ciclones que atraviesan horizontal-
sombra de un miedo, una emocion- mente Ia tela, alivios providenciales,
imagen cuyo origen es Ia imagen de erosiones diabolicas, magnificas
un desequilibrio mecanico. De todos rarezas, subita perdida, empobreci-
Tintoretto. «Visitaci6n », 1550.
modos, estos seres sin ojos estan en miento sin compensacion, hostil de-
nuestros ojos, quieren tomar presta- rrota. El pintor nos convence de que

12 DEBATS N. 0 20
DOSSIER

la ausencia y la presencia son accesi- no desplegará un par de alas o que no desfallecimiento su busto de inercia?
bles a primera vista: lejos de darles dará la vuelta, convertida en langos- Esta contradicción inestable causa te-
caza, es preciso partir de ellas y ta, para golpearnos entre los ojos? rror. Igual que esta otra: vemos a la
acompañarlas hasta su culminación ¿Y las manos? Nada impide que vez a la Naturaleza remodelada por
plástica. Planteando la única pregun- nuestros dedos se vuelvan dedales. la Voluntad divina y cómo sería si
ta autorizada -¿a qué figuración En resumen, el registro inmediato de Dios se separara de ella. Ignoramos si
conducirá al ser, por la alternancia de un Milagro debe revelar, al mismo Él envía nuevas órdenes o si se abstie-
sus masividades y de sus evanescen- tiempo, las dos formas de la impo- ne simplemente de renovar las que ya
cias, el pintor que lo ha tomado tencia humana: los buenos, embrute- dio . El primer caso sería menos es-
como modelo?- devolveremos a la cidos por miedo o por sufrimiento, pantoso : esos caprichos aparentes se-
tela su verdadero uso, que es -lo ha revueltos en sus cadenas, atestiguan rían sólo el anverso de un firme pro-
dicho el aretino- complacer a los que las leyes del ser sirven al Infier- pósito. Pero aunque en el segundo
ojos. Dejemos a los florentinos las no; este mundo está hecho de modo caso todo esté reglamentado por
voluptuosidades discretas del enten- que un buen cristiano pierde su as- Dios, nuestro protector infatigable, y
dimiento y devolvamos a Venecia el pecto y su imagen. Tras ellos, sus ver- nada pueda renovarse sin su acuerdo,
estallido sensual del placer. dugos con zamarra aprenden la otra parece que las cosas tienen una esen-
Ni los aficionados ni los parro- impotencia: si el mundo tiene humo- cia monstruosa '} secreta -de éste y
quianos exigen en realidad ver el zig- res, si los medios más serios se trans- del otro lado de la vida- y que la
zag de un rayo si no es por un oportu- forman imprevisiblemente, el hom- Creación sólo es una contención im-
nismo de piedad. El Milagro, nadie bre no es más que una pesadilla. Si puesta a la gangrena de la inercia. Ya
lo duda, es un Jano de doble cara. Dios no permite ver su mano -y los no hay nada que temer, pero ya no se
Dios hace un Acto en tanto que res- pintores están de acuerdo con él para puede contemplar una silla sin sentir
tablece una situación comprometi- esconderla , salvo estipulación ex- escalofríos. No porque pueda con-
da; hace un Contraacto en tanto que presa del contrato-, el verdadero vertirse en chacal, lanzarse por la no-
libera a un cristiano de un obstáculo milagro se produce al nivel de la che sobre nosotros y clavar en nues-
provocando una anarquía local de la madera, del hierro, del viento y del tra garganta los dientes de su res-
materia. En todo caso es lo contrario agua. Lo que llama la atención de los paldo: es porque imaginamos, por
de las acciones que el hombre hace Infieles y lo que el público veneciano detrás de su uso, una indisciplina
o cree hacer. Sin una confianza abso- quiere ver es un avatar de la materia: por insuficiencia, la amalgama visco-
luta en el orden del mundo, no nos ésta vive sin vivir, se recrea, algo sa de sus cualidades bien conocidas y
arriesgaremos ni siquiera a tender la sucede a este presente eterno; los mi- de sus contrarios.
mano. Pero, cierto o falso, todo el nerales hacen su entrada en la Histo- En una palabra, en la restitución
mundo repite desde hace tres mil ria y no saben que saldrán de ella plástica de un Milagro, se presenta la
años que hay constantes y que es pre- acto seguido. Así hasta la próxima elección entre las imaginerías semipa-
ciso fiarse de semejante orden: actuar vez. En la proximidad de quien sufre ganas del sincretismo y la austeridad
es obedecer a las leyes físicas para po- suplicio, una misma sustancia tiene de la fe . En 1572 Robusti pinta una
der gobernarlas. conductas extrañas; se mantiene irre- imagen de Epinal : todavía se trata de
Pero, ¿qué hacen los malvados? prochablemente a algunos pasos de San Marcos, pero los cristianos idó-
Usan, se diría, tan malignamente las allí. Veamos la madera muerta, en latras quisieron que el buen Evan-
consignas dadas por el Creador a la pleno lirismo en manos del verdugo, gelista hiciera él mismo el trabajo.
Creación que corren el riesgo de de- rigurosamente legal bajo las nalgas Dicho y hecho : Marcos engancha
rrotar a los buenos y de asentar el del Cadí: esta inconstancia consigo sólidamente a un sarraceno por una
desorden moral sobre el orden físico. mismo del material más vulgar y más axila y por un brazo y lo arranca del
La Naturaleza es buena: la bondad indispensable es lo que aterroriza a mar enfurecido. No sabemos apenas
del hierro y del acero, la potencia del los paganos. Descubrir vida cuando de dónde viene ese poder de vivir en
viento, la fidelidad de los instrumen- no se creía percibir más que varieda- el aire sin alas, pero parece que sea
tos domésticos, proporcionan un ar- des de lo inorgánico : esto puede es- una energía natural. En todo caso,
senal de medios al fratricida, al sacrí- pantar, sobre todo si la bestia quiere incluso si semejante hazaña está re-
lego: ¿qué pensar de la Obra Divina hacer daño; a nadie le gusta tocar la servada sólo a los Superhombres, su
si la empresa humana puede ponerla rama seca de un árbol y descubrir que acción no se apoya en la detención
al servicio del Mal? ¿Resultará Dios se trataba de una serpiente. Pero provisional del curso natural de las
derrotado en su propio terreno por el para sembrar el pánico no hay nada cosas; al contrario, la utiliza comó
diablo? No: hace trampas. Con el como la horrible animación de lo ina- hacen las acciones humanas: hay
diablo está permitido. Puesto que el nimado . El milagro no hace vivir a la contacto directo entre los dos cuer-
orden natural sirve al desorden mo- piedra, ni siquiera devuelve a las ra- pos, el salvador proporciona su es-
ral, el Todopoderoso da en el buen mas cortadas su antigua vida vegetal: fuerzo a la pesantez de su protegi-
momento, en el buen lugar, un toque no hay savia ni raíces: y, sin embar- do, inutiliza la resistencia pasiva de
de desorden sagrado. Todas las per- go, el mineral, sin cambiar de natura- los sólidos para extraer al marinero
manencias que nos apoyan se meta- leza se permite establecer relaciones del agua, para dirigir y suavizar el
morfosean en caprichos: la madera se íntimas cónsigo mismo. Privado de descenso. En resumen, es una B. A.
hincha, florece o se quiebra, el agua esta regla de hierro, la constancia, de Supermán . En sentido estricto,
del mar se abre ante uhos y se cierra sus cualidades entran en colisión: to- más que un verdadero milagro, ha-
sobre otros, las montañas se allanan, davía inerte,. se mueve espontánea- bría que ver en esta salvación el éxito
el sol se detiene. ¡Cálculo operacio- mente. Y además, ¿diremos que se de una iniciativa que pone en juego
nal con todo esto! Aunque se trate mueve o que se desploma? ¿Que deja recursos inauditos pero naturales:
simplemente de arrojar una piedra aparecer una fuerza nueva o que ya por colosales que sean sus fuerzas,
contra un árbol: ¿quién nos dice que no lleva consigo la de conservar sin nada pueden sin el apoyo de las leyes

DEBATS N. 0 20 13
DOSSIER

físicas. La Naturaleza se cierra pues prodigio, la beneficiaria del milagro cuadro. Ni tampoco el fugitivo a ca-
sobre el pequeño Dios Marcos y la conoce 1? soledad absoluta: nadie, ni ballo -que encontramos ya en «El
idolatría sobre el corazón de los cris- siquiera un verdugo; Dios la ama, la levantamiento del cuerpo de San
tianos. P ara un devoto , el verdadero salva y suspende la legalidad pero el Marcos ». El tema es la Rueda. O más
escándalo, debería ser esta tela y la Cielo se mantiene en el Cielo, donde exactamente las dos ruedas desuni-
naturalización total del Milagro. Ésta más tarde ascenderá Catalina: en ese das . ¿Qué le pasa a esta maquinaria
no escandaliza: antes la idolatría que momento, queda exiliada sobre la tie- -una de nuestras más antiguas con-
el protestantismo. Pero ha sido nece- rra en el centro de un maelstrom quistas- cuando Dios deja en liber-
sario, imagino, vigilar de muy cerca petrificado. Esta liberación es más tad a la madera? ¿Qué le sucede a la
el trabajo de Robusti. La religión del siniestra desde el momento que madera cuando queda en libertad?
pintor es monoteísta. Dios lo gobier- Robusti, como suele hacer habitual- Esto: sacudida, arqueada por mare-
na todo desde lo alto del cielo: se le mente, la convierte en un someti- jadas interiores, vive sin vivir y se
evocará mediante signos indudables, miento : impulsada por esta catástro- convierte espontáneamente en pulpos
pero se recordará a los creyentes su fe de luz la Santa brinca y rueda de minerales, en arañas sin órganos . Su
soledad y el hecho de que el milagro costado; una caída más: aquí está la primer brote, a la izquierda, encorva
llega al hombre por los senderos del Naturaleza que vuelve al galope con hacia atrás unas patas brutales y
horror. En tal caso, la presencia de un nuestras servidumbres; la joven va a muertas alrededor de un cuerpo cilín-
Santo no es necesaria: para decirlo caer sobre el eje de la rueda, va a des- drico. Dos movimientos se imponen
todo, estorba la grandeza de la inter- vanecerse. Pero ha nacido de un a la mirada y se conjugan: el uno
vención divina. En 1548 hay que pin- hombre y una mujer, ha recibido de arroja el tronco fuera de la tela, el
tar a Marcos porque los clientes así lo ellos los rasgos universales de la hu- otro crispa las patas hacia el fondo.
han decidido. Pero Robusti se esfuer- mana condición; se ha fiado desde la Este ingenio arranca del suelo en un
za por hacer del Santo una simple más tierna infancia del orden del impulso trágico de sufrimiento y de
mosca zumbona. ¿Hay que montar mundo, de las permanencias, de las maldad. En el mismo instante otra
una acción directa donde el Santo regularidades; basa su experiencia rueda, negra y casi horizontal, parece
rompa a puñetazos los instrumentos en la certeza de que las mismas cau- no tanto romperse como transfor-
y la cara del verdugo? Puede hacerse. sas producirán los mismos efectos. marse en pulpo. No suelta a su presa:
Pero él prefiere mostrar el Acto a dis- ¿Estamos seguros de que no prefiere por el contrario, intenta inmovilizar-
tancia: en este caso, dar al Santo po- el retorno de la necesidad más ciega a la entre dos radios que se precipitan
deres sería quitárselos a Dios. Y así lo la prolongación de la anarquía? Ca- hacia Catalina y el más visible de los
niega todo: se trata de un bobo como talina sufre sin comprender, con tan- cuales bloquea el camino lastimando
cualquier otro, que cae de las nubes y to espanto como los paganos la brus- su pierna desnuda. Dos radios de ma-
contempla en éxtasis la obra impre- ca revocación de las leyes que susten- dera y nada más, Pero Tintoretto les
sionante del Creador. Si el Cielo estu- tan el mundo. Mirémosla mejor, exa- otorga en ese instante la presteza in-
viera libre y vacío, la indisciplina de minemos su bello rostro -uno .de superable del movimiento rectilíneo
la materia sería más manifiesta y más los más expresivos que ha pintado -más adelante veremos que se lo nie-
llamativa. De que Tintoretto lo com- Tintoretto-, y veremos que tiene ga a los gestos del hombre-. Dos ra-
prendió da fe, al comienzo de su ca- miedo: ella es la más espantada de to- dios de madera irritados: descubri-
rrera, su voluntad constatable de re- dos. La joven cristiana quería con- mos en ellos el odio que el material
ducir a Marcos al quietismo de la vencer a sus hermanos enemigos; ha consagrado a los artesanos que lo
impotencia: este gordo abejorro se aceptaba sufrir por ellos, esperando emplean. Dos radios perentorios a
estrella y no hace nada. Pero al final edificados con su coraje en el mo- los que sólo la impotencia de los
de su vida, dueño de su arte y de su mento presente los aterroriza, ella lo cuerpos inanimados y l;:1 voluntad de
pensamiento, Robusti llevará hasta el sabe, y siente terror de aterrorizarlos: Dios impiden, en el último momento,
final su jansenismo: en «Catalina so- la Gracia la ha retirado de la especie convertirse en tentáculos. A la dere-
bre la rueda», el más bello milagro humana; la novia mística de Cristo se cha, la rueda vertical parece menos
que haya nacido de un pincel, simple- ha convertido, para los habitantes de estropeada; quizá todavía gire; algu-
mente se niega a mostrar la interven- su ciudad, para los miembros de su nos hombres la han hecho para que
ción de lo Sobrenatural. Una avalan- familia, en un monstruo. Esta Santa aplaste o para que descuartice a los
cha de oro, sí: esta espesa luz es un demasiado desnuda encuentra en su pobres cristianos. Mirémosla: no tie-
signo. Hace falta añadir este otro sig- desnudez prieta y gruesa un no sé qué ne buen aspecto; sin embargo, prefe-
no, exigido por la clientela: entre de ambiguo; está marcada. Abando- riremos este producto de la maligni-
nuestra mirada y el sol, a la derecha, nada a su milagro ni más ni menos dad humana a la sorda amenaza de
pasa la imagen transparente de un que Job a su estercolero . Junta las una materia sin leyes. O
ángel. El habitante del aire, perfecta- manos y reza en el trance de su caída, Traducción de Jorge García García
mente ineficaz, queda aislado en su murmura sin duda: «¡Virgen María,
papel de anunciador. En el centro de protégeme! » Pero, ¿contra qué?
la tela, entre los fragmentos de la má- ¿Contra los malvados en desbandada
quina dislocada, la Santa; a la iz- o contra la inflexible bondad del
quierda, una huida a caballo, horror Todopoderoso?
anónimo roído por una malsana cla- Esta malicia de la Naturaleza es
ridad: es la pura derrota, galopada terrible. Hay que ir a verla a Santa
sin montura ni jinete. Entrevemos Catalina: da miedo. La pálida joven
también dos nucas: invadidos por el -la volvemos a encontrar en más de
pánico, estos peatones se dan de bru- un cuadro, en particular en el «San
ces en el polvo. Nada más: un milagro Jorge», que describiremos más ade-
es una Peste negra; salvada por un lante- no es el verdadero tema del

14 DEBATS N. 0 20
ESTETICAS DE SARTRE • TINTORETTO
Mirandolo bien, uno se da cuenta en seguida de que, con el Tintoretto , Ia interpreta-
cion religiosa no basta. J .-P.S.

Autorretrato Retrato de Jacopo Sansovino

Cristo en casa de Marta San Agustin curando a los tullidos

DEBATS N. 0 20 15
ESTETICAS DE SARTRE • GIACOMETTI
i,C6mo pintar el vacio? Antes de Giacometti, parece que nadie lo haya intentado.
Desde hace quinientos alios, los cuadros estan llenos a rebosar: se mete en ellos el
universo porIa fuerza. De sus lienzos , Giacometti comienza por expulsar el mundo; su
hermano Diego, completamente solo, perdido en un hangar: eso basta. J.-P.S.

Cabeza de Diego, 1954 Cabeza de mujer, 1927

Mesa , 1933 Caricias, 1932

16 DEBATS N. 0 20
ESTETICAS DE SARTRE • CALDER
La escult ura debe grabar el movimiento en lo inm6vil. J.-P.S.

'~ yran cabeza, 1976

Fafnis . M6v il sobre pie, 1968

Disco blanco, disco negro, 1940-1941

Personaje, 1945

DEBATS N. 0 20 17
ESTETICAS DE SARTRE • WOLS
Es nuestro ser desnudo, visto desde fuera -(,desde d6nde?- sin connivencia, ex-
traflo, repugnante pero nuestro; imposible de mirar sin vertigo. J.-P.S.

Ala de mariposa. 1947 Granada azul, 1946


El ojo de Dios, 1949

18 DEBATS N ° 20
ESTETICAS DE SARTRE • MASSON
Masson es perfectamente dueflo de su tecnica mitol6gica. Por eso Ia abandonara.
J.-P.S.

..
~~

Retrato de Andre Breton, 1941

Fl laberinto, 1938

La Pitonisa

Los caballos muertos. 1927

DEBATS N.0 20 19
ESTtTICAS DE SARTRE • MASSON
Masson es perfectamente duefio de su tecnica mitol6gica. Por eso Ia abandonara.
J.-P.S.

El juego de cartas, 1923

20 DEBATS N. 0 20
ESTETICAS DE SARTRE • REBEYROLLE
De familia socialista, siente en el , desde Ia infancia, lo que podrfa ser Ia libertad
de los hombres; lo que se Ia refleja , durante Ia ocupaci6n, es el maquis lemosfn , lleno
de caza y de partisanos , los castafiares sangrantes -de Ia sangre de los animales y
de las personas; ese es el entorno que se propane, eso es lo que pintara mucho mas
tarde , de otra manera . J.-P.S.

La sangre del Che, 1968

Serie Coexistencia, 1970

DEBA TS N. 0 20 21
ESTETICAS DE SARTRE • HELENE DE BEAUVOIR
La obra que Helene de Beauvoir expone hoy es el resultado de una larga investiga-
ci6n. Descubri6 pronto que fabricando simulacros no se consigue llegar a las cosas;
sin embargo, ama demasiado Ia naturaleza -bosques, jardines, Iagu nas, plantas, ani-
males, cuerpos humanos- para renunciar a inspi rarse en ella. J.-P.S.

Helene de Beauvoir, 1968

El paj aro azul, 1966

22 DEBATS N. 0 20
DOSSIER

dad mágica. «Mirando las figuras


- que, para despejar la mesa, fueron
colocadas sin orden en el suelo, noté
SARTRE Y GIACOMETTI que formaban dos grupos, los cuales
-a mi entender- correspondían a lo
que yo buscaba. Subí los dos grupos
sobre unas bases sin hacer el menor
cambio ... »
U na exposición de Giacometti es
«Varias mujeres desnudas, vistas un campo de pns10neros, es decir, un pueblo. Esculpió hombres que
en "Sphinx", estando yo sentado al dentro de una lata de sardinas, y ha- atraviesan una plaza sin verse; se cru-
fondo de la sala. La distancia que nos bía hecho la experiencia de la proxi- zan irremediablemente solos y, sin
separaba (el "parquet" brillante, que midad absoluta; mi piel era la fronte- embargo, están juntos, van a perder-
parecía infranqueable a pesar de mi ra de mi espacio vital; día y noche, se para siempre, pero no se perderían
deseo de atravesarlo) me impresiona- sentía contra mí el calor de una espal- si no se hubiesen buscado. Giacomet-
ba tanto como las mujeres .» Resulta- da o de una cadera. No me incomo- ti definió su universo mucho mejor
do: cuatro innaccesibles figuritas, en daba: los otros eran todavía yo mis- de lo que yo sabría hacerlo cuando
equilibrio sobre una lámina de fon- mo . Aquella primera noche de escribió, refiriéndose a uno de sus
do, que no es otra cosa que un «par- libertad, forastero en mi ciudad na- grupos, que le recordaba «un rincón
quet» vertical. Giacometti las hizo tal, sin haber encontrado aún a mis del bosque visto durante muchos
como las vio: distantes. Pero he aquí amigos, de antes, empujé la puerta años, cuyos árboles con los troncos
cuatro largas muchachas de una em- de un café. Inmediatamente, tuve desnudos y esbeltos... siempre me
barazosa presencia, que surgen del miedo -o casi-; no podía compren- impresionaban como personajes in-
suelo y se desploman, todas juntas, der cómo esos inmuebles rechonchos movilizados en la marcha, como per-
sobre él, como si fueran la tapa de y ventrudos podían ocultar semejan- sonajes que se hablaban>>. ¿Qué es,
una caja: «Las vi con frecuencia, so- tes desiertos; estaba perdido. Los po- pues, esta distancia circular -que
bre todo durante un atardecer, en cos consumidores me parecían más sólo puede ser franqueada por la
una pequeña habitación de la calle de lejanos que las estrellas; cada uno de palabra- sinO la noción negativa, el
l'Échaudé, muy juntas y amenazan- ellos tenía derecho a un gran pedazo vacío? Irónico, desafiante, ceremo-
tes.» A sus ojos, la distancia -lejos del asiento, a toda una mesa de már- nioso y tierno, Giacometti ve el vacío
de ser un accidente- pertenece a la mol, y para tocarlos habría sido ne- en todas partes. En todas partes no
naturaleza íntima del objeto. Giaco- cesario atravesar el «parquet» bri- -diréis vosotros. Hay objetos que se
metti fijó para siempre, en el destello llante que me separaba de ellos. Si tocan. Pero, justamente, Giacometti
de su deseo sin esperanza, a esas esos hombres que refulgían, muy có- no está seguro de nada, ni siquiera de
mujerzuelas ubicadas a veinte metros modos en su cilindro de gas rarifica- eso. Durante semanas enteras quedó
-veinte metros infranqueables-. Su do, me parecían inaccesibles era por- fascinado por las patas de una silla:
taller es un archipiélago, un desorden que ya no tenía el derecho de poner- no tocaban el suelo. Los puentes en-
de alejamientos diversos. Contra la les la mano en la espalda o sobre el tre las cosas, entre los hombres, están
pared, la Diosa-Madre mantiene la muslo, ni de llamarlos «querido ami- rotos. El vacío se desliza por todas
proximidad de una obsesión; si retro- go». Había reencontrado la sociedad partes Y. cada criatura oculta su pro-
cedo, avanza; está más cerca cuando burguesa; necesitaba reanudar la pio vacío. Giacometti se hizo escultor
estoy más lejos; a mis pies, esta es- vida «a una distancia respetuosa». Y porque tiene la obsesión del vacío.
tatuilla parece un transeúnte que se mi agorafobia repentina traicionaba Con respecto a una estatuilla, escri-
advierte por el espejo retrovisor de mi vaga nostalgia de la vida unánime, bió: «Yo, apresurándome en una
un automóvil, en vías de desapari- de la que acababa de ser privado para calle bajo la lluvia.» Es raro que los
ción. Hago todo lo posible por apro- siempre. Así sucede con Giacometti: escultores hagan su busto. Si intentan
ximarme, pero la estatuilla conserva en él, la distancia no es un aislamien- un «retrato del artista», se miran des-
sus distancias. Esas soledades recha- to voluntario, ni tampoco un retroce- de el exterior, en un espejo: son pro-
zan al visitante con toda la infran- so; es exigencia, ceremonia, sentido fetas de la objetividad. Pero imagi-
queable longitud de una sala, de un de las dificultades. Es el producto nad a un escultor lírico: lo que quiere
césped; de un claro que no se osa -él mismo lo dijo- de potencias de éste mostrar es su sentimiento inte-
atravesar. Dan testimonio de la ex- atracción y de fuerzas repulsivas. Si rior, el vacío que no está al alcance de
traña parálisis que se posesiona de no puede franquear esos pocos me- la vista, que lo encierra y lo aparta de
Giacometti ante la vista de su seme- tros de «parquet» brillante que le se- un refugio, su abandono bajo la tor-
jante. No es que sea un misántropo: paran de las mujeres desnudas, es menta. Giacometti es escultor porque
ese estancamiento es el resultado de porque la timidez o la pobreza le cla- lleva su vacío como un caracol lleva
un asombro mezclado con temor, a van en su silla; pero si si~nte con tan- su caparazón, porque quiere dar
menudo con admiración, algunas ve- ta intensidad que son infranqueables, cuenta de eso desde todos los aspec-
ces con respeto. Ciertamente, es dis- es porque desea tocar esas carnes de tos y todas las dimensiones. Y tan
tante. Pero, ante todo, es el hombre lujo. Rechaza la promiscuidad, las pronto como armoniza con ese mi-
quien ha creado la distancia, y ésta relaciones de .buena vecindad: quiere núsculo exilio que él pasea por todas
tiene sentido en un espacio humano; la amistad, el amor. No se atreve a partes, le toma horror. Si un amigo
separa a Hero de Leandro y Maratón tomar porque tiene miedo de ser to- se instala en su casa al principio se
de Atenas, pero no un guijarro de mado. Sus figuritas son solitarias, siente contento, pero rápidamente se
otro guijarro. Durante una noche de pero si las colocáis juntas, de cual- inquieta: «Por la mañana abro los
abril de 1941 comprendí lo que es quier manera, su soledad las unirá en ojos: mi amigo había puesto sus pan-
esto: había pasado dos meses en el acto, formarán una pequeña socie- talones y su chaqueta sobre mi va--

DEBATS N. 0 20 23
DOSSIER

cfo. » Pero otras veces roza las pare- un vacío anterior? Giacometti inten- o de Diego tal como aparecen en una
des. Se restriega contra las murallas; tó cien veces responder a esta pregun- habitación vacía, en su taller desier-
a su alrededor, el vacío consiste en ta. Su composición La jaula corres- to. En otro lugar traté de mostrar que
promesas de caída, de escombros, de ponde «al deseo de abolir el pedestal este artista llega a la escultura como
aludes. De todas maneras, es menes- y de tener un espacio limitado para pintor, puesto que trataba una figuri-
ter testimoniarlo. realizar una cabeza y una figura». ta de yeso como si fuera un personaje
¿Le bastará la escultura? Al salir Porque aquí está todo el problema: el de un cuadro. Adjudica a sus estatuí-
de sus dedos, la figura está «a diez vacío será anterior a los seres que Has una distancia imaginaria y fija.
pasos», «a veinte pasos» y, hagáis lo pueblan, será inmemorial, si - desde Inversamente, puedo decir que llega
que hagáis, permanece allí. La pro- el principio- se lo encierra entre a la pintura como escultor, pues de-
pia estatua decide la distancia a la muros. Esa jaula es «una habitación searía que tomáramos por un vacío
cual hay que verla, lo mismo que la que he visto; también he visto corti- verdadero el espacio imaginario limi-
etiqueta de la corte decide la distan- nas detrií.s de la mujer. .. ». En otra tado por el marco. Querría que perci-
cia desde la cual se debe hablar al rey. ocasión, hizo <<Una figurilla dentro de biéramos a la mujer sentada, que
Lo real engendra el no man 's land una caja, entre dos cajas que son ca- acaba de pintar; como a través de

Giacometti.

que le rodea. Una figura de Giaco- sas». Es decir, Giacometti enmarca espesores de vacío. Le gustaría que el
metti es el mismo Giacometti produ- sus personajes con relación a noso- lienzo fuera como un agua durmiente
ciendo su pequeña nada local. Pero tros, conserva una distancia imagina- y que sus personajes se vieran dentro
todas esas ligeras ausencias que nos ria, pero tales personajes viven en un del cuadro, como Rimbaud veía un
pertenecen como nuestros nombres, espacio cerrado impuesto por sus salón dentro de un lago: en transpa-
como nuestras sombras, no alcanzan propias distancias, en un vacío prefa- rencia. Esculpiendo como otros pin-
para hacer un mundo. Está también bricado que no llegan a llenar y que tan, pintando como otros esculpen,
el Vacío, universal distancia absolu- soportan en lugar de crearlo. Por ¿es pintor?, ¿es escultor? Ni lo uno ni
ta. La calle está vacía bajo el sol; en consiguiente, ¿qué es ese vacío en- lo otro, sino lo uno y lo otro. Pintor
seguida un personaje irrumpe en ese marcado y poblado sino un cuadro? y escultor porque la época no permite
vado. La escultura crea el vacío a Lírico cuando esculpe,. Giacometti que sea escultor y arquitecto: escultor
partir de lo pleno; ¿acaso puede mos- llega a ser objetivo cuando pinta. para restituir a cada uno su soledad
trar lo pleno surgiendo en medio de Trata de fijar los rasgos de Annette circular, pintor par~ colocar nueva-

24 DEBATS N. 0 20
DOSSIER

mente a los hombres y las cosas en el tersección de dos superficies, y el va- marco del vacío. En cada uno de sus
mundo, es decir, en el gran Vacío cío no puede pasar por una superfi- cuadros, Giacometti nos remonta al
universal, Giacometti termina mode- cie. Menos aún por un volumen. Por momento de la creación ex nihilo.
lando lo que primero había deseado medio de una línea se separa el conti- Cada uno de ellos renueva la vieja
pintar. Pero, otrasveces, sabe que la nente del contenido; mas el vacío no interrogación metafísica: ¿por qué
escultura (o, en otras ocasiones, la es un continente. ¿Podrá decirse que hay algo y no nada? Y sin embargo,
pintura) sólo le permite «realizar sus Diego se «separa» de ese tabique que hay algo: esa aparición obstinada,'
impresiones». De todas maneras, es- está detrás de él? No; la relación injustificable y redundante. El perso-
tas dos actividades son inseparables y «forma-fondo» existe sólo para su- naje pintado es alucinante porque se
complementarias: le permiten tratar, perficies relativamente planas. Ese le- · presenta bajo la forma de una apari-
en todos sus aspectos, el problema de jano tabique no puede «servir de fon- ción interrogativa.
sus relaciones con los otros, según do», a Diego, salvo que se arrime a Pero, ¿cómo fijarlo sobre el lienzo
que la distancia esté determinada por él; y, para decirlo todo, Diego no tie- sin cercarlo con algún trazo? ¿Acaso
aquéllos, por él o por el universo. ne nada que ver con él. O más bien, no estallará en el vacío como un pez
¿Cómo pintar el vacío? Parece que sí: puesto que el hombre y el objeto de profundidades abisales llevado a

Escultura.

nadie lo había intentado antes que están dentro del mismo cuadro, es in- la superficie del agua? En realidad, la
Giacometti. Desde hace quinientos dispensable que ambos tengan algu- línea no representa una huida inte-
años, los cuadros están extremada- nas relaciones de conveniencia (tin- rrumpida, representa un equilibrio
mente llenos: se introdujo, en ellos, tas, valores, proporciones) que entre lo exterior y lo interior; se anu-
el universo por la fuerza, Giacometti otorguen unidad al lienzo. Pero, al da alrededor de la forma que adopta
comienza por expulsar el mundo de mismo tiempo, esas corresponden- el objeto bajo presión de fuerzas de
sus lienzos: su hermano Diego, com- cias quedan abolidas por la nada que fuera; es un símbolo de la inercia, de
pletamente solo, perdido en un co- se les interpone. No; Diego no se des- la pasividad. Pero Giacometti no in-
bertizo: es suficiente. Y todavía es taca sobre el fondo gris de una mura- tenta la finitud como una limitación
necesario distinguir a ese personaje lla; él está allí y la muralla está allí, sufrida: la cohesión de lo real, su ple-
de lo que le rodea. Comúnmente se eso es todo. Nada lo comprime, nada nitud y su determinación son un úni-
llega a él señalando sus contornos. lo sostiene, nada lo contiene: aparece co y mismo efecto de su potencia
Pero una línea se produce por la in- completamente solo en el inmenso intc;rna de afirmación. Las «aparicio-

DEBATS N. 0 20 25
DOSSIER

nes» se afirman y se limitan definién- dos y densos están allí. Para verlos, tiempo? ¿Y si nuestros pintores fueran
dose. En forma similar a esas extra- basta CQn no mirarlos de golpe. Si se todos Arcimboldos a su manera? En
ñas curvas que estudian los matemá- examinan los croquis que Giacometti verdad, no harían daño componien-
ticos y que resultan envolventes y en- hace a veces de sus esculturas, puede do una cabeza humana con una cala-
vueltas al mismo tiempo, el objeto es comprenderse el procedimiento. baza, tomates y rabanitos. ¿Acaso
para sí mismo su propia envoltura. Cuatro mujeres sobre una base: bien. todos los días no componen rostros
Giacometti se asombró un día en que Remitámonos al dibujo: aquí están la con un par de ojos, una nariz, dos
había proyectado dibujarme: «¡Qué cabeza y el cuello, en trazos plenos, orejas y treinta y dos dientes? ¿Dón-
densidad -decía-, qué líneas de luego nada, después nada, más allá de está la diferencia? Tomar una es-
fuerza! ». Yo me asombré más to- una curva abierta que gira alrededor fera de carne rosada y practicar dos
davía porque creo tener un rostro de un punto : el vientre y el ombligo; agujeros, hundir en cada uno de ellos
bastante flojo, como cualquiera. Él todavía hay aquí un muñón de mus- una bolita · esmaltada, modelar un
veía cada rasgo como una fuerza cen- lo, luego nada, y después dos trazos apéndice nasal y plantarlo como una
trípeta. El rostro vuelve sobre sí, es verticales, y más abajo otros dos. Eso falsa nariz bajo los globos oculares,
un lazo que se enlaza. Examinad alre- es todo. Una mujer completa. ¿Qué horadar un tercer agujero y guarne-
dedor vuestro; jamás encontraréis hemos hecho? Hemos utilizado la in- cerlo de guijarros blancos, ¿no es
contorno, sino sólo lo pleno. La línea teligencia para restablecer la conti- reemplazar la indiscutible unidad de
es un comienzo de negación, el pasaje nuidad, y los ojos para reunir esos una cara por un surtido de objetos
del ser al no-ser. Giacometti aduce disjecta membra: sobre el blanco pa- heteróclitos? El vacío se desliza por
que lo real es positividad pura: el ser pel hemos visto espaldas y brazos; los todas partes : entre los ojos y los pár-
está y luego, súbitamente, desapare- hemos visto porque reconocimos la pados, entre los labios, en los orifi-
ce; pero no se concibe ninguna transi- cabeza y el vientre. Y esos miembros cios de la nariz. En un determinado
ción del ser a la nada. Observad están allí, sin duda, aunque no fue- momento, una cabeza se transforma
cómo múltiples trazos que él realiza ron producidos por líneas. Del mis- en un archipiélago. ¿Argumentáis
son interiores con respecto a la forma mo modo, a veces concebimos pensa- vosotros que esa extraña reunión está
que describe; ved cómo tales trazos mientos lúcidos y completos sin la de acuerdo con la realidad, que el
representan las relaciones íntimas del intervención de las palabras. Entre oculista puede extirpar el ojo de la
ser consigo mismo, el pliegue de una las dos extremidades, el cuerpo es órbita y el dentista arrancar los dien-
chaqueta, la arruga de un rostro, el una corriente que fluye. Estamos tes? Quizá. Pero, ¿qué se debe pin-
vigor de un músculo, la dirección de frente a lo re(:ll puro, invisible tensión tar? ¿Lo que es? ¿Lo que vemos? ¿Y
un movimiento . Todas esas líneas del blanco papel. Pero, ¿acaso el va- qué vemos? De ese castaño que está
son centrípetas: procuran estrechar, cío no está también presente, deter- bajo mi ventana, algunos hicieron
obligan al ojo a seguirlas, llevándolo minado por la blancura de la hoja? una gran bola unánime y temblorosa ;
siempre al centro de la figura; hasta Precisamente: Giacometti niega por otros pintaron las hojas una por una,
podría creerse que el rostrQ se con- igual la inercia de la materia y la iner- con nervaduras. ¿Veo una masa
trae bajo el efecto de una sustancia cia de la nada pura; el vacío es lo ple- frondosa o una multitud? ¿Hojas o
astringente; en pocos minutos será no relajado, desplegado; lo pleno es un follaje? Para mí es una cosa y
pequeño como un puño, como una ca- el vacío orientado. Lo real fulgura . otra. No es del todo la una, ni del
beza de jíbaro. En tanto, el límite del todo la otra; y voy de la una a la otra
cuerpo no se nota en ninguna parte. ¿Habéis notado la superabundan- sin parar. No veo esas hojas hasta el
Aunque la pesada masa carna1 se ter- cia de .trazos blancos que estrían los fin; creo que las voy a asir y luego me
mina -oscura, disimuladamente- torsos y los rostros? Este Diego no pierdo; el follaje se descompone
en una vaga y sombría aureola y en está sólidamente cosido; no es más cuando puedo tomarlo. En fin, veo
medio del entrecruzamiento de líneas que un hilván, como dicen las costu- una cohesión hormigueante, una di-
de fuerza, no finaliza en cuanto a su reras. ¿O será que Giacometti quiere seminación replegada. ¡Tratad de
intención; el contorno del brazo o de «escribir luminosamente sobre fondo pintar esto! No obstante, Giacometti
la cadera se pierde en un espejismo de negro»? Casi. No se trata ya de sepa- quiere pintar lo que ve, exactamente
luces que lo escamotea. Sin advertir- rar lo pleno del vacío, sino de pintar como lo ve; quiere que sus figuras, en
nos, nos hace asistir a una brusca la plenitud misma. Por ser al mismo el meollo de su vacío original, sobre
desmaterialización: he aquí a un tiempo única y diversa, ¿cómo dife- el lienzo inmóvil, pasen y vuelvan
hombre que cruza una pierna sobre la renciarla sin dividirla? Los trazos ne- a pasar -sin descanso- de lo con-
otra; al mismo tiempo que yo tenía gros son peligrosos: exponen a rayar tinuo a lo discontinuo. Con respecto
ojos sólo para su rostro y su busto, el ser, a fisurarlo. Si se los emplea a la cabeza, al mismo tiempo que
estaba convencido de que poseía pies para circundar un ojo, para orlar una pretende aislarla -porque es sobe-
e, inclusive, pensaba verlos. Pero si boca, estaremos cerca de creer que rana- para que el cuerpo la retome,
los miro se deshilachan, se pierden en hay fístulas de vaCío en el seno de quiere que sólo sea un periscopio del
una bruma luminosa y ya no sé dón- la realidad. Esas estrías blancas están vientre en el mismo sentido en que se
de comienza el vacío y dónde finaliza allí para indicar sin mostrarse: guían dice que Europa es una península de
el cuerpo. Y no creáis que se trata de al ojo, le imponen sus movimientos y Asia. De los ojos, la nariz, la boca,
una de esas desintegraciones que in- anclan debajo de la vista. Pero el ver- quiere hacer hojas en un follaje, se-
tentó Masson, dispersando los obje- dadero peligro está en otra parte. Se paradas y fundidas en un todo. Y lo
tos sobre todo el lienzo para darles conoce el éxito de Arcimboldo, con logra: en esto reside su mayor acier-
una especie de ubicuidad. Si Giaco- sus legumbres en pila, sus peces to. ¿Cómo? Negándose a ser más
metti no delimitó el zapato no es por- amontonados. ¿Qué es, pues, lo que preciso que la percepción. No se trata
que lo considere sin límites, sino nos halaga en esas supercherías? ¿No de pintar vagamente. Todo lo contra-
porque cuenta con nosotros para dár- será; acaso, que el procedimiento nos rio. Giacometti sugerirá una perfecta
selos. De hecho, esos zapatos pesa- resulta familiar desde hace mucho precisión del ser bajo la imprecisión

26 DEBATS t-1. 0 20
DOSSIER

del conocer. En sí mismos, o merced importa! Sé que puedo convocarla a dores y sus segundas naturalezas .
a otros que tienen mejor vista, mer- mi antojo y eso tranquiliza. Con Gia" Este ilusionista se engancha en la es-
ced a ángeles, esos rostros confor- cometti ocurre todo lo contrario: palda un brazo de madera enfundado
man rigurosamente con el principio para que un detaiie me parezca neto en una bella manga roja. El público
de individualización. Están determi- y tranquilizador, es necesario y sufi- reclama que tenga dos brazos, dentro
nados hasta en el más pequeño deta- ciente que no lo haga el objeto de mi de mangas de la misma tela; ve dos
IIe. Esto no se capta en la prime- atención; lo que inspira confianza es brazos, dos mangas, está contento.
ra ojeada. Por lo demás, reconoce- que miro de soslayo. Cuanto más ob- Durante ese tiempo, un brazo verda-
mos al instante a Diego, a Annette. servo los ojos de Diego, menos los dero, envuelto en una tela negra, in-
Sólo esto bastaría, si hubiera necesi- descifro; pero adivino las mejillas visible, buscará un conejo, un naipe,
dad, para eximir a Giacometti del re- que caen un poco, una extraña sonri- un cigarrillo explosivo. El arte de
proche de subjetivismo. Pero, al mis- sa en la comisura de los labios. Si mi -Giacometti está emparentado con el
mo tiempo, no podemos mirar el desdichado gusto por la certidumbre del prestidigitador; nosotros somos
lienzo sin malestar: deseamos, a hace descender mi mirada hasta esa sus explotados y sus cómplices. Sin
nuestro pesar, pedir una linterna o, boca, todo se me escapa inmediata- nuestra avidez, nuestra precipitación
más senciiiamente, una vela. ¿La no- mente. ¿Cómo es? ¿Dura? ¿Amar- atolondrada, los tradicionales errores
che que cae en una niebla? ¿Nuestros ga? ¿Irónica? ¿Abierta? ¿Fruncida? de nuestros sentidos y las contradiccio-
ojos están fatigados? ¿Diego baja o Por el contrario, de los ojos -que nes de JlUestra percepción, Giacomet-
levanta sus párpados? ¿Dormita? casi han salido de mi campo visual- ti no lograría dar vida a sus retratos.
¿Sueña? ¿Espía? Sin duda, uno liega sé que están medio cerrados. Y nada Porque trabaja a tientas, sobre la
a formularse preguntas como ésas en me impide continuar girando, obse- base de lo que ve, pero, especialmen-
una feria de mamarrachos, frente a sionado por ese rostro fantasma que te, sobre la base de lo que piensa que
algún mal retrato, tan vago que todas sin cesar se forma; se deforma y se re- nosotros veremos. Su propósito no
las respuestas resultan igualmente forma detrás de mí. Lo admirable es consiste en presentarnos una imagen,
posibles sin que ninguna se imponga. que uno cree en eso. Igual que en las sino en producir simulacros que, to-
Pero esa indeterminación por torpeza alucinaciones. Al principio, rozan un mándose por lo que son, susciten en
no tiene nada que ver con la indeter- costado y uno se da la vuelta; luego, nosotros los sentimientos y las acti-
minación calculada de Giacometti. nada. Pero del otro costado justa- tudes que comúnmente provoca el
Por otra parte, ¿no sería mejor Ila- mente ... encuentro de hombres reales. En el
marla sobredeterminación? Vuelvo a Museo Grévin uno puede irritarse o
Diego y, de un instante a otro, sucede ¿Son apariciones o desapariciones espantarse cuando confunde un ma-
que duerme, vela, mira el cielo, fija esas extraordinarias figuras, tan per- niquí de cera con el guardián. Sobre
los ojos sobre mí. Todo es verdadero, fectamente inmateriales que con fre- este tema, nada más cómodo que te-
todo es evidente; pero si inclino un cuencia se vuelven transparentes, tan jer exquisitas farsas . Pero Giacometti
poco la cabeza, si cambio la dirección total, tan plenamente reales que se no gusta particularmente de las farsas.
de mi mirada, la evidencia se evapora afirman cori un puñetazo y no se las Salvo de una. Una sola a la que ha
y otra la reemplaza. Si me canso de puede olvidar? Las dos cosas juntas. consagrado su vida. Ha comprendi-
luchar y quiero aferrarme a una opi- A veces, parecen tan diáfanas que a do, desde mucho tiempo atrás, que
nión, no tengo más remedio que irme uno no se le ocurre interrogarse acer- los artistas trabajan en lo imaginario
rápidamente. Aun así, tal opinión ca de sus cabezas: uno se pellizca y que no creamos otra cosa que tram-
será frágil y probable; cuando descu- para saber si existen verdaderamente. pantojos; sabe que los monstruos
bro un rostro en el fuego, en una Si uno se obstina en espiarlas, el cua- imitados por el arte sólo provocarán
mancha de tinta, en un arabesco de la dro entero cobra vida: un mar som- ·terrores artificiales en los espectado-
cortina, la forma bruscamente apare- brío rueda sobre ellas y las sumerge; res . Sin embargo, no pierde la espe-
cida se comprime y se me impone. Y sólo queda una superficie embadur- ranza; un día mostrará un retrato de
aunque no pueda verla sino como la nada de hollín; luego, la ola se retira Diego muy semejante, en apariencia,
veo, sé que otros la verán diferente. y se las vuelve a ver, blancas y desnu- a los otros . Estaremos prevenidos,
Pero el rostro en la Ilama no es nada das, brillantes bajo las aguas. Pero si sabremos que sólo es un fantasma,
verdadero. Con los cuadros de Gia- reaparecen es para reafirmarse vio- una vana ilusión prisionera de su
cometti nos irritamos y nos sugestio- lentamente, con gritos ahogados que marco. No obstante, ese día experi-
namos a la vez, porque hay una ver- llegan hasta la cima de una montaña mentaremos, delante del mudo lien-
dad de la que estamos seguros . Está y que al escucharlos se sabe que, al- zo, un choque, un pequeñísimo cho-
aiií, al alcance de la m~mo, aunque yo guna vez y en algún lugar, fueron lla- que. El mismo que experimentamos
no la busque. Pero mi mirada se em- madas de auxilio o de dolor. El juego cuando regresamos tarde y un desco-
bota y mis ojos se fatigan: renuncio. de aparecer y desaparecer, de la hui- nocido avanza hacia nosotros en la
Mientras tanto, comienzo a com- da y la provocación, les da cierto aire noche. Giacometti sabrá entonces
prender: Giacometti nos posee por- de coquetería. Me recuerdan a aque-
que invirtió los datos del problema. lla Galatea que, bajo los sauces, que, con sus pinturas, ha hecho nacer
Veamos un cuadro de lngres : si miro mientras huía de su amado, deseaba una emoción real y que sus simula-
la punta de la nariz de la odalisca, el que él la viera. Coquetas, sí, y gra- cros, sin dejar de ser ilusorios, han
resto del rostro se vuelve vago, una ciosas, porque están en pleno acto, y poseído -durante algunos instan-
manteca rosa, manchada de rojo tier- siniestras a causa del vacío que las tes- verdaderos poderes. Le deseo
no por los labios; si miro los labios, rodea, estas criaturas de la nada lle-
que triunfe pronto en esta farsa me-
en el mismo instante saldrán de la gan a la plenitud de la existencia por-
sombra, húmedos, entreabiertos y la que se escapan y nos burlan. Un ilu- morable. Si él no lo consigue es por-
nariz desaparecerá, tragada por la sionista tiene trescientos cómplices que nadie puede -conseguirlo. Nadie,
indiferenciación del fondo. ¡Qué todas las noches; los mismos especta- en todo caso, puede ir más lejos. D

DEBATS N. 0 20 27
DOSSIER

Alexander Cald er. Calder. " Tiburon y ballena ». Andre Mas son. «Hombre en un interior».

mecanicos, que desconciertan a cada mujer se Ianza contra el cielo. Asi-


SARTRE Y CALDER instante y que, sin embargo, vuelven mismo, esas manos enormes que tie-
siempre a su posicion inicial, se pare- nen mujeres minusculas representan
Aunque es cierto que Ia escultura cen a las plantas acuaticas empujadas bastante bien Ia ambigiiedad de Ia
debe grabar el movimiento en lo in- hacia atras por Ia corriente, a los pe- condici6n humana; miradlas: Ia mu-
m6vil, seria un error comparar el arte talos de Ia sensitiva, a las patas de Ia jer se vuelve estatuilla, amuleto, ju-
de Calder con el del escultor. El arte rana descerebrada, a las telaranas guete inerte; mirad a Ia mujer: las
de Calder no sugiere el movimiento, mecidas por el viento. En una pala- manos se coagulan, son manos de
lo capta; no pretende sepultarlo para bra, aunque Calder no haya querido marmol, simples soportes materiales.
siempre en el bronce o en el oro, ma- imitar nada -porque no ha querido Y nuestro ojo opera Ia transubstan-
teriales gloriosos pero tambien iner- sino crear gamas y acordes de movi- ciaci6n, obsesiona Ia carne con el re-
tes, abocados por naturaleza a Ia mientos desconocidos- ellos son a Ia cuerdo del marmol y el marmol con
inmovilidad. Con materias inconsis- vez invenciones liricas, combinacio- un fantasma de calor animal. Porto-
tentes y viles, con huesecillos, chata- nes tecnicas, casi matematicas, y el das partes, esperas contrariadas, de-
rra o zinc, construye extranas com- simbolo sensible de Ia Naturaleza, de cepciones, una transmutaci6n delibe-
posiciones de tallos y de palmas, de esa gran Naturaleza vaga que derro- rada de sensaciones: aquel sexo
chapas, de plumas, de petalos. Son cha el polen y provoca bruscamente estalla, esta cabeza se abre en flares,
resonadores, cepos, colgados del ex- el vuelo de mil mariposas y de Ia que aquel cuerpo femenino se deshilacha
trema de un cordel como una arana nunca se sabe si es el encadenamiento en niebla y esta niebla sangra. En
a! final de su hilo o apilados sobre un ciego de las causas y de los efectos o ningun otro Iugar Masson jug6 mejor
z6calo, apagados, replegados sobre si el timido desarrollo, sin cesar retar- con las lineas, aliger6, moviliz6 los
mismos, falsamente adormecidos; dado, desplazado, atravesado, de contornos: tampoco en otra parte lo-
pasa un estremecimiento errante, se una Idea. 0 gr6 mas sensibles deslizamientos ni
incorpora, los anima, ellos lo canali- vertigos de Ia superficie. Es perfecta-
zan y le dan una forma fugitiva: ha mente dueno de su tecnica mitol6gi-
nacido un M6vil. SARTRE Y MASSON ca. Por eso, justamente, Ia abando-
Esas vacilaciones, esas recupera- nara .
ciones, esos titubeos, esas torpezas, Por todas partes, el ojo estalla ti- A partir de 1948, el contorno cede,
esas bruscas decisiones y sobre todo roneado por las contradicciones: Ia sustancia viviente rompe su concha
esta maravillosa nobleza de cisne, ha- aquel adolescente se curva porque, y se extiende por el cuadro. Nada se
cen de los m6viles de Calder seres ex- como Atlas, soporta el mundo, se in- opone ya a lo que Masson nos revela
tranos , a medio camino entre Ia ma- dina porque recoge una flor. i,Se en su pureza, a su mito dionisiaco.
teria y Ia vida. Sus desplazamientos, inclina? i,Se encorva? Podeis, a vo- «Si una pierna cae en el mar -decian
tan pronto parecen tener un objetivo luntad, ver lo uno o lo otro y Ia extranamente los estoicos-, todo el
como haber perdido su idea sobre el oposici6n del uno frente al otro es ya mar se vuelve pierna. » Las piernas,
camino entreteniendose en derivacio- una metamorfosis. He aqui un hom- los muslos, los senos, en sus ultimos
nes absurdas . Mi pajaro vuela, flota, brecillo en las manos de una giganta. lienzos, caen en el cielo, en el agua;
nada como un cisne, como una fraga- Miradle bien: esta reclinada contra toda el agua, todo el cielo, los muros,
ta; es uno, un solo pajaro, y despues, una roca, toda ella se vuelve penasco; el techo, se vuelven senos o muslos.
de improviso, se descompone, no su espalda, sus poderosos omoplatos La mitologia resulta inutil. Ya no hay
quedan mas que tallos de metal reco- se petrifican. Levantad los ojos, mi- n"ecesidad de dibujar una montana
rridos de vanas y pequenas sacudi- rad a Ia misma giganta y esa aparien- como una pierna musculosa y retorci-
das . Estos m6viles, que no son ni cia de petrificaci6n desaparece, todo da, puesto que todo esta en todo, Ia
totalmente vivientes ni totalmente se mueve y ya no hay giganta: una pierna en Ia montana y Ia montana en

28 DEBATS N. 0 20
DOSSIER

André Masson . «Enmarañamiento ». Wols. Wo/s. «Molino de viento ».

la pierna. «Imaginar una cabellera tiempo, a los tres reinos de la natura- totalmente a dibujar ciudades, hom-
delante de una cascada ... », escribía leza o quizás a un cuarto ignorado bres, animales, plantas: lo que cam-
en 1947. Pero si quería transformar hasta ahora. Empero, estas sustan- bia es la función que les asigna. An-
la cascada en cabellera era para que cias nos conciernen: radicalmente tes, todos los objetos cotidianos le
fuese más cascada, para que el peso otras, no nos manifiestan nuestra servían para construir sus cepos, para
sensual de un cabellera deshecha vida, ni siquiera nuestra materiali- sugerir lo inasible, como más allá de
nos hiciese sentir la dulce voluptuosi- dad, sino nuestro ser desnudo, perci- sus contradicciones; después de 1940,
dad móvil del agua que cae. Ahora, bido desde fuera -¿de dónde?- sin convocado por medios diferentes, el
esas comparaciones no son ya necesa- connivencia, extraño, repelente, pero ser aparece en primer término y los
rias. Cierto es que siempre asistimos nuestro; imposible mirar sin vértigo sugiere alusivamente. Todo se cam-
a metamorfosis . Pero no ya a las este ser que somos, cau,tivo en ellas bia: el ser se deja adivinar, era el
transformaciones de un pájaro que se al igual que el ser que tales sustan- envés del hombre; en el presente,
convierte en hombre: la metamorfo- cias son. hombre es el envés del ser.
sis es la de alguna cosa que se trans- A despecho de la belleza de sus Los objetos le tocan porque él tie-
forma en pájaro. «ÜÍ -escribía un gouaches, W ols es todavía sólo un ne miedo de tocarse sobre ellos. Los
día Conrad- conmociones, golpes virtuoso de la prestidigitación; tanto objetos son él mismo fuera de él; ver-
sordos ... , era la lluvia.» He aquí lo que, utilizando esos objetos sobre- los es soñarse; hipnotizan; el fuco y
que, en el presente, Masson quiere manera hechiceros, la faz humana, el la escolopendra le reflejan su natura-
pintar. Ni el vuelo, ni el faisán , ni cuerpo humano, alguna deformación leza; sobre las nudosidades de una
tampoco el vuelo del faisán; pasa por que él les imponga, nos engañará a su corteza, en la fisura de una muralla,
el campo, un cohete estalla entre los gusto: por poco que cuente con nues- Wols se descifra; las raíces y raicillas,
matorrales, «estalla-faisán»: éste es tros hábitos, que suscite nuestras la abundancia de virus en el micros-
su cuadro . De sus búsquedas ante- esperanzas comunes, nuestros temo- copio, los surcos velludos de la mujer
riores lo ha conservado todo, pero res nocturnos, nuestros deseos, que y la flaccidez turgente de los hongos
todo lo ha ordenado en una síntesis atraiga o desvíe nuestra atención masculinos lo comprometen; él se
nueva. D merced a artificios, esas analogías descubre en ellos como fisura, raíz,
engañosas nos aferrarán a imposibles escolopendra y fuco. Inversamente,
síntesis que no nos impediremos lo ojos cerrados, retirado dentro de
SARTRE Y WOLS mantener aun cuando hayamos reco- su noche, experimenta el horror uni-
nocido su imposibilidad: es el juego versal de ser-en-el-mundo; la innoble
Objetos desconocidos , demasiado de los tres naipes, es la carta forzada. eclosión de una verruga en la piedra,
conocidos, figuran actualmente sobre El propósito no está decidido, nadie el ceño de una fauna y una flora lar-
sus gouaches, por cierto, no dirá tiene menos método -ya lo he di- varias, que ensancha el imposible re-
que son «formas abstractas», porque cho- que el autor de estos trampan- chazo de existir, todo se acumula en
para él son tan concretos como los tojos: muestra lo que ve. Esto no su retina ahogada en sombra. Dos
de su primera manera; y esto no sor- impide, en los alrededores de 1940, vías que no hacen más que una: fasci-
prenderá: son los mismos al revés. que Wols se hastíe de su visión; para nación, automatismo. Wols queda
Wols ha conservado, por ejemplo, el revelar y fijar por medio de imágenes fascinado sobre los objetos exteriores
alargamiento de sus multitudes des- el «fondo supradimensional y tras- cuando éstos se le aparecen como los
amparadas; sólo que ya no son hom- óptico» de las cosas, es menester que productos de una escritura automáti-
bres los que se alargan, sino sustan- el visionario se aplique a ver -por ca; su automatismo sólo es la aten-
cias innombrables y rigurosamente consiguiente, a ser- más profunda- ción fascinada que él lleva a sus pro-
individualizadas, que no simbolizan mente. La actitud de Wols se radica- pios productos cuando éstos se dan a
nada y parecen pertenecer, al mismo liza. Sin embargo, jamás renunciará él como objetos exteriores. D

DEBATS N. 0 20 29
DOSSIER

HELENE
DE BEAUVOIR
La obra que Helene de Beauvoir
expone hoy es el resultado de una lar-
ga investigacion. Descubrio pronto
que fabricando simulacros no se con-
sigue llegar a las cosas; sin embargo,
ama demasiado la naturaleza -bos-
ques, jardines, Iagunas, plantas, ani-
males, cuerpos humanos- para re-
nunciar a inspirarse en ella. Y ha
construido su camino entre los vanos
vinculos de la imitacion y la aridez de
la abstraccion pura. Rechazando los
trompe-l'oeil, ha reencontrado deli-
beradamente la ingenuidad de los pri-
mitivos que inscriben su universo en
superficies planas; pero en este espa-
cio imaginario, liberado de las !eyes
de la perspectiva, el esbozo de una
flor, de un caballo, de un pajaro ode
una mujer, evoca la realidad. Esta,
apenas expresada, se oculta; esta pre-
sente en toda la tela, pero se disuelve
en ella; su existencia es desvelada
solo para ser rapidamente negada,
gracias a multiples correspondencias
entre las formas nacidas de una vi-
sion y las creadas por el mero juego
de los pinceles. En «Alicia en el pais
de las maravillas», un gato se desinte-
gra, dejando a las miradas atonitas
solo su sonrisa; asi, en los cuadros de
Helene de Beauvoir un gozo, una an-
gustia son producidos, con una im-
presionante evidencia, por imagenes
cuyos contornos no estan trazados.
No hay nada gratuito en estas com-
posiciones donde forma y fondo, in-
venciones y evocaciones se interpene-
tran y se ordenan reciprocamente; sin
embargo, bajo este rigor, des punta
una feliz exuberancia. Mas alia de sus
invenciones concretas, la artista se
abandona sin cortapisas al placer de
David Hare. «Escultura 111», 1947.
pintar y es por este motivo por el que
su obra, ademas de convencer, sedu-
ce. Pero hay que saber veneer su apa- sentarlas. Bien entendido que, cuan- Se es multitud real, ondulante, in-
rente facilidad. Asi como en un poe- do expulsa de su estudio la figura, quieta; se hace la prueba y, tras Ia
rna las palabras sirven tan solo para pronuncia como todos los artistas orientacion progresiva del detalle,
circunscribir el silencio, transmitien- aquel voto de pobreza que la Belleza queda el sentido de las manifestacio-
do a! lector lo que no dicen, en Hele- no ha dejado nunca, ni nunca dejara, nes en Ia plaza de Ia Republica y de
ne de Beauvoir los colores y las for- de exigir. Pero el va mas alia: renun- las cargas de los guardias el 27 de
mas son lo contrario de una ausencia: cia a las tribunas; hombre, se niega a octubre. El sentido, una experiencia
la del mundo que ella hace existir sin ser apartado a causa de los privilegios hecha de millares de desconocidas
representarlo. 0 de su tarea y a contemplar a su espe- certezas que fue para todos Ia mis-
cie desde fuera. La figura es el doble ma. Hace falta una materia donde se
exilio, el rechazo del pintor por parte encarne: el lenguaje no basta; des-
LAPOUJADE del modelo y viceversa. Deformando- compone una multiplicidad de evi-
la, artistas anarquistas y burgueses . dencias, cada una de las cuales extrae
nos hablaban con una dulce ironia de su propio sentido de las demas. A
He aqui, sin duda, el nuevo pintor su soledad: mirad, jno se comunica! condicion de no querer fijar, como
de las multitudes: puede encarnar su Se comunica por encima de todo, pintor, sino su aventura .i nnumerable
presencia unicamente evitando repre- por el contrario, si se es Lapoujade. y multiple de hombre intercambiable,

30 DEBATS N. 0 20
DOSSIER

Lapoujade dará a las multitudes una ¿De algún modo ha realizado Lapou- comprende viéndolas una al lado de
materia móvil pero rigurosamente jade, a través del «abstracto», lo otra es que los guerrilleros, sin ni si-
unida en el seno de la dispersión . La que el figurativo no ha podido nunca quiera saberlo, luchan en realidad
unificación de las partículas desinte- hacer? D contra el capitalismo y contra el so-
gradas va más allá: produce la uni- cialismJ soviético; y que la revolu-
dad explosiva de las masas. A partir ción se hará contra los dos sistemas o
de la cual la multitud es, en cada uno,
llamada a reencontrar la totalidad
HARE el hombre está perdido .
Los Guerrilleros nos enseñan el
particularizada de la propia vida. El duro esfuerzo del acto revolucionario
pintor nos guía: hay, dice, datos in- y que la revolución es un trabajo. Ex-
mediatos de la expresión: la acumula- Movimientos y formas, densidad y perimentamos los grandes sentimien-
ción oscura y densa de los colores en figuras no dejan de destruirse. En tos en su materialidad elemental: nin-
la parte inferior de la tela, una fer- cada objeto hay una falsa llamada a gún símbolo; el pájaro del disco
mentación de materia, la ascensión la representación: son ojos, senos. verde no es una metáfora para indi-
gozosa de luces hacia lo alto, y otros Pero apenas nos adentramos en la vía car los aviones y los helicópteros que
muchos, cientos, miles: son las partes del reconocimiento , de improviso, vuelan sobre la Sierra; es un ataque,
fundamentales del dispositivo. Pero otra forma surge bruscamente, viene la caída inhumana, bestial incluso,
no hacen sino excitar los corazones. a asediar la primera y a oscurecer del cielo sobre los hombres. Jamás
Lo esencial radica en la singularidad nuestro juicio. Aquellos ojos son los cuerpos -aquí simples sudores de
de los caminos trazados por el pincel. también brazos, muslos, son ojos- sangre y manos rojas .alzadas- han
Aquí compacta, enrarecida allí, unas brazos, senos-muslos. Y esta misma estado, en los cuadros de Rebeyrolle,
veces densa, líquida otras, la materia interpretación es contestada por una más presentes, más concretos y más
no pretende hacer ver lo invisible, forma más amplia e indivisible que anónimos; por ello, son los nuestros.
la metamorfosis alrededor y a través envuelve a todas las demás. Así se Es sobre nosotros sobre quienes des-
de nosotros de una clariana en un crean, en el mismo movimiento que ciende en picado el cielo imperialista.
matorral, en una estepa, en una selva quiere rendirnos el mundo, cali- Horror y alacridad. El año pasado,
virgen. Sugiere a través de su textura dades y formas que no son de este observando los «desollados» de aque-
y sus itinerarios. mundo. D llas grandes telas espléndidas, me
Después de Goya, los asesinos no preguntaba: ¿qué es lo que nos hace
han cesado de asesinar ni las buenas soportar tales cosas? Quizás las so-
almas de protestar. Cada cinco o diez REBEYROLLE portemos gracias a la jovialidad del
años se revela un pintor que vuelve a pintor. Cuba vencerá; al final de la
poner en boga «Los horrores de la serie, el pájaro del disco verde mori-
guerra», modernizando los unifor- Lo que da unidad a estas telas es el rá. De todos modos, me dije, he ahí
mes y el armamento. Sin éxito: la in- horror; éste ha existido siempre sor- hasta dónde se puede llegar sin hacer
dignación de su corazón no admite damente en las obras de Rebeyrolle, a huir al público.
dudas, pero no desciende a su pincel. veces travestido, nunca anulado: hoy En su nueva serie, Coexistencias,
La empresa que se impone Lapou- la técnica se invierte, el horror se la profundidad reaparece en ciertos
jade es de otro orden. No se trata de convierte en el gran sentimiento que puntos: en la mayor parte de las telas
congelar el arte poniéndolo al servi- guía al pintor y que él nos hace expe- están representados dos objetos, am-
cio del Buen Pensamiento sino de rimentar. No ha renegado de nada: bos desconocidos, ambos pesados.
interrogar la pintura, desde dentro, dice que sus dos últimas series son Uno es rojo; a veces es una tela; el
sobre su movimiento y su entidad. complementarias, y es verdad; cierta- otro se diría que es una losa, pero en
Desde que, hace aproximadamente mente, entre las dos, ha sabido del realidad se trata de un paralelepípedo-
un siglo, la creación se convirtió en golpe de Praga, pero cuando trabaja- rectángulo ora opaco, ora vítreo, al-
crítica, se atreve, e insiste en su auda- ba en la primera estaba ya obsesiona- gunas veces transparente: su función
cia, a juzgarla. Lapoujade, empuja- do pOr la segunda. Y es cierto : ha principal es aplastar. En la base, tri-
do por los desarrollos de la Pintura existido Cuba, existe ·el Vietnam, turado, flácido, deshuesado, un cuer-
bajo su propio pincel, es conducido a existen otros muchos focos de guerra po desnudo se derrama; nada de san-
investimos de presencias que anidan popular, y además existe la coexisten- gre, ¿la Cosa roja se ha empapado de
a la vez en el corazón de cada compo- cia, complicidad secreta de los dos ella? Rayas, el pus, la purulencia de
sición y más allá de todas ellas. La sistemas: el horror , para un hombre las carroñas, a veces enormes man-
«figura» no era apta para manifestar de izquierdas, no está provocado por chas negras, en torno a los cuerpos.
estas presencias: la figura humana, el hecho de que las fuerzas imperialis- Hojas -fichas antropométricas- con
en particular, ocultaba el dolor de los tas cometan sus crímenes, sino de huellas dactilares . Pocos collages:
hombres; desaparece y, en el entra- que el campo socialista los tolere con trozos de madera rotos adheridos a la
mado mismo del arte, alguna cosa tal que se le reconozca el derecho a carne flácida recuerdan los instru-
nace de esta muerte; esto: víctimas cometer a su vez los suyos: pásame el mentos despedazados en el «San
torturadas, ciudades arrasadas, mu- ruibarbo y yo te daré la sena; tú me Marcos salvando a un esclavo», de
chedumbres masacradas; también los dejas hacer en Praga, y yo te dejo ha- Tintoretto. Pero aquí si se han roto
verdugos están por todas partes. Víc- cer en Atenas, en cuanto a Vietnam es después de haber servido. Poco
timas, verdugos: el pintor realiza nos arreglaremos; el hecho es que las cielo o, a retazos, tenebroso: todo
nuestro retrato . El retrato del siglo, dos cosas próximas una a la otra re- sucede en secreto . Y sobre todo, nin-
en definitiva. Al mismo tiempo el ob- presentan el producto del hombre gún verdugo: estrictamente aquellas
jeto de su arte no es ya el individuo. vuelto contra sí mismo. Estas dos se- dos cosas, aquellos dos sistemas, que
Ni lo característico. Es la singula- ries de izquierdas se complementan y se asocian para triunfar sobre el
ridad de una época y su realidad. sería útil exponerlas juntas: lo que se hombre. D

DEBATS N. 0 20 31
DOSSIER

cesitan de hecho todos los medios ex-


presivos posibles para extraer de Ia
pulpa del mundo los infinitos valores
SARTRE Y SUS <<F AROS» que se adhieren a ella, evitando per-
der su fragancia, a! igual que hay que
evitar en el tratamiento de conserva-
cion de frutas y verduras que desapa-
rezcan sus vitaminas, sus sabores es-
pecfficos e inconfundibles.
RENATO BARILLI mental de Ia teorfa del arte en nuestro He ahi por tanto justificada Ia rela-
siglo . Que es Ia literatura, donde en- cion asidua, y no solo ocasional, que
Es muy conocido el fragmento de tre otros encontramos un estudio cele- Sartre sinti6 el deber de establecer
Que es Ia literatura en el que Sartre, bre sobre Giacometti, recoge asimis- con pintores y escultores contempo-
a! comentar un cuadro de Tintoretto, mo un ensayo de gran importancia, raneos suyos: sobre todo con los pha-
observa: «Este desgarrado trazo «Una idea fundamental de Ia feno- res de Ia linea informalista, nacida
amarillo sobre el Golgota (no ha sido menologia de Husser!: Ia intencio- con el y a el paralela, homologa; he
elegido) para signijicar Ia angustia, ni nalidad». En el Sartre revela su de- ahi en suma Ia oportunidad de docu-
mucho menos para provocarla; es pendencia del padre de Ia fenomeno- mentar sus repetidos contactos con
angustia y, a! mismo tiempo, cielo logia, pero una dependencia cierta- Giacometti, Wols, Dubuffet, Rebey-
amarillo.» Y asi otros fragmentos si- mente no pasiva, sino dirigida a in- rolle, o con otros que, por haber lle-
milares, en los que se constata perfec- terpretar a! filosofo aleman segun gado un poco antes, contribuyeron
tamente Ia separacion entre dos gran- una clave extremadamente personal, con firmeza a pilotar Ia nave del arte
des modalidades de expresion, una de que a! mismo tiempo adapta su pen- hacia aquellas riberas (Masson , Cal-
las cuales actua de tal manera que los samiento a las exigencias de Ia epoca der). Fundamentalmente nuestro autor
significados se adhieren a los objetos actual, tanto en el arte como en Ia pedia ayuda a los colegas profesiona-
que los producen, se hacen un todo literatura. Puede muy bien decirse les de un arte hermano en el compro-
con ellos, perdiendo casi su natura- que el ensayo funciono como modulo miso de veneer las tentaciones «hu-
leza de «significados», su transparen- de conversion, a! tomar un pensa- manistas » presentes desde siempre en
cia, Ia posibilidad de ser desvincula- miento tipico de Ia primera mitad del el ejercicio de Ia literatura, precisa-
dos de aquellos soportes. La otra siglo xx y transformarlo en un ins- mente por Ia tendenCia de las pala-
modalidad, por el contrario, respeta trumento de batalla para Ia segunda bras a despegarse de las cosas, a na-
su canicter «transitivo », permite des- mitad; de hecho, de el surgiran tanto vegar en el vacfo, en las nubes del·
gajarlos de los contextos que los pro- el Informalismo como el nouveau espiritu, en un dima de facil conver-
ducen. Son respectivamente las vias roman. tibilidad de todo en todo, perdiendo,
del arte, o en general de Ia expresion La intencionalidad, revisada y co- sin embargo, el contacto directo.
estetica, y de Ia ciencia, ode Ia comu- rregida precisamente por nuestro Por otra parte, no se puede tampo-
nicacion pnictico-cognoscitiva. Con au tor, pier.de las connotaciones inte- co insistir unicamente en esta vision;
Ia consecuencia dram:Hica de dividir lectualistas que tenia en un principio, en efecto, Ia postura de Sartre ali-
en dos el ambito de Ia expresion lin- para convertirse en un obsesionante mentaba, como requerfa su punto de
guistica, o de Ia literatura, que , a movimiento de huida de Ia subjetivi- partida . fenomenologico, una gran
diferencia de Ia pintura, ha cumplido dad, hasta llegar a habitar en las co- dosis de ambiguedad, y es perfecta-
siempre una doble funcion: por una sas, adherirse a elias. El hombre es mente comprensible: de · acuerdo,
parte, es un sistema ligado a Ia esfera absorbido por las cosas, se sumerge, Sartre querfa darles una connotacion
del arte, y por tanto impelido a inser- se diluye en elias; se identifica con Ia desesperadamente ffsica, es decir, sub-
tar, a introducir los significados en Ia pasta, Ia grana, Ia pie! de las circuns- rayar aquel sentido de un «tender ha-
carne de los objetos, pero por otro tancias mundanas, constituye un uni- cia» existente en el origen etimologi-
!ado es el instrumento preferente co sistema con elias. Por esta razon el co de Ia palabra; pero queda el hecho
para «comunicar», para «transmi- «literario» Sartre sentfa Ia urgencia de que incluso una accion tan concre-
tin>, lo mas descarnadamente posi- de dejar de frecuentar exclusivamen- ta como el «tender» se revela de natu-
ble. De ahi deriva el drama de Sartre, te a poetas y novelistas, y aproximar- raleza vectorial; es decir, no se puede
dividido entre poesia y compromiso. se tambien a los pintores, ya que las olvidar Ia direccion de donde provie-
Se podrfa observar, sin embargo, «intenciones » activas en su arte co- ne, aunque, ciertamente, parece mas
que, basicamente, todos los teoricos rren mucho menos el riesgo de ser ex- importante considerar aquella «ha-
de Ia estetica contemporanea no han traidas de las cosas, de las necesida- cia» Ia que se dirige. 0, en otras pala-
hecho otra cosa que expresar el mis- des ffsicas que las suscitan. No es bras, se trata de un concepto biunivo-
mo concepto, aunque con otras pala- posible generalizar los significados de co, que puede ser recorrido tambien
bras. Piensese en Susanne Langer, Ia pintura; poseen un extraordinario en direccion contraria. El sujeto
que hace una distincion precisamente grado de inmanencia y nos invitan a humano no desaparece del todo. Es
entre simbolos «r'eferenciales» (los realizar un viaje a! corazon de Ia ma- cierto que evita sobresalir en Ia esce-
del discurso cientifico) y «expositi- teria. Ni simbolos ni ideas, sino sen- na, de forma complacida y ostentosa;
vos»; y en nuestro Galvano Della saciones tactiles, motoras, hasta culi- pero tambien es cierto que aguella la-
Volpe que, usando un vocablo muy narias, y por supuesto eroticas, y ello bor de excavacion, de adhesion ejer-
denso, pero muy indicativa, hablaba en un grado mucho mas elevado de lo cida sobre las cosas, «deriva de»; es
de una «aseidad» que seria peculiar que es posible en Ia literatura, aun ~ posible retroceder y, asi, encontrar
del discurso poetico (y artistico). Sar- que por otra parte, gracias a Ia prac- las obsesiones, las manias, las elec-
tre, por tanto, se encuentra en buena tica de Ia sinestesia, las diversas artes ciones existenciales del sujeto, del
compafiia a! abordar un rasgo funda- estan preparadas para unirse; se ne- que realiza Ia accion de adherencia; si

32 DEBATS N. 0 20
DOSSIER

bería curar del humanismo gené-


rico, demostrar la insuficiencia del
hombre, la exigencia de ir a habitar
«allá», en las cosas, comenzando
precisamente desde su nivel más
bajo, material, pero por otra parte es
un concepto double face, como Sar-
tre ha repetido siempre, y por tanto
no puede caer en el chosisme, en la
objetualidad más miope e imperso-
nal. A Sartre nunca le gustaron las
poéticas «hiperrealistas», ya que los
objetos deben también demostrar
que el gusano de la conciencia los ha
corroído de alguna manera. Esto vale
asimismo para el nouveau-roman de
Robbe-Grillet y compañía, y para las
poéticas Pop, que por su parte tam-
bién han subrayado siempre la inter-
vención de importantes coeficientes
subjetivos, aunque activos en la som-
bra, de forma no aparente.
La diferencia es entonces genera-
cional, traducible a su vez casi a una
querelle sensorial. La generación de
..,_../',.' ~/......__.... Sartre, o del Informalismo, quiere
JI{_..¡.,._,;--........_ t--r-.·....... ;.,.... ~-~· que el gusano de la conciencia esté
unido al mundo, exprimiendo todos
sus canales sensibles, en una amalga-
ma esencialmente sinestésica; o en
André Masson. «Retrato de André Breton», 1941 otras palabras, se transforma en una
especie de cultivo enzimático que co-
rroe el objeto, penetra en su interior,
las cosas revelan algunos aspectos mento no del todo idóneo que es la li- intenta relaciones estrechas con él, de
impensados ; esto se debe al hecho de teratura, no ha hecho menos que sus inmersión. Que es, por el contrario,
que el hombre, el autor, por otra par- colegas pintores; basta releer las pá- lo que a la generación de Robbe-
te, ha asumido las actitudes corres- ginas decisivas de La náusea, en las Grillet (y de César, Arman, Olden-
pondientes. Es lo que Sartre hace ver que precisamente rivalizó con Wols o burg, etc., etc.) no le gusta en absolu-
muy bien en el ensayo «Coexisten- con Masson en la recuperación de los to. También ellos están de acuerdo en
cia», dedicado a Rebeyrolle: si del valores de los objetos inermes, mini- que el sujeto humano se debe ocultar,
ámbito de la existencia, de la corteza males, indefinidos, ambiguos, meta- se debe limitar a enviar «intenciones»
del mundo surgen, continuamente, fóricos, con ansia de vagar por lo a los objetos; pero éstas deberán ser
valores eróticos, gastronómicos, pis- profundo, el sotobosque, los terrains sobre todo de carácter perceptivo, y
cícolas o venatorios, es necesario que vagues. respetar la piel, la envoltura externa
el artista se haga, paralelamente, ca- Es evidente, sin embargo, que en la de las cosas, jugar más con las rela-
zador, amante, pescador, etc. búsqueda de solidaridad con los cole- ciones espacio-temporales que con
Por lo demás Sartre sostuvo de la gas pintores, Sartre se dirigió casi ex- las asimilaciones digestivas.
forma más eficaz y brillante el mismo clusivamente a sus coetáneos, o a artis- Naturalmente, llegados a este pun-
concepto en su obra capital del perío- tas un poco anteriores; nada permite to, son lógicas las acusaciones mu-
do fenomenológico, El ser y la nada, pensar que se «abriera» a exponentes tuas: Robbe-Grillet y la generación
al declarar que la conciencia del hom- más jóvenes, representantes de poéti- del Pop acusarán a Sartre y al Infor-
bre debe actuar como el gusano en el cas posteriores, desde el Nouveau- malismo de haber traicionado la «in-
corazón de la manzana, dispuesto a réalisme al New-Dada o el Pop Art. tención», rescatando el viejo nexo
excavarse un camino; la componente Al mismo tiempo todos recuerdan las digestivo (la conciencia fagocita las
humana es portadora de un vacío, polémicas mantenidas con el más im- cosas, las sinestesias son apenas una
a través del que se ratifica su carácter portante representante del nouveau- forma trucada de retomar los acos-
ligero, no obstaculizador (es sólo una roman, Alain Robbe-Grillet, al me- tumbrados juegos humanistas). Pero
nada), pero por otra parte indispen- nos en los años cincuenta. Pararnos Sartre podía defenderse acusando
sable: si no existiese, ·Ja pulpa del un momento a desenredar esta made- a su vez a los más jóvenes colegas de
mundo se ahogaría en su propia pla- ja no será inútil; mejor aún, nos ayu- reducir demasiado el papel de la con-
nicie inerte; o bien, los sabores, los dará a ver con mayor claridad las ciencia, de no permitirle incidir, mor-
olores de las cosas no se advertirían si fuertes dosis de ambigüedad existen- der sobre el mundo, de dejarse inva-
la presencia del artista no procurase tes en el concepto husserliano-sar- dir por un respeto excesivo por su
un vacío alrededor de ellos, permi- triano de intencionalidad, y también epidermis exterior. D
tiendo así la exhalación. las diversas formas de interpretarlo.
El Sartre «poeta», por otra parte, Por un lado, y lo hemos subrayado
incluso en la utilización del instru- con energía, es un concepto que de- Traducción de Marc Granell

DEBATS N. 0 20 33
DOSSIER

en Rebeyrolle no se trata mas que de


un media. No se trata de fealdad,

PENSAR EL ARTE porque tampoco busca Ia belleza: de-


sea una expresi6n mas personal, por
encima de lo belloy lo feo, por lo que
lo bello y lo feo son consecuencia de
sus telas. Pero siempre busca Ia Belle- ·
za: Rebeyrolle es uno de los artistas
mas dotados para el sentido de Ia Be-
lleza.

Michel Sicard.-zQue proyecto nunca he llegado a escribirlo- pre- -No obstante, Ia materia pictori-
albergaban esos articulos de critica tendia introducir reglas, !eyes que pu- ca parece dar en Ia mayor de las bru-
donde sondea obras de importancia: dieran servir a Ia escultura, es decir, talidades: maderas quebradas, to-
Calder, Giacometti, Masson, a un objeto en el espacio en el que rrentes sangrientos que se retuercen,
Wols ... ? vivimos. Sus telas constituyen preci- etcetera.
samente un espacio de tres dimensio-
Jean-Paul Sartre.-Sin duda con- nes muy violentas, donde el movi- - La Belleza noes forzosamente Ia
tribuir a un conjunto de tesis sobre Ia miento desde el fondo hacia ddante y misma de Rafael: jpuede serlo un
pintura: tratar de describir a Ia vez lo el movimiento lateral son extraordi- cuerpo torturado! Habria que expli-
que es un pintor y lo que es un cua- narios en Ia pintura. Por ejemplo, en car lo que es Ia Belleza; habria que
dro, a fin de configurar una parte de su gran Crucifixion, un movimiento verla ante todo en el plano de Ia uni-
un todo que habria sido Ia Estetica. muy raro en pintura figura de algun dad, como unificaci6n, no Ia cosa to-
Me ocupe poco de Ia escultura, pero modo una caida sobre el espectador, tal sino Ia totalizaci6n de un conjun-
pensaba hacerlo algun dia. Queria hacia delante, algo muy peculiar de to. Una tela representa un sujeto
una estetica donde el arte de Ia litera- Tintoretto; me hubiera gustado estu- (antes que un objeto) que esta a Ia vez
tura tuviera un Iugar, pero en sus re- diarlo ... Encontramos otro aspecto en construcci6n yen fuga. Aqui tene-
laciones con las demas artes; pues en igualmente escult6rico en el cuadro mos por ejemplo un cuadro construi-
lo esencialla literatura dice lo que tie- de San Marcos liberando a un escla- do que tiene una forma: pero a! mis-
ne que decir por medio de signos, sin vo: Ia pesantez del cuerpo de San mo tiempo es una fuga, estas no son
convertirse nunca en un conjunto no Marcos y Ia forma como aparece. las formas simples y claras de un Co-
significante de elementos simb61icos Hasta entonces, los pintores dispo- rot, son a! contrario algo cuyos con-
-algo que si puede ser Ia pintura-, nen a los santos en sus capacidades tornos casi se niegan a! tiempo que se
y no se introduce en Ia estetica mas humanas, alzados sobre sus pies, con proponen. La Belleza es una unifica-
que por uno de sus flancos. Por con- la cabeza en alto; pero con Ia apari- ci6n totalizadora que da a traves de
tra, las demas artes, pintura, musica, ci6n de Tintoretto tenemos a un san- esta totalizaci6n el espectro de una
escultura quiza, crean Ia estetica, es to que de alguna manera esta acosta- totalidad que jamas es alcanzada; Ia
decir, una cierta man era de presentar do, y de este modo tiene cierta idea de Belleza se encontraria a mi
un objeto que sea bello. pesantez sobre Ia tierra, por mas que juicio en Ia relaci6n entre totalizaci6n
este alejado varios metros de ella: y totalidad .
-zEs est a Ia idea maestra? esto debi6 sorprender, pues inicial-
mente el publico se mostr6 muy has- -AI sefialar a tal o cual pintor en
-La noci6n de Bello es muy pede- til frente al cuadro, y se indign6 ante concreto llegamos a otra nocion des-
rosa en mi obra, aunque hablo de ella este santo que tiene aspecto de caer o tacable: Ia de individuo. Sus escritos
de diferentes maneras sin relaci6n de frenar una caida. Aqui tiene usted sobre Ia pintura comienzan siempre
aparente. Pero detras de todo esta Ia otra forma de pesantez, puesto que el con estudios bastante extensos sobre
idea de lo Bello que deberia haber espacio de Tintoretto no es el del pin- Ia vida de los artistas: Tintoretto,
descrito y explicado en una estetica tor sino el del escultor: Tintoretto es Wols, Giacometti. ..
(que nunca realice). Este seria el pri- un pintor que pinta contando con el
mer conjunto ofrecido en mi Esteti- espacio como lo haria un escultor, y -He incluido lo que he considera-
ca: I. Teoria de lo Bello, Naturaleza el mismo estaba muy cautivado por do necesario. Pero Giacometti era
de lo Bello, etcetera. ello. Esta era Ia ultima parte, que bastante mas complejo de lo que he
debia venir (nunca Ia he escrito) para dejado dicho.
-zComo se relaciona esto con el plantear una cuesti6n estetica mas
problema de Ia tea/dad, frecuente- general, a proposito de un pintor -Sin embargo, de esa manera,
mente abordado en los artistas que dado: Ia cuesti6n de Ia pintura y de zno concede usted tanta importancia
usted trata? Tintoretto, por citar Ia escultura en su espacio. al arte como obra que como compor-
_uno ... tamiento?
-Este problema alcanza incluso a
- Pertenece a Ia naturaleza del una pintura muy reciente: Ia de Re- - Tiene raz6n. Lo esencial para mi
movimiento en sus telas: Ia pesantez beyrolle. Hay una fealdad en Ia vio- es que Ia vida del arte seiiaJa siempre
de algunos cuerpos u objetos esta por lencia ... un paso del individuo destotalizado
lo general inmediatamente ligada a hacia Ia obra como totalizaci6n: ese
una fuerza que los impulsa, los Ianza -Habia fealdad en sus cuadros sa- es su movimiento perpetuo: el desto-
violentamente, los transforma o los bre Cuba, Ia hay un poco en este de talizado, que es Ia persona, se retota-
estrella. La estetica de Tintoretto aqui [sefiala un cuadro de Ia serie liza a! retotalizar un objeto. Los cua-·
- tal es el sentido de mi libro, pero Coexistencias en su despacho], pero dros, por ejemplo, se esfuerzan por

34 DEBATS N. o 20
DOSSIER

dar una totalidad al objeto pintado, hablaba directamente de su hábito -Ante todo habría que insistir en
que en el fondo no es sino la totaliza- bebedor; era preciso que yo lo cono- la dimensión materia.
ción inacabada del pintor. Dicho de ciera, porque un pintor que bebe no
otro modo, se reconoce a un Picasso es nada sin la bebida. W ols era un -En buena medida el color es
en cualquiera de sus telas, incluso en hombre bebedor que pintaba bebido; esto, naturalmente, en el caso de la
una mujer del período postcubista .. . no lo decía con claridad, pero se po- pintura. · En Giacometti también la
Una personalidad, con sus cambios, día percibir en sus obras. Cuando he escultura tenía color, pero con otro
desde luego, se proyecta sobre la tela, preparado estudios sobre hombres, objetivo.
de manera que Picasso se ha entrega- pintores o escritores, siempre he bus-
do por completo: es de hecho un indi- cado la faceta del bebedor o del con- -Una frase de Genet a propósito
viduo, una persona, que ha podido sumidor de drogas (Baudelaire) que de Giacometti: «El bronce es el gana-
entregarse por completo en el cuadro se incorpora a la obra. Siempre me dor>>. Lo que aparece antes que nada,
y que al mismo tiempo resulta poco ha apasionado encontrar no ya al ¿no es el propio material?
descifrable. Es lo mismo si tomamos hombre construido a través de la
una obra literaria: el autor está por obra, sino más allá de esto, al hom- -Como usted sabe, un escultor no
completo presente en ella. No se le bre que pinta o escribe sin estar cons- esculpe sobre bronce: el bronce se
descifra porque no hay intención de truido. emplea para reconstruir su escultura,
hacerlo, pero la tarea es enteramente pero la verdadera escultura de Giaco-
factible. Yo lo he intentado con Flau- -¿Esa personalidad no se expresa metti era la que obtenía con yeso. En
bert y no lo he logrado del todo por- mejor en el dibujo que en la pintura? su época, Miguel Ángel trabajaba la
que sólo he escrito tres volúmenes, ¡Sobre todo en Masson! piedra: sería preciso estudiar también
pero lo hubiera conseguido con el cómo, desde el punto de vista estéti-
cuarto y el quinto. -Ahí es donde mejor se ve la co, la piedra ha servido de material
Lo individual me parece lo más im- transposición del mundo real y del para la construcción de una figura y
portante en el arte, y cuando uno hombre real en algo que se da a nivel cómo, ulteriormente, ha llegado casi
quiere ocuparse de un artista, encon- del artista. El paso del mundo real al a desaparecer. El trabajo flexible so-
trarlo en su obra, el único método mundo estético es un acto muy com- bre el yeso ha sido el que ha dado la
posible es el que he utilizado en el plejo que, a partir de un modelo posibilidad de crear materiales duros
«Flaubert», el método progresivo- (real, representado o transformado), y resistentes como el bronce, que ya
regresivo, que acude al cuadro, o al consiste en recrear, en dar una exis- no son la creación del escultor sino
texto, para analizar al individuo que tencia al objeto que, en la obra, tiene una especie de construcción indus-
lo ha reproducido; y que luego acce- las características que puede tener al trial exacta de su escultura. De mane-
de al pintor o al escritor a partir de nivel de la percepción. Esto es lo ra que, si el escultor adopta a veces el
un análisis progresivo del objeto esencial: no recrear la pesantez, las yeso como medio de trabajo hace de
producido. El pintor o el escritor en tres dimensiones , sino construir un él sobre todo un representante provi-
cuanto enteramente en la raíz de la mundo en el cual haya un equivalente sional de la obra, que será realizada,
obra de arte comienza a existir como de estas dimensiones o de esta pesan- por ejemplo, en bronce duro.
una intención original de su libertad: tez. No hay pesantez real en los cua-
en mi Estética habría mostrado tam- dros de Tintoretto, y sin embargo -El aspecto de «maqueta» no des-
bién, a este nivel, que la libertad hu- hay un equivalente. Para mí el dibujo dice para nada el proyecto del artista.
mana es la única posibilidad de pin- es lo q\le da al objeto pintado el con-
tar o de escribir. Si se pinta o se junto de sus cualidades transpuestas -No lo desdice: el artista piensa el
escribe con libertad, en la obra de que vienen de caracteres reales . Natu- bronce, en cierto modo lo esculpe al
arte hay algo particular y especial: la ralmente, el color es también esen- esculpir el yeso. El bronce es precisa-
obra de arte nunca es la copia de la cial, pero es algo diferente: tiene por mente lo que hay de real en la visión
naturaleza (o del objeto natural), objeto presentar una materia. del objeto que él hace en yeso, y lo in-
sino una producción exterior a ella. teresante es que está ahí, en el trabajo
Hubiera sido preciso estudiar este -¿Esto puede considerarse una manual del artista, como una repre-
modo propiamente humano: huma- derivación de su teoría sobre lo Ima- sentación de lo que será: como un ob-
no en tanto que libre. ginario? jetivo.

-Usted conoció a Giacometti, -Incluso en el dibujo aparece


Masson, Wols: ¿qué influencia tuvo -Desde luego: nunca la he aban- también el aspecto materia. En Mas-
este hecho? donado. La he desarrollado un poco son tenemos trazos de tinta, borboto-
en El idiota de la familia. nes, como en el Retrato del artista en
-Lo que yo escribía, trataba de el torrente.
verificarlo, de justificarlo, en las con- -En Giacometti, por su manera
versaciones que tenía con ellos y por de rodear las figuras con un trazo, -Completamente cierto: Masson
medio de lo que apreciaba de ellos. ¿no hay una intención diferente, una sabe dar la materia por medio del di-
Tener relaciones de amistad con un aproximación más física y material bujo. Esto es lo que quiero decir
hombre es, anque imperfectamente y que simbólica? cuando afirmo que el individuo, pin-
de modo parcial sin duda, conocerlo: tor o escultor, se da en el objeto que
y yo quería que mi conocimiento del crea. Hay una doble unidad: unidad
individuo interviniera en mi cons- -Sus grandes formas son algo de este objeto que significa una cabe-
trucción del hombre como algo dado. propio de su mundo de escultor, y al za pintada o un hombre esculpido,
En caso de W ols, lo que estaba a la mismo tiempo son recreaciones de que aparece en primer lugar y va por
vista, sus cuadros, sus dibujos, no formas humanas del mundo natural. delante; unidad del artista que se

DEBATS N. 0 20 35
DOSSIER

muestra a las personas que buscan, este mundo que efectivamente era di- pasajes surrealistas en La náusea: el
a los críticos, por detrás. ferente del mundo real, y lo hacían comercio frente al que pasa Roquen-
existir con mucha fuerza . Incluso tin: hay personajes que parecen ra-
-¿Qué pensar del concepto freu- tuve relaciones con Breton, al que en- tas... Esto es surrealista y Jo puse
diano de sublimación aplicado al de- contré en Nueva York entre 1944 y sabiendo que estaba a ese nivel: yo
seo del artista? 1945; lo volví a ver un poco en París tenía una cierta poesía material que
y Juego se molestó conmigo porque era surrealista, y en mi percepción lo
-Ese concepto no me gusta dema- escribí sobre el surrealismo Jo que sentía así. Sentía ese mundo oculto,
siado . En la obra, desde luego, se pensaba. Pero resultaba bastante pero sólo al principio; posteriormen-
pone un deseo violento que resulta apasionante ver a Breton y vivir un te me orienté de otro modo. Pero en
ereador . En el Moisés de Miguel Án- poco con él. la visión del mundo, del día, de la ca-
gel, del que ha hablado Freud , el de- lle, de mi apartamento incluso he
seo no está sublimado, es directo. La -¿Le atrajo a usted la importan- conservado algo de surrealismo: una
idea de sublimación proviene del he- cia concedida al sueño? forma de percepción de los objetos y
cho de que el deseo es originalmente de los hombres tal como los encon-
sexual; pero Jo es y no Jo es, y a este -Nunca me ha atraído el sueño, traba en sus libros cuando tenía dieci-
propósito ya me he explicado en otro hasta el punto de que he olvidado nueve o veinte años. La expresión su-
sitio. De hecho es muy posible anali- completamente todos mis sueños; rrealista ha formado parte durante
zar a un hombre o a su obra tomán- por la mañana me despierto como si mucho tiempo del vocabulario de Si-
dola como producida por los deseos no hubiera soñado . De cuando en mone de Beauvoir y mío: al encuen-
sexuales convertidos en artífices ar- cuando tengo un sueño del que puedo tro con un hombre o con una mujer,
tísticos, pero a mi juicio es una forma acordarme e intento extraer algunas lo conociéramos o no, pero que apa-
de ver perfectamente cierta· en algún conclusiones; pero la mayoría de las reciera ese día de una forma extraña,
sentido que no excluye, sin embargo, veces no guardo ningún recuerdo de lo calificábamos de «surrealista». Te-
de ninguna manera otras totalizacio- Jos sueños que haya podido tener por nía para mí que se trataba de una es-
nes por el deseo, que contienen el de- la noche, lo que no quiere decir que pecie de similitud de sensibilidades ,
seo sexual pero que son algo del todo no hayan existido, sino simplemente salvo que los surrealistas escribían
distinto. No hay sublimación porque que no me he ocupado de ellos Jo bas- esta sensibilidad como tal y yo no ha-
lo que los artistas quieren es lo que tante como para conservarlos. cía nada de ella (o sólo la aprovecha-
hacen, nada más; desean el objeto ba en algunos breves pasajes de La
que crean, no sexualmente, sino -En usted hay momentos «neuró- náusea): una sensación, un senti-
como exigiendo precisamente de ellos ticos» en los que roza el surrealismo. miento que experimentaba al pasear,
d ser creados de la forma en que Jo Pienso en la «crisis» relacionada con al caminar, al mirar. .. ¡Pensaba que
son (que no es sexual, o que contiene la mescalina: las imágenes descritas era cuestión de la época!
un elemento sexual pero en su inte- (crustáceos, la percha convertida en
rior). Y además, el artista puede ha- buitre) parecen surgir de cuadros su- -¿Y las posiciones políticas -di-
cer una totalización sexual y conside- rrealistas. versas- de los surrealistas?
rar que es su sexualidad la que se
encuentra con tal o cual miembro de -Con la diferencia de que yo era -Por lo que a mí respecta, yo no
la familia Medici .. . totalmente sincero: eso era lo que me tenía posición política: antes de la
sucedía, sin fabulaciones, sin espe- guerra era vagamente de izquierdas
-Por lo que se refiere a Masson, ranza de algo distinto ... Los surrea- pero sólo llegué a serlo realmente du-
el concepto de sublimación, ¿no reci- listas nunca fueron sinceros por com- rante mi cautiverio, durante la resis-
bía un duro ataque con la teoría del pleto: lo vemos en las descripciones tencia y después de la guerra, mo-
automatismo: la pluralidad de las de sesiones conjuntas de escritura mento en el que cambié por completo.
formas del deseo y de las imágenes, automática, las apariciones de Rose Los surrealistas no me han influido
los barnices culturales? Selavy sobre un conjunto de teorías en absoluto en este aspecto, sobre
que no eran farsa. Había siempre una todo porque la tendencia no compro-
-La sexualidad estaba completa- parte de farsa, un poco de mistifica- metida podía comprometerse y re-
mente desprovista de sublimación ción: eso les divertía. Era verdadera- nunciar al compromiso de forma per-
puesto que al mismo tiempo quedaba mente un momento en el que existía manente... Breton se comprometió
al margen y aparecía por todas partes. la libertad sin estar nunca del todo numerosas veces para renunciar acto
presente. Había que oír lo que decían seguido a su compromiso. Además
-Sus relaciones con el surrealis- los surrealistas de primera hora. Que- está el asunto de los surrealista.s de
mo, ¿fue Masson quien le introdujo neau, por ejemplo -no es que él pre- aquel entonces con el Partido Comu-
en él? tendiera no haber estado por com- nista. O
pleto integrado en el movimiento-,
-Muy poco: él me llevaba hacia que subrayaba el aspecto, decía, «de
otra cosa. En una larga nota de Si- juventud»: «El surrealismo ha sido Traducción de Jorge García García.
tuaciones JI expreso Jo que sentí... mi juventud»; y de este modo lo
Antes de la guerra de 1939, los obje- entendía junto a su deseo de mistifi-
tos surrealistas me gustaban mucho; cación, su alegría, sus creencias .. .
pero no me aL·aían sus teorías, sus
concepciones de Jo imaginario o del -¿Qué le alejaba del surrealismo?
mundo. Ese mundo al que ya nos he-
mos referido, existe más allá de los -¡Había ideas que yo aprobaba
artistas. Los surrealistas se daban por completo! Se encuentran incluso

36 DEBATS N. 0 20
--------(TEMA 1DEBATE)

LA CULTURA
DE LA LIBERTAD
MARIO VARGAS LLOSA comunicación es más universal, ex- y leyendo se haría y obtendría po-
plicaba, pues, por ejemplo, salva los niendo en funcionamiento proyecto-
Que una editorial tan distinguida escollos que plantea la diferencia de res, pantallas, parlantes y casettes, se
como Meulenhoff & Co; cumpla no- idiomas a los sistemas alfabéticos. apresuraba a recordar que el período
venta años es un acontecimiento cul- El conferencista sacaba todas las alfabético en el curso de la historia
tural que debe alegrarnos, por igual, consecuencias debidas de su tesis, sin humana era brevísimo. Así como en
a sus autores, a sus lectores y a todos el pasado los hombres habían vivido
quienes quieren que la civilización re- miles de años creando espléndidas
sista el asalto de la barbarie, siempre culturas y civilizaciones, sin libros, ló
al acecho bajo mil disfraces. Quien mismo podía ocurrrir en el futuro.
dice editorial dice libros, y libros ¿Para qué se empeñarían, pues, los
quiere decir ideas, palabras, fantasía, países subdesarrollados en imponer
ejercicio de la inteligencia. Nada ha una instrucción obsoleta a sus ciuda-
impulsado tanto la vida cultural, ni danos? ¿Para seguir siendo atrasados
ha contribuido más a democratizarla en el porvenir?
-a universalizarla- que la inven- El conferencista no pensaba que,
ción de la imprenta. Desde los tiem- con su sustitución por la audiovisual,
pos de Gutenberg hasta los nuestros, la cultura alfabética desaparecería to-
el libro sigue siendo el propulsor talmente, ni, por supuesto, lo desea-
y depositario del conocimiento por ba. Según él, sobreviviría en ciertos
excelencia, el motor de la vida cultu- enclaves, . universitarios y sociales,
ral de un país, además de insustitui- para entretenimiento y beneficio de
ble fuente de placer. los grupos marginales interesados en
Para muchos, sin embargo, su fu- producirla y consumirla, como algo
turo es incierto. Una conferencia que curioso y en todo caso excéntrico al
escuché en Cambridge, hace unos curso principal de la vida de las na-
años, me produce, vez que la re- ciones.
cuerdo, cierta angustia. Se titulaba Quien exponía esta tesis -que he
Literacy is doomed y su tesis era resumido de manera muy sucinta-
exactamente la del título, es decir, no era Marshall McLuhan, el profeta
que la cultura alfabética, aquella ba- canadiense que anunció la desapari-
sada en la escritura y los libros, va a ción del libro para el año 1980. (Es
Mario Vargas Llos a.
perecer. Según el conferencista, la sabido que la profecía no se cumplió y
cultura audiovisual la sustituirá en un que en 1980 murieron, más bien, él y
período de tiempo breve. La palabra arredrarse. Sostenía que los países su famosísimo «Marshall McLuhan's
escrita,. y lo que ella representa, son del tercer mundo, en vez de empeñar- Center of Culture and Technology»
ya un anacronismo puesto que el sa- se en costosas y largas campañas para del que hoy nadie se acuerda.) Era Sir
ber más actual y necesario para la ex- enseñar a leer y escribir a sus masas Edmund Leach, eminente antropólo-
periencia de nuestro tiempo se trans- iletradas, deberían más bien adies- go británico y entonces Provost del
mite y está contenido no en libros trarlas en lo que será la fuente primor- King's College. Es decir, un destaca~
sino en máquinas y tiene como eje no dial del conocimiento: el manejo de do mandarín de la cultura alfabética
las letras sino las señales. El confe- las máquinas. Todavía me tintinea en de nuestra época. En boca del riguro-
rencista acababa de pasar dos sema- los oídos la fórmula que el espigado so analista de los sistemas políticos
nas en México y había podido despla- y soberbio expositor usaba, con un de las culturas primitivas de Birma-
zarse por todas partes,· en el metro, guiño desafiante: «Not books, but nia, de los mitos del Génesis y del
sin la menor dificultad, pese a no ha- gadgets!» (No libros sino artefactos). fino expositor y crítico de las teorías
blar español. Porque todo el sistema Y, para consuelo de aquellos que pu- . de Lévi-Strauss, semejantes plantea-
de señalización en el metro mexicano dieran entristecerse ante la perspecti- mientos no pueden ser tomados a la
está hecho únicamente a base de fle- va de una humanidad en la que lo que ligera, como un disparate o una ex-
chas, luces y figuras. Esta forma de ayer se hacía y conseguía escribiendo travangancia. Si Edmund Leach está

DEBATS N. 0 20 37
TEMA/DEBATE

convencido que el alfabeto huele a decir, oír y (a la larga) soñar. En ese o audiovisual, libre o esclava, refina-
cadáver no hay duda que algo está reino no habría clandestinidad posi- da o vulgar- se decida de manera
pudriéndose en el alfabeto. ble, no sarr¡iszdat ni contracultura y autonóma, por fatídica evolución de
Es verdad que la palabra escrita es todos sus súbditos -desaparecidas la la ciencia. El factor decisivo, en esta
cada vez menos indispensable para elección y la iniciativa- tendrían que materia, será la elección que hagan
mucha gente. Donde se advierte esto resignarse a ser esclavos. los hombres, es decir, los poderes que
de manera flagrante, es entre los ni- Mi sospecha de que estos robots se- pueden encaminar la sociedad en una
ños de nuestro tiempo, a quienes los rían, además, imbéciles, se funda en dirección o en la otra. Si los libros y
programas de televisión suelen darles la convicción de que, a diferencia de los artefactos se traban en una lu-
lo · que a nosotros nos dieron Karl Jo que ocurre con el libro, la produc- cha mortal y éstos acaban con aqué-
May, Salgari, Juiio Verne, el gran ción audiovisual tiende a recortar la llos, la culpa la tendrán quienes per-
Dumas. La radio y la pequeña panta- imaginación, a embotar la sensibili- mitieron que esto ocurriera. Después
lla han desplazado a diarios y revistas dad y a crear espíritus pasivos. No de esto, ya no tendrán ocasión de de-
como primera fuente de información soy un retrógrado, alérgico a la cultu- cidir nada más.
sobre la actualidad y, aunque en tér- ra audiovisual. Todo lo contrario. Pero es difícil que esta pesadilla or-
minos absolutos, el número de lecto- Después de la literatura, nada me welliana llegue realmente a ocurrir.
res en el mundo vaya en aumento, no gusta tanto como el cine ni me depara Porque afortundamente para nos-
cabe duda que hoy, en términos rela- un placer tan profundo como un otros, escritores y editores, nuestro
tivos, la palabra impresa es menos in- buen programa de televisión. Yo mis- oficio y vocación tiene su suerte Jiga-
fluyente que en el pasado. Para la mo he trabajado produciendo pro- da a la de la libertad, enfermedad o
persona alfa beta de nuestros días Jos gramas televisivos y he visto el ex- vicio que, aunque hizo presa de ella
libros son menos importantes (por el traordinaro impacto que tiene la algo tarde en la historia, parece haber
tiempo que les dedica y por el efecto imagen y su fantástica repercusión en tomado posesión de buena parte de la
que tienen en su vida) que lo fu.eron el público (aunque este efecto fulmi- humanidad con características incu-
para una persona alfabeta del pa- nante y también efímero desaparece rables. Veamos.
sado. mucho más rápido que el de la lectu- Escribir es un oficio solitario. En-
Esta perspectiva debe ponernos Jos ra). Pero lo cierto es que, incluso en frentado al papel, con la pluma en
pelos de punta. Porque, aunque yo los escasos países, como Inglaterra, la mano, para que brote eso que, a
tengo dudas de que llegue a materiali- donde la televisión ha alcanzado un falta de otro mejor, se conoce con el
zarse tan pronto y de manera tan ge- nivel de alta creatividad artística, el nombre de inspiración, no hay más
neralizada como él sugería, si el vati- nivel promedio de Jos programas, remedio que aislarse de la vida inme-
cinio del Profesor Leach se cumple, el que tiende a universalizarse, es diata y sumergirse en el mundo ínti-
ello será una catástrofe para la huma- rastrero, destinado a llegar al mayor mo de la memoria, la nostalgia, las
nidad. Porque con los libros no sólo número por Jo más bajo_. secretas apetencias, la intuición y el
desaparecemos quienes estamos aquí No creo que esto sea casual. La instinto, alimentos de la imaginación
reunidos esta noche, en la bella Ains- tecnología y el presupuesto ejercen creadora. El proceso de que nace una
terdam, celebrando la veteranía de una función terriblemente coactiva ficción es largo, difícil, fascinante.
Meulenhoff & Co.: Jos escritores y de la originalidad, tienden a sofocar- Aunque desde que escribí mi primer
los editores. Desaparecerá también la la y a orientarla en determinada di- cuento lo he vivido muchas veces,
cultura de la libertad. Y es muy pro- rección (es decir, a impedirla). Es por nunca he acabado de entenderlo ple-
bable que el mundo se convierta en eso que la obra más constante y típica namente. No sé si les ocurre a todos
una aburrida sociedad de robots im- de la televisión es el producto serial, los esCritores, pero, en mi caso al me-
béciles. aquel en el que el realizador parece nos, aun cuando hago un gran es-
Mi pesimismo se funda en dos cer- haber sido nada más que un hábil fuerzo de lucidez mientras escribo, y
tidumbres. La primera, que la cultu- aprovechador (o sirviente) de esos trato de tener un control racional de
ra, audiovisual es infinitamente más dos artífices todopoderosos: los me- la historia, Jos personajes, los diálo-
susceptible de ser controlada, mani- dios técnicos que manejó y el dinero gos y los paisajes que van surgiendo
pulada y degradada por el poder que de que dispuso. En este sistema es di- al compás de las palabras, nunca
la de la palabra escrita. Esta, por la fícil, si no imposible, que prosperen puedo evitar una cierta oscuridad
soledad en la que nace, la facilidad las actitudes que significan ruptura, que, como su sombra, acompaña a la
con que puede reproducirse y circular negación radical, rechazo absoluto tarea consciente a la hora de crear.
y la huella durable que imprime en de lo establecido. Por otra parte, en Ese elemento que espontáneamen-
las conciencias, ha demostrado (bas- muchos casos de excelencia artística te brota de lo más recóndito de la
ta ver lo que ocurre hoy con lo.s disi- en los productos audiovisuales ello se personalidad, impone a la historia
dentes en los países del Este) una resis- debe al estímulo y al alimento que que uno está escribiendo una colora-
tencia formidable a ser esclavizada. han recibido de la «otra» cultura. Sin ción particular, establece entre los
En una buena cantidad de países, la ese acicate y materia prima es proba- personajes jerarquías que a veces
escritura es la última trinchera de la ble que ellos serían Jo que son hoy en trastornan sutilmente nuestra inten-
libertad. Con su delicuescencia, el so- la mayor parte del mundo Jos pro- ción consciente, matiza o impregna
metimiento de las conciencias por ductos de la cultura audiovisual: ton- aquello que contamos de una signifi-
parte del poder -de los poderes- terías. A veces muy divertidas, pero cación o simbolismo que, en algunos
podría ser absoluto. En el reino de Jo tonterías. Y no hay duda q).le quienes casos, no sólo no congenian con
audiovisual el amo de la tecnología y se alimentan espiritualmente de ton- nuestras propias ideas, sino que pue-
del presupuesto sería (como lo es terías terminan por volverse tontos. den llegar a contradecirlas radical-
ahora) el amo supremo de la produc- La historia no tiene leyes tan rígi- mente. Ocurre que a la hora de crear,
ción cultural, quien decidiría Jo que das como para que la naturaleza de la un escritor, un artista, son algo más
los hombres deben y no· deben saber, cultura -es decir, si ella será libresca que inteligencia, razón, ideas. Son,

38 DEBATS N. o 20
TEMA/DEBATE

también, esa zona umbrosa de la en el que ellos operaban -el de la temporáneos ni mucho menos. La
personalidad que nuestra conciencia creación artística- lo que, emplean- era Tudor no fue tolerante, sino
reprime o ignora. En el proceso crea- do un concepto moderno, llamaría- autoritaria y brutal, a tal extremo
tivo que tiene mucho de mágico, ella mos la «permisibilidad», era prácti- que, refiriéndose a las vandálicas des-
consigue manifestarse, restablecien- camente absoluto. Para los griegos el trucciones de imágenes, pinturas,
do esa totalidad de la persona que, en poeta era un yocero de los dioses, un obras arquitectónicas, libros religio-
casi totas las otras actividades socia- ihtermediario del más allá, alguien en sos, que siguieron a la primera Refor-
les o privadas, aparece trunca, redu- quien los valores artísticos y religio- ma -la de Enrique VIII-,-, el histo-
cida a su anverso consciente. sos se confundían de manera indiso- riador G. B. Harrison compara esa
Quizá por nacer del esfuerzo con- luble. ¿Cómo hubiera puesto trabas época a la de Alemania y la URSS en
jugado de la razón y la sinrazón, del al trabajo de un · hombre cuya fun- tiempos de Hitler y Stalin. Se practi-
intelecto y la intuición, del libre vuelo ción era de sacerdote y de adivino al caba una rigurosa vigilancia del com-
de la fantasía y de los oscuros desig- mismo tiempo que de ilusionista, una portamient.o religioso de las personas
nios del inconsciente, tienen los pro- cultura que, a diferencia de la nues- y cualquier síntoma de heterodoxia
ductos del arte y de la literatura esa tra, no sabía disociar la literatura y el -de parte de los Católicos o Puri-
perennidad que les permite sortear arte de la moral y la religión, el espí- tanos- conducía a la prisión, la tor-
airosamente los siglos y las barreras ritu del cuerpo? A esa libertad ilimi- tura o la muerte. Pero el teatro era
de la geografía y de las lenguas, con- tada de que gozaban el poeta, el artis- considerado un pasatiempo demasia-
servando una frescura y un poder que ta, el pensador -los puentes a través do plebeyo y vulgar, demasiado por
el tiempo, en vez de ajar, aumenta. de los cuales se comunicaban los debajo de los salones, las academias,
Las peripeCias de los dioses y los hombres y los dioses, el mundo y el las bibliotecas donde se producía y
hombres de la Hélade, que un poeta trasmundo- debe la cultura griega preservaba la cultura reinante, como
ciego cantó hace tres mil años, nos su desarrollo, ese encaminamiento para merecer el puntilloso control
deslumbran todavía, y, como a esos que le permitió alcanzar en el campo que recaía, por ejemplo, sobre los
remotos antepasados de nuestra cul- de las ideas, de las artes, de las letras, textos religiosos y políti~os. El poder,
tura que los oyeron por primera vez una riqueza de invención y de cono- en tiempos de Isabel 1, prohibió las
en boca de los rapsodas, también a cimientos y fijar unos patrones de obras históricas inglesas; cerró varias
nosotros nos hacen vivir vicaria- belleza y de pensamiento que cam- veces los teatros. Pero los dramatur-
mente esas ceremonias de la pasión y biaron la historia del mundo, impri- gos fueron afortunadamente desde-
la aventura que, por lo visto, codicia miéndole una racionalidad de la ñados, de modo que·-siempre según
con avidez el corazón humano de que se derivaría todo el progreso de Harrison- «el Teatro de Londres
todas las civilizaciones. El fuego que Occidente y, también, la humaniza- fue el único lugar donde el hombre
encendió Shakespeare, recreando, en ción gradual de la sociedad . Se ha di- común podía oír comentarios direc-
sus tragedias y comedias, el universo cho que la historia de Grecia es la del tos y honestos sobre la vida.» Nadie
isabelino, desde la plebeya chisma- triunfo de la razón contra los condi- -ni siquiera su contemporáneo Ben
grafía callejera con su abanico de ti- cionamientos irracionales caracterís- Johnson, quien sí se vio envuelto en
pos pintorescos y su rica vulgaridad ticos de las civilizaciones pre-cris- líos con el poder debido a sus escri-
hasta las refinadas astucias de la lu- tianas . Sin duda. Pero ese despertar tos- aprovechó mejor que Shakes-
cha por el poder de los príncipes o las victorioso de la razón sobre la cota peare ese privilegio casual -la liber-
delicadezas y tormentos del amor y la de malla de las supersticiones y el tad de crear- concedido a los dra-
fiesta del deseo, arde cada vez que tabú que precipitaría el ;desarrollo maturgos en la Inglaterra isabelina.
aquellas historias se materializan en imparable de Occidente no hubiera El resultado es un fresco del hombre
un escenario, abrasándonos, por en- sido posible sin aquella disponibili- y sus demonios -políticos, sociales,
cima de la cronología y la distancia, dad para pensar y para crear que la religiosos, sexuales- que nos des-
en su hechizo verbal. Fantaseando cultura helénica permitió a sus filóso- lumbra por su variedad y nos ilustra,
sobre los seres de carne y hueso de su fos y a sus artistas. El triunfo de la mejor que ejércitos de psicólogos,
tiempo y sobre los demonios que los razón fue, antes, el de la libertad. antropólogos y sociólogos, sobre la
azuzaban, Shakespeare trazó unas Acaso por primera vez en el curso de complejidad vertiginosa de la natura-
imágenes en las que los hombres de la historia humana el poeta no fue el leza humana. En las 37 obras teatra-
cada época descubren sus propias hombre encargado de poner ritmo y les de Shakespeare quedó pulverizada
caras . música a lo existente -las leyendas -entre otras cosas- la rígida geo-
El milagro no hubiera sido posible y los mitos colectivos, la religión metría que hasta entonces, y desde
si el viejo Aedo de los comienzos de entronizada- y de ilustrar en fábulas los albores de la era cristiana, servía
la civilización griega y el dramaturgo la moral establecida, sino un indivi- para catalogar al hombre y a las ac-
inglés no hubieran contado, además duo soberano , librado a sus propias ciones humanas: bueno o malo, san-
de su prodigioso dominio del lengua- fuerzas, autorizado a explorar lo des- to o pecador, libertino o casto, pródi-
je y de su imaginación incandescente, conocido -mediante la imaginación, go o avaro. En el personaje
con la posibilidad -a la hora de en- la introspección, el deseo y la shakespeariano por primera vez se
frentarse al papiro o al papel- de razón- y a dar carta de ciudadanía a delínea ese hombre en el que, como
abrir las puertas a sus fantasmas los fantasmas de su espíritu. escribió Georges Bataille, las contra-
privados, de dejarlos moverse a su El genio de un Shakespeare tampo- dicciones se abisman y conjugan.
antoio v de someterse a sus dictados. co podría concebirse sin la ilimitada Para hablar ·aellenia de la libertad
Las civilizaciones a las que ambos libertad de que dispuso para «mos- -con el amor el más vasto y polifa-
pertenecieron eran represoras y cla- tni.r las pasiones humanas» (como es- cético de todos los temas-, si uno no
sistas. Se sostenían gracias a la des- cribió el Doctor Johnson) con la im- quiere perderse en las generalidades o
igualdad y la explotación del pobre y punidad con que lo hizo. Esa libertad ahogarse en el detalle, y sí morder la
del débil. Pero en el campo específico no era disfrutada por todos sus con- realidad, conviene, como he intenta-

DEBATS N. 0 20 39
TEMA/DEBATE

do hacerlo con las rápidas menciones escribidores indiferenciables, de abs- Fernand Braudel («Civilisation mate-
de Homero y de Shakespeare, partir trusos cronistas, de incontinentes rielle, Economie et Capitalisme.
de una experiencia concreta. Jean dramaturgos sin una sola idea origi- XVe-xvme Siécle»), dedicado a la
Franc;:ois Revel ha escrito que debe- nal? Esa indigencia literaria de tres historia del mundo occidental entre
mos desconfiar de quienes pretenden siglos no es gratuita ni debida a una los siglos xv y XVIII a través de la
definir la libertad, pues, por lo gene- tara compartida por nuestros ver- producción de los objetos, los útiles,
ral, detrás de cada definición pro- sificadores y prosistas coloniales . El las técnicas, y del intercambio, nos
puesta, acecha el designio de supri- rodillo compresor de la censura inventaría la asombrosa mutación
mirla. Y es cierto: la experiencia de la eclesiástica, que prohibió el género que operó en el desenvolvimiento de
libertad, como la del amor, es más novelesco como impío -caso único la sociedad la aparición del comercio
rica que las fórmulas que quieren en la historia de prohibición en abs- libre y su escenario: el mercado.
expresarla. Al mismo tiempo que de- tracto de una forma literaria- y que Como en el dominio de la creación, el
finirla es inconmensurablemente difí- sometía todo impreso a una vigilan- surgimiento de un espacio indepen-
cil, nada es más fácil que identifi- cia policial en busca de manifesta- diente y soberano donde la acción
carla, saber cuándo está presente, si ciones de heterodoxia, convirtió el humana pudo volcarse sin condicio-
es genuina o un simulacro, si goza- quehacer literario en un rito desper- namientos, en cierto modo desbocar-
mos de ella o nos la han arrebatado. sonalizado y aséptico, que se ejercía se, de acuerdo sólo al interés y volun-
Por eso, más útil que buscar una dentro de ciertas hormas rígidas, tad del individuo que ocurría a él
definición que la abarque en sus in- suprimiendo de entrada la esponta- para comprar o vender, para produ-
numerables matices, es rastrear su neidad. Esa servidumbre no dejaba al cir o consumir, revolucionó los ci-
presencia en la historia y valorar sus creador otra alternativa que orientar mientos de la civilización. Las conse-
resultados . También, examinar los su imaginación hacia el alarde for- cuencias son las mismas que provoca
peligros que la asedian y saber lo que, mal. Como pensar por cuenta propia el ejercicio de la libertad en el arte o
para un individuo y una sociedad, era riesgoso, casi suicida, el escritor la ciencia: dinamismo, desarrollo de
significa disfrutarla o perderla. colonial tuvo que cóntentarse en el las técnicas, proliferación de las in-
Como en la literatura, en casi to- campo de las ideas con respetar los dustrias, aumento de la comunica-
dos los campos del quehacer humano tópicos, los lugares comunes del ción entre las personas y los países,
la libertad despunta de manera im- dogma y a desarrollar su labor creati- resquebrajamiento de la cultura reli-
prevista, por accidente o descuido de va en lo decorativo y exterior. Eso ex- giosa y hegemonía creciente de la ra-
la cultura dominante, que deja sin le- plica las extravagancias formales, a cionalidad, debilitamiento y colapso
gislar u organizar ciertos espacios del menudo sorprendentes, de ese arte de las viejas jerarquías sociales esta-
quehacer humano, en los que, a con- adocenado y conformista. La liber- blecidas por el nombre, el título, la
secuencia de esa situación excepcio- tad de creación no garantiza el genio: función militar y su reemplazo por
nal, la iniciativa del individuo puede es apenas el terreno propicio para jerarquías nuevas, determinadas por
ejercitarse a manos llenas . El resulta- que germine. Cuando ella no existe, la propiedad y la función económica
do es, siempre, a corto o largo plazo, en cambio, es prácticamente seguro de las personas . El auge de la ciudad,
el mismo que hemos visto encarnado que no brotará porque en el dominio el nacimiento de una civilización ur-
en las obras de Homero o Shakespea- de la creación es indispensable que el bana en reemplazo de la civilización
re: ímpetu creativo, vientos de reno- hombre se vuelque entero, con su rural, es el . fruto inmediato de este
vación. La actividad librada a su conciencia y su inconsciencia, con su florecer de la actividad comercial e
cuenta y riesgo, por obra del azar, el luz racional y sus tumultos irraciona- industrial, de la apertura y consolida-
prejuicio o la negligencia de quienes les, hacia lo ignoto. Sólo la obra que ción de mercados. Pero la más decisi-
ejercen el poder y podrían reglamen- nace de la totalidad humana e impli- va consecuencia de la aceleración de
taria y no lo hacen, se desarrolla de ca, además de destreza, osadía mo- la historia provocada por la produc-
manera veloz y empieza a transfor- ral, trasciende las barreras de tiempo ción y el intercambio libres, es la apa-
mar su entorno. y lugar. Eso ocurre rara vez en las rición del hombre singular.
¿Quiere decir esto que basta que culturas represivas, las religiosas o Estamos tan acostumbrados a de-
desaparezcan los obstáculos religio- ideológicas, en las que, debido a cen- cir y a oír que los hombres nacen
sos, morales o políticos de la censura tinelas externos -la censura- o in- iguales, poseedores de derechos in-
para que brote d genio? ¿Que, una teriores -la autocensura- el crea- alienables, y que cada hombre es,
vez que reina la libertad en sus domi- dor debe ejercer una vigilancia como entidad moral, persona jurídi-
nios, la literatura y el arte comienzan racional sistemática sobre aquello ca y sujeto de la historia, nada menos
a vomitar obras maestras? Claro que que escribe para que no desborde los que·el centro del mundo, que a menu-
no. Quiere decir que cuando ella no límites de lo tolerado. do olvidamos que esta noción -la de
existe o es débil, la creatividad huma- En campos tan alejados de la lite- «individuo soberano»- es, en ver-
na se agosta y que los productos lite- ratura como los de la artesanía y el dad, poco menos que exótica por lo
rarios y artísticos son efímeros. comercio, la irrupción de la libertad, reciente, y constreñida a una civiliza-
¿Por qué la literatura colonial en por conjunción de circunstancias y ción, en el curso de una historia en la
América Latina fue tan clamorosa- factores que no obedecen -ninguno que dominó siempre -aunque con
mente pobre que hoy día tenemos de ellos- a una determinación de distintas modalidades y conceptos-
que buscar como aguja en un pajar quienes ejercen el poder o lo sufren, una visión colectivista para la cual el
alguna obra, algún autor, de esos produjo también cambios tan tras- hombre fue siempre rebaño, masa in-
trescientos años, que podamos leer cendentales para la vida social como diferenciable, grupo anónimo al que
con placer porque su palabra se con- los que se derivan, en el mundo del
serva viva? Por una Sor Juana Inés intelecto y de la sensibilidad, de las daba fisonomía la tarea -la
de la Cruz o un Inca Garcilaso de la grandes creaciones artísticas. Un no- servidumbre- que le había sido asig-
Vega, ¿cuántos cientos de poetas y table estudio reciente del profesor nada en el mecanismo social, y a la

40 DEBATS N. 0 20
TEMA/DEBATE

que' generalmente nacía y moría ata- imprevistos que ella entraña, como también, crear unos instrumentos de
do, como el asno a la noria. aquella civilización que, en cierta destrucción que convierten a cual-
El individuo es un producto de la forma, ti!!ne su partida de nacimiento quier estado moderno de nuestros
libertad, como la Ilíada o el Hamlet, con esos exámetros homéricos que, se días en un ente capaz de producir de-
o como los grandes descubrimientos dice, compuso un poeta ciego e itine- vastaciones y holocaustos que vuel-
científicos de la era moderna. El rante, en los albores de Occidente. ven travesuras de niños las proezas
hombre se diferencia y emancipa de Elto explica, seguramente, su pode- de un Nerón, un Gengis Khan o un
esa placenta gregaria a la que estaba río, el que creciera y se robusteciera Tamerlán.
asido desde los remotos tiempos pre- tanto como para imponerse, doble- No sólo el sueño de la razón engen-
históricos de la horda, y adquiere gar o transubstanciar a las otras cul- dra monstruos, como escribió Gaya
una cara individual y un espacio turas con sus propias costumb~es, en uno de sus aguafuertes. También
propio, sólo en los tiempos moder- creencias, instituciones y valores, y la razón lúci(ja, en plena vigilia, pue-
nos, cuando la multiplicación de acti- que, poco a poco, a veces por la fuer- de, discurriendo sin frenos, formular
vidades y funciones económicas, so- za, a veces por el comercio, a veces impecables teorías sobre la desigual-
ciales y artísticas no controladas, en por ambas cosas combinadas, fuera dad de las razas humanas, justificar
las que la espontaneidad y la fantasía destruyéndolas, asimilándolas o con- la esclavitud, demostrar la inferiori-
del individuo podían ejercerse y eran tagiándolas. Al extremo de que, hoy dad de la mujer, del negro o del ama-
exigidas, estimularon la evolución del día, ninguna de ellas osa renegar de rillo, la maldad congénita del judío,
pensamiento filosófico y político has- la idea de libertad, a la que todOs los legitimar el extermino del hereje y del
ta instituir esa noción que rompe con países, regímenes y doctrinas dicen infiel, la conquista, el colonialismo,
toda la tradición histórica de la hu- rendir culto y querer realizar, aun- la guerra entre naciones o entre cla-
manidad: la de sOberanía individual. que muchos la desvirtúen, dotándola ses, y, dilucidando unas supuestas le-
Las ideas de justicia social, las uto- de contenidos equívocos (Isaías Ber- yes de la historia, decidir que la causa
pías igualitarias, los derechos del lin ha detectado por lO menos 40 no- de la justicia social y la emancipa-
hombre, y, por supuesto, la teoría y ciones diferentes de la idea de liber- ción humana pasa obligatoriamente
la práctica de la democracia, son las tad). por el terror, el crimen, la tortura, la
más fértiles floraciones de la doctrina Ahora bien, que la libertad, no la censura y los campos de concentra-
que hizo del individuo -ese corpús- abstracta, la de las definiciones anta- ción. Las laboriosas teorías que el
culo invisible- el centro del Uni- gónicas, sino la real, la de las iniciati- Marqués de Sade elaboró, en la celda
verso. vas concretas, esa disponibilidad des- de la Bastilla donde fue encerrado,
Haber llegado a ese punto -rei- plegándose sin trabas o con trabas son, de un lado, la racionalización de
vindicar al hombre individual como superables, haya sido el motor del unas visiones que el encierro y el de-
una entidad dueña de derechos y de- progreso material y social y se deban seo exarcerbaban. hasta la locura. Y,
beres, en torno y al servicio del cual a ella, si no la desaparición de la de otro, símbolo estremecedor de los
debe organizarse la vida comuni- injusticia y el abuso político, por lo extremos auto-destructivos a que
taria- es sin duda la culminación éti- menos su radical reducción y la con- puede llevar al hombre el ejercicio
ca de la historia humana que Bene- ciencia de que aquéllos deben ser desalado de la libertad de pensar y de
detto Croce definió, en una sugestiva combatidos, así como la más precia- actuar.
metáfora, como una hazaña de la da colección de creaciones espiritua- Esos «monstruos» de que se pobla-
libertad. les de la humanidad, no debe ha- ron los libros cuando el hombre estu-
Esta bella metáfora, sin embargo, cernos olvidar que la libertad ha vo en condiciones de dejar fluir libre-
sólo abraza apropiadamente a la cul- impuesto, también, un tributo de mente su imginación y abrió las
tura dentro de la cual hemos nacido desgracias al hombre y que, para pre- puertas de la jaula a sus demonios,
y nos movemos los latinoamericanos servarla, tiene éste que pagar un alto nos han enriquecido extraordinaria-
desde que las tres carabelas de Colón, precio. mente, proporcionándonos ese impa-
en su viaje al país de las especies, tro- Porque acaso en ningún campo gable placer que deparan un hermoso
pezaron con nuestras tierras. Todas como en el de la libertad se manifies- poema, una gran novela, y revelán-
las civilizaciones y culturas tienen ta mejor la esencial complejidad del donos, de la manera viviente y gráfi-
algo de qué enorgullecerse, todas hecho humano, que no es nunca ente- ca en que lo hace el arte, cómo somos
pueden jactarse de haber enriquecido ramente positivo o negativo -bueno y qué escondemos. Gracias a ello sa-
-algunas menos, otras más, unas o malo- sino relativamente lo uno y bemos qué podría esperarse de nos-
cuantas muchísimo más- las artes, lo otro, en dosis a veces muy difíciles otros si esa irrestricta e irresponsable
las técnicas y las ciencias. Y en todas de comparar. Esas son las «verdades libertad intelectual de que gozó el
ellas es posible, también, rastrear, contradictorias» sobre las que ha re- creador para inventar y fantasear sus
aquí o allá, en dosis escasas o abun- flexionado con tanta lucidez lsaías deseos, fuera prerrogativa de nues-
dantes, la práctica de la libertad. Berlin. tras vidas.
Pero en ninguna de ellas fueron estos En el campo económico, la misma ¿Qué podría esperarse? La desapa-
enclaves, en los que podía ejercitarse libertad que ha sido el motor del pro- rición de la cultura y de la historia,
sin cortapisas la iniciativa, el capri- greso es también fuente de desigual- acaso la extinción misma de la vida,
cho, la arbitrariedad del individuo, dad y puede crear abismos insalva- o, cuando menos, el retorno de los
tan numerosos, constantes, ni se inte- bles entre los que tienen mucho, poco humanos sobrevivientes de la heca-
rrelacionaron y contaminaron al res- o nada . La curiosidad y la inventiva tombe de la libertad al estado de na-
to de la sociedad hasta reordenada que ella azuza ha permitido al hom- turaleza en el que estuvo el hombre
casi enteramente en función de ella, bre dominar la enfermedad, explorar cuando la intromisión accidental de
como en Occidente. Ninguna otra ci- los abismos del mar, de la materia, la libertad en su destino lo arrancó de
vilización la asumió hasta sus últimas del cuerpo, y, violentando la ley de la condición semi-animal que era la
consecuencias, con todos los riesgos e gravedad, surcar los cielos. Pero, suya y lo llevó, con el correr de los si-

DEBATS N. 0 20 41
TEMA/DEBATE

glos, hasta la intimidad deÍ átomo y al hombre, quien se realiza en ella y represoras, sean de izquierda o de de-
de las estrellas . actúa sólo a través de ella, regresan- recha, los intelectuales y los artistas
Esta es, .tal vez, la más inquietante do a la condición de parte de una co- están más bien a la vanguardia de la
paradoja de las muchas que pueblan lectividad, de ente impersonal y gre- lucha por la libertad . (Chile y Polo-
la historia. La libertad, fuente nutri- gario, no es inexacto acaso decir que nia, para poner dos casos antagóni-
da de lo mejor que le ha pasado al ciertas tiranías teocráticas o políticas cos, son una buena ilustración de lo
hombre y su anhelo más caro, es tam- conceden una suerte de dichoso aton- que digo). ¿Hay que ver en esto, sola-
bién un abismo por donde puede ro- tamiento, de letargo feliz, a las masas mente, el espíritu de contradicción
dar y destrozarse. Ha ocurrido mu- que uniformizan, exonerándolas de característico del hombre que crea,
chas veces y, si juzgamos por los la incomodidad de elegir, de dudar y insatisfecho con lo que tiene y ambi-
innumerables ejemplos que la histo- de crear. cioso de lo que le falta? En todo
ria nos ofrece, no nos queda otro re- Renunciar a la libertad es una op- caso, es una evidencia: el artista y el
medio que concluir que en el futuro ción posible, desde luego. No sólo los intelectual, los principales beneficia-
seguirá ocurriendo. pueblos sucumben a veces a esta ten- rios de la libertad, han sido y siguen
Y, sin embargo, con todos sus peli- tación, bajo el encantamiento de la siendo en muchos casos sus peores
gros, pese a las catástrofes a que religión o la ideología. También, los enemigos.
su uso y abuso pueda conducirlos, individuos. Que entre estos últimos En América Latina lo - sabemos
no hay duda que los individuos y abunden quienes, como los intelec- muy bien. Grandes creadores cuyas
los pueblos la eligen cuando tienen tuales y los artistas, dependen de la li- obras han dado a nuestra literatura
ocasión de hacerlo . Y, cuando no , bertad para funcionar como los pul- prestancia en el mundo, y que han
parecen dispuestos a los mayores mones del oxígeno, es una paradoja enriquecido nuestra lengua, nuestra
sacrificios para alcanzarla. Hay ex- sólo aparente. La libertad echa sobre imaginación y nuestra sensibilidad,
cepciones, claro está, pero no abun- las espaldas del hombre una respon- no han vacilado en poner su nombre
dan. Sus enemigos suelen serlo tran- sabilidad que nadie vive de manera y su verbo al servicio de ideologías y
sitoriamente, sólo el tiempo de más íntima, en el corazón de su pro- regímenes reñidos con la libertad. Un
comprobar que, cuando ella desapa- pio quehacer, que el creador. La filo- buen número de ellos ha sucumbido
rece, el empobrecimiento y grisura de sofía existencialista, de moda cuando al totalitarismo marxista. Pero hay
la vida son tales que resultan un pre- yo era estudiante, derivaba la angus- también intelectuales y artistas, a ve-
cio demasiado alto para los supuestos tia de esa situación límite: la del hom- ces de alto rango, que se mostraron
beneficios que trae conculcarla: la bre, condenado, a consecuencia de su complacientes y entusiastas con las
tranquilidad y el orden, por ejemplo, condición de ser libre, a elegirse todo dictaduras militares de derecha, y, a
en el caso de las dictaduras autorita- el tiempo, a trazar su destino, deci- veces, en los instantes mismos en que
rias; la abolición de las clases y la diendo a cada instante entre las vas- éstas perpetraban sus peores crí-
instalación del igualitarismo colecti- tas y menudas opciones abiertas ante menes.
vista, en ei de las totalitarias, o la im- él. Esa angustiosa condición -tener En Europa, el hechizo que ejerció
posición de un dogma, en el de las que optar sin tregua, asumir una op- sobre tantos intelectuales, en la post-
dictaduras religiosas . ción y rechazar otras a lo largo de los guerra, la utopía totalitaria marxista-
¿Está el pueblo de Irán satisfecho días y las horas- es intolerable para leninista, se ha desintegrado bajo el
con el despotismo teocrático de los algunos intelectuales . Pretenden en- efecto corrosivo de los testimonios
imanes shiítas que ha causado ya a tonces esquivarla, negándola. Así sobre la realidad del Gulag y la No-
ese país más muertes y sufrimientos han nacido esas teorías encaminadas mertklatura de los disidentes de la
que la corrompida autocracia del a demostrar que la libertad es un con- URSS y la rebeldía de los trabajado-
Sha? Aparentemente, sí. De otro cepto relativo, un privilegio formal res de los países del Este -ayer los
modo no se explicaría la solidez de que acompaña al poder y a la fortu- húngaros y los checos, hoy los
que parece gozar el régimen, ni sería na, un espejismo con el que disimu- polacos-, contra regímenes que, en
concebible el ardiente celo con que lan la explotación de las mayorías, nombre de una futura sociedad sin
vemos a los niños, hombres y viejos las minorías dominantes. clases, han establecido férreas dicta-
de la antigua Persia, precipitarse a la Curiosamente, sin embargo, una duras y llevado la censura del pensa-
insensata carnicería en que se ha con- vez que esa libertad a la que llaman miento y el control del individuo a
vertido la guerra con Irak. La fe reli- ficticia, mentirosa, clasista, es supri- extremos de verdadera perfección ar-
giosa, vivida fanáticamente, puede mida, sea por una dictadura militar tística. El intelectual europeo es hoy,
hacer de la libertad algo prescindible, de derecha o por una revolución mar- por lo general, un crítico lúcido del
e, incluso, dar plenitud emocional, xista, y ellos, que la denostaban tan- totalitarismo y se ha resignado -a
una ilusión de felicidad que la liber- to, descubren que son las primeras regañadientes, a veces- a reconocer
tad difícilmente puede dar. Si defini- víctimas cuando se eclipsa, que sin que las mediocres democracias libe-
mos la felicidad como un estado de ese «espejismo» es su propio trabajo rales -tan aburridas y faltas de sex
concordia entre el sentir del hombre y el que se vuelve mentira, una perma- appel comparadas a los bellos apo-
la realidad que vive, sí, no hay duda, nente frustración, y que, por otra calipis revolucionarios- garantizan,
un pueblo esclavo puede ser más feliz parte, la causa de la verdadera justi- pese a sus limitaciones, formas de
-o menos infeliz que un pueblo cia no avanza un ápice sin ella, los ar- vida más humanas y hacen a las so-
libre-. Si la felicidad es vivir exento tistas e intelectuales pasan a ser sus ciedades no sólo más libres sino tam-
de dudas y de incertidumbre, de la más ardientes valedores. Es un fenó- bién más prósperas.
obligación de cuestionar permanente- meno de nuestro tiempo que debería Este reconocimiento, sin embargo,
mente lo real y de tener que elegir en- hacernos meditar: en los países libres se ve muchas veces contradicho por
tre distintas opciones, sometido a abundan los intelectuales y artistas una solidaridad del intelectual euro-
una doctrina o una fe que hace las ve- comprometidos con las causas totali- peo con la causa totalitaria en los paí-
ces de conciencia y desindividualiza tarias, en tanto que, en las sociedades ses del tercer mundo . Como si lo que

42 DEBATS N. 0 20
TEMA/DEBATE

es malo para los trabajadores polacos los infortunios y a la desesperanza privó de ella- pero sí el progreso,
o húngaros -o franceses y holan- que es para ellos la vida, nuestros una mayor justicia y una sustancial
deses- pudiera ser bueno para los pueblos no han perdido el apetito de mejora de la calidad de la vida para
cubanos o peruanos. O como si la la libertad ni están dispuestos a seguir las naciones que, entronizándola
miseria y la explotación de que son a quienes, con el argumento de que como su reina y señora, se sometie-
víctimas, hicieran a los hombres de así se resolverían mejor los proble- ron a sus riesgos y maleficios.
los países subdesarrollados inaptos mas, los privarían de ella. Pese a las Esta señora ha vivido siempre ame-
para la libertad política. frustraciones que, en lo relativo al nazada en el curso de su larga exis-
A quienes creen esto yo aconseja- progreso material y a la justicia so- tencia y se ha ausentado de muchos
ría, en lo que respecta a América La- cial, o al ritmo tan lento, que llega a países europeos a veces por extensos
tina, por ejemplo -es la realidad que ser imperceptible, de la mejora de períodos. Una buena parte de otros
mejor conozco- que tomaran en condiciones de vida, ha significado pueblos del mundo no la han conoci-
cuenta el sentir de nuestros pueblos. para ellos la experiencia de regímenes do nunca. En otros ha tenido o tiene
Porque ellos, en el dominio político, de libertad, nuestros pueblos se afe- una vida taciturna y mermada. Pero
han mostrado por lo general una cla- rran a ellos, y una y otra vez los Occidente, en general, le ha sido fiel
rividencia mayor que la de buen nú- eligen y' por frágiles e inoperantes y a ello debe, sin duda, su progreso y
mero de nuestros intelectuales. Es que se revelen, los prefieren a los dic- su confort, esas condiciones de vida
verdad que en nuestros países hay tatoriales. tan por encima de las del resto del
desigualdades escandalosas, que el Tengamos este hecho muy en cuen- mundo.
espectáculo de la pobreza se repite, ta porque, en el contexto de esta cri- Ese progreso, sin embargo, ha lle-
como una pesadilla recurrente, del sis económica que nos ahoga y ame- vado a la civilización contemporánea
Bio-Bio hasta el Estrecho de Maga- naza con desintegrarnos como a enfrentar un peligro inédito en la
llanes, y que en la enseñanza, la sa- naciones, representa una esperanza. historia: el de la extinción, por obra
lud, el trabajo, la legalidad, queda Nuestros pueblos serán pobres, incul- de aquellos artefactos que, como de-
una inmensa tarea por hacer. Pero, al tos, frustrados, desamparados . Pero cía el Profesor Leach, encarnan me-
mismo tiempo los latinoamericanos quieren ser libres. Seguramente no jor que el libro la cultura de nuestro
podemos decir, que, a diferencia de podrían teorizar al respecto. Si inte- tiempo. Quisiera terminar esta charla
lo que ocurrió hace apenas unas dé- rrogásemos, uno por uno, a esos con una breve reflexión sobre este
cadas en ciertos países de Europa, o hombres y mujeres que constituyen el asunto, una reflexión que podría titu-
de lo que ocurre hoy con frecuencia ciudadano común de nuestra Améri- larse: «La literatura y la bomba».
en el Oriente Medio o Extremo y en ca, la mayoría nos daría tal vez unas Todos ustedes lo saben, pero re-
el continente africano, nuestros pue- razones vagas e inciertas sobre lo cordémoslo. A un lado de la línea
blos rara vez han sucumbido a la fas- que, usando la expresión sartreana, fronteriza que separa Europa Occi-
cinación del despotismo. Cuando llamaríamos «su elección». Ocurre dental de Europa Oriental se agaza-
han sido consultados, se han pronun- que esta opción de libertad se mani- pan, en abrigos subterráneos, tres-
ciado de manera resuelta por la liber- fiesta en muchísimos casos como una cientos misiles soviéticos SS 20. Cada
tad. Lo hizo hace seis meses mi país, instintiva y ciega apetencia de las uno de ellos consta de tres cabezas
concurriendo a las urnas caudalo- profundidades de la personalidad, nucleares independientes y tiene una
samente, en contra de las consignas antes que como un razonado movi- precisión de impacto de doscientos a
de no votar de Sendero Luminoso. Y miento consciente. Se trata de una trescientos metros para un radio de
lo hicieron, antes, los bolivianos, los adivinación, de una misteriosa volun- acción de tres mil kilómetros. Del
uruguayos, los brasileños, los vene- tad de alcanzar la individualidad ple- otro lado de la frontera han quedado
zolanos, los argentinos, los ecuato- na y suprema desgarrándose de la instalados, en las bases de la NATO,
rianos (y no cabe duda que lo harán colectividad indiferenciable, esa so- ciento ocho proyectiles Pershing 11 y
también, cuando puedan hacerlo, los beranía del ser que sólo se alcanza a cuatrocientos sesenta y cuatro misiles
chilenos). Si uno analiza todos los través de la experiencia de la respon- nucleares estadounidenses capaces de
procesos electorales en América Lati- sabilidad suma: decidir por cuenta hacer blanco en cualquier localidad
na de los últimos veinte años descu- propia las cuestiones más vitales, ser de la URSS siete u ocho minutos des-
bre una constante: sean de centro iz- protagonista de su destino. pués de lanzados.
quierda o de centro derecha los De un pueblo que sentía esa secreta La capacidad destructora de este
gobernantes elegidos, todos ellos re- urgencia y que, desde las tinieblas arsenal excede los límites de la fanta-
presentan, de manera inequívoca, gregarias en que se movía, añoraba sía humana, incluida la de aquellos
una opción democrática, de convi- como un ideal confuso esa emancipa- científicos cuya sabiduría ha hecho
vencia en la diversidad, de libre ex- ción de la persona que signa el naci- posible la fabricación de estos arte-
presión, de alternancia en el poder. miento de Occidente -el inicio, en la factos inmensamente costosos, y,
En todos estos casos, los pueblos historia, de una cultura de la liber- cada uno en su estilo, verdaderos
consultados penalizan severamente, tad- nacieron los poemas homé- prodigios de inventiva y conocimien-
concediéndoles porcentajes a veces ricos. to. Lo cierto es que si se desencade-
insignificantes de votos, a los parti- El vate ciego y trotamundos que, nara, por deliberación o accidente,
dos de ambos extremos que encar- según la leyenda, les dio vida, inau- una contienda en la que las superpo-
nan, desde ideologías diferentes, una gura una tradición que daría a la hu- tencias usaran su armamento nu-
amenaza para la libertad. manidad su vuelco fundamental, clear, en horas o días toda forma de
La lección es meridiana. Deberían abriendo las puertas de la vida social vida se habría extinguido en buena
aprender de ella, antes que nadie, e individual a una sigilosa señora, parte del mundo, y, principalmente,
quienes se arrogan, a la hora de escri- que, poco a poco, transformaría la en Europa.
bir, una personería popular. Pese al historia y la condición humana. No Esta sombría perspectiva debería
hambre, a la injusticia económica, a trajo consigo la felicidad -acaso nos inducirnos a considerar la distinta

DEBATS N. 0 20 43
TEMA/DEBATE

evolución que han tenido en la histo- va y discutible en literatura. La Divi- el dominio de la literatura, que puede
ria de la humanidad la ciencia y la li- na Comedia, de Dante, puede ser me- aplacarlo con riesgos mínimos, y des-
teratura. Sólo en la primera la noción jor o peor que La Odisea y el Ulises arraigado lo más rápido posible del
de «progreso» tiene un contenido de Joyce, gustar a un lector más o de la ciencia. Convendría revisar de
preciso y cronológico: el descubri- menos que el Quijote de Cervantes. raíz aquel impulso que hizo de la
miento sistemático de conocimientos Pero ninguna gran obra literaria anu- ciencia la herramienta del progreso y
que volvían obsoletos a los anteriores la ni empobrece la que surgió uno relegó la poesía, el cuento, el drama,
y que iban creando mejores condicio- o diez siglos atrás, que es lo que ocu- la ficción, al rango secundario de en-
nes de vida para el hombre e incre- rre en el campo de la ciencia, en el tretenimiento. Las invenciones de la
mentando su dominio sobre la natu- que la aparición de la Química mata literatura son también eso, ·desde lue-
raleza. Sin embargo, el avance a la Alquimia (o, más bien, la vuelve go: un bello hechizo que ilusoriamen-
científico, a la vez que hacía retroce- literatura). Sería sumamente inexacto te nos provee de algunos de ·esos ali-
der la enfermedad, la ignorancia y la creer que el espíritu de destrucción, mentos que nuestros deseos reclaman
escasez, iba acentuando la vulnerabi- inherente, por lo visto, a la capacidad en vano (porque es atributo trágico
lidad de la existencia individual y co- creativa del ser humano, está ausente de la condición humana desear siem-
lectiva mediante el perfeccionamien- de la literatura. Por el contrario, la pre más de lo que puede alcanzar).
to de las armas . violencia, física y moral, es uno de Pero la literatura es algo más: una
Es una ley sin excepciones. Cada los temas permanentes de la poesía, realidad en la que el hombre puede
período de auge científico ha estado el drama y la novela de todas las cul- volcar saludablemente aquellos bajos
manchado por el desarrollo de la tec- turas y de todas las épocas. Tal vez fondos instintivos que lo habitan, dar
nología bélica y experimentado gue- ··los· cadáveres .. de los martirizados en libre curso a sus peores apetitos, sue-
rras en las que la carnicería «progre- . la historia ae la" literatura, la sangre ños y locuras, esos demonios que
saba» también en número de víctimas que ha corrido en ella, sean tan abun- coexisten con los ángeles en su ser, y
y en el salvajismo de la destrucción. dantes como los que resultarían en la que si llegaran a materializarse ha-
Del cráneo hendido por un garrotazo vida real del apocalipsis nuclear si los rían imposible la vida. En el campo
del antropoide primitivo al aniquila- SS 20 y los Pershing II que se miran ambiguo de la literatura el espíritu de
miento de Hiroshima y Nagasaki, hoy en el corazón de Europa entraran destrucción puede operar con liber-
hay una larga historia en la que la su- en actividad. tad e impunidad, permitirse todos los
peración científica se muestra inca- Hay una diferencia obvia, claro excesos, concretarse en la impalpable
paz de provocar un progreso equiva- está. Si los SS 20 y los Pershing II son realidad de las palabras y, al mismo
lente en el comportamiento moral. accionados, el juego se acaba, la tiempo, ser inocuo y hasta benigno,
La civilización aparece como un ani- aventura humana llega a su fin. To- por el efecto catártico que tiene para
mal bicéfalo. Una de las cabezas se das las devastaciones y orgías san- un lector el espectáculo de sus mons-
estira hacia lo alto, idealista, genero- grientas de los libros, en cambio, no truos · secretos. A diferencia de lo
sa, la mirada puesta en metas pacífi- han producido en la realidad más que ocurrido en la civilización científica,
cas de vida más sana, solidaria y fe- algunos escalofríos, emociones y bos- que nos ha hecho más frágiles de lo
liz. La otra, rastrera, sigue rumiando tezos y unos cuantos orgasmos de lec- que fue nuestro antepasado antes de
sus antiquísimos proyectos de pode- tores. Yo solía leer, cuando estaba descubrir el fuego y saber defenderse
río a cualquier precio, incluido el de abatido, el envenenamiento de Emma del tigre, una civilización literaria
la más atroz destrucción. En la era Bovary, y esa agonía, por una mis- volvería a los hombres más imprácti-
nuclear este proceso ha llegado al lí- teriosa razón, a mí me levantaba el cos, pasivos y soñadores. Pero cierta-
mite. A la vez que ha creado las for- ánimo. mente menos peligrosos para el próji-
mas más elaboradas de bienestar, la ¿A qué conclusión estoy tratando mo de lo que nos ha vuelto nuestro
ciencia ha atestado el planeta de arte- de llegar? A ésta. Puesto que no hay voto a favor del artefacto y en contra
factos capaces de regresar al globo te- manera de erradicar el espíritu de del libro. Tengámoslo en cuenta
rrestre a su primigenia condición de destrucción en el hombre -ya que si hay todavía una oportunidad de
astro muerto girando cacofónica- parece ser el precio por la facultad de elegir. D
mente en las tinieblas siderales. invención de que está dotado- con-
Lima, octubre de 1985
Toda noción de progreso es relati- viene orientarlo cada vez más hacia

44 DEBATS N. 0 20
LITERATURA ABIERTA

DEBATS N. o 20 45
LITERATURA ABIERTA

hasta el punto de hacerme creerlas


muy proximas- se alejan hasta per-
EL TALLER DE derse de vista: es que esa distancia
entre ellas y yo se ha desplegado de
repente. t.Adonde van? Aunque su
ALBERTO imagen siga siendo visible, t.donde
estan? (Hablo sobre todo de las ocho
grandes estatuas expuestas este vera-
GIACOMETTI no en Venecia.)

No acabo de comprender eso que


en arte Haman un innovador. (,Debe-
ria ser comprendida, una obra, por
las generaciones futuras? (. Y por
que? (. Y que significaria eso? ;,Que
Jean Genet podrian utilizarla? t.Para que? No lo
de el nos da es magnifica. Recompen-
veo. Pero veo muy bien - aunque
sa merecida, pero previsible.
muy oscuramente- que toda obra de
Todo hombre habra experimenta- arte, si quiere alcanzar las proporcio-
do quiza esa especie de pesadumbre, nes mas grandiosas, debe, con una
si no el terror, de ver como el mundo No es la belleza de otro origen que paciencia y una aplicacion infinitas
y su historia parecen presos en un la herida, singular, diferente para desde los momentos de su elabora-
ineluctable movimiento, que se am- cada cual, escondida o visible, que cion, retroceder por los milenios, re-
plifica mas y mas y que no parece todo hombre guarda en si, la que pre- gresar si es posible a la inmemorial
que haya de modificar, para fines serva y a donde se retira cuando quie- noche poblada de muertos que se re-
cada vez mas groseros, sino las mani- re abandonar el mundo por una sole- conoceran en esa obra.
festaciones visibles del mundo. Ese dad temporal pero profunda. Lejos No, no, la obra de arte no esta des-
mundo visible es lo que es, y nuestra de este arte, pues, eso que Haman el tinada a las generaciones de los hijos.
accion sobre el no podra hacer que miserabilismo. El arte de Giacometti Es ofrecida al innumerable pueblo de
sea absolutamente otro. Por eso pen- parece querer descubrir esa herida se- los muertos. Que la aceptan . 0 la re-
samos con nostalgia en un universo creta de todo ser e incluso de toda chazan. Pero esos muertos de que ha-
donde el hombre, en vez de actuar cosa, a fin de que ella los ilumine. blaba no han estado nunca vivos . 0
tan furiosamente sobre la apariencia Cuando de pronto aparecio -pues se me olvida. Lo estuvieron bastante
visible, se hubiera esforzado en des- el nicho esta cortado en seco, a ras para que se olvide, y su vida tuvo
hacerse de ella, no solo en abstenerse del muro- Osiris bajo la luz verde, como funcion la de hacerlos pasar
de toda accion sobre ella, sino en des- tuve miedo. ;,Fueron mis ojos, natu- esa tranquila orilla donde esperan un
pojarse lo bastante para descubrir ese ralmente, los primer informados? signo -llegado de aqui- y que reco-
lugar secreto, en nosotros mismos, a No. Mis hombros primero, y mi nozcan.
partir del cual hubiese sido posible nuca, que aplastaba una mano, o una Aunque aqui presentes, ;,donde es-
una aventura humana del todo dife- mole que me obligaba a hundirme en tan, pues, esas figuras de Giacometti
rente. Mas precisamente moral, sin los milenios egipcios y, mentalmente, de que hablaba, sino en la muerte?
duda. Pero, despues de todo, quiza a inclinarme, y mas aun, a encogerme De donde se escapan a cada Hamada
es a esa inhumana condicion, a esa ante aquella pequefia estatua de mi- de nuestros ojos para acercarse a nos-
disposicion ineluctable, a quien debe- rada y sonrisa duras. Desde luego se otros.
mos la nostalgia de una civilizacion trataba de un dios. Del de lo inexora-
que tratara de aventurarse por luga- ble. (Hablo, por si alguien lo duda,
res ajenos a lo mensurable. Es la obra de la estatua de Osiris, de pie, en la Le digo a Giacometti:
de Giacometti lo que me hace nuestro cripta del Louvre.) Tenia miedo por- YO.-Hay que tener un corazon
universo mas insoportable aun, hasta que se trataba, sin error posible, de bien puesto para guardar una de sus
tal punto parece que este artista hu- un dios. Ciertas estatuas de Giaco- estatuas en casa de uno.
ibiese sabido apartar lo que le estor- metti me causan una emocion muy EL. - ;,Por que?
baba la mirada para descubrir lo que proxima a ese terror, y una fascina- Dudo en responder. Mi frase le
quedara del hombre cuando las falsas cion casi igual de grande. hara reirse de mi.
apariencias sean barridas. Pero tam- YO .-Una de sus estatuas en una
bien a Giacometti le era quiza necesa- habitacion, y la habitacion ya es un
ria esa inhumana condicion que se Me causan tambien este curioso templo.
nos impone, para que su nostalgia sentimiento: son familiares, andan Parece un poco desconcertado.
fuese por ella tan grande que le diese por la calle. Ahora bien, estan al fon- EL.-t.Y usted cree que eso es
fuerzas para encontrar algo en su do del tiempo, en el origen de todo, bueno?
busqueda. Sea como sea, toda su no cesan de aproximarse y retroce-
obra me parece esa busqueda que der, en una inmovilidad soberana. YO.-No lose. t.Y usted, cree que
digo, dirigida no solo hacia el hom- No bien intenta mi mirada domesti- eso es bueno?
bre sino tambien hacia no importa carlas, acercarlas, cuando -pero sin . Los hombros sobre todo , y el pe-
que, hacia el objeto mas banal. y furor, sin colera ni rayos, simplemen- · cho, de dos de ellas tienen la delica-
cuando ha conseguido despojar el te a causa de una distancia entre ellas deza de un esqueleto que, si alguien
objeto o el ser elegido de sus falsas y yo que no habia notado, de tan re- lo toea, se va a desmoronar. La curva
apariencias utilitarias, la imagen que ducida y comprimida como t3taba, del hombro -el arranque del

46 DEBATS N. 0 20
LITERATURA ABIERTA

brazo- es exquisita ... (pido excusas, no podría vivir en un cráneo de bron- una enorme superficie? ¿O bien ... ?»
pero) es exquisita a la fuerza. Toco el ce, aunque tuviese las medidas exac- Sea lo que sea lo que haya querido
hombro y cierro los ojos: no puedo tas al del Sr. René Coty. Y, ya que la intentar, su reflexión me conmueve,
describir la felicidad de mis dedos. cabeza ha de ser de bronce, para que viniendo de un hombre que no para
De entrada, tocan bronce por prime- viva, y para que viva el bronce, pues de atreverse. Este pequeño persona-
ra vez. Y luego, alguien fuerte los hay que ... Está claro, ¿no? je, ahí, es una de sus victorias. ¿Qué
guía y les da calma. ha tenido que vencer, Giacometti,
tan amenazante?
Giacometti insiste aún: su ideal se-
Habla de un modo áspero, parece ría la pequeña estatua fetiche de cau-
escoger adrede las entonaciones y las cho que venden a los suramericanos Cuando, más arriba, he dicho:« ...
palabras más próximas a la conversa- en el vestíbulo del Folies-Bergeres. para los muertos» ha sido también
ción cotidiana. Como un tonelero. ÉL-Cuando paseo por la calle y para que esa innumerable turba vea
ÉL-Usted las ha visto en escayo- veo una fulana de lejos y toda vesti- por fin lo que no pudo ver cuando
la.. . ¿Se acuerda de ellas, en esca- da, veo una fulana . Cuando está en estaba viva, de pie sobre sus huesos.
yola? la habitación y toda desnuda ante mí, Es necesario, pues, un arte -no flui-
YO.-Sí. veo una diosa. do, al contrario: muy duro- , pero
ÉL.-¿Cree que pierden por estar YO.-Para mí una mujer en pelota dotado del extraño poder de penetrar
en bronce? es una mujer en pelota. Apenas me ese territorio de la muerte, quizá de
YO.-No. En absoluto. impresiona. Soy muy incapaz de ver- rezumar a través de los muros poro-
ÉL-¿Cree usted que ganan? la como una diosa. Pero, sus esta- sos del reino de las sombras. La in-
También aquí dudo en pronunciar tuas, las veo como ve usted a las fula- justicia -y nuestro dolor- serían
la frase que mejor dirá lo que siento: nas en pelota. demasiado grandes si una sola de
YO.-Usted se volverá a reír de ÉL-¿Usted cree que consigo ellas fuese privada del conocimiento
mí, pero tengo una curiosa impre- mostrarlas como yo las veo? de uno solo de nosotros, y nuestra
sión. Yo no diría que ganan, sino que victoria muy pobre si no nos hiciese
es el bronce el que ha ganado. Por ganar más que una gloria futura . Al
primera vez en su vida, el bronce aca- pueblo de los muertos, la obra de
ba de ganar. Sus mujeres son una vic- Esta tarde estamos en el taller. Se- Giacometti le comunica el conoci-
toria del bronce. Sobre él mismo, ñalo dos telas -dos cabezas- de miento de la soledad de cada ser y de
quizá. una extraordinaria agudeza, parece cada cosa, y que esta soledad es nues-
ÉL-Ojalá fuera así. que andan, que vienen a mi encuen- tra gloria más segura.
tro, que no cesan nunca de venir ha- Una obra de arte no se aborda
cia mí, desde no sé qué fondo de la -¿quién no lo ha dudado?- como
Sonríe. Y toda la piel plegada de su tela que no dejase nunca de emitir ese una persona, como un ser viviente ni
rostro se echa a reír. De un modo cu- rostro tajante . como un fenómeno natUral más. El
rioso . Los ojos ríen, desde luego, ÉL.-Ya empezamos, ¿no? poema, el cuadro, la estatua, exigen
pero la frente también (toda su perso- Consulta mi cara. Después, con que se los examine con un cierto nú-
na tiene el color gris de su taller). calma. mero de cualidades. Pero hablemos
Quizá por simpatía, ha tomado el ÉL.-Las hice la otra noche. De del cuadro.
color del polvo. Sus dientes ríen memoria... También hice dibujos Un rostro viviente no se entrega ya
-separados y grises también-, el (duda) ... pero no son buenos . ¿Quie- tan fácilmente; sin embargo, no es
viento pasa a su través. re usted verlos? demasiado grande el esfuerzo para
Mira una de sus estatuas: He debido responder de alguna descubrir su significación. Yo creo
ÉL-Es más bien estrafalario, manera extraña, de tal modo me ha -me aventuro-, creo que lo que im-
¿no? dejado estupefacto la pregunta. Hace porta es aislarlo . Si mi mirada lo hace
Esta palabra la dice a menudo. cuatro años que le veo regularmente, escapar de todo aquello que lo en-
También él es bastante estrafalario. y es la primera vez que se ofrece a vuelve, si mi mirada (mi atención)
Se rasca la cabeza gris, desgreñada. mostrarme una de sus obras. El resto impide que ese rostro se confunda
Es Annette quien le ha cortado el del tiempo, percibe - algo sorpren- con el resto del mundo, y que se eva-
pelo. Se sube el pantalón gris, que le dido- que veo y admiro. da hacia el infinito en significaciones
caía sobre los zapatos. Reía hace seis Abre, pues, un cartapacio y saca cada vez más vagas, fuera de sí mis-
segundos., pero acaba de dar un to- seis dibujos, de los que sobre todo mo, y si, por el contrario, se obtiene
a
que una estatua esbozada: durante cuatro son admirables. Uno de los esa soledad mediante la cual mi mira-
un medio minuto estará todo él en el que menos me han impresionado re- da lo corta del mundo, será su sola
pasar de sus dedos por la masa de tie- presenta un personaje muy pequeño significación la que afluirá y se haci-
rra. Yo no le intereso en absoluto. de talla, situado todo él bajo una in- nará en ese rostro -o esa persona, o
mensa hoja blanca~ ese ser, o ese fenómeno. Quiero decir
ÉL.-No estoy del todo satisfecho, que el conocimiento de un rostro, si
pero es la primera vez que me he atre- quiere ser estético, tiene que negarse
A propósito del bronce. En una co- vido a hacer eso. a ser histórico.
mida uno de sus amigos, en broma, ¿Puede que quiera decir: «Resaltar Para examinar un cuadro, son ne-
sin duda -¿quién era?-, le dijo: una superficie blanca tan grande con cesarios un esfuerzo mayor, una ope-
-Francamente, ¿podría un cere- la ayuda de un personaje tan mi- ración más compleja. En efecto, es el
bro normalmente constituido vivir en núsculo? ¿O bien: demostrar que las pintor -o el escultor- quienes han
una cabeza tan plana? proporciones de un personaje resis- efectuado por nosotros la operación
Giacometti sabía que un cerebro ten la tentativa de aplastamiento por antes descrita. Es, pues, la soledad de

DEBATS N. 0 20 47
LITERATURA ABIERTA

la persona o del objeto representados ÉL.-Quizá es porque las estatuas de Annet- El perro de bronce de Giacometti
Jo que se nos restituye, y nosotros, te muestran a todo el individuo, mientras que
Diego es s6lamente su busto. Está cortado.
es admirable. Era aún más bello
quienes miramos, para percibirla y Luego es convencional. Y es esa convención lo cuando su extraña materia: escayola,
ser tocados por ella hemos de tener que lo vuelve menos lejano . cordeles o estopas mezcladas, se des-
una experiencia del espacio, no de su Su explicación me parece justa. hilachaba. La curva, sin articulación
continuidad, sino como discontinui- YO.-Tiene razón . Eso lo «socializa».
~r la noche, cuándo escribo esta nota, es-
marcada y, sin embargo, sensible, de
dad. toy menos convencido de lo que me ha dicho, su pata delantera es tan bella que de-
Cada objeto crea su espacio infi- pues no sé cómo modelaría las piernas. O más fine por sí sola el andar con soltura
nito. bien el resto del cuerpo, ya que en una escultu- del perro. Pues éste callejea, olis-
Si miro el cuadro, tal como he di- ra así cada órgano o miembro es hasta tal pun-
to la prolongación de todos los otros, a fin de
queando, con el hocico alargado a
cho, se me presenta en su soledad ab- formar el individuo indisoluble, que incluso ras del suelo. Está flaco.
soluta de objeto como cuadro. Pero pierde su nombre. «Ese» brazo no se imagina Me olvidaba del admirable gato:
no es eso lo que me preocupaba. Es sin el cuerpo que lo continúa y, al cabo, lo sig- de yeso, desde el hocico hasta el ex-
Jo que su tela debe representar. Es, nifica (siendo el cuerpo la prolongación del
brazo) y sin embargo, no conozco brazo más
tremo de la cola, casi horizontal y
pues, al mismo tiempo, esa imagen intensamente, más expresamente brazo que capaz de pasar por el agujero de una
que está en la tela -y el objeto real ése. ratonera. Su rígida horizontalidad
que ésta representa, lo que yo quiero restituía perfectamente la forma que
tomar en su soledad. Para empezar Esa semejanza, me parece, no es guarda el gato, incluso cuando está
debo, pues, intentar aislar en su sig- debida a la «manera» del autor. Es furioso.
nificación del cuadro como objeto que cada figura tiene el mismo ori- Al sorprenderme porque hubiera
(tela, marco, etc.), a fin de que deje gen, sin duda nocturno, pero bien un animal -es el único entre sus fi-
de pertenecer a la inmensa familia de situado en el murido. guras:
la pintura (sin"perjuicio de reintegrar- ¿Dónde? ÉL.-Soy yo. Un día me vi por la
la a ella más tarde) pero que la ima- calle así. Yo era el perro.
gen sobre la tela se incorpore a mi Aunque en un principio fuese ele-
experiencia del espacio, a mi conoci- Hace unos cuatro años, estaba yo gido como signo de miseria y de sole-
miento de la soledad de los objetos, en el tren. Frente a mí, en el compar- dad, ese perro me parece diseñado
de los seres o de los acontecimientos timento, estaba sentado un viejecito como una rúbrica armoniosa, ya que
según he descrito más arriba. espantoso. Sucio, y, manifiestamente la curva del lomo corresponde a la
Quienquiera que no se haya mara- malvado, ciertas reflexiones suyas
curva de la pata, pero esa rúbrica es
villado jamás por esa soledad, no me Jo probaron. Negándome a prose- todavía la magnificación suprema de
conocerá la belleza de la pintura. Si guir con él una conversación desdi- la soledad.
Jo pretende, miente. chada, quise leer, pero, a mi pesar,
Cada estatua es, nítidamente, dife- miraba a aquel viejecito: era muy
rente. Yo no conozco más que las es- feo. Su mirada se cruzó, como suele
tatuas de mujeres para las que ha po- decirse, con la mía, y, aquello fue Esa región secreta, esa soledad en
sado Annette, y los bustos de Diego breve o prolongado, no Jo sé ya, que los seres -e igualmente las
-y cada diosa y ese dios-, aquí pero conocí de pronto el doloroso cosas- se refugian, es la que da tan-
dudo: si ante estas mujeres siento -sí, doloroso sentimiento de que ta belleza a la calle, por ejemplo: es-
que estoy ante diosas -ante diosas y cualquier hombre «valía» exacta- toy en el autobús, sentado, y no ten-
no ante la estatua de una diosa- el mente -pido excusas, pero es en go más que mirar afuera. El autobús
busto de Diego no alcanza nunca esa «exactamente» donde quiero poner el se deja ir por la calle cuesta abajo.
altura, nunca hasta ahora retrocede acento- como cualquier otro. Voy lo bastante rápido para no tener
-para volver de allí a una velocidad «Cualquiera, me dije, puede ser ama- posibilidad de demorarme en un ros-
terrible- hasta aquella distancia de do por encima de su fealdad, de su tro o un gesto, mi velocidad exige de
que hablaba. Sería más bien eJ busto estupidez, de su maldad.» mi mirada una velocidad correspon-
de un clérigo perteneciente a un muy Fue una mirada, prolongada o rá- diente, y bien, ni un rostro, ni un
alto clero. No Dios . Pero cada es- pida, que prendió en la mía y me dio cuerpo, ni una actitud que se hayan
tatua, tan diferente, se incorpora cuenta de ello. Y lo que hacía que un dispuesto para mí: están desnudos.
siempre a la misma familia altiva y hombre pudiese ser amado por enci- Tomo nota: un hombre muy alto,
sombría. Familiar y muy próxima. ma de su fealdad o su maldad permi- muy flaco, encorvado, el pecho hun-
Inaccesible. tía precisamente amar a éstas. No nos dido, gafas y nariz larga; una gruesa
confundamos: no se trataba de una ama de casa que camina lentamente,
bondad que saliese de mí, sino de un pesadamente, tristemente; un viejo
Giacometti, a quien leo este texto, me pre- reconocimiento. La mirada de Giaco- que no es un hermoso viejo, un árbol
gunta por qué, en mi opinión, esa diferencia de metti ha visto eso desde hace mucho que está solo, aliado de un árbol que
intensidad entre las estatuas de mujeres y los tiempo, y él nos Jo restituye. Digo Jo está solo, al lado de otro .. . ; un em-
bustos de Diego . que veo: ese parentesco que manifies- pleado, otro, una multitud de em-
YO.-Es quizá (dudo mucho en respon-
der) ... es quizá que, a pesar de todo, la mujer tan sus figuras me parece que es pleados, toda una ciudad poblada de
le parece naturalmente más lejana ... o bien aquel punto precioso en que el ser hu- empleados encorvados, enteramente
quiere hacerla retroceder ... mano estaría reducido a lo que tiene concentrados en ese detalle de sí mis-
Sin querer, y sin decirle nada, evoco la ima- de más irreducible: su soledad de ser mos que mi mirada capta: un pliegue
gen de la Madre, colocada tan alto, o ¿qué sé
yo? exactamente equivalente a cualquier de la boca, una lasitud de los hom-
ÉL.-Sí, quizá sea eso. otro. bros ... Cada una de sus actitudes,
Él continúa su lectura -yo, mi pensamiento Si -siendo las figuras de Giaco- quizá a causa de esa velocidad de mis
que se deshilacha- pero levanta la cabeza, se metti incorruptibles- se elimina el ojos y del vehículo, se bosqueja tan
quita de encima de la nariz las gafas rotas y
sucias. accidente, ¿qué queda, pues? rápidamente, tan rápidamente se

48 DEBATS N. 0 20
LITERATURA ABIERTA

queda en su arabesco que cada ser se belleza tan leve gracias a las acacias hacer creer que esos pies están carga-
me revela en lo que tiene de más nue- cuyo follaje agudo, acerado, por dos con toda la materialidad de que
vo, de más irreemplazable -y siem- transparencia, al sol, más amarillo se desembaraza la cabeza ... nada de
pre es una herida- gracias a la sole- que verde, parece suspender por enci- eso; entre estos pies macizos y la ca-
dad en que los sitúa esa herida de que ma de la calle un polvo dorado. beza tiene lugar un intercambio inin-
apenas son conscientes y a la que sin ÉL.-Es bonito, bonito .. . terrumpido. Estas damas no se
embargo todo su ser afluye. Atravie- Reanuda la marcha cojeando. Me desprenden de un barro pesado: al
so así una ciudad garabateada por dice que fue muy feliz cuando supo crepúsculo bajarán deslizándose una
Rembrandt, donde cada cual y cada que su operación -después de un pendiente anegada de sombra.
cosa son captados en su verdad que accidente- le dejaría algo cojo. He
deja muy atrás la belleza plástiCa. La aquí por qué voy a aventurar esto:
ciudad -hecha de soledad- estaría sus estatuas me dan aún la impresión Sus estatuas parecen pertenecer a
admirable de vida, excepto que mi de que se refugian, en último térmi- una edad difunta, que han sido des-
autobús se cruza con unos enamora- no, en no sé qué secreta lisiadura que cubiertas después de que el tiempo y
dos que atraviesan una plaza: van co- les otorga la soledad . la noche -que las trabajaron con
gidos por el talle y la chica ha inven- inteligencia- las han corroído para
tado ese gesto encantador, meter y darles ese aire a la vez suave y duro
guardar su manecita en el bolsillo tra- Giacometti y yo -y algunos parisi- de eternidad que pasa. O mejor aún,
sero del blue-jeans del muchacho, y nos, sin duda- sabemos que existe salen de un horno, residuos de una
he aquí que ese gesto gracioso y afec- en París, donde tiene su residencia, cocción terrible: extinguidas las lla-
tado vulgariza una página de . obras una persona de una gran elegancia, mas, debió quedar esto.
maestras. fina, altiva, con aplomo, singular y ¡Pero qué llamas!
La soledad, tal como yo la entien- gris -de un gris muy tierno- y es la Giacometti me dice que en una
do, no significa condición miserable calle Oberkampf, que, desenvuelta, ocasión tuvo la idea de modelar una
sino más bien realeza secreta, inco- cambia de nombre y se llama más estatua y enterrarla. (Uno píensa en
municabilidad profunda pero conoci- arriba calle de Ménilmontant. Bella seguida: «Que la tierra le sea leve».)
miento más 6 menos oscuro de una como una aguja, sube hasta el cielo. No para que alguien la descubra, o en
inexpugnable singularidad. Si se decide recorrerla en coche a par- tal caso mucho después, cuando él
tir del bulevar Voltaire, a medida que mismo y hasta el recuerdo de su nom-
se va subiendo, se abre, pero de una bre hayan desaparecido.
No puedo privarme de tocar las es- manera curiosa: en lugar de separar- ¿Enterrarla era ofrecerla a los
tatuas: entorno los ojos y mi mano se, las casas se acercan, ofrecen fa- muertos?
continúa sola sus descubrimientos: el chadas y aguilones muy simples, de Sobre la soledad de los objetos.
cuello, la cabeza, la nuca, los hom- una gran banalidad pero que, verda- ÉL.-Un día, en mi cuarto, mira-
bros ... Las sensaciones afluyen a las deramente transfiguradas por la per- ba una servilleta puesta sobre una si-
yemas de mis dedos. Ninguna que no sonalidad de esta calle, se tiñen de lla, y entonces tuve verdaderamente
sea diferente, de manera que mi una especie de bondad, familiar y le- la impresión de que no solamente
mano recorre un paisaje extremada- jana. Han puesto allí hace poco unos cada objeto estaba solo, sino que
mente variado y viviente. imbéciles disquitos de un azul oscu- tenía un peso -o una ausencia de
FEDERICO 11 (creo que ro, atravesados por una barra roja y peso, mejor- que ie impedía pesar
escuchando, creo: La flauta mágica), destinados a indicar que está prohibi- sobre el otro . La servilleta estaba
a Mozart.- ¡Cuántas notas, cuántas do el estacionamiento de vehículos. sola, sola de tal modo que yo tenía la
notas! ¿Ella estropeada? Está más bella impresión de poder levantar la silla
MOZART.-Señor, no hay ni una aún. Nada -¡pero que nada! conse- sin que la servilleta cambiara de sitio.
de más. guirá afearla. Ella tenía su propio sitio, su propio
¿Que ha pasado, pues? ¿De dónde peso, y hasta su propio silencio . El
Mis dedos rehacen, pues, lo que ha sacado una dulzura tan noble? mundo era leve, leve ...
han hecho los de Giacometti, pero ¿Cómo puede ser a la vez tan tierna Si tuviera que hacer un regalo a al-
mientras los suyos buscaban un apo- y tan lejana, y por qué ocurre que se guien a quien aprecia o a quien ama,
yo en el yeso húmedo o la tierra, los accede a ella con respeto? Que Giaco- quizá le enviaría seguro de hacerle un
míos dirigen sus pasos con seguridad metti me perdone, pero me parece honor, recogidos de la carpintería,
por los pasos de él. Y -¡en fin!- mi que esta calle casi de pie no es otra una viruta ensortijada o un trozo de
mano vive, mi mano ve. cosa que una de sus grandes estatuas, corteza de abedul.
a la vez inquieta, estremecida y se-
rena.
Su belleza -de las esculturas de No es hasta los pies de las esta- Sus lienzos . Vistos en el taller (más
Giacometti, diría que consiste en ese tuas ... bien sombrío, Giacometti respeta
incesante, ininterrumpido vaivén de Un inciso: excepto sus hombres an- hasta tal punto todas las materias que
la distancia más extrema a la más dando, todas las estatuas de Giaco- se enfadaría si Annette destruyera el
próxima familiaridad: este vaivén no metti tienen los pies como presos en polvo de los cristales), como no pue-
acaba y de ese modo es como se pue- un solo bloque inclinado, muy espe- do tomar más que poca distancia, el
de decir que están en movimiento . so, que más bien se asemeja a un retrato se me presenta en principio
pedestal. Partiendo de allí, el cuer- como un enmarañamiento de líneas
po sostiene muy lejos, muy arriba, curvas, comas, círculos cerrados
Vamos a tomarnos un trago. Él, una cabeza minúscula. Esta enorme atravesados por una secante, más
café . Se detiene para apreciar mejor -proporcionalmente a la cabeza- bien rosados, grises o negros -un ex-
la aguda belleza de la calle de Alésia, masa de escayola o de bronce podría traño verde se mezcla aquí también-

DEBATS N. 0 20 49
LITERATURA ABIERTA

enmaraiiamiento delicadisimo que tro, con los mismos trazos, curvos,


estaba haciendo yen que sin duda se validos aqui 0 alia.
perdia. Pero se me ocurre sacar el
cuadro a! patio: el resultado es tre-
mendo. A medida que me alejo (lle- Dejada en medio de las viejas bo-
gare a abrir la puerta del patio y salir tellas de aguarras, su paleta, de los
a Ia calle, retrocediendo a veinte o ultimos dias: un charco de lodo de
veinticinco metros) el rostro se me diferentes grises.
presenta con todo su modelado, se
impone -segun ese fenomeno ya Esa capacidad de aislar un objeto y
descrito y propio de las figuras de de hacer afluir en el sus propias, sus
Giacometti- viene a mi encuentro, solas significaciones no es posible
se abalanza sobre mi y se precipita en mas que por Ia abolicion historica del
ellienzo de donde partia, se vuelve de que mira. Es necesario que este haga
una presencia, de una realidad y de un esfuerzo excepcional para des-
un relieve terribles. prenderse de toda historia, de modo
He dicho «su modelado», pero es que no venga a ser una especie de
algo distinto. Pues no parece haberse presente eterno sino mas bien una Ca-
preocupado nunca ni de los tonos, ni rrera vertiginosa e ininterrumpida de
de las sombras, ni de los valores con- un pasado hacia un futuro, una osci-
vencionales. Obtiene asi una red li- lacion de un extremo a otro, que im-
neal que no seria sino dibujo en el in- pida el reposo.
terior del dibujo. Pero -y a partir de Si miro el armario para saber por
ahi no entiendo- cuando no ha bus- fin que es, elimino todo lo que no es
cado nunca el relieve mediante las el. y el esfuerzo que realizo hace de
sombras ni los tonos, ni por medio de mi un ser curioso: este ser, este obser-
ninguna convencion pictorica, he vador, deja de estar presente, e inclu-
aqui que obtiene el mas extraordina- so de ser observador presente: no
rio relieve. <.«Relieve»? Si examino para de retroceder en un pasado y un
mejor Ia tela, no es esa Ia palabra porvenir indefinido. Deja de estar ahi
adecuada. Se trata mas bien de una para que quede el armario, y que en-
dureza irrompible que ha obtenido Ia tre el armario y el quede abolida toda
figura. Esta tendria un peso molecu- relacion afectiva o utilitaria.
lar extremadamente grande. No se ha
puesto a vivir a Ia manera de ciertas
(Septiembre del 57.) La mas bella
figuras de las que se dice que estan vi-
estatua de Giacometti - hablo de
vas porque estan captadas en un mo- hace tres aiios- Ia he descubierto
mento particular de sus movimien- bajo Ia mesa, a! agacharme para re-
tos, porque estan seiialadas por un coger Ia colilla. Estaba entre el polvo,
accidente que solo pertenece a su his-
Ia escondia, corria el riesgo de ser
toria, es casi lo contrario: los rostros desportillada por el pie de un visitan-
pintados por Giacometti parece que
te torpe ...
han acumulado toda vida hasta tal EL.-Si es realmente importante,
punto que ya no les queda un segun-
ya saldra a relucir, por mucho que Ia
do que vi vir, ni un gesto que hacer, y
esconda.
(no que acaban de morir), en fin, que El.-C'est joli! ... c'est joli! ...
conocen Ia muerte, pues demasiada A pesar del que adquiere, ha con-
vida se ha apiiiado en elias . Visto a servado un poco el acento de los gri-
veinte metros, cada retrato es una pe-
sones ... C'est joli! sus ojos se abren
queiia masa de vida, dura como un
de par en par, su sonrisa es amable;
guijarro, repleta como un huevo, que hablaba del polvo que cubre todas las
podria sin esfuerzo nutrir a cien re- viejas botellas de aguarras que aba-
tratos mas.
rrotan una mesa del taller.
Como pinta: se niega a establecer
una diferencia de «nivel» -o de
plano- entre las diferentes partes del
rostro. La misma linea, o el mismo El cuarto, el de Annette y suyo,
conjunto de lineas puede servir para esta adornado con un bonito embal-
Ia mejilla, el ojo y Ia ceja. Para ellos dosado rojo . En otro tiempo, el suelo
ojos no son azules, las mejillas rosa- era de tierra batida. Llovia dentro del
das, la ceja negra y curva: hay una li- cuarto. Con gran dolor de su alma se
nea continua que esta_coi1stituida por resigno a! embaldosado . El mas boni-
to, pero el mas humilde que habia.
Ia mejilla, el ojo y Ia ceja. No hay
Me dice que no tendra nunca otra ha-
sombra de Ia nariz en Ia mejilla, o bitacion que este taller y este cuarto.
mas bien, si existe, esa sombra debe «Mujer de pie /I n, 1959-60. Si fuera posible, los querria aun mas
ser tratada como una parte del ros- modestos.

50 DEBATS N. 0 20
LITERATURA ABIERTA

Almorzando un día con Sartre, le ellos los que yo evocaba.) Joyas ex-
repito mi fórmula sobre las estatuas: traordinariamente cinceladas. Y es
«El que ha ganado es el bronce.» un blanco -la página blanca- lo
«Eso es lo que podría darle el ma- que Giacometti habría cincelado.
yor placer», me dice Sartre. «Su sue-
ño sería desaparecer completamente
detrás de su obra. Sería más feliz aún A propósito de los cuatro grandes
si fuese el bronce el que, por sí mis- dibujos que representan una mesa.
mo, se hubiera manifestado.» En ciertos lienzos (Monet, Bon-
nard ... ) circula el aire. En los dibujos
de que hablo, cómo decir ... circula el
Para mejor familiarizarme con la espacio. También la luz. Sin ninguna
obra de arte, suelo utilizar un truco: de las convencionales oposiciones de
me pongo, un poco artificialmente, valores -luz-sombra- la luz irradia
en un estado de ingenuidad, hablo de y algunos trazos la esculpen.
ella -y le hablo también en el tono
más cotidiano, incluso me hago un
poco el tonto. Primero me acerco. Os Las dificultades de Giacometti con
hablo de las obras más nobles -y un rostro japonés. El profesor japo-
me esfuerzo en parecer más ingenuo nés Yanaihara, al cual estaba hacien-
y más torpe de lo que soy. Procuro do un retrato, tuvo que retrasar dos
así deshacerme de la timidez. meses su partida, ya que Giacometti
«Esto tiene gracia ... es rojo ... esto no quedaba nunca satisfecho del cua-
es rojo ... y esto azul... y la pintura se dro, que volvía a comenzar cada día.
diría que es lodo .. . » El profesor regresó al Japón sin su
La obra pierde algo de su solemni- retrato. Ese rostro sin asperezas,
dad. Por medio de un reconocimien- pero grave y afable; debió tentar su
to familiar me acerco poco a poco a genio. Los cuadros que subsisten son
su secreto ... Con la obra de Giaco- de una intensidad admirable: algunas
metti no hay nada que hacer . Ya está líneas grises, casi blancas, sobre un
demasiado lejos. Imposible fingir fondo gris casi negro . Y esa misma
una bobada simpática. Severa, me acumulación de vida de que antes ha-
ordena volver a ese punto solitario blaba. No hay manera de hacer en
desde el cual debe ser percibida. ellos otra cosa, ni un grano de vida de
Sus dibujos . No dibuja más que más. Están en ese punto final en que
con pluma o con lápiz duro -el pa- la vida se reúne con la materia inani-
pel a menudo está agujereado, ras- mada. Rostros aspirados.
gado. Las curvas son duras , sin blan- Poso yo. Dibuja con exactitud
dura, sin suavidad. Me parece que -sin haberla arreglado con arte- la
para él una línea es un hombre: la estufa, con tubo y todo, que hay de-
trata de igual a igual. Las líneas que- trás de mL Sabe que debe ser exacto,
bradas son agudas y dan a su dibujo fiel a la realidad de los objetos.
-gracias también a la materia graníti- ÉL.-Se debe hacer exactamente
ca, y paradójicamente atenuada, del lo que hay delante de uno.
lápiz- una apariencia centelleante. Digo que sí. Después, tras un mo-
Diamantes. Diamantes aún más por mento de silencio:
la manera de utilizar los blancos . En ÉL.-Y, además, hay que hacer
los paisajes, por ejemplo: toda la pá- también un cuadro .
. gina es lo que sería un diamante, una
de cuyas caras fuera visible gracias a
unas líneas quebradas y sutiles, mien- Añora los burdeles desaparecidos.
tras que el lado en que recayese la luz Creo que han ocupado -y su recuer-
-en que rebotase la luz, más do ocupa aún- demasiado sitio en
exactamente- no permitiría que se su vida para no hablar de ellos. Me
viese otra cosa que blanco. Eso da ex- parece que entraba allí casi como
traordinarias joyas -uno piensa en adorante. Iba allí para verse de rodi-
las acuarelas de Cézanne- gracias a llas frente a una divinidad implacable
esos blancos, en los que se halla so- y lejana. Entre cada puta desnuda y
breentendido un dibujo invisible, y él había quizás esa distancia que no
se obtiene la sensación de espacio con cesa de establecer cada una de sus es-
una fuerza que vuelve ese espacio casi tatuas entre ellas y nosotros . Cada
mensurable. (Pensaba sobre todo en estatua parece perderse -o regresar-
los interiores, con la lámpara, y en en una noche hasta tal punto lejana y
las palmeras, pero después ha hecho espesa que se confunde con la muer-
una serie de cuatro dibujos que repre- te: así, cada puta debía de alcanzar
sentan una mesa en una sala above- «Stele dalle spalle rotonde », 1958 una noche misteriosa en que ella fue-
dada, que dejan muy por detrás de se soberana. Y él, abandonado en

DEBATS N. 0 20 51
LITERATURA ABIERTA

una orilla desde donde la ve empe- tomado por misión la de ennoblecer El hombre andando, filiforme . Su
queñecerse y crecer a la vez en un una hoja de papel blanco que, sin sus pie retraído. No,se detendrá nunca. Y
mismo momento. trazos, no habría existido nunca. anda muy bien y muy sobre tierra, es
Aventuro esto todavía: ¿no es en ¿Me equivoco? Es posible. decir, sobre una esfera.
el burdel donde la mujer podría enor- Sin embargo, en cuanto ha fijado
gullecerse de una herida que no la li- ante él la hoja blanca, me da la im-
brará ya nunca de la soledad, y no es presión de que tiene tanto respeto y Cuando se ha sabido que Giaco-
el burdel lo que la desembarazará de comedimiento ante su misterio como metti hacía mi retrato (yo tengo la
toda atribución utilitaria, haciéndole ante el objeto que va a dibujar. cara más bien redonda y espesa) me
ganar así una especie de pureza? (Ya había notado que sus dibujos han dicho: «Le va a hacer una cabeza
evocaban la disposición tipográfica: como la hoja de un cuchillo.» El bus-
«Jugada de dado».) to de barro no está hecho aún, pero
Varias de sus grandes estatuas son Toda la obra del escultor y del di- creo saber por qué ha utilizado, para
doradas. bujante podría ser titulada: «El obje- los diferentes cuadros, líneas quepa-
to invisible». recen huir partiendo de la línea media
No solamente las estatuas vienen del rostro -nariz, boca, mentón-
Durante todo el tiempo que luchó hacia vosotros como si estuviesen hacia las orejas, y cuando es posible
con el rostro de Yanaihara (podemos muy lejos, del fondo de un horizonte hasta la nuca . Es, según parece, por-
imaginar ese rostro ofreciéndose y extremadamente alejado, sino que, que un rostro ofrece toda la fuerza de
negándose a que su parecido pase al donde quiera que os encontréis res- su significación cuando está de fren-
lienzo como si tuviese que defender pecto a ellas, se las arreglan para ha- te, y todo debe partir de ese centro
su identidad única), gocé del espectá- cer que vosotros, los que las miráis, para ir a morir, a fortalecer lo que
culo conmovedor de un hombre que estéis más abajo. Ellas están, muy al está detrás, oculto. Estoy afligido de
no se equivocaba nunca pero cons- fondo de un horizonte alejado, sobre tan mal como lo digo, pero tengo la
tantemente se perdía. Se hundía cada una eminencia, y vosotros al pie de la impresión -como cuando se echan
vez más lejos, en regiones imposibles, loma. Vienen, con prisa por acercar- hacia atrás los cabellos de la frente y
sin salidas . Se ha recuperado estos se a vosotros, y por dejaros atrás . de las sienes- de que el pintor echa
días. Su obra todavía está al mismo hacia atrás (detrás del lienzo) la signi-
tiempo entenebrecida y deslumbrada. ficación del rostro.
(Los cuatro grandes dibujos de la Pues vuelvo otra vez a estas muje-
mesa siguen inmediatamente a esa res, ahora en bronce (generalmente
época.) Sartre me dice : Los bustos de Diego pueden ser
dorado y patinado): a su alrededor,
SARTRE.-Lo vi cuando lo del ja- el espacio vibra. Nada está ya en vistos desde todas partes: de medio
ponés, aquello no iba bien. reposo. Quizá es que cada ángulo perfil, de perfil, de espaldas ... , deben
YO.-Él siempre dice eso . Nunca (hecho con el pulgar de Giacometti ser vistos de frente. La significación
está contento. del rostro -su parecido profundo-
cuando trabajaba la arcilla) o curva,
SARTRE.-En esa época, estaba o protuberancia, o cresta, o punta en vez de acumularse en la cara se
verdaderamente desesperado . evade, se hunde en el infinito, en un
desgarrada del metal, no están tam-
poco en reposo. Cada uno de ellos si- lugar jamás alcanzado, detrás del
gue emitiendo la sensibilidad que los busto .
A propósito de los dibujos he escri- creó. No hay punta, ni arista que (Ni que decir tiene que intento so-
to: «Objetos infinitamente precio- bre todo precisar una emoción, des-
corte, que desgarre el espacio, está
sos ... » Quería decir también que los muerta. cribirla, no explicar las técnicas del
blancos dan a la página un valor de artista.)
oriente -o de fuego- ya que los tra-
zos son utilizados no para que ad-
quieran valor significativo, sino con Con todo, las espaldas de estas Una reflexión de Giacometti, repe-
el único fin de dar toda la significa- mujeres son quizá más hum~nas que tida a menudo:
ción a los blancos. Los trazos no sus caras. La nuca, los hombros, la -Hay que valorar. ..
están ahí más que para dar forma y cavidad de los riñones, las nalgas, No creo que haya dirigido ni una
solidez a los blancos . Mírese bien: lo parecen haber sido modelados más vez, ni una sola vez en su vida, hacia
elegante no es el trazo, es el espacio «amorosamente» que toda la cara. un ser o una cosa una mirada despec-
blanco que éste contiene. No es el tra- En su mayor parte, ese vaivén de la tiva. Cada una se le debe de presentar
zo lo que está lleno, es el blanco. mujer a la diosa es quizá lo más tur- en su más preciosa soledad.
bador. La emoción es a veces inso- ÉL.-Nunca llegaré a poner en un
portable. retrato toda la fuerza que hay en una
¿Y eso por qué? Pues no sabría cómo dejar de vol- cabeza. El solo hecho de vivir exige
Quizá es que además de la palmera ver a este pueblo de centinelas dora- ya tanta voluntad y tanta energía ...
o de la lámpara -y del espacio muy das -y a veces pintadas- que de
particular en que se inscriben- que pie, inmóviles, velan.
quieren restituirnos, Giacometti bus- A su lado, las estatuas de Rodin o Frente a sus estatuas, otro senti-
ca dar una realidad sensible a lo que de Maillol, ¡qué a punto están de miento más: todas son bellísimas per-
no era más que ausencia -o, si se eructar y, luego, de dormir! sonas, y, sin embargo, me parece que
quiere, uniformidad indeterminada- su tristeza y su soledad son compara-
es decir, el blanco, e incluso, más bles a la tristeza y la soledad de un
profundamente aún, la hoja de pa- Las estatuas (estas mujeres) de hombre deforme que, súbitamente
pel. Parece, una vez más, que se haya Giacometti velan a un muerto . desnudo, viese expuesta su deformi-

52 DEBATS N. 0 20
LITERATURA ABIERTA

Alberto G1acomeffl traba¡ando . El taller de Alberto G1acometti.

Jean Genet . «Retrato de Jean Genet».

DEBATS N .0 20 53
LITERATURA ABIERTA

dad, y qu~ al mismo tiempo la ofre- -¿Eres casado? per_o lo presiento. Una día me dijo:
ciese al mundo a fin de señalar su Giacometti continúa leyendo y no EL.-Lo que me gusta de las fula-
soledad y su gloria. Inalterables. me atrevo a molestarle. Quizá lo irri- nas, es que no sirven para nada. Es-
Algunos personajes de J ouhan- ta un poco mi actitud con el árabe. tán ahí. Eso es todo.
deau tienen esta majestad desnuda: -No ... No tengo mujer. No creo -quizá me equivoque-
Prudence Hautechaume. •Al mismo tiempo que me dice eso, que haya pintado ni una. Si tuviera
el árabe hace con la mano un movi- que hacerlo , se encontraría pues ante
Alegría muy conocida y sin cesar miento de vaivén para darme a enten- un ser con su soledad a la cual se aña-
der que se masturba. de otra que indica desesperanza, o
nueva de mis dedos cuando los paseo
-con los ojos cerrados- por una es- -No... mujer no... Tengo la vacuidad.
mano ... y luego con la mano ... no,
tatua.
nada, sólo la servilleta ... o las sába-
-Sin duda, me digo, toda estatua ¡Extraños pies o pedestales! Vuel-
de bronce da a los dedos la misma fe- nas.
Sus ojos blancos, descoloridos, sin vo a lo mismo . Tanto (en todo caso ,
licidad. En casa de unos amigos que a primera vista) como una exigencia
mirada, están incesantemente en mo-
poseen dos estatuillas, copias exactas de la estatuaria y de sus leyes (conoci-
de Donatello, me dispongo a repetir vimiento .
- ... y seré castigado ... el buen mientos y restitución del espacio) pa-
con ellas la experiencia: el bronce, rece aquí que Giacometti -¡y que él
mudo, muerto, ya no responde. ji os me va a castigar... tú no sabes
todo lo que he hecho .. . me perdone! observa un ritual íntimo
Giacometti o el escultor para cie- según el cual dará a la estatua una
gos . Giacometti ha terminado de leer,
se quita sus gafas rotas, se las mete en base autoritaria, terrateniente, feu-
Pero hace ya diez años conocí el dal. La acción de esta base sobre nos-
el bolsillo y nos vamos. Querría co-
mismo placer cuando mi mano, mis otros es mágica.. . (se me dirá que
mentar el incidente, pero, ¿qué me
dedos y la palma -recorrían sus lám- toda la figura es mágica, sí, pero la
respondería él, qué diría yo? Yo sé
paras. Son desde luego las manos, no inquietud y el hechizo que nos vienen
los ojos de Giacometti, las que fabri- que él sabe como yo que ese misera-
ble conserva, mantiene -con rabias de ese fabuloso pie zopo no es del
can sus objetos, sus figuras. No las mismo orden que el resto. Franca-
sueña, las experimenta. y furores- ese punto que lo hace
idéntico a todos y más valioso que el mente, creo que aquí hay una ruptura
resto de la gente: lo que subsiste en el oficio de Giacometti: admirable
cuando se ha adentrado en sí mismo , en las dos maneras, pero contrario.
Se enamora de sus modelos . Amó Por la cabeza, los hombros , los bra-
tan lejos como ha podido, como
al japonés. zos y la pelvis, nos ilumina. Por los
Su cuidado en la compaginación cuando el mar se retira y abandona la
pies, nos encanta) .
parece responder al sentimiento que orilla.
indicaba más arriba: ennoblecer la He citado esta anécdota porque me
parece que las estatuas de Giacometti
hoja de papel o el lienzo. Si pudiera, Giacometti se reduciría
se han retirado -abandonando la
orilla- a ese lugar secreto, que no a un polvillo, a polvo, ¡y qué feliz
En el café. Mientras Giacometti puedo ni ·describir ni precisar, pero sería!
está leyendo, un árabe miserable, ce- que hace que cada hombre, cuando -Pero, ¿y las «fulanas»?
gato, causa un pequeño escándalo se refugia en él, sea más valioso que El polvo difícilmente puede ganar-
tratando de maricón a un cliente, a el resto de la gente. se, conquistar el corazón de las «fula-
otro .. . El cliente insultado mira fija- Mucho antes de esto, Giacometti nas». Quizá iría a anidar en los plie-
mente al ciego, de mala manera, y me había contado sus amoríos con gues de su piel que tuvieran un poco
mueve los maxilares como si mascase una vieja mendiga, encantadora y ha- de mugre.
su rabia. El árabe es raquítico, y algo rapienta, probablemente sucia, y a la Ya que Giacometti me ofrece que
idiota. Se lía a golpes con una invisi- que, cuando ella lo entretenía, podía elija -tras una vacilación que no de-
ble, pero sólida muralla. No com- verle los lobanillos abollarle la cabe- bería cesar más que a mi muerte o la
prende nada en el mundo donde es za casi desguarnecida. suya- me decido por una pequeña
ciego, débil e idiota, y lo injuria en ÉL.-Yo la quería mucho, mucho. cabeza mía (aquí, un paréntesis) esta
una u otra de sus manifestaciones . Cuando se ausentaba dos o tres días, cabeza efectivamente es muy peque-
- ¡Si no tuvieras las canas blan- salía a la calle para ver si venía ... Va- ña. Sólo ella en el lienzo no mide más
cas!, aúlla el francés a quien el árabe lía más que todas las mujeres bellas, que siete centímetros de alto por tres
ha tratado de maricón . .. Me admiro ¿no? y medio o cuatro de ancho, y, sin em-
secretamente de que una cana blanca YO.-Debería haberse casado con bargo, tiene la fuerza, el peso y las di-
vuelva a este ciego más sagrado que ella, y presentarla como la Sra. Gia- mensiones de mi verdadera cabeza.
. un rey, más fuerte que el más atlético cometti. Me mira, sonríe un poco: Al sacar el cuadro del taller para mi-
.matador de toros. ÉL. - ¿Usted cree? Si hubiese he- rarla, me siento incómodo porque me
Ofrezco un cigarrillo al árabe. Sus cho eso, habría sido un tipo raro, sé tanto en la tela como frente a ella,
dedos lo buscan, lo encuentran un ¿no? mirándola -me decido pues por esta
poco al azar. Es bajito, raquítico, su- YO.-Sí. cabecita (abarrotada de vida, y tan
cio, algo borracho también, y babea pesada que parece una pequeña bala
al tartamudear. Su barba es rala y de plomo durante su trayectoria).
m<il rasurada. Dentro de su pantalón, Debe de existir un vínculo entre EL-Bueno, se lo doy. (Me mira.)
no se da por supuesto que haya pier- esas figuras severas y solitarias y el En serio. Es suyo. (Mira el lienzo y
nas·. Apenas se tiene en pie. En el gusto de Giacometti por las putas. dice con un mayor vigor, como si se
deqp, una alianza. Digo algunas pa- Gracias a Dios no todo es explicable arrancara una uña:) Es suyo. Puede
labras en su lengua: y yo no veo claramente ese vínculo, llevárselo ... Pero después ... Tengo

54 DEBATS N. 0 20
LITERATURA ABIERTA

que añadir un trozo de tela por mento a otro . Es de madera carcomi- objeto pintado por Giacometti nos
abajo. da, de polvo gris, las estatuas son de conmueve y nos sosiega, no es por-
Ahora que me lo muestra, efectiva- yeso, y dejan ver la cuerda, la estopa, que lo mejor, lo más dulce, lo más
mente esa corrección se impone, pero o un cabo de alambre, las telas, pin- sensible de la presencia humana lo
tanto por la tela misma qUe mi cabe- tadas de gris, hace mucho que han haya revestido, sino al contrario,
cita reduce como por la cabeza, que perdido esa tranquilidad que tenían porque es «ese objeto» en toda su
ad.quiere así todo su peso. en la tienda de pinturas, todo está cándida frescura de objeto. Él, y nin-
manchado y revuelto, todo es pn!ca- guna otra cosa además. Él en su total
rio y está a punto de desplomarse, soledad.
Estoy sentado, bien erguido, inmó- todo tiende a disolverse, todo flota: Lo he dicho muy mal, ¿no es así?
vil , rígido (apenas me mueva, me lla- ahora bien, todo eso está como pren- Intentadlo de otra manera: me parece
mará rápidamente al orden, al silen- dido en una realidad absoluta. Cuan- que, para abordar los objetos, el ojo,
cio y al reposo) en una incomodísima do he dejado el taller, cuando estoy y luego el lápiz, de Giacometti se des-
silla de cocina. en la calle, entonces es cuando nada pojan de toda premeditación servil.
ÉL.-(Mirándome con un aire de de lo que me rodea es verdad ya. ¿Lo Él (Giacometti) se niega a depositar
maravilla): «¡Qué bello es usted!» diré? En este taller un hombre muere en el objeto, so pretexto de ennoble-
-Da dos o tres pinceladas al lienzo lentamente, se consume, y ante nues- cerlo -o envilecerlo, según la moda
sin dejar, parece, de atravesarme con tros ojos se metamorfosea en diosas . actual- el más mínimo matiz -ya
la mirada. Todavía murmura como sea delicado, cruel o tenso- huma-
para sí mismo «Qué bello es usted.» Giacometti no trabaja para sus no.
Luego añade esta observación que lo contemporáneos, ni para las genera- Ante una lámpara, dice:
maravilla más aún: «Como todo el ciones venideras : hace estatuas que, «Esto es una lámpara, es Ella.» Y
mundo, ¿eh? Ni más, ni menos .» al fin, encantan a los muertos. nada más.
Y esa observación repentina ilumi-
na al pintor. La lámpara. En el papel
¿Lo he dicho ya? Todo objeto di- estará ella, en su más candorosa des-
ÉL.-Cuando me paseo, no pienso bujado o pintado por Giacometti nos
nunca en mi trabajo. nudez.
propone, nos dirige, su pensamiento Qué respeto hacia los objetos .
Quizá sea verdad, pero desde el más amistoso, más afectuoso. Nun-
momento en que entra en su taller Cada uno tiene su belleza porque
ca se presenta en una forma descon- «solo» es él, se da en él lo insusti-
está trabajando. De un modo curio- certante, nunca pretende ser un
so, por lo demás. Está a la vez tendi- tuible.
monstruo! Al contrario, desde muy El arte de Giacometti no es, pues,
do hacia la realización de la estatua lejos da una especie de amistad y de
-fuera, pues, de aquí, fuera de toda un arte social porque establezca entre
paz que sosiegan. O, si inquietan, es los objetos un vínculo social -el
proximidad- y presente. No cesa de por lo puras y raras que son. Estar de
modelar. hombre y sus secreciones-, sería
acuerdo con objetos así (manzana, más bien un arte de mendigos supe-
Como últimamente las estatuas botella, lámpara, mesa, palmera) que
son muy altas, de pie ante ellas -de riores, tan puros que aquello que pu-
exigen el rechazo de todo compro- diese unirlos sería un reconocimiento
arcilla oscura- sus dedos suben y miso .
bajan como los de un jardinero que de la soledad de todo ser y de todo
poda o injerta un rosal trepador. Los objeto . «Estoy solo, parece decir el
dedos juegan a lo largo de la estatua. Escribo que una especie de amistad objeto, luego preso en una necesidad
Y es todo el taller lo que vibra y vive. irradia de estos objetos, que éstos nos contra la cual nada podéis. Si no soy
Experimento esa curiosa sensación de dirigen un pensamiento amistoso ... más que lo que soy, soy indestruc-
que, si él está allí, sin que las toque, Eso es hablar un poco por encima. tible. Siendo lo que soy, y sin reser-
las estatuas antiguas, ya acabadas, se De Vermeer, quizá fuera verdad. vas, mi soledad conoce la vuestra.» O
alteran, se transforman porque está Giacometti es otra cosa: no es porque
trabajando en una de sus hermanas. se haya hecho «más humano» -por
Por su parte, este taller, en la planta ser utilizable y por el hombre ince-
baja, se va a venir abajo de un mo- santemente utilizado- por lo que el Traducción de Eduard J. Verger

DEBATS N. o 20 55
DEBATS N.o 20
DEBATS N.o 20 57
TEMAS DE HOY

do e incluso viviendo en lo que queda


de el. A excepcion tambien de los
que, parapetados tras las barricadas,
EXPERIENCIAS DEL apuntan constantemente a la misma
pared o al mismo cruce.
Sin embargo, para mi las destruc-
ESPACIO Y DEL TIEMPO ciones no son lo que resulta mas an-
gustioso; es mas bien el abandono .
Lo veo en las paredes restauradas
EN UNA CIUDAD muchas veces, desde hace diez afios,
pero nunca pintadas, en los monticu-
los de basura que los barrenderos re-
ALTERADA cogen solo a medias, en la resigna-
cion de ver las aceras ocupadas par
los caches, en el envejecimiento atroz
de las obras abandonadas, en la de-
BEIRUT (LIBANO) crepitud de los edificios de lujo y en
la desnudez de sus entradas antes ilu-
minadas y floridas, y en miles de ca-
sas parecidas. En los barrios popula-
res, donde, sin embargo, se ha
Ahamd Beydoun ojos. Hemos conservado de cada ca- mantenido la iniciativa de construir
lle, de cada escaparate una primera par una extrafia conjugacion de la es-
imagen (o varias que se han fundido peculacion financiera y de una cierta
I el sentimiento de estar ence-

S en una) susceptible, en cualquier mo- autogestion comunitaria conjuradora


rrado en este barrio de Ras- menta, de introducir en nuestra per- del peligro de ocupacion ilegal de los
Beirut es por momentos muy cepcion presente un parpadeo de nos- apartamentos, la guerra adopta otras
desolador, sin embargo, parece mal talgia. figuras en las f achadas y las calles .
enraizado. El verano pasado en Pa- Nuestro edificio parece mas bien La construccion sobrepasa salvaje-
ris, el autobus y el ocio me ofrecian un hombre arruinado (en todos los mente las aceras y calzadas. Las insu-
la ciudad entera. Me aproveche. sentidos del termino }, nuestra calle ficiencias de las vias publicas conju-
Pero, desde los primeros dias, la fal- una familia desolada. gadas con la omnipresencia de la
ta de obstaculos para mis desplaza- Esta desolacion de la ciudad se arena, como material de construe-
mientos ya no era una sorpresa tan ofrece bajo aspectos diversos . Par cion y como material defensivo, pro-
buena. Tuve que aprender rapida- supuesto, existe la viruela de las pare- vocan torrentes de barro que, des-
mente que un «boulevard» podia ser des provocada par las balas y los es- pues de haber destruido en invierno
tan largo que a un hombre, incluso tallidos de abuses. No es realmente el asfalto simbolico de las calles, se
joven, podian faltarle las fuerzas impresionante mas que en las dos fijan durante la estacion seca en for-
para mirar todos los escaparates de la partes de la famosa «linea verde» y ma de pasta olorosa y generadora de
acera izquierda y volver par la dere- sabre todo en el centro de la ciudad . nubes de polvo rojo o negro. Par
cha hasta el cafe de donde habia par- Pero son lugares donde unicamente afiadidura, los nuevas edificios, apre-
tido . Insensiblemente, me concedi el las personas de mas de treinta afios tados, estirados en altura y mal aca-
permiso de aburrirme. pueden encontrar verdaderos recuer- bados, parecen unirse par la pobreza
dos. Encuentran escenas de otra vida y fragilidad de su aspecto a la miseria
transformada par dace afios de gue- adquirida de las antiguas construc-
rra en una infancia sumaria. Insepa- ciones de lujo. Sometidos a los bom-
La desolacion inerte rable del espectaculo de la multitud, bardeos mas frecuentemente, los ba-
de la multiplicidad humana que se rrios populares exhiben, a traves de
En el entorpecimiento de nuestra agitaba en las calles, en los cafes, ala los huecos de las fachadas reventa-
ciudad marcada par tantas violen- salida de los cines, la pre-guerra ya das, la precariedad de las vidas hu-
cias, las casas no mantienen durante no tiene nada de personal; se ha con- manas que continuan tras esos muros
mucho tiempo su estado nuevo. Son vertido en una juventud colectiva. de carton y el regocijo alternado de la
arrastradas, a diversa velocidad, a un Hoy en dia nos encontramos exilia- violencia y de la especulacion.
ciclo de deterioro progresivo. La pa- dos de la ciudad, lanzados a los bar- Hundida en su centro y dividida en
labra «minas », si se sobreentiende des de lo que fue su corazon, de la dos par una larga cinta de ruinas, la
una comparacion con los vestigios de misma forma que los antiguos com- ciudad no ha dejado de crecer. Con
la antigua Tiro o con Pompeya, es pafieros de escuela se encuentran mu- una sola gran excepcion, cada una de
impropia para describir tal rincon de cho tiempo despues , en una conme- las dos partes se ha puesto a desarro-
Beirut, incluso suponiendo que se re- moracion o una fiesta, fuera todos llarse para huir todo lo posible del
fiera a un zoco del centro de la ciu- juntos de una infancia comun. contacto con la otra. La excepcion es
dad destruido. La edad de las ruinas Esa congoja no es cotidiana. Para el arrabal sur, donde una vieja im-
antiguas y su caracter monumental la mayoria, el centro de la ciudad plantacion chiita ha atraido, a pesar
expulsan toda presencia humana permanece protegido por un cinturon . de la proximidad del frente, como un
efectiva, siendo la nuestra espectado- de terror: incluso en periodo de cal- iman a las poblaciones extirpadas
ra, par lo tanto mantenida a distan- ma, a nadie se le ocurre acercarse sin desde 1976 del arrabal norte. Rodea-
cia. El deterioro de Beirut, par su motivos serios. A excepcion, evidente- da par unas zonas (cristiana y drusa)
parte, se ha producido ante nuestros mente, de los que continuan trabajan- donde una penetracion chiita tan rna-

58 DEBATS N. 0 20
TEMAS DE HOY

siva era difícil, si no imposible, el pacio -incluso privado- destinado propiedad, importación de tabaco,
arrabal sur sólo podía extenderse a lo a una u.tilización colectiva se resin- casinos, etcétera), como a la usurpa-
largo de la «línea verde». Al otro tió, a menos que se plegase (o que pu- ción individual en el terreno público
lado del frente, los barrios cristianos diese hacerlo a tiempo) a las normas y la tendencia a la autarquía a nivel
perdían, al mismo tiempo, su sustan~ de los aislamientos comunitarios. Se de la familia, de edificio residencial o
cia. La expansión del Beirut cristiano descubrió
f
rápidamente

que ir al cine de pequeña empresa en cuanto a la
se orientaba vigorosamente hacia el o sentarse tranqmlamente en un café producción de los servicios elementa-
norte. -sin hablar de los paseos frente al les de los que antes se encargaba el
mar o de la simple circulación en la Estado.
ciudad- podía ser en sí un acto de Usurpaciones de los espacios pú-
Los árboles extrema gravedad, cuyo carácter blicos y esfuerzos particulares para
eventualmente peligroso ocultaba an- compensar las carencias de los servi-
teriormente un sistema político repre- cios comunes son profundamente
La disminución de los espacios pú- sivo muy complejo. Como ese siste- complementarios. En efecto, se trata,
blicos se agravó por su parte parale- ma se deterioraba a ojos vista, ahora para una célula social (familia, em-
lamente al deterioro del Estado. Ya era preciso integrarse en el de la gue- presa o incluso individuo) de tener
antes de la guerra, las comunidades rra, adquirir una psicología de mili- autonomía frente a y sobre todo con-
religiosas y los grupos de presión se ciano para ser capaz de integrarse tra todos los otros . Así, recordando
apuntaban tantos, en este preciso te- sin restricción a todos esos comporta- el desafío evocado por un célebre
rreno, contra una autoridad en vías mientos, no tranquilamente, sino con poema escolar de Sully Prudhomme,
de desintegración . El bosque de Bei- toda la agresividad necesaria. las familias, para paliar las averías
rut fue el primero en sufrir las conse- Los cines, los cafés, los hoteles, et- repetidas y los racionamientos siste-
cuencias . Considerado como «el pul- cétera, cambiaron entonces de clien- máticos de corriente, se compran ge-
món de la ciudad», se transformó tes y de ambiente. Algunos, cuya si- neradores, acumuladores o simple-
parcialmente de espacio verde en ce- tuación o función les imponía el mente lámparas de gas; para asegurar,
menterio(s). Los vivos no tardaron tomar a su clientela entre los ciuda- en cualquier caso, la producción de
en seguir a los muertos pioneros. Y danos pacíficos (que aquí son deno- energía casera en· circuito cerrado.
de esta forma, escuelas y lugares de minados «los inocentes») se vieron Los inquilinos de un mismo edificio
culto o de ceremonia ocuparon un lu- obligados a cerrar las puertas cuando hacen un pozo artesiano para sopor-
gar aliado de las tumbas, cada comu- no eran simplemente destruidos. tar mejor la penuria crónica de agua,
nidad ponía sus buenas obras bajo la Otros, en el mismo caso, continuaron los que disponen de medios llegan
protección de sus propios difuntos. funcionando al ralentí, bajando uno incluso a consumir exclusivamente
Anteriormente, el Estado se había o dos puntos el nivel de sus exigen- agua potable embotellada. Televiso-
dado cuenta de que un jardín públi- cias. Otros, en fin, pusieron al mal res y vídeos permiten a la mayoría
co, cuanto mejor estructurado estu- tiempo buena cara. De todas formas, de las familias abandonar definitiva-
viera, sería posiblemente más fácil por mucho que se intente trasladarlos mente las salas de cine, consideradas
de defender que un simple bosque. al mediodía, los placeres y diver- insanas y cuyo acceso impone un des-
Así se puso a transformar en parque siones de . una ciudad tienen, en su plazamiento nocturno más o menos
acondicionado el trozo de que aún mayoría, un carácter nocturno. Y la peligroso . Cientos de otros detalles
podía disponer. Esfuerzos vanos, noche en Beirut... Ya hablaremos de de la existencia cotidiana van en el
pues la guerra no tardó en incorporar ella. mismo sentido. Por otra parte, sería
simplemente esta parte del bosque a erróneo el creer que el deseo de autar-
la famosa «línea verde». La invasión quía en relación a la colectividad
israelita, en 1982, arrasó la mayoría urbana desemboca necesariamente en
El paisaje politizado el desarrollo de ayuda mutua a nivel
de los árboles que la guerra civil ha-
bía dejado en pie. Ésta estaba decidi- de barrio o incluso de edificio. Algu-
damente más preocupada por la eco- Insistimos más en el estallido del nos edificios llegan incluso a prescin-
·logía. Los árboles escondían unos de dominio público y su anexión por los dir del portero (el mantenimiento y
útros a los combatientes a quienes no privados . Efectivamente, Beirut ofre- limpieza se realizan entonces a la
interesaba mucho despejar la vista ce a la antropología política la oca- buena de Dios), de la calefacción cen-
entre ellos para no ser abatidos o, sión de observar a simple vista la ins- tral (sustituida por diversos sistemas
a menudo, para no tener que apuntar cripción generalizada -y, por así individuales a veces muy costosos),
con demasiada precisión. De esta for- decirlo, a contracorriente- de una del interfono averiado, sustituido en
ma, incluso el terraplén de los anti- coyuntura política en el paisaje físico algunos apartamentos por un racimo
guos zocos fue autorizado para dar de una ciudad. Inscripción que , en de interfonos individuales. Es cierto
pruebas de una mórbida fertilidad. uno de sus aspectos, es una negación que la gran reja de hierro habla toda-
Al mismo tiempo, los jardines de los de lo político, una constatación de su vía de la unidad del edificio, de la
barrios todavía habitados eran aban- debílitación; mientras que, en otro solidaridad de los habitantes contra
donados a una agonía irreversible. aspecto, es una politización desespe- la adversidad del exterior. Pero las
rada de lo cotidiano que alcanza has- puertas blindadas de los apartamen-
ta sus mínimos detalles. Nos referi- tos, superpuestas y montadas a la
mos no tanto a la separación de inversa de las puertas originales, aca-
La infraestructura Beirut escindido en dos, al dominio ban de encerrar a las familias y sellan
de lo cotidiano total o parcial de las milicias en cier- la autonomía del hogar frente a la
tos engranajes de la economía nor- colectividad . Para colmo, se apode-
El eclipse del Estado no afectó so- malmente controlados por el Estado ran de un trozo de calle o de acera
lamente al terreno estatal. Todo es- (puertos y aeropuertos, registro de la que, cerrado y vallado, puede tener

DEBATS N. 0 20 59
Inseparable del la salida de los cines,
espectáculo de la la preguerra · ya no
multitud, de la tiene nada de
multiplicidad humana personal; se ha
que se agitaba en las convertido en una
calles, en los cafés, a juventud colectiva.

una o varias funciones : servir de consagrada, a «elementos incontrola- blemente es demasiado . Pero pensán-
aparcamiento al coche familiar, im- dos», las «exacciones» milicianas se dolo bien, basta con una docena de
pedir a los coches extraños, sospe- constituyen por sí mismas en instru- pequeñas bandas para realizar, sin
chosos a priori, que aparquen delante mento político eficaz, en terror or- agotarse excesivamente, estos traba-
de la tienda, conservarlo libre para ganizado. En estas condiciones, la jos cotidianos. Y es que en Beirut,
albergar durante el día la parada de constitución de fuerzas políticas sus- ninguna autoridad tiene capacidad
un vendedor de tabaco, o el coche de ceptibles de restaurar un verdadero para disuadir a un malhechor deci-
un vendedor ambulante , etc. Delante poder de Estado es un deseo piadoso . dido. Aparte de este detalle -que
de las sedes de las milicias, delante de justifica plenamente el asombro de
la residencia de sus dirigentes, se lle- Issam- Beirut (en este plano, se so-
ga a impedir el aparcamiento a lo lar- breentiende) no tiene sin duda nada
go de toda la vía; cuando no se cierra El bello alemán de extraordinario: ¡un centenar de
simplemente a la circulación. Lo que ladrones para un millón y medio de
no deja de dar a toda la calle. un as- Issam no daba crédito a sus ojos. habitantes!
pecto de unidad política haciendo de Miraba boquiabierto su BMW de se- ¡Uf! Ya sé que siempre habrá
ella una federación de la angustia. En gunda mano pero casi nuevo, aparca- quien me recuerde los períodos de
esta lucha contra la ciudad, cada uno do tranquilamente junto a la acera grandes saqueos, la persistencia
participa según sus medios, cada uno donde lo había dejado la víspera. -con diferentes máscaras o a rostro
se siente obligado a aportar su propio Acababa de ser ahuyentado de su descubierto- del chantaje organiza-
toque. casa por los bombardeos y, en el ba- do, etc . ¿Y qué? ¿Qué prueba esto?
La pulverización del dominio pú- rrio donde ha alquilado un aparta- ¿Que Nueva York no está lejos? Ha
blico, su corrosión por los particula- mento amueblado, todavía no había bastado con cortar la corriente; con
res convierten a éstos en entidades encontrado una plaza en un aparca- entregar a la gente a la noche de sus
políticas -o apolíticas, a este nivel miento cerrado para su bello alemán. apetitos ...
da lo mismo- aisladas y potencial- Su precio, en dinero libanés, se había
mente hostiles unas contra otras. Las triplicado en algunos meses a causa
milicias compensan su falta de credi- de la vertiginosa depreciación de la li-
bilidad fundando su dominio sobre la bra. Lo dejaba un poco sucio «para El tercer tiempo
reducción de la sociedad civil a sus engañar al enemigo»; pero cierta-
moléculas básicas. La idea de solida- mente, no es en eso donde había que Los obuses que se disparan desde
ridad -que sin embargo los civiles buscar una explicación. el otro lado del frente acaban, duran-
repiten todo el día- contra las exige- -¡Es cierto -constató Issam-, te el bombardeo, con la caridad zonal
das de los «elementos armados», somos el pueblo más moral del mun- ya profundamente hipotecada por la
sólo rara vez desemboca en iniciati- do! ¡He dejado durante toda la no- relajación de las garantías colectivas
vas bastante poco colectivas de pro- che doscientas mil libras en la calza- frente al terror miliciano. Cuanto
testa concreta. Las milicias, que en da, y a nadie se le ha ocurrido más peligroso es el bombardeo, más
principio se supone que unifican y cogerlas! genera alivios egoístas.
movilizan sus respectivos campos, Es cierto, ¡no todos somos ladro- Primer tiempo: los proyectiles caen
sólo los dominan, de hecho, priván- nes! Cinco o seis coches robados a una y otra parte de la línea de de-
dolos de toda voluntad política. Le- cada día, una agencia bancaria des- marcación; las poblaciones civiles no
jos de reducirse a patinazos indivi- valijada, algunos apartamentos y son afectadas. A menos que tenga a
duales debidos, según la expresión tiendas parcialmente limpiados, posi- alguien en el frente, al civil le da

Estos síntomas
convergen para estropeadas, de las
caracterizar a la jornadas de trabajo
guerra como una perdidas, más allá de
enfermedad del los años escolares
tiempo. Más allá de encogidos, en efecto,
las veladas está la vida.

60 DEBATS N. 0 20
Hace diez años, lote de obuses
escuchando al locutor << Ciegos)), casi
de la radio enumerar siempre había alguien
en las noticias de la que exclamaba:
noche los barrios «Vaya, justamente
que, durante el día, pasaba por ahí dos
habían recibido su horas antes ... »

igual. Es una forma colectiva de a menudo sólo duran algunos segun- quedar atrapado entre dos fuegos di-
egoísmo que se parece a una solidari- dos, unos minutos como máximo. fícilmente localizables. Caso tan mo~
dad pasiva. Es el antimilitarismo casi Otra vez los obuses se han alejado . !esto que en ocasiones llega a anular,
unánime pero de todos modos angus- Mucha gente -incluso demasiada- o casi, la percepción del grosor de
tiado . corre en auxilo de las víctimas . Otros las paredes. Entonces se está al aire
Segundo tiempo: algunos barrios salen a los balcones. Otros, en fin, se libre, pero desprovisto de la facultad
residenciales han sido alcanzados. El han quedado en la escalera, en su de volar y de la velocidad de un pája-
nuestro, todavía no. Por supuesto, propio cuarto de baño, a resguardo, ro acosado. Las paredes, si todavía
estamos consternados por las vícti- prisioneros, durante algún tiempo to- están ahí, sólo impiden la huida. Sólo
mas . Es raro que no se tengan parien- davía, de ese tercer tiempo de envile- queda un recurso, lleno de subjetivi-
tes, amigos, colegas en uno u otro de cimiento, agarrados a la última habi- dad, es cierto, pero no queda otro: la
los barrios atacados. Sin embargo, es tación susceptible de defender su convicción de que ni unos ni otros os
difícil pretender que el pensamiento esperanza de vida. También puede dispararán porque no les habéis he-
más fuerte no es la constatación he- suceder que el tercer tiempo no sea el cho nada. Sin embargo, la experien-
cha para sí mismo de que otra vez se último. cia demuestra que este recurso, si
ha tenido suerte. bien no está desprovisto de funda-
Tercer tiempo : los obuses se acer- mento, es muy relativo. Estos jóve-
can, caen en el terreno. La gente co- nes desencadenados habían hecho,
rre hacia los pisos inferiores. Todavía Un caso simple y molesto cada vez, todo lo posible -o un poco
hay tiempo para reñir porque uno u menos- por alcanzar solamente a
otro padre no se ha dado bastante En general, los bombardeos inter- sus enemigos temporales (sus aliados
prisa para sacar a los niños. La acti- sectoriales se revelan impotentes ante de anoche), emboscados en las terra-
tud de éstos, cuando son bastante la tendencia tan humana a desperso- zas de los edifiCios residenciales o en
mayores para comprender, oscila en- nalizar el sentimiento de peligro. Una las esquinas de la calle. Ya habéis te-
tre dos extremos. Algunos salen los mitad de Beirut es lo bastante grande nido ocasión de constatar que sus
primeros jadeando y pálidos como para defender contra la insoportable precauciones han resultado más bien
muertos; otros, al contrario, dan sensación de ser apuntado personal- ineficaces, pues los muertos y los he-
pruebas de una tranquilidad que des- mente. Estadísticamente, vista la gran ridos pertenecían, en su mayor parte,
troza los nervios, no se dejan arran- cantidad de edificios, de apartamen- a la famosa casta de los «inocentes»
car fácilmente del televisor o atravie- tos en los edificios, de habitacio- y que las pérdidas de las milicias so-
san el pasillo acabando la lectura de nes, de pasillos y de cuartos de baño brepasaban en una medida insignifi-
un párrafo. Pocos manifiestan un en los apartamentos, cada uno tiene cante su reláción numérica con el
miedo «normal», razonablemente tantas posibilidades de ser alcanzado conjunto de la población.
dominado. Los obuses caen cada vez como de ganar un premio mediano No me detengo en el caso en que la
más cerca y las concesiones se suce- en la lotería nacional. Es distinto con terraza de vuestro apartamento hace
den. Contento de estar aún con vida, los combates callejeros entre faccio- de puesto de artillería. Este caso pue-
con los suyos, cada uno, en el fondo nes rivales dentro del mismo sector. de ser más fatal que los otros, sobre
de su alma, sacrifica, unos tras otros, Efectivamente, estos combates pro- todo porque el adversario, si desespe-
las calles vecinas, los edificios más vocan un embrollo general de los vec- ra de destruir los cañones, se conside-
próximos, el piso que, en su propio tores que normalmente rigen nuestra rará feliz consiguiendo incendiar el
edificio, acaba de ser alcanzado. experiencia espacial de la ciudad peli- edificio. En este caso no es difícil de-
Estos pensamientos envilecedores grosa. El caso más simple consiste en terminar la dirección que los proyec-

El eclipse del Estado


no afectó solamente se resintió, a menos
al terreno estatal. que se plegase (o que
Todo espacio pudiese hacerlo a
-incluso el privado- tiempo) a las normas
destinado a una de los aislamientos
utilización colectiva comunitarios.

DEBATS N. 0 20 61
TEMAS DE HOY

tiles tienen hasta vosotros y su punto que ha engendrado su muerte. O bien, deba contar, en un futuro próximo,
de partida aproximado. Pero, si bien tendría q4e ser nuestra propia muerte con más de tres o cuatro trincheras de
la profundidad de un apartamento quien nos hiciese sensibles al horror influencia . En tercer lugar, que los
puede proteger contra un obús de de todas las otras. Así pues, nos in- milicianos, a menudo, obran a su an-
mortero que, después de un trayecto ventamos el escaparate y el embote- tojo y que se haga uno la idea que se
de dos kilómetros, llega hasta vuestro llamiento. haga de Dios o del mártir, queda por
balcón, no es necesariamente un pa- probar que el cielo inspira toda esa
rapeto suficiente contra el fuego de polvareda de «delitos individuales» o
lanzagranadas colocados a cien me- esos «incidentes aislados», que, en
tros y decididos a liquidaros. Por
El espacio del poder
algunos momentos, degeneren en
otra parte, los lanzagranadas, en este carnicería.
tipo de combates, no son necesaria- El poder en Beirut gusta de la os-
mente más peligrosos que las ame- tentación. Además de las ondas y de
tralladoras cuya eficacia podréis me- las tribunas, su espacio predilecto es
dir, si Dios os concede vida, al día si- la calle. La calle comporta dos pla- De la localización
guiente, contemplando los millares nos: uno, horizontal, de la calzada, de un ruido
de agujeros que han perforado en las con la pretensión de extenderse hasta
paredes alrededor de vuestro misera- cubrir todo el país; y otro, vertical, Cómodamente instalada en su si-
ble reducto. de las paredes mirando el cielo. La llón, el ama de casa, aparentemente
calle (comprendidas las aceras) es el relajada, recita ante sus compañeras
espacio de los vivos entre los que evo- la larga lista de quejas que todo el
lucionan los combatientes . Éstos, mundo aprueba sin ni siquiera escu-
El espacio/tiempo bien se lancen como una tromba so- charla. ¿Acaso no son los mismos
bre los vehículos, hagan guardia ante suspiros que cada una ha exhalado a
Hace diez años, escuchando al sus sedes o bien se dediquen a regis- lo largo de los años cada vez que dis-
locutor de la radio enumerar en las trar los vehículos ante sus barreras, ponía de una audiencia cómplice a
noticias de la noche los barrios que, parecen ejercer un poder exorbitan- priori?
durante el día, habían recibido su te sobre los otros vivientes. Sólo pue- -Nos tienen hartos -dice la
lote de obuses «ciegos», casi siempre den detentado de la dimensión ver- joven-. Hoy es la avería de electrici-
había alguien que exclamaba: tical, de la que son los únicos propie- dad, el próximo boletín seguramente
-Vaya, justamente pasaba por tarios, es decir, de los muertos cuyos anunciará un nuevo período de racio-
ahí dos horas antes ... retratos están colocados sobre las namiento. A causa de los combates
Las miradas se dirigían inmediata- paredes y, por lo tanto, de Dios de anoche. ¿Habéis dormido vos-
mente sobre él y sus allegados apenas o, más modestamente, de la Idea pla- otros? Mañana no habrá agua. Y si
podían contener las lágrimas, poco tónica de Patria. Los combatientes se vuelve a armar, volveremos a tener
les faltaba para levantarse y abrazar pretenden ser réplicas vivientes de una penuria de gasolina. Realmente
al superviviente. sus mártires, puesto que son, por nos han destrozado los nervios. Eso
Hoy en día, es preciso haber pasa- principio, muertos potenciales. En ya no tiene remedio. Yo empiezo a
do a la altura de un coche bomba cin- nombre de los muertos pretenden confundirlo todo; al menor ruido,
co minutos o incluso tres antes de la gobernar a los vivos de los que se su- me sobresalto.
explosión, para pensar que se trata de pone (para gran vergüenza suya, sean Se recupera, como para convencer-
un acontecimiento digno de ser men- jóvenes o viejos) que seguirán vivos se a sí misma de que todavía posee
cionado. El auditorio -y el mismo más tiempo que ellos y que, llegado el una ventaja:
superviviente- saben bien que dos día, morirán vergonzosamente en su -Pero, gracias a Dios, lo que es
minutos bastan para que a pie o en cama. Por lo tanto el mínimo deber salud general, me mantengo fuerte.
coche se recorran los cien metros co- de los vivos es el de mimar a sus jó- Toquemos madera.
locados ese día bajo el signo de la venes hermanos, no negarles nada, Golpea ligeramente el brazo del si-
muerte. Incluso os entran ganas de pues sus deseos tienen el mismo esta- llón, .vuelve de pronto la mirada ha-
aumentar ·un poco la tensión insi- tuto que el último deseo de un conde- cia la puerta de entrada y exclama,
nuando que habríais podido entrete- nado a muerte que fuese, por añadi- apresurándose a levantarse:
neros delante de un escaparate o estar dura, un héroe. En este esquema, los -¡Sí! ¿Quién es?
bloqueado en un embotellamiento. jefes, generalmente muy prudentes y
¿Se debe concluir que la gente es cuyos retratos dominan a los de los
cada vez más indiferente al peligro? mártires, hacen cara de enterradores
En absoluto. De hecho ha aumenta- irreemplazables y, por lo tanto, prác- Una memoria de aire libre
do la cantidad de los que temen morir ticamente inmortales.
por nada, y su miedo es contagioso. Los civiles saben que faltan algu- El tiempo cotidiano de la guerra ci-
Es la violencia-espectáculo la que nos toques en este cuadro. Primero, vil genera soledad. La obligación de
hoy nos encuentra hastiados y no la que tienen casi tantas posibilidades encerrarse en casa desde las siete de la
violencia-amenaza. Las imágenes de de morir de muerte violenta como los tarde acaba de limitar el horizonte de
violencia han caído sobre nosotros combatientes, incluso si su muerte no los individuos al ambiente gris del
a lo largo de los años, tan intensas, dejase más huellas en las paredes que trabajo y a la no menos empobrece-
variadas, aceleradas y masivas, que una efímera participación de deceso dora simbiosis familiar. La guerra
ahora nos cuesta afligirnos. Habría pegada en la entrada del edificio. En priva a la noche de su facultad para
que conocer a la víctima, tener posi- segundo lugar, que una calle es una ser un tiempo 'Cle fiesta, una matriz de
bilidad de medir la trama, el extra- calle y un país, y que la calle desde encuentros que se salen de lo corrien-
ordinario concurso de circunstancias donde se pretende rehacer la vida del te y de intercambios vivificadores. El

62 DEBATS N. 0 20
Los trabajos que mujer, por ejemplo,
requieren tareas puede estar retenida
complementarias se en su casa lo mismo
ven comprometidos a causa del estado de
pór la gran variedad la seguridad en su
de situaciones barrio que porque su
susceptibles de hacer hijo no ha podido ir a
a los participantes la escuela, encerrada
desigualmente ese día por cualquier
disponibles: una razón.

enclaustramiento rígido de nuestras hoy, obstruyen ante vosotros, cada entre el microcosmos ahumado de
veladas no puede ser otra cosa que un diez pasos, el trayecto que, sin em- nuestros pequeños intercambios y la
lento ahogo de lo que nos queda de bargo, sois los únicos en seguir. .. muerte que se pasea fuera. No es fá-
alma. Abocados estúpidamente a cil, la figura siniestra se perfila aún a
nuestro televisor, reproducimos, po- través del esfuerzo para distraerse o a
siblemente, la estupidez universal de través del cansancio. Distraerse ...
la intoxicación de la imagen, pero sin Nunca distraídos Precisamente, lo que creo que falta
tener a nuestro alcance los escapes re- en nuestros momentos de ocio, es el
generadores de la sensibilidad y la in- pero ineficaces ser momentos de distracción.
teligencia. La uniformidad de nues- El tiempo de trabajo, por su parte,
tras veladas, cuando no es rota por Todavía hoy tenemos ocios . Son es un tiempo irregular, amplio, de
los combates, se abre solamente a los diurnos en su mayor parte: el tenis o contornos imprecisos. Perturbado
recuerdos, casi nunca a los proyec- el golf para los ricos , la playa para por la relajación general de la disci-
tos, pocos recuerdos para los que han los menos ricos, el paseo marítimo plina, hecho de jornadas acortadas
crecido en la guerra, y recuerdos dis- para los desprovistos. De vez en por la presunta inseguridad desde úl-
persos, a fuerza de antiguos, para los cuando, sin embargo, alguien asume timas horas de la tarde y salteado de
más mayores. Recuerdos corrientes, la responsabilidad de invitar a unos días de paro forzoso, este tiempo
en suma, pero extrañamente retorci- amigos a cenar. Nunca se acepta la avanza en zigzag, se suspende en los
dos. Recuerdo, por ejemplo, de bo- invitación alegremente. De todas for- momentos más imprevisibles y, por
cadillos comidos en la acera, a me- mas se acude después de haberse decirlo todo, demuestra una profun-
dianoche, después del cine, más que puesto de acuerdo con otros invi- da insumisión a la voluntad de orga-
de la película. Recuerdo de la larga tados para la ida y la vuelta, y de ha- nización y de previsión. Los trabajos
fila de coches, de vuelta de Baalbek, ber rogado a los vecinos que se ocu- que requieren tareas complementa-
con los faros iluminados, más que del pen de los niños en caso de que ... rias se ven comprometidos por la
espectáculo, sin embargo sublime, re- Generalmente, no pasa nada, los gran variedad de situaciones suscepti-
presentado esa noche entre la ruina atracos no son mucho más frecuentes bles de hacer a los .participantes des-
de templos romanos resplandecientes de noche que de día. La única dife- igualmente disponibles: una mujer,
de mil luces. Recuerdo de paseos noc- rencia está en la necesidad de atrave- por ejemplo, puede estar retenida en
turnos, a pie o en coche, más que de sar solo, en medio de la noche, una su casa lo mismo a causa del estado
noches de amor. ciudad donde todo, absolutamente de la seguridad en su barrio, que
Recuerdo de la lluvia fina, al alba, todo, puede suceder. porque su hijo no ha podido ir a la
en la plaza de los Cañones -en- En resumen, vivimos en un infier- escuela, encerrada ese día por cual-
tonces corazón palpitante de la no y llegamos a divertirnos en él. El quier razón. La desorganización mo-
ciudad- y también recuerdo de la tiempo de nuestro ocio es un tiempo mentánea o crónica de algunos ser-
nieve en la carretera de Zahle, más atormentado. La guerra está presen- vicios colectivos acentúa también
que todo un año de enseñanza. Re- te, aunque sólo sea para reírnos de la dilapidación de tiempo y de ener-
cuerdo de los zig-zags continuos que ella. Incluso es la fuente impura de gía, el padre de familia obligado a ir
imponían, bajo un sol de plomo, los nuestras risas más vibrantes; a veces, de un extremo al otro de la ciudad á
obstáculos humanos caminando so- sin embargo, nos reímos de otra la búsqueda de una bombona de gas
bre la acera de la misma plaza de los cosa. Juntos entre las paredes de doméstico o de veinte litros de gasoli-
Cañones y reír al compararlos con los nuestros apartamentos, intentamos na, se encuentra en una situación
voluminosos obstáculos inertes que, olvidar, hacer un vacío momentáneo bastante similar a la de (también real)

Para la mayoría, el
centro de la ciudad período de calma, a
permanece protegido nadie se le ocurre
por un cinturón de acercarse sin motivos
terror: incluso en serios.

DEBATS N. 0 20 63
TEMAS DE HOY

la administración desprovista de los está la vida. En las primeras páginas sueño. Se sentían traicionados, a ve-
papeles adecuados a sus necesidades. de este texto hemos descrito la guerra ces denunciados por esta guerra que,
El racionamiento de corriente eléctri- como enfermedad del espacio urba- decían, les había enseñado el revés de
ca desanima a los escolares (y a los no, ya que, normalmente, los cuartos sus bellas palabras. Se encontraban
menos jóvenes) obligados a iluminar- de baño y los huecos de las escaleras así separados de parte de su vida, una
se con el éámping-gas, y desorganiza no se han hecho para servir de refu- parte cuyo sentido, antes destinado a
los trabajos de la casa, etc. gios, como tampoco las aceras para ser el de toda la vida, se encontraba
Algo queda de esta especie de apa- servir de aparcamientos o de zocos. ahora confuso.
tía debida al sentimiento de nuestra Constatamos ahora que el tiempo de Esto por lo que se refiere al pasado.
ineficacia, incluso cuando, aprove- guerra está también enfermo . En tan- El presente está como atrapado, el
chando los períodos de calma, inten- to que proyecto empírico, la vida sentimiento que provoca limitado
tamos recuperarnos. Los años escola- aparece en él, poco más o menos, por la espera de verlo pasar. La gue-
res o universitarios de tres meses se desprovista de garantías objetivas e rra, para los que no hicieron de ella
clausuran de cualquier manera, a pe- incontrolable para los beneficiarios. su proyecto, priva a la vida de su ca-
sar de su reputación de «años con- En efecto, ¿cómo concebir en térmi- rácter de tiempo positivo, la transfor-
densados». El desarrollo tan acciden- nos de proyecto empírico (a distin- ma en una espera --demasiado larga
tado de un año e incluso de una guir del «proyecto» sartriano) una ya-- del fin de la guerra; sin embar-
semana de trabajo, la alteración de vida cuyos plazos --largos o cortos-- go, la espera no se traduce necesaria-
las medidas regulares que crean el rit- se supeditan, casi sin posibilidad de mente en una esperanza real de ver
mo de una actividad y la inscriben en defensas humanamente posibles, a llegar el fin de esta guerra. Se trata
el cuerpo de quienes participan en las tristes «causas independientes de más bien de un rechazo a considerar
ella, acaban por imprimir en ellos nuestra voluntad»? Posiblemente se la guerra como el marco definitivo de
una morosidad aún menos propicia trata de una de las astucias que la la existencia. Se suspenden ciertas de-
para la productividad que la introdu- guerra utiliza para anexionarse las vi- cisiones, se deja para más tarde, por
cida por la rutina. La ineficacia, in- das, pues los que aceptan hacer de la precaución o por necesidad, la satis-
cluso forzada, os hace correr el riesgo guerra el proyecto de sus vidas tienen facción de ciertas necesidades. Apla-
de dudar de los propios esfuerzos y probablemente más posibilidades de zamientos que no siempre son expli-
de haceros perder --a causa de los dominar su curso y su sentido ... Po- cables por una imposibilidad real.
largos momentos en que no se hace siblemente también, el hecho de que
más que vegetar-- el respeto por la se nos invite tan poco a escoger lo Uno se conduce, más o menos, como
propia persona. La inflación galo- que nos sucede, sea la verdadera ra- si el porvenir sólo pudiese ser inaugu-
pante ha obligado a mucha gente a zón de la extraña confusión que nos rado más tarde, en un marco diferen-
buscar un segundo empleo. Sobre hace tan difícil poner en orden sufi- te. Así, se trataría de avanzar esfor-
todo, la posibilidad abierta por la cientemente los recuerdos de este de- zándose en evitar las trampas hasta el
guerra a los funcionarios del sector cenio, durante el cual, sin embargo, día de ese comienzo. El tiempo que
público de no dedicar a su ocupación nuestra propia vida y la de nuestros dure el viaje hasta la nueva partida
«oficial» más que un tiempo muy res- allegados ha estado en juego a menu- apenas cuenta, en todo caso menos
tringido, les ha permitido consagrar- do. La gente reconoce que toma el que el de la presunta posguerra. Por
se a otros asuntos. En revancha, el diario de antes de ayer por el de hoy, mucho que se diga uno que la espera
desmantelamiento de sectores vitales les cuesta recordar el estado de la se- ha durado demasiado, que la única
de la economía, la paralización de guridad durante la semana pasada, finalidad constante de esta guerra
apoyos familiares o la destrucción de precisar el mes e incluso el año en que parece ser la de perpetuarse a fin de
sus medios de vida, han reducido a los israelitas abandonaron Beirut y, servir a las finalidades más contra-
una parte considerable de la pobla- por supuesto, la fecha de la última vi- dictorias, que la misma posguerra, si
ción activa a contentarse con ocupa- sita del señor Richard Murphy a llegase un día, no sería brillante
ciones marginales o intermitentes, Baabda. Incluso olvidan en qué años --todo parece indicarlo-- y que nun-
aprovechándose, para sobrevivir, de se vieron obligados a alquilar un ca restablecería el placer de vivir apa-
los parientes que trabajan en el ex- apartamento amueblado. Es de creer cible de la pre-guerra ya mitificada.
tranjero. Otros por fin --o a veces que la memoria humana siente predi- El análisis no domina el comporta-
los mismos-- se han integrado en la lección por los acontecimientos en los miento de las vísceras y uno no se de-
máquina de la guerra, generadora que el sujeto puede representar, de cide a salir de lo provisional por tan
para los débiles de pitanzas regulares forma menos ambigua, su papel de ... poca cosa. E incluso, si la búsqueda
y para los más fuertes de fortunas sujeto. de sensaciones fuertes, lejos de ser
proporcionales a su falta de escrú- Para muchos de aquéllos cuyos abandonada, está, al contrario, espo-
pulos. Por desgracia, las estadísticas ideales habían madurado durante la leada por la precariedad de la existen-
son inexistentes o poco significativas. pre-guerra, la guerra con su tren de cia, si ese tiempo suspendido se vive
masacres y de asesinatos, de destruc- por algunos lo más insensiblemente
ción de pueblos y de saqueos a gran posible, la vaga idea de una salvación
escala, fue un desastre personal y una futura no deja de estar omnipresente.
El tiempo enfermo
decepción. Revolucionarios ardien- Uno puede derrocharse sin medida
tes, enemigos jurados del Estado y porque no se tienen dos vidas que vi-
Estos síntomas convergen para ca-
racterizar a la guerra como una en- fanáticos de la iniciativa popular, no vir, o bien empeñarse en permanecer
fermedad del tiempo. Más allá de las reconocían en absoluto las imágenes en pie contra bombas y vida cara es-
veladas estropeadas, de las jornadas de su sueño en el «gran desbarajuste» perando días más clementes; las dos
de trabajo perdidas, más allá de los y, encontrándose fuera de la carrera, soluciones, en definitiva, son menos
años escolares encogidos, en efecto, acababan por renunciar al mismo divergentes de lo que parece.

64 DEBATS N. 0 20
TEMAS DE HOY

países en que las empresas son capa-


El mar Lo que queda ... ces de calcular las horas de trabajo de
que podrán disponer hasta el año
«Beirut-Oeste se ha convertido en Pues bien, hace una semana, un 2.000!. ..
un gran pueblo», esta expresión que colega italiano se encontró con nos- Al levantarse para irse, Luciani dio
se repite a menudo 'e h nuestras leta- otros para una reunión de trabajo. una ojeada a través de la gran ven-
nías de quejas, asimila una gran can- Estaba en Beirut para dos días y tenía tana:
tidad de fenómenos: la marginaliza- bastante miedo. Las modestas medi- -Tiene usted una bonita vista del
ción de las instituciones estatales, el das que habíamos adoptado, no tan-
mar -dijo mecánicamente-.
mal estado de los servicios públicos, to para protegerlo como para tran-
-Es, más o menos, todo lo que
la disminución de las actividades cul- quilizarlo, no habían conseguido queda -repuse yo, no sin lamentar
turales, la relativa indigencia de las relajarlo. Nos dijo que encontraba la
sobre la marcha esta respuesta volun-
tiendas y almacenes, la rareza de la atmósfera de la ciudad más tensa que tariamente amarga.
presencia extranjera y la deserción de un año antes ... Sin embargo , en me-
los diplomáticos, el cierre o destruc- nos de una hora conseguíamos fijar -¡No -protestó Luciani-, no es
ción de los grandes hoteles y otros es- juntos el calendario definitivo de un cierto! ¡Nunca diga eso!
tablecimientos turísticos, el silencio importante proyecto común.. . ¡un La sincera emoción de su reacción
lúgubre de la noche, puntuado sola- calendario de los que se hacen en los no deja de consolarme. 1 O
mente por ráfagas o explosiones, etc.
Analistas de oficio añaden a esta lista
el replegamiento sobre las solidarida-
des familiares exacerbadas por la
guerra, la parcelación subsiguiente de
diversos circuitos de intercambio y la
neutralización de los procesos de hi- NOTAS
bridación cultural característicos de
la vida urbana, la «ruralización» que (1) Los que conocen Beirut en gue- zado>>. No se tolera ningumt contesta-
la guerra ha dotado de una dimen- rra habrán adivinado que las impresio- ción pública ni siquiera verbál -de la do~
sión militar, etc. nes anteriores se verifican sobre todo en minación miliciana, a dif:erencia del
No tengo nada que decir de estos Beirut-Oeste. Habiendo tomado la deci- oeste, 'donde una cierta libertad de ex-
datos. Se necesitarían esfuerzos in- sión de entregar a los lectores algunos presión -cada vez menos real, por
mensos de observación, de descrip- aspectos de una experiencia concreta, desgracia- es fruto de las contradiccio-
ción y de análisis pará precisar sus he tenido que limitarme a la zona donde nes políticas persistentes. Las disputas
he vivido la casi totalidad de la guerra milicianas, tan graves en el este como en
modalidades, su sentido y su alcance.
desde 1975. El cuadro de la situación en el oeste antes de 1980, desde entonces se
Solamente añadiré una simple im- Beirut-Este es diferente, pero no mucho han silenciado en el Beirut cristiano. Sin
presión: que es muy inquietante este más brillante; el trabajo y la enseñanza ~embargo, en dos ocasiones han _esta1la-
pueblo donde un paseante de domin- son más regulares, la gama de los entre- do, convirtiéndose en conflicto genera~
go en la cornisa del paseo marítimo tenimientos más amplia y las noches lizado particularmente sangriento. Polí-
reconoce apenas una cara entre mil . más animadas. Es mucho. En cambio, ticamente, la extremada maleabilidad
Ciertamente, el paseo sólo puede ser la preseucia arrogante de las milicias es táctica de las direcciones cristianas-acu-
una ocasión para los encuentros con más obsesionante, el chantaje es eleva- sa un violento contraste con la ~~xtrema-_
el pueblo humilde -el nuestro-, do a la dignidad de institución, los cen- da rigidez de su imaginería ideológica.
tros nerviosos del Estado, cuya mayor
hombres, mujeres y niños mezclados . Esta imaginería casi racista constituye
parte se encuentra en el Este están bajo
Sin embargo, nuestro paseante, aun- el dominio de las milicias; el Estado se uno de los principales obstáculos para
que sólo sea durante un momento, encuentra, por así decir, «desnacicinali- la solución del conflicto libanés . Etc.
puede sentirse a merced de todos los
demás ...

DEBATS N. 0 20 65
TEMAS DE HOY

recorren el pasadizo, cuatro a cada


!ado, con uniformes de camuflaje y el
fusil en Ia mano. Los dos ultimos ca-
minan hacia atras , inspeccicmim los
MRS. BRANNIGAN tejados, cada ventana, cada ruina.
Para atravesar Ia calle, corren . Dos
policias armados con metralletas y
VIVE EN BELFAST embutidos en sus chalecos antibalas
llegan a su vez. Despues otros dos
soldados, que caminan a Jo largo de
los muros y se emboscan en los porta-
BELFAST (IRLANDA) les . Mary no ha Jevantado Ia cabeza,
una maldita .mancha de grasa que no
abandona Ia entrada. Kevin insulta a
un gato pelado y Seamus, con su li-
breta en Ia mano, asegura a! reparti-
dor de cerveza que Ia cuenta esta
bien. Dos mundos se cruzan, se rozan
y no se ven, Belfast.

Sorj Chaladon con piedra gris, encabalgamiento de


alambres puas y de pape!es grasien- Una ciudad
E inclina y agarra Ia mecedora tos, de chapa ondulada, de tejados

S que bloquea Ia puerta de entra-


da con una mano en el respal-
do y otra sobre el brazo; Siobhan
abiertos por un antiguo fuego, de vi-
guetas retorcidas, de muros abatidos,
entrelazamientos de tension, de silen-
La ciudad esta habitada. Incluso
llena. Una impresion tenaz y helada
como Ia lluvia de noviembre que gol-
Brannigan Jevanta suspirando Ia car- cio, de miseria y de gritos de nifios. pea el vientre el primer dia y no cesa.
ga que obstruia el pasillo. Una idea En Ia esquina un camion descarga Belfast, es Irlanda y su contrario .
de Tonny. En este barrio de Short barriles de cerveza. Seamus Jo recibe, Aqui los dominantes del verde pasan
Strand, un gueto catolico enclavado renegando cada vez que coge un to- todos por el gris. No hay nada que
en territorio protestante, a! otro !ado ne!, doblado bajo el peso. Es dificil ver en Belfast. Un agente de viajes
del rio Lagan, no se contentan con imaginar el pub tras una cortina de que intentase elogiar los meritos de Ia
cerrar Ia puerta cuando cae Ia noche, rejas trenzadas. Del tejado hasta el capital de Irlanda del Norte fracasa-
algunos han puesto cadenas, otros suelo, el pequefio edificio gris esta to- ria. De los diques bajo el viento a los
han triplicado las cerraduras, incluso talmente protegido por una cota de guetos ateridos, de los muchachos
otros, los mas acaudalados, han ins- mallas infranqueable. Las piedras que venden los diarios de Ia tarde
talado sistemas de alarma o rejas de lanzadas por los de enfrente rebotan a gritos a los edificios miserables,
proteccion en cada planta de Ia casa. sobre Ia reja y a menudo las botellas de los faroles torcidos a los coches
Para Ia anciana, esta mecedora es su- vacias quedan aprisionadas por Ia sin rued;1s que agonizan en medio de
ficiente. Si Ia puerta cede, rota por red de hierro. · alguna ruina, el malestar es inmedia-
los del barrio de enfrente, los deten- A Siobhan le gusta este momento. to, Belfast es un conjunto de calles
dra un minuto. El tiempo para des- Las mujeres de Ia calle se hacen sefias totalmente identicas donde gente
pertar a Ia casa, pedir ayuda, tomar a traves de las cortinas y los televiso- fundamentalmente diferente se hace
aliento. res brillan ya en todas las pequefias Ia guerra.
Con un cigarrillo en Ia boca, Ia ir- salas de estar. Inclinados sobre las Posicion del Iugar, Belfast esta di-
landesa inspecciona Ia calle. Enfren- chimeneas o las calderas, los hom- vidido en dos por el rio Lagan. Se
te, en el numero 6, Mary limpia su bres limpian el carbon de Ia noche, cuentan, en Ia ciudad y su periferia,
portal, con Kevin entre las piernas. disponen las briquetas de turba olo- unos quinientos mil habitantes de los
Un buen nifio que nunca ha sabido rosa o, el colmo de lujo, se contentan que un tercio, apenas, es de confe-
conservar intacto su uniforme negro con mirar el falso tronco, enrojecer sion catolica. Favorables a Ia union
del colegio. El padre, Jim, esta en Ia Ia chimenea de pacotilla mientras que con gran Bretafia y fundamentalmen-
carcel de Long Kesh por ocho afios. Ia calefaccion electrica se encarga te leales a Ia corona, algunos, en todo
Un transporte de armas que acabo de velar por Ia casa . Phoblacht, el caso, a Ia « britanidad» de su heren-
mal. Un pufiado de municiones que fox-terrier de Ia familia Murphy, se cia, 1 los protestantes de Belfast estan
pasaba de mano en mano hasta el pone a ladrar, con las patas en Ia ven- instalados en ambas partes del rio.
control rutinario en que a Jim Je falto tana. Inmediatamente, en las casas, AI este, ocupan casi Ia totalidad de
sangre fria. en las calles y en los patios, todos los Ia ciudad, poseen los almacenes de
A pesar del sol de marzo que pelea pertos responden. Decenas de aulli- los muelles, los astilleros y rodean al-
con las nubes de lluvia, Ia calle esta dos agresivos que ninguna palabra gunos diminutos guetos catolicos,
triste. Minusculo pasadizo donde los puede calmar. Siobhan recoge las dos como el Short Strand : unas treinta
nifios y los perros se disputan una pe- pintas de leche que estaban ante su calles tiradas como palillos en medio
Jota de goma espuma, territorio de puerta y da Ia espalda a Ia calle. Sabe de los partidarios de Ia reina. AI oes-
casas bajas, construcciones desespe- que los animales del gueto saludan Ia te, los legitimistas articulan sus ba-
radas de ladrillo rojo lamidas por los llegada de una patrulla britanica. rrios mas populares alrededor de
· humos del hollin, del carbon y de Ia Mientras Ia puerta del numero 9 se Shankill Road, una avenida que lleva
turba, decenas de ventanas tapiadas cierra sin precaucion, ocho soldados desde el centro de Ia ciudad hasta las

66 DEBATS N. 0 20
TEMAS DE HOY

elevaciones de Belfast, y ocupan ma- Belfast está dominada por el po- fundan centros de lengua gaélica, in-
yoritariamente amplias zonas «mix- grom y la violencia. Una ciudad sal- tentan poner en pie contra-poderes
tas» donde, fuera de los períodos de vaje, imprevisible, que puede pasar, embarazosos. Hace cuatro días que
turbulencias, católicos y protestantes como el cielo, de la claridad a las ti- Derry combate y Belfast entra brutal-
cohabitan amablemente. Los nacio- nieblas. mente en el conflicto . Llegados de los
nalistas del oeste de la ciudad viven barrios limítrofes, los protestantes
en su mayor parte en auténticos gue- pasan al ataque, 9 católicos caen
tos de los que Falls Road es la espina muertos, miles de personas heridas y
dorsal. Para un londinense que nun- 500 viviendas nacionalistas destrui-
ca haya puesto los pies en Irlanda del Aquellos años das, a finales del verano de 1969,
Norte, los nombres de esos barrios cuando la intervención del ejército
son completamente familiares, tan El16 de agosto de 1969, la historia inglés impidió virtualmente Jo peor;
habitual es su evocación por los me- más brutal de Irlanda irrumpe brus- 3.570 familias habían huido de sus
dios de comunicación. camente otra vez en los tiempos mo- casas, representando los católicos el
Fue en Falls Road donde una ban- dernos. Ciudadanos de segunda, Jos 820Jo de la población errante.
da de chiquillos atacó a pedradas a católicos luchan desde hace varios En agosto de 1971, 2.100 nuevas
un vehículo blindado que pasaba, en meses por un tema próximo al que familias católicas se reagrupan, fuera
SpringfieJd donde un policía del Ro- defienden los negros de Norteaméri- del alcance de la amenaza legitimista.
yal Ulster Constabulary (RUC) acaba ca: «Un hombre, un voto». La distri- Entre 1969 y 1973, unos 60.000 habi-
de ser abatido por una unidad del bución artificial de las circunscripcio- tantes de Belfast han sido expulsados
IRA cuando entraba en el cuartel, en nes, enteramente abocado a bene- de sus casas. El mayor movimiento
Wuiterock donde un muchacho de 14 ficiar a los legitimistas, da a los cató- de población de Europa desde el final
años resultó herido por el disparo de licos la mitad de posibilidades de ele- de la Segunda Guerra Mundial. A fi-
una bala de goma, Ballymurphy, gir a sus representantes . Para los legi- nales de 1976, 25.000 casas han sido
New Lodge, Turf Lodge, The Bone, timistas, esta reivindicación mode- destruidas por el pogrom o las bom-
Unity Flats, Cliftonville, Andytown, rada y pacífica se siente como la señal bas colocadas por los dos bandos,
lugares que, si vive en ellos, marcan de una nueva insurrección naciona- 9.000 están irremisiblemente perdi-
a su habitante como de confesión ca- lista. das. Todavía hoy, a pesar del trabajo
tólica romana. La historia de Irlanda está llena de de renovación, barrios enteros del
ellas. Rebelión de Kildare en 1534, de Belfast nacionalista continúan siendo
Hugh O'Neil, Earl of Tyrone, en auténticos campos de ruinas con, en-
1595, de Wexford en 1798, rebelión tre dos desprendimientos, una casita
de 1867, de 1916. Alzamientos desor~ de cortinas plisadas.
Clima denados, sistemáticos, a veces infan- El 31 de agosto de 1972, después de
tiles, instintivos, como un cuerpo pri- haber impuesto el toque de queda en
El gueto no es una voluntad na- sionero que se debate. Y, cada vez, Falls Road, decidido el internamien-
cionalista. Es simplemente la mejor aplastamiento de los rebeldes, la bala to sin proceso de nacionalistas poten-
garantía de protección . Vivir, como o la cuerda para Jos jefes, el exilio o cialmente peligrosOs, los británicos
Siobhan, en el número 9 de la calle, la prisión para Jos amotinados de la deciden tomar por asalto las «ciuda-
implica que conoce perfectamente a historia. En todas partes, donde la des libres>> lanzadas a cuerpo descu-
todos los que residen alrededor de su bandera verde con el arpa ha levan- bierto en la desobediencia civil. A las
tribu familiar. Irá por la noche a su tado la cabeza, la Unión Jack ha 4 de la madrugada, «la operación
pub con Tonny, se sentará en la mis- desplegado sus cohortes. Hordas de Motorman» derriba las barricadas de
ma mesa que Mary y su hermano. irlandeses cubiertos de harapos y los guetos católicos . Bajo el mando
Tendrán noticias de Jim, de los otros hambrientos, campesinos y soldados del general Harry Tuzo, la operación
encarcelados de la calle y cuando el de Erin llevados al combate por los militar británica más importante des~
cantante lance la balada de Bobby, franceses del general Humbert o de la expedición de Suez (1956) co-
abatido hace seis años ante el número combatientes confirmados de Pa- mienza. Los tanques Chieftain, los
4, todo el mundo repetirá en coro las draig Mac Piaris y Seamus O'Cong- blindados ligeros, 21.000 hombres
tristes palabras, dejando un momen- haile, el bulldog siempre ha aplasta- invaden los barrios, el ejército britá-
to la deliciosa Harp o la cremosa do el trébol. nico, acogido con té y pastas por los
Guinnes.s servidas por Seamus . habitantes católicos de la ciudad,
Aquel día de agosto de 1969, los le- otra vez ha pisoteado el trébol.
· El sábado por la noche, hacia la gitimistas, con una mezcla de miedo
una de la madrugada, el pequeño y de odio, deciden aplastar la revuel-
gentío recorrerá la calle titubeando y ta antes de que los aplaste. Se saca a
riéndose a carcajadas, insensible a los los rebeldes de sus camas. Habían
británicos escondidos en las esqui- puesto en pie verdaderos territorios Rebeldes
nas, agradeciendo en secreto el po- «liberados» en las ciudades. En Bel-
deroso faro del helicóptero de vigi- fast, un «comité de defensa de los Evidentemente, subsiste la menta-
lancia que les indique el camino de la ciudadanos» agrupa a 75.000 habi- lidad de gueto, como una necesidad
cerradura y demostrando el más pro- tantes católicos organizados por 95 frecuentemente vital. En 1972, a cau-
fundo desprecio por los gritos que delegados elegidos. Se rodean los sa de las revueltas frecuentes en las
llegan de una casa de enfrente, o por guetos con barricadas . Los republi- zonas republicanas, los autobuses de
las voces roncas que invocan al dia- canos autogestionan circuitos de Belfast se niegan a llegar hasta Falls
blo para que arregle las cuentas con aprovisionamiento, empiezan a crear Road y sus alrededores . La población
los «asquerosos papistas» . embriones de «justicia popular», católica se ve obligada a caminar. In-

DEBATS N. o 20 67
En el gueto católico, coches con
la policía y el ejército ametralladoras, y las
no tienen el gusto de patrullas a pie,
cambiar el uniforme omnipresentes
de guerra por el traje incluso en períodos
de parada. La policía de calma, se
circula en Land Rover desplazan
grises, blindados, sistemáticamente
totalmente como si
herméticos; el evolucionasen en el
ejército, en Saracen o frente.

mediatamente, los nacionalistas com- pasamos nosotros.» No se toca a la de mortero del IRA, hasta el suelo,
pran viejos taxis Austin en Inglaterra comunidad . contra las piedras infantiles, las mis-
y crean una original asociación de mas mallas de alambre. Frente al ce-
transportes, autofinanciada y com- Separados menterio de Milltown, cuando Falls
pletamente ilegal. Pronto, unos seis- Road se separa en Glann Road y An-
cientos taxis recorren Falls Road, Para los británicos, como para los dersonstown Road, el cuartel del
casi unos cuatro kilómetros de tra- habitantes de Belfast, la separación ejército cuenta con nueve cámaras de
yecto, siempre el mismo, que lleva de los guetos ha sido necesaria y el vigilancia. Lo cubren todo hasta los
del centro de la ciudad a Twinbrook IRA, hay que recordarlo, recobró patios posteriores. También perma-
o Lenadoon. El taxi es colectivo. Se fuerza en 1972 para, precisamente, nentemente, uno o dos helicópteros
amontonan ocho personas más el encargarse de la seguridad de sus pro- vigilan la ciudad, de vez en cuando
conductor. Basta un gesto con el bra- pios barrios. Vivir en Crocus Street sustituidos por un avión de recono-
zo para que cargue a un cliente y un significa, fatalmente, ser católico. cimiento. A veces, como en el com-
golpecito sobre el cristal de separa- Vivir en Moscow Street significa, plejo de Divis Flats, un conjunto de
ción para que se detenga. obligatoriamente, ser protestante. Se edificios arruinados del gueto de Lo-
En 1974, la Falls Taxi Association alzaron «líneas de paz» en los límites wer Falls, los británicos dan pruebas
cuenta con novecientos conductores. de los barrios enemigos. A veces una de ingenio, instalando su cuartel sobre
Todos viven en barrios nacionalistas, simple reja cubierta de alambre de el tejado de las viviendas. Evidente-
la mayor parte son ex presidiarios. púas. Otras veces un muro compacto mente, nadie arriesgaría la vida de los
Actualmente, aunque los autobuses sembrado de trozos de botella o cu- católicos que viven bajo esta amena-
recorran normalmente las arterias de bierto de sacos de arena. Chapa on- za intentando un ataque a semejante
los guetos, los «taxis negros»; como dulada provisional, piedras definiti- plaza fuerte.
se les denomina en Belfast, continúan vas. Cuando el tiempo está en calma, Para los ingleses, de la misma for-
funcionando. Ya no hay más que se quitan -las cadenas y se entreabren ma que hay «tierras de bandidos» en
trescientos vehículos, sólo suben seis las puertas pero cada vez que la cóle- Irlanda del Norte, hay «barrios apa-
personas a causa de la ley, el con- ra ruge, el gueto se repliega. Cuando ches» en Belfast. Entre los protestan-
ductor a veces pide que se pongan el una comunidad se manifiesta en la tes no es raro encontrarse un coche
cinturón de seguridad, han florecido calle, el ejército británico instala pa- de la policía real, azul, ocupado por
las estampillas de los impuestos en neles móviles en los cruces, pantallas dos «polis» bonachones. Birming-
los cristales y los precios han aumen- protectoras que impiden que se vean ham, si no fuera por el grito de las
tado, pero el principio sigue siendo el unos y otros. En el suelo topes de gaviotas. Incluso últimamente se han
mismo. Menos caros, más prácticos y gravilla, badenes, en las aceras blo- visto motoristas de la carretera, con
más seguros que los transportes pú- ques de piedra para impedir que se un casco blanco sobre sus máquinas,
blicos, los taxis negros abren el cami- estacione un coche bomba y, porto- como en cualquier ciudad británica.
no a las manifestaciones nacionalis- das partes, en los límites y en los En el gueto católico, la policía y el
tas y cierran la marcha. En cuanto guetos católicos, fuerzas de la poli- ejército no tienen el gusto de cambiar
recomienzan los disturbios, a los re- · cía y del ejército. el uniforme de guerra por el traje de
publicanos les faltan manos para ata- Los edificios son compactos, sin parada. La policía circula en Land
car y quemar los autobuses. «En cristales, generalmente pintados de Rover grises, blindados, totalmente
cambio -decía un conductor de negro y colocados en lugares estraté- herméticos, el ejército en Saracen o
taxi- son lo bastante amables como gicos de la ciudad . Desde el tejado, coches con ametralladoras y las pa-
para parar de tirar piedras cuando para protegerse de los nuevos obuses trullas a pie, omnipresentes incluso

Verdaderos frescos hambre, mezclando la


murales nacieron en historia irlandesa con
los barrios la Virgen María y con
nacionalistas desde los fusiles de los
las huelgas de clandestinos.

68 DEBATS N. 0 20
Irlanda del Norte quinientos mil
cuenta católicos, pero éstos
aproximadamente con últimos, en muchos
un millón de casos, rechazan /os
protestantes por censos británicos.

en períodos de calma, se desplazan veces a puñetazos si es necesario, y Derry, 1916 y la insurrección nacio-
sistemáticamente como si evolucio- los paramilitares de Jos dos bandos nalista de Pascua, 1971 y la instaura-
nasen en el frente. tienen, muy evidentemente, mujeres ción del internamiento administra-
Imágenes habituales y siempre ex- en sus filas. tivo, 1690, batalla durante la que
trañas las de los soldados tendidos en Un extranjero perdido en Belfast James 11 el católico fue aplastado por
las esquinas, el ojo en la mira de su puede cómodamente orientarse por los ejércitos protestantes de Guillau-
arma y el dedo junto al gatillo, ro- las iglesias, los templos y el lenguaje me d'Orange, stathouder de Holan-
deados por un grupo de niños burlo- de las paredes, lugar de expresión del da. Cada ciudad de Irlanda, cada
nes, divirtiéndose con la farsa. O la gueto. Entre los católicos, la pintura pueblo tiene su fecha, su drama, su
vieja dama que corta el seto con las es republicana, alaba las proezas del victoria o su derrota; su hora de pena
tijeras de podar y pide muy civiliza- IRA, ordena a los británicos que se o de gloria y todo se festeja sistemáti-
damente a la cosa maquillada de ver- vayan del país, ataca a la reina y los camente. Extrañas imágenes las de
de que le obstaculiza el paso que ten- atributos de la corona. Verdaderos los católicos desfilando en su gueto
ga a bien correrse un poco si no frescos murales nacieron en los ba- con uniformes paramilitares al son de
quiere perder algunos mechones de rrios nacionalistas desde las huelgas los pífanos y tambores de antaño .
pelo en el conflicto. de hambre, mezclando la historia ir- Esos hombres y mujeres del IRA en
Si hay disturbios todo se pone ten- landesa con la Virgen María y con los trajes negros, con la cara cubierta,
so en un momento y la calle recobra fusiles de los clandestinos. Entre los pasando ante los cuarteles británicos
su desagradable cara de después de legitimistas, al contrario, la expre- con las troneras cerradas. Los niños
haber bebido . Las mujeres están en sión es menos frecuentemente políti- de cinco años vestidos de tricolor,
los umbrales, los niños invaden las ca. También aquí se venera la histo- enarbolando el verde, el blanco y el
calles, la policía detiene, el ejército ria pero la cólera antirrepublicana naranja de la Irlanda unida, con un
interroga, los hombres huyen en las se transforma en odio anticatólico. penacho de plumas en la gorra y un
callejuelas. Mujeres de Belfast. Son «Muerte al papa», «Nada de católi- talabarte blanco en el costadO, mar-
ellas las que vallan las calles de su cos aquí», «El IRA es el ejército de cando el paso bajo la mirada emocio-
gueto cuando un muchacho ha sido Roma», «Católicos= Demonios», de- nada y orgullosa de los miles de per-
maltratado 6 abatido . Rara vez los limitan generalmente la entrada del sonas amontonadas a los lados de la
soldados fuerzan estas barreras. Aga- gueto legitimista. calle. Extraña impresión la que pro-
chadas, golpean el suelo con las tapa- ducen los desfiles legitimistas, donde
deras de cubos de basura de hierro, miembros de las logias otangistas 3
pitan. Un alboroto de cólera caracte- Recuerdos con sombrero hongo, el sable al hom-
rístico de los guetos. Están en todas bro, y paramilitares de los partida-
las marchas, en todas las procesio- Sobre todo, la historia vuelve en rios del Ulster son ovacionados por la
nes. Cuántos hombres sacados del todos los ladrillos. En Irlanda del muchedumbre delirante de su barrio .
pub por su mujer para que corten Norte se pueden prever las grandes Impresión de irreversibilidad total,
una carretera o, simplemente, que fechas de disturbios. Las cosas irán como si, de un momento a otro en la
estén presentes, por respeto a una mal en Derry el 26 de febrero próxi- calle, los dos cortejos tuvieran nece-
nueva víctima o un nuevo drama. mo, en el Belfast católico, Pascua y el sariamente que chocar. Estupor tam-
Durante las huelgas de hambre de 9 de agosto serán grandes momentos bién al ver a los clandestinos de los
1981, 2 las mujeres rezaban de rodi- de tensión. Entre los legitimistas, el dos bandos, terroristas de todos los
llas bajo la lluvia, con el rosario entre 12 de julio lógicamente acabará mal. medios de comunicación, llevados
las manos unidas. Pelean también, a 1972 y el domingo sangriento de triunfalmente por esos fragmentos de

había cincuenta cines


En los guetos, sean en Belfast, /as
nacionalistas o autoridades de
legitimistas, no creen Irlanda del Norte
en el milagro, ni, prohibieron la
además, en /os película Blancanieves
cuentos de hadas. Ya y los siete enanitos a
en 1938, cuando /os niños.

DEBATS N. o 20 69
TEMAS DE HOY

ciudad gritando que tengan cuidado ros y los patronos protestantes. Más necen al pasado. Reconstruir las ca-
porque sus armas están cargadas. cerca de nosotros, un estudio del Fair sas de los católicos. Tanto peor si los
Ciudad de códigos, de tiempo sus- Employment Agency's Investigation, protestantes las destruyen por la no-
pendido y troceado por un puñado de publicado en diciembre de 1983, che, si los albañiles legitimistas se
fechas luminosas o sangrientas donde mostraba que Irlanda del Norte cuen- niegan a trabajar en ellas, si los ar-
todo lo que significa felicidad para ta con un 69'30f'o de funcionarios pro- quitectos conciben el objeto como
unos es desgracia para los otros. testantes.6 Existe un 87'30Jo de ar- una plaza fuerte, todo lleno de muros
Otro recuerdo obsesiona a Belfast, quitectos protestantes, 77'30Jo de ve- protectores de troneras y de hierro
perceptible en la manera como la terinarios y el cuerpo médico está forjado más defensivo que decorati-
gente habla con respeto del alimento: formado en un 84' 60Jo de miembros vo. Fingir que el urbanismo renace en
el hambre: «Quien no sabe que hubo de la comunidad legitimista. En gene- Irlanda del Norte. Construir una
hambre en Irlanda -les gusta decir a ral, por razones que provienen tanto autopista en medio de la ciudad.
los viejos-, no puede entender nada del sectarismo como de la seguridad, Tanto peor si está pensada por el
del país.» Golpeó en todas partes, el un patrón protestante se niega a em- ejército británico para rodear Bel-
hambre, sin distinciones ni preferen- plear trabajadores católicos y la con- fast, dividir, fracturar los guetos
cias. Una maldita enfermedad de la traseña «trabajo para los legitimis- nacionalistas para compartimentar-
patata que, de 1846 a 1848, llevó bajo tas» continúa siendo hoy terrible- los mejor y permitir una intervención
tierra a más de un millón de irlande- mente actual. más rápida de las fuerzas de seguri-
ses. En 1847, mientras agonizan en Para los británicos, ante todo, un dad. Fingir que los inversores pue-
los pueblos y los patios sin higiene, el imperativo: disimular. El ejército in- den, de nuevo, confiar en la ciudad .
barco Swatara, llegado de Londres, terviene poco en los disturbios. Fin- En los guetos, sean nacionalistas o
desembarca el tifus en los muelles de gir que se trata de un asunto de lapo- legitimistas, no creen en el milagro,
Belfast. Cada semana se admiten 660 licía. Las rejas que rodean el centro ni, además, en los cuentos de hadas.
personas en los hospitales, una fami- de la ciudad comercial permanecen Ya en 1938, cuando había cincuenta
lia de cada cinco se ve afectada y los mucho más abiertas que en el pasado cines en Belfast, 7 las autoridades de
más pobres son los primeros en mo- y los registros a la entrada de las tien- Irlanda del Norte prohibieron la pelí-
rir. Los cementerios están llenos. Li- das son mucho menos sistemáticos. cula Blancanieves y los siete enanitos
teralmente. Si bien no se hace nin- Fingir que las bombas del IRA perte- a los niños. D
gún recuento serio de los cadáveres,
la Charitable Society estima, en el
mes de junio de 1847, que no se dis-
pondrá de ninguna plaza en tierra
hasta el 1 de julio.
NOTAS

Trabajar (1) Desde el acuerdo anglo-irlandés francmasonería protestante basada en


de noviembre de 1985, concediendo a la ayuda mutua entre legitimistas y en la
La miseria también obsesiona la Dublín el derecho de observar los asun- adhesión a la corona de Inglaterra.
conciencia de Belfast. Miseria de ayer tos de Irlanda del Norte, los .unionistas (4) Ballymurphy cuenta aproxima-
protestantes, sin dejar de estár mayori- damente 'con 4.500 habitantes.
y de hoy. Lejos de las revueltas del tariamente unidos a Londres, juzgan · (5) Los astilleros Harland and
hambre del 28 de febrero de 1916, un que el gobierno británico les ha traicio- Wolf, donde se construyó el Tifanic
estudio del Child Poverty Action nado. (hundido el14 de abril de 1912), fueron,
Group de 1980 basado en los guetos (2) Con Bobby Sands a la cabeza, desde siempre, la plaza fuerte de los lé-
más desprovistos (Turf Lodge, New diez republicanos irlandeses, miembros gitimistas de Irlanda del Norte.
Lodge, Tullycarnet) mostraba que de del Irish Republican A.rmy (IRA) Y del (6) Irlanda del Nort~cuenta aprox~­
mil familias, dos tercios vivían en o Irish National Liberation Arrny (INLA), madamente con un mi11611 de protestan-
por debajo del umbral de la pobreza. murieron durante una huelga de ham- tes por quinientos mil católicos, pero es-
El paro afecta a todo el mundo en bre para obtener el estatuto de prisio- tos últimos, en muchos casos, rechazan
neros políticos entre los meses de mayo los censos británicos.
Belfast, pero los católicos lo sufren (7)
y novie111bre d:e 1981.
bastante más que en la comunidad
~ac. t.,p,J.; de~,¡,,,4~ .<?ra:11:g~11
protestante. Sin hablar del miserable ,1H 1·

gueto nacionalista de Ballymurphy,


pobre entre los pobres, donde un
870Jo de la población activa está en el
paro, 4 se contaba en 1980 aproxima-
damente un 280Jo de parados en New
Lodge, 38'50Jo en White Rock y por-
centajes similares en las otras zonas
nacionalistas.
La discriminación entre las dos co-
munidades no se para aquí y afecta
también al mundo asalariado. En
1920, por razones religiosas, catórce
mil obreros católicos fueron despedi-
dos de los astilleros de Belfast 5 y de
las fábricas de la ciudad por los obre-

70 DEBATS N. 0 20
TEMAS DE HOY

la espada sobre la cabeza de los que


siempre se han negado a compartir el
poder en este extremo de Irlanda. No

CRECER EN DERRY porque puedan, de un día a otro,


convertirse en un ejército capaz de ti-
rar fuera de la isla a los descendientes
de los conquistadores, sino simple-
LONDONDERRY (IRLANDA) mente porque son niños y numero-
sos. Todos los esfuerzos de los «legi-
timistas» han tropezado con una
simple evidencia. Creyeron, en el
momento de·la partición de Irlanda,
que podían hacer de esa pequeña por-
ción de tierra, cortada con escalpelo
(el Ulster) una muralla entre la Coro-
Michel Seonnet pos mal asegurados por una altura na . y la República. Creyeron que se-
que los amenaza, los sobrepasa, y los rían siempre mayoría en este último
lanza antes de tiempo entre las preo- reducto de sus pasadas conquistas .
e CRECER? Pero ¿hasta cupaciones de los adultos, mientras Simplemente, habían subestimado la
dónde? ¿Hasta la pasa- que la hora de los juegos no siempre propensión gaélica -mezda de mo-
(, rela del barco que lleva se ha cerrado. Jugar -y ser ya ral católica y de obstinación céltica-
-y exilia-? ¿Hasta la altura del fu- mayor-. Jugar -y saber lo que sa- a hacer de cada familia un clan de
sil que apunta, dispara y fulmina des- ben los adultos: el dinero que falta, la diez, quince o veinte miembros (co-
de los dos lados al mismo tiempo? tristeza de las visitas a las cárceles y mo si para estos Gaels aferrados a lo
¿Crecer para tener por fin la vista a a los cementerios-. Jugar -y ser que les quedaba de tierra miserable,
la altura del objetivo de las cámaras adulto (sin haber tenido tiempo para la infancia sólo pudiera ser honrada
que no se pierden ni un solo gesto de crecer)-. Posiblemente es esto lo empezando a contar a partir de diez).
los ojos del niño -ahí, en la esquina que les reúne a la salida de la escuela, El resultado había tardado en apa-
ha habido tantas bombas escondidas del colegio o del primer trabajo. Lo recer claramente. Pero ahora estaba
en los coches, ¿no es cierto?, tantos que hace que se reúnan a la menor ahí, haciendo los cálculos sórdidos
niños que, en cuanto saben levantar ocasión (cumpleaños, vecino muerto, del seccionamiento completamente
una piedra, la tiran contra el Land conmemoración o huelga de hambre). inadecuados: no solamente London-
Rover gris que pasa-? Crecer, pero Siempre en el mismo sitio, siempre en derry había acabado convirtiéndose
¿para qué? ¿Para seguir al padre a la el mismo cruce donde la vanguardia en una ciudad de mayoría católica,
oficina de desempleo (y después en la del gueto católico golpea como un sino que éstos no habían dudado, en
gira por los pubs)? ¿Para seguir al dique la calle mayor -tiendas, des- sesión oficial del consejo municipal,
hermano tras los barrotes de Long pachos, restaurantes que harían creer en votar el cambio de nombre de la
Kesh, en una vida que no es más que que, después de todo, Derry es una ciudad, quitándole toda referencia
fuga antes de convertirse en muros? ciudad como otra. inglesa, y en denominarla Derry, sim-
Crecer. ¿Para huir? ¿Para pelear? Los otros, enfrente, son tan fieles plemente. Derry, como siempre, clan-
Para volver a empezar -desde hace como ellos. Responden a las piedras destinamente, en un combate cotidia-
generaciones, desde las lejanías de la y a los cócteles Molotov con plastic- no, la habían llamado: Derry quiere
memoria que se transmite en la espu- bullets, balas de goma que -dicen decir «roble» en gaélico.
ma negra de la cerveza o en el calor los manuales oficiales- lanzadas de
vago de la turba que humea-, para lejos, a ras del suelo, tienen un efecto
volver a empezar lo que nunca ha te- disuasorio sin ser peligrosas, pero Historia(s)
nido futuro, ni tierra habitable, ni que -y regularmente los niños lo
nada que colocarse bajo la almohada experimentan- disparadas de cerca, Y, sin embargo, cuántos esfuerzos,
y decirse que por fin se puede dormir directamente, a la altura de la cara, cuántas políticas puestas en marcha
tranquilo (sin temor de los perros hacen, de niños crecidos demasiado para que esto no sucediese nunca.
que ladran por la noche al paso del pronto, niños «tontamente» muertos Los descendientes de los conquista-
ejército de ocupación, sin temor de en lo que ya no es un juego. dores habían creído que bastaba con
los aullidos de las sirenas, y de los ¿Crecer? ¿Para morir en una es- privarlos de trabajo, de alojamiento,
gritos dolorosos del hambre que nun- quina por una bala de goma que, de con vejarlos y maltratarlos para que
ca abandona totalmente el vientre ... ). comisión en comisión, no se deja de entrasen por fin en la civilización de
¿Han crecido demasiado pronto repetir que no tiene absolutamente los nacimientos controlados. Para
estos chicos que recorren las calles de ningún peligro? ¿Morir por una bala que tuviesen menos hijos. Si bien po-
Derry y que atraviesan el puente con que no mata? ¿Quiere esto decir que día decirse que todos estos esfuerzos
las mayores precauciones (pues, al no han vivido? no habían sido vanos (sin el éxodo
otro lado, es territorio de los otros Js there a lije bejore death? (¿Hay masivo hacia los USA, Canadá o
-los «legitimistas»- y no tienen una vida antes de la muerte?) Australia, hace tiempo que la barra
igual -dicen- para identificar al Antes de la muerte, hay la guerra fatídica habría sido sobrepasada -y
primer vistazo al paddy [nombre ge- - siempre la misma desde hace no solamente en el condado de
nérico del estilo de «bougnoule»*] siglos-. Una guerra de la que los ni-
que se aventura en sus barrios)? ¿Han ños no son las víctimas inocentes, * En francés, término racista y des-
crecido demasiado rápido -ellos que puesto que son su centro. El centro y pectivo para designar a Jos inmigrantes
no saben dónde crecer-? Sus cuer- lo que está en juego. Son la amenaza, norte-africanos.

DEBATS N. 0 20 71
Crecer, pero ¿para al hermano tras los
qué? ¿Para seguir al barrotes de Long
padre a la oficina de Kesh, en una vida
desempleo (y después que no es más que
en la gira por los fuga antes de
pubs)? ¿Para seguir convertirse en muros?

Derry-), sin embargo, se trataba de con avenidas trazadas con cordel, desgarbados que, como los árboles
un consuelo frágil. Ahora la amenaza con expropiaciones, en la periferia. que han tenido que luchar para llevar
se generalizaba. ¿Cuánto tiempo les Sin embargo (y esto lo supieron a sus ramas hacia el sol, hablan de su
quedaba? Todo el rechazo de los «le- continuación) el bog no era solamen- obstinación en crecer -cuando no
gitimistas» a compartir el poder tenía te una denominación geográfica. Era hay sitio para ellos-? ¿Es para cami-
sus razones en ese miedo visceral: que un estado de ánimo. nar sobre la turba (agua y fuego), o
un día, ya no fuesen los únicos amos. Antaño, Derry era una isla, el Foy- para abrirse camino, para hacerse
A causa de los niños. Simplemente a le la rodeaba con sus dos brazos igua- sitio donde no lo hay? Van y vienen.
causa de ellos. De ahí la guerra. La les. Después el río se convirtió en un Y sus zapatones negros parecen pre-
guerra contra los niños. canal. Los hombres le ayudaron. El cederlos siempre un paso: agujerea-
No había sido previsto -y lo brazo que quedó es el que desde en- dos, demasiado grandes, manchados
saben-. O, mejor, todo ha sido pre- tonces divide la ciudad en dos (católi- de barro, pero necesarios para sus
visto para que no estén ahí -y es- cos a un lado, protestantes al otro). pasos.
tán ahí-. Son los supervivientes de ¿Se trata de un signo? ¡Incluso el Posiblemente no tengan conciencia
la guerra. ¿Crecer? Para eso haría puente que lo atraviesa es de doble de todo esto (de su__relación con el
falta existir. ¿Es eso lo que intentan vía! El otro brazo se ha convertido en bog). La historia contada demasiado
probar (su existencia) cuando escri- una turbera insalubre. Era el sitio a menudo en la velada ha perdido sin
ben sus nombres en paredes y empa- ideal para alojar a los católicos. duda su agudeza, su evidencia. Sin
lizadas? ¿Es en esas inscripciones Lo que el invasor no sabía (por embargo, no pueden librarse de ella.
donde encuentran, al pasar, la verifi- muy atraído que se sintiera ya por su Les impregna como una herencia que
cación, la prueba de su vida antes de destino de potencia carbonera) es ni · siquiera han tenido que recibir
la muerte? Escriben: que, por muy empapada de agua que -concedida incluso antes del
«No escribo por la gloria está la turba, siempre es posible se- nacimiento-. Aunque pertenezcan
»No escribo por el dinero carla y prenderle fuego. Y los niños al bog ya no hacen sacrificios a su le-
»Escribo para que se me recuerde y de Derry no se escapan de esta para- yenda. Pero lo llevan encima -como
por eso firmo con mi nombre». doja de la turba; agua y fuego, barro un cilicio pegado a la piel-. Incons-
A los que caerán golpeados de lle- de fuego. cientemente. Hasta el día en que las
no por un p/astic-bul/et, el mármol ¿Crecer con los pies en la turba? leyendas se despiertan en ellos y los
pulido del cementerio de Creegan La miseria siempre ha sido el destino ofrecen en sacrificio a una historia de
sólo les podrá ofrecer la misma de- del encuentro de la turba con el hom- la que son deudores (quieran o no).
manda de recuerdo y repetirá otra bre. El fuego no ha faltado por ello. Bog, «IRA», posiblemente sea la
vez: NO FUTURE. Por muy lejos que se expropie a las misma palabra -la misma búsqueda
En Derry, el grito de reunión de los familias republicanas, se llevan la de identidad-. La que se despierta
punks británicos ha encontrado a turba con ellas. Los guetos nuevos por las noches cuando los riots se ha-
menudo su propia tierra de cultivo. Y que se les «ofrece» no se escapan de cen más duros y las balas -las
esa tierra es la turba. El bog. la turbera. El fuego se incuba en auténticas- sustituyen el duelo des-
El bog -la turbera-. El Bogside ellos. igual entre las piedras y los p/astic-
es el principal barrio católico de ¿Es por eso que los niños de Derry bul/ets. Entonces, escondidos tras
Derry1 al menos, lo era. Lo era hasta (chicos y chicas) llevan en los pies montículos de tierra, los chicos que
el preciso momento en que elocupan- esos pesados borceguíes negros, ese reencuentran el sentimiento del bog,
te británico, que había constatado su calzado de protección (¿de qué se su contacto, hacen alzarse un coro
vitalidad combativa, se dedicó a des- protegen?), que parecen tan grandes -entrecortado, gritado, ritmado con
mantelarlo, a deshacer su cohesión para ellos, para sus cuerpos débiles y las manos, como cuando los delante-

La guerra está en
toda la ciudad -y no a causa de los restos
solamente a causa de calcinados de las
las patrullas del casas «bombeadas»
ejército de ocupación, por el IRA-.

72 DEBATS N. 0 20
TEMAS DE HOY

ros del equipo que se anima entran en porque los irlandeses que los hicieron cas de pie en un prado, lá que está
los dieciséis metros del enemigo-: piensan que ya son bastante numero- sentada es el toro irlandés. Una for-
«IRA/ 1-R-A/ tap-tap-tap-1-R-A/ tap- sos, y que por mucho que se manten- ma de contar verdaderas historias
tap-tap». El IRA, para los que así re- gan los lazos familiares, no llegan al falsas, o falsas historias vividas.
piten su nombre, no abre el futuro. extremo de permitir sacrificar una si- También una manera de vivirlas.
Permite reunirse con el bog -encon- tuación ya comprometida por la mul-
trar en él una identidad que no se titud de parados). Irse. Huir. Ir acre-
puede tener en ningún otro sitio-. cer a otro sitio. De otra forma. Es un
¿Identificación con el héroe? ¿Cuan- sueño (un mito) que se enfrenta al del El toro y sus pequeños
do el héroe es el vecino y el padre está IRA. Otra perspectiva social. Una
en el paro, a qué otra cosa adherirse forma de dejarlo todo atrás a cambio La pregunta (Is there a lije befare
para levantar la cabeza encima de las de una identidad de adopción (y el death?) ya era una emanación del
ruinas?, ¿para crecer? sueño de un regreso triunfal -en toro irlandés (un estado de ánimo,
Pocos de los que apoyan así al IRA vacaciones-). Es un sueño tenaz que como el bog). Si desapareció de las
acabarán por unirse a él. Sin embar- animan los relatos referentes al tema paredes es porque nunca había espe-
go, para todos será la «élite», el «cle- de los que han dado «el salto» -que rado respuestas, sino preguntas que
ro militan>, la única referencia que han tomado el avión o el barco. la prolongasen. Afirmaciones que la
permite denominarse: irlandés, cató- Pero es un mito que (de la misma profundizarían un poco más.
lico y republicano. forma que su simétrico) sólo está re- Los niños de Derry acabaron por
La causa republicana no es asunto servado a algunos. Otros (¿buscando encontrar al toro -en el Bogside- .
de partido, sino de familia . Tiene sus el compromiso? -marcharse sin Entonces se hacía llamar Paddy Do-
jerarquías (Juventudes gaélicas en la abandonar el bog por ello-) sueñan herty y tenía (decían) el honor de
primera emboscada, cantos tradicio- con Dublín, con el sur, con la ciudad haber sido bautizado «rey del Bogsi-
nales en la prisión de Long Kesh o de irlandesa. Pero nadie les espera. de» por el mismo reverendo Paisley.
Armagh). A su manera; es una autén- Tampoco allí hay sitio para ellos (o Paddy Doherty era fácil de recono-
tica carrera -una de las pocas posi- muy poco). cer. Sólo había que abrir el listín tele-
bilidades de «ascenso social»-. Se Entre la marginación y la huida, fónico y buscar en Doherty Paddy.
suben los escalones uno a uno. Con el entre el fusil y el barco (o el avión), No había menos de veinte. Se distin-
sentimiento de que no se asciende, los otros empiezan a vagabundear guía también por otras cosas. Como
sino que se hunde: en el bog, en ese -con sus pesados borceguíes negros por ejemplo por tener un hijo en
gaélico que los republicanos persi- precediéndoles siempre-. Estos no Long Kesh (se podían contar con los
guen desde la infancia, cuando, en- han podido (o no han querido) huir dedos de una mano los Doherty que
viados por sus padres al otro lado de de la guerra ni declararla abiertamen- no tenían un hijo en Long Kesh) Y
la frontera (over the border) , se pa- te. Y, sin embargo, la guerra está so- otro huido (los que no tenían un hijo
san prácticamente todas las vacacio- bre ellos. huido, es cierto, eran un poco menos
nes aprendiendo los rudimentos de La guerra está en toda la ciudad numerosos).
una lengua que nunca dominarán -y no solamente a causa de las pa- Así pues, Paddy Doherty. Y sus
verdaderamente (justo lo suficiente trullas del ejército de ocupación, a evidencias de toro irlandés. De este
para permanecer en medio, exiliados causa de los restos calcinados de las estilo: puesto que los muchachos no
a los dos lados de la frontera); en ese casas «bombeadas» por el IRA-. La tienen trabajo, sólo hay que propor-
gaélico cuyo aprendizaje saben que guerra está en el puerto de Derry cionarles uno; puesto que están do-
sólo se puede realizar en un lugar: donde ya fondean pocos barcos; en minados por la apatía (forma de la
tras los muros de la prisión de Long las fábricas de textiles que han cerra- desesperación), sólo hay que permi-
Kesh, en el «Laberinto» (the Maze), do en su mayor parte. Aquí la guerra tirles que hagan proyectos; puesto
en las celdas donde, atravesando las tiene otro nombre: la asfixia. Como que no salen del mito del héroe y de
puertas y corredores, una lengua vive si, de una vez por todas (pero sin la espera del Mesías, sólo hay que en-
como en ningún otro sitio . abandonar por ello sus pretensiones señarles a pensar por sí mismos;
Es el último escalón -el interna- territoriales), los «legitimistas» que puesto que la ciudad está en ruinas,
miento más profundo en las leyendas dirigen el Ulster hubiesen decidido sólo hay que comprar esas ruinas y
del bog. La mayoría nunca tendrá hacer del Foyle una frontera natural, reconstruirlas.
acceso a él. Y el IRA continuará sien- renunciando en la otra orilla a un pe- Algunos habrían hecho un progra-
do para ellos una vida por delega- queño trozo de tierra ingrata donde ma electoral de todo esto . Él no. Su
ción, una identidad prestada que los católi<;:os estarían como en resi- única obsesión: transformar los «no
cada entierro, cada conmemoración dencia vigilada pero privados de hay» en «hay».
despertará -con su cortejo de riots auténtica ayuda gubernamental, con En vista de las circunstancias
donde los más jóvenes harán su rito algunos subsidios solamente (de económico-políticas descritas ante-
· de iniciación. paro, de aprendizaje, etc.); una tierra riormente, es cierto, tenía todas las
abandonada solamente con lo nece- probabilidades de triunfar: nada de
sario para continuar sobreviviendo dinero, ningún apoyo, ningún local.
... Lejos de aquí. .. -pero con la distribución inamovi- En resumen, todo lo que se necesita
ble de la política y del ejército para para realizar esos proyectos. Según
También se puede huir del bog. Se que, al menos (si bien ya no cuestan la lógica del toro irlandés, por su-
dice que sólo los más afortunados lo casi nada), permanezcan tranquilos. puesto.
. consiguen. Encuentran, al alba, el Pero esta tierra era el bog. Y el bog Sólo había que ponerse al trabajo.
barco que les lleve a Australia (los no había agotado todos sus recursos . La lógica del toro irlandés (pues se
USA ya no representan el porvenir y Uno de ellos el irish bull (¿un «toro trata de ella) tiene otra característica.
el destino del emigrante -sin duda irlandés»?). Es simple: si hay tres va- La de la multiplicación. O, lo que es

DEBATS N. 0 20 73
TEMAS DE HOY

lo mismo, Paddy Doherty no estaba cena de casas fueron levantadas (en- ble apoyándose en el bog que Paddy
solo. tre ellas una biblioteca -lo que era Doherty define como «una pequeña
normal, pues la mayor parte de los comunidad que ha padecido el paro,
Here we are, folks! jóvenes eran casi analfabetos). la pobreza, la discriminación»? Dice:
Como es de suponer, no era sufi- «Yo soy una parte de esto, una parte
ciente. La reconstrucción de la ciu- de la lucha de esa gente -que intenta
¿Qué pasó cuando los niños de los alcanzar el mundo a través del tiem-
dad exigía (al menos para un Do-
borceguíes negros que repetían NO herty) que se restaurase también el po, que intenta encontrar las fuentes
FUTURE se encontraron con el toro castillo de los O'Doherty que flan- de su poder sobre el propio des-
irlandés (y sus dobles)? Las versiones queaba uno de los lados de la ciuda- tino-». Insiste: «Sé que para tener
difieren. Según la más cierta (pues dela de Derry. Paddy hizo visitar sus un futuro, la única vía posible es que
fue contada por alguien cuyo vecino ruinas. Era un antiguo campo trans- cada uno tome su propio poder.»
había oído hablar de la historia), más formado en aparcamiento. El único Y esta es la vía que ha comunicado
o menos les dijo esto: Here we are, problema era que pertenecía a un a los chicos de la ciudad. De ahí las
folks. Lo que, según la traducción particular, para colmo inglés. Así discusiones -para adquirir concien-
que hicieron, podía significar lo mis- pues, Paddy se fue a Londres y vol- cia de ese poder-. Las paredes de las
mo «Os toca jugar a vosotros, mu- vió con el certificado de venta. ¿De casas no han sido levantadas de otra
chachos», como «Ya no queda más dónde había sacado el dinero? Algu- forma. Son el signo - ahora visible
que arremangarse», o también «Ha- nos dicen que lo habría comprado para todos- de que en Derry crecer
brá que encontrar dinero». Lo cierto por una libra, después de una comida y construir son palabras equivalentes
es que los condujo ante una vieja con el interfecto. Y los mismos aña- (al menos en la lengua del toro irlan-
construcción que antaño había servi- den que lo revendió por 1.000 o dés).
do para formar a los oficiales del 10.000 (las cifras varían) a la ciudad Las casas reconstruidas son jalo-
ejército de la India. Era una ruina de Derry, utilizando la diferencia nes; otros tantos puntos de partida
que no interesaba a nadie. Se pusie- para transformar otra casa en taller para continuar creciendo, para que
ron al trabajo para ponerla en pie. de serigrafía. Otra vez, había discuti- los otros sepan que es posible crecer.
-¿Por dónde empezamos? -pre- do, y la casa había recuperado sus Que basta con confiar en el propio
guntó uno de los jóvenes. paredes y sus colores. porvenir. No es un futuro. Ya es pre-
-Nos sentamos y discutimos Algunos podrían dudar de la vera- sente. Un presente donde está escrito
-contestó Paddy. cidad de estas historias. Es cierto, que la Derry Youth Community
Era su forma de construir (y sabía hay demasiadas pruebas . Los niños W orkshop of Development (la Aso-
de lo que hablaba pues era carpintero de zapatos negros pueden, si se les ciación Comunitaria de los toros ir-
de obras). pide, acompañaros a visitar una a landeses) es actualmente el primer
Así pues se sentaron. Hablaron. Al una las casas arregladas. Incluso hi- empresario de Derry.
cabo de unos meses una parte de la cieron fotos mostrando las susodi- ¿Por qué crecer? Porque «incluso
construcción estaba arreglada. (Para chas casas en los diferentes estadios si morimos, si pasamos hambre, in-
los que se sorprendan, hay que preci- de su evolución -de ruina a flaman- cluso si se nos niega la educación, el
sar que, preocupado por la eficacia, trabajo, la dignidad, sabemos que, al
te edificio nuevo-. Pero si se les pide
Paddy había hecho venir, junto a que digan la verdad, que expliquen atardecer, esta tierra irlandesa que es
monitores de carpintería, de albañile- cómo hicieron todo eso, no dejarán nuestra se convertirá en un país y que
ría, de forja, a un monitor de comu- de deciros (puntuando su discurso formaremos parte de él. Espero que
nicación, necesario para aprender a con los jucks rituales): «¿La puta este sueño sea una parte de la reali-
hablarse y escucharse: era sordomu- barraca? Asquerosidad de paredes. dad y que la realidad no se negará a
do, y esto lo explica.) Dimos un buen golpe. ¡Ah, si hubo formar parte de este sueño». Son las
Pero la construcción era insacia- discusiones jilipollas ... ! » No conse- mismas palabras (según se dice) de
ble. «Lo mejor -se dijo Paddy- es guiréis saber más. Sólo las casas de Paddy (que posiblemente nunca ha
que la ciudad está llena de ruinas, va- pronunciado), pero en las que ha en-
paredes rosas, amarillas, azules; sólo
mos a reconstruirlas. Y en cada una el orgullo de la mirada de los chicos trado una buena cantidad de mucha-
haremos un taller que dará trabajo a que las levantaron; sólo sus manos chos . ¿Hay una vida antes de la
algunos.» muerte? Hay un sueño. Y ese sueño
encallecidas de tanto discutir.
Otra vez, Paddy y los jóvenes que busca en los escombros de las casas
trabajaban con él (ahora se sucedían destruidas las piedras angulares que
por oleadas de cien a ciento cincuen- En futuro le permitirán convertirse en realidad. D
ta, y permanecían dos años) se pusie-
ron manos a la obra. Se sentaron.
Discutieron. Y, una tras otra, una de~ ¿Crecer en Derry? ¿Sólo sería posi-

¿Crecer? ¿Para morir tiene absolutamente


en una esquina por ningún peligro?
una bala de goma ¿Morir por una bala
que, de comisión en que no mata? ¿Quiere
comisión, no se deja esto decir que no han
de repetir que no vivido?

74 DEBATS N. 0 20
TEMAS DE HOY

Vista de la ciudad

Vista de la ciudad, o, mejor, oído


de la ciudad, también es la guerra.
Durante todo el día, los helicópteros
blindados pasan para desembarcar
sus bombas o sus tropas a algunos ki-
lómetros del centro de la ciudad. Por
KABUL JAFGANISTÁN) la noche, la artillería entra en acción
para responder a los disparos o sólo
defensivamente, por si acaso ... A ve-
ces, es simplemente la ráfaga de un
centinela nervioso, o una riña entre
Olivier Roy bargo, el régimen no ha conseguido las dos facciones rivales del partido
constituir un cinturón de pueblos comunista. La actividad militar de la
OS maneras de llegar a Kabul: aliados para impedir la circulación de resistencia, además del azar de los
D en avión, o sea, oficialmente;
y por tierra, o sea, con la
resistencia. En los dos casos, la gue-
los resistentes: los campesinos de los
alrededores de Kabul han preferido el
éxodo a la colaboración y las tropas
proyectiles mal dirigidos, alcanza
poco a la población: las acciones de
los comandos se realizan desde las
rra salta a la vista. Por avión, las ma- del régimen, como los soviéticos, se afueras próximas y apuntan a objeti-
niobras de aterrizaje están lejos de las encierran en los anillos concéntricos vos muy claros (tanto conio lo permi-
normas de la asociación de pilotos de puestos fortificados, que cada año te la precisión de los proyectiles), las
de línea; ahora hay que lanzarse rápi- se extienden un poco más. redes interiores de resistencia se dedi-
do y desde arriba, mientras que el cir- La guerra es en · primer lugar los can más a la información que a la ac-
co montañoso donde se extiende la combates. La gran periferia de Kabul ción terrorista (a pesar de que ésta
ciudad imponía antes lentas circun- ha acabado por desaparecer bajo las conozca un claro recrudecimiento,
voluciones. Actualmente, el riesgo bombas. Paghmán, la ciudad de ve- pero siempre muy selectiva y dirigida
que suponen los misiles antiaéreos es raneo, construida en estilo rococó contra miembros del partido y de la
demasiado grande. El aeropuerto es por el rey modernista Amanullah, en policía secreta).
ante todo una base militar mantenida los años 20, con sus jardines, sus no- La actividad esencial de la guerrilla
por varios batallones de paracaidistas rias y sus villas, fue un bastión de la viene del exterior: los bombardeos,
soviéticos: los helicópteros blindados resistencia. Una docena de ofensivas como los ataques de comandos, son
despegan a docenas cada día, y el trá- desde 1980, a las puertas de Kabul, generalmente obra de grupos prove-
fico civil, aparte del avión semanal de sólo ha podido establecer un cintu- nientes de los pueblos próximos. Las
Air India, sólo está formado por Tu- rón de puestos rodeados de campos redes de terrorismo urbano han sido
polev o Ilyuchin (el último DC 10 de de minas. Centinelas se pasan la no- desmanteladas o se han replegado al
la compañía afgana, después de ha- che disparando a las sombras de los campo, aparte de algunos núcleos
ber sido alcanzado por un misil anti- resistentes que se ocultan todavía en muy profesionalizados. Los afganos
aéreo, fue vendido). medio de las ruinas. Cuanto más am- están mal preparados para la clandes-
Por tierra, es el viaje tan impropia- plían los soviéticos su perímetro de tinidad. Kabul, hasta 1978, no tenía
mente denominado «clandestino». seguridad, más se alarga el alcance de nada de gran capital del tercer mun-
En efecto, hasta los alrededores de la las armas de que dispone la resisten- do; seiscientos mil habitantes que se
ciudad se viaja abiertamente con la cia. Los proyectiles chinos de 107 mi- agrupaban según su región de origen.
resistencia. Sin embargo, la situación límetros, ahora standard, tienen un En la orilla derecha del río está la
ha cambiado mucho desde 1984. El alcance de cinco a diez kilómetros. vieja ciudad, bazar entrelazado de
esfuerzo del ejército soviético se diri- Los transportan dos hombres y se callejuelas, de patios y cortado,
ge en dos direcciones: cortar las vías disparan en salvas sobre soportes de como por un bulldozer, por las arte-
· de comunicación con el Pakistán ve- doce tubos o colocados en tierra sim- rias recientes. En la orilla izquierda,
cino y rodear la ciudad de una zona plemente sobre unas piedras. Desde la ciudad nueva, con los ministerios,
de seguridad. Ahora bien, el camino la caída de la noche, comienzan los las embajadas y las villas residencia-
de Kabul pasa por las vías que permi- fuegos artificiales. Se apunta grose- les, sucesión de pequeños edificios a
ten aprovisionar todo el norte de Af- ramente: el barrio soviético de Mik- menudo rodeados por jardines; más
ganistán y que son cotidianamente rorayon, ·¡a embajada de la URSS, allá, los barrios residenciales, donde
bombardeadas y regularmente em- transformada en pequeño fuerte, o se amontonan al ritmo del éxodo ru-
boscadas por los comandos sovié- los ministerios . Pero, como éstos se ral. Por último, los campamentos de
ticos. Ahora, a menudo hay que via- encuentran en medio de las embaja- los nómadas, en vías de «chaboliza-
jar de noche y a pie. En los alrededo- das, sucede a menudo que un proyec- ción», los pueblos atrapados por el
res de Kabul, el paisaje se ha vuelto til aterriza en casa de honorables di- reciente crecimiento urbano, y, por
siniestro desde hace dos años: pue- plomáticos. Es tal el peligro, que ya todas partes, las instalaciones milita-
blos destruidos y cosechas incendia- en otoño de 1984 la comunidad res, con sus sacos de arena, alambres
das, aparte de algunos campos de ha- diplomática pensó en evacuar a sus de púas y torres de observación.
chish, respetados por los que son los familiares. Y después, uno se acos- Nada de torres ni de grandes edifi-
mayores consumidores locales. La tumbra. En invierno los disparos cios, excepto en Microrayon; algunas
población ha huido y los resistentes disminuyen, pues el frío y la nieve pequeñas fábricas, hacia el sur, que
no disponen de albergues ni de casas impiden el movimiento de los resis- funcionan al ralentí; las sarays, cara-
para guarecerse por la noche. Sin em- tentes. vaneras de chapa ondulada, donde se

DEBATS N. 0 20 75
Si se añade el hecho comprende mejor que .
de que todo hombre los jóvenes
de quince a cuarenta resistentes hayan
años puede ser abandonado muy
enrolado pronto la ciudad para
forzosamente en el irse al pueblo, donde
ejército, se conservan lazos.

amontonan camiones multicolores en to la ciudad para irse al pueblo donde vado. El pequeño comercio es el arte
cada entrada de la ciudad; un silo, conservan lazos . Los cuadros del ge- de componérselas. En la ciudad, el
ruso, enorme e incongruente, que vi- neral Massud, en el valle de Panjshir, abuelo se encarga de la tienda, exento
gila al pie de las montañas ... situado a ochenta kilómetros de la de cualquier reclutamiento forzado.
Todos se conocen dentro de su me- capital, son, sin embargo, ciudada- Un viejo tío conduce el camión hasta
dio; las relaciones familiares y el nos. Así, los grupos de combate que el último control gubernamental,
clientelismo vencen a la elección polí- operan sobre Kabul están compues- después el padre transita a través de
tica, excepto para los islamistas, pun- tos por gente venida de la ciudad y las zonas mantenidas por la resisten-
ta de lanza de la resistencia, y para que han vuelto a sus pueblos de ori- cia que no tiene ninguna veleidad de
los comunistas. Es muy difícil crear gen, o de otros que nunca abandona- controlar el comercio. En los bazares
una red totalmente clandestina. Los ron esos pueblos. de los mojahidin, los hijos jóvenes se
activistas de todos los partidos se co- encargan de la tienda o aseguran la
nocieron en los campus universitarios compra de materias primas o de los
en los años 60: sea cual sea su nom- bienes de consumo que van a ser
bre de guerra, las caras son conoci- Kabul, ¿ciudad sitiada?
transportados a la ciudad. Muy fre-
das. Esto explica el aplastamiento de cuentemente, el camión sólo atravie-
las redes antisoviéticas formadas por En absoluto. Se entra y se sale; sa·el territorio de la resistencia y va a
antiguos maoístas, en su mayor parte abiertamente si no se es un adulto va- aprovisionarse a la frontera soviética
estudiantes, lo mismo que sus adver- rón de quince a cuarenta años, clan- o al Pakistán: exporta pieles y frutos
sarios: sin posibilidad de replegarse destinamente si se pertenece a esa ca- frescos o secos (recolectados en la
en el campo, sus miembros estaban tegoría. zona de la resistencia, pero negocia-
demasiado expuestos al reconoci- De hecho, ni a los soviéticos ni a dos en Kabul) y trae té y bienes de
miento o a la delación. En Kabul hay los resistentes les interesa rodear Ka- consumo, comprendido material hi-fi
pocos urbanos en sentido estricto. La bu! de un cordón sanitario, y esto, japonés. Generalmente, el pasaje es
mayoría de las familias, sea cual sea por la misma razón: económica. Las negociado directamente entre los sin-
su rango social, tienen un pie en el carreteras están abiertas y los camio- dicatos de comerciantes y la resisten-
campo: inmigrantes pobres y recien- nes, cargados de mercancías, entran cia, por medios financieros; a cam-
tes, de los cuales una rama se ha que- y salen de la capital. Ciertamente, bio, la resistencia no pide impuestos
dado en el pueblo natal, aristócratas, hay que pasar puestos de control: gu- sobre el camionero y no coloca minas
que conservan el territorio familiar bernamentales -los más laxos-, so- al azar. Los comerciantes se encargan
como lugar de veraneo, familias de la viéticos -los más corruptos-, y re- de informar a los mojahidin cuándo
pequeña burguesía, con un hijo fun- sistentes, cuya actitud depende de los camiones aparentemente privados
cionario, otro comerciante y dos o partidos que representan: puntillosos transportan bienes a cuenta de los ne-
tres granjeros . Pues, para mantener a y exigiendo el impuesto revoluciona- gocios de Estado: entonces se confis-
la familia junta, se necesita al mismo rio, o familiares y relajados. No des- ca la carga, pero el conductor obtiene
tiempo dinero líquido, productos de cribimos con esto un orden de suce- un recibo para que no le acusen de
la tierra y relaciones. Si se añade el sión, pues se puede encontrar una haberse apropiado de la mercancía; a
hecho de que todo hombre de quince barrera de resistentes entre dos pues- petición de los comerciantes de Ka-
a cuarenta años puede ser enrolado tos de control gubernamentales o so- bu!, los resistentes nunca bloquearon
forzosamente en el ejército,. se com- viéticos. la circulación en el túnel estratégico
prende mejor que los jóvenes resis- Abrumado por las dificultades, el de Salang más que algunos días : han
tentes hayan abandonado muy pron- gobierno deja funcionar al sector pri- llegado al extremo de preparar minas

Kabul es una ciudad


refugio. No es raro envíe a su familia a
para un jefe de la refugiarse no al
resistencia, sobretodo Pakistán , sino a
si es persáfono, que Ka bu l.

76
Cansancio, asco, Pakistán u Occidente.
impotencia, los Quedan sobre todo
verdaderos kabulíes las mujeres, los
abandonaron la viejos y los niños,
ciudad, una parte muchos de los cuales
hacia el maquis, la llegan de los campos
mayoría hacia destruidos.

que sólo explotan con las cadenas ofensivas, así como el vaciamiento URSS que en los países occidentales .
metálicas de los tanques, pero dejan sistemático de la población civil en Bajo el antiguo régimen, las becas
pasar a todo lo que circula sobre neu- las zonas de combate, han creado para Occidente, los cargos de genera-
máticos. una falta de bienes alimentarios y un les y de altos funcionarios se reserva-
Kabul continúa siendo una plaza encarecimiento de la vida cotidiana. ban para los hijos del establishment.
económica y financiera importante. Pues Kabul es una ciudad refugio. Acorralados entre una aristocracia
Su función tradicional de lugar de No es raro, para un jefe de la resis- occidentalizada y un campesinado
cambio de todas las divisas de Asia le tencia, sobre todo si es persáfono, muy musulmán, la intelligentsia
permitía conservar a la moneda na- que envíe a su familia a refugiarse, pequeño-burguesa vio en el marxis-
cional, el afghani, en un curso eleva- no al Pakistán, sino a Kabul. Se ha mo las condiciones para acceder si-
do, que sólo empezó a bajar en 1984. hablado de la urbanización forzada multáneamente a la modernidad y al
Pero la pequeña com.unidad hindú y como de una técnica anti-guerrilla (a poder. Desde el día siguiente al golpe
sikh que tiene el monopolio de las propósito de la guerra del Vietnam). de Estado del 27 de abril de 1978, las
transacciones financieras conserva Pero en Kabul, la resistencia se dedi- avenidas de Kabul se dividieron entre
su preponderancia y circula sin pro- ca también a la urbanización forza- jóvenes con pañuelo rojo que regula-
blemas de Nueva Delhi a Kabul. La da. ¿Significa esto que se lanza en la ban la circulación. En las administra-
negativa del régimen a lanzarse al trampa, o que el régimen o controla ciones la lumpen-inte/ligentsia toma
control de la economía es también a esta población? el poder. La hemorragia de los man-
realista. La guerra ha rn.ultiplicado la Exteriormente, Kabul a p a r e e e áos comunistas, debida a las luchas
población de Kabul por tres y la como el bastión del régimen y el úni- internas del partido más que a la ac-
URSS no puede asegurar la subsis- co lugar donde puede ejercerse una ción de la resistencia, desplazará el
tencia de tanta gente. Carne, trigo y sovietización real de la población. centro de gravedad del partido hacia
madera para calefacción vienen del Sin embargo, también en esto la rea- los adolescentes atiborrados de ar-
campo. Lo que subsiste de industria lidad es más compleja. mas.
está controlado por el régimen, pero El movimiento comunista en Afga~ Esos controles de muchachos arro-
los transportes como el comercio son nistán siempre ha sido un fenómeno gantes, blandiendo kalachinovs a la
libres y las mercancías japonesas se puramente de Kabul, incluso aunque menor contrariedad, mercenarios de
extienden sobre un mercado que no los miembros más duros del partido la nueva burocracia, son un espec-
está limitado por el control de cam- (el Partido democrático del pueblo de táculo común a muchas ciudades en
bios, ni por las licencias de importa- Afganistán) sean de origen rural y guerra.
ción. El comercio de Kabul, ciudad más precisamente tribal. Pero todos
«comunista», está menos controlado han pasado por los institutos de Ka-
que en Francia. Sin embargo, incluso bu! (sobre todo, el instituto Khoshal
aunque las comunicaciones no se blo- Khan Khattak, reservado a los hijos El orden
queen intencionadamente por ningu- de pequeños notables tribales), por
no de los dos bandos, la vida es difícil las escuelas normales de maestros o Sin embargo, no hay anarquía en
y la inflación importante en un Kabul por el ejército. Todos sienten un pro- Kabul, pues detrás del revoluciona-
superpoblado, donde es más fácil en- fundo desprecio por el campesinado, rismo de los comunistas locales, está
contrar un reloj japonés que madera que consideran oscurantista y bea- el orden soviético. Los consejeros so-
para la calefacción. El empobreci- to . Todos sueñan con una moderni- viéticos están en todas partes: en el
miento del campo, la destrucción de dad, pero modernidad a su alcance, ejército, en los ministerios, en las
las cosechas por los soviéticos en sus que para ellos se encarna mejor en la denominadas organizaCiones de ma-

La disciplina es muy
relajada en el ejército efectivos está
rojo, donde una borracha desde por la
buena parte de los mañana.

DEBATS N. o 20 77
TEMAS DE HOY

sas. La sovietización de la capital va ciantes se quejan; un oficial soviético Más refinados, los embajadores de
por buen camino. Aquí el mode- tiene menos dinero que un hippie Islamabad consiguen excelente ca-
lo soviético se aplica servilmente americano y el rublo no es nada apre- viar, destinado a los oficiales. Es re-
como una calcomanía: un partido ciado. Así, no es de extrañar que un comendable encargar que lo reserven
omnipresente que estructura toda soldado aislado sea apuñalado o que con ocasión de una fiesta.
una serie de organizaciones, cuya fi- UJla bomba caiga sobre un grupo de Entonces, ¿qué compran los sovié-
nalidad es encerrar al individuo en civiles barrigudos. Todo el mundo ticos? Frutos y hachish para el solda-
una red de la que no puede escapar. hace las compras con un colt en el do raso, pero también aparatos ja-
La ciudad está dividida en once cir- cinturón o un kalachnikov bajo el poneses, relojes y vídeos para los
cunscripciones, cada una con su co- brazo. oficiales. Por otra parte, estos bienes
mité de partido, su organización de La disciplina es muy relajada en el son «tomados» en las operaciones de
mujeres, de jóvenes, su grupo de de- ejército rojo, donde una buena parte control fueta del centro de la ciudad.
fensa de la revolución y, por supues- de los efectivos está borracha desde La mayor parte de los prisioneros so-
to, en todas partes, la policía secreta, por la mañana. Los accidentes decir- viéticos en manos de la resistencia
el khfld (servicio de información del culación se multiplican, con los des- fueron sorprendidos, no en combate,
Estado). Omnipresencia del miembro perfectos que se puede imaginar sino cuando hurtaban frutos o nego-
del partido -el hezbi-, el chivato y cuando un tanque de treinta y seis to- ciaban cartuchos a cambio de ha-
el miliciano. Las calles están igual- neladas se pasa un semáforo en rojo: chish (de ahí la indulgencia de los re-
mente vigiladas por el ejército y los setenta muertos en un accidente se- sistentes ante sus prisioneros: otra
helicópteros soviéticos pasan en vue- mejante en la primavera de 1985. vez clientes que han acabado mal) .
los rasantes sobre los tejados a cada Ningún policía afgano se atreve a le- La imagen que los afganos tenían de
alerta. vantar acta, pero a veces estalla una la URSS se ha degradado. Para los
Los jóvenes son objeto de la parti- riña entre soldados so.viéticos y mili- pequeños comerciantes de la ciudad
cular predilección del régimen que tares afganos, sobre todo si estos últi- nueva, como para el empleado a
multiplica las guarderías y orfelina- mos pertenecen a la fracción khalq quien quitan el reloj en un control de
tos, dando oficialmente a la escuela del partido, ia más dura pero tam- identidad, la URSS ya no encarna
la función de formar políticamente a bién la más nacionalista. una forma de modernidad, ni siquie-
la juventud. Banderas y retratos del ra barata. Y circula una idea que
líder bienamado, Babrak Karmal , introduce un nuevo .elemento en el
adornan la ciudad, recorrida regular- Business? debate que divide a los expertos occi-
mente por inmensas manifestaciones dentales en geoestrategia: «Los rusos
de ciudadanos tras diez filas de mili- da, Business? han invadido Afganistán porque no
tantes y que denuncian blandamente tenían nada para· comer en su tierra».
la invasión americana de Granada o El mercado negro es floreciente. Gushné (hambriento), es la palabra
escuchan interminables y ampulosos Los soviéticos venden todo, excepto que el pueblo llano utiliza espontá-
discursos en favor de la política de los vehículos y los tanques. Se pue- neamente para designar al soviético
paz de la URSS. den comprar uniformes completos, de base. Solamente los dignatarios
También se abren salas de fiesta, botas, pero también gasolina, neu- del régimen de Kabul, los viejos nota-
clubs de amistad soviético-afgana y máticos y cualquier pieza suelta. El bles y los niños de las escuelas que
exposiciones que van desde el arte de mercado negro se hace a gran escala. han paseado por Asia central sovié-
la república soviética de Uzbekistán a Los comerciantes de Kabul, agrupa- tica durante el tiempo que dura un
la celebración del día del libro pola- dos en corporaciones que no tienen paseo, vuelven con una imagen posi-
co. Vodka y cerveza checa corren a nada que ver con los sindicatos ofi- tiva de la patria del socialismo, pron-
mares. ciales, aseguran el comercio al por to desmentida por los que han vivido
Sin embargo, el control es muy su- mayor de los bienes soviéticos. El allí durante años, pero que, aunque
perficial. La sociedad civil continúa mercado local se satura rápidamente se hayan vuelto anticomunistas, les
viviendo al margen del Estado. El y entonces se dirigen a los clientes ex- cuesta desligarse de un régimen que
mismo ejército soviético es el símbolo teriores: la resistencia y Pakistán. les ha dado un diploma -por otra
de esta yuxtaposición tan típicamente Los resistentes compran todo lo que parte sin valor- y la seguridad de un
soviética de rigor y laxismo. Los so- es equipamiento militar; se cuenta empleo.
viéticos evitan por prudencia exten- que el comandante Massud compra Kabul no es Saigón: aquí es un im-
derse por la ciudad en período de cal- (y hace que se lo envíen directamente) perialismo pobre en una colonia des-
ma. Las tropas quedan acuarteladas diez mil pares de botas al año. No es provista. No es el ejército de inter-
en el aeropuerto, alrededor de la em- asombroso que un diplomático cons- vención que vuelca sus excedentes, es
bajada y del barrio de Microayon, tate, con sorpresa, que el soviético de más bien a la inversa: el ejército ven-
conjunto de viviendas ofrecido por la guardia ante la embajada francesa de sus productos de primera necesi-
URSS antes del golpe de Estado y que sólo tenga un cordel en vez de cintu- dad para adquirir los espejismos de
simboliza el apoyo del socialismo: en rón: el cinturón está en venta en el Occidente que serán revendidos en la
ese barrio se concentran las familias Panjshir por un dólar. En cambio, URSS (la prensa soviética ha anun-
de los funcionarios soviéticos civiles las raciones del ejército rojo se ven- ciado el desmantelamiento de una red
(alrededor de cinco mil) y los afganos den mal entre los resistentes, que tie- de oficiales que utilizaban lós ataúdes
leales al régimen. Cuando salen de nen hambre pero también buen gus- de los soldados muertos para pasar
ahí, los soviéticos se contentan con to. Así pues, se les encuentra en contrabando a la URSS). Como el
realizar sus compras en la ciudad Peshawar, en Pakistán, en las tiendas pequeño comercio sigue siendo libre,
nueva (Shahr-i Naw), antiguo lugar de lujo destinadas a la burguesía lo- los camiones que van a vender los
privilegiado de los camioneros y los cal y a los extranjeros: son conservas, productos afganos a Pakistán vuel-
turistas. En Chiken Street, los comer- son europeas, así que son «chic». ven cargados de vídeos y de radio-

78 DEBATS N. 0 20
Se encontraba en la
ciudad un
ciudad de Afganistán
relajamiento y una
libertad de que había elaborado
costumbres, en su propia cultura,
expresada en un
comparación con la
dialecto persa que
austeridad del campo.
distinguía a la capital
Kabul es la única
del resto del país.

cassettes, comprados de contrabando las dos facciones del partido, el khalq en la ciudad un relajamiento y una li-
en las zonas tribales pakistaníes. Asi- y el partcham. Y además, hay que bertad de costumbres, en compara-
mismo, las tiendas de antigüedades o preservar el porvenir, pues por mu- ción con la austeridad 0el campo.
de artesanía que han perdido su clien- cho que los camaradas soviéticos Kabul es la única ciudad de Afganis-
tela europea, abren sucursales en afirmen que el camino hacia el socia- tán que había elaborado su propia
Pakistán, a cargo de refugiados, y lismo es irreversible, ¿quién sabe los cultura, expresada en un dialecto per-
que pasan la producción afgana ante giros que podrían efectuar? Así, to- sa que distinguía a la capital del resto
las narices de los aduaneros ... pakis- dos informan a la resistencia, prefe- del país . Pastunes de origen así como
taníes, pues los gubernamentales af- rentemente a través de un hermano o persanófonos se reunían al cabo de
ganos, como los soviéticos, hacen la de un primo. No se trata por lo tanto una generación en una lengua y un
vista gorda. En cualquier caso, se en- de redes estructuradas, sino de cade- ambiente comunes. Criticona de pa-
cuentra de todo en Kabul, de cigarri- nas informales y difícilmente pene- labra, pero poco inclinada a las revo-
llos americanos a la hi-fi japonesa, trables, tanto más cuanto que la fuer- luciones, la ciudad veía pasar a los
generalmente más barato que en za de interpenetración recíproca soberanos como Jos golpes de Esta-
Francia. Los importadores occiden- entre el régimen y la resistencia hace do. El 27 de abril de 1978, acogió
tales, que vienen a realizar sus com- que no se pueda actuar con rigor con- pasivamente la toma del palacio pre-
pras discretamente en Kabul, provis- tra la familia de un resistente conoci- sidencial por los tanques de un ejérci-
tos de un visado en orden, no se do, pues tiene casi siempre un miem- to cuyo núcleo era el partido comu-
equivocan: alfombras afganas y de bro bien situado en el régimen . Así, nista. Los únicos muertos entre la
astracán se compran y se exportan sin nos enteramos de que un jefe hazara población civil fueron entre los curio-
problemas a precios sin competencia. ha matriculado a sus hijos en una es- sos que se precipitaron para no per-
El gobierno necesita divisas . cuela de Kabul, que el hermano de derse ni una migaja del espectáculo.
otro comandante es oficial del ejérci- Al principio, favorable a un régimen
to gubernamental y que cierto res- que parecía liberal, la ciudad se acu-
ponsable político de la resistencia rrucó bajo el terror de los comunistas
¿Sovietización? mantiene una correspondencia se- khalq. Sólo explotó durante el primer
mioficial con el responsable de un de- año de la invasión soviética, cuando
Se comprende que, en estas condi- partamento ministerial. Las noticias fueron ametralladas manifestaciones
ciones, la sovietización de la capital llegan al maquis en forma de peque- de estudiantes. Cansancio, asco, im-
continúe siendo superficial. No sola- ñas notas manuscritas: «Los soviéti- potencia, los verdaderos kabulíes
mente la economía y el comercio es- cos os atacarán dentro de diez días», abandonaron la ciudad, una parte
capan completamente al régimen, ex- «Los soviéticos han perdido un cen- hacia el maquis, la mayoría hacia Pa-
cepto una decena de fábricas, sino tenar de hombres en su última ofensi- kistán u Occidente. Quedan sobre
que la resistencia está muy implanta- va», «La familia tal propone un can- todo las mujeres, los viejos y los ni-
da en el pueblo y en la administración je de detenidos», etc. ños, muchos de los cuales llegan de
del régimen. Tiene sus redes entre los Además, tampoco se duda en traer los campos destruidos . Ahora, sólo
comerciantes, siempre bien informa- a la capital a un periodista clandesti- un puñado de supervivientes de la
dos y muy poco favorables al comu- no lo bastante inconsciente para co- odisea comunista, a los que se unen
ni smo, ·Y entre los funcionarios no rrer ese riesgo. En el verano de 1985, los colaboradores, mercenarios y jó-
miembros del partido, que siguen la resistencia paseó a un joven britá- venes que han vuelto de la Unión So-
siendo musulmanes o nacionalistas y nico, vestido de teniente del ejército viética, sigue representado, sobre la
.c onstantemente vejados por los mili- rojo, en un jeep soviético, conducido escena de una ciudad damnificada, el
tantes del partido que no les quitan el por el conductor afgano de un conse- Gran Guiñol de la revolución sobre
ojo de encima sin tener competencia jero militar ruso. una partitura venida del Gran Norte .
para ello. Pero la resistencia tiene
también sus redes en el mismo inte-
rior del partido . Ya hemos visto
cómo toda familia de Kabul que se
Acurrucada
respete tiene un pie en el campo, y las
solidaridades familiares o tribales Sin embargo, la apatía se· abate so-
vencen a las consideraciones ideoló- bre Kabul. Había un espíritu kabulí,
gicas, sobre todo si a esos lazos natu- muy vivaz, hecho de buen humor, al
·'3.les se superponen rivalidades entre límite de la picaresca. Se encontraba

EBATS N. 0 20 79
TEMAS DE HOY

ciudad ·sin esbozar ni el menor ges-


to ... En todo caso, no hubo gestos. Y
LA CIUDAD, una especie de impresion de desastre,
pero un desastre casi aceptado y que
no pisoteaban los que llegaban, es-
.LA GUERRA, taban alii con aspecto de decir: «Bue-
no, escuchad, estamos aqui, hacemos
nuestro trabajo, vamos a instalarnos
EL PERIODISTA aqui, nos vais a dejar aqui o alia, en
apartamentos, casas», pero todo esto
ENTREVISTA CON JEAN LACOUTURE sucedia, diria yo, a Ia buena de Dios,
pero de forma casi tecnica. Otra vez
ciudad sin guerra, es decir, Ia apuesta
vergonzosa de su guerra y Burdeos
lleno de una humillacion serena, aco-
giendo a los Verdes que llegaban. Los
Eric Sarner rra. Es una ciudad que es Ia capital de mismos de los que se deda que eran
uno de los grandes beligerantes y en correctos, todo el mundo lo sabe, se
-;,Que imagenes conserva de ciu- donde Ia guerra se escondia vergon- ha dicho mil veces, pero en fin, lode-
dades en guerra? Imagenes «profe- zosamente. No digo que haya que ha- dan : son correctos, es cierto.
sionales» o personates. cer sonar las espadas y fusiles en Ia
calle, pero entonces habia como una -Indochina, ;,no fue mucho mas
-En primer Iugar, vivi en Paris especie de desinteres; era Ia epoca en tarde?
durante Ia guerra. Llegue a Paris des- que se deda: Estamos «ganando el
de mi Burdeos natal a principios de Ia Marne blanco». De Gaulle lo habia -Justamente, el tercer recuerdo
guerra, en octubre de 1939. Eso era Ia dicho en una entrevista, pero no es- de ciudad en guerra seria Saigon, yes
no-guerra, simplemente las luces es- toy de acuerdo con el; cuando se hace un recuerdo francamente extrafio.
taban apagadas. Por lo demas, Ia Ia guerra el Marne es rojo. En fin, de Llegue a Saigon el 1 de noviembre de
guerra pareda ausente; habia hom- todas formas habia algo turbio en 1945, habiendome enrolado en el
bres uniformados que circulaban por aquel olvido de Ia guerra. Si, se habia cuerpo expedicion~rio bajo el mando
Paris; pero Ia guerra, Ia escondian declarado Ia guerra porque habia que del general Leclerc, y en el grupo que
casi como una llaga. Efectivamente, hacerlo, pero «cuanto menos se ha- se encargaba de Ia prensa, el grupo de
habia senores de uniforme, senores ga, mejor, y adem as, de hecho los oficiales de prensa.
de cabellos canosos que eran o nota- alemanes no tienen mantequilla, asi Llegue y empece a encontrarme
rios o abogados que se paseaban asi, que se moriran de hambre dentro de con jovenes vietnamitas que nos de-
de caqui, pero en fin , era a! mismo seis meses y pararan, trataremos de dan en las esquinas, en los cafes obs-
tiempo una ciudad en guerra y una recuperar Polonia». Era un espiritu curos por Ia noche: «En fin, estais
ciudad en no-guerra. Yo me habia he- post-muniques que, por otra parte, aqui, con uniformes franceses, vol-
cho unas ideas (era muy joven, tenia yo compartia probablemente. Asi veis a! · Vietnam, pero estais para re-
diecisiete anos) sobre lo que podria que ahi estaba el Paris en guerra es- conquistar Vietnam». Les dedamos:
ser Ia guerra e incluso recuerdo Ia forzandose en olvidar Ia guerra, Ia «No, no, estamos aqui porque Japon
noche del 2 de septiembre en el cam- politica del avestruz en relacion con ha tornado Indochina, asi que Fran-
po, a! !ado de Burdeos, todavia nos Ia guerra. . cia tiene que recuperarla, pero no sa-
veo alrededor de un aparato de radio, Despues, hubo los bombardeos, a bemos muy bien lo que haremos; nos
escuchando Ia declaracion de guerra partir de finales de 1942. Era un sen- dicen que van a negociar una paz,
y todavia oigo ami cunado que dice: timiento muy ambiguo el que se sen- una especie de federacion ... realmen-
«Esta noche bombardearan Paris», tia bajo las bombas anglosajonas, te no queremos hacer Ia guerra ... »
lo que me pareda una banalidad, era como minimo era complejo. Teniamos distintivos ,que demostra-
Ia evidencia misma: todo lo que sa- Abandone Paris en el mismo mo- ban que eramos «prensa», no dispare
biamos de 1917-1918, Ia Bertha, etc. menta en que salia humo por las chi- ni un tiro, durante todo aquel perio-
Esta noche bombardearan Paris ... meneas de Ia Escuela de Ciencias po- do. Nos encontrabamos a jovenes
Paris no fue bombardeada, como liticas, donde quemaban archivos, y que nos dedan: «Escuchad, acabais
todo el mundo sabe, y yo debia ir a sobre todo del Quai d'Orsay proximo, de liberar vuestro pais, sabeis, no de-
Paris a comenzar mis estudios de donde hadan otro tanto. Creo que cimos que seais nazis, pero en fin,
ciencias politicas a! acabar en el cole- deje Paris a! dia siguiente de mi exa- nosotros tambien queremos ser inde-
gio, mis padres pensaban que me iba men en ciencias politicas, hacia el pendientes, ;,no es eso?».
a encontrar bajo las born bas, no esta- 12 de junio, y me costo cinco dias Y Ia vida en Saigon era absoluta-
ban contentos y despues, cuando a! atravesar Francia para llegar a Bur- mente extrana, porque era una ciu-
cabo de un mes vimos 'que las born- deos el 18. Una ciudad invadida por dad en guerra, en cierta forma . Esta-
bas no caian sobre Paris, me fui. Ia Francia atemorizada, que dormia bamos alii, un ejercito, un cuerpo
Asi pues, conod aquel Paris de Ia sobre las aceras . Y, dos o tres dias expedicionario para restablecer lo
epoca de guerra en que no pasaba despues, los alemanes entrando en que llamabamos los «valores france-
nada. Solo hubo bombardeos mas aquella ciudad que era un magm(). ses», los valores historicos y morales,
tarde, esencialmente los bombardeos informe... Los vi entrar, guapos, culturales de Francia. De vez en
angloamericanos sobre Ia periferia, bien vestidos, a! sol, sonrientes, sin el cuando, habia un tipo que mataban
pero mi primera imagen de una ciu- casco y representando un espectaculo cuando volvia de Cholon a Saigon .
dad en guerra, es una ciudad sin gue- seductor, horrible y seductor. .. y Ia Entonces detenian a dos o tres bue-

80 DEBATS N. 0 20
Diría que lo que es generalmente, el
impresionante es la ritmo urbano continúa
ciudad más fuerte hasta el momento en
que la guerra; es que los otros entran
decir, que en la en la ciudad, Lo
mayoría de los casos, fantástico es cuánto
en Beirut es un caso resiste la ciudad: los
diferente porque códigos, las
apenas es una costumbres, la
guerra, es una ciudad urbanidad se
que se devora a si mantienen a pesar de
misma, pero, la guerra,

nos hombres, no estoy seguro de que en muchas situaciones un poco deli- polaridad y de una angustia que no es
los tratasen muy bien, nunca tuve cadas, un poco inquietantes, fui va- el miedo, que es otra cosa. Diría que
pruebas de que hubiese torturas, pero rias veces a Beirut desde el principio lo que es impresionante es la ciudad
bueno, supongo que intentaban ha- de la guerra, pero en Beirut tenía más fuerte que la guerra; es decir,
cerles hablar, hacerles decir dónde es- «canguelo ». Tenía varios amigos que en la mayoría de los casos, en
condían las armas . Era una situación que murieron, como Edouard Saab y Beirut es un caso diferente porque
completamente ambigua, lo recuer- otros, tenía «canguelo». Me parecía apenas es una guerra, es una ciudad
do, había alquilado con un compañe- que no valía la pena. que se devora a sí misma, pero, gene-
ro una villa que estaba fuera de Sai- ralmente, el ritmo urbano continúa
gón a un vietnamita muy amable, que -¿En qué cambia la guerra la ciu- hasta el momento en que los otros en-
fumaba opio. Volvíamos por la no~ dad y a la inversa? tran en la ciudad . Lo fantástico es
che a la villa, que estaba a quinientos cuánto resiste la ciudad : los códigos,
metros fuera de Saigón y, cuando -Creo que la ciudad delimita un las costumbres, la urbanidad se man-
volvíamos a casa por la' noche, nos espacio guerrero particular y que de- tinene a pesar de la guerra. Mire Ma-
decían: «Seremos buenos para el tipo limita un cierto tipo de angustia que drid durante la guerra, mire Phnom
que nos va a .. . » Pero lo aceptábamos no es la angustia del hombre de tropa Penh antes de la evacuación ... En
como una cosa que podía pasar. Pero en una marcha, en una defensa, en Hanoi las cosas eran un poco diferen-
es cierto que había una especie de una retirada, etc., en la ciudad es una tes. Los vietnamitas consiguieron
, ambiente: la ciudad estaba en guerra, guerra de cuatro dimensiones, ¿no? crearse un ritmo de vida bastante es-
teníamos enemigos dentro. Y se pro- La otra es, bien de dos -las batallas pecífico y adaptado. A la menor aler-
longó así durante catorce meses. Y napoleónicas-, bien de tres dimen- ta, a los refugios ... Había refugios
después la guerra estalló realmente. siones -las batallas de la Segunda por todas partes, agujeros donde se
Fui varias veces de Saigón a Hanoi, Guerra Mundial, por ejemplo-. En metía la gente, habían organizado
donde estaba un poco más presente. la ciudad, es una batalla de cuatro di- una defensa pasiva de una actividad
Conocí a Ho Chi Minh. Allí escribí mensiones. formidable. Fueron bastante lejos en
un artículo titulado «La guerra de Tiene, por decirlo así, la angustia la modulación del tipo de vida de
Hanoi no tendrá lugar.» Viví allí en como dimensión específica, una an- la ciudad en guerra. Consiguieron
una cierta angustia, un clima que no gustia ilocalizable, de arriba, de aba- adaptar la ciudad. Dispersión, dise- •
acababa de estallar, se presentía algo jo. A veces, con una confusión ideo- minación de las industrias, de las
inminente, había un gran riesgo . Lo lógica para completarlo, es decir, por escuelas. Habían conseguido, creo,
que habéis conocido en Beirut es el supuesto que en Stalingrado lógica- uno de los casos más interesantes de
estallido permanente; allí no estalla- mente no hay confusión ideológica, redistribución de la ciudad en fun-
ba. Pero amenazaba con estallar en pero, ¿en Beirut? Y probablemente, ción de la guerra.
cualquier momento y si hubiese esta- si la guerra entrase mañana en Bag-
llado, éramos un pequeño grupo dad o en Teherán, allí habría tres o -Hay igualmente un aspecto sim-
mezclado con una población que no cuatro o cinco facciones sobre las que bólico de la ciudad que persiste inclu-
se hubiese mostrado amable segura- disparar, habría cuatro o cinco ene- so durante los combates ...
mente. Y recuerdo que me pasé todo migos posibles, probablemente. Así
un día intentando comprar un revól- pues, creo que la ciudad da a la gue- -Hay lo que me dijo un día Bou-
ver. rra un estilo y más que un estilo, una median durante la guerra de Argelia:
Creo que nada es comparable a lo significación y casi una filosofía par- «No entraremos en Argel, no quere-
que pasó en Beirut. Estuve mezclado ticular, de encerramiento, de multi- mos Argel, la ahogaremos, haremos

Creo que la ciudad


delimita un espacio una marcha, en una
guerrero particular y defensa, en una
que delimita un cierto retirada , etc,, en la
tipo de angustia que ciudad es una guerra
no es la angustia del de cuatro
hombre de tropa en dimensiones ,

DEBATS N. 0 20 81
Cr~o que la guerra
nunca lo absorbe
es tamb ién hasta qué
todo; lo
punto la sociabilidad
impresionante,
continúa, sucede
pienso, en los
incluso que se
períodos de guerra,
acentúa .. .

salir a los franceses, pero no entrare- tantes de Hanoi, cayeron todos enfer- ca lo absorbe todo; lo impresionante,
mos, eso sería corromper nuestra re- mos al final de la guerra. Cuando pienso, en los períodos de guerra, es
volución y no queremos entrar ahí.» acabó la guerra, tuvieron enfermeda- también hasta qué punto la sociabili-
Pienso que Lin Piao habría diého lo des, no tenían enfermedades durante dad continúa, sucede incluso que se
mismo, probablemente, antes de la la guerra. Hay un tiempo para todo . acentúa. Hay una cierta forma de
entrada en Shanghai ... Por supuesto, Había heridas, se cortaban brazos, se reír ... La risa tiene su lugar en la, gue-
está la historia de los Khmers rojos , cortaban piernas, me dijo el hombre, rra. Está la risa de las trincheras,
pero ellos fueron hasta la «descivili- los hospitales estaban repletos; pero buena, de fraternidad viril, grosera,
zación», es decir, llegaron a la des- además, mientras que la salud era ex- etcétera: «¿Y tu mujer te la ha pega-
trucción de la ciudad, entraron para celente durante la guerra, tuvieron do durante este tiempo?», etc. Pero
vaciarla, es otra forma de tratar la enfermedades después, se pusieron creo que hay una risa de disimulo,
ciudad. Es una visión épica, por otra enfermos todos juntos en los años la risa de compensación, y después, la
parte, es una visión demoníaca, pero 1975, 1976, etc. Encuentro esto fasci- risa que se tiene cuando se tiene la
en fin, épica, tiene su grandeza ... en nante. Pero en efecto, posiblemente vida, cuando se está vivo, cuando
la imbecilidad, pero tiene su grande- sería interesante preguntar sobre la aún se está ahí, posiblemente una risa
za, es cierto. Y después, está Moscú salud de una ciudad en guerra, val- de felicidad por estar aún ahí, por no
y Napoleón .. . la ciudad que mata, dría la pena decir a un médico hoy, ser uno de los que han caído. En fin,
¿no?, la ciudad que rechaza. posiblemente a uno de los Médicos la risa en una ciudad en guerra, no
sin Fronteras o Médicos del Mundo, solamente una ciudad que se niega
-¿Hay algún fenómeno que afec- que observase esto en las ciudades a saber que está en guerra como el
te a las poblaciones civiles que le que estallan. ¿Acaso existe una mo- París de 1940, sino una ciudad que
haya sorprendido particularmente? ratoria de la enfermedad durante la sabe muy bien que está en guerra,
guerra? Sería muy curioso, me lo di- sorprende constantemente cuando se
-En Hanoi, lo supe más tarde y jeron en Hanoi, y después dos o tres hacen reportajes de guerra y se vuelve
me sorprendió mucho; uno de los médicos me lo han confirmado, es un a la ciudad en la retaguardia. La gen-
grandes médicos vietnamitas, un ci- hecho muy conocido . te no parece preocuparse mucho de
rujano, durante la guerra me dijo (y -¿Y el comportamiento normal
esas cosas, de lo que pasa. Hay una
no sorprendió en absoluto a los espe- de la gente? especie de alegría más o menos verda-
cialistas a quienes se lo conté) que los dera ... Se ríe en las ciudades en gue-
vietnamitas, y sobre todo los habi- -Otra vez, creo que la guerra nun- rra. Sí, también se ríe ... D

En la ciudad es una
batalla de· cuatro dimensión específica,
dimensiones. Tiene, una angustia
por decirlo así, la ilocalizable, de arriba,
angustia una de abajo.

82 DEBATS N. 0 20
TEMAS DE HOY

se vuelven azarosos. Se hace cola du-


rante horas por diez litros de gasolina

LAS MAÑA~AS ' ' · ' ~;;':·


en un país donde sólo hay que cavar
para encontrar petróleo crudo.
Para los patriotas, es distinto, este

NO SE PARECEN derrotismo pusilánime no les afecta.


Jomeini los ha despertado para de-
fender la madre patria, «más cara
que la vida» (vatan-e 'azintarazján).
TEHERÁN (IRÁN) Y se asiste a un impulso de moviliza-
ción. Se rechaza a la gente. ¡No ven-
gáis más! Ya no hay plazas para el
frente. Se organizan campos de en-
trenamiento por todas partes para
organizar los relevos. Grupos de
nacionalistas, liberales, marxistas,
Reza N assairi sión próxima. Se desvalija a los ven- marxistas-islámicos, se unen a los mi-
dedores de radios portátiles, pero el litantes islámicos puros, pactan pro-
L primer día de otoño es el día mercado de bujías y linternas pros- visionalmente con el enemigo para

E tradicional de la vuelta a las


clases en Irán. La sacudida de
las primeras bombas iraquíes sobre
pera. Antes del crepúsculo las calles
se quedan desiertas; los coches reza-
gados se desorientan en la oscuridad.
echar a los iraquíes del suelo nacio-
nal. Pocas notas en falso en ese con-
cierto de civismo; parece que se ha
Tehetán, este 22 de septiembre de Se está sediento de noticias, ven- vuelto a los primeros días de la revo-
1980, ha trastornado la gran fiesta de gan de donde vengan. Incluso se es- lución . El que muestra una luz en su
los reencuentros en la escuela, y crea- cucha con respeto los boletines ofi- ventana es, o un inconsciente (que los
do un pánico inolvidable. El ataque ciales del ejército iraní (sin embargo, vecinos llaman al orden), o un trai-
empezó en Teherán, como si los ira- al cabo del centésimo comunicado, dor, inmediatamente abucheado.
quíes, empezando la invasión de la vuelve a surgir la indiferencia) . Los
provincia petrolífera del sur (el Khu- falsos rumores, la intoxicación o la
zistán), quisieran traumatizar a la in- exageración épica se mezclan gusto-
mensa ciudad de cinco o seis millones samente con la exactitud; se intenta Utilizar la guerra
de habitantes que había hecho tam- compensar la humillación infligida
balearse al Irán y al mundo islámico a la nación iraní. Un piloto cuyo El heroísmo sucedía demasiado
en la revolución. El aeropuerto ha avión ha sido alcanzado, a la altura rápidamente al pánico, y como Tehe-
sido alcanzado . «He visto pasar tres del depósito, por un disparo iraquí, rán sólo fue bombardeada tres o cua-
Mig », dice un estudiante en el jardín ¿acaso no volvió a la base volcando tro veces al principio de la guerra, la
del Instituto Francés. ¿Es posible que el avión para que no se saliera el defensa civil pronto se volvió una
la capital sea tan vulnerable? ¿Es un carburante? ¿No hizo creer otro, por simple gimnasia de movilización sin
golpe de Estado? ¿Es realmente el radio, a las autoridades de Bagdad causa precisa. Se decía que cada vez
Irak? Escuchando las radios extran- que se unía a la causa antijomeinista que el gobierno quería dispersar re-
jeras por la noche se tendrá la confir- para poder acercarse sin peligro a uniones de contestatarios, hacía so-
mación innegable. Y la vida cambia una base enemiga y bombardearla nar una alerta roja, e inmediatamen-
brutalmente. por sorpresa? ¿Qué decir de las proe- te todo volvía al orden. En los
Desde la primera noche, los dispa- zas de los voluntarios que defienden grandes conjuntos de viviendas, so-
ros de DCA surgen como fuegos arti- con las manos desnudas, centímetro bre todo los que están próximos al
ficiales malogrados de todos los ba- a centímetro, el gran puerto de Kho- aeropuerto, objetivo del enemigo tor-
rrios de la inmensa metrópoli con un rramshahr, pulmón del país? pe, cada vez se cortaba la electrici-
ruido sordo y repetido de explosiones Vana exaltación ante la evidencia dad, y había que bajar la escalera
en cadena. Las sirenas resuenan y la de la invasión. Las opiniones se divi- hasta el sótano. ¡Buena ocasión para
radio enseña, en cada boletín, a dis- den entre los que intentan huir y los ligar! Desgracia para los viejos, im-
tinguir las diferentes alertas. Tenga patriotas. Los primeros deben en- pedidos o enfermos, a menudo aban-
siempre con usted un transistor, repi- frentarse al cierre del aeropuerto donados a su angustia en un aparca-
ten, para estar al corriente de los ata- para todos los vuelos civiles, durante miento desierto. Los más valientes
ques y de las medidas de seguridad a un período indeterminado (de hecho subían a la terraza con unos prismáti-
tomar. Por la noche, los apagones un mes, pero esto es enorme para la cos para desenmascarar al enemigo
son la ocasión de una verdadera psi- inmensa capital). Así pues, hay que ilusorio, a menudo un satélite brillan-
cosis: se teme la menor vela ante una tomar el autobús hasta Turquía o, do a varias decenas de kilómetros,
ventana no cerrada. Desgracia para para los no iraníes, el autobús y el perseguido por disparos impotentes
los que, no habiendo podido volver a barco hasta Bakú, el puerto soviético (y nada hubiese podido guiar mejor a
tiempo, están todavía en la calle: mu- del Caspio . Si se quedan pueden es- un verdadero avión enemigo hacia su
chos están inmovilizados en sus co- perar lo peor, piensan, pues la des- blanco que los proyectiles luminosos
ches sin faros; por todas partes, las trucción de Khorramshahr y el bom- en el apagón de Teherán). El peligro
farolas están fuera de servicio. bardeo de la refinería de Abadán, la estaba lejos. Sólo los cardíacos y las
La vida de Teherán cambia rápida- más grande del mundo, no dejarán mujeres embarazadas lo notaban in-
mente. Pronto se ha puesto adhesivo de asfixiar toda la economía. De he- útilmente.
sobre todos los cristales para evitar cho, la gasolina y el fuel-oil están La guerra estaba lejos, pero la fan-
los estallidos en el caso de una explo- racionados, los transportes interiores farronada invadía la opinión pública.

DEBATS N. o 20 83
Cuando las bombas
iraquíes caían sobre que los barrios del
barrios acomodados, sur, superpoblados y
de baja densidad, el miserables, sintieron
impacto moral era temblar la tierra y
insignificante, y se vieron las explosiones
podía dominar la amenazándolo todo
situación. Fue en centenares de
diferente el dfa en metros a la redonda.

Por todas partes se ha intentado uti- Otra gran contribución de Teherán justifican la presencia en las calles de
lizar la guerra. Muchos creyeron que consistió, cada vez que se producía jóvenes anónimos, falsamente ata-
Bani Sadr, todavía en la cima de la una ofensiva, en abrir sus habitacio- reados.
gloria y recientemente aliado de los · nes de hospital y sus numerosos qui- ¿Quién les tiraría la primera pie-
mojahedírt del pueblo, iba a ganar en rófanos a todos los lisiados recupe- dra? La República, desbordada por
todos los frentes y que sólo volvería rables traídos del frente: en el voluntarios motivados, candidatos al
a Teherán, como había prometido a aeropuerto, aviones sanitarios entre- sacrificio supremo, no tiene nada que
la ligera, como vencedor militar. Or- gaban sus camillas a caravanas de hacer con los reacios y los remolones
gulloso del títuio de comandante en ambulancias ensordecedoras. Nadie en sus cuarteles; en cuanto a los civi-
jefe de las fuerzas armadas, que le olvidará los días siguientes a las gran- les, muchos de entre ellos perdieron,
había dado Jomeini cuando su inves- des ofensivas y las arterias de la ca- en los primeros meses de la guerra,
tidura presidencial, el joven político pital con un carril reservado única- su fe en las armas, y lamentan todas
creyó efectivamente que mostrándose mente al transporte de heridos: a las negociaciones fracasadas. ¿No se
a las tropas y subiendo a una moby- docenas, esos convoys atroces desga- puede hacer otra cosa con las divisas
lette cerca de las fortificaciones del rraban la indiferencia de una ciudad del petróleo más que intentar derro-
frente, todo sería pan comido. La resguardada para recordar a todos car al tirario de los vecinos? El país se
buena imagen del presidente heroico que más allá se estaba entre la vida y empobrece, los cerebros huyen a to-
no..se mantuvo en pie mucho tiempo. la muerte. das partes, ¿es posible mantener has-
En la retaguardia, las burlas de los El invierno no era alegre en Tehe- ta la aniquilación un sueño de victo-
intelectuales hacia s.us proezas ·de rán, con la penuria de combustible, ria militar?
Tartarin, y los complots del Partido pero ya habían aprendido, durante
de la República islámica, corroyeron las huelgas de la revolución, a restrin-
irremediablemente su prestigio de pa- gir su consumo y a bajar la calefac-
cotilla. ción. En realidad, era poca cosa. En Como si se olvidase
La guerra lejana continuó vendién- cuanto a las restricciones, una buena
dose bastante bien en todas partes, organización de tickets de raciona- Rápidamente, la burguesía ha
excepto en Teherán. En efecto, la ca- miento permitía no sufrir demasiado. vuelto a sus alcoholes adulterados,
pital es quien ha dado y continúa Por otra parte, nada impedía la prác- y, para los que les gusta salir, los res-
dando menos voluntarios y mártires tica del mercado negro: por ejemplo, taurantes de Shemirán han vuelto
a la sagrada causa, en proporción se podía comprar, durante los dos a encender, con la complicidad del
con su población. No digamos que años del racionamiento de gasolina, comité local, los proyectores que
Teherán no ha sufrido; entre los dos gasolina sin cupones, verdaderos cu- recuerdan los brillos del antiguo régi-
millones de refugiados· de las zonas pones o falsos cupones. A los ricos men. Nada de racionamiento. Pero el
destruidas por el ejército iraquí, una nunca les ha faltado nada, siempre entusiasmo ha desaparecido, aunque
buena parte fue alojada en ella en lo- han tenido vodka para el caviar. ¡Lo aún haya Cadillacs o Buicks aparca-
cales provisionales donde a veces to- asombroso es que todavía queden ri- dos delante. La «sequedad» del
davía permanecen en 1986, hoteles cos a esos precios! ¡Qué ganga, una menú, y la vestimenta «islámica» de
requisados, edificios desocupados o gran ciudad, para los traficantes y la las mujeres, más la melancolía nos-
sin acabar, despachos abandonados, clandestinidad! ¿Adónde irán los de- tálgica de los que buscan en estos lu-
prefabricados . La solidaridad ha sido sertores? Aquí, todas las situaciones gares la animación de hace diez
tan fuerte que no se creía que pudiera de excepción, por estudios, por razo- años ... no son los alemanes o corea-
durar. nes de salud, por razón de Estado, nos que acuden quienes pueden resu-

Después de esta
segunda ola, Teherán ondas enemigas,
vivió semanas de hacían creer en una
angustia. Rumores inminente
que a menudo tenían reanudación de los
su origen en las bombardeos.

84 DEBATS N. o 20
El ejército está por
todas partes, pero sin ejército de hoy va mal
el rostro falsamente afeitado o sin afeitar,
inflexible que harapiento,
adquirió durante los bonachón, poco
cincuenta años de la disciplinado, ocupado
dinastía Pahlevi: el en tareas serias.

citar la música y las risas frívolas. Así parece haber aprovechado bien la si- aceras de Teherán durante la revolu-
pues, se prefiere ir a casa de amigos tuación, sin que se pueda decir real- ción.
o de la familia, a resguardo de con- mente si es una consecuencia de la ¿Y la censura? Sobrepasada, inefi-
troles pudibundos y puritanos. Se guerra o de la revolución: los intelec- caz, se ha ocupado sobre todo de ras-
muestran menos, pero se desquitan. tuales, los editores, los libreros. Hay trear los ataques contra el Islam y la
Se sale menos por la noche, pero libros por todas partes, librerías en República islámica. En 1985, después
los escaparates de algunos pasajes los más insignificantes barrios de la de una grave crisis de la industria del
abiertos recientemente dejan entrever ciudad, casetas de literatura islámica libro, tuvo la posibilidad de afilar sus
los últimos vestidos, trajes de lujo, y subvencionada, pero también lujosas tijeras, pero se muestra inconstante,
joyas, oro, relojes. En 1985, la prohi- librerías mostrando las últimas cu- ¡la vieja dama imbécil!
bición del vídeo hizo desaparecer biertas de novelas o de libros de arte. No olvidemos el papel de Teherán
múltiples comercios de esta industria Nunca Irán había conocido una ex- como capital, con sus instancias que
del sueño, pero las familias acomo- plosión semejante de impresos, seme- deciden, se conciertan, se desgarran y
dadas continúan recibiendo las cintas jante bulimia de libros. Como es nor- se eliminan. Jomeini, desde lo alto de
de las últimas películas americanas o mal, Teherán es el foco, el centro, la su ermita de 1amarán donde, a prin-
japonesas, y los clips de Michael fuente de toda esta producción, con cipios de la guerra, todavía los pere-
Jackson, y los jóvenes aprenden así a una incalculable cantidad de nuevos grinos de todo el Irán no dejaban de
practicar, como en Los Angeles, to- editores, de piratas, de mecenas, ri- acudir a buscar sus bendiciones y sus
das las extravagancias del break- valizando todos en ennegrecer y en- buenas palabras, puede ver, o imagi-
dance. Para los menos ricos, radios, cuadernar el máximo de papel. ¿La nar bajo el humo o el polvo, toda la
magnetófonos, aparatos electróni- calidad? bien, gracias. Hay, por su- extensión de su capital. Es quien está
cos, nada les falta. puesto, muchas traducciones, reedi- más lejos, más alto, más inaccesible a
¿A quién beneficia entonces esta ciones, recopilaciones sin originali- los ·bombardeos, pegado a la monta-
guerra? Por todas partes se denuncia dad, pero también una masa de ña de Towtchal.
a los comerciantes por su ostentosa nuevos títulos que los intelectuales Por toda la ciudad los cuarteles,
prosperidad. Las importaciones per- «liberados» por la revolución, unos que proliferan, con terrenos inmen-
miten muchos arreglos con la austeri- de un puesto de trabajo, otros de sus sos y jardines tras las fortificaciones:
dad de la econo.nía nacional; comi- fútiles ocios, otros de sus hijos, han compartidos por el ejército tradicio-
siones en divisas, apropiación de añadido a la milenaria literatura per- nal heredado ·del antiguo régimen
letras de crédito, todos los trucos co- sa. ¡Que no se diga que este pueblo es (artesh) y d nuevo ejército de los
nocidos en los países en que el valor enemigo de la cultura! ¿Qué escri- milicianos «Guardianes de la Revolu-
oficial de la moneda sobrepasa ocho ben? Mucha historia moderna (siglos ción» (sepah), estas plazas de armas
veces su valor real en el mercado li- XIX y XX), estudios literarios, filoso- vigilan y protegen la ciudad.
bre. No hablemos de las redes de dis- fía islámica y occidental, novela y Al este, una pista de aterrizaje y
tribución en el interior del país, con poesía. También se publican monu- una base aérea están rodeadas por los
los almacenes clandestinos, la espe- mentos de la cultura poética iraní, nuevos barrios, igual que el aero-
culación sobre los productos escasos, muchos de los cuales todavía no tie- puerto civil al oeste, del que una par-
las penurias crónicas. te es utilizada por el ejército. El ejér-
nen edición crítica, basados en bue- cito está por todas partes, pero sin el
Una nueva cultura nos manuscritos. El único terreno rostro falsamente inflexible que ad-
donde la recesión es notable es la li- quirió durante los cincuenta años de
Paradójicamente, otra clase social teratura ideológica, que inundó las la dinastía Pahlevi: el ejército de hoy

¿A quién beneficia
entonces esta /os comerciantes por
guerra? Por todas su ostentosa
partes se denuncia a prosperidad.

DEBATS N. 0 20 85
TEMAS DE HOY

va mal afeitado o sin afeitar, hara- de la guerra en la primera página de mento impr:ovisado fue alcanzado
piento, bonachón, poco disciplinado, los diarios, pero, ¿quién presta aten- por una bomba. ¡Y la angustia de
ocupado en tareas serias. La milicia ción a esé lenguaje estereotipado, a esta incómoda noche, con los niños
es barbuda, joven, arrogante, super- esa letanía de victorias «históricas», que lloran, los ladrones que mero-
equipada, agresiva; hace rondas en a las listas interminables de víctimas dean y la perspectiva de embotella-
coches japoneses sobrealzados com- enemigas (cuya .suma probablemente mientos .inextricables al alba para
pletamente nuevos. Se le teme, pero sobrepasa a la población iraní)? Los estar a la hora en el trabajo! ¡No
también se le desprecia. únicos acontecimientos importantes todo el mundo puede permitirse aban-
o
tienen lugar en el golfo Pérsico, sea, donar su medio de vida y marcharse
realmente muy lejos, y la inquietud al extranjero a la costa del Caspio!
de los europeos por las entregas de Cuando se declaró la tregua por
Capital petróleo se acoge aquí con serenidad: fin, Teherán. recuperó progresiva-
el dólar es caro, y el petróleo todavía mente sus costumbres. Pero no por
Entre la ciudad nueva y la ciudad tiene un buen precio, incluso con las mucho tiempo. En efecto, un mes y
más antigua, entre la Universidad y el comisiones para atraer a los petrole- medio más tarde, una nueva ola mor-
bazar, entre el barrio de los ministe- ros a las aguas peligrosas de la termi- tífera se abatió sobre los protegidos
rios y un gran cuartel, se encuentra el nal de Kharg. Los hombres de nego- de ·la capital. Esta vez ya habían
nuevo centro de la capital política; la cios extranjeros todavía van y vienen aprendido la lección.
presidencia, el gabinete del primer a Teherán, de cuyos servicios de Cuando las bombas iraquíes caían
ministro y el Parlamento. Estos órga- aeropuerto se encargan varias com- sobre barrios acomodados, de baja
nos vitales han aprendido la lección pañías internacionales. densidad, el impacto moral era insig-
de algunos grandes atentados que nificante, y se podía dominar la si-
diezmaron a los cuadros del nuevo tuación. Fue diferente el día en que
régimen en 1981, y se han atrinchera- los barrios del sur, superpoblados y
do en un recinto prohibido a toda Las mañanas que truenan miserables, sintieron temblar la tierra
circulación. y vieron las explosiones amenazándo-
Al prinCipiO, algunos dijeron, Un gran choque da fin a este ron- lo todo en centenares de metros a la
viendo la ciudadela vigilada, que los roneo. En la primavera de 1985 (del redonda: entonces gruñeron contra la
nuevos dirigentes eran como una 12 al31 de marzo), cuando las tiendas guerra, y contra los que la prolon-
fuerza de ocupación extranjera, sepa- de la capital se encuentran en plenas gan, enorme desmentido sobre la
rada del pueblo. En realidad, se es- grandes ventas de fin de año y los te- guerra «defensiva, justa y popular» .
condieron en una ciudad poblada por heraneses, con una flor en la boca, Rápidamente se tomaron medidas
extranjeros anónimos, donde nadie no piensan más que en la celebración para evitar el contagio del pacifismo:
está seguro de nadie. Ocupan, pero del Nowruz (año nuevo), lo impensa- inmediatamente después de los bom-
creen representar a la nación cuyo de- ble y lo imprevisible sucede; de nuevo bardeos, llegaron militantes, hombres
recho y existencia Teherán se niega los iraquíes atraviesan las líneas de y mujeres para manifestar, sobre el
todavía a reconocer. Defienden el rádars y bombardean la capital. En terreno, su apoyo al régimen y su des-
país contra su capital. varias ocasiones, varias veces al día, precio por los medios inhumanos uti-
Todos los puntos sensibles de la de día y de- noche, durante aquellas lizados por los infieles iraquíes; al día
ciudad fueron fortificados después noches blancas, vieron volver a los es- siguiente una filmación de esta edifi-
de algunos meses de guerra: entonces cuadrones de la muerte, a uná altitud cante escena se proyectaba en los no-
se trataba sobre todo de una guerra en el cielo que parecía desafiar cual- ticiarios. En cuanto a las ruinas, un
civil desencadenada en junio de 1981 quier defensa antiaérea. Soltando sus bulldozer las allanaba inmediatamen-
por los mojéihedines del pueblo. Para bombas desde lo alto, sin precisión, te, incluso antes de que se tuviese la
pasar ante los ministerios, las mez- los aviones enemigos nunca alcanza- seguridad de que no quedaba en ellas
quitas, los comités islámicos o las re- ron un punto estratégico importante, ningún herido, con el fin de evitar un
sidencias de los cuadros del régimen, y varios de sus proyectiles cayeron espectáculo impresionante a los espí-
los coches debían zigzaguear entre en el desierto. Algunos no explota- ritus sensibles. Esta política enérgica
obstáculos y saltar sobre badenes ron. Pero otros alcanzaron barrios parece haber conseguido mantener a
mortales para los amortiguadores. populares, al sur de la ciudad, a una raya la explotación del horror por
Incluso los peatones debían enseñar zona militar en el norte. Por casuali- parte de los derrotistas.
su pata blanca. Pero en 1985 se supri- dad. Una vez, una reunión de niños
mieron todas las barreras. Irán toda- celebrando un cumpleaños; otra, una
vía estaba en guerra, pero el enemigo familia sorprendida en el sueño.
interior ya no era temible. ¿Sueño? Los teheraneses lo han per- Alarma
A finales del invierno 1984-1985, dido completamente. Entre las sire-
se puede decir que la guerra había nas de alerta, los disparos de DCA y Después de esta segunda ola, Tehe-
perdido toda su realidad para Tehe- los gritos de niños aterrorizados, ios rán vivió semanas de angustia. Ru-
rán: ningún bombardeo ni alerta se- nervios estaban a punto de estallar. mores, que a menudo tenían su ori-
ria desde hacía cuatro años; muchos Abortos e infartos en serie. Cada no- gen en las ondas enemigas, hacían
refugiados del sur partieron para re- che, los que podían irse buscaban creer en una inminente reanudación
construir las zonas siniestradas del tranquilidad en los pueblos de un de los bombardeos. En la espera, las
Khuzistán, liberadas del enemigo, y valle montañoso próximo, hacia calles continuaban sin iluminación.
progresivamente, se encendieron las Shemshak, o en las zonas desérticas Una aceleración de las partidas al ex-
farolas de las avenidas de la capital, de la carretera de Mazandarán. Des- tranjero vació un poco los bardos
volvieron la vida mundana y la circu- gracia para los que creían que así es- acomodados y los círculos de mal-
lación nocturna. Se sigue hablando capaban: cerca de Karaj, un campa- pensantes. Pero esta vez, la partida

86 DEBATS N. 0 20
TEMAS DE HOY

era más difícil que nunca, pues lrak no está racionada, e incluso las nue- vuelve a empezar. Teherán vive, du-
había amenazado a los aviones civiles vas autopistas animan a utilizar co- rante el invierno de 1986, un período
que abandonaban Teherán. E lran ches cuya circulación es imposible en: de despreocupación. Las luces de las
Air, el único que tenía el privilegio de las vías públicas de Teherán. La úni- avenidas están encendidas, y todos
sobrevolar la URSS para llegar a Oc- ca solución para el bloqueo total de los edificios públicos están ilumina-
cidente, no tenía bastantes plazas la circulación es la prohibición para dos con farolillos en las festividades
para tantos viajeros imprevistos. Las los coches privados de entrar entre de conmemoración de la revolución
plazas se vendieron caras en el merca- las 6'30 horas y las 13 ' 30 horas en el de febrero de 1979: los «diez días de
do negro . La distribución de divisas a centro de la ciudad. la aurora» , según la terminología ofi-
los titulares de pasaportes visados Los bombardeos de Teherán han cial. Los «diez días del horror», o
por un consulado extranjero provis- cortado brutalmente la prosperidad «de la miseria» según los oponentes
tos de un billete «O.K.»., se suprimió de los libreros y editores. Extraño fe- (fajrl zajr-fagr). Se refunfuña, pero
en septiembre de 1985, después de la nómeno, pero que tiene explicación. todo funciona . Entonces, ¿por qué
destrucción de la terminal petrolera Primeramente, la gente acomodada y todas esas víctimas, de las que tan
de Kharg, para detener la hemorragia. los intelectuales han recibido un im- poco habla la prensa occidental?
El Banco central todavía debía te- pacto: los que no podían irse, de Ha habido una revolución. El pue-
ner bastantes divisas, pero se volvían pronto han empezado a preocuparse blo iraní, adormecido por una mo-
preciosas : el petróleo nunca se ha de- por lo precario de su situación. Entre dernización superficial y por el ven:e-
tenido, pero su precio bajó dramáti- ellos, los que todavía disponen de no de los que vinieron para chupar su
camente, a finales de 1985, y el dólar ocio ya no creen en casi nada y se riqueza, se despertó y cambió la piel.
también . Así pues, todo se empobre- vuelven cada vez más hacia la eva- Era necesario un sacrificio nacional,
ce. Todavía hay pan, arroz, huevos, sión: novelas o vídeo. ¿Quién piensa una ofrenda sobre el ara de las gran-
carne, queso y otros productos lác- todavía en coleccionar libros? Y ade- des obras. El viejo imperio corrompi-
teos , pero si se quiere más de la más, las dificultades económicas del do hablaba a los pueblos del mundo
ración, hay que pagarlo a precio <<li- gobierno han llevado a uila austeri- con un discurso educado, gastado,
bre», es decir, en líneas generales, el dad draconiana: ¿por qué importar sin objetivo, y lo regaba con su oro
mismo precio que en Francia, con- papel para imprimir relatos de viajes negro. La nación iraní, rejuvenecida,
tando la proporción paralela. Un o tratados místicos, cuando se deben arrogante y ambiciosa, dio su sangre
funcionario que gana entre 1.000 y recortar todos los presupuestos para por una «liberación» que no nos pa-
1.500 francos al mes sólo puede salir reconstituir las reservas de divisas? rece convincente, pero que habla al
adelante haciendo un doble trabajo, Finalmente, y sobre todo, el acerca- corazón del tercer mundo. Jóvenes
conductor de taxi o comerciante, y miento de la guerra y la revitalización voluntarios, calentados al rojo por
haciendo cola con sus tickets de ra- del pacifismo han obligado a la seño- los predicadores, van al sacrificio
cionamiento . Vende sus alfombras y ra sanguijuela recortadora a vigilar para hacer un mundo mejor, con la
su oro y liquida, si todavía la tiene, la de cerca todo lo que pensase libre- esperanza de las mañanas que can-
villa que se había comprado a crédito mente. Jóvenes militantes poco alfa- tan. ¿Que nación del mundo no ha
cerca del mar Caspio. Sólo los co- betizados le han dado vueltas en to- conocido esas fases heroicas?
merciantes que puedan jugar en el dos los sentidos a las páginas de los Teherán es la casilla vacía que ha
mercado libre conservan un nivel de libros sometidos a su examen, y si hecho tambalearse el imperio de los
vida comparable al de antes de la re- sospechan un ataque astuto contra el bolsillos llenos . Los 'm ismos tehera-
volución. régimen, los millares de ejemplares neses, hoy, no comprenden lo que ha
Los grandes servicios públicos con- impresos del bolsillo del editor sal- pasado en la revolución. Permane-
tinúan funcionando más o menos drán del depósito para ir directamen- ciendo a menudo espectadores de un
bien: teléfono, electricidad, agua co- te al molino de la cartonería. Y si se drama que habían inaugurado, ven la
rriente. En los barrios ricos incluso concede el imprimatur, el alivio es re- historia hacerse ante ellos con la iro-
existe un nuevo lujo, con el gas cana- lativo: los precios de venta son im- nía astuta de aquellos a quienes no se
lizado cuya red progresa rápidamen- puestos y nada permitirá recuperar la volverán a pegar. Y, sin embargo,
te, y permite calentarse y cocinar sin los intereses sobre el capital congela- la historia camina, y ellos mismos
preocupaciones. Pero todo esto se do durante más de un año. Esto basta son los oficiantes ciel gran sacrificio .
paga caro, tanto más caro desde el para explicar los fracasos de algunos La guerra está lejos, la guerra está
momento en que se consume más (el que ya se creían Gallimard. cerca. y la guerra nunca acaba.
primer metro cúbico de agua es casi
gratuito, pero si se quiere llenar la Fases
piscina, interesa poner cloro para im-
pedir que se pudra) . La gasolina ya La guerra va a acabar, la guerra

Ha habido una veneno de los que


revolución. El pueblo vinieron para chupar
iraní, adormecido por su riqueza, se
una modernización despertó y cambió de
superficial y por el piel.

DEBATS N. 0 20 87
TEMAS DE HOY

pesadas, de pequeiios lanza-misiles


y de soldados de la guardia de rostro
feroz, pero tambien autocares acon-

BAGDAD, BRAHMS dicionados como «camping-cars» de


lujo, se lanzan sobre las carreteras.
La poblacion mira pasar en silencio

Y EL CANSANCIO la caravana del Estado .


Despues, siguen las imagenes de
los jefes de Estado de visita y la lectu-
·

ra de comunicados de apoyo de pai-


BAGDAD (IRAK) ses amigos o de una multitud de aso-
ciaciones de amistad con Irak. Todos
hacen hincapie en la responsabilidad
de Iran en la continuacion de Ia gue-
rra; igualmente, se subraya Ia solida-
pais. Se hablaba tambien la semana ridad de los paises del Golfo y de la
Francis Renault pasada del «envio» de los cuerpos de Liga arabe, incluso aunque a veces
remolonee un poco.
doscientos oficiales a la ciudad de
OR la noche, nadie puede acce- Mosul. Si doscientos oficiales han re- Del resto de la actualidad interna-

P der a la estacion central de


Bagdad sin salvoconducto. Se
ha rogado a los tecnicos extranjeros
sultado muertos, t,cuantos soldados?
Se ha prohibido, desde siempre, a la
prensa nacional y sobre todo ala ex-
cional, la television iraqui solo mues-
tra practicamente imagenes de catas-
trofes , inundaciones o revueltas.
Aparentemente por el contraste.
que trabajan en ella que, al menos tranjera, enseiiar los taxis que se cru-
durante los primeros dias de la ofen- zan en la carretera llevando en la
siva irani, nose presenten antes de las baca el feretro de un «martin> en-
once de la manana . Tambien esta vuelto en la bandera. Vuelven a los Comerciantes de armas
prohibido el acceso al hospital gene- pueblos o a las ciudades santas de
ral. Unos pocos testigos hablan de Nadjef y Kerbala, donde se encuen- venidos de todo el mundo
trenes de heridos, de salas sobrecar- tran las tumbas de los imanes Ali y
gadas, de medicos desbordados por Hussein, los dos fundadores del La prensa extranjera, frustrada,
la amplitud de la tarea. chilsmo . En las ciudades, utilizando solamente tiene -ademas de algunas
Como en Iran, se ha organizado en una red extremadamente tupida que visitas tardias y cuidadosamente
las administraciones colectas de san- el partido Baas ha extendido por los organizadas- Ia television para in-
gre obligatorias. El gobierno iraqui barrios, se ha dado la consigna a la formar. Es cierto que, en los vestibu-
multiplica los esfuerzos para minimi- poblacion de no poner en las facha- les y pasillos de los grandes hotel<;s,
zar el choque de su primer contraata- das los crespones negros, signo tradi- puede contactar con los miembros de
que sobre el puerto petrolero de Fao cional de una muerte. la colonia extranjera. Tecnicos civiles
que ha provocado, al parecer, unas En la television, el diario de la no- o militares que trabajan en lejanas
enormes perdidas de hombres y ma- che se inicia con la lectura del comu- construcciones, hombres de negocios
terial. Se habla de diez a trece mil nicado militar. Despues, siempre con de todas clases luchando en el labe-
hombres, cantidad enorme para un la misma musica de Brahms de fon- rinto inextricable de una administra-
pais del que se supone que compensa do, siguen los hechos y gestas de los cion cada dia mas leota para firmar
su inferioridad numerica con una grandes personajes del regimen y, en contratos y mas aun para pagarlos.
gran superioridad en material de to- particular, de Sad dam Hussein. Lo Asimismo, jefes de obra que hablan
das clases. han mostrado en el frente cuatro ve- de los trabajadores filipinos o sri-
Los comunicados militares se han ces en el ultimo mes, felicitando a los lankeses que se ha tenido que impor-
vuelto cada vez mas laconicos y no generales, dandoles consejos o rodea- tar en masa para luchar con la com-
dan cifras de perdidas iraquies. Se do de soldados delirantes de entusias- petencia sur-coreana.
transporta a los heridos durante la mo . Todos sus desplazamientos estan Tambien se tropieza con los co-
noche, los muertos son enviados a rodeados del mayor secreto . Pero, merciantes de armas venidos de todo
sus familias con mucho retraso . cuando duran varios dias, los precede el mundo hasta este Eldorado. Para-
Grandes camiones frigorificos llenos una enorme y marcial caravana con dojicamente, a veces son poco discre-
de cadaveres y conducidos por milita- prioridad absoluta. Filas de Merce- tos . Como un joven frances de buena
res volverian discretamente del frente des blindados, «pick-ups » america- familia que trabaja, al parecer, para
hacia las principales ciudades del nos abarrotados de ametralladoras varias sociedades francesas y extran-

Los comunicados transporta a los


niilitares se han · heridos durante Ia
vue/to cada vez mas noche, los muertos
lac6nicos y no dan son enviados a sus
cifras de perdidas familias con mucho
1raquies. Se retraso.

88 DEBATS N. 0 20
La mayor parte de la
población nunca grandes pérdidas,
comprendió esta gracias a su potencia
guerra. Veía a su de armas, /as oleadas
ejército detener en de iraníes
/as fronteras, sin harapientos.

jeras,_y que aparece vestido con un jera y a veces al interior del país. patrióticos. En ellas se distribuye en-
increíble uniforme de fantasía. Y Pero, desde hace dos años, las ofensi- tre los soldados alimentos y bebidas.
además, está la otra parte de la colo- vas iraníes han hecho tambalearse la Incluso si estas manifestaciones cuen-
nia, la de las familias instaladas en potencia armada del ejército; lastro- tan con el apóyo del gobierno, se
Bagdad durante largos períodos. Vi- pas de Teherán acampan en el inte- nota en ellas un auténtico fervor. Al
ven en un círculo cerrado tratando de rior del territorio nacional. mismo tiempo, los relatos de los sol-
hacerse una opinión a través de su Al sur, las pesadas columnas de dados de permiso subrayan el horror
asistenta y de las emisoras de radio material chapotean en el barro ante de los paquetes de cuerpos destroza-
de onda corta, sin dejar de odiar a los Fao. Al norte, la ofénsiva iraní reani- dos por la artillería que todos pueden
periodistas que inquietan a sus fami- ma la agitación de los kurdos. Des- ver en la televisión. También hablan
liares en Francia. pués del fracaso, hace un año, de las del miedo que provocan las oleadas
Hace seis años que Irak contempla negociaCiones con su principal movi- humanas de los Guardianes de la Re-
este típico cuadro de la guerra y sus miento en lrak, y la feroz represión volución iraníes, los pasdarans, que
bastidores. La mayor parte de la po- que le siguió, a pesar de los comuni- avanzan inexorables bajo un diluvio
blación nunca comprendió esta gue- cados e imágenes de acuerdos, todo de fuego. Provocan miedo, pero tam-
rra. Veía a su ejército detener en las el mundo sabe que esta parte del país bién, y esto es nuevo, admiración
fronteras, sin grandes pérdidas, gra- es poco segura. En resumen, hay que ante semejante determinación.
cias a su potencia de armas, las olea- esperar nuevos muertos y heridos En fin, varios testimonios de resi-
das de iraníes harapientos . Las úni- -imposibles de esconder- . dentes extranjeros hablan de auténti-
cas consecuencias verdaderamente El impacto de este descubrimiento cas explosiones de desesperación en
penosas de la guerra eran las restric- se ha hecho sentir de dos maneras. A privado por parte de amigos iraquíes;
ciones al comercio (Irán era uno de lo largo de las carreteras que condu- son prueba del enorme cansancio
los principales asociados de Irak) así cen al frente, han aparecido tiendas frente a una guerra cuyo final no ve
como los desplazamientos al extran- decoradas con banderas y crespones nadie. O

Desde hace años, /as ejército; /as tropas de


ofensivas iraníes han Teherán acampan en
hecho tambalearse la el interior del
potencia armada del territorio nacional.

DEBATS N. 0 20 89
TEMAS DE HOY

apenas de su paisaje, construida a ras


de suelo, dispersa sabre las colinas,
entre las Iagunas . La ciudad es tan

UNA ANTE-CIUDAD, baja, agazapada entre Ia vegetacion,


y todo parece tan efimero, tan fragil ,
que uno espera encontrarla ahogada

EN LA PREGUERRA despues de cada tormenta vespertina.


Pero, ;,se trata realmente de una
ciudad? En todo caso, no tiene nada
que ver con Ia ciudad europea, ni con
MANAGUA (NICARAGUA) otras metropolis latino-americanas .
Un tercio de Ia poblacion nicaraguen-
se vive en Managua, que cuenta
actualmente con casi un millon de ha-
bitantes, o sea, una concentracion
relativamente superior a las de Mexi-
Fran9oise Galland total, a principios de 1985. En caso co o Lima. Y, sin embargo, en nin-
Christian Tutin de bombardeo, bastaran algunos se- gun sitio - excepto posiblemente en
gundos para destruir los pocos edi- los autobuses y en las grandes cele-
ON media docena en Ia terraza ficios publicos que subsisten en el pe- braciones revolucionarias, el 1 de

S superior de Ia catedral, instala-


dos alii para una semana; ha-
macas, armamento ligero y grandes
rimetro del antiguo centro de Ia
ciudad. Pero Ia mayor parte de las
bombas caeran sabre terrenos bal-
mayo, el 19 de julio, o en las fiestas
populares, como Ia de Santo Domin-
go- se siente Ia sensacion de amon-
prismaticos de largo alcance para vi- dios. En efecto, Ia catedral agrietada tonamiento humano, de afluencia de
gilar el !ago de Managua; felices de que el gobierno, siguiendo Ia opinion Ia poblacion, de hormigueo urbana,
recibir visitas y fumar gauloises: «Se de los expertos, ha renunciado a res- que normalmente se asocia a Ia gran
parecen a los cubanos». taurar a pesar de Ia insistencia del ar- ciudad .
A cuarenta kilometros a! oeste, a zobispo, ya no domina mas que un Una especie de Los Angeles que se
vista de pajaro, esta el Pacifico y vasto campo de minas. extiende sabre decenas de kilometros
a ciento veinte kilometros a! nor- En lo que fue Ia ciudad espanola, cuadrados, casita a casita, «cuadra»
te/ noroeste, Ia frontera hondurefta. se han retirado los escombros, se han a «Cuadra», donde las direcciones pa-
La amenaza puede venir del cercano trazado nuevas avenidas. De dia es recen un juego de rastreo ... , del esti-
oceano, o del vecino del norte; los como un gran jardin publico, Iugar lo: «Despues de Ia estatua de Mon-
portaaviones americanos no se van de paseo para los domingos, entre el toya, dos "cuadras" (manzanas),
nunca del golfo de Fonseca desde teatro Ruben Daria, muy cerca del "abaj o" (hacia el !ago), despues tres
hace mas de dos aiios, y Ia aviacion !ago, y el hotel Intercontinental, en "cuadras" a! sur, a Ia izquierda des-
hondurefia es Ia mas potente de Ame- forma de piramide semi-maya, con Ia pues del gran roble, a algunas ''va-
rica central, Ia unica que cuenta en Ia Casa del Gobierno en media. Son los ras" (unidad de longitud local). »
region. Los sandinistas podran des- tres principales edificios que sobrevi-
plegar sus milicias, sus carros de vieron a! terremoto de 1972. Alrede-
combate, sus helicopteros y su infan- dor de ellos, un gran vacio, reino de
teria; si Ia temida invasion se produ- los perros y de los ladrones en cuanto La guerra como un largo
jera un dia, empezaria con un blitz- cae Ia noche, que no consiguen llenar
algunos vestigios de hormigon sin suceso ...
rieg aereo en el que solo podrian
alinear unos viejos aviones. Y todo el grandeza, una coleccion de tanketas
mundo sabe aqui que no habria mu- -pequeiios blindados de Somoza- El signa visible de Ia guerra es en
cho que hacer contra el poderoso fue- donde juegan los nifios y, de plaza en primer Iugar Ia presencia ostensible
go del tio Sam . De todas formas, se plaza, algunos edificios milagrosa- de hombres armadas en las calles.
vigila el !ago, se instalan baterias de mente respetados por el seismo, Soldados, milicianos, reservistas,
DCA en el aeropuerto Sandino, y sa- como el de Telcor (los correos y tele- uniformes -pues no hay solamente
bre las colinas que dominan el kilo- grafos locales), inmenso paralelepi- los uniformes de los soldados-, se
metro siete, a! sur de Ia ciudad, de Ia pedo de cementa, feo y solitario, que ven un poco por todas partes. En ge-
misma forma que se entierran los ca- ni un fresco mural a Ia cubana alegra. neral, muestran una gran tranquili-
rros, con sus equipamientos, a lo Sabre las fallas sismicas han planta- dad; nada de controles de identidad;
largo de las vias de penetracion de Ia do arboles, instalado una nueva pla- todo lo mas algun registro rapido de
capital. za de Ia Revolucion, y erigido Ia esta- los bolsos en Ia entrada de edificios
tua del «trabajador combatiente», de publicos . Sin embargo, en algunas
una estetica guerrera tan controver- ocasiones, aumenta Ia desconfianza:
tida. los controles se multiplicaron en 1985
Esperando a los «marines» La ciudad esta mas lejos, perdida en los dias que preceden a! aniversa-
entre Ia verdura, en los tres horizon- rio del 19 de julio; es que se espera-
Managua ya ha conocido varias tes hacia los que se dirigen autobuses ban mas de quinientas mil personas
alertas, con los vuelos del pdjaro ne- y taxis . Es una primera sorpresa: no en Ia plaza de Ia Revolucion.
gro, a! dia siguiente de las elecciones se capta nada de Ia estructura de Ia · Tambien testigos, los militares que
de 1984, y durante las gesticulaciones ciudad . Hay capitales que aplastan protegen una asamblea general de
militares que siguieron a! anuncio de por su monumentalidad. Aqui no trabajadores de Telcor, una tarde de
Washington del embargo comercial hay nada parecido. Managua emerge agosto. La A. G. tiene Iugar a! aire li-

90 DEBATS N. 0 20
TEMAS DE HOY

bre, en un campo contiguo al edificio Pues el campo, a algunos kilómetros busca un alma que el nuevo régimen
de las telecomunicaciones. Los traba- de allí, sigue siendo un mundo lejano no ha tenido medios ni tiempo de
jadores discuten, rodeados de solda- que muchos ignoran, o sea, despre- darle.
dos armados, que se muestran ner- cian. Managua siempre ha vivido
viosos: es fácil imaginar el uso que muy separada de las tierras inte-
haría Le Figaro-Magazine de una riores, enclave comercial, adminis-
foto de la escena ... ¿Qué es lo que te- trátivo e industrial, que se ha des- La ciudad invertebrada
men los sindicalistas de Telcor, una arrollado independientemente de la
provocación, un atentado? ¿Atenta- economía campesina, sin pedirle ni Después del seísmo, la ciudad se
dos? ¿En Managua la tranquila, Ma- darle nada. reconstruyó en forma de media luna,
nagua la pacífica, Managua que se La guerra está en ese «otro mun- en el mayor desorden . Actualmente
enorgullece de ser la capital más se- do» del campo, lejos, más allá del lla- no tiene verdadero centro. Es un con-
gura de América Latina? 1 Es una no del Pacífico. Managua la vive junto confuso de barrios ricos y po-
posibilidad que las autoridades te- como un largo suceso repetitivo, te- bres, que se mezclan alrededor de los
men desde hace muchos meses. La rrible y sangrante, pero que no la. ejes de circulación, sin que su yuxta-
instauración del estado de alerta en concierne directamente. Se piensa en posición parezca obedecer más ley
octubre de 1985 pretendía, entre ella, naturalmente, se habla de ella, que las del azar o la especulación.
otras cosas, poner los medios para como de una maldición, con un fata- Así pues, nada de centro adminis-
evitarla. lismo que a veces parece una desmo- trativo, ni comercial, ni cultural, sino
De momento, la ciudad no conoce vilización. una treintena de «núcleos de activi-
la guerra ni el miedo. Pero la amena- Hay que decir que, aparte de una dad», esparcidos sobre el conjunto
za se ha cernido varias veces: en La breve tregua, muy relativa, de 1979 a del perímetro urbano, y un tercio de
Trinidad, en agosto de 1985; después 1981 -hasta la llegada de Ronald los cuales sólo contienen una o dos
en Santo Domingo, en noviembre, la Reagan a la Casa Blanca-, siempre funciones sociales (restauración, co-
«contra» ha atacado a menos de cien se ha vivido junto al horror: las atro- mercio o administración) . Para cam-
kilómetros . Y basta con algunas ho- cidades de la «contra» solamente han biar divisas, comprar un billete de
ras de carretera para entrar en zona sustituido a las de Somoza. avión y enviar una carta, hay que
de guerra; sin hablar de las regiones Sin embargo, de tarde en tarde un desplazarse entre varios de esos
fronterizas, la guerra está alrededor grave acontecimiento reanima la in- «pseudocentros», es decir, recorrer
de Esteli o de Jinotega, al norte, al quietud: el ataque del aeropuerto por varias decenas de kilómetros y dedi-
nordeste, también al este, en Boaco y una avioneta de Edén Pastora, en car un día entero. Una sola gestión
Chontales. 1984, o la explosión de un depósito administrativa puede requerir dos ida
Estas regiones son el escenario co- de municiones detrás del hotel Inter- y vuelta .. .. y tres. horas de autobús .
tidiano de atentados, de asesinatos continental, en la primavera de 1985 . Junto a esta auténtica locura, hay
individuales, de temibles emboscadas Algunas noches, un sordo fragor una curiosa mezcla de bolsas de mise-
y de combates feroces. Alguien abre despierta a la población: es, o un te- ria y de barrios casi «chics» en com-
la puerta, una granada explota, al- rremoto que pasa (estamos a medio paración con lo que caracteriza la
guien muere .. . ; el «contra» se había camino entre Colombia y México), o estructura urbana. No existe una
equivocado de «cuadra», mala suerte los carros de combate del ejército que oposición clara entre las zonas resi-
para uno, mala suerte también para parten para desplegarse discreta- denciales y un «cinturón de pobre-
la familia, a quien resultará difícil mente. za», como en otras capitales, sino un
que le entierren religiosamente, si por A los carros no se les teme en abso- mosaico complejo y cambiante, bien
desgracia (y esto ya ha sucedido) el luto; no estamos en Santiago de Chi- simbolizado por la embajada nortea-
cura de la parroquia declara que no le, ni en la Argentina de los militares; mericana y el hotel de lujo Estrella.
estaba en el recto camino y niega sus están ahí para tranquilizar, no para Ayer protegidos por una explanada
servicios. Pero esto son cosas quepa- intimidar. de terrenos baldíos, hoy están rodea-
san en Esteli, en Somoto o en el cam- Los terremotos son mucho más pe- dos por chabolas sobre las que ondea
po, donde ya no se contabilizan los ligrosos: hay que salir de casa a la la bandera sandinista.. . Ni siquiera
campesinos masacrados, a menudo primera alerta. A causa de ellos se las lujosas villas de Las Colinas están
torturados, con enorme salvajismo, construye bajo y ligero. a salvo de un cerco ...
por los «paladines de la libertad». La antigua ciudad, 3 totalmente La geografía de la ciudad es tanto
arrasada por el seísmo de 1972, nun- más indescifrable cuanto que está en
ca ha sido reconstruida. En efecto, el continuo movimiento . La guerra no
dictador Somoza «congeló» el perí- es extraña en este trastorno físico.
De cerca metro afectado (más de veinticinco Acelera peligrosamente un éxodo ru-
kilómetros cuadrados), para obligar ral que permanentemente añade nue-
Casi cada día , Barricada, el diario a reconstruir sobre terrenos periféri- vos barrios al cuerpo blando de Ma-
del Frente Sandinista, y el Nuevo cos, ¡propiedad de su familia y de sus nagua. No pasa un mes sin que
Diario, también favorable al poder, esbirros! Esto, junto con el desvío en surjan nuevas chabolas del suelo, al
llenan la primera plana con los rela- beneficio del clan de cerca de 30 mi- ritmo de la llegada de los que, expul-
tos de estos asesinatos, sevicias, se- llones de la ayuda: internacional, con- sados por la guerra o atraídos por la
cuestros, 2 a riesgo de provocar un tribuyó en gran medida a alzar a la esperanza de una vida menos dura,
sentimiento de inseguridad y de mie- burguesía nicaragüense contra la dic- vienen a probar suerte a la capital. Se
do. Pero aquí, en Managua, sólo son tadura. Somoza nunca se recuperó. estima que han llegado a Managua
notiCias, relatos, que llegan de la Managua tampoco, por otra parte. más de cien mil desde mediados del
«profundidad» de las junglas y de las Fue como si ese año la ciudad hubiese año 1984. La extensión de los comba-
montañas, a fin de cuentas lejanas . perdido la memoria; desde entonces tes en el Nordeste ha acelerado el fe-

DEBATS N. 0 20 91
La guerra está en ese vive como un largo
«Otro mundo» del suceso repetitivo,
campo, lejos, más terrible y sangrante,
allá del llano del pero que le concierne
Pacífico. Managua la directamente.

nómeno, hasta el extremo de que si el trasladada a finales de la estación o el dentífrico que desaparecen du-
crecimiento contim,¡ase al ritm,o de seca, en julio, ha sido renovada en rante cierto tiempo de los super-
los dos últimos años, Managua con- 1986; ahora la población tiene que mercados, es el diario impreso en
taría en el año 2000 con más de tres soportar dos días y dos tardes sin media hoja, porque el papel escasea
millones de habitantes, o sea ... ¡la agua corriente. El problema del agua y, si se tiene la suerte de vivir en una
población actual del país! es tan dramático a causa principal- «verdadera» casa, es el grifo, o el de-
Los nuevos asentamientos vienen, mente de la contaminación del lago. sagüe, o el aire acondicionado, que
bien a rellenar los intersticios del teji- Una verdadera infección de mercu- no se podrá substituir, ni siquiera
do urbano, bien a empujar los límites rio, al parecer. Nunca se come pesca- reparar si se estropea. Es el mecánico
de la ciudad, haciéndola cada vez do en Managua sin haberse asegura- que se evita porque, por una pieza
más ilegible, cada vez más extraña a do de que no viene del lago ... usada que cambia, roba tres nuevas .
cualquier regla de urbanización ra- Pragmático como sus dirigentes, el
cional. En la carretera de Masaya, habitante de Managua se adapta. Re-
sus confines se extienden cada vez funfuña , dice pestes, pero se adapta.
· más lejos: el MINDIRA (ministerio Y el milagro es que, a pesar de todo, La implosión del comercio
de Agricultura), instalado en el kiló- la cosa funciona. Se desvía el trayec-
metro doce, ya está sobrepasado ... to de Jos autobuses; se alarga su reco- Se sale adelante cada vez peor,
Sin duda, para el habitante de Mana- rrido, al ritmo del éxodo rural, que se pero es todavía en Managua donde se
gua la manifestación más tangible de amontona, o mejor, que se extiende sale mejor, porque aquí siempre pue-
la guerra es el ver instalarse frente a en la capital. de ·uno dedicarse al pequeño comer-
1
su casa, por poco terreno libre que Pero por muchos tesoros de imagi- cio, «componérselas» . Los beneficios
. haya, un nuevo asentamiento, al que na<;ión que se desplieguen, la astucia del sector denominado «informal»,
habrá que dotar de agua corriente o los apaños no sustituyen a los dó- son los únicos que resisten la infla-
y electricidad, cuya alfabetización y lares que faltan cada vez más cruel- ción galopante, porque aumentan
mínimas condiciones higiénicas ha- mente. Así, con el paso de tiempo, se con los precios. Actualmente habría
. brá que asegurar. asiste a un lento proceso de deterio- cerca de doscientos mil revendedores
ro. El parque de vehículos disminu- (un habitante de cada cinco), y su nú-
ye; las furgonetas privadas que com- mero aumenta incesantemente. Un
pletaban la red de autobuses han pequeño vendedor de gaseosas gana
La conquista del agua desaparecido; hace algunos años, se más que un obrero o una empleada.
podía encontrar un taxi en algunos En esta situación, los circuitos de dis-
El MINV AH (ministerio de la Vi- minutos en cualquier punto de la ciu- tribución oficial se han vuelto inefica-
vienda) y la junta municipal de Ma- dad; hoy en día, a lo mejor se podrá ces, y los sectores productivos están
nagua son impotentes ante la magni- encontrar uno en media hora. La amenazados de descomposición.
tud de los problemas que se crean; de guerra también es esto : esperar un Cuando no existen penurias, el sim-
alojamiento, por supuesto, pero tam- taxi sudando suavemente, y ver llegar ple hecho de temerlas las provoca,
bién de transportes y de aprovisiona- una cosa amarilla (o verde, o azul, o por poco que se extienda el miedo de
miento de agua potable. El consumo roja), sin alerones, sin puertas, o sos- pasar necesidades -y en Managua se
de agua ha aumentado tanto desde tenidas por un alambre, y cuyo mo- extiende rápidamente-. Basta con
1979, que el Gobierno ha instaurado tor hace · ruidos inquietantes. Tam- que los rumores anuncien como pró-
«dos días sin agua» por semana du- bién es el aprovisionamiento que se xima la falta de azúcar, para que se
Tante el invierno de 1985 . La medida, hace cada vez más difícil. Es el aceite convierta en una realidad. Los rumo-

La revolución
sandinista no · es ser una tentación>•, a
todavfa más que una pesar de las
niilita de siete ailos. amenazas que se .
Envía sus pompas de acumulan y de los
jabón hacia el sol, y humos que se
para ella el alba espesan en la cima
nunca ha «dejado de del Momotombo.

92 DEBATS N. 0 20
En ningún sitio populares, como la de
(excepto Santo Domingo) se
posiblemente en los siente la sensación
autobuses y en las de amontonamiento
grandes humano, de
celebraciones hormigueo urbano,
revolucionarias, el que normalmente se
1 de mayo, el 19 de asocia a la gran
julio, o en las fiestas ciudad.

res son tanto más frecuentes, cuanto más los que dicen: «Antes se vivia Hay muchos restaurantes donde por
que el aprovisionamiento forma par- mejor». En la capital, la lenta des- el sueldo de un obrero uno puede per-
te de las cuestiones sometidas a la composición económica es el efecto mitirse una botella de rosado de Pro-
censura. La Prensa, el diario de la de- más temible de la guerra, no de Jos venza, y villas parapetadas tras altos
recha, varias veces ha suscitado páni- mismos combates, sino de la guerra muros, donde se dan fiestas suntuo-
cos. Lógica infernal de la especula- económica y financiera, más astuta, sas. Pero la burguesía de comercian-
ción que se alimenta de todo, de las más imparable y, finalmente, más tes y hacendados es más visible en
intemperies climáticas, de los rumo- eficaz, sin duda. La renta nacional Granada, la antigua capital de la co-
res, de la falta de divisas. Es al mis- per cápita ya ha descendido al nivel lonia, o en León, en Rivas, en las ciu-
mo tiempo el cáncer que corroe la de principios de los años sesenta. dades del algodón o de la carne . En
economía de la ciudad, y la válvula El gobierno había conseguido ha- Managua el desfile ecuestre que clau-
que reduce ciertas presiones. Tiene su cer desaparecer durante algunos meses sura las fiestas de Santo Domingo,
templo, su fortaleza que nada ha po- el mercadO negro de divisas, instau- patrón de la ciudad, es la ocasión
dido reducir: el mercado oriental, rando un mercado libre a principios para contemplar a la burguesía con
donde se encuentra todo, incluso lo de 1985. La cotización del dólar, que todos sus atributos: caballos sober-
imposible de encontrar, pero a pre- · en aquella época se compraba a 200 biamente adornados, espuelas y fus-
cios que pueden llegar al doble, a ve- córdobas en la calle, rápidamente se tas, trajes y maquillajes de circuns-
ces a diez veces del de Jos almacenes disparó a 600 y 900 córdobas, pero la tancia. Una fauna inusitada invade
del Estado. Para el conductor de taxi demanda de dólares es tal que pronto ese día el hotel Intercontinental; por
que no tiene ni los medios ni el tiem- se reconstituyó el mercado negro, en una vez, los porteros se ven obligados
po de darse una vuelta por Costa el cual el billete verde se cotizaba a a utilizar la fuerza para echar algunos
Rica, es la única manera de conseguir más de 2.000 córdobas a mitad de borrachos que estropean el ambiente.
una rueda, posiblemente usada, pero 1986. 4 A este precio, hay que ser rico Habitualmente, este hotel (nacionali-
al menos utilizable. para hacer la competencia a las casas zado) es sobre todo el refugio de los
de cambio. extranjeros que vienen a gozar de la
Hay ricos en Nicaragua: comer- perfecta climatización, de la acogida
ciantes, industriales, propietarios de a la americana, de la tranquilidad del
Embargo, etc. tierras. El sector privado continua re- bar-salón, del sonido del piano. Es la
presentando más de la mitad del pro- residencia de las delegaciones extran-
El embargo comercial total decre- ducto nacional. La cohabitación en- jeras, de los periodistas, también de
tado en 1985 por Jos Estados Unidos tre la revolución y la burguesía es los espías, ciertamente. Asimismo, es
ha alargado la lista de productos que cada vez más difícil, pero se mantie- el centro de los rumores, la caja de
no se encuentran. Se han hundido ne. «Empresarios patrióticos» o pa- resonancia de los humores de la ciu-
sectores enteros: la medicina hospita- trones de combate del COSEP, 5 Jos dad y del país. Incluso aquí, en un lu-
laria, la producción algodonera. Pa- productores privados son mimados gar tan protegido, el embargo se hace
radoja: el embargo afecta más dura- del régimen, u objeto de las mayores sentir; la Coca-Cola sólo se sirve con
mente al sector privado que al Estado sospechas. alcohol; incluso en el Intercontinen-
y a las empresas públicas. Esto forma Pero se ve poco la gran riqueza en tal escasea.
parte def juego americano; acentuar Managua. No es que se esconda real- Así vive Managua, no en la guerra,
las tensiones, mantener el desconten- mente, pero la ciudad tiene unas ca- sino con ella. ¿La alcanzará un día?
to, y mañana; posiblemente, la exas- racterísticas que hacen difícil el poder No parece posible. La «contra>> no
peración. De hecho, cada vez son entregarse ostensiblemente al lujo . tiene capacidad militar para hacer re-

Sin duda, para el


habitante de asentamiento, al que
Managua la habrá que dotar de
manifestación más agua corriente y
tangible de la guerra electricidad, cuya
es el ver instalarse alfabetización y
frente a su casa, por mínimas condiciones
poco terreno libre que higiénicas habrá que
haya, un nuevo asegurar.

DEBATS N. 0 20 93
TEMAS DE HOY

troceder al ejército sandinista. En van a Costa Rica, 6 o a los Estados que nunca a doblar sus ,efectivos
cuanto a la invasión norteamericana, Unidos, los más acaudalados. En (6.000 a 8.000 hombres actualmen-
· se la ha anunciado tantas veces como cuanto a los que intentan huir del re- te), 7 y el dispositivo militar ameri-
inminente sin que haya tenido lugar, clutamiento, escondiéndose en el país cano en Honduras está actualmente a
que ya sólo inquieta episódicamente. o pasando la frontera hondureña, a punto.
Cuando cada vez más cerca la tensión menudo se encuentran pronto ... en Esperando la paz, Managua se ins-
aumenta en la región o en el mundo, los campos de entrenamiento de la tala en lo provisional. Los grandes
un estremecimiento se extiende por la «contra». proyectos se dejan para más tarde: la
ciudad. Una vez acabada la alerta, Está el éxodo de los refractarios, reconstrucción del centro, por su-
queda un vago malestar. Esto es la también está el de los cuadros y los puesto, también el saneamiento del
guerra: ese largo malestar al que uno técnicos duramente afectados por la lago, y el acondicionamiento de sus
se acostumbra, un inmenso cansan- reducción del nivel de vida, y para orillas, sin hablar de la desecación de
cio que ya no os abandona, y que quienes la revolución no era la aven- la parte menos profunda, para hacer
acaba por oscurecer las sonrisas y ve- tura de sus sueños. También éstos se un enorme pólder. Posiblemente ma-
lar las miradas. Una nueva gravedad, van hacia otras tierras, hacia otras ñana, si este proyecto digno de Julio
que modera los entusiasmos. Las aventuras, hacia otros sueños, se van Verne se realiza, las hortalizas crece-
fiestas del 19 de julio (aniversario del al norte, o al sur, América es tan rán sobre las tierras ingratas domi-
«triunfo») ya no son los grandes jú- grande... Es imposible contabilizar nadas por el cono negruzco de Mo-
bilos desenfrenados de los primeros este flujo. Es débil; pero existe. La motombo, el «coloso calvo y des-
años; la multitud permanece grave, guerra impone a todo el mundo una nudo», 8 que nunca quiso ser bau-
atenta. discontinuidad, una perplejidad so- tizado. El volcán se reanima peligro-
bre el futuro, incluso aunque el pre- samente, al parecer, y podría explo-
sente sea tranquilo. tar un día próximo, arrastrando en su
La guerra es tan bella, «Queremos la paz.» Éste es, sin erupción la central geotérmica aloja-
cuando no se va duda, el más popular de todos los da en sus entrañas desde hace unos
slogans de la revolución. Pero nadie años. Managua, a imagen de todo el
La exuberancia tropical se encuen- está dispuesto, para «tener la paz», a país, es el inmenso contraste entre
tra en otras ocasiones, como en los renunciar a una dignidad adquirida a una cotidianeidad que se degrada día
conciertos de Dimensión Costena, tan alto precio en 1979. Todos los lu- a día, y un gran sueño de porvenir
el grupo de música caribeña que ha nes, al alba, se lee este orgullo recu- radiante. Antiguas prostitutas han
conquistado al país al ritmo lánguido perado de ser nicaragüense en las mi- montado una cooperativa de confite-
del «palo de mayo». Managua toda- radas que acompañan a los soldados ría, y en el crucero abandonado de la
vía puede permitirse una cierta des- que se dirigen a sus acantonamientos, catedral un jardinero de gestos lentos
preocupación. Cuando caía sobre los apresurándose en las terminales de arranca las malas hierbas que no de-
télex el anuncio de que el Senado nor- autobuses hacia Esteli, o hacia Mata- jan de crecer, mientras unos niños
teamericano acababa de votar un cré- galpa. hacen pompas de jabón en el parque
dito de 100 millones de dólares para Alfonso Velásquez. 9 La revolución
la «contra», a finales de marzo, todo sandinistano es todavía más que una
La amenaza y la tentación niñita de siete años. Envía sus pom-
el mundo estaba en la playa, en las la-
gunas o en el Pacífico, en Pochomil. pas de jabón hacia el sol, y para ella
Era el final de la Semana Santa. Por el momento, todos los proyec- el alba nunca ha «dejado de ser una
La angustia aumentó con la instau- tos de futuro están supeditados a una tentación», 10 a pesar de las amenazas
ración del reclutamiento. Hasta ese paz incierta. La contra ha sufrido que se acumulan, y de los humos que
momento, el mundo campesino ha- golpes muy severos en 1985, pero el se espesan en la cima del Momo-
bía soportado casi exclusivamente el presidente Reagan está más decidido tambo. O
choque directo de la guerra, y a la ca-
pital sólo llegaba su eco en sordina.
El servicio militar es obligatorio des-
de 1984, pero en varias regiones se
interrumpió el reclutamiento el año
pasado porque la población se opo-
nía, no por antimilitarismo ideológi-
co, sino por desmovilización. Desde
los tiempos de la dictadura somocis-
ta, Nicaragua tenía su guardia preto-
riana, ligada al presidente. Hoy, la
burguesía no ve con buenos ojos la
partida de sus hijos al servicio mili-
tar; un sector del campesinado es
igualmente reticente, más aún cuan-
do la Iglesia ha hecho del recluta-
miento un tema privilegíado en su en-
frentamiento con el poder. Así pues,
el éxodo de los que se niegan a partir
al servicio es una consecuencia invisi-
ble, pero muy real, de la guerra.
En las familias ricas, los hijos se

94 DEBATS N. 0 20
TEMAS DE HOY

los más anodinos a los más impor-


tantes.
Es un hombre notable y continuará
siéndolo.
Minas drusas y falangistas rodean

DEIR·E'L· Deir-El-Kamar.
Imposible salir. ..
Es un asedio.

(LÍBANO) Pero la vida se organiza, el tiempo


transcurre en paseos estivales. La
gran plaza está animada. En Deir-El-
Kamar se pasean desde el alba hasta
OCTUBRE/NOVIEMBRE 1983 los primeros resplandores de la luna.
Los niños juegan en las callejuelas.
Las mamás hacen pan a la antigua.
Los militares desarmados arrastran
drusa. De Bamdhum a Kfar-Katra, su· aburrimiento, con una ramita en
Marcel Roux la mano .. .
cincuenta y ocho pueblos se han va-
ciado en algunos días de su población Después los días pasan. La espe-
EIR-El.-Kamar, pequeña ciu- ranza se hace más insistente. Los dis-

D dad del Chuf situada sobre


la montaña a ochocientos
metros de altitud, ofrece como un li-
cristiana, que hasta entonces había
vivido en armonía con los drusos.
Algunas ciudades resistirán ... , des-
pués cederán ante el empuje de los
paros de los francotiradores se han
hecho regulares, día y noche. La gen-
te muere por las balas, otros saltan
bro abierto, a la vista de los drusos, cañones .. . sobre las minas. La angustia aumen-
sus edificaciones bellas y orgullosas, ta. La Cruz Roja internacional, que
Los cristianos están en las carrete-
su palaCio, su gran pieza rodeada de ras, en la montaña, a menudo a pie, se encarga de los reavituallamientos,
arcadas donde se pasea la historia. evacúa también a los heridos civiles
muchos sólo se han llevado una bolsa
El tiempo pasa apacible al ritmo de hacia Beirut.
de mano, dejando tras ellos su infan-
la fuente donde sacia su sed el viajero Desde octubre, un equipo de MSF
cia, su historia, sus casas.
apasionado de la poesía, como La- Los caminos del Chuf por donde entra en Deir-El-Kamar para ayudar
martine, que estuvo en estos parajes. al equipo de médicos libaneses; dos
deambulan los cristianos llevan todos
Deir-El-Kamar, símbolo de la his- internos residentes de cirugía, llega-
a Deir-El-Kamar.
toria cristiana en el Líbano. Los cru- No es una casualidad. dos con los refugiados, y el doctor
zados, seguidos por los maronitas y No es un milagro. Antoine Boustany, cirujano en el
los jesuitas y, finalmente, el padre Ya es historia. hospital. Nos encargamos de toda la
Jacques (fundador de la orden de las medicina.y la pediatría, las consultas
En algunos días la ciudad rebosa
hermanas de la Cruz) contribuyeron son numerosas y urgentes. Georges
con veinte mil habitantes. Todos lle-
a hacer de este lugar la capital de los Dib dirá: «¡Incluso aunque no fueran
gan con su alcalde, con su cura ...
cristianos en el Líbano . Dieciséis igle- médicos, el hecho de que estén aquí,
Tres mil militares kataeb vendrán a
sias o templos se diseminan por la ya es mucho para nosotros!»
engrosar esta población.
ciudad . Trabajamos en el hospital de las
Todos convencidos de que el pres-
1860: Deir-El-Kamar («Convento hermanas de la Cruz, psiquiátrico,
tigio de Deir-El-Kamar no podrá ser
de la Luna») es tomado a sangre y transformado por las necesidades en
violado por el cañón druso ... y de
fuego por el pueblo druso venido hospital general (servicios de medici-
que Beirut está a algunos días de pa-
para conquistar este santo lugar. El na, cirugía, obstetricia y pediatría).
ciencia. Así pues, se instalan por al-
ejército francés de Napoleón 111 ven- En él reina una limpieza impecable.
gún tiempo, unos en casas desocupa-
drá a liberar al pueblo cristiano y das, por familias, por pueblos; otros Sor Faridé, la madre superiora, re-
ayudará a reconstruir una parte de la genta su mundo con dulzura y efi-
ocuparán los monumentos históricos
ciudad. Las viejas callejuelas de pie- cacia.
(palacio, zoco, iglesias) donde en-
dra que serpentean se cubrirán con cuentran un poco de frescura en los Al filo de los días, la tranquilidad
las ruinas de la masacre. En Deir-El- soleada del principio deja sitio a la
cálidos días de principios de septiem-
Kamar se camina sobre la historia. bre. angustia fría de los días de lluvia. Los
1983: a finales del mes de agosto, rostros se crispan, las preguntas son
Georges Dib, alcalde de Deir-El-
la ciudad todavía está llena de los ve- más numerosas. En la consulta hay
Kamar desde hace veinte años, es
raneantes que la eligen para instalar- omnipresente, se ocupa de todo, es- empujones. Las madres enloquecidas
se. Los mil quinientos habitantes del se precipitan, con sus hijos en brazos,
cucha todo, arregla los conflictos en-
invierno se convierten en cinco mil en con el rostro tenso, las manos nervio-
la estación cálida. En verano, como tre familias o pueblos, instala «de- sas. Cuántos niños estaban enfermos
cada año, las residencias secundarias finitivamente» a todo el mundo, por la desesperación de su madre,
se despiertan en una algarabía de cir- organiza distribuciones de víveres sola, lejos del marido, muerto o
culación donde el BMW rivaliza con con paciencia, afabilidad y buen hu- ausente. A veces, conseguíamos tran-
el Mercedes bajo la mirada indiferen- mor. Se levanta a las 6, se acuesta a quilizarlas, incluso hacerlas sonreír ...
te de la «bella americana». Entonces habíamos vencido ... por
Después, a finales de agosto y prin- la l ... El tono de su voz no ha cam- hoy.
cipios de septiembre de 1983, llegó el biado, fumando suavemente el ciga- Pero mañana ... volverán.
éxodo de los cristianos huyendo de rro que no abandona sus labios, re- Y los viejos quejándose de todo en
sus pueblos del Chuf, bajo la presión solviendo sartas d~e problemas, desde todas partes con expresión de gran

DEBATS N. 0 20 95
Y después, ¿qué
hacíamos aquí, entre franceses sin
ellos, sitiados como fronteras que
ellos, nosotros que abandonan su país,
éramos franceses, no tierra de libertad,
creyentes y que atravesando las
podíamos ir a Beírut? barreras drusas para
«Pero, ¿quiénes son vivir entre una
esos médicos población sitiada?»

sufrimiento, y que, ante nuestra cara Los días transcurrían más largos «Todo está por hacer, no esperéis de-
circunspecta, se iban con la cabeza unos que otros. Para la gente, el abu- masiado», parecen decir los drusos.
hundida entre los hombros, los ojos rrimiento era la ocupación principal; Un millar de viejos y de huérfanos
semicerrados, húmedos, murmuran- la enfermedad, la única esperanza de temporales liberados por Walid Jum-
do algunas palabras. «¿Qué dice?» tener un poco de calor con, a lo me- blatt. El CICR se entregará a fondo
preguntaba a mi enfermera traducto- jor, al final, la felicidad de un viaje a para realizar esta difícil operación.
ra. Ella me miraba sonriendo: «Quie- Beirut... en una ambulancia de la Un nuevo salto en el corazón: «¿Para
re ir a Beirut». Cruz Roja. cuándo nuestra partida?»
Algunos días, todos querían ir a Se celebra el tan esperado congre- Llueve desde hace unos días en
Beirut: ¡evacuados sanitarios por una so de reconciliación naCional. Los · Deir-El-Kamar.
otitis, un panadizo o una diarrea!. .. rostros ceñudos se distienden. Los Llegan los primeros fríos.
A veces, era difícil explicar á esas flashes de información se escuchan El año pasado, ochenta personas
gentes que la enfermedad «grave», con una gravedad llena de esperanza. murieron congeladas en el Chuf.
que padecían desde hacía cuatro Se toma por asalto los coches aparca- Los disparos de DCA son cotidia-
años, no justificaba que fuesen eva- dos que poseen autorradio. nos, los francotiradores más preci-
cuados hoy. También era difícil ver- Ya no se vaga por las callejuelas ... sos . Ya no es la angustia de una ma-
los encorvados volver a su madrigue- Se vive en los coches, con la radio sacre, es la ·guerra ... Ya no se muere
ra con algunos comprimidos en una a todo volumen, acostados sobre los alrededor de la ciu.dad saltando sobre
bolsa de plástico. altavoces. Cada uno hace su comen- las minas .. . Se muere dentro, no lejos
Y después, ¿qué hacíamos aquí, tario. del hospital, por una bala o una ex-
entre ellos, sitiados como ellos, nos- Se escuchan todas las especulacio- plosión.
otros que éramos franceses, no cre- nes políticas . Después, otro equipo de MSF nos
yentes y que podíamos ir a Beirut? Ya no pasarán el inviernt1 aquí... sustituyó. Estaremos presentes hasta
«Pero, ¿quiénes son esos médicos Sin embargo, esa gente que parece el final del asedio, pero no será fácil
franceses sin fronteras que abando- sufrir no es tan desgraciada. Hay re- olvidar el mes pasado entre esa gente.
nan su país, tierra de libertad, atrave- fugiados en el mundo que viven en Habremos estado junto a la más bella
sando las barreras drusas para vivir condiciones mucho peores. Escuchan dignidad y el miedo más sincero. Por
entre una población sitiada?» esto pero no siempre lo comprenden. la una como por el otro, debíamos es-
Les dijimos a los enfermos que éra- Refugiado no significa sólo no te- cribir estas líneas.
mos médicos. ner ningún derecho, estar privado de Después, poco a poco, un velo de
Les dijimos a las hermanas que todo ... es simplemente perder el dere- olvido ha cubierto esta ciudad . El Lí-
éramos no creyentes. cho de vivir en la propia casa, incluso bano está en sangre y fuego por todas
Les dijimos a las gentes que las si se huye en Mercedes ... partes.
queríamos. El discurso de Amin Gemayel, Se han convertido en los náufragos
«Estamos aquí con vosotros como clausurando el 1 congreso de reconci- de la actualidad. Ya nadie habla de
otros están en otros sitios, en el Líba- liación nacional en Ginebra, animó esta «isla» del Chuf.
no, y un poco por todo el mundo.» A los corazones. Así pues ... In eh Al/ah. O
veces nos sentíamos un poco amena- Algunos minutos más tarde, por
zados para contestar sin política o -sin primera vez, los cañones drusos y los
religión, para aclarar los porqués ... disparos de DCA rozan el ' hospital.

Refugiado no simplemente perder el


significa sólo no derecho de vivir en la
tener ningún derecho, propia casa, incluso
estar privado de sí se huye en
todo ... , es Mercedes ...

96 DEBATS N. 0 20
TEMAS DE HOY

esta madre y yo, y su reacción, siem-


pre, era decir: «¿y si pudiéramos eva-
cuarla a Beirut a un hospital espe-
cializado?» Pues bien, estábamos
encerrados en Deir-El-Kamar.
-¿Y los casos de lesiones graves,
de heridas?
-Durante todo aquel período en
Deir-El-Kamar no hubo ningún caso
de niños heridos. En Trípoli, sí, mu-
chos, durante los combates entre pa-
lestinos arafistas y disidentes pro-
sirios, a finales de 1983. Los niños
heridos ... quisiera evitár la sensible-
ría, pero eso marca, sí. Prefiero re-
cordar a aquel niño de diez o doce
años que había recibido el estallido
Éric Sarner de un obús. Nos llegó con un trauma-
te, en mi opinión, vivir de una mane- tismo en un ojo, una cosa bastante
ra casi normal. Juegan, se adaptan, importante, con una hemorragia
-Dejando a un lado los traumatis- se harán una pelota con trapos si han intra-corneal. Pues bien, como todo
mos físicos, lo que parece de mayor perdido su balón, etc. el mundo, un herido se siente un
importancia en el plano médico, en la poco tranquilizado cuando es hospi-
ciudad en guerra, es el stress. ¿Cómo -¿Hay trastornos específicos? talizado en un servicio limpio, bien
se presenta en los niños? cuidado, comparable a lo que cono-
-También en eso, los trastornos cemos aquí. Dicho esto, era la vida
-Creo justamente que los niños somáticos o nerviosos se encuentran de este ojo lo que estaba en juego. El
están menos expuestos al stress que mucho menos entre los niños que en- niño hablaba francés, así que podía-
los adultos. Es lo que he constatado. tre los adultos. Por ejemplo, los fe- mos comunicarnos con él perfecta-
En cierta forma no se dan cuenta, a nómenos de diarrea o de jaquecas, el mente. Y muy pronto, demostró una
pesar del hecho de que su vida se insomnio o la crisis de llanto, rara serenidad extraordinaria. Los padres
haya modificado. En algunos casos, vei se encuentran entre los muy jó- estaban enloquecidos, torturados por
las familias han sido trasladadas -es venes. la angustia. A menudo, los adultos
un fenómeno mayor en el Líbano, tienen reacciones amplificadas por el
por ejemplo-. Duermen en el suelo -Seguramente, tiene usted casos entorno inmediato, por la familia,
bajo dos mantas. Pues bien, los niños en que la misma situación complica el por los vecinos del barrio. El niño,
se adaptan. Son los padres los que su- tratamiento, o lo impide ... Esto es por su parte, permanecía tranquilo,
fren. Creo que el stress de sus padres bastante terrible. seguía las consignas que le daban. Y
puede influir en: sus relaciones con los todo acabó bien ya que, un poco más
otros, en sus reacciones, en su des- -Recuerdo muy bien una niña que tarde, pudo ser evacuado a Beirut.
arrollo, pero los niños parecen per- debía tener diez meses. Era durante
manecer serenos. No tienen la noción el sitio de Deir-El-Kamar, al sur de -Pero, finalmente, la vida de ese
de miedo proyectado. Evidentemente, Beirut. El bebé llegó con diarrea y ojo dependía completamente de la si-
todo el mundo tiene miedo durante con deshidratación. La madre había tuación, de una evacuación posible o
un bombardeo, pero en un período perdido otro niño, algunos años an- imposible.
de tranquilidad relativa, los adultos tes, durante un bombardeo . El bebé
continúan teniendo miedo: saben que es hospitalizado ~ El tratamiento no -Absolutamente. Sin embargo,
volverá a empezar dentro de dos ho- da los resultados esperados. Su esta- esto aún hacía resaltar más aquella
ras, de dos días. Existe una tensión do se agrava en dos o tres días. Y fi- especie de tranquilidad del mucha-
que aumenta y aumenta. Los niños, nalmente nos damos cuenta de que cho. Pero es cierto, en definitiva, que
por su parte, no razonan, no proyec- no podemos salvar a la niña. Hubo es la guerra la que escoge.
tan en el futuro. Es lo que les permi- unas relaciones muy fuertes entre Traducción, Ana Montero.

Creo que el stress de


sus padres puede desarrollo, pero los
influir en sus niños parecen
relaciones con los permanecer serenos.
otros, en sus No tienen la noción
reacciones, en su de miedo proyectado.

DEBATS N. 0 20 97
Leviatán LETRA
Revista de hechos e ideas INTERNACIONAL
NUMERO 5 (PRIMAVERA 87)
NUMERO 26 (PRIMAVERA 1987)
Ricardo Cid Cañaveral: Por la política a la locura/
Jordi Solé Tura: Una lectura autonomista y federal del
Sobre la información.
modelo de Estado constitucional.
Fran~ois George: Monólogo invectiva.
Jorge Benedicto Millán y Miguel Requena: Las terceras André Comte-Sponville: El bueno, el malo y el militante.
elecciones al Parlamento Vasco. Anthony Barnett: Henry Moore: el perfil del trabajo.
Carmen Martínez Ten: La participación política de la mujer
Theodore Draper: Todos los hombres de Reagan.
en España. Jorge G. Castañeda: México, el desafío democrático.
Angel Viñas: Apertura exterior y modernización democrática.
Adam Zagajewski: El discurso secreto del presidente.
Edelberto Torres-Rivas: Centroamérica: guerra, transición Wole Soyinka: El pasado condiciona el presente.
y democracia. Magaroh Maruyama: Diferentes paisajes mentales.
José Miguel Insulza: Centroamérica y el mito de la seguridad.
Kuniko Mukoda: Obra en un acto.
André Gorz: El socialismo de mañana. Rafael Pérez Estrada: In Memoriam/La visitación de Eros/
Alfonso Ruiz Miguel: Filosofía de la paz: algunos problemas En la espe ra.
éticos. lvan Klima: El moderno apocalípsis de Karel Capek.
Josep Picó: País Valenciano: sociología de la sociología. Modest Cuixart: El grito contra el estilo.
Miguel Espejo: El exilio y el reino.
Entrevista con Claude Levi-Strauss. Carlos Barra!: Arco Iris.

Suscripción anual: 1.400 ptas. Suscripción anual: 1.600 ptas.


Forma de pago: Talón bancario o giro postal. Forma de pago: Talón bancario o giro postal.

Redacción y Administración: Monte Esquinza, 30, 3.• dcha. 28010 Madrid Redacción y Ad ministración: Monte Esquinza, 30, 2.•. 28010 Madrid

EL EMPERADOR DE LA EDICION
La figura de Gaston Gallimard (1881-1975)
evoca inmediatamente la imagen del poder,
pues Gallimard ha sido, antes que nada, un
conquistador, el constructor de un imperio .
... Eclecticismo, tolerancia, indiferencia en
materia metafísica y política, son rasgos
de su personalidad que facilitan la tarea
de publicar bajo la misma cubierta blanca
a los comunistas y a los fascistas, a los
blandos y a los duros, a los pederastas y
a los padres de familia numerosa, a los
niños remilgados y a los iconoclastas ...

IVEI- PLA<;A ALFONS EL MAGNÁNIM, 1-46003 VALENCIA- TEL. 96/352 79 94


-------~{~Q~·u~IE::_:.N..:;E~S._
.. )......__ __
ce vivir siempre en el momento, en el
presente y me parece también que no
tengo relaciones con el pasado por-
que lo he destruido. No tengo ya rela-
ción alguna con lo que he sido. Segu-
ramente esto explica por qué pienso
de un modo y de una forma muy
específicos, un poco a la manera
como una cebolla huele a cebolla y
un crisantemo a crisantemo. He lle-
gado a un nivel de consciencia mucho
más profundo que el de las otras per-
sonas y siempre he tenido la sensa-
ción de que el modo cómo los hom-
bres actúan y piensan y justifican
a sus ojos las acciones por ellos reali-
zadas es altamente falaz y engañoso.

-Se sirve usted del concepto de

,,,,,
consciencia. Yo considero que ésta es
una palabra activa, que rompe con la

~
idea de pasividad. El término «cons-
ciencia» hace las veces de sinónimo
de la palabra-clave de Rousseau:
compasión. Y usted ha dicho siempre
que Rousseau es su modelo ...

,,,
1


- ... uno de mis modelos, porque
también he afirmado siempre que
Chateaubriand es asimismo uno de
mis padres espirituales. Y Chateau-
briand es todo lo contrario de Rous-
seau ...

; » -Hablemos de Rousseau: usted lo


ha citado ya indirectamente al refe-

~
rirse a su escepticismo con respecto al
hombre. Roussea:u considera que del
conjunto de nuestros conocimientos,
el conocimiento acerca del hombre es

C'3 el menos avanzado y que incluso es-


tudiándolo nos cerramos la posibili-
dad de conocerlo. Al mismo tiempo,
no obstante, y siempre en el Discurso
sobre la desigualdad, define al hom-
bre, en contraposición al animal,
ENTRE MARX sí mismo es absolutamente pasivo: como un ser heého de voluntad, espí-
en él sucede algo y ya está. Cosas ritu y pasión, con una «única pasión
Y ROUSSEAU igualmente válidas suceden en otra natural»: la virtud de la compasión.
parte. No existe elección; es sólo una Estos son conceptos auténticos de ac-
cuestión de azar.» Sinceramente, esta tividad, de un hacer consciente y res-
FRITZ J. RADDATZ afirmación nie parece sorprendente ponsable. Su imagen del punto de en-
porque significa que el Yo no es real- cuentro se opone a ellos diame-
mente creativo y ni siquiera activo. tralmente.

-Su obra tiene un tema central: el -Usted ha centrado -Estoy completa-


individuo sin puntos de referencia o inmediatamente el pro- mente de acuerdo con us-
bien el papel pasivo del sujeto. Si me blema: todo mi pensa- ted sobre el hecho de que
lo permite voy a citar una frase suya miento está marcado ser consciente de algo y
para confirmarlo: «Nunca he tenido por la carencia de senti- la misma toma de cons-
sentido de mi identidad personal y do de la identidad per- ciencia por parte del
tampoco lo tengo ahora. Me parece sonal, lo que puede hombre es una activi-
ser un lugar en el que sucede algo, incluso hacer que me aleje de mi dad, de eso no cabe duda. Pero diría
pero en el que no existe un Yo. Cada pasado con una enorme celeridad; de que se trata de una actividad que apa-
uno de nosotros es una especie de hecho, recuerdo mucho menos que rece en el individuo antes de que éste
punto de encuentro en el que acaecen otros lo que ha sucedido en años an- contribuya a ello de manera activa.
diversas cosas. Pero el encuentro en teriores de mi vida. Por eso me pare- En mi último libro Le regard éloigné,

DEBATS N. 0 20 99
QUIEN ES ...

ne escnto un breve texto sobre Max pagado también a un precio muy ele- -¿Entonces la historia es el resul-
Ernst en el que demuestro que ya al- vado . Y a su vez otros pueblos han tado de una elección ciega? ¿No hay
gunos años antes que yo él decía las hecho progresos en otros sectores, ninguna capacidad de decidir? ¿De
mismas cosas sobre el trabajo del pagados asim ismo muy caros. decidir por la libertad contra la des-
pintor; decía que el pintor se limita a trucción?
formalizar lo que ya existe. El proce- -No estoy seguro de que entenda-
so de la creación artística consiste en mos lo mismo con la misma palabra. -Permítame decirle
articular lo «ya dado» . Podría defi- Cuando hablo del «progreso» estoy que formula usted la
nirlo como un concepto de pasividad . pensando en algo «mejor», una cua- pregunta de manera li-
lidad nueva, distinta, por ejemplo, de geramente distorsiona-
-Existen muchas definiciones la- nuestro ser en tanto que humanos. da. Habíamos hablado
pidarias del mismo tipo. Picasso pen- En usted lo encuentro negado o, por de cómo el pensamiento
saba en algo parecido con su frase: lo menos, reducido a una ficción. o el arte se desarrollan
«Yo no busco, encuentro.» Y tam- D.ice usted: «Desde hace milenios el en la consciencia de los hombres y
bién el compositor ruso Glinka, con hombre no ha hecho sino repetirse.» ahora usted me está hablando, en
la frase, muy citada por los socialis- Por tanto no consider¡¡ que la histo- cambio, de un problema totalmente
tas: «Es el pueblo el que crea la músi- ria tenga un sentido y le discute al distinto, de la posibilidad de elección
ca. Nosotros, los compositores, nos sujeto la posibilidad del conocimien- antes de o durante una acción. Es
limitamos a hacer los arreglos.» Pero to. Permítame otra cita: «La huma- cierto que cada día los hombres to-
no me parece que sea suficiente. nidad que progresa no se asemeja en man decisiones en su actividad. No lo
nada a un ser que asciende por una discuto. Pero optan a favor de una
-Es cierto. Muchos artistas han escalera y que suma, por tanto, con acción determinada siguiendo ciertas
dicho cosas similares y me parece cada uno de sus movimientos un es- leyes morales, intelectuales o de otro
bien que haya sucedido con frecuen- . calón a los ya ascendidos. Más bien tipo y por tanto no son realmente
cia. Porque al contrario de usted, yo hace pensar en un jugador cuya suer- ellos quienes deciden . Y cuando
pienso que es verdad. te depende de los mismos dados y al creen o quieren creer que son ellos
que cada lanzamiento ofrece combi- quienes deciden cometen enormes
-Quisiera llevar nuestro ·discurso naciones nuevas cada vez. Lo que ha tonterías. Cito como ejemplo los últi-
de la historia del arte a la historia ganado en un lanzamiento puede per- mos escritos de Sartre en los que ex-
propiamente dicha, a su concepto de derlo con el siguiente; sólo de vez en pone lo que considera su moral. Nos
la historia. El individuo, el hombre, cuando es la historia acumulativa en encontramos aquí con la asombrosa
¿es una fuerza motriz en la historia o el sentido de que las cifras pueden su- contradicción entre un pensador que
más bien la historia es sólo algo que marse en una combinación favora- pretende que la decisión moral per-
le sucede al hombre? ble.» Pero si no existe ninguna Yérité tenezca de manera absoluta al indi-
a !aire, ¿no conduce todo esto al viduo, independientemente de cual-
· -Yo creo que la historia es algo determinismo o, por utilizar la expre- quier influencia, y la realidad obje-
que le sucede al hombre y lo demues- sión de un crítico alemán de su obra, tiva del propio Sartre, que en el curso
tra el hecho de que lo que acaece es en el apriorismo? de su existencia hizo siempre las peo-
siempre muy distinto de lo que los res elecciones.
hombres hubiesen querido hacer si -Tomemos el caso de la agricultu-
hubiese dependido de ellos. ra, que es un buen ejemplo de progre- -¿Es éste el motivo de sus ataques
so porque ha hecho posible la pro- a Sartre, a quien todavía hace poco
~¿Se debe a esto que usted ni si- ducción de una cantidad cada vez ha liquidado usted diciendo: «Sartre
quiera reconozca, en la historia, el mayor de alimentos. El progreso en es un maitre penseur, yo no. Eso es
término «progreso»? este campo ha sido pagado de mu- todo»?
chas maneras. Ante todo con el he-
-No, yo no niego, desde luego, cho de que la cantidad de alimento -Yo no le he atacado. Sólo he res-
el término «progreso», porque es producido ha reducido la calidad. El pondido a sus acusaciones contra la
cierto que en el desarrollo humano ha alimento que obtenemos de la agri- etnología.
existido más de uno . Puede verse en cultura es cualitativamente menos
diversos sectores. Los occidentales preciado que el de los pueblos caza- -Yo diría que la confrontación ha
estamos evidentemente obsesionados dores o pescadores. Además se ha sido recíproca y violenta. Si Sartre ha
por el progreso que, aun para mí, es pagado otro precio: el surgimiento de visto en la etnología «la última barre-
incontestable. Todavía más incon- las enfermedades infecciosas. Me he ra que, la burguesía puede aún erigir
testable desde el momento en que ocupado en reiteradas ocasiones del frente al marxismo», usted ha dicho
siento un gran respeto por la ciencia. desarrollo de la agricultura. Natural- que todo esto no es sino una reacción
No me cuento entre aquellos que ata- mente, no se trata de volver a las con- propia del Café du Commerce de la
can hoy a la ciencia, acusándola de diciones de vida anteriores, sino más ideología. Y la sartreana Crítica de la
ser responsable de todos nuestros que nada de darse cuenta de que este razón dialéctica le indujo a escribir el
males . Pero no considero que los progreso, ciertamente incontestable, largo último capítulo de su libro El
progresos alcanzados en sectores no fue tal en absoluto; que, más que pensamiento saiYaje, en el que pole-
diversos, en épocas distintas de la un progreso, fue una posibilidad de miza exclusivamente con Sartre. Us-
historia, por pt;eblos diferentes, pue- elección. Los pueblos han optado por ted no sólo le reprocha que en su sis-
dan reconducirse legítimamente a un esta posibilidad sin ser conscientes de tema la historia juegue el papel de un
concepto único de «progreso». Nos- que estaban llevando a cabo una elec- mito porque se le pide que tenga un
otros, los occidentales, hemos hecho ción, porque no habían tomado cons- sentido, sino que sostiene explícita-
grandes progresos, si bien los hemos ciencia de las alternativas . mente que «este sentido nunca es pre-

lOO DEBATS N. 0 20
QUIEN ES ...

ciso porque las sobreestructuras son animal degenerado»? Permítame que dos. Lo que cuenta no son los colo-
errores socialmente productivos». ¿Y me asombre cuando escucho su con- res, los aromas, sino propiedades
usted se ha sorprendido de que Sartre cepciórr de una sociedad «invarian- mucho más profundas, que no llegan
criticase su obra? te», del «hombre máquina», esto es, inmediatamente al nivel de la cons-
del hombre codificado y programado ciencia. Si se quiere comprender al
-No creo que Sartre se haya ocu- genéticamente: ¿por qué, entonces, hombre o, mejor, el desarrollo de la
pado nunca de lo que he hecho. se considera usted heredero de Karl humanidad, uno no puede limitarse a
Marx? la consciencia humana. Es necesario
-¿Cree en serio que Sartre no ha buscar causas situadas a mayor pro-
leído sus libros? -No, mire usted, yo no reivindico fundidad. De Marx he aprendido que
esa herencia. la consciencia es algo engañoso y fa-
-No pienso tal cosa. Lo que creo laz y lo mismo, referido a la cons-
es que Sartre ha seguido sólo sus pro- -Heredero tal vez no, pero entre ciencia individual, lo he aprendido
pios pensamientos y que sus pensa- sus maestros usted ha citado también también de Freud. El segundo aspec-
mientos le han inducido a pensar que a Marx. to está en su modelo de pensamiento:
sólo Occidente puede representar dig- después de todo, se puede considerar
namente a !á sociedad humana. Ha -Sí, leí a Marx cuando era muy El Capital como una especie de labo-
llegado a escribir incluso que todos joven; fue por pura casualidad, tenía r.atorio para crear un modelo a escala
los otros pueblos, de los que se han diecisiete años y estaba de vacacio- reducida de la sociedad capitalista.
ocupado los etnólogos, son pueblos nes. Entonces me encontraba en Este modelo es «experimentado>> en
sometidos y en decadencia. Es contra compañía de un joven socialista bel- el laboratorio estimulando su funcio-
esta afirmación contra lo que he pro- ga, que era el teórico del partido namiento y resultados. Estos son los
testado. obrero de Bélgica. Fue él quien me dos aspectos del pensamiento de
hizo acercarme a Marx y por esta ra- Marx que han seguido siendo impor-
-No, usted no ha protestado sólo zón empecé a leerlo . Entonces leí El tantes para mí. El resto ya no cuenta.
contra esto. Usted tiene también una Capital, naturalmente en traducción.
visión completamente distinta acerca Y Marx ha ejercido una gran influen- -Así, ¿usted ya no le sigue en lo
de las posibilidades del hombre en el cia sobre mí. que Marx había intentado hacer, es
mundo. Precisamente en aquélla po- decir, esbozar la utopía de una socie-
lémica subrayó usted que pretendía -¿Qué clase de influencia? Por- dad distinta y más humana?
demostrar que existen invariantes en que todo el pensamiento de Marx
la historia humana. Y el Rousseau al consiste justamente en proyectar al -Sí, esto para mí ya no es impor-
que hace referencia en la polémica hombre sobre sí mismo, en hacerle tante.
con Sartre es exclusivamente el Rous- consciente de sí mismo, a fin de que
seau escéptico, por no decir pesimis- se dé cuenta de su capacidad de elec- -¿Pero contempla usted una posi-
ta. En suma, no fue sólo una disputa ción, de actividad, de lucha y de li- bilidad de síntesis entre el pesimismo
académica, sino una disputa sobre beración. En suma, por decirlo en de Rousseau y el optimismo de
los valores. pocas palabras, «heredar» a Marx sin Marx?
lucha de-clases, progreso y desarrollo
-Sí, también yo soy es como pensar que Jesucristo fue el
escéptico, por no decir anfitrión de una agradable cena con
pesimista. ¿Es que que- doce alegres comensales.
rría prohibírmelo? Y -A propósito de Rousseau me
aun al precio de repetir- -Mire, durante un digo siempre: ¡ojalá hubiese podido
me debo decir otra vez tiempo también creía escribir mis libros en una lengua
que la concepción de la yo, y de hecho durante como la suya! Crea una comunión,
historia propuesta por Sartre y otros toda mi juventud, hasta una especie de unión fraterna. Pero
no se corresponde con ninguna reali- mi partida a Brasil en sigamos: justamente en Rousseau en-
dad. Si la hipótesis debe ser que la 1935, milité en el parti- contré la primera indicación en el
historia se identifica con lo que ha su- do socialista francés. sentido de no considerar la historia
cedido realmente, prefiero ser defini- Fui secretario de la Liga estudiantil, como algo que se puede orientar, de
do como un «esteta» o «materialista candidato en elecciones provinciales; reconstruir la historia a partir de
trascendente» . Pero ahora le pregun- estaba muy comprometido política- fuentes distintas de las oficiales. En
to yo: ¿dónde y cuándo ha sucedido mente y creía en Marx. Luego todo este sentido hay un punto de contacto
realmente tal cosa? Cada episodio de cambió mucho . Hoy sólo dos aspec- con Marx.
una revolución o de una guerra se re- tos me siguen pareciendo muy impor-
suelve en una multiplicidad de agita- tantes y son éstos los que han determi- -Aparte del hecho de que Marx
ciones psíquicas e individuales y no es nado la influencia de Marx sobre mi conserva siempre la esperanza, la
exactamente controlable y verifica- pensamiento. De la historia de la filo- utopía, y Rousseau no.
ble, ni a partir del «sentido» ni de los sofía he aprendido que un momento
hechos. No, los hombres somos algo decisivo del pensamiento humano es -Sí, Rousseau carecía de ella.
absolutamente transitorio en una se- lo que en la jerga filosófica se llama Este es el problema particular.
cuencia de acontecimientos y des- «la crítica de la segunda cualidad».
arrollos que nos superan. Por decirlo en otros términos: si que- -Pero éste es también su proble-
remos entender el mundo físico no ma. Es también el mío o el de sus
-¿Así, de nuevo, como dice Rous- podemos limitarnos a la impresión lectores. El problema de su escepti-
seau, «el hombre que piensa es un que éste produce en nuestros senti- cismo, de su pesimismo.

DEBATS N. 0 20 101
QUIEN ES ...

-Sí, éste es el otro quierda y, sin embargo, la izquierda -Mire usted, formaría parte de
aspecto del que hablaba me acusa de ser un reaccionario. En ellos si me considerarse suficiente-
antes. Y es también lo resumen, se me contempla con des- mente cualificado para hacerlo. Me
que he encontrado en confianza desde los dos lados. Y bloquea la contemplación de .un;:t
Chateaubriand. Signifi- esto, probablemente, se deriva del auténtica impostura. La gente de la
ca sentirse profunda- hecho de que yo veo -o al menos así que usted habla posee cierto crédito
mente ligado a un siste- lo espero- las cosas con un poco en la opinión de determinados me-
ma de valores del que se sabe al mis- más de claridad y raciocinio que los dios oficiales, sea porque han creado
mo tiempo que está condenado a pe- otros. grandes obras en .el campo de la mú-
recer. Pero me parece que en este sica, de la pintura o de la literatura,
momento nos estamos desviando un -Quisiera hacerle una pregunta sea porque han producido un trabajo
tanto: usted qu~rría llevar mi pensa- muy personal y le pido disculpas si científico reconocido como estima-
miento a un terreno que no es el mío, resulta indiscreta. Cuando se ha tra- ble. Son personas que simplen:ente
sino el suyo. Yo quisiera saber sola- bajado y se ha investigado durante han decidido declarar buenas o malas
mente si, por ejemplo, he sido capaz toda una vida, como en su caso, ela- cosas de las que en realidad no en-
de demostrar mejor que algunos de borando una obra famosa, valorada tienden nada.
mis antecesores la relación entre cier- e indiscutida a nivel mundial, ¿no de-
tos mitos. O si puedo explicar los termina todo eso consecuencias en el -¿No está usted quizá influencia-
ritos del matrimonio mejor de lo que plano. del pensamiento y de la exis- do por su trabajo, que induce inevita-
se ha hecho hasta ahora. Pero ine es tencia personal? No creo que se pue- blemente a relativizarlo todo? De
totalmente indiferente la influencia da simplemente estudiar y experi- nuevo nos encontramos con la des-
que eso pueda tener sobre el destino mentar durante toda la vida -sobre confianza del estructuralismo en rela-
humano. Estos problemas no me in- los mitos, los rituales o las costum- ción con el «hacer» del hombre.
teresan y rechazo que se me quiera bres de los «salvajes»- sin extraer
hacer ir más allá de este tipo de pro- consecuencias a nivel personal. Todo -Tengo a mano una respuesta
blemática. esto debería de alguna manera cam- muy clara a este respecto . Cuando
biar a un hombre. era joven era pacifista. Considero
-¿Es quizá éste el motivo por el que fue una gran equivocación. Es
que le echan en cara que su obra es -No estoy de acuer- una lección que no olvidaré. Por eso
reaccionaria? Me gustaría saber qué do en este punto. Por hoy me niego a tomar cualquier posi-
respuesta da a esta acusación. De us- diversos motivos. Ante ción que se derive de mi incompeten-
ted se ha dicho incluso que es racista. todo, no considero lo cia. Porque en aquel entonces me
Hubert Fichte, famoso escritor ale- que he hecho como algo formé una opinión sobre la base de
mán, si bien no especialista en etno- acabado o unitario. Y una incompetencia total. Hoy ya no
grafía, cita en un indignado ensayo, con esto regresamos al me permito formarme una opinión
en el que entre otras cosas le acusa de principio. Se trata más bien de cosas sobre todas las cosas y por tanto tam-
«puro y simple racismo», la siguiente que han entrado en mí, una detrás de poco sobre aquello acerca de lo que
frase suya sobre los «salvajes», saca- la otra, y que antes o después no exis- no soy competente.
da de Tristes trópicos: «N o se puede tían. ¿Comprende lo que quiero de-
hacer otra cosa sino perder la pacien- cir? Esta es la primera consideración. -Pero ¿es preciso ser un experto
cia y tratarlos como animales, pues La segunda es que no me he identifi- para poder juzgar una situación polí-
nos obligan a ello con la actitud nada cado nunca con las normas, como tica?
razonable que les es característica.» por ejemplo la ambición, y en sustan-
cia he trabajado siempre sólo para -Si se es científico, sí. Y si no es
-Es cierto, esa frase se encuentra huir del aburrimiento . Y cuando tra- posible explicar una cosa con los ins-
en Tristes trópicos, pero ha sido cla- bajo o escribo, eso no supone un pla- trumentos que tenemos a nuestra dis-
ramente mal interpretada. Recuerdo cer, más bien puede llegar a ser un posición ... pero lo mismo se puede
muy bien el pasaje correspondiente: auténtico suplicio. Pero temo abu- decir de un pintor. .. un pintor puede
trataba de explicar aquella especie de rrirme demasiado si no trabajo. ser magnífico y, sin embargo, decir
inhumanidad que tanto me había lla- grandes estupideces durante un dis-
mado la atención en la sociedad in- -Quisiera introducir ahora otro curso. Yo sé que mis reacciones polí-
dia. Traté por tanto de comprender tema y hablar de la responsabilidad ticas no valen un gramo más que las
aquel mecanismo de inhumanidad y que tienen los artistas, los escritores, de mi criada o las del tendero de la es-
no de expresar mi opinión. Usted los científicos con respecto a nuestro quina.
dice que me acusan de ser un reaccio- mundo. Me refiero a la posibilidad
nario. Pero, ¿quiere explicarme qué de tomar o no posición frente a nues- -Einstein era un científico y un
significa «reaccionario»? Por lo de- tra vida contemporánea. Natural- pacifista. ¿No ha sido un bien que
más, estoy completamente de acuer- mente aquí también existen dos acti- Einstein fuese pacifista y que haya
do si eso quiere decir que mi enfoque tudes, una que dice: «No, no me abierto los ojos a las criadas de todo
no es aceptable para aquellos que li- interesa, no quiero alinearme», y el mundo?
mitan su horizonte a la sociedad en la otra sustentada por otros escritores,
que viven, a la clase de .la que forman científicos y artistas que afirman, al -Para mí el juicio de Einstein no
parte o al ambiente social en el que contrario, que hay que lanzarse a la valía más que el de la criada, porque
han nacido. Comprendo perfecta- brega, tomar posiciones, levantar la lo cierto es que aunque podía explicar
mel)te que no pueden seguir hasta el voz contra determinadas evoluciones. de manera excelente la bomba atómi-
fondo mis pensamientos. En general Me parece evidente que usted no for- ca y sus consecuencias, no podía de-
soy considerado más bien como de iz- ma parte de estos últimos. cir nada sobre qué habría sucedido en

102 DEBATS N. 0 20
QUIEN ES ...

el mundo, veinte, treinta o cuarenta - Thomas Mann tuvo la enorme decir, para redimensionar las posibi-
años después. suerte de.no estar equivocado. Mien- lidades propias. Hay que tratar de
tras que Sartre, que ha hecho exacta- conseguir que la infelicidad no sobre-
-Tomemos entonces el caso de mente lo mismo, ha tenido la mala pase determinados límites.
Niels Bohr o incluso de Oppenhei- suerte de haberse equivocado siem-
mer. pre. -Todavía una pregunta personal.
Aliado de la obra gigantesca que us-
-Es lo mismo. -Bien, Sartre se ha equivocado. ted ha llevado a cabo, ¿existe algún
Ezra Pound se equivocó. Céline se objetivo no realizado en su vida? ¿En
-Lo dudo. Hombres como Niels equivocó y tambien Brecht se equivo- qué ha fracasado?
Bohr u Oppenheimer conocían mu- có. ¿No existe para los hombres el
cho mejor que otros los peligros de derecho al error? -Me hubiese gustado, alguna vez,
una evolución que ellos mismos ha- comunicarme con un animal. Este es
bían contribuido a acelerar. Y de este -No, para el hombre no existe el un objetivo no alcanzado. Y para mí
modo regresamos al inicio de nuestra derecho al error si la premisa de la es casi doloroso saber que verdadera-
conversación: ¿dónde se encuentra que parte para cometerlo no es una mente no podré descubrir jamás
para el individuo la posibilidad, o el competencia específica por su parte. cóino está hecha la materia o la es-
deber, de decidir, de actuar? Incluso diría que es un auténtico pe- tructura del universo. Poder hablar
cado. con un pájaro habría significado
-Sin duda , no tengo ninguna re- para mí esto . Pero aquí está el límite
ceta que ofrecerle. -Entre la derecha y la izquierda que no puede franquearse . Rebasar
usted no tiene una posición clara- este límite habría significado para mí
- Thomas Mann, que era escritor mente definible. ¿Tiene quizá algo alcanzar la máxima felicidad. Si me
y nada más, tomó posición contra los que ver con esto lo que dijo una vez trajese usted una hada buena que
nazis durante la dictadura de éstos y acerca de su profundo pesimismo, pudiese cumplir un deseo mío, le pe-
escribió textos que no tenían nada de por no decir desesperación? diría esto. O
literarios; lanzó a través de la radio
llamamientos combativos contra los -Sí, recuerdo que en una conver-
nazis, tratando así de conmover a la sación como la nuestra dije una vez
gente y de ayudarla a luchar. Fue un que el pesimismo es la única posibili-
ejemplo para muchos. dad para conservar el optimismo, es Traducción de Gustau Muñoz

EDICIONS ALFONS EL MAGNANIM


INSTITUCIÓ VA[ENCIANA D'ESTUDIS 1INVESTIGACIÓ

ENRICMAT[(J DESCOBRI M EL PAf S VALENCIA

Arroz y
Elmoviment
Paludismo obrer i la República
1930-1932

EOICIONS ALFO NS El MAGNÁNIM


INSfll'VCIO v.o. ~ (NCo,o.,. .. o·urutlltl tH '>"!STMJA.Coó

DEBATS N. 0 20 103
----LIBROS RECIBIDOS----
ADU BOAHEN, A . (comp.), Histo- ca económica democrática. Una in- cia: Universidad de Murcia, 1986.
ria general de África, vol. VII, África troducción teórica, trad. de G. Ceba- PASAMAR, G:, PEIRÓ, 1., Historio-
bajo el dominio colonial (1880-1935), llos, Madrid: Alianza, 1987. grafía y práctica social en España,
Madrid: Tecnos-Unesco, 1987. GARCÍA , A ., GALLEGO, M. a C., Zaragoza: Prensas Uni versitarias,
ALFOLDY, G., Historia social de ANGEL, 1. M. a, Fondos fotográficos 1987.
Roma, trad. de Víctor Alonso, Ma- del Archivo de la Diputación de Va- Picó, 1., Teorías sobre el Estado
drid: Alianza, 1987. lencia, Valencia: Diputación, 1986. del Bienestar, Madrid: Siglo XXI,
ALFONSO ANTÓN, 1., La coloniza- HARRIS, M., Canlbales y reyes. 1987.
ción cisterciense en la meseta del Los orígenes de las culturas, trad. de REVENTÓS, M ., Els moviments so-
Duero. El dominio de Moreruela (si- H. González, Madrid: Alianza, 1987. cials a Barcelona en el segle XIX, pro-
glos XII-XIV), Salamanca: Diputación LIBERMAN, A., La fascinación de leg de Pere Gabriel, 2. a ed ., Barcelo-
de Zamora, 1986. la mentira, Madrid: Altalena, 1986. na: Crítica, 1987.
ARTOLA, M ., Los derechos del LÉVI-STRAUSS, C., Mito y signifi- RIERA MELIS, A ., La Corona de
hombre, Madrid: Alianza, 1986. cado, traducción, prólogo, notas y Aragón y el Reino de Mallorca en el
BETH, H., PROSS, H., Introduc- bibliografía de H. Arruabarrena, primer cuarto del siglo XVI. 1 Las Re-
ción a la ciencia de la comunicación, Madrid: Alianza, 1987. percusiones Arancelarias de la Auto-
trad . de Vicente Romano, Barcelona: MARÍAS, 1., La mujer y su som- nomía Balear (1298-1311), Madrid-
Anthropos, 1987. , bra, Madrid : Alianza, 1986. Barcelona: Consejo Superior de In-
CERONETTI, G. , El silencio del MARTÍNEZ CUADRADO, J., Ensa- vestigaciones Científicas, 1986.
cuerpo, trad. de 1. A. González yo crítico sobre «Andromaque» de SARTRE, 1. P., Escritos políticos,
Sainz, Barcelona: Versal, 1986. Racine, Murcia: Universidad de vol. 2, Sobre el colonialismo. Viet-
DELGADO, S., La escritura del dia- Murcia, 1986. nam. Israel, Madrid: Alianza, 1987.
blo. Murcia: Universidad de Murcia, MINISTERIO DE TRABAJO, Merca- STERN, S. 1 ., Los pueblos indíge-
1986. do de trabajo en España durante nas del Perú y el desafío de la con-
DUMONT, L., Ensayos sobre el in- 1985. Coyuntura y programas de ac- quista española. Huamanga hasta
dividualismo. Una perspectiva antro- tuación, Madrid: Ministerio de Tra- 1640, trad. de F. Santos Fontenla,
pológica sobre la ideología moderna, bajo y Seguridad Social, 1986. Madrid: Alianza, 1987.
trad. de Rafael Tusón, Madrid: Alian- NARLIKAR, 1., La estructura del TUGENDHAT, C ., Es sentido de
za, 1987. universo, trad. de A . Klein, Madrid : Europa, trad. de B. Urrutia, Madrid:
DUVERNOY, 1., La captura del cá- Alianza, 1987. Alianza, 1987.
taro Bélibaste, trad. de M. Muchnik,· NÉMII~.OVSKI, 1., Las moscas del VI LAR, P., Cataluña en la España
Barcelona: Muchnik Editores, 1987. otoño, trad. de M. Muchnik, Barce- moderna, vol. 2, Las transformacio-
FRADERA, JOSEP M . , Indústria i lona: Muchnik Editores, 1987. nes agrarias, trad. de L. Roca, Barce-
mercal. Les bases comercials de la in- ÜRTEGA CANTERO, N ., Geografía lona: Crítica, 1987.
dústria catalana moderna (1814-1845), y cultura, Madrid: Alianza, 1987. WASHBURN, S. L., Del mono al
Barcelona: Crítica, 1987. PALACIOS BERNAL, C., Los cuen- hombre, trad . de Paloma Gómez
FREY, BRUNO S., Para una políti- tos fantástiscos de Maupassant, Mur- Crespo, Madrid: Alianza, 1986.

104 DEBATS N. 0 20
.# • ~

proxtnto nuntero:
MAYO 1968

S-ar putea să vă placă și