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nº 102 • juliol-desembre 2011 • pàgines 63-78
Martínez Valero, Consuelo; Perelló del Río, Miguel J.; Hernández Viadel, Miguel

El trastorno de pánico, con o sin


agorafobia, y su tratamiento. Visión actual
Martínez Valero, Consuelo 1; Perelló del Río, Miguel J. 1; Hernández Viadel, Miguel 2
1
Centro de Aplicaciones Psicológicas de Valencia
2
Servicio Psiquiatría Hospital Clínico Valencia

resumen/abstract:
En este trabajo nos hemos centrado en los avances sobre el trastorno de pánico y la agorafobia. Hemos
tenido en cuenta no sólo las investigaciones sobre el tratamiento, sino también aspectos relacionados con la
comprensión y clasificación de estos trastornos.
Con la llegada del DSM-V, se plantean nuevos horizontes que pretenden facilitar la investigación y el
tratamiento de estos trastornos, así como una mejor práctica por parte de los profesionales responsables de
su tratamiento, que sirva de ayuda a los gestores encargados de la financiación de la salud, al poder disponer
de tratamientos más eficaces, eficientes y efectivos.
Se presenta un resumen del conocimiento científico actual sobre el trastorno del pánico, con énfasis en
los aspectos epidemiológicos, los criterios diagnósticos para el trastorno de pánico y la agorafobia, y los
tratamientos psicológicos más eficaces y eficientes que son la terapia conductual y la terapia cognitiva focal.

In this work we have focused on progress about panic disorder and agoraphobia. We have taken into account
not only the research on treatment, but also aspects related to understanding and classification of these
disorders.
With the coming of DSM-V, new horizons arise intended to facilitate research and treatment of these
disorders, as well as best practice by professionals responsible for their treatment. It is also expected that it
will help the managers responsible for health financing.
We present a summary of current scientific knowledge on panic disorder, with emphasis on epidemiology,
diagnostic criteria for panic disorder and agoraphobia, and psychological treatments more effective and
efficient than are behavioral therapy and cognitive therapy focus.

palabras clave/keywords:
Trastorno de pánico; agorafobia; tratamientos eficaces y eficientes.

Panic disorder; Agoraphobia; Effective and efficient treatments.

Introducción tenido, con algunas variaciones, hasta la


actualidad en el DSM-IV.
Muchas de las investigaciones clínicas so-
bre las crisis de pánico se iniciaron a raíz Desde entonces, el trastorno de pánico y la
de la inclusión del trastorno de pánico y la agorafobia han sido objeto de numerosos
agorafobia en el DSM III, en 1980, lo que estudios, centrados en mejorar los modelos
suponía contar con criterios diagnósticos explicativos, la eficacia de los tratamientos
objetivos y consensuados que se han man- y en clarificar cuestiones tan importantes

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como el diagnóstico diferencial del pánico rafobia tienden a buscar tratamiento antes
y de la agorafobia con otros problemas de y a una edad más tempranana. La dura-
salud física y mental, cuya similar sintoma- ción, discapacidad, deterioro y síntomas de
tología puede facilitar errores en su diag- pánico, así como la comorbilidad con los
nóstico y tratamiento. Ejes I y II también es mayor que los que
tienen un diagnóstico de ataques de pánico
Epidemiología sin agorafobia. Estos resultados evidencian
Estudios comunitarios a gran escala han que los trastornos de pánico con agorafobia
mostrado que alrededor de un 10% de la son una variedad más grave dentro de los
trastornos de pánico. El hecho de que haya
población general adulta ha experimenta-
una mayor prevalencia y de que se busque
do alguna crisis de angustia, aunque en la
tratamiento de forma más temprana parece
mayoría de casos no llega a desarrollarse
apoyar su mayor gravedad. Por otro lado,
el trastorno de pánico (Robins, et al, 1984).
la baja representación de los diagnostica-
En cuanto al trastorno de pánico, un exten- dos de agorafobia sin historia de ataques de
so estudio realizado en diez países, mues- pánico pone en duda la existencia de esta
tra que el porcentaje de individuos de la categoría.
población general que lo padece en algún
momento de su vida, oscila entre el 1,4% y Diagnóstico
el 2,9% (Weissman et al, 1997). La distri- Hasta los años 80, las crisis de pánico so-
bución por sexos es de un hombre por cada lían considerarse como una complicación
dos mujeres en el pánico sin agorafobia, y de la agorafobia. En el DSM-III (APA,
de un hombre por cada tres mujeres en la 1980) se consideró por primera vez el pá-
agorafobia. nico como un trastorno con entidad propia.
En un estudio epidemiológico (Grant, et En el DSM-III-R (APA, 1987) se dio un
al. 2006) realizado con población ameri- paso más en la consideración del trastorno
cana sobre prevalencia de los trastornos de pánico como trastorno primario, al re-
de pánico, según el DSM-IV, se encontró conocer que la agorafobia suele derivarse
que la prevalencia del trastorno de pánico de él. Por el contrario, la CIE-10 (OMS,
sin agorafobia era de un 1,6% en los últi- 1992) considera como principal trastorno
mos 12 meses, y a lo largo de la vida de a la agorafobia, diferenciando entre ago-
un 4,0%. Las tasas del trastorno de páni- rafobia sin ataques de pánico y agorafobia
co con agorafobia fueron superiores en un con ataques de pánico. Con estos criterios
0,6% en los últimos 12 meses y un 1,1% se incrementa el número de casos diagnos-
a lo largo de la vida. Las tasas de los últi- ticados como agorafobia, con respecto al
mos 12 meses y a lo largo de la vida para DSM-III-R o al DSM-IV, ya que se diag-
la agorafobia sin historia de ataques de nostican como agorafobia todos los casos
pánico fueron muy bajas, de un 0,05% y que presentan síntomas mixtos, de pánico y
0,17%. Ser mujer, americana, de mediana agorafobia, mientras que sólo se diagnosti-
edad, estar separado, viudo o divorciado, y can como trastorno de pánico los casos de
tener bajos ingresos aumentaba el riesgo “pánico puro” sin agorafobia.
para sufrir alguno de estos trastornos. Las En el DSM-IV podemos encontrar tres en-
personas con trastorno de pánico con ago- tidades diagnósticas relacionadas con el

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pánico: las crisis de angustia o ataques de el DSM V sí que será codificable como en-
pánico, el trastorno de pánico y la agora- tidad propia. En el DSM IV la Agorafobia
fobia. Al comparar al DSM-IV con sus an- no era codificable, se tenía que diagnosticar
tecesores (DSM-III y DSM-III-R) observa- como trastorno de angustia con agorafobia.
mos que, aunque sigue las mismas pautas En la propuesta del DSM V sí que aparece
generales, también presenta una serie de como codificable y se puede diagnosticar
novedades. El DSM-IV considera que las agorafobia con entidad propia.
crisis de angustia aparecen con frecuencia Los criterios diagnósticos para la agorafo-
en otros trastornos de ansiedad y, por ello, bia, que aparecen en la tabla 2, como no-
separa los criterios diagnósticos de las cri- vedad resaltan la duración que debe ser de
sis de angustia de los del trastorno de páni- 6 meses; la respuesta desproporcionada de
co. Para clarificar esta cuestión, distingue ansiedad ante las situaciones, teniendo en
entre 3 tipos de crisis: 1) las inesperadas, cuenta el contexto sociocultural específico
no relacionadas con estímulos situaciona- de la persona; y el deterioro significativo en
les, 2) las situacionales, desencadenadas la vida de la persona.
por estímulos ambientales y 3) aquellas La aportación más relevante que hace el
cuya ocurrencia es más probable si el suje- DSM V es poder diagnosticar el trastorno
to se expone a ciertos estímulos ambienta- de angustia y la agorafobia como entidades
les, siendo éstas especialmente frecuentes separadas, dando la opción de que exista
en el trastorno de pánico, aunque también comorbilidad, es decir que podamos diag-
pueden aparecer en otros trastornos de an- nosticar trastorno de angustia y agorafobia
siedad. a la vez.
En el borrador del DSM V (APA, 2011)
Diagnóstico diferencial
dentro de los trastornos de ansiedad se han
eliminado de la lista al trastorno de angus- Abuso y abstinencia de sustancias
tia sin agorafobia y la agorafobia sin his- Por lo que se refiere al diagnóstico diferen-
toria de trastorno de angustia, quedando el cial con el abuso de sustancias (cocaína,
trastorno de angustia y la agorafobia como anfetaminas, cannabis, vasoconstrictores,
entidades separadas. Los criterios diagnós- broncodilatadores, et.); o con la retirada
ticos en el DSM V para los trastornos de de otras sustancias (alcohol o ansiolíticos)
angustia propuestos en el DSM V aparecen Hay que tener en cuenta que se pueden pro-
en la Tabla 1. ducir síntomas de ansiedad aguda, simila-
Estos criterios se corresponden, en parte, res a los que se dan en una crisis de pánico.
con los que en el DSM IV hacían referen- En los casos dudosos, se considera más
cia al trastorno de angustia sin agorafobia, probable que se trate de ansiedad provoca-
con la salvedad de que en el DSM V son da por sustancias si se observan síntomas
necesarios los criterios A y B, a diferencia atípicos durante las crisis (p. ej., vértigo
del DSM IV que sólo requería la presencia verdadero, pérdida de la conciencia o del
de uno de los dos. Asimismo el trastorno control de esfínteres, dolores de cabeza o
de angustia se codificaba en función de que amnesia) o si el cuadro se inicia después de
apareciera o no agorafobia, mientras que en los 45 años. En cambio, es más probable

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que los síntomas de ansiedad correspondan Diagnóstico diferencial con la


a un trastorno de pánico si reúnen las carac- depresión
terísticas siguientes: 1) si persisten durante Según el DSM-IV, entre el 50% y el 65% de
un periodo demasiado largo tras haber re- pacientes con trastorno de pánico presentan
mitido la fase aguda de intoxicación o abs- comorbilidad con otros trastornos, como la
tinencia de la sustancia sospechosa de ser depresión mayor. En muchos casos la de-
responsable de los síntomas; 2) si los sínto- presión es una consecuencia del pánico,
mas son claramente excesivos para el tipo pero también hay casos en que el problema
o cantidad de sustancia utilizada; o 3) si principal es la depresión y se dan crisis de
el paciente ha sufrido anteriormente otros pánico ocasionales que pueden producir al-
trastornos de ansiedad primarios. gún grado de temor anticipatorio. Cuando
el diagnóstico diferencial entre estos dos
Otros trastornos de ansiedad
trastornos es dudoso, se recomienda: 1)
Según el DSM-IV, con frecuencia se dan analizar cuál de los dos problemas apareció
crisis de pánico en otros trastornos como antes -ya que el primero en aparecer suele
la fobia social o las fobias específicas, ser el problema principal- y qué ocurre en
cuando el paciente se expone al estímulo los periodos de mejoría o empeoramiento
temido. - si recae o empeora la depresión como
En los casos dudosos, hay que tener en consecuencia de experimentar una o varias
cuenta: 1) el objeto del temor, consideran- crisis, 2) si la depresión es severa, abordar
do que siempre que el objeto de temor haga primero la depresión, y 3) si la sintomato-
referencia a las sensaciones internas o al logía depresiva lo permite se puede aclarar
miedo a experimentar una crisis se trataría qué es lo que más preocupa al paciente, las
de trastorno de pánico, 2) el tipo y número crisis o la depresión.
de crisis, teniendo en cuenta que en el tras-
torno de pánico tiene que haber, por defi- Diagnóstico diferencial de la
nición, crisis que no estén desencadenadas hipocondría
por estímulos externos temidos, y 3) el nú- El DSM-IV define la hipocondría como
mero o tipo de situaciones evitadas, que en “preocupación y miedo a tener (o creen-
el trastorno de pánico suelen ser diversas, cia de que se padece) una enfermedad gra-
ya que lo que realmente se evita es la posi- ve, que se basa en la malinterpretación de
bilidad de tener otra crisis. ciertas señales corporales benignas y que
Por último, dentro de los trastornos de persiste a pesar de las exploraciones y ex-
ansiedad, hay que considerar el diagnós- plicaciones médicas apropiadas”.Así pues,
tico diferencial entre la ansiedad genera- los pacientes que sufren hipocondría se
lizada y el trastorno de pánico, teniendo parecen a muchos pacientes con pánico en
en cuenta que la ansiedad generalizada que tienden a malinterpretar ciertas señales
puede presentar sensaciones internas si- corporales benignas, como indicadores de
milares a las que se experimentan en el enfermedad física o mental grave.
pánico, pero en forma menos intensa y sin Las principales diferencias entre el pánico
interpretaciones catastrofistas acerca de y la hipocondría se refieren al tipo de señal
las mismas. corporal malinterpretada: en el pánico son

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sensaciones relacionadas con la ansiedad (o centrado en teorías biológicas que permi-


similares) en la hipocondría, la señal corpo- tieron el desarrollo de tratamientos farma-
ral que se malinterpreta como amenaza de cológicos (Sánchez-Meca, 2010). Pero des-
enfermedad; y al momento en que se espera de que el trastorno de pánico aparece con
que ocurra el desenlace temido: en el pánico entidad diagnóstica propia en el DSM-III-
se trata de una amenaza inminente y en la R (1980), la investigación se ha dedicado
hipocondría se trata de enfermedades cuyo a examinar la eficacia de las diferentes in-
desenlace fatal se prevé a más largo plazo. tervenciones psicológias y farmacológicas
para mejorar la sintomatologia del pánico.
Diagnóstico diferencial de la agorafobia
La revisión de las publicaciones sobre in-
Existen varios cuadros que, a nivel super- vestigaciones dirigidas a evaluar la eficacia
ficial, pueden confundirse con la agorafo- de los tratamientos, así como los estudios
bia porque también presentan evitación de de meta-análisis, han mostrado claramente
situaciones. Entre ellos destacan: la fobia que la terapia cognitivo-conductual es alta-
social, las fobias específicas, el trastorno mente eficaz en el tratamiento del trastorno
por ansiedad de separación grave, y el tras- de pánico con o sin agorafobia (Margraf,
torno delirante (cuando los afectados evitan et al, 1993; Michelson y Marchione, 1990;
situaciones a causa de su delirio). En estos Wolfe y Máser, 1994).
casos, el paciente evita situaciones pero
su principal temor no es que aparezcan las Los estudios controlados indican que la
sensaciones internas temidas. En la tabla 3 terapia cognitivo-conductual es superior a
aparece un resumen del diagnóstico dife- otros tratamientos para el pánico. Alrede-
rencial entre el pánico y algunas enferme- dor del 85% de pacientes están libres de
dades orgánicas. síntomas al finalizar el tratamiento y esos
resultados se mantienen en los seguimien-
Comorbilidad tos (Goldberg C., 1998).
Según el Instituto de Salud Mental de Esta- Entre los tratamientos con eficacia bien es-
dos Unidos (Consensus Development Con- tablecida incluimos las dos formas de tra-
ference Statement, 1991), más del 70% de tamiento que se consideran más eficaces y
pacientes con trastorno de pánico presenta que cuentan con más investigaciones que
alguna otra psicopatología asociada, como avalan dicha eficacia: la terapia cogniti-
la depresión (entre el 50% y el 60% según vo-conductual de Barlow (Barlow, 1997;
el DSM-IV), los trastornos de personalidad Barlow y Craske, 1993; Barlow y Brown,
(25% al 60 %), y otros trastornos de ansie- 1995; Barlow, et al, 1984; Barlow, et al,
dad, como la fobia social (15% al 30%) 1985; Barlow, et al, 1989; Craske y Bar-
o el trastorno obsesivo-compulsivo (8% al low, 1993), y la terapia cognitiva focal de
10%) entre otros. Clarck y Salkovskis (Clarck 1995; Clarck y
Salkovskis 1996). En la práctica, estos dos
Tratamientos enfoques de tratamiento son muy similares,
aunque el primero de ellos enfatiza la ex-
Tratamientos psicológicos posición a sensaciones interoceptivas y el
Hasta 1980 el estudio de la etiología y tra- segundo la reestructuración cognitiva (Sán-
tamiento del trastorno de pánico se había chez-Meca, 2010). No obstante, tienden a

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considerar que su principal componente es Son numerosos los estudios que ha mostra-
la modificación de la conducta mediante do claramente la eficacia de la TCF (Sokol
la exposición a sensaciones y situaciones y Beck (1986); Margraf et al., (1989). Y ha
antes evitadas (estímulos condicionados), demostrado ser más eficaz EN compara-
con el objetivo de lograr la desaparición de ción con otros tratamientos: como imipra-
las respuestas condicionadas de ansiedad o mina (Clarck et al., 1991); imipramina, au-
miedo a través del mecanismo de habitua- toexposición y relajación aplicada (Clarck
ción. et al., 1993); técnicas cognitivas, combi-
La investigación ha mostrado claramente la nadas con exposición en vivo y exposición
eficacia de la TCC de Barlow (Barlow, et interoceptiva, (Sokol y Beck, 1989).
al, 1989; Klosko, et al, 1990; Telch, et al., En un estudio sin grupos de control, Sokol
1993) y también ha demostrado que es más y Beck (1989) trataron a 25 pacientes con
eficaz que otros tratamientos como la re- técnicas cognitivas, combinadas con ex-
lajación aplicada (Barlow y Brown, 1995; posición en vivo y con exposición intero-
Craske, 1996), la combinación con Alpra- ceptiva, durante una media de 17 sesio-
zolan (Klosko, et al, 1990). En general se nes individuales. Las conductas de pánico
considera que la TCC de Barlow (y otras desaparecieron en los 17 pacientes que no
similares), eliminan las conductas de páni- tenían el diagnóstico añadido de trastorno
co en alrededor del 80% de pacientes (Bou- de personalidad. Estos resultados se mante-
chard, et al, 1996). nían un año después.
Por otro lado, la terapia cognitiva focal Un informe preliminar de Margraf et al.,
(TCF) para el tratamiento del TP ha sido (1989) sugirió que las estrategias cogniti-
desarrollada a partir de los planteamientos vas, aplicadas sin procedimientos de expo-
de Beck (1988) y ha sido adaptada como sición, también son muy eficaces en el tra-
terapia específica para el pánico por Clarck tamiento del pánico. En 1991, Salkovskis
y Salkovskis (Clarck y Salkovskis, 1996). et al. publicaron otra serie de casos en que
El tratamiento se dirige a que el paciente se mostraba cómo se lograba una importan-
se cuestione las interpretaciones catastro- te reducción de las CP con un tratamiento
fistas de determinadas sensaciones intero- muy breve, de sólo 2 horas, y puramente
ceptivas, las ponga a prueba y finalmente cognitivo, sin ningún tipo de exposición.
las modifique, siguiendo las pautas básicas Clarck et al. (1991), compararon la eficacia
de la terapia cognitiva de Beck con: apren- de la TCF, la relajación aplicada, la imipra-
dizaje guiado, diálogo socrático y experi- mina y un grupo control en lista de espera.
mentos conductuales diseñados para probar Todos los tratamientos redujeron significa-
hipótesis acerca de las creencias disfuncio- tivamente la ansiedad general, la evitación
nales; pero centrándose en las creencias agorafóbica y la frecuencia de CP, pero en
distorsionadas típicas del pánico. Por eso diferente grado. La TCF resultó superior a
se la conoce como terapia cognitiva focal las otras intervenciones, al finalizar el tra-
o focalizada, para diferenciarla de otras in- tamiento y al año de seguimiento, en todas
tervenciones cognitivas que no se centran las variables evaluadas (frecuencia de páni-
específicamente en la reestructuración de co, pensamientos catastrofistas, miedo a las
estas interpretaciones catastrofistas. sensaciones corporales, evitación y ansie-

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dad general). El porcentaje de pacientes li- temidas o evitadas, que no difieren signifi-
bres de pánico y el índice de mejoría global cativamente en cuanto a su eficacia y que
también fueron mejores en el grupo tratado pueden agruparse en: a) exposición gra-
con TCF. dual y prolongada a cada situación con la
El estudio más relevante para considerar compañía y apoyo del terapeuta, permane-
esta forma de tratamiento como empírica- ciendo en la misma hasta que la ansiedad
mente validado, se llevó a cabo por Clarck se reduce. b) autoexposición gradual con
et al. (1994). En él se compararon las con- posibilidad de escape temporal a un lugar
diciones siguientes: a) 12 sesiones de te- seguro, si la ansiedad es muy elevada. El
rapia cognitiva, b) relajación aplicada, c) paciente registra el tiempo pasado fuera y
imipramina y d) grupo control en lista de vuelve a la situación lo antes posible, y c)
espera. Al finalizar el tratamiento, la pro- práctica programada: exposición prolonga-
porción de pacientes libres de pánico en los da y gradual con la presencia y apoyo del
4 grupos era del 90%, 50%, 55% y 7% res- cónyuge o un amigo. El terapeuta mantiene
pectivamente. contacto semanal o quincenal con el pa-
ciente, que lleva un diario de sus prácticas
Botella y Ballester realizaron una adapta- y utiliza un manual de autoayuda.
ción del tratamiento de Clarck y Salkovskis
con el que obtuvieron resultados positivos La exposición o autoexposición en vivo
en varios estudios llevados a cabo en nues- es una técnica bien establecida que se ha
tro ámbito (Ballester y Botella, 1992). mostrado claramente superior en diferentes
estudios a los grupos de control (p. ej., lista
Entre los tratamientos probablemente efica- de espera) en ansiedad y evitación agora-
ces para el pánico se encuentra la relajación fóbica.
aplicada (Öst et al., 1993) y la exposición.
Los tratamientos basados en la exposición Una revisión de los protocolos de trata-
miento utilizados en los estudios sobre re-
pueden referirse a dos aspectos principales:
sultados de tratamientos del trastorno de
la exposición a las sensaciones internas te-
pánico, revela que la mayoría utilizan rees-
midas (exposición interoceptiva) y la expo-
tructuración cognitiva focalizada y exposi-
sición a actividades o situaciones evitadas,
ción, y que ambas técnicas aparecen como
especialmente relevante en la agorafobia.
los ingredientes más eficaces de los trata-
Por lo que se refiere a la exposición intero- mientos. Sin embargo existe controversia
ceptiva, Craske, et al, (1997) encontraron acerca de cual de ellas es más eficaz, y /
que añadir exposición interoceptiva a una o cual es el elemento crucial (exposición
combinación de reestructuración cognitiva o reestructuración cognitiva) por el que
y exposición en vivo, fue más eficaz que se producen los cambios terapeúticos. Los
añadir entrenamiento en respiración, tanto estudios que han comparado la eficacia de
en el postratamiento, en medidas de pánico, la exposición y la restructurción congniti-
interferencia y severidad, como en el segui- va no han hallado diferencas significativas
miento a los 6 meses en ansiedad fóbica, (Margraf y Schneider, 1991; Bouchard, et
pánico, interferencia y ansiedad general. al 1996).
Se han propuesto varias modalidades de Las teorías del aprendizaje sostienen que la
exposición en vivo, a lugares y situaciones reestructuración cognitiva y la exposición

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pueden operar a través de un mismo meca- bida y potenciales interacciones con otros
nismo: el aprendizaje (Davey, 1992). fármacos.
Durante muchos años, la clomipramina, un
Tratamientos farmacológicos
ATC con importante acción serotoninérgica
El principal objetivo del tratamiento far- se consideró el fármaco más potente para el
macológico en el trastorno de pánico es: tratamiento del trastorno de pánico. (Jeffer-
bloquear la aparición de crisis de angustia, son, 1997).
neutralizar la ansiedad anticipatoria y redu-
cir la evitación fóbica. Los fármacos uti- En la actualidad, los ISRS e IRSN presen-
lizados para conseguir estos objetivos son tan un perfil de efectos secundarios más
(Ayuso, 2010): favorable y mayor seguridad en caso de so-
bredosis, por lo que son la mejor elección
1 Antidepresivos tricíclicos (ATC) e inhi- inicial para la mayoría de los pacientes con
bidores de la monoaminooxidasa (IMAO) trastorno de pánico. (APA, 2009; Hollander
introducidos en las décadas de los años 60 y Simeon, 2010).
y 70.
Los IMAO aunque han demostrado su efi-
2. Benzodiazepinas, en particular benzo- cacia en el trastorno de pánico (Ballenger,
diazepinas de alta potencia, como alprazo-
2003), hoy son muy poco utilizados por los
lam y clonazepam, introducidas en los 80.
médicos. Esto es debido a la necesidad del
3. Inhibidores selectivos de la recaptación paciente de seguir una dieta restringida y el
de serotonina (ISRS), que aparecen en la peligro de presentar una crisis hipertensiva
década de los 90 y antidepresivos inhibi- si ésta no se sigue adecuadamente.
dores de la recaptación de serotonina y no-
Las benzodiazepinas pueden ser útiles en
radrenalina (IRSN), de uso más reciente,
combinación con antidepresivos para el tra-
como la venlafaxina y duloxetina.
tamiento de síntomas residuales de ansie-
Todos los fármacos citados anteriormente dad ó preferidas por pacientes con síntomas
han demostrado su eficacia en numerosos muy molestos ó deteriorantes y que de-
estudios controlados y son recomendados mandan un control rápido de los síntomas.
para el tratamiento del trastorno de pá- El beneficio de una respuesta rápida con
nico (Bakker A, et al. 2002; Bradwejn et benzodiazepinas debe balancearse con la
al. 2005; APA, 2009). Otros fármacos con posibilidad de posibles efectos secundarios
menos apoyo empírico (mirtazapina, anti- (sedación) ó dependencia fisiológica que
convulsivantes como gabapentina, prega- puede conllevar dificultades para interrum-
balina ó algunos antipsicóticos) pueden ser pir la medicación (APA, 2009; Hollander y
alternativas terapéuticas cuando han fraca- Simeon, 2010).
sado varios tratamientos estándar o por cir-
cunstancias individuales. Tratamientos combinados
La elección de un fármaco como tratamien- Aunque frecuentemente se emplean tra-
to inicial dependerá de las preferencias del tamientos en los que se combinan los
paciente, evaluación de riesgo-beneficio fármacos y la psicoterapia, los estudios
para cada paciente, historial de tratamien- disponibles indican que esta forma de trata-
tos previos, presencia de patología comór- miento no siempre es adecuada; sobre todo

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si, como ocurre la mayoría de las veces, jorar la eficacia del tratamiento cognitivo-
se utilizan benzodiacepinas (Roca y Roca, conductual del pánico; mientras que, por el
1998). contrario, la administración de BZD tiende
La mayoría de estudios sobre tratamientos a reducirla.
combinados de fármacos más psicoterapia Marcks (1991) halló que las dosis de BZD
muestran que las benzodiacepinas pueden equivalentes a 10 mgrs. diarios de Diace-
reducir los efectos beneficiosos de la te- pam interferían con la exposición; es decir,
rapia cognitivo-conductual. Parece lógico impedían o reducían sus efectos beneficio-
deducir que lo mismo debe ocurrir con la sos. Este efecto indeseable no se constata-
terapia cognitivo-conductual utilizada en ba si las dosis eran menores. Sin embargo,
el tratamiento del pánico. De hecho, algu- otros autores encuentran que la utilización
nos estudios preliminares así como nuestra de BZD en forma continuada, aunque sea
experiencia clínica indican que los ansiolí- a dosis mínimas, interfiere negativamente
ticos dificultan la buena marcha de la tera- con la terapia cognitivo-conductual (San-
pia, a menos que sean retirados en una fase derson y Wetzler, 1993).
temprana de ésta.
La mayoría de estudios realizados sobre
El uso de las benzodiacepinas (BZD) puede este tema indican que los ansiolíticos, re-
interferir en los logros terapéuticos por el ducen las ganancias obtenidas con la expo-
mecanismo del “aprendizaje dependiente
sición, a medio y largo plazo (Van Balkom,
del estado” que consiste en que lo que se ha
et al., 1996; Fava et al., 1994; Marks et al.,
aprendido bajo los efectos de una droga, no
1993; Echeburúa et al., 1993; Meadows y
se generaliza a momentos en que ya no se
Zinbag, 1991; Marks y O´Sullivan, 1992;
está bajo su efecto. Así, en la experimenta-
De Beurs et al., 1995, y Hegel et al., 1994).
ción con animales se ha observado que las
Pero algunos estudios indican que el alpra-
conductas aprendidas bajo sedación, a me-
nudo no se transfieren cuando al animal se zolam (Trankimazin) administrado duran-
le deja sin medicación (Miller, 1964). te un periodo breve de tiempo, no incide
negativamente en la eficacia de la terapia
Otra explicación sobre los efectos negati- cognitivo-conductual.
vos de los ansiolíticos en los resultados de
la exposición, es que estos fármacos pue- En cambio, los antidepresivos y la terapia
den interferir en los procesos de memoria cognitivo-conductual parecen más compa-
a largo plazo, y dificultar así el proceso de tibles, y en algunos estudios se ha obser-
habituación (Echeburúa y Corral, 1991). vado que añadir fluvoxamina en la exposi-
ción a las sensaciones internas, mejoraba la
Podría pensarse que se trata de un proble-
eficacia de esta forma de exposición en el
ma de atribución por parte del paciente, al
tratamiento del pánico.
responsabilizar de su mejoría al fármaco;
pero éste no parece ser el mecanismo res- También se ha investigado la utilización de
ponsable ya que, cuando se administra un la terapia cognitivo-conductual con pacien-
placebo y el paciente responde favorable- tes que no mejoran con fármacos, y su utili-
mente a él, no se observa la misma interfe- zación como apoyo al tratamiento farmaco-
rencia. De hecho, según diversos estudios, lógico, para facilitar su retirada. En ambos
la administración de placebos parece me- casos se ha mostrado eficaz.

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Según Roca y Roca (1998) los investiga- ahora con estos fármacos. Gould et al.,
dores de orientación farmacológica defien- (1995) publicaron un metaanálisis de los
den que los fármacos, especialmente los resultados de diversos estudios, llevados
antidepresivos inhibidores selectivos de la a cabo en las dos décadas anteriores, para
recaptación de serotonina (ISRS), son el comparar la eficacia de los fármacos y la
tratamiento más eficaz, superando incluso terapia cognitivo conductual. Llegaron a la
a la terapia cognitivo-conductual. Además, conclusión de que el tratamiento más eficaz
consideran que son más ventajosos por su es el cognitivo-conductual con exposición
rapidez de acción y porque son mucho más y reestructuración cognitiva, siendo inclu-
fáciles de cumplimentar. so más eficaz que los tratamientos com-
Por su parte, los investigadores del campo binados de terapia cognitivo-conductual
de las psicoterapias defienden la superio- más fármacos. También hallaron que las
ridad de la terapia cognitivo-conductual, intervenciones con mejor relación eficacia-
destacando algunas de sus ventajas como la coste eran la imipramina y la terapia cogni-
ausencia de efectos secundarios y los me- tivo-conductual en grupo.
jores resultados a largo plazo. Unos y otros
consideran que los estudios que muestran Conclusiones
la superioridad del enfoque contrario están Referente al diagnóstico de los trastornos
mal hechos y que, por tanto, no son fiables. de pánico no parece haber un acuerdo, se-
La forma de evaluar la ausencia de sínto- gún los diferentes manuales (DSM y CIE),
mas en los seguimientos, también puede entre separar o diferenciar los trastornos de
llevar a errores. Por tanto, no hay un claro angustia y la agorafobia, dando uno más
acuerdo acerca de cuál de estos tratamien- importancia a los trastornos de angustia y
tos es el más recomendable. otro a la agorafobia. Creemos que a la hora
Por lo que se refiere al tratamiento psico- de considerar la relación entre el pánico y
lógico, el problema tradicional del mayor la agorafobia existe una tercera posición
coste de la terapia se ha reducido enorme- que es la de considerar a ambos trastornos
mente con los actuales enfoques que permi- como los dos extremos de un continuo, en
ten tratamientos eficaces, muy breves, para el que la mayoría de casos incluirían sínto-
este trastorno, y con los materiales de au- mas de pánico y agorafobia, algunos pre-
toayuda. Los estudios llevados a cabo para sentarían sólo pánico y finalmente otros
valorar el coste a largo plazo y el perfil de presentarían sólo agorafobia. Parece que
coste beneficio de la TCC para el trastorno el DSM V realiza esta separación entre los
de pánico son más favorables que la farma- polos del continuo y da la opción de la co-
coterapia (Mchugh et al., 2007, Otto et al, morbilidad para aquellos casos que tienen
2000). síntomas de pánico y agorafobia, no viene
a esclarecer la polémica pero sí a facilitar el
Los problemas del tratamiento farmacoló-
diagnóstico.
gico son los efectos secundarios y las re-
caídas al dejarlo, aunque ambos se reducen Aunque la polémica sigue abierta, nosotros
con los ISRSs (Mc Nally, 1996.). En cual- nos adscribimos a la posición que consi-
quier caso faltan más estudios que confir- dera que, al menos en la gran mayoría de
men los buenos resultados hallados hasta casos, la agorafobia es una complicación

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del pánico. Nos basamos en los siguientes las diferentes clasificaciones diagnósticas,
argumentos: 1) creemos que los casos que como ha pasado con la desaparición en el
experimentan crisis de pánico de síntomas DSM V de la categoría agorafobia sin his-
limitados -menos de cuatro síntomas- de- toria de ataques de pánico por su baja pre-
ben equipararse a aquellos que presentan valencia.
crisis completas -cuatro o más síntomas-, En cuanto a los tratamientos eficaces para
ya que esa diferencia es irrelevante para el trastorno de pánico con o sin agorafobia,
la configuración total del trastorno y para existe consenso en considerar que los trata-
su tratamiento; 2) en la práctica es difícil mientos que incluyen la exposición tanto a
hallar casos de agorafobia sin historia de estímulos externos como internos y la rees-
crisis de pánico; 3) incluso aquellos po- tructuración congnitiva son claramente los
cos pacientes con agorafobia que niegan más eficaces. Y respecto a su combinación
en principio haber experimentado crisis con tratamientos farmacológicos (ansiolí-
o temor a las sensaciones típicas de estas, ticos y antidepresivos) nuestra experiencia
suelen recordarlas cuando llevamos a cabo clínica nos indica que realizando una buena
algún ejercicio de inducción de sensacio- programación de su retirada en función del
nes, por ejemplo, el experimento de hiper- momento terapéutico pueden ser recomen-
ventilación; y 4) la idea de que existía un dables en determinados tipo de pacientes.
elevado número de pacientes con agorafo- Otra cuestión a tener en cuenta es la inter-
bia y sin pánico, estaba basada en estudios ferencia de las benzodiacepinas con las téc-
epidemiológicos que han sido cuestionados nicas de exposición.
recientemente al considerar como agorafo-
bia casos que no lo eran. Podemos concluir, por tanto que el trata-
miento de elección para los trastornos de
El DSM-V, al igual que su antecesor, sigue pánico son los tratamientos psicológicos,
sin tener en cuenta que, generalmente, los quedando como facilitador en algunos ca-
pacientes con pánico evitan determinadas sos el tratamiento farmacológico. Siendo
actividades como hacer ejercicio, tomar la evidencia empírica concluyente a este
café, etc., que pueden considerarse como un respecto, en la práctica no es así, porque lo
estadio intermedio entre el pánico y la ago- habitual es que el tratamiento de elección
rafobia. Esta es una cuestión de gran interés, para los trastornos de pánico sea farma-
tanto para comprender el mantenimiento del cológico y administrado por el médico de
trastorno como para planificar la terapia. atención primaria, ya que es el primer lugar
Los estudios sobre la incidencia del páni- donde se busca ayuda. El tratamiento far-
co han ayudado a tomar conciencia del alto macológico como primera línea de actua-
coste económico que supone este trastorno ción puede provocar la cronicidad de los
para la sociedad, por el absentismo laboral trastornos de pánico y un excesivo uso de
y la baja productividad ligada a ellos, así recursos sanitarios y farmacológicos, que
como por el elevado consumo de recursos podrían evitarse con la figura del psicólogo
sanitarios que conlleva. Esto ha facilitado en atención primaria. Por todo esto, consi-
que, cada vez más, se financien investiga- deramos que los gestores sanitarios debe-
ciones para hallar tratamientos eficaces. rían hacer esfuerzos por acercar la realidad
También ha contribuido a que se revisen a estos resultados.

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Tabla 1: Criterios Diagnóstico del DSM-V para el trastorno de angustia

Los criterios diagnósticos en el DSM V para las Crisis de Angustia son:


A. Crisis de angustias recurrentes e inesperadas.
B. Al menos una de las crisis se ha seguido durante 1 mes (o más) de uno o ambos de los siguientes síntomas:
1. Inquietud persistente o preocupación ante la posibilidad de tener más crisis o sus consecuencias (por
ej., perder el control, sufrir un infarto de miocardio, “volverse loco”).
2. Cambio significativo maladptativo del comportamiento relacionado con las crisis (por ej., conductas dirigi-
das a evitar tener un ataque de pánico como evitar hacer ejercicio físico o evitar situaciones desconocidas).
C. Las crisis de angustia no se deben a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., drogas, fármacos)
o una enfermedad médica (p. ej., hipertiroidismo).
D. Las crisis de angustia no pueden explicarse mejor por la presencia de otro trastorno mental, como por ejemplo
fobia social (p. ej., aparecen al exponerse a situaciones sociales temidas), fobia específica (p. ej., el exponerse a
situaciones fóbicas específicas), trastorno obsesivo-compulsivo (p. ej., al exponerse a la suciedad cuando la obse-
sión versa sobre el tema de la contaminación), trastorno por estrés postraumático (p. ej., respuesta a estímulos
asociados a situaciones traumáticas), o trastorno por ansiedad de separación (p. ej., al estar lejos de casa o de los
seres queridos).

Tabla 2: Criterios diagnósticos del DSM-V para la Agorafobia

Los criterios diagnósticos propuestos para la Agorafobia son:


A. Marcado miedo o ansiedad al menos en dos situaciones agorafóbicas, como las siguientes: 1) estar fuera de
casa a solas; 2) viajar en transporte público (por ejemplo: viajar en autobuses, trenes, barcos, aviones; 3) espacios
abiertos (por ejemplo, estacionamientos, supermercados); 4) estar en tiendas, teatros o cines; 5) hacer cola.
B. Los temores y/o las conductas de evitación aparecen cuando escapar puede resultar difícil o, en el caso de que
aparezcan síntomas similares al pánico no se pueda recibir ayuda.
C. Las situaciones agorafóbicas constantemente provocan miedo o ansiedad.
D. Las situaciones agorafóbicas que se evitan, requieren estar acompañado de un conocido, o se experimentan con
miedo o ansiedad intensa.

E. El miedo o la ansiedad son desproporcionados en relación con el peligro real que plantea la situación agorafóbi-
ca. NOTA: la desproporción tiene que ser considerada en su contexto sociocultural.
F. La duración tiene que ser al menos de 6 meses.
G. El miedo, la ansiedad y la evitación provocan un malestar clínicamente significativo o deterioro en el área social,
ocupacional, u otra área importante de funcionamiento.
H. El miedo, la ansiedad y la evitación no se limitan a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (por ejem-
plo, una droga de abuso, un medicamento) o una enfermedad médica (por ejemplo, trastornos cardio-pulmonar).
I. El miedo, la ansiedad y la evitación no pueden explicarse mejor por la presencia de otro trastorno mental, como
por ejemplo fobia específica (p. ej., el exponerse a situaciones fóbicas específicas). Fobia social (p. ej., aparecen al
exponerse a situaciones sociales temidas), trastorno obsesivo-compulsivo (p. ej., al exponerse a la suciedad cuan-
do la obsesión versa sobre el tema de la contaminación), trastorno por estrés postraumático (p. ej., en respuesta
a estímulos asociados a situaciones traumáticas), o trastorno por ansiedad por separación (p. ej., al estar lejos de
casa o de los seres queridos).

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Tabla 3: Diagnóstico diferencial entre el pánico y algunas enfermedades orgánicas

Enfermedad orgánica Síntomas similares al pánico Diferencias con el pánico

Crisis Hipoglucémicas Sudor, palpitaciones, debilidad, ma- En las crisis hipoglucémicas es frecuente la sen-
reos, sensación de desmayo, tem- sación de hambre intensa; los síntomas mejoran al
blores. ingerir alimentos, y el análisis de sangre muestra
hipoglucemia.

Hipertiroidismo Agitación, temblor, sensación de falta En el hipertiroidismo se observan: temblor fino, pal-
de aire, palpitaciones o taquicardia. mas de las manos calientes y rosadas, pérdida de
peso con apetito normal, intolerancia al calor, y ta-
quicardia que no desaparece con el sueño. Además,
la tiroxina en sangre está aumentada. En cambio, en
el pánico se da temblor intenso, las palmas de las
manos están frías y húmedas y el ritmo cardíaco de-
crece con el sueño.

Hipoparatiroidismo El descenso de calcio en la sangre En el hipoparatiroidismo hay bajos niveles de calcio


y otras causas de hipocalce- produce sensaciones similares a las en sangre.
mia de un ataque de pánico.

Feocromocitoma Ansiedad intensa, palpitaciones. En el feocromocitoma hay cefalea y dolores intensos,


abdominales o torácicos, asociados a elevación de la
tensión arterial (que puede ser normal una vez que
pasa el episodio agudo), coincidiendo con un incre-
mento considerable de catecolaminas y de sus meta-
bolitos en sangre y orina.

Epilepsia del Sudor, palpitaciones, desrealización, En las crisis epilépticas de este tipo, a veces se
lóbulo temporal episodios de inicio y resolución muy producen: conductas agresivas, estado alterado de
recortados. El miedo puede ser el conciencia, alucinaciones, micción y amnesia al aca-
único síntoma en ciertas crisis epi- bar la crisis. El EEG puede mostrar las alteraciones
lépticas. Después de las crisis puede típicas de esta enfermedad.
darse evitación de estímulos asocia-
dos a ellas.

Trastornos Mareos, sensación de vértigo, sensa- En los trastornos audiovestibulares suele producirse
audiovestibulares ción de desmayo e inestabilidad. vértigo real con sensación de que los objetos giran
alrededor. También pueden detectarse anomalías
neurológicas.

Prolapso válvula Dolor precordial, palpitaciones, dolor En el PVM se halla soplo sistólico a la auscultación.
mitral (PVM) de cabeza, mareos y fatiga.

Taquicardia Aceleración del ritmo cardiaco y an- En la TPS se alcanzan de 140 a 220 pulsaciones por
paroxística siedad. minuto, mientras que en el trastorno de pánico, aun-
supraventricular que se dé un aumento de pulsaciones, no llegan a ser
tan elevadas.
(TPS)

Intestino Náuseas, molestias intestinales. En el intestino irritable no existe una relación tan di-
irritable recta con los episodios de ansiedad aguda.

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Fecha de recepción: 07/11/2011


Fecha de aceptación: 16/12/2011

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