Sunteți pe pagina 1din 12

Universidad Central de Venezuela

Centro de estudios de Posgrado

Curso de Especialización en Derecho Procesal

Cátedra: Improponibilidad de la pretensión

Profesor: Ramón A. Aguilar

IMPROPONIBILIDAD DE LA PRETENSIÓN

Autor: Abg. Jesús R. Perales R.

V-17.226.200

Caracas, 01 de noviembre de 2016


LA “IMPROPONIBILIDAD” DE LA PRETENSIÓN

1. Conceptos, relación y diferencias entre Acción, Pretensión y


Demanda:

A.- Conceptos de Acción, Pretensión y Demanda:

La Acción:

El autor Giuseppe Chiovenda, en su libro: “LA ACCIÓN EN EL SISTEMA DE


LOS DERECHOS”1, describe la acción como un derecho potestativo, el cual
viene dado por un poder titular que tiene la finalidad de producir la actuación
de la ley, el cual se ejerce mediante una declaración de voluntad relativa a
los efectos que se pretende, y no requiere ninguna otra acción física, lo que
conocemos como demanda judicial.

Los autores españoles Juan Montero Aroca, Juan Luis Gómez, Alberto Montón
y Silvia Barona, en su obra “DERECHO JURISDICCIONAL I – Parte General”2,
la acción es un derecho autónomo, distinto del derecho subjetivo material,
tanto por sus presupuestos como por su objeto; es decir, que el derecho de
acción existe independientemente de la existencia de una derecho subjetivo.
Se dice que tienen objeto distinto, porque el derecho subjetivo material tiene
como objeto una prestación, mientras que el objeto del derecho de acción es
siempre un acto de tutela que debe ser prestado por el juez. Por otra parte,
la acción es un derecho frente al estado, el cual está obligado a otorgar la
tutela, a través de los órganos jurisdiccionales, siempre que concurran los
presupuestos necesarios.

Para Niceto Alcalá-Zamora y Castillo, en el Capítulo 7: Enseñanza y


Sugerencias de algunos procesalistas sudamericanos acerca de la acción, de
su obra: “ESTUDIOS DE TEORIA GENERAL E HISTORIA DEL PROCESO (1945-

1
GIUSEPPE CHIOVENDA, La acción en el sistema de los derechos, 1986, págs. 29 a 36.
2
JUAN MONTERO AROCA, JUAN LUIS GÓMEZ COLOMER, ALBERTO MONTÓN REDONDO Y
SILVIA BARONA VILAR. Derecho Jurisdiccional I – Parte General, conforme a la Ley de
Enjuiciamiento Civil. 10ª Edición, páginas 242 y 243.
1973)”3, la acción debe ser considerada como facultad, poder, potestad o
posibilidad que como derecho. En este sentido, señala que la noción de
posibilidad, para este grupo de procesalistas, sería la más acertada, ya que
esa posibilidad que tienen las personas de actuar y de peticionar ante los
órganos jurisdiccionales es el rasgo distintivo de la acción. Como resultado de
esto consideran la acción como la posibilidad jurídicamente encuadrada de
recabar los proveimientos jurisdiccionales necesarios para obtener el
pronunciamiento de fondo y, en su caso, la ejecución, respecto de una
pretensión litigiosa.

Vistas las anteriores consideraciones, se podría conceptualizar la acción como


el derecho que tiene toda persona de dirigirse ante el órgano jurisdiccional
para someter sus pretensiones a la atención de este, ya sea que estén
dirigidas contra el mismo estado o un tercero, con la finalidad de que este las
resuelva a través de una resolución fundada en derecho, previo cumplimiento
de los presupuestos procesales correspondientes.

La Pretensión:

El autor Jaime Guasp Delgado, en su libro “LA PRETENSIÓN PROCESAL”4,


define a la pretensión como el verdadero objeto del proceso, entendiendo por
objeto, la materia sobre la cual recae el complejo de elementos que integran
el proceso. Para Guasp la pretensión no quiere decir otra cosa que la
reclamación o pedimento que voluntariamente dirige una persona ante el
juez, que puede consistir en el cumplimiento de una conducta determinada o
una declaración de una situación prexistente.

Por otra parte, el autor Hernando Devis Echandía, en su obra: “COMPENDIO


DE DERECHO PROCESAL”5, en el Capítulo III titulado “de la pretensión”,
sostiene que la pretensión es el fin concreto que persigue el demandante, y

3
NICETO ALCALÁ-ZAMORA Y CASTILLO. Estudios de teoría general e historia del proceso
(1945-1973), Tomo I, Números 1-11, Capitulo 7: Enseñanzas y sugerencias de algunos
procesalistas sudamericanos acerca de la acción, págs. 348 y 349.
4
JAIME GUASP DELGADO. La pretensión procesal. 2ª Edición. 1985, pág. 66.
5
HERNANDO DEVIS ECHANDÍA. Compendio de derecho procesal. Tomo I: Teoría General del
Proceso. 10ª Edición. 1985, pág. 221.
que es por lo tanto el petitum de la demanda, lo que se pide en ella que sea
reconocido o declarado en la sentencia a favor del demandante, lo cual no se
debe confundir con el objeto litigioso.

Para Niceto Alcalá-Zamora y Castillo, en el Capítulo 7: Enseñanza y


Sugerencias de algunos procesalistas sudamericanos acerca de la acción, de
su referida obra6, la pretensión es un elemento de la acción, al igual que lo
son la instancia y la capacidad, que transporta al proceso la visión que del
litigio se ha formado el actor. “Es el cordón umbilical que une a la acción con
el derecho en litigio”, lo que significa que para hacer efectiva la acción, en
cuanto a su efecto último (la sentencia), se debe hacer valer una o varias
pretensiones.

De acuerdo la opinión de los autores antes mencionados, se podría delinear


un concepto de la pretensión en los siguientes términos: la pretensión es lo
que el demandante solicita o pide al juez, sustentado alegaciones de hecho y
de derecho, que le otorgue en la sentencia, y que puede consistir en el
cumplimiento de una o varias conductas por parte del demandado, o en la
declaración de una situación jurídica o de hecho con relevancia jurídica,
preexistente, e incluso que este emita un pronunciamiento o decreto previo
dirigido a asegurar o garantizar el cumplimiento de lo eventualmente podría
ser sentenciado.

La Demanda:

El autor Jaime Guasp, en su obra “LA PRETENSIÓN PROCESAL”7, se refiere a


la demanda como el acto que da nacimiento cronológico a un proceso,
mediante la declaración de voluntad del particular que lo pone en existencia.
En este sentido, afirma que la demanda es una manifestación o ejercicio de
la acción procesal.

6
NICETO ALCALÁ-ZAMORA Y CASTILLO, Ob. Cit., págs. 353 y 354.
7
JAIME GUASP DELGADO, Ob. Cit., Págs. 55 y 56
Por otra parte, el autor Enrique Véscovi, en su libro “TEORÍA GENERAL DEL
PROCESO”8, define la demanda como el acto de iniciación del proceso,
afirmando que es un acto del procedimiento que, normalmente, da comienzo
al proceso, y es con dicho acto que se ejerce el poder de acción y se deduce
la pretensión.

Nuestro Código de Procedimiento Civil (CPC), en su artículo 339, establece


que el procedimiento ordinario comenzará por demanda, que se debe
interponer por escrito ante el secretario del tribunal o ante el juez, de modo
que sería la única manera de iniciar un proceso.

Como concepto de demanda se puede decir que: es el acto procesal escrito


mediante el cual se da origen al proceso, previo cumplimiento de las
formalidades, requisitos y presupuestos necesarios que para su validez
estable la ley.

B.- Relación y diferencias entre Acción, Pretensión y Demanda:

Los conceptos de acción, pretensión y demanda se encuentran


estrechamente ligados o legados entre sí, lo cual ha llegado a generar
confusión o sustitución conceptual tanto en la jurisprudencia con en la
legislación, en incluso en la doctrina se pueden encontrar casos de esta
sustitución de conceptos.

La Acción es el derecho que tiene toda persona de solicitar la actuación de los


órganos jurisdiccionales con la finalidad que resuelvan sobre una solicitud o
pedimento a través de una sentencia fundad en derecho. Mientras que la
demanda viene a ser el acto material mediante cual las personas ejercen el
derecho de acción, es decir, es la manifestación externa y directa de la
acción. Ambas se diferencian de la pretensión porque esta es el pedimento
concreto que se realiza, es decir, aquello que el demandante o solicitante
quiere alcanzar con el proceso.

8
ENRIQUE VÉSCOVI. Teoría general del proceso. 1984. Pág. 76.
La pretensión no es un acto de inicio del proceso, por la ya mencionado, este
papel le corresponde a la demanda. Es distinta de la acción, ya que no es un
derecho abstracto, sino un resultado que se solicita, al hacer valer la acción y
al introducir la demanda, con base en la afirmación de la titularidad de un
derecho material o subjetivo.

La relación que existe entre estos tres conceptos es la siguiente: la demanda


en su conformación contiene elementos objetivos y subjetivos, los subjetivos
vienen a ser las partes, y los objetivos serían la pretensión (pedimento) y el
objeto litigioso. De tal forma que la pretensión está contenida o expresada en
la demanda, es decir, que se puede deducir de esta. A su vez, la demanda,
como ya se afirmó, es la manifestación exterior y material de la acción,
además de ser el vehículo a través del cual se le presenta al juez la
pretensión para que este decida sobre ella.

2. Relación y Diferencias entre Inadmisibilidad e Improponibilidad.

La Inadmisibilidad es la declaratoria que hace el juez al no admitir la


Demanda, por ser, la misma, contraria al orden público, a las buenas
costumbres o a alguna disposición expresa de la ley, conforme lo establece el
artículo 341 del CPC.9

Es necesario precisar que aunque se declara Admitida o No Admitida la


Demanda, por parte del juez, con base en las causales establecidas en el
referido artículo, en mi opinión se trata de un error del Legislador, ya que la
demanda entendida como acto que da inicio al proceso, o como documento
que lleva al proceso la pretensión que se quiere hacer valer, en ningún
momento puede decirse que es contraria al orden público, a las buenas
costumbres o a alguna disposición expresa de la ley; lo que si puede decirse
es que la pretensión contendida en ella lo es, ya que solo lo pretendido por el
demandante, es lo que puede llegar a ser contrario al orden público, a las

9
Código de Procedimiento Civil Artículo 341 “Presentada la demanda, el Tribunal la
admitirá si no es contraria al orden público, a las buenas costumbres o a alguna disposición
expresa de la Ley. En caso contrario, negará su admisión expresando los motivos de
la negativa. Del auto del Tribunal que niegue la admisión de la demanda, se oirá apelación
inmediatamente, en ambos efectos”.
buenas costumbres o a alguna disposición expresa de la ley, en consecuencia
al declarar cualquiera de estas circunstancias en la pretensión, el juez debe
necesariamente declarar como no admisible la demanda.

La Improponibilidad, es la declaración de rechazo que hace el juez, de una


pretensión, por tener defectos objetivos o subjetivos, con lo cual se presenta
como carente de posibilidad jurídica de ser tutelada por el ordenamiento
jurídico, impidiendo la facultad de juzgar. Ya sea porque la pretensión es
contraria al orden público, a las buenas costumbres o a alguna disposición
expresa de la ley, o porque dicha pretensión tal como es formulada resulta
ser objetiva y manifiestamente carente de posibilidad jurídica por desapego a
los preceptos jurídicos, es decir, no puede ser o no es jurídicamente
tutelable.

El autor argentino Jorge Walter Payrano10, señala que: “la improponibilidad


objetiva o subjetiva que padece una pretensión siempre nace de alguna
patología sufrida por el objeto o el sujeto de ésta, y las resultas de la cual
concurre un “defecto absoluto en la facultad de juzgar” en el tribunal
interviniente; defecto que provocará la emisión de una respuesta
jurisdiccional discordante en cuya virtud rechazará in limine la demanda
interpuesta”.

Según Peyrano, “existe un defecto absoluto de juzgar” cuando se pretende


algo que no está tutelado en el ordenamiento jurídico, siempre que sea una
petición absurda y evidentemente improcedente. Así también cuando se
utiliza una vía inidónea para lograr una pretensión específica, supuestos éstos
que se corresponden con la improponibilidad de la pretensión en forma
objetiva; por otro lado, cuando un sujeto no tiene identidad con la pretensión
deducida, estamos en presencia de una improponibilidad de la pretensión en
forma subjetiva.

Del texto citado, se infiere que la improponibilidad propuesta por este autor
argentino se produce en dos formas: 1) La Improponibilidad Objetiva, que se
centra en analizar los efectos jurídicos materiales de la pretensión y la falta
de aptitud jurídica del objeto para ser actuado en derecho, y 2) La

10
PEYRANO, JORGE. El proceso atípico. 1993. Buenos Aires: Editorial Universidad. S.RL
Improponibilidad Subjetiva, que se fundamenta en las condiciones subjetivas,
necesarias para formular la pretensión, ante el órgano jurisdiccional, estamos
en los casos de la falta de cualidad o de la falta de interés sustancial en el
actor para proponer la pretensión.

El autor venezolano Rafael Ortiz Ortiz, en su obra “TEORÍA GENERAL DE LA


ACCIÓN PROCESAL EN LA TUTELA DE LOS INTERESES JURÍDICOS”11, afirma
que: “Se entiende por improponibilidad manifiesta de la pretensión el juicio
de procedencia que debe realizar el juez, en cualquier estado y grado de la
causa, que se centra en la determinación de un defecto absoluto de la falta
de juzgar con respecto de una pretensión jurídica que se manifiesta objetiva,
subjetiva, clara y terminantemente carente de la posibilidad jurídica de ser
tutelada por el ordenamiento jurídico por así derivarse de los supuestos
fácticos explanados en la petición inicial.

La declaratoria de improponibilidad supone un análisis de la pretensión que


concluye con un pronunciamiento sobre el fondo de la misma, pero in limine
Litis, es decir, sin haber tramitado la fase de cognición. No se trata de un
juicio concreto sobre la pretensión especifica sino un juicio general que se
funda en el hecho de que la pretensión no puede plantearse en modo alguno
por ante ningún órgano jurisdiccional.”

En ambos casos, los defectos en los elementos objetivos y subjetivos de los


cuales adolezca la pretensión y que advierta el juez, constituyen un
impedimento absoluto para que este pueda juzgar, y como resultado, tiene
que declarar la improponibilidad de la pretensión. Estos defectos deben ser
manifiestos, es decir, que no haya lugar a dudas de su existencia; si bien al
inicio no pudieran ser advertidos por el juez, no implica que este no pueda
señalarlos en el desarrollo del proceso o incluso en la fase de sentencia, y
declarar en cualquiera de esos momentos la improponibilidad.

En nuestro ordenamiento jurídico, dicha institución procesal no se encuentra


expresamente establecida, y su aplicación se ha realizado de manera
jurisprudencial, con base en la doctrina suramericana más calificada. Sin

11
ORTIZ ORTIZ, RAFAEL. Teoría General de la Acción Procesal en la Tutela de los Intereses
Jurídicos. 2004.
embargo, esta figura procesal podría ser incluida en nuestra legislación con la
reforma del código de Procedimiento Civil, cuyo proyecto actualmente se
discute en la Asamblea Nacional, ya que en su artículo 30912, al regular la
Admisión de la demanda y el despacho saneador, establece lo siguiente:

…“Presentada la demanda, el tribunal la admitirá dentro de los


cinco días de despacho siguientes a su recibo, si no fuera contraria
al orden público, las buenas costumbres, alguna disposición
expresa de la ley o que resulte manifiestamente improponible,
esto es, por no estar tutelada la pretensión en el ordenamiento
jurídico o cuando se utilice una vía no idónea para satisfacerla”.
(Negrillas agregadas).

Del proyecto de norma citada, se deduce, no sólo que se establece la


improponibilidad de la demanda, lo que en principio debería ser
“improponibilidad de la pretensión”, para ser consecuentes con el nombre
que le ha dado la doctrina a este juicio preliminar que hace el juez de la
pretensión. Sino que también, en este proyecto de norma, se señalan dos
motivos por los que puede darse esta “improponibilidad”, que son: por no
estar tutelada la pretensión en el ordenamiento jurídico, lo implica
evidentemente un juicio de procedencia, cuando se utilice una vía no idónea

12
Proyecto de reforma del Código de Procedimiento Civil venezolano (Versión: Febrero de
2016), De la Admisión de la demanda y despacho saneador Artículo 309 “Presentada
la demanda, el tribunal la admitirá dentro de los cinco días de despacho siguientes a su
recibo, si no fuera contraria al orden público, las buenas costumbres, alguna disposición
expresa de la ley o que resulte manifiestamente improponible, esto es, por no estar
tutelada la pretensión en el ordenamiento jurídico o cuando se utilice una vía no idónea para
satisfacerla. En caso de su inadmisión, deberá expresar los motivos del rechazo y contra
dicho auto se oirá apelación en ambos efectos. En todo caso el plazo se dejará correr
íntegramente.
Cuando la demanda no reúna los requisitos exigidos para el libelo de la demanda previsto en
este Capítulo o se detecte la existencia de alguna de las cuestiones preliminares y con la
finalidad de subsanar los obstáculos procesales que impidan sentenciar sobre el fondo del
asunto, el tribunal en vez de decidir sobre la admisión podrá ejercer el despacho saneador
dentro de los cinco días de despacho siguientes a la presentación de la demanda y ordenará
corregir el defecto de forma de la demanda o la subsanación de la cuestión preliminar de que
se trate, que debe ser hecha dentro de los cinco días de despacho siguientes, y de no
hacerlo, el proceso se extingue. En caso afirmativo, el tribunal decidirá sobre la admisión de
la demanda dentro de los tres días siguientes al vencimiento del lapso anterior
para satisfacer dicha pretensión. De la norma en proyecto, se deduce una
clara restricción a solamente dos momentos en los cuales pueda hablarse de
improponibilidad, aun cuando la doctrina nacional y extranjera, aunque
exigua, ha sentado bases para una mejor sistematización de esta figura
procesal, lo cual sería prudente reformular y aprovechando la ocasión.

3. Esquema propuesto sobre los supuestos de “Improponibilidad” de


la pretensión:

A. Según los vicios que presente la pretensión en sus elementos


Subjetivos y Objetivos:

Subjetivos

 Falta de Interés
 Falta de Cualidad

Objetivos:

 Pretensiones cuyo objeto sea ilícito.


 Pretensiones cuyo objeto verse sobre contratos de casas de tolerancia,
prostitución o esclavitud y
 Pretensiones cuyo objeto sean cosas que están fuera del comercio.
 Pretensiones cuyo objeto sea imposible.
 Pretensiones ininteligible, ilógica o absurda.
 Pretensiones caducas (en caso los de pretensiones constitutivas).
 Pretensión que tiene como objeto el cumplimiento de una obligación
natural.

B. Según exista prohibición expresa de la ley de admitir la pretensión:

Existen pocos casos puntuales en los cuales la misma Ley prohíbe la admisión
de la pretensión, entre estos están los siguientes:

1. En el artículo 271 del CPC, al establecer que en ningún caso el


demandante podrá volver a proponer la demanda, antes de que
transcurran noventa días continuos después de verificada la perención.
2. En el artículo 16 del CPC, al establecer que no es admisible la
demanda de mera declaración cuando el demandante puede obtener
la satisfacción completa de su interés mediante una acción diferente.
3. En el artículo 191 del Código Civil, al establecer que ni la acción de
divorcio ni la de separación de cuerpos podrán intentarse sino por el
conyugue que no haya dado causa a ellas.
4. En el artículo 78 del CPC, al establecer la inepta acumulación de
pretensiones, es decir, cuando:
a) En un mismo libelo existen pretensiones que se excluyen
mutuamente o sean contrarias entre sí.
b) En un mismo libelo existen pretensiones que por razón de la
materia no correspondan al conocimiento del mismo tribunal.
c) En un mismo libelo existen pretensiones cuyos procedimientos
incompatibles entre sí.
5. En el artículo 272 del CPC, al establecer La cosa juzgada.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Calvo Baca, Emilio (2004). Código de Procedimiento Civil de Venezuela.


Caracas: Ediciones libra, C.A.

Enrique Véscovi. Teoría general del proceso. 1984. Editorial Temis.


Bogotá.

Hernando Devis Echandía. Compendio de derecho procesal. Tomo I:


Teoría General del Proceso. 10ª Edición. 1985. Editorial ABC. Bogotá.

Jaime Guasp Delgado. La pretensión procesal. 2ª Edición. 1985. Editorial


Civitas. Madrid.

Niceto Alcalá-Zamora y Castillo. Estudios de teoría general e historia del


proceso (1945-1973). Tomo I. 1974. Editorial de la Universidad Nacional
Autónoma de México. México.

Ortiz – Ortiz, Rafael (2004). Teoría General de la Acción Procesal en la


Tutela de los Intereses Jurídicos. Caracas: Frónesis.

Peyrano, Jorge. (1993). El proceso atípico. Buenos Aires: Editorial


Universidad. S.RL

Proyecto de reforma del Código de Procedimiento Civil venezolano. Versión:


Febrero de 2016.

S-ar putea să vă placă și