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Derecho Probatorio

Mtro. Rafael Samano Bonilla


Alumno: Jorge de Jesús Paniagua Vanegas
22/08/2019

SINTESIS CAPITULO VII OBJETO DE LA PRUEBA JUDICIAL, QUE PUEDE SER PROBADO

33. Conveniencia de distinguir adecuadamente las nociones de objeto, tema o necesidad y carga
de la prueba.

Existe confusión entre las nociones de objeto, necesidad o tema y carga de la prueba; es decir debe
entenderse como objeto de la prueba lo que se puede probar en general, aquello sobre lo que puede
recaer la prueba; ya que es una noción puramente objetiva y abstracta. Por necesidad o tema de la
prueba debe entenderse lo que en cada proceso debe ser materia de la actividad probatoria, esto
es, los hechos sobre los cuales versa el debate o la cuestión voluntaria planteada y que deben
probarse. La carga de la prueba determina lo que cada parte tiene interés en probar para obtener
éxito en el proceso, es decir, cuáles hechos, entre los que forman el tema de la prueba en ese
proceso, necesita cada una que aparezcan probados para que sirvan de fundamento a sus
pretensiones o excepciones.

34. Estrecha relación entre las nociones de prueba y objeto de la prueba.

No se concibe la prueba sin el objeto materia de ella; por objeto de la prueba debe entenderse todo
aquello que es posible de comprobación ante el órgano jurisdiccional del Estado, para efectos
procesales. La circunstancia de que un hecho determinado no necesite prueba en un proceso, no
significa que ese hecho no pueda ser objeto de prueba judicial.

36. Qué es, en definitiva, objeto de prueba judicial.

Objeto de prueba judicial en general puede ser todo aquello que, siendo de interés para el proceso,
puede ser susceptible de demostración histórica y no simplemente lógica, es decir, que objeto de
prueba judicial son los hechos presentes, pasados o futuros, y lo que puede asimilarse a estos.

37. Qué se entiende por "hechos" como objeto de la prueba judicial.

El objeto de la prueba judicial son los hechos, todo lo que puede ser percibido y que no es simple
entidad abstracta o idea pura, se entiende por hechos: a) todo lo que puede representar una
conducta humana, los sucesos o acontecimientos, hechos o actos humanos, voluntarios o
involuntarios, individuales o colectivos, que sean perceptibles, inclusive las simples palabras
pronunciadas, sus circunstancias de tiempo, modo y lugar, y el juicio o calificación que de ellos se
tenga; b) los hechos de la naturaleza, en que no interviene actividad humana; c) las cosas o los
objetos materiales, cualquier aspecto de la realidad material, sean o no productos del hombre, d) la
persona física humana, e) los estados y hechos síquicos o internos del hombre, incluyendo el
conocimiento de algo.
El objeto de la prueba son las afirmaciones y no los hechos contenidos en ellas.

a) Conductas humanas. Comprende todo aquello que significa un acto humano individual o
colectivo, esto es, no sólo los simples hechos jurídicos ejecutados sin voluntad de producir el efecto
jurídico que la ley les señala, sino también los actos jurídicos en que el efecto es resultado de la
voluntad de producir, incluyéndose los llamados hechos ilícitos, y los sucesos o acontecimientos
históricos en que interviene el hombre; probar es reconstruir o representar lo que ha sucedido o
está sucediendo. Toda conducta humana, como todo hecho material, tiene que ser percibida por
alguien para luego acreditarla en el proceso.

b) Hechos de la naturaleza. Es frecuente que en los procesos civiles, laborales y comerciales se


alegue una fuerza mayor, representada por hechos de la naturaleza ajenos a toda actividad humana,
estos hechos naturales son objeto de prueba judicial, cuando de ellos se pretende deducir la
liberación de obligaciones o la prórroga de su exigibilidad. Sobre estos hechos recae frecuentemente
la noción jurídica de notoriedad, como causa para eximir la necesidad de su prueba, cuando son de
público o general conocimiento.

c) Cosas u objetos materiales y aspectos de la realidad material. También pueden ser objeto de
prueba las cosas elaboradas total o parcialmente por el hombre, las que aparecen como obra de la
naturaleza y las alteraciones producidas en la realidad material por esos hechos naturales o por la
actividad humana. No sólo las cosas u objetos materiales se prueban, sino también las circunstancias
naturales o artificiales que los rodean, el ambiente material en donde existan o hayan existido, lo
cual es parte de la realidad material que puede percibirse. También las circunstancias sociales,
familiares y personales en que haya vivido o actuado transitoriamente una persona, porque forman
parte de las realidades materiales

d) La persona humana. La persona humana es objeto de prueba como cualquier cosa. Puede
presentarse en el proceso civil la necesidad de probar la existencia de una persona, sus condiciones
físicas o mentales, su educación, sus aptitudes y limitaciones, sus cualidades morales.

e) Estados o hechos síquicos o internos del hombre. el derecho objetivo material los contempla
como presupuesto de efectos jurídicos, es indispensable su prueba en muchos procesos. No se trata
de hechos materiales, pero sí de hechos reales, susceptibles de conocimiento concreto y de
apreciación subjetiva.

38. La noción del objeto concreto de prueba judicial, en oposición a objeto abstracto.

Si bien objeto de prueba judicial, en abstracto, puede serlo todo hecho material o síquico, debe
limitarse a aquellos hechos que directa o indirectamente, en forma principal o sólo accesoria,
pueden tener alguna relación con la materia debatida o simplemente propuesta y siempre que la
ley no prohíba su prueba.

39. El problema de los juicios como objeto de prueba judicial.

Pueden ser objeto de prueba judicial los juicios que las personas (testigos, peritos, partes) tengan
sobre los hechos.

EXISTEN TRES VERTIENTES:


a) la de quienes consideran que se trata de cuestiones no sólo independientes, sino opuestas, y que
la prueba solamente puede recaer sobre hechos, nunca sobre juicios;

b) la de quienes aceptan también que se trata de cuestiones separadas, pero no contrapuestas, y


consideran que ambos pueden ser objeto de prueba en forma independiente;

c) la de quienes estiman que, dada la manera como los hechos son aducidos al proceso mediante
los diversos medios de prueba, es imposible separar el hecho del juicio que sobre él se tenga y, por
lo tanto, se trata de dos aspectos interdependientes y complementarios del objeto de la prueba.

El hecho se concibe como antítesis del juicio, especialmente del juicio jurídico. Como los hechos
únicamente son introducidos en el proceso mediante las afirmaciones de las partes sobre ellos, es
decir, como juicios sobre hechos, también son únicamente los juicios sobre hechos el objeto y
resultado de la prueba.

40. Son las reglas o máximas de la experiencia objeto de prueba.

Algunos autores opinan que las reglas o los principios de la experiencia pueden ser objeto
independiente o autónomo de prueba.

principios o reglas de experiencia: "Son definiciones o sentencias hipotéticas de contenido general,


independientes del caso concreto que se ha de juzgar en el proceso y de sus elementos particulares,
y que han sido dadas por la experiencia, pero que valen por sí mismas frente a los casos particulares,
de cuya observación se deducen y que pretenden tener valor en relación con nuevos casos.

una diferencia notable entre la prueba de hechos y la de principios de experiencia, se hace consistir
en que los resultados de la primera se dejan al libre examen del juez y generalmente contienen solo
elementos para opinar; los segundos tienen, frecuentemente, una vez comprobados, una virtud
íntima propia, absoluta, en virtud de la cual deberían ser obligatorios para el juez, dado que se
refieren a principios y leyes que rigen los hechos en abstracto.

Ahora bien, si las reglas de experiencia operan en ocasiones, no sólo como criterio para la
apreciación de la prueba indirecta, sino como presunciones de hecho u hombre, para inducir
mediante ellas el hecho desconocido de otro comprobado o admitido por las partes, es evidente
que influyen en el problema de la carga de la prueba, porque en virtud de ellas puede el juez cumplir
su obligación de decidir, dando por probado ese hecho, sin necesidad de recurrir al criterio
sucedáneo de la carga de la prueba.

41. Las normas o reglas jurídicas como objeto de prueba judicial.

La aplicación de la norma jurídica es una función procesal del juez y un deber legal cuyo
cumplimiento no puede eludirse por ignorancia y ni siquiera por inexistencia de la norma misma,
caso en el cual debe recurrirse a la analogía o a los principios generales de derecho. Cuando se trata
de costumbre o ley extranjera, no existe actividad probatoria en sentido estricto, "sino colaboración
en una actividad que afecta exclusivamente al juez.

Cuando la ley nacional exige la prueba de la ley extranjera y de la costumbre por la parte que las
alegue, no puede dudarse de que sean objeto de prueba, e inclusive, tema de prueba en ese
proceso, cuando la ley no exige la prueba de la norma jurídica, la actividad de las partes para
demostrarla es en realidad una simple colaboración o un auxilio a la función procesal del juez, r por
ello basta probar los hechos para que resulte determinada la norma jurídica que el funcionario debe
aplicar, sea que la conozca o que necesite investigar su existencia.

Que un hecho o una norma no requieran prueba, no significa que desde un punto de vista abstracto
no puedan ser objeto de ésta. Sin embargo, se acepta que las normas jurídicas pueden ser objeto
de prueba, especialmente cuando son extranjeras y consuetudinarias.

42. Cuestiones de hecho y de derecho en relación con la prueba judicial.

Es imposible separar de los "hechos" el juicio que sobre ellos tengan las personas que los hayan
percibido y quienes reciben el relato de aquéllas.

No es posible hacer una separación radical de las cuestiones de derecho y de hecho, frente a la
prueba judicial, como no pueden aislarse las segundas de 108 juicios que sobre ellas se tenga.

En el campo probatorio procesal no es posible separar los conceptos jurídicos de las cuestiones de
mero hecho, para decir que no pueden ser objeto concreto de prueba. Sin embargo, es
indispensable tener en cuenta que los hechos pueden ser objeto de prueba aislados de toda
consideración jurídica, mientras que las cuestiones de derecho sólo pueden ser materia de la prueba
judicial en cuanto se aplican a los hechos para identificarlos o calificarlos en el proceso y no aisladas
de éstos

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