El Marco Curricular de Referencia Nacional se propone bases para su
organización: en primera instancia se propone la centralidad de los
aprendizajes bajo una mirada ética. En consecuencia, se propone tres dimensiones curriculares que consideran son la base fundamental de la formación de los uruguayos: - Una ética del pensamiento: pensar y actuar en la complejidad - Una ética ciudadana: participar en la vida democrática Una ética del bienestar: sentir y ser en la grupalidad
Una ética del pensamiento: pensar y actuar en la complejidad
Esta dimensión supone el desarrollo del pensamiento del alumnado, donde él
mismo pueda producir respuestas personales y colaborativas a través de un proceso de pensamiento sistemática, creativo, complejo, divergente, explorativo, entre otros.
Una ética ciudadana: participar en la vida democrática
Esta dimensión está enfocada en el desarrollo de la ciudadanía en el marco del
desarrollo de procesos de formación vinculadas a conocimientos, valores y actitudes que habiliten el ejercicio de los derechos humanos, la participación crítica y la toma de decisiones en la vida democrática.
El MCRN planteará que “Derechos humanos, responsabilidad social y
ciudadanía crítica conforman los tres vectores de formación para la participación ciudadana. La formación básica, en esta perspectiva, deberá permitir al alumnado comprometerse con responsabilidad y apertura en la elaboración de su singularidad en situación dialógica con la comunidad e involucrarse en la construcción de una sociedad más justa. Además deberá de ejercer proactiva y autónomamente la ciudadanía en los grupos de referencia. Este punto podemos verlo claramente en el informe que realizó la INEEd correspondiente a 2014-2015: aquí se plantea que desde hace dos décadas en Uruguay se realizan evaluaciones nacionales del desempeño del sistema educativo. De acuerdo a la Ley General de Educación, a partir del año 2016 esta tarea pasa a ser realizada por un organismo autónomo e independiente: el Instituto Nacional de Evaluación Educativa. Es así como surge “Aristas”, la nueva Evaluación Nacional de Logros Educativos. Aristas es una evaluación del sistema educativo y no de los estudiantes, es decir, se trata de un instrumento para dar cuenta del desempeño del sistema en su conjunto. Este instrumento de evaluación, plantea que la calidad del sistema educativo uruguayo debe partir de cinco componentes, donde uno de ellos es la ciudadanía y la participación activa de la misma.
Una ética del bienestar: sentir y ser en la grupalidad
Esta dimensión supone el desarrollo emocional y afectivo en una elaboración
positiva que concilie al alumno en sí mismo y en la otredad en un marco de socialización y convivencia. La susodicha dimensión deberá permitir al estudiante establecer y sostener el diálogo en la elaboración de consensos y disensos, además de permitirle desarrollar vínculos afectivos positivos en la consideración respetuosa de las diferencias. Otro de los componentes del anteriormente nombrado “Arista” es la caracterización del clima de convivencia y la participación en los centros educativos: de acuerdo con estudios internacionales brindada por la UNESCO en 2015, el clima del aula es uno de los factores que más inciden en los aprendizajes de los estudiantes. El apoyo emocional de los docentes en las interacciones del aula, la organización de la clase y la retroalimentación que se brinda a los alumnos son esenciales para la mejora de los aprendizajes. Por otra parte, también la Ley General de Educación Nº 18.437 destaca en el artículo 9: “La participación es un principio fundamental de la educación, en tanto el educando debe ser sujeto activo en el proceso educativo para apropiarse en forma crítica […] y creativa de los saberes…” Siguiendo la misma línea, también el artículo 79 de la misma ley especifica: “En todo centro educativo público de Educación Inicial, Primaria, Media Básica, Media Superior y Educación Técnico- Profesional funcionará un Consejo de Participación integrado por: estudiantes y participantes, educadores o docentes, madres, padres o responsables y representantes de la comunidad.
Considerar las tres dimensiones presentadas como desarrollo curricular en la
formación obligatoria implica resignificar el espacio escolar para construir saberes políticamente emancipadores, socialmente productivos y culturalmente inclusivos. A partir de estos saberes, resulta sustancialmente necesario establecer aprendizajes en la formación de la persona. Uno de los objetivos del MCRN será centrarse en el sujeto de aprendizaje y el alcance de los procesos de enseñanza. El sujeto que está ubicado en una contemporaneidad definida por la omnipresencia informacional, la globalización, la mutación de las referencias sociales tradicionales (familia, comunidad, otras instituciones), entre otras, debe ser pensado desde el proyecto educativo en términos de una ética que sostenga decisiones responsables, fundamentadas y conscientes en el marco comunitario
bibliografía
INNEd (2017) Informe sobre el estado de la
educación 2015-2016, INNEd, Montevideo
UNESCO(2015) “Framework for Action Education 2030: Towars Inclusive and
Equitable Quality Education an Lifelong, Learning for All” , World Education Forum 2015, UNESCO, Incheon.
Ley Nº 18.437. Ley General de Educación, Montevideo, Uruguay, 16 de enero