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La escuela y su influencia en el desarrollo humano

Estar hoy en la escuela es estar expuesto a lo imprevisto y a lo insólito (Duschatzky, 2005,


p. 1) lo cual plasma la realidad del contexto en la cual se encuentra inmersa pues si bien se
encuentra marcada por la desigualdad social presente en la actualidad, es preciso aclarar que
la desigualdad “surge con la idea de una sociedad integrada sobre la base de la igualdad de
sus miembros” (p. 9) y específicamente la desigualdad social “alude a la distribución desigual
de bienes y servicios, derechos y obligaciones, poder y prestigio en una sociedad
determinada” (p. 9)

No obstante pese a las circunstancias desfavorables en la sociedad actual “donde los ricos
son cada vez más ricos y los pobres lo son cada vez más” (p. 13) es decir la lógica actual se
mueve bajo modelos de estratificación social es allí donde la escuela juega un papel crucial,
porque puede o no propiciar el desarrollo humano dependiendo desde la perspectiva en la
que se situé.

Si la escuela se sitúa en el enfoque funcionalista la sociedad se concibe como “una totalidad


organizada de individuos que viven bajo normas y valores compartidos y que interactúan
complementariamente de modo que tienden a mantener un cierto equilibrio” (p. 20) de ahí
que la escuela tiene como misión “integrar al individuo a la sociedad” (p. 21) esta integración
se da a partir de “la homogenización de los sujetos en el aprendizaje de valores y normas
generales (…) para todos, pero también a través de un proceso de diferenciación funcional
de los mismos según los requerimientos del sistema social expresados en la división del
trabajo” (p. 21) lo cual da cuenta que si se espera salir adelante será de forma individual.

Si la escuela se ubica en las teorías reproductivas, las cuales “conciben el funcionamiento de


la sociedad como un sistema de dominación” (p. 21), la función de la escuela radicará en
reproducir “el esquema de desigualdad existente en la sociedad a través de la asignación de
saberes, certificaciones, éxitos y fracasos a individuos provenientes de distintos sectores
sociales” (p.21)

Por ultimo si la escuela se localiza en las teorías críticas o de la producción cultural cuyo
enfoque plantea un “modelo social también basado en la dominación de unos sectores o
grupos sociales sobre otros” (p.21) por ello “en la institución escolar pueden ocurrir procesos
de reproducción de las formas de dominación existentes, pero también pueden tener lugar
procesos alternativos de producción cultural, innovadores, de oposición, de resistencia” (p.
21)

De las tres posturas mencionadas anteriormente, la que más se acerca a la formación y al


desarrollo humano del hombre es la última, porque contrario a los otros rompe con las
dinámicas establecidas donde no es posible avanzar pese a las vicisitudes presentadas frente
al tema de la desigualdad social, en ella existe la capacidad de movilizarse, de empoderarse
y más allá de llegar a victimizarse por vivir una u otra circunstancia, la escuela que se
identifique y comprometa con este enfoque proporcionará las herramientas para que los
estudiantes estén en la capacidad de hacer un proceso de resiliencia ya que se interroga por
“los procesos de distribución del conocimiento y de la construcción de subjetividades en el
interior de las instituciones” (p. 22) debido a que se inquieta no solo por el aspecto académico,
sino por lo que ocurre con cada estudiante en particular, de ahí que en la cotidianidad para
que se logre dicho objetivo será un trabajo de forma interdisciplinar donde cada docente y
miembro de la institución conciba su labor como una gran misión y se sensibilice frente al
impacto que ocasiona su discurso y cada acción que ejecute en la institución.

Continuando con el papel del docente es pertinente resaltar que deberán visualizar a los
estudiantes “como sujetos críticos, promoviendo el dialogo, el debate, la confrontación de
puntos de vista, la construcción de argumentaciones, la toma de posición frente a diferentes
cuestiones y el respeto por las de los otros” (p. 25) de ahí que sin importar que sea el
estudiante más conflictivo, es decir incluir a los estudiantes excluidos como por ejemplo los
“repiolas” mencionados por Duschatzky (2005) quienes en vez de ser considerados chicos
como prioridad a la hora de trabajar en una institución poco a poco van afianzando esa
concepción negativa y pesimista de la escuela en parte por la actitud de rechazo frente a la
comunidad educativa que en vez de movilizarse propicia que abandonen el sistema educativo.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:
Belvedere C; Iardelevsky A; Isod L. & Serulnicoff A. (2000). Los problemas sociales y la
escuela. Desigualdad y vulnerabilidad social. Programa Nacional de Gestión Curricular y
Capacitación Subsecretaría de Equidad y Calidad. Ministerio de Educación y tecnología.
Duschatzky, S. (2015). Notas sobre la relación entre escuela y subjetividades juveniles.

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