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INTRODUCCIÓN

En este trabajo trataremos sobre los vicios del consentimiento y los diferentes
artículos que en el código civil dominicanos están establecidos. Expresamos en
una forma precisa y clara lo que encierra cada uno de ellos poniendo en claro que
no hay consentimiento valido, si he dado por ello arrancado con violencia o
sorprendido por dolo.

En el desarrollo de este tema nos daremos cuenta de cuáles son los vicios que
provocan la nulidad del contrato, y en cada artículo presentado trataremos los
diferentes tipos de vicios que existen como es el dolo, el error, la violencia, la
lesión y la incapacidad.

En la formación del contrato, el estudio del consentimiento debe tener como punto
de partida, la conceptualización previa de figuras tales como la autonomía de la
voluntad, el consensualismo, la teoría de la oferta, las teorías acerca de la
voluntad y los vicios que la afectan. Estas categorías jurídicas están íntimamente
relacionadas al evento que da nacimiento al contrato. La autonomía de voluntad y
el con sensualismo, junto con la fuerza del vínculo y el principio de la relatividad de
los contratos forman los llamados cuatro pilares del contrato. Los dos últimos, por
razones metodológicas, se estudian en otro ensayo del autor.

En nuestro código civil los vicios del consentimiento están establecidos desde el
artículo 1109 al 1122 donde cada uno de estos vicios están consignados como
forma previsible o condenatoria de los mismos.

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Los vicios del consentimiento
No hay consentimiento válido, si ha sido dado por Error, arrancado por Violencia o
sorprendido por Dolo, según el Art.1109 del Código Civil.

El vicio del Consentimiento es la ausencia de una voluntad sana con el objetivo de


falsear, adulterar, anular dicha voluntad y alcanzar propósitos deseados lo cual
compromete su eficacia. La voluntad queda excluida cuando el consentimiento en
su forma exterior está viciado.

Los Vicios del Consentimiento son: el error, el dolo, la violencia, la lesión y la


incapacidad.

Consentimiento.
Durante el estudio de las obligaciones y los contratos es común hablar de la teoría
de la Autonomía de la voluntad, y a la vez del consentimiento como puntos
esenciales para lograr efectividad en la formación de un convenio.

El consentimiento, sin embargo puede ser frustrado cuando el mismo sea


arrancado por medio a una acción que pueda ser viciada, conduciendo esto a una
nulidad absoluta o relativa.

Es por lo que, analizar en toda su extensión los vicios del consentimiento, se


convierte en un tema obligado cuando se habla de obligaciones. Entendiendo en
derecho que vicios de consentimiento es como una excepción a las reglas de dar
el consentimiento.

El articulo código civil dominicano describe que ´´No hay consentimiento válido, si
ha sido dado por error, arrancado por violencia o sorprendido por dolo.´´1 en
algunos de los casos deberemos acudir a probar que singulariza el vicio, como es
el caso del error.

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En la enciclopedia jurídica se encuentra una definición apropiada a los vicios del
consentimiento cuando expresa que se ´´consideran defectos o anomalías, bien
conscientes, que pueden provocar una discordia entre la voluntad interna y la
declarada´´

Además expresa que en derecho tanto en su formación como en su extensión


debe ser seria consciente y libremente emitida. En sentido lato, existe un vicio de
la voluntad cuando se ha formado defectuosamente. En sentido estricto, se
entiende por vicios de la voluntad aquellos defectos que hacen anulable la
declaración de la voluntad, excluyéndose las anormalidades afectantes de la
voluntad que hacen que no exista. Continua, estos vicios pueden estar causados
por falta de conocimientos espontanea o provocada (error o dolo) o, por falta de
libertad, física o moral (violencia o intimidación).

El error como vicio del consentimiento

Según lo establece el artículo 1110 del código civil dominicano indica el error no
es causa de nulidad de la convención, sino cuando recae sobre la sustancia
misma de la cosa que es su objeto.

La visión jurisprudencia del error es que consiste en la ´´equivocación cometida


por uno mismo´´ Para William c. Headrick el error puede ser tipificado en
diferentes formas: a) Error sobre la sustancia; b) error sobre la causa; c) Error
sobre la causa; d) Error sobre el valor; e) Error sobre la persona.

El error sobre la sustancia, está definido en el artículo 1110, ya citado. Sobre ello
William c., lo describe que cuando el error recae sobre la sustancia se refiere e las
cualidades esenciales de la cosa. Aclarando que para que proceda la anulación
del contrato por error en las cualidades sustanciales de la cosa, el otro contratante
debe haber conocido el motivo de la victima de error. Es decir, el comprador de un

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carro, debe haber comprado el carro. Expresa además, que el motivo de la otra
parte debe ser conocido, no su error.

El citado autor entiende además que el error debe ser excusable, aludiendo al
principio general de que ´´nadie puede prevalecerse de su falta para alegar un
derecho´´. Por ejemplo, si una persona adquiere un inmueble, sin realizar un
saneamiento jurídico mínimo, sobre estatus legal, calidad del o los propietarios,
gravámenes, oposiciones y demás; luego, de pagar el precio se percata de que
tiene gravámenes, pero, ni lo pregunto al propietario, ni investigo, no puede alegar
el error con todo el peso, más bien, este caso se quedaría bajo la apreciación del
juez.

Error sobre la causa: este se refiere el error que recae sobre el motivo que mueve
la negociación. Ej. Una transferencia de propiedad, un préstamo, o arrendamiento
Se estima que cuando el error sobre el motivo es al mismo tiempo inexcusable
sobre las cualidades sustanciales de la cosa, ambos conducen al mismo
resultado. Es decir, que si creemos firmemente que estamos comprando, y la otra
parte entiende que esta rentando, es evidente que hay un error pasible de nulidad.

Error sobre el valor: regularmente se suele mezclar con el error sobre la sustancia
de la cosa, pues, van de la mano, pues, se considera el valor como una parte
sustancial del contrato, pero no afectaría la totalidad del acuerdo, sino en cuanto a
la parte equivocada. Ej. Cuando al comprar una batería del carro, creer que
recibirían la vieja para reducir más el precio de la nueva, pero resulta que el valor
y descuento otorgado es precisamente por entregar la vieja a cambio. Pero,
cuando el valor de la cosa es fundamental para la compra, este error se puede
convertir en sustancial si el comprador no cuenta con la capacidad económica
para adquirirla, y esto podría viciar el contrato por nulidad absoluta.

Error sobre la persona: en este tipo de error complementa las afirmaciones del
código civil, cuando dice que el error ´´No es causa de nulidad, cuando

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únicamente recae en la persona con la cual hay intención de contratar, a no ser
que la consideración de esta persona sea la causa principal de la convención

Por ejemplo si en el contrato de donación, recibimos una gratuidad de quien no es


el verdadero dueño de la misma, partiendo de esta interpretación ese contrato
seria declarado inexistente por el hecho de quien tomo la decisión de dar, no era
el propietario. Pero si quien otorga la gratuidad tenia a autorización judicial para
otorgar la cosa gratuitamente, no se puede calificar de error sobre la persona.

El dolo

A todas luces el dolo es considerado como el modo de arrancar el consentimiento


por medio a maniobras fraudulentas, pero que sin las cuales sería imposible la
culminación de la acción perseguida.

El código civil dominicano estima que hay dolo ´´cuando los medios puestos en
práctica por uno de los contratantes son tales, que quede evidenciado que sin
ellos no hubiese contratado la otra parte

Refiriéndose al dolo y al error como vicios del consentimiento, la jurisprudencia


dominicana distingue de forma muy práctica un vicio del otro, cuando expresa que
´´el error y el dolo, como vicios del consentimiento, tienen características,
consecuencias y causas distintas, pues el primero consiste en la equivocación
cometida por uno mismo, mientras que el segundo es un error provocado o
inducido, es decir, uno no se engaña sino que lo engañan

Otro punto señalado el artículo 1116 del código civil, es el hecho de que ´´el dolo
no se presume: debe probarse´´. Esto significa que no es suficiente que se alegue
el hecho que causa el perjuicio, refiriéndose al vicio pasible de nulidad absoluta, el
mismo debe probarse por todos los medios de pruebas.

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Por ejemplo, una persona adquiere un solar, al que se le entrega una constancia
como título, alegando el comprador que la propiedad está saneada conforme a la
ley de registro inmobiliario, cobrando el valor tomando en cuenta esta variable
como agregada, resultando falsa la condición de saneamiento y por vía de
consecuencia, según la ley, todo el procedimiento.

Las maniobras fraudulentas referidas en la conculcación del dolo son


consideradas también como sinónimo de estafa. Este concepto tiene su definición
propia en el código penal dominicano al citar que Son reos de estafa: 1o. los que,
valiéndose de nombres y calidades supuestas o empleando manejos fraudulentos,
den por cierta la existencia de empresas falsas, de créditos imaginarios o de
poderes que no tienen, con el fin de estafar el todo o parte de capitales ajenos,
haciendo o intentando hacer, que se les entreguen o remitan fondos, billetes de
banco o del tesoro, y cualesquiera otros efectos públicos, muebles, obligaciones
que contengan promesas, disposiciones, finiquitos o descargos

Dolo por vicios ocultos


Uno de los reclamos judiciales es cuando el dolo se reclama como consecuencia
de los vicios ocultos en las negociaciones.

Por ejemplo cuando vendemos un vehículo como si fuera nuevo, a sabiendas que
se trata de un salvamento o ahogado. 12 Muchas personas son estafadas
comúnmente con estas prácticas de dealers de vehículos usados cuando se cobra
el precio de mercado local por carro Toyota Corolla 2010 la suma de
RD$500,000.00, cuando lo que debería cobrar es la mitad del precio o menos.

Lo mismo sucede en los casos de compras de apartamentos o casas y


descubrimos que la misma tiene un vicio de construcción.

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El problema fundamental de estos casos seria en varias direcciones: identificar a
partir de cuándo comienza a correr el plazo de la reclamación y otra seria, saber si
el alegado vicio era conocido por el comprador antes de pagar el precio.

Las respuestas a estas situaciones nos la brinda el código civil dominicano al


establecer en diferentes articulados lo siguiente:

El vendedor está obligado a garantizar la cosa vendida por los defectos ocultos
que ésta tuviere, si la hicieren inútil para el uso a que se destina, o que disminuyen
de tal modo este uso, que no lo habría comprado o hubiera dado un precio menor,
a haberlos conocido.

No es responsable el vendedor de los vicios o defectos manifiestos de los cuales


puede convencerse el comprador.

Es responsable de los vicios ocultos, aunque no los haya conocido, a no ser que
para este caso se haya estipulado que no estará sujeto a ninguna garantía.

En los casos de los artículos 1641 y 1643, tiene el comprador la elección entre
devolver la cosa y hacerse restituir el precio, o guardar la misma, y que se le
devuelva una parte de dicho precio tasado por peritos.

Si conociese el vendedor los vicios de la cosa, está obligado además de la


restitución del precio que ha recibido por ella, a todos los daños y perjuicios que
haya sufrido el comprador.

Si ignoraba el vendedor los vicios de la cosa, no se le obligará sino a la restitución


del precio, y a reembolsar al comprador los gastos ocasionados por la venta.

Si la cosa que tenía vicios ha perecido por causa de su mala calidad, es la pérdida
para el vendedor, que estará obligado respecto al comprador a restituirle el precio,

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y además las indemnizaciones explicadas en los dos artículos precedente. La
pérdida originada por caso fortuito, será de cuenta del comprador.

En este tenor, es coincidente la opinión de William C. Headrick y la visión


jurisprudencial al establecer que la solución del plazo de inicio de las
reclamaciones por vicios de dolo o error se resuelve conforme a lo indicado en el
Art. 1304 del código civil.

Este articulo reconoce que en los casos de error o dolo, desde el día en que han
sido éstos descubiertos

La Violencia

Los actos atemorizantes de naturaleza física o psicológica, asociados hechos


materiales como consecuencia de ello, llámese firma de documentos, entrega de
dinero, abandono de porciones de terrenos renuncia a una reclamación,
Constituyen claramente actos de violencia.

Para el Dr. William C. Headrick ´´La verdadera violencia, es la violencia física, la


cual es ejercida contra una persona para obligarla a contratar, es una violación de
la voluntad y conduce a la inexistencia del contrato

Al referirse a la violencia como vicio del consentimiento el referido autor la define


como el temor a un mal inminente del cual la parte contratante es amenazada
ilícitamente´´Contratos y Cuasi contratos en derecho francés y dominicano. 1ra.
Edición. P 95).

La interpretación de violencia como vicio del consentimiento en el código civil


dominicano está documentada en los artículos 1111 al 1115.

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Como inicio se destaca que la ´´violencia ejercida contra el que ha contraído una
obligación, es causa de nulidad, aunque haya sido ejecutada por un tercero
distinto de aquel en beneficio de quien se hizo el pacto

Sin embargo, es en el Art. 1112 que se tipifica este vicio, al establecer que hay
violencia cuando esta es de tal naturaleza, que haga impresión en sujeto de sano
juicio, y que pueda inspirarle el temor de exponer su persona o su fortuna, a un
mal considerable y presente. En esta materia hay que tener en cuenta la edad, el
sexo y la condición de las personas

En adición a lo que dispone las condiciones señaladas como características el


código dispone un mayor alcance de aplicación de la violencia, no solamente a los
perjudicados en forma directa, sino también a los familiares directos de estos, al
indicar que ´´las disposiciones de la violencia es causa de nulidad del contrato.

El código penal dominicano vigente a la fecha, en su artículo 405, también observa


que se considera una estafa los actos cometidos por personas que ´´hicieran
nacer la esperanza o el temor de un accidente o de cualquier otro acontecimiento
quimérico.

De los puntos señalados sobre la violencia, se destaca que esta, como vicio debe
ser determinante, que el hecho o presión sea determinante en la materialización
del acto.

Se resalta como elemento gravoso, que estos actos sean cometidos en contra de
la edad, el sexo o la condición de una persona, siendo estas características
coincidentes con la lesión, la cual se abordaran más adelante.

Ante una demanda en nulidad de contrato, como consecuencia de una querella


criminal instrumentada con el objetivo de hacer firmar a una de las partes en un
contrato, la corte decidió entre otras cosas que “el ilegal, injusto, arbitrario y

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abusivo encierro de que fue víctima a causa de la temeraria querella de una
persona X exclusivamente como método de presión, constituye el típico acto de
violencia extrema y constreñimiento moral que contemplan los artículos 1109,
1111, 1112 y 1113 del Código Civil; en consecuencia, al declarar válidos los actos
firmados bajo tal método represivo, se violentaron los textos precitados

Como amenaza del éxito de una reclamación de la nulidad absoluta, condición


aplicable para estos vicios, esta lo dispuesto en el Art. 1115 del código civil el
señalar que ´´No puede un contrato ser nuevamente impugnado por causa de
violencia, si después de cesada ésta se ha aprobado el contrato expresa o
tácitamente, o dejando pasar el tiempo de la restitución fijado por la ley.

Para reclamar este vicio del consentimiento y que no ocurra uno de los eventos
citados en el párrafo anterior, se debe recordar lo señalado en el artículo 1304 del
código civil sobre el inicio del plazo de la prescripción de 5 años.

La lesión

La lesión como vicio del consentimiento es considerada como una situación


jurídica eventual o excepcional del contrato y las convenciones. Esta interpretación
se desprende de la lectura del artículo 1118 del código civil, dejando bien claro
que ´´la lesión no vicia las convenciones, sino en ciertos contratos y respecto de
determinadas personas, según se expresará en la misma sección.

Partiendo de lo anterior se evidencia que este vicio del consentimiento debe ser
invocado conforme a las reglas que indica la misma ley civil.

Sin embargo, la lesión puede ser considerada como complemento de los demás
vicios ya señalados, como un equilibrio ante las situaciones legales contractuales
denominadas como injustas.

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Lesión por incapacidad de las partes

Una de las principales motivaciones de invocación de la lesión se produce por


motivos de incapacidad de las partes: minoridad o mayoridad, la interdicción
judicial o la demencia. Así lo señala el Art. 1124.- (Modificado por la Ley 390 del
14 de diciembre de 1940, G. O. 5535), reconociendo que los incapaces de
contratar son: Los menores de edad; Los sujetos a interdicción, en los casos
expresados por la ley; y, generalmente, todos aquellos a quienes la ley ha
prohibido ciertos contratos.

Abusar de las debilidades de un menor- mayormente por la inexperiencia-coloca al


propiciador de esa negociación como beneficiario de la simplicidad en la toma de
decisión, que en muchos casos los menores inexpertos solo miran la forma
aparente del objeto, sin profundizar al fondo.

El ejemplo clásico seria la compra hecha por un (a) menor de un artículo de marca
conocida (tenis, T-shirt, de NBA) importado y que se pague un precio incluyendo
los costos de impuestos aduanales en dólares, y que sea una falsificación. Los
artículos adquiridos fueron cotizados como exclusivos y originales; que al
descubrir el caso se reclama al vendedor.

Otro caso de lesión se perpetra cuando un menor no emancipado recibe una


herencia, la cual se confía a un tutor para administración, resultando el menor
timado por el tutor, quien dilapida parte de los bienes dados al menor.

Lesión por violación de contrato de venta

Los acuerdos de ventas realizados son perfectos aun sin haberse entregado a
cosa, ni el precio, vasta con el acuerdo de voluntades.
Sin embargo, Si el vendedor ha sido lesionado en más de siete duodécimas parten
en el precio de un inmueble, tiene derecho a pedir la rescisión de la venta, aunque

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haya renunciado expresamente a esa facultad en el contrato, o declarado que
hacía donación de la diferencia de precio. (Art. 1674 del código Civil Dominicano)
Se establece además que para reclamar este derecho tiene que practicarse una
tasación al mueble o inmueble objeto de lesión.

El plazo para reclamar este tipo se lesión está contemplado el Art. 1676, cuando
indica que No podrá admitirse la demanda después de haberse pasado dos años,
contados desde el día de la venta.

No podrá admitirse prueba de lesión sino por sentencia, y solamente en el caso en


que los hechos expuestos sean bastantes verosímiles y graves para hacer
presumir la lesión.

El acreedor, en ningún momento puede acudir a reclamar la lesión para


fundamentar uno de sus derechos en la venta.

Condiciones generales para alegar la lesión:

Que se noten injustas ventajas en beneficio del comprador.


Que ese beneficio haya obrado en provecho propio de acreedor, sus dependientes
o beneficiarios.
Ser claro y preciso según lo establece la ley.
El perjuicio debe estar vigente al momento de ser reclamado y en su defecto,
reclamado por el lesionado o su representante antes de los 2 años de haberse
conocido.

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CONCLUSIÓN

Luego de realizar un examen exhaustivo del presente trabajo llegamos a la


conclusión que los vicios del consentimiento es el hecho, manifestación o actitud
con la que se anula o restringe la plena libertad o el conocimiento pleno con que
debe formularse una declaración.

Los vicios del consentimiento normalmente se manifiestan a través del dolo, el


error, la intimidación, la amenaza de hacer valer una vía de derecho y la violencia.

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BIBLIOGRAFÍA

Código Civil de la República Dominicana, Tercera Edición, Editora DALIS,


Moca República Dominicana. 2008.
Mazeud, Henry, León Y Jean. Lecciones de Derecho Civil, Parte 2 Volumen I.
Ediciones Jurídicas Europa- América, Buenos Aires.
Josserand, Louis, Derecho Civil, Tomo 2 Volumen I, Ediciones Jurídicas Europa-
América, Bosch y cía. Editores Buenos Aires.
Capitant, Henri, Vocabulario Jurídico, Ediciones Desalma, Buenos Aires.

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