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CARRERA DE MEDICINA
HISTOLOGÍA HUMANA II
TEMA:
CÁNCER DE TÉSTICULO
ESTUDIANTES:
Dayana Chávez
Mabel Flores
Sara Mieles
Karla Salgado
SEMESTRE:
Segunde “E”
DOCENTE:
PERIODO:
Los testículos tienen varias tipos de células en su estructura con distintas funciones. De
todas ellas la población más relevante es la de unas células denominadas células
germinales, las cuales por efecto de las hormonas masculinas maduraran para dar lugar a
los espermatozoides a partir de la adolescencia. Pues bien, cuando un paciente desarrolla
un tumor maligno del testículo, en 9 de cada 10 ocasiones este tumor se genera a partir
de esas células germinales. De ahí que al cáncer de testículo se le denomine también
Tumor de Células Germinales (TCG) siendo términos equivalentes.
El cáncer de testículo es el tumor más frecuente en hombres entre los 15 y los 35 años.
Sin embargo, tras este pico de incidencia se convierte en una rareza y, en general sólo
supone el 1% del total de los tumores diagnosticados en varones. Su frecuencia varía en
los diferentes países por motivos desconocidos.
Desde los años 90 el número de casos diagnosticados va en aumento por causas que se
desconocen aunque la mortalidad ha descendido, reflejando las mejoras en el tratamiento
de estos pacientes.
La causa concreta del cáncer de testículo resulta desconocida, al igual que la de otros
muchos tumores; pero sí se han identificado algunos factores de riesgo con una clara
asociación con los tumores germinales.
PREVENCIÓN
En términos generales no existe ninguna forma de prevenir el cáncer de testículo, porque
no se conoce ningún factor de riesgo que se pueda evitar. Además la frecuencia de la
enfermedad es baja, incluso en las personas que presentan factores de riesgo. Por otra
parte, sí está demostrado que la Orquidopexia (intervención mediante la cual se baja y
fija un testículo no descendido al escroto de forma natural) previene el desarrollo de
cáncer de testículo en el subgrupo de los niños con criptorquidia.
a. Tumores Seminomatosos:
Seminoma Clásico o Típico (50%): Más frecuente en la 3ra década. Son masas
voluminosas (10v). Superficie de corte homogénea blanca grisácea y lobulada sin
hemorragia o necrosis. Es bien delimitado y no atraviesa la túnica albugínea. Son
radiosensibles.
b. Tumores No Seminomatosos:
Carcinoma Embrionario: Se presenta en hombres de la edad 20 a 30 años y s on
más agresivos que los seminomas. Son más pequeños que el seminoma, de
aspecto variado, mal delimitado, con hemorragia y necrosis, es frecuente la que
se extiendan a través de la túnica albugínea hacia el epidídimo. Histológicamente
las células crecen adoptando patrones alveolares o tubulares y a veces papilares.
Las lesiones más indiferenciadas pueden mostrar sábanas de células. Las células
tienen aspecto epitelial, son grandes y anaplásicas con núcleos hipercromáticos y
nucléolos prominentes.
Los tumores del estroma testicular son poco frecuentes; sin embargo, los tumores de las
células de Leydig y los de las células de Sertoli tienen importancia clínica.
b. Tumores de células de Sertoli: Son aún menos frecuentes que los tumores de células
de Leydig, y pueden ser malignos en un 10 a 22% de los casos. Los signos
morfológicos de malignidad son:
Mayor tamaño (> 5 cm)
Núcleos polimorfos con nucléolos
Aumento de la actividad mitótica
Necrosis e invasión vascular.
ESTUDIOS DE DIAGNÓSTICO
Cuando se aborda un probable caso de cáncer de testículo, además de preguntar por los
síntomas y explorar al paciente, se completa el estudio con las siguientes pruebas
complementarias:
Sin embargo, como ocurre en otros tipos de cáncer, los marcadores tumorales no
aumentan en todos los pacientes con cáncer de testículo; ni tampoco cualquier
elevación de estas proteínas se corresponde inequívocamente con el hecho de
tener un tumor germinal.
2. Ecografía del testículo: Es una prueba crucial ya que nos permite distinguir un
tumor de otras entidades benignas que también podrían ocasionar un nódulo
palpable en el testículo. Si definitivamente se confirma la existencia de una
tumoración, mediante ecografía se pueden observar las características de la misma
(localización, tamaño, vascularización, etc.)
TRATAMIENTO
Si bien los tumores germinales del testículo tienen muy buen pronóstico en manos
experimentadas, hablamos de neoplasias de muy rápido crecimiento, que suponen una
agresión muy importante para el organismo, y que suelen afectar a pacientes muy jóvenes.
Es por ello que la principal recomendación internacional es que estos enfermos sean
derivados rápidamente a centros especializados con profesionales habituados a su
manejo.
Hay que tener en cuenta que, una vez curados, estos pacientes se habrán visto sometidos
a tratamientos que merman su capacidad reproductiva, y que impactan en su esfera sexual
y de la autoimagen, por lo que debemos prever estos detalles desde el principio, implicar
a sus parejas si las hay, preservar esperma si procede, y aconsejar adecuadamente en el
momento oportuno.
BIBLIOGRAFÍA