EL COLORIDO ENTORNO LOS BAMBÚES DE

DE LOS PRIMATES. MÉXICO:

PÁG: 8 DIVERSIDAD,
CONSERVACIÓN
Y USO
PÁG:13

NÚM. 143 MARZO-ABRIL DE 2019 ISSN: 1870-1760

EL TIBURÓN BALLENA
Tres décadas atrás, el tiburón ballena era una especie casi desconocida, los
pescadores le temían y tanto su biología como su ecología eran escasamente
investigadas. Hoy en día, se publican más de 20 artículos científicos al año
relacionados con él y se ha posicionado como uno de los animales marinos
más carismáticos, base de industrias ecoturísticas millonarias.

Foto aérea del hábitat
del Tiburón ballena que
es compartido con otras
especies carismáticas como
la manta gigante.
Fotos: © Roger Sosa
Portada: Tiburón ballena
(Rhincodon typus), especie
en peligro de extinción.
Fotos: © Jorge Trujillo
Descifrando al misterioso
TIBURÓN BALLENA
el pez más grande del mundo
NATALÍ CÁRDENAS PALOMO1, JORGE TRUJILLO CÓRDOVA1,
EMANUEL MIMILA HERRERA1; JORGE HERRERA SILVEIRA2
En el año 2008, en este mismo espacio, se publicó el ar-
tículo titulado “Un dócil gigante en mares mexicanos, el
tiburón ballena”1 donde se mencionaron aspectos de la
especie que eran conocidos hasta entonces, así como el
privilegio que México poseía al tener varios sitios de agre-
gación, sobresaliendo el Caribe mexicano como uno de los
de mayor importancia en el ámbito mundial. A diez años de
la publicación de ese artículo: ¿Cómo ha avanzado nuestro
conocimiento sobre la especie? ¿Cómo ha evolucionado la
actividad turística en torno al tiburón ballena? ¿Qué logros
se han obtenido con su manejo sustentable en el Caribe
mexicano y cuáles son los retos aún por alcanzar?
Conociendo más al tiburón ballena
El tiburón ballena es una especie solitaria, sin embargo,
por lo común forma agrupaciones estacionales de algu-
nos cuantos hasta centenares de individuos, agregados
en respuesta a la disponibilidad del alimento. Estudios re-
cientes han concluido que, además de consumir una gran
variedad de organismos del zooplancton, también puede
2
comer pequeños peces como sardinas, anchovetas e in-
cluso pequeños calamares.2, 3 Hoy en día se reconocen
alrededor de 30 sitios de agregación de tiburón ballena en
el mundo, reportándose los grupos más numerosos en las
costas de Qatar (más de 100 organismos) y en el Caribe
mexicano (más de 400 organismos), donde se alimentan
de abundantes huevecillos de pez.4, 5
El tiburón ballena es una especie migratoria, con pa-
trones regulares de movimiento regional de individuos
que regresan año con año al mismo lugar. Sin embargo,
nuevas tecnologías han permitido su rastreo satelital, lo
que ha dejado al descubierto que algunos tiburones reali-
zan largas migraciones. Entre 2007 y 2008, por ejemplo,
fue registrado el movimiento de una hembra que recorrió
7 213 km en aproximadamente 150 días, desde el Caribe
hasta la parte central del Atlántico sur.6 Algunos estudios
infieren que existe una conectividad entre las poblaciones
de tiburones ballena que visitan sitios de agregación en
diferentes océanos, por medio de largos viajes que pue-
den durar entre dos a cuatro años.7
 Un tema que aún sigue siendo prácticamente desco-
nocido es su reproducción y apareamiento. En 1995 fue
estudiada una hembra capturada en Taiwán cuyo vientre
gestaba 304 embriones en distinto estado de desarrollo,
con lo cual se supo que es una especie ovovivípara.8 Has-
ta el momento, éste sigue siendo un caso único y en nin-
gún sitio en el mundo se han observado ritos de cortejo
o eventos de reproducción. A excepción de Ecuador, Isla
Santa Helena y el Mar Rojo, se observan más organismos
machos que hembras en las áreas de agregación, y son
escasas las hembras que se han visto cerca de la costa,
por lo cual se cree que la reproducción pudiera llevarse a
cabo en aguas oceánicas y profundas. En pocas ocasio-
nes se han avistado crías de tiburón ballena (entre 60 y
100 cm de largo), y ha sido sólo en Filipinas, Pakistán y
Gujarat, India.3, 9
El tiburón ballena presenta un patrón de manchas úni-
co en su cuerpo, lo que ha permitido la fotoidentificación
de los individuos. Actualmente existe una base de registro
de avistamientos de tiburón ballena llamada Wildbook for
Whale Sharks, que opera de manera pública por internet
y es alimentada por observaciones realizadas por turistas,
pescadores e investigadores. Hasta febrero de 2018, se
han podido identificar 8 890 tiburones ballena y registrado
43 676 avistamientos en más de 50 países. Este tipo de
esfuerzo permite el diseño de estrategias de conservación
internacionales.10
Aunque la pesca del tiburón ballena ya es una activi- El tiburón ballena presenta
dad ilegal en todos los sitios de agregación de la especie, un patrón de manchas único
en su cuerpo, lo que ha
una de las principales amenazas a su conservación es permitido la fotoidentificación
la pesca incidental, que ocurre principalmente durante la de los individuos.
captura de atún en sitios como Pakistán e Islas Azores, Fotos: © Jorge Trujillo
cuando queda enredado en artes de pesca. Asimismo, la
pesca ilegal aún se practica en muchos lugares de Asia,
como Kuwait y Taiwán, ya que el precio de su carne y ale-
ta dorsal es muy elevado en el mercado negro.11 Debido
a la disminución en el número de avistamientos de tibu-
rones ballena a nivel mundial, a partir de 2016 la especie
se encuentra catalogada en Peligro de Extinción, según la
lista roja de la uicn.12
Turismo con tiburón ballena
Hoy en día se reconoce que el tiburón ballena vale más
vivo que muerto, y en muchos sitios donde antes era ca-
zado, ahora se protege y se desarrolla exitosamente el
turismo con la especie. Por ejemplo, en Filipinas, país
que desde 2011 protege al tiburón ballena, en el munici-
pio de Oslob se les alimenta para asegurar su presencia
y realizar así actividades con los turistas. Cabe resaltar
que este tipo de prácticas ha sido criticado debido a que
se piensa que el tiburón ballena pudiera modificar su
comportamiento natural y disminuir su sensibilidad para
identificar parches de zooplancton o cardúmenes.13, 14 El
turismo con tiburones ballena se lleva a cabo en países
3
AVISTAMIENTOS DE TIBURONES BALLENA EN EL CARIBE MEXICANO

Elaborado por: Natalí Cárdenas Palomo. Fuente de Datos: Proyecto Tiburón Ballena Pronatura-CINVESTAV

como Australia, Filipinas, Maldivas y México, generando
ganancias millonarias por temporada. En México se de-
sarrolla en Bahía de los Ángeles, Baja California; Bahía
de La Paz, Baja California Sur, la costa de Nayarit y en el
Caribe mexicano.
Las actividades turísticas centradas en el tiburón ba-
llena en el Caribe mexicano se iniciaron en 2002 en la
isla Holbox, con un registro de alrededor de 1 500 turistas
NÚMERO DE TURISTAS QUE PARTICIPAN EN LOS
AVISTAMIENTOS DEL TIBURÓN BALLENA
100 000
MILES DE TURISTAS
para ese año. Actualmente los tours también parten desde
Cancún, Isla Mujeres y Puerto Chiquilá. La actividad ha
mostrado un crecimiento exponencial, así en 2015 se do-
cumentó a más de 70 000 turistas. El número de permisos
para realizar la actividad también ha ido en aumento, ya
en 2016 se expidieron 301 permisos.16
Casi desde el inicio de la actividad turística en el Ca-
ribe mexicano, se establecieron reglas para su desarrollo
adecuado. Algunas de las más importantes son: evitar el
contacto físico con el tiburón, mantener una distancia mí-
nima de 2 metros entre nadador-tiburón y de 10 metros
entre lancha-tiburón y sólo dos nadadores con un guía
pueden nadar al mismo tiempo con un tiburón ballena.
Diversas instituciones nacionales e internacionales, de

90 000
80 000 índole gubernamental, organizaciones de la sociedad civil
70 000 y la academia han participado e impartido cursos de capa-
60 000
citación a participantes desde 2003.
50 000
40 000
30 000 Nuestro granito de arena
20 000 Al tener como referencia el crecimiento exponencial de tu-
10 000
ristas, se identificó como una necesidad de investigación el
0
análisis del comportamiento del tiburón ante la presencia
2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

2012

2013

2014

2015

2016

de un número variable de lanchas y nadadores en el Cari-

TEMPORADA / AÑO be mexicano. Pronatura Península de Yucatán A. C. (ppy)
Elaborado por: Natalí Cárdenas Palomo. Fuente de Datos: SEMARNAT-CONANP y cinvestav, con el apoyo de la Alianza WWF-Fundación

4
Carlos Slim y la Comisión Nacional de Áreas Naturales
Protegidas (conanp), comenzaron en 2014 la observa-
ción del tiburón ballena ante la presencia de turistas, en el
marco del proyecto “Manejo sustentable de tiburón ballena
en el Caribe mexicano”. Este estudio ha permitido concluir
que, a pesar de que el tiburón ballena es altamente toleran-
te, cuando un turista tiene contacto físico directo y/o blo-
quea su paso, tiende a sumergirse o algunas veces mos-
trar el dorso, lo que se ha interpretado como una conducta
evasiva. También se ha demostrado que muchas veces la
cantidad de nadadores y lanchas resulta excesiva, lo cual
puede limitar y/o interrumpir de manera momentánea su
alimentación.17 Alrededor del 30% de los organismos que
se han avistado en el Caribe presentan algún tipo de lesión,
aunque el origen de éstas no ha sido confirmado.18
Como parte del mismo proyecto de investigación, el
turismo fue caracterizado; así, se registró que turistas de
más de 36 países realizan esta actividad y más del 80%
de las personas que realizan el tour obtienen una expe-
riencia satisfactoria. Sin embargo, por medio de encues-
tas, se identificó que el incumplimiento de reglas y la aglo-
meración de lanchas y/o nadadores es uno de los factores
que disminuye el grado de satisfacción de los visitantes.19
Por otro lado, desde 2005 y de manera ininterrumpi-
da, ppy y cinvestav han llevado a cabo el monitoreo del
hábitat del tiburón ballena en el Caribe mexicano, a fin de
describir variaciones en su distribución y abundancia en
la zona y las condiciones hidrobiológicas de su hábitat.
Hasta 2008, las zonas más importantes para la obser-
vación de tiburón ballena se ubicaban dentro de la hoy
nombrada Reserva de la Biosfera Tiburón Ballena (rbtb);
posteriormente fue identificada la zona conocida como el
Azul (debido a la transparencia de sus aguas), donde se
ha concentrado el mayor número de avistamientos en las
últimas temporadas y los grupos más numerosos de ti-
burones. Esta zona se localiza al sureste de Isla Contoy,
dentro de la que hoy se denomina Reserva de la Biosfera
Caribe Mexicano. El principal atractivo del Caribe para el
tiburón ballena es la abundancia de alimento, que en la
rbtb se presenta como consecuencia del fenómeno de
surgencia de Yucatán y, en el Azul, a la presencia de den-
sas masas de huevos de pez.20
Como parte del proyecto de este grupo de investigación
(ppy-cinvestav), se han desarrollado protocolos de moni-
toreo del hábitat y comportamiento del tiburón ballena ante
turistas; se han elaborado diferentes materiales de divulga-
ción para fomentar el conocimiento y uso sustentable de
la especie y, además, se han impartido diversos cursos de
capacitación y concientización entre usuarios directos del
tiburón ballena (prestadores de servicio) y miembros de las
comunidades locales, con los cuales se ha podido clasificar
el conocimiento teórico y práctico de los guías y capitanes
de la región. Con este diagnóstico se pretende dirigir futu-
ras capacitaciones para fortalecer las capacidades y permi-
tirles brindar un servicio con altos estándares de seguridad
y calidad en la industria ecoturística.
Por medio de encuestas,
se identificó que el
incumplimiento de reglas y
la aglomeración de lanchas
y/o nadadores es uno de
los factores que disminuye
el grado de satisfacción
de la experiencia de los
visitantes.
Fotos: © Roger Sosa
5
 Los esfuerzos de conservación y manejo del tiburón
ballena en el Caribe mexicano han mostrado claros avan-
ces desde el inicio de las actividades de aprovechamiento
de la especie en la zona. En un principio se desarrolló
un código de ética para realizar la actividad y, a partir de
2007, se publica el Plan de Manejo Tipo con Normas para
la adecuada realización del aprovechamiento de la especie
en el Caribe; además de la declaración de Áreas Naturales
Protegidas en toda el área de agregación.21, 22, 23 Sin em-
bargo, aún es necesario gestar información que sirva de
base para la adecuación de las estrategias de manejo que
aseguren la conservación del tiburón ballena, por ejem-
plo, determinar un mínimo aceptable de turistas por día
para minimizar el impacto sobre el comportamiento de la
especie. Aunque hay avances en este aspecto,24 se debe
dar mayor certeza en la obtención de este dato, integran-
do información sobre el comportamiento de los tiburones
y un número más preciso de lanchas que salen cada día,
por ejemplo. El Caribe mexicano es un hábitat crítico que
posee un papel clave en la conservación del pez más
grande del mundo.
6
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nadador hace evidente
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18
Mimila-Herrera, E., Trujillo-Córdova, J.A., Cárdenas-Palo- 1
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mo, N. & Reyes-Mendoza, O.F. 2016. Tourist satisfaction natalicardenaspalomo@gmail.com; jtrujillo@pronatura-ppy.org.mx;
with whale shark watching and swimming tours in the Mexi- emimila@pronatura-ppy.org.mx.
2
Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto
can Caribbean. QScience Proceedings. The 4th Interna-
Politécnico Nacional. Unidad Mérida. Departamento de Recursos
tional Whale Shark Conference. http://dx.doi.org/10.5339/ del Mar. Laboratorio de Productividad Primaria. Mérida, Yucatán,
qproc.2016.iwsc4.36 México; jorge.herrera@cinvestav.mx

7
 El colorido entorno de
KAREM GUADALUPE SÁNCHEZ SOLANO Y LAURA TERESA HERNÁNDEZ SALAZAR1
Juvenil de
mono aullador.
Foto: © Leticia Mendoza
Conocemos nuestro alrededor a través de los sentidos.
Olemos, tocamos, oímos, probamos, pero, sobre todo, ve-
mos. Gracias a los receptores visuales, animales y seres
humanos podemos ver y reconocer los colores presentes
en la naturaleza. Pero ¿cómo se presenta esta percep-
ción del color? ¿Cuál es la finalidad de percibir colores?
Qué onda con la luz y los colores
La información visual entra a través de los ojos, debido a
que todo objeto del mundo natural refleja diferentes canti-
dades de energía en forma de luz visible,1,2 que representa
una pequeña parte de toda la radiación electromagnética
existente (entre ellos, los rayos gamma, rayos X, ultravio-
leta) y está conformada por longitudes de onda.2,3
La longitud de onda es una medida de la amplitud de
oscilación de la radiación (semejante a las olas del mar)
y es la que determina los diferentes colores de los ob-
jetos.1,2 Así, cuanta mayor sea la amplitud, más grande
será la longitud de onda y resultará en la percepción de
amarillos, verdes o rojos, mientras que una menor ampli-
tud da como resultado longitudes de onda cortas y con
ello la percepción de azules y violetas.2 Las ondas tienen
8
una longitud y pueden ser medidas en unidades macro,
como kilómetros (km), hasta más pequeñas, como nanó-
metros (nm) (un nanómetro es mil millones de veces más
pequeño que un metro).1
Percibir colores es vital para muchos animales, ya
que pueden interpretar información del entorno como se-
ñalizaciones de cortejo, localizar alimentos a distancia,
detectar depredadores o discriminar presas a través de
coloraciones que indican toxicidad.4,5
Captando colores del entorno
La capacidad de ver colores en los animales, incluido el
ser humano, es gracias a las células sensibles a la luz
localizadas en la retina, denominadas fotorreceptores, las
cuales son las encargadas de llevar la información visual
al cerebro a través del nervio óptico.3,6 Estas células son
de dos tipos: los conos (por la forma conoidea de uno de
los segmentos de la célula) y bastones (por la forma alar-
gada y delgada de la célula).1,7
Los conos se encuentran de manera abundante en la
fóvea, zona central de la retina. Funcionan con mucha luz y
son los encargados de la percepción a colores pues cuentan
 DISTINTOS TIPOS DE VISIÓN PRESENTES EN ALGUNOS ANIMALES

TIPO DE VISIÓN NÚM. DE OPSINAS ANIMALES LUZ PERCIBIDA

Cuatro tipos Aves, peces, Roja, azul, verde,

Tetracromática de opsinas insectos, reptiles ultravioleta

Primates humanos
Tres tipos
Tricromática y algunas especies Roja, azul, verde
de opsinas de primates no humanos
Dos tipos La mayoría de Azul junto con
Dicromática de opsinas las especies de mamíferos verde o roja
Animales de hábitos nocturnos,
Sin presencia Blanco y negro,
Monocromática como mapaches, topos
de opsinas sin percepción del color
o mono búho

con fotopigmentos capaces de detectar luces específicas
(como la roja o verde) denominados opsinas.7,8 En cambio,
los bastones se activan cuando hay poca luz, como cuando
caminamos durante la noche a la luz de la luna. Poseen un
único fotopigmento, la rodopsina, y aunque no perciben co-
lores ayudan en la detección de siluetas, por lo que son los
responsables de la visión en blanco y negro.89
El número de conos y bastones presentes en los ojos
varía dependiendo la especie. Por ejemplo, se estima que
en el ojo humano existen cerca de siete millones de conos
y cerca de 110 millones de bastones.10
Los animales y su percepción visual
En la mayoría de los animales la visión a color depende del
tipo de luz que captan las opsinas presentes en sus conos
(Cuadro 1).1,2,3,9,11,12
En términos del sistema visual, un grupo de interés son
los primates, entre ellos ser humano. Gracias a las opsi-
nas existentes en los millones de conos que poseemos,
podemos percibir una gama de colores, lo que nos hace
organismos predominantemente visuales. El cerebro de los
primates y el nuestro presenta una expansión de la corte-
za visual y se estima que existen cerca de 30 áreas cere-
brales dedicadas únicamente a la interpretación visual.8, 13
Además, la posición de los ojos en la parte frontal de la
cabeza hace que el alcance visual sea mayor, a diferencia
de otros mamíferos que los tienen en los costados (como
conejos, felinos, ratones), limitando su área visual.13 Ade-
más, el rango de captación de luz fluctúa entre 400 a 700
nanómetros, lo que permite ver diferentes coloraciones.3
Sin embargo, dentro del grupo de los primates existen dife-
rencias en esta capacidad visual, por lo que no todos ven
de la misma manera.14
Clasificando a los primates
de acuerdo con su tipo de visión
La percepción del color aparece en primates de hábitos
diurnos, aquellos que realizan sus actividades durante el
día,3,14 mientras que en primates de hábitos nocturnos, los
colores no son tan necesarios y su visión es monocromá-
tica, donde no hay percepción del color, como en el mono
búho (género Aotus).3
Algunos primates de hábitos diurnos presentan tres op-
sinas diferentes en sus conos y poseen visión tricrómata,
lo que les permite percibir tres tipos de luz: roja (560 nm),
azul (430 nm) y verde (530 nm).9, 11 Esto quiere decir que la
mezcla de estos tres colores primarios, que son absorbidos
y procesados en el cerebro, permiten una amplia gama de
colores (amarillos, naranjas, violetas, rosas, etc.) similar a
la percepción que tenemos los seres humanos.3
Dentro del grupo con capacidad tricrómata destacan
los “monos del Viejo Mundo o catarrinos” como chimpan-
cés (Pan), gorilas (Gorilla), macacos (Macaca), mandriles
(Mandrillus), entre otros que se encuentran distribuidos en
África y Asia.8 Tanto machos como hembras son tricróma-
tas, debido a que en el cromosoma X ocurrió una duplica-
ción del gen que porta la información para dar origen a las
opsinas. A raíz de esto se generaron dos genes de opsina

ESPECTRO DE RADIACIÓN ELECTROMAGNÉTICA

Existen distintos tipos de
Colores visibles
radiación que se encuentran
en primates en la vida cotidiana, desde
Oscilación de las pequeñas (nanómetros)
la radiación hasta más grandes (metros).
Longitud de onda La luz visible es sólo una
(Nanómetros) 400nm 500nm 600nm 700nm
pequeña parte de toda
Luz visible esa radiación y es la que
representa la gama de
colores que podemos
Rayos Gamma Rayos X Rayos UV Infrarojo Microondas Ondas de radio percibir.
Elaborado por: Iván Uscanga.

0.0001nm 10nm 200-300nm 780nm 1m >10m

9
CAPTACIÓN DEL COLOR A TRAVÉS DEL OJO DE LOS PRIMATES
El proceso de captación
del color es gracias
a la luz ambiental
que incide sobre los
objetos presentes en la
naturaleza, los cuales a
su vez reflejan parte de
esta luz en diferentes
longitudes de onda que
es lo que captamos
como diferentes colores.
Elaborado por: Erik Rodríguez.
diferentes, uno que percibe luz verde y el otro luz roja. La
percepción de la luz azul proviene por otro gen que no está
en los cromosomas sexuales (X o Y), por lo que es común
en todos los machos y hembras.15
Los primates con dos opsinas presentan visión dicró-
mata, por lo que pueden distinguir dos tipos de luz: la azul
y la luz roja o la verde. Esto limita la gama de colores, ya
que al no percibir bien los tonos rojos los ven más como
marrones.14 Muchos de los primates con esta característica
se denominan “monos del Nuevo Mundo o platirrinos” y se
distribuyen en América.8 Dentro de este grupo existe un fe-
nómeno que da mayor complejidad al sistema visual de los
primates: el “polimorfismo de la visión a color”. Esto quiere
decir que existen varias formas en las que se expresa un
gen dentro de una población (en este caso, el que produce
las opsinas), lo que hace que existan individuos dicrómatas
o tricrómatas dentro de una misma especie y la única dife-
rencia está ligada al sexo del individuo.14
Entonces, ¿machos y hembras del Nuevo
Mundo no ven de la misma manera?
Tratemos de entender este complejo sistema polimórfico de
la visión. Todos los machos (los cuales son genéticamente
XY) de todas las especies de primates del Nuevo Mundo
son dicrómatas y al poseer un cromosoma X presentan un
único gen expresado (sólo desarrollan la opsina sensible
a la luz verde o la sensible al rojo). En las hembras, exis-
ten dos opciones: 1. al poseer dos cromosomas XX, exis-
ten aquellas que tienen dos genes de opsina distintos en
cada cromosoma X (luz roja y luz verde), convirtiéndose
en hembras tricrómatas; 2. hembras que poseen una única
copia de genes en uno de sus cromosomas X, y al igual
que los machos, serán ciegas a luz verde o a la roja (hem-
bras dicrómatas).14 Se estima que cerca del 66.6% de las
hembras del Nuevo Mundo son tricrómatas y sólo el 33.3%
son dicrómatas.14 En los monos ardilla (Saimiri), tamarinos
(Saguinus), capuchinos (Cebus) y monos araña (Ateles)
existe este fenómeno de polimorfismo de la visión.14, 16
10
Una excepción de este polimorfismo en primates del
Nuevo Mundo son los monos aulladores (Alouatta), ya
que son el único género que, al igual que los primates del
Viejo Mundo, machos y hembras son tricrómatas, gracias
a la duplicación del gen de opsinas en el cromosoma X.14
El porqué sólo los aulladores presentan este tipo de vi-
sión sigue siendo una interrogante, sin embargo, la teoría
apunta a su tipo de alimentación. A diferencia de otros
primates del Nuevo Mundo, los aulladores dependen prin-
cipalmente del consumo de hojas tiernas (cerca del 48%
de su dieta total), las cuales son difíciles de detectar entre
el follaje verdoso de los árboles. Por ello, requieren una
visión que les permita discriminar un amplio rango de to-
nalidades para descubrir estas hojas.14,17.
¿Por qué los primates ven a colores?
Existen argumentos que intentan explicar la importancia de
la percepción de colores, entre los que destacan: 1. inter-
pretación de señales sociales, 2. detección de depredado-
res y 3. búsqueda de alimento.18, 19,2 0
Señales sociales
En aspectos sociales, los primates tricrómatas son más
eficientes, respecto de los dicrómatas, en la percepción
de variaciones del color de la piel desnuda (cara, pecho
o área de los genitales), debido a los cambios en el flujo
sanguíneo de los individuos. Estas variaciones del color,
que son muy marcadas, proporcionan información sobre
el estado emocional, reproductivo (si las hembras están
receptivas para los machos o no) o de salud de los miem-
bros de un grupo.19, 21
Detección de depredadores
Se considera que los primates dicrómatas, a pesar de
no captar ciertos colores, son capaces de identificar ser-
pientes camufladas en el entorno, a través de formas o
siluetas, y así poder alertar al grupo de la presencia de
un depredador.20

Búsqueda de alimento
La visión a color es primordial para la detección a dis-
tancia de alimentos. Los primates pueden localizar un ali-
mento en distancias de 20 a 30 m, enfocándose en partes
de las planta, como los frutos maduros (rojos, amarillos,
naranjas) y hojas jóvenes que presentan coloraciones di-
ferentes (principalmente rojas) a las hojas más viejas o
maduras.18, 22, 23
Parece ser que los tricrómatas son más eficientes que
los dicrómatas en la detección de estos alimentos, ya que
distinguen una mayor gama de colores. Pero para primates
dicrómatas, las cosas suelen ser diferentes, ya que pare-
cen más eficientes que los tricrómatas en la localización de
frutos no coloridos (aquellos que permanecen verdes du-
rante todo su proceso de madurez) y de algunos insectos
camuflados, los cuales forman parte de la dieta de primates
como monos ardillas y capuchinos.20, 24, 25
La selección del alimento es quizá uno de los argu-
mentos más interesantes acerca de la evolución de la
visión a color en los primates, ya que para satisfacer sus
demandas nutricionales dependen mucho de la informa-
ción que brindan los alimentos a través de su colorido y
poder asociarlo con contenidos de azúcares, ácidos, pro-
teínas, entre otros.18
Los monos aulladores
(Alouatta) son el único
género que, al igual
que los primates del
Viejo Mundo, machos y
hembras son tricrómatas.
Foto: © Fulvio Eccardi
El sistema visual es el sentido principal para la mayoría
de los primates, ya que les confiere ciertas ventajas para
la interpretación de información instantánea de su entorno
y, a pesar de que existen diferentes mecanismos de visión
a color, parecen ser funcionales para que se sigan mante-
niendo entre los diferentes grupos de primates.
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1
Laboratorio de Biología de la Conducta, Instituto de Neuroetología,
Universidad Veracruzana. Xalapa, Veracruz; krmbio16@gmail.com,
herlatss@gmail.com
LOS BAMBÚES
DE MÉXICO:
diversidad, conservación y uso
EDUARDO RUIZ SÁNCHEZ*
Las especies de bambúes no son más que pastos gigantes
que en su mayoría crecen dentro de los bosques, aunque
algunas especies se han adaptado a vivir en lugares más
abiertos como en los matorrales. Pero habrá que aclarar
que no todos los bambúes son gigantes, ya que hay algu-
nos herbáceos de tallos delgados y frágiles, que son muy
parecidos a los pastos. Todos pertenecen a la misma fami-
lia botánica de las gramíneas (Poaceae), es decir, son pa-
rientes del maíz, trigo, caña de azúcar y hasta de los pas-
tos utilizados como céspedes. Los bambúes leñosos tienen
culmos (tallos) lignificados de apariencia leñosa; producen
hojas caulinares (vainas en los culmos), hojas foliares y ge-
neralmente florecen una vez en su vida y cuando lo hacen
mueren (monocárpicos); mientras que los en los herbáceos
los culmos son muy delgados y no lignificados, la mayoría
de las especies no tienen hojas caulinares y su floración es
continua y no mueren después de florecer (policárpicos).1
Número de especies y distribución a nivel mundial Chusquea sp., especie
En el mundo existen más de 1 650 especies de bam- nueva a describirse
que crece en el bosque
búes, tanto leñosos como herbáceos,2 todos ellos perte- mesófilo en Chiapas.
necen a la subfamilia Bambusoideae. Se distribuyen en Foto: © Eduardo Ruiz Sánchez
América, África, Asia y Oceanía.1 En Europa y Antártica
no existen bambúes de forma silvestre, pero son amplia-
mente cultivados en los países europeos. Para América
están registradas más de 535 especies de bambúes;
125 son herbáceos de la tribu Olyreae, y los 410 res-
tantes son plantas leñosas de las tribus Arundinarieae y
Bambuseae, todas nativas (especies que viven de forma
silvestre en una región en particular) y endémicas (una
especie endémica se refiere a que está restringida a un
área geográfica particular) de América.1 Es importante
señalar que estas cifras cambian año con año, ya que se
continúa describiendo nuevas especies, sobre todo de
bambúes leñosos.
13

Con excepción de Canadá, el resto de los países de
América tienen al menos una especie nativa de bambú;
por ejemplo, en Estados Unidos existen tres especies del
género Arundinaria que son endémicas de nuestro vecino
del norte. En contraste, Brasil tiene la mayor diversidad
de bambúes de América con 256 especies entre bambúes
herbáceos y leñosos.3
Número de especies y distribución en México
En México, a inicios del siglo xxi, Cortés Rodríguez re-
gistró 35 especies de bambúes leñosos para el país.4 En
tan sólo 18 años este número se incrementó a 52, de las
cuales 34 son endémicas. Con excepción de Baja Califor-
nia, Baja California Sur, Coahuila y Tlaxcala, el resto de
los estados registra al menos una especie de bambú, ya
sea leñoso o herbáceo o ambos. Las entidades con mayor
cantidad de bambúes son Chiapas con 32 especies, Vera-
cruz con 25 y Oaxaca con 23.5
Bambúes herbáceos
En México están representados por tres géneros y cuatro
especies (ver Cuadro 1) que crecen por debajo de los 1
300 m de altitud en selvas altas, selvas medianas y bos-
ques mesófilos de montaña. Cryptochloa strictiflora, cono-
cido como bambú de selva, es la más pequeña de todas
ya que sólo alcanza unos 20 cm de altura y se encuentra
exclusivamente en las selvas altas de México a una altitud
no mayor a los 900 m.
Bambúes leñosos
En el país están representados por ocho géneros y 52
especies. Arthrostylidium, Aulonemia y Merostachys lo
están con una sola, le sigue Rhipidoclaum con cuatro, Ol-
meca con cinco, Guadua con siete, Otatea con 11 y Chus-
quea con 22 especies.5, 6, 7 Guadua aculeata, llamado ca-
rrizo o caña brava, es la especie más grande y robusta de
México, llega a crecer hasta 20 m de altura y 18 cm de
diámetro en sus culmos.
14
Las especies de los géneros
Arthrostylidium, Aulonemia y Me-
rostachys viven en el bosque mesó-
filo de montaña en los estados de
Chiapas, Tabasco, Guerrero y Ve-
racruz; son pocas las poblaciones
conocidas y sus tamaños son muy
reducidos.
En cuanto a Rhipidocladum,
sólo R. martinezii vive en el bosque
mesófilo de montaña; el resto de las
especies del género lo hacen en la
selva alta y mediana. Rhipidocladum racemiflorum, cono-
cido como canutillo, carricillo o chiquita, es el bambú con
la cobertura geográfica más amplia del género en Mé-
xico, se distribuye tanto por la vertiente del Golfo como
del Pacífico.
Olmeca es un género casi endémico de México, tres
de sus especies habitan en el bosque mesófilo de mon-
taña y las otras dos en la selva alta en los estados de
Chiapas, Oaxaca y Veracruz. Curiosamente Olmeca recta
y O. reflexa (ambos llamados bambú olmeca) producen
frutos grandes del tamaño de un durazno una vez cada
35 años en promedio.8,9
Seis de las especies de Guadua crecen casi exclu-
sivamente en la vertiente del Golfo de México, desde el
nivel del mar y hasta los 1 300 m. Viven en las selvas me-
dianas que en su mayor parte están convertidas en potre-
ros para el pastoreo. Guadua tuxtlensis fue recientemente
descrita, su nombre hace honor a la región de Los Tuxtlas
en Veracruz en donde crece como endémica.
El género Otatea cuenta con 11 especies mexicanas
de las cuales sólo dos de ellas viven en el bosque mesófilo
de montaña, el resto lo hace en la selva baja y hasta en
matorrales xerófilos; crece desde los 10 hasta los 2 100 m
de altitud.
Finalmente con 22 especies, el género Chusquea es
el que presenta la mayor cantidad de especies en Mé-
xico; 14 viven exclusivamente en el bosque mesófilo de
montaña, y el resto lo hace en selva baja, selva alta,
bosque de pino-encino y bosque de coníferas. Chusquea
enigmatica, presente en una sola localidad en el estado
de Veracruz, es el bambú leñoso más pequeño de Méxi-
co, con una altura que va de 40 cm a 1 m. Por su parte,
Chusquea bilimekii (o bambú de los volcanes) y C. lon-
gifolia (bambú del Tacaná) crecen a mayor altitud (3 000
a 3 150 m); curiosamente ambas viven en las montañas
más altas de México. C. bilimekii la encontramos en el
Cofre de Perote y el Iztaccíhuatl, y C. longifolia en el Ta-
caná, en Chiapas.
Conservación
Las especies de bambú en México viven en una diversi-
dad de tipos de vegetación, tales como el matorral xeró-
filo, selvas bajas, selvas medianas, selvas altas, bosque
de pino-encino, bosque de coníferas y bosque mesófilo
de montaña. Es importante señalar que dentro del bos-
que mesófilo de montaña viven 25 de las 56 especies de
bambúes del país (Cuadro 1), es decir, casi 45% del to-
tal de las especies habitan este tipo de vegetación. Cabe
recordar que el bosque mesófilo de montaña en México
cubre tan sólo 1% del territorio nacional y sólo permanece
50% de su vegetación original.10 Si este tipo de vegeta-
ción continúa desapareciendo así lo harán también varias
especies de bambúes; pero si se protege este tipo de ve-
getación, ¡podríamos conservar casi 50% de la diversidad
de bambúes y todas las especies de plantas y animales
que viven en este bosque que es altamente diverso!
Hasta la fecha de las 56 especies de bambúes de Mé-
xico, 34 son endémicas y sólo dos de ellas (Olmeca recta
y O. reflexa) se encuentran en la categoría P (en peligro
de extinción) en la Norma Oficial Mexicana (nom-059-se-
marnat-2010), que enlista las especies de flora y fauna
nativa de México con algún estatus de conservación. Sin
embargo, existen además de las especies endémicas
otras especies de bambú nativas que sólo se conocen de
una localidad o de menos de cinco localidades registradas
en México, por lo que deberían incluirse en alguna de las
categorías de la nom-059-semarnat-2010; de igual forma
se podrían incorporar en la Lista Roja de la uicn (Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza), con
base en el criterio de distribución. En el listado del Cuadro
1, propongo 37 especies que deberían incluirse en alguna
de las categorías de conservación; se pueden identificar Canastas y burritas
con este símbolo ( ). (bastones) elaboradas
con otate (Otatea
acuminata).
Usos actuales y potenciales Foto: © Eduardo Ruiz Sánchez
Las especies de bambúes de México se han utilizado
desde la época prehispánica. Existe evidencia arqueo-
lógica de que algunos grupos étnicos como los aztecas
y olmecas,11 entre otros, empleaban bambúes nativos en
su vida cotidiana. Una de las especies más ampliamen-
te utilizadas en México desde la época prehispánica es
Otatea acuminata, tradicionalmente llamada “otate”. Sus
culmos son usados en la elaboración de canastos, ceste-
ría, bastones conocidos como “burritas”, tutores para sos-
tener cultivos de jitomate y en la construcción de muros
rellenos de lodo conocidos como muros de “bajereque o
bahereque”.12
En el estado de Chiapas las especies Otatea fimbriata,
conocida como carrizo, y Guadua paniculata se utilizan
también en la construcción de muros.
De igual forma, debido a la talla de sus culmos, Gua-
dua aculeata tiene gran potencial económico, por lo que
en la actualidad se emplea para la construcción de casas
en los estados de Puebla y Veracruz. En este último es-
tado se utiliza Rhipidocladum racemiflorum en la elabo-
ración de decorado de muebles, debido a lo delgado y
estético de sus culmos. Por su parte, Guadua tuxtlensis
también tiene un gran potencial económico ya que logra
crecer hasta 20 m de alto por 14 de diámetro. En la re-
gión de Los Tuxlas la aprovechan para la construcción
de palapas.12 Otras especies como Guadua inermis y G.
velutina llegan a tener culmos robustos y grandes y tam-
bién las destinan para la construcción de papalas, pero
15
 recientemente Guadua inermis se usa en la elaboración
de carbón, debido a que presenta culmos sólidos. Éstos
y otros probables usos, como la elaboración de “pelets”
para la industria eléctrica y la producción de laminados,
podrían generar, además de valor agregado, un beneficio
económico para el país como productor de bambú.
cies de bambúes de México se incremente en el futuro
con la descripción de especies nuevas, utilizando tec-
BAMBÚES LEÑOSOS
! Arthrostylidium excelsum
Griseb.
*! Aulonemia laxa (F. Maek.)
McClure
*! Merostachys mexicana Ruiz-
Sanchez & L.G. Clark
Rhipidocladum bartlettii
(McClure) McClure
*! Rhipidocladum martinezii
Davidse & R.W. Pohl
Rhipidocladum pittieri (Hack.)
McClure
Rhipidocladum racemiflorum
(Steud.) McClure
*! Chusquea aperta L.G. Clark
* C. bilimekii E. Fourn.
* C. circinata Soderstr.
C. coronalis Soderstr.
*! C. cortesii L.G. Clark & Ruiz-
Sanchez
*! C. enigmatica Ruiz-Sanchez,
Mejía-Saulés & L.G. Clark
*! C. galeottiana Munro
*! C. gibcooperi Ruiz-Sanchez,
Mejía-Saulés, G. Cortés &
L.G. Clark
*! C. glauca L.G. Clark
! C. lanceolata Hitchc.
C. liebmannii E. Fourn.
! C. longifolia Swallen
* C. matlatzinca L.G. Clark &
Ruiz-Sanchez
*! C. muelleri Munro
*! C. nedjaquithii Ruiz-Sanchez,
Mejía-Saulés & L.G. Clark
*! C. perotensis L.G. Clark, G.
Cortés & Cházaro
! C. pittieri Hack.
*! C. repens L.G. Clark &
Londoño
Finalmente, aún es posible que el número de espe-
* C. septentrionalis Ruiz-Sanchez,
Art. Castro & L.G. Clark
C. simpliciflora Munro
! C. sulcata Swallen
Guadua aculeata Rupr. ex E.
Fourn.
G. amplexifolia J. Presl.
* G. inermis Rupr. ex E. Fourn
G. longifolia (E. Fourn.) R.W.
Pohl
G. paniculata Munro
* G. tuxtlensis Londoño & Ruiz-
Sanchez
* G. velutina Londoño & L.G. Clark
! Olmeca clarkiae (Davidse &
R.W. Pohl) Ruiz-Sanchez, V.
Sosa & Mejía-Saulés
*! Ol. fulgor (Soderstr.)
Ruiz-Sanchez, V. Sosa & Mejía-
Saulés
* Ol. recta Soderstr.
* Ol. reflexa Soderstr.
*! Ol. zapotecorum Ruiz-Sanchez,
V. Sosa & Mejía-Saulés
* Otatea acuminata (Munro)
C. Calderón & Soderstr.
* O. carrilloi Ruiz-Sanchez,
V. Sosa & Mejía-Saulés
O. fimbriata Soderstr.
* O. glauca L.G. Clark & G. Cortés
O. nayeeri Ruiz-Sanchez
* O. ramirezii Ruiz-Sanchez
*! O. reynosoana Ruiz-Sanchez &
L.G. Clark
* O. rzedowskiorum Ruiz-Sanchez
*! O. transvolcanica Ruiz-Sanchez
& L.G. Clark
* O. victoriae Ruiz-Sanchez
* O. ximenae Ruiz-Sanchez & L.G.
Clark
nologías como la nueva generación de secuenciación y
con el estudio de los caracteres morfológicos tradicio-
nales, que son y serán de importancia esencial para la
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México: conabio, pp. 109-139.
11
Trabanino, F. & Núñez, L.F. 2014. Guadua como elemento
mortuorio en sepulturas mayas. En: Boletín de Antropolo-
gía. Universidad de Antioquia, Medellín 29: 144-163.
12
Ruiz-Sanchez, E., Sosa, V., Mejía-Saulés, M.T., Londoño,
X. & Clark, L.G. 2011. A taxonomic revision of Otatea (Poa-
ceae: bambusoideae: bambuseae) including four new spe-
cies. Systematic Botany 36: 314-336.
13
Londoño, X. & Ruiz-Sanchez, E. 2014. Guadua tuxtlensis
(Poaceae: bambusoideae: bambuseae: Guaduinae), una
nueva especie inadvertida de la región de Los Tuxtlas, Ve-
racruz, México. Botanical Sciences 92: 481-488.


Especie propuesta para incluirla en alguna categoría de protección. * Departamento de Botánica y Zoología, Centro Universitario de
* Especie endémica de México. Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Universidad de Guadalajara,
! Especie exclusiva del bosque mesófilo de montaña.
Zapopan, Jalisco; ruizsanchez.eduardo@gmail.com

16
Nuevas páginas web Nuevas páginas web

Índice de Capital Natural

¿Cómo resumir el estado de nuestro capital natural?
Baja California Sur
Quintana Roo
Chiapas
Durango
Colima Nayarit
Campeche Zacatecas
San Luis Potosí
Oaxaca
Sinaloa
Jalisco Aguascalientes
Coahuila Puebla
Tamaulipas Hidalgo
Sonora
Baja California Guanajuato
Morelos Tabasco CDMX
Yucatán
Guerrero Veracruz
Michoacán
Nuevo León Tlaxcala
Querétaro Chihuahua

México

Visita www.biodiversidad.gob.mx/pais/indice_capnat.html

Estrategia Nacional sobre Biodiversidad de México

( ENBioMex )

Conoce el documento guía sobre los principales elementos para conservar,

restaurar y manejar sustentablemente la biodiversidad

Visita www.biodiversidad.gob.mx/enbiomex

17
 Organiza…
21–25 actividades como visitas a sitios
mayo naturales, limpieza de basura,

2019 pláticas, conferencias,

exposiciones, concursos en tu
escuela, institución de trabajo y

Nuestra
estudio o localidad donde vives,
que contribuyan a valorar y

biodiversidad conservar la riqueza natural de

México. En 2019 nos enfocaremos

alimentación
al tema “Biodiversidad,
alimentación y salud”.

salud Difunde y comparte

tus actividades en:
www.biodiversidad.gob.mx/
La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Difusion/SDB/
Biodiversidad te invita a participar activamente realizando
¡Sólo necesitas registrarlas!
actividades de divulgación para celebrar el 22 de mayo,
Día Internacional de la Diversidad Biológica.
Asiste…
a las conferencias, exposiciones,
cortometrajes y actividades que se
llevarán a cabo en tu estado.

Para mayor información, consulta:

www.biodiversidad.gob.mx/Difusion/SDB/

18
 IN MEMORIAM
GERARDO DEL OLMO LINARES
( 1958–2018 )
El pasado 2 de diciembre de 2018, Gerardo del Olmo Lina-
res falleció mientras dormía con apenas sesenta años de
edad cumplidos.
Gerardo fue artista, observador de aves, fotógrafo de la
naturaleza, escritor, hombre de negocios y amoroso esposo,
padre y amigo.
Nació en la Ciudad de México un 24 de octubre de 1958,
y desde los 13 años de edad se dedicó a la observación,
apreciación e ilustración de las aves. Deja un legado de
publicaciones, principalmente libros, muchos de ellos guías
de identificación de aves y cientos de ilustraciones; la ma-
yoría con el tema de la biodiversidad mexicana, pero sobre
todo aves, pues ese era el tema que más le apasionaba.
Colaboró como ilustrador, fotógrafo y articulista de revistas
como México Desconocido, La Jornada, Reforma y Milenio
entre otros. Fue miembro de la Sociedad Mexicana de Ilus-
tradores. Además de su pasión por las aves, Gerardo tam-
bién fue un interesado en las culturas mexicanas y escribió
varios libros sobre las costumbres en el México Antiguo.
Gerardo fue un gran emprendedor de varios proyectos
de vida, siendo tal vez el más notable que desde 2002
y junto con Graciela García, su esposa, fundó Bruja de
Monte (www.brujademonte.com), una asociación dedicada
a promover la cultura de las aves de México, la biodiversi-
dad mexicana y su conservación. Bruja de Monte siempre
se ha distinguido porque sus productos, libros, camisetas,
guías, etcétera sean 100% mexicanos y de muy alta calidad.
A través de Bruja de Monte creo vínculos con impor-
tantes instituciones como conaculta, inah, inba, unam,
conanp, conabio y wwf, así como con algunos gobiernos
estatales. Integró junto con varios ilustradores y pintores
de nivel internacional, la galería virtual de arte sobre la
naturaleza llamada Original Art Bird con sede en Wiscon-
sin, Estados Unidos. Le sobreviven su hijo Luis Felipe del
Olmo García de 31 años de edad y su esposa Graciela
García. Graciela comenta: «…se fue dejando terminado
y listo para imprimir un libro, y un hermoso colibrí en su
caballete». Gerardo, donde quiera que te encuentres ahora,
seguro estarás volando con el viento, libre como un ave.
Descansa en paz.
— Roberto Arreola y Carlos Galindo Leal
19
 L I B R O S

Produce tus propias semillas

Introducción práctica al mejoramiento La misión de la conabio es promover, coordinar,
evolutivo participativo apoyar y realizar actividades dirigidas al conocimiento
de la diversidad biológica, así como a su conservación
El libro Produce tus propias semillas, del doctor Salvatore Cecca- y uso sustentable para beneficio de la sociedad.
relli, ofrece una guía para hacer más eficaz el procedimiento de
generar semillas con la colaboración de técnicos y agricultores. En Sigue las actividades de conabio a través de las redes sociales
muchos ambientes, los agricultores producen adecuadamente sus
propias semillas; sin embargo, desde la ciencia se pueden hacer
sugerencias para mejorar el proceso de selección de semillas y así
aumentar su eficiencia. El doctor Ceccarelli es un científico italiano Biodiversitas es de distribución gratuita. Prohibida su venta.
que ha dedicado su vida al mejoramiento de cultivos, en particular
de la cebada. Desde hace más de dos décadas demostró que en
ambientes poco productivos las variedades tradicionales eran su-
periores a las comerciales. Además, ha sido uno de los principales
impulsores de la mejora participativa, en la cual la asociación de
científicos y agricultores proporciona ventajas en el proceso de los
cultivos y en la adopción de variedades por los agricultores.
Los agricultores han sido y siguen siendo actores principales Los artículos reflejan la opinión de sus autores y no necesariamente la de la conabio.
El contenido de Biodiversitas puede reproducirse siempre que se citen la fuente y el autor.
en la mejora de los cultivos y en la producción de semilla; median-
Certificado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional de Derechos de Autor:
te las propuestas del doctor Ceccarelli es posible fortalecer la co- 04-2013-060514223800-102. Número de Certificado de Licitud de Título: 13288.
laboración de técnicos y agricultores para aprovechar ese poten- Número de Certificado de Licitud de Contenido: 10861.

cial. Este tipo de métodos permitirían la producción de semilla de
alta calidad en características y adaptación, y pueden ser impor-
tantes en muchos de los cultivos endémicos de nuestro país.
Este manual fue escrito especialmente para los campesinos. El
objetivo es compartir con ellos algunos conocimientos biológicos
útiles para comprender plenamente qué son las semillas y cómo los
agricultores pueden producir las que darán el tipo de plantas que
mejor se adapten a sus condiciones actuales y futuras.
editor responsable: Fulvio Eccardi Ambrosi
diseño: Tools Soluciones
cuidado de la edición: Adriana Cataño y Leticia Mendoza
producción: Gaia Editores, S.A. de C.V.
impresión: Editorial Impresora Apolo, S.A. de C.V.
fulvioeccardi@gmail.com • biodiversitas@xolo.conabio.gob.mx
comisión nacional para el conocimiento y uso de la biodiversidad
Liga Periférico-Insurgentes Sur 4903, Parques del Pedregal, Tlalpan 14010 Ciudad de México
Tel. 5004-5000, www.gob.mx/conabio. Distribución: nosotros mismos