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Resistencia, 31 de octubre de 2018.

Nº 266.-

Y VISTOS:

Estos autos caratulados: "MUCHUTTI, MARÍA VIRGINIA C/

RODRÍGUEZ MÁRCICO, MARÍA JULIA S/ INCIDENTE DE REDARGUCIÓN

DE FALSEDAD", Expte. Nº 2579/16-1-C, venidos en grado de apelación del

Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial Nº 21 de esta Capital, y;

CONSIDERANDO:

I.- Que llegan los autos a este Tribunal de Alzada en virtud del

recurso de apelación interpuesto y fundado a fs. 87/90 por la incidentista, contra

la resolución dictada a fs. 75/83 vta., el que fuera concedido a fs. 91 y

contestado por la contraria a fs. 92/93 vta.-

Elevadas las actuaciones, tuvieron radicación ante esta Sala

Cuarta de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial (fs. 102), de lo que

se notificaron los interesados conforme constancia de fs. 104.-

A fs. 109 se dictó la pertinente providencia de Autos, quedando

la causa en estado de ser resuelta.-

II. 1.- La decisión en crisis desestimó el incidente de

Redargución de Falsedad interpuesto por la Sra. María Virginia Muchutti contra

el Instrumento Privado de Cesión de Derechos y Acciones con certificación de

firmas que fuera agregado al Expte. Nº 8688/12 y que en fotocopias obra a fs.

4/8. Impuso costas y difirió la regulación de honorarios a los profesionales

intervinientes.-

2.- Se agravia la incidentista de la resolución dictada por cuanto

rechaza la presente acción. Que es ostensible la falsedad material e ideológica

que exhibe el documento que se impugna. Formula reserva de articular

Recursos Extraordinarios Locales y Federales.-


Advierte una incongruencia entre las premisas jurídicas que

establece el a-quo y los hechos que tiene probados en los considerandos, con lo

que resuelve.-

Señala que describe la gran cantidad de anomalías que presenta

el instrumento pero luego afirma que dichas irregularidades no implican el

incumplimiento de requisitos legales y que lo coloca en la imposibilidad de

determinar si el notario incumplió con los arts.111 y 112 de la Ley 2212.-

Destaca la distinción que realiza el sentenciante sobre la

falsedad material, la intelectual y la ideológica y que la resolución en crisis

expresa que las dos primeras especies son susceptibles de redargüir de

falsedad.-

Se agravia de la desestimación del incidente cuando se

encuentra acreditado que el Acta es objetivamente falso por las severas

irregularidades destacadas y la ambivalente y falsaria actitud procesal de la

incidentada frente al documento.-

Que la ostensible falsedad material, intelectual e ideológica del

instrumento traído a juicio luego de 10 años de haber sido requerido, no permite

que se pueda consentir ese proceder.-

Señala que el caso se trata, en lo sustancial, de un debate

patrimonial, sobre la pertenencia o no al acervo hereditario de un inmueble rural

de mucho valor. Que la viuda del Sr. Muchutti entrega el inmueble a su hermana

mediante un poder que en "artículo mortis fue utilizado para cederlo a título

virtualmente gratuito, o por lo menos a través de un importe muy incierto" (sic).-

Que el a-quo rechaza el incidente invocando un cambio en la

reglamentación interna (Resolución Nº 35/98) del Colegio de Escribanos, para

darle operatividad como una suerte de ventana por la cual pueden filtrarse el

cúmulo de irregularidades que rodean a un instrumento exhibido 20 años


después del acto cuyas firmas pretende certificar y 10 años después de que

fuese requerido por el tribunal.-

Agrega que, por el principio de apropiación de la prueba, se

encuentra acreditado que desde el año 2.006, la entonces contraparte reivindica

que ha cedido el inmueble a favor de su hermana momentos previos al

fallecimiento de su esposo (sic).-

Que en las audiencias llevadas a cabo por esa época (fs. 643 y

ss.) se comprometió a acompañar el instrumento de cesión y nunca lo hizo. Que

desde el 2.006 ni la incidentada ni su hermana negaron que el Acta de

certificación de firmas Nº 617 del 05/08/95 es la prueba documental que certifica

la firma de determinado contrato de cesión que mantuvieron en permanente

ocultamiento.-

Que se pretende excluir del acervo hereditario un inmueble

cedido por $40.000 cuando vale millones de pesos, todo ello en perjuicio de los

demás herederos a quienes no les es oponible.-

Reitera que 20 años después acude la incidentada, con el

mismo Acta Nº 617, a anoticiar al sentenciante que la cesión de derechos que

adjunta es sobre una fracción del terreno y por el valor de $115.310, es decir,

otro inmueble.-

Expresa que el a-quo se limita a sostener una duda intelectual

que torna a favor de la parte incidentada.-

Que resulta arbitrario el fundamento de que las irregularidades

no son verdaderas ilegalidades por el cambio de reglamentación en el Colegio

de Escribanos.-

Relata que desde el año 2.006, para el tribunal y las partes, el

Acta Nº 617 (fs. 779/780, Expte. Nº 2099/95) daba cuenta de la existencia de un

contrato de cesión de derechos que quitaba toda aspiración de acceder -a los


sucesores- a la parte que les pertenece del inmueble. Que cuando la realidad

procesal demuestra que el bien inmueble corresponde sea adjudicado a los

herederos de Muchutti, ahí la incidentada y su hermana producen la aparición

del mencionado contrato de cesión.-

Advierte que adjunta un mero instrumento privado, insuficiente

para transmitir derechos sobre inmuebles y oponerlo a terceros, con firma

certificada por la misma escribana, por el mismo acta e igual fecha pero

refiriendo a una fracción de inmueble y por otro valor.-

Que resulta ilógico rechazar el planteo cuando las propias

constancias de autos dan cuenta de que una de las dos actas, o ambas, son

necesariamente falsas porque pretenden certificar instrumentos privados de

contenidos diferentes.-

Entiende que se debió hacer lugar al incidente por cuanto se

tiene por acreditado el cúmulo de irregularidades formales, legales,

reglamentarias y hasta autocontradicciones del documento. Que se debió

repartir la carga probatoria, debiendo la incidentada desvirtuar o dar explicación

suficiente de tales irregularidades.-

Que la demandada aspira a quedar como única propietaria de un

inmueble de muchísimo valor, cuando la transferencia de derechos sobre bienes

inmuebles se halla revestida de formas muy rigurosas que ni remotamente reúne

el falsario instrumento en cuestión.-

Reitera conceptos, culmina con petitorio de estilo.-

III. 1.- Como cuestión previa, resulta pertinente dejar aclarado

que habiendo celebrado el negocio cuestionado antes del 01/08/2.015, es decir,

con anterioridad a la entrada en vigencia del Código Civil y Comercial de la

Nación, el análisis realizado por el a-quo conforme las pautas normativas del

Código Civil de Vélez, resulta correcto.-


Asimismo, habiéndose iniciado las actuaciones en el año 2.016,

no resultan aplicables las disposiciones contenidas en la Ley 2559-M que entró

en vigencia el 01/08/2017, en lo atinente a la interposición y trámite del presente

incidente de redargución de falsedad.-

2.- Determinado lo anterior, expuestos los agravios en la forma

precedente y luego de analizadas las constancias de la causa, se concluye en

que la decisión en crisis debe ser confirmada.-

Inicialmente cabe precisar que falsedad de los instrumentos,

sean públicos o privados, puede ser material o ideológica. La primera, a su vez,

puede ser: a) absoluta, cuando la persona que se indica como interviniente en el

acto es ajena a él, ya sea el oficial público, en los instrumentos públicos, o uno

de los firmantes, en los instrumentos privados (caso de firma falsa), y b) relativa

o parcial, cuando el instrumento ha sido raspado o adulterado. Es decir, es la

que resulta de una falsificación o alteración en todo o en parte, cuando se

"fabrica" -falsedad por creación o elaboración- un instrumento público o privado,

su contenido, la firma y sello si lo hubiese (Esclapez, Redargución civil de

falsedad, Rev. Jus., v. 8, p. 18).-

La falsedad ideológica se refiere al contenido del instrumento, se

produce cuando las enunciaciones hechas en él no son verdaderas; la falsedad

puede provenir de la actitud dolosa de una de las partes intervinientes o tratarse

de una falsedad querida por ambas partes, como ocurriría en el caso de un acto

simulado. Este último supuesto se denomina falsedad intelectual, para

distinguirlo del anterior (Conf. Esclapez, Julio H., Redargución de falsedad, Jus,

Nº 8, p. 18; cit. por Roland Arazi, Código Procesal Civil y Comercial de la

Provincia del Chaco Ley 2559-M (antes 7950), Ed. Rubinzal- Culzoni, T. II,

2.018, p. 279).-
La jurisprudencia señala que la llamada intelectual, concierne a

la realidad de los hechos o actos que el oficial público declara acontecidos en su

presencia, en tanto la falsedad ideológica se refiere a las circunstancias que se

invocan o producen frente al oficial público, cuya autenticidad o sinceridad éste

no puede avalar (CNCom., Sala: B, Ediciones Tenerife SA s/Quiebra s/ Incidente de

integración de Aportes Societarios, Sent. Nº 57852/07, Mag.: Diaz Cordero, Bargallo,

05/06/08; Fuente: LD Textos). Es decir, la que surge de la alteración sustancial o

intrínseca en el contenido de un documento no falsificado materialmente. En

este caso, la falsificación no puede ser reconocida por ningún signo palpable

físico o material (Esclapez, Ob. cit., Rev. cit., p. 21). El documento es auténtico

en su forma, resultando falso en su contenido, circunstancia que puede

sobrevenir no sólo con relación a los instrumentos públicos, sino también con

referencia a los privados (Cám. 2º, Sala I, La Plata, causa B-50.352, reg. sent.

6/82; Conf. Morello, Sosa y Berizonce, Códigos Procesales, T. IV-A, Ed. Platense

1991, p. 463). Partiendo de esa distinción se ha declarado que el trámite

incidental que establece el artículo 393 de la legislación adjetiva (art. 373 C.P.C.

Chaco, hoy art. 381) se circunscribe al supuesto de falsedad material del

instrumento, de modo que si se ataca el mismo de falsedad ideológica, la vía no

puede ser otra que la acción civil o criminal prevista por el art. 993 del Código

Civil (hoy art. 296 CCCN) (Cám. 1º, Sala I, La Plata, causa 192.936, reg. sent.

221/85; Conf. Morello, Sosa y Berizonce, Códigos Procesales, T. IV-A, Ed.

Platense, 1.991, p. 463).-

En el caso, se está ante un instrumento privado (cesión de

derechos y acciones) con firmas certificadas, que de conformidad al inc. 2 del

art. 979 del CC, la certificación notarial de las firmas constituye un instrumento

público. Cabe aclarar que la autenticación de la firma por un escribano no

equivale a autorizar el texto escrito del acto privado que le antecede, sino que se
refiere exclusivamente a la certificación de su autenticidad (Conf. carlos J.

Colombo y Claudio M. Kiper, Código Procesal Civil y Comercial de la Nación,

anotado y comentado, Ed. La Ley, 2.006, T. IV, p. 186).-

Asimismo, el art. 112 de la Ley Orgánica del Ejercicio de la

Profesión Notarial Ley Nº 2212 dispone que "la autenticación de firmas e

impresiones digitales...tiene por objeto asegurar la legitimidad de la firma o

impresión digital y sus efectos no se extienden a la autenticación del contenido

del documento, ni hacen perder a este su carácter de privado".-

De conformidad a lo expuesto, cuadra señalar que lo relativo a la

pertenencia (o no) del inmueble objeto de la cesión de derechos con firmas

certificadas al acervo hereditario del causante Alberto Muchutti, a la demora de

la incidentada en el acercamiento del instrumento cuestionado a conocimiento

de las partes y si el mismo resulta suficiente -o no- para transmitir derechos

sobre inmuebles y oponerlos a terceros, son cuestiones que deberán ser

resueltas en la causa principal, Expte. Nº 8688/12, caratulada Rodríguez

Márcico, María Julia s/Inc. de Exclusión de bienes", en razón de habérselas

planteado allí y exceder el marco normativo del presente incidente.-

En cuanto al análisis del instrumento en consideración, cabe

mencionar que se trata de una cesión de derechos y acciones sobre el inmueble

ubicado en parte del Campo Las Palmas Zona Río Oro Partido Bermejo de la

Provincia del Chaco, designado como Parcela 101 de la Circunscripción IV y con

una superficie total de 887 Has., 69 As. y 65 Cas., otorgado por la Sra. Martha

Cecilia Rodríguez Márcico por sí y en representación de su cónyuge Alberto

Muchutti -mediante Poder General de Representación celebrado por Escritura

Pública Nº 23, de fecha 07/09/93- a favor de la Sra. María Julia Rodríguez

Márcico, quien expresa haber abonado por la operación en trato la suma de

$115.310. Dicho instrumento privado posee lugar y fecha de celebración en


Barranqueras el 05/08/95 y cuenta con firmas certificadas por la Escribana

Carmen Comodeca de Lugón (ver documental reservada en sobre Nº 8688/12

C, pertenenciente al Expte. Nº 8688/12, que por este acto se tiene a la vista).-

Se observa además que: a. la certificación de las firmas se llevó

a cabo en Actuación Notarial Anexo A 0008568; b. al final del instrumento

privado se indica "certificación en Anexo 0008568" y obra sello y firma de la Esc.

Comodeca de Lugón; c. la cesión de derechos y acciones se encuentra ligada al

Anexo 0008568 por el sello de la Escribana Comodeca de Lugón; d. se

instrumentó por Acta Nº 617, folio 187 del Libro VI de Certificaciones de Firmas e

Impresiones Digitales, indicándose que el documento que antecede refiere a una

Transferencia de derechos y acciones, sobre fracción de bien inmueble; e. en el

Anexo A 0008568 se indica que se llevó a cabo en la localidad de Barranqueras

el 05 de agosto de 1.995 y que las firmas fueron puestas en su presencia por las

personas que identifica: Martha Cecilia Rodríguez Márcico de Muchutti LC

5.723.499 y María Julia Rodríguez Márcio DNI 12.477.313.-

Que a fs. 818/819 del Expte. Nº 2099/95, caratulado "Muchutti

Alberto s/Sucesorio Ab-Intestado", obra fotocopia certificada del Acta 617 del año

1995 del Protocolo Notarial de la Escribana Comodeca de Lugón y a fs. 832/833

y 835 y vta., obra informe de Inspectoría Notarial sobre la misma, llevada a cabo

por la Escribana Gladys Miró de Almirón.-

Teniéndose a la vista tales constancias y lo reglamentado por la

Ley Orgánica Nº 2212 (arts. 20 y 105 a 114), en particular que el artículo 108

determina que las actas deberán contener: número de orden, lugar y fecha;

nombre y apellido del requirente o requirentes; opcionalmente referencias a

documentos de identidad; Fe de conocimiento; formulación del requerimiento e

individualización suscinta del documento o documentos en que se estampan las

firmas o impresiones digitales a autenticar; firma o impresión digital del


requirente o requirentes y firma y sello del Escribano; no se advierte que el

instrumento en cuestión haya sido adulterado.-

Es que si bien en el Anexo A 0008568 se consignó que:

"Documento que antecede: Transferencia de Derechos y Acciones, sobre

fracción de Bien Inmueble" surgiendo de las constancias obrantes en el Libro de

Certificacion de Firmas que, por el Acta Nº 617 las partes "solicitan que les

certifique sus firmas en un contrato de Cesión de Derechos y acciones por el

importe de $40.000, sobre un bien inmueble ubicado en la Provincia del Chaco"

(ver fs. 779 vta./780, Expte. Nº 2099/95), ello no resulta suficiente -tal como

expresa el a-quo- para determinar la falsedad del acto o que se tratan de dos

actos distintos -como alega la recurrente-.

Que la disidencia, que resulta incuestionable, sobre el monto

consignado en el instrumento privado y el indicado en el Acta Nº 617 y la

referencia a si se trata de "un bien inmueble" o "fracción de bien inmueble" no

resultan suficientes para desacreditar la actuación notarial que sólo se limitó a

dar Fe de las firmas insertas en el documento, y no del contenido del mismo.-

Se remarca que lo expuesto en el Acta Nº 617 fue lo expresado

por las partes y no un hecho constatado por la Escribana Comodeca de Lugón.-

De todo lo expuesto se extrae que sólo se tiene la diferencia

entre ambas constancias, que deberá ser dilucidada en la causa sobre exclusión

de bienes; y que no existe prueba alguna que desacredite la actuación llevada a

cabo por el oficial público.-

Cabe señalar que la jurisprudencia, en casos como el presente,

ha precisado que "para nuestra legislación, los hechos realizados por un

funcionario público,...hacen plena fe en tanto no sean redargüidos de falsos y

quien los impugna debe demostrarlo en forma contundente, irrecusable e

indubitable, ya que en caso de duda debe estarse por la verdad de los mismos"
(Municipalidad de Balcarce c/ Elizondo Marta s/ Incidente de Nulidad de

Notificación y Redargución de falsedad e/a: Elizondo c/ Municipalidad de

Balcarce s/ Daños y Perjuicios", Mag. votantes: De Carli-Font; Fuente LDTextos)

y que "la prueba que tiende a demostrar la falsedad de un instrumento público

debe tener entidad tal que produzca la convicción necesaria para revertir la

presunción de legitimidad y veracidad que emana de dicho instrumento por su

propia naturaleza..." (CNCiv, Sala K, Benincasa Carlos Norberto c/Nistico

Salvador Antonio y otros s/ Incidente, Sent. Nº 151233, 23/08/94; "Zeneca S.A.

Incidente de redargución de falsedad c/ E.N. (M.E. y O.S.P.) SAP y A. Res.

190/96 y 191/96 y otro s/ proceso de conocimiento; Buján Coviello, 17/07/2001,

CNCont. Adm. Fed. Sala I, Exp. Nº 8595/2001) (Fuente LDTextos). Por lo que,

no existiendo pruebas que denoten lo contrario y ante la duda o la existencia de

diferencias entre los datos consignados, prevalece lo asentado en el Acta

Notarial Nº 617.-

Asimismo, se tiene dicho que "si el escribano no manifestó haber

presenciado la entrega de dinero con motivo de la compraventa, que el pago se

haya realizado fuera de la escribanía con anterioridad al acto o que las partes no

hayan sido sinceras al respecto excede el ámbito de la redargución de falsedad,

pues en este incidente sólo está en juego la sinceridad de lo afirmado por el

oficial público" (Colombo-Kiper, ob. y t. cit., p. 173), lo que mutatis mutandi

resulta de aplicación al sub lite, en el sentido que lo que da Fe es de las firmas

pero no del contenido del instrumento.-

Por otro lado, cabe advertir que si bien en el art. 373 del CPCC

-que regía al momento de entablarse la acción- no se exige la citación del

escribano público (lo que si ocurre en el actual art. 381 CPCC y en el art. 395 del

CPCN), la doctrina destaca la importancia de su intervención, señalando que no

podría declararse la falsedad del instrumento, con las consiguientes


responsabilidades del fedatario, sin habérsele concedido oportunidad de defensa

y prueba, hallándose ello vinculado al carácter indivisible de la declaración

intentada, por cuanto no puede sostenerse su falsedad con relación a las partes

y su autenticidad respecto del autorizante (idem, p. 176).-

En relación a las restantes falencias alegadas por la recurrente,

es dable reiterar lo destacado por el informe de la Inspectoría Notarial, en torno

a que si bien se observa que "no consta que las firmas fueron coetáneas en el

contrato privado y en el acta de certificación art. 110 L. 2212...en las demás

actas tampoco se verifica ello", lo que permite inferir que ello era una modalidad

de la oficial pública; que "no consta si el documento privado lo redactó el

interesado o lo fue por la Escribana, si se previno resposición de sellado, ni

cuantos ejemplares se firmaron. Estos requisitos son de práctica, no exigidos

legalmente"; y en cuanto a que no consta en número de actuación notarial en

que se realizó la certificación del documento privado o número de marbete que

se anexará al mismo, tal requisito fue exigible legalmente recién a partir de la

Resolución Nº 35/98 del Colegio de Escribanos (a partir del 15/07/98).-

Por lo tanto, no se advierte irregularidad alguna en el acta en

cuestión, máxime que se trata de una certificación de firmas llevada a cabo en el

año 1.995, es decir anterior a la citada resolución.-

Consecuentemente, en virtud de lo expuesto y a la normativa

aplicable a la fecha de los hechos, no se advierte que el Acta Notarial Nº 617

haya sido mal confeccionada o adulterada en cuanto a la certificación de firmas.-

A mayor abundamiento destaco que resultan contestes el Acta

Nº 617 con la documental reservada en sobre Nº 8688/12 C en que se trató de

una certificación de firmas impuestas en una Cesión de Derechos y Acciones

entre la incidentada y su hermana, quien compareció por sí y en representación

de su cónyuge conforme Poder General de Representación otorgado por Esc. Nº


23 por el Escribano Grossi, coincidiendo además en el lugar y la fecha.-

Corolario de lo expuesto, se confirma el decisorio en crisis con

costas a la recurrente vencida (art. 83 del CPCC).-

La regulación de honorarios se difiere para la oportunidad en

que se fijen los de la instancia anterior.-

Por los fundamentos expuestos, la Sala Cuarta de la Cámara de

Apelaciones en lo Civil y Comercial;

R E S U E L V E:

I.- CONFIRMAR la sentencia de fs. 75/83 vta. en cuanto fuera

materia de recurso.-

II.- IMPONER LAS COSTAS en la Alzada a la recurrente

vencida, difiriéndose la regulación de honorarios para la oportunidad prevista en

los Considerandos que anteceden.-

III.- NOTIFIQUESE, regístrese, protocolícese y oportunamente

vuelvan los autos al Juzgado de origen.-


Diego Gabriel Derewicki Dra. Marta Inés Alonso de Martina
Juez-Sala Cuarta Juez-Sala Cuarta
Cámara de Apel. Civ. y Com Cámara de Apel. Civ. y Com.

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