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Oscar Oszlak
Desarrollo Económico, Vol. 21, No. 84. (Jan. - Mar., 1982), pp. 531-548.
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http://links.jstor.org/sici?sici=0046-001X%28198201%2F03%2921%3A84%3C531%3ARSLFDE%3E2.0.CO%3B2-E
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Mon Jan 28 16:28:04 2008
OSCAR OSZLAK**
dictados por las exigencias del sistema en el sentido de quienes eran reconoci-
productivo que encarnaba la idea del dos como integrantes de una comunidad
Progreso. política, sino más bien de quienes eran
Es importante observar que en la in- considerados legítimos miembros de la
tención de los hombres de la organización nueva sociedad, es decir, de quienes te-
nacional, "regularizar" -o, en sus térmi- nían cabida en la nueva trama de rela-
nos, "regenerar9'- no significaba resti- ciones sociales.
tuir a la sociedad determinadas pautas El "orden" también tenía proyeccio-
de relación y convivencia ni regresar a nes externas. Su instauración permiti-
un "orden" habitual momentáneamente ría obtener la confianza del extranjero en
disuelto por los enfrentamientos civiles, la estabilidad del país y sus instituciones.
sino imponer un nuevo marco de organi- Con ello se atraerían capitales e inmi-
zación y funcionamiento social, coheren- grante~, dos factores de la producción
te con el perfil que iban adquiriendo el sin cuyo concurso toda perspectiva de
sistema productivo y las relaciones de progreso resultaba virtualmente nula.
dominación. Roto el orden colonial. el Hasta entonces no se registraba un flujo
proceso emancipador había desatádo significativo de capital extranjero y la
fuerzas centrífugas que desarticulaban corriente inmigratoria no había sido obje-
una sociedad que pretendía ser nación, to de una deliberada política guberna-
sin que las diversas fórmulas ensayadas mental.
hubieran conseguido establecer un nuevo Pero lo más importante para nuestro
orden. Por eso, el orden se erigía en análisis es que la instauración del "or-
la agenda de problemas de la sociedad den", además de producir una profunda
argentina como cuestión dominante. Re- reconstitución de la sociedad, significaba
suelta ésta podrían encararse con mayor dar vida real a un estado nacional cuya
dedicación y recursos los desafíos del existencia, hasta entonces, no se eviden-
progreso. Encontrar la mejor forma ciaba mucho mas allá de la formalidad
de organización social - d i r í a Fragueiro de un texto constitucional. El desorden
(1850)- constituye el problema de fon- y sus diferentes manifestaciones (enfren-
do: resuelto éste, "la carrera del progre- tamiento armado, caos jurídico, preca-
so" se efectuará "al paso del vapor y de riedad institucional, imprevisibilidad en
la electricidad". El "orden" aparecía así las transacciones) expresaban precisamen-
como la condición de posibilidad del te la inexistencia de una instancia articu-
"progreso", como el marco dentro del ladora de la sociedad civil que, en las
cual, librada a su propia dinámica, la nuevas condiciones históricas, sólo podía
sociedad encontraría sin grandes obstácu- estar encarnada en el estado. Luego de
los el modo de desarrollar sus fuerzas pro- cinco décadas de guerras civiles, los atri-
ductivas. Pero a su vez, el "progreso" se butos del estado argentino, el conjunto
constituía en condición de legitimidad de propiedades que le acordaban tal ca-
del "orden". rácter, sólo tenían vigencia en la letra
Por definición, entonces, el "orden" de la ley. De hecho, la Confederación
excluía a todos aquellos elementos que Argentina compartía con Buenos Aires
pudieran obstaculizar el progreso, el avan- el reconocimiento externo de su sobe-
ce de la civilización, fueran éstos indios ranía política. A su vez, el control insti-
o montoneras. Estas "rémoras" que difi- tucionalizado sobre los medios de coer-
cultaban el "progreso" eran todavía en ción era compartido por los catorce go-
1862 una amenazadora realidad presente, biernos provinciales, que se reservaban
vestigios de una sociedad cuyos parame- celosamente este atributo de dominación.
tros se pretendía transformar. Por eso, el A esta dispersión de la autoridad se con-
"orden" también contenía una implí- traponía la inexistencia o precariedad
cita definición de ciudadanía, no tanto de un aparato administrativo y jurídico
con alcances nacionales, otra de las for- la sociedad existente va perdiendo compe-
mas en que se materializa la existencia tencias, ámbitos de actuación, en los que
de un estado nacional. Bajo tales condi- hasta entonces había resuelto a través
ciones, tampoco podía esperarse que el de diferentes instancias y mecanismo's
estado confederado desarrollara la capa- las cuestiones que requieren decisiones
cidad de generar símbolos reforzadoies colectivas de la comunidad. O sea, el
de sentimientos de pertenencia y solida- estado subroga -transformándolos en
ridad social, esencial mecanismo ideoló- "públicos" y "generales7'- intereses y
gico de dominación. funciones propios de los particulares, de
Cada una de estas propiedades remite a las instituciones intermedias (como la
la existencia de un "orden" en los dife- Iglesia) o de los gobiernos locaies. En ese
rentes planos de la vida social organizada. mismo proceso, la sociedad va alterando
Soberanía externa indisputada, autoridad sus referentes institucionales y el marco
institucionalizada en todo el ámbito terri- habitual para el desarrollo de la actividad
torial, respaldada por el control monopó- social.
lico de la coerción; diferenciación e inte- Esta enajenación de facultades por el
gración del aparato institucional y centra- estado en ciernes adopta diversas moda-
lización jurídico-legislativa; creación sim- lidades. En parte, consiste en adquirir
bólica de consenso como fundamento el monopolio de ciertas formas de inter-
legitimador de la supremacía del estado vención social reservadas a la jurisdicción
sobre toda otra instancia de poder alter- de los gobiernos locales. En parte, tam-
nativo; tales los senderos a recorrer, las bién, en una invasión por el estado na-
cuestiones a resolver. en el simultáneo cional de ámbitos de acción propios de
proceso de "ordenar" la sociedad y llenar los "particulares". En parte, finalmente,
de contenido a los atributos del estado. en la delimitación de nuevos ámbitos
operativos que ningún otro sector de la
sociedad está en condiciones de atender.
Dominium sea por la naturaleza de la actividad o la
magnitud de los recursos involucrados.
El triunfo de Pavón, que confirmó la Esta última modalidad no implica estric-
hegemonía de Buenos Aires sobre el resto tamente una expropiación funcional, sino
del territorio argentino, allanó a partir más bien la apertura de nuevos espacios
de 1862- el camino para la definitiva de actuación que hace posible, por su
organización del estado nacional. Sobre formidable concentración de poder y re-
la base de una inestable coalición y a par- cursos materiales, la existencia del estado
tir de los recursos y organismos de la nacional. Esta existencia, entonces, (1)
provincia porteña, el gobierno surgido de exige replantear los arreglos institucio-
Pavón comenzó a desplegar un amplio nales vigentes desplazando el marco de
abanico de actividades que poco a poco referencia de la actividad social de un ám-
afianzarían el dominio institucional del bito local-privado a un ámbito nacional-
estado. público; y (2) crea la posibilidad de re-
Desde un punto de vista analítico, la solver, mediante novedosas formas de in-
existencia y desarrollo de estas institucio- tervención, algunos de los desafíos que
nes nacionales pueden ser observados plantea el paralelo desarrollo de la so-
como resultado de un proceso de "ex- ciedad.
propiación" social. Es decir, su creación
y expansión implican la conversión de En la experiencia argentina, el estado
intereses "comunes" de la sociedad civil nacional surgido de Pavón no adquirió
en objeto de interés general y, por lo tan- au tornáticamen te sus atributos como con-
to, en objeto de la acción de ese estado secuencia del triunfo militar, sino que de-
en formación. A medida que ello ocurre, bió luchar por constituir un dominio en
fueron otros (v.g. cuero, lanas y, en me- tina, la tajante dicotomía que propone
nor medida, tasajo) y transcurrieron mu- requiere, en este caso, ser matizada. His-
chos años antes de que lo que ahora lla- tóricamente, la clase dominante argentina
mamos "bienes salario" (v.g. carne y se constituyó y reconstituyó a partir de
trigo) se convirtieran en el origen de algu- miembros de diversos y cambiantes sec-
nas de las contradicciones centrales de tores de actividad. Durante la etapa de
la economía y la política argentinas. las guerras de la independencia, fue visi-
ble -tal como lo señala la proposición
general de Mosca- el liderazgo ejercido
Estado y clases por la casta militar en los esfuerzos de
centralización del poder. Sin embargo,
El análisis precedente pone de mani- los comerciantes criollos también tuvie-
fiesto otra arista poco estudiada del pro- ron un papel destacable dentro del carn-
ceso de formación estatal: la vinculación biante escenario político de esos años.
entre este proceso y la constitución de Tampoco fue desdeñable la influencia
clases sociales. La historiografía argen- de los hacendados y de los intelectuales
tina aún carece de una adecuada caracte- (o elite letrada, como prefiere llamarlos
rización de la estructura de clases -parti- Halperín), aunque su gravitación crece-
cularmente, de la clase dominante- y su ría en las décadas siguientes.
evolución a través del extenso periodo
que demandó la consolidación del estado La terminación de las guerras de
nacional5. Sin mayor pretensión que emancipación nacional redujo la signifi-
aportar algunas reflexiones a esta impor- cación del mérito militar y el comando
tante temática, quisiera destacar dos de efectivos como base de poder. Gue-
aspectos diferentes, aunque íntimamente rreros desocupados y en disponibilidad
relacionados entre sí: (1)la composición se enrolaron en uno u otro bando du-
y transformación de la clase dominante; y rante la larga etapa de lucha facciosa,
(2) el papel del estado en la estructura- desdibujándose el papel de los milita-
ción de clases sociales. res como presencia corporativa dentro
de la clase dominante. A la vez, con la
Con relación al primer aspecto, Gaeta- lenta aunque creciente diferenciación
no Mosca (1939), en su célebre La clase de la sociedad, fueron surgiendo grupos
gobernante, sostenía que en sociedades (v.g. comerciantes, saladeristas, laneros)
primitivas, que se hallan todavía en eta- cuyo poder económico llevó a muchos
pas tempranas de organización, el valor de sus miembros a ejercer influencia o
militar es la cualidad que más rápida- asumir un papel protagónico en la esce-
mente abre acceso a la clase política o na política local y nacional. En una eki-
clase gobernante. Esta observación es par- pa más avanzada del proceso de organi-
ticularmente aplicable, según este autor, a zación nacional comenzaría a produ-
pueblos que recién entraron en la etapa cirse una implantación de estos grupo:
igraria y han alcanzado un cierto grado económicos en múltiples sectores de
de civilización; allí, la clase militar es la actividad, lo cual -desde el punto de
clase gobernante. Pero a medida que vista de nuestro análisis- dificulta una
avanza la "civilización del progreso" y
aumenta la renta del suelo - c o n el corre-
lativo incremento de la producción y el S La inadecuada caracterización de la clase
OSCAR OSZLAK
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burguesas, en las que se alternaban las políticas. La unidad nacional fue siempre
fracciones políticas dominantes de Bue- el precio de la derrota de unos y la con-
nos Aires y a las que gradualmente se sagración de privilegios de otros. Y el
incorporaban sectores de las burguesías estado nacional, símbolo institucionai de
del interior. La falta de acuerdo sobre esa unidad, representó el medio de ruti-
una fórmula política que asegurara el con- nizar la dominación impuesta por las
trol de la renovación de autoridades se armas.
manifestó entonces en la persistencia de
la lucha entre facciones y el recurrente
surgimiento de fuerzas contestatarias. Zonas de la ciudad de Buenos Aires en
Aunque estas circunstancias pusieron a las que tuvieron lugar los combates más san-
grientos que en 1880 enfrentaron a fuerzas del
menudo a prueba su viabilidad, el estado gobierno nacional y la Provincia de Buenos
nacional pudo consolidar su presencia Aires.
institucional a través de diversos meca- En su primer mensaje presidencial al Con-
nismos de penetración en la sociedad que, p e s o , Roca haría la obligada referencia que en
al tiempo que aumentaban su legitimidad su momento efectuaran Urquiza y Mitre: "Pa-
rece que fuéramos un pueblo nacido recién a la
y poder, tendían a la institución de un vida nacional, pues tenéis que legislar sobre
nuevo orden. todo aquello que constituye los atributos, los
medios y el poder de la Nación". Si las pala-
No vale la pena reiterar las diversas bras eran otras, el espíritu era el mismo.
modalidades con que se manifestaron la
represión y control de las situaciones pro-
vinciales, la cooptación de aliados políti-
cos, la articulación y garantía de las acti-
vidades económicas o la difusión de me-
canismos de control ideológico. Sólo BIBLIOGRAFIA
importa destacar que a través de ellas, el
estado fue apropiando nuevos ámbitos ALVAREZ Juan (1910): Historia de la prouin-
cia de d n t a Fe (Buenos Aires).
operativos, redefiniendo los límites de la ANGUEIRA, María del Carmen (1978): "El
acción individual e institucional, despla- proyecto confederal y la formacion del
estado nacional argentino 1852-1862". tesis
zando a la provincia como marco de refe- de maestría Fundación Bariloche.
rencia de la actividad social y la domi- ANSALDI Waldo (978): "Notas sobre la
formación d e la burguesía argentina 1780-
nación política. Por medio de este pro- 1880'' trabajo presentado al V ~ i m p ' o s i od e
~ i s t o r i a Económica d e America Latina,
ceso de centralización del poder y descen- Lima-Pení, 5-8 abril.
tralización del control, el estado fue ECHEVERRIA, Esteban (1846): Dogma Socia-
lista (Buenos Aires. ed. 1948).
afianzando su aparato institucional y en- ETCHEPAREBORDA; ~ o b e r t ó (1978): "La
sanchando sus bases sociales de apoyo, estructura socio-politica argentina y la
Generación del Ochenta". Lgtin American
desprendiéndose poco a poco de la tute- Research Review. vol. XIII. No 1.
la de Buenos Aires. La consolidación defi- FRAGUEIRO.
argentinas
ano ,(1850 : Cuestiones
Buenos Anes, Solar-Hachette
nitiva sobrevino, precisamente, cuando el (ed. 19765.
HALPERIN DONGHI n i i i o (1980): Proyecto
estado consiguió "desporteñizarse", puri- y construcción d e una nación (Argentina
ficando en el fuego de las armas el estig- 1 8 4 6-1 880). . (Biblioteca
. Ayacucho. Cara-
a).
ma de una tutela ya inadmisible. Por eso MOSCA. Gaetano (1939): The Ruling Class.
puede decirse que sobre las cenizas de O'DONNELL Guillermo Jf977): "Apuntes
Puente Alsina y los Corrales8, el presiden-
EJ una tgoria del estado Doc. CEDESIG.
CLACSO No 9 , Buenos Aires:,
OSZLAK Oscar (1978): "Formacion histórica
te Roca intentaría una "tercera funda- del e&do e n America Latina: elementos
ción" del estado 9. teórico-metodológicos para su estudio".
Estudios CEDES. vol. 1 , No 3 .
Hay un sino trágico en este proceso OSZLAK Oscar (1981): Orden y progreso:
&sav&s sobre la formación histórica del
formativo. "La guerra hizo al estado y el estado argentino (mimeo. de próxima
'
publicación).
estado hizo la guerra". La "unión nacio- SABATO, Jorge Federico (1979): ','Notas sobre
nal" se construyó sobre la desunión y la formacion d e la clase dominante en la
Argentina moderna (1880-1914)", Buenos
el enfrentamiento de pueblos y banderías Aires, CISEA.