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LA FE
En Marcos 5: 25-34 se habla acerca de una mujer que padecía de flujo de sangre y
que fue sanada por la fe que tenía. Pero la fe que ella tuvo nació cuando "oyó hablar
de Jesús" (verso 27) ¿Pero que oyó hablar de Jesús? Es razonable decir que ella oyó
que limpiaba leprosos, sanaba a los enfermos, resucitaba a los muertos, alimentaba
a la gente, perdonaba a los pecadores y hacia toda clase de bien. Las promesas en
la Biblia son el lenguaje del amor de nuestro Padre celestial que nos garantiza que
cumplirá sus más profundos deseos si le creemos y obedecemos a su palabra.
2. La fe viene cuando sabemos que Dios no se puede negar a sí mismo. "Él no puede
negarse a sí mismo." (2 Timoteo 2:13). El amor de Dios es tan grande que no se
puede negar a dar perdón a aquel que suplicante viene a Él a pedirle perdón. El amor
de Dios es tan grande que no se puede negar a dar sanidad a aquel que le dice
humillado "Si quieres puedes limpiarme" la respuesta de Dios es tan pronta que dirá
sin pensarlo dos veces "Quiero ser limpio". El Amor de Dios es tan grande que no se
puede negar a dar sus bendiciones si buscamos primeramente su reino y
justicia. Puedes estar seguro que jamás Dios te negara su cariño, consuelo, amor,
salud, perdón y bendiciones en esta vida si le pides con corazón arrepentido,
humillado y con la confianza de un niño a Aquel que es todo amor.
Prometer es una de las palabras clave del lenguaje del amor. Prometer es empeñar
uno a la vez su poder y su fidelidad.
2. Las promesas de Dios están garantizadas por su poder Divino (Romanos 4:21)
4. Las promesas de Dios son de valor infinito (2 Pedro1:4) como para dudar, dudar
de dios es decir que Él es mentiroso.
Pablo tenía un aguijón en su carne y Dios no se lo quito a pesar de que Pablo le rogó
tres veces a Dios que se lo quitase; pero téngase bien en cuenta que Pablo era un
hombre de fe y cada vez que rogaba a Dios obtenía una respuesta. Pablo no se
quedó resignado a vivir con ese aguijón así que rogó una vez a Dios y Él le negó,
rogó por segunda vez y Dios le volvió a negar. Pablo volvió a rogarle una tercera
vez y en esta ocasión Dios también le negó. La respuesta de Dios en cada ruego fue:
"Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad." Solo cuando
Dios le negó la tercera vez es que el entendió que esa era la decisión soberana de
Dios; pero también decisión amorosa me atrevo a decir, porque guardaría a Pablo
del orgullo y la exaltación. (2Corintios 12:7-9) Si tenemos alguna necesidad y le
pedimos a Dios que nos ayude y Él nos niega y sabemos de ello, debemos insistir
por lo menos dos veces más como Pablo lo hizo, si a la tercera nos niega quiere decir
que así lo decidió Dios, pero repito es una decisión de amor. Siendo que los labios
mentirosos son una abominación a Jehová (Proverbios12:22) y Él no tiene comunión
con el diablo (el padre de la mentira) ¿Cómo podremos dudar de la veracidad de
Dios? ¿Acaso bromea contigo Aquel que dijo que no es hombre para que mienta?
8. Por el valor que tenemos (Mateo 6:28; 10:29-31; Mateo 12:11-12) Alguien escribió:
"¿Crees que el Sol existe cuando no lo ves por causa de una nube?; entonces no
dudes de la bondad de Dios para contigo, cuando parece que él esconde su rostro."
1. Poner a prueba (no en duda) a Dios y sus promesas (Malaquías 3:10) El clamor del
cielo dice: "probadme."
2. Esperando en Fe con paciencia (Hebreos 6:12-18) ¿Qué es lo que nos lleva a
esperar con paciencia? Que Dios nos de su palabra. Y su palabra ya se dio, así que
cumplirá con sus promesas.
3. Pidiendo en oración en el nombre de Jesús por cosas específicas de acuerdo a su
voluntad. ¿Qué significa usar el nombre de alguien? Si vamos al banco con un cheque
firmado por un multimillonario, eso es usar su nombre. Podemos recibir el dinero
tan fácilmente como él podría hacerlo. De la misma manera, Jesucristo nos da su
nombre para usarlo. Así que cuando oramos en nombre de Cristo, significa que
podemos prevalecer tanto como él podría hacerlo. Recibimos tanto como el
preciosos hijo de Dios recibiría si orar por las mismas cosas". (Lea También Juan
14:13; Mateo 7:7-11; 1Juan 5:14-15; Filipenses 4:6).
4. Obedeciendo su palabra (1Juan 3:22)
5. Perseverando (Mateo 15:21-28; Génesis 32:22-31)
6. Importunando (Lucas 11:5-8)
EL HOMBRE DE FE.
1. Tiene una paz que sobrepasa todo entendimiento (Filipenses 4:7; Marcos 4:35-41;
Isaías 26:3)
2. No tiene temor de malas noticias (Salmos 112:7-8)
3. No tiene temor de la ira de los hombres (Hebreos 11:27) "Tú fuiste hecho para no
tener miedo jamás"
4. Sacan fuerza de debilidad (Hebreos 11:34)
5. Están firmes (Salmo 125:1)
6. Son osados (Josué 10:12-14)
7. Ponen en acción la fe con expectativa cuando es necesario (1Reyes 18:41-45)
8. Tienen un espíritu de victoria (Números 13:30-33)
9. Están quietos y ven la salvación de Dios cuando se debe esperar (2Cronicas 20:15-
17) Puedes creer las promesas de Dios o las mentiras de satanás.
Pero algo tienes que creer y tú decides que vas a creer. ¿A quién prestarás oído a
las palabras de Aquel que es verdadero y fiel o al diablo que es el padre de la
mentira? "Cada promesa de la escritura es un escrito de Dios, y por cada una de ellas
se puede suplicar delante de El con este pedido razonable: has como Tú has dicho.
El creador no defraudará a su criatura que depende de la verdad de Dios; y mucho
menos, el Padre celestial no romperá su palabra con su hijo. Acuérdate de la palabra
dada a tu siervo en la cual me has hecho esperar, es el ruego más común. Es un doble
argumento: es tu palabra, ¿no la guardaras? ¿Por qué has hablado de ella si no la vas
a hacer efectiva? Tú me has hecho esperar en ella; Te pregunto: ¿Defraudarás la
esperanza que has engendrado en Él?"
6. NO TEMAS
¿QUE ES EL TEMOR?
"Pasión del ánimo, que hace huir o rehusar aquello que se considera dañoso,
arriesgado o peligroso. Recelo de un daño futuro".
¿Cuál es tu miedo?
Más que huir y resistir el miedo, lo que necesitas es entenderlo, aceptar su existencia,
y actuar a pesar de él.
Si hay algo que satanás más le interesa es causarte miedo, odia que no le temas a él,
ni las dificultades que él pone para destruirte.
2. Acepta que el miedo es una respuesta normal a tu desarrollo personal. Cada vez
que quieres crecer, que quieres tomar una decisión importante, que quieres salirte
de tu lugar de comodidad, sentirás miedo ya que este quiere protegerte de lo
desconocido. No te critiques por tus miedos, ríete de tus miedos y acéptalos, todos
los tienen.
3. Mantén un Diario de tus miedos. En este diario, haz una lista de tus miedos.
Cuando piensas en tus metas, ¿qué miedos te llegan a tu mente? haz una lista de
ellos (miedo al rechazo, al fracaso, tomar riesgos, etc.) y escoge uno de ellos para
enfocarte cada semana.
Las respuestas a estas preguntas te darán una clara indicación de si debes controlar
tu reacción al miedo o permitir que este te robe tus sueños.
4. Investiga y reflexiona sobre el objeto que te provoca temor. Mientras más sepas
acerca de él, menos inseguro te sentirás en su presencia.
5. Enfrenta el miedo cara a cara en el Nombre de Jesús. Pero hay que compartirlos
con alguien maduro en la fe, es bueno, ya que de esta forma uno se siente animado
a enfrentar los miedos en el Nombre de Jesús.
6. Ridiculiza tu temor. ¿Cómo temer si Dios está contigo? Una forma efectiva es
ridiculizando tu temor, es una técnica altamente efectiva. Ridiculizando un temor
estás quitándole importancia y haciéndole más accesible para ser superado, sobre
todo si ridiculizas tu temor por escrito o hablado, sería bueno incluso que lo hagas
delante de amigos y/o te grabes en video y lo veas.
Cada vez que actúes a pesar de tus miedos es un triunfo, estas rompiendo tus
cadenas y tomando control de tu vida.
LOS HEROES DE LA FE, TAMBIÉN TUVIERON MIEDO
La Biblia nos provee muchos ejemplos, de personas que enfrentaron sus miedos en
el poder del Señor. Muchos de los héroes de la fe, aquellos que la Biblia nos lo da
como modelos a imitar, tuvieron que enfrentar sus miedos. Por ejemplo, Pablo,
enfrentó muchos miedos. En 2 Corintios 7:5, él escribió: "Cuando llegamos a
Macedonia, nuestro cuerpo no tuvo ningún descanso, sino que nos vimos acosados
por todas partes; conflictos por fuera, temores por dentro". Pero Dios siempre ayudo
a Pablo porque el confiaba en su salvador.
David también tuvo miedos, muchos de los cuales los enfrentó en tiempos de intenso
sufrimiento, pero en el Salmo 34:4-6, él escribió: "Busqué al Señor, y él me respondió;
me libró de todos mis temores. Radiantes están los que a él acuden; jamás su rostro
se cubre de vergüenza. Este pobre clamó, y el Señor le oyó y lo libró de todas sus
angustias. Busqué al Señor, y él me respondió; me libró de todos mis temores."
En el mismo tono, Hebreos 13:6 dice: "Así que podemos decir con toda confianza: 'El
Señor es quien me ayuda; no temeré. ¿Qué puede hacerme el ser humano?'"