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Hoy seré dueño de mis emociones.

La marea sube, la marea baja. Pasa el invierno y llega el verano, declina el verano y
aumenta el frio. El sol sale, el sol se pone. La luna está llena, la luna está negra. Llegan los
pájaros y luego parten. Florecen las flores, las flores se marchitan. Se siembra la semilla, se
recoge la cosecha. La naturaleza toda es un ciclo de estados de ánimo y yo soy parte de la
naturaleza. Así como la naturaleza, mis estados de ánimo subirán y bajarán.

Hoy seré dueño de mis emociones.


Es una de las estratagemas de la naturaleza escasamente comprendida, que cada día
amanezco con estados de ánimo que han cambiado desde ayer. El gozo de ayer se
convertirá en la tristeza de hoy; sin embargo, la tristeza de hoy pasará a ser el gozo de
mañana. Dentro de mí hay una rueda que cambia constantemente de la tristeza al gozo; de
los transportes de la alegría a la depresión, de la felicidad a la melancolía. Al igual que las
flores los capullos de gozo de hoy se marchitarán y abatirán, y sin embargo recordaré que
las flores secas de hoy llevan la semilla del pimpollo del mañana; así también, la tristeza de
hoy contiene la simiente del gozo del mañana.

Hoy seré dueño de mis emociones.


¿Y cómo dominaré éstas emociones para que cada día sea productivo?
Porque a menos que mi estado de ánimo sea el correcto, mi vida será un fracaso. Los
árboles y las plantas dependen del tiempo para florecer, pero yo elaboro mi propio
tiempo,… realmente lo llevo con migo.
Si yo les ofrezco a mis interlocutores lluvia, lobreguez, tinieblas y pesimismo, ellos
reaccionarán con tristeza, tinieblas y pesimismo y no me volverán a hablar. Si les ofrezco
gozo, entusiasmo, claridad y alegría, reaccionarán igual, y mi tiempo me producirá una
cosecha de logros y un granero de oro.

Hoy seré dueño de mis emociones.


¿Y cómo dominaré a mis emociones para que todos los días sean felices y productivos?
Aprenderé éste secreto de los siglos:
Débil es aquel que permite que sus pensamientos controlen sus acciones, fuerte es aquel
que compele a sus acciones que controlen sus pensamientos. Todos los días cuando
despierte, seguiré este plan de batalla antes de ser capturado por las fuerzas de la tristeza,
de la autocompasión y el fracaso:

 Si me siento deprimido, cantaré.


 Si me siento triste, reiré.
 Si me siento enfermo, redoblaré mi trabajo.
 Si siento miedo, me lanzaré adelante.
 Si me siento inferior, vestiré ropas nuevas.
 Si me siento inseguro, levantaré la voz.
 Si siento pobreza, pensaré en la riqueza futura.
 Si me siento incompetente, recordaré éxitos del pasado.
 Si me siento insignificante, recordaré mis metas.
Hoy seré dueño de mis emociones.
De aquí en adelante sabré que aquellos con habilidad inferior podrán estar siempre a su
nivel más alto, y yo no soy inferior. Habrá días que tenga que luchar constantemente
contra fuerzas que me desgarrarían. Aunque el desánimo y la tristeza son fáciles de
reconocer, hay otros pensamientos que se nos aproximan con una sonrisa y con un
amistoso apretón de manos, pero también pueden destruirnos. Contra ellos también debo
estar siempre alerta:

 Si se apodera de mí la confianza excesiva, recordaré mis fracasos.


 Si me siento inclinado a entregarme con exceso a la buena vida, recordaré hambres
pasadas.
 Si siento complacencia, recordaré mis competidores.
 Si disfruto de momentos de grandeza, recordaré momentos de vergüenza.
 Si me siento todopoderoso, procuraré detener el viento.
 Si alcanzo grandes riquezas, recordaré una boca hambrienta.
 Si me siento orgulloso en exceso, recordaré un momento de debilidad.
 Si pienso que mi habilidad no tiene igual, contemplaré las estrellas.

Hoy seré dueño de mis emociones.


Y con este nuevo conocimiento comprenderé y reconoceré también los estados de ánimo
de aquel a quien visite.
Toleraré su enojo y su irritación de hoy, porque él no sabe el secreto de dominar su mente.
Puedo resistir sus saetas e insultos porque ahora sé que mañana cambiará y será un gozo
visitarlo.
No juzgaré más a una persona por una sola visita. No dejaré de visitar de nuevo mañana a
aquel que hoy me demuestra odio. Hoy no comprará carrozas de oro por un centavo, sin
embargo, mañana canjeará su casa por un árbol. El conocimiento que tengo de este
secreto será la llave que me abre las puertas de la riqueza.

De aquí en adelante reconoceré e identificaré el misterio de los estados de ánimo de toda


la humanidad y en mí. Desde este momento estoy preparado para dominar cualquier tipo
de personalidad que se despierta en mí todos los días. Dominaré mis estados de ánimo
mediante una acción positiva, y cuando haya dominado mis estados de ánimo, controlaré
mi destino… hoy controlo mi destino… seré dueño de mi mismo.

Seré grande!!!

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