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La inteligencia

Es la capacidad de elegir, entre varias posibilidades, aquella opción más acertada para la
resolución de un problema. En este sentido, cabe distinguirla de la sabiduría, en tanto que
esta última es tan solo una acumulación de conocimiento, mientras que la inteligencia
implica hacer el mejor uso de un saber previo. No obstante, el modo para identificar la
cualidad de ser inteligente ha sido enormemente debatido.

Un criterio enormemente difundido es el llamado “cociente intelectual”. Consiste en un test


realizado para medir las capacidades cognitivas de una persona en función de su edad. A lo
largo de los años, los resultados obtenidos han mostrados alzas, por lo que ha sido necesario
modificar las formas de puntuación. Cabe señalarse que el primer test de este tipo publicado
obedeció a la necesidad de identificar estudiantes con dificultades para cubrir las demandas
escolares, aunque como es sabido, con posterioridad se utilizó para conocer a aquellos
alumnos que descollaban y se apartaban de la media.

Como alternativa nueva a estas valoraciones se erige la de Howard Gardner, que distingue
distintos tipos de inteligencias: la inteligencia lógica y matemática, que implica un uso de las
capacidades relacionadas con la aritmética y la lógica; la inteligencia lingüística y verbal, que
consiste en la correcta utilización del lenguaje; la inteligencia naturalista, que es la capacidad
para observar el entorno natural científicamente; la inteligencia intrapersonal, que es
nuestra capacidad para sopesar nuestro accionar; la inteligencia interpersonal, que consiste
en relacionarse socialmente; la inteligencia visual y espacial, que está ligada a la imaginación
y a la creación mediante imágenes; la inteligencia corporal, que consiste en la habilidad para
deportes y destreza física; y finalmente, la inteligencia musical, que es la capacidad de
expresar sentimientos a través de la música.

Sin lugar a dudas, las nuevas perspectivas en lo que respecta a la valoración del intelecto
son mucho más abarcativas y completas al evitar circunscribirse al plano lógico y
matemático; de hecho, la inteligencia emocional puede considerarse tanto o más importante,
en la medida que se relaciona con nosotros, con nuestros pares, y en definitiva, con nuestro
bienestar

Nuestras Ocho Inteligencias

Si pretendiésemos definir de una manera totalmente


abarcativa el concepto de “inteligencia” nos
encontraríamos por cierto con bastantes dificultades.
¿Es inteligente una persona que “aprende” con
facilidad? ¿Es aquél que recuerda textualmente todo
lo que lee y oye? ¿Es inteligente quien logra resolver
problemas difíciles? ¿El que le encanta estudiar? ¿El
que pasa sus horas leyendo y estudiando? ¿El que
responde más rápido las preguntas de sus profesores?
¿El que puede analizar una situación desde diferentes
puntos de vista?

Tal vez sea todo eso y..... mucho más. En un aspecto


muy importante ya no hay dudas entre los estudiosos
de la inteligencia humana:

todos los seres humanos somos inteligentes, pero con diferentes inteligencias
Tengamos en cuenta que cada uno de nosotros posee ocho inteligencias, de las cuales tal
vez una o dos estén más desarrolladas que las otras.

Las personas más exitosas son aquellas que conocen perfectamente sus fortalezas
intelectuales, las aprovechan al máximo y saben utilizarlas mejor que los demás. La clave
para ser más inteligente es APRENDER A APRENDER para aprender a pensar.

La palabra inteligente se origina del latín “inter” (entre) + “legere” (elegir). Por lo tanto,
podríamos afirmar que una persona es inteligente si logra desarrollar la capacidad de
comprender y analizar los fenómenos, ELIGIENDO EL MEJOR ENTRE VARIOS CAMINOS.

Las Ocho Inteligencias:

Veamos ahora cómo se puede elegir la mejor manera de abordar el análisis de un problema,
de acuerdo a las ocho inteligencias descriptas por el prestigioso investigador Howard
Gardner.

1. INTELIGENCIA LINGÜÍSTICA. Organiza y controla la habilidad de comunicación


oral y escrita. Se percibe en las personas que les gusta escribir, hablar en público,
comunicarse con los demás y encontrar las palabras adecuadas para cada situación.
2. INTELIGENCIA LÓGICO-MATMÁTICA. Esta habilidad intelectual es característica
de las personas que se manejan fluidamente con el cálculo, razonan con lógica y
prefieren el pensamiento concreto. Un buen ejemplo es el niño que ya a los cuatro o
cinco años manifiesta especial interés y habilidad por los números y la aritmética.
3. CINESTÉSICA O CORPORAL. Es la inteligencia del movimiento, del cuerpo, del
equilibrio. Se manifiesta con mucha claridad en bailarines, deportistas y en personas
que se comunican y expresan gestual y corporalmente con gran facilidad. Por lo
general prefieren un diálogo “cara a cara” antes que una comunicación telefónica o
por escrito.
4. VISUAL-ESPACIAL. Esta es una inteligencia que frecuentemente percibimos en los
arquitectos, escultores, decoradores, paisajistas, diseñadores, fotógrafos, pintores,
etc. Son personas que logran imaginar lugares, inexistentes en el plano físico, que en
su mente poseen color, volumen y texturas de alta definición y realismo. También
son capaces de recordar de memoria hasta el mínimo detalle de un paisaje o de un
cuadro que han visto con atención.
5. ECOLÓGICA O NATURALISTA. Capacidad que posee el ser humano para
comprender y relacionarse con su entorno natural. El cuidado del ambiente, la
conciencia ecológica, la posibilidad de conectarse con la naturaleza es una de las más
importantes inteligencias en la actualidad.
6. INTRAPERSONAL. Conocerse a sí mismo, tener conciencia de las propias fortalezas
y debilidades. Qué puede y qué no puede esperar de sí mismo. Esta inteligencia no
es precisamente la más desarrollada en la mayoría de las personas. Por lo general,
nos es más fácil juzgar a los demás que a nosotros mismos.
7. INTERPERSONAL. Es la inteligencia que permite conocer al otro. El desarrollo de
esta habilidad es esencial para lograr empatía y rapport con un subordinado, un jefe,
un cliente o un compañero de trabajo. No se trata de juzgar o evaluar a los demás,
sino de comprender sus comportamientos y actitudes para tratar de ayudarlos en su
crecimiento personal. Las personas que han desarrollado esta inteligencia suelen
trabajar muy bien en equipo y se destacan como verdaderos líderes naturales.
8. MUSICAL. Esta es la inteligencia más recientemente descripta por Gardner. Está
asociada al ritmo, la armonía, la composición y a todo lo que se refiere al arte de la
música. Está presente en aquellas personas que evidencian gran facilidad para
aprender a tocar instrumentos, en quienes se comunican mediante el canto, músicos,
compositores, etc.

Una buena noticia: TODOS POSEEMOS LAS OCHO INTELIGENCIAS. Sin embargo, ocurre que
algunos hemos desarrollado algunas habilidades más que otras. No es casual que alguien
escriba y se exprese oralmente con total corrección mientras que al mismo tiempo sea “de
madera” para bailar o practicar deportes. En realidad, todos debemos conocer algún caso de
personas sumamente hábiles con los números y el cálculo que al mismo tiempo son casi
“analfabetas” en el relacionamiento con otras personas.

Esa inclinación hacia unas u otras inteligencias reconoce un origen que combina factores
genéticos y culturales. La carga genética que portamos al nacer evidentemente nos
condiciona hacia determinadas habilidades inteligentes. También es cierto que somos
capaces de desarrollar destrezas intelectuales a través de diferentes mecanismos que
elegimos llamar MENTAL GYM.

Aproximadamente cien mil millones de neuronas, que a su vez realizan miles de conexiones
con otras células nerviosas, constituyen el mecanismo inteligente más perfecto conocido
hasta hoy, entre todos los existentes en el universo. Desafortunadamente utilizamos menos
de 10% de todo ese potencial. No tema: desarrollar una nueva habilidad de su inteligencia
no perjudicará a las otras. Al contrario, se produce un efecto de tipo llamado inercial que
permite potenciar TODAS las inteligencias a partir del entrenamiento de cualquiera de ellas.

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