LA ETICA EN LA LIBERTAD DE EXPRESION:

ENTRE LOS DILEMAS, LOS PODERES Y LAS PRACTICAS PROFESIONALES

Varias preguntas: la primera..
¿Existe la necesidad de profundizar el abordaje y la reflexión critica sobre el
peso de la ética y los principios deontológicos en la prácticas del periodismo
en el momento actual?
SI, más aún cuando el paradigma que se torna cada vez más dominante es el
de que vivimos es la “sociedad de la información/conocimiento”, y que esto
automáticamente revelaría un estadio cualitativamente superior a sociedades
precedentes.

-¿Cuáles serían las fuentes de esa “información /conocimiento”?

¿Qué fiabilidad tienen estas fuentes?
Fundamentalmente las fuentes de información y conocimiento social
son los medios y las tecnologías de info-comunicación; y los aparatos
educativos/formativos , que (re)producen saberes científicos y destrezas
tecnológicas.
Respecto a la fiabilidad, mucho se ha reflexionado de forma crítica
alrededor de la “verdad periodística” y sobre las incertezas que provoca la
información (datos, imágenes, opiniones etc) que circulan por las redes
sociales
-¿Qué alcances tiene esta característica de la sociedadcontemporánea?
Además, se presupone de forma frecuente que la información que fluye en la
sociedad, fluye libremente y en todos los sentidos, y ése es el contenido que
se asigna a categorías tales como “libre acceso a la información”, “libertad de
expresión” (asumiendo a además que información y opinión/doxa/creencia
pertenecen al mismo dominio epistémico)
Sobre estas dos bases, los enfoques liberales abogan por una “libertad de
información” y por una “libertad de expresión” sin límite alguno y que tiene
por sujeto-propietario al individuo.
Frente a estos pensamientos predominantes mi propuesta es la de pensar
desde un modelo distinto. Primero, información no es lo mismo que el saber
o conocimiento, y peor, saberes o conocimientos socialmente útiles. La
información en su sentido más lato, si no “in-forma” es decir si no “da forma”
a la sociedad”, se reduce a datos, nada más, pero que podrían ser irrelevantes
en relación con las finalidades últimas o propósitos de la vida en sociedad,
que es el campo de acción de la ética.
Por eso conviene quizá más bien hablar, como lo hace Scott Lash desde una
mirada socio-cultural, que estamos inmersos en sociedades “desinformadas
de la información”, lo cual no desconoce el peso social (incluyendo la
dimensión de la reproducción material) que tiene la información, -incluyendo
la mediática- en las sociedades actuales, pero ala vez cuestiona que ésta
ayude a dar sentidos para la vida en común, es decir ayude a “comunicar”.
De ahí que para citar un artículo recientemente aparecido en un periódico..

La ética está ligada con la actuación concreta y en este caso con las prácticas
profesionales del periodismo
Hace algo más de un década, dos prestigiosos periodistas norteamericanos,
Bill Kovach y Tom Rosenstiel, publicaron el libro “Los elementos del
periodismo”. En esta obra plantean que el periodismo atraviesa “una crisis de
crisis de conciencia, confianza y objetivos” y que un examen del periodismo
norteamericana revelaba que las últimas décadas había aparecido una
tendencia significativa: “las noticias se estaban convirtiendo en
entretenimiento y el entretenimiento en noticias”. Producto de este giro,
plantearon estos autores, los periodistas “en vez de servir a un interés
público más importante, lo estaban socavando”.

Estas significativas y auto-críticas reflexiones se tornan de gran actualidad en

relación con lo que Ortega denomina “periodismo sin información”:
privilegiar información que espectacularice, escandalice, schokee, todo en
términos de un propósito claramente identificable: la rentabilidad económica
del medio o la notoriedad del periodista o su servicio a intereses ajenos al
periodismo

Quiero terminar indicando que es lo que creo que la libertad de expresión es

una idea que puede ser juzgada desde distintas miradas y parámetros
evaluativos. Desde el enfoque liberal se la liga con libertad de prensa y con
libertad de expresión individual; desde un enfoque tecnocrático se lo
relaciona con “mensajes neutrales”