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Importancia de la Alfabetización:

La necesidad de ir “más allá de la alfabetización”, es decir, más allá de observar y analizar


programas y centros de alfabetización.

Por otra parte, nos interesaba observar las condiciones de vida de las personas
involucradas en estos programas (tanto quienes aprenden como quienes enseñan) así
como sus contextos y prácticas cotidianas de lectura y escritura. De este modo, la
observación de clases y la interacción con las personas se complementaron a menudo con
visitas a sus hogares o lugares de trabajo, recorridos por la comunidad local o el barrio,
plazas, mercados, iglesias, bibliotecas, escuelas, centros de salud, tiendas, restaurantes,
espacios deportivos, paradas de ómnibus, cafés Internet, cybercafes o telecentros, etc.

El proceso de alfabetización implica una comprensión y un desarrollo holísticos del


lenguaje como totalidad, en sus cuatro funciones básicas e inter-relacionadas: hablar,
escuchar, leer y escribir.

Leer implica comprender lo que se lee;


Escribir es una actividad eminentemente creativa, que compromete y promueve la
expresión y la comunicación de las propias ideas.

Defendemos por ello que la alfabetización debe ser funcional para ser considerada tal, y
cuestionamos la tradicional diferenciación entre alfabetización a secas y alfabetización
funcional.

Aprender a leer y escribir competentemente es un proceso continuo, con muchas y muy


variadas etapas, y un aprendizaje que se realiza a lo largo de toda la vida, pues:

(a) la alfabetización es un concepto que no tiene edad,

(b) la adquisición y el desarrollo de la lectura y la escritura se dan dentro y fuera de la


escuela, comienzan en la primera infancia y van mucho más allá de la escolarización,

(c) el sistema escolar no garantiza necesariamente el placer y el manejo de la lectura y la


escritura,

(d) la alfabetización es una cuestión trans-generacional, (Refiere a la cadena de


transmisión de significaciones que se lega de generación en generación y que abarca
ideales, mitos, modelos identificatorios y enunciados discursivos que involucran lo dicho
pero también lo que se omite por efecto de represión, de manera que tales enunciados
adquieren la fuerza de mandatos cuya determinación es inconsciente)
(e) saber leer y escribir constituye un fundamento sólido para aprender a aprender y para
aprender a lo largo de toda la vida,

(f) las necesidades y los medios para leer y escribir cambian a lo largo del tiempo y en el
tiempo de vida de una persona concreta, y

(g) la alfabetización es esencial para el desarrollo y el bienestar humanos (Torres 2006a).

Entendemos la alfabetización como la enseñanza y el aprendizaje de la lectura y la


escritura, parte del derecho a la educación de toda persona, independientemente de su
edad, dentro y fuera del sistema escolar.

La definición tradicional de UNESCO (1958) de una persona alfabetizada como alguien


“capaz de leer y escribir, comprendiéndolo, un enunciado simple de la vida cotidiana”

El acceso a la lectura y la escritura continúa siendo el punto más importante de entrada a


la llamada “sociedad de la información/ del conocimiento/ del aprendizaje”, mucho más
que el acceso a las modernas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs), cuyo
manejo requiere en todo caso personas ya alfabetizadas (Torres 2005b).

Países mayor desarrollados define la alfabetización como la capacidad para utilizar


"materiales impresos e información escrita para funcionar en la sociedad, para lograr las
propias metas, y para desarrollar el propio conocimiento y potencial"

A estas alturas ya está claro que el analfabetismo y la deficiente alfabetización son


resultado no solamente de la falta de acceso a la escuela sino también del acceso a la mala
escuela.

La alfabetización y a la cultura escrita – implica cuatro condiciones:

disponibilidad, accesibilidad, adaptabilidad y aceptabilidad (Pacto Internacional de


Derechos Económicos, Sociales y Culturales, 1966; Tomasevski, 2006).

 La disponibilidad se refiere a la oferta oportuna y suficiente del servicio.


 La accesibilidad implica asegurar (i) no discriminación de ningún tipo (edad, género,
cultura, lengua, religión, situación socioeconómica, procedencia, discapacidad o
capacidades especiales, etc.), (ii) accesibilidad material (por ejemplo, distancia), e (iii)
accesibilidad económica (eliminación de todos los costos asociados al servicio y que
impidan el acceso efectivo).
 La adaptabilidad tiene que ver con la flexibilidad de la oferta para adaptarse a las
necesidades concretas de los educandos (contenidos, métodos, horarios, arreglos
organizativos, etc.), a los diferentes contextos y culturas, y a realidades cambiantes.
Por último,
 la aceptabilidad implica que la educación ofrecida (contenidos, métodos, horarios,
arreglos organizativos, etc.) debe ser de buena calidad, valorada y aceptada por los
usuarios.

El objetivo de la alfabetización es el uso efectivo y significativo de la lectura y la escritura


como medios de expresión, comunicación y aprendizaje, así como para mejorar la vida de
las personas

La alfabetización se presenta en dos fases - una mecánica de desciframiento primero y


una inteligente de lectura y escritura después - como suele plantear la secuencia
alfabetización-postalfabetización largamente instalada en el campo de la educación de
jóvenes y adultos.

La edad es un factor clave de discriminación dentro del campo educativo en general, y de


manera creciente dentro del propio campo de la educación de adultos. Jóvenes y adultos
siguen siendo marginados en las políticas y los presupuestos educativos, a nivel nacional e
internacional, a pesar de la vieja aspiración en torno a la alfabetización universal y de la
moderna retórica del aprendizaje a lo largo de toda la vida. Los Objetivos de Desarrollo del
Milenio (ODM) ni siquiera incluyen a la población adulta en sus objetivos y metas para la
educación.

La meta de la Educación para Todos (EPT) relacionada con la alfabetización de adultos,


tanto la formulada en 1990 (Jomtien) como la formulada en 2000 (Dakar), recomienda a
los países escoger y priorizar cierto grupo de edad. El UIS (Instituto de Estadísticas de la
UNESCO) no contempla en sus estadísticas de analfabetismo/alfabetización personas
mayores de 54 años (UIS 2007). Todo esto niega las realidades de muchos países del Sur –
claramente los de América Latina – donde el analfabetismo sigue siendo alto entre las
personas mayores, y en los que niños menores de 15 años son a menudo “acomodados”
en programas y centros pensados en principio para adultos.

Excluidos

Las personas analfabetas han sido excluidas y/o expulsadas del sistema escolar y negadas
en su derecho a la educación, principalmente debido a las limitaciones materiales
impuestas por la pobreza, no debido a la ignorancia o la falta de aprecio por la educación
tradicionalmente atribuidas a los pobres. La evidencia, tanto regional como internacional,
indica que los pobres valoran la educación y están dispuestos a hacer enormes sacrificios a
fin de lograrla para sus hijos y para ellos mismos, a pesar de los costos, las distancias, y la
mala calidad educativa que generalmente se les ofrece.
Dentro y fuera del sistema escolar, las etiquetas “repetición”, “deserción” y “fracaso”
estigmatizan a quienes se les niega en verdad el derecho a oportunidades educativas
adecuadas a sus necesidades y realidades. A los pobres les toca por lo general las peores
condiciones para aprender, en lugar de las mejores, como debería ser, a fin de compensar
su condición de desventaja. Equidad implica no sólo asegurar segundas oportunidades
remediales sino dar vuelta todo este esquema que refuerza la inequidad en lugar de
paliarla.

En todo el mundo, el analfabetismo coincide con la pobreza. Los países más pobres – o
con la peor distribución de la riqueza y del ingreso – tienen las tasas más altas de
analfabetismo. El analfabetismo afecta por lo general a los sectores y grupos en mayor
situación de desventaja: zonas rurales y apartadas, mujeres, grupos indígenas, personas
mayores. La inequidad educativa se extiende al conjunto del sistema escolar dado que
entre los pobres encontramos también los niveles más bajos de terminación de estudios,
con una tendencia que se exacerba a medida que avanzan los niveles (OREALC 2007; EPT
2008). De ahí la necesidad de encarar la eliminación de la pobreza como un requisito
esencial para asegurar el derecho a la alfabetización y a la educación en sentido amplio.

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