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Image captionAl rapero estadounidense Jay Z se lo suele vincular con los Illuminati.
¿Llegó realmente el hombre a la luna? ¿Quién asesinó al presidente de Estados Unidos John F.
Kennedy? ¿Cómo se inició la pandemia global de VIH? ¿Quién gobierna realmente el mundo?
Hay quienes creen que las respuestas a estas preguntas no se encuentran en los libros de historia y dan
crédito a las numerosas teorías conspirativas sin fundamento, que han surgido en las últimas décadas
alrededor de esos y otros eventos cruciales.
Con la entrada del nuevo siglo y la irrupción de internet, una de esas teorías ha ido ganando popularidad.
Se trata de la supuesta existencia de la Orden de los Illuminati, cuyo origen se remontaría a la
sociedad secreta del mismo nombre creada en Alemania a fines del siglo XVIII y que estaría
integrada por los poderes políticos y económicos, cuyo objetivo final sería el de establecer un nuevo
orden mundial a través de un gobierno global.
Lea: El misterio de Bilderberg: ¿por qué creemos en las conspiraciones?
Es habitual que en los foros de discusión de la red algunos internautas recurran a los Illuminati para
explicar muchos de los males que aquejan a nuestro planeta.
Políticos como George W. Bush o Barack Obama, o magnates como el multimillonario George Soros,
han sido acusados de formar parte de esta organización, con la que se ha llegado a vincular al papa
Francisco y la reina Isabel II de Inglaterra.
Image captionEl famoso “ojo que todo lo ve” que aparece en los billetes de dólar se ha vinculado con los
Illuminati.
Algunos creen ver en los videos musicales de artistas como Lady Gaga, Katty Perry, Beyoncé o Jay Z la
simbología asociada a los Illuminati, como pentagramas, pirámides o el famoso "ojo que todo lo ve" que
aparece en los billetes de dólar.
Lea: Bohemian Grove: el campamento secreto de los ricos y poderosos
Pero ¿de dónde proviene el mito de los Illuminati y por qué hoy en día hay gente que sigue creyendo en
la existencia de un grupo que desapareció hace más de dos siglos?
La orden real
La Orden de los Illuminati fue fundada en 1776 en Baviera, Alemania, por el jurista Adam Weishaupt.
Image captionLa Orden de los
Illuminati fue fundada en 1776 en Baviera, Alemania, por el jurista Adam Weishaupt.
El objetivo de esta sociedad secreta, inspirada en los ideales de la ilustración y cuya estructura estaba
basada en la de las órdenes masónicas, era acabar con el oscurantismo y con la influencia que en aquella
época tenía la iglesia en la esfera política.
Tras el ascenso al poder del príncipe Karl Theodor, la Orden los Illuminati, igual que otras
sociedades secretas, fue ilegalizada, disolviéndose en 1785, menos de una década después de su
fundación.
Pese a su desaparición, algunos creían que la organización siguió operando de forma clandestina.
Autores como el francés Agustín Barruel (1741-1820), la británica Nesta Helen Webster (1876-1960) o
el canadiense William Guy Carr (1895-1959) la vincularon con eventos como la Revolución Francesa de
1789, las Revoluciones de 1848, la Primera Guerra Mundial o la Revolución Bolchevique de 1917.
Hubo quien aseguró que los padres fundadores de EE.UU. eran miembros de la Orden de los
Illuminati y que la Reserva Federal, el banco central estadounidense, fue creada para ayudar a
cumplir los objetivos de dominación global de la organización.
En las últimas décadas han aparecido referencias a los Illuminati en obras como la trilogía satírica de
ciencia ficción The Illuminatus (1975), de Robert Shea y Robert Anton Wilson, o "Ángeles y Demonios"
(2000), de Dan Brown, así como en las letras de algunos artistas de la escena del hip hop.
Todo ello ha contribuido a que se convirtieran en protagonistas de numerosas teorías conspirativas sin
pies ni cabeza, que han ganado popularidad en años recientes gracias a internet, donde se pueden
encontrar miles de páginas dedicadas a los Illuminati.
"Una locura"
"Es una locura que hoy en día haya gente que crea en la existencia de los Illuminati", asegura el escritor
e historiador estadounidense Mitch Horowitz.
Según Horowitz, "hay escritores y periodistas que contribuyen a la paranoia en torno a los Illuminati y la
gente se deja convencer porque les resulta interesante pensar que existe un grupo secreto que domina el
mundo".
"Si estudiaran lo que realmente eran los Illuminati, se darían cuenta de que se trataba de una
organización política cuyos ideales estaban basados en una sociedad más justa y a la que le gustaba la
iconografía que se relaciona con el mundo de lo oculto".
Horowitz cree que, debido al magnetismo que tiene para el público, hoy en día a muchos artistas les
gusta experimentar en sus videos musicales con esa iconografía.
"Los músicos entienden el atractivo que tienen símbolos como el pentagrama, el obelisco o el ojo que
todo lo ve y por eso los utilizan, aunque eso no los convierte en miembros de una sociedad secreta".
Entre los que sí creen en la existencia de los Illuminati se encuentra el escritor estadounidense Mark
Dice, autor de un libro sobre esta presunta organización clandestina.
Según Dice, tras su disolución en 1785, "los Illuminati siguieron operando a través de varias sociedades
secretas interconectadas, como el Grupo de Bilderberg o el Consejo de Relaciones Exteriores".
"Estas organizaciones comparten los objetivos de los Illuminati, sus métodos de funcionamiento,
sus símbolos y su terminología", asegura.
Dice sostiene que no necesitan utilizar el nombre de Illuminati porque "ellos saben quiénes son y lo que
están haciendo".
"En los últimos años el Grupo de Bilderberg ha sido expuesto, ya que con internet no es fácil que siga
siendo un secreto. Lo venden como si fuera una conferencia aburrida más, pero eso no explica por qué
en los últimos 60 años la prensa no ha informado de ello", asegura Dice, quien culpa de ello a los
grandes medios.
"¿Cómo no es de interés público que cada año 100 de las personas más poderosas del planeta se reúnan
en un hotel rodeados de guardas armados para conversar sin micrófonos sobre cómo quieren influir en el
futuro del planeta?".
Image captionA los Illuminati se les asocia con una iconografía similar a la de los masones.
Dice asegura que los Illuminati "quieren crear un gobierno global de inspiración socialista" y "utilizan a
artistas de fama global para promocionar su agenda".
Pese a lo descabelladas que puedan sonar las teorías de Dice sobre los Illuminati o quizás a causa de
ello, el escritor estadounidense cuenta con cientos de miles de seguidores en Facebook y YouTube.
¿Culpa de internet?
Ello viene a confirmar lo que sostiene Jesse Walker, autor del libro The United States of Paranoia ("Los
Estados Unidos de la paranoia"), quien considera que"internet ha sido fundamental para potenciar y
propagar el fenómeno de los Illuminati".
"En la actualidad son vinculados con todo tipo de teorías, tanto por grupos de extrema derecha como de
extrema izquierda, que los utilizan según les conviene", explica Walker en conversación con BBC
Mundo.
Image captionAtentados como los ocurridos en EE.UU. el 11 de septiembre de 2001 han sido objeto de
numerosas teorías conspirativas.
Según Walker, en los últimos años algunos artistas como el rapero Jay Z han incluido guiños a los
Illuminati en sus apariciones públicas para divertirse, alimentando las teorías conspirativas que vinculan
a numerosas estrellas de la industria del entretenimiento con este grupo.
"Las teorías conspirativas son una parte intrínseca de la psique humana. Somos criaturas que
buscamos patrones para dar un sentido al mundo que nos rodea. Si hay lagunas en una historia
hemos de buscar explicaciones para ello".
Walker considera que "existen motivos reales para tener miedo o ansiedad, ya que algunas veces las
teorías conspirativas han resultado ser ciertas, como en el caso del escándalo de las escuchas de la
Agencia Nacional de Seguridad de EE.UU. (NSA, por sus siglas en inglés) o cuando sale a la luz que un
político ha estado recibiendo sobornos".
"Así que cuando combinas el miedo con la búsqueda de patrones, surgen teorías conspirativas como la
de los Illuminati".
Según Walker, el problema es que "mucha gente no tiene el conocimiento suficiente como para
diferenciar lo que es real de lo que no".
Lady Gaga, Rihanna, o incluso Barack Obama pertenecen a una sociedad secreta
que les ofrece el éxito a cambio de ciertos compromisos? Una teoría que parece
bastante absurda y que es apoyada por muchas páginas web cuando hablan de
los Illuminati, una sociedad secreta cercana a la masonería que existe desde hace
siglos con el fin de ejercer un contra-poder maléfico.
Presentes en la novela de Dan Brown, “Ángeles y Demonios“, los Illuminati generan un
montón de dudas y preguntas, mientras que su propia existencia nunca se ha probado.
¿Quiénes son? ¿Por qué las estrellas mediáticas estarían unidas a esta nebulosas?
¿Cómo utiliza esta secta a los artistas para transmitir sus mensajes a las masas?
Nos adentramos en una teoría de la conspiración tan paranoica como intrigante.
Pirámide Illuminati
Los Illuminati no son ni más ni menos que la élite de la élite, la sociedad secreta más
poderosa del mundo. Creada en el siglo XVIII, el grupo de los Illuminati (que
significa “iluminados”, en referencia a la corriente de la Ilustración) va a cambiar la
historia del mundo: en ese momento, consiguieron derribar las monarquías que
impedían el progreso social e intelectual. A los Illuminati se les atribuye también
la Revolución Francesa, pero no creo que esta secta persiga nobles causas: según
ellos, la gente es ignorante y estúpida por naturaleza. Los Illuminati serían de
hecho una élite ilustrada que usaría la democracia para llevar a cabo sus ideas.
El ojo que todo lo ve, símbolo egipcio adoptado por los Illuminati.
El mismo escenario tiene lugar con la ciudad de Estrasburgo, cuyo logo está
formado por el famoso triángulo y el ojo.
Puedes adivinar que si a los supermercados franceses se les acusa, a las marcas
americanas más: se pueden encontrar triángulos y ojos sobre un gran número de
logotipos.
Logo Illuminati de AOL.
Las dos empresas más criticadas por los conspiracionistas son las grandes
multinacionales del cine Paramount y Columbia, que utilizando el famoso letrero al
principio de todas sus películas:
Logo Columbia Pictures. La pirámide está abajo y el ojo queda representado por el haz de luz.
Encontrar en estas dos productoras películas con mensajes ocultos no tiene nada
de sorprendente: los Illuminati han sido acusados de estar omnipresentes en la industria
cultural.
Este es uno de los puntos en los que más se apoyan los conspiranoicos para
convencer a los escépticos de la gran mentira.
Más recientemente, una película de culto ha sido acusada de utilizar los símbolos
Illuminati. El Club de la lucha utiliza repetidamente usa la marca de Satanás y la
bandera a cuadros.
Una de las imágenes finales de la película es mostrar a la pareja haciendo la M de
Satanás (ver más adelante en el artículo) mientras observan el colapso Torres
Gemelas:
El Club de la lucha es otra película Illuminati
Lo que refuerza la teoría de que los Illuminati estaban detrás de los ataques del 11 de
septiembre.
Los Simpson, también se encuentran entre los acusados tienen esta extraña
premonición en un episodio de 1993:
11 de septiembre. Simpsons. El número 9 y las dos torres forman la fecha del 11 de septiembre
Las películas más citadas son: Benjamin Gate, Batman, Matrix, Harry Potter o
Monstruos SA.
Otros famosos de Estados Unidos están acusados de colaborar con la secta por
mostrar símbolos Illuminati: Madonna, The Beatles, Bono, Celine Dion, Rihanna y
Jay-Z son los nombres más mencionados.
Del mismo modo, podemos encontrar lo inquietante que resulta que Michelle Obama
utilice tanta ropa roja, hecha especialmente para ocasiones especiales (elección de su
marido, toma de posesión de su marido, etc.)
¿Los políticos han sido pervertidos por los
Illuminati?
Aquí hay un problema para los que apoyan la tesis Illuminati, la mayoría de los
líderes mundiales se reúnan las órdenes de los Illuminati. Si los políticos
difícilmente pueden usar la pirámide y el ojo especialmente monitores (que sería
mala clase), no dudarían en reproducir espontáneamente el signo de Satanás en
público, es decir, una M con los dedos. Necesariamente, y aquí es donde la
máquina de la conspiración funciona a todo gas: nadie hace este signo de manera
espontánea, y los políticos lo reproducen a menudo…
Vídeo sobre simbología Illuminati
Illuminati: ¿Existe realmente esta sociedad
secreta?
Hay un pequeño problema con las páginas web de conspiración: tratan de dar como
ciertas teorías demasiado fantásticas. Y esto es un poco lo que ocurre con los Illuminati,
beben de informaciones muy detalladas, pero nada apoya la tesis de la existencia
de la sociedad secreta, de hecho, no tiene nada secreto que su actividad principal
es que aparezca en la música de Lady Gaga.
Esta simple contradicción entre el secreto y la exhibición pública socava la tesis de
esta secta, que, si realmente dominara el mundo probablemente habría
reaccionado ante el mundo cuando se enterase de su existencia en Internet.
Sobre el tema de la trama, Wikipedia dice que los Illuminati están basados en elementos
universales relacionados con la conspiración: la noción de secreto de élite y la manipulación de
las masas.
¿Por qué la tesis Illuminati todavía persiste?
Muchos sociólogos se han preguntado sobre el tema, explicando que los Illuminati
pueden ser considerados como la psicosis de una población desfavorecida en busca de algo de
encanto.
Más allá de la necesidad social de creer en fantasías, la trama de la élite puede ser
utilizado como un arma política, capaz de explicar un mundo complejo y un
antisemitismo nauseabundo.
Masones Illuminati
Desde los comienzos de la historia estadounidense, siempre se ha conocido la
existencia de unas sociedades secretas, llamadas los Masones y los Illuminati. Hay
algunas teorías que mencionan que ambos grupos sociales pertenecen a una
misma sociedad. Sin embargo, hay otras teorías que promueven que ambas
sociedades son diferentes y se encuentran en batalla por el dominio mundial. En
este artículo, hablaremos un poco de ambas teorías.
Partiendo de la idea de que tanto los Masones como los Illuminati son parte de una
misma sociedad secreta; es correcto mencionar que en un principio los iniciados y
los miembros de bajo rango serían conocidos como los masones; y que aquellos
que se encuentran en los puestos más altos de la masonería son conocidos como
los Illuminati. De ser cierta esta historia, la diferenciación entre ambos estratos es
notable; ya que se conoce que el escalar dentro de la masonería es algo
sumamente complicado, debido a su manera de pensar y de actuar. De ser así,
antes de poder optar para ser un masón sería necesario superar los 33 grados que
corresponden a la estratificación masónica y posteriormente comenzar a escalar
los grados Illuminati.
Masones e Illuminatis
Otra vertiente que podría explicar la unión de estas logias, sería que el grupo de los
Illuminati secretamente se infiltró en todas las sedes de la masonería europea; logrando así
apoderarse de la gran parte del pensamiento masónico y aportándole la mayoría
de los símbolos con los cuales ellos se identifican hoy en día. De ser cierta esta
teoría, podríamos decir que los Illuminati son un subgrupo dentro de los masones,
que se encarga de manipular las decisiones a tomar.
Ahora para proseguir con nuestro análisis sobre estos grupos sociales, vamos a
tomar como punto de partida la historia que señala que los Masones y los
Illuminati son dos sociedades completamente distintas. Si nos apegamos a esta
idea, lo primero que hay que demarcar, es que una de las grandes brechas que
distingue a una sociedad de otra; es su manera de ver a la humanidad. Los
Masones apuestan por el mejoramiento de la raza humana. Para esto, se rodean
de intelectuales y gente ilustrada con el fin de hacer que la humanidad evolucione
armónicamente, bajo los ideales planteados en la revolución francesa de igualdad,
fraternidad y libertad.
Culto masónico
Por el contrario, los Illuminati son un grupo que buscan la dominación mundial mediante el uso
de símbolosy según algunas fuentes, la intervención de entidades malignas. Para
ellos, el mundo no es muy importante, ya que su corriente principal de
pensamiento afirma que la humanidad nunca va a evolucionar; y por lo tanto ellos
se apartan de la humanidad para buscar trascender mediante los avances
científicos y humanísticos realizados por sus miembros.
Sean ciertas estas historias o no, lo importante a destacar de ellas, es que a lo
largo de la historia de la humanidad, varias personalidades se han visto
involucradas con una u otra
Iluminados de Baviera
Símbolo de la orden:
el mochuelo deMinerva.
Índice
[ocultar]
1Fundación
2Breve florecimiento
3Crisis y prohibición
4Objetivos
5Organización
6Miembros
o 6.1Otros miembros
7Mitos y teorías conspirativas
o 7.1Las cartas de Pike a Mazzini
o 7.2Revolución Francesa
o 7.3Otras teorías
8En la literatura de ficción
9Referencias
10Bibliografía
11Véase también
12Enlaces externos
Fundación
Breve florecimiento
La siguiente reorganización sucedió en 1780 tras la adhesión del aristócrata bajo sajón Adolph
von Knigge. Tal como el propio Weishaupt confesó, no existía «en absoluto, sólo en su
cabeza». Y en 1782 Knigge le proporcionó a la orden una estructura paramasónica, con
Weishaupt y Knigge —entre otros— como directores sobre el llamado «Areópago».2 Con esta
nueva distribución, que se detallará más adelante, consiguieron los Iluminados reclutar a
muchos masones e infiltrarse en logias enteras.
De trasfondo estaba la crisis iniciada hacia 1776 entre los niveles altos masónicos alemanes
con la ruptura de la Estricta observancia templaria. Karl Gotthelf von Hund und
Altengrotkau había conseguido atraerse a las diferentes logias hacia su mandato mediante
este rito más bien apolítico-romántico, que aseguraba ser sucesor de la orden Templaria,
disuelta en 1312. Durante muchos años, además había afirmado mantenerse en contacto con
«Superiores desconocidos», que le habían iniciado en la francmasonería. Como al fallecer en
1776 ningún tipo de «Superiores secretos» contactara con ellos, había gran confusión en la
logia. En la convención masónica de la Estricta observancia, acontecida en Wilhelmsbad entre
el 16 de julio y el 1 de septiembre de 1782, Knigge y su segundo representante de los
Iluminados, Franz Dietrich von Ditfurth, un ilustrado radical manifiesto, se ganaron el liderazgo
de opinión para su orden. El sistema templario fue abandonado, y la orden de la Rosacruz
quedó en minoría en su esfuerzo por mantener esa tradición. Ambos iluminados consiguieron
incluso, con Johann Christoph Bode, ganarse a un representante principal de la Estricta
observancia.
Crisis y prohibición
El número de miembros aumentó rápidamente, sin embargo este éxito suponía a la vez el
comienzo del final: Knigge amenazó epistolarmente con delatar sus secretos a los jesuitas y a
los rosacrucianos, reforzando la desconfianza y preocupaciones de Weishaupt. Ya que Knigge
y Bode hubieran incorporado al príncipeKarl von Hessen-Kassel y a Ferdinand von
Braunschweig, así como al duque Ernst von Sachsen-Gotha y Carl August von Sachsen-
Weimar, todos ellos representantes de la autoridad absolutista. Estas sospechas no estaban
infundadas, pues Carl August y su consejero privado Goethe se habían afiliado con el único fin
de investigar a la Orden.
Como resultado se agudizaron las discrepancias entre Weishaupt y Knigge hasta el punto de
que la orden amenazaba con disolverse. En febrero de 1784, para eso se convocó
en Weimar un tribunal arbitral llamado “congreso”. Para sorpresa de Knigge, el juicio del
congreso en el que participaron, entre otros, Johann von Goethe, Johann Gottfried
Herder y Herzog Ernst von Sachsen-Gotha, fue que debía construirse un nuevo Areópago.
Este parecía ser un compromiso tolerable. Pero como era previsible que el fundador de la
orden siguiera siendo influyente aún sin presidencia formal en el Areópago, ello significaba
una clara derrota para Knigge. Se acordó entonces el silencio y el retorno de todos los
papeles, y el primero de julio abandonó Knigge la orden. Y en el tiempo siguiente se apartó de
los “estragos de la moda” de querer arreglar el mundo mediante sociedades secretas. Por su
parte Weishaupt le entregó la dirección de la orden a Johann Martín,conde de Stolberg-Roßla.
Durante las disputas internas, las asociaciones secretas habían atraído sobre sí la atención de
las autoridades bávaras. Eran el blanco de sospechas de asesinatos afines a la ilustración,
que pretendían alterar el orden tradicional, infiltrándose entre los funcionarios públicos para
alcanzar un «Estado razonable».3Consecuentemente, el 22 de junio de 1784 el príncipe
elector Karl Theodor prohibió todas las «comunidades, sociedades y fraternidades» fundadas
sin su aprobación señorial.
Carlos II Teodoro de Baviera (aquí en un retrato de 1763) prohibió la orden mediante varios edictos
entre 1784 y 1785
El dos de marzo de 1785, bajo presión de Peter Frank, canciller barón de Kreittmayr, el
barón rosacruciano de Törring y otros cortesanos, se promulgó un edicto adicional, que esta
vez prohibía a los Iluminados y a los Francmasones llamándolos por su nombre, y
considerándolos altos traidores y enemigos de la religión. Mediante registros domiciliarios se
confiscaron varios papeles de la orden que aportaron sucesivos indicios sobre la radicalidad
de sus propósitos. Documentos encontrados en un mensajero difunto informaron sobre el
nombre de un miembro. Ese mismo año el papa Pío VI aclaró en dos cartas al obispo
de Freising (18 de julio y 12 de noviembre), que la adhesión a la orden era incompatible con la
fe católica.
A consecuencia de las prohibiciones de 1784-1785 se produjeron las persecuciones de
miembros. Se llegó a registros domiciliarios y confiscaciones, algunos consejeros y oficiales
perdieron el puesto, algunos miembros fueron desterrados, pero nadie resultó encarcelado.4 El
mismo Weishaupt cuyo papel fundador se desconocía al principio, resultó sospechoso, pero
sólo huyó cuando tuvo que admitir la fe católica, primero a la ciudad imperial libre Ratisbona, y
en 1787 otra vez aGotha, donde Herzog Ernst le proporcionó una consejería áulica sinecura.
En abril de 1785 el conde Stolberg-Roßla declaró la orden oficialmente suspendida –tras
aboliciones temporales–. Bode aprovechó la coyuntura para conservar la asociación con
vida.5 E intentó resucitar la misma con ayuda de la Iglesia minerval de Weimar y la Orden de
los amigos invisibles, pero debió abandonar ese proyecto en 1790 debido al clima
estrictamente anti-iluminista de los años revolucionarios. Los investigadores están
generalmente de acuerdo, en que la desarticulación de la orden de los Iluminados fue
completa.
El 16 de agosto de 1787 se promulgó un tercer y más estricto edicto de prohibición, so pena
de muerte, del reclutamiento de miembros para masones e iluminados. Continuaban entonces
en los círculos autoritarios, rumores de una supervivencia de los Iluminados.
Estas promulgaciones desataron una primera histeria anti-iluminista, especialmente se
sospechaba de las agitaciones de las asociaciones secretas ilustradas radicales. Una segunda
ola, claramente más enérgica, sucedió durante la Revolución Francesa, pues el miedo a los
jacobinos se fundió con el anterior a los Iluminados. En este estado anímico, el ministro de
Estado bávaro Maximilian von Montgelas –quien a su vez había sido iluminado– hizo prohibir
todas las organizaciones secretas al llegar al poder en 1799, y otra vez en 1804. Cómo de
fuerte era la fascinación pública en los años en torno a la Revolución Francesa por las
misteriosas e inquietantes sociedades secretas e iniciáticas, se nota por diversas obras
literarias de la época, desde Der Geisterseher de Schiller hasta Der Groß-Cophta de Goethe y
las inquietantes sociedades de Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister, pasando
por Jean Paul Die unsichtbare Loge (1793).
Placa conmemorativa: "En el edificio trasero Sala de los Iluminados 1782-1785, etc."
Objetivos
La orden de los Iluminados estaba comprometida con el modelo ilustrado. La meta era la
mejora y el perfeccionamiento del mundo en el sentido de libertad, igualdad y fraternidad y la
mejora y perfeccionamiento de sus miembros (de ahí también el viejo nombre Perfectibilistas).
Weishaupt escribió en 1782 en un discurso:
Quien también generalmente quiere iniciarse en la libertad, la amplia iluminación en general: pero la
Iluminación no consiste en el conocimiento de palabras, sino de cosas, no se trata de la comprensión de
conocimientos abstractos, especulativos, teóricos, que inflan el espíritu, pero no mejoran el corazón.
Según Weishaupt el medio para alcanzar la libertad era principalmente la educación, pero no
sólo la aportación externa de conocimientos, sino en primera línea la formación del corazón, la
moralidad, que debería capacitar a los individuos para autodominarse, y por lo tanto serían
superfluas otras formas de dominio como el despotismo de los príncipes absolutistas, pero
también el despotismo espiritual ejercido por la Iglesia católica. Los modales de las viejas
costumbres serían también condición y camino para una sociedad libre e igualitaria sin
príncipes ni iglesia.
Como Weishaupt explicó en su discurso cit. supr., la historia misma estaría de su parte:
recurriendo a pensadores como Joachim von Fiore presentó una historia filosófica entre
periodos temporales: en la «Infancia de la humanidad» no había ni dominio ni propiedad ni
ansias de poder. Eso comenzó en la «Época juvenil», con el surgimiento de los primeros
estados, que se desviaban más y más hacia el despotismo. De ahí surgió la nostalgia del
paraíso perdido de la ausencia de dominio: «el despotismo mismo debería ser el medio para
facilitar el camino a la libertad» escribió Weishaupt en una redacción para la clase de misterio
de su orden.7 En el «tiempo de la madurez» el género humano superará el despotismo sin
violencia a través de la provocación de la nostalgia, de la libertad, mediante la ilustración y
mediante el autodominio que Weishaupt impartía. Para difundir ahora esta ilustración y para
devolver a los hombres a la «tierra prometida», debía de ser la tarea de las escuelas ocultas
de sabiduría, a quienes Weishaupt les presuponía una línea tradicional ideal desde los
protocristianos hasta los masones.Aunque es verdad que los francmasones declaran ser
apolíticos, los Iluminados les servirían como máscara. Finalmente un «Tiempo de decadencia»
iniciará un nuevo ciclo.
En esta representación histórica se mezclan el milenarismo medieval y las utopías modernas,
las profecías premodernas de un mundo redimido y pronósticos modernos de como se
alcanzarían por propias obras. Weishaupt compatibilizó ambos mensajes contradictorios: por
un lado, predicó el quietismo, que exoneraba a sus miembros de cualquier responsabilidad del
progreso histórico; y por el otro, exigía un activismo subversivo que socavara activamente el
sistema de gobierno imperante. Cuál de ambos aspectos primaría, lo dejó pendiente. Eso
significa por una parte que era solo cuestión de esperar, pues el tiempo del despotismo
absolutista finalizaría desde una lógica interna casi por sí mismo. Weishaupt sostenía que los
iluminados participarían solamente por su actividad, incluso mediante su mera presencia, en la
abolición del despotismo.
La abolición del sistema absolutista no debería pues conseguirse mediante la vía
revolucionaria, sino por los recursos personales políticos: querían conquistar más y más
posiciones claves estatales absolutistas, para sucesivamente conducirlas a su propia
violencia. En los últimos estadios utópicos, sobre si y cómo el estado sería realmente disuelto
tras alcanzar el poder o si simplemente los iluminados los reemplazarían en una especie
perfeccionada de despotismo ilustrado, es algo sobre lo que Weishapt no dio datos.
Organización
Símbolo de los Illuminados de Baviera: el Mochuelo de Minerva
Los Iluminados son una de las muchas sociedades y asociaciones caracterizadas por la
formación del fenómeno moderno de la opinión pública durante la ilustración, tal como Jürgen
Habermas describió en 1962 en Historia y crítica de la opinión pública. Durante las castas
sociales premodernas sucedía en la iglesia o en la corte y pervivía ahora: la posibilidad de
traspasar las fronteras estamentales para reunirse en niveles sociales al menos a priori
igualitarios, en las sociedades lectoras, o diversas asociaciones cartitativas (como las
sociedades de amigos del país), en los francmasones y losrosacrucianos o incluso en las
sociedades secretas como los Iluminados.
A diferencia de otras sociedades, los Iluminados tenían un programa político explícito,
mientras que entre los francmasones por ejemplo son indeseables las disputas religiosas,
confesionales o políticas. También se reconocen los masones por su afiliación, y no son, a
diferencia de los iluminados, estrictamente secretos. Aunque los Iluminados adoptaron
aspectos masónicos como la logia y la jerarquía, también es cierto que ni pertenecían a la
misma orden ni cooperaban en organizaciones francmasónicas nacionales, como la gran logia
o el gran oriente.
Para infiltrarse mejor en ellos, Knigge dotó a la orden de una estructura apoyada en la masona
con grados titulados muy imaginativamente, y cada uno de los cuales tenía su propio ritual
iniciático y «secretos», que se les revelaba a los iniciados: un «criadero» que introduciría
novatos en la esencia de la logia y la sociedad secreta, compuesta de los grados «novicio»,
«minerval» (deriv. de Minerva), e «iluminado inferior». La «clase masona» tomada de la
masonería contenía el grado «peón», «oficial», «maestro», «iluminado mayor» e «iluminado
regente». Coronaba la orden la clase mistérica, compuesta por los grados «sacerdote»,
«Regent», «Magus» y «Rex» ('gobernante') y cuyos reglamentos y ritos, debido al breve
tiempo que supervivió, no llegaron a redactarse.
Asimismo, como mistificación de gran efecto publicitario, cada miembro de la orden recibe al
iniciarse un nombre secreto (o de guerra), que nunca era cristiano, o como mínimo, de origen
ortodoxo: Weishaupt se llamó así mismo con el significativo nombre de Espartaco, el cabecilla
de las revueltas esclavas romanas; Knigge era Filón de Alejandría, un filósofo
judío;Goethe recibió el nombre Abaris, por un mago escita. También la geografía recibía
nombres secretos (Múnich, p. ej., se llamaba Atenas; el Tirol, Peloponeso; Fráncfort era
Edessa; e Ingolstadt, Eleusis). Incluso hasta la fecha se indicaba según un calendario secreto
de nombres mensuales persas y cuya numeración anual comenzaba en el 632.
Los nombres de la orden contribuían a la igualdad entre iluminados: ya que los dos primeros
grados sólo se llamaban por los nombres de la orden, no podían saber unos de otros, quién
era noble, quién burgués, quién profesor universitario, quién sólo camarero o estudiante.
Aparte de esto, formaban parte de un rígido programa educativo, que la orden le imponía a
sus miembros. Cada iluminado debía no sólo darle explicaciones a su tocayo espiritual, sino
que también recibía de los superiores de la orden una cuota literaria mensual, en la que obras
deísticas e ilustradas ocupaban un lugar principal y en grado creciente. Su evolución moral y
espiritual debía además que hacerla constar en un diario llamado cuaderno Quibuslicet (del
lat. “quibus licet”, ‘a quién le está permitido leerlo'). En caso de que estuvieran mal hechos o
no contuvieran los avances previstos, respondía el mando de la orden con una carta de
reproche.
Junto a la completa igualdad dentro de los grados, había una división jerárquica entre los
distintos escalafones muy marcada. Esta dejaba mostrar ya en los juramentos, que cada
iniciando debía prometer solemnemente.
Eterno silencio, firme lealtad, fidelidad y obediencia a todos los superiores y estatutos de la orden.
Además de la estricta jerarquía había que añadir la estructura esotérica de la orden, lo que
significa que a los novatos se les engañaba conscientemente sobre esta auténtica meta. En la
“guardería” significaría que el nuevo no era para nada el objetivo de la orden.
Para socavar los regímenes terrenales o espirituales, apropiarse del dominio mundial y etcétera. De
haberse imaginado nuestra sociedad desde esos puntos de vista, o si han entrado con esas intenciones,
se han engañado completamente.
Porque en los grados superiores de la orden se les revelaría el “mayor de todos los secretos”,
que tantos desean con ansia, tan a menudo han buscado estérilmente el arte de regir a los hombres, de
conducirlos a lo bueno […] y después guiarlo todo, con lo que los hombres hasta ahora sueñan y sólo a
los más iluminados les parece posible.
El arcano más profundo de los Iluminados era su propio sistema de dominio moral, ya
practicado entre los numerarios, pero que también debía aplicarse fuera. Este fraude y tutelaje
a los miembros de grados inferiores pronto provocó críticas incluso dentro de la orden. Le
debían a la meta de Weishaupt, la perfección del individuo por sugerencia de la propia
educación y la dirección oculta. La condición a estas mejoras del individuo le parecía que era
el conocimiento de todos sus secretos. Esto parece haberlo adoptado de su peor enemigo: los
jesuítas, cuya obediencia era ciega y su atenta pero efectiva manipulación humana era
mediante la penitencia. Sobre todo la orden permanecía, como el investigador Agethen
constató, unida a sus enemigos por un cruce dialéctico: para emancipar al individuo del
dominio mental y espiritual eclesiástico, se aplicó el método jesuítico de examen de
conciencia; para transportar al cortejo triunfal ilustrado y de la razón, se tenía un sistema
extremo y un montaje místico que recordaba las ensoñaciones irracionales rosacrucianas; y
para finalmente liberar a la humanidad del despotismo principesco y real, se avasallaba a los
miembros con un sistema de auténtico control y psicotécnicas totalitarias.
Miembros
Los Iluminados tuvieron algo de éxito: a comienzos del año 1780 llegó la orden en setenta
ciudades del reino a tener entre mil quinientos y dos mil miembros, de los cuales algo de un
tercio eran masones. Los puntos clave eran Baviera y las ciudades turingias Weimar y Gotha;
fuera de Alemania sólo puede demostrarse su presencia en Suiza.
El sociohistórico Eberhard Weis investigó exhaustivamente la estructura social de la orden y
descubrió que cosa de un tercio de sus miembros eran nobles y por lo menos un doce por
ciento, clérigos. Casi el setenta por ciento de los iluminados habían recibido formación
académica, el número de trabajadores manuales rondaba un veinticinco por ciento, un número
muy superior al de los comerciantes, que con un diez por ciento estaban claramente
infrarrepresentados. Casi la mayoría de los iluminados, casi las tres cuartas, se componía de
funcionarios y demás trabajadores públicos, que de cara a la meta de la organización de
derribar el estado absolutista, no puede sorprender. El mismo Weishaupt presumía en 1787
con orgullo que la orden había conseguido incorporar a más de un décimo del funcionariado
bávaro. Especialmente significativo era este éxito de infiltración en los colegios censores
bávaros, que hasta la intervención del príncipe elector en 1784, se componía casi
exclusivamente de iluminados. Y acorde fueron las intervenciones de la autoridad: se
prohibieron escritos de exjesuítas y otros antiilustrados o escritos clericales, incluso hasta
libros de rezos, y en cambio se fomentó la literatura ilustrada.
Este éxito temporal no puede engañar de que la orden estaba compuesta en su mayor parte
de académicos secundones, que acudían a ella, porque se esperaban posibilidades, una
oportunidad, correlacionada con el concepto de infiltración de Weishaupt. Estas metas les
resultaban desconocidas a los novatos. La meta real, a saber, la de formar a las elites políticas
e intelectuales de la sociedad, la consiguieron poco. De las esperadas excepciones
mencionadas (Goethe, Herder, Knigge), todos los representantes significativos de la baja
ilustración alemana o se mantuvieron apartados (Schiller, Kant, Lessing, pero
también Lavater) o se fueron decepcionados por la rígida estructura (Nicolai). De una
amenaza real de los estados bávaros por «el ratón de biblioteca Weishaupt y sus camaradas,
utopistas en el buen sentido y en el ridículo» no puede haber duda, pero sí que «el reto que
les supuso a los viejos poderes fue, incluso de esta forma tan domada, aún demasiado
grande.
Otros miembros
Quienes apoyan las teorías conspirativas, citan como por ejemplo la presunta existencia de
una serie de cartas escritas entre los años 1870 y 1872, que se conservarían en los archivos
de la biblioteca del Museo Británico entre un antiguo militar confederado llamado Albert
Pike (De hecho el único representante de la Confederación, y a la vez miembro activo del Ku
Klux Klan, honrado con una estatua en Washington D.C.) y el francmasón y
carbonario Giuseppe Mazzini, un filósofo y político italiano que se esforzó por unificar los
estados italianos y quien había sido seleccionado por los Illuminati para dirigir sus operaciones
mundiales en 1834.
El Museo Británico desmiente la existencia de dichas cartas.
Según William Guy Carr, en una de las cartas fechada el 15 de agosto de 1871, Pike le hace
saber a Mazzini el plan de los Illuminati para el futuro del mundo:
Fomentaremos tres guerras que implicarán al mundo entero.
La primera de ellas permitiría derrocar el poder de los zares en Rusia y transformar ese país en la
fortaleza del comunismo ateo necesaria como una oposición controlada y antítesis de la sociedad
occidental. Las divergencias causadas por los "agenteur" (agentes) de los Illuminati entre los imperios
británico y alemán serán utilizados para provocar esta guerra, a la vez que la lucha entre el
pangermanismo y el paneslavismo. Un mundo agotado tras la guerra, no interferirá en el proceso de
construcción de la "nueva Rusia" y el establecimiento del comunismo, que será utilizado para destruir los
demás gobiernos y debilitar a las religiones.
La segunda guerra mundial se desataría aprovechando las diferencias entre la facción
ultraconservadora y los sionistas políticos. Se apoyará a los regímenes europeos para que terminen en
dictaduras que se opongan a las democracias (Nazismo, Fascismo, Comunismo y Socialismo) y
provoquen una nueva convulsión mundial cuyo fruto más importante será el establecimiento de un
Estado soberano de Israel en Palestina que venía siendo reclamado desde tiempos inmemoriales por
las comunidades judías. Esta nueva guerra debe permitir consolidar una Internacional Comunista
bastante fuerte para equipararse a la facción cristiana/occidental.
La tercera y definitiva guerra se desataría a partir de los enfrentamientos entre sionistas políticos y los
dirigentes musulmanes. Este conflicto deberá orientarse de forma tal que el Islam y el sionismo político
se destruyan mutuamente y además obligará a otras naciones, una vez más divididas sobre este
asunto, a entrar en la lucha hasta el punto de agotarse física, mental, moral y económicamente...
Liberaremos a los nihilistas y a los ateos, y provocaremos un formidable cataclismo social que en todo
su horror mostrará claramente a las naciones el efecto del absoluto ateísmo, origen del comportamiento
salvaje y de la más sangrienta confusión. Entonces en todas partes, los ciudadanos, obligados a
defenderse contra la minoría mundial de revolucionarios, exterminará a esos destructores de la
civilización, y la multitud, desilusionada con el Cristianismo, cuyos espíritus deístas estarán a partir de
ese momento sin rumbo y ansiosos por un ideal pero sin saber dónde hacer su adoración, recibirán la
verdadera LUZ a través de la manifestación universal de la doctrina pura de "Lucifer", sacada a la vista
pública finalmente. Esta manifestación resultará del movimiento reaccionario general que seguirá a la
destrucción del Cristianismo y ateísmo, ambos conquistados y exterminados al mismo tiempo.
Revolución Francesa
Véase también: Teorías de la conspiración masónica en la revolución francesa
No por último se les ha hecho responsables de la Revolución Francesa. Esta grave sospecha
fue formulada por primera vez en 1791 por el párroco francésJacques François Lefranc en su
libro Le voile levé pour les curieux ou les secrets de la Révolution révéles à l'aide de la franc-
Maçonnerie (El velo destapado para los curiosos o los secretos revolucionarios de la ayuda
francmasona). Su posterior difusión se la debe sin embargo a otros dos autores, que poco
después compusieron extensas obras sobre los orígenes revolucionarios franceses: el
exjesuita francés Augustin Barruel y el erudito escocés John Robison. Ambos intentaron, con
mutua independencia, demostrar que no desataron la revolución ni la permanente presión del
tercer estado, ni la difusión de los ideales ilustrados, ni la mala cosecha del año previo ni
tampoco la mala gestión de la crisis por el rey Luis XVI, sino que fueron los Iluminados. Para
esto aportan principalmente tres pruebas:
En la literatura de ficción
A los Iluminados se les representa con asiduidad en las novelas populares, por ejemplo en la
trilogía "Illuminatus!" de Robert Shea (1933-1994) y Robert Anton Wilson, en "Un grito en las
tinieblas" de Daniel González, en "El péndulo de Foucault" de Umberto Eco, se les hace
referencia en la novela juvenil "Túneles" deBrian Williams y Roderick Gordon. Se les
representa como bribones tenebrosos, tejedores de complots turbios o conspiradores
demoníacos, pues los citados autores no se inspiran en hechos demostrados de historias
sobre la orden moderadas por los hechos, sino preferiblemente de las teorías conspiratorias,
que sobre ellos circulan. No obstante se mantienen hoy a menudo estos detalles ficticios sobre
los Iluminados como erróneamente ciertos. Tampoco fueron Galileo Galilei(1564-1642) ni Gian
Lorenzo Bernini (1598-1680) miembros de la orden, como Dan Brown indica en su novela
"Ángeles y demonios" , ni tampoco se encontraban en una tradición milenaria desde los
druidas celtas pasando por la secta de los ḥašīšiyyīn y los templarios con el objetivo de
encontrar el “umblicus telúricus”, el ombligo del mundo.
El ojo panóptico.
El ojo panóptico en la cúspide de la pirámide (véase también: sello de los Estados
Unidos).
El número 13.
Ambigramas.
Ninguno de estos símbolos pueden asociarse históricamente con los Iluminados. Parece
también poco plausible que una conspiración de ámbito internacional, como suele
atribuírseles, deje sus símbolos por todas partes. Los Iluminados utilizaban sólo un símbolo
para la “escuela de secreta sabiduría”, a saber, el mochuelo de Minerva.
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Nuevo Orden Mundial Sociedades secretas Últimas noticias 15 agosto, 2014 No hay
comentarios Johanna Bates Gran tribulación, Nuevo Orden Mundial, ocultismo
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El gobierno mundial profetizado en la biblia se está formando en la tierra
en este preciso momento. La Biblia profetiza que el Anticristo
finalmente reinará sobre este gobierno mundial por 7 años justo antes
de la segunda.
¿QUE ES EL NUEVO ORDEN MUNDIAL(NWO)?
“El nuevo Orden Mundial”, es un control global, caracterizado por un
solo gobierno, un solo poder, una sola religión, una sola moneda. Los
gobiernos terrenales desde hace varios años están preparando el
gobierno del anticristo sin darse cuenta.
La expresión “nuevo orden mundial” se usa para referirse a un nuevo
período de la historia, cambios dramáticos en las ideologías políticas y
en el equilibrio de poderes.
¿QUE ES ILLUMINATI?
El término “Illuminati” significa literalmente “los Iluminados” (del latín
“illuminare”: iluminar, conocer, saber).
CREENCIA
Los Illuminatis le sirven al dios dinero y satanás, y eso son sus dioses.
Ellos odian el cristianismo y lo quieren remover usando argumentos de
separación de iglesia y estado.
Arriba, dice “Annuit Coeptis”, que significa “nuestra empresa es ahora un éxito” o
“nuestra empresa está coronada por el éxito.” ¿Qué empresa estamos hablando? “Novus
Ordo Seclorum”, que se puede traducir como: “Una nueva orden de las edades” o “un
nuevo orden mundial” Por lo tanto el mensaje significa; nuestro Nuevo Orden Mundial es
ahora un éxito.
En la base de la pirámide podemos encontrar escrito en números
romanos el año 1776 ( MDCCLXXVI ), en concordancia con el año de la
independencia de los Estados Unidos, pero…. también el año en que el
sacerdote jesuita de origen judío, Adam Weishaupt, fundó esta orden,
Los Iluminati.