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Frente a la publicación de los decretos de urgencia N°014-2020 y N°016-2020, los miembros del

Estudio Arbizu&Gamarra expresamos lo siguiente:

1. En abierta trasgresión a sus compromisos nacionales e internacionales, el Poder Ejecutivo


ha regulado, a través de decretos de urgencia, asuntos que exigen del máximo diálogo
social. La regulación de los mecanismos de protección frente a la desnaturalización del
contrato de trabajo o el despido arbitrario en el ámbito público, así como la negociación
colectiva con entidades del Estado, exigen de la máxima consulta a las organizaciones
sindicales del país. Este hecho no solo desconoce los mandatos de la OIT respecto a la
promoción del diálogo tripartito, específicamente el Convenio 144, sino que está dirigido a
desincentivar la sindicalización en el sector público.
2. Denunciamos la manifiesta inconstitucionalidad de los decretos de urgencia mencionados
por atentar contra los siguientes principios y derechos fundamentales: el derecho a la
negociación colectiva, al obligar a su vigencia bianual, al recortar el número de veces que
se puede acudir a ella cada cinco años, al vetar su carácter acumulativo, al postergar su
programación presupuestal y prohibirla en todas las entidades que hayan negociado
colectivamente condiciones económicas durante los años 2016, 2017, 2018 y 2019
interviniendo gravemente en convenios colectivos vigentes fuera de los criterios de los
órganos de control de convenios y recomendaciones de la OIT; el derecho a la cosa juzgada
en sede arbitral, al permitir la revisión e, incluso, la inaplicación total de convenios firmados
con anterioridad a la publicación de la ley; el principio de no injerencia o intervención
desproporcionada en la negociación colectiva al pretender aplicar el DU N°014-2020 y sus
reglas desproporcionadas a las negociaciones en curso; el derecho al trabajo y el principio
de no discriminación, al restringir, a través del DU N°016-2020, los supuestos en lo cuales
un trabajador puede ser repuesto en su centro de trabajo sólo para el ámbito del empleo
público introduciendo un trato diferenciado no justificado con los trabajadores del sector
privado; el derecho de acceso a la justicia a solicitar un resarcimiento proporcional de los
daños derivados de despidos inconstitucionales por agraviar derechos fundamentales, al
prohibir, a través del DU N°016-2020, la determinación de una indemnización que
acompañe a la reposición ordenada, entre otros.
3. Especial alarma nos genera la intervención inconstitucional, en la jurisdicción arbitral, que
pretende legalizar el DU N°014-2020. Es inaceptable que una de las partes en conflicto (el
Estado), a través del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), determine el contenido de
una negociación colectiva o laudo arbitral, al vincular a los árbitros a lo dicho por el MEF
mediante dictamen económico financiero. Aún más grave es que se pretenda sancionar a
quien, en ejercicio de su independencia, emita un pronunciamiento contrario a dicho
dictamen. Finalmente, igual de desproporcionada e irrazonable es la intervención en la
designación de presidentes de tribunales arbitrales, al establecer que será SERVIR quien los
designe en caso no haya acuerdo entre las partes.
4. Llamamos a la comunidad jurídica a reflexionar sobre el contenido de los decretos de
urgencia citados y a producir información que contribuya al debate público y promueva su
pronta derogatoria.
5. Finalmente, anunciamos que acompañaremos a las organizaciones de trabajadores que,
conforme lo regula el artículo 66 del reglamento de la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos, soliciten una audiencia de carácter general a fin de exponer esta
vulneración a derechos colectivos de los trabajadores y la vulneración del principio de no
regresividad de los derechos sociales.

Lima, 24 de enero de 2020

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