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114-137

Recibido: 21 | 04 | 2017

Cómo citar este artículo: Díaz-Perdomo, M.


L. y Rojas-Suárez, N. D. (2017). Ciudada-
nía, una vida posible en sociedad. Revista
Aletheia, 9(2), 114-137.

Fotografía: Adrián Díaz Espitia©


Ciudadanía, una vida posible en sociedad
Citizenship: A Possible Life in Society
Cidadania, uma vida possível em sociedade

María Liliana Díaz-Perdomo* | Nelson Darío Rojas-Suárez**

* Magíster en Educación. Docente, Universidad Surcolombiana, Neiva, Colombia. Correo electrónico: marialiliana.
diaz@usco.edu.co
** Doctor en Ciencias Sociales Niñez y Juventud. Docente, Universidad de Manizales/Cinde, Bogotá Colombia.
Correo electrónico: nelson.rojas.suarez@gmail.com
Resumen
El presente artículo tiene como propósito mostrar las diferentes miradas con las que
se aborda el tema de la ciudadanía en relación con otros conceptos en las dinámicas
democráticas, como ciudadanía con historia; una mirada a la ciudadanía en Colombia;
ciudadanía y escuela; tecnologías, medios de comunicación e impacto en la ciuda-
danía; ciudadanía, participación y valores morales. Con base en una revisión docu-
mental, expone las diferentes investigaciones que se han realizado en su mayoría a
nivel latinoamericano, precisando el caso colombiano, con el que se pretende ayudar
a comprender el concepto de ciudadanía expresado a lo largo de la historia y en dife-
rentes escenarios sociales.

Abstract
The purpose of this article is to show the different views with which the subject of
citizenship is approached, in relation to other concepts in the democratic dynamics,
such as citizenship with history; A look at the citizenship in Colombia, citizenship and
school; Technologies, media and impact on citizenship; Citizenship, participation and
moral values. Based on a documentary review, the article presents different inves-
tigations that have been carried out mostly in Latin America and emphasizing the
Colombian case. This, with the purpose of help understand the concept of citizenship
expressed throughout history and in different social scenarios.

Resumo
O presente artigo tem como propósito apresentar as diferentes perspectivas desde as
que o tema da cidadania é abordado em relação com outros conceitos nas dinâmicas
democráticas, como cidadania com história; um olhar à cidadania na Colômbia; cidada-
nia e escola; tecnologias, médios de comunicação e impacto na cidadania; cidadania,
participação e valores morais. Com base em uma revisão documental, são apresentas
as diversas pesquisas realizadas, a maioria a nível latino-americano, especificando
o caso colombiano, com o que se pretende ajudar na compreensão do concepto de
cidadania expressado ao longo da história e em diversos cenários sociais.
Palabras clave

Ciudadanía; convivencia;
subjetividad; valores morales.

Keywords

Citizenship; coexistence;
subjectivity; moral values.

Palavras chave

Cidadania; convivência;
subjetividade; valores morais.
ISSN 2145- 0366 | Revista Aletheia | Vol. 9 Nº 2 | julio-diciembre 2017 | pp. 114-137

Introducción: ciudadanía, formas de ejercer la política. Se trata de


un concepto con historia nuevos espacios de organización y partici-
pación (Delamaza, 2011). Así, el significado

L
europeo de ciudadanía no es el mismo que
a condición de ciudadanía le otorga a las
el latinoamericano, que se centra en percibir
personas derechos políticos y sociales;
los servicios públicos como un derecho social
les aporta un estatus de pertenencia y
y los alimentos como valores vitales. En
participación en un Estado de derecho. El
Europa, la noción de ciudadanía se enmarca
concepto de ciudadano, sin embargo, ha
en tres modelos democráticos: liberal, comu-
cambiado con el tiempo y se refiere a otros
nitarista y republicano.
asuntos. La noción surge en la Revolución
Francesa con la Declaración de los Dere- En el modelo liberal, el ciudadano goza de
chos del Hombre y del Ciudadano, en la que derechos y entiende que la libertad empieza
se une el concepto de derechos al de ciu- cuando las decisiones de otros recaen sobre
dadanía. Antes de 1789, las personas eran él (Ovejero, 2008). Para Guichot (2013),
súbditos en referencia a la sumisión al rey. el hombre se concibe prepolítico porque
Después, en Europa, durante los siglos xix y nace con capacidades primarias, biológi-
xx, se desarrolló el concepto de ciudadanía cas y sociales que le permiten desarrollarse
como necesaria para hacer gobernable una con libertad, es decir, antes de ciudadano,
sociedad que escoge un régimen democrá- establece una diferencia entre los ámbitos
tico en el que subsiste el sometimiento de público (relativo de la justicia) y privado (la
la clase obrera al capital (Acevedo, 2013). vida buena).
En Europa, se pasó de una concepción de
ciudadanía restringida a una de ciudada- Para el modelo comunitarista, la ciuda-
nía amplia, de una ciudadanía formal a una danía es comprendida como comunidad
activa, a través de instituciones con sentido moral y el ciudadano es quien pertenece
social (Ceballos, 2015). a una comunidad política que coincide con
la comunidad moral; resaltando los valo-
Rousseau planteaba que el Estado se res compartidos en ella, la democracia está
forma por el contrato social entre los ciuda- ligada a la referencia de una comunidad
danos que acuerdan ceder en sus derechos concreta éticamente integrada, y la socie-
con el fin de que las normas sean posibles dad política es una comunidad de tradición
para todos. Los ciudadanos, según este y valor (Taylor, 1990).
ideal, gozarían de pertenencia a la socie-
dad y de todos los beneficios que esto tiene Para el modelo republicano, el ciudadano
(Ceballos, 2015), de modo que el ciudadano se entiende a sí mismo en relación con la
debe cumplir una serie de requisitos para ciudad que delibera, porque considera que la
que sea merecedor de la ciudadanía. garantía de la libertad está en el compromiso
con las instituciones y en el cumplimiento
En América Latina las representacio- de sus deberes con la comunidad. Tiene su
nes sociales de la ciudadanía no conciben origen en la experiencia política de la Roma
el ciudadano en relación con el Estado y lo republicana (Guichot, 2013).
público, sino con el mercado y sus nuevas

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Delgado y Guichot (2013) indican que el vas, de modo que reduce la ciudadanía a las
ciudadano es sujeto de derechos políticos y elecciones y a la representación partidista;
la ciudadanía es la capacidad de ejercicio de ciudadanía social, que es fruto de la emer-
las funciones públicas. Otros autores, como gencia histórica del Estado de bienestar pero
Parada (2009), dicen que esta definición se reduce al acceso a los recursos y servi-
no considera las exigencias cambiantes de cios, y descuida la formación política.
las sociedades, y se queda en el contenido
Estos tipos de ciudadanía suponen la con-
político y descarta otros aspectos como la
solidación de los estados-Nación y dejan por
educación, la economía, la comunicación, el
fuera manifestaciones socioculturales que
género y el medioambiente. Acevedo (2013)
no encajan en los referentes de sus ideales
coincide en que esta definición es insuficiente
políticos. Las formas de exclusión de estas
pues no tiene en cuenta en la dimensión
ciudadanías han sido criticadas por idearios
política aspectos socioculturales que provo-
políticos inspirados en una nueva compren-
can la discriminación, como sucede con los
sión de la ciudadanía.
campesinos y los indígenas. Este rasgo y
las referencias a la cultura, a la sociedad y Herrera (2013) menciona tres factores
a otros aspectos marcan la diferencia entre que influyen en la apropiación de la ciuda-
las concepciones de ciudadanía en Europa y danía: la insatisfacción del sistema político
en América Latina. democrático y las instituciones que lo repre-
sentan; el surgimiento de nuevos actores
Una mirada a la ciudadanía políticos y sus modelos de participación;
en Colombia la crisis de la ciudadanía social por la des-
igualdad y la pérdida de la solidaridad. Estos
El concepto de ciudadanía en Colombia es suscitan la duda sobre si conviene desarticu-
ambiguo porque la evolución del término no lar el concepto convencional de ciudadanía
ha seguido los cambios morales ni políticos del concepto actual, pues la lucha histórica
en los “ciudadanos”, ni ha habido un progreso del país es el resultado de un ciudadano res-
significativo en este campo en la sociedad. tringido a lo político y se desdeña lo social,
Un ciudadano es un actor político no porque lo económico y lo cultural.
lo cobije la constitución sino por su actuar
En Colombia, se menciona por primera
en una comunidad con la que ha adquirido
vez la ciudadanía con la independencia de
responsabilidades que cumple por convicción
España, cuando se establece que los habi-
y no por obligación o conveniencia.
tantes del territorio están amparados por
Norberto Lechner identifica tres formas una Constitución. Esta ciudadanía inicial
de ciudadanía (Lechner, 1999): la ciudadanía contemplaba unos derechos y exigía cumplir
civil, que establece el derecho a la naciona- unos deberes con el Estado y con la Nación.
lidad, pero en el sentido hegemónico de las
Amanda Cortés (2013) cita tres historia-
poblaciones y excluye a las minorías; ciuda-
dores que analizaron la educación ciudadana
danía política, que se refiere a la participan
durante el siglo xix, uno de los cuales es Cris-
política en la toma de decisiones públicas
tina Rojas, quien identificó tres narrativas
según las condiciones sociales y educati-

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de ciudadanía política en Colombia en ese se apropian las reglas que definen sus pautas
mismo periodo: de valoración y conducta. En estos proce-
sos se encuentran elementos referentes a
“El ciudadano patriota”, que compren-
la adscripción al Estado-Nación, que es un
dió un periodo de cuarenta años desde la
referente identitario de las sociedades occi-
Independencia “por estar influenciados por
dentales en los últimos siglos.
sentimientos nacionalistas frente al poder
opresor español”; el “ciudadano civilizado”, La formación ciudadana en Colombia ha
que se ubica hacia la mitad del siglo xix sido condicionada por la Iglesia en alianza
“influenciado por un liberalismo ilustrado con el Estado desde el siglo xix, cuando la
e individualizado europeo. En este periodo escuela era el lugar para “conducir y educar”
hace entrada también la imagen del ‘ciuda- según lo que requiera la Nación. Solo a fina-
dano soldado’ y soberano”; el “ciudadano les del siglo xx se inicia una reflexión sobre
virtuoso”, que parte con la Regeneración y las dinámicas sociales que afectaban al país
continúa con la visión transformadora en las y la influencia ejercida por la Iglesia a través
reformas liberales de 1930 por el “ciudadano de la escuela. Los análisis de los investi-
desinfectado” (p. 302). gadores y lo que acontecía políticamente
en América Latina consolidaron una nueva
En lo moral cita los estudios de Alarcón
Constitución Política, en la que se pasó de
y Conde para quienes, en el siglo xix, los
una democracia representativa a una demo-
catecismos políticos, la prensa y los manua-
cracia participativa de los ciudadanos en la
les escolares eran los principales medios de
vida pública.
difusión de conceptos que operaban como
“pedagogías cívicas” que difundían los cono- La nueva constitución originó una nueva
cimientos necesarios para todas las clases ley de educación en la que se conside-
de Estado, y cimentaban una memoria y un ran nuevas dinámicas mediante proyectos
imaginario común. transversales obligatorios (educación para
la democracia), que buscan educar en ciu-
En la urbanidad de Carreño (2005), publi-
dadanía de una manera práctica para que
cada en Caracas en 1853, dice textualmente:
los estudiantes participen en la vida política,
“Nuestra patria, generalmente hablando, es
objetivo que no se ha consolidado porque
toda aquella extensión de territorio gober-
aún se continua educando bajo parámetros
nada por las mismas leyes que rigen en el
que no articulan lo moral y lo político, la vida
lugar en que hemos nacido, donde forma-
privada y la vida pública.
mos con nuestros conciudadanos una gran
sociedad de intereses y sentimientos nacio- Morán y Benedicto (2002) encuentran que
nales” (p. 16). No obstante, en este manual la ciudadanía debe enseñarse puesto que:
la educación ciudadana implicaba el reco-
nocimiento de lo moral limitado a la ética Es ideal a conseguir como una institu-
personal para cumplir con los deberes. Para ción en movimiento, cuyo desarrollo
Martha Herrera (2005) esta preocupación se puede ser evaluado conforme a una
refiere a la forma en que las personas son serie de criterios objetivos y su funcio-
interpeladas por las instituciones por las que namiento está sometido a un continuo

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proceso de redefinición en función de lógicas y los medios de comunicación han


la evolución de los elementos institu- terciado en esta tarea, según posiciones
cionales. (p. 9). políticas hegemónicas, puesto que estos
han sido utilizados como mecanismos de
Para ellos, es preciso analizar en detalle dominación y han reducido el estudio de los
su dinámica social, es decir, cómo funciona procesos de comunicación a una raciona-
en la realidad sociopolítica y cuáles son las lidad instrumental (Martin-Barbero, 2014;
consecuencias que de ello se derivan. Ángel, 2011).

La formación democrática y la peda- Carlos Eduardo Valderrama (2007) señala


gogía ciudadana son administradas por un ámbito de la comunicación en el que la
instituciones que no saben cómo asumir dinámica comunicativa está implícita en la
la ciudadanía porque la escuela, la calle, pedagogía: en la interacción de los actores
los medios de comunicación, la familia, la en el proceso educativo es impregnado por
religión, los actores del conflicto armado, las lógicas comunicativas. Esta relación es
Internet, los movimientos sociales, y las ins- conocida como modelización comunicativa
tituciones públicas y privadas contribuyen de la relación pedagógica. Ricardo Nas-
a la formación del ciudadano que vive ese sif (1980), inspirado en el liberalismo de
flujo desordenado de información (Herrera, Dewey, propuso modelar la relación peda-
1999). Esta dificultad se acentúa en la ciuda- gógica en términos de la teoría clásica de
danía juvenil y sus maneras de subjetivarse. la comunicación, y concibió como emisor al
maestro y como receptor al estudiante. Esta
Herrera y Muñoz (2008) encuentran que
perspectiva fue criticada por autores como
las ciudadanías juveniles deben entenderse
Paulo Freire (1973, 1969), inspirado en la
como ciudadanías culturales, pues, aparte
teoría crítica de la Escuela de Frankfurt,
de la protección en salud, educación y tra-
que concibe al estudiante como sujeto de
bajo, los jóvenes se mueven en otras esferas
transformación capaz de autoconstruirse
de lo político, como la música, las expre-
apropiándose de manera crítica del lenguaje.
siones artísticas, las formas peculiares de
habitar la ciudad y las maneras propias de Los estudios semiológicos y culturales,
vivir el cuerpo, entre otros modos de cultu- en oposición a lo planteado por Nassif, con-
rizar lo político. Con los jóvenes, la política sideran que el tejido comunicativo de la
se vincula a la cultura y a la vida cotidiana, educación está relacionado con los univer-
de modo que la ciudadanía deja de ser un sos culturales del entorno. En esta crítica se
ejercicio pasivo y pasa a ser una agencia. deben resaltar autores como Mario Kaplún
Ante la destrucción de situaciones políticas (2002) y Francisco Gutiérrez y Daniel Prieto
y sociales de aguda conflictividad en Colom- Castillo (1999), quienes opinan que la teoría
bia, se propone la formulación de políticas clásica de la comunicación en la educación
públicas alrededor de la memoria del con- tiene un carácter solo instrumental que pre-
flicto (Herrera y Vélez, 2014). tende formar individuos aislados y cierra los
espacios de la comunicación, no valora el
En Colombia, la ciudadanía ha sido
diálogo, imparte enseñanza homogeneizada
impregnada por varias perspectivas ideo-

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y no le interesa la expresión autónoma del como principios de la vida cívica y social,


estudiante. De esta forma, la relación entre para entender que todos los actos civiles son
educación, comunicación y cultura, según el actos políticos cruciales para el desarrollo de
énfasis en las características y las dimen- la sociedad y la cohesión política de los ciu-
siones de lo político en la comunicación y dadanos y el Estado.
la educación, centra su interés en la forma
En otro estudio consultado, Sosenski
como los fenómenos políticos ocurren a par-
y Osorio (2013) insisten en la relación de
tir de las relaciones comunicación-educación.
niños y niñas con el sistema político, y la
obligación del Estado de respetar la hetero-
Ciudadanía y escuela geneidad de arreglos familiares para prevenir
el abuso de poder con los hijos y las formas
En las investigaciones revisadas se pudo
de construir en ellos la ciudadanía. También
establecer dos categorías: participación y
se encontró que se descuida la participación,
medios de comunicación, y su importan-
aunque señalan que la infancia representa
cia en la formación ciudadana. Además, se
“las utopías políticas, económicas, mate-
destaca que los estudios son referidos a
riales, sociales y culturales”, y es entendida
desarrollos con niños y jóvenes en los últi-
como una representación de la ciudadanía,
mos cinco años, en los cuales la escuela fue
que mediante experiencias, aprendizajes
el eje articulador para comprender intere-
significativos y participativos se pueden
ses académicos respecto al tema; esta es
promover valores compartidos y acordados
el entorno ideal en la formación ciudadana
en conjunto, convirtiéndose en una cultura
porque permite construir una red de rela-
escolar y familiar “en una forma auténtica
ciones positivas que ayudan a que todos los
de ciudadanía viva” (Coombs y Potts, 2013).
sujetos den lo mejor de sí mismos y, a su
vez, reciban lo mejor de otros para el logro Para Roldan (2012), esta comprensión
de nuevos objetivos que lleven a una socie- de la ciudadanía es insuficiente, porque la
dad más justa y solidaria, como lo afirma formación ciudadana requiere mecanismos
María Puig Gutiérrez y Juan Antonio Morales simbólicos mediante los cuales se ejercite
Lozano (2012). En los abordajes hallados en la libertad y la participación. Según él, en la
relación con la participación se destaca el escuela mexicana se resaltan tres aspectos:
estudio que analizó las relaciones de poder la escuela como un espacio ceremonial, los
en las prácticas discursivas infantiles en elementos políticos y los exámenes públicos.
Argentina, basado en lo planteado por Fou-
cault respecto al micropoder, donde Silvina Por otra parte, Castañeda (2011) observó
Fernández (2013) resalta el reconocimiento que la ciudadanía es pensada solo en el
de derechos ciudadanos en los menores de marco político, en el que la globalización
edad frente a las políticas públicas que pro- produce una invisibilización del otro y debi-
mueven nuevas relaciones con la infancia. lita los vínculos sociales en las comunidades
Destaca la formación ciudadana desde la para la conformación de una ciudadanía par-
primera infancia para construir comunida- ticipativa. Encuentra que una causa de este
des justas, democráticas y participativas debilitamiento es el bajo nivel educativo y las
necesidades de supervivencia que impiden

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alcances más profundos de la acción política Según Victoria Camps (2003), es nece-
organizada. Según el autor, el principal reto sario formar personas que contribuyan a la
para los estados es implementar programas consolidación de estructuras sociales jus-
de educación política ciudadana, en lo que tas y solidarias en todos los niveles, pues la
coincide un trabajo de Richter (2011). solidaridad ciudadana debe ser acompañada
de voluntad política y económica (los otros
Rendón (2010) buscó identificar las repre-
poderes democráticos) para asumir respon-
sentaciones de ciudadanía de niños y niñas
sabilidades con criterios de justicia social, sin
de 4 a 10 años por medio de un estudio de
los cuales las acciones ciudadanas quedarían
caso que le permitió observar tres categorías:
limitadas en sus efectos.
alteridad, sentido de lo común e identidad.
Se encontró que una representación de la Boqué, Peñalas, Alguacil y García (2013)
sociedad se da en la transacción mercantil estudiaron 11 textos escolares sobre educa-
en la que los ciudadanos obtienen bienes, de ción ciudadana para los grados de primaria
modo que hay un déficit de lo social respecto en Barcelona, y encontraron que los textos
al sentido de lo “común” en los niños y las presentan una carencia tanto de vocablos
niñas. Muñoz y Torres (2014) encontraron como paz y participación ciudadana, como
resultados similares en Chile y Ersoy (2014) de coherencia con la realidad actual, pues no
en Turquía, que indagaron sobre la formación existe una experiencia basada en el diálogo
ciudadana en el currículo escolar que los niños y la participación (Vilanova, 2015). Por su
reciben en la escuela; los estudios mostraron parte, Manríquez (2014) ve la escuela como
que el estudiantado no tiene una adecuada un espacio de socialización secundario en el
concepción de lo que es la formación ciuda- que las interacciones sociales son la manera
dana ni de lo que se pretende con esta, y no en que la convivencia escolar se dé en un
la reconocen como un espacio que les ayude clima de respeto y tolerancia, sustentada en
en el ejercicio ciudadano. la cooperación y la confianza para mejorar
la calidad de la educación en un buen clima
El estudio de Muñoz y Torres corrobora un
escolar que no esté determinado por la disci-
análisis en el 2008 de Gómez (2008) sobre
plina y la autoridad, sino por la conformación
la debilidad en los factores decisivos para el
de un ambiente propicio para relacionarse
ejercicio ciudadano en la escuela, y observan
con los compañeros y con el ambiente.
que hay un déficit en la formación docente
en “virtudes cívicas” que permitan formar En los estudios mencionados, la escuela
adecuadamente a los estudiantes como futu- no aborda un marco del reconocimiento
ros ciudadanos participativos y responsables moral y menos en relación o junto con un
de sus actos políticos, a partir del conoci- marco de reconocimiento político que deben
miento del rol de ciudadano con derecho a existir al hablar de educación ciudadana,
intervenir en la elaboración y la aplicación de sino que se limita solo a analizar lo refe-
las normas de convivencia, como un colec- rente a cómo se entiende el compromiso
tivo cuyo aprendizaje permite actuar como político del Estado. Zhenzhou Zhao (2013),
ciudadanos responsables. en un estudio realizado en China, destaca
la importancia que tiene la participación

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para llegar a un consenso social que per- ciudadanía que exige ser contextualizada en
mita la comunicación de ideas y de valores lo local, lo regional, lo nacional y lo interna-
que integre Estado-sociedad-territorio como cional, dado que es una construcción social
cambio estructural que responda a una ciu- dinámica que el docente debe reinterpretar
dadanía global. Por otra parte, Patricia Posso y reinventar constantemente a través de
(2015) afirma que la escuela debe generar una compleja interacción dentro y entre los
condiciones de desarrollo ciudadano que se niveles de noción ciudadana propia de toda
visibilice en la convivencia escolar. El juego, realidad dinámica y cambiante, como afir-
como medio pedagógico, propicia el desa- man Hilburn y Maguth (2015).
rrollo social de los estudiantes porque se
Fernández (2005) habla de otro tipo
acuerdan estrategias de conciliación y de
de recursos importantes en la educación
respeto por los derechos de los otros en una
para construir ciudadanía en la escuela y
actividad espontánea que fomenta las rela-
que se plantea como categoría: los medios
ciones sociales y la construcción de valores
de comunicación y los rituales escolares.
mediante la participación.
Compara reacciones de los estudiantes en
En las dinámicas escolares, el docente las fechas de actos patrios y programación
cumple una función determinante en la televisiva, y encuentra que la escuela ha
educación ciudadana. Como observa Car- reestructurado sus formas de contribuir a la
camo (2015), la manera en que los docentes cultura. Considera que los medios de comu-
en formación conciben la ciudadanía en la nicación son formadores de opinión, espacios
escuela está mediada por una visión de la de participación como un sitio diferencial
educación centrada en aspectos técnicos de construcción de ciudadanía y disputan el
pedagógicos, principalmente el papel de la proceso de construcción del sentido común
didáctica como recurso, lo cual les garantiza con la escuela. De este modo, la escuela
saber enseñar normas y valores que permi- jerarquizada habría sido reemplazada por
tan reproducir el orden social. los medios de comunicación. En Singapur
también se pudo establecer que los recur-
Según Carcamo (2015), al igual que
sos digitales apoyan desarrollos flexibles y
Özbek y Köksalan (2015), la principal caren-
abiertos a través de aprendizajes basados
cia en la escuela es que el docente no se
en juegos, que contribuyen a experiencias
comprende como un sujeto político pro-
formativas colaborativas, participativas y
fesional de la cultura y de la educación
dialógicas en un mundo globalizado y mul-
que interactúa con seres humanos para
ticultural (Chee, Mehrotra y Qiang, 2013).
construir nación. El estudio deja abierta la
pregunta: ¿qué educación ciudadana se está Porta (2004) también relaciona la influen-
vivenciando en las instituciones educativas, cia de los medios con la crisis de valores en
como prácticas democráticas? Esta pregunta la educación, que obstaculiza la construc-
supone que un ciudadano se forma con prác- ción de ciudadanía de los jóvenes, según
ticas reales y no solo con discursos. Junto una investigación realizada en la que da a
con la anterior, se puntualiza acerca de la conocer la representación sobre el mundo
importancia de comprender y vivenciar una de estudiantes de último año. El autor argu-

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menta que los jóvenes han crecido en el televisión públicos muestran las acciones
apogeo de los medios de comunicación, y los logros de la administración, lo que le
circunstancia que los ha hecho ciudadanos quita la oportunidad al ciudadano de ver
globales, personas informadas y, a la vez, imparcialmente la realidad, porque se toman
vulnerables a la influencia de los medios, los medios como instrumentos para ejercer
con antivalores sociales que se detectan en el poder y no como formas de participa-
expresiones que interfieren en las relaciones ción ciudadana. Lo anterior se observa en
personales e institucionales. Esta posición un estudio de Villar (2012), según el enfo-
coincide con la de Montesinos (2011), quien que de la teoría crítica, que indagó sobre
analiza la función y los niveles de partici- la percepción ciudadana acerca del Canal
pación de los ciudadanos en los medios de Diez de Chiapas (México). Se observa que
comunicación, si la emisión de los mensajes la televisora gubernamental carece de una
masivos reflejan el sentir de los problemas y plataforma social y esquiva la participación
las necesidades de la gente, y el carácter de democrática, lo que contradice la ley federal
la relación que establecen con otras dimen- de radio y televisión que dice que los cana-
siones del Estado. les públicos, según cita de Esteinou (2008,
p. 43), deben
Tecnologías, medios de
Coadyuvar al fortalecimiento de la par-
comunicación e impacto
ticipación democrática de la sociedad,
en la ciudadanía garantizando mecanismos de acceso
público en la programación y promover
Las nuevas tecnologías y los medios de
la participación de la ciudadanía en el
comunicación ocasionan un impacto en la
análisis y discusión de temas de interés
educación ciudadana, en la que las realida-
general, garantizando el derecho de la
des son condicionadas por los mensajes y
población a expresarse a través de los
los intereses de los dueños de los medios.
medios estatales.
Respecto a la ciudadanía juvenil y sus
maneras de subjetivarse junto a las dis- Frente a la realidad de algunos países
cusiones sobre su posible despolitización y respecto a la información que emiten los
desinstitucionalización, la virtualidad tiene medios de comunicación gubernamentales y
un papel crucial porque promueve formas privados, Martínez y Burgos (2014) sugieren
de ciudadanía que derivan en una forma- cuatro requerimientos para que una ciuda-
ción política que afecta la cotidianidad, los danía comunicativa sea efectiva: capacidad
sentimientos y las emociones, en los que de expresión, disponibilidad de información
se manifiestan la forma como las personas confiable, mecanismos de comunicación y
son influidas en sus actuaciones sociales y receptividad activa. Estos requerimientos
políticas, que escapan a la regulación de la responden a la función social y política que
formación política (Herrera, 2013). deben cumplir por ser canales de comunica-
ción masiva.
Mientras los medios de comunicación
manipulan la información, los canales de

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Además de la televisión, hay otros recur- sociales” forma a los jóvenes para hacerlos
sos virtuales que ofrecen modelos para competentes en nuevos tipos de ciudada-
enseñar a niños y jóvenes a ser mejores nía (no solo como sujeto de derecho) en el
ciudadanos, basados en normas y reglas de reconocimiento como miembro de una comu-
convivencia y permanencia en la realidad nidad política, pero no como un proceso en
virtual. Buckingham y Rodríguez (2013) rea- el que se reconocen moral y políticamente
lizaron un estudio sobre las experiencias de en una comunidad.
los usuarios del juego Habbo Hotel, dirigido
García del Dujo, Muñoz y Hernández (2015)
al público infantil y adolescente. Encontraron
muestran otra manera de formar ciudadanía
que estos recursos no son democráticos ni
en los medios de comunicación mediante
participativos ni fomentan virtudes cívicas,
la creación de reporteros comunitarios. En
ni estimula el aprendizaje; las políticas del
su estudio con adultos y jóvenes inmigran-
juego prometen formar usuarios competen-
tes discapacitados, familias, niños en riesgo
tes, sin embargo, el sistema de vigilancia
social y refugiados de Italia, España, Turquía,
con un fuerte control mantiene a los jóvenes
Alemania, Hungría y Reino Unido, eran for-
obligados a regular su actividad con normas
mados como reporteros para movilizar los
estrictas, ejecutadas en algunos casos de
intereses de la comunidad. Se demostró que
manera arbitraria. El juego enseña lecciones
la convivencia mejoró en las comunidades
económicas, comprando productos virtuales
una vez empezaron a asumir responsabili-
que ayudarán a construir sus identidades y
dad sobre los problemas. En contraste con
relaciones con los demás. También se les
lo planteado en las investigaciones anterio-
enseña a trabajar, a conocer las formas de
res, el estudio valora la utilidad de integrar
trabajo, a relacionarse en situaciones en las
los medios de comunicación y las nuevas
que quien tiene el poder es capaz de ejer-
tecnologías con criterios pedagógicos, en la
cerlo de manera arbitraria. En el estudio no
construcción de escenarios que permitan el
se exploraron los sentimientos generados
desarrollo integral de ciudadanos para promo-
en ellos con base en las expectativas de los
ver procesos de construcción de ciudadanía.
participantes expulsados, ni sus estrategias
para regresar y mantenerse en el juego. Por su parte, la familia también tiene un
compromiso social frente a la formación
Los procesos de interacción social y
ciudadana, porque los ciudadanos se conso-
convivencia buscan la conformación y el
lidan en la vida familiar, en especial durante
empoderamiento de los ciudadanos en el
la infancia. Un estudio realizado por Teresa
uso de las nuevas tecnologías. Inés Dussel
Terrecillas (2013) con niños entre 4 y 12
(2013), en una investigación realizada en
años de la comunidad de Madrid reveló el
escuelas de Argentina y Chile sobre la rela-
alto grado de permisividad en los hogares y
ción de docentes y alumnos con los nuevos
la desprotección frente a los medios masi-
medios digitales, analizó las transformacio-
vos e invasivos de comunicación. Según la
nes de participación de los jóvenes en los
autora (2013), la socialización que ejercen
espacios públicos, materializados en los nue-
estos medios se da bajo criterios norma-
vos medios digitales (YouTube y Facebook).
tivos de manera muy sugerente, realidad
El estudio encuentra que el uso de las “redes

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Ciudadanía, una vida posible en sociedad
María Liliana Díaz-Perdomo | Nelson Darío Rojas-Suárez

en la que los padres no están formados. La fuente de potencialidades identitarias y de


relación tecnologías/medios/ciudad, según desarrollo, y el papel de las tecnologías de
Terrecillas (2013), está caracterizada por el la información y la comunicación (tic) en
individualismo, el consumismo y el egocen- relación con el establecimiento de redes
trismo, y deja de lado los valores sociales comunicativas como recursos para la cons-
de participación y responsabilidad social de trucción de una nueva ciudadanía.
los ciudadanos. El resultado es la difusión
La adecuada utilización de los recursos
de mensajes insuficientes a las necesida-
tecnológicos y audiovisuales en la población
des de orientación, conocimiento y praxis
infantil incentiva el aprendizaje, mejora la
de los deberes, derechos y obligaciones de
facultad de ampliar conocimientos, propi-
los ciudadanos.
cia una convivencia respetuosa y pacífica,
Según Islas (2007), la ciudad es “un espa- y contribuye a una mejor comprensión
cio abierto y heterónomo, cuya teleología es del mundo. El discurso de medios masivos
un deseo de ‘completud’, de finalización, el como la televisión mantiene una precaria
cual, nunca llega a ser plenamente satisfecho relación con nuestro contexto sociocultural
por la crisis y el desencantamiento que hoy y prioriza los criterios comerciales como el
producen las urbes” (p. 41). La ciudad como consumo, la violencia y la discriminación,
espacio para el desarrollo de las capacidades como lo demuestra Roca (2006) en los aná-
de quienes la habitan representa las alterna- lisis de comerciales emitidos en un canal de
tivas de funcionamiento de una persona para televisión infantil en México. Los medios de
desarrollar su potencialidad. Sin embargo, un comunicación están sujetos a los grupos de
fenómeno cada vez más común en los paí- poder económico que obedecen a intereses
ses de América Latina (Martin, 2011) es el transnacionales, dejando de lado la necesi-
aumento de la población en las zonas urba- dad social y el principio de objetividad como
nas, como un problema para la convivencia entidad comunicativa, evidenciando que son
y la ciudadanía, en la construcción de iden- un espacio público pero no participativo y
tidad, pues este es proporcional a los altos mucho menos democrático.
niveles de complejidad, conflictividad y frag-
mentación. Esto conduce al crecimiento de Ciudadanía, participación
la pobreza, la desarticulación de la familia, la y valores morales
falta de educación y la desigualdad de opor-
tunidades, lo que denomina Klisberg (2005) La palabra convivencia significa vivir juntos,
la agenda ética pendiente en América Latina, y se asocia al reconocimiento de quienes
de modo que las ciudades son espacios de participan en los mismos escenarios y activi-
supervivencia más que de convivencia. dades, comparten normas que les permiten
A partir de esta problemática de efectos tener una vida grata, en la que cada quien
negativos que debilita la acción ciudadana tiene dominio de sus beneficios y puede colo-
en su componente solidario, Martin (2011) carse en la situación de los otros y de sus
resalta el compromiso con el pasado, con la intereses (Touriñán, 2008).
historia de la ciudad latinoamericana como

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En la convivencia, la tolerancia es un acto (İbrahimoğlu y Yılmaz, 2015). Esto permite


político que implica el reconocimiento del que se produzcan códigos morales que pro-
otro, en los saberes y prácticas de inclusión muevan la integración de los ciudadanos, sus
y la valoración de la condición humana en identidades y su diversidad para alcanzar una
todas sus expresiones (Puyol, 2001). La con- ciudadanía basada en el respeto y la acepta-
vivencia se refiere también a la necesidad de ción mutua (Toro y Tallone, 2015).
desarrollar competencias morales, que hagan
La subjetividad reside en el ejercicio ciu-
posible la convivencia entre ellas, especial-
dadano como una posibilidad de pluralidad y
mente en situaciones de la vida en las que el
reconocimiento de múltiples espacios en los
otro manifiesta su autonomía frente a deci-
que una persona se constituye mediante la
siones colectivas para establecer acuerdos
reflexión acerca de lo público en sus actos,
que requieren inteligencia social y solidaria.
que no solo alude a la capacidad de razonar
La convivencia democrática reconoce la sino también al cuerpo, como lo plantean
igualdad de género y la diversidad como Álvaro Díaz y Sara Victoria Alvarado (2012).
característica de la ciudadanía. Meccia
Toda persona se constituye como sujeto
(2008), en Argentina, hizo un estudio en
político con base en sus construcciones
el que la homosexualidad era una conducta
culturales y en las dinámicas del ejercicio
que se mantenía en la privacidad de cada
ciudadano, como concluyó un estudio en el
persona y era una cuestión de tolerancia,
marco del movimiento juvenil Álvaro Ulcué
no de ciudadanía, por la postura religiosa
de la comunidad nasa, en el que los hechos
del país. Sin embargo, después de muchas
políticos, históricos y sociales promueven
discusiones entre el Estado y la Iglesia, la
una dinámica de sentido, porque en el movi-
vida ciudadana se ha abierto a la diversidad.
miento se incluye el reconocimiento del
Así mismo, en Venezuela, se ha permitido a
sujeto político (Alvarado, Loaiza y Patiño,
los ciudadanos la libertad de elegir su sexo
2011). Los desarrollos culturales son cla-
según su inclinación y se le reconoce mayor
ves para constituir la subjetividad, como lo
relevancia a los procesos de desarrollo de los
demuestran los resultados del estudio rea-
ciudadanos y su diversidad (Bianco y Gue-
lizado en México (Caballeira, González y
vara, 2013). Sin embargo, Cáceres, Talaera y
Marrero, 2015), en el que encontraron que
Mazín (2013) señalan que en América Latina
la cultura colectivista presenta mayor bien-
estos cambios no se han dado en el recono-
estar en la subjetividad de sus integrantes
cimiento de la diversidad como ciudadanos
que la cultura individualista, “tanto en los
de los no heterosexuales.
indicadores generales: satisfacción vital, feli-
La construcción de ciudadanía requiere la cidad, afecto positivo y negativo, como en los
identidad, pero no como homogeneidad sino específicos relacionados con distintos domi-
como prácticas de la cultura de una comuni- nios vitales” (p. 200). Estos autores en otro
dad que reconoce la alteridad, lo diferente y estudio (Marrero, Carballeira y González,
procura el cuidado del otro y de sí mismo, de 2014) encontraron que las emociones tienen
reconocer la existencia de la pluralidad, como relación con la subjetividad, y explican que
es el caso de las poblaciones minoritarias la edad es proporcional al nivel de satisfac-

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María Liliana Díaz-Perdomo | Nelson Darío Rojas-Suárez

ción y control emocional en la interacción igualdad, la convivencia, la tolerancia, la


con otros, lo que permite autorrealizarse. solidaridad, la justicia y la paz. El desarrollo
La subjetividad como ejercicio ciudadano es moral promueve sociedades desarrolladas
comprendida en la pluralidad de las relacio- para que las naciones que viven la demo-
nes entre las personas. cracia la hagan inherente a sus valores
morales y eduquen para la ciudadanía, como
Para Gloria Amparo Giraldo (2015), la
lo plantea Samper y Maussa (2014) en una
ciudadanía debe ser participativa y trans-
investigación realizada en jóvenes universi-
formadora, porque la democracia exige
tarios colombianos:
ejercer ciudadanía, y esto debe suscitar en
la escuela procesos que favorezcan la parti- Los más recientes estudios en el ámbito
cipación y el compromiso. El ejercicio de la de las ciencias cognitivas muestran que
ciudadanía no lo determina el Estado sino el cerebro humano está dotado de pre-
la sociedad, porque el vínculo social y cul- disposiciones morales, un “disco duro”
tural debe ser la base para la convivencia de competencias morales, común a
de todos. todas las culturas, cuyo desarrollo
Roberto Anaya y Elizabeth Ocampo puede favorecer la convivencia. La
(2016), en un estudio comparativo en Chi- moral no se reduce a ello, pero encuen-
huahua, México, destacan la disposición de tra allí un fundamento útil para la vida.
suscitar el desarrollo moral y no de imponer (Bilbeny, 2002, p. 18).
una escala de valores, porque esta trata de
Estos son aspectos propios de una “inte-
mantener el orden establecido. El desarro-
ligencia ética orientada a la convivencia”
llo moral crea las condiciones para construir
(Martín, 2004) que exigen capacidad reflexiva.
procesos democráticos con valores que la
comunidad asume en conjunto para el bien- Según Adela Cortina (2000), los valores
estar y la justicia social, especialmente en son “las cualidades reales de las personas”.
sociedades de transición a democracias fir- Los valores responden a una época y a un
mes y estables. Llariza Berrios y María Rosa lugar determinado, y exigen una contextuali-
Estrada (2013) presentan los valores en los zación de tiempo y espacio cultural, que es el
adolescentes que, según ellas, son conside- progreso moral. Los valores morales buscan
rados una manera de vivir entre lo que se el desarrollo de las personas en la alegría,
piensa y lo que se dice. Este aspecto social la utilidad, la belleza, la justicia y la ver-
se refiere a la pertenencia a un grupo, donde dad. Ortega y Gasset (2004) considera que
se desea ser valorado por la inteligencia, la los valores morales “son ejemplo de ellos la
sensibilidad, la responsabilidad, la simpatía bondad, la justicia o la lealtad”, y “no consti-
o la amabilidad. Este estudio en Barcelona al tuyen una clase peculiar de valores, sino que
igual que el de Chihuahua destacan los valo- la conducta moralmente adecuada consiste
res consensuados por cualidades visibles de de tratar de realizar en el mundo los demás
las personas. valores de una manera correcta” (p. 320).
Gallardo (2009) resalta la importancia
de educar en valores para la libertad, la

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Baños Ramírez (2015), en un estudio dera que los ciudadanos deben ejercer sus
realizado en Mérida con 69 jóvenes, buscó derechos de manera democrática y partici-
conocer el sentido que confieren ellos a pativa en diferentes ámbitos de desarrollo.
las nociones de ciudadano y ciudadanía, y
La democracia y la ciudadanía están estre-
encontró que relacionaban la libertad, la
chamente relacionadas, pues no se puede
igualdad y la solidaridad con la democracia,
concebir ciudadanos antidemocráticos o no
sin embargo, perciben al ciudadano y a la
participativos, ni una democracia carente de
ciudadanía poco ligados a dichos valores o a
participación ciudadana, pues la democracia
las decisiones tomadas por la clase política.
se consolida solo si los actores deciden jugar y
respetar las reglas para avanzar hacia la meta
Conclusiones superior que es lograr gobiernos legítimos y
justos. Frente a ello, cobran importancia las
El objetivo de este trabajo fue rastrear las
elecciones que implican la capacidad de par-
nociones sobre la ciudadanía, y cómo ha sido
ticipación crítica de la sociedad y la calidad
comprendido el término en la escuela y la
de actores políticos en la construcción de una
sociedad según el contexto. Se parte del ori-
nueva ciudadanía para lograr avances demo-
gen del ciudadano como sujeto sumiso en la
cráticos (Alanís, 2013).
monarquía y la religión. Luego, al ciudadano
solo se le atribuían derechos que le permi- Noam Chomsky (2007) sostiene que para
tían actuar en ciertos ámbitos políticos casi establecer las bases de una democracia
excluyentes de las decisiones públicas, hasta significativa y participativa, los ciudadanos
la actualidad, aún en construcción, cuando de las sociedades democráticas deberían
se valora una visión participativa de la ciu- emprender un curso de autodefensa inte-
dadanía en los asuntos públicos. lectual para protegerse de la manipulación y
del control que un selecto grupo de dirigen-
En la actualidad, se plantea la necesidad
tes quieran imponer. Rujano y Salas (2015),
de empoderar a los ciudadanos, considerando
en un estudio realizado en Maracaibo, bus-
la carencia en la formación democrática-
caron las estrategias y las posibilidades de
ciudadana de la escuela, en la que, desde la
las instancias gubernamentales para dise-
infancia, se apropie de distintos mecanismos
ñar e implementar políticas públicas para
de participación en los escenarios públicos,
el desarrollo de una convivencia ciudadana
para tener un ambiente en el que se consti-
participativa, e identificaron varias mane-
tuyan como sujetos de derechos en relaciones
ras de participación entre los ciudadanos,
de convivencia, ciudadanía y democracia.
como actividades deportivas, culturales y el
El reconocimiento político y moral debe asistir a las personas en situaciones de vul-
ser impulsado por sistemas educativos nerabilidad en los espacios públicos, y las
preparados para formar a niños y jóvenes instituciones educativas y religiosas en los
multiplicadores de valores morales y políti- sectores económicos y sociales.
cos, que usan los medios con los que cuenta
En el contexto educativo, proponen empo-
la comunidad, fomentando la participación
derar a los docentes como actores sociales
mediante las nuevas tecnologías. Se consi-
transformadores que abren espacios de

130
Ciudadanía, una vida posible en sociedad
María Liliana Díaz-Perdomo | Nelson Darío Rojas-Suárez

construcción de identidad, que promuevan Referencias


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de que los medios de comunicación, en su
búsqueda de legitimación, sometan a los ciu- Alvarado, S. V., Loaiza, J. y Patiño, J.
dadanos y a sus necesidades a un proceso de (2011). Sujetos y subjetividades políti-
transformación inadecuado, lo que da como cas: el caso del movimiento juvenil Álvaro
resultado una ciudadanía estereotipada por Ulcué. Revista Latinoamericana de Cien-
la influencia que ejercen los medios ligados cias Sociales, Niñez y Juventud, 10(1),
a las prácticas de consumo, como señala 855-869.
Rosalía Winocur (2003).
Anaya, R. y Ocampo, E. (2016). Forma-
Sin embargo, no todos los autores men- ción de ciudadanía en la escuela dentro
cionan el uso de los medios como algo poco de la transición democrática: ¿promo-
constructivo, sino como recursos en la for- ver escalas de valores o el desarrollo del
mación de las nuevas generaciones cuyos razonamiento moral? reice, Revista Ibe-
intereses en la actualidad han cambiado roamericana sobre Calidad y Cambio en
respecto a los de hace medio siglo, pues Educación, 14(1), 5-35.
importa la integración de las gobernanzas
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