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Señor Juez me permito presentar mis alegatos de conclusión para efectos de que sean

tenidos en cuenta al momento de dictar Sentencia los cuales sustento de la siguiente


manera:

Me ratifico en lo expuesto en la demanda teniendo en cuenta las pruebas tanto


documentales como las testimoniales que se practicaron a lo largo de esta audiencia,
con lo cual se pudo demostrar claramente que la señora MARÍA MARLENE
RINCÓN AYALA ha ejercido la posesión sin violencia, clandestinidad, ni interrupción,
del predio de terreno especificado en la demanda por un lapso superior a diez años,
ejerciendo con total libertad actos propios de dueño sobre dicho bien como han sido
su utilización para su propia habitación y el de su familia, y en otras ocasiones
mediante su explotación económica consistente en el arrendamiento a terceros.

Cabe recordar que de conformidad con el artículo 2518 del Código Civil, mediante la
prescripción adquisitiva o usucapión se pueden adquirir derechos reales, entre los
cuales se encuentra el dominio de los bienes corporales, ya sean muebles o inmuebles,
si son detentados en la forma y por el tiempo previsto en el ordenamiento jurídico

La doctrina y la jurisprudencia señalan como elementos de la Posesión el corpus y el


animus.

En cuanto al corpus, se entiende que es la explotación material del bien, los


“actos positivos de explotación de aquellos a que sólo da derecho el dominio”, como
podría ser la construcción de mejoras, cercar, alambrar, alinderar, sembrar y
cosechar, entre otros actos posesorios de tipo material. Los ejemplos del
artículo 981 del Código Civil son meramente ilustrativos, por eso, podrían
considerarse actos de tipo jurídico, como sería el pago de impuestos, o la tramitación
de acciones para la defensa de la posesión, entre otros. Lo esencial para considerar las
actuaciones como “actos posesorios” es que hayan sido ejercidos con animus
domini, elemento volitivo de la posesión, que puede traducirse en “no reconocer
dominio ajeno” o actuar como si se fuera el propietario o el titular del derecho
real.

En los procesos de pertenencia deberá probarse la explotación material para que


se deduzca el elemento psicológico.

Estos elementos, absolutamente necesarios para que exista posesión, se


encuentran esbozados en el artículo 762 del Código Civil: “la posesión es la tenencia de
una cosa determinada con ánimo de señor o dueño”.

Además de establecer estos dos elementos, deberá acreditarse el tiempo necesario


para usucapir, lo que depende de la clase de prescripción que se haya ejercido,
ordinaria o extraordinaria.

La prescripción puede ser ordinaria cuando proviene de un justo título, definido en el


artículo 765 del C.C. como aquel que es constitutivo o traslaticio de dominio el cual le
confiere la calidad de poseedor regular a su titular. La prescripción puede ser también
extraordinaria para la cual no es necesario título alguno, presumiéndose de derecho la
buena fe sin embargo de la falta de un título adquisitivo de dominio.
El Art. 2532 de la citada normativa <modificado por el artículo 6 de la Ley 791 de
2002> establece que El lapso de tiempo necesario para adquirir por prescripción
extraordinaria, es de diez (10) años.

En el caso que nos ocupa, mi mandante compró la posesión del referido predio al
señor quien le manifestó
haberlo comprado a su propietario ARTURO BERMÚDEZ BERMÚDEZ mediante
documento privado. En razón que la venta no se ajustó a los formalismos legales sobre
compraventa de inmuebles debemos señalar la inexistencia de un justo título. No
obstante ello, debe presumirse la buena fe del comprador y reconocer su derecho a
adquirir la propiedad por prescripción extraordinaria. Se ha logrado probar además la
existencia de los elementos de la posesión como son el corpus y el animus en cabeza
de mi representada, pues ella procedió a edificar sobre el terreno en cuestión
concluyendo una casa de habitación que inicialmente utilizó como residencia propia y
de su familia, y posteriormente ha ejercido explotación comercial sobre la misma, así
mismo ha realizado las reparaciones que el bien ha requerido, ha pagado los servicios
públicos domiciliarios prestados al mismo, así como el impuesto predial. Probado
también quedó que todos estos actos de disposición los viene realizando desde el año
1.994, inicialmente en compañía del señor TEODOMIRO CENTENO LARA quien era su
compañero sentimental y con quien procreó un hijo, y luego a partir del mes de junio
de 2001 continuó realizándolos ella sola, con lo cual se cumple sobradamente con el
requisito temporal de diez años exigido por la ley para este tipo de prescripción.

En consecuencia, solicito su señoría se declare que la señora MARÍA MARLENE RINCÓN


AYALA ha adquirido por prescripción extraordinaria de dominio el lote de terreno
identificado plenamente en los hechos 1 y 2 de la demanda, y que se ordene la
inscripción de la demanda en el correspondiente folio de matrícula inmobiliaria de la
Oficina de Registro de Instrumentos Públicos de esta ciudad.

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